Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FISIOLOGIA
Integrantes:
Hernández López Daniela
• Radiación
Como todo cuerpo con temperatura mayor que 0 K, los seres vivos también
irradian calor al ambiente por medio de ondas electromagnéticas. Es el proceso
en que más se pierde calor: el 68%.
La radiación es la propagación de energía a través del espacio vacío, sin requerir
presencia de materia. equilibrio es la homeostasis
• Conducción
La conducción es la transferencia de calor por contacto con el aire, la ropa, el agua, u
otros objetos (una silla, por ejemplo). Este proceso de transferencia se produce debido
a la interacción entre las moléculas que conforman los cuerpos, así aquellas moléculas
que están a mayor temperatura vibran con mayor rapidez chocando con aquellas
menos energéticas (con temperaturas más bajas) transfiriendo parte de su energía. Si
la temperatura del medio circundante es inferior a la del cuerpo, la transferencia
ocurre del cuerpo al ambiente (pérdida), sino, la transferencia se invierte (ganancia).
En este proceso se pierde el 3% del calor, si el medio circundante es aire a temperatura
normal. Si el medio circundante es agua, la transferencia aumenta considerablemente
porque el coeficiente de transmisión térmica del agua es mayor que el del aire.
Es el flujo de calor por gradiente. El fundamento físico es la transferencia de energía
calorífica entre moléculas.
• Convección
Este proceso, que ocurre en todo fluido, hace que el aire caliente ascienda y sea
reemplazado por aire más frío. Así se pierde el 12% del calor. La ropa disminuye la
pérdida. Si existe una corriente de aire (viento o ventilador mecánico) se produce una
convección forzada y la transferencia es mayor. Si no hay aire más fresco para hacer el
reemplazo el proceso se detiene. Esto sucede, por ejemplo, en una habitación pequeña
con muchas personas.
• Evaporación
Para pasar de la fase líquida a la gaseosa del agua es necesaria energía. Cuando eso se
produce en la superficie del cuerpo se pierde energía en forma de calor.3 La
evaporación se produce por dos mecanismos: por evaporación insensible y por
transpiración perceptible o sudoración. En cierta medida, la evaporación insensible se
produce continuamente en las superficies cutánea y respiratoria. La pérdida de calor
respiratoria se produce a través de convección y evaporación. La pérdida de calor
convectiva se origina cuando el aire frío inhalado se calienta a la temperatura corporal
en los pulmones y en el tracto respiratorio superior, y posteriormente es exhalado al
ambiente. El componente evaporativo se origina cuando el aire inhalado, calentado y
saturado con agua, es liberado al ambiente durante la espiración. Por lo tanto, la
pérdida de calor respiratoria depende de las propiedades físicas del aire inspirado
(temperatura, presión de vapor) y de la frecuencia respiratoria del individuo.4 La
evaporación del sudor, producido por las glándulas sudoríparas, puede ser una
contribución importante para la pérdida de calor. Mediante la evaporación del sudor
se pierde el 27% del calor corporal, debido a que el agua tiene un elevado calor
específico, y para evaporarse necesita absorber calor, y lo toma del cuerpo, el cual se
enfría. Una corriente de aire que reemplace el aire húmedo por el aire seco, aumenta
la evaporación.
Para que se evapore 1 g de sudor de la superficie de la piel se requieren
aproximadamente 0,58 kcal las cuales se obtienen del tejido cutáneo, con lo que la piel
se enfría y consecuentemente el organismo.
Cuando la temperatura del termostato hipotalámico desciende por debajo de la
temperatura corporal normal se suprime totalmente la sudoración. Esta respuesta
elimina el enfriamiento evaporativo excepto por la evaporación insensible.
• Sudoración
Cuando el cuerpo se calienta de manera excesiva, se envía información al área
preóptica, ubicada en el cerebro, por delante del hipotálamo. Este desencadena la
producción de sudor. El humano puede perder hasta 1,5 l de sudor por hora. Mediante
ella se produce la pérdida de agua la cual lleva a que se disminuya la temperatura de
nuestro cuerpo.
• Vasodilatación
Cuando la temperatura corporal aumenta, los vasos periféricos se dilatan y la sangre
fluye en mayor cantidad cerca de la piel favoreciendo la transferencia de calor al
ambiente. Por eso, después de un ejercicio la piel se enrojece, ya que está más irrigada.
Mecanismos de conservación del calor
Cuando se enfría el cuerpo por debajo de la temperatura normal, los siguientes
mecanismos reducen la pérdida de calor:
• Vasoconstricción
La vasoconstricción de los vasos epidérmicos es uno de los primeros procesos que
mejoran la conservación de calor. Cuando disminuye la temperatura se activa el
hipotálamo posterior y a través del sistema nervioso simpático se produce la
disminución del diámetro de los vasos sanguíneos cutáneos; esta es la razón por la
cual la gente palidece con el frío. Este efecto disminuye la conducción de calor desde
el núcleo interno a la piel. En consecuencia, la temperatura cutánea disminuye y se
acerca a la temperatura ambiental, de esta manera se reduce el gradiente que favorece
la pérdida de calor. La vasoconstricción puede disminuir la pérdida de calor unas ocho
veces.
• Piloerección
La estimulación del sistema nervioso simpático provoca la contracción de los
músculos erectores, ubicados en la base de los folículos pilosos, lo que ocasiona que
se levante el pelo. La erección del pelo amplía la capa de aire en contacto con la piel,
disminuyendo los movimientos de convección del aire y, por lo tanto reduciendo la
pérdida de calor. En el humano, al carecer de pelaje, este mecanismo no es importante
y produce lo que comúnmente se denomina piel de gallina.
Mecanismos de producción de calor
En términos generales, el gasto energético
puede ser subdividido en dos categorías de
termogénesis: termogénesis obligatoria y
termogénesis facultativa. Los procesos
termogénicos obligatorios son esenciales para
la vida de todas las células del cuerpo e
incluyen los procesos que mantienen la
temperatura del cuerpo constante y normal. El
mayor componente de la termogénesis
obligatoria es provisto por la tasa metabólica
basal. También se considera un proceso
termogénico obligatorio a la termogénesis
inducida por el alimento y que deriva de la
digestión, absorción y metabolismo de los
nutrientes dietarios. A diferencia de la
termogénesis obligatoria que ocurre continuamente en todos los órganos del cuerpo,
la termogénesis facultativa puede ser rápidamente activada o desactivada y tiene lugar
sobre todo en dos tejidos, el músculo esquelético y la grasa parda. La temperatura
corporal, que en animales homeotermos, como en el humano, es generalmente varios
grados superior a la del medio ambiente, requiere para su mantenimiento la activación
de mecanismos de producción y conservación del calor que compensen su perdida
constante por disipación al medio externo. A temperatura termoneutral la tiroides es
el principal regulador del gasto energético a través de mecanismos que modulan el
consumo de oxígeno en las mitocondrias de diversos tejidos, en particular del músculo
esquelético y el hígado. La tiroides participa además en la regulación de la
termogénesis adaptativa o facultativa, actuando en forma sinérgica con la
norepinefrina (noradrenalina) en situaciones en las que el organismo requiere calor
adicional para mantener la normotermia durante la exposición al frío.
Cuando la temperatura ambiente se encuentra por debajo de la temperatura crítica
inferior, los organismos endotérmicos producen calor en el músculo esquelético y en
la grasa parda por dos mecanismos:
• Termogénesis tiritante
El centro motor primario de la termogénesis tiritante está localizado en el hipotálamo
posterior. El estrés por frío estimula y el calor inhibe a este centro nervioso. Cuando,
en respuesta al estrés por frío, aumenta el tono muscular hasta 5 veces sobre la
producción normal. La termogénesis tiritante consiste en la contracción involuntaria,
sincrónica y rítmica de las unidades motoras de los músculos opuestos y, en
consecuencia se evitan grandes movimientos y no se realiza trabajo externo. Al no
realizarse trabajo externo, toda la energía liberada al tiritar aparece como calor.
• Termogénesis no tiritante
En los pequeños mamíferos y en los humanos neonatos la termogénesis no tiritante
se produce principalmente por el desacoplamiento mitocondrial en el tejido adiposo
marrón o grasa parda y es regulada por el sistema nervioso simpático.
Luego de pocas horas de exposición al frío, la producción de calor en la grasa parda
tiene un rol dominante en el reemplazo de la termogénesis tiritante por la
termogénesis no tiritante como la principal fuente de calor adicional para evitar la
hipotermia.
La capacidad de la grasa parda para generar calor se debe a la existencia de una
proteína única en las mitocondrias de las células adiposas de este tejido: la proteína
desacoplante UCP1. Esta proteína tiene la capacidad de permeabilizar la membrana
mitocondrial a los protones. De esta forma, la oxidación de metabolitos en la
respiración mitocondrial y el bombeo de protones que ello genera no se invierten en
la generación de ATP, como en las mitocondrias normales, sino que se disipa en forma
de calor. La termogénesis no tiritante es facultativa, solo se activa cuando el organismo
necesita calor adicional, y es adaptativa, en el sentido que se requieren semanas para
reclutar al tejido termogénico. El proceso de adaptación al frío está bajo el control del
hipotálamo, que activa al sistema nervioso simpático y la secreción de norepinefrina
y promueve la expresión de UCP1. El desacople no se produce sin estimulación
simpática, pero tampoco ocurre en ausencia de la hormona tiroidea. Otras hormonas,
como la leptina y la insulina, son potentes estimuladores de la expresión de UCP1 y la
termogénesis en grasa parda. Es importante la distinción entre termogénesis
adrenérgica y termogénesis no tiritante. Aunque todos los mamíferos responden a la
norepinefrina incrementando el metabolismo, en animales no adaptados al frío este
aumento representa, principalmente, la respuesta de los órganos que no están
involucrados en la termogénesis no tiritante. Únicamente el incremento del
metabolismo luego de la adaptación al frío representa termogénesis no tiritante
termorreguladora.
Como la termogénesis tiritante está pobremente desarrollada en los neonatos, el
principal mecanismo de producción de calor en estos niños es la termogénesis no
tiritante. En los neonatos, la grasa parda se localiza en el tejido subcutáneo, adyacente
a los principales vasos del cuello, abdomen y tórax, alrededor de la escápula, y en
grandes cantidades en las áreas suprarrenales.
Tradicionalmente, se pensaba que en humanos la grasa parda se hallaba solo en la
etapa neonatal. Se consideraba que la grasa parda involuciona con la edad y que el
humano adulto prácticamente carece de ella. No obstante, a partir de los años 70
varios trabajos independientes han demostrado la presencia de grasa parda activa en
humanos adultos, su actividad es regulable por estímulos termogénicos, y se
encuentra en cantidades que podrían tener un considerable efecto sobre la
termogénesis. La actividad del tejido graso pardo disminuye con la edad, de 50% de
actividad en sujetos de 20 años a 10% en sujetos de 50-60 años. En este sentido,
también se encontró que la grasa parda es más prevalente en niños que en adultos, y
que su actividad aumenta en la adolescencia donde podría tener una función
metabólica específica. Por otra parte, trabajos recientes sugieren que el
desacoplamiento mitocondrial no solo se produce en la grasa parda, sino también en
el tejido del músculo esquelético. Ambos tejidos estarían involucrados en la
termogénesis no tiritante inducida por frío y regulada por el sistema nervioso
simpático.
Aunque la activación de las reacciones de la termogénesis tiritante y no tiritante no
requiere la expresión de genes termogénicos, la exposición crónica al frío activa la
expresión de varios genes importantes en el proceso termorregulatorio.
Fiebre
Los animales homeotermos han
desarrollado mecanismos fisiológicos que
les permiten tener una temperatura
corporal constante. Sin embargo, el
equilibrio calórico de un organismo se
puede perder con gran facilidad y
ocasionar alteraciones como la fiebre.
La fiebre es una alteración del
«termostato» corporal, ubicado en el
hipotálamo, que conduce a un aumento
de la temperatura corporal sobre el valor
normal.
Estos pueden ser causados por:
• Lesiones cerebrales
Al practicar cirugías cerebrales se puede causar daño involuntariamente en el
hipotálamo, el cual controla la temperatura corporal. En ocasiones el hipotálamo
durante la gestación puede no desarrollarse completamente lo cual contribuye a una
pérdida total o parcial de la sensibilidad a los cambios de temperatura en la piel, estos
casos suelen darse en 1 de cada 16 000 personas y puede ser de manera moderada a
notoria.
Esta alteración ocurre también por tumores que crecen en el cerebro, específicamente
en el hipotálamo, de manera que el termostato corporal se daña, desencadenando
estados febriles graves. Cualquier lesión a esta importante estructura puede alterar el
control de la temperatura corporal ocasionando fiebre permanente.
• Golpes de calor
El límite de calor que puede tolerar el ser humano está relacionado con la humedad
ambiental. Así, si el ambiente es seco y con viento, se pueden generar corrientes de
convección que enfrían el cuerpo.
Por el contrario, si la humedad ambiental es alta, no se producen corrientes de
convección y la sudoración disminuye, el cuerpo comienza a absorber calor y se genera
un estado de hipertermia. Esta situación se agudiza aún más si el cuerpo está
sumergido en agua caliente. En el ser humano se produce una aclimatación a las
temperaturas altas, así nuestra temperatura corporal puede llegar a igualar la del
ambiente sin peligro de muerte. Los cambios físicos que conducen a esta aclimatación
son: el aumento de la sudoración, el incremento del volumen plasmático y la
disminución de la pérdida de sal a través del sudor.
Reacciones en el ser humano a las diferentes temperaturas corporales
• Calor
37 °C: temperatura normal del cuerpo (tomada en cavidad oral). Puede oscilar entre
36,5 y 37,5 °C
38 °C: se produce un ligero sudor con sensación desagradable y un mareo leve.
39 °C (pirexia): existe abundante sudor acompañado de rubor, con taquicardias y
disnea. Puede surgir agotamiento. Los epilépticos y los niños pueden sufrir
convulsiones llegados a este punto.
40 °C: mareos, vértigos, deshidratación, debilidad, náuseas, vómitos, cefalea y sudor
profundo.
41 °C (urgencia médica): todo lo anterior más acentuado, también puede existir
confusión, alucinaciones, delirios y somnolencia.
42 °C: además de lo anterior, el sujeto puede tener palidez o rubor. Puede llegar al
coma, con hiper o hipotensión y una gran taquicardia.
43 °C: normalmente aquí se sucede la muerte o deja como secuelas diversos daños
cerebrales, se acompaña de continuas convulsiones y shock. Puede existir el paro
cardiorrespiratorio.
44 °C: la muerte es casi segura; no obstante, existen personas que han llegado a
soportar 46 °C.
47 °C o superior: no se tienen datos de personas que hayan experimentado esta
temperatura.
• Frío
35 °C: se llama hipotermia cuando es inferior a 35 °C. Hay temblor intenso,
entumecimiento y coloración azulada/gris de la piel.
34 °C: temblor grave, pérdida de capacidad de movimiento en los dedos, cianosis y
confusión. Puede haber cambios en el comportamiento.
33 °C: confusión moderada, adormecimiento, arreflexia, progresiva pérdida de
temblor, bradicardia, disnea. El sujeto no reacciona a ciertos estímulos.
32 °C (emergencia médica): alucinaciones, delirio, gran confusión, muy adormilado
pudiendo llegar incluso al coma. El temblor desaparece, el sujeto incluso puede creer
que su temperatura es normal. Hay arreflexia, o los reflejos son muy débiles.
31 °C: existe coma, es muy raro que esté consciente. Ausencia de reflejos, bradicardia
grave. Hay posibilidad de que surjan graves problemas de corazón.
28 °C: alteraciones graves de corazón, pueden acompañarse de apnea e incluso de
aparentar estar muerto.
26-24 °C o inferior: aquí la muerte normalmente ocurre por alteraciones
cardiorrespiratorias, no obstante, algunos pacientes han sobrevivido a bajas
temperaturas aparentando estar muertos a temperaturas inferiores a 14 °C.
13°C o inferior: No existen datos de personas que hayan soportado estas temperaturas.
Este proceso de pérdida de calor es normal en algunas personas a tal punto de parecer
muertas, la piel fría, cuerpo frío, y piel pálida es normal y es conocido como fríos
invernales; las mismas características pero con la piel más morena es conocido como
fríos de verano o la piel más blanca es conocida como fríos de invierno.
Los valores normales de la temperatura:
HIPOTÁLAMO
El hipotálamo1 es una región del encéfalo que se encuentra situada debajo del tálamo.2
Produce diferentes hormonas, entre ellas hormona antidiuretica y hormona oxitocina,
también secreta varios neuropéptidos llamados factores hipotalámicos que actúan
sobre la hipófisis y regulan su producción hormonal. Otras funciones del hipotálamo
son mantener la temperatura corporal, e influir en diferentes conductas, entre ellas
las relacionadas con la alimentación, ingesta de líquidos, apareamiento y agresión. Es
el regulador central de varias funciones viscerales autónomas y endocrinas y además
actúa como punto de relevo en la información que partiendo del cerebro alcanza la
médula espinal.
El hipotálamo humano es el
sector del encéfalo que
ocupa un volumen de cuatro
centímetros cúbicos, el
0.3 % del volumen
encefálico normal de un
adulto, y pesa entre 5-8
gramos. Ocupa la porción
más ventral del diencéfalo y
forma la parte anterior de
las paredes laterales y del
piso del tercer ventrículo. Se
localiza por debajo
del tálamo y es una parte importante del sistema límbico. Sus puntos de referencia
externos son el quiasma óptico, el tuber cinereum y los cuerpos mamilares. Está unido
al lóbulo posterior de hipófisis por el tallo hipofisario o infundíbulo.
En la morfogénesis, el suelo del hipotálamo forma el infundíbulo, una evaginación
digitiforme y hueca, a partir de la que se desarrollan dos estructuras:
la neurohipófisis y la eminencia media. Esta última es una zona de contacto
neurohemático, que forma una interfaz funcional entre el hipotálamo y el lóbulo
anterior de la hipófisis.
Por otro lado, el hipotálamo está dividido en una porción con fibras nerviosas ricas
en mielina que incluye a los cuerpos mamilares y otra con fibras pobres en mielina,
ubicada en el área próxima a la hipófisis, especialmente competente al momento de
regular las funciones vegetativas.
Las conexiones vasculares entre hipotálamo e hipófisis se conocen como el sistema
porta hipotálamo-hipófisis que comunica los lechos capilares del hipotálamo con los
del lóbulo anterior de la hipófisis. La irrigación de las estructuras llega de las arterias
hipofisarias superior, media e inferior, ramas de la arteria carótida interna.10
El hipotálamo tiene vías de comunicación de doble sentido con el sistema límbico y
también envía señales eferentes en tres direcciones: posterior e inferior hacia el tronco
encefálico, superior hacia zonas altas de diencéfalo y telencéfalo y hacia el
infundíbulo.
Funciones
El hipotálamo a pesar de su pequeño tamaño realiza numerosas funciones, sintetiza
diferentes hormonas, entre ellas la hormona antidiurética y la oxitocina, también
produce "factores hipotalámicos" que son hormonas que actúan sobre la hipófisis
anterior y estimulan o inhiben la secreción de las hormonas de la adenohipófisis, actúa
por tanto como un centro de control del sistema endocrino mediante el Eje
hipotálamo-hipofisario.
Interviene en la regulación de la temperatura corporal, en el control del ritmo
circadiano, regula la ingesta de agua a través del centro de la sed e interviene en el
control de la ingesta de alimentos mediante el centro del hambre y la saciedad.
Asociado a otras estructuras del sistema límbico afecta a la conducta emocional, a la
reacción de miedo, al impulso sexual, a la sensación de placer, cólera e ira.
Influye también a través de conexiones con el sistema nervioso autónomo en
la frecuencia cardíaca, presión arterial y contracción de la vejiga urinaria. Muchas de
estas funciones se realizan mediante conexiones nerviosas con otras áreas cerebrales,
siendo de gran importancia el fascículo prosencefálico medial que desciende desde
la corteza cerebral atraviesa el hipotálamo y alcanza el tronco cerebral.
El hipotálamo está conectado con diferentes secciones del sistema nervioso, impulsos
procedentes del nervio olfatorio recibe y parte de las señales dolorosas de todo el
cuerpo procedentes de la médula espinal; está conectado con el sistema límbico por
lo que le influyen los procesos emocionales, tanto los estados depresivos como los
relacionados con ansiedad o angustia. Por otra parte dispone de sensores que
informan sobre la concentración de agua y electrolitos en la sangre. Debido a estas
características y su conexión con el sistema endocrino a través de la hipófisis, actúa
como una pequeña centralita que captura información y la utiliza para diferentes
actividades automáticas, entre ellas el control de la secreción de numerosas hormonas
que actúan en su conjunto sobre la mayor parte de los tejidos del organismo.
• Emociones
Junto con el sistema límbico es responsable
del control de la expresión fisiológica de la
emoción. Para ejercer este control, regula la
actividad del sistema nervioso autónomo a
través de su influencia sobre el tronco del
encéfalo. Esta comunicación se realiza
mediante el fascículo prosencefálico medial,
que une bidireccionalmente el hipotálamo
con el tronco cerebral, la región septal y zonas
de la corteza prefrontal. Se considera que en
el hipotálamo interviene en emociones como
rabia, tristeza, sensación a morosa y
satisfacción sexual, entre otras.
Una vez que ha entrado en la médula, hace sinapsis pasando la información a una
segunda neurona, que se decusa y se une a uno de los dos haces, el espinotalámico
medial, que lleva la información táctil y presoria, o el espinotalámico lateral, que se
encarga de conducir la información dolorosa y térmica.
Estos haces ascienden mediante la segunda neurona hasta el tálamo, donde se hace
sinapsis y se pasa a una tercera neurona. A este nivel, la información de las vías
espinotalámicas confluye con la vía lemniscal, ascendiendo de manera conjunta a la
corteza somatosensorial.
TERMORRECEPTORES
Los termorreceptores superficiales son un grupo de terminaciones nerviosas que se
encuentran en la piel con la finalidad de captar y responder ante los cambios de
temperatura. Estos se clasifican en corpúsculo de Ruffini y en corpúsculo de Krause.