Está en la página 1de 212

Diccionario de Arquitectura en la Argentina

ESTILOS OBRAS BIOGRAFÍAS INSTITUCIONES CIUDADES


Diccionario de Arquitectura en la Argentina
estilos, obras, biografías, instituciones, ciudades
Buenos Aires: AGEA, 2004
v. 3, 224 p.; 22 x 27.5 cm.
ISBN 950-782-426-X
1. Arquitectura - Diccionario
CDD 720.3

ISBN DE LA COLECCIÓN : 950-782-422-7


ISBN DE ESTE TOMO: 950-782-426-X
Impreso en Artes Gráficas Rioplatenses S. A.,
junio de 2004,
Buenos Aires, República Argentina.

Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, por


cualquier medio ya sea gráfico o electrónico sin permiso previo de los
titulares de los derechos.

La veracidad de los hechos y las opiniones vertidas en las voces son de


responsabilidad exclusiva de sus respectivos autores. Su inclusión en el
"Diccionario de Arquitectura en la Argentina" no implica que tales afirmacio-
nes sean compartidas por los editores y compiladores. Todas las imágenes
publicadas en el "Diccionario de Arquitectura en la Argentina" han sido ge-
neradas por el equipo inicial de la obra, provistas por el archivo Clarín, por
las oficinas de arquitectura responsables de la autoría de las obras, por
los fotógrafos que las produjeron, o por las instituciones a cuyo resguardo
se encuentran. En los últimos casos se las reproduce contando con la cor-
tés autorización de los nombrados. Se han hecho todos los esfuerzos para
reconocer las fuentes y solicitar las autorizaciones; todo error u omisión
es involuntario, por lo que si fueran notificado los editores y compiladores
se comprometen a corregirlo en la primera oportunidad posible.

Por las imágenes incluidas en este tomo agradecemos a: Alberto De Paula,


Alejandro Crispiani, Archivio di Stato di Reggio Emilia, Archivo de la Asesoría
histórica del Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Provincia de
Buenos Aires. Archivo Amancio Williams, Archivo Antonio Bonet, Archivo
Gómez, Archivo Ferrari Hardoy, Archivo General de la Nación. Departamento
de Documentos Fotográficos Argentina, Archivo Wladimiro Acosta, Arturo
Montagú, Carlos Moreno, Cátedra A. Díaz (FADU UBA), Cátedra Solsona
(FADU UBA), Carlos Sánchez Idiart, Federico Ortíz, Fernando Aliata, Fernando
Gandolfi, Ana Ottavianelli, Fundación Antorchas, Instituto de Arte Americano
e Investigaciones Estéticas, “Mario J,. Buschiazzo”, FADU UBA, Jorge
Francisco Liernur, Luis Príamo, Patricio Randle, Unidad de Investigación nº 7
del IDEHAB FAU UNLP, León Ferrari, J. Bolletino, S. Cavalli, G. Posik.

Publicación opcional con Diario de Arquitectura de Clarín.


COMPILADORES

Jorge Francisco Liernur


Fernando Aliata

Diccionario de Arquitectura
en la Argentina
ESTILOS OBRAS BIOGRAFÍAS INSTITUCIONES CIUDADES

Editor: Berto González Montaner (Diario de Arquitectura)


Investigación y textos

Proyecto y dirección general Instituciones académicas Redactores Tomo i n :


Jorge Francisco Liernur (UTDT/CONICET) que contribuyeron al proyecto A. B. Anahí Ballent
Dirección operativa Facultad de Arquitectura A. C. Alejandro Crispiani
Fernando Aliata (UNLP/CONICET) y Urbanismo de la Universidad A. de P. Alberto de Paula
Coordinación académica Nacional de La Plata. A. I. Ana Igareta
y redacción Coordinador: Fernando Gandolfi. A. N. Alicia Novick
Alejandro Crispiani (PUCCH), Graciela Facultad de Arquitectura y A. M. C. Adriana M. Collado
Silvestri (UNLP/CONICET). Urbanismo de la Universidad B.P. Beatriz Patti
Secretario de redacción Nacional de Rosario. C. B. Cuqui Bustamante
Eduardo Gentile (UNLP) Coordinador: María Eugenia Bielsa. C. G. G. Carlos Gustavo Giménez
Comité científico Facultad de Arquitectura y C.S. Claudia Shmidt
Fernando Aliata (UNLP/CONICET), Urbanismo de la Universidad D. S. Daniel Schávelzon
Anahí Ballent (UNQ/CONICET), Nacional del Litoral (Sta. Fe). E. G. Eduardo Gentile
Adrián Gorelik (UNQ/CONICET), Coordinador: Luis Müller. E. I. Edgardo Ibáñez
Jorge Francisco Liernur (UTDT/CONI- Facultad de Arquitectura de la E. P. Elisa Pastoriza
CET), Alicia Novick (UBA), Universidad de Tucumán. F. A. Fernando Aliata
Graciela Silvestri (UNLP/CONICET). Coordinador: Diego Lecuona. F. C. Fernando Cacopardo
Facultad de Arquitectura F. G. Fernando Gandolfi
Financiación y patrocinio de la Universidad Nacional Fa. G. Fabio Grementieri
institucional de Mar del Plata. F. W. Fernando Williams
Consejo Nacional de Coordinador: G. S. Graciela Silvestri
Investigaciones Científicas Fernando Caccopardo. G. V. Gustavo Vallejo
y Técnicas (CONICET), J. C. Julio Caciatore
Universidad de Buenos Aires (UBA), Colaboradores técnicos J. F. L. Jorge Francisco Liernur
Facultad de Arquitectura, Dibujos: Coordinación: J. T. Jorge Tartarini
Diseño y Urbanismo de la UBA Martín Ibarlucía, Roberto Ma. S. Mario Sabugo
(FADU/UBA), Lombardi, Omar Loyola. M. D. Mercedes Daguerre
Fundación Alexander von Hum- Dibujantes: Juan Carlos Arturi, M. I. C. María Isabel Cusa
boldt. Diego Capello, Daniel Gimelberg, M. I. de L. María Isabel de Larrañaga
Ciro Najle, Serenella Perrecca, M. R. F. Mónica Ferrari
Sede del proyecto Adrián Romero, Francisco Vilchez. N. A. Noemí Adagio
Instituto de Arte Americano P. C. Pilar Cabrera
e Investigaciones Organización del P. C. S. Pedro Conrado Sondereguer
Estéticas “Mario J. Buschiazzo” listado de voces R. E. P. Raúl Enrique Piccioni
Leticia Mantz Ri. P. Ricardo Ponte
R. P. Roxana Pérez
Secretaría de redacción S. C. Silvia Cirvini
Pablo Blitstein, Vera Blitstein, S. M. Silvia Moscardi
Martín Marimón, Alejandra Marimón,
Romina Paula.

Nota del Editor: las firmas de los redactores se consignan al final de cada texto con sus respectivas iniciales
abreviaturas ed. edición || editorial
(Ed., cuando forma parte del nombre de una
PUCCH
p.°
Pontificia Universidad Católica de Chile
paseo
editorial; también edit., Edit.); editor, ra. pág. página (también p. y pg.)
edit., Editorial párr. párrafo
EE.UU Estados Unidos de Norteamérica pdo. pasado
ej. ejemplo PE Poder Ejecutivo
EPEC Empresa Provincial de Energía de Cordoba PEN Poder Ejecutivo Nacional
et ál. (lat.: ‘y otros’) PEVE Plan de Erradicación
etc. Etcétera de Villas de Emergencia
f. sustantivo, o construcción nominal pg. página (también p. y pág.)
sustantiva, de género femenino. Prof. (fem. Prof.°) profesor
F. C. ferrocarril pról. prólogo
a. C. antes de Cristo. FADU Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo prov. provincia
AA. VV. autores varios. fasc. fascículo r. p. m. revoluciones por minuto
ACA Automóvil Club Argentino FAU Facultad de Arquitectura y Urbanismo reg. registro
adj. adjetivo. fca. fábrica Rep. república
adv. adverbio FNA Fondo Nacional de las Artes RR. HH. recursos humanos
ANBA Academia Nacional de Bellas Artes FO Ferrocarril Oeste Rte. remitente
Arq. arquitecto, ta FONAVI Fondo Nacional de la Vivienda S. san (cf. Sto.)
Arqs. arquitectos, tas Gdor. (fem. Gdora.), gobernador s. siglo || siguiente (también sig.)
art. Artículo. Gral. general S. A. sociedad anónima
Av. Avenida. ha hectárea / hectáreas s. a., s/a sin año [de impresión o de edición]
B. Bco. banco (‘entidad financiera’) H.° A.° Hormigón armado (cf. s. d., s. e. y s. l.)
BHN Banco Hipotecario Nacional IAA Instituto de Arte Americano s. d. sine data (lat.: ‘sin fecha [de edición o
Bibl. biblioteca IAIHAU Instituto Argentino de Investigaciones de impresión]’ / sin información.
BID Banco Interamericano de Desarrollo de Historia de la Arquitectura y del Urbanismo s. e., s/e sin [indicación de] editorial
BMCBA Banco Municipal de la Ciudad de Buenos Aires ICOMOS Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (cf. s. a., s. d. y s. l.)
BN Banco de la Nación Argentina íd. ídem (lat.: ‘el mismo, lo mismo’) s. f., s/f sin fecha
Bo., B.° barrio IDEHAB Instituto de Estudios del Habitat S. L. sociedad limitada (cf. S. A.)
Bs. As. Buenos Aires igl.° iglesia s. l., s/l sin [indicación del] lugar [de edición]
c. calle Ing. ingeniero, ra (cf. s. a., s. d. y s. e.)
C. F. capital federal (también Cap. Fed.). Ings. ingenieros, ras s. n., s/n sin número
c/u cada uno Inst. instituto (en una vía pública)
Cap. capital INTA Instituto Nacional de Tecnología Agraria s. v., s/v sub voce (lat.: ‘bajo la palabra’, en
cap. capítulo intr. verbo intransitivo. diccionarios y enciclopedias)
Cap. Fed. Capital Federal km Kilómetro/s s/f Sin indicación de fecha de edición o escritura.
CCM Compañía de Construcciones Modernas l. c. loco citato (lat.: ‘en el lugar citado’; s/l Sin indicación de lugar de edición o escritura
Cdad. ciudad también loc. cit.) SCA Sociedad Central de Arquitectos
CEAMSE Coordinación Ecológica Área Metropolitana Lic. licenciado, da (también Lcdo. y Ldo.) Sdad. sociedad (también Soc.)
CEPA Centro de Estudios de Proyectación Ambiental loc. cit. loco citato (lat.: ‘en el lugar citado’; sig. siguiente (también s.)
CEVE Centro Experimental de la Vivienda Económica también l. c.) Soc. sociedad (también Sdad.)
cf. cónfer (lat.: ‘compárese, véase’) Ltda. Limitada Sr. (fem. Sra., Sr.°, S.°) señor
Cía. compañía Ltdo. (fem. Ltda.) limitado (cf. Ltd.) Sto. (fem. Sta.) santo (cf. S.)
CIAM Congresos Internacionales de Arq. Moderna m Metro/s t. tomo
CLACSO Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales m. n. moneda nacional TANAPO Talleres nacionales y Populares
cm centímetro m. sustantivo, o construcción nominal tel. teléfono (también teléf. y tfno.)
CNCB Comisión Nacional de Casas Baratas sustantiva, de género masculino. tít. título
Co. Compañía. MALBA Museo de arte Latinoamericano ton Tonelada/s
cód. código de Buenos Aires tr.: verbo transitivo.
col. colección MAMBA Museo de Arte Moderno de Buenos Aires trad. traducción || traductor, ra
CONICET Consejo Nacional de Investigaciones mimeo: mimeografiado UBA Universidad de Buenos Aires
Científicas y Tecnológicas MNBA Museo Nacional de bellas Artes UNC Universidad Nacional de Córdoba
ctv. centavo (también c., cent. y ctvo.) MOP Ministerio de Obras Públicas Univ. Universidad
d. C. después de Cristo N. B. nota bene (lat.: ‘nótese bien’) UNL Universidad Nacional del Litoral
del. delegación N. del E. nota del editor UNLP Universidad Nacional de La Plata
DGV Dirección General de Vialidad N. del T. nota del traductor UNMdP Universidad Nacional de Mar del Plata
DiHA Diccionario del Habla de los Argentinos de n. nota UNQUI Universidad Nacional de Quilmes
la Academia Argentina de Letras (2003). N.° S.° Nuestra Señora (referido a la Virgen; UNT Universidad Nacional de Tucumán
Diag. diagonal (‘calle’) también Ntra. Sra.) UPCA Union Popular Católica Argentina
dicc. diccionario n.° número/s USA: United States of America
Dir. (fem. Dir.a) director || dirección NA Revista Nuestra Arquitectura UTDT Universidad Torcuato Di tella
DNA Dirección Nacional de Arquitectura NOA Noroeste Argentino v. gr. verbi gratia (lat.: ‘verbigracia,
DNT Departamento Nacional del Trabajo ORPBA Organización del Plan Regulador de Buenos Aires por ejemplo’; también v. g.; cf. p. ej.)
DNV Dirección Nacional de Vialidad OSN Obras Sanitarias de la Nación v. véase (cf. vid.) || verso
doc. documento P. D. posdata v. Véase
dpto. departamento p. ej. por ejemplo (cf. v. g. y v. gr.) vol. volumen
Dr. (fem. Dra.), doctor p. página (también pg. y pág.) vs. versus (lat.: ‘contra’)
DRAE Diccionario de la Real Academia P. S. post scríptum VV. AA. varios autores (cf. AA. VV.)
Española (2 vols. Madrid, Espasa, ed. 2001). (lat.: ‘después de lo escrito’) w. c. water closet (ingl: ‘servicio, retrete’)
Casa de la Barranca en Santa Fe, de Rafael Iglesia.
i
i

IBÁÑEZ DE LUCA, AGUSTÍN. Montevideo (Uru- de la Comisión Topográfica y Estadística. En


guay), 1797 - San Isidro, Prov. de Buenos Ai- 1830 Rosas lo designó ingeniero del Departa-
res, 1873. Ingeniero y cartógrafo. Activo en mento Topográfico (v.). Realizó allí trabajos re-
Buenos Aires en la primera mitad del siglo XIX. lativos al establecimiento de un Departamen-
to de Contribución Directa y el arreglo del
Cursó la carrera de ingeniería en la Real Es- Banco de Enfiteusis. En 1852 fue nombrado
cuela de Ingenieros en España. En 1822 re- presidente del Departamento con el fin de re-
tornó al Río de la Plata, donde ofreció sus ser- organizarlo, y actuó en compañía de Felipe Se-
vicios al gobierno de Martín Rodríguez. Fue nillosa (v.) y de Carlos E. Pellegrini (v.). Fue uno
oficial meritorio del Departamento de Inge- de los fundadores del Consejo de Obras Pú-
nieros (v.). En 1824 formó parte del grupo que blicas, al que presidió durante tres años. Se re-
ejecutó el Plano Topográfico de Buenos Aires, tiró del servicio público en 1868. u RECONSTRUCCIÓN DEL PUCARÁ DE TILCARA, JUJUY.

y por ello el gobierno lo nombró oficial segundo


Bibliografía: V. Cútolo. Nuevo Diccionario Biográfi- gable la influencia que dicha cultura tuvo en
co Argentino. Bs. As.: Elche, 1968. la arquitectura del Noroeste. Ello se observa
tanto en la aparición de características típicas
del urbanismo cuzqueño como en el surgi-
INCA. Imperio prehispánico que se extendió des- miento de un estilo regional, derivado de la
de el Perú hasta el norte de Chile y de la Ar- combinación de estas con elementos propios
gentina entre los siglos XIII y XVI. El total del de la tradición andina local. La arquitectura in-
territorio inca —denominado Tawantinsuyo— ca se caracteriza por el uso estandarizado de
integraba cuatro provincias que tributaban a piedra canteada, que se empleó para definir
una capital, Cusco, y se hallaban comunica- grandes volúmenes y superficies lisas; asi-
das entre sí por una importante red vial de más mismo resulta diagnóstica la presencia de va-
de 3000 km que servía para unificar política nos trapezoidales; torreones y muros de pie-
y económicamente el enorme Imperio; buena dra reforzados; recintos perimetrales;
parte de ella aún subsiste en nuestro país. estructuras tipo fortalezas de trazado defen-
sivo (v. Pukará) y plataformas artificiales. En ca-
El desarrollo de una arquitectura pública si todos los casos prevalece el estilo construc-
caracterizada por la presencia de grandes es- tivo de bloques líticos perfectamente
tructuras de piedra es uno de los rasgos que la ensamblados, sin empleo de argamasa alguna
cultura incaica impuso sobre las poblaciones para unirlos. D. S. / A. I.
locales. Si bien no se encuentra aún plena-
mente confirmada la existencia de una ocupa- Bibliografía: R. Raffino. Los incas del Kollasuyu. La
u PLANO TOPOGRÁFICO DE BUENOS AIRES (1824). ción incaica efectiva en nuestro país, es inne- Plata, Ramos Americana Editora, 1981.

8 Nuevo Diccionario de Arquitectura


iba igl
IGLESIA. f. Templo cristiano. Representa para Las misiones contaban con talleres de ar-
esa comunidad la morada de Dios, a la vez tesanos donde, aprovechando la mano de obra
que es recinto para el culto y lugar de reu- indígena, se producían los elementos del mo-
nión. La palabra procede del latín ecclesia, biliario litúrgico (retablos, confesionarios, púl-
y este del gr. ekklésia, asamblea. pitos, imágenes, platería) que no solo abaste-
cieron a las iglesias del Litoral, sino que
En el siglo IV el emperador Constantino re- trascendiendo sus fronteras, llegaron a equi-
conoció al cristianismo como religión oficial del par templos de poblaciones como Buenos Ai-
Imperio Romano. A partir de ese momento la res o de Perú y Chile.
construcción de iglesias cobró un impulso con- En la profusa y compleja ornamentación se
siderable, según dos esquemas de distribución: combinaron las imágenes litúrgicas tradicio-
el tipo longitudinal o basilical y el centralizado. u IGLESIA EN EL NOROESTE ARGENTINO. nales con elementos tomados de la fauna y la
Estas dos maneras de articulación espacial se flora americana. En algunos de los casos —San
desarrollaron y modificaron en el devenir his- corporación de tecnologías más sofisticadas que Rafael, Bolivia—, la pintura ornamental des-
tórico, pues se adaptaron a las necesidades ma- las existentes en el asentamiento; 3) La apari- bordó los límites del interior de la iglesia, y lle-
teriales y simbólicas de cada momento. ción de rasgos europeizantes, provenientes de gó a cubrir la fachada de la misma.
Si bien algunas hipótesis sugieren que el la experiencia profesional previa de estos ha- Fuera de las misiones, durante la Colonia
origen morfológico de las primeras basílicas cedores, o extraídos de los tratados arquitectó- se construyeron numerosos templos en el área
cristianas se encuentra exclusivamente en los nicos que trajeron consigo a estas tierras. del Litoral. Ya en la primera ciudad de Santa
antiguos edificios públicos destinados a la ad- El asentamiento de los miembros de las di- Fe —fundada en 1573— se erigieron varias igle-
ministración de la justicia y a la reunión —las ferentes órdenes religiosas (franciscanos, do- sias: San Francisco, Santo Domingo, la iglesia
basílicas romanas—, no existe uniformidad de minicos, mercedarios y fundamentalmente de la Compañía de Jesús, etc. La iglesia de San
criterios sobre este asunto. Otras fuentes bi- integrantes de la Compañía de Jesús) le con- Francisco en la nueva ciudad de Santa Fe es
bliográficas entienden que en la formación del firió a la colonización singulares característi- una de las pocas obras del siglo XVII que aún
tipo basilical se sintetizan elementos y con- cas que, a su vez, se particularizaron dentro se mantiene. No ocurrió lo mismo con la igle-
ceptos provenientes de distintas tipologías edi- de los límites de las regiones en las que con- sia de la Compañía de Jesús, cuyas obras co-
licias de la Antigüedad. centraron su actividad. menzaron a fines del siglo XVII y de la cual so-
Cuando los españoles llegaron a las tierras Esta fuerte presencia del clero produjo, ob- lo se conserva parte en la actualidad. En ambas
que actualmente conforman nuestro territo- viamente, un profundo interés por la cons- obras se hizo un interesante uso de las posi-
rio, la creación de poblados fue parte del plan trucción de edificios religiosos, y fue tal la im- bilidades constructivas y decorativas de la ma-
de apropiación del medio. En estas fundacio- portancia del desarrollo de este programa dera (v. Colonial, arquitectura).
nes, el edificio destinado al culto siempre es- arquitectónico en los dos primeros siglos del En el área de Córdoba, la acción de la Com-
tuvo presente: tuvo un valor destacado dentro período, y tan intensa en cantidad las obras, que pañía de Jesús también deparó una original ex-
del conjunto construido, y llegó a ser en algu- su imagen se establece como referencia primera periencia a la realidad americana: las estancias
nos casos el elemento o núcleo generador que de la arquitectura producida en ese momento. jesuíticas. Fueron establecimientos rurales de-
dio origen al posterior asentamiento. Estos pri- En el área del Litoral fluvial, la acción de los dicados a la explotación agrícola, ganadera e
meros ejemplos distaban en su resolución mor- jesuitas nucleó importantes cantidades de in- industrial, con el fin de sostener económica-
fológica de los europeos, pero reprodujeron de dígenas alrededor de una experiencia novedo-
manera sencilla las partes fundamentales pa- sa: las misiones (v. Misiones Jesuíticas). Fueron cer-
ra el desarrollo de la liturgia. Debido a la po- ca de treinta y consistieron en agrupaciones
ca disponibilidad de recursos, tanto materia- con características urbanas tendientes a con-
les como tecnológicos o profesionales, fueron solidar el proceso de evangelización en Amé-
construcciones muy modestas, edificios de re- rica, por lo cual la Iglesia ocupó una situación
ducidas dimensiones que se limitaban siem- privilegiada dentro del trazado de tales asen-
pre a una sola nave. “Capilla” es el nombre que tamientos. Hasta la expulsión de los jesuitas
reciben las iglesias que presentan esta parti- en 1767, transcurren algo más de dos siglos de
cular característica: la organización de su plan- permanencia y experimentación arquitectóni-
ta a partir de una nave única, que generalmente ca. En este lapso se definen y consagran dos ti-
es de pequeño tamaño. pologías diferenciadas para la resolución de los
Con el asentamiento de los miembros de templos. Una variante fue la denominada “tem-
las órdenes religiosas en los comienzos del si- plo galpón”, producto del encuentro entre la
glo XVII, la construcción de iglesias tomó un condición americana y la experiencia previa de
carácter diferente por la aparición de persona- los misioneros. La esbeltez que posibilita la uti-
lidades con mayores niveles de profesionaliza- lización de la madera en los apoyos verticales
ción. Esto trajo aparejado diversas cuestiones: del sistema hace que estos templos se conci-
1) Un mayor aprovechamiento de los recursos ban como de nave única, a pesar de la existencia
materiales disponibles en cada lugar; 2) La in- de apoyos interiores intermedios. u IGLESIA DE SANTA CATALINA, BUENOS AIRES.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 9


no estuvo ligada a experiencias novedosas co-
mo las de los jesuitas en Córdoba o en el Li-
toral. Al igual que en las otras áreas pobladas
se contó desde los primeros tiempos con la pre-
sencia de misioneros que construyeron infi-
nidad de iglesias a lo largo de los caminos que
recorren la región, que conectaba con la zona
sur del Imperio Incaico. Iglesias de modestas
dimensiones, con poca disponibilidad de re-
cursos materiales y tecnológicos en su cons-
trucción, reiteraron en su definición un mis-
mo esquema simple de distribución, con
limitadas variantes de uno a otro ejemplo. Siem-
pre fueron de nave única y de magnitudes re-
ducidas, razones por las que reciben la deno-
minación de “capillas”. Tuvieron por lo general
una contundente definición en su volumetría:
perímetro libre, estructurado por la adición de
volúmenes sencillos, con pocas aberturas. A
un paralelepípedo original techado a dos aguas,
correspondiente al desarrollo de la nave, se le
adosaron según los casos los volúmenes sim-
ples de las capillas laterales, sacristía, contra-
u VISTA INTERIOR DE LA CATEDRAL METROPOLITANA DE BUENOS AIRES, RECIENTEMENTE RESTAURADA. sacristía y torres campanario.
Las capillas de Uquía, Yavi y Fiambalá, en-
mente las instituciones educativas creadas por tación a la realidad americana. tre otros ejemplos, se completan con la pre-
la Orden. La estancia de Caroya, primera en En la iglesia de la estancia de Santa Cata- sencia de un atrio que, además de posibilitar
instalarse a principios del siglo XVII, fue se- lina, la definición morfológica de la fachada la reunión de un mayor número de personas,
guida por las de Jesús María, Santa Catalina, hace posible su comprensión desde la filiación fueron utilizadas para realizar el culto al aire
Alta Gracia, La Candelaria. Según M. Asencio: de sus formas con el patrimonio clásico eu- libre, ante el temor de los indígenas por los lu-
“la iglesia es el foco de la organización [...]. El ropeo: un motivo de ubicación central, avan- gares cerrados. En Casabindo, el atrio se en-
templo adquiere en la estancia una función sig- zado del resto del plano por una sucesión de riqueció con la ubicación de capillas pozas.
nificativa que sobrepasa el carácter pragmáti- columnas y pilastras, y flanqueado por torres En el interior, casi todos los recursos or-
co de la empresa rural y cobra sentido dentro campanarios gemelas, lo cual sugiere la pre- namentales y decorativos estuvieron concen-
de todo el sistema creado por la Orden. El edi- sencia de una nave central y la sucesión de ca- trados en la resolución de los retablos, ubica-
ficio religioso identifica a la Estancia”. pillas laterales a ambos lados. Sin embargo, es- dos detrás del altar, en la pared de fondo del
Las iglesias no respondieron a un esquema to no ocurre en el interior, donde el volumen recorrido de la nave. Algunos se realizaron en
normalizado o a un patrón de determinación sugerido no pertenece en su totalidad a la igle- madera y otros sencillamente fueron de mam-
formal establecido, sino que, al materializar- sia. La nave central es única y los laterales han postería en relieve, revocada y pintada, con ni-
se, conformaron un conjunto de cualidades he- sido utilizados para albergar funciones ajenas chos para alojar las imágenes de bulto. Su cons-
terogéneas. Aunque las plantas respondieron a las estrictamente litúrgicas. En el caso de la trucción reiteró la utilización de los materiales
siempre a un esquema longitudinal de nave iglesia de Alta Gracia sucede algo similar. So- existentes en el lugar: cimientos de piedra, mu-
única, esta varió en cada caso. Solo las iglesias lamente el paño central de la fachada se co- ros de adobe, techos de cercha maderera, ta-
de Santa Catalina y de Jesús María se identifi- rresponde con la dimensión en ancho de la na- blas de cardón, cañas y tortas de barro.
can claramente con el tipo longitudinal de cruz ve única, junto a la cual, igual que en Jesús Diferentes características presentan algu-
latina. En Alta Gracia la dilatación del transepto María, en uno de sus lados se ubica el cemen- nos de los edificios construidos a partir del si-
se sugiere con la concavidad que se produce terio. Aquí también se sugiere una espaciali- glo XVIII, cuando la aparición de más recursos
en los muros de la nave. La Candelaria presenta dad interior modificada respecto de los mode- proyectuales —por la acción de figuras más pro-
una ambigua variación, donde la nave se pro- los europeos. No son los ejemplos religiosos fesionalizadas, miembros también de las ór-
longa perpendicularmente a la altura del pres- de las estancias los únicos construidos en Cór- denes religiosas, y por la circulación de libros
biterio, en un espacio que cumple las funcio- doba durante el período colonial; la iglesia ca- teóricos, proveedores de soluciones tipificadas—
nes de contrasacristía. tedral, comenzada en la segunda mitad del si- dio origen a ejemplos de relevancia en los cen-
Pero si bien la imagen general de estas igle- glo XVII, y la iglesia de la Compañía de Jesús, tros que adquirieron mayor desarrollo urbano.
sias remite a referentes formales de la arqui- con su notable y singular bóveda de madera, La iglesia de la Compañía de Jesús y la igle-
tectura europea, y se comprenden a partir de se cuentan entre los ejemplos más ambiciosos sia de San Francisco de Salta, ambas cons-
esa tradición, combinaron en su construcción de la Arquitectura Colonial en la Argentina. truidas en el transcurso del siglo XVIII, son
elementos novedosos resultantes de la adap- En el Noroeste, la construcción de iglesias los mejores exponentes de esta categorización.

10 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


igl igl
BUENOS AIRES. fue la iglesia del convento de los recoletos. Tam-
Cuando Juan de Garay fundó Buenos Aires bién en este caso se trata de una planta de ti-
en 1580 previó en el reparto de tierras la cons- po longitudinal: una única nave y nichos late- Dos tipologías de iglesia
trucción de dos iglesias: la iglesia matriz y la de rales de poca profundidad, a la manera de
San Martín, además de otorgarle una manza- excavaciones en el contundente muro. Su in-
na completa a la orden de los franciscanos y terior es austero y sencillo, con poca utiliza-
otra a la de los dominicos. Recién a comienzos ción de efectos y mínimo despliegue de re-
del siglo XVII se instalaron los miembros de la cursos proyectuales. El exterior, que fue
orden de la Compañía de Jesús, quienes tam- bastante modificado con el anexo del pequeño
bién recibieron una manzana, la delimitada por nártex en 1777, está definido por la utilización
las actuales calles Balcarce, Defensa, H. Yrigo- de esbeltas pilastras. El recorte del perímetro
yen y Rivadavia. En la segunda mitad del siglo de su fachada es sumamente original: sobre la
XVII, los jesuitas se trasladaron al lugar que base de un esquema de motivo central de ac-
posteriormente recibió el nombre de Manzana ceso flanqueado por torres campanarios, se res-
de la Luces, donde en 1686 comenzaron a cons- peta la ubicación de una sola, que reemplaza
truir la iglesia de San Ignacio, según un es- a la segunda por un volumen bajo donde se si-
quema de planta longitudinal. túa la espadaña.
El espíritu contrarreformista del Concilio La iglesia de la Merced y la iglesia de San-
de Trento estimuló el uso de la planta en for- ta Catalina, ambas en Buenos Aires, apelan
ma de cruz latina, por imprimirle al espacio también a la utilización de una torre campa-
interior una clara direccionalidad que culmi- nario en solo uno de sus laterales, junto al mo-
na en el altar mayor con el fin de concentrar tivo central de su fachada. Al igual que en la
sobre él la atención de los fieles. A partir de los mayoría de las obras donde trabajó el jesuita
últimos años del siglo XVI se produjo cierta Andrés Blanqui (v.), se verifica la utilización del
sistematización en el uso de este esquema, que Libro de Arquitectura de Sebastiano Serlio co-
posteriormente recibió la denominación de mo fuente de inspiración e instrumentación
planta jesuítica, en alusión a las analogías con de motivos formales. u IGLESIA DE PLANTA CENTRAL: LA INMACULADA
la composición de Giacomo Vignola para la Las iglesias de los franciscanos y de los do- CONCEPCIÓN, EN BELGRANO, BUENOS AIRES.
iglesia matriz de la orden en Roma. minicos que llegaron hasta nuestros días tam-
El tipo está definido por la planta en forma bién fueron construidas durante el siglo XVIII.
de cruz latina: una nave central que, en el ca- La catedral metropolitana completa el con-
so de San Ignacio, se completa con la presen- junto de edificios religiosos sobresalientes del
cia de dos naves laterales, pero que en el ejem- período colonial.
plo romano y en muchos otros americanos
corresponde a una sucesión de capillas late- La Legislación de Indias. Entre la vasta nor-
rales. Crucero dilatado en brazos de transep- mativa reunida en la Legislación de Indias, las
to cortos, que se igualan con el ancho de las na- recomendaciones para el emplazamiento y la
ves menores, y ubicación del altar mayor en el construcción de iglesias fueron puntualmen-
final del recorrido de la nave central comple- te contempladas. Si bien en la práctica la igle-
tan la definición. sia se ubicó generalmente frente a la plaza ma-
Según Alberto Nicolini, “el espacio iglesia yor, la normativa aconsejaba, por el contrario,
presentó en el Río de la Plata dos vertientes: la que en las ciudades mediterráneas estuviese
iglesia mudéjar y la iglesia a la manera del Ge- distante. Para las poblaciones edificadas sobre
su de Roma. En Buenos Aires, en particular, la costa se sugería que “en saliendo de la mar
fue este el tipo dominante, y esto se explica fá- se vea, y su fábrica que en parte sea como de-
cilmente apenas se considera que la mayor par- fensa del mismo puerto”.
te de las iglesias de la ciudad fueron proyec- Los solares dispuestos para su construcción
tadas por jesuitas o, por lo menos, se debe a debían ser los primeros en señalarse una vez
ellos la traza primera del edificio o partes im- que estuviesen trazadas las calles y ubicadas las
portantes de la dirección de las obras”. En San plazas. El volumen debía estar aislado de otras
Ignacio, el exterior no presenta rasgos de ana- construcciones para que “de todas partes sea
logía con aquel ejemplo, sino que está cerca- visto” y elevado del nivel general mediante gra-
no a referencias centroeuropeas, debidas a la das. Acerca de las otras iglesias y conventos se
participación de varios coadjutores (v.) de ori- aconsejaba su ubicación frente a plazas. u PLANTA DE IGLESIA PARROQUIAL EN UN PROTOTIPO

gen germánico. DISEÑADO POR CARLOS E. PELLEGRINI EN 1853.


La iglesia de Nuestra Señora del Pilar, co- El siglo XIX. Al observar la arquitectura ecle-
menzada en los años iniciales del siglo XVIII, siástica del período colonial encontramos cier-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 11


tos valores que, a pesar de las particularidades contraba inconcluso desde el siglo anterior. oclásicos, como la iglesia de la Inmaculada Con-
de cada región, le otorgan una clara unidad al En la iglesia de San José de Flores (1826) cepción, en el barrio de Belgrano, inaugurada
conjunto. se utilizó también la adición de un pórtico — en 1878. Esta es una valiosa recreación de las
Esta imagen unificada comienza a fractu- de solo seis columnas— para exaltar el valor formas de la Antigüedad Clásica; los genoveses
rarse en la producción del siglo XIX, sobre to- plástico de las columnas exentas. Esta solución Nicolás y José Canale (v.) aludieron en ella a la
do en la segunda mitad, cuando se ejecutan si- plantea la combinación del pórtico neoclási- definición formal del Panteón Romano, con la
multáneamente arquitecturas diversas ligadas co con un esquema más arraigado: dos torres- creación de una de las pocas obras de planta
a patrones estilísticos de diferentes proceden- campanarios gemelas que enmarcan el acce- centralizada construidas en la Argentina. Estos
cias. Ilustrativo resulta el proyecto de Carlos so. La iglesia de Chascomús, de 1847 (v. Felipe profesionales fueron responsables también de
Enrique Pellegrini (v.) de capilla para pueblo de Senillosa), más modestamente remite también la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad (1866-
campaña, de 1853, en el que presenta tres ti- en su definición expresiva a esa combinación, 1895) en Buenos Aires. De rasgos generales ita-
pos diferentes de iglesia: uno en estilo neo- al igual que las catedrales de Tucumán (1845- lianizantes, el cuerpo de la iglesia presenta la
gótico, el segundo en estilo neoclásico y el ter- 1856) y Catamarca (1857), en diferentes esca- particularidad de estar dividido en nave central,
cero en estilo “mixto”. las de realización. dos naves laterales y dos naves de hornacinas,
La construcción de la fachada de la Cate- En la segunda mitad del siglo XIX, la con- hacia las cuales abren las capillas que rodean
dral Metropolitana, en los años iniciales del solidación de los territorios provinciales propi- los laterales del templo. La solución adoptada
siglo XIX, anticipó la rotunda ruptura que se ció la construcción de numerosas catedrales. para cubrir el edificio también se aparta de las
produciría con los ejemplos religiosos del si- La mayoría de ellas fueron tratadas según prin- maneras habituales de resolver ese tema en
glo precedente por la novedad de las formas. cipios arquitectónicos de características italia- nuestro medio: cúpula sobre tambor en el cru-
La construcción, en el acceso de la iglesia, nizantes. Contemporáneamente se constru- cero, con la presencia de otra cúpula anticipa-
del pórtico de doce columnas, ejecutado por yeron templos en los que persistían valores da sobre la nave central, tramos de bóvedas
Próspero Catelín (v.) y Pierre Benoit (v.), com- coloniales, como la Catedral de Salta (1858-1862), de cañón corrido y cúpulas menores.
pletado en 1882, finalizó el edificio que se en- u otras en las que se continuaron los ideales ne- La aparición de ejemplos con referencias a

u LA CATEDRAL DE SAN ISIDRO (CON UNA ÚNICA TORRE CENTRAL) ES UN EJEMPLO DE UTILIZACIÓN DEL ESTILO GÓTICO EN LA ARQUITECTURA RELIGIOSA, COMÚN A FINES DEL SIGLO XIX.

12 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


igl igl
formas del patrimonio medieval estuvo aso- ción de una nueva iglesia, como ocurre en es-
ciada en este período a edificios religiosos per- te ejemplo. La recuperación histórica estuvo
tenecientes a iglesias cristianas no católicas. dada por la referencia a formas tomadas de un Iglesias contemporáneas
La capilla del cementerio protestante, de 1833 patrimonio general —un estilo— y combina-
(v. Richard Adams), y la iglesia metodista de la Av. das en una nueva obra, donde la referencia
Corrientes 618 ilustran este recorte. puntual al origen de cada motivo o solución
La intención de recrear en el ámbito de las formal no fue del todo precisa.
ciudades americanas imágenes evocadoras de Entre los ejemplos del período concebidos
ciertas ciudades europeas se afirmó hacia 1880. según los principios del Eclecticismo (v.), se des-
El espíritu historicista, ya establecido en las dé- taca la obra del sacerdote y arquitecto Ernesto
cadas anteriores, amplió el espectro de las po- Vespignani (v.) en cuanto a la calidad y a la ex-
sibilidades lingüísticas. En el caso particular tensión de su producción. Tambien debemos
de la temática religiosa, se mantuvo una acti- citar la obra de A. C. Ferrari (v.), quien construye
tud más conservadora en cuanto a la selección una importante cantidad de capillas e iglesias
de los estilos, ya que se profundizaron líneas neomedievales, entre las que sobresale la igle-
de resolución formal sugeridas en los años an- sia del sagrado Corazón en Córdoba.
teriores. Las formas neogóticas fueron las de El barrio porteño de Villa Devoto depara el
mayor aceptación. De asidua utilización en encuentro de otro atípico y sugestivo ejemplo
ejemplos que van desde pequeñas realizacio- religioso de fines del siglo XIX: la Iglesia de la
nes, como la capilla Stella Maris de Mar del Inmaculada Concepción, capilla del Semina-
Plata (1912) o la capilla Santa Ana, anexa al rio Conciliar Metropolitano. La relación que
Hospital Santamarina, de la ciudad de Tandil existe entre la definición formal de su exterior
(1909), hasta los grandes emprendimientos de y la resolución del interior de la nave presenta
la ajustadísima versión de la variante gótica en este ejemplo una poco utilizada variante de
francesa, utilizada en Nuestra Señora de Lu- los principios eclécticos. Su exterior, de formas
u ARRIBA: IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA, EN
ján (1887-1932) o la Catedral de La Plata (1883). de extracción clásica, combina simultánea-
MARTÍNEZ, BS. AS., DE CAVERI Y ELLIS. DETALLE DE LOS
De particular interés resulta el proyecto pa- mente conceptos tomados de la tradición ita-
TECHOS, CON REVESTIIMIENTO LADRILLERO. FÁTIMA ES
ra la Catedral en Buenos Aires, del arquitecto liana y la centroeuropea: la utilización del es-
UNA DE LAS OBRAS MÁS CONOCIDAS DENTRO DEL MOVI-
Mario Palanti (v.). En 1916 expuso, auspiciado quema de arco de triunfo, en el primer caso, y
MIENTO DE LAS “CASAS BLANCAS”.
por la Comisión Nacional de Bellas Artes, una la aparición de una torre campanario de ubi-
serie de proyectos realizados por él, donde se in- cación central y de dos torres gemelas meno-
cluía este para una catedral en estilo neogótico. res ubicadas lateralmente, en el segundo. Sin
El Neorrománico fue utilizado en menor embargo, su interior se aleja de los referen-
número de ejemplos: con cierta ambigüedad tes formales que definen el exterior, y se re-
en Santa Felicitas, 1870-1875 (v. Ernesto Bunge), y suelve según la elección de formas neorromá-
con mayor exactitud en la iglesia de Santa Ro- nicas, lo que le imprime a la totalidad del
sa de Lima, de 1928 (v. Alejandro Christophersen ). conjunto una condición particular frente a las
La aceptación y recuperación de las formas convenciones vigentes en el período. Si bien
clasicistas quedó establecida en ejemplos co- la postura ecléctica significó la libre elección
mo San Antonio de Padua, en el barrio de Vi- de formas entre los repertorios del pasado, no
lla Devoto, obra construida en la última déca- fue habitual esta combinación de elementos
da del siglo XIX, posiblemente por el arquitecto extractados de orígenes diferentes; combina-
Juan A. Buschiazzo (v.). Su planta, de períme- ción que relaciona la tradición medieval en su
tro libre, es de tipo centralizado: una cruz grie- interior y la estética neobarroca en el exterior.
ga de brazos rectos. Bajo el crucero se ubica Interesantes alternativas estilísticas plan-
una cripta, resuelta también según un esque- tearon algunas de las iglesias que se constru-
ma centralizado. Estas características, el uso yeron como lugar de reunión de las colectivi-
del tipo centralizado en la nave, y a su vez la dades extranjeras: la ya demolida iglesia de la
repetición en el nivel de la cripta, le confie- congregación noruega (A. Christophersen), la
ren a este ejemplo una destacada originalidad. iglesia Ortodoxa Rusa de la Santísima Trini- u ABAJO: PROYECTO DE IGLESIA EN BUENOS AIRES, RE-
En la resolución de su exterior es obvia la dad (1901) y la temprana iglesia Evangélica Ale-
ALIZADO POR ALBERTO PREBISCH. EN GENERAL, LA
similitud formal con la basílica de Superga, mana (1851-1853), de E. Taylor (v.).
CONSTRUCCIÓN DE IGLESIAS NO FUE PARTE DE LAS PRE-
fundamentalmente en la definición de la am- En la segunda mitad del siglo XIX, se ge-
OCUPACIONES DE LAS VANGUARDIAS ARQUITECTÓNICAS
plísima cúpula y en el pórtico tetrástilo adi- neralizó la construcción de iglesias integradas
DURANTE EL SIGLO XX EN LA ARGENTINA.
cionado al volumen de la nave. a edificios o conjuntos edilicios destinados a
No fue común la utilización de un edifi- fines ajenos a la temática religiosa: las capillas
cio determinado, un modelo, para la resolu- de los hospitales, asilos, establecimientos de

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 13


enseñanza, estancias particulares. Varios pro- identifica los ejemplos religiosos que poste- antirracionalista de las casas blancas (1978). De
yectos de Juan A. Buschiazzo responden a es- riormente se construyeron. C. G. G. su tarea como crítico de la arquitectura pue-
ta categoría: la capilla del Hospital San Ro- de citarse la serie de artículos publicados en-
que (hoy Ramos Mejía, de 1881), la del Asilo Bibliografía: G. Furlong. Arquitectos argentinos du- tre 1981 y 1985 en el diario Clarín, realizados
de Ancianos (actual Centro Cultural de la Ciu- rante la dominación hispánica. Bs. As.: Huarpes, 1946; en coautoría con M. Sa-
dad de Buenos Aires), la del Asilo de San Vi- A. de Paula. “Templos rioplatenses no-católicos”. En: bugo, y compilados lue-
cente de Paul (1899), en Villa Devoto, y la ca- Anales del IAA. N.° 15, 1962; H. Sedlmayr. Épocas y go como libro bajo el tí-
pilla del Hospital Vicente López y Planes (1911) obras artísticas. Madrid: 1965; A. de Paula y R. Gu- tulo La ciudad y sus
en General Rodríguez. tiérrez. La encrucijada de la arquitectura argenti- sitios (1987).
Excluido de las preocupaciones de la Mo- na. 1822-1875. Resistencia: UNNE, 1974; M. Rojas-Mix. Has sido profesor ti-
dernidad, el interés por la construcción de igle- La Plaza Mayor, el Urbanismo, instrumento de do- tular de Historia de la
sias decreció durante el siglo XX y su concre- minio colonial. Barcelona, 1978; R. Gutiérrez. Ar- Arquitectura y del Arte
ción se redujo a pocos ejemplos respecto de lo quitectura y urbanismo en Iberoamérica. Madrid: I, II y III en la FAU-
construido en los siglos anteriores. No obs- Cátedra, 1983; L. Gálvez de Tiscornia. “Los jesuitas UBA y director del De-
tante, fueron levantados singulares edificios, en Córdoba en el siglo XVII. Barroco y Represión”. partamento de Historia
como la iglesia de Santa Adela (Av. Luis María En: Todo es Historia. N.º 221, 1985; AA.VV. Arqui- u PUBLICACIÓN DE LAS NO- de la FAP de la UNR.

Campos y Av. Dorrego, 1940), proyectada se- tectura colonial Argentina. Documentos para una TAS DE IGLESIA EN CLARÍN. Es director del Curso
gún las premisas de la Arquitectura Neocolo- historia de la arquitectura argentina. Bs. As.: ed. Superior de Posgrado
nial. Siguiendo esa orientación estilística, en Summa, 1988; S. Bettini. El espacio arquitectónico de Historia y Crítica de la Arquitectura y del
1948 se construyó la iglesia del barrio Saavedra de Roma a Bizancio. Bs. As.: Ediciones 3, 1962. Urbanismo de la FADU-UBA. Formó parte de
que, por formar parte de un conjunto edilicio la Comisión Directiva de la SCA y es miembro
con características pintoresquistas, recuperó en de la Asociación de Diseñadores Gráficos.
su materialización el espíritu de elementos arrai- IGLESIA, RAFAEL E. J.
gados en la tradición: el arco cobijo (de antigua
utilización en los ejemplos coloniales), la pesa- Buenos Aires, 1930. Arqui- IGLESIA, RAFAEL. Concordia, Entre Ríos, 1952.
dez del muro mamposteril, la cubierta de tejas. tecto, diseñador gráfico, críti- Arquitecto. Su producción, realizada durante
Ese mismo año, el arquitecto Federico Ruiz co e historiador de la arqui- la década de 1990, se caracteriza por una
Guiñazú (v.) construyó en Buenos Aires (Av. tectura. constante experimentación espacial y técnica.
Santa Fe y Uriarte) el edificio de la iglesia de la
Sagrada Eucaristía. La simplicidad e intensidad Se graduó en la FAU-UBA en 1959. Entre Graduado en la Facultad de Arquitectura,
del hormigón armado visto como elemento ex- 1953 y 1975 integró el grupo Onda Arquitec- Planeamiento y Diseño de la UNR en 1981,
presivo protagónico, tanto en el interior como tura (v.) junto a los arquitectos M. Asencio, C. ha realizado una serie de casas y edificios de
en el exterior, denota en este ejemplo la refe- Fracchia, J. Garat y L. Gigli, y participó en for- pequeña escala que muestran una particular
rencia a las pioneras iglesias de Auguste Perret ma activa en la corriente de las “casas blancas”
en Le Raincy (1923) y Montmagny (1926). (v.), de la que fue uno de los principales ani-
A la vanguardia de esta postura, la iglesia de madores y teóricos. En 1964 organizó la ex-
Nuestra Señora de Fátima (1957, en Martínez, posición de casas blancas, que dio trascendencia
Prov. de Buenos Aires), de los arquitectos Clau- cultural a esta corriente arquitectónica.
dio Caveri (v.) y Eduardo Ellis (v.), se constituyó Como historiador y crítico debe recordarse
en uno de los ejemplos más relevantes de la ar- su actuación en Nuestra Arquitectura (v.) entre
quitectura producida en los últimos cuarenta 1963 y 1966. En esa revista publicó una serie
años, por haber establecido un “antes” y un de artículos sobre historia de la Arquitectura
“después” en la producción de arquitectura re- Colonial y del siglo XIX en la Argentina, en los
ligiosa en la Argentina. La amplitud del espa- que puede leerse la intención de construir un
cio a cielo abierto que antecede al volumen de regionalismo arquitectónico que no abandona
la iglesia, la sinceridad expresiva en el uso de el debate internacional al pretender incorporar
los materiales desnudos —el ladrillo y el hor- ciertas tradiciones locales (v. Historiografía de la Ar-
migón—, la percepción de la obra a partir de quitectura). Estas nuevas indagaciones, que par-
los volúmenes puros, simples, que la confor- tían de la crítica a la ortodoxia moderna y rei-
man, el uso de proporciones poco esbeltas, la vindicaban la tradición orgánica, intentaron
sencillez en el trazado de la planta y la escasez incorporar ciertas problemáticas de la cultura
de aberturas en los muros, son algunos de los en clave antropológica.
elementos que trazan la vinculación de este Entre sus libros más importantes pueden
ejemplo con aquellos construidos en los pri- citarse: Arquitectura del historicismo en el siglo
meros siglos del pasado colonial. XIX (1970); Arte y arquitectura en el altiplano
La utilización reelaborada de esos elemen- jujeño (1969); Arquitectura en el altiplano juje- u LA CASA EN ARROYO SECO, DE R. IGLESIA, UNA VIVIENDA

tos a partir de Fátima marcó una impronta que ño. Casabindo y Cochinoca (1974); La reacción MIRADOR QUE PERMITE ENMARCAR Y OBSERVAR EL PAISAJE..

14 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


igl ind
capacidad para volver a reflexionar sobre el di- INDUSTRIAL (ARQUITECTURA). adj. Construc-
seño de la forma y las posibilidades siempre ción sustantiva (f.) que alude al conjunto de
sorprendentes de los materiales. Sus obras pa- edificios destinados a albergar actividades in- Edificio Altamira, en Rosario
recen retomar una de las más genuinas tradi- dustriales.
ciones de la Modernidad argentina, presentes
en la obra de Testa o de Williams: la inversión Como relacional (‘perteneciente o relativo
de la lógica tectónica de los edificios, que cons- a la industria’), industrial refiere a esta en sus
truyen de esa manera una particular relación acepciones de ‘conjunto de operaciones mate-
con el entorno. Junto con P. Beitía (v.) puede riales ejecutadas para la obtención, transfor-
considerarse a Iglesia como uno de los repre- mación o transporte de uno o varios produc-
sentantes de una arquitectura de “proposición”, tos naturales’; ‘instalación destinada a estas
diferente de la arquitectura de producción pro- operaciones’; ‘suma o conjunto de las indus-
fesionalista que ha caracterizado la evolución trias de un mismo o de varios géneros, de to-
de la disciplina en la Argentina de la última dé- do un país o de parte de él’, y en la de ‘serie de
cada. Cada una de sus obras, aun aquellas de procesos productivos desarrollados a partir de
mínimos programas o requerimientos, es una la llamada Revolución Industrial’.
apuesta a la invención, al riesgo de la innova- Si bien la tendencia actual tiende a borrar
ción experimental. Entre los proyectos cons- las fronteras entre construcciones industriales
truidos a partir de esta condición particular pue- propiamente dichas y Arquitectura de Servi-
den citarse la casa en la Barranca, en Arroyo cios (transporte, infraestructura, etc.) y, desde
Seco (2000), donde utiliza el relieve de la cos- el punto de vista de la historia local, resultaría
ta del Paraná para colocar una pequeña “vivienda más correcto unificar estas “arquitecturas téc-
mirador” que permite enmarcar y observar el nicas”, para la comprensión más precisa del
paisaje. Pero fundamentalmente la particula- fenómeno de modernización del país hemos
ridad topográfica sirve para construir otro ges- optado, por cuestiones de orden, por circuns-
to: Iglesia coloca en el nivel superior de la casa cribir la noción a la de ‘talleres, fábricas y cons-
una pileta de natación casi en voladizo y su trucciones directamente relacionadas con ellos’
espejo de agua se convierte en dinámica cas- (v. Servicios, Arquitectura de).
cada sobre el plano de la vivienda. Una expe- La calificación de industrial indica un pro-
riencia similar encontramos en una de las más grama, y no tipologías o formas constructivas
recientes obras, el edificio Altamira, en la ca- determinadas. Pero debe señalarse que resul- u PLANTA DE UN PISO DEL EDIFICIO ALTAMIRA, EN RO-

lle San Luis 470, Rosario (2001), donde traba- ta habitual dentro de la cultura arquitectóni- SARIO, DE R. IGLESIA. LA PLANTA DE LAS VIVIENDAS
ja con la ambigüedad generada por una trama ca del siglo XX la utilización de la edilicia in- PROCURA ABRIR LAS VISTAS HACÍA EL RÍO. LAS VISTAS
de vigas que, como un castillo de naipes, se apo- dustrial como ejemplo paradigmático de ciertos DEL EDIFICIO MUETRAN EL PARTÍCULAR TRATAMIENTO
yan unas sobre otras desafiando la idea de co- rasgos que caracterizan la Arquitectura Mo- DE LA ESTRUCTURA DE HORMIGÓN ARMADO.
hesión monolítica característica de la simple es- derna: determinación de la actividad sobre la
tructura de jaula del H.° A.°. Aquí también el forma, flexibilidad de usos, innovación de tec-
artificio constructivo se genera a partir de un nologías constructivas, racionalidad. El su-
sofisticado equilibrio que busca abrir el edifi- puesto de que este tipo de construcciones, en
cio hacia el río. los albores de la Revolución Industrial, habría
En ese sentido, otro ejemplo interesante lo adelantado empíricamente elaboraciones que
constituye el quincho Gallo, en Pasajes, Rosa- la disciplina arquitectónica no alcanzaría has-
rio (2000); un cobertizo realizado con dur- ta desembarazarse del peso de su tradición dis-
mientes de quebracho reciclados y un tronco cursiva, tuvo un papel central en las reflexio-
que evoca las columnas arcaicas sobre los cua- nes teóricas e historiográficas hasta la década
les apoya una losa de hormigón. La textura, de 1970. Las primitivas manufacturas inglesas
la luz y el color definen este espacio abstracto concitaban ya en los inicios del siglo XIX el in-
donde tradición y renovación parecen alcanzar terés de algunos arquitectos en tanto fenóme-
una pacífica síntesis. no nuevo, aun cuando estos tuvieron un rol
Iglesia ha sido profesor invitado del Cen- muy secundario en su definición, ya que su
tro de Arquitectura Contemporánea de la UTD construcción estuvo en manos, al principio, de
de Buenos Aires y de la Escola da cidade de Sao empresarios, propietarios y artesanos tradi-
Paulo. Es miembro fundador e integrante del cionales, como los constructores de molinos;
Grupo R desde 1991. F. A. y en la medida en que creció la complejidad so-
cioproductiva, hacia fines de siglo pasado, de
Bibliografía: F. Diez. “Arquitectura y peligro”. En: sum- los ingenieros. La mirada arquitectónica que
ma. N.° 58, 2003. se intensifica a lo largo del siglo XX está, pre-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 15


cisamente, relacionada con la aspiración de ses centrales, aunque las condiciones en las junto de la A.I. de la siguiente manera:
muchos arquitectos de integrarse a una forma que se desarrolló difieren profundamente. De- 1) Desde el punto de vista de la periodiza-
de producción en permanente cambio, lo que be tenerse en cuenta la adaptación local de nue- ción, se ha elegido un enfoque vinculado a los
supone el abandono del papel puramente re- vas tecnologías, en lugar de la invención que ciclos productivos en general: un primer perí-
tórico que les había sido asignado. Así, junto caracteriza a la revolución tecnológica de los odo, que se extiende desde fines del siglo XVIII
a las construcciones pioneras, nuevos ejem- países centrales, y el peso relativamente pobre hasta la Organización Nacional, en el cual se
plos de la Arquitectura Industrial (A. I.) jalo- de la industria local en la modernización del sale lentamente de la producción familiar, y se
nan las narraciones que construyeron el Mo- país. En cambio, los fenómenos de urbaniza- define, aunque aún ambiguamente, la prima-
vimiento Moderno: baste recordar la actividad ción, redes de transporte e infraestructura y cía de ciertas regiones y de ciertos tipos de pro-
de Behrens para la AEG o la fábrica Fagus de otro tipo de servicios se manifiestan con in- ducción; un segundo período, en el que se asis-
Gropius. Es necesario esperar a fines de 1960 tensidad y velocidad comparables a las de los te a la modernización del país, a la integración
para que, a través de una naciente crítica al Mo- países centrales. La presencia determinante de plena en el mercado internacional, a la conso-
vimiento Moderno, se produzcan nuevas lec- las actividades agropecuarias en el tipo de in- lidación de regiones productivas y de tipos de
turas y enfoques de la arquitectura industrial, dustrias más desarrolladas y la desigualdad de producción; un tercer período que comienza a
en donde se integran experiencias olvidadas, distribución regional que opera manifiesta- prepararse tecnológicamente en los años de
se acentúa la perspectiva cultural y se pone en mente en la formulación tipológica son otros 1920, en donde las formas de producción tay-
cuestión el mito de la funcionalidad, de la ex- factores que deben considerarse en los estu- lorizadas comienzan a definir, en las inter-
presividad tecnológica ingenua, de la belleza dios de la A. I. local. venciones de punta, tipologías concretas, for-
natural de las construcciones industriales, en Constituye entonces el objeto de este estu- mas más científicas de producción del edificio
el marco de estudios historiográficos más ge- dio un fenómeno comparativamente débil, tan- industrial, que ya es considerado como un me-
nerales. Las profundas transformaciones tec- to en la definición territorial como en su lugar dio de producción más; un cuarto período en
nológicas actuales ponen nuevamente en cri- respecto de otras arquitecturas; la improvisa- el que, ya asentadas las tipologías espaciales,
sis una imagen progresiva y acumulativa de la ción, la adaptación de espacios, el pragmatis- la cuestión de una representación precisa de
experiencia en la edilicia industrial. mo, lo acompañan en su trayectoria local, por la compañía como parte indispensable de la
Arquitectura Industrial en la Argentina. La lo que resulta difícil, hasta avanzado el siglo política empresaria permite la incorporación
historia de la arquitectura industrial en nues- XX, señalar tipologías definidas. Para los fines orgánica o episódica de arquitectos de renom-
tro país no puede deslindarse de la de los paí- de esta exposición, hemos clasificado al con- bre en la construcción de fábricas, y esta es-

u COMPAÑÍA GENERAL DE FÓSFOROS, EN AVELLANEDA, BUENOS AIRES. SOBRE LA CALLE, EL EDIFICIO DE LA ADMINISTRACIÓN COMO FACHADA DEL CONJUNTO.

16 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ind ind
tética es frecuentemente trasladada hacia otros
programas de la edilicia urbana, por lo que
se invierte la situación del segundo período,
cuando la lengua del edificio tendía a adaptar-
se a retóricas externas.
2) La segunda consideración se refiere al
peso del lugar (ciudad o campo, áreas atrasa-
das y pobres, o modernas y ricas) en la confi-
guración del establecimiento industrial. La de-
bilidad intrínseca del fenómeno industrial en u ACTUALIZACIÓN DEL LENGUAJE FABRIL EN EL ESTABLECIMIENTO ELIDA POND’S LEVER, DE ASLAN Y EZCURRA.

la Argentina implicó que, inversamente a lo su-


cedido en las áreas centrales, la fábrica, el ta- dores y sus familias. En cuanto a los talleres ur- provinciales. Debe señalarse en este período,
ller o el depósito se adaptaron al entorno cons- banos, carecían en general de especificidad ti- que se extiende aproximadamente hasta 1870,
truido antes que transformarlo en forma pológica, y se adaptaban sin estridencias a cons- la aparición del establecimiento saladeril, que
violenta o cambiar sus tendencias de desarro- trucciones existentes. Esta práctica fue tan transforma modernamente el espacio tradicio-
llo. En otros casos, como los enclaves de mo- habitual como para extenderse a espacios pro- nal de la explotación ganadera. Aquí las carac-
noproducción del interior del país, el impacto ductivos pertenecientes al monopolio estatal — terísticas del tipo de producción y la innovación
fue grande, pero las líneas generales de las re- por ejemplo, la Real Manufactura de Tabacos técnica son determinantes. En la década de 1830
alizaciones conservan en gran medida resabios en Buenos Aires— en contraste con la alta for- se prefigura en estos establecimientos una or-
de la construcción tradicional, o de organiza- malización que estos espacios tenían en Espa- ganización espacial en línea que se adapta a
ciones espaciales no industrializadas, como ña o en Francia. A principios del siglo XIX, cuan- una división del trabajo cada vez mayor —den-
la estancia colonial. En este sentido hemos cla- do las prácticas de la edificación regular tro de los límites de la manufactura clásica—,
sificado a los establecimientos fabriles en gran- reforman el espacio urbano y penetran deci- organización que, rompiendo con los modelos
des grupos referidos a su ubicación territorial, didamente en las arquitecturas de servicio, co- cerrados, persistió en los saladeros más des-
que señalan tipologías diversas, formas alter- mo mercados (v.), mataderos (v.), etc., ellas no arrollados y en las graserías, que en algunos ca-
nativas de emplazamiento, variaciones tecno- alcanzan a reformular los endebles espacios de sos se transformaron en frigoríficos a fines del
lógicas: fábricas urbanas; fábricas periféricas la industria urbana ni a desplazar tradiciones siglo XIX. Si bien la mayoría de estos estable-
articuladas con el desarrollo metropolitano; es- cimientos, ubicados preferentemente en la Pro-
tablecimientos industriales ubicados en rela- vincia de Buenos Aires y en Entre Ríos (siem-
ción a la obtención de materia prima. En cada pre cercanos a alguna corriente fluvial), se
período, y en vinculación con el avance tecno- caracterizaban por la existencia de construc-
lógico, la inversión y el tipo de capital, y los mo- ciones precarias (galpones sin cerramientos la-
dos específicos de cada rama industrial, la cla- terales, con estructura de madera y techo de pa-
sificación espacial tuvo un papel diverso. ja, tipologías persistentes hasta fines del XIX
Durante el Virreinato, y hasta avanzado el en las manufacturas afines), algunos ejemplos
siglo XIX, el término industria designaba ge- de punta, como el saladero Santa Cándida, per-
néricamente lugares de trabajo. Aun dentro de teneciente a Justo José de Urquiza, presentan
los modestos parámetros de la industria na- características que luego veremos desarrollar-
cional, que apenas accedía a cubrir algunos ru- se con mayor definición formal en estableci-
bros del mercado local, pueden señalarse dos mientos de la periferia porteña: en particular,
formas diferenciadas de asentamiento que mar- la indicación del acceso mediante un edificio
carían indirectamente las posteriores: la uni- de dos plantas con funciones administrativas
dad productiva de la primitiva estancia, con sus y de habitación, cuyos ordenamiento arquitec-
variantes locales, y los pequeños talleres e in- tónico, solidez constructiva y decoración, que
dustrias urbanas. Con respecto a las primeras, eluden cualquier austeridad industrial (remi-
las instalaciones más avanzadas eran las jesu- tiendo al repertorio de edificios representativos
íticas, a mediados del siglo XVIII (v. Misiones je- de la época), contrastan con la no formaliza-
suiticas). Interesa señalar solo algunos rasgos: la ción de los galpones, los secaderos al aire libre,
delimitación de un núcleo construido relativa- las pilas de carne seca en las playas abiertas.
mente aislado del campo de trabajo circundante; El período que suele identificarse con la apa-
el patio de labor descubierto para las activida- rición de la industria nacional en su acepción
des de transformación, al que se le adhería al- moderna asiste a la concentración del poderío
guna construcción precaria para aquellas fun- productivo y del capital en el área del Litoral,
ciones que necesitaban protección; la ranchería, especialmente en la ciudad de Buenos Aires y
separada de la casa principal, que podía estar sus suburbios. Las transformaciones técnicas
constituida por tiras aisladas o dispuestas en del territorio, principalmente las comunicacio-
forma claustral, donde habitaban los trabaja- u ANTIGUA FÁBRICA DE ALPARGATAS. nes, permiten este mayor crecimiento y des-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 17


también la voluntad patronal de oponerse a la
imagen disolutoria de “extranjero aventurero”
en la que una parte importante de la intelli-
gentzia porteña se había formado, condujo a la
necesidad de que las fábricas más importantes
se mostraran como verdaderos palacios de la
industria, con lenguajes que no debían desen-
tonar con los cánones edilicios de otros pro-
gramas públicos, sin buscar ninguna especifi-
cidad —por el contrario, negándola. En este
sentido, comienzan a incorporarse algunos ar-
quitectos (como actividad secundaria, Noel, Ca-
u LA FÁBRICA IGGAM, PROYECTO NO REALIZADO DE AMANCIO WILLIAMS: UNA METÁFORA DE LA CADENA DE MONTAJE. nale), pero principalmente ingenieros (a esta
altura muchos dueños de establecimientos, co-
plazan o modifican radicalmente (como en el patio como un gran taller único, cubierto con mo Nocetti, ya estaban calificados profesional-
caso de la producción azucarera tucumana) los estructuras metálicas, normalmente oculto a mente). Entre los ingenieros y arquitectos que
centros tradicionales. Es un leit motiv de la li- la vista pública. Era habitual la construcción trabajaron en Arquitectura Industrial, pueden
teratura económica sobre la Argentina citar el de la residencia del dueño en el piso alto de mencionarse, para este período, a Arnavat (v.) y
dominio del capital inglés y su contrapartida, la vivienda, con una entrada lateral indepen- Sutton (fábrica de tabaco La Popular), R. Can-
la influencia francesa en nuestra cultura. Sin diente. Tales prácticas avanzan en el siglo vein- dia (Maltería de Rosario), los trabajos de Tho-
embargo, para evaluar correctamente esta ase- te, y aun es posible encontrar pequeños esta- mas Fraser y A. Schneider, también en Rosa-
veración en lo que se refiere a su articulación blecimientos productivos (panaderías, fábricas rio, L. N. Thomas (v.) (Bieckert en LLavallol), etc.
con la Arquitectura Industrial, debe resaltarse de pasta, imprentas, etc.) que continúan una Baste observar ejemplos como la fábrica de Ba-
que la influencia inglesa era, ante todo, co- tipología similar. Otros casos crecen por agre- gley, Stiller y Laas, o Grimoldi, entre las más
mercial. Inglaterra, por entonces, distaba de ser gación, a partir de un núcleo modesto que va conocidas ubicadas en el casco urbano, y aun
la potencia líder en las innovaciones producti- remodelándose y ampliándose a los terrenos algunas situadas en los bordes de la urbaniza-
vas, aunque mantenía su predominio en el co- adyacentes, cuyas construcciones no siempre ción a principios del siglo XX —Vasena (v. M.
mercio mundial. En cambio, surgían con fuer- se demuelen: tales son los casos de Noel, Pic- Geminiani), Casimiro Gómez (v. probablemente reali-
za tecnológica innovadora países como Estados cardo, Alpargatas, que enmascararon el des- zada por Folkers), o algunos de los tantos estable-
Unidos y Alemania. Así, si se exceptúa la ar- quicio interno con fachadas tendientes a la uni- cimientos de Enrico Dell’Acqua —para notar
quitectura de los ferrocarriles, casi enteramen- dad lingüística. La implantación siempre la formalización creciente y el cuidado repre-
te en manos inglesas, con el aspecto industrial respeta la unidad de la manzana, aun en casos sentativo que coincide con esta primera y aun
que conlleva, Inglaterra no fue la única refe- más avanzados, como la fábrica de galletitas restringida incorporación de los profesionales
rencia de las arquitecturas fabriles en este pe- Canale, en cuya construcción intervinieron pro- de la construcción. Por cierto que los ejemplos
ríodo de despegue. Por otro lado, debe seña- fesionales de renombre. Los casos anterior- más notables de la primera década dentro de la
larse que, en tanto la localización de los mente descriptos son dominantes; no se pue-
establecimientos pioneros era urbana o esta- de excluir, sin embargo, la existencia de
ba articulada estrechamente con el núcleo ur- espacios construidos según tipologías fabriles
bano en permanente crecimiento, en armo- clásicas. Se trata de la fábrica construida des-
nía con los nuevos esquemas regionales de la de el principio como tal, de varios pisos, para
“Segunda Revolución Industrial”, que concen- el aprovechamiento de la energía a vapor, que
traba la industria manufacturera en las vecin- hace su entrada en Buenos Aires en la déca-
dades de los grandes centros de intercambio, da del 1840. El famoso molino San Francisco,
el peso de la ciudad cuya forma se configuraba que estaba situado sobre la actual Paseo Colón
también con otras leyes que las de la exclusiva entre Alsina y Moreno, presenta las caracte-
lógica productiva, antecedía y dictaba normas rísticas de las fábricas manchesterianas, com-
a implantaciones y tipologías industriales. pactas, ladrilleras, con aventanamiento rítmi-
Así, por un lado, se asiste a la persistencia co. Las fábricas de notable envergadura para la
de la vivienda en talleres construidos ad hoc época, situadas en la primitiva zona industrial
(Imprenta Coni, primer edificio para Vasena): porteña, el Retiro, aparecen en las descripcio-
un acceso que sólo se diferenciaba de la vi- nes con características semejantes (Prat, Ba-
vienda, hacia fines de siglo, por la novedad gley, la Primitiva de Gas). Pero este desarrollo
de la fachada de vidrio y hierro; un largo pa- temprano no es el más extendido.
sillo que resultaba de cerrar la galería y cons- La intervención profesional distaba de ser
truir el primer patio con otras tantas habita- habitual en las fábricas urbanas hasta princi-
ciones que funcionaban como oficinas o pios del siglo XX, cuando la necesidad de mos-
pequeños depósitos, y, en fin, la utilización del trar no sólo la importancia de la empresa, sino u FÁBRICA ALPARGATAS, F. VARELA, BS. AS.

18 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ind ind
la vara local), en donde se destaca, a la dis- en establecimientos no urbanos, aunque tam-
tancia, la chimenea, artefacto de ladrillo visto bién pueden hallarse, en los albores de la in-
y forma tipificada, que caracteriza el lugar co- dustrialización, desarrollos locales de ciertas
mo fabril antes que ningún otro objeto. Las na- tipologías, que combinan espacios destinados
ves que aparecen dentro del recinto pueden a albergar refinadas maquinarias con cons-
encontrarse aisladas, o en pequeñas series trucciones basadas en sistemas constructivos
en los lugares urbanos menos calificados, fun- locales como el adobe: tal es el caso, por ejem-
damentalmente con la función de depósitos. plo, de los molinos de Jáchal.
Así las barracas, que dieron su nombre al ba- En la Provincia de Buenos Aires las estra-
rrio: galpones informales en los que se alber- tegias de emplazamiento fabril eran diversas,
gaba materia prima y mano de obra, se trans- en tanto la ausencia de las ventajas que la Ca-
formaron a principios de siglo en naves con pital u otras grandes ciudades brindaban (pro-
u SILOS EN EL PARQUE INDUSTRIAL PILAR, BS. AS. fachadas basilicales de ladrillo sin revocar, visión de servicios de infraestructura y trans-
en los establecimientos más modestos, pero porte, cercanía de mano de obra libre, para la
ciudad están en estrecha relación con la acti- guardando siempre una composición elemental que no era necesario prever alojamiento) con-
vidad portuaria de exportación o las grandes in- simétrica, que solía aderezarse con molduras ducía en general a la construcción de gran-
versiones en infraestructura y en general son y lesenas, inclusive en las construcciones me- des complejos con cierta autosuficiencia, se-
diseñados directamente por compañías ex- nos pretenciosas. Ya entonces se adoptaban mejantes, en otra escala, a las referencias
tranjeras y sus profesionales: un ejemplo de las soluciones típicas en la iluminación de las europeas de fábricas patronales. Tal el caso de
gran calidad puede verse en la industria eléc- naves: por un lado, iluminación lateral cuan- la fábrica de leche y manteca de Vicente Casa-
trica, con la CATE de Dock Sud y, un poco más do se hallaban aislados, con ventanas relativa- res o de la cervecería Quilmes, cuyo impacto
tarde, con la serie de edificios de la ÍTALO, pro- mente altas cuya protección, forma y dimen- en el territorio es tan grande como para origi-
yectados por Chiogna (v.). La desnudez técnica siones ya estaba parcialmente reglamentada nar o desarrollar poblados en íntima relación
y la eficiencia fueron ejemplificadas con casos hacia el 1900 en la Capital; por otro, a veces con la industria. En el caso de Quilmes, espe-
como el de los silos y elevadores de granos de combinada con la anterior, iluminación ceni- cialmente, el cuerpo fabril sigue en todo la ti-
Molinos Río de la Plata, construido el primer tal a través de disposición shed de cubierta o de pología compacta y en altura de las construc-
tramo en solo 6 meses, con innovaciones fun- diferencias de altura en la misma, que coinci- ciones pioneras inglesas.
damentales en el uso de plateas de hormigón día con el eje longitudinal. Los asentamientos industriales vinculados
armado, material aún poco usado en nuestro Las fábricas y talleres que hemos descrip- al monocultivo, en el interior del país, presentan
país (v. Selva, Domingo); el grado de automatización to estaban en su mayor parte situados en la ciu- a su vez rasgos más contrastantes. Obrajes ma-
y la síntesis formal de este conjunto sedujo a la dad capital o en sus cercanías; las fábricas ur- dereros y fábricas de tanino, poblados azuca-
historiografía posterior. banas del interior, exceptuando ciertos casos, reros, bodegas mendocinas, tienen sus propias
En las áreas no urbanizadas o separadas no presentan características muy diversas. La características y han concitado los trabajos pun-
aún de la Capital, la situación era diferente. variedad regional en la estrategia de construc- tuales más detallados en la literatura local so-
Persistía una organización espacial de recin- ciones fabriles se hace presente principalmente bre A. I. (v. Poblado taninero; Pueblo azucarero). Posi-
to, que muchas veces se adaptaba también al
trazado todavía no materializado de la trama
urbana; organización que puede reconducir-
se, aunque debilitada, a los tratados duran-
dianos sobre espacios de servicios. Estos re-
cintos (por ejemplo el caso de la Compañía
General de Fósforos en Barracas al Sur) pue-
den resumirse a grandes rasgos en los si-
guientes elementos: un edificio longitudinal,
de dos o tres pisos, que funciona como facha-
da, en uno de los lados del cuadrado, aquel que
se enfrenta con el área más urbanizada. Es-
trecho y largo, suele albergar funciones de ad-
ministración. Los laterales son cerrados, o bien
con edificios sin cualidad, naves, pegados al
edificio representativo sin solución de conti-
nuidad, o por cercos ciegos, que cierran el es-
pacio de producción propiamente dicha. Esta
se organizaba en naves longitudinales dis-
puestas sin un orden predeterminado, que res-
pondía a un crecimiento empírico. Se trataba
en general de fábricas grandes (medidas con u FÁBRICA KOCH POLITO, SOBRE LA AUTOPISTA PANAMERICANA, DE BAUDIZZONE, DÍAZ, ERBIN, LESTARD, VARAS.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 19


Fábrica de Papel Prensa

blemente sean los poblados azucareros los que como maquinarias, molinos de viento, cose- dignas de tal nombre: pensamos principalmente
presentan los rasgos más diferenciados de las chadoras, etc., transforman el paisaje rural, al- en la Liebig de Fray Bentos, que luego se am-
tipologías fabriles hasta ahora comentados, ya gunos establecimientos de gran envergadura plía a la costa argentina, fundada en la década
que contrastan una organización del espacio ofrecen ejemplos interesantes de arquitectu- de 1860, que subsiste en 1920 como frigorífi-
que puede ser reconducida a los modelos de ra productiva: tal es el caso de los galpones de co; complejos ambos de gran envergadura, con
estancias ya descriptos (organización comple- esquila de la estancia de Menéndez Behety, puertos propios, que incluían la formación pla-
ja, pues articula no solo espacios productivos en Tierra del Fuego, certeramente señalados nificada de poblados que nunca pudieron in-
sino también vivienda, servicios de salud y edu- por Gutiérrez - Ortiz (1968). Se destacan de dependizarse de su relación con la fábrica. En
cación, etc.) con la irrupción de una tecnolo- las naves que hemos descripto más que por tanto concentración de capital, formas de pro-
gía modernísima para su época y concentra- su organización espacial, por el cambio de es- ducción y racionalización, la mayor evolución
ción de capitales y energía, que no redunda, en cala que otorga una calidad diferente, por su en bloque puede hallarse por entonces prima-
cambio, en la modernización integral del te- construcción de montaje metálico y, en rela- riamente en los frigoríficos. La expansión del
rritorio. En los casos planificados, como el San- ción con esta, por la elección de un lenguaje frigorífico comienza a principios del novecien-
ta Ana, el límite con el campo está trazado con que puede asociarse más a los establecimien- tos, vinculada a capitales ingleses; pero la en-
las mismas tiras de vivienda obrera; en el cen- tos de la costa Este americana, con sus sutiles trada del capital americano resulta relevante en
tro de un cuadrado perfecto, la fábrica ocupa bordados decorativos en las cumbreras, de he- cuanto a las técnicas utilizadas (enfriado), que
el antiguo lugar de la iglesia. La organización rrería estandarizada. aceleraban el proceso de racionalización y di-
del enclave posee más relaciones con los es- Hemos separado deliberadamente a los fri- versificación de la producción. La Plata Cold
tablecimientos fabriles dieciochescos, en los goríficos (v.) de la descripción anterior, porque, Storage es comprada por Swift en 1907, y le su-
cuales el control de la mano de obra era fun- si bien pertenecen cronológicamente al perío- ceden las compras de La Blanca en Avellaneda
damental, que con las fábricas inglesas clási- do estudiado, representan la avanzada de la in- (Armour) y la instalación de su nueva planta en
cas, derivadas del mayor aprovechamiento ener- troducción de una producción taylorizada en la Berisso, en 1915, que admira a los cronistas lo-
gético. La fábrica en sí repite en general una Argentina. En esta rama de la industria apare- cales. Verdaderas ciudadelas en cuya cons-
tipología que responde principalmente a la es- cen en el Río de la Plata las primeras fábricas trucción intervienen las más importantes em-
tructura funcional, pero es notable la repeti- presas constructoras del país (Geopé construye
ción de ritmos clásicos en los cuerpos princi- La Blanca y La Plata Cold Storage), planificadas
pales. Contrastando con el lenguaje uniforme en función del aprovechamiento máximo de
de la fábrica, la profusión de estilos en las vi- tiempos y mano de obra, con utilización de ener-
viendas patronales que integran los conjuntos gía mixta, aparecen a los ojos de los contem-
debe describirse en cada caso particular. El ci- poráneos como los únicos establecimientos
clo del azúcar no se resume en los ingenios. taylorizados del país. Esta interpretación ca-
Su propio surgimiento está asociado al ferro- nonizada bloqueó la posibilidad de analizar los
carril (y la organización del espacio en función límites de esta supuesta taylorización. La ima-
de este es fundamental). Por otro lado, el des- gen de sus edificios está asociada ya hacia 1930
pliegue de la industria azucarera, con protec- con la de las modernas fábricas de los grandes
ción estatal, dio origen a experimentos de avan- complejos norteamericanos.
zada como la Refinería de Rosario, del grupo La extensión de la electricidad industrial
Tornquist, que constituye uno de los ejemplos sentó bases para la radical transformación de
más interesantes de núcleo fabril articulado la tipología fabril. Esta permitía un aprove-
con una gran ciudad. chamiento más flexible, al alcance de estable-
No pueden dejar de mencionarse dentro cimientos pequeños, aunque la consecuencia
de la A.I. las transformaciones vinculadas di- de descentralización industrial y posibilidades
rectamente a la industrialización del campo, de competencia de los pequeños con los gran-
si bien esta fue limitada con respecto a otros des no adquirió el relieve previsto. Los edifi-
países. Mientras los elementos de la industria u FÁBRICA FATE, ALBERTO SHUGURENSKY, VIRREYES, BS. AS. cios concentrados en altura, la longitud nece-

20 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ind ind
u PLANTA DE PAPEL PREN- u CON SU PERFIL DE “ANI-

SA EN SAN PEDRO, PROVIN- MAL ANTEDILUVIANO”, EL


CIA DE BUENOS AIRES, DE EDIFICIO DE PAPEL PRENSA
MANTEOLA, SANCHEZ GÓ- RECOGE LAS ASPIRACIONES
MEZ, SANTOS, SOLSONA, ORGANICISTAS DE CIERTA
VIÑOLY (1976). IZQUIERDA: ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
FACHADA DE LA NAVE PRIN- Y LAS COMBINA CON LA
CIPAL, CON SU ESCALONA- FUERZA EXPRESIVA QUE CA-
MIENTO DE VOLÚMENES. RACTERIZA A SUS AUTORES.

sariamente reducida por las posibilidades de el período de sustitución de importaciones Recién en la segunda posguerra advertimos
las cadenas de transmisión, temas derivados con nuevos programas industriales, y que con- que la tendencia a la normalización de la es-
de la utilización del vapor, cedieron paso a una voca a profesionales formados en el país des- tructura y del lenguaje fabril aparece asentada.
planificación más flexible del complejo, que de la creación de la rama de ingeniería in- Coincide esta circunstancia con la consolida-
acentúa la horizontalidad a medida que avan- dustrial (1923), cuyos egresados comienzan ción de nuevas áreas industriales, de nuevas ra-
za el siglo. Los interiores, descriptos como “ver- una discusión científica sobre las tipologías mas de la producción. El problema comienza a
daderos enjambres de correas”, llenos de pol- fabriles hacia 1930, aún manifiesta lenguajes plantearse en otros términos: a un nuevo acen-
vo y suciedad, inhabitables por los ruidos, inciertos, y productos de avanzada conviven, to en la modernización tecnológica de la in-
expuestos a accidentes continuos, ceden lugar como rasgo estructural de nuestra industria, dustria comienza a corresponderle una preo-
al interior moderno, limpio, luminoso. A es- con modelos ya obsoletos que continúan cons- cupación acentuada por la representación y la
te ideal dista de acercarse la industria cárnica, truyéndose ad hoc. Si bien se admite teórica- diferenciación del complejo fabril. Ya en los
por su propia naturaleza. En cambio, algu- mente una libertad absoluta de lenguaje re- años sesenta la arquitectura fabril ocupa un lu-
nos establecimientos metalmecánicos, como presentativo desde las páginas de revistas gar periódico en las revistas de arquitectura. La
TAMET, operan rápidamente, hacia mediados ingenieriles referidas a la cuestión de la Ar- persecución de una industria integrada debe
de 1920, la conversión del proceso industrial. quitectura Industrial, se advierte una infle- ser, a su vez, mostrada. Por entonces, la po-
Este tipo de industria en la Argentina, que se xión en sus lenguajes que tiende a cierta ho- tencia energética se pone a punto con nuevas
inicia como pequeño taller (Vasena, Merlini, mogeneización. Así, si en los veinte y treinta usinas como la Central Costanera, construida
Rezzónico) o como importadora para el mer- aún el Modernismo es identificado con un Dè- y diseñada por un consorcio inglés: pero su ar-
cado de consumo local, especialmente impul- co americano, ya en esta última década la in- quitectura permanece ajena a las líneas funda-
sado a principios del siglo XX por el desarro- fluencia de Albert Kahn es notoria en las fre- mentales que están siendo delineadas también
llo de la construcción, va creciendo hasta lograr cuentes fachadas de ladrillo y revoque que por arquitectos. El estudio SEPRA (v.) es el que
—en pocos casos y en las décadas más recien- diferencian estructura y cerramientos en for- más tempranamente avanzó en el tema de la
tes— el control del ciclo en forma integrada. ma nítida; sobre esta base se construyó la me- A. I. Desde los años cincuenta aparece vincu-
La planta de TAMET San Francisco se había jor A. I. de los años cincuenta. lado a SIAM Di Tella, la empresa nacional que
originado en la fusión de Vasena en el gran desde los veinte se había propuesto conformar
emporio metalúrgico de Talleres San Martín una empresa análoga a la Ford. Desde fines del
(v. Hierro). La fábrica de San Cristóbal se dese- cincuenta hasta principios de los sesenta, el es-
cha y en cambio se transforman los talleres del tudio proyecta la General Motors de San Mar-
Riachuelo, cuya construcción, mucho más pre- tín (l959), Kaiser Aluminio (l959), Wobron
caria, no ocultaba un plan de montaje, que se (l966), BTB (l970) y Dálmine Siderca (l970),
mantiene en el nuevo establecimiento. Sepa- entre los ejemplos más destacados. Establecen
rada de las naves en línea por donde transcu- una modalidad de producción (la subcontrata-
rre el producto hasta las orillas del Riachue- ción de los proyectos de las obras fabriles a es-
lo, la administración (ingeniero Laucher, Geopé, tudios más pequeños, con la supervisión del es-
1926) aparece de un sólido Modernismo, en el tudio madre), proceso que puede efectuarse sin
cual las referencias a proporciones clásicas no desmedro de la unidad de la serie, sobre la ba-
están ausentes. La tendencia hacia cuerpos se- se de la utilización de sistemas constructivos
parados dispuestos horizontalmente, con un racionalizados (cubiertas y cerramientos de fi-
orden visible a simple vista, en un terreno en brocemento, losetas de hormigón liviano, pa-
el que se reservan áreas para el crecimiento vimentos industrializados, hormigón premol-
planificado, constituye la estrategia central que deado, carpinterías y chapas de aluminio,
fue devanándose en este tipo de edificios en estructuras metálicas). El lenguaje saca prove-
los siguientes cuarenta años. cho de estos presupuestos: trabajan con planos
Esta etapa iniciada en los años veinte con diferenciados por texturas homogéneas, acen-
la reestructuración tecnológica, afianzada en u LABORATORIOS ABBOT, F. VARELA, BS. AS., DE SEPRA. túan la línea para revelar el trabajo de kit y de-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 21


positan la expresión en elementos como cu- entonces, la Arquitectura Industrial pareciera
biertas o tanques de agua. El tanque de gran- dar modelos para otros programas edilicios, es-
Bodega Séptima, Mendoza des dimensiones reemplaza la preponderancia pecialmente los más contrastantes, como la vi-
de la chimenea en las industrias de principios vienda: aun hoy las cañerías a la vista, el uso
del siglo XX. Los proyectos, por otro lado, son ocasional del fibrocemento en cerramientos y
extremadamente sobrios en su definición, lim- cubiertas, la claridad del organigrama en edi-
pios y claros en la resolución de un partido que ficios complejos debe reconducirse a estos pri-
no debe dejar dudas sobre su funcionamiento; meros ejemplos de A. I.
los vastos terrenos dejados libres para el creci- No es posible hablar de A. I. en los últimos
miento futuro del complejo suelen parquizar- años con la misma presencia en la disciplina
se, con concentración de plantas decorativas en arquitectónica que tuvo hasta mediados de la
las cercanías de los diferenciados edificios de década del setenta. Los pocos edificios signifi-
administración o de atención del personal, que cativos que se construyeron, o guardan ecos
adquieren también una imagen particular, más sobrios de la síntesis posmoderna local, si-
amable y doméstica. guiendo tipológicamente las líneas trazadas ya
Si SEPRA representa, para esos años, la en los años cincuenta (Lever, de Aslan y Ez-
construcción de una tipología integral de edi- curra, v.), o intentan prudentemente una ri-
ficios fabriles de corte profesionalista, hay ejem- gurosidad de oficio que, más allá de la calidad
plos que muestran otros caminos posibles. Por intrínseca del edificio, vuelve a referirse a la
la misma década, Amancio Williams (v.) pro- modalidad profesional, austera y muda de las
yecta el edificio de Iggam: una nave longilínea mejores obras de los años setenta. G. S.
y transparente, verdadera metáfora de la cade-
na de montaje. Todo el proceso puede verse a Bibliografía: Las fuentes y los trabajos sobre arqui-
través de las superficies vidriadas de carpin- tectura industrial en la Argentina están dispersos.
terías sutiles: no se ha renunciado a la forma; Existe una serie de trabajos clásicos de historia
antes bien, se manifiesta en su grado extremo de la industria: documentos como los de Bialet Mas-
de espiritualidad. El tour de force de Williams sé, que contiene descripciones minuciosas de fá-
no tiene comparaciones en otras arquitecturas. bricas del interior del país; el ya clásico de M. Chue-
Más bien aparece como camino alternativo al co, sobre los pioneros de la industria nacional;
de SEPRA, el edificio de Olivetti Argentina, de álbumes y publicaciones industriales, técnicas o
Marco Zanuso, reconocido ejemplo del design científicas (especialmente los boletines de la UIA
italiano llevado a escala arquitectónica. Para- y los Anales de la Sociedad Científica); hasta las in-
u BODEGA SEPTIMA, EN LUJÁN DE CUYO, MENDOZA, soles, tanques y elementos de acceso son los terpretaciones históricas de la industria argenti-
DE BÓRMIDA Y YANZÓN (2001). EL CARÁCTER ANDINO depositarios de la voluntad formal del arqui- na, como las de Dorffmann y Schwartzer.
DEL EDIFICIO SE EXPRESA EN LAS REMINISCENCIAS IN- tecto. Esta diferenciación y negación de la frial- Los primeros acercamientos teóricos al problema de
CAICAS Y EN EL USO DE MATERIALES DE LA REGIÓN. dad tradicional de los edificios fabriles no tu- la construcción industrial pueden encontrarse en
vo, sin embargo, especial influencia aquí. La las reglamentaciones municipales, en los boletines
línea más habitual que, a través de la suscrip- de departamentos ligados al trabajo o a la higiene.
ción al Brutalismo (v.) local, puede relacionar- Hacia 1930, la reflexión se vuelve más específica: en-
se con este afán de crear objetos significati- tre las fuentes principales pueden mencionarse la
vos en el mundo de la industria —por ejemplo Revista de Ingeniería y la Gaceta Industrial. Desde
el caso de FATE— no llega a ofrecer obras de 1960, aparecen varios números monográficos de la
la calidad de las antes nombradas. Habrá que revista summa, siendo el más importante el prime-
esperar a los años setenta para que algunos es- ro, en el año 1963, prologado por A. Bullrich. En
tudios jóvenes introduzcan variantes en el ca- 1968-1969 aparecen los dos libritos indispensables
non fijado por SEPRA. El caso del estudio de J. Gazzaneo y M. Scarone, junto con varias pági-
MSSGSV (v.) es el más representativo, aunque nas dedicadas a la A. I. (aunque preferentemente a
su originalidad fue difícilmente transmisible: los FF.CC.), de F. Ortiz y R. Gutiérrez, en su libro
Papel Prensa (l976), con su perfil de animal sobre la arquitectura del liberalismo. Los años se-
antediluviano, recoge las aspiraciones organi- tenta y ochenta abundan en trabajos monográficos
cistas de cierta Arquitectura Industrial, com- (especialmente sobre enclaves, como el caso de los
binándola con la fuerza de la imagen caracte- pueblos azucareros o tanineros, pero también sobre
rística de las producciones del estudio. Con industrias representativas de ciertas regiones, co-
mayor posibilidad de difusión, algunos ejem- mo las bodegas en Mendoza, o los frigoríficos del
plos, como Koch Polito (v. BDELV), se integran a área metropolitana). La mayor parte de ellos han
la seducción general por la arquitectura in- aparecido en revistas de arquitectura o de historia
glesa contemporánea y a la inspiración pop. Por urbana (summa; Anales del IAA; DANA).

22 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ind ins
INGLIS, HERBERT ARTHUR. S/d. Inglés, Arqui- teriormente, un Campo Experimental en Mar- cultad”, integrados a su vez por los institutos
tecto. Activo a fines de siglo XIX en Buenos tínez, para ensayos de modelos estructurales correspondientes. Estos institutos realizaban
Aires y en Rosario. en escala natural, constituyeron una importante diversas tareas: entre ellas la docente, desem-
contribución en el ámbito de las tecnologías re- peñada por las escuelas.
Realizó algunos proyectos para la colecti- lacionadas con el cemento. La investigación se El 8 de agosto del año 1946, Descole firmó
vidad británica, como: la iglesia escocesa de concentró primero en hormigones y suelo-ce- la resolución de creación del Instituto de Ar-
Barracas (1888), el Asilo de Huérfanos Irlan- mento para pavimentación, pero posteriormente quitectura y Urbanismo, dependiente de la Fa-
deses, en colaboración con el arquitecto Tho- su labor sobre el pretensado del hormigón, sus cultad de Ciencias Exactas Puras y Aplicadas,
mas, y el palacio Bullrich, todos ellos en Bue- ensayos sobre hormigones celulares y su in- el cual funcionó como tal hasta el 2 de junio
nos Aires. En Rosario fue autor del Colegio de fluencia en el desarrollo de bloques huecos y de 1952, fecha en que se creó la FAU (v. Ense-
la Santa Unión. otros elementos premoldeados alcanzaron un ñanza de la arquitectura).
impacto mayor en el mundo de la arquitectu- La resolución firmada por Descole en 1946
ra, especialmente en lo referido a la vivienda de también contemplaba la designación del ar-
INSTITUTO ARGENTINO DEL CEMENTO PÓRT- interés social. El ICPA se interesa en los años quitecto Jorge Vivanco (v.) como director del Ins-
LAND (ICPA). El ICPA fue creado el 3 de ene- sesenta y setenta por los métodos industriali- tituto. Vivanco venía desempeñándose como
ro de 1940 como entidad asesora y consul- zados de construcción de viviendas, por lo que docente de la Escuela de Arquitectura, junto
tiva sobre problemas técnicos relacionados se convierte entonces en una de las principales con otros arquitectos, como Eduardo Sacriste
con las aplicaciones del cemento pórtland. referencias de este campo en la Argentina. Su (v.), Horacio Moyano Navarro (v.) y Adolfo Ca-
relación con la disciplina y la profesión de ar- vagna. Al año siguiente, el director Vivanco con-
Funcionaba como una entidad civil sin fi- quitectura declina paralelamente con el aleja- trató los servicios de Hilario Antonio Zalba (v.),
nes de lucro, no obstante estar sostenida prin- miento de esta de la problemática sociotécnica, Rafael Ramón Onetto (v.) y José Alberto Le Pe-
cipalmente por la industria privada elabora- pero también en relación con la cada vez ma- ra (v.), y en 1948 a los arquitectos italianos Gi-
dora de ese producto. En efecto, a la reunión yor prescindencia del Estado respecto de los no Calcaprina (v.), y Enrico Tedeschi (v.), Ernesto
inicial concurrieron representantes de las cin- problemas masivos y de la acelerada crisis de Rogers (v.) y al ingeniero Guido Oberti. Tam-
co grandes compañías de cemento argentinas: la construcción en el país. G. S. bién fueron profesores: arquitectos Orlando
W. O. Carey, A. C. Hillegass y G. J. Nívoli por Marre, Jorge Borgato, Carlo Barbieri; los inge-
la Compañía Argentina de Cemento Portland nieros Juan Carlos D’Angelo, José Galindez,
S.A.; A. Fortabat, A. Husson y J. Boiso por la INSTITUTO DE ARQUITECTURA Y URBANIS- Roberto Herrera, Pedro Zadunaisky, y los Sres.
Compañía Argentina Loma Negra S.A.; y J. E. MO DE TUCUMÁN. Institución pionera en la Ideal Sánchez, Diego Díaz Puertas, Jubal Baca,
Minetti y E. López por la Compañía Sudame- enseñanza y la difusión de la Arquitectura Mo- Carmen Pagés y Rodolfo Mitrovich.
ricana de Cemento Pórtland Juan Minetti Ltda; derna (v.) en la Argentina. En ella se reunie- Las razones aludidas para la creación del
M. Garlot por la Corporación Cementera Ar- ron algunos de los más importantes arqui- Instituto radicaban en “la necesidad de plani-
gentina y M. Pahlke y R. Urristi por la S.A. Ca- tectos argentinos de la época con el objetivo ficar el país, creando una conciencia urbanís-
lera Avellaneda. El modelo se buscó en insti- de implementar una enseñanza de vanguar- tica”, como también en “la necesidad de reno-
tutos de otros países, especialmente el American dia a nivel local. A partir de 1948 contó en- var totalmente el hábitat”.
Concrete Institute de los Estados Unidos (1905) tre sus profesores con destacados profesio- Por lo tanto, para cumplir con los fines enu-
y el Concrete Institute inglés (1908). Su apa- nales italianos. Algunos de ellos, luego de merados “se hacía necesario que el Instituto
rición está íntimamente relacionada no solo con cumplida la experiencia, se radicaron aquí. El llevara a cabo tres funciones básicas; de in-
el vertiginoso desarrollo de la industria del ce- valor de esta escuela no solo está en su plan- vestigar, proyectar y construir”.
mento en la década del treinta, sino también tel docente, sino también en los proyectos re- El proyecto de plan de estudios de 1946 fue
con los requerimientos del Estado argentino, alizados, en sus novedosos planes de estu- preparado por una comisión asesora integra-
que impulsó una política de realización de obras dio y en las vinculaciones con la ciudad y la da por los arquitectos Cavagna, Sacriste y Ca-
públicas de gran envergadura, en la mayoría de región, realizadas con la idea de constituir al- minos, y aprobado por el ex-consejo directivo
las cuales el cemento pórtland jugó un papel rededor del Instituto un polo de moderniza- de la Facultad de Ciencias Exactas Puras y Apli-
principal. Especialmente en el área de vialidad, ción en el Noroeste argentino. cadas en octubre de 1945.
la sustitución de los materiales tradicionales Dicho plan proponía la solución de fallas,
por el hormigón en las carreteras suburbanas En el año 1939 se había creado la Escuela de como la de no vincular la enseñanza a la prác-
constituye uno de los temas centrales de las in- Arquitectura dentro de la Facultad de Ingenie- tica de obra, lo que debía lograrse a través de
vestigaciones y las difusiones del ICPA desde ría. Por lo tanto, la enseñanza de la Arquitec- los trabajos que realizaba el Instituto.
su formación (el primer director del Instituto, tura estuvo a cargo de dicha escuela hasta que La enseñanza daría un vuelco con el im-
el ingeniero Valle, fue también director de Via- en 1947 se produjo la reestructuración de la Uni- pulso de los nuevos profesores. Según el tes-
lidad Nacional). El ICPA se dedicó principal- versidad, propiciada en 1946 por la Interven- timonio del arquitecto Ricardo Cuenya, ex alum-
mente a las consultas técnicas y a la difusión ción Nacional, en Tucumán, ejecutada por el no durante el período de la Escuela (hasta 1946)
de los usos del cemento pórtland; desde 1944 rector de la Universidad, Dr. Horacio Descole. y del Instituto (a partir de 1946), “en 1944 co-
se publica su Boletín en forma ininterrumpi- La nueva estructura resolvió la organiza- menzaron a aparecer síntomas de cambio en
da, además de una cantidad de folletos técni- ción departamental por institutos: una agru- la manera de concebir la arquitectura. La te-
cos. Un laboratorio tecnológico propio y, pos- pación de Departamentos asumía el rol de “Fa- mática de la enseñanza estaba ligada a lo que

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 23


Pabellón estudiantil, Tucumán

u PLANTA, CORTE Y FACHADA DEL PROYECTO DE PABELLÓN ESTUDIANTIL, PARTE DE LA CIUDAD UNIV. EN EL CERRO SAN JAVIER, TUCUMÁN, DE VIVANCO, CAMINOS, SACRISTE Y OTROS.

estaba pasando en el país. Los temas de ar- mo, pero es en este nuevo período cuando el núcleo secundario situado al pie del cerro, que
quitectura dejan de ser arbitrarios; poseen em- curso se amplía, se profundiza y se lleva a la comprendía un área hospitalaria, escuela de
plazamientos determinados, surgen de nece- práctica. Tenía como objeto servir de funda- agricultura, los institutos de enseñanza se-
sidades reales: viviendas con distintos destinos, mento a una tesis del Instituto sobre Urba- cundaria, vivienda, servicios generales, depor-
escuelas, dispensarios, colonias de vacaciones, nismo y Planificación, bajo la forma de traba- tes y la estación inferior del funicular que unía
etc. El diseño es pensado a la vez en las tres di- jo semanal, mediante el estudio de textos y de ambos núcleos. En este trabajo se destacaba la
mensiones; planta, frente y corte. Los alumnos los trabajos ya realizados. El arquitecto Jorge solución del sistema estructural del Centro Co-
son obligados a la presentación de los tres ele- Vivanco (v.) estaba al frente del curso. munal y el gran bloque de viviendas, del cual
mentos. La función se convierte de una se- La novedad de este estudio estaba dado por solo se realizó su estructura.
cuencia de movimientos circulatorios (como el hecho de que se tomaba como centro una Otros trabajos realizados fueron:
se concebía antes) a una sucesión de espacios. perspectiva histórica. Se buscaba identificar pro- uEstudio y confección de anteproyectos y

Se reemplaza el dibujo artístico por el dibujo blemas cuya solución pudiera constituir un ase- proyectos para la urbanización y construcción
arquitectónico. Se introduce el estudio del co- soramiento a las autoridades y a la población. de viviendas para empleados y obreros de los
lor, la textura y la escala”. Entre los trabajos realizados por la sección ingenios Marapa y Ñuñorco en Tucumán, 1946.
Eduardo Sacriste, profesor de Arquitectu- de Urbanismo, se destaca la Ciudad Universi- uEstudio de la urbanización los pueblos de

ra de la Escuela desde 1944, afirmaba en un taria de Tucumán en la Sierra de San Javier, si- Purmamarca y Maimará, solicitado por el go-
informe de julio de 1946 a la Universidad so- tuada a 6 km al oeste de la Ciudad de Tucumán, bierno de Jujuy. Los trabajos comprendieron
bre cómo orientaba su enseñanza: “ante todo que abarcaba 18.000 ha. Fue un vasto proyec- un anteproyecto de reordenamiento del pue-
se trata de que sea algo vivo y que despierte en- to en el que intervinieron Horacio Caminos, blo de Maimará y un anteproyecto de creación
tusiasmo al alumno, para que este actúe en for- Eduardo Catalano, José Le Pera, Rafael Onetto, de un pueblo nuevo en Purmamarca, 1947.
ma activa. Puede decirse sin jactancia que la Eduardo Sacriste, Jorge Vivanco, Hilario Zal- uConfección de planos y dirección de obra

Escuela de Arquitectura de la Universidad de ba; y los ingenieros María Carmen Agostini, de la Colonia de Vacaciones de Tafí del Valle
Tucumán cambió fundamentalmente con la Carlos Laucher y Guido Oberti, entre varios pro- (Tucumán), solicitado por el Ministerio de Sa-
presencia del suscripto y la del arquitecto Ho- fesionales más. Este trabajo debía ejecutarse en lud de la Provincia.
racio Caminos”. colaboración con la Oficina Técnica de Ciudad uEstudio y proyecto de tres edificios públi-

Como bibliografía, Sacriste utilizaba las Universitaria y con los talleres de Arquitectura cos y seis hoteles y hosterías de turismo, soli-
Obras Completas de Le Corbusier, las obras del Instituto (v. Ciudad universitaria). citados por el Gobierno de Catamarca.
de F. LL. Wright, la Carta de Atenas, Cultura de El proyecto comprendía un núcleo princi- Si bien los fines del Instituto eran investi-
las ciudades y Técnica y civilización de L. Mum- pal en la cumbre del cerro, con edificios de la gar, proyectar y construir, la ejecución de las
ford, entre otras. Universidad, Centro Comunal, vivienda uni- obras dependía de la entidad que solicitaba el
El plan de estudios de 1941 había incorpo- versitaria femenina y masculina, canchas de proyecto.
rado para su último curso la materia Urbanis- deporte, teatro a cielo abierto y estadio; y un Es importante destacar la labor del director

24 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ins ins
del IAU, el arquitecto Jorge Vivanco, quien, jun- Buenos Aires Sus principales animadores fue- nología, a materiales, productos y equipos, a
to con el arquitecto Jorge Ferrari Hardoy (v.), de ron Enrico Tedeschi (v.), Jaime Roca (v.), Mari- sistemas de inspección, recepción y control,
Buenos Aires, fue invitado al CIAM en Brid- na Waisman (v.) y Raúl González Capdevilla. a sistemas de instalaciones, mantenimiento,
gewater, Inglaterra, en el año 1947. Allí Vivanco Entre 1960 y 1970, el Instituto organizó una higiene, a organización administrativa e in-
recibió las felicitaciones de los delegados de serie de seminarios dirigidos por importantes dustrial, etc.
la Comisión de Educación del CIAM, presidi- personalidades del ámbito internacional: Ni-
da por Gropius (v.), por la exposición realizada kolaus Pevsner, Giulio Carlo Argan, Vincent Una serie de organismos de estudio pre-
por Vivanco sobre el plan de estudios del Ins- Scully, Fernando Chue- para un esquema de la norma que, luego de
tituto. Vivanco, durante su estadía en Europa, ca Goitía, Joshua Tay- someterse a la discusión pública por un míni-
también estableció vinculaciones con otros gru- lor, Reyner Banham y mo de treinta días y un máximo de 180, es ele-
pos nacionales de arquitectos de relieve. Por úl- Umberto Eco. vada al Comité General de Normas para su
timo, cabe agregar que el Instituto de Arqui- El Instituto produjo una aprobación definitiva. El Comité es el encar-
tectura y Urbanismo, creado sobre la Escuela serie de publicaciones gado de examinar las normas desde el punto
de Arquitectura existente, fue de importancia de valor, como la trans- de vista general y de coordinarlas entre sí.
primordial no solo en el aspecto de la enseñanza cripción del seminario El estudio de una norma requiere no solo
sino también en el urbanismo; y es allí donde de Argan que dio origen la reflexión específica de los especialistas, si-
encontramos las directivas más generales que al libro: El espacio ar- no también la revisión de los antecedentes na-
orientaron su acción. M. R. F. / M. I . C quitectónico del barroco a cionales e internacionales, y entre estos últi-
u LA TRANSCRIPCIÓN DEL nuestros días (1968), al- mos da preferencia a las elaboradas en el ISO,
Bibliografía: Resoluciones del Archivo General de la SEMINARIO DE GIULIO gunos trabajos sobre ar- el Comité Internacional de Normas, y el CO-
Universidad Nacional de Tucumán. Rectorado; Re- CARLO ARGAN EN IIDEHA. quitectura latinoameri- PANT, el organismo específico panamericano.
soluciones del Archivo General de la Facultad de cana y los boletines El sello IRAM distingue los productos que se
Arquitectura y Urbanismo. Resoluciones del Ar- bibliográficos anuales publicados desde 1960 someten a su control de calidad.
chivo del Personal Docente de la Facultad de Ar- a 1971. Su contenido en principio abarcaba re-
quitectura y Urbanismo: Archivo personal de Jor- censiones realizadas por sus integrantes, fun- HISTORIA.
ge E. Vivanco; Archivo personal de Eduardo Sacriste; damentalmente por M. Waisman y E. Tedes- El IRAM se constituyó como entidad civil con
Memorias de la Universidad Nacional de Tucumán, chi, y traducciones de comentarios bibliográficos características muy similares a las actuales el 2
período comprendido desde 1946 a 1952. Publica- publicados por importantes revistas interna- de mayo de 1935, y obtuvo su personería jurí-
ción n.° 886. Universidad Nacional de Tucumán. cionales. Con el tiempo se adjuntaron algunos dica en 1937. Aunque independiente del Esta-
Compilación (de 01.01.1937 al 31.12.1962). Tomo II. artículos críticos, traducciones de trabajos de do, se creó bajo su inspiración. Es necesario re-
Tucumán: Imprenta UNT, 1962. Argan, Pevsner y otros prestigiosos autores eu- cordar que en esta década el Estado comienza
ropeos. A ello deben agregarse algunos artí- a intervenir decididamente en la economía e
culos sobre cuestiones de la historia de la Ar- impulsa la racionalización productiva en fun-
INSTITUTO DE ARTE AMERICANO (IAA). quitectura Moderna, firmados también por ción del aumento de la productividad. La nor-
(v. Historiografía de la arquitectura). Waisman y Tedeschi. F. A. malización resultaba en este sentido funda-
mental, por lo que no podía retardarse la creación
Bibliografía: Arquitectura Latinoamericana en el si- de un ente que coordinara los distintos impul-
INSTITUTO INTERUNIVERSITARIO DE ESPE- glo XX, Barcelona: Lunwere, 1998; Boletines Bi- sos que ya se verificaban en este sentido. El
CIALIZACIÓN EN HISTORIA DE LA AR- bliográficos de IIDEHA, 1960-1971. IRAM fue el primer instituto de esta índole en
QUITECTURA (IIDEHA). Instituto creado a fi- toda América Latina. Bajo su impulso se crea-
nes de los años cincuenta con el objeto de ron institutos similares en otros países del Sub-
constituirse en centro de formación de do- IRAM (Instituto Argentino de Racionalización de continente, que se asociaron luego para con-
centes en la especialidad. Tuvo un importan- Materiales). El IRAM es una entidad civil sin formar el COPANT (Comité Panamericano de
te rol en el campo cultural de la arquitectura fines de lucro, cuya finalidad radica en eje- Normalización Técnica), asociación que el IRAM
durante la década de 1960 (v. Historia de la ar- cutar y coordinar la labor de normalización en presidió hasta hace pocos años. A pesar del apo-
quitectura). el ámbito nacional. Nuclea las inquietudes de yo estatal, recién en 1989 se promulga un de-
industriales, consumidores —principalmen- creto para considerar las normas IRAM como
El instituto fue creado en 1959, a partir de te del Estado—, tecnólogos e investigadores, normas argentinas, dándoles un alcance oficial
una propuesta formulada por F. Bullrich (v.) en y estudia en estrecha relación con ellos las que antes no tenían, aunque desde 1956 ya era
una reunión de profesores de Historia de la normas técnicas. Se sostiene mediante las reconocida por el Estado argentino su compe-
Arquitectura del Cono Sur realizada en 1957. cuotas de adhesión de los asociados y los ho- tencia ante los foros internacionales. En el ám-
El proyecto se materializó en el seno de la Fa- norarios por servicios; intenta mantener así bito de la arquitectura y la construcción adquiere
cultad de Arquitectura y Urbanística de la Uni- una autonomía equidistante respecto de los un peso particular hacia los años sesenta en re-
versidad Nacional de Córdoba y continuó sin actores sociales interesados en la producción, lación con la industrialización de sistemas de
interrupciones hasta 1971. En esta iniciativa para garantizar la objetividad de las normas vivienda de interés social (v.), y vuelve a per-
participaron casi todas las escuelas de arqui- elaboradas. Estas se refieren a simbologías, der sus vínculos con la crisis de la construcción
tectura argentinas con la exclusión de la de definiciones y unidades de la ciencia y la tec- en la década de 1980. G. S.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 25


Edificio Comega en Bs. As., de Joselevich y Douillet.
j
j

JAESCHKE, VÍCTOR JULIO. misión pro avenidas diagonales, y su acción JANNELLO, CÉSAR. Buenos Aires, 1918 - Íd,
como urbanista tuvo más eco en la Comisión 1985. Arquitecto, diseñador, docente; cofun-
Buenos Aires, 1864 – Íd., 1938. de Urbanismo de los Amigos de la Ciudad que dador del grupo “Organización de Arquitectu-
Arquitecto. Se lo considera uno en la SCA (v. Sociedad Central de Arquitectos), quien ra Moderna” (v. OAM). Trasladó la claridad ele-
de los precursores del urbanis- no tomó parte oficialmente en la cuestión de mental que impregnaba las búsquedas del
mo en nuestro país. Desplegó las avenidas diagonales (v.). Concretismo a su producción arquitectónica,
en sus artículos sobre estética edilicia múlti- Durante 1920 continúan sus escritos des- vinculada a las respuestas efímeras para gran-
ples críticas a proyectos urbanos para Buenos de la Revista de Arquitectura, en ocasiones so- des exposiciones. Su actividad en la docencia
Aires, formulados por políticos, empresas de lidarizándose con las iniciativas de algunos in- y en la investigación alcanza particular rele-
tierras, profesionales extranjeros y hasta por tendentes —por ejemplo Noel (v.)— para luego vancia tras introducir en nuestro país la se-
los “especuladores disfrazados de ediles” que, descalificarlas al no solucionar los que él con- miología en la enseñanza de la arquitectura.
en su opinión, dirigían el Municipio. sideraba males endémicos de Buenos Aires,
como su ilimitado crecimiento, la falta de plan, Su temprana relación profesional con Aman-
Cursó estudios en la Escuela Técnica Su- de aire y luz en la parte central, la carencia de cio Williams (v.) lo llevó a colaborar en 1946 en
perior de Munich y revalidó su título en la Fa- un código que reglamentara las volumetrías, el proyecto de un edificio para oficinas. Si bien
cultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales estilos y alturas de las construcciones sobre la la iniciativa no excedió el carácter solo experi-
(UBA). En 1908 obtuvo una mención de la Mu- nueva Diagonal Norte, etc. mental que envolvió a la mayor parte de las pro-
nicipalidad de la Ciudad de Buenos Aires por Es en la misma década cuando el urbanis- puestas de Williams, en Jannello ese proyecto
su obra de Callao 920. Sus escritos, en espe- mo se transforma en tema de actualidad en adquirió una particular influencia, ya que allí
cial los producidos durante los años 1898-1912, congresos panamericanos, medios de difusión pudo hallarse un punto de partida de las prin-
se encuentran compilados en la obra Las ave- y visitas de urbanistas extranjeros. A esta al- cipales preocupaciones con las que abordó pro-
nidas (Bs. As., 1912). Atacó particularmente el tura, los conceptos de Jaeschke van perdiendo blemas de diseño y de arquitectura.
proyecto urbanístico realizado por Joseph A. vigencia y se alejan de los fundamentos de ca- Participó del proceso de consolidación del
Bouvard (v.) por su carácter geométrico, su abu- rácter científico impulsados desde las nuevas Concretismo a fines de los cuarenta y co-
so de la línea recta, la ignorancia de la topo- corrientes urbanísticas. mienzos de los cincuenta, y extendió el área
grafía y la dudosa idoneidad técnica del autor. Cuando falleció colaboraba en el Concejo de intervención de las figuras centrales de Mal-
Entusiasta propulsor de las ideas de Cami- Deliberante, en cuyo diario de sesiones pu- donado (v.) y Hlito, y su Arte Concreto - In-
lo Sitte, criticó, al igual que Altgelt (v.), la su- blicó uno de sus últimos trabajos sobre la Ave-
misión a todo lo proveniente de París, pero sin nida 9 de Julio. J. T.
apartarse de la admiración por otros modelos
europeos, ni de la visión peyorativa del Buenos Bibliografía: J. D. Tartarini. Víctor Julio Jaeschke, ar-
Aires cuadricular. quitecto urbanista. trabajo presentado en las Se-
Su crítica no estaba exenta de propuesta, gundas Jornadas de Historiografía Artística y Ar-
pues tenía su propio proyecto de diagonales quitectónica de los Siglos XIX y XX. Bs. As., octubre
para esta ciudad. En 1898 había formado la Co- / noviembre de 1989 (mímeo). u PUENTE PEATONAL SOBRE AV. FIGUEROA ALCORTA, BS. AS.

28 Nuevo Diccionario de Arquitectura


jae jan
vención, a través de la creación del grupo “Or- virtieron en manifestaciones emblemáticas de
ganización de Arquitectura Moderna”, junto a la Arquitectura Moderna argentina.
Gerardo Clusellas (v.) y Horacio Baliero (v.). Den- De las propuestas de carácter permanente,
tro de este campo, produjo la silla W, creada en solo desaparecería el Teatro Auditorio al aire li-
1946 y mostrada dos años más tarde en la ex- bre, cuyo proyecto había contado con la parti-
posición Nuevas Realidades” que organizó la cipación de Eduardo Vidal, Fernando Saladri-
galería Van Riel de Buenos Aires, de la que par- gas y Miguel Carreras. Por su escala se trataba
ticiparon, entre otros, Maldonado, Hlito, Cata- de la obra más importante de la Exposición: con-
lano (v.) y Rogers (v.). Allí, por primera vez en formada por un cuadrado mayor, de 80 m de
nuestro país, quedó planteada la unificación de lado —destinado a 3.900 espectadores—, y otro
las artes visuales y la fusión entre diseño y ar- menor, de 40 m de lado —destinado al esce-
quitectura bajo las consignas de Arte Abstrac- nario—, que se interceptaban en un vértice. Su
to - Concreto - No Figurativo. materialización requirió de un importante mo-
Las formas claras y directas que se des- u PABELLÓN PRINCIPAL DE LA EXPOSICIÓN DEL SESQUICEN- vimiento de tierra para generar el declive de
prenden de la Teoría del Buen Diseño im- TENARIO DE MAYO, ACTUAL ANEXO DEL MNBA, BS. AS. la platea, por sobre el que una tenue estructu-
pregnaron su producción arquitectónica, liga- ra de madera resolvía las escalinatas, mientras
da a una miesiana búsqueda de abstracción y a la organización de la Exposición del Sesqui- paraboloides hiperbólicos cubrían el escenario.
la aplicación de adelantos tecnológicos, para re- centenario de Mayo, en terrenos ubicados en Las obras que perduraron fueron el puen-
solver —a través del montaje en seco de piezas lo que se convertiría en el Centro Municipal te peatonal y el pabellón principal de la Ex-
estandarizadas— problemas formales sinteti- de Exposiciones y en los jardines del Museo posición, el cual, conectado al inmediatamente
zados en el uso de mínimos recursos. Esta ope- Nacional de Bellas Artes. A su cargo quedó la cercano Museo Nacional de Bellas Artes, se
ración de innovación tecnológica y elementa- dirección de la oficina de estudios y proyec- constituyó en un anexo permanente a pesar
rismo formal se traduciría en las respuestas tos creada para ese evento, de la que surgió el de haber sido concebido por sus autores “co-
dadas a necesidades de rápido montaje y crea- símbolo de la Exposición, el pabellón de ad- mo si fuera un simple pabellón desmontable”.
ción de sistemas de unión en seco que trajeron ministración, el teatro auditorio, el pabellón En el primer caso, se trataba de una obra re-
aparejadas las exposiciones temporarias. principal de la Exposición, destinado la Comi- alizada por Jannello con Silvio Grichener y el
En 1954, junto a Clusellas, realizó para la sión Nacional de Cultura, y también el puen- asesoramiento del ingeniero Atilio Gallo, don-
Feria Internacional de Mendoza los pabello- te peatonal por sobre la Av. Figueroa Alcorta. de la respuesta funcional de unir los espacios
nes de Mendoza, de la Industria Vitivinícola y Los características programáticas que fa- públicos que separaba la Avenida Figueroa
del Brasil, con respuestas basadas en ejercicios vorecían experimentaciones en torno de bús- Alcorta se valió del uso del hormigón para
proyectuales signados por la levedad de volú- quedas de síntesis constructiva y de disolución exaltar la levedad de una membrana delgada
menes puros posados sobre la tierra con del- de límites espaciales introducían también la suavemente ondulada por sobre la forma es-
gadas columnas perimetrales que exaltaban su temporalidad efímera como un condicionan- tructural del arco que la sostiene, diluido vi-
permeabilidad visual o peatonal cuando se de- te básico. Sin embargo, tres de las propues- sualmente en la orgánica continuidad gene-
sarrollaban en altura. tas de Jannello y el equipo de arquitectos a su rada. El pabellón que Jannello realizó junto
En 1960, Jannello tuvo un papel central en cargo permanecieron construidas, y se con- a profesionales pertenecientes a la Dirección

u LA LEVEDAD DE LA MEMBRANA DELGADA DEL PUENTE PEATONAL, DE C. JANNELLO Y S. GRICHENER, PERMITE DILUIR VISUALMENTE LA ESTRUCTURA EN LA CONTINUIDAD ORGÁNICA DEL PARQUE.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 29


Nacional de Arquitectura y a la Subcomisión JOSELEVICH, ALFREDO. Buenos Aires, 1907
de Exposiciones y Ferias, como Rubén Fraile - Íd., 1974. Arquitecto. Perteneció a esa ge-
y Jorge Gómez Alais, era un prisma alargado neración de arquitectos cuya formación en la Edificio COMEGA
de dos niveles, solamente interrumpido por Escuela de Arquitectura de los años veinte le
la circulación vertical, que distinguía a un sec- permitió asumir compromisos de diseño de
tor muy permeable en la planta baja de un vo- las más diversas tendencias: académicas, pin-
lumen opaco destinado al auditorio. Las téc- toresquistas o dentro de las líneas del recién
nicas utilizadas reforzaban esa síntesis formal, arribado Movimiento Moderno (v. Moderna, Ar-
donde una estructura de perfiles U pareados, quitectura). Incursionó también en el campo de
para sostener un entrepiso de tirantería y una la pintura y de la música.
cubierta colgada de vigas reticuladas a la vis-
ta que atraviesan con una rítmica separación Entre sus obras más importantes pueden
el prisma alargado, canaliza a su vez los des- mencionarse en primer lugar el edificio Co-
agües pluviales; y las diferencias entre trans- mega (1932-1933), cuya autoría comparte con
parencia y opacidad las asumían cerramien- el arquitecto Enrique Douillet y que integra
tos de piezas prefabricadas de vidrio y un el grupo de “rascacielos” que enriquecieron el
sistema de protección solar de esterillas me- perfil urbano de la ciudad de Buenos Aires en
tálicas, o bien de placas hormigón. Similares los años treinta. La adopción del lenguaje ra-
perfiles y vigas reticuladas —aunque ahora vi- cionalista, la utilización de la planta libre, de
sibles en el interior— también resolvían el de- la estructura de hormigón armado y el uso de
molido pabellón de administración de Janne- los nuevos materiales y tecnología lo ubican
llo y Gómez Alais, en el que cerramientos de en la avanzada de su época.
acrílico translúcido blanco enfatizaban la le- Otro de sus primeros trabajos fue su casa
vedad de la obra. de veraneo en La Cumbre (Córdoba, 1934). Am-
En la década de 1960, Jannello pasó a des- bas obras ya muestran un manejo eficiente de
empeñarse en el plano docente en la Facul- escalas arquitectónicas diversas.
tad de Arquitectura de Buenos Aires, y desde Con posterioridad, Joselevich desarrolló
su cátedra de Visión abrió un nuevo enfoque gran parte de la actividad profesional junto al
transdiciplinario que articuló Semiología y Ar- arquitecto Alberto Ricur (v.).
quitectura, y que contó con la participación del Entre sus obras se destacan: la casa en la
polifacético Oscar Masotta. Los primeros re- calle La Pampa 3250 (1937), Buenos Aires; su
sultados de esta experiencia quedaron sinte- propia residencia en Entre Ríos 151, Bella Vis-
tizados en el trabajo “Proposición de objetivos ta; la vivienda con consultorio de Haedo 1270,
y metodología”, presentado en 1965 ante el Vicente López (las dos últimas en la Prov. de
VIII Congreso de la UIA, en París, que preci- Buenos Aires); los edificios de renta o pro-
samente realizaron Jannello y Masotta. Pro- piedad horizontal de Zavalía 2020 (1943), 11
fundizando este novedoso enfoque, Jannello de Setiembre 1836 1943), R. Scalabrini Ortiz
creó en 1968 el Instituto de Arquitectura y al (ex Canning) 3334 (1938), Güemes 4841, Ave-
año siguiente, secundado por Mario Gandel- nida del Libertador 2166, el edificio Panedi-
sonas y Diana Agrest (v.), la cátedra de Semio- le (Avenida del Libertador 3754, junto con los
logía Arquitectónica, que en 1970 contó con la estudios Aslan y Ezcurra (v.) y Mario Roberto
visita de Umberto Eco. G. V. Álvarez y Asociados (v.), la Torre Dorrego (Ave-
nida Dorrego y Ancón), junto con el arquitecto
Luis Caffarini, todos estos en Buenos Aires.
JOOSTENS, ENRIQUE. Amberes (Bélgica), 1841 Fue, además, el primer estudio que incur-
- Buenos Aires, 1893. Arquitecto. Activo en Bue- sionó en aplicaciones de sistemas industriali-
nos Aires en las últimas décadas del siglo XIX. zados pesados al utilizar el sistema Coignet
en las viviendas para la Cooperativa Obrera de
Se graduó en la Academia de Bellas Artes Villa Lugano, en el Partido de La Matanza, ve-
de Bruselas en 1861. Llegó a la Argentina en cino a la Capital Federal. Entre otros temas,
1866. Construyó la cervecería Bieckert, la Igle- cabe destacar el edificio para oficinas en la
sia del Sagrado Corazón en Buenos Aires y la Avenida Roque Sáenz Peña 852, Buenos Ai-
de San Antonio de Areco, así como numero- res (1944); la casa Beige en Avenida Mitre 901,
sas residencias particulares. Avellaneda (1948); diversos establecimientos u EL EDIFICIO COMEGA, DE A. JOSELEVICH Y E. DOUI-

educacionales para la congregación de los Her- LLET, FUE UNO DE LOS PRIMEROS “RASCACIELOS” DE
Bibliografía: AA.VV. Sociedad Central de Arquitectos, manos Maristas, así como el Colegio Bayard BS. AS. EN DONDE SE USÓ EL LENGUAJE RACIONALISTA .
100 años de compromiso con el país. Bs. As., SCA, 1993. (1960) y el de la Sociedad Chalom (1963), to-

30 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


jan jua
dos ellos en Buenos Aires, y las fábricas Lo-
nalino en San Martín (1944); EMA S.A., en
Munro (1949); Textil San Andrés, en San An-
drés (1949-1968).
Actuó permanentemente en la SCA (v. So-
ciedad Central de Arquitectos). No efectuó búsque-
das manifiestas de especulaciones y propues-
tas teóricas. Fue antes que nada un pragmático
y un constructor. Para él la arquitectura era
el resultado del empleo lógico de los materia-
les y las técnicas (experimentó con las posibi-
lidades expresivas del ladrillo y de materiales
como el mármol y el granito), de la creación de
espacios con la proporción y adecuación acor-
des con los usos respectivos. J. C.

JUÁREZ CÁCERES, NICOLÁS. Santiago del Es-


tero, 1906 - Córdoba, 1964. Arquitecto. Su
obra se caracteriza por haber sido en general
desarrollada desde la estructura administra-
tiva del Estado y dentro de los cánones esti-
lísticos del Racionalismo.

Egresado de la Escuela de Arquitectura de


la Universidad Nacional de Córdoba en 1936,
trabajó al comienzo junto al arquitecto Lo Cel- u LA ESCUELA SARMIENTO, EN CÓRDOBA, DE N. JUÁREZ CÁCERES: UN TIPO REPETIBLE PARA LOCALIZACIONES EN ESQUINA.

so, aunque su producción más importante se


ubica a fines de la década del treinta en el ám- utilice, para la localización en esquina, en ca- materia asistencial y turismo: la Colonia de
bito de la función pública. si todas las escuelas del período, en la capital Vacaciones de Villa General Mitre, el Refor-
Es importante destacar que, si bien las pri- y en el interior de la Provincia de Córdoba. matorio de Menores, el Hogar de Menores
meras manifestaciones del Racionalismo apa- Por la realización temporal y por la unidad Madres —actual Hospital Rawson. Su espe-
recen en Córdoba a través de la obra de los ar- formal, generalmente se interpretan como cialización en el tema salud culmina en 1960
quitectos Roca (v.) y Vilar (v.), en la arquitectura obras de un mismo autor; en realidad son el con el proyecto del nuevo Hospital San Ro-
oficial el lenguaje racionalista estuvo ausente resultado de la labor de la Dirección General que. De este último sólo se ejecuta una parte:
hasta 1936. En ese año, y durante todo el pe- de Arquitectura, y lo cierto es que, ante la so- en 1961 se inauguró el pabellón de radiote-
ríodo que abarca la administración del gober- licitud de Sabattini de erigir cuatro escuelas rapia, también con su propio proyecto de ins-
nador Sabattini (1936-1940), aumenta la acti- monumentales “que sean el orgullo de Cór- talaciones especiales.
vidad de la Dirección General de Arquitectura doba”, NJC selecciona los barrios San Martín En todos los ejemplos mencionados hay
en las áreas de Educación, Turismo y Sanidad. y Alta Córdoba y proyecta las Escuelas Yrigo- una constante de volúmenes articulados, inte-
Esta particular coyuntura y la importancia que yen y Sarmiento. Es esta última —inaugurada rrumpidos por largas aberturas en las circula-
NJC le asigna a la obra pública, en tanto per- en 1940— el mejor ejemplo de evasión al ti- ciones verticales, uso del aventanamiento co-
mite “por su complejidad la integración de po: desde su modo de implantación en el sitio rrido o utilización de elementos de ingeniería
múltiples conocimientos”, explican su activa hasta su concepción formal-espacial. Los dos naval, y siempre una preocupación manifies-
participación desde el proyecto hasta el detalle cuerpos que la conforman se articulan en el ta en el proyecto sobre el detalle del diseño,
de diseño, el cálculo estructural y el funciona- volumen escaleras, e introduce también la ram- el equipamiento y las instalaciones.
miento de las instalaciones especiales. pa como sistema de avanzada para un edificio Al analizar la obra de NJC se desprende un
Su producción arquitectónica puede divi- escolar de la época. concepto de Racionalismo ligado al carácter prác-
dirse en dos etapas, caracterizada la primera Respecto del segundo ciclo, en el año 1942 tico y funcional de la arquitectura, con preemi-
por la arquitectura escolar —de 1936 a 1941— comienza su especialización en el tema hos- nencia del aspecto constructivo. Esto queda cla-
, y la segunda por arquitectura hospitalaria pitalario, que años más tarde lo llevará a ha- ro en sus palabras, referidas al problema de la
—de 1942 a 1962. Del primer ciclo forman par- cerse cargo del Departamento de Ingeniería vivienda: “la solución de una habitación cómo-
te las escuelas Presidente Rivadavia y Mariano Sanitaria del Ministerio de Salud Pública de da, higiénica y barata, que tenga alcance a todas
Moreno —1937—, Presidente Yrigoyen — la Provincia de Córdoba. En 1943 se licita se- las ventajas de la vida civilizada en nuestra ciu-
1938—, Roque Sáenz Peña y Sarmiento, pro- gún su proyecto la construcción de un centro dad, es un problema complejo pero no insolu-
yectadas en 1939. Con ellas se procura esta- de alta complejidad, el Hospital Córdoba de ble; el secreto de la ciencia reside únicamente
blecer un tipo repetible que será el que se la ciudad capital. Median varios proyectos en en la buena voluntad de los poderes”. C. B.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 31


JUJUY, SAN SALVADOR DE. Ciudad del nor- reconstruida hacia 1659, en 1691 estaba nue-
oeste de la Argentina, capital de la Provincia vamente en ruinas. Por su parte, los francis-
de Jujuy, que limita al norte con Bolivia, al es- canos, instalados definitivamente en 1611, ini-
te y al sur con la Provincia de Salta y al oeste ciaron también la construcción de su iglesia
con Chile y Bolivia. Situada a 1.259 m sobre y casa, al igual que los mercedarios. En 1630
el nivel del mar, entre los ríos Grande y Xibi-Xi- se fundó la Ermita de San Roque, núcleo del
bi, posee una población de 277.985 habitab- primer hospital. Se destacaban entonces esca-
tes (censo 2001). La distancia que la separa sas viviendas; el cabildo funcionaba en una pre-
de la ciudad de Buenos Aires es de 1.654 km. caria edificación. El paisaje urbano resultante
en el siglo XVII fue en extremo modesto.
Luego de dos intentos (1561, ciudad de Nie- Durante el siglo XVIII, signado por las re-
va, y 1575, San Francisco de Álava), Francisco formas introducidas con la llegada de los Bor-
de Algañarás y Murguía funda definitivamen- bones al trono de España, la ciudad de Jujuy re-
te San Salvador de Velasco del Valle de Jujuy el cibió una corriente inmigratoria española que
19 de abril de 1593 con el fin de consolidar la afectó a la población, la que alcanzaba los 2.013
dominación de los naturales de la región y fa- habitantes hacia 1779. Sin embargo, la inver-
cilitar las comunicaciones entre la Gobernación sión del sentido de la circulación económica co-
del Tucumán, a la que pertenecía la Audiencia mo consecuencia de la creación del Virreinato
de Charcas, y el Perú. La ciudad fue situada en- del Río de La Plata (1776) la perjudicó notoria-
tre sus anteriores emplazamientos y trazada se- mente. En 1765 el edificio de la iglesia matriz
gún las instrucciones del gobernador de Tucu- fue nuevamente habilitado. Diez años más tar-
mán Juan Ramírez de Velazco. Es probable, a de se construyó la Capilla de Santa Bárbara a u CATEDRAL DE SAN SALVADOR DE JUJUY.

partir del estudio de planos posteriores, que cinco cuadras hacia el oeste de la plaza mayor,
la traza fundacional haya sido una cuadrícula hecho que marca la dirección del crecimiento terminó una población de 3.072 habitantes pa-
de la ciudad. En el año 1784, con el nuevo ré- ra la ciudad, las viviendas eran de un solo pi-
gimen de intendencias, San Salvador de Jujuy so y en su mayoría de adobe y paja, solo al-
pasó a integrar la de Salta junto con Tarija, Tu- gunas tenían techo de tejas. Las veredas eran
cumán, Santiago del Estero y Catamarca . de laja o ladrillo y las calles estaban empe-
La ciudad tuvo un destacado protagonismo dradas. La imagen del conjunto era sencilla,
en las guerras de la Independencia. Basta re- discontinua y achatada.
cordar el heroico Éxodo Jujeño (1812), cuando El primer plano que existe de la ciudad da-
el pueblo decide abandonar la ciudad y unirse ta de 1808 y fue publicado en el Archivo Ca-
al ejército del General Belgrano. En 1834, lue- pitular de Jujuy (1913). Es en realidad una tra-
go de un triunfo de las fuerzas jujeñas sobre za dibujada con el nombre de un solo vecino
la salteñas en Castañares, la ciudad se convir- por manzana, la ubicación de algunos nego-
tió en la capital de la flamante provincia. Al se- cios y los edificios públicos existentes. El si-
u CASA DE GOBIERNO, FRENTE A LA PLAZA BELGRANO, parárse definitivamente de la de Salta, se pro- guiente Plano de Jujuy fue dibujado por G. de
EN SAN SALVADOR DE JUJUY. clamó la Provincia de Jujuy. Otro suceso Luigi en 1875 y publicado en la Ilustración His-
histórico relevante tuvo lugar en el año 1841: tórica Argentina (1909); en él figuran los prin-
rectangular apaisada de 10 x 4 manzanas cua- el General Lavalle fue asesinado por un grupo cipales edificios construidos. Al hallarse la pla-
dradas, con la plaza mayor desplazada hacia de soldados rosistas en la casa donde hoy fun- za descentrada de la cuadrícula, las principales
el este. Las medidas adoptadas para estas fue- ciona el museo que lleva su nombre. Supera- actividades se volcaron hacia el centro de la tra-
ron 144 pies (aproximadamente 122 m) de la- do el período de guerras, la ciudad se reorga- ma urbana. En el plano impreso en 1917 por
do, y 35 pies (9,7 m) de ancho para las calles. nizó: se abrieron las primeras escuelas públicas, el Ejército Argentino figura cómo hacia 1914
Los comienzos fueron difíciles para la pe- se rehabilitó el hospital (1850), se instaló la pri- las manzanas se van cerrando perimetralmente
queña ciudad colonial rodeada de cerros. A pe- mera imprenta y se publicó el primer periódi- con la edificación, si bien existen aún grandes
sar de las disposiciones establecidas por el fun- co: El Orden (1856). espacios abiertos y vacíos que desestructuran
dador de “cercar sus solares y poblar sus Para entonces, la Casa de Gobierno fun- el tejido urbano.
estancias y chacras, viniendo o enviando per- cionaba en un edificio estructurado a partir de Según los censos nacionales, en 1895 la po-
sona que por él asista”, los pobladores dismi- dos patios (1866), en el solar que luego per- blación urbana era de 4.159 habitantes y hacia
nuían año tras año. Las razones de este proce- tenecería al Banco de la Nación, y el Cabildo 1914 había aumentado a 7.665. La floreciente
so de despoblamiento se debían en parte a era reinstalado en una única planta (1867), ya situación económica nacional se refleja en to-
conflictos políticos, pero fundamentalmente a que el primer piso y la torre central habían si- das las ciudades del país con adelantos tecno-
la constante hostilidad indígena. do seriamente dañados con el temblor de 1863. lógicos que contribuyen al progreso. El ferro-
En 1598 se había comenzado la construc- Por otra parte, se construyó el viejo mercado carril llega a San Salvador de Jujuy en 1903;
ción de la iglesia matriz en un solar frente a la (1863) y junto a este el Teatro Argentino (1867). esto favoreció en gran medida la industriali-
plaza. Esta se derrumbó en 1631, y aunque fue Sin embargo, según el censo de 1869, que de- zación de la explotación azucarera con la in-

32 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


juj juj
troducción de nuevas maquinarias. Por otra tura y a Tribunales, el frente lateral del Hos-
parte, a partir de la construcción del ferroca- pital San Roque y su capilla, el jardín poste-
rril a Bolivia, se restableció el intercambio co- rior y el lado este de la Casa de Gobierno.
mercial con dicho país luego de casi dos déca- Luego se abre la Plaza Belgrano, a través de la
das de decadencia. cual es posible ver la silueta de la Catedral y
En 1894 se construyó el puente Pérez, de el Cabildo en escorzo. Por último, la cuadra
estructura metálica, sobre el Río Grande, y en del Colegio Nacional y, rematando el recorri-
1901 el nuevo mercado. En 1902 comenzaron do, al final de la calle, la Estación del Ferroca-
las obras para proveer de agua corriente a la po- rril sobre la Avenida Fascio.
blación; hacia 1909 todas las calles de la ciudad Aún hoy es posible circular por San Salva-
contaban con luz eléctrica. En este período se dor de Jujuy y olvidar su carácter de ciudad ca-
destacan tres obras de arquitectura que refle- pital. En ella se conserva el apacible ritmo de
jan un momento de esplendor: el Teatro Mitre la vida en la provincia. A pesar de la irrupción
(1901), el edificio de la Escuela Normal (1914) de edificios en altura, predomina un paisaje
y la Casa de Gobierno en su nueva ubicación: urbano aprehensible y homogéneo. Por otra
la manzana sur, frente a la plaza (1920), que en parte, antiguas costumbres indígenas se en-
un principio se llamó solo Plaza Mayor (a pe- tremezclan con los más recientes ritos cristia-
sar de ser la única), en 1857 Plaza Urquiza y, fi- nos en festividades tales como Navidad, Car-
nalmente, en 1910 Plaza Belgrano. naval y Semana Santa. La cultura del Altiplano
En la década del veinte, la ciudad recibió un andino ejerce su influencia desde el norte, des-
poderoso impulso: fue asfaltada; se hicieron dibujándose los límites políticos impuestos por
las cloacas; la defensa del Río Xibi-Xibi (o Río u EDIFICIO DE LOS TRIBUNALES DE JUJUY. la Historia. R. P.
Chico); se trazaron el Parque San Martín, ave-
nidas y paseos; se levantaron edificios públi- una altura de 50 m, por lo que se constituyó en Bibliografía: AA.VV. El Patrimonio arquitectónico de
cos (el Banco de la Nación Argentina, el Co- un significativo mojón urbano. los argentinos. 1 Noroeste Salta / Jujuy. Bs. As.: Ed.
legio Nacional), entre otros adelantos. La ciudad La particular ubicación de la plaza en la SCA e IAIHAU, 1982; E. Bidondo. Historia de Jujuy
se expandió más allá de los límites naturales actualidad no coincide con el centro comer- 1535-1950. Bs. As.: Ed. Plus Ultra (Colección: “His-
impuestos por los ríos. Entre 1915 y 1935 se po- cial de la ciudad. La calle Gorriti es un caso toria de nuestras provincias”.), 1980; J. Carrillo. Des-
blaron las áreas suburbanas: al norte, Villa San especial dentro del espacio urbano jujeño: en cripción brevísima de Jujuy, provincia de la Repú-
Martín y Villa Belgrano; al sur, Villa Cuyaya, su corto recorrido de cuatro cuadras en direc- blica Argentina. San Salvador de Jujuy: Ed. Imprenta
Villa Castañeda y Villa Gorriti al oeste de la Ru- ción norte-sur reúne un grupo de significati- de la Universidad, 1988; A. Nicolini y M. Silva. San
ta 9. Posteriormente, la ciudad siguió exten- vos edificios. Desde la Avenida 19 de Abril al Salvador de Jujuy 1561-1961. Desarrollo Urbano y Ar-
diéndose hacia el noroeste, pues se pobló el es- sur, sobre el río Xibi-Xibi, se recorren hacia el quitectónico. San Miguel de Tucumán: Ed. Facultad
pacio entre el Río Grande y el Parque San norte en forma sucesiva el acceso a la Legisla- de Arquitectura y Urbanismo. UNT, 1973.
Martín; hacia el oeste se ocupó el Alto Quin-
tana con el Barrio Militar, la Villa 23 de Agos-
to y Ciudad de Nieva. Finalmente, en 1969,
surgiría un grupo de barrios hacia el este de la
Ruta 9: Almirante Brown, San Pedrito, Sar-
miento y 12 de Octubre.
El arquitecto Jorge Vivanco (v.) realizó en
1955, a pedido del gobierno, un Plan Regulador
para las ciudades de Jujuy y Palpalá, dando pau-
tas para su ordenamiento, inspirado en los pre-
ceptos funcionalistas del Movimiento Moder-
no. Sin embargo, nunca fue puesto en práctica,
por lo que el crecimiento de la ciudad fue des-
ordenado. A partir de 1960 comienza el creci-
miento vertical con la construcción de edificios
tales como el Hospital Pablo Soria, los bloques
de departamentos en el Parque San Martín y
los hoteles Internacional y Augustus, frente a
la antigua plaza, que quebraron la homogenei-
dad del paisaje característico. También se cons-
truyeron en este período el estadio de la Fede-
ración Jujeña de Básquet y los edificios de la
Legislatura y Tribunales. Este último alcanza u EL CASCO HISTÓRICO DE LA CIUDAD SE ENCUENTRA UBICADO ENTRE LOS RÍOS GRANDE Y XIBI-XIBI.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 33


Antigua Confitería Munich, Costanera Sur, Buenos Aires.
k
k

KALNAY, ANDRÉS. Budapest (Hungría), 1893 - ro en el del Edificio Comega. Sus obras más ta del CACYA, El Arquitecto Constructor, La Téc-
Buenos Aires, 1982. Arquitecto. Hermano de conocidas son la Cervecería Munich y el Cha- nica Universal y la Revue Internationale d’Archi-
Jorge Kalnay (v.). Su obra más significativa se let de la Cruz Roja (1927), ubicados sobre el tecture, de la que fue cofundador y correspon-
inscribe dentro de las búsquedas característi- Bulevar de los Italianos, en la Costanera Sur. sal en la República Argentina.
cas de los años veinte, de una alternativa su- Pero AK fue autor de una gran cantidad de edi- De la obra de AK resulta destacable la pro-
peradora de la arquitectura académica. Su ficios (más de 100 obras y centenares de pro- ducción de la década que va de mediados de
obra más reputada, la cervecería Munich de yectos realizados en su mayor parte para Bue- los años veinte a mediados de los treinta apro-
la Costanera Sur, puede tomarse como un nos Aires), entre los que se destacan: otros ximadamente. Las primeras obras realizadas
buen registro de las influencias diversas que Munich, como los de Plaza Constitución, On- con su hermano Jorge fueron casas proyecta-
intentó sintetizar, que abarcan desde el Art Dé- ce y el de la calle Paraná (entre Sarmiento y das a la manera académica, mientras que las
co hasta el purismo checo. Corrientes); la sede del Deutsche La Plata Zei- últimas son declinaciones de la “manera mo-
tung (Corrientes 672, en 1930); los clubes So- derna”, sin valores relevantes.
Obtuvo su título de arquitecto en 1911 en cial y de Regatas de Chascomús (1929), el Gran El período señalado fue además el de su
la Escuela Real Superior de Arquitectura y Hotel España (Tacuarí 76, en 1930); los ci- mayor actividad y coherencia. En estos años la
Construcciones de Budapest. Sirvió en el ejér- nes teatro Suipacha (Suipacha 442, en 1928) producción de AK parece haber sido especial-
cito de su país en la Primera Guerra Mundial y Victoria (Av. de Mayo al 800); los edificios mente impactada por las teorías del artista co-
y llegó a especializarse en fortificaciones. Fi- Michelín (Paseo Colón 1318, en 1939), Palacio mo vocero del espíritu del tiempo, comunes
nalizadas las acciones regresó a Budapest, don- Océano (Sarmiento 329, en 1929) e Industrial; en toda Europa a principios del siglo XX, pero
de participó activamente en los procesos de re- Ministerio de Agricultura (H. Yrigoyen 4176); especialmente difundidas por la llamada Es-
novación política; fue designado secretario de los departamentos en Lezica y Medrano (1929), cuela de Viena. AK pensaba que la creación ar-
la Sociedad de Arquitectos de la ciudad. En Aráoz 2534 (1930), Entre Ríos 539 (1934), Al- quitectónica debía responder a las posibilida-
1920 decidió emigrar y se dirigió a Italia, des- sina 1969 (1937); y numerosas viviendas in- des técnicas, pero también que debía evitarse
de donde se embarcó a la Argentina junto con dividuales. la repetición, ya que la obligación del artista es
su hermano Jorge. Ambos llegaron a Buenos AK desarrolló una intensa actividad políti- buscar la originalidad en cada caso.
Aires en 1921 y trabajaron durante tres años ca. Participó del Centro de Arquitectos, Cons- Sus formas tienen puntos de contacto con
en los estudios de Laas y Heine, Peralta - Mar- tructores de Obras y Anexos (CACYA), del que las del Art Déco (v.) que fueron consagradas en
tínez - Denis, Aranda - Repetto y Julio Dor- fue miembro de su Comisión Directiva en va- la Exposición de Artes Decorativas de París en
ma (v.). En 1923 constituyeron su oficina, en la rias oportunidades; en 1928 fundó el Centro de 1925. Sin embargo, en su intento por des-
que proyectaron los edificios del diario Crítica Arquitectos e Ingenieros Húngaros en la Ar- prenderse del sistema decorativo clásico y cre-
y del Cine Florida, y varias casas unifamilia- gentina. Muestra de sus intereses políticos ge- ar un nuevo sistema basado en geometrías pu-
res. A partir de 1926 AK comenzó a trabajar nerales es su participación como candidato a ras, también puede notarse en ellas la influencia
en forma independiente. Participó en nume- Concejal por el Partido Obrero Independiente del llamado cubismo checo (Josef Plotchnik,
rosos concursos; obtuvo el primer lugar en los en las elecciones de 1928. Escribió y publicó en Jan Kotera, Pavel Janak, Raymond Duchamp,
realizados para el Casino de Mar del Plata y la parte sus ideas en diarios, revistas de difusión Villon, Josef Gotchkar), representante de las
Bolsa de Cereales de Buenos Aires, y el terce- y publicaciones especializadas, como la Revis- renovaciones del lenguaje arquitectónico que

36 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


kal kal
tuvieron lugar en los países centroeuropeos en
las primeras décadas del siglo.
Las principales características de la Cerve-
cería Munich identifican a las arquitecturas
producidas por AK en el período que hemos
señalado, y son: el empleo de ejes de compo-
sición; la consideración de la obra como Ge-
samtskunstwerk (obra de arte total) en la que se
combinan la arquitectura, la escultura y la pin-
tura; la invención de elementos de arquitectu-
ra, como las columnas del orden gigante, com-
puestas por tres pilares delgados; el encastre
de formas huecas en formas sólidas, como ocu-
rre con la escalera central o los “gazebos” en
la terraza superior, un tema que AK emplea
con frecuencia; el uso de bay windows o bal-
cones semicilíndricos; el empleo de técnicas
avanzadas en la construcción. Con sus carac-
terísticas festivas, sus terrazas, vitrales y ba-
jorrelieves, la obra tuvo un notable éxito po-
pular en la medida en que AK tuvo un singular
acierto en el carácter del tema. Sin embargo,
AK confundió lo que constituía una solución
individual con una norma universal. Con los
hallazgos formales de los edificios de la costa-
nera transformados en elementos fijos de su
léxico intentó resolver otros temas, los que no
podían dejar de leerse como ulteriores cerve-
cerías. De este modo su experimento alcanzó
rápidamente sus límites.
A mediados de los treinta AK abandonó las
extravagancias del período anterior y nunca
más logró organizar un nuevo sistema “mo-
derno” y a la vez “original” como el que logró
crear en 1927. J. F. L. u LA CONFITERIA MUNICH, EN LA COSTANERA SUR DE BS. AS. (1927), ES LA OBRA MÁS CONOCIDA DE ANDRÉS KALNAY.

u LA ARQUITECTURA DE A.
KALNAY, JORGE. Budapest (Hungría), 1884 -
KALNAY TIENE PUNTOS DE
Buenos Aires, 1957. Arquitecto, urbanista.
CONTACTO CON EL ART DÉ-
Una de las figuras más importantes de los mo-
CO Y OTROS MOVIMIENTOS
mentos iniciales del desarrollo de la Arquitec-
DE VANGUARDIA; EN LA
tura Moderna en la Argentina. Su producción
CONFITERÍA MUNICH DESA-
intentó amalgamar el diseño arquitectónico
RROLLA LA IDEA DE UNA
con teorías generales acerca del desarrollo fu-
turo y gradual de la ciudad. “OBRA DE ARTE TOTAL”, EN
LA CUAL SE COMBINAN LA

Egresó de la Escuela Real Superior estatal ARQUITECTURA, LA ESCUL-

húngara, con el título de arquitecto en el año TURA Y LA PINTURA.


1912. Trabajó desde entonces con su hermano
Andrés (v.), con quien decidió, por razones po-
u CON SUS CARACTERÍSTI-
líticas y después de haber participado en la Pri-
mera Guerra Mundial, emigrar a la Argentina. CAS FESTIVAS, SUS HA-

Llegados a Buenos Aires en 1921, instalaron LLAZGOS FORMALES Y EL

su estudio, que funcionó hasta 1926, año en USO ADECUADO DE TERRA-

que se separaron. Producto de este período son ZAS, VITRALES Y BAJORRE-

numerosas obras, sobre todo residencias par- LIEVES, LA OBRA TUVO UN


ticulares en Buenos Aires, como la de la calle GRAN ÉXITO POPULAR.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 37


Paraguay 5070, Charcas y Serrano, y Charcas Las ideas urbanas de Kalnay están relacio-
y Gallo, o el edificio del diario Crítica en Ave- nadas con la visita al país de W. Hegemann (v.).
Casa de renta en Juncal y Esmeralda nida de Mayo 1333 (1925-1926). Liernur ha analizado cómo las tipologías ur-
Trabajó luego en forma independiente, cons- banas que Kalnay presenta en sus trabajos pos-
truyendo obras de importancia, tales como el teriores están anticipadas en los que preparó
cine Brodway, en Corrientes 1115 (1931), el mer- junto a Hegemann, para las conferencias y ex-
cado de Larrea y Lavalle (1929) y el estadio Lu- posiciones que este último desarrolló durante
na Park. La producción de esta primera etapa su estadía en el país.
presenta un lenguaje personal con reminis- A diferencia de otros exponentes de la Ar-
cencias del Art Déco (v.) y cierto decorativismo quitectura Moderna en la Argentina, que en-
propio de la arquitectura de Europa Central. sayan alternativas radicales o de difícil solución
Cuando a principios de la década del trein- dentro de la legislación vigente, los trabajos de
ta surgió la Arquitectura Moderna en la Ar- Kalnay, que pueden seguirse hasta su propuesta
gentina, Kalnay se constituyó, junto con Pre- para la Plaza de Mayo realizada para los Ami-
bisch (v.), Vautier (v.), Vilar (v.), Acosta (v.) y otros, gos de la Ciudad, parten de una racionalización
en uno de los pilares del nuevo movimiento. de la ciudad tradicional. Su prédica intenta cons-
Es realmente significativa su labor en el cam- truir un compromiso entre tradición y reno-
po del urbanismo, que él consideró directamente vación, se plantea como un llamado a las fuer-
ligado a la arquitectura. Esta tarea abarcó im- zas del mercado inmobiliario, los organismos
portantes estudios y propuestas para Buenos públicos y la propia disciplina arquitectónica
Aires, entre ellos un proyecto para la remode- para avanzar en la transformación gradual de
lación del sector de Plaza de Mayo (1934). la ciudad, sin apelar a una radical modificación
Entre sus principales obras en Buenos Ai- de la estructura urbana existente.
res, las que denotan una preocupación urba-
nística son: el edificio de Arroyo, Juncal y Es-
meralda (1934), la Maison Garay, en Av. Juan
u J. KALNAY EXPERIMENTÓ DISTINTAS TIPOLOGÍAS UR- de Garay y Defensa, (1936), la Perú House (de-
BANAS CON LA VOLUNTAD DE RACIONALIZAR LA CIUDAD molida), y otras tales como el edificio Barran-
EXISTENTE. ESTA OBRA EN BS. AS. PODRÍA SER EL cas, Juramento y Tres de Febrero, (1933), y el
FRAGMENTO DE ESQUINA DE UNA MANZANA CON PATIO. de Avenida Santa Fe y Rodríguez Peña.
También cabe mencionar la residencia Mén-
dez Gonçalvez, en Avenida Figueroa Alcorta y
Ocampo (1932), y el Mercado Frigorífico Mu-
nicipal Armonía, en la ciudad de Santiago del
Estero (1934).
La particularidad de Kalnay frente a otros
cultores de la Arquitectura Moderna en la Ar-
gentina reside en su capacidad para ensayar en
algunas de sus obras teorías urbanísticas. Lier-
nur ha demostrado cómo el arquitecto experi-
menta en su producción diferentes tipologías
urbanas que parten de una voluntad de racio-
nalizar la estructura de la ciudad existente. Así
puede entenderse a Esmeralda y Juncal como
una experimentación del tipo “patio”, a Perú
House como la experimentación del tipo “tira”
y a la Maison Garay como un desarrollo del ti-
po “torre”. Según el análisis de Liernur, Esme-
ralda y Juncal sería un fragmento esquinero de
un bloque de manzana con patio central; Pe-
rú House, una adaptación al sistema cuadricu-
lar del edificio en tira, que podía formar parte
también del bloque de manzana o de un siste-
ma de tiras paralelas, y la Maison Garay un ejem-
plo de edificio singular que podía ser conside-
rado como el elemento particular dentro de un
organismo de grandes bloques de manzanas. u LA MAISON GARAY, EN BUENOS AIRES, DE JORGE KALNAY.

38 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


kal kar
Bibliografía: S. Borghini, J. Solsona y otros. 1930-1950. El modo de trabajo de Karman no difería veinte); en consecuencia, la casi nula tensión
Arquitectura Moderna en Buenos Aires. Bs. As.: FAU- en principio del que se desarrollaba en la Es- cultural con que apareció el “Moderno” en tra-
UBA, 1987; J. Liernur. “Juncal y Esmeralda, Perú cuela hasta entonces, tomado del de la École. bajos profesionales de muchos de los egresa-
House, Maison Garay: Fragmentos de un debate ti- Se realizaban dos o tres ejercicios por curso y dos del taller de Karman. Esto puede obser-
pológico y urbanístico en la obra de Jorge Kalnay”. a menudo aparecían para cada uno programas varse revisando las obras de arquitectos,
En: Anales del IAA. n.° 25. Bs. As.: FAU-UBA, 1987. alternativos. El programa se enunciaba con un proyectadas durante las décadas del treinta al
alto grado de libertad en el manejo de las di- cincuenta, que no provienen de actores vincu-
mensiones. De la misma manera que en la Éco- lados al debate moderno. Se advierte una co-
KARMAN, RENÉ. Evreux (Normandía, Francia), le, nunca aparecieron localizaciones reales ni rrecta calidad media y algunas obras valiosas,
1875 - Buenos Aires, 1951. Arquitecto. For- exigencias de diseño constructivo. El grado de pero en general un manejo rutinario de las he-
mado en la École des Beaux Arts de París, complejidad creciente estaba dado por la mag- rramientas compositivas aprendidas, con es-
consolidó dicho modelo en la Argentina mien- nitud de los programas a partir de un primer casas investigaciones que superen los mode-
tras fue profesor en la Escuela de Arquitectu- ejercicio dedicado al proyecto de lo que el sis- los adoptados.
ra de la UBA, donde dictó entre 1913 y 1946 tema Beaux Arts consagraba como elementos Estas características se asocian al modo de
la mayoría de los cursos de arquitectura. de composición hasta llegar, en el último cur- trabajo desarrollado en la Escuela, basado en
so, al diseño de hospitales, hoteles, etc. la producción de esquicios donde a partir del
Comenzó su formación en Fontainebleau Una enorme cantidad de programas (alre- programa se desarrollaba en pocas horas un
junto a Paul Chedanne, Gran Premio de Roma dedor de 2000), que con el tiempo fue reco- parti volumétrico y en planta, en el que debían
y autor, entre otros trabajos, del hall de las ga- giendo parcialmente el reto de la Modernidad, aparecer los caracteres distributivos y la mar-
lerías Lafayette en París (1906). Luego prosi- y una serie de transformaciones operadas en che del edificio, invariables hasta el final de un
guió sus estudios en la École des Beaux Arts de el lenguaje de plantas y fachadas a lo largo del trabajo que, posteriormente, se iría depurando
París, de donde egresó en 1902. Allí cursó en tiempo, tuvieron como soporte consignas in- y definiendo en cuanto a sus particularidades.
los talleres de Victor Laloux y Louis Pascal. Es- variables derivadas de la École: El ajuste de la enseñanza de Karman res-
tos últimos, junto a Nenot y otros contempo- u El eje didáctico estaba puesto en que el pecto de las reales demandas profesionales del
ráneos, fueron quienes, criticando los excesos alumno adquiriera destreza en la composición. momento fue algo parcial, si se tiene en cuen-
en que había caído la enseñanza en la École por u El profesor no debía imponer tendencias ta, por ejemplo, la casi total ausencia de edifi-
influencia de Charles Garnier, “restituyeron a lingüísticas referidas a épocas y modelos; y me- cios de renta (un encargo profesional muy co-
la tradición clásica francesa su mesurada dig- nos aún pretender la elaboración colectiva de rriente) como programa habitual en el curso.
nidad y su sistema racional” (Middleton). Asi- “un arte nacional”. No obstante, el criterio de elaborar antepro-
mismo Karman debió conocer de cerca a Julien u Sí debía, en cambio, exigir armonía, pro- yectos terminados sobre esquicios de base co-
Guadet, quien dirigía un taller de arquitectu- porción relativa entre los diversos elementos, mo única excusa de trabajo dio por resultado
ra y, a partir de 1894, el curso de teoría. lógica y constructibilidad. la falta de interés por toda experimentación
Una vez diplomado, trabajó durante seis u Frente a lo que Karman llamaba en 1917 que saliese de carriles seguros.
años con su maestro Laloux, autor de la Gare “exhibición de modelos o inventos de arqui- La obra profesional desarrollada por Kar-
d’Orsay, en el proyecto del Crédit Lyonnais de tectura nueva”, innecesarios a su juicio en el man fue escasa, a diferencia de la de otros pro-
París, donde también colaboró Eiffel en la par- país, su actitud a lo largo del tiempo parece ha- fesores de la Escuela. Entre 1922 y 1930, de-
te estructural. ber sido “aconsejar y encaminar, frenando ex- signado por la Municipalidad de Buenos Aires,
Realizó otros trabajos en Roubaix (Palacio cesos, hacia más modestas interpretaciones integró la Comisión de Estética Edilicia, parti-
Municipal y Exposición internacional del Nor- compatibles con la técnica y la economía”, co- cipando en la elaboración del Proyecto que se
te de Francia) y, entre 1912 y 1913, fue nom- mo señaló en 1943. publicó en 1925; obtuvo premios en algunos
brado arquitecto de los Palacios Nacionales. En u La arquitectura, a su juicio, debía evolu- concursos (el del Palacio Municipal de Mon-
ese momento fue invitado por el pintor ar- cionar adaptándose a necesidades, gustos, mo- tevideo en 1914, o el de la Caja Nacional de
gentino Ernesto de la Cárcova, a la sazón pro- dificaciones sociales, transformaciones técni- Ahorro Postal en 1924).
fesor de Plástica de la Escuela de Arquitectura cas, sin perder por ello su carácter de obra de Integró equipos de proyecto para los hos-
de Buenos Aires, para ponerse al frente de un arte. Esto supuso la permanencia de todas las pitales de Ituzaingó (Prov. de Bs. As.) y el Al-
taller de Arquitectura en dicha institución. Kar- transformaciones —como se verá— dentro del vear y el Álvarez de la Capital Federal; en 1936
man llegó a Buenos Aires en 1913 y se sumó a sistema compositivo del Beaux Arts. y 1938 fue jurado del Premio Anual a la Me-
una estructura pedagógica fundada en 1901, La puesta en práctica de estas consignas dio jor Fachada en Buenos Aires y desarrolló asi-
que se había transformado entonces, a partir lugar a varias consecuencias, que contribuyen mismo tareas de asesor y jurado de concur-
de la creación de talleres de Arquitectura que a definir de un modo particular el campo dis- sos y salones anuales, cumpliendo así un rol
abarcaban más de un curso, a la manera de ciplinar de la arquitectura en nuestro país: au- amplio dentro del sistema de consagración
la École de París. De este modo, junto a Pa- sencia de experimentalismos, Eclecticismo, profesional.
blo Hary (creador de la Escuela y profesor has- aceptación del “Moderno” como un estilo más, Retirado de la docencia en 1946 (tras com-
ta 1924), hegemonizó el dictado de la mate- eliminación del debate ideológico dentro de las partir la cátedra desde los años treinta con dos
ria al renunciar en 1914 Kronfuss (v.), Le aulas (piénsese en la contestación racionalista de sus ex alumnos, Alfredo Villalonga y Raúl
Monnier (v.) y Gallino Hardoy, titulares de cur- que impusieron Hary y Karman al exaltado na- J. Álvarez), falleció en Buenos Aires el 21 de
sos por nivel (v. Enseñanza de la Arquitectura). cionalismo cultural de la década del diez y del marzo de 1951. E. G.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 39


KATZENSTEIN, ERNESTO. rez Valverde (con Horacio Baliero, 1983-1986) nado a oficinas: un plástico y accidentado ple-
y la de Punta Piedras (Uruguay, con Horacio gado de la superficie de ladrillos a la vista que
Buenos Aires, 1931 - Íd., Baliero, 1989-1991). se equilibra por la relativamente desmesurada
1995. Arquitecto. Una de las Como muy pocos otros colegas, EK unía dimensión (en este caso vertical) del muro. Jus-
más “densas” e interesantes una extraordinaria cultura arquitectónica y hu- tamente por su cualidad artesanal, el Conur-
figuras que actuaron y dieron manística, y un agudo sentido crítico, a un sin- ban es también una evidencia elocuente del es-
forma a la cultura arquitectónica en la Ar- gular talento como proyectista. La suya es una pejismo modernizador desarrollista: por su
gentina de la segunda mitad del siglo XX. obra exquisitamente medida y, por ende, con altura y volumen relativos parece un tipo, algo
un manejo pleno y virtuoso de las proporcio- que por la forma de su planta y por sus carac-
Decidió estudiar arquitectura antes de en- nes, las técnicas compositivas, las armonías terísticas constructivas es al mismo tiempo ne-
trar al colegio secundario, con el estímulo del texturales y de color, y los matices de la luz, co- gado. La serie de bancos demuestra una in-
arquitecto Carlos Vilar (v.), hermano de Anto- mo parte de una totalidad respaldada por el frecuente sensatez funcional, sensibilidad
nio Vilar (v.) y tío de EK. Egresado de la UBA sentido común constructivo, pero impulsada compositiva y calidad constructiva. Pero entre
en 1958, trabajó con Antonio Bonet (v.) desde asimismo por una incontenible curiosidad. todas las obras de este período de su trabajo se
1956 a 1963. Constituyó el Grupo de Arqui- Las Torres de la Boca constituían una sor- destaca especialmente el edificio de adminis-
tectura y Planeamiento con Eduardo Bell, Gre- prendente fusión entre el gusto por la racio- tración del Parque Industrial Oks, una cons-
gorio de Laferrère, Gian L. Peani y Josefina nalidad geométrica, una vocación tecnológica trucción también en ladrillo visto, que con su
Santos (1955-1957), y fue asociado del Estu- de avanzada (prefabricación) y una compro- emplazamiento, sus extendidas líneas hori-
dio Kocourek entre 1969 y 1975; entre 1977 y metida mirada al mundo cotidiano de ese ba- zontales, su elaborada distribución y dimen-
1983 constituyó el estudio Baliero (v.), Casares rrio y esa especial población de Buenos Ai- sionamiento de aberturas, su articulación de
Ocampo, Córdova, Katzenstein. Desde 1983 res. Cuando trabajó como integrante del Estudio recintos y su sencilla apariencia constituye una
hasta 1995 trabajó en forma independiente, y Kocourek, EK profundizó su búsqueda en di- inefable caja de resonancia de las sensaciones
con distintos asociados. Inició sus actividades provocadas por la llanura.
docentes en 1957 como asistente de Wladi-
miro Acosta (v.) en la Facultad de Arquitectura HISTORIA DE LA CRÍTICA.
y Urbanismo de la UBA, y luego (1964) pro- El principal trabajo sobre la vida y produc-
fesor adjunto en la cátedra del arquitecto Juan ción de EK es el libro Ernesto Katzenstein Ar-
Manuel Borthagaray en esa misma facultad. quitecto, compilado por Inés Katzenstein y pu-
En 1976 fue cofundador de La Escuelita, en la blicado por el Fondo Nacional de las Artes en
que estuvo a cargo de distintos cursos y activi- 1999. Contiene una detallada muestra de sus
dades hasta su cierre en 1983. Fue miembro obras principales, la lista de la totalidad de sus
del equipo que obtuvo el primer premio en el trabajos, una selección de sus principales ar-
concurso Tres Torres de Vivienda en La Boca tículos y un conjunto de comentarios y estu-
en 1956 y del Plan de Urbanización de Villa dios sobre su figura, realizados por varios au-
Caraza en 1960. De ahí en más, y con distin- tores. Además, pueden consultarse La obra
tos equipos, obtuvo numerosos premios y re- de Horacio Baliero y Ernesto Katzenstein, en:
conocimientos. EK publicó con Gustavo Na- summa N° 99, mayo de 1984; Arquitectura y
tanson y Hugo Schvartzman el libro Antonio Ciudad (entrevista a EK), en: Borghini, Salama
Bonet. Arquitectura en el Río de la Plata y Es- u TRES TORRES DE VIVIENDA EN LA BOCA, BS. AS. y Solsona. 1930-1950. Arquitectura Moderna en
paña (1985), y artículos sobre Arquitectura Mo- Buenos Aires (1987); J. F. Liernur. Amérique
derna en revistas como summa, Cuadernos sum- rección similar, debiendo dar respuesta a pro- Latine: Architecture 1965-1990. (Horacio Balie-
ma-Nueva Visión (donde dirigió la serie gramas comerciales variados con no menos va- ro y Ernesto Katzenstein), de 1990. J. F. L.
“Tendencias de la arquitectura actual”), Artinf. riados prerrequisitos de gusto, desde torres de
The Journal of Decorative and Propaganda Arts, oficinas hasta clubes de campo. En todos los KIHLBERG, CARL AUGUST. Lidköping (Väs-
distinguidos por una sutil mirada crítica. Sus casos esos programas constituyeron datos, pun- tergötland, Suecia), 1839 - Buenos Aires,
obras más destacadas han sido el edificio Co- tos de partida para elaboraciones que explo- 1909. Arquitecto. Activo en Buenos Aires en
nurban (realizado con el Estudio Kocourek, raban los límites a los que los principios mo- las últimas décadas del siglo XIX.
1969-1973), la casa Finisterre (con Justo Sol- dernistas podían ser conducidos. El Club de
sona, Uruguay, 1958-1960), la sede social del Campo Los Lagartos fue un ejercicio de “ca- Luego de terminar sus estudios en la Real
country club Los Lagartos (con Estudio Ko- rácter” en el que, a partir de los temas del te- Academia de Bellas Artes de Estocolmo viajó
courek, 1973-1976), el dormy house del Club de cho de tejas, la composición “pintoresca” y el en 1869 a la Argentina en compañía de su con-
campo Mayling (con estudio Kocourek, 1977- uso del ladrillo visto, se consiguió un conjun- discípulo G. Aberg (v.).
1980), el centro Parque Industrial Pilar (con to donde la riqueza del modelado de los mu- Instalados en Buenos Aires, participaron
Baliero, Casares Ocampo y Córdova; 1977- ros se equilibra por el efecto unificador de la en el concurso de la Penitenciaría Nacional y
1980), las sucursales Martínez, Gerli y Mar del cubierta de grandes dimensiones. En definiti- realizaron un proyecto para la sede del Muni-
Plata del Banco de Galicia (con Baliero, Casa- va, se trataba del mismo procedimiento apli- cipio porteño. Otros trabajos proyectados por
res Ocampo y Córdova, 1979-1980), la casa Pé- cado previamente al edificio Conurban desti- ambos son: el lazareto de la isla Martín García

40 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Edificio CONURBAN, Catalinas Norte kat kih

u LA FACHADA OESTE DEL CONURBAN PRESENTA UN PLÁSTICO Y ACCIDENTADO PLEGADO DE LA SUPERFICIE DE LADRILLO VISTO, QUE SE EQUILIBRA POR LA GRAN DMENSIÓN VERTICAL DEL MURO.

u HACIA EL ESTE, EN CAM-

BIO, LA FACHADA ES COM-


PLETAMENTE VIDRIADA Y
CAPTA LAS VISTAS HACIA EL
RÍO DE LA PLATA. LA DIFE-
RENCIA DE TRATAMIENTO
ENTRE LAS DISTINTAS FA-
CHADAS FACILITA, ADEMÁS,
EL ACONDICIONAMIENTO
TÉRMICO DEL EDIFICIO.

u EL EDIFICIO CONURBAN,

EN CATALINAS NORTE, PRO-


YECTADO POR ERNESTO
KATZENSTEIN PARA EL ESTU-
DIO KOCOUREK, SE INTEGRA
AL BASAMENTO DEL EDIFICIO
DE OFICINAS DE LA UNIÓN
INDUSTRIAL ARGENTINA.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 41


(demolido), la escuela normal de mujeres de bajó en la construcción de templos y viviendas estudios en Rosario, donde recibió la influen-
Buenos Aires (1874) y la atribuida reparación en las reducciones de Santo Tomé, San Juan cia de Tito Ciochini. En La Plata fue alumno
de la casa de Tucumán. Bautista y San Miguel. de Vicente Casares (v.), quien lo marcó decisi-
En 1873 proyectan por encargo de Sarmiento Desde 1704 hasta 1707 su actividad se al- vamente en su formación. Inclinado fuerte-
el palacio de Correos y Telégrafos, en Balcar- ternó entre las varias obras que la Compañía mente por el dibujo, la pintura y la escultu-
ce e H. Yrigoyen, que, ampliado por Tambu- tenía en construcción en las ciudades de Cór- ra, su perfil constituye una rara avis entre los
rini (v.), se transformó en la Casa Rosada. doba y Buenos Aires. Intervino en esta última, profesionales activos, pues tradujo su sensi-
Kihlberg regresó a Suecia en 1875 para lue- en la dirección y el proyecto del Colegio y la bilidad artística en propuestas arquitectónicas
go retornar a Buenos Aires en 1888, inaugu- Iglesia de San Ignacio, cuyos planos le fueron que se han mantenido periféricas a los vaive-
rando una nueva etapa de su obra. En princi- confiados antes de su partida a las misiones. nes de las modas profesionales. Concretó al-
pio se asoció al joven A. Christophersen (v.). En la capital cordobesa fue encargado de las gunos de sus primeros trabajos asociado a los
Juntos proyectaron las estaciones de Bahía Blan- obras del Noviciado Jesuítico y de los planos ingenieros Tapia y Bauer, otros individuales
ca y Rosario del Ferrocarril del Noroeste y Ba- para el Colegio Máximo, cuya construcción ini- (un importante número de viviendas unifa-
hía Blanca. También algunas obras en Buenos ció, aunque luego fue reemplazado por Blan- miliares en La Plata, resueltas con notable cre-
Aires, como dos grandes viviendas en Callao qui, quien continuó con el proyecto original. atividad y calidad expresiva) y varios edificios
entre Guido y República, otra en Callao y Ro- En 1710 se radicó definitivamente en Bue- de vivienda en altura, asociado con el arqui-
dríguez Peña, para C. Galván, y la Fábrica Nue- nos Aires, donde quedó a cargo nuevamente tecto Carlos Lenci (v.). Entre 1976 y 1983 tra-
va de Gas en Barracas. de la Iglesia de San Ignacio. Como miembro bajó en Venezuela, donde se radicó tempora-
Disuelta la sociedad, Kihlberg estableció su de un cohesionado cuerpo de técnicos, resul- riamente, primero dentro del estudio Sisso
propio estudio. En 1894 proyectó una casa pa- ta difícil determinar con precisión la parte que Shaw Asociados, en el que desarrolló proyec-
ra A. Santa María en Belgrano y una casa de le cupo en el diseño y la ejecución de esta obra. tos para diversos lugares de Venezuela y el nor-
renta en Piedras entre Avenida de Mayo y Ri- Según Furlong, es probable que tanto la torre te del Brasil, y luego de modo independien-
vadavia. En 1897 diseñó el Hospital de Niños como la portada sean anteriores a su inter- te. Una vez regresado al país, desarrolló entre
de la Sociedad de Beneficencia de Tucumán. vención, por lo que se atribuye la confección otros trabajos un ambicioso —y luego frus-
En Belgrano proyectó su propia casa en Con- de la planta y la construcción del cuerpo de- trado— proyecto para un complejo de labo-
de y Virrey del Pino, así como diversas resi- lantero de la iglesia. Ciertas alteraciones cons- ratorios de ensayos eléctricos, que entre 1987
dencias. Su última obra fue la casa del Dr. En- tructivas entre las tres primeras capillas y el y 1988 intentaba concretar la Secretaría de
rique Pérez, ministro de Hacienda de Sáenz resto del edificio inducen a suponer que ese Energía de la Nación a través del Instituto de
Peña, en Cerrito 1272. sería el sector que alcanzó a dirigir personal- Electrotecnia de la Universidad Nacional de
Kihlberg formó parte del grupo que reor- mente antes de su deceso en 1714. La Plata. Hubiera sido uno de los pocos com-
ganizó la SCA (v.) en 1901 y fue nombrado bi- Perteneciente junto a Sepp (v.) y otros cons- plejos a nivel mundial en permitir performan-
bliotecario de la misma en 1905. tructores al primer contingente de técnicos ger-
manos de la Compañía que llegan al país, la
Bibliografía: J. Morosi. “El aporte de los técnicos sue- arquitectura de Kraus, muy contenida desde el
cos durante la presidencia de Sarmiento”. En: Ana- punto de vista expresivo, apenas permite su-
les del Laboratorio de Investigaciones del Terri- poner su origen. A. C.
torio y el Ambiente. La Plata: CIC, 1996.
Bibliografía: C. Leonhardt. “Juan Kraus”. En: Estudios,
1941; V. Sierra. Los jesuitas germanos en la conquis-
KRAUS, JUAN S. J. Pilsen (Alemania), 1644 - ta espiritual de Hispanoamérica, 1944; G. Furlong.
Buenos Aires, 1714. Arquitecto. Considera- Arquitectos argentinos durante la dominación his-
do por Furlong (v.) como el más grande ar- pánica, Bs. As.: Huarpe, 1946; M. Buschiazzo. “La cons-
quitecto de la Compañía de Jesús luego de trucción del Colegio e Iglesia de San Ignacio”. En:
Blanqui (v.) y Brasanelli (v.), su intervención re- Anales del IAA. n.°. 13, Bs. As.: FADU-UBA; A. de Pau-
sulta decisiva en el diseño y la construcción la, R. Gutiérrez y G. Viñuales. La influencia alemana
de la Iglesia y el Colegio de San Ignacio, en en la arquitectura argentina, Resistencia: unne, 1981.
Buenos Aires.

Nacido en Bohemia, cursó estudios de ar- KRAUSE, VICENTE CARLOS. La Plata, 1929.
quitectura e ingeniería junto a Rupert Blank. Arquitecto. Uno de los principales represen-
Su ingreso como hermano coadjutor (v.) a la tantes de la primera generación de arquitec-
Compañía de Jesús tuvo lugar en el año 1689; tos formados en la UNLP.
ocho años más tarde, en 1697, fue enviado al
Río de la Plata. Completó su formación en la Facultad de
Poco después de su arribo a Buenos Aires, Arquitectura de la Universidad Nacional de La
lo destinaron a las misiones de indios que la Plata y egresó con la primera promoción de
Orden poseía en el área guaranítica, donde tra- arquitectos de la misma, tras haber iniciado u DETALLE DE UNA CASA EN LA PLATA, DE V. KRAUSE.

42 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


kih kro
tersburgo, del Hotel Imperial en Carlsbad (hoy que continuaron su experiencia profesional ini-
Karlovy Vary) y de las Tiendas Tietz en Bam- ciada en Europa.
berg (Alemania). El Museo Provincial de Bellas Artes (Cór-
Obtuvo numerosos primeros premios en doba, 1915), el Hospital de Clínicas (Córdoba,
varios concursos internacionales: el cremato- 1919), la ampliación del edificio de la Legisla-
rio de Francfort, una escuela en Colmar y la si- tura Provincial (Córdoba), el Cementerio Ale-
nagoga de Bamberg. mán (Chacarita Buenos Aires) y las numero-
En 1907 obtuvo el primer premio en el con- sas obras que construyó en el barrio porteño
curso del edificio de la Facultad de Ingenie- de Belgrano “R” (la ampliación de la residen-
ría de la UBA. Para hacerse cargo de la direc- cia Hirsch en 1928, el edificio de la calle Con-
ción técnica de su construcción, llegó a esta de 1965 y la residencia de la calle General En-
ciudad en 1910, pero ella nunca se concretó, rique Martínez 1931) son algunos de los
como tampoco el proyecto que realizó en 1911 ejemplos de una muy extensa lista.
u CASA UNIFAMILIAR EN LA PLATA, DE VICENTE KRAUSE. para el Hotel de Inmigrantes de la Ciudad de 2) Las obras de “inspiración neocolonial”.
Buenos Aires. El primer barrio obrero (Córdoba. 1919-
ces semejantes. En la pasada década del no- En 1915 se trasladó a la ciudad de Córdoba. 1925), el Hospital Vicente Agüero y su capilla
venta, sus principales trabajos fueron el pro- En 1918 inició su actividad docente como pro- (1925), la residencia “El Cortijo” de la familia
yecto de ampliación del Museo de Ciencias fesor interino de Arquitectura en la Escuela de Agüero (Jesús María, 1930) y la casa Martínez
Naturales de la Universidad Nacional de La Arquitectura de Buenos Aires —hasta 1924— Zinny (Rosario) son ejemplos notables de es-
Plata y la sede del Registro de la Propiedad de y como profesor titular de Arquitectura II y de ta corriente arquitectónica.
la Provincia de Buenos Aires, edificio realiza- Teoría de la Arquitectura en la Escuela de Ar- Su gran interés por la arquitectura local que-
do en sociedad con los arquitectos Boedo, Ar- quitectura de Córdoba, hasta 1943. dó manifestado en la amplia serie de edificios
güello y Krause (h). Profesor en las facultades Ejerció la actividad pública en la Dirección —coloniales, en su gran mayoría—- que re-
de Arquitectura de las universidades nacio- General de Arquitectura de la Provincia de Cór- gistró gráficamente en dibujos a pluma y acua-
nales de La Plata (desde 1970) y Mar del Pla- doba entre 1915 y 1932 y luego, como director relas. Estos relevamientos se han convertido
ta (desde 1984), ha mantenido una línea de interino de Obras Públicas de la Municipali- en valiosos registros gráficos de edificios ya de-
continuidad intelectual que, con ciertos mati- dad de Córdoba, entre 1936 y 1940. molidos. En 1921 publicó Arquitectura colonial
ces, se puede cifrar tanto próxima a la de Ca- El conjunto de sus proyectos y obras cons- en la Argentina, libro pionero donde reunió es-
sares como a la de Lenci. E. G. truidas puede dividirse claramente en dos gru- tos trabajos (v. Neocolonial, arquitectura).
pos bien diferenciados: En 1922 publicó el libro Monumentos Fu-
1) Las obras ligadas a la tradición europea, nerarios, catálogo de diferentes alternativas de
KRONFUSS, JOHANNES. Budapest (Hungría),
1872 - Córdoba, 1944. Arquitecto. Luego de
una primera etapa de actuación europea,
se trasladó a la Argentina, donde desarrolló
una intensa actividad profesional vinculada a
la tarea docente, la actividad pública, la pu-
blicación de artículos y libros, y el diseño y
construcción de numerosos edificios en dis-
tintas ciudades argentinas. Su figura quedó
asociada, fundamentalmente, al interés y a
la admiración por la Arquitectura Colonial ar-
gentina, que evidenció en sus escritos, rele-
vamientos gráficos y obras ligadas estilística-
mente a ese patrimonio cultural.

Estudió en el Politécnico de Budapest y


en la Real Academia de Ciencias Técnicas de
Munich, donde obtuvo su título de arquitec-
to en 1897.
Hasta 1910 construyó numerosas obras en
diferentes ciudades europeas, además de de-
sempeñarse como técnico de la Municipalidad
de Munich y como docente en la Escuela In-
dustrial de Bamberg.
En esta primera etapa profesional, se le atri-
buye la autoría del Hotel Astoria en San Pe- u JOHANNES KRONFUSS FUE AUTOR DE NUMEROSOS RELEVAMIENTOS GRÁFICOS DE LA ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 43


esa temática arquitectónica. Además de estos para diversas poblaciones, el registro gráfico
libros, publicó numerosos artículos en dis- de las propiedades de la Provincia de Buenos
tintos medios de la época. Aires (1866), en compañía de Pedro Benoit,
Su vinculación con los grupos de revisión Ignacio Casagemas, Mariano Moreno (h) y Sa-
de los valores de la arquitectura nacional y sus turnino Salas, el Plano Topográfico de la ciu-
trabajos en defensa de la valorización y el res- dad de Buenos Aires (1867) y el estudio de las
guardo del patrimonio histórico lo han con- tierras costeras del Río de La Plata.
vertido en un precursor de los estudios histó- Tuvo principalísima actuación en la ejecu-
ricos de la Arquitectura Colonial. C. G. G. ción del trazado de la ciudad de La Plata (v.), ya
que dirigió la demarcación y amojonamiento
Bibliografía: A. de Paula. “Kronfuss en la universidad de la misma, hasta su retiro por razones de sa-
y “lo nacional” en el diseño arquitectónico”. En: lud. Delineó un sinnúmero de poblaciones de
Documentos para una Historia de la Arquitectura la Provincia de Buenos Aires, entre ellas la
Argentina. Bs. As.: Ed. Summa, 1978; M. Tarán. “Juan de Castelli, en 1874.
Kronfuss”. Tapa Homenaje de Revista summa, n.° 208-
209, enero-febrero de 1985; M. Tarán. “Juan Kron- Bibliografía: A. de Paula, R. Gutiérrez y G. Viñuales.
fuss: un registro de nuestra arquitectura colonial”. Influencia alemana en la arquitectura argentina.
En: Revista summa, n.° 215-216, agosto de 1985; C. Raus- Resistencia: UNNE, 1981.
cher. “La obra del arquitecto Húngaro Juan Kron-
fuss en la Argentina”. En: Revista Belgrano “R” es
Suyo, n.° 33, enero-marzo de 1993. KURCHAN, JUAN. Buenos Aires, 1913 - Íd.,
1972. Arquitecto, miembro destacado del gru- u O’HIGGINS 2395, OBRA DE KURCHAN Y FERRARI HARDOY.

po Austral (v.), coautor de las obras más sig-


KUHR, GERMÁN. S/d. Alemán, agrimensor. Fue nificativas de la primera vanguardia argentina. estudio. En 1939, el trío constituye, con otros
miembro destacado del Departamento Topo- adherentes, el grupo Austral (v.), cuyos mani-
gráfico (v.), encargado del Registro Gráfico del Luego de egresar de la Facultad de Arqui- fiestos a favor del Movimiento Moderno son
Departamento de Ingenieros de la Provincia tectura de Buenos Aires, viajó a París junto a reconocidos por la historiografía canónica co-
de Buenos Aires y vocal de la sección Geo- Jorge Ferrari Hardoy (v.), y completó su for- mo el puntapié inicial del verdadero Moder-
desia de esta dependencia. mación en el estudio de Le Corbusier. Poste- nismo, que superó al de los “pioneros”. Estos
riormente, ambos arquitectos retornaron a Bue- fueron publicados en la revista Nuestra Arqui-
Entre los múltiples trabajos que abordó, ca- nos Aires, acompañados por Antonio Bonet tectura (v.) en los números de junio, setiem-
be señalar el estudio del abastecimiento de agua (v.), con quien trabaron relación en ese mismo bre y noviembre, firmados por Kurchan, Har-
doy y Bonet, y con adhesiones de López Chas,
Vera Barros (v.), Ungar (v.), Zalba (v.), Le Pera
(v.), Villa (v.) y Sánchez de Bustamente. Los jó-
venes de Austral consideraban que el Moder-
nismo en la Argentina había caído en una suer-
te de nuevo academicismo, y así propugnaban
el regreso al espíritu “original”, la integración
de la arquitectura y el urbanismo y la forma-
ción de grupos de trabajo que continuaran los
lineamientos de los CIAM (v. CIAM y Moderna, ar-
quitectura). El grupo se disolvió rápidamente, pe-
ro Kurchan y Ferrari Hardoy, asociados profe-
sionalmente, dejan hitos de la arquitectura
moderna argentina, como la casa de renta de
la calle Virrey del Pino 2446 (1941), los de-
partamentos “transformables” de la calle O’-
Higgins 2319 (1941), las viviendas unifami-
liares de la calle Conesa 1182 y de Av. Rivadavia
613, todos ellos en Buenos Aires. No puede de-
jar de mencionarse una de las creaciones más
notables de la época: el sillón BKF, diseño de
Bonet, Kurchan y Ferrari, convertido ya en un
clásico del diseño moderno internacional. Lue-
go de la separación del estudio, Kurchan tra-
u PLANO TOPOGRÁFICO DE BUENOS AIRES (1867), EN CUYA CONFECCIÓN PARTICIPÓ EL AGRIMENSOR GERMÁN KUHR. bajó como arquitecto del Ministerio de Mari-

44 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


kro kur
na, como jefe de proyectos del estudio de in-
geniería de José Englander y, finalmente, se
integró al estudio Bacigalupo, Guidali, Riope-
dre, Ugarte, con quienes constituyó el grupo
URBIS, especializado en el planeamiento. En
esta área, son autores del programa general de
desarrollo de la Provincia de Misiones y del
Plan Regulador de las ciudades de La Plata y
de Ensenada (obtenido por concurso). Por el
prestigio de su labor urbanística, Kurchan fue
contratado como director de proyectos para el
estudio de renovación urbana de la zona sur
de Buenos Aires. El estudio posee también una
vasta producción arquitectónica, dentro de la
que pueden mencionarse las siguientes obras:
el pabellón de deportes para CUBA (Club Uni-
versitario de Buenos Aires, 1950); los edificios
para la enseñanza y la investigación del CO-
NICET (Castelar, Prov. de Buenos Aires; en
Ushuaia, Tierra del Fuego; en Santo Tomé,
Santa Fe); los establecimientos industriales
Gurmendi; el Hotel de Turismo y sede de la
Caja de Previsión Social de Formosa (1967);
y numerosas viviendas unifamiliares y colec-
tivas. Por ejemplo, la vivienda de la calle Pau-
nero entre Ladislao Martínez y J. J. Paso, Mar-
tínez, 1961. Kurchan se desempeñó, además,
como director del Fondo Nacional de las Artes. u JUAN KURCHAN DIRIGIÓ EL EQUIPO QUE PROYECTÓ EL PLAN DE RENOVACIÓN DE LA ZONA SUR DE BUENOS AIRES (1970-71).

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 45


Casa Curutchet en La Plata, de Le Corbusier.
l
l

LA CONSTRUCCIÓN. Revista editada en los años HISTORIA. corativos. También los persas y los chinos cons-
1935-1945 por la Sociedad de Empresarios El ladrillo fue el principal material de cons- truyeron con ladrillos. Los romanos los utili-
y Constructores de Obras de La Plata. trucción de los pueblos de la Mesopotamia, te- zaron combinados con el hormigón en sus
rritorio en el cual apenas se disponía de ma- grandes edificios: termas, basílicas, anfiteatros
La publicación recorre la temática de la in- dera y piedra. Los constructores sumerios y y acueductos.
dustria de la construcción, la vivienda y las in- babilonios levantaron zigurats, palacios y ciu- Durante la Edad Media, en el Imperio Bi-
novaciones técnicas desde el punto de vista de dades amuralladas con ladrillos secados al sol, zantino, en el norte de Italia, los Países Bajos,
ingenieros y constructores. que recubrían con otros ladrillos cocidos en en Alemania e Inglaterra, así como en cual-
hornos, más resistentes y a menudo revestidos quier otro lugar donde escaseara la piedra, los
con esmaltes brillantes para formar frisos de- constructores utilizaron el ladrillo por sus cua-
LADRILLO. m. Masa de arcilla en forma de pa- lidades decorativas y funcionales. Ejemplos de
ralelepípedo rectangular que adquiere dureza esto son en Italia la Basílica Ambrosiana (Mi-
mediante el secado al sol o cocido, y que sir- lán) o la Catedral de Torcello (Venecia), por ci-
ve para construir muros o solados. En este ar- tar apenas algunos ejemplos. Durante esta eta-
tículo en particular nos referiremos al ladrillo pa se generalizaron las construcciones con
cerámico o cocido. El ladrillo, primer material ladrillos templados y rojos colocados a la vista
normalizado (v. Normalizaciòn), es el origen más y se creó una amplia variedad de formas de-
remoto de la prefabricación. Fue utilizado por corativas, que, como afirmó luego G. Semper,
las primeras civilizaciones y su forma de fa- parecen relacionar al muro cerámico con el te-
bricación y uso ha cambiado profundamente jido. Cuadros, guardas, figuras de punto de es-
con el tiempo, sobre todo en los últimos 150 pina, de trama de esterilla caracterizan a estas
años. El sistema primitivo de moldear ladrillos arquitecturas medievales, tradición que conti-
a mano y cocinarlos en hornos artesanales ha nuó en el Renacimiento y en la arquitectura
ido evolucionando hasta la industrialización to- georgiana británica. En España, por influencia
tal del procedimiento. También el tipo de la- musulmana, el uso del ladrillo alcanzó una im-
drillos se ha ido transformando hasta lograr portante difusión, sobre todo en Castilla, Ara-
una mayor especialización, al permitir el uso gón y Andalucía, y fue utilizado para la cons-
de distintos ingredientes en la preparación de trucción y decoración de importantes edificios.
la mezcla y al haber variado los modos de fa-
bricación. En la actualidad es posible contar El ladrillo en la Argentina. El ladrillo ya era
con los clásicos ladrillos artesanales y también conocido por las civilizaciones prehispánicas.
con ladrillos realizados industrialmente: hue- En regiones secas, las culturas aborígenes cons-
cos para tabiques y losas cerámicas, refrac- truían casas de ladrillos de adobe secado al sol.
tarios, para solados, macizos para muros vis- Las grandes pirámides de los olmecas, mayas
tos, con diversas texturas y coloraciones, etc. u ESTILO NEOGEORGIANO EN LA TORRE DE LOS INGLESES. y otros pueblos fueron edificadas con ladrillos

48 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lac lad
revestidos de piedra. En nuestro país, luego de. Tantas casas de la periferia, galpones y fá-
de la Conquista, los ladrillos cocidos fueron bricas, con sus paredes prolijamente levanta-
usados paralelamente con otras técnicas, co- das y las molduras preparadas para recibir la
mo el chorizo (v.), la tapia (v.), la mamposte- ornamentación, quedan hoy como testigos mu-
ría de adobes (v.) y la sillería de piedra. En la dos de una operación que no llegó a realizarse
mayoría de las regiones la realización de mu- y presentan a nuestros modernos ojos una cua-
ros en tierra cruda fue de menor costo que lidad estética que sus autores jamás imagina-
la de ladrillo, ya que el alto precio del com- ron. Desde grandes edificios, como la Catedral
bustible hacía que el uso de este material se de La Plata, a la más modesta de Viedma o el
reservara para las partes más vitales de la cons- Colegio Salesiano de esa ciudad, para citar so-
trucción expuestas a la acción del agua, como lo algunos ejemplos lejanos en la geografía pe-
los cimientos, las partes bajas de los muros ro cercanos en la concepción académica, son
o las hiladas de los desagües de las azoteas. muchísimos los edificios que en nuestro país
También existía una tácita división progra- u EL LADRILLO EN LA TRADICIÓN FUNCIONAL BRITÁNICA: presentan esa particular condición.
mática: debido a su durabilidad y al costo, los EN ESTE CASO, EN LA BASE DE UN PUENTE FERROVIARIO. El surgimiento del ladrillo como material
ladrillos cocidos eran utilizados casi exclusi- expresivo de la arquitectura puede constatarse,
vamente para la arquitectura pública o aque- chos, las dimensiones de los muros y tabiques a mediados de la década de 1870, por la apari-
lla de mayor jerarquía social. cambiaron haciéndose más esbeltos. Pero con ción de tres variables estilísticas: la llamada “tra-
Con el mejoramiento de la situación eco- la sola excepción de algunos ejemplos aislados dición funcional” británica, el Historicismo y
nómica, luego de la creación del Virreinato se de Arquitectura Neogótica o de viviendas ru- sus diferentes variantes y el Pintoresquismo (v.),
generalizó el uso de la mampostería de ladri- rales del período de auge del lanar, realizados que incorpora una serie de modalidades co-
llos cocidos que, aunque resultaba más cara, te- por la colectividad británica y con el concur- munes del norte de Europa, donde la técnica
nía la ventaja de su mayor resistencia y dura- so, probablemente, de operarios de ese país, la ladrillera se había conservado y enriquecido aun
ción. Según Moreno (1995), para comienzos arquitectura local siguió con la tradición de re- durante el período de auge del Clasicismo.
del siglo XVIII en los alrededores de Buenos vestir con revoques los muros de ladrillos co- La “tradición funcional”, con sus variantes
Aires funcionaban 21 hornos de ladrillos y te- cidos. Sólo es posible encontrar durante un lar- de Arquitectura de Servicios, ferrocarriles y fá-
jas; cuatro años más tarde ya había 60. go período edificios singulares que, por razones bricas, encuentra en el ladrillo su modo de ex-
Con el paso del tiempo la medida de los la- de economía o ausencia de inversión de sus presión fundamental. Amparada en la cos-
drillos fue variando. Durante los siglos XVII y propietarios, continuaron, sin que sus pro- tumbre desarrollada en Gran Bretaña de
XVIII eran grandes y pesados, por lo que de- yectistas se lo propusieran, con un acabado de construir con ladrillo visto sin revestimiento,
bían manipularse con las dos manos. Duran- ladrillo visto que espera todavía su terminación genera una arquitectura donde el color y la tex-
te el siglo XIX peso y tamaño fueron redu- con revoques similpiedra y ornamentación acor- tura, el ritmo y la simplicidad son protago-
ciéndose; esto posibilitó una mejor y más rápida
colocación, al combinarse la manipulación del
ladrillo con el uso de la cuchara de albañil.
Si bien es cierto que el ladrillo se transfor-
mó gradualmente en el material de uso más
común, la tradición edilicia que se fue des-
arrollando en la región rioplatense hizo que no
adquiriera ninguna cualidad estética como tex-
tura. Es cierto que algunas de las arquitecturas
primigenias fueron realizadas en ladrillo vis-
to, siguiendo tradiciones regionales españolas,
pero, poco a poco, se fue extendiendo la mo-
dalidad de revestir los muros con revoques
de diverso tipo que luego eran encalados. Aun
así, puede decirse que las dimensiones del la-
drillo rigieron el desarrollo de esta arquitec-
tura: sus pesados muros, el ritmo de sus vanos,
el perfil de sus molduras y cornisas.
Debemos esperar a la segunda mitad del si-
glo XIX para que el ladrillo adquiera otras cua-
lidades en la arquitectura local. En principio
hay que señalar diversos cambios técnicos que
modifican, en parte, su modo de empleo. Con
la aparición masiva de operarios europeos y
el uso del hierro para realizar entrepisos y te- u USO DEL ESTILO ROMÁNICO LOMBARDO EN LAS USINAS PROYECTADAS POR J. CHIOGNA PARA LA CIADE.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 49


nistas fundamentales. A esto deben sumár- ción de la actividad en los suburbios generaría les, sedes institucionales. Características en el
sele los avances en los modos de producción con el tiempo verdaderas barreras urbanísticas, uso de esta modalidad son las obras religiosas
de ladrillos cerámicos que evolucionan del sis- ya que la labor resultó profundamente des- de Vespignani (v.) y de C. A. Ferrari (v.). Sin em-
tema artesanal a la industrialización, con lo equilibrante del medio ambiente y se transfor- bargo, uno de los ejemplos más sobresalientes
cual se logra un material más uniforme, más mó en un factor permanente de contaminación. se da en el campo de la Arquitectura de Servi-
sólido y menos poroso que permite una re- La quema de combustible, la utilización de ma- cios. J. Chiogna (v.) utiliza con maestría el Ro-
gularidad absoluta en la edificación de los mu- terial de la zona y con ello la destrucción de la mánico Lombardo adaptado a las usinas y su-
ros. También por esos años (1860) el ingenie- capa más productiva del suelo, la generación bestaciones de la Compañía Ítalo Argentina de
ro G. Johnson inventa en Chicago el ladrillo de cavas de arcilla, que luego se llenaron de Electricidad, decidida a dar un “rasgo” caracte-
hueco, que revolucionaría en los años sucesi- agua, constituyeron un paisaje poco favorable rístico de su origen al público en una operación
vos las técnicas de construcción en altura. Múl- para el desarrollo urbano y la reutilización pos- de construcción de una imagen corporativa bas-
tiples ejemplos, desarrollados sobre todo en- terior del área. tante temprana. Otra variante la constituyen las
tre 1870 y 1930, dan cuenta de este nuevo uso Desde el punto de vista del Historicismo, es interpretaciones modernistas del legado me-
del material. La arquitectura del ferrocarril es la Arquitectura Neogótica la que mayor canti- dieval, como la casa de Av. Rivadavia 3222, re-
uno de los ejemplos más sobresalientes: bases dad de ejemplos presenta. Sobre todo en su va- alizada en Buenos Aires por V. Colombo (v.), o
de puentes ferroviarios, muros de estaciones riante italiana, a la que se le suma el Neorro- la villa La Gioconda de Mar del Plata, de G. Aloi-
suburbanas e intermedias, cabinas de señales, mánico Lombardo, reivindicado como estilo si (v.), que fue demolida.
tanques de agua, galpones de máquinas, de- nacional por algunas regiones del norte de Ita- Frente a este embate de la tradición fun-
pósitos y silos constituyen una muestra aca- lia, de donde provenían las más numerosas co- cional y del Historicismo, durante esos años la
bada de las posibilidades de esta arquitectu- rrientes de italianos llegados al país durante arquitectura académica hace un uso limitado
ra. Como modelos de la nueva inflexión la etapa 1880-1914. De allí que el uso del la- del ladrillo como expresión estética. Solo en al-
arquitectónica que los países centrales expor- drillo en la variante románica o gótica se cons- gunos edificios que recrean la arquitectura fran-
tan con sus arquitectos, tecnologías y opera- tituya en la preferida para ciertos programas: cesa de los siglos XVII y XVIII es posible en-
rios, podemos citar algunas obras porteñas: los villas, colegios, conventos, iglesias parroquia- contrar paños de ladrillos enmarcados por
depósitos de Puerto Madero o los puentes, en revoques similpiedra en un esfuerzo por otor-
la zona de Palermo, del FF.CC. de Buenos Ai- gar a la arquitectura una policromía ausente en
res al Pacífico. También las viviendas ferro- el Clasicismo tradicional. Ejemplo de ello son
viarias del Barrio Australia, en Buenos Aires, algunas residencias en Buenos Aires, como la
o las del barrio obrero San Vicente, en Cór- Muñiz, en Rivadavia 4280, la Ortiz Basualdo o
doba. Lo mismo sucede con algunos otros edi- la Casa de Gobierno de la Provincia de Buenos
ficios relacionados con la infraestructura, pro- Aires, en La Plata, de J. Dormal (v.), ya que esta
ducidos por la ingeniería, como los depósitos tendencia incluye también a edificios públicos.
y galpones industriales, fábricas, chimeneas. Debemos tener en cuenta, además, cierta
Ejemplo de ello es el gigantesco Mercado de arquitectura que, planteada desde estilos his-
Frutos de Avellaneda, obra del ingeniero F. Mo- tóricos, hace del ladrillo su principal protago-
og (v.) o la usina de Berisso. A ello debemos su- nista a partir del uso de piezas especiales adap-
mar los establecimientos industriales, en ge- tadas a la ejecución de cornisas, balaustradas,
neral de implantación urbana, entre los que ornamentos, ménsulas, etc., como la escuela
podemos citar, en Buenos Aires, Stiller & Laas de Güemes 3165, de C. Altgelt; el edificio “La
y Agar Cross, aunque en estos casos muchas Colorada”, en Cabello 3791, de R. Pigeon; la
veces aparece cierta necesidad de representa- administración del Jardín Botánico; el edifi-
ción arquitectónica: órdenes, cornisas, ritmos. cio en Neorrenacimiento de L. Broggi (v.), en
En esta etapa de gran crecimiento edilicio Juncal y Rodríguez Peña; el edificio de co-
es cuando no solo se utilizan ladrillos impor- cheras de la casa de Gobierno en L. N. Alem,
tados, sino que se expande la fabricación de es- o la ex imprenta Stiller & Lass, de Conder (v.),
te material según la modalidad artesanal, semi Follet (v.) y Farmer (v.), en Chile 449, todos ellos
industrial o industrializada mediante fábrica u en Buenos Aires.
hornos que se ubican en la periferia de las ciu- De todos los estilos historicistas, probable-
dades y, en algunos casos, caracterizan áreas o mente el más exitoso en la presentación del la-
distritos enteros. En ese sentido puede decirse drillo como material para la arquitectura ur-
que las grandes obras de la tradición funcional bana es el Neogeorgiano. Este estilo británico
se hacen con ladrillos importados de Europa tiene un largo desarrollo durante el siglo XX y
y también con ladrillos industrializados locales toma un impulso nuevo durante el período que
a partir de existencia de fábricas nacionales que, va de 1930 a 1950. Ejemplo paradigmático de-
desde 1874, con la realización de la red de obras luso del ladrillo en ese estilo son la Torre de
sanitarias de Buenos Aires, comienzan a fun- u FACHADA DE LADRILLO EN UN PROYECTO DE IGLESIA EN los Ingleses, en Retiro; el hotel Claridge, de A.
cionar con cierta continuidad. Esta prolifera- ESTILO ROMÁNICO, REALIZADO POR CESAR A. FERRARI. Douburg (v.); muchas residencias de Palermo

50 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lad lad
Chico, en Buenos Aires, o casas de renta de es-
tudios que habían comenzado a incursionar
en la Arquitectura Moderna, como Sánchez,
Lagos y De la Torre (v.) o Calvo, Jacobs y Gi-
menéz (v.). También en la obra tardía, Sydney
Follet (v.) —relacionada con la poética de E. Lut-
yens—, como la capilla del Cementerio Britá-
nico de la Chacarita, en Buenos Aires.
En la arquitectura Art Nouveau, el ladrillo
ocupa una posición marginal. Es una textura
más, un recurso que se emplea combinado con
otros para lograr más exuberancia y colorido.
Con ese criterio se lo puede encontrar en la
obra floreale de V. Colombo (v.), García Núñez
(v.) o Ranzenhofer (v.).
Pero la forma más notoria de introducción
de una estética del ladrillo en la arquitectura do-
méstica es la que generan los estilos británicos
de raigambre pintoresca en todas sus acepcio-
nes, y sobre todo el Tudor en su variante más
fiel, como la residencia de Lavalle 332, Bue-
nos Aires, de C. Agote (v.), u otras obras que en
pleno siglo XX simplifican el estilo y realizan u RELECTURA DE AALTO EN LA RESIDENCIA ARGENTINA EN LA CIUDAD UNIVERSITARIA DE MADRID, DE H. BALIERO Y C. CÓRDOVA.

una libre interpretación, donde el ladrillo ad-


quiere un protagonismo principal como en mu- caracterización de lo doméstico. una posición que apunta a una relectura “éti-
chas residencias suburbanas de Buenos Aires. La aparición de la Arquitectura Moderna ca” de la arquitectura y el uso descarnado de los
Dentro de esta modalidad, sobresale también no implica en principio un retorno a los valo- materiales. Bajo esta influencia, de profundo
la arquitectura consagrada al ocio y la recrea- res del ladrillo como material estético. La ar- impacto en el medio local, puede leerse la tem-
ción. Desde los pabellones de clubes como el quitectura racional y maquinista de volúme- prana obra de SEPRA (v.), que claramente se
Mar del Plata Golf Club, de Calvo Jacobs y Gi- nes blancos está muy lejos de la tradición inscribe en el redescubrimiento del material
ménez, a los chalés veraniegos de Basset Smith artesanal del ladrillo y domina por esos años por fuera del circuito de la Arquitectura Pin-
(v.), como el Bonorino Udaondo (1915, demoli- el imaginario moderno de la producción local. toresca y sus derivados. De todos modos, po-
do) en esa ciudad. A partir de la generalización Sólo algunas obras realizadas durante la déca- dría establecerse una continuidad técnica en-
de esta particularidad, el ladrillo cumplió un rol da de 1930 por A. Prebisch (v.) para V. Ocam- tre las obras neogeorgianas realizadas por el
significativo en el imaginario de las clases me- po, como los atelieres de Tucumán 689 o la estudio con anterioridad, como la vivienda co-
dias y en la vida en el suburbio, un imagina- casa de renta en el número 673 de la misma lectiva de Gelly y Obes y Guido, y esta nueva
rio de la rusticidad que se forjó a mediados del calle, pueden contarse como excepciones. De- modalidad moderna. Ejemplo de todo esto son:
siglo XX e inundó muchos barrios suburbanos be esperarse a la Segunda Posguerra para en- el sanatorio de la Pequeña Compañía de María,
de las grandes ciudades, convertidos en frag- contrar testimonios en los cuales el ladrillo sea el mercado de San Cristóbal, la vivienda co-
mentos de una posible ciudad jardín (v.). En ese protagonista central. lectiva de La Pampa 1782 o la casa Agostini, to-
sentido, el ladrillo fue una parte importante en Sin embargo, un camino de recuperación das ellas en Buenos Aires. Esta derivación cor-
la constitución de los estilos rústicos que se de los materiales tradicionales —y con ellos del busierana no se agota con la rigurosa obra de
sucedieron a partir de la década de 1920 y que ladrillo— se percibe en el terreno de las va- SEPRA; una revisión del ladrillo como material
derivarían luego en el triunfo del California- riantes organicistas, tanto en las inflexiones de- y la reutilización de una técnica artesanal olvi-
no y su variante local, el “Estilo Mar del Pla- rivadas de las obras de Wright como de R. Neu- dada, como el “encalado”, la encontramos en
ta”. Aunque en este último caso el ladrillo de- ra que, sin ser mayoritarias en nuestro país, el Movimiento de las Casas Blancas (v.) que se
ba compartir con otros materiales, como la sirven para generar cierta arquitectura que a genera a fines de los cincuenta. Muchas de las
piedra arenisca, el revoque similpiedra o la veces tiene una confusa frontera con la rusti- intimistas viviendas del grupo Onda (v.), de Ca-
madera, la caracterización de esta modalidad cidad pintoresquista de fines de los cuarenta. veri (v.) y Ellis (v.), presentan esta cuidadosa aten-
arquitectónica. Innumerables viviendas de fin Ejemplo paradigmático de esta tendencia es la ción hacia el ladrillo artesanal que contrasta con
de semana, chalecitos suburbanos y luego ba- residencia Guerrero (1943-1945) en Juancho, otras derivaciones del Brutalismo corbusiera-
rrios obreros que intentan representar el gus- Prov. de Buenos Aires, de F. de Achával (v.). no, más unidas a una idea de este material co-
to por lo rústico de mediados de siglo XX, otor- Pero es en la obra madura de LC, caracteri- mo derivado del entorno industrial.
gan un rol importante al ladrillo que recupera zada por el Brutalismo (v.) de las casas Jaoul, Pero, si bien en la inflexión brutalista el la-
su cualidad más arcaica al difundirse con éxi- donde el ladrillo visto junto con el hormigón drillo recupera sus cualidades estéticas, sólo
to los muros de ladrillos artesanales vistos con vuelve a tener un rol fundamental en la estéti- aparece acompañando la estructura de H.° A.°,
junta rehundida como material propio para la ca moderna. Nuevas valencias aparecen desde que asume el rol central de la composición.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 51


ficios de propiedad horizontal en ladrillo que textualista, el material parece recuperar su va-
caracteriza el desarrollo de la urbe por fuera lor artesanal. Algunas grandes obras vuelven
del centro histórico. Sus ejemplos más nota- a mostrar sus cualidades y los diferentes jue-
bles plantean búsquedas diversas en la cons- gos de texturas posibles, como la Embajada de
trucción de una estética del ladrillo, que debe la URSS, de MSGSS, o los laboratorios Ho-
responder también a una profunda meditación echst de Aslan y Ezcurra. Pero la modificación
técnica acerca del comportamiento de este ma- más notoria puede hallarse en los múltiples re-
terial en los edificios en altura. ciclajes donde los muros de ladrillos aparecen
Pero un cambio importante se puede apre- descarnados y muestran una falsa naturalidad
ciar a fines de la década de 1970. La apuesta que seguramente no existió en la obra original
hacia el predominio murario parece exacer- profusamente revocada.
barse, y en las obras de esos años el ladrillo Una inflexión más seria y meditada de es-
u CASA EN ROSARIO, DE JORGE SCRIMAGLIO. aparece como una textura que evade todo com- te regreso a lo artesanal puede verse en las
promiso tectónico. Ahora es principal prota- obras de E. y G. Puppo (v.) o en la fachada de
Una modalidad nueva, inspirada segura- gonista y ha abandonado su rol funcional: ya la casa de la calle Serrano (actual Borges), en
mente en Aalto y en el Regionalismo de los pa- no debe revelar el procedimiento constructivo Buenos Aires, de P. Beitía (v.).
íses escandinavos —que encuentra ejemplos de su materialización. En esta nueva utiliza- Otra corriente importante en los usos téc-
en edificios paradigmáticos de la década de ción del material desaparecen las texturas en nicos y estéticos del ladrillo y su elección como
1950, como el municipio de Säynätsalo, la pro- sardinel que denuncian la irrupción de un va- tecnología alternativa para los países periféri-
pia casa de Aalto en Muratsalo—, generó un no y la estructura queda oculta detrás de una cos surge en buena parte de la teoría y la obra
importante corriente a nivel local que se pro- fina trama de artilugios: vigas especialmente del ingeniero uruguayo Eladio Dieste. La in-
longaría hasta la década de 1980. Probable- diseñadas para ser cubiertas por ladrillos, re- fluencia de su posición en la Argentina y de su
mente esta atención hacia la arquitectura nór- finados sistemas de aislación y fijación que in- sistema constructivo, la “cerámica armada”, que
dica esté unida a la relectura del fenómeno cluyen recortes de pequeñas láminas de ladri- intenta generar una tecnología adaptable a una
escandinavo realizada por los británicos que llo para ocultar el H.° A.°, etc. Ejemplos de esta mano de obra numerosa y a una maquinaria
tanta influencia tuvieron sobre la arquitectura modalidad son: el centro deportivo J. Newbery, que requiere una mediana inversión y no de-
en la Argentina de esos años. Esta nueva eta- proyectado para el estudio Kocourek por E. Les- pende del desarrollo de tecnologías y de patentes
pa se caracteriza por el valor que el ladrillo ton; el plan de escuelas municipales, realiza- extranjeras, puede verse en algunos de los tra-
en tanto conformador de una morfología mu- do por varios estudios durante la intendencia bajos realizados por el CEVE (v.) durante las dé-
raria que se transforma en protagonista total de Cacciatore en Buenos Aires; la planta in- cadas de 1960 y 1970, en la obra del ingeniero
de la obra como textura homogeneizante. Ejem- dustrial OKS, de Baliero, Córdova y Katzens- Héctor Massa y en algunos de los trabajos de
plo de ello, aunque no único, es la temprana tein, y el edificio de oficinas de Bolívar y Mo- M. González y R. Adesso. F. A.
producción de H. Baliero (v.), A. Cazzaniga y reno, en Buenos Aires, de MSGSSV (v.).
E. Polledo. Las casas individuales, que pro- Durante la década del 1980, y en relación Bibliografía: N. Davey. A History of building mate-
yectaron en la década de 1950, plantearon es- directa con el auge de la Arquitectura C on- rials, 1961; X. Martín y E. Peña. La ornamentación
ta condición que se reiteraría luego y que ca- en la arquitectura de Buenos Aires. 1800- 1900; 1900-
racterizaría la producción de Baliero y C. 1930. Bs. As.: IAA, 1966; J. Gazaneo y M. Scarone. Ar-
Córdova (v.), como la residencia argentina de quitectura de la Revolución Industrial en la Ar-
la ciudad universitaria de Madrid y los pro- gentina. Bs. As.: IAA, 1969; AA.VV. “El ladrillo, ma-
yectos posteriores ejecutados en forma con- terial persistente”. En: summa temática, N.° 2, 1983;
junta con E. Katzenstein (v.), como el edificio C. Moreno. Españoles y criollos, largas historias de
Conurban que este último realizó para el es- amores y desamores. De las viejas tapias y ladrillos.
tudio Kokourek. En esta corriente podríamos Bs. As., ICOMOS Argentina, 1995.
ubicar también la obra temprana de Bortha-
garay, como las escuelas en Mar del Plata y la
escuela Della Penna en Buenos Aires (v.). LAGOS, JOSÉ MARCELINO. Buenos Aires, 1828
Pero esta no es la única alternativa posible. – Íd., 1895. Abogado, militar y periodista. De
Durante los años sesenta y setenta el ladrillo intensa actuación en la primera Municipali-
vuelve a aparecer desde la reinterpretación dad de Buenos Aires (1856), es autor de un
local de la obra de L. Kahn. Los grandes y pe- proyecto para la modificación de la trama de
sados muros de ladrillo que a imitación de las Buenos Aires (1869) que anticipa el trazado
obras tardorromanas caracterizan la produc- de diagonales y avenidas que presidirían el
ción del maestro, reaparecen en los edificios debate sobre la transformación de la ciudad
del joven M. Á. Roca (v.) en Córdoba. También, durante varias décadas.
y probablemente a partir de la relectura de Aal-
to y de R. Salmona, Togo Díaz (v.) realiza en es- u EL LADRILLO COMO PIEL EN LA TORRE DE OFICINAS DE BO- Se doctora en Jurisprudencia en la Uni-
ta misma ciudad su casi infinita serie de edi- LIVAR Y MORENO, BUENOS AIRES., DE MSGSSV. versidad de Buenos Aires (1849). Militar pró-

52 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lad lan
u ADUANA DE BUENOS

AIRES, LA OBRA MÁS SIGNI-


FICATIVA DE LANÚS Y HARY,
PIONEROS EN LA RECON-
VERSIÓN ESTILÍSTICA DE
LA ARQUITECTURA PÚBLICA
HACIA EL CLASICISMO
FRANCÉS DEL SIGLO XVIII.

u LA ADUANA ES UN

EDIFICIO DE PARTIDO SIM-


PLE Y DE GRAN CARÁCTER,
CON ALGUNAS INFLUENCIAS
DE LA GARE D’ORSAY DE
PARÍS Y DE LOS INTERIORES
DEL SINGER BUILDING, EN
NUEVA YORK.

ximo a Urquiza, es su edecán en 1851 y parti- LANDOIS, EMILIO. s/d. Activo en Buenos Aires enseñanza de la arquitectura en Bélgica.
cipa de las batallas de Cepeda y Pavón. Fun- en la segunda mitad del siglo XIX. Completada su formación, Lanús y Hary
da la logia masónica Unión del Plata n.° 1 (1855) regresaron a Buenos Aires, se asociaron ha-
y participa de la fundación del Club Liberal Llegó al país en 1840. Fue autor del Teatro cia 1902 y trabajaron juntos durante casi 20
(1881). Ejerce el periodismo con el seudónimo de la Ópera en la calle Corrientes (1873), mo- años. Hary trabajó en la profesión con su hi-
de José Pampa. Integra la organización de la dificado luego por Julio Dormal (v.). También jo por algún tiempo más, para luego dedicar-
primera Comisión Municipal, creada en 1856; construyó la iglesia de Nuestra Señora de la se ambos a la actividad agropecuaria. Lanús,
permanece en ella hasta 1860. Merced en Pergamino (1854-1857). en cambio, continuó en la práctica de la ar-
Se lo cita hasta los años treinta (Charnou- quitectura hasta su muerte en 1940. Durante
die, 1906; Jaeschke, 1912; Rouco Oliva, 1932), esta etapa de su carrera tuvo como asociados
como antecedente de los planes de extensión LANÚS Y HARY. (LANÚS, Eduardo María: 1875- a Federico Woodgate (v.), Enrique E. Lanús y
de Buenos Aires a partir de su propuesta ela- 1940. Ingeniero. Arquitecto; HARY, Pablo: Alejandro Billoch Newery, quienes continua-
borada en 1869. Se trata de un planteo simé- 1875-1956. Ingeniero. Arquitecto De activa ron con el estudio hasta fines de la década del
trico, limitado por una avenida de circunvala- labor profesional y docente en los primeros cincuenta.
ción circular de 200 m de ancho. decenios del siglo XX). Principales exponen- La producción de la firma (casi 400 obras
En el centro de esa composición se ubica tes de una tendencia de regreso al Clasicis- construidas) recibió numerosos premios otor-
una plaza, que es el punto de intersección de mo que se produjo hacia 1900. gados por la Municipalidad de Buenos Aires
dos avenidas perpendiculares (N-S y E-O) y (1907, 1915, 1922, 1923, 1929, 1930); ganó va-
de 4 diagonales que desembocan en la aveni- Tanto Lanús como Hary se graduaron de rios concursos (sobre todo en la década del
da periférica. Las cinco plazas —la central, ubi- ingenieros en la Facultad de Ciencias Exactas, treinta), y abarcó diferentes programas edili-
cada en el espacio de la actual Plaza Congreso, Físicas y Naturales de Buenos Aires en 1898. cios en Buenos Aires y sus alrededores, San-
y las otras que median las diagonales— orga- Tuvieron como maestro en la materia Arqui- ta Fe, Tucumán, Mar del Plata, Río Negro, etc.
nizan el espacio urbano. No se conocen los do- tectura a Joaquín Belgrano (v.), ex-alumno de El prestigio y la capacidad que alcanzaron
cumentos originales; lo que ha trascendido es la École de Beaux Arts de París e importante en su actividad profesional los llevó a desem-
una representación esquemática que incluye difusor de la “gran arquitectura” de dicha es- peñarse en distintos cargos jerárquicos. Fue-
rasgos de la ciudad real —como la costa del río, cuela en la Argentina. Posteriormente se di- ron jurados en concursos públicos y privados,
la delineación del sector urbano construido— rigieron a Europa para completar su formación y ejercieron la presidencia de la SCA (v.). Ade-
- que lo diferencian de los diseños teóricos de como arquitectos. Lanús eligió la famosa Éco- más, Lanús fue arquitecto adscripto al Minis-
la primera mitad del siglo, como los de San- le des Beaux Arts de París y, dentro de ella, el terio de Instrucción Publica, miembro de la
tiago Bevans (1828). A. N. - R. E. P. atelier de Jean-Louis Pascal. Hary, previo paso Comisión Nacional de Casas Baratas (v.) y re-
por Inglaterra, donde estudió ingeniería naval, presentante argentino en el Congreso Inter-
Bibliografía: V. Cutollo. Nuevo diccionario biográfi- asistió a L’École des Beaux Arts de Bruselas, nacional de Obras Públicas y Construcciones
co argentino. Bs. As., 1971; J. Rouco Oliva. En: Con- donde se graduó de arquitecto, habiendo teni- celebrado en París en 1925.
cejo Deliberante, versión taquigráfica de la 18° se- do como maestros a Paul Saintenov, Joseph Je- El inicio de la actividad del estudio de La-
sión ordinaria, 10 de noviembre de 1932. an Naert y Ernest Acker, reformadores de la nús y Hary coincide con un período de gran

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 53


auge de la construcción en la Argentina. Si bien de Santa Fe, etc. Pero la obra más significa- Gran parte de la obra de muchos discípu-
realizan varias obras en la esfera pública, la ma- tiva es indudablemente la sede de la Aduana los de Lanús y Hary, tanto la de aquellos “van-
yoría pertenece al ámbito de la arquitectura pri- de Buenos Aires (1908). Este edificio de ofi- guardistas” como Prebisch (v.), Vautier (v.) o Vi-
vada. Bajo el lema: “Necesitaba el país tener cinas, de simple partido y gran carácter, fue rasoro (v.), como la de académicos como Bustillo
muy buenas casas antes que tener monumen- pionero de la reconversión estilística de la ar- (v.), logran una atemporal síntesis de Clasicis-
tos”, que también aplicarían en la enseñanza, quitectura pública argentina hacia el Clasi- mo y Modernidad. Y este fenómeno se debió
construyeron innumerables residencias y ca- cismo francés del siglo XVIII. En la Aduana sin duda al camino abierto por sus maestros a
sas de renta. se reconoce un hábil manejo de la arquitec- principios de siglo. F. G.
En el caso de las residencias, fueran estas tura de este estilo, con frentes modelados a la
pequeñas medianas o grandes, utilizaron co- manera de Víctor Laloux en la Gare d’Orsay
mo modelo la distribución básica del Grand de París (1900) o espacios interiores diseña- LA PADULA, ERNESTO. Pisticci (Matera, Italia),
Hotel francés: en planta baja, acceso a través dos con la misma habilidad de Ernest Flagg 1902 - s/d, 1968. Arquitecto y urbanista. Au-
de cour o porte cochère, vestíbulo y arranque de en el hall de acceso del Singer Building en tor del Plan Regulador de Córdoba.
escalera principal; en el primer piso, galería de Nueva York (1908).
distribución y salones de recepción; en el se- Entre las décadas del treinta y del cuaren- Se graduó en la Academia de Arquitectura
gundo piso, habitaciones privadas; y en las ta, el estudio —en su nueva configuración— de Roma, donde tuvo como maestros a M. Pia-
mansarda o en el subsuelo, los servicios. Re- abordó el tema de asilos y hospitales, donde se centini y L. Piccinato. Fue activo integrante del
sultan adaptaciones de esta tipología las resi- destacan los asilos Mercedes Lasalle de Riglos, Movimento di Architettura Razionalista
dencias de la Condesa de Sena, Montevideo en Moreno y Román Rossell, en Beccar. (MIAR). En Italia proyectó el edificio Cavalie-
1576 (Premio Municipal 1907); de la familia De fundamental importancia para la ar- ri di Colombo (1934) y el edificio Civilitá del
Lanús, Aguado 2878 (Premio Municipal 1915); quitectura argentina fue el desempeño de Hary Lavoro, que retoma el estilo monumental de
Duhau, Sarmiento 1339; Le Breton, Arenales y Lanús en el ámbito de la enseñanza, activi- Piacentini. Fue partícipe activo del equipo que
982; Vivot, Uruguay 1283; Sere, Rodríguez Pe- dad que desarrollaron desde su regreso a Bue- en 1942 proyectó la EUR en Roma. Después
ña 1741 (Premio Municipal 1923); Guerrico, nos Aires hasta principios de siglo. Fueron los de la guerra trabajó en los planos de recons-
Arenales 830 (Premio Municipal 1930), etc., encargados de concretar la iniciativa de crear, trucción de Rímini y Bracciano (1948).
todos ellos en Buenos Aires. junto con otros colegas, como Christophersen En 1949 se estableció en Córdoba. Allí ejer-
El edificio de renta (v. Casa de renta) fue otra (v.), Pereyra y Belgrano (v.), la Escuela de Ar- ció como funcionario del Ministerio de Obras
tipología que Lanús y Hary impusieron des- quitectura de la Facultad de Ciencias Exactas, Públicas y asesor de la Municipalidad de esa
de la práctica y la teoría, con una modalidad Físicas y Naturales de la UBA. La redacción del ciudad entre 1949 y 1964. Elaboró, en 1955,
particular. Esta se haría propia en Buenos Ai- plan de estudios original estuvo a cargo de Pa- la propuesta para el Plan Regulador de la ciu-
res, caracterizando su arquitectura y paisaje blo Hary, quien lo hizo sobre la base de las Es- dad, en el que tuvo en cuenta los lineamien-
urbanos por varias décadas. Los componen- cuelas de Bellas Artes de París y Bruselas, y ri- tos de la Carta de Atenas y las ideas de des-
tes funcionales (ajustada distribución de lo- gieron sin modificaciones hasta 1915. centralización orgánica y concentración
cales, incorporación de nuevos elementos de Dentro de la Escuela, Lanús se desempeñó funcional de Eliel Saarinen. A mismo tiempo
control, utilización de novedosos sistemas como profesor de Arquitectura hasta 1912. se dedicó a la enseñanza universitaria, y pro-
constructivos) y características formales (em- Hary, por su parte, ocupó las cátedras de His- dujo cambios en la Facultad de Arquitectura
pleo de lenguajes inspirados en el Clasicismo toria, Teoría y Composición Arquitectónica de la UNC, donde incorporó nuevas ideas, pro-
francés del siglo XVIII, cada vez más depura- hasta 1923. Ambos se encargaron de presen- ducto de su predica favorable por concebir
do) fueron definidos a principios de siglo y tar a los alumnos programas de Composición, una unidad de propósitos entre arquitectura
permanecieron invariables hasta los años cin- atentos a las necesidades del momento, y en- y urbanismo.
cuenta, comulgando con los postulados del caminaron la enseñanza privilegiando la prác- En 1962 realizó una serie de trabajos para
Movimiento Moderno. tica (v. Enseñanza de la arquitectura). el Plan Regulador: la sistematización de la Ca-
Prueba de esta continuidad y permanen- Este enfoque de la docencia, decisivo en ñada, la nueva estación de ómnibus y el estu-
cia en la arquitectura de los edificios de renta la formación de muchas generaciones de ar- dio para la reorganización del centro históri-
es la notable armonía en que conviven muchos quitectos argentinos, sería reforzado por las co, así como el trazado de nuevas avenidas y el
ejemplares de principios de siglo junto a otros enseñanzas impartidas por Hary desde la cá- estudio para el nuevo Código de Edificación.
de las décadas del veinte, del treinta y del cua- tedra de Teoría. En sus lecciones, inspiradas Sus ideas modernistas se ven claramente ex-
renta, en muchas calles de Buenos Aires. En- en distintos autores (Blondel, Guadet, Ruskin), presadas en “La ciudad Futura en el Plan Re-
tre los innumerables ejemplos construidos por llama a sus discípulos a hacer “obra lógica eje- gulador”, reflejo de su trabajo, que es con-
el estudio, se pueden citar: Sarandí e Hipólito cutable y, si es posible, bella”. También se ocu- temporáneo de los planes para las ciudades de
Yrigoyen, Callao y Bartolomé Mitre, Libertad y pa en ellas de ofrecer un panorama de la tra- Mendoza y Tucumán, elaborados por sus com-
Arenales, Carlos Pellegrini 959, varios en Jun- dición arquitectónica europea, sin descuidar patriotas Tedeschi (v.) y Calcaprina (v.).
cal entre Carlos Pellegrini y Suipacha, etc. el análisis de la arquitectura argentina, para
En el ámbito de la arquitectura pública, La- plantear las necesidades del país y las posibles Bibliografía: R. Gutiérrez, s. v.: “Ernesto La Padula”,
nús y Hary construyeron escuelas, como la respuestas o fuentes de inspiración que en la en: L. Patetta (compilador). Architetti e ingenieri
Germania Schule; iglesias como la Regina mayoría de los casos se inclinan por la tradi- italiani in Argentina, Uruguay e Paraguay. Roma:
Martyrum; estaciones de ferrocarril, como la ción clásica francesa. Pellicani, 2002.

54 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lan lap
LA PLATA. Ciudad capital de la Provincia de Bue- de la ciudad, con su emplazamiento definido). mientos, y la previsión y ejecución de cuantas
nos Aires, fundada en 1882 con el rol de se- u Desde el 1 de mayo hasta el 19 de no- acciones habría de requerir el comienzo in-
de de los poderes públicos y la administra- viembre de 1882 (ceremonia fundacional, con mediato de los trabajos: reunión de operarios
ción central de dicha provincia que, desde la traza urbana aprobada y demarcada). y de mano de obra especializada, acopio de ma-
1618 hasta entonces, estaban establecidos u Desde el 19 de noviembre de 1882 hasta teriales, radicación de fábricas de ladrillos, ges-
en la ciudad de Buenos Aires. el 15 de abril de 1884 (traslación de los pode- tiones licitatorias.
res públicos desde la ciudad de Buenos Aires La tercera etapa suponía la concentración
Ubicada en la margen occidental del Río de a la nueva capital, con los proyectos arquitec- de esfuerzos en la concreción de las obras ar-
La Plata, a 61 km de Buenos Aires, la ciudad y tónicos resueltos y sustancialmente construi- quitectónicas oficiales y privadas, incluyendo
su conurbano constan de 681.832 habitantes dos); así, el 1 de mayo de 1884 el doctor Rocha entre las primeras una suficiente cantidad
(censo 2001). Importante puerto, activo cen- concluía su trienio gubernativo y traspasaba el de viviendas para el personal estatal y, en cuan-
tro administrativo y universitario. mandato a su sucesor en la nueva capital. to a las segundas, la pronta y eficiente asig-
La crisis de la cuestión “capital de la repú- Mientras se dilucidaba lo concerniente al nación de solares, créditos y recursos mate-
blica” en el orden nacional tuvo resolución vio- emplazamiento de la futura ciudad y se ma- riales y humanos para construirlas. A la vez,
lenta en 1880, al federalizarse la ciudad de Bue- nejaba la pertinente instrumentación legal, se ejecutar la infraestructura urbana y las obras
nos Aires tras una guerra interna entre las portuarias, consolidar y ampliar la red de co-
fuerzas armadas nacionales y los bonaerenses municaciones interurbanas y el transporte in-
defensores del estatuto provincial de la ciudad; terno de la ciudad; organizar los sistemas edu-
luego de la victoria de los federales, se trami- cativos, administrativos, la municipalidad y el
tó parlamentariamente la cesión a la Nación culto; impulsar el comercio y la industria; fo-
por la Provincia, cuyo gobierno quedó en si- mentar la radicación de pobladores; facilitar
tuación de intruso en el mismo ámbito urba- el desarrollo de actividades hoteleras y gas-
no que había sido el núcleo generador del po- tronómicas para el servicio de la población flo-
blamiento y de la red de comunicaciones del tante; y, por último, organizar el traslado de
territorio bonaerense, cuya estructura no es si- los poderes públicos.
no la expansión de la primitiva comarca de la La gestión de Dardo Rocha tuvo éxito, por
actual Ciudad Autónoma. una parte, gracias al eficiente cuerpo técnico
Para solucionar la contradictoria situación nucleado en el Departamento de Ingenieros
expuesta se plantearon dos alternativas: una provincial, con muchos años de experiencia,
de ellas desarrollaba la idea de localizar, al y, además, por su acierto en integrar comisio-
principio, la nueva sede gubernativa en una nes que hoy denominaríamos “interdiscipli-
de las poblaciones vecinas de la ciudad de Bue- narias”, con legisladores, funcionarios admi-
nos Aires, dejar actuar en forma espontánea nistrativos y técnicos, a quienes se les delegaban
a la estructura territorial histórica de la Pro- facultades ejecutivas para el manejo de las in-
vincia y, en un tiempo posterior, fijar su ubi- cumbencias asignadas.
cación donde naturalmente se configurase la El tema de más compleja solución, concep-
posición más lógica con el ámbito urbano más u PLANO FUNDACIONAL DE LA PLATA, PCIA. DE BS. AS. tualmente previo a toda otra decisión, era la ubi-
adecuado. La otra alternativa tendía a una rup- cación de la futura ciudad. La efervescencia
tura con las estructuras físicas del pasado, al avanzó también en lo relativo al diseño urba- de iniciativas espontáneas, surgidas desde di-
proponer la construcción de una capital pro- no y a los proyectos arquitectónicos de los edi- versos vecindarios de la provincia para radicar
vincial con su propio puerto y a reencauzar la ficios públicos. Acaso sorprenda cómo pudo la capital en sus localidades respectivas, gene-
secular red viaria hacia la nueva cabecera; es- diseñarse la traza urbana sin conocer previa- raba a la vez expectativas y presiones; pero el
ta propuesta estaba dominada por un sentido mente las características de su emplazamien- gobierno constituyó una comisión especial y le
emulatorio en el trazado urbano y en el dise- to, y otro tanto puede considerarse respecto de dio precisas instrucciones tendientes a lograr
ño de la Arquitectura Monumental, con el fin los proyectos arquitectónicos elaborados sin un una propuesta fundamentada y objetiva. Las
de configurar un ámbito donde la Moderni- entorno urbano definido; pero todo se explica pautas de análisis fueron: ventajas e inconve-
dad tomase forma, en contraposición a la Ca- por la topografía preponderantemente llana del nientes que, para la administración de la pro-
pital Federal, de fundación hispana. área pampeana y por el geometrizante Clasi- vincia, tuviese cada lugar visto; calidades del
El gobernador Dardo Rocha, artífice del pro- cismo que el urbanismo francés había difun- suelo, tanto en el hipotético ámbito urbano res-
yecto, entendía que para lograr la nueva capi- dido internacionalmente durante el siglo XIX. pecto de la edificación, como de su entorno ru-
tal necesitaba planes en escala territorial, ur- La etapa iniciada con la ley de fundación in- ral para la agricultura; disponibilidad de agua
bana y arquitectónica, con metas cronológicas cluía la toma de decisiones sobre los proyectos potable en cantidad suficiente para las necesi-
de cumplimiento ineludible que, en síntesis, de traza urbana y de edificios públicos, la de- dades de una población populosa; facilidades
se han desarrollado así: marcación de la ciudad, gestión y proyecto de de comunicación con el exterior; condiciones
u Desde el 1 de mayo de 1881 (asunción del su puerto, urgente concreción de medios de para establecer vías ágiles de comunicación con
gobierno por el doctor Rocha) hasta el 1 de ma- transporte y comunicación interurbanos, de- la Capital Federal, con el resto de la provincia,
yo de 1882 (promulgación de la ley de fundación terminación de costos, recursos y financia- y las demás provincias argentinas; facilidad de

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 55


sucesivos anteproyectos de la traza de La Plata,
parece probable se trate del agrimensor Carlos
Glade (v.), destinado en 1881 como dibujante a
la sección Trabajos Catastrales, a la que corres-
pondía orgánicamente esta índole de asuntos.
Resulta evidente, en cambio, la interven-
ción personal del gobernador Rocha en el di-
seño de la ciudad de La Plata; uno de sus li-
bros, el Atlas Universal, editado en París en
1880 por Artheme Fayard, conserva esta cons-
tancia manuscrita en la portada: “Compré es-
te libro para estudiar los planos de las princi-
pales ciudades del mundo y con estos
conocimientos determinar el de La Plata”.
En el proceso de diseño de La Plata pode-
mos identificar cinco etapas: cuatro debidas a
profesionales del Departamento de Ingenie-
ros, con la intervención del arquitecto Juan
Martín Burgos (v.), cuya propuesta, semejan-
te en parte a la “ciudad Atlántida” del inge-
niero José Rodrigo Botet, conformó el esque-
ma básico del plan definitivo de La Plata,
presumiblemente con el apoyo del goberna-
u LA ESTACIÓN FERROVIARIA DE LA PLATA, DE CHAMBERS Y THOMAS, REEMPLAZÓ A PRINCIPIOS DE SIGLO XX A LA ORIGINAL. dor Rocha, cuya autoridad habría decidido el
abandono de las ideas rectoras que se mane-
hacer las obras indispensables para la higiene gislativo la expropiación de 16.818 ha, cuyo jaban en el Departamento de Ingenieros, aun-
y comodidad de un gran centro de población. 70% respondía a tres grandes estancias; el si- que conservando ciertos rasgos de estos an-
El 4 de mayo de 1881 fue designada esta co- tio del casco de una de ellas, con su arboleda, teproyectos, esencialmente la sistematización
misión especial; ya el 19 de octubre recibió el persiste como Paseo del Bosque en la actual de los parques y plazas.
Poder Ejecutivo sus investigaciones y estudios ciudad; otro sector del área expropiada se su- Los diseños preliminares marcan la evo-
y, tras el análisis técnico y político, giró el 14 perpuso en parte con el pequeño pueblo de To- lución de un esquema radioconcéntrico a otro
de marzo de 1882 el proyecto de ley a la Le- losa, y entorpeció la demarcación del ángulo radial sobre trama cuadricular. En abril de 1882
gislatura, del que se desprenden las siguien- norte de la nueva capital. el arquitecto Burgos envió al gobierno su pro-
tes alternativas: emplazamiento colindante con El diseño urbano se encomendó al Depar- puesta, que expuso en un folleto con la me-
la Capital Federal en: Belgrano, San José de tamento de Ingenieros de la provincia, bajo es- moria descriptiva y su fundamentación teóri-
Flores o Barracas al Sur (hoy Avellaneda); em- tas pautas: los planos se harían conforme a “los ca, con un plano en pequeña escala (impreso);
plazamiento mediterráneo en: Luján, Merce- trazados de las ciudades más modernas en mandó luego el dibujo original, que consis-
des, Chivilcoy, Lobos, Las Flores, Azul, Dolo- cuanto sea[n] compatible con nuestro clima, tía en una sistematización de diagonales so-
res o Chascomús; emplazamiento costero al las condiciones generales del país, las cos- bre trama cuadricular con espacios verdes en
norte de la Capital Federal en: Olivos, San Fer- tumbres de nuestras poblaciones y nuestros el punto central y en las principales intersec-
nando, Campana, Zárate o San Nicolás de los medios financieros”; se tendría presente “al ciones de avenidas.
Arroyos; emplazamiento costero al sur de la mismo tiempo que la mayor comodidad de los El 19 de mayo de 1882, el Departamento de
ciudad de Buenos Aires en Quilmes o La En- habitantes, la posibilidad de mantener la hi- Ingenieros elevó al gobierno su proyecto, con
senada; en General Lavalle, Mar del Plata, Ne- giene, en cuanto lo permitan los últimos ade- rasgos morfológicos esenciales de la propues-
cochea o Bahía Blanca; en Carmen de Patago- lantos científicos y la belleza de sus calles y pla- ta de Burgos y la sistematización de espacios
nes u otro punto de la faja costera entre Bahía zas”; la ciudad debía tener posibilidad de verdes esbozada en los anteproyectos; queda-
Blanca y dicha ciudad. “ensancharse, desarrollándose el plano que se ba inscripto en un perímetro cuadrado, divi-
Luego de evaluar las propuestas, se con- adopte”; debían proyectarse “las obras nece- dido en 36 secciones, pero solo estaban deli-
cluyó que solo la costa rioplatense entre el Ria- sarias para la limpieza diaria y la extracción de neadas 30, y dejaba las otras seis como reserva
chuelo y el río Salado tenía buenas condicio- todos los residuos que puedan perjudicar la sa- para una futura expansión. Por decreto del 5
nes de comunicabilidad y, en ese tramo, el lud pública, trazándolas de tal manera que pue- de junio se aprobó esta traza, con orden de in-
conjunto integrado por las lomas de la Ense- dan irse aumentando a medida que vaya ex- tegrarle el área del bosque, o casco antiguo de
nada como futuro centro urbano y, al pie de tendiéndose la ciudad, como igualmente las la estancia, y hacer las modificaciones necesa-
estas, el bañado con la boca del río Santiago obras necesarias para la provisión de agua”. rias para preservarlo como paseo urbano.
como puerto de ultramar reunía los requisitos Aunque ningún documento permite hoy de- El Departamento elevó el 13 de septiembre
óptimos para las necesidades planteadas. terminar qué profesional del Departamento su cuarto diseño con 36 secciones, incluido el
Consecuentemente, se solicitó al Poder Le- de Ingenieros fue el encargado de preparar los Paseo del Bosque; el día 16 el Gobierno lo apro-

56 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lap lap
bó y ordenó imprimirlo: este constituye el que dando simetría respecto del eje mencionado. tio del Museo, 1884-1888, Carlos Heynemann
denominamos “plano de fundación”. El día 20 Para el proyecto de los 5 edificios principales (v.) y Enrique Aberg (v.), el Dórico de la Direc-
quedó conformado también el diseño del eji- se convocó a un concurso internacional que ción General de Escuelas, 1883-1886, Carlos
do, preparado por el ingeniero José Antonio permitió concretar dos excelentes aportes: la Altgelt (v.), el Luis XIV del Ministerio de Go-
Lagos, que abarcaba las zonas de quintas y cha- Legislatura, proyectada por Gustavo Heine y bierno, 1883-1885, Luis Baldi (v.), demolido; el
cras para abasto de la ciudad. Jorge Hagemann (v.), y la Municipalidad, por Pintoresquismo del chalet de los gobernado-
Las complicaciones causadas por la super- Huberto Stier (v.), todos arquitectos de la ciu- res (1884), prefabricado por Shaw Brothers &
posición parcial con el preexistente pueblo dad alemana de Hannover. Co. de Nueva York, etc.
de Tolosa generaron no solo demoras, sino Los demás palacios públicos fueron pro- En la arquitectura doméstica prevaleció la
también un cambio en el “plano de fundación”: yectados por la Sección Arquitectura del De- tipología de casa chorizo (v.); además, las nor-
la superficie del Parque Norte (Belgrano) no partamento de Ingenieros o por profesionales mas edilicias imponían a los particulares la
fue totalmente expropiada y quedó reducida ajenos a esa repartición pero radicados en construcción de fachadas clasicistas sobre la
a solo dos de las ocho manzanas previstas, las nuestro país. La arquitectura oficial se ha ca- línea de edificación; solo por excepción podía
que lo hubiesen igualado a los parques del Oes- racterizado en La Plata por las dimensiones autorizarse la construcción de una vivienda en
te (San Martín) y del Sur (Saavedra). grandiosas, composiciones simétricas y em- el centro de un predio y con perímetro libre,
La imposibilidad de lograr una inmediata plazamientos en el centro de manzana, con patrón de asentamiento esencialmente reser-
ocupación y poblamiento del ámbito urbano perímetro libre, rodeados de jardines; así, al vado a los palacios públicos. El tejido pinto-
determinó que el 31 de marzo de 1884 fuese alejar el punto de mira, se refuerza el efecto resquista quedó virtualmente proscripto. La
destinada a quintas una faja perimetral dentro de monumentalidad. Oficina de Delineaciones, que no solo estaba
de la ciudad y, con el ajuste del diseño reali- encargada de amojonar los predios, sino tam-
zado entonces, resultaron suprimidas las pe- bién de fijar alturas de cornisas y demás pau-
queñas diagonales que acompañaban a las pla- tas para la armonía de los órdenes arquitectó-
zas Alberti y Castelli, a las que en el plano se nicos, se constituyó como responsable de la
les daba forma de estrellas de cuatro puntas. homogeneidad de la edificación privada y, en
En 1888 se litografió un plano en escala sentido amplio, de la trama urbana.
1:5.000, considerado por su autor, el agri- Pero la disponibilidad de viviendas era tan
mensor Glade (v.), como precatastral. Meses urgente cuanto más se aproximaba la fecha de
después fue reeditado con actualizaciones, se- traslación de los Poderes Públicos, de modo
gún proyecto del ingeniero Pedro Benoit (v.); que en forma temporaria se autorizó la cons-
en esta referencia se fundamenta la incierta trucción con chapa y madera, y el mismo go-
atribución a este último de la autoría del tra- bierno importó de los Estados Unidos varias
zado urbano de La Plata. decenas de casas prefabricadas, iglesias y has-
El mérito incuestionable de Pedro Benoit es ta el chalet de los gobernadores, magnífico edi-
su gestión técnica y administrativa como vocal ficio de tres plantas y setenta habitaciones, em-
arquitecto del Departamento de Ingenieros y plazado en el Bosque, donde actualmente está
Director Ejecutivo de las Obras de La Plata; el Colegio Nacional.
integró el jurado del concurso internacional pa- u PROYECTO ORIGINAL DEL DEPARTAMENTO TOPOGRÁFICO. En marzo de 1884 la población platense to-
ra edificios públicos, proyectó varias obras y su- talizaba 6.846 habitantes italianos en un 49,1%,
pervisó, directa o indirectamente, todas las cons- En el diseño de los palacios públicos se apli- argentinos solo el 28,6 %, y porcentajes me-
trucciones oficiales del período fundacional. có la amplia diversidad estilística, propia del nores de otras nacionalidades. Hasta marzo de
Entre las obras de Benoit, merece desta- Eclecticismo de esa época. El Neoclasicismo 1884 se habían construido en la nueva ciu-
carse la iglesia catedral, con 7.000 m2 cubier- jónico de la Legislatura (v., 1883-1889, Heine dad 390 casas de madera y 208 de mampos-
tos y una capacidad de doce mil personas, cuan- y Hagemann, v., y Carlos Nordmann) y el Ne- tería; estaban en ejecución 201 de mampos-
do toda la población de La Plata no llegaba a orrenacimiento alemán de la Municipalidad tería y solo 26 de madera. La infraestructura
duplicar esa cifra. (1883-1884, Stier y E. Meyer, arquitectos) co- urbana crecía con la ciudad en su conjunto y,
El paisaje urbano, como corresponde a una existen con el Neorrenacimiento francés de la a principios de 1884, se suministraba agua so-
premeditada escenografía metropolitana, ofre- Casa de Gobierno, 1882-1887, Julio Dormal (v.), lo a una decena de edificios, pero se trabaja-
cía una imagen formalmente jerárquica y de el Neorrenacimiento de la Casa de Justicia (v. ba en el tendido de toda la red. Otro tanto se
valoración cívica obvia, expresada mediante la Adolfo Buttner), el Neogótico de la iglesia de San comprobaba en cuanto concierne a pavimen-
contraposición de la monumentalidad de los Ponciano (1883) y de la Catedral (1883-1884), tos, luz eléctrica y transportes. Las insuficien-
edificios públicos con la escala doméstica de el Neorrenacimiento toscano del Departamento cias cuantitativas se compensaban en parte con
las viviendas que, además, eran de solo una o de Policía (1883), el Jónico del Departamento las expectativas e ilusiones que podía generar
dos plantas, con el objeto de configurar una de Ingenieros (1883), del Ministerio de Ha- un proceso de trabajo en acelerada ejecución.
base visual sobre la cual emergieran los edifi- cienda (1883-1884) y del Observatorio Astro- El 15 de abril de 1884 se celebró el traslado
cios estatales, cuya distribución se centralizó nómico (1884-1888), y el Neoclasicismo dóri- solemne de los Poderes Públicos, y algunos de
en el eje cívico entre las avenidas 51 y 53, y trans- co del portal del Cementerio (1884-1890); todas los palacios estatales ya habilitados sirvieron
versalmente sobre las avenidas 7 y 13, guar- estas obras de Benoit; el Neoclasicismo corin- como sede transitoria de la administración cen-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 57


tral. El siguiente 1 de mayo, en el recinto pro- particular significación convertía en monu- del casco urbano se extiende por las avenidas
visorio armado en uno de los patios del De- mentos), la localización de estos últimos —ten- 51 y 53, desde el Paseo del Bosque hasta el Bu-
partamento de Ingenieros, se reunió la Asam- diente a una simetría axial y un equilibrio eu- levar de Circunvalación 31, aunque restringió
blea Legislativa ante la cual el gobernador Dardo rítmico— y las características de la arquitectura su efectiva materialidad hasta la manzana de-
Rocha entregó su mandato al sucesor, Carlos doméstica, que operaría como armonioso te- limitada por la calles 17 y 18, donde comen-
D’Amico, que había sido su Ministro de Go- lón de fondo, formaban parte importante de zaban los terrenos anegadizos, y donde se le-
bierno y cercano colaborador. un proyecto totalizador. Sin embargo, esta suer- vantó el último edificio de la promenade
Pero el objetivo más difícil de materializar te de “ciudad circulatoria” que es La Plata, com- monumental, que fue el Monte de Piedad, re-
fue lograr el poblamiento de la nueva ciudad y puesta por una higiénica retícula de arterias formado en 1885 por Francisco Tamburini (v.)
la plena ocupación de su ámbito urbano, que regulares de una traza concebida para ser pos- para ser convertido en Colegio Provincial (y
el 31 de marzo de 1884 había experimentado el teriormente “llenada”, dejó solo una explícita desde 1888 en el primer Colegio Nacional de
cercenamiento ya antes mencionado. Se in- alteración de su homogénea progresión en el la ciudad). En cambió sí desdibujó al eje ex-
tentó hacerlo compulsivamente, amenazan- eje longitudinal, compuesto por manzanas di- tendido perpendicularmente a este a lo largo
do con la cesantía a los empleados públicos ferenciadas que prefiguraron el destino “mo- de la Avenida 13, que solo contó en forma es-
que, tras cumplir su horario, dejaban la ciudad numental” que efectivamente tuvo, más allá pejada —respecto del eje longitudinal— con
para irse a sus domicilios en la ciudad de Bue- los ya citados edificios del Consejo de Educa-
nos Aires, relativamente cercana, o en otras lo- ción (Avenida 13 entre 56 y 57) y la Casa de Jus-
calidades próximas; la salida de los trenes aba- ticia (Avenida 13 entre 47 y 48). Debido a ello
rrotados se correspondía con noches y con fines la plaza principal se trasladó hasta la inter-
de semana de soledad para La Plata. A. de P. sección de la Avenida 7 y el eje longitudinal
(Plaza de la Legislatura, hoy San Martín), don-
DE LA CIUDAD IDEAL A LA CIUDAD REAL (1884-1932). de se concentraban los poderes ejecutivo y le-
La actividad de esta etapa, coincidente con gislativo del gobierno provincial. Allí también
la asunción en el gobierno provincial de D’A- se levantó la primitiva estación del ferrocarril,
mico, pareció justificar las expectativas fun- en una manzana originariamente prevista pa-
dacionales en relación con el destino de una ra situar un teatro (calles 7, diagonal 80, 49 y
ciudad que llegó a creerse solo circunstancial- 59, proyectada por Francisco Pinarolli en 1883).
mente situada en la égida provincial. Duran- En esa plaza, hoy el centro neurálgico de la ciu-
te la gestión de D´Amico (1884-1887), la ciu- dad, se materializa la tensión básica con la que
dad física adquirió una fuerte fisonomía a partir nació La Plata en su constante interacción con
de la habilitación de un vasto conjunto edilicio la Capital: si en el proyecto fundacional, a las
que albergaba a la nueva burocracia de un Es- funciones gubernamentales se sumaban pro-
tado moderno y republicano, como también de gramas que buscaban consolidar una auto-
servicios y redes de infraestructura, que com- nomía cultural con respecto a Buenos Aires,
prendieron importantes obras de saneamien- la inauguración de la estación para el Ferro-
to y de comunicación ferroviaria y fluvial. Con carril Oeste, en el lado de la “plaza de la Le-
estas obras, que sorprendieron a numerosos gislatura” y en dirección a Buenos Aires, da
viajeros, la nueva ciudad pareció ubicarse en u EN LA ACTUALIDAD, EL DESARROLLO URBANO DE LA PLATA cuenta de una inicial toma de conciencia res-
un plano superador de las características físi- HA REBASADO LOS LÍMITES DE SU TRAZADO FUNDACIONAL. pecto de la imposibilidad de consolidar una vi-
cas que presentaba la Capital Federal, antes de da urbana alternativa. En torno de la Estación,
que Torcuato de Alvear iniciara su plan mo- del cual la ocupación general del resto de la y también del cercano Ministerio de Hacien-
dernizador en 1887. matriz básica fue menos el resultado de un da, el eje transversal de la Avenida 7 quedó con-
La preocupación por exhibir rápidamente “proyecto total” que la consecuencia de un pro- solidado por la instalación de la zona bancaria.
los resultados materiales de la “nueva Capital” ceso de pragmática agregación. Cercano al eje transversal, buscando recrear
hizo que se privilegiara la velocidad de los cam- En este contexto, la búsqueda de armoni- la originaria simetría axial y el equilibrio eu-
bios por sobre la armonía general prevista. En zar forma y paisaje urbanos debió resignar la rítmico de la ciudad, surgieron dos importan-
efecto, la velocidad tensó desde un principio al correlatividad con la centralidad geométrica a tes instituciones educativas en idénticas man-
proyecto fundacional, que expresamente bus- partir de la distribución de monumentos en zanas triangulares, proyectadas en 1885 por
caba trascender la mera prefiguración geomé- una zona desplazada hacia el noreste de la ciu- Carlos Altgelt (v.). En cambio, la orientación al
trica de la forma urbana. Si el propósito había dad. De ahí que el mantenimiento de la loca- sur y el alejamiento del centro poblacional fue-
sido delinear un organismo compuesto por hi- lización prevista para la Municipalidad y la Ca- ron los factores que decidieron la disposición
giénicas arterias carentes de obstáculos que in- tedral en el centro geográfico convirtiera por dentro del casco de hospitales y, fuera de él,
terfirieran la circulación de aire y de tránsito, años su espacio de integración en una suerte del Cementerio.
pero además —y fundamentalmente— defi- de “plaza mayor” fronteriza con la pampa. A La edilicia privada rápidamente asumió más
nir, dentro de un mismo sistema de proyec- través de esta operación, la arquitectura del po- explícitas características discordantes. En efec-
tación, las interacciones que mantendría esa der no desvirtuó el eje longitudinal, que tiene to, la celeridad de la operación requirió del sur-
traza con los edificios públicos (a los cuales su su prolongación hasta el puerto y que dentro gimiento de construcciones utilitarias proviso-

58 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lap lap
rias, levantadas en madera y separadas entre sí,
en un número tal que pareció justificar el ca-
lificativo de “ciudad yankee” dado por Sarmiento.
Muchas de estas casillas levantadas en La Pla-
ta eran de origen estadounidense: comenzaron
a recibirse a principios de 1884, tras ser en-
cargadas por las autoridades, y después tam-
bién por empresas privadas. Junto a la tempo-
raria suspensión de la aplicación de la norma
que obligaba a los particulares a construir en
mampostería y ocupando la línea municipal, se
conformó la “Comisión para la Adquisición de
Casas para La Plata”, que concentró su labor en
la importación de casillas. Por esta operación
fueron adquiridas a la Shaw Brothers and Co.
viviendas para los empleados, pero también la
mencionada Residencia para el Gobernador,
que D’amico habitó hasta 1887. También lle-
garon de Norteamérica iglesias de madera y es-
cuelas prefabricadas desde Buenos Aires, has-
ta que aserraderos locales comenzaron a proveer
de materiales para que los constructores o el
Departamento de Ingenieros abordaran nue-
vos programas: además de que en madera se
levantaron viviendas individuales y colectivas,
hoteles y teatros dentro del casco urbano, Pe-
dro Benoit y Sienra Carranza, en 1884, reali-
zaron el “Hospital Barraca” de Melchor Romero.
El reemplazo en el gobierno provincial de
D´Amico por Máximo Paz representó en 1887
un primer anticipo de los problemas por los
que atravesaría una ciudad dependiente en ex-
tremo de la acción directa del Estado. En la vir-
tual interrupción del plan de obras públicas de
la Capital provincial, decidida por quien inte-
graba la más radicalizada vertiente del libera-
lismo económico, comenzaron a desvanecerse
las expectativas por el destino de excepcionali-
dad de La Plata, ante la evidencia de que ese de-
tenimiento le impediría trascender el provin-
cianismo característico de un conjunto de
ciudades intermedias, cada vez más distancia-
das de la importancia que adquiría la Capital
Federal. Tras rematar los bienes de su antece-
sor y convertir “ejemplarizadoramente” la Re-
sidencia del Gobernador en Hotel de Inmi-
grantes (v.), Paz inició la dilapidación del
Ferrocarril Oeste, con un proceso que culmi-
naría con el desmantelamiento de los más im-
portantes talleres ferroviarios del país que esa
empresa poseía en Tolosa. A la inacción esta-
tal en materia de obra pública, le sucedió la cri-
sis desatada en 1890, que agudizó drástica-
mente la situación de La Plata.
Prueba de las manifestaciones físicas más
notorias de una fuerte retracción económica y
demográfica es el hecho de que en 1890 co- u FACHADA NEOGÓTICA DE LA CATEDRAL DE LA PLATA, DE P. BENOIT. LAS TORRES FUERON CONCLUÍDAS EN EL AÑO 2000.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 59


Promediando la década de 1910, la ciudad
ya daba muestras de una cierta reactivación
que favoreció la aplicación de normativas diri-
gidas a erradicar las casillas de madera que aún
permanecían en el centro de la ciudad, para ex-
pulsarlas a suburbios nucleados en torno a ac-
tividades industriales. Estos encontraron en
ese tipo de edificación un importante elemento
identitario: Los Hornos, Tolosa, Berisso y fun-
damentalmente Ensenada, localidad portuaria
donde las construcciones de madera recibie-
ron el ropaje de chapas, cuya abundante dis-
ponibilidad se asociaba al uso como lastre de
barcos arribados al puerto de La Plata.
Dentro del casco urbano, esta reactivación
permitió trasladar la estación de trenes de su
ya incómoda ubicación céntrica, para lo cual se
habilitó el edificio realizado por Chambers y
Thomas (v.), que aún funciona en Avenida 1 y
u PASAJE DARDO ROCHA, DE E. QUINKE Y D. COOK, REMODELADO RECIENTEMENTE POR UNA UNIDAD TÉCNICA MUNICIPAL. 44. Asimismo, la comuna pudo llevar a cabo
trabajos de rectificación del cauce del arroyo
menzó a disminuir el sostenido crecimiento tro de una ciudad que contaba además con el que atravesaba la ciudad, que lo redujeron a un
poblacional que había tenido a partir de su fun- Observatorio Astronómico —integrante junto conducto a cielo abierto a lo largo de la calle 11,
dación: de los 65.610 habitantes que registra el al Museo de un enclave científico ubicado en el en una operación que terminó con el proyec-
censo de ese año hasta llegar a 60.991 en 1895. Paseo del Bosque—, y significativos estableci- to de hacer un canal navegable y un puerto de
La crisis afectó el desarrollo edilicio. Que- mientos del nivel secundario, el Colegio Na- cabotaje en el centro de la ciudad, para favo-
daron paralizados emprendimientos como el cional y las escuelas normales. Luego de crear- recer su expansión hacia sectores todavía des-
del Teatro Argentino, excepcional caso de una se la Facultad de Agronomía y Veterinaria, poblados del casco urbano. La Iglesia Católica
monumental obra del capital privado incluida surgió la Universidad Provincial, que pasó a va- también participó de esta escalada en la acti-
dentro del eje longitudinal, y las obras de la Ca- lerse del espacio físico dejado por el desapare- vidad y, aunque no logró retomar decisivamente
tedral, el más imponente de los edificios pú- cido Banco Hipotecario Provincial y de los re- las obras de la Catedral, sí permitió dar ori-
blicos iniciados desde la fundación; quebraron gen en 1914 al monumental Asilo Marín y ha-
los bancos Constructor de La Plata (v.) e Hi- bilitar en la conflictiva zona portuaria de Be-
potecario Provincial, fundamentales promo- risso la emblemática “Mansión para Obreros”.
tores de la actividad inmobiliaria. A la inopor- La reactivación permitió ir cubriendo los
tuna inauguración en 1890 de las fastuosas intersticios del tejido en el sector central del
obras del puerto de La Plata, le sucedió su lar- casco urbano de La Plata, destacándose las res-
ga inactividad como acceso fluvial. La parálisis puestas para petit-hôtels y los primeros clubes
alcanzaba también al plano cultural, como que- sociales, en un momento en el que parecía ha-
da reflejado en la inactividad de la Universidad berse alcanzado la imagen urbana de La Plata,
Provincial de La Plata y de la gran Escuela de más cercana a la prevista por sus fundadores.
Artes y Oficios de la Provincia, proyectada por Sin embargo, otros factores produjeron nue-
Altgelt. Debido a estas circunstancias, la ciu- u PLANTA DEL PASAJE DARDO ROCHA. vas alteraciones, cuando la especulación in-
dad permaneció en un estado decadente, re- mobiliaria, que desde la etapa fundacional ha-
flejado en viajeros que la bautizaron “ciudad cursos humanos instalados a partir de la bía dado origen a numerosos conventillos y
muerta”, “necrópolis” o “esqueleto de ciudad”. actividad fundacional, que congregó especia- casas de renta que prolongaban su desarrollo
Las primeras evidencias de reactivación lle- listas en el control del territorio, las leyes y la horizontal hacia el interior de la manzana, en-
garon en torno a 1897 e impulsaron la idea de higiene urbana. contró, a través de la introducción del ascen-
trascender el rol de ciudad administrativa para Como forma de integrar todas estas insti- sor y el uso del hormigón en grandes estruc-
encontrar otros factores de desarrollo en las im- tuciones con un prevaleciente habitus laicista turas, un aliciente para acrecentar sus beneficios
portantes iniciativas educacionales y científicas y cientificista, el Ministro de Educación y Jus- en el desarrollo vertical. Todavía dentro de
que ya poseía La Plata. El inicio de las activida- ticia del gobierno de Roca, Joaquín V. Gonzá- un lenguaje clásico, Vilar (v.) y Urrutia (v.) ini-
des del Museo de Ciencias Naturales, que rá- lez, concibió en 1904 un vasto plan que en 1905 ciaron en 1914 una significativa producción de
pidamente alcanzó trascendencia internacional tuvo su ratificación parlamentaria y al año si- casas de renta (v.), y cuestionaron el papel se-
en medio de una profunda crisis, constituyó un guiente ya estaba en funcionamiento. Se tra- cundario en términos volumétricos que debía
punto de referencia respecto de la capacidad taba de la creación de la Universidad Nacional asumir la arquitectura privada ante los monu-
instalada en materia de ciencia y educación den- de La Plata (v. Ciudad universitaria). mentos del poder público, para abrir paso a un

60 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lap lap
modo de operar emulado por otros profesio- viviendas individuales, casas de renta y edifi-
nales locales. Al mismo tiempo, el Paseo del cios institucionales en puntos significativos de
Bosque prolongaba su proceso de fragmenta- la ciudad, que buscaban hacerse cargo de las
ción, como receptor de funciones no previstas implicancias identitarias a través de la apela-
o que por sus dimensiones no podían ser ab- ción ial Neocolonial (v.).
sorbidas por la matriz cuadricular, tal el caso Pero la vida estudiantil, que en la década
de los estadios de fútbol de Estudiantes y Gim- de 1920 estimuló cierta reactivación socio-
nasia y Esgrima. cultural, no alcanzó para disipar los fantasmas
Por otra parte, la consolidación de La Plata del estancamiento que desde 1890 seguían so-
como “ciudad universitaria” hizo que la Refor- brevolando en La Plata. La llamativa regulari-
ma tuviera aquí un particular impacto, que iba dad de su trazado urbano y la intensa actividad
más allá de la apertura de los altos estudios a universitaria tenían como contraparte una aún
amplios sectores de la sociedad. La ciudad pa- limitada vida social.
saba ahora a ser receptora de una verdadera “in- El puerto de La Plata pasó a ser visto en-
vasión juvenil” del interior del país y de paí- tonces como el símbolo de la potencialidad des-
ses limítrofes, y también del programa cultural aprovechada por una ciudad que comenzó a
que acompañó este proceso, e instaló un clima avizorar la salida de su letargo en un destino
de ideas sobrevalorador de la tradición heléni- “industrial”, algo que tenía su asidero también
ca y lo hispanoamericano, en oposición al des- en iniciativas privadas que buscaban una ven- u FACHADA POSTERIOR DEL PALACIO MUNICIPAL.

arrollo científico del mundo anglosajón. La “Ox- tajosa alternativa a los onerosos costos opera-
ford argentina” era ahora la “Salamanca de tivos del puerto de Buenos Aires. Desde el ca- deseada revitalización, los fastos del Cin-
Iberoamérica”, y de una preocupación por an- pital inglés existió un frustrado intento del cuentenario, centrados en la inauguración de
teponer el Arte a la Ciencia y el Hispanismo y Ferrocarril Oeste de obtener en 1904 su con- una Catedral sin terminar, parecieron ser, en
el Clasicismo a la Modernidad, surgieron la Es- cesión, para luego producirse la radicación del 1932, el reflejo de aporías que dejaron abier-
cuela Superior de Bellas Artes y el Teatro Grie- frigorífico “The La Plata Cold Storage Limited”, tas permanentes invocaciones a proyectos re-
go, cuyas emblemáticas propuestas arquitectó- con la que se sellaría el definitivo ocaso de la fundacionales. G. V.
nicas quedaron a cargo del arquitecto del MOP actividad saladeril existente en la zona desde
de la Nación, Belgrano Blanco (v.). Si bien estas 1871. El paso del puerto de la órbita provincial CICLO 1932-1945: LA EUFORIA.
propuestas no fueron materializadas, profe- a la nacional en 1905 marcó la apertura a ca- El año 1932 no solo significó para la ciudad
sionales como Vilar y Urrutia llevaron a cabo pitales norteamericanos: la Compañía Swift de de La Plata el tránsito por su 50 aniversario, si-
Chicago adquirió el originario frigorífico en no que para la clase política instalada en el po-
1907, y en 1916 se instaló la Compañía Ar- der a principios de la década del treinta pasó a
mour, por lo que se consolidó la actividad in- ocupar significativamente el espacio dejado va-
dustrial de Berisso. El capital norteamerica- cante por la generación del ochenta, precisa-
no ganaba nuevos mercados también en el mente en un lugar que medio siglo antes pa-
inicio de una nueva era del automóvil, acom- recía capitalizar las ilusiones de buena parte
pañada por la supremacía mundial del motor de su dirigencia.
a explosión y consecuentemente del petróleo, El restablecimiento del orden conservador
cuando el Estado argentino creó la empresa a nivel nacional y provincial potenció en el ám-
Yacimientos Petrolíferos Fiscales (v.) y decidió, bito local la rememoración. Algunos signos
en 1925, instalar su Destilería en Ensenada. se presentaban, sin embargo, de manera in-
Pero, además del puerto, el área costera in- versa: el ímpetu del gobernador Rocha y de sus
mediatamente cercana a él también constitu- más estrechos colaboradores no tuvo parangón
yó un elemento de atracción para el capital pri- con las modestas intenciones de los funciona-
vado, del que surgió un ambicioso programa rios del flamante gobierno de facto; la cuestión
de desarrollo turístico. Así, en 1925, el prin- capital ya no formaba parte del espectro de te-
cipal especulador de tierras del Uruguay, Fran- mas políticos trascendentes; las expectativas de
cisco Piria, adquirió 5.000 hectáreas que prác- competir con Buenos Aires se limitaban en-
ticamente comprendían en su totalidad lo que tonces a la actividad académica centrada en una
hoy es Punta Lara y parte de Villa Elisa, con el Universidad que ya había transitado por su mo-
fin de crear una localidad balnearia que aten- mento de mayor esplendor. Si en algo el plano
diera las demandas de recreación de una am- ideal se había anticipado a la realidad futura de
plia población que ya componía la metrópoli la región, era en no prever, salvo en la zona por-
porteña y el Gran Buenos Aires. En una ciu- tuaria, radicaciones industriales; instalacio-
dad que no terminaba de completar el pro- nes que solo excepcionalmente superaban la
grama fundacional, ni encontraba en sucesi- escala de talleres se instalaron en el casco ur-
u PALACIO MUNICIPAL, DE STIER Y MEYER. vos proyectos parcialmente materializados su bano o en sus inmediaciones.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 61


Tras el Cincuentenario se inicia un ciclo ba- dad respecto del cual se coincidía en afirmar
jo el auspicio de una lenta pero progresiva re- que era un dechado de virtudes, al que le fal-
cuperación de los efectos de la debacle eco- taba su realización tenaz y sostenida.
nómica internacional de 1929. Este proceso se La ciudad se modernizó de este modo con
aceleró cuando a partir de 1936 el gobernador nuevas casas de renta y viviendas individuales
Manuel Fresco dirigió una política difusamente que iban desde ejemplos alto burgueses hasta
keynesiana de intervención del Estado para “viviendas mínimas y decentes”, confiterías,
la realización de grandes obras públicas. En La cines, la ampliación de la sede del Club Estu-
Plata el impulso dado en el campo de la cons- diantes (v., Barrios) y la del Automóvil Club (Vi-
trucción de obras civiles y viales por parte del lar (v.), la construcción de nuevas instalaciones
Estado inició un proceso de transformación para el Hipódromo (Pico Estrada y Barrios), y
material sólo comparable al que experimentó lo que es más significativo, las clases alta y me-
en sus primeros años de existencia, y afianzó dio alta comenzaron a explorar la costa del Río
la noción de ciudad capital del “primer estado de la Plata, con la construcción de los clubes
argentino”. Estas obras públicas tuvieron co- Regatas (Bonilla y Briasco) y el balneario del
mo propósito particular la culminación del pro- Jockey Club (Pico Estrada y Barrios). En ma-
yecto fundacional, que hasta entonces no al- teria de equipamiento se advierte la aparición
canzaba a vislumbrarse más allá del sector de edificios de hospitales y sanatorios privados
céntrico del casco. Pero la prosecución de la en altura, en consonancia con las modifica-
Catedral, la recuperación del Teatro Argenti- ciones generadas en el campo médico y ar-
no, la construcción de pabellones en el Hos- quitectónico, y que repercuten en la inserción
pital Policlínico, la ampliación del Palacio de de edificios de monobloques en terrenos an- u RESIDENCIA PARTICULAR FRENTE A LA PLAZA MORENO.

Justicia, la modernización de escuelas y los teriormente inimaginables para tal fin. En es-
nuevos establecimientos de enseñanza (Escuela ta línea se sitúan el Hospital Español (Bonilla, incorporaban algunos rasgos lingüísticos y ma-
Superior de Bellas Artes, Escuela Industrial 1940) y el Instituto Médico Platense (Barrios, teriales de la Arquitectura Moderna, en las zo-
“Albert Thomas”, Escuela Normal Nacional N.° 1938), las primeras manifestaciones de reno- nas restantes surgieron casas mínimas ins-
1), los nuevos edificios para la administración vadas formas de inserción en la ciudad que se criptas dentro del ciclo de renovación de la
del Poder Ejecutivo Provincial y Municipal, o continuaron con la ampliación del Hospital vivienda popular. La transformación de los “ba-
la Cárcel de Olmos, no constituyeron los as- San Juan de Dios, 1950, Oscar Ruótolo (v.), los rrios” era el indicador más confiable del pro-
pectos más salientes que definen el cambio. Hospitales de Gonnet y Rossi y el Sanatorio greso experimentado.
Estos consistieron en la prolongación de pavi- Argentino, 1959, Krause (v.).
mentos, desagües, entubamiento de arroyos y Si bien el incipiente proceso de construc- CICLO 1945-1957: LOS SUBURBIOS
obras de infraestructura en general. ción de casas de departamentos en altura en INVADIERON EL CENTRO.
Las restantes modificaciones operadas en La Plata se había detenido abruptamente con El ascenso de Perón a la presidencia tuvo
el aspecto edilicio de la ciudad provinieron de la crisis económica del treinta, a los pocos años uno de sus epicentros más fuertes en Berisso,
acciones del capital privado, confiadas en que resurgía como modo seguro de colocación del y desencadenó en La Plata un conflicto obrero
el accionar del Estado posibilitara potenciar la excedente de capitales. Pero, a diferencia de la universitario en torno del 17 de octubre de 1945.
inversión. Se trató en conjunto de un decidido ciudad de Buenos Aires, la casa de renta en al- A partir de entonces se produjo progresiva-
impulso renovador sobre un proyecto de ciu- tura fue en La Plata un tipo excepcional, desti- mente la incorporación de los sectores popu-
nado a irradiar modernidad, confort y presti- lares de Berisso y Ensenada en sitios que has-
gio, antes que a producir el “relleno” del tejido, ta entonces les estaban vedados social y
como sí lo habían generado las casas chorizo culturalmente: el ámbito central de la ciudad.
de uno o dos pisos del pasado reciente al que Estos cambios caracterizaron el desarrollo fu-
se quería afanosamente dejar atrás. turo de su esfera pública más allá del decenio
La mayor transformación que se manifes- peronista, y generaron conflictos de índole so-
tó en la primera parte del período correspon- ciocultural entre los sectores burgueses tradi-
de al completamiento de la trama del casco ur- cionales y la emergente clase obrera, vincula-
bano y a las subdivisiones de tierra periurbana da a la industria frigorífica, petrolera y a las
mediante el tipo compacto. En una ciudad con actividades portuarias. Como corolario de es-
viviendas que tenían alrededor de medio siglo tos cambios, la patricia ciudad fue rebautiza-
en la zona central y presentaban un bajo gra- da con el nombre de Eva Perón en 1952.
do de obsolescencia material, el mayor por- Pero no debe suponerse que esta presencia
centaje de casas compactas se dio en los alre- alteraría el trazado fundacional. La Ordenanza
dedores, cuyo tejido más poroso, y en algunos por la que en 1949 se reglamentaba la edifica-
casos con viviendas precarias, era un escena- ción en La Plata prescribía la conservación del
u EDIFICIO EN LA AVENIDA 7, DE SÁNCHEZ, LAGOS Y DE LA rio auspicioso. Mientras en la zona central del trazado en virtud del valor histórico intrínseco,
TORRE, UNO DE LOS PRIMEROS EN ALTURA DE LA CIUDAD. casco se registraban verdaderos petit-hôtels que y apuntaba a su completamiento; mantenía en

62 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lap lap
buena medida las características normativas de principales empleadores de mano de obra. La Plata, circunstancia que, habiendo sido ava-
la anterior ordenanza de 1932, que buscaba ga- La vivienda colectiva promovida y finan- lada por la intervención militar provincial du-
rantizar ciertas condiciones de higiene y se- ciada por el Estado reconoció en la primera rante la presidencia de Aramburu, fue impul-
guridad que debía poseer el espacio privado, y etapa un pico cuantitativo que se manifestó sada por el propósito nunca manifiesto de evitar
se refería en términos globales solo a la nece- con los conjuntos realizados en Berisso (Ba- el peso del nutrido electorado peronista de las
sidad de preservar el trazado fundacional. rrio Obrero, Barrio Banco Provincia) y el ac- dos localidades sobre el resultado total.
El período peronista se caracterizó por la in- ceso al casco urbano (sector comprendido en- En segundo lugar, y relacionado con las con-
corporación de programas de interés social. En tre las avenidas 13, 19, 526 y 532), este último secuencias del peronismo, se manifiesta la con-
materia de respuesta al ocio, el gobernador Mer- completado en varias etapas. En ninguno de tinuidad en ciertas políticas como las de salud,
cante expropió la estancia de la sucesión Irao- los casos se logró vertebrar una unidad orgá- recreación y vivienda que van dejando —si bien
la, adyacente al partido de La Plata, destinada a nica, alternativa a la ciudad existente, y tanto de modo desarticulado— un cambio que du-
parque público regional, y el mismo goberna- el trazado “Ciudad Jardín” de Berisso como la rante la gestión peronista apenas había mos-
dor construyó la República de los Niños en el alternativa de amanzanamiento en clave uti- trado sus emergentes físicos.
suburbio de Manuel B. Gonnet, destinada a litaria para el segundo no constituyeron mo- En tercer lugar, como producto de la crea-
educar a los pequeños en los valores republi- delos consistentes para imitar. En una ciudad ción de la carrera de arquitectura en 1952, co-
canos. Desde el punto de vista físico, la Repú- que aparte de las “Mil Casas” no reconocía an- mienza a manifestarse la intervención de pro-
blica constituye un conjunto edilicio pintores- tecedentes de subdivisión de la manzana, es- fesionales locales en la construcción urbana,
co que comprende las sedes de los poderes tas aisladas intervenciones fueron recibidas que vienen a ocupar el lugar que tenían hasta
públicos, las sedes de las fuerzas armadas, la como auspiciantes de ghettos. entonces, prácticamente con exclusividad, los
municipalidad, la iglesia católica y el equipa- ingenieros civiles junto a los maestros mayo-
miento comercial, de recreación, cultura y de- res de obras. Si bien no puede decirse que es-
portes, de transportes y administración, las cha- te cambio haya mejorado el nivel creativo de
cras destinadas a la producción primaria, en las propuestas, sí señaló una orientación par-
suma, los programas de una ciudad real a es- ticular de las mismas, absorbiendo las recien-
cala reducida. Todos los edificios fueron reali- tes experimentaciones del campo internacio-
zados a partir de la elección de un tipo y un es- nal, frente a un estancamiento de los ingenieros
tilo diferentes. Tras la Revolución de 1955, la en el primer Racionalismo de los treinta. Para
idea inicial fue abandonada y la obra entró en entonces la realización de la casa que Le Cor-
un paulatino proceso de descuido y deterioro. busier (v.) proyectó para el Dr. Curutchet en
Las obras destinadas a cubrir estas expec- la ciudad constituía un estímulo intelectual pa-
tativas masivas y populares encontraron su ra la joven generación, integrada entre sus fi-
temprana formulación en el Plan Trienal 1947- guras salientes por Daniel Almeida Curth (v.),
1950 que, si bien se fue adaptando a las cir- Vicente Krause (v.), Carlos Lenci (v.), Tulio For-
cunstancias económicas, sufriendo ciertos re- nari, Ogando y Jorge Pellegrini.
cortes, se inscribió en la holgada experiencia u CASA UNIFAMILIAR, EN TOLOSA, DE GUSTAVO ASPIAZU. En cuarto lugar, comenzó la preocupación
de los primeros años de la gestión peronista. por el crecimiento y el funcionamiento de la
Inicialmente el ambicioso plan de obras A contracorriente del desarrollo de hospi- ciudad como un organismo, derivando en la
públicas comprendía una inversión de 67 mi- tales monoblock en altura, el Estado desarro- demanda de planes urbanos que se desarro-
llones de pesos en diversas iniciativas. Se pre- lló un tardío ejemplo neocolonial con un ar- llaron para La Plata y Berisso casi en simultá-
veía “reconquistar espacios verdes para recu- caico partido a doble claustro para el Hospital neo. La planificación ocupó desde entonces un
perar la fisonomía original de la ciudad”. Tras Gutiérrez (1947). lugar permanente en la estructura burocrática
la nacionalización del los ferrocarriles, se for- Las escuelas proyectadas reiteraron ana- del municipio platense.
mularon propuestas tendientes a minimizar crónicamente variantes tradicionales tipo “es- La vivienda colectiva había cambiado de na-
el impacto que el sistema ferroviario provo- cuela palacio” junto a esquemas de carácter ru- turaleza en 1948 al pasar del régimen de ren-
caba en la ciudad. ral —aun en enclaves urbanos—, cifrados ta (v. Casa de renta) al de propiedad horizontal (v.).
Finalmente, se acotó el contenido del plan dentro de la tradición pintoresca del Califor- Como había sucedido en otros casos del país,
al aeropuerto (de uso limitadísimo), nuevo pa- niano (v. Escuela). no se advirtieron cambios sustanciales al co-
bellón del policlínico, mejoras en el Melchor mienzo, porque el departamento estaba reser-
Romero, nuevo teatro al aire libre en el Bos- CICLO 1957-1982. vado a una clase media acomodada que nego-
que, barrios de vivienda en Berisso. Esta lo- UN LENTO CAMINO HACIA EL DESENCANTO. ciaba modernidad por estrechez. La aceleración
calidad se benefició con el mayor volumen de Cuando habían transcurrido 25 años de es- de su mercantilización se manifestó a partir de
obras públicas que conoció en su historia — te renacer y 12 del cambio impreso por el pe- los años sesenta, cuando el gusto por el depar-
correo, hospital subzonal, barrio obrero, equi- ronismo, se manifestó un quiebre que deter- tamento obnubila toda una generación de ha-
pamiento en las playas— en un momento en minaría el perfil de la ciudad en los 25 años bitantes de las ahora obsoletas casas chorizo.
que, pasada la guerra, el comercio de carnes siguientes. Se debió a varias modificaciones No pueden señalarse contribuciones de calidad
con Inglaterra inicia una declinación que arras- que consistieron en primer lugar en la sepa- para los departamentos en PH en los primeros
tra el cierre de los frigoríficos Armour y Swift, ración de Berisso y Ensenada del Municipio de años hasta el momento en que arquitectos co-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 63


mo Almeida Curth, Lenci, Krause, Tomás, Pes- Punta Lara experimentó desde fines de la vel tornaron inundables muchos sectores pe-
ci, entre otros, plantearon que esa mercan- década del sesenta un proceso de semiprivati- riurbanos y los arroyos cercanos se convirtie-
cía podía compatibilizarse con una razona- zación de la franja costera, a partir de la en- ron en peligrosas trampas. A partir de la in-
blemente buena calidad de vida. De todos trega en concesión de las parcelas a diferentes migración creciente de sectores provenientes
modos, casi no se observan en La Plata edifi- gremios, sindicatos y asociaciones, mientras del interior se generó una extensa zona mar-
cios para sectores altos, por lo que las de- comenzaron a entreverse los peligros por el es- ginal, tanto en áreas estructuradas por el tra-
mandas programáticas quedaron reducidas a tado de contaminación de las aguas. El uso del zado como junto a los arroyos (principalmen-
estándares medios. balneario comenzó a ser patrimonio de las cla- te “El Gato”). Las zonas de extramuros con
No obstante, la incipiente pujanza inver- ses populares provenientes en gran parte del canteras de calizas y hornos del sector NO se
sionista en el terreno de la construcción, reci- GBA. La separación del municipio de Ense- mantienen casi sin alteraciones hasta el pre-
bida ciertamente con beneplácito, no alcanzó nada del de La Plata, con escaso presupuesto, sente y constituyen una barrera a la integra-
a ser controlada a tiempo y el proceso culmi- provocó un estado de deterioro creciente que, ción periurbana. Con esta estructura anodina
nó con adversos e imprevistos resultados. La sumado a las periódicas destrucciones provo- y en permanente rol de área de paso circula-
disponibilidad del tipo “vivienda moderna mí- cadas por las sudestadas, implicó la pérdida de torio La Plata-Buenos Aires, la falta de carác-
nima” convertida en departamento-mercancía todo atractivo inmobiliario para el área. ter de estos sectores extramuros impide en el
y la Ley de Propiedad Horizontal (v.), combi- Ensenada y Berisso, después del cierre de imaginario popular, intelectual y oficial pen-
nada con la laxitud del marco regulatorio edi- los frigoríficos y del decaimiento de las in- sar a la capital bonaerense fuera de su casco.
licio, posibilitaron un mayor desorden al in- dustrias locales, frenaron su crecimiento y su- Los equipamientos realizados tanto por el
centivar las crecientes inversiones en materia maron a su austero paisaje el deterioro am- Estado como por el sector privado han paliado
edilicia que implicaron un deterioro de la ca- biental provocado por las emanaciones líquidas unidimensionalmente necesidades prácticas,
y gaseosas del polo petroquímico y petrolero, sin aportar valores espaciales o significativos
que al presente no ha sido revertido. El creci- a la ciudad. Este juicio puede aplicarse, entre
miento de ambos centros urbanos fue funda- otros, a edificios tales como el tan postergado
mentalmente vegetativo, rota la afluencia in- para el Correo, la sede del Instituto Obra Mé-
migratoria de décadas anteriores. dico Asistencial, la ampliación del Banco Pro-
En los años sesenta La Plata conservó la vincia, la Biblioteca de la Provincia de Buenos
imagen urbana moderna que se había forjado Aires, la Caja de Jubilaciones, la Caja Nacional
en los treinta, pero gradual e irreversiblemen- de Ahorro y Seguro, o conjuntos monumen-
te se operó, al igual que en muchos centros ur- tales como el Centro Administrativo (1974), cu-
banos del país y aun de América Latina, una yas torres gemelas (Llauró y Urgell, Antonini,
mutación del paisaje urbano, cuyos orígenes Schön y Zemborain y Moscato) empequeñe-
son bastante complejos pero que reconocen un
u VIVIENDA UNIFAMILIAR, EN TOLOSA, DE R. Y N. SARAVÍ. cambio de paradigma a nivel de gusto, orien-
tado a partir de entonces hacia experimentales
lidad de vida urbana: loteos indiscriminados futurismos tecnológicos fuertemente ahistó-
en áreas inadecuadas, saturación de infraes- ricos o, en otros casos, expresiones del Bruta-
tructuras y servicios por sobre ocupación de lismo dominante por entonces, que se tradu-
las áreas centrales, congestión de tránsito por jeron en intervenciones urbanas, tales como la
imprevisión de áreas de estacionamiento, des- nueva rambla de la avenida 51 entre 7 y 12; en
control en las densidades, etc. Lejos de pro- el auspicio del crecimiento en altura, entu-
mover una ciudad en vertical, epítome de “ur- siasmo atravesado por evidentes motivaciones
be moderna”, la ley de propiedad horizontal de lucro económico; en la “modernización” del
tuvo en principio un efecto casi inadvertido mobiliario urbano tradicional y de los paseos
desde una perspectiva urbana, pero de som- públicos (particularmente las plazas Belgrano
brías consecuencias en el plano del hábitat do- y Paso); en suma, en el abandono de los cáno-
méstico. La subdivisión de lotes (que llegaban nes anteriormente vigentes en materia de de-
a los 60 m de profundidad), auspiciada por coro urbano. Estos valores produjeron una mo-
la compacidad de las casas cajón (v.), generó el dernización incompleta y a la vez traumática
tipo de “pasillo al fondo”. El mismo procedi- sobre el entorno, desafortunada para una mi-
miento se experimentó en los casos de las ca- rada proclive a la continuidad dinámica del mo-
sas chorizo (v.), donde el terreno remanente co- delo histórico —posición minoritaria enton-
menzó a ser vendido en propiedad horizontal. ces— y prometedor escenario en cambio para
De este modo, y hasta la puesta en vigencia de un número más amplio de experimentadores.
la Ley Provincial 8.912 (1979), se fue generando La zona periurbana, que fue incorporán-
una inédita ciudad cuasi árabe de intramuros, dose poco a poco al casco urbano “formal”, pre-
que destrozaba la idea de corazón de manza- sentó problemas que el propio casco apenas u SEDE DEL COLEGIO DE ESCRIBANOS DE LA PCIA. DE BS.AS.,

na libre, tácitamente formulada en los inicios. podía resolver. En efecto, las diferencias de ni- DE G. ASPIAZU, J. GALARREGUI, S. CASELLAS Y J. GARCÍA.

64 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lap lap
Plan Urbis remarcaba la necesidad de abordar lencias del trazado fundacional se inscriben dos
sistemáticamente una escala mayor que com- propuestas. El primer caso es el nuevo Teatro
prendiera la región de La Plata, Berisso y En- Argentino de Tomás García, Roberto Germani,
senada, reconsideración global que coincidía Inés Rubio, Alberto Sbarra y Carlos Ucar (1979),
con la paradójica separación administrativa en resuelto a través de un partido que explícita-
partidos autónomos. Dicho plan fue realizado mente “encuentra su ley de generación en la
por el grupo integrado por los arquitectos Jo- ciudad [...] y, a modo de resonante, devuelve a
sé Bacigalupo, Kurchan (v.), Ugarte, etc., quie- la ciudad la rítmica de la sintaxis histórica que
nes paralelamente desarrollaban el Plan Re- le dio origen; [...] respeta la preexistencia histó-
gulador de la ciudad de Posadas, que daba un rica: la ciudad; el espíritu de su diseño original
sentido sistémico a planificaciones sectoriales y la clara concepción de sus edificios públicos
en materia urbana. neoclásicos, en cuanto a su espacialidad exter-
La crisis del modelo de crecimiento nacio- na”. El equipo de arquitectos, heredero de las
nal, apoyado en la sustitución de importacio- propuestas sesentistas de uso público de bue-
nes y la instalación de un frágil monetarismo na parte del espacio privado, agregó al filo de
financiero a partir del golpe militar de 1976, los ochenta como elemento novedoso la con-
u CONJUNTO HABITACIONAL, DE E. SESSA Y OTROS. pusieron fin a este febril proceso de inversio- cepción de la plaza del teatro “liberada del ve-
nes en edilicia especulativa. En medio de la cri- hículo, integrando al paisaje el juego de su vo-
cieron a la palaciega sede del gobierno cumu- sis surgió un diagnóstico generalizado para to- lumetría y espacialidad interna” (v. Teatro).
nal. En casos como el de la Universidad, los des- da la provincia y se sancionó en 1977 la Ley El segundo caso es el de la propuesta de CE-
aciertos han sido tan sonados (inserción del Provincial de Ordenamiento Territorial y Uso PA (v.) para centro cívico en el eje monumen-
conjunto de alta densidad en pleno centro) que del Suelo N.° 8.912 (actualmente vigente), des- tal, denominada Eje del Centenario, iniciada a
las escasas realizaciones bien encaminadas se tinada a regular “sanamente” la configuración fines de 1980, recuperó en otra clave, atenta al
han opacado. Ambiciosos proyectos —encara- del espacio urbano, pero que no previó la po- espíritu ya que no a la forma, tanto la vieja con-
dos también por la intervenida UNLP tras la re- sibilidad de atemperar el caos producido y, por cepción City Beautiful propuesta en 1947 por
volución de 1966—, como la Facultad de Cien- el contrario, introdujo nuevas alternativas de C. M. della Paolera (v.), que consistía en trans-
cias Exactas de Ballester Peña, Baudizzone, desintegración. Cada municipio redactaría una formar en plazas las manzanas del eje 51 y 53,
Erbin, Díaz, Lestard, Varas (v.), quedaron redu- ordenanza de edificación que, al margen de las situadas entre 3 y 11, ocupadas por edificación
cidos a samplers de vigencia tan efímera como particularidades, resultaba idéntica en todos privada, para “llevar el Bosque hasta la Cate-
la teoría que los sostuvo, mientras que otros no los casos. Si bien la ley fue recibida con bene- dral”, como el mucho más reciente y publici-
pasaron de su estado de propuesta gráfica. En plácito por el conjunto de la profesión arqui- tado Plan Urbis.
materia hospitalaria se sobrevivió ampliando tectónica, solo un voluntarismo sin límites pu-
discretamente el parque existente, sin desarro- do imaginar que buenos ciudadanos edificaran
llar —más allá de un par de hospitales como el una ciudad armoniosa, cuando la ley abría la
Rossi y el de Gonnet—, nuevos emprendi- puerta a recicladas formas de especulación in-
mientos de envergadura (v. Hospital). La ense- mobiliaria. En efecto, poco a poco se empezó
ñanza primaria y secundaria tuvo escasas mues- a concretar la más trivial de las expresiones
tras de las posibilidades que la Arquitectura modernistas y la vocación de los ochenta por
Moderna permitía. Hacia fines de la década del la preservación de valores urbanos tradiciona-
cincuenta comienzan a manifestarse algunos les se topó contradictoriamente con una ley
edificios proyectados dentro del Funcionalis- ideológicamente cercana a los envejecidos pos-
mo, concebidos como excepciones. tulados del CIAM.
Instrumentos técnicos para controlar el des-
arrollo de la ciudad no faltaron en los años “ru- La Plata en su Centenario. El Centenario de la
gientes” de esta modernización edilicia. El ciudad se enmarcó en la celebración oficial que
reglamento de edificación de 1949 prescribía el Proceso Militar realizaba del proyecto de la
la conservación del trazado original de la ciu- Generación del Ochenta, aspirando a identifi-
dad de La Plata. Estas características se man- carse con este. Al igual que había sucedido con
tuvieron en la ordenanza de 1963, que sucedió el gobierno conservador de Agustín P. Justo, La
a la de 1949, y que solamente aportó como cam- Plata ocupó la atención de intelectuales, artis-
bio una mayor permisividad respecto de la al- tas, técnicos y funcionarios. Una de las conse-
tura de edificación. cuencias que aparejó esta reivindicación en el
Aun dentro de este rígido esquema, en 1958 campo disciplinar fue que pasó una vez más a
las autoridades municipales encomendaron ser repensada como trazado ideal, y ese trazado
a un grupo de especialistas la realización de comenzó a confundirse con la ciudad misma.
un Plan Regulador que se conocería con el En el plano de las intervenciones urbano-ar-
u EDIFICIO DE VIVIENDAS, DE MARTÍNEZ Y SPERONI.
nombre del equipo que lo realizó: Urbis. El quitectónicas que reflexionaron sobre las va-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 65


para la remodelación del área central de San-
tiago de Chile- cuenta con una dilatada tra-
yectoria dentro de la cual se destacan los pri-
meros premios obtenidos en los concursos
nacionales para la Municipalidad de Rufino,
Pcia. de Santa Fe – con Sara Fisch, Ariel Igle-
sias, Isabel López y L Merlo- y para el hospital
materno infantil de Tucumán –con Ricardo Ri-
pari-; el equipo que proyectó Rufino –junto con
Orlando Sturlese y Evelina Belardinelli- reali-
zó un conjunto de viviendas para la Munici-
palidad de Ensenada. Entre las últimas obras
cabe mencionar el edificio de la Avda. 53 e/ 2
y 3 –con Fisch y Ripari- y el mas reciente de
Avda. 66 e/ 3 y 4. 128
Roberto Saraví ha realizado numerosas vi-
viendas colectivas e individuales siempre atra-
vesadas tanto por el rigor funcional como por
la experimentación tecnológica y expresiva.
u LA CASA EN GONNET, DE GINO RANDAZZO, CONJUGA ELEMENTOS DE LAS ARQUITECTURAS DE MIES, LE CORBUSIER Y WRIGHT. Dentro de su variada producción resulta par-
ticularmente significativo el Monumento a los
Dentro de la misma ética modernista se si- merosas figuras formadas en el ámbito local, desaparecidos de la FAU / UNLP - con Jorge
túa el diagnóstico y la propuesta para la ciudad que han participado en eventos internaciona- García y Daniel Delpino- Héçtor Tomas, ha
y su región elaborado por Luis Morea (v.) y Ru- les, obtenido premios en concursos nacionales desarrollado una notable producción que, si
bén Pesci. Otros trabajos de diagnóstico fue- y realizado numerosos e interesantes trabajos bien se ha centrado en el proyecto de edificios
ron publicados en el volumen La Plata, Ciudad a la par de mantener una intensa actividad do- en altura y viviendas unifamiliares, registra va-
Nueva. Ciudad Antigua, aunque el clima revi- cente. Ente ellos caben cita a Gustavo Azpiazu riadas propuestas como las de la sede institu-
sionista no podía dejar de teñir los análisis ti- quien ha desarrollado una intensa actividad co- cional y escuela Max Nordau (1° premio del
pológicos, orientados a una faz dominante- mo proyectista. Sus obras más notorias son la concurso) y la sede de la Asociación Siriana Or-
mente formal y nostálgica. Escuela de Bosques de la UNLP (con Mario todoxa de La Plata, en la Avda. 44 e/ 11 y 12.
Pero escasas e irrelevantes fueron las rea- Alonso), una serie de sucursales del banco del Entre sus edificios se destacan los de 8 y 46 y
lizaciones materiales. Por su carácter polémi- Chaco (con J. Galarrregui). Con este último y el de 45 e/ 5 y 6.
co se destaca el encargo de elaboradas plazas Sergio Casellas, la sede central de una entidad Jorge Galarregui, ya mencionado a partir
de geometría “dura”, que no lograron ser asu- bancaria en Avda. 7 y 47, con los anteriores y de su sociedad con Azpiazu y Casellas, es au-
midas positivamente por sus potenciales des- Javier Garcia –autor del notable edificio ladri- tor –junto con éste último- de numerosas vi-
tinatarios y yacen hoy, a escasos veinte años de llero de dg. 77 y 8- la sede del Colegio de Es- viendas generadas a partir tanto de una lógica
realizadas, en un lamentable estado de ruina. cribanos de la Pcia. de Bs. As. Roberto Cap- sistémica -Pons-Posadas- como de una sensi-
La reivindicación del trazado geométricamen- pelli es autor -junto con Roberto Ramírez y bilidad cercana a principios organicistas –Av-
te puro de la ciudad surge enmarcado en una Cecilia Becerra- de una serie sistematizada y da. 51 y 21- ha desarrollado también otros pro-
operación similar a la que homologaba el di- tecnológicamente adecuada a las condiciones gramas, entre los cuales se destaca el de la
bujo de arquitectura con la propia arquitectu- ribereñas, de paradores, sedes deportivas y hos- Universidad Argentina de la Empresa (UADE)
ra, surgida en medio del clima laboralmente terías dominantemente palafíticas construidas en Bs. As., primero con S. Casellas, E. Altuna
recesivo e ideológicamente revisionista que por el MOP de la Pcia. de Bs. As. en la costa de y Carlos Busso– y posteriormente asociado con
afectó el debate arquitectónico de la década. Punta Lara (1966). Asociado con Graciela Pron- este último –hasta la actualidad- con quien pro-
En materia de vivienda individual, y dentro sato y el estudio de Mario Roberto Álvarez (v.), dujo la minimalista torre de dg. 79 e/ 5 y 6.
de este clima preservacionista, cobraron sin- ha realizado, entre otras obras, el hotel Costa Gino Randazzo es el ejemplo de una obra
gular interés los reciclajes de casa chorizo. Sin Galana, en Mar del Plata. madura que, a la manera de Louis Kahn, se re-
embargo, las ofertas de terrenos libres en la in- Eduardo Crivos ha desarrollado diversos vela como producto de una ininterrumpida y
mediata zona periurbana fomentaron en las temas a través de obras y concursos; entre las prolongada reflexión sobre la Arquitectura. En
clases medias la realización de nuevas vivien- primeras se destacan el conjunto de viviendas el campo de la praxis, se destaca una vivienda
das. En estos emprendimientos –y asimismo –con Jorge García- que provoca un pasaje pú- en Gonnet, en la cual se conjugan elementos
en edificios de carácter público y privado- se ad- blico entre dos calles (dg.111 y 8) surcado por significativos de las arquitecturas de Mies, Le
vierte ya desde la década anterior un cambio locales-puente y el conjunto de duplex en ver- Corbusier y Wright.
cualitativo ofrecido por la presencia de los ar- tical (premio anual de Arquitectura), frente a Si bien la nómina es incompleta, cabe men-
quitectos egresados de la Facultad local. A los plaza España. Emilio Sessa –integrante a prin- cionar a Eduardo Huergo y Enrique Montalvo
mencionados en párrafos anteriores se les agre- cipios de los ’70 del equipo que obtuviera el (autores del cuidado conjunto comercial si-
gan a partir en los años sesenta y setenta nu- primer premio en el concurso internacional tuado en diagonal 79 esquina 55), a Osvaldo

66 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lap lap
Cabrera, tempranamente fallecido (autor del
conjunto de viviendas en la calle 22 entre 65 y
66, acertada propuesta representativa de in-
fluencia de la arquitectura británica de los ‘60),
a Eduardo Larcamón (cultor de viviendas ubi-
cadas entre la tradición wrightiana y el casa-
blanquismo), Néstor Bono y Jorge Grandal (pro-
yectistas de la resonante confitería “Mapuches”
en Gonnet y de numerosas viviendas), etc..
También resulta significativa la obra de una
extensa lista de figuras nacidas después de 1950
—activos en el campo de la docencia, la in-
vestigación y la práctica proyectual— que vie-
nen realizando valiosas contribuciones arqui-
tectónicas a la ciudad.

CICLO 1990-2000: DE LA CRISIS AL


ESTANCAMIENTO ESTRUCTURAL.
En el clima de estabilidad monetaria y cré-
ditos blandos de los noventa, la ciudad se con-
virtió nuevamente en escenario de algunos em-
prendimientos de fuerte impacto urbano. De
una larga lista de proyectos, se concretaron la
autopista La Plata-Buenos Aires; la sede del Re-
gistro de la Propiedad; el Estadio Único; la fi-
nalización del Teatro Argentino y de la Cate-
dral; la remodelación del Pasaje Dardo Rocha;
la nueva plaza y el Centro Cultural Islas Mal-
vinas. Por distintas razones aún no se concre-
taron la ampliación del Museo de Ciencias Na-
turales, el proyecto de Museo Interactivo, el
traslado de la terminal y la realización de un
puente Punta Lara-Colonia. Frente a este pa-
norama, que superficialmente podría celebrar-
se, las graves consecuencias de los problemas
no resueltos se manifiestan en los noventa de
la mano de la incapacidad estatal y privada de
salir de un agobiante estado de endeudamien-
to y la falta de recursos genuinos.
Por ello, a las acciones más o menos co-
ordinadas en torno de la llamada “jerarquiza-
ción de la ciudad”, se agrega una coyuntural
política de franquicias que permitieron la ins-
talación fuera del casco de hipermercados, en
abierta violación a las reglas del trazado. Co-
yuntural es asimismo la política de obra pú-
blica en estos sectores urbanos (extensión de
asfaltos, viaductos, puentes, etc). El perfil edi-
licio ha sido deteriorado por las razones apun-
tadas y por la libérrima actitud de cada fren-
tista en tomar decisiones, sin apuntar a una
imagen de conjunto. El caos metropolitano se
ensaya aquí en jibarizada escala con resulta-
dos más agresivos, y la permanente amenaza
del medio ambiente —provocado por el tipo
de actividades ligadas al puerto— no ha po-
dido ser revertida. u VIVIENDA MULTIFAMILIAR EN LA CALLE 45, ENTRE 5 Y 6, DE HÉCTOR TOMAS.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 67


El empobrecimiento de la población y de los LARGUÍA, JONÁS. San Roque (Córdoba), 1832 Grado al Mérito en el Concurso Anual de la
recursos municipales se advierte, al igual que - Santa Fe, 1891. Ingeniero-Arquitecto. Re- Academia de 1860, sumado a un par de se-
en otras ciudades intermedias del país, en la alizó estudios de arquitectura en Roma y re- gundos premios en similares confrontaciones.
ausencia de mantenimiento de su patrimonio gresó al país en 1862. Fue el proyectista del Sarti deja especial constancia del “estudio de
construido, incluyendo el mobiliario urbano, Antiguo Congreso de la Nación; desde 1865 los monumentos clásicos, antiguos y del qui-
el arbolado, las calles y aceras. Dado que la ad- se estableció en Santa Fe, donde desarro- nientos” que Larguía realizaba paralelamen-
ministración pública ha dejado de ostentar sa- lló la mayor parte de su actividad profesio- te a su trabajo en los cursos.
larios acomodados, la ciudad que hasta los me- nal, dejando obras de gran importancia para Al regresar al país solicita al Consejo de
diados de los setenta se enorgullecía de sus la ciudad. Obras Públicas de la Provincia de Buenos Ai-
clubes y espectáculos en competencia con los res que se le extienda la homologación de los
de la ciudad de Buenos Aires experimentó des- Nacido en la provincia de Córdoba, se tras- títulos que había obtenido en Italia, a lo que se
de la Dictadura la declinación de sus activida- lada muy joven a Buenos Aires, donde desa- le responde negativamente por no ser facultad
des sociales y culturales, así como la deman- rrolla sus estudios secundarios y algunos cur- de ese organismo la extensión de diplomas.
da de servicios y bienes de calidad. F. G. / E. G. sos de Latinidad, Filosofía y Matemáticas en la No se ha encontrado entre sus papeles per-
Universidad de San Carlos; regresa al interior sonales un diploma de “Ingeniero-Arquitec-
Bibliografía: F. Escardó. La Plata a vuelo de pájaro. en 1852 para desempeñarse como secretario to”, que es el título con que Larguía se presentó
Montevideo: Imp. Laurak-Bat, 1886; Universidad Na- del Congreso Constituyente reunido en Santa a su regreso, pero en 1876 el Encargado de Ne-
cional de La Plata. Álbum. La Plata: UNLP, 1909; L. Fe y en 1856 se radica en Paraná, donde se de- gocios de Italia en Buenos Aires le extendió un
Etchichuri. La Plata, estudio histórico estadístico, sempeñó en el cargo de prosecretario de la Cá- certificado en el que aclaraba que los docu-
demográfico, 1882-1914. La Plata: Imprenta Munici- mara de Diputados de la Confederación. mentos presentados por Larguía eran auténti-
pal, 1914; A. Salvadores. Fundación de la ciudad de En 1858 es becado por el Gobierno de la cos y que así acreditaba en esos años la Corte
La Plata (documentos éditos e inéditos). La Plata: Confederación, con mil pesos de plata anua- Pontificia los estudios en dicha Academia.
UNLP, 1932; MOP. Profesionales que intervinieron les, para realizar durante dos años estudios de Llegado a Buenos Aires, el Presidente Mi-
en la fundación de La Plata. La Plata: MOP, 1935; J. arquitectura civil y escultura en Europa; de- tre le efectúa el encargo del proyecto y cons-
M. Rey. Tiempos y fama de La Plata. La Plata: Muni- sarrolló su formación en la Insigne e Pontifi- trucción del Palacio del Congreso (v. Legislatura)
cipalidad de La Plata, 1957; A. Amaral Insarte. La Pla- cia Accademia di San Lucca, en Roma, donde que es, sin dudas, dentro de su obra, el edificio
ta a través de los viajeros, 1882-1912. La Plata: Mi- obtuvo diplomas en Arquitectura Elemental que mayor relevancia alcanzó a escala nacional.
nisterio de Educación de la Pcia de Bs. as., 1959; Á. y Decorativa, en Arquitectura Teórica y Com- Con su regreso a Santa Fe en 1865, inició
Battistessa y otros. Los tesoros de la catedral. Bs. posición y en Arquitectura Práctica, rubrica- un largo período de actividad en el que desa-
As.: Manrique Zagó, 1980; La Plata ciudad nueva, dos por los respectivos catedráticos titulares de rrolló un considerable volumen de obra ar-
historia, forma, estructura. La Plata: Facultad de cada asignatura, Antonio Sarti, L. Poletti y Gio- quitectónica e impulsó un sinnúmero de em-
Arquitectura y Urbanismo (UNLP), 1980; La Plata vanni Benedetti. En 1860 solicitó al Gobierno prendimientos en la rama de la ingeniería.
obra de arte, 1882-1982. La Plata: Municipalidad una prórroga de su beca, y envió como de- Además, fue uno de los primeros profesiona-
de La Plata, 1982; Revista A/mbiente. N.° 32, junio de mostración de sus avances un proyecto para la les que se asentaron en la ciudad y el prime-
1982; Revista Arquitectos. Número especial. La Pla- catedral de Paraná; la prórroga le fue concedi- ro que, habiendo tenido una formación siste-
ta: SALP, 1982; Revista summa. N.° 181, noviembre de da, pero debió apresurar su regreso al país a fi- mática en un centro de estudios europeo, la
1982; J. D. Tartarini. La acción profesional en la nes de 1862 porque los montos estipulados no toma como lugar de residencia definitiva. Pa-
fundación de La Plata. La Plata, Colegio Profesio- le habían sido girados en término. ra Santa Fe, la figura de Jonás Larguía tiene el
nal de la Ingeniería d ela Provincia de Buenos Ai- El desempeño de Larguía en Roma debió especial interés de haber sido quien comen-
res, 1982; F. de Terán, J. Morosi y colaboradores. La ser altamente satisfactorio, si se tienen en zó a incorporar programas arquitectónicos,
Plata, ciudad nueva, ciudad antigua, historia, for- cuenta los elogiosos conceptos que cada uno nuevos lenguajes y, en especial, los primeros
mación y estructura de un espacio urbano singular. de sus profesores anexó al texto de las cons- ejemplos del Funcionalismo que preanuncia-
Madrid: Instituto de Estudios de la Administración tancias y el hecho de haber obtenido el Primer ban el cosmopolitismo que caracterizaría los
local, 1983; A. de Paula. La ciudad de La Plata, sus años finales del siglo XIX.
tierras y su arquitectura. Bs. As.: Banco de la Pro- Su primera obra en la ciudad es la curiosa
vincia de Buenos Aires, 1987; A. Garnier. El cua- casa que construyó para Mariano Cabal quien,
drado roto (s/d); M. Zago (director). La Legislatu- a poco de inaugurada la residencia en 1868,
ra de Buenos Aires (en La Plata). Buenos Aires: s/e, fue elegido gobernador de la Provincia. Por tra-
1987; G. Vallejo. “La ciudad yankee”. En: Premio dición oral, queda en Santa Fe el recuerdo de
Anual de Arquitectura, Urbanismo, Investigación que la obra le había sido encomendada a Lar-
y Teoría 1996. La Plata: CAPBA, 1997, pp.51-54; A. Ot- guía por Cabal antes de su viaje a Roma y que
tavianelli. “Costa y utopía”. En: Premio Anual de Ar- desarrolló el proyecto durante sus años de es-
quitectura, Urbanismo, Investigación y Teoría. La tudio para iniciar la construcción a su regreso.
Plata: CAPBA, 1998; H. Biagini, A. Crispiani, D. De Demolida en 1945, la casa, que la población de-
Lucía, E. Gentile, F. Gandolfi y G. Vallejo. La Uni- nominó La Chinesca y que fue considerada en
versidad de La Plata y el Movimiento Estudiantil. su momento como uno de los principales edi-
La Plata: UNLP, 1999. u FACHADA DE LA ANTIGUA LEGISLATURA DE BUENOS AIRES. ficios “modernos” de la ciudad, resultó una no-

68 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lap lar
deras), por las que también correría en ambos
sentidos la vía del tramway (v. Avenida).
También en 1887 fue presidente de la Co-
misión Organizadora de la Primera Exposición
Rural de la Provincia. Larguía elaboró el pro-
yecto de las instalaciones que se ubicaron en la
Plaza del Progreso con un criterio que de-
muestra su conocimiento acerca de las carac-
terísticas tecnológicas y formales que debían te-
ner las construcciones transitorias, logrando
una imagen compatible con los objetivos de
la muestra.
Desde Santa Fe desarrolló algunos trabajos
importantes en la Provincia de Entre Ríos, sien-
do comisionado en 1865 como arquitecto jefe
para las obras de los hospitales de sangre de
Paraná y Concordia y para continuar la ejecu-
ción, iniciada en 1854, de la Iglesia de San Mi-
guel en Paraná.
Desde su cargo de inspector de Colonias de
la Provincia de Santa Fe (v. Colonia agrícola), que
ejerció en la década de 1870, publicó dos ex-
haustivos informes que condensan informa-
u INTERIOR DE LA ANTIGUA LEGISLATURA BS. AS, DE J. LARGUÍA. LA OBRA SE CONSERVA DENTRO DEL EDIFICIO DEL BHN. ción muy completa y variada sobre la vida en
las colonias agrícolas, las condiciones de tra-
ta insólita en el bajo y homogéneo perfil del menzó su intervención en la década del ochen- bajo, estadísticas sobre aspectos demográficos
barrio sur, y podría catalogarse como un ejem- ta, y es indudable que el planteo resultante se y productivos, desarrollo edilicio, etc., con mi-
plo extremo de Eclecticismo pintoresco, con debe a su autoría, pues ofrece una de las si- ras a dar difusión a la política estatal en la ma-
sus altos volúmenes cilíndricos rematados por tuaciones espaciales mejor logradas de la ar- teria. Sobre la base de estos antecedentes, el
cúpulas cónicas y el gran arco morisco que co- quitectura religiosa santafesina. A su muer- gobernador Simón de Iriondo lo nombra di-
rona el portal de entrada. te, la fachada se hallaba inconclusa, e intervino rector de Estadísticas y lo comisiona para le-
Fue promotor del primer Mercado (v.) Pú- en la terminación J. B. Arnaldi (v.). vantar una estadística general de la provincia,
blico, del que no solo elaboró el proyecto si- A principios de 1887 asumió la intendencia que será publicada como Registro Estadístico
no que fue principal accionista de la sociedad de la ciudad, cargo que habría de ejercer por un de la Provincia de Santa Fe en 1884. De su au-
anónima que creó con ese fin; este mercado breve período, ya que al estar simultáneamen- toría es también el libro La Provincia de Santa
constituyó un temprano intento de dotar a te al frente de la Inspección General de Ferro- Fe como centro agrícola, editado en 1883.
la ciudad de instalaciones que mejoraran las carriles de la Provincia debió presentar su re- En la rama de la ingeniería, presentó al Es-
deficitarias condiciones de salubridad de la nuncia por incompatibilidad de cargos; no tado Nacional numerosos proyectos para la cons-
vida urbana. El edificio produjo la fragmen- obstante, a las pocas semanas de asumir dio a trucción de puentes sobre ríos interiores de la
tación de la manzana comprendida entre las conocer un proyecto de bulevar de circunvala- Provincia y trabajó en importantes obras de de-
calles Salta, Mendoza, San Jerónimo y 9 de ción con fundamentos higénicos, el que, sin lle- fensa del puerto de Santa Fe. Fue autor del pro-
Julio, mediante una calle cortada en sentido gar a concretarse en los términos iniciales, ori- yecto de ley de creación del Departamento de
Norte-Sur, y ocupaba un cuarto de manzana ginó a una importante etapa en el desarrollo Ingenieros de la Provincia y participó especial-
en la esquina de las calles Salta y San Jeró- urbanístico de la ciudad. La propuesta consis- mente de las gestiones para concretar los tra-
nimo, dejando libre una plazoleta por el lado tía en la expropiación de una franja de tierra zados ferroviarios que vincularían a Santa Fe
norte hasta calle Mendoza; durante tres dé- por la que se trazaría una gran vía de 50 varas con las colonias agrícolas, dado el minucioso
cadas fue el único edificio de su tipo en la ciu- de ancho y de 2,5 km de largo, que encerraría conocimiento que poseía acerca de la región.
dad, hasta su demolición en 1902 para dar lu- el “corazón” de la ciudad por tres de sus la- Había tenido en este campo una primera
gar al nuevo mercado central. dos, con el río como base. El bulevar estaría lo iniciativa en 1879, al asociarse con León J. Walls,
Trabajó en la prosecución de las obras de suficientemente alejado del centro como para director de la Sociedad Progreso Colonial para
la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, en una constituir un fuelle entre la ciudad y las chacras construir un “tramway sobre macadam o em-
etapa clave para la configuración y espaciali- circundantes; se fraccionarían terrenos de quin- pedrado”, cuyo trayecto llegaría hasta Coron-
dad del templo. La construcción se había ini- tas y no áreas ya urbanizadas, asegurando pre- da y Cavour, pasando por Esperanza y San Car-
ciado en 1865 con el carácter de “capilla del cios bajos para las expropiaciones previstas. los; la empresa no llegó a concretarse.
puerto”, pero ya en la década siguiente la evo- El diseño contemplaba un espacio central de A partir de 1882, al iniciarse gestiones por
lución de la zona norte de la ciudad requirió treinta varas, forestado con criterio pintoresco parte del gobierno provincial con la firma John
de una obra de mayor magnitud; Larguía co- y flanqueado por dos calles empedradas (trota- Meiggs & Sons de Londres para la construc-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 69


ción del FF.CC. provincial, es nombrado Apo- En 1820 se crea una provincia autónoma das por la situación de guerra civil y disturbios
derado Especial de la Provincia en estas tra- de la jurisdicción de Córdoba, con La Rioja co- políticos que La Rioja vive, casi sin interrup-
tativas; en 1884, al ponerse en marcha los tra- mo capital. Este hecho no supone un cambio ción, hasta 1880. En efecto, para 1856 la ciudad
bajos, el gobernador Zavalla lo designa general de la situación. En efecto, en 1826 un sigue pareciendo, para quienes llegan a ella,
ingeniero inspector de las obras del nuevo viajero inglés, J. O. French, describe así a la una población en decadencia. La mayoría de
FF.CC. e inmediatamente propone la am- ciudad: “consiste en una plaza, de cuyas es- sus 42 manzanas, ninguna edificada por en-
pliación de la proyectada estación principal de quinas nacen calles que, como de costumbre, tero, está en ruinas. Con posterioridad a esta
Santa Fe a un terreno de cuatro manzanas con siguen la línea del costado de la plaza, se cor- fecha, con el gobierno de Francisco Bustos, se
mayor número de galpones. Durante cinco tan en ángulo recto con otras calles; el adobe inicia el proceso de recuperación de la ciudad
años se desempeñó activamente en esa fun- es el material principal utilizado en la cons- y la introducción de mejoras urbanas propias
ción y en 1889, cuando la provincia crea la Di- trucción. Muchas casas ocupaban amplios lu- de la época: parquización de la plaza central,
rección General de Ferrocarriles, se lo nom- gares, incluyendo plantaciones de naranjos y erección de edificios públicos, como el pala-
bra al frente de la misma. jardines. Los establecimientos eclesiásticos es- cio legislativo y diversas escuelas, empedrado
Entre 1878 y 1882 fue Diputado Nacional taban a punto de derrumbarse, los conventos de las calles céntricas e inauguración del servi-
por Santa Fe. A. M. C. carecían de sus viejos ocupantes y la propie- cio ferroviario. A partir de 1870 aparece una im-
dad a punto de traspasarse o venderse”. La des- portante cantidad de casas edificadas en Neo-
Bibliografía: A. Peyret. Una visita a las colonias de cripción demuestra cómo los acontecimientos rrenacimiento italiano (v.). El gobernador Julio
la República. Argentina. Bs. As., 1889; M. Larguía de políticos tienen en esos años una importante Campos (1864-1867) construye el primer edi-
Arias. El Antiguo Congreso Nacional. Bs. As., 1969. incidencia sobre la vida urbana de la ciudad. ficio de gobierno, arregla el paseo público, se
Fuentes: Archivo Gral. de la Prov. de Santa Fe. Co- comienza la construcción de un tajamar y se
lección Larguía; R. Gutiérrez, A. de Paula y G. Vi- abren nuevas acequias. Para 1869, el 95% de
ñuales. Arquitectura de la Confederación Argen- las viviendas, sin embargo, sigue siendo de ado-
tina en el litoral fluvial. Resistencia: UNNE, 1971. be. En 1871 el gobernador Gordillo contrata al
ingeniero Hinricken para la delineación de la
ciudad y la confección de planos. Posterior-
LA RIOJA. Capital de la provincia del mismo nom- mente, el gobernador R. Ocampo construye un
bre, ubicada al pie de la sierra de Velasco y cementerio público y realiza mejoras en plazas
en el límite de dos territorios contrastantes: y paseos. En 1886, para fomentar la expansión
los llanos de sur y las sierras que se extien- de la ciudad, se crea la plaza nueva, donde co-
den hacia el norte. Debe su nombre a la ho- mienza a erigirse la Legislatura; para la misma
mónima ciudad española donde había naci- época también se edifica la escuela de maes-
do su fundador. En el vértice entre la región tras. Durante la gobernación de Joaquín V. Gon-
de los Llanos y la región serrana, aprove- zález, en 1889, se traza un bulevar, hoy aveni-
chando un valle aluvional del último cordón da Perón, con todas las características de avenida
montañoso, cumplía la función de comunicar moderna, de 20 m de ancho, forestada con ár-
la región de montaña y las actividades mi- u TRAZADO FUNDACIONAL DE LA RIOJA (1591). boles. También se encaró el empedrado y la rec-
neras que se desarrollaban en el cerro Fa- tificación de las calles, la definición del ejido
matina con otras regiones del país. Con el Algunos años después, y en coincidencia con urbano, y se crea el primer hospital provincial:
tiempo, la ciudad sufrió la influencia de los este diagnóstico inicial, Sarmiento, en el Fa- San Vicente de Paul (1891).
Llanos. Las actividades ganaderas y la co- cundo, ofrece una sombría semblanza del es- Desgraciadamente, el ímpetu moderniza-
municación con Buenos Aires cobraron ma- tado en que La Rioja había quedado después dor se detuvo en 1894, cuando La Rioja fue ca-
yor importancia en la medida que la relación de las contiendas civiles. Según el autor, la eli- si destruida por un terremoto. Para la recons-
con el Alto Perú se fue perdiendo. El censo te había desaparecido por efecto de las guerras trucción de la ciudad se formó una comisión
de 2001 contabilizó una población de o la emigración, la población no llegaba a 1500 nacional presidida por el ingeniero Guillermo
143.921 habitantes. personas, o sea la mitad de lo que tenía la ciu- White (v.), quien dictaminó, a principios de
dad al iniciarse las contiendas, no existían es- 1895, lineamientos para el tipo de construc-
Fundada por Juan Ramírez de Velasco en cuelas, de los seis templos originales cinco se ciones, reglamentaciones y esquemas urba-
1591, en sus primeros años de existencia no hallaban arruinados, no se edificaban casas nísticos, disposiciones para el equipamiento
prospera demasiado debido a la constante gue- nuevas ni se reparaban las existentes. comunitario y sanitario que no fueron acata-
rra con los indios y el aislamiento de la po- Será después de Caseros cuando los go- das en la práctica. Iniciada la reconstrucción,
blación. A inicios del siglo XVIII puede verifi- biernos de Francisco Solano Gómez y Manuel un año después del desastre existían en la ciu-
carse un preponderante ruralismo como modo Vicente Bustos inicien una política de mejoras dad 291 casas de azotea y 1.064 de adobe.
de vida en la región. Según informa Sobre- urbanas, entre cuyas medidas pueden citarse En los años posteriores se fueron recons-
monte, intendente de Córdoba, en 1785 la ciu- el levantamiento de un censo de población y la truyendo sus principales edificios: la Cate-
dad solo tenía 2287 habitantes y sus casas de cesión del lazareto de La Merced para instala- dral (1910), según un proyecto de J. B. Arnal-
adobe eran bastante humildes, comparadas ción de un colegio nacional. Sin embargo, es- di (v.), la Iglesia de La Merced, la Casa de
con las de otras ciudades de la región. tas acciones se verán rápidamente interrumpi- Gobierno (1937). Pese a esta acción recons-

70 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lar lat
industrialización de la provincia, ya que mu- LA TROBE BATEMAN, JOHN FREDERIK. Lo-
chas de esas fábricas, aun produciendo más wer Wyke (Halifax, Inglaterra), 1810 - s/d,
ocupación, no generaron un desarrollo de pro- 1889. Ingeniero de destacada actuación en
veedores y Pymes auxiliares, y han funciona- el Reino Unido desde mediados del siglo XIX,
do directamente relacionadas con el mercado fue contratado por el Gobierno Nacional en
del área metropolitana de Buenos Aires. 1870 para la realización, en principio, de un
En 1972 se formuló un Plan Regulador que proyecto definitivo para el puerto de Buenos
no llegó a sancionarse, pero que constituye la Aires. Luego de una breve estadía en nuestro
base del Plan de Ordenamiento Urbano de 1981. país, presentó su trabajo en 1871. Si bien es-
Este tampoco ha sido sancionado, entre otras te nunca fue realizado, constituyó uno de los
razones por la rapidez de los cambios que se principales antecedentes de los proyectos de
operan a partir del inicio del proceso de radi- L. Huergo y E. Madero. El proyecto que fi-
u CONVENTO DE SANTO DOMINGO, LA RIOJA. cación industrial. De todos modos, sus consi- nalmente quedó en manos de Bateman fue
derandos han servido para planificar precaria- el de las obras de saneamiento de la ciudad
tructiva, para 1905 La Rioja aparece todavía in- mente el crecimiento de la ciudad, sobre todo de Buenos Aires
cluida dentro de un pequeño rectángulo de 9 en relación con el barrio de Alta Rioja, un em-
x 8 manzanas. En 1912 la ciudad llega a 8.000 prendimiento de 1.000 viviendas financiado La vida profesional de La Trobe Bateman
habitantes y se construyen el hospital regional por el BID. Pero aun teniendo en cuenta la la- comenzó en 1833, asociado con William Fair-
y la cárcel pública. bor del Estado, el crecimiento de la ciudad ha bain, con quien diseñó los depósitos del río
A partir de 1947 un nuevo impulso edilicio sido caótico en las últimas décadas (entre 1960 Bann, en Irlanda, en 1835. Dirigió los trabajos
se nota en la ciudad. El Estado construye, en y 1980 la ciudad duplicó su superficie urbani- de Longdendale para la provisión de agua de
Californiano, algunos de los edificios más im- zada). El incremento de la población, caracte- Manchester (1846-1877), experiencia de gran
portantes de la urbe la estación de FF.CC., el rizado por la migración desde el interior de la interés en la historia de los sistemas de sane-
mercado, el hotel de turismo, el hogar escue- provincia hacia la capital, se ha manifestado amiento, sobre los que publicó, en 1884, una
la y la escuela técnica. desde el punto de vista urbano en la ocupación “Historia de los trabajos de aguas de Man-
En 1979 se estableció un régimen especial de tierras y el crecimiento espontáneo de ex- chester”. Especializado en este tema, realizó
de promoción industrial que modificó la es- tensas barriadas, lo que provoca graves defi- obras de importancia en el Reino Unido: ocu-
tructura urbana de la ciudad. Para favorecer la ciencias en la calidad de vida de la población. pó la superintendencia en el aprovisionamiento
radicación de empresas, se construyó el Par- de agua potable para Glasgow desde el Loch
que Industrial y, si bien durante los años ochen- Bibliografía: R. Gutiérrez. La arquitectura riojana. Re- Katerine (1865-1860); diseñó el esquema de
ta se produjeron muchas radicaciones indus- sistencia: UNNE, 1969; P. Pírez. Municipios, necesi- provisión de agua para Londres, que contem-
triales, no puede decirse que esto significó una dades sociales y política local. Bs. As.: IIED, GEL, 1991. plaba la provisión desde el río Severn (1865);
dirigió los trabajos del lago Thirlmere (1879).
Miembro del Instituto de Ingenieros Civiles de
Londres, ocupó la presidencia del mismo en-
tre 1878 y 1879; fue Fellow de la Royal Society
desde 1860. Su prestigio como ingeniero hi-
dráulico ya estaba consolidado cuando se lo con-
sultó, durante el gobierno de Sarmiento, para
la realización de las obras del puerto. El 17 de
octubre de 1870 el Gobierno celebró en Lon-
dres un contrato con Bateman, quien llegó a
Buenos Aires en diciembre del mismo año, pre-
cedido por su ayudante J. J. Revy. El proyecto
fue presentado en 1871 y poseyó una impor-
tancia fundamental como antecedente directo
de los proyectos de Huergo (v.) y Madero. Ba-
teman proponía un malecón o muro de defensa
desde la Usina de Gas de Retiro hasta la boca
del Riachuelo, para encerrar casi 6 ha de agua
tranquila; un dique paralelo al malecón, “con
todas las comodidades convenientes de cober-
tizos para mercaderías, almacenes de aduana,
pescantes, rieles, muelles para carbón y esta-
ciones para vapores”; un canal de navegación
E-SE de diez millas de largo; uno o dos diques
u LA PLAZA 25 DE MAYO, EN LA RIOJA; AL FONDO, LA CATEDRAL, PROYECTO DE J. B. ARNALDI. secos al extremo NO del gran dique; una nue-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 71


va desembocadura para el Riachuelo “y un ca- tribución racional, implicó que Parsons, en- LAVALLE COBO, HERNÁN. París, 1913. Arqui-
nal que se excavará en el Río de la Plata con 8 cargado efectivo por el estudio Bateman de las tecto. Su labor profesional se orientó al dise-
o 9 pies de profundidad en marea baja y un ca- obras porteñas, presentara en la memoria del ño y la remodelación de residencias particu-
nal de comunicación dentro del malecón entre Instituto de Ingenieros Civiles en Londres lares en la Prov. de Buenos Aires.
la boca y el dique propuesto. Este canal pondrá (1896) esta realización como más avanzada que
el nuevo puerto y el Riachuelo en la más es- la de muchos países centrales (v. Obras Sanitarias Profesor universitario, extendió sus activi-
trecha comunicación”. Sin embargo, el “horri- de la Nación, Saneamiento). Las obras, iniciadas en dades a otras áreas. Impulsó la puesta en mar-
ble estado de las aguas del Riachuelo” (aún no 1873, se completaron recién en 1902. Bateman cha del Consejo Profesional en los primeros
se habían trasladado los saladeros y fábricas había muerto el 10 de junio de 1889. G. S. años de la década de 1950 y contribuyó a de-
concomitantes a la Ensenada) ponía una seria finir su política. En 1955 ocupó la Dirección de
objeción a la comunicación directa entre el Ria- Arquitectura de Correos (v.) y tuvo a su cargo
chuelo y el puerto. Consideraba la ampliación LAVACHER, ROLAND (LE VACHER). Parma (Ita- la terminación de varios de los principales edi-
de los diques para necesidades futuras, y su- lia), s/d - s/d. Arquitecto. Activo a principios ficios cabecera de correos en todo el país. A
brayaba que el éxito del puerto dependía de la del siglo XX en Buenos Aires, donde realizó partir de 1966, como director de Relaciones
conservación de los canales excavados, punto obras de carácter ecléctico. Culturales del Ministerio de Relaciones Exte-
que efectivamente apareció como uno de los riores, realizó una extensa labor de difusión de
más controvertidos en las realizaciones poste- Proyectó el Pabellón de los Lagos en Pa- la cultura argentina en el exterior. Desde me-
riores. Propuso también medios de desinfec- lermo (1899), el Hotel Callao en Callao y Sar- diados de la década de 1970 hasta 1984 tuvo a
ción de las aguas del Riachuelo, abogando por miento y el edificio de Avenida de Mayo 802. su cargo la Dirección de Arquitectura de la Can-
el retiro de los saladeros. Aunque el proyecto Obtuvo el primer premio en el concurso para cillería. En otro orden de cosas, dirigió duran-
no fue aprobado por el Senado (los ataques más el edificio, luego construido, de la Nueva Ban- te casi treinta años el Teatro del Instituto de
encarnizados los llevaría adelante Lucio V. Ló- ca Italiana y también el primer premio para el Arte Moderno. En el campo profesional des-
pez, quien lo consideraba excesivamente one- concurso de la Facultad de Derecho de la UBA. arrolló una carrera orientada al diseño de re-
roso), varias de sus propuestas fueron tenidas Con Agrelo (v.) proyectó el edificio Bon Marché sidencias particulares en la Provincia de Bue-
en cuenta posteriormente, en especial el dra- (1891) en Florida y Córdoba. Fue autor del pa- nos Aires y a la restauración de casas de campo
gado del canal sur, con la rectificación propuesta bellón argentino en la Exposición Internacio- y antiguos cascos de estancia. Entre estos tra-
por Bateman, y la consecuente limpieza del Ria- nal de Turín de 1911. bajos se destaca la reconstrucción y ampliación
chuelo, después de la fiebre amarilla. El es- del casco de la estancia La Bamba, en San An-
quema básico para la solución portuaria (la di- Bibliografía: R. Gutiérrez, s. v.: “Lavacher”, en: Pa- tonio de Areco. P. C. S.
rección de los muros de defensa, los canales) tetta (compilador). Architetti e ingenieri italia-
continuó en su diseño esencial en los proyec- ni in Argentina, Uruguay e Paraguay. Roma: Pelli-
tos posteriores (v. Puerto). cani, 2002. LAVALLE, FRANCISCO. Montevideo (Uruguay),
Si Bateman no logró ver su puerto cons- 1841 - Buenos Aires, 1909. Ingeniero. Des-
truido, el éxito, en cambio, lo acompañó en las arrolló una intensa actividad en la Argentina
obras de saneamiento urbano. Durante su bre- como docente, funcionario público, empre-
ve estadía en Buenos Aires en 1870, el Gobierno sario de la construcción y profesional liberal,
lo consultó en función del saneamiento de la durante las últimas décadas del siglo XIX y los
ciudad, por entonces dirigido por Coghlan (v.), primeros años del XX.
lo que motivó la renuncia del ingeniero irlan-
dés. En febrero de 1871, la provincia aprobó un Estudió Agrimensura e Ingeniería en la ciu-
contrato con Bateman para la provisión de agua, dad de Buenos Aires, y se graduó en las res-
conductos de eliminación de aguas servidas y pectivas disciplinas en 1863 y 1870. Desde 1868
desagües pluviales de Buenos Aires. Las obras, se desempeñó como profesor de diversas asig-
iniciadas en 1873, contemplaban el llamado sis- naturas en el Departamento de Ciencias Exac-
tema combinado o unitario (los mismos con- tas y en la Facultad de Matemáticas de la Uni-
ductos servirían para el desagüe de las aguas versidad de Buenos Aires. En 1875, al crearse
de lluvia y las aguas servidas). En la Boca, Ba- el Departamento de Ingenieros de la Provin-
rracas y otras zonas de la ciudad, por razones cia de Buenos Aires, fue designado director del
topográficas, se utilizaba el sistema separado. mismo, cargo en el que se desempeñó hasta
Se trató de una obra colosal —proyectada para 1881. Asociado al ingeniero italiano Juan Bau-
cubrir toda la superficie urbana de entonces, el tista Médici (v.), creó la empresa constructora
área denominada luego “ciudad vieja” o “ciu- Médici & Lavalle. En el marco de dicha socie-
dad Bateman”—, única en su modernidad, to- dad realizó, entre 1881 y 1882, la nivelación ge-
mada como ejemplo por otras ciudades latino- neral de la Provincia de Buenos Aires.
americanas: la casi ausencia de trabajos En 1881 integró la comisión encargada de
anteriores y la geografía llana, apuntalada por elegir la localización de la futura capital pro-
un sistema de manzanas que permitía una dis- u EDIFICIO EN AV. DE MAYO 802, BS. AS., DE R. LAVACHER. vincial y presidió el jurado del concurso in-

72 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lat lec
ternacional de proyectos para la construcción cruza de esnobismo, poder e ignorancia que
de sus principales edificios públicos. También caracterizan a la bohemia sudamericana de lu-
proyectó para La Plata “obras de salubridad y jo que frecuenta los salones de París. Por ese
aguas corrientes”. motivo, pese a los requerimientos muy preci-
En 1882 fue designado miembro de la co- sos de su clienta, no se preocupa por crear nin-
misión encargada de la construcción de edifi- gún modelo, ni por adecuarse al sitio en el que
cios públicos; al año siguiente su empresa fue se ubica, ni por tomar en cuenta el carácter so-
contratada para proveer de agua a las obras ini- cial del grupo al que está destinado. Toma sim-
ciadas. Lavalle & Médici también resultó la em- plemente la segunda variante de la Casa de Ma-
presa adjudicataria de las obras del Puerto La dame Meyer y la adecua con pequeños cambios
Plata en la Ensenada de Barragán. al nuevo destino austral.
Participó en la construcción de defensas en Es cierto que en Buenos Aires no se desi-
el Puerto de Buenos Aires y realizó el de la ciu- u EL CÉLEBRE CROQUIS DIBUJADO POR LE CORBUSIER, CON lusionará al comprobar el poder de esa elite,
dad de Paraná. En Córdoba trabajó en la cons- LAS CINCO TORRES DEL CENTRO DE NEGOCIOS DE SU PLAN pero también constatará sus objetivos muy pre-
trucción de obras sanitarias. PARA BUENOS AIRES, VISTAS DESDE EL RÍO DE LA PLATA. cisos y sus no menos precisos proyectos cul-
Hacia principios de siglo desarrolló activi- turales. Ni provinciana ni ingenua, Victoria
dades referidas a temas ferroviarios: actuó co- viaje debió ser imaginado como una puerta de Ocampo no deja de abonarle sus honorarios y
mo director técnico en la construcción del fe- salida ante situaciones que lo jaqueaban des- manifestarse encantada con la propuesta, pe-
rrocarril a Bolivia; se desempeñó como árbitro de diversas direcciones en aquel momento. ro ha construido de la mano del académico Ale-
y asesor del gobierno. F. G. Por caso, en el mismo acto en que concreta su jandro Bustillo (v.) una casa “moderna” que Le
visita a Sudamérica, elude participar en el se- Corbusier mismo habría de admirar.
Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, A. Levaggi, J. C. gundo congreso del CIAM en Frankfurt. Si Los croquis que traza para corregir la ciu-
Montero, A. S. J. de Paula. La arquitectura del li- bien él participaría en ese Congreso con un dad son una síntesis de su pensamiento: ide-
beralismo en la Argentina. Bs. As.: Editorial Suda- escrito, su verdadera ponencia sería redacta- alismo abstracto amalgamado con sensibili-
mericana, 1968; AA.VV. “El Puerto como hábitat”. da a bordo de un transatlántico y llevaría el tí- dad y fuerza gestual. En su viaje de Buenos
En: III Jornadas de Historia Argentina. La Plata: Ar- tulo de Précisions. Aires a Asunción del Paraguay, Le Corbusier
chivo y Museo Dardo Rocha, 1989. Pese a toda su vehemencia y empuje, sus tiene una significativa experiencia: su primer
posiciones de síntesis entre “objetividad” y vuelo. De este modo, la tierra, con sus irre-
sentido plástico habían obtenido un débil res- gularidades, sus ríos, sus bosques, adquiere
LE CORBUSIER. paldo en el Congreso de La Sarraz. A eso se una materialidad y una escala que permiten
sumaban los ataques de una parte conside- instalar en lo concreto sus imágenes teóricas
Jeanneret, Charles Eduard. La rable de la intelligentzia soviética, la derrota de ciudad, hasta entonces enunciadas solo me-
Chaux-de Fonds (Suiza), 1887 del Palacio de las Naciones, el desinterés de diante la Ville Contemporaine, y no expresa-
- Cap-Martin (Francia), 1965. los fascistas italianos y el empeoramiento de das en situaciones reales, salvo el caso semi-
Arquitecto, urbanista, pintor. sus relaciones con las administraciones so- teórico del Plan Voisin.
LC se vio involucrado en varios proyectos re- cialdemócratas alemanas. Determinantes del boceto de Buenos Aires
lacionados con la Argentina. La casa para Ju- Frente a esto, Sudamérica aparecía como son también las ideas corporativistas que por
lián Martínez; la casa, el “rascacielito” y un un posible Site Nouveau para el Esprit Nouveau. entonces lo atraían. A partir de ellas el trazado
conjunto de casas en el Tigre para Victoria Por añadidura, su amigo y vecino Blaise radioconcéntrico, en tanto expresión de una so-
Ocampo; los bocetos y el plan para Buenos Cendrars, el poeta de la negritud, le había ciedad dividida en clases que articula la Ville
Aires; un hotel en Mar del Plata y un Museo transmitido su entusiasmo por el vigor de las Contemporaine, se transforma en la agrupación
de Crecimiento Ilimitado; todos proyectos pen- regiones que conocía y visitaba desde hacía jerárquica —con la elite en la cima de la pirá-
sados durante los primeros años de la déca- años. De modo que al recibir la invitación que mide y los grupos de trabajo juntos hacia la ba-
da del treinta en relación directa con su visi- le formulan dos importantes personajes de las se— que constituye la Ville Radieuse. El boce-
ta a Buenos Aires, en 1929. En la segunda elites argentina y brasileña —Alejo González to de Buenos Aires es el nexo entre ambas.
mitad de aquella década y durante parte de Garaño y Paulo Prado— se encuentra con el El pequeño diagrama revela también que
la siguiente, sus principales trabajos fueron mejor de los ánimos para aceptarla. LC con- Le Corbusier conocía algunos temas ya tran-
el Plan de Buenos Aires, el Plan de Mendo- fiaba en encontrar en los “países nuevos” del sitados en el debate urbanístico porteño, gra-
za y la casa Curutchet en La Plata. De estas sur de América la misma disposición de re- cias a su relación con Dagnino Pastore y con
operaciones, las más relevantes son: la casa cursos, la ingenuidad, la pujanza y la voraci- Della Paolera (v.), importantes figuras de la ges-
Ocampo, los bocetos del Plan, el Plan y la ca- dad cultural que atribuía al interlocutor ideal tión urbana de aquel momento. Los proyectos
sa Curutchet. de su Appel a l’Etat. de reutilización del puerto concebidos por el
El proyecto que elabora por encargo de Vic- ingeniero Briano, una plataforma sobre los
El viaje de Le Corbusier a la Argentina en toria Ocampo en 1928 delata la combinación docks a partir de la cota alta de la barranca, del
1929 puede comprenderse mejor si se tienen de admiración y desdén que esa expectativa su- arquitecto Hardoy, y sobre todo el viejo plano
en cuenta las circunstancias de su vida y sus ponía. Es obvio que el arquitecto imagina a su colonial con el fuerte, del que el diagrama es
ideas en ese momento. Parece evidente que el comitente, a quien solo conoce por carta, en la un comentario, son los antecedentes más evi-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 73


dentes. También revela el esquema corbusie- ron llevar adelante la empresa, interesando al calizaciones habían sido propuestos y discu-
rano la conciencia de los múltiples conflictos embajador argentino para que pudieran pu- tidos ya en varias oportunidades a lo largo de
de la ciudad. Como lo hará en Río de Janeiro, blicarse los resultados. De vuelta en Buenos la historia de la ciudad.
Le Corbusier elude la polémica con los urba- Aires, se intentaría reeditar la vieja campaña Algo similar puede decirse de las directri-
nistas franceses que lo han antecedido —Fo- que LC y A. Vilar (v.) habían ideado para con- ces principales de la red vial y del sistema de
restier (v.) y Agache, respectivamente— y en- vencer a los poderes y a la opinión pública so- parques. Lo más singular de la propuesta —
cuentra un modo de resolver su propuesta sin bre la necesidad de su implementación. su aspecto más inquietante— lo constituye la
afectar la maraña de intereses preexistentes: La guerra interrumpe el proceso, de modo decisión de concentrar la edificación en el cen-
plantar el corazón de su idea —la Cité des Af- que los jóvenes deben esperar a que ésta ter- tro de la ciudad y, como consecuencia, la cre-
faires— en un terreno neutro: el río. mine para la llegada de los dibujos. Cuando ación de una “zona de quintas” más allá del pe-
Pese a sus excelentes vinculaciones, Le Cor- ello ocurrió, se había producido ya otro fenó- rímetro del núcleo.
busier no realiza ninguno de sus proyectos de meno: mediante un golpe militar se había ins- Distintos indicios permiten suponer que la
los primeros años de la década. Pueden ensa- talado en el poder un conjunto de oficiales na- idea, aunque apoyada en la propuesta corbu-
yarse dos explicaciones para eso. La primera cional-populistas, quienes abrieron una nueva seriana de “reserre la ville”, no surgió en Rue de
es sencilla: la crisis mundial desatada para la etapa en la historia argentina, en la cual el Plan Sevres durante los meses de estudio del Plan
época de su visita aplica al modelo de país que sería precisamente un protagonista decisivo. en 1938, sino una década más tarde, cuando
él había conocido —agroexportador liberal, Guillermo Borda, de la Secretaría de Vivienda los arquitectos porteños la retomaron de vuel-
con una dependencia preferencial del merca- de la Municipalidad de Buenos Aires, es uno de ta a la Ciudad. La leyenda “zona de quintas”
do y los capitales británicos— un golpe mor- los intelectuales que se entusiasman en esta di- no existe ni en el plano de 1938 ni en la pu-
tal. Toda pretensión de “grandeza” se hacía a rección. La idea de controlar el crecimiento de blicación de la Oeuvre Complète. El capítulo del
partir de entonces irrisoria. La segunda es una la ciudad y el territorio de acuerdo con los cri- manuscrito redactado por Le Corbusier es va-
explicación cultural y política que completa la go en este sentido, y de la lectura del plan sur-
anterior. Le Corbusier actuaba y pensaba co- ge con claridad que el conjunto de la ciudad
mo un vanguardista. Difícilmente sus pro- quedaría librado a la iniciativa privada y no en
puestas lingüísticas podían ser admitidas por manos de las autoridades públicas. La acción
la elite argentina de los años treinta, empeña- del Estado se limitaría a redactar las normas
da como estaba —a diferencia de lo que ocu- generales del Plan Director. Precisamente en
rría en Brasil— en conciliar modernización 1948 se aprueba la Ley de Propiedad Horizontal
con restauración de un orden conservador. (v.), que da lugar a la multiplicación de la den-
También a diferencia del Brasil, la sociedad sidad en toda el área urbana. Así, no puede de-
argentina, mayoritariamente inmigratoria de jar de leerse el Plan como parte integral de la
origen europeo, tendía a desintegrarse en ex- misma operación. Por otra parte, cuando LC
presiones de diversidad nacional y local. Fren- propone el Plan de París de 1937, obvia refe-
te a ello, las elites dirigentes impusieron una rencia al de Buenos Aires, están muy claras las
dura estrategia de homogeneización —y por dos grandes intervenciones por las que se in-
ende de simplificación y neutralidad lingüís- teresa: la Cité des Affaires y el Ilot Insalubre
tica— en las antípodas de cualquier exhibi- u LA ESENCIA DEL URBANISMO DE LE CORBUSIER: RASCA- n.° 6. Su función será la de servir como ejem-
cionismo vanguardista. CIELOS EN UN ESPACIO VERDE CONTINUO. plo y estímulo.
No es por azar entonces que recién en la Llama la atención que, mientras que en los
década siguiente sus proyectos pudieron an- terios del maestro suizo-francés resulta atracti- dibujos para las ciudades nuevas, como Ne-
clarse de modo fuerte en la realidad. El pro- va y, en consecuencia, la Administración ins- mours y el asentamiento del Valle de Zlyn, es-
ceso de industrialización por sustitución de tala una oficina para encarar la tarea. El Plan se tá delimitada la totalidad de las intervenciones,
importaciones cambió radicalmente la com- concibe como palimpsesto: composición de di- en casos como el de París o Buenos Aires la
posición social, los tópicos y los temas de las versidades y no tábula rasa o imposición de una operación se realiza excavando áreas, huecos,
elites argentinas. Fue a partir de entonces cuan- estructura radicalmente diversa. Se articulan en en la antigua trama, y priorizando el juego de
do las místicas del crecimiento y la fe en el Plan él tres ideas principales: la concentración de contrastes.
se hicieron hegemónicas en las representa- la ciudad y el consiguiente aumento de densi- La aceptación del encargo de la casa del Dr.
ciones del imaginario social. Durante la déca- dad en el centro y en los “barrios satélites”; el Curutchet en La Plata debe ser entendida en es-
da conservadora, LC había intentado vanamente reordenamiento del tránsito vehicular median- ta misma dialéctica de oposiciones. A diferen-
construir algún gran edificio en el país, sobre te la creación de una trama de supermanzanas cia de lo ocurrido en el caso de la Villa Ocam-
todo su Cité des Affaires sobre el río. A raíz del vinculadas a una red de autopistas; la cons- po, casi veinte años antes, LC se ocupa de
viaje de egresados de un grupo de argentinos, trucción de una serie de conjuntos monumen- producir un objeto inédito, pensado para su
a finales de la década del treinta, se abrió una tales con funciones particularizadas. cliente y su sitio: la casa será una pequeña mues-
nueva posibilidad para desarrollar el peque- Es posible comprobar que estos últimos te- tra de la estrategia del Plan. No es especulación
ño boceto de 1929 y transformarlo en un Plan. mas no son arbitrarios ni emergentes exclusi- abstracta, ni artefacto que ignore el tejido y las
Jorge Ferrari Hardoy (v.) y Juan Kurchan (v.) se vos de la creatividad de los arquitectos. Más condiciones físicas preexistentes, sino un deli-
presentaron en el atelier de París y propusie- allá de su resolución, los programas y las lo- cado entramado de lo viejo y lo nuevo, de inte-

74 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Casa Curutchet lec lec

u A DIFERENCIA DE LO OCURRIDO CON LA VILLA OCAMPO, EN LA CASA CURUTCHET, LE CORBUSIER PRODUCE UN OBJETO INÉDITO, UNA PEQUEÑA MUESTRA DE LA ESTRATEGIA DE SU PLAN.

u EN ESTA CASA, LE

CORBUSIER LOGRA UN DELI-


CADO ENTRAMADO DE LO
VIEJO Y LO NUEVO, DE INTE-
RRUPCIÓN Y CONTINUIDAD,
DE AGRESIÓN Y RESPETO.

u A LA IZQUIERDA, FACHA-

DA. A LA DERECHA,
DISTINTOS EPISODIOS DE LA
“PROMENADE ARCHITECTU-
RALE” SOBRE LA RAMPA.

u CORTE LONGITUDINAL

Y PLANTAS SUPERIORES,
MOSTRANDO LA
RELACIÓN ENTRE LA
CASA, EL CONSULTORIO
DEL DR. CURRUTCHET,
Y LA TERRAZA.

u EMPLAZADA EN EL PUNTO

DE TRANSICIÓN ENTRE
LA CIUDAD DE LA PLATA Y
SU PARQUE MÁS IMPOR-
TANTE, LA OBRA SE PLAN-
TEA COMO SÍNTESIS ENTRE
LA CASA CHORIZO Y LA EDI-
FICACIÓN MODERNA.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 75


cas durante los primeros años de la década del
cincuenta optaron por el Brutalismo (v.) de la
Unidad de Habitación de Marsella para sus edi-
ficios. Otros ejemplos, como el Mercado del Pla-
ta o las sedes provinciales del Correo, seguían
la experiencia del Pabellón Suizo. Los expo-
nentes más convencidos del Brutalismo en los
años cincuenta fueron sin duda Mario Soto (v.),
Raúl Rivarola (v.) y Osvaldo Bidinost (v.). Clo-
rindo Testa se inspiró en la obra de LC en su
edificio para la gobernación de La Pampa.
Los experimentos más “rústicos” llevados
a cabo por LC en esos años, con mamposte-
ría de ladrillos a la vista, bóvedas y hormigón
sin tratar, y explosión orgánico-subjetiva die-
ron pie a un acercamiento entre su obra y la
de arquitectos no racionalistas (Wright, Aalto),
en la ilusión de una alternativa arcádica a la
unidimensionalidad metropolitana, propug-
nada por Caveri (v.), Ellis (v.), Asencio, Iglesia
(v.), en la primera mitad de los sesenta.
A finales de la década del setenta, LC rea-
pareció en los trabajos realizados en La Es-
u UNA DE LAS PIEZAS DEL PLAN PARA BUENOS AIRES: EL CENTRO DE GOBIERNO, EN LA ZONA DE CONGRESO. cuelita. Pero estos eran la expresión de un si-
lencio elegido, “sin ideología”, a partir de un
rrupción y continuidad, de agresión y respeto. decidieran su contrato, lo que dio lugar a una examen formal autorreferencial.
Emplazada en un punto en el que la trama de sus más amargas desilusiones.
de la ciudad concluye para dar inicio al parque, Perdidas las esperanzas, las relaciones de HISTORIA DE LA CRÍTICA.
la construcción se plantea como puente entre LC con los argentinos fueron restringiéndose Sobre la acción e influencia de LC en la Ar-
la edificación tradicional —la “casa chorizo” a los contactos personales con los muchos que gentina se ha escrito un buen número de tra-
(v.) rioplatense, ubicada en uno de los dos pre- visitaron Rue de Sèvres, o a las influencias ge- bajos, la mayoría de corte crítico. En un bre-
dios laterales— y la edificación moderna, que néricas de su obra y sus escritos. La única ex- ve intento de fusión entre ambos enfoques, H.
remata la cuadra girada a 45° por seguir la di- cepción parece haber ocurrido en los años se- Baliero (v.) y E. Katzenstein (v.) publicaron “Le
rección de las diagonales. La casa actúa como senta: el intento fallido de un proyecto de casa Corbusier en la ciudad sin esperanza”, en Do-
nexo entre la “masa urbana” y las construc- para la familia Di Tella. cumentos para una historia de la arquitectura Ar-
ciones pabellonales típicas del parque. Tam- En los años que transcurren hasta su muer- gentina. Escrito en un tono escéptico, el tra-
bién parece presentarse como puente entre dis- te, la influencia de LC resultó clave tanto en el bajo es valioso por el análisis de documentos
tintas actitudes de LC hacia la “Villa”, en su plano de las ideas para Buenos Aires como en y por la bibliografía que, en referencia a su
composición y en su materialización. Es aquí el de la arquitectura en general. Su imagen visita, permiten completar aspectos hasta en-
donde LC comienza a experimentar el pasaje se ligó a los valores de la Racionalidad, el Fun- tonces olvidados. Otro buen aporte documen-
entre los esquemas macizos murarios del pe- cionalismo y el Progresismo social como fun- tal lo ofrece también la entrevista al Dr. Cu-
ríodo anterior, que culmina en Jaoul, y el de damentos de la Arquitectura Moderna. No rutchet que con el título de “Le Corbusier en
las casas Amenhabad. Del mismo modo, es en siempre fue bien interpretado. La Plata” publicó Daniel Casoy en el n.° 43, de
la casa Currutchet donde experimenta la sín- La frustración de las ideas urbanísticas que marzo de 1983, de Arquitecturas Bis. Un des-
tesis entre la comunidad abstracta sugerida por inspiró deben contabilizarse en los fracasos su- arrollo extenso de los conceptos vertidos en es-
las terminaciones de revoque y pintura blanca cesivos de los herederos del viejo boceto de te texto fue publicado en un artículo escrito por
del período purista y las discontinuidades del 1929, desde la Oficina del Plan de Buenos Ai- Jorge Francisco Liernur y Pablo Pschepiurca,
“materialismo”, tanto en vidrio y acero como res hasta el propio Plan Regulador y los planes basado en documentos de la Fundación Le Cor-
en ladrillos, piedras o troncos. En el caso cita- para el área metropolitana. En todos los ca- busier, el archivo Ferrari Hardoy y otros ar-
do, el hormigón visto proporciona la materia sos se siguió el camino de formular grandes chivos personales en el n.° 243 (noviembre de
más apta para una síntesis que alcanzará su directrices unitarias, solo controlables desde 1987) de la revista Summa.
máxima expresión en Marsella o Chandigarh. un poder central fuerte: la paradoja difícil de Los trabajos críticos no han producido in-
En parte “cosa”, en parte “casa”, abstracta entender es que aquellas ideas “progresistas” terpretaciones relevantes que superen los jui-
y concreta, la construcción procura dar cuen- del viejo boceto fueron impulsadas por el más cios obvios, o elucubraciones de falsabilidad im-
ta de aquella disposición abierta que quería ma- autoritario de los poderes sufridos por la Ar- posible, inspiradas por los bocetos de 1929 para
nifestarse materialmente a los argentinos. Na- gentina (1976- 1983). la ciudad, el Plan de 1938 y la casa Curutchet.
da de esto bastó para que las autoridades Varias arquitecturas de las empresas públi- En este tipo de enfoque han incursionado los

76 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lec lem
trabajos de Rubén Pesci: “Le Corbusier en La rante esos años, acantonado en Marruecos, es-
Plata” (Ambiente, 21, agosto 1980); Alfonso Co- tudió la particular arquitectura del norte de
rona Martínez, Wren Strabucchi: “Un fénix po- África, que también le serviría de inspiración.
co frecuente. La Casa Curutchet en La Plata” Desde su llegada a la Argentina participó en
(ARS. 8-9, septiembre de 1987). Una excepción, numerosos concursos públicos y privados; fue
por la inteligente relación observada entre La jurado en otros y el primer presidente de ori-
Plata y la casa, y por sus observaciones feno- gen francés de la SCA (v.), en 1907; delegado
ménicas sutiles, la constituye el análisis de Álva- ante la Comisión Ejecutiva de la Exposición In-
ro Arrese publicado originalmente en el n.° 181 ternacional del Centenario, etc.
(1980) de Summa, con el título de “La Plata. Le En la faz teórica fue activo colaborador de
Corbusier, Hoja y Arbol”. J. F. L. la Revista Técnica y de la Revista de Arquitectu-
ra (v.), debido a su afinidad intelectual con el
director, ingeniero Enrique Chanourdie (v.).
LE MONNIER, EDOUARD STANISLAS. París Ambos representan la vertiente “modernis-
(Francia), 1873 - Buenos Aires, 1931. Arqui- ta” del ambiente arquitectónico de la Argen-
tecto. Asumiendo la inclinación artística que tina de entonces. Desde estas publicaciones
la profesión por ese tiempo potenciaba, y en bregaron por una “entente” estilística franco-
otra actitud de Modernidad y progreso exigi- vienesa e impulsaron el establecimiento del
das por el siglo XX, trató de forjarse un pro- “Premio Municipal de Fachada”, que buscaba
pio estilo. Ese empeño lo llevó a seguir una no solo recrear otro elemento más de avanza-
modalidad de hacer arquitectura que se en- da arquitectónica parisina en Buenos Aires, si-
cuentra entre las más avanzadas de la encru- no renovar el aspecto de la ciudad poniendo
cijada del cambio de siglo: aquella que trató énfasis en la jerarquización del principal ele-
de combinar composición y diseño en el tra- mento que la arquitectura privada aportaba al u TIENDA LA BOLA DE NIEVE, ROSARIO, E. LE MONNIER.

tamiento, y cualificación de masas y espacios. diseño de la ciudad. Fue profesor de Arqui-


tectura de la Escuela de Arquitectura de la Fa- a aquellos comerciales o corporativos, poten-
Se formó y diplomó en la École Nationale cultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales tes rasgos de presencia pública. Su destreza en
des Arts Décoratifs de París, heredera de la Éco- entre 1906 y 1915, y de la Escuela Nacional de la composición de masas y volúmenes, y en el
le Gratuite de Dessin, donde enseñaba Viollet Bellas Artes. Su preocupación por la forma- diseño de detalles, motivos y elementos, hizo
Le Duc. Tuvo como profesores a Eugéne Train ción artística de los arquitectos lo llevó en 1915 que cada una de sus obras, aun las grandes ca-
y a Charles Genuys, de la Sección Arquitec- a la creación de la Escuela Taller Libre de Di- sas de departamentos de la década del veinte,
tura de la École Nationale, en la que también bujo, Ornato y Arquitectura, a semejanza de la se distinguiera y representara una imagen ins-
se formaron contemporáneamente grandes fi- parisina donde había estudiado, y complemento titucional o “de marca”.
guras del Art Nouveau, como Héctor Guimard de la oficial creada pocos años antes. Desde sus primeras obras se puso de ma-
o Louis Sorel. Charles Genuys, quien lo tenía nifiesto su asombrosa asimilación y reelabo-
en alta estima, siguió de cerca su trayectoria LA OBRA I: MODERNISMOS BELLE EPÓQUE. ración de precedentes transformados en ori-
en América del Sur. La mayor parte de su producción pertene- ginales soluciones. En la estación del Ferrocarril
Poco después de finalizar sus estudios, Le ce al ámbito de lo privado, pero supo otorgar- General Carneiro, en Belo Horizonte, sor-
Monnier se dirigió al Brasil para formar parte les a muchos de sus edificios, especialmente prende la solución de la planta en forma trian-
de un equipo encargado de proyectar los edifi- gular y el efecto orientalizante de la cúpula y
cios de Belo Horizonte, la nueva capital del Es- el techo en forma de pagoda, fruto del impac-
tado de Minas Gerais. Posteriormente se tras- to que produjo en Le Monnier la Exposición
ladó al Estado de Paraná, donde llevó a cabo la Universal de París de 1889, con su carga de
estación del Ferrocarril Ponta Grossa y fue pro- policromía y exotismo.
fesor de la Escuela de Bellas Artes en Curitiba. Sus obras en la Argentina, anteriores a
El paso de Le Monnier por Brasil sería im- 1900, denotan otras influencias, surgidas de
portante en su asimilación de la iconografía su relación con empresas germanas como J.
del Barroco “mineiro”, que aplicó temprana- Baurele y Cía., que provee las piezas cerámi-
mente en el diseño de la iglesia de Bella Vis- cas para el notable frente del edificio de Para-
ta (Prov. de Buenos Aires, circa 1905) y en va- ná 869 o los ladrillos para la severa fachada de
rias otras oportunidades posteriores. Uruguay 839, ambos en Buenos Aires.
Llegó a Buenos Aires a fines de 1896 e in- Al mismo tiempo Le Monnier proyecta y
mediatamente inició su actividad profesional. construye varias iglesias, como las de Ramos
Revalidando su título en 1901 y trabajó por ca- Mejía, Hurlingham y Haedo (Prov. de Buenos
si 35 años con la sola interrupción de la Pri- Aires), donde se impone el estilo gótico que
mera Guerra Mundial, lapso durante el cual había aprendido de su maestro Genuys. Este
sirvió en las filas de su país de origen. Du- u YACHT CLUB ARGENTINO, EN BS. AS., DE E. LE MONNIER. mismo estilo, en clave civil, es usado para el

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 77


Haras de J. A. Fernández (Lima, Prov. de nier en la Argentina, y tuvo repercusión en su
Buenos Aires, hacia 1900), pero aquí se dis- producción de la década del veinte. Apeló en-
ponen decoraciones interiores y motivos exte- tonces a un repertorio formal más rígido, que
riores de filiación Modern Style. Estos mismos se encargaría de revitalizar con ingenio. A lo
aportes aparecen en sus chalés y cottages su- largo de este período y hasta su muerte pro-
burbanos, de inspiración en la arquitectura ver- yectó muchos edificios de renta (oficinas y de-
nácula francesa, como en el caso de su pro- partamentos) para una Buenos Aires ávida de
pia casa (“Le Tocat”) en Bella Vista. imágenes urbanas representativas de su po-
Pero es dentro del campo de la arquitec- tencialidad.
tura urbana donde Le Monnier descuella por Varios diseños para concursos y muchos
sus innovadoras propuestas. Estas responden otros para empresas constructoras jalonan el
a los lineamientos de un Modernismo de sus- paisaje urbano de sectores de la Capital y lle-
trato académico que captura distintas in- van el sello de Le Monnier. En la Diagonal Nor-
fluencias internacionales y locales. Así, se pue- te, esquina con San Martín: la sede del Banco
den identificar asociaciones con el Art Nouveau Argentino Uruguayo; los dos edificios Bencich,
francés de su camarada Guimard, fuertes ads- rematados con cúpulas en sus respectivas es-
cripciones a la Sezession vienesa, sin dejar de quinas de Florida y de Bartolomé Mitre. A ellos
lado el Liberty italiano y la Exposición Inter- se pueden agregar Córdoba y Esmeralda, con
nacional de Artes Decorativas de 1902 en Tu- articulados torreones de compleja volumetría,
rín. Estas influencias son reconocibles en edi- o Tucumán y Esmeralda, con original remate
ficios como “La Bola de Nieve” (Perú 167, de torres gemelas de perfil catedralicio.
demolido), la sucursal Rosario de la misma Proyectos no realizados, como el del Ateneo
empresa, el establecimiento de la Herrería Ar- de la Juventud, ponen de manifiesto su oficio
tística Motteau (Garay 1272, demolido) o el sin- para combinar todo tipo de repertorios forma-
gular Yacht Club Argentino de Dársena Nor- les vigentes. Sobre el sólido planteo de masas
te (Proyecto de 1913; ampliado hacia 1929). de la fachada, la decoración se aplica según un
Pero Le Monnier no estuvo atento sola- criterio afín a las disposiciones de llenos y va-
mente a los desarrollos de las figuras y ten- cíos del Neocolonial. En el juego combinatorio
dencias centrales del Modernismo. Fue tam- se puede distinguir la recopilación de basamento
bién fiel seguidor de una corriente paralela, dieciochesco francés, cuerpo central inspirado
marginada de la historiografía, que en Francia en el Mausoleo de Halicarnaso rematado por
tuvo a buenos exponentes en Camille Formi- un arco triunfal o serliana; orden monumental
gé, Jules Lavirotte, Charles Plumet o Louis Bon- u BANCO ARGENTINO URUGUAYO, BS. AS. E. LE MONNIER. y grandes carpinterías horadadas por edículos
nier. Esta tercera y pragmática vía entre aca- de efectos distorsivos de la escala; ventanales
demicismo y vanguardia, cimentada sobre una revival Luis XV, basada en el común empleo de de inspiración neotudor; escalonamientos, pi-
sólida tradición, procuró afirmar una postura la línea curva, la ornamentación vegetal y el su- ramidaciones y motivos Art Déco; coronamientos
renovadora de formas, repertorios y materia- til engarce de superficies y espacios. Caracte- con loggia neorrenacentista finisecular y torre-
les. En esta búsqueda se inscriben sus casas rísticas que se hacen notables desde el juego ones arabizantes rematados por templetes y glo-
con premios municipales de fachada, como la cóncavo / convexo de la cour d’honneur, en el rietas neopompeyanas, etc.
de Lima 1638 (1903, demolida) y la de Liber- exterior, hasta el tratamiento de los logrados Esta aparente follie escenográfica y escul-
tad 1794 (1906, demolida). interiores. Efectivamente, esta residencia en- tórica se encuentra respaldada por un cuida-
El talento y la destreza de Le Monnier tam- cierra el mejor espacio de la arquitectura pri- doso estudio del corte donde se organiza un
bién se reflejaron en sus obras inscriptas den- vada argentina de la época: el estupendo hall programa polifuncional sostenido por las po-
tro de la revivificación clasicista consagrada central de excelentes proporciones alrededor sibilidades del hormigón armado.
por la Exposición Universal de París de 1900, del cual se organiza el edificio. De planta ova- En esta segunda etapa de su carrera, Le Mon-
y particularmente dentro de la versión fuerte- lada, rodeado de columnas, con una escalera nier encaró el tema de la vivienda —especial-
mente inspirada por la arquitectura francesa en honor de impostura Art Nouveau, acupula- mente la suburbana o de verano— de una ma-
del siglo XVIII. Simultáneamente, con sus pro- do, ofrece un juego espacial y lumínico ma- nera naturalista, en consonancia con las
puestas más progresistas, proyectó buena can- gistral que demuestra la capacidad de Le Mon- tendencias que propugnaban un relajamiento
tidad de significativas residencias particulares nier para conmocionar a través del manejo sabio en las apariencias domésticas. Apeló enton-
en este estilo, entre las que sobresale la erigi- del repertorio clásico. Esas mismas dotes las ces a amargamas de Neopompeyano y Mission
da para la familia Fernández Anchorena hacia emplea, de manera más heterodoxa, en la se- Style californiano para villas como las del In-
1909 (Av. Alvear y Montevideo, actual Nun- de del Jockey Club de Rosario. geniero Perrone o variantes de arquitectura ver-
ciatura Apostólica). nácula universal para Punta del Este: desde cot-
Este notable edificio, que adapta magistral- LA OBRA II: ECLECTICISMOS “D’AUJOURDHUI”. tages normandos hasta cartujas arabizantes.
mente modelos dieciochescos, demuestra la ín- La Primera Guerra Mundial significó un Su ductilidad proyectual lo llevó a propo-
tima relación que existió entre Art Nouveau y corte en la trayectoria profesional de Le Mon- ner un diseño urbanístico para la apertura de

78 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lem leg
una diagonal en Montevideo con el fin de so- Posteriormente, Le Pera colaboró con Un- construyó una serie de casas en una variante
lucionar la conexión entre la Plaza Indepen- gar en el seguimiento de las obras de la casa tardía del Neocolonial que incluía evocaciones
dencia y el puerto. Curutchet, en su última etapa, luego de la con- de la arquitectura canaria, en especial los bal-
Entre sus últimos diseños se cuentan la in- flictiva intervención de Amancio Williams. cones en artesonado de madera. Entre las obras
tervención de Le Monnier en ayuda del no- Durante el proceso de normalización uni- realizadas pueden citarse la casa Saravia Arro-
vel Héctor Ayerza (v.) para concretar el ante- versitaria, encarnó la aplicación en el plano do- yo en Balcarce y J. M. Leguizamón (1939), la
proyecto ganador del concurso del Palacio del cente de las nuevas teorías de Diseño. En 1956 casa Cornejo Solá en Güemes 538 (1941-1942),
Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos fue convocado por Prebisch (v.) para la realiza- el Club 20 de Febrero en Paseo Güemes 54
Aires en 1928, edificio que marca una sin- ción del nuevo plan de estudios de la Facultad (1948), la casa Durand en Güemes 17, la casa
gular y propia manera de hacer arquitectura de Arquitectura de Buenos Aires. Desde allí rural Tamayo Vacarezza en Leser, Salta (1956-
en Buenos Aires. Fa. G. inició una transformación de la curricula, con 1957). La vasta obra de Lecuona ayudó a cons-
contenidos acordes con una formación inte- tituir el carácter y el estilo de algunas zonas de
gral dentro de las exigencias de la Arquitectu- la ciudad de Salta, como el paseo Güemes y la
LE PERA, JOSÉ ALBERTO. Buenos Aires, 1913 ra Moderna (v. Enseñanza de la arquitectura). A Le Pe- Av. Belgrano.
- Íd., 1990. Arquitecto, docente. Integró el ra se debe la creación del primer Departamento
grupo Austral, y prolongó sus ideales origina- de Visión, como también la implementación Bibliografía: A. Alemán, G. García y F. Gottfried. El
rios a una extensa labor ligada a la enseñan- de los primeros talleres verticales de Diseño. balcón que llegó de las islas (Fernando Lecuona de
za de la arquitectura, hecho que lo ubica co- Esta tarea, secundada por Breyer en Buenos Prat). La Laguna, Tenerife: CICOP, 1996.
mo la figura de ese grupo más comprometida Aires, se prolongó en la Facultad de Arqui-
con los problemas de la docencia universi- tectura y Planeamiento de Rosario, donde,
taria. Participó del Instituto de Arquitectura acompañado por Méndez Mosquera (v.), Bor- LEGISLATURA. f. Edificio acondicionado para
y Urbanismo de Tucumán (v.), y en las facul- thagaray (v.) y Molinos, actuó ininterrumpida- servir como ámbito de desarrollo de las asam-
tades de Arquitectura de Buenos Aires, Ro- mente hasta 1959, encargándose de reempla- bleas políticas regladas por las leyes y la Cons-
sario, Mar del Plata y San Juan, donde in- zar el anterior concepto de materias plásticas titución del Estado. En general admite todas
tervino decisivamente en la transformación por el nuevo de Visión, en una tarea que sería las dependencias necesarias para el funcio-
de los tradicionales sistemas de enseñanza, consolidada con los cursos dictados por Onet- namiento del Poder Legislativo. Este progra-
y organizó las nuevas áreas de Diseño to a partir de 1964. ma, surgido con posterioridad a la Revolución
Al aparecer Summa (v.), la revista lo tuvo co- del siglo XVIII, en coincidencia con el esta-
En 1939, un año después de haber confor- mo director ejecutivo en sus primeros núme- blecimiento de sistemas representativos de
mado, junto a Zalba (v.) y Ungar (v.), el núcleo ros, en tanto que a la labor docente que Le Pe- gobierno, se consolida durante el siglo XIX con
local que recibió a Bonet (v.) en la Argentina, Le ra continuó en Buenos Aires, también agregó la aparición de los nuevos estados naciona-
Pera firmó el manifiesto del Grupo Austral (v.), intervenciones de significación en la transfor- les. En la Argentina, su evolución registra pa-
cuyo logotipo fue de su autoría. En 1941 se in- mación de las facultades de Mar del Plata y de rámetros similares a los del ámbito interna-
corporaron Bonet, Kurchan (v.), Ferrari Hardoy San Juan. cional y alcanza su grado de mayor realización
(v.), Zalba y Ungar, a los que se sumaron luego Su preocupación central por el “reencon- en los años posteriores a la Organización Na-
Peluffo, Vivanco (v.) y las llamativas firmas de trar el espíritu de la Arquitectura-Verdad” a tra- cional, cuando tanto el poder central, como
Le Corbusier (v.) y Jeanneret. Le Pera integró el vés del Diseño integral, lo llevó a cuestionar los estados provinciales y los organismos mu-
equipo que obtuvo el tercer premio del con- dos actitudes que dejaban a la arquitectura al nicipales, debieron ser dotados de parlamento,
curso para la realización del Plan Regulador de borde de su disolución disciplinar: una parali- legislaturas y concejos deliberantes. En los úl-
Mendoza (v. Mendoza). zante “antiarquitectura”, en la discusión sin timos años se constata la necesidad de rea-
En 1944 se dirigió a San Juan, luego del te- praxis de estudiantes atrincherados en argu-
rremoto que asoló la ciudad en enero de ese mentos ideológico-políticos y “un profesiona-
año, para trabajar en las tareas urbanísticas de lismo de legajos y honorarios”. En el plano pro-
reconstrucción junto a Vivanco y Ungar. Des- fesional, se desempeñó asociado con los
pués de los escasos resultados de sus iniciati- arquitectos Linder y Boscoboinik. G. V.
vas, al conformarse en 1945 el Instituto de Ar-
quitectura y Urbanismo de Tucumán (v.), Le
Pera fue convocado para participar de la ex- LECUONA DE PRAT, FERNANDO. Laguna, (Is-
periencia junto a Catalano (v.), Sacriste (v.) y los la de Tenerife, España), 1911 - Salta, 1966.
italianos Tedeschi (v.), Calcaprina (v.) y Rogers Aparejador y arquitecto. Desarrolló una vas-
(v.). Poco después, en 1948, se emprendió la ta obra en Salta dentro de la corriente Neo-
realización de la Ciudad Universitaria, que colonial.
quedó a cargo de ese grupo. Junto a Onetto (v.)
y Zalba, Le Pera integró el equipo dirigido por Llegado a Salta en 1935, luego de una cor-
Caminos que inició las tareas en el Cerro San ta estadía en Buenos Aires formó parte de la
Javier, hasta producirse la renuncia de todos Dirección de Arquitectura de la provincia re-
ellos en 1951. alizando trabajos en Metán. A partir de 1938 u LEGISLATURA DE LA PCIA. DE BS. AS., EN LA PLATA.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 79


lizar ampliaciones en la mayoría de los edifi- asumen los cuerpos legislativos, cambian drás- diferencia; tiene en principio una significación
cios existentes, a fin de albergar las funcio- ticamente su organización funcional. El pri- que excede la cuestión tipológica, ya que re-
nes de apoyo a la labor parlamentaria, que se mer edificio que aparece con esas característi- propone la relación espectador-actor, quebrando
han expandido en relación con una activi- cas es el parlamento de Dublín. Su forma, a la estructura tradicional del teatro desarrolla-
dad política cada vez más compleja y diversi- diferencia de las tradicionales salas italianas, da durante el Renacimiento. Ledoux, consciente
ficada. El género está configurado por dos mo- no es rectangular sino octogonal, con la in- de su hallazgo de combinar una tipología tra-
delos paradigmáticos que se suceden en el clusión de una cúpula y de una columnata jó- dicional con un programa moderno, llama a
tiempo: el primero, surgido de la evocación nica con reminiscencias del Panteón. Esta no su edificio “la forma progresiva que convierte
tipológica de la Antigüedad, se debe a la tra- es una adición meramente formal, sino que a la humanidad en igual”. El semicírculo que
dición Beaux Arts; el segundo, a las reinter- sirve para particionar el espacio definiendo un recrea la cavea antigua elimina la posibilidad
pretaciones modernistas, centradas en los sector de galería que queda formalmente fue- de estratificación y genera una alternativa uni-
prototipos que generaron los maestros del ra del recinto y permite, por primera vez, la taria de mirar hacia una escena que es perci-
Movimiento Moderno, cuya composición se existencia de actores y espectadores. bida ahora de la misma manera por todos los
basa en la mayor libertad de diseño y la ex- En los proyectos para el Capitolio de Was- asistentes. Pero también esta nueva tipología
plotación de la singular morfología de las sa- hington, esta configuración espacial encon- modifica la observación del actor sobre el pú-
las de asamblea. Finalmente, tanto en la acep- trará su modelo definitivo; sobre todo en los blico; ambos se encuentran frente a frente, ge-
ción de ‘edificio donde el cuerpo legislativo dibujos presentados por B. Latrobe, que plan- nerando una relación de interdependencia has-
celebra sus sesiones’ como en la de ‘asam- tean una semielipse con una columnata inte- ta entonces desconocida que algunos autores
blea legislativa’, el uso de la voz legislatura es rior dentro de una habitación cuadrada. han interpretado como una metáfora de la es-
un argentinismo. Como tal figura en el Dic- Sin embargo, el edificio paradigmático pa- tructura de la naciente sociedad moderna.
cionario del habla de los argentinos (Acade- ra este programa provendrá de una actividad Dentro de este esquema de interpretación
mia Argentina de Letras. Buenos Aires: Es- bien diferente. Se trata del auditorio de la Es- podemos ubicar también al panóptico de Ben-
pasa, 2003). cuela de Cirugía de París, proyectada por Go- tham y a la mayoría de los parlamentos crea-
doin a fines del siglo XVIII. Sus característi- dos durante los siglos XVIII y XIX.
Las legislaturas o parlamentos son progra- cas arquitectónicas combinan una semiesfera En el ámbito local, si bien la construcción
mas edilicios de historia reciente. Solo a par- con ojo central y techumbre interna de case- de este tipo de edificios y la evolución del pro-
tir del siglo XVIII puede decirse que la simple tones (cita del Panteón de Roma), con una pla- grama es lenta, encontramos un ejemplo ple-
institución de la asamblea de ciudadanos que tea semicircular. Esta forma edilicia tendrá un namente desarrollado en fecha bien temprana.
se reúnen en un recinto multitudinario em- éxito notable durante la primera mitad del si- Se trata del edificio para la Sala de Represen-
pieza a organizarse de manera más detallada. glo XIX para múltiples programas. tantes de Buenos Aires, erigido durante el go-
A diferencia de las grandes salas medievales Detrás de esta tipología hay una fuente an- bierno de M. Rodríguez bajo la inspiración del
que inicialmente podían contener reuniones tigua perfectamente reconocible. Se trata del grupo rivadaviano. La implementación del vo-
desordenadas, ya que era imposible la visuali- teatro all‘antica, descripto en detalle por Vi- to universal y la necesidad de fundar un siste-
zación de la totalidad de los miembros que la truvio, reintroducido por Palladio en el teatro ma político representativo, están detrás de la
constituían y las actitudes que cada uno tomaba Olímpico de Vicenza, y reinterpretado por Le- creación del edificio cuyas características son
durante el desarrollo de las sesiones, las mo- doux en el Teatro de Bensançon, construido bastante particulares. Proyectado por P. Cate-
dernas salas, surgidas del perfeccionamiento en la segunda mitad del siglo XVIII. Pero la lín (v.) está basado centralmente en la Táctica de
de la actividad política y de la importancia que erección de este último edificio marca una las Asambleas Legislativas, obra de Jeremy Ben-

u EN LA LEGISLATURA DE LA PCIA. DE BS. AS., EN LA PLATA, DE HEINE, HAGEMANN Y NORDMANN, LOS ACCESOS DE PÚBLICO Y DE REPRESENTANTES TIENEN LA MISMA JERARQUÍA COMPOSITIVA.

80 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


leg leg
tham en la cual se sugiere tanto el funciona- signos clasicistas, a los efectos de diferenciar
miento como la morfología y los lineamientos los nuevos equipamientos institucionales de
arquitectónicos de una sala legislativa conside- la arquitectura doméstica circundante. Plantas de edificios legislativos
rada como un perfecto teatro parlamentario. La Recién a partir de la década del ochenta, y
obra resultante pretende ser una representa- como consecuencia del crecimiento y la con-
ción del conjunto de la sociedad, en la cual de- solidación política, una serie de realizaciones
ben estar ausentes los conflictos que emanan edilicias reemplazan la modestia de los pri-
de las asambleas tumultuosas realizadas en es- meros años. En ese lapso no solo se construye
pacios físicos no acondicionados debidamente. el edificio definitivo del Congreso de la Nación,
El correcto funcionamiento acústico y la clara sino que se erige la mayoría de los parlamen-
división entre actores y asistentes son los in- tos provinciales.
gredientes complementarios de una represen- En esta época se inaugura una nueva con- u LEGISLATURA DE BUENOS AIRES, J. LARGUÍA.

tación política que quiere constituirse como cepción tipológica y programática derivada de
“máquina perfecta”, centro organizador de una la cultura académica. Se trata del edificio par-
naciente esfera pública. La referencia a la obra lamentario decimonónico, cuyas características
de Bentham explica también el carácter auste- están marcadas por el uso de la tipología del te-
ro del edificio (una expresa indicación del tra- atro all’antica como modo predilecto de la de-
tado), que escapa a la suntuosidad propia de finición de la Sala, pero no construido dentro
otros programas estatales de la época. Escon- de un complejo edilicio existente, como los ca-
dido dentro de otras construcciones, aunque sos del Palais Bourbon de París o la Sala de Re-
eligiendo ex profeso el sitio de los antiguos ca- presentantes porteña, sino conectada con am-
labozos españoles, la situación de la sala se ve plios vestíbulos, una “sala de pasos perdidos”,
beneficiada por la existencia de una sola cámara un gran hall y generosas circulaciones que ro-
y la magnitud relativa de la escala provincial del dean patios donde se ubican las dependencias
u LEGISLATURA DE SANTA FÉ, R. TIPHAINE.
novedoso proyecto político. secundarias y los servicios que demuestran el
Las más modestas salas provinciales que se crecimiento de la actividad legislativa. La tipo-
crean durante la época, a imagen de la porte- logía admite dos variantes, según se trate de un
ña, funcionan en edificios o casas recicladas a parlamento unicameral o bicameral. La primera
tal fin; no olvidemos que el Soberano Congre- ubica la sala en el centro del edificio, conecta-
so de 1816 en Tucumán había utilizado para do con un gran vestíbulo y dos patios laterales
sesionar la “sala” mayor de una casa de patios. organizados de manera simétrica a los que se
Debemos esperar a la segunda mitad del si- vuelcan las dependencias de servicio. La se-
glo XIX para encontrar erigida en Buenos Ai- gunda envía las cámaras a los lados, ocupando
res una nueva legislatura. Su construcción obe- el lugar de los patios, y el vestíbulo central que-
dece a la reorganización, en 1854, de un poder da conectado con un patio único; así se logra
legislativo bicameral en la Provincia. Inaugu- que el edificio no pierda el carácter simétrico
rada en 1864, de acuerdo con un proyecto de con un gran eje central, planta rectangular y u LEGISLATURA DE SALTA, RIGUETTI, ARÁOZ,

Jonás Larguía (v.), está resuelta teniendo en cuerpos macizos en las esquinas. SOLÁ Y ARQUATI.
cuenta la atípica configuración del terreno (la La caracterización estilística varía en el ám-
ochava de Balcarce y Victoria en Plaza de Ma- bito internacional, pero salvo algunas excep-
yo). En forma contemporánea a los proyectos ciones, como el parlamento de Budapest (1883)
del Estado de Buenos Aires, Paraná, la flamante que se inclina por un Neogótico inspirado en
capital de la Confederación, también erige sus la Cámara inglesa, ésta se constituye a partir
edificios legislativos. Pero una notable dife- de las diversas variantes del sistema clasicista.
rencia separa ambos proyectos: mientras la Sa- Ejemplos elocuentes de dicha modalidad son
la porteña sigue los lineamientos modernos el Parlamento de Viena (1882) y el Reichstag
del programa, construyendo un hemiciclo con de Berlín (1894).
circulaciones diferenciadas, e incorpora, para En el medio local el primer edificio que re-
lograr una mayor transparencia del ámbito le- produce dichas características es la legislatura
gislativo, la nueva tecnología del hierro (v.), los bonaerense, construida a partir de un concur-
ejemplos entrerrianos difícilmente puedan ser so internacional de proyectos convocado en
asimilados a los modos tipológicos del géne- 1882 para la nueva ciudad de La Plata. Del mis-
ro. Reproducen el esquema de edificio de pa- mo resultaron ganadores los arquitectos ale-
tios con una sala de mayor magnitud y habi- manes G. Heine y J. Hagemann (v.), quienes
taciones complementarias, sin atenerse a las delegaron al arquitecto Carlos Nordmann (v.) u CONGRESO DE LA NACIÓN, VÍCTOR MEANO.

pautas típicas del programa. Solo en las fa- la dirección de las obras iniciadas ese mismo
chadas existe una preocupación por mostrar año. El edificio es un planteo clásico dentro de

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 81


la segunda variante enunciada, pero se dife- Meano se había formado; sobre todo en el Mo- sabido modelo de hemiciclo teatral.
rencia de esta por la colocación y la organiza- numentalismo de exaltación nacional que acom- Una excepción la constituye la legislatura
ción de los accesos (público, senadores y di- paña la época del Rissorgimento. Este estilo se santafesina, proyectada por R. Tiphaine (v.) en-
putados), que adquieren la misma jerarquía identifica con la necesidad de crear íconos y tre 1910 y 1914. No solo porque es una obra pen-
a partir de pórticos jónicos idénticos —sím- símbolos que comparten las elites de naciones sada para esos fines desde un principio, sino
bolo de la igualdad entre público y represen- recientemente unificadas, algo que en el caso porque su esquema es relativamente original
tantes, propia de un régimen republicano. argentino puede vislumbrarse en las preocu- en relación con las variables enunciadas. Colo-
El edificio paradigmático del género es sin paciones y gustos de los grupos dominantes cada frente a una plaza, se presenta como un
duda el Congreso Nacional, construido a par- desde el momento de la unificación nacional. edificio compacto con las dos cámaras simé-
tir de un concurso internacional convocado en Pero no es solo la matriz italiana la que con- tricas aglutinadas por el hall principal y la no-
1895. Concurrieron a este evento 28 arqui- forma el proyecto, ya que el carácter exterior o vedad de disponer de las dependencias en alas
tectos tanto argentinos como extranjeros. En- la utilización de una cúpula esbelta como re- paralelas que se abren hacia el espacio público.
tre ellos pueden destacarse los franceses Lefe- curso fundamental puede ser relacionada con Solo la erección del Concejo Deliberante
bre, Trachet y Rey, además de P. H. Nenot, que el Capitolio de Washington y con otros ejem- porteño, de H. Ayerza (v.), ofrece rasgos simi-
se asoció con el italiano C. Morra (v.); los ita- plos norteamericanos, como la legislatura de lares en la caracterización arquitectónica y la
lianos Sommaruga, Calderini y V. Meano (v.); Massachusetts (1795-1798) o la de Indiana (1831- magnificencia de la decoración a las que en-
el noruego A. Christophersen (v.); el austríaco 1835), aunque la cúpula del congreso tenga un contramos en la legislatura bonaerense o en
Turner; el uruguayo Vaeza Ocampo junto con perfil particular debido a su ubicación urbana. el Congreso de la Nación. Por su ubicación en
A. Massué (v.); los argentinos Agrelo (v.), Gon- A la erección de este singular edificio no le un terreno poligonal, el edificio propone una
zález Segura, E. Mitre y Meyer Pellegrini. El sucede, como podría esperarse, un reflejo de estructura atípica, no asimilable a las tipolo-
jurado estuvo compuesto por legisladores y po- emulación en las distintas legislaturas pro- gías tradicionales. Sin embargo, a pesar del
líticos con el asesoramiento del arquitecto J. vinciales, que también deben construir nue- ejemplo de Córdoba, de la singularidad de la
Dunant (v.), aunque se cree que a la hora de se- vos edificios o adaptarse a otras condiciones. legislatura de Santa Fe o del Concejo Delibe-
leccionar los trabajos sus consejos no fueron En Tucumán, el Poder Legislativo debe aco- rante, la tipología académica tradicional sigue
tomados en cuenta. El proyecto premiado fue modarse en edificios originalmente construi- manifestándose con fuerza en los trabajos de
el presentado por V. Meano (v.), discípulo y co- dos para otros fines, como la cámara de dipu- la Escuela de Arquitectura en una fecha tar-
laborador de Tamburini (v.). Este trabajo se des- tados, erigida como casino por Hugé y día como 1937.
taca por su caracterización monumental, la Colmegna (v.); o conformarse dentro de tipo- Recién encontraremos un cambio radical
atención hacia el entorno urbano y la explota- logías arcaicas para la época, como la propuesta en 1939, en concordancia con el concurso pa-
ción adecuada del sitio que remata la perspec- de cámara de senadores edificada en 1910 por ra la construcción del palacio legislativo de Ca-
tiva de la Avenida de Mayo (v. Centro cívico). El los Hnos. Cánepa. tamarca. El acento modernista a la Piacentini,
partido seleccionado es bastante heterodoxo En Salta, la legislatura carece de sede pro- curioso en un edificio que programáticamen-
con respecto a los modelos que hemos enun- pia y es ubicada en el edificio construido para te carece de monumentalidad, del segundo pre-
ciado, ya que coloca la cámara de diputados en casa de gobierno por F. Riguetti, M. Aráoz, F. mio, de C. y R. Quiróz; el hierático Raciona-
el eje central y relega a la de senadores a un rol Solá y V. Arquati. (1890-1902). En Córdoba, la lismo del tercero, de M. Iachini y F. Dighero,
secundario, lo que estaba justificado desde el intervención de Kronfuss (v.) abre una nueva o la revolucionaria disposición del cuarto pre-
punto de vista numérico. instancia en la utilización tipológica, ya que in- mio, de R. Vera Barros (v.), que incorpora tem-
La génesis formal del edificio debe buscar- corpora una sala oval que, si bien no se aparta pranamente valores poéticos propios del Mo-
se en la producción italiana, dentro de la cual de la tradición clásica, intenta alejarse del con- dernismo brasileño, no alcanzan para disimular
las dificultades funcionales que surgen de un
modelo todavía no consolidado. En efecto, las
críticas del jurado se dirigen a los problemas
circulatorios y de interdependencia de las par-
tes, derivados de la aceptación vacilante de los
nacientes principios.
Diez años después, en función del concur-
so para la nueva legislatura de la Provincia de
San Juan, emergen ya consolidadas las recientes
tipologías surgidas de la cultura moderna. La
maduración de las propuestas del género es-
tá signada por algunos concursos de repercu-
sión internacional, como el del Palacio de las
Naciones en Ginebra (1927) y el Palacio de los
Soviets en Moscú (1931/33). Si bien ambos son
leídos como fracasos para la Arquitectura Mo-
derna, instalan en el campo profesional una
u LA INFLUENCIA DE LE CORBUSIER EN LA LEGISLATURA DE LA PAMPA, EN EL CENTRO CÍVICO DE SANTA ROSA, DE C. TESTA. serie de variantes funcionales y morfológi-

82 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


leg len
cas, como la libre composición de los volúme- estructura de este, repropone las necesidades
nes, la expresión de los elementos estructu- burocráticas, resultado de la creciente comple-
rales, la mayor libertad circulatoria, etc. jidad de la función legislativa. El proyecto pre-
En el concurso de San Juan, de una escala miado de Manteola, Sánchez Gómez, Santos,
mucho más modesta, la tipología será la del Solsona y Viñoly (v. MSGSS) se articula a partir de
edificio lámina combinado con una sala que la transparencia y las circulaciones, que ha-
hace de basamento y al cual se ingresa por una cen percibible al ambiente urbano la dinámica
planta libre. La fuente es corbusierana: el Pa- y la complejidad de las funciones que en él se
bellón Suizo de la Ciudad Universitaria de Pa- realizan. También aquí la planta libre aparece
rís, cuyos principios son reiterados en el Mi- como una ampliación del espacio de la calle,
nisterio de Educación de Río de Janeiro, que ingresa en el edificio dislocándose en pers-
erigiéndose a partir de allí en modelo arque- pectivas encontradas y cambios de nivel que or- u SILLONES DISEÑADOS POR REINALDO LEIRO.

típico de edificio burocrático polifuncional. ganizan libremente los accesos. F. A.


Los trabajos premiados en San Juan, a los Es profesor titular, por concurso, de la ma-
cuales el jurado prefiere jerarquizar según sus Bibliografía: M. L. Cloquet. Leçons de architecture d’a- teria Diseño Industrial en la Facultad de Ar-
resoluciones funcionales, muestran variantes pres le Cours de M. L. Cloquet. Paris: 1894; J. Guadet. quitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la
de este esquema. Elements et Theorie de L’architecture. Paris: Li- Universidad de Buenos Aires desde 1984. In-
Una modalidad que se desarrolla en la pos- brairie de la Construction Moderne, 1904; N. Pevs- tegrante de la Comisión Académica para la cre-
guerra es la ubicación de palacios legislativos ner. Historia de las tipologías arquitectónicas. Bar- ación de las carreras de Diseño Gráfico y de
dentro de estructuras más complejas de cen- celona: Gilli, 1979; A. S. J. de Paula. “De parlamentos Diseño Industrial en la misma casa de altos es-
tros cívicos (v.). Así, la nueva Provincia de La y capitales: Buenos Aires y La Plata”. En: revista Sum- tudios e integrante del grupo Visiva.
Pampa, mediante un concurso nacional en ma, N.° 253; F. Ortiz. “La arquitectura del Congreso
1955, intenta crear un sector direccional de po- Nacional”. En: AA.VV. El Congreso de la Nación Ar-
der político que incluye el palacio legislativo, gentina. Bs. As.: Manrique Zagó; N. de la Torre. “El LEMAIRE, PHILIPPE S. J. [LEMER, Felipe]. Lie-
la casa de gobierno y la terminal de transpor- Palacio de la Legislatura de Buenos Aires”. En: AA.VV. ja (Bélgica), 1608 - Córdoba, 1671. Hno. Co-
tes. El concurso es ganado por Clorindo Testa La Legislatura de Buenos Aires. Bs. As.: Manrique Za- adjutor (v.) de la Compañía de Jesús. Activo
(v.), que se asocia al estudio Daviniovic, Gaido gó, 1985; L. Torres de Restrepo. El edificio del Con- en Córdoba durante el siglo XVII.
y Rossi. Se construye en dos etapas; la segun- greso de Buenos Aires, Argentina. En mímeo, 1993;
da corresponde al palacio legislativo (1969). El AA.VV. Inventario del patrimonio histórico de San- Residió en su país de nacimiento dedicado
edificio construido difiere del primer planteo ta Fe: Fundación Centro Comercial, 1994. a la construcción de barcos; se trasladó luego
y se resuelve en la tradición del Brutalismo cor- a Inglaterra, Portugal y Brasil.
busierano, una marca estilística que es mane- En 1640 ingresó en el Noviciado de Cór-
jada con soltura por Testa en la morfología del LEIRO, REINALDO. doba de la Compañía de Jesús como hermano
conjunto. Reaparece aquí la idea de apertura coadjutor, e hizo profesión religiosa en 1654.
volumétrica y de libertad virtual del acceso, pro- Buenos Aires, 1930. Arquitecto De su relación con la práctica arquitectó-
pias de los ejemplos de la tradición moderna. protagonista del diseño indus- nica solo ha quedado testimonio de su parti-
La resultante es un conjunto heterogéneo que trial en la Argentina durante la cipación en el notable diseño y construcción
comprende parlamento y dependencias ho- segunda mitad del siglo XX. de la estructura de madera de cedro que cubre
mogeneizados por una pantalla de brise soleil, la nave de la iglesia de la Compañía de Jesús,
en un anticipo de la informalidad que adqui- Graduado en 1954 en la FAU-UBA, obtu- en Córdoba. Durante 12 años trabajó en esta
rirían los planteos posteriores para el tema. vo numerosos premios de diseño en concur- obra, para la que aprovechó los conocimientos
También para el Chaco y Formosa se llamó sos realizados por el CIDI (Centro de Investi- adquiridos en los astilleros de Europa. Distin-
en 1973 a concurso nacional para construir se- gación de Diseño) y por el CAYC (Centro de tos autores señalan la utilización, en la reso-
des legislativas. En los proyectos participantes Arte y Comunicación); participó en exposicio- lución final de la cubierta, de dibujos conteni-
desaparecen las tipologías tradicionales elabo- nes internacionales en Brasil, Yugoslavia, Fin- dos en Nouvelles Inventions pour bien bastir
radas por el Modernismo, y el resultado for- landia e Italia, y en el Museo Nacional de Be- (1561), de Philibert de L’ Orme. C. G. G.
mal tiene que ver directamente con una mo- llas Artes de Buenos Aires. Dictó cursos y
dalidad de matriz tecnologista, propia de la conferencias en las universidades nacionales Bibliografía: G. Furlong. S. J. Arquitectos argentinos
época (v. Sistemas, arquitectura de). Se trata de edi- de Tucumán, Córdoba y Buenos Aires, y en durante la dominación hispánica. Buenos Aires:
ficios de apariencia indeterminada, donde se instituciones de San Pablo, Rotterdam y Es- Huarpes, 1946.
destacan las amplias plantas libres, la interco- tocolmo. Sus diseños fueron publicados en me-
nexión de las partes mediante circulaciones aé- dios locales y en la edición de 1971 del Neue
reas o dobles alturas, y la retórica técnica. Mobel de Stuttgart y en las revistas Summa, ti- LENCI, CARLOS EDUARDO. La Plata, 1931 -
En esta matriz se inscribe el primer premio poGráfica, Design de Londres, Modo de Milán Mar del Plata, 1975. Arquitecto. Activo en La
del concurso para la ampliación de la Cámara y Journal Design de Corea. Desde 1964 fue pre- Plata y Mar del Plata en las décadas de 1960
de Diputados de la Nación que, en un terreno sidente del Directorio del Departamento de Di- y 1970. Se destacó por su rol de docente y
cercano al Congreso Nacional y sin afectar la seño de la empresa Buró SAIC. proyectista.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 83


Egresado de la Facultad de Arquitectura de gramas Naciones Unidas para el Desarrollo mo Ernesto Katzenstein (v.), fue convocada so-
la UNLP en 1960, tuvo a cargo un taller ver- (PNUD), habiendo llevado adelante progra- lo en círculos restringidos, por fuera de la cul-
tical de arquitectura en 1962 y, a partir de 1968, mas como el de Renovación de la Infraes- tura oficial porteña.
se desempeñó como titular en la Facultad de tructura de Salud (1988-1990), el de Inver- Su obra, en la medida en que parte de ella
Arquitectura de la Universidad Nacional de siones Sociales Municipales (Secretaría de fue realizada para grandes estudios o para la
Mar del Plata en las cátedras de Arquitectura Vivienda y Calidad Ambiental, 1994) y el de administración pública, en escasas ocasiones
V y VI. Su carrera profesional la desarrolló aso- Nuevas Escuelas Municipales (Municipalidad se reconoce como de su autoría. Entre su vas-
ciado a los arquitectos V. Krause (v.), H. Tomás, de la Ciudad de Buenos Aires, 1987-1988). ta producción, pueden mencionarse el Centro
R. Kuri, J. M. Escudero y al ingeniero J. Tapia. Su trabajo como teórico de la arquitectura Deportivo Club de Amigos (Ex Centro Depor-
Si bien sus obras —entre 1958 y 1973— cons- está diseminado en artículos en diversas re- tivo Municipal Jorge Newbery) y el natatorio y
tituyen un corpus significativo originado en vistas locales y del exterior, y es recordado en gimnasio cubierto del Centro Deportivo Mu-
una mirada reflexiva cercana a la de figuras co- conferencias y seminarios en diversas faculta- nicipal Domingo F. Sarmiento, ambos en Bue-
mo Carlos Casares (v.), Horacio Baliero (v.) o Er- des argentinas, latinoamericanas y estadouni- nos Aires (1980-1982), realizados como res-
nesto Katzentein (v.), su principal contribución denses. Iniciado en la crítica al relato canóni- ponsable de proyecto para el estudio Kokourek;
la constituyó su labor docente. E. G. co de la arquitectura que se expande desde la el Nuevo Barrio Las Flores-Obrero hecho en
década de 1970, y habiendo abrevado directa- asociación con los arquitectos Chamó, Cherny,
mente de los protagonistas principales del cam- Kohan y Ramos (1300 unidades de vivienda
LESTON, EDUARDO. po de la cultura arquitectónica de entonces, se con financiación FONAVI (v.) para el Progra-
convirtió en un referente en Buenos Aires, en ma Erradicación de Villas, Municipalidad de
Buenos Aires, 1940. Arqui- vinculación con el grupo intelectual de La Es- Vicente López, 1984-1986, del que se cons-
tecto y teórico de la arquitec- cuelita. Su particular posición como arquitec- truyó la primera etapa).
tura, de particular importancia to profesional y teórico de refinada y perso- Algunos concursos realizados recientemente
en el escenario de la cultura nal perspectiva le permitió trazar una posición con socios más jóvenes resumen su postura
arquitectónica en el último cuarto del siglo XX. ante la arquitectura a la vez racional y prag- ante la arquitectura urbana: merecen mención
mática, de amplia conciencia histórica pero el Concurso de Ideas para el Desarrollo de la
En 1966 obtuvo en la FAU-UBA su diplo- atenta a las nuevas corrientes, versátil ante los Ciudad de Weisz (Austria, 1993), en el que el
ma de arquitecto; luego, en 1968, se especia- condicionamientos económico-sociales del que- equipo, completado por Claudio Blazica y Lau-
lizó en construcciones industrializadas en Rot- hacer, pero firme en ciertos principios, como ra Spinadel, obtuvo el segundo premio; y el
terdam, Holanda. Se formó profesionalmente la determinación de los aspectos constructivos Concurso Nacional de Ideas para el Desarro-
con Antoni Bonet (v.) y Amancio Williams (v.) en la expresión de la obra arquitectónica. Sin llo Urbanístico del Área Lugano-Mataderos, re-
en la Argentina, y con Colin Rowe y Matías embargo, nunca gozó del reconocimiento pú- alizado con los arquitectos Daniel Becker y
Ungers en los Estados Unidos. De la Graduate blico que su tarea merecía. Su figura, al igual Claudio Ferrari en Buenos Aires (2001), que
School of Design de Harvard, en ese país, ob- que la de otros arquitectos de similar perfil, co- obtuvo el segundo premio. G. S.
tuvo su diploma de Master en Arquitectura
(1978). Desde 1970 ha desarrollado tareas pro-
fesionales como arquitecto y consultor, en for-
ma independiente y en importantes estudios
de arquitectura de la Argentina y del exterior
(Aslan y Ezcurra & Asociados (v.), Clorindo
Testa & Asociados (v.), MSGSSV & Asocia-
dos (v.), Estudio Kocourek SRL, Bus Architek-
tur, Viena, Austria, ATP-Achammer, Tritthart
und Partner-GMBH, Munich, Alemania), y
desde 1982 se desempeñó en tareas profesio-
nales y de consultoría en la administración pú-
blica —a la que ingresó como funcionario de
carrera en 1994.
Se destacó en su trabajo como director na-
cional de Vivienda en 1981-1982 y como Di-
rector Nacional de Obras Públicas entre 1994
y 2000. Pueden mencionarse, además, sus
trabajos en el Instituto de la Vivienda de la
Provincia de Santa Cruz; en la Municipalidad
de Vicente López; en la Secretaría de Salud
Pública Nacional y en la Municipalidad de Bue-
nos Aires, todos en la década de 1980. Ha si-
do consultor y gerente de Proyecto de Pro- u E. LESTON FUE RESPONSABLE DE PROYECTO DEL ACTUAL CLUB DE AMIGOS, EN BUENOS AIRES, PARA EL ESTUDIO KOCOUREK.

84 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


len ley
LEYES DE INDIAS. Se denomina así al conjun- A esta gigantesca recopilación ha contri-
to de normas, ordenanzas, capitulaciones, ins- buido notablemente la amplia legislación ame-
trucciones, leyes, etc. promulgadas por la Co- ricana producida desde 1525 como resultado
rona de España, o por los organismos de de las muchas experiencias locales, con incor-
gobierno colonial en América, para ser apli- poraciones de criterios que corregirían el mo-
cadas en el territorio hispanoamericano. Este delo teórico, resultante natural de una visión
conjunto legal nunca fue codificado ni reco- estrictamente metropolitana. Pueden citarse
pilado totalmente en razón de su extensión di- las ordenanzas para diferentes ciudades, como
námica y cambiante, y por la enorme canti- Veracruz (1539), Cádiz (1538), Arequipa (1549),
dad de organismos capacitados para legislar. Santiago de Guatemala (1565), San Francisco
de Quito (1568), Santiago del Nuevo Extremo
Las Leyes de Indias se iniciaron con la apli- 1569, Cuzco (1572), La Habana y demás villas
cación directa en América de la legislación y lugares de la Isla de Cuba (1574), donde se
vigente en Castilla, seguida de una abundante hace referencia a otras anteriores, actualmen-
normativa producida por los entes adminis- te desaparecidas. En general, estas normativas
trativos locales o por el poder central a partir u ESQUEMA DE UNA CIUDAD MEDITERRÁNEA. intentan resolver la creciente complejidad que
de la experiencia práctica. se iba generando en la vida urbana, incorpo-
Muchas normas repetían o modificaban vamente se transcriben en la “Instrucción da- rando temáticas más prácticas como lo son la
minuciosas reglamentaciones que permiten da a Hernán Cortés, Gobernador de Nueva Es- ubicación y control de servicios, trazado de ca-
un seguimiento de la evolución del pensa- paña”, Valladolid, 1523, que de alguna mane- lles, infraestructuras, baldíos, cementerios, etc.
miento y de la práctica de la ocupación y el or- ra es complementada por la primera normativa Así, la ordenanza de 1573 es el resultado de
denamiento del suelo americano. americana: “Ordenanzas para las villas de Na- la recopilación y el ordenamiento de una com-
La primera y única recopilación general se tividad de Nuestra Señora y Trujillo”, emitida pleja experiencia colectiva, con la intención de
logró terminar en 1680 y se publicó al año si- por Hernán Cortés como Gobernador de Nue- unificar, en un solo cuerpo, una materia que
guiente con el título de Recopilación de Le- va España en 1525. había llegado a diversificarse extensamente. Se
yes de los Reynos de Indias; consta de 9 libros Esta primera etapa del proceso normativo compone de casi un centenar y medio de ar-
divididos en 218 títulos. Fue reeditada sin nin- culmina con los conceptos de la Ordenanza de tículos que pueden agruparse en los siguien-
guna revisión ni agregado en 1756, 1774 y 1791. Carlos I, de 1526, que establece doctrinaria y tes temas: del 1 al 33, consideraciones genera-
Hubo intentos de recopilar la obra legislativa normativamente las pautas más precisas para les para los nuevos descubrimientos; del 34 al
borbónica, pero solo se tuvo éxitos parciales. la definición de la cuadrícula (v.) hispanoame- 37, selección de provincia y comarca; del 38
El conjunto de normas, ordenanzas y leyes ricana y la ocupación del territorio de produc- al 42, selección del sitio; del 43 al 88, admi-
españolas y americanas expresan el ideal de ción circundante. El documento consta de tres nistración y justicia; del 89 al 95, organización
trazado urbano metropolitano y sus articula- partes: la primera se refiere a los antecedentes del territorio; del 96 al 104, concesiones a los
ciones con la realidad preexistente. legales existentes y a las escalas operativas (pro- pobladores; del 105 al 110, concesiones de tie-
Se puede definir una primera etapa de gé- vincia, comarca, sitio y lugar) que deben con- rras a los pobladores; del 111 al 135, ordena-
nesis entre 1501 y 1526, donde se evoluciona siderarse para la selección del punto de ubi- miento de la ciudad y del territorio; y del 136
desde la ciudad “ordenada” de Fernando el Ca- cación, reiterando los criterios ya conocidos; la al 148, comportamiento con los naturales y su
tólico hasta la “cuadriculada” de Carlos I. segunda se refiere al emplazamiento en sí, con- conversión a la fe.
Este orden está presente en las primeras siderando la economía y la defensa; y la terce- Tomando solo lo referido al tema, la nor-
Instrucciones. Así, en la de 1501 dada a Ovan- ra define el procedimiento del trazado urbano, mativa establece una tipología de dos casos, cos-
do se alienta la empresa de la decisión perso- sistematizando el crecimiento futuro. Si bien tera o mediterránea, definida por el emplaza-
nal en la localización pero, al mismo tiempo, no define exactamente al cuadrado como for- miento de la Plaza Mayor. Aconseja para esta
se definen los componentes esenciales que de- ma particular de la unidad manzana, admi- una dimensión óptima de 400 por 600 pies
ben tenerse en cuenta en ese acto, como son: tiéndose el rectángulo, esta se constituye en el (111,44 por 167,16 m) con un mínimo de 200
“calidad de la tierra, sytios e gente”. En las re- modelo ideal para resolver el requerimiento de por 300 pies (55,72 por 83,58 m) y un máximo
comendaciones de 1513, si bien están referidas homogeneidad que también se planteaba. No de 530 por 800 pies (147,65 por 222,88 m); con
principalmente a la Iglesia, se dan algunas pau- solo norma con respecto a la forma urbana, si- salidas de calles en las esquinas y cuatro más
tas de ordenamiento urbano interno, que se no también al uso que se hará de ella, consi- que lo harán de los lados o con un lado abier-
completan sobradamente en las dadas a Pe- derando actividades privadas, usos públicos y to cuando se trata del tipo costero. No se pres-
drarias en el mismo año. El concepto de ciu- áreas de producción y reserva en la periferia. cribe para las calles una medida precisa para el
dad ordenada de este último documento se La segunda etapa legislativa se producirá ancho, sino una recomendación general refe-
transcribió en la “Real Cédula de población entre 1526 y 1573, cuando aparecen las “Or- rida al clima y, en cuanto a la extensión, se im-
otorgada a los que hicieron descubrimientos denanzas de Descubrimiento, Nueva Pobla- pone una regulación de crecimiento extenso y
en Tierra Firme”, de 1521, y en la “Real Cédu- ción y Pacificación de las Indias”, dadas por homogéneo. El ordenamiento continúa más
la dando facultad a Francisco Garay, para po- Felipe II en el Bosque de Segovia y cuyo ori- allá del límite urbano con los ejidos (v.), dehe-
blar la provincia de Amiche”, del mismo año, ginal se conserva en el Archivo General de In- sas (v.), propios y suertes hasta alcanzar una su-
ambas expedidas en Burgos bajo Carlos I. Nue- dias en Sevilla. perficie total de 12.418 ha; de las cuales, el área

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 85


urbana ocuparía 1/5, o sea 2.483 ha. El funda- LIER & TONCONOGY. (LIER, Raúl: Buenos Ai- mio en el de la sede central de SEGBA, el quin-
dor reservaba para sí una superficie igual a ese res, 1944; TONCONOGY, Alberto: Resisten- to en el Colegio de Graduados de Ciencias Eco-
1/5, quedando para cada vecino inicial unas 2,48 cia, 1941). Estudio de arquitectura que ha nómicas (1979).
ha. Cabe la interpretación de que no sean cua- desarrollado una importante obra en las úl- Luego de la etapa inicial puede evidenciar-
tro leguas cuadradas sino un cuadrado de cua- timas décadas. Su producción se caracteriza se una segunda fase caracterizada por una ma-
tro leguas de lado, con lo que el área urbana y por la coherencia y continuidad de las bús- yor preocupación constructiva y una tenden-
las tierras comunes llegarían a 9.932 ha. quedas, y por el uso cuidadoso de la tecno- cia ya definida hacia la contención formal. Esta
El uso del suelo urbano queda bastante de- logía que apunta a construir imágenes puras. etapa comienza con la realización de la casa
finido por el emplazamiento de las actividades Furlotti en el country Mayling, donde puede
administrativas, religiosas y comerciales, es- Ambos arquitectos cursaron sus estudios notarse el refinamiento técnico de la resolu-
tableciéndose imposiciones a las mercaderí- en la FAU-UBA, y su educación estuvo influi- ción y la simplificación formal de ecos clasi-
as para financiar las edificaciones de los loca- da por la experiencia pedagógica anterior a 1966. cistas. La experiencia se continúa en dos casas,
les comerciales que bordearán la plaza principal. Forman parte de la llamada “generación inter- en Martínez y en San Isidro, que buscan avan-
Se entiende así que los solares que limitan di- media” de arquitectos de la segunda mitad del zar en la reflexión sobre la forma, más allá de
cho recinto central son de propiedad pública, siglo XX, que se desarrolla profesionalmente las referencias a modelos tradicionales. Según
incluidos los comercios. El resto del suelo ur- en los grandes estudios constituidos durante Eduardo Leston, los trabajos que inauguran es-
bano se distribuye entre los pobladores, con los años sesenta. En ese sentido, la trayectoria ta etapa presentan ciertas analogías con la ar-
reservas para la corona, asegurando propieda- de Raúl Lier en la firma liderada por J. Solsona quitectura culta de la costa este norteameri-
des para los futuros habitantes. es definitoria. La idea de una arquitectura “de cana y la obra de A. Jacobsen.
También se define que la primera actividad partido”, que caracteriza la producción de De allí en adelante, los proyectos del estu-
de los habitantes será dedicada a la seguridad MSGSSV (v.) y que forma parte de la intensa ex- dio plantean una continua preocupación por
y la subsistencia, con las tareas rurales nece- perimentación de la arquitectura previa al gol- el uso de la tecnología, con el objetivo de lograr
sarias para asegurarla. Luego se deberá enca- pe de 1976, dejó una fuerte impronta en su pro- un acabado más perfecto y una creciente sim-
rar la construcción de las casas “con mucho ducción posterior. Los primeros resultados plificación formal. Un ejemplo que inaugura
cuidado” y respetando las primeras normas exitosos del equipo están relacionados con el esta etapa lo constituye el edificio CHACOFI,
que se refieren a la seguridad estructural, la sistema de concursos, de amplia difusión en obra de notable acabado técnico respecto de
brevedad de los plazos de construcción y a la los años sesenta y setenta. Lier, junto con los otros edificios de oficinas del período. El pro-
economía. La normativa se amplía con espe- arquitectos Ana Bush, Rubén Cherny, Jorge grama parte de la necesidad de resolver una to-
cificaciones edilicias donde se integran aspec- Parsons y Jaime Sorín, gana el primer premio rre en una esquina urbana de alta densidad.
tos relativos a la higiene, como las ventilacio- del Concurso Nacional para un centro polide- Para ello se genera un cuerpo menor de vi-
nes y dimensiones de las habitaciones. Ante el portivo en Buenos Aires (Vuelta de Obligado), viendas que se adapta a la línea de edificación,
complejo programa de la vivienda que inclu- en 1972. Este trabajo puede considerarse el pri- y se destaca por detrás una torre vidriada que
ye, además del alojamiento familiar, allegados mer ejemplo de edificio enterrado que luego se se presenta como singularidad, sin alterar las
y sirvientes, la guarda de animales y bestias, desarrolla en obras como ATC, de MSSSGV. características del contexto. La definida ima-
y la organización física de la defensa en forma Posteriormente ambos socios logran el tercer gen de la torre de vidrio se reitera en los edi-
conjunta con los solares contiguos surge con premio en el concurso para la terminal de Ómni- ficios de Libertador y Ocampo (1976-1985) y
naturalidad la manzana cerrada por construc- bus de Venado Tuerto (1975), el segundo pre- Av. Figueroa Alcorta y Casares (1978-1985).
ciones y cercos con un centro armado por su-
cesiones de patios, corrales, jardines y peque-
ños huertos, articulando la forma de este
componente elemental con el sistema cuadri-
cular mayor.
Finalmente, se establece el amparo de las
necesidades estéticas de los ciudadanos, re-
comendando que los edificios respondan for-
malmente al ornato de la población. Esto in-
dica una subordinación individual al valor
ornamental público, que puede ser interpre-
tada como una valoración estética, de conjun-
to, acorde con las nuevas formas urbanas, co-
mo las alineaciones, alturas, etc., componentes
típicos de la ciudad cuadriculada. La incorpo-
ración de este aspecto a la norma puede ser
el resultado de los diversos juicios y comen-
tarios favorables que, desde hacía ya treinta
años, hacían llegar los visitantes que regresa-
ban a Europa. E. I. u EN EL PASEO ALCORTA, EN BS. AS ., L&T UTILIZAN LOS CÁNONES PROPIOS DE LA DISCIPLINA PARA RESOLVER UN SHOPPING.

86 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ley lla
ductora Ideas del Sur y varias torres de vivi- tica de Gaudí, la influencia Brutalista, el Or-
viendas. En los últimos tiempos, tambièn em- ganicismo Formalista y la admiración por la
pezaron a trabajar como desarrolladores en obra del ingeniero uruguayo Eladio Dieste.
Buenos Aires y Miami. F. A. Dentro de esta serie podemos citar a las igle-
sias de: Laprida (1961), Venado Tuerto (1962),
Bibliografía: Revista summa, N.° 53, 1972; E. Leston. “Con- Lomas de Zamora (1963), todas ellas en la Prov.
versación a tres voces”. En: summa, N.° 224, 1986; de Buenos Aires, y la capilla de la Villa del Cho-
R. Fernández. “Lier y Tonconogy: construir arqui- cón (1967).
tectura”. En: summa, N.° 292-293, 1991; J. F. Liernur. Una nueva etapa se abre a partir de 1968.
Arquitectura en la Argentina del siglo XX. La cons- La preocupación creciente del estudio por la
trucción de la Modernidad. Bs. As.: FNA, 2001. sistematicidad de las soluciones, la búsqueda
de objetividad en los planteos funcionales, el
interés por los aspectos constructivos de su pro-
LLAURÓ Y URGELL. (LLAURÓ, Juan Manuel: ducción, lo llevarán a que rápidamente se ubi-
Buenos Aires, 1932; URGELL, José Antonio: que dentro de la nueva corriente de la Arqui-
Barcelona, 1932). Estudio de arquitectura de tectura Sistémica (v.). La decisión implicó
amplia trayectoria profesional. Ganador de aceptar las tramas abiertas, la noción de mó-
varios concursos nacionales, ha proyectado dulo básico y la indeterminación formal. Den-
y construido importantes obras en la segun- tro de esta tendencia el estudio produjo un nú-
da mitad del siglo XX. Su producción puede cleo de obras de particular significación y
dividirse en dos etapas: una primera que va también sirvió como taller de formación de un
desde la fundación del estudio hasta aproxi- número importante de profesionales que lue-
u TORRE LLOYD’S BANK, BS. AS, LIER & TONCONOGY. madamente 1968, caracterizada por la rea- go se destacaron en el campo local. Proyectos
lización de una arquitectura ligada a las de- y realizaciones característicos de este período
Durante los años noventa el estudio reali- rivaciones locales del Brutalismo; una segunda
za importantes obras en Buenos Aires, que etapa que se distingue por la adscripción a
abordan algunos de los programas más signi- de lo que ha sido denominado como Arqui-
ficativos de la época, entre las que se distingue tectura de Sistemas (v.). A partir de la déca-
el Shopping Alcorta. Se trata de un emprendi- da del ochenta, el estudio se divide en: Es-
miento que tiene un antecedente en la exitosa tudio Llauró y Asociados y la firma Urgell,
remodelación del antiguo Mercado Norte Penedo, Fazio y Urgell. En este último perío-
(1986). En el Paseo Alcorta, L/T abandona vo- do la producción se torna más profesiona-
luntariamente la vulgaridad presente en otros lista y adquiere mayor solvencia técnica.
edificios del mismo género realizados por otros
estudios y trata de resolver el problema desde La asociación de Llauró y Urgell data de
los cánones propios de la disciplina. La sim- 1956. Se forma desde el común aprendizaje de
plificación formal de partido, propia de los años la disciplina dentro de un clima de contesta-
sesenta, vuelve a aparecer en la división entre ción a la ortodoxia del llamado Movimiento
los diferentes sectores: cocheras, hipermerca- Moderno. Las obras de este período tienen un u CAPILLA EN V. CELINA, BS. AS., DE LLAURÓ Y URGELL.

do, shopping, pero la vocación por no abando- carácter experimental, y poseen como elemento
nar la seriedad disciplinar choca con las de- unificador la preocupación estructural. La idea son: el Hospital Regional de San Vicente de
coraciones interiores, pensadas desde las de una estructura orgánica que acompañe la Paul en Orán, Salta (1969), el Centro Admi-
necesidades de la operación comercial resolución funcional del edificio como una en- nistrativo Gubernamental de La Plata (1973)
Otro trabajo proyectado durante ese perí- volvente totalizadora es el denominador co- y el Centro Cívico de San Juan, estos dos úl-
odo es el Estadio Polideportivo de Mar del Pla- mún de algunas de sus principales obras, co- timos en sociedad con Antonini, Shön y Zem-
ta, construido para los juegos panamericanos mo: la estación terminal de ómnibus de Luján borain (v.); también algunos trabajos de arqui-
de 1995. (1960), la central termoeléctrica de Alto Valle tectura industrial, como las naves de
Ejemplo paradigmático de la forma de ope- en Río Negro (1964), la Villa El Chocón en la comercialización del Mercado Central de la ciu-
ración del estudio en los últimos años, que re- Provincia de Neuquén (1968) y el Colegio del dad de Buenos Aires (1971), y la Fábrica Teji-
fuerza su vocación experimental, es la torre del Sagrado Corazón en Villa Celina, Prov. de Bue- dos Argentinos en Catamarca (1975). A estas
Lloyds Bank. En esta obra es posible hallar el nos Aires (1967). Una mención especial me- realizaciones debemos sumar los proyectos de
gusto por la síntesis formal (el edificio es sim- rece la serie de iglesias realizadas durante es- villas permanentes, relacionados con la cons-
plemente un óvalo inscripto en un rectángu- te período. Desde la capilla en Villa Celina trucción de represas, en Alicurá, Río Negro
lo) y la preocupación por la alta resolución tec- (1967), todavía influida por el movimiento de (1973), e Ituzaingó, Misiones (1975). Esta últi-
nológica. También diseñaron el campo las “casas blancas” (v.), hasta aquellas en las ma parece agotar, en su exceso de retórica tec-
tecnológico de IBM (el data center más impor- cuales puede notarse ya una preocupación au- nológica, la etapa de la Arquitectura Sistémi-
tante de la Argentina), el edificio de la pro- tónoma por lo estructural que mezcla la poé- ca y plantear los límites de una prédica
XXXXXXXXXXXXXXXXXXX

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 87


funcional estricta frente a un clima y contexto res primermundistas. En esa clave, que no es de los dueños de la compañía de Construcción
diversos de la realidad metropolitana. contradictoria con la trayectoria sistémica abor- Lavenas y Poli de Buenos Aires. Antes de su es-
Con posterioridad, el estudio se separa y se dada en los setenta, se destacan la torre Alto tadía en la Argentina, había construido en Lu-
forman dos grupos. En primer término, la fir- Palermo Plaza, en colaboración con MSGSS gano (Suiza) la villa de Pío Soldati, empresario
ma Llauró y Asociados, autores de una serie de (v.), el Hotel Intercontinental (1990-1995), am- suizo radicado en la Argentina. M. D.
obras durante los ochenta que continúan con bos en Buenos Aires, y un proyecto de Hos-
la búsqueda de la simplicidad y la modulación pital Materno Infantil en Tucumán, que re- Bibliografía: M. Daguerre. “Milano - Buenos Aires. La
estricta, pero mediante un mejor manejo de las crea el modelo del techo de sombra ensayado perdita del centro”. En: Metamorfosi Quaderni di
técnicas constructivas. Dicha etapa parece abrir- en Orán (1991). F. A. Architettura, N.° 25- 26. Roma, 1995; L. Patetta (com-
se con el Centro para Investigaciones Científi- pilador). Architetti e ingenieri italiani in Argen-
cas Torcuato Di Tella (1976) o la Universidad Bibliografía: summa, N.° 129-130, 1978; N.° 205, octubre tina, Uruguay e Paraguay. Roma: Pellicani, 2002.
de San Luis (1977- 1983), proyectada todavía por de 1984; Nuestra Arquitectura, N.° 482, 1973; AA.VV.
el staff original, en el cual puede notarse el uso Urgell, Fazio, Penedo, Urgell. Bs. As., 1997.
del ladrillo visto que caracterizará las obras más LO CELSO, ÁNGEL TERENCIO. Buenos Aires,
importantes de los últimos años. Entre las obras 1900 – Córdoba, 1974. Ingeniero civil y ar-
elaboradas por esta ramificación del estudio LOCATI, ATILIO. s/d. Italiano. Arquitecto. Acti- quitecto. Desarrolló una intensa obra que abar-
pueden citarse: la serie de escuelas para Bue- vo en Buenos Aires en la primera década del ca diversas etapas estilísticas, aunque pue-
nos Aires, dentro del plan de refuncionaliza- siglo XX. de ser considerado como uno de los
ción escolar encarada por la última dictadura introductores de la Arquitectura Moderna en
militar (1981-1982), el Centro educacional Los Laureado en el Politécnico de Milán, llegó Córdoba. Realizó una importante actividad co-
Molinos en Munro, Prov. de Buenos Aires a la Argentina en 1907 y desarrolló una inten- mo teórico y ensayista en temas de arqui-
(1983), el conjunto habitacional en San Nico- sa actividad profesional. Demostró particular tectura. A partir de su iniciativa, fue fundada
lás, Prov. de Buenos Aires (1983). empeño en el proyecto de algunos de los pa- la Facultad de Arquitectura de la Universi-
En segundo término, el estudio formado bellones para la Exposición Industrial del Cen- dad Nacional de Córdoba.
por Urgell, al que se asocian: Enrique C. Fa- tenario: el de la Provincia de Mendoza, el de la
zio (1945-2001), Augusto M. Penedo (1945) Compañía Industrial de Electricidad del Río Formado como técnico constructor en Ro-
y Juan M. Urgell (1961), que durante los años de la Plata, el de la Azucarera y Almidonera Ar- sario (1917), Lo Celso se trasladó a Córdoba pa-
ochenta y noventa realizó una serie importante gentina, el de la Compañía General de Fósfo- ra estudiar en la Facultad de Ciencias Exactas
de obras y proyectos. En ellas el grupo plan- ros y de la firma Seeber, empresas vincula- de la universidad local, donde obtuvo el título
tea un perfeccionamiento de la tendencia ha- das a capitales italianos. M. D. de Ingeniero Geógrafo en 1922 e Ingeniero Ci-
cia el diseño de alta tecnología en un momento vil en 1923. En los claustros de la misma Fa-
en que la arquitectura local, gracias a la aper- Bibliografía: M. Daguerre. “Milano - Buenos Aires: La cultad se recibió de Arquitecto en 1929 y, tam-
tura económica y a la internacionalización de perdita del centro”. En: Metamorfosi Quaderni di bién en la UNC, obtuvo su Licenciatura en
la disciplina, pareció acercarse a los estánda- Architettura, N.° 25- 26. Roma, 1995. Filosofía en 1943.
La vasta producción de Lo Celso se des-
arrolló durante tres décadas y se hizo eco de
LOCATI, SEBASTIANO. Milán (Italia), 1849 - los avatares estilísticos propios de las décadas
s/d, 1939. Arquitecto. Realizó proyectos y iniciales del siglo XX; participó en sus prime-
obras en Buenos Aires en las primera déca- ras etapas del Historicismo Académico, luego
da del siglo XX. del Art Déco, el Racionalismo, para culminar
con la realización de una arquitectura que vuel-
Fue profesor en la Escuela de Arquitectura ve a ciertas líneas tradicionalistas. Lo Celso in-
de Pavia. Restauró el castillo de esa ciudad en cursionó en todas ellas sin abandonar princi-
1896. En 1902 venció en el concurso para el pios básicos que incluyen el aprecio por la
plan general de la exposición internacional de organización funcional del proyecto y la ex-
Milán, y construyó algunos de los pabellones en perimentación con nuevas técnicas construc-
estilo modernista, como el de América Latina. tivas. Es importante su producción Art Déco,
En 1908 se trasladó a Buenos Aires y partici- por el impacto que su obra tiene en esos años
pó con suceso en el concurso para la Facultad en el conjunto de la ciudad; también la poste-
de Ciencias de la UBA. En ese mismo año re- rior, donde el arquitecto realiza una síntesis
cibió el encargo del comité ejecutivo de los fes- entre el Art Déco y el Racionalismo. Se verifi-
tejos del Centenario, presidido por Alfredo De ca sin embargo un apego a la composición tra-
Marchi, para la realización del proyecto de la Ex- dicional, lo que le permite desarrollar un vo-
posición de Transportes. En 1910 resultó pre- cabulario estilístico que se destaca por la
miado en el concurso del Policlínico San Mar- utilización de formas geométricas puras (cua-
tín. De regreso a Italia, en 1912-1913, proyectó drado, rectángulo, círculo), sin abandonar los
u HOTEL INTERCONTINENTAL, EN BUENOS AIRES. y construyó en Novara el Villino Poli para uno detalles. De la etapa Art Déco se destacan la ca-

88 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


lla lom
sa Feigin (1930), la agencia Ford de los her- las proporciones y la armonía geométrica y nu- Llegó por primera vez al país a fines de la
manos Feigin (1931), la casa Evangelisti (1931), mérica en la naturaleza. década de 1870 y trabajó junto a su padre en el
la Exposición de Industria y Comercio del año En 1954, como decano de la Facultad de FF.CC. del Sur; más tarde recorrió el Brasil, se
1931, la casa Shunk de Kutter (1932) y una se- Ciencias Exactas, propuso la transformación radicó allá por algún tiempo y regresó a Italia,
rie de comercios: Evangelisti & Cía, casa Ken- de la Escuela de Arquitectura de la Universi- para retornar definitivamente a la Argentina en
sington, casa Brodway y Perramus, la mayoría dad Nacional de Córdoba en Facultad (v. Ense- 1895. Ese año se instaló en Santa Fe y asumió
desaparecidas. Durante la segunda mitad de la ñanza de la arquitectura). Cumplió una vasta tarea el cargo de jefe de la Oficina de Obras Públicas
década de 1930 Lo Celso transforma su pro- como docente. Fue profesor titular de Arqui- Municipal, que ocupó más de dos décadas.
ducción hacia un Racionalismo que no aban- tectura en la UNC y también profesor de His- Desde esa función puso de manifiesto una
dona los métodos de composición académicos. toria del Arte en la Facultad de Filosofía y Le- sólida formación profesional, no solo por los
Entre sus obras más significativas pueden ci- tras de esa Universidad. importantes proyectos de edificios que fueron
tarse: la casa Moyano Aparicio en el barrio Nue- de su autoría, sino también en el campo ur-
va Córdoba (1937), algunos comercios en la zo- Bibliografía: B. De La Rúa, A. Rodríguez de Ortega y L. banístico; intervino en los más variados em-
na céntrica o las casas Odesio (1935), Lascano Amarilla de Pupich. Ángel T. Lo Celso. Introduc- prendimientos de infraestructura durante los
(1937) y De La Vega (1937), que todavía con- ción a la Modernidad. Córdoba: Scriba, 1996. años de mayor impulso en el proceso de mo-
servan ciertos estilemas Art Déco. Otro edifi- dernización de la ciudad; participó de los pro-
cio importante, de ecos clasicistas, es la casa yectos de tendidos de aguas corrientes, pavi-
Sagayo (1938). El edificio más interesante es LOMAX, ROBERTO HARRISON. Bolton (Ingla- mentos y adoquinados, primeras líneas de
la racionalista vivienda-comercio Pardina (1938). terra), 1858 - Buenos Aires, 1924. Arquitecto tranvías eléctricos, etc. Diseñó también la aper-
Producto de un esfuerzo que intenta conjugar tura del primer tramo de la Av. Costanera (Ala-
el uso del arco de medio punto con los estile- Llega al país en 1884; realiza varias obras meda Isabel La Católica), en 1902; asesoró
mas racionalistas es la villa Gregorio Pérez y que proyecta y construye, entre ellas la Muni- en el trazado de numerosos loteos y urbaniza-
N. Carranza, en el barrio Cerro de las Rosas, y cipalidad de Bahía Blanca, el antiguo edificio ciones y, en 1912, llevó adelante un releva-
el Hotel Carena en Villa Carlos Paz. Un ejer- del Buenos Aires Rowling Club, el comedor del miento catastral exhaustivo del municipio.
cicio interesante, ya que se trata de una de las Hotel Bristol de Mar del Plata (en colaboración Entre sus proyectos de arquitectura se des-
primeras iglesias con carácter moderno reali- con Harper), la sucursal Constitución del Ban- tacan la sede del Banco Municipal de Présta-
zadas en nuestro país, es la capilla de Santa co Británico de América del Sud (en colabora- mos, la Asistencia Pública (hoy Ministerio
Cruz (1936). De su última etapa —en la que ción con Brant). Realiza las residencias de Ma- de Salud y Acción Social), el portal, la capilla
se evidencia un retorno a la tradición acadé- dero en San Fernando y Buenos Aires, y de y osario del Cementerio de Barranquitas, el
mica— se destacan las casas Fleurent (1945) y Sansinena y de Leslie en Lomas de Zamora. Mercado Central y el Asilo de Mendigos (am-
Urrutia (1949), y el edificio Stabio (1949). bos demolidos), desarrollados durante la in-
Durante su carrera Lo Celso desarrolló una tendencia de M. Yrigoyen (1905-1907). Su obra
importante producción teórica, basada en la Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, A. Levaggi, J. C. resulta relevante tanto por sus valores intrín-
reflexión acerca de la nueva arquitectura y su Montero, A. S. J. de Paula. La arquitectura del libe- secos como por el volumen edilicio que im-
posible continuidad con la tradición. Fue tam- ralismo en la Argentina. Bs. As.: Sudamericana, 1968. plicó, en un momento en que la ciudad con-
bién un importante cultor de la historia del ar- solidaba su imagen.
te y la música, como lo expresó en diversas con- Los criterios de composición se encuadra-
ferencias, artículos de divulgación y ensayos. LOMBARDI, EMILIO s/d. - PANUNZI, BENITO ron en las prescripciones del Academicismo,
Entre sus obras teóricas se destaca Filosofía de (1819 - 1887?). Italianos. Arquitectos. Acti- hizo un uso moderado de los recursos orna-
la Arquitectura (1952), donde comenta y refle- vos a fines de siglo XIX en Buenos Aires mentales y apeló a materiales corrientes, no
xiona principios elaborados por Alberti, Kant, obstante lo cual logró conferir a sus edificios
Croce, Wölfflin y Heidegger. Basándose en es- Fueron autores de la iglesia de San José de una escala y un carácter coherentes con el co-
tos pensadores, plantea una posición conser- Flores (1879-1883), en la calle Rivadavia al metido de generar desde el poder municipal
vadora frente a los postulados más radicales 6900, luego de la demolición de la de Seni- un adecuado equipamiento para la ciudad que
del Modernismo. En su otro libro importante, llosa (v.). Panunzi fue también reconocido fo- dejaba atrás su fisonomía colonial. En el cam-
realizado después de un viaje al Perú, Sentido tógrafo y pintor, aunque existen dudas acerca po de la actividad privada, participó en el Con-
espiritual de la arquitectura en América (1948), de que el Panunzi arquitecto y el fotógrafo curso de Proyectos para el Hospital de Caridad
Lo Celso busca encontrar raíces nacionales en sean la misma persona. de la Sociedad de Beneficencia de Santa Fe
contraposición a una tendencia hacia la Ar- (1903), en el que compartió el primer premio
quitectura Moderna, que se iba a transformar con el equipo de Lanús y Hary (v.) de Buenos
en una corriente mayoritaria a mediados de la LOMELLO, ARTURO. Turín (Italia), 1860 - San- Aires; proyectó además numerosas viviendas,
década de 1950. Inspirado en Kronfuss (v.), No- ta Fe, 1941. Ingeniero civil, se graduó en su la mayoría de ellas en barrio Candioti. Entre
el (v.) y Ricardo Rojas, elabora su ensayo en sin- país natal y, siendo muy joven, viajó a Sud- 1923 y 1925 integró el Concejo Municipal y pre-
tonía con los trabajos de Ángel Guido. (v.). Otro américa. Actuó como Ingeniero Municipal en sidió la Comisión de Obras Públicas, desde
producto teórico destacable es su libro Eurit- Santa Fe a partir de 1895; desde entonces donde continuó aportando al desarrollo de la
mia arquitectónica. Estudio de una expresión es- desarrolló proyectos y dirigió una importante ciudad con el aval de su experiencia y solven-
tética (1943), que intenta abordar el análisis de cantidad de obras públicas. cia profesional. A. M. C.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 89


LOOS, WALTER. Viena (Austria), 1905 - Bue- tria al III Reich, fue nombrado por las autori- rante los años cincuenta y sesenta se llevó a ca-
nos Aires, 1972. Arquitecto. Figura destaca- dades nazis para dirigir la planificación de la bo principalmente en la Argentina y también
da a nivel internacional en el campo de las ciudad de Viena, cargo que no aceptó. Poste- en los Estados Unidos. De sus principales pro-
artes aplicadas y de la arquitectura, desarro- riormente se trasladó a Inglaterra, donde tra- yectos pueden mencionarse: conjunto de mo-
lló parte importante de su obra en la Argenti- bajó con el arquitecto Korn del grupo Maxwell noblocks sobre ruta Panamericana (1951), Ho-
na, donde se radicó en 1941. Fry, Chermaieff, York. tel Carrusel en La Falda (1951), salón de ventas
En 1940 emigró a Nueva York, ciudad en en calle Charcas (Buenos Aires), Country Club
Cursó sus estudios en la Facultad de Ar- la que contrajo enlace con la diseñadora de mo- Highland Park, Mar del Plata (1954), casas
quitectura de Viena, donde se especializó en das Friol Steninger. Durante su corta estadía en dúplex, proyecto de departamentos 3 en 1
Ciencias de las Formas, área que comprendía en los Estados Unidos realizó diversas activi- (1956), casa “Caracol” (casa Fishburn), Was-
dibujo, pintura, escultura, trabajos en madera dades. Participó con muebles y artefactos fun- hington, EE.UU. (1966), proyecto de casas pre-
y metales, carpintería y construcción, y en Cien- cionales de su autoría en la exposición Con- fabricadas flotantes en aluminio, Miami,
cias de la Letras ornamentales y Heráldica. Fue- temporary American Design, organizada por EE.UU. Asimismo, realizó diversos proyectos
ron sus profesores Josef Hoffmann, Josef Frank, el Museo Metropolitano de Nueva York, y pro- de hoteles de turismo, baños termales e igle-
Oscar Strnad, Franz Zischer y Rudolph Larsch. yectó modelos de mobiliario para Hans Knell. sias; incursionó también en el diseño indus-
En 1925 se trasladó a París para comple- Asimismo estuvo en contacto con el arquitec- trial con innumerables modelos de muebles.
tar su aprendizaje junto a Adolf Loos. Allí to- to Walter Gropius (v.) y con el crítico Siegfried Mantuvo contacto con varias de las figuras
mó parte en la Exposición Internacional de Ar- Giedion en la Universidad de Columbia. Ob- más destacadas de la arquitectura contempo-
quitectura del Museo de Bellas Artes de la tuvo el primer premio de la primera “Plastic ránea. En 1958 fue invitado por el Museo de
misma ciudad, a la cual se presentó con tres Competition” (1940) de Nueva York, por sus Arte Moderno de Río de Janeiro, donde fue re-
proyectos de vivienda. Posteriormente, en 1927, artefactos y objetos de decoración plásticos. cibido por el arquitecto Niemeyer para efectuar
se trasladó a Alemania para desarrollar su ac- A efectos de esperar el visado que le per- una visita a Brasilia. En el mismo museo se re-
tividad profesional en las ciudades de Berlín, mitiera emigra a los Estados Unidos, viajó a la alizó una muestra de los trabajos de su espo-
Dusseldorf, Frankfurt y Wursburg. Su pro- Argentina en 1941, donde luego debió radicarse sa, Friol Loos. Posteriormente viajó a Chica-
ducción de esta época comprende un barrio de definitivamente, al anular aquel país todos los go invitado por el arquitecto Mies van der Rohe.
chalés, ejecutado en Zollen-Beten, considera- visados a ciudadanos alemanes, debido a su En 1962 le fue concedido el título de profesor
do la primera obra funcional de Bavaria. In- entrada en la guerra. titular por el presidente de Austria. S. M. - P. C.
tervino también con dos casas en la Exposición De su actividad desarrollada en nuestro pa-
Internacional Werkbund-Siedlung de Viena, ís, puede decirse que se esforzó por volcar a
1932. En ese año construyó la casa del com- través del diseño, la construcción y la decora- LÓPEZ DE AGUADO, ANTONIO. Madrid, 1764
positor Zemlinsky en Alemania. En 1933 se vio ción todo lo que de esos oficios le enseñaron - Íd., 1831. Arquitecto. Discípulo y colabo-
obligado a abandonar definitivamente dicho sus múltiples maestros. rador de Juan de Villanueva; luego arquitec-
país a raíz de la llegada al poder del partido na- En 1941 diseñó y fabricó muebles y arte- to mayor de Madrid.
cionalsocialista que lo amenazó bajo el cargo factos de iluminación, e inauguró el “Atelier”,
de “intelectual comunista”. Retornó a Viena, exposición permanente con el conde Max
donde llevó a cabo diversos proyectos, entre los Thurn. Con posterioridad, en 1943, recibió el
que se cuentan la vivienda del compositor Al- Gran Premio Nacional Argentino por su obra
ban Berg, un proyecto de casas en terrazas pa- “El hogar de nuestro tiempo”, y construyó la
ra suburbios residenciales y un tipo experi- casa Lienau en Mar del Plata, que puede con-
mental de vivienda con esqueleto de acero y siderarse como la primera vivienda moderna
paredes externas de 15 cm, con encofrado. De en nuestro país, que retoma la idea del patio
manera anecdótica, puede señalarse que a uno español y en la que se usaron por primera vez
de sus proyectos no le fue concedido el per- muebles construidos en hierro. Proyectó tam-
miso de construcción por considerárselo “fun- bién el Hotel Terraza Bariloche.
cional y de vanguardia”; finalmente, la vivien- En 1946 el gobierno austríaco lo invitó a re-
da pudo ser levantada, previo compromiso del tornar a su país para participar en la recons- u CASA DE COMEDIAS EN BS. AS., A. LÓPEZ DE AGUADO.

propietario de cubrirla con plantas. Por otra trucción y planificación de Viena, parcialmente
parte, trabajó junto con los arquitectos Sebod- destruida durante la Segunda Guerra, y se le A pedido del Consejo Real y de la Acade-
ka y Groag en una nueva planificación para ofreció también una cátedra en la Facultad mia de San Fernando, realizó en España, en
la Municipalidad de Viena, en barrios de de- de Arquitectura. Ninguno de estos ofreci- 1803, un proyecto de Casa de Comedias para
partamentos sociales, en los planes Kahlen- mientos fue aceptado. En 1947 construyó una Buenos Aires, que se creía perdido y que ha si-
berg y Prater Viena. Colaboró también en el casa en Alta Gracia, en colaboración con Jaco- do recientemente hallado dentro de la docu-
Museo Sociológico y de Hacienda de dicha ciu- bo Glanzer, y viajó a los Estados Unidos y a Eu- mentación del archivo Zucchi (v.). El mismo
dad bajo las órdenes del doctor Otto Neurat, ropa. Expuso en el Manhatan Storage mode- fue elaborado para un terreno libre, por lo tan-
e intervino en el Congreso Centroeuropeo del los de atelier, ejecutados con maderas, cueros, to no parece posible que estuviese destinado
CIAM y en la Exposición de Arquitectura de pieles y tejidos autóctonos de nuestro país. al solar donde luego se levantó el primer Tea-
Budapest, en 1935. Luego de la anexión de Aus- La producción arquitectónica de WL du- tro Colón. (v. teatro)

90 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


loo lop
LÓPEZ, JUAN CARLOS. tal de San Roque. Amigo y colaborador del mar-
qués Rafael de Sobremonte, quien fue gober-
Bs. As., 1938 - Íd., 1996. Ar- nador de Córdoba (1784-1797), realizó bajo
quitecto reconocido en la Ar- su gestión diversas mejoras urbanas, entre ellas:
gentina y Latinoamérica por la el acueducto de La Cañada (1792), la cons-
renovación de los programas trucción de dos fuentes y el paseo Sobremon-
arquitectónicos para el comercio urbano. te. Realizó también un importante número de
viviendas en el área central de la ciudad.
JCL cursó estudios técnicos en el colegio
industrial Ingeniero Huergo; accedió luego a Bibliografía: G. Furlong. Arquitectos Argentinos du-
la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la rante la dominación hispánica. Bs. As.: Huarpes, 1946.
UBA, de donde egresó en 1969. En su prime-
ros años como profesional se asoció con los ar-
quitectos Del Franco y López Barbera (1969- LOSA VISERA. f. Elemento de protección solar
1971) y realizó edificios de vivienda en altura, perteneciente al sistema “Helios”, ideado por
sedes de sindicatos, oficinas bancarias y ho- Wladimiro Acosta (v.) hacia 1934.
teles. También ejerció la docencia —entre 1970
y 1993— en las universidades de Buenos Ai- Consiste en disponer, a modo de parasol de
res y de La Plata, como profesor titular de Di- las aberturas, una losa de 2 m de ancho, o más,
seño Arquitectónico. En 1972 se estableció la a una altura de 4.5 a 6 m (un doble piso co-
oficina Juan Carlos López y Asociados, que con- rriente). De tal modo, este dispositivo puede
tinuaría después de su muerte con los arqui- responder a la incidencia del sol en invierno
tectos Volpe, Porada, García Olivares, Baró, y en verano selectivamente. Aparece aplicado
Ovalle y Roitman. Desde la década de 1970 la u SHOPPING ALTO PALERMO, DE JUAN CARLOS LÓPEZ. en sus obras, tanto en viviendas individuales
oficina experimentó con nuevas tipologías en como en edificios.
arquitectura comercial, como las galerías a cie- citario que puede resumirse en la disponibi- Fundamentada desde una mentalidad “sach-
lo abierto, en continuación con el espacio ur- lidad de referencias múltiples, en la mezcla, lich”, Acosta sin embargo reconoce el innega-
bano, situadas en el barrio de Once. Pero es en y el kitsch. La crítica ha sido alternativamente ble uso lingüístico de la misma. Fuera de su
la década de 1980, especialmente a partir de severa o complaciente con sus obras; el pú- obra, no ha sido utilizada, si bien pueden apa-
las intervenciones del Patio Bullrich (1988) y blico las ha aceptado plenamente. Entre las recer ocasionales losas viseras desligadas de la
del Alto Palermo Shopping (1990), cuando in- más destacadas, pueden citarse la remodela- formulación teórica que les dio origen. E. G.
trodujo en la Argentina una tipología de edifi- ción de las Galerías Pacífico en Buenos Aires
cio comercial ya extendida en otros países (es- (1992) y el Punta Carretas Shopping Center en
pecialmente en los Estados Unidos y en Montevideo (remodelación de una vieja cárcel; LUIGGI, LUIGI. Génova (Italia), 1856 - Roma
Canadá), que gozaría de gran éxito: el paseo de 1994). El programa más sencillo de “paseo de (Italia), 1931. Ingeniero hidráulico, diseñador
compras (v. Shopping Center). En correspondencia compras” ha avanzado hacia necesidades más de obras portuarias en la Argentina, Italia y
con el carácter de estos edificios, y con la crí- complejas, como la introducción de hoteles in- otros países del área mediterránea.
tica a los cánones clásicos de la Arquitectura ternacionales, centros culturales, oficinas, etc.
Moderna, ya extendida por entonces, López fue Debe destacarse, también, la participación del Fue director de obras del puerto de Géno-
también uno de los primeros arquitectos que estudio en uno de los primeros conjuntos de va, proyectó los diques de La Spezia, Taranto
difundió un lenguaje de gran impacto publi- loft en Buenos Aires, en vinculación con un y Palermo. En 1896 fue contratado por el go-
área verde cerrada al barrio (la remodelación bierno argentino para realizar el puerto (v.) mi-
de los viejos silos de Minetti, conocidos co- litar en Bahía Blanca. También proyectó obras
mo Silos de Dorrego, 1993). Otros países lati- en los puertos de Rosario, Santa Fe y Monte-
noamericanos lo convocaron para programas video. En 1905 volvió a Italia, donde actuó co-
similares (Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Pe- mo técnico y como legislador. En 1909 pro-
rú, Uruguay, Venezuela, etc.) e incluso llegó a yectó la ampliación del puerto de Buenos Aires
proyectar la remodelación de las célebres ga- y la construcción del canal Mitre. Su obra al-
lerías GUM en Moscú. G. S. canzó particular resonancia a nivel interna-
cional. Fue profesor de la Universidad de Ro-
ma y autor de numerosos trabajos científicos
LÓPEZ, JUAN MANUEL. s/d. Español. Ingenie- de su especialidad.
ro activo en Córdoba a fines del siglo XVIII.
Bibliografía: R. Gutiérrez, s. v.: “Luigi Luiggi”, en: L.
Restauró o construyó fortines y capillas en Patetta (compilador). Architetti e ingenieri ita-
el distrito de Córdoba. Autor del antiguo Ca- liani in Argentina, Uruguay e Paraguay. Roma: Pe-
u LA CÚPULA DE LAS GALERÍAS PACÍFICO, EN BS. AS. bildo de esa ciudad, de la Capilla y del Hospi- llicani, 2002.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 91


Residencia para estudiantes en Harvard, Machado y Silvetti.
m
m

MACHADO Y SILVETTI ASOCIADOS. (Macha- tanto, trabaja profesionalmente en San Fran- fueron publicadas dos años más tarde en la re-
do, Rodolfo: Buenos Aires, 1942; Silvetti, Jor- cisco y luego en Pittsburgh, hasta asociarse con vista Summa (v.), que también tradujo en el mis-
ge: Buenos Aires, 1942). Destacados profe- Silvetti en 1974. Por su parte, Silvetti emigra mo año “La belleza de las sombras” de Silvet-
sionales en el campo de la arquitectura, la en 1967 directamente a California, donde ob- ti, originalmente publicado en Oppositions. Estos
teoría y la crítica, de extensa labor docente tiene el máster en arquitectura en la misma textos y dibujos causaron gran impacto en Bue-
en los Estados Unidos, donde residen ac- Universidad (1969), y continúa estudios de nos Aires, en momentos en que se estaba for-
tualmente (2004). Forman parte de la gene- doctorado hasta 1973. jando, por fuera de las universidades de la dic-
ración que puso más radicalmente en tela de Los trabajos de juventud, individuales y en tadura, una crítica sistemática a los relatos
juicio el relato canónico del Movimiento Mo- conjunto, que fueron difundidos en la década canónicos de la arquitectura. A partir de ellos
derno. En la Argentina, su obra se difundió en de 1970, pueden considerarse ejercicios teó- pueden relevarse algunos temas característi-
la década de 1970 vinculada con la de otros ricos producidos paralelamente a una serie de cos de esta etapa en el pensamiento de Ma-
emigrados de la “costa Este» estadouniden- artículos de reflexión sobre la disciplina ar- chado y Silvetti: la preocupación por la repre-
se (Agrest y Gandelsonas (v.), Ambasz (v.), etc.) quitectónica. Se destacan “L’Architecture Mas- sentación, vinculando la técnica específica con
en el marco de la experiencia de La Escueli- quée”, de Machado, publicado en L’Architectu- los problemas filosóficos que el principio de
ta. Un segundo momento relacionado con la re D’Aujour d’Hui —de gran difusión por representación supone; la reasunción crítica
cultura arquitectónica del país se establece entonces en la Argentina—, junto a dos casas: de algunos elementos que definieron la arqui-
en los años recientes, cuando varios jóvenes la Facade / Mask House, y la Fountain House, tectura académica, como la reflexión acerca de
prepararon sus posgrados en la Universidad esta última proyecto de ambos, que ilustran las diferencias entre composición y proyecto o
de Harvard, donde ambos trabajan desde la ampliamente la poética planteada. Las casas sobre los elementos básicos del arte de edifi-
década de 1980. Paradójicamente, se difun- car; la consecuente recolocación del repertorio
dieron más en el país sus ejercicios proyec- moderno en la historia disciplinar global; la te-
tuales tempranos y sus artículos teóricos que matización de aspectos de la arquitectura que
su extensa obra profesional, que obtuvo nu- la experiencia reciente había dejado de lado,
merosos premios. vinculados con el plano simbólico —ejem-
plarmente, la belleza. Su “elitismo progresis-
Machado y Silvetti se gradúan en la Uni- ta” los colocó en línea con otros protagonistas
versidad de Buenos Aires en 1967 y 1966, res- y tendencias norteamericanas del momento,
pectivamente. En 1967 los dos parten del pa- las que Tafuri enumeró en un famoso artícu-
ís. Machado estudia Diseño Urbano en el lo: “el terrorismo formal de Graves, el rigoris-
Centre de Recherche d’Urbanisme (París, Fran- mo de Meyer, la crueldad lingüística de Gan-
cia), para trasladarse luego a los Estados Uni- delsonas y Agrest, los juegos metafísicos de
dos, donde completará sus estudios de pos- Machado, el constructivismo de Giurgola y los
grado (máster en arquitectura de Universidad aforismos de Robert Stern” (1976). Con Agrest
de California en Berkeley, 1971; estudios doc- y Gandelsonas, en efecto, trabajaron en con-
torales en Teoría de la Arquitectura, 1973). En u LOS ARQUITECTOS RODOLFO MACHADO Y JORGE SILVETTI. cursos de gran impacto internacional, como la

94 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mac mac
renovación de La Villette (París, 1976), por la
que recibieron el segundo premio, o el proyecto
para la UDC de Roosevelt Island (1976), en el
que indagaron los temas tipológicos en rela-
ción al contexto urbano.
La constelación de ideas de la que partici-
pan no nos es hoy extraña: el posestructura-
lismo de cuño lingüístico, la estética adornia-
na, el acentuado historicismo de las artes, a
partir de las cuales se revisan los presupuestos
del siglo, cuando —como escribió el citado his-
toriador italiano— “la guerra ha terminado”. El
impacto de estas producciones en una Argen-
tina en la que el debate cultural había quedado
hacía tiempo cancelado fue importante: mien-
tras la vieja guardia moderna los acusaba de re-
tóricos, los jóvenes imitaban el aire metafísi-
co o irónico de sus proyectos experimentales.
Pero, pasado el primer embate “posmo-
derno” —palabra que ninguno de los prota- u ROBERT WAGNER JR. PARK, EN NUEVA YORK, EE. UU., DE MACHADO Y SILVETTI ASOCIADOS.

gonistas de entonces permitiría usar—, la di-


fusión de los trabajos de M/S en la Argentina del Museo Getty (en 1994, actualmente en Stone Barns en Pocantico Hills, Nueva York,
se estancó, mientras que, en cambio, se mul- construcción); el proyecto para el East River, el diseño del waterfront sur de Boston, encar-
tiplicaban las publicaciones sobre su obra en en colaboración con Pei, Cobb, Freed & Part- gado por las autoridades del puerto de Boston;
revistas centrales de la cultura internacional, ners, ciudad de Nueva York (2001); el proyec- y el Centro para el Estudio de las Antigüeda-
como Progressive Architecture, que les otorgó su to para la plaza central (Town Square) de Silver des Clásicas, la Arqueología y los Estudios
annual award en nueve ocasiones, Architectu- Spring, Maryland (2003); la Escuela de Ne- Comparativos de Culturas Antiguas, en la Vi-
ral Record, L’Architecture D’Aujour d’Hui, las gocios para la Universidad Americana de Bei- lla Getty en Malibu, California.
italianas Casabella, Domus, Lotus, etc. rut, Líbano (2003, en curso), etc. La inmersión en el trabajo profesional de
En la década de 1980, M/S trabajan acti- Estudiando los proyectos construidos y en gran escala ha implicado, ciertamente, un gra-
vamente en la profesión, mientras continúan curso, se advierte la especialización de la ofi- do de realismo del que carecían los ejercicios
sus preocupaciones teóricas en el plano de la cina en programas de educación superior y en de juventud, pero no el abandono de la expe-
enseñanza. Aunque ambos fueron invitados o equipamientos vinculados (museos, galerías, rimentación. El realismo —en el doble senti-
miembros de distintas casas de altos estudios, bibliotecas), fuertemente articulados, en to- do de factibilidad constructiva y de relación con
fue en Harvard donde hallaron su lugar (Ma- dos los casos, con la implantación ambiental el contexto físico concreto— se percibe con cla-
chado desde 1986, Silvetti desde 1975). Ma- o el contexto urbano. Se destacan, entre los ridad en los planes urbanos, mientras las pre-
chado es actualmente (2004) profesor en prác- más importante y recientes, las viviendas de ocupaciones lingüísticas se expresan ahora en
tica arquitectónica y diseño urbano en la estudiantes para la Universidad de Harvard; íntima relación con los materiales constructi-
Graduate School of Design de dicha Universi- los dormitorios, refectorio y patio de comidas vos, en una inflexión tectónica que estaba au-
dad y ha sido recientemente nombrado chair- para el Wiess College de la Universidad de Ri- sente en la primera etapa. Estas características
man del departamento de Diseño urbano y Pla- ce; la biblioteca de Allston en Boston, los pla- pueden observarse paradigmáticamente en los
neamiento, mientras que Silvetti fue chairman nes maestros de los campus de la Universi- dormitorios de Harvard: en la tipología, la dis-
del Departamento de Arquitectura (1995-2002) dad de California, San Francisco, de la posición y la imagen del edificio, interpreta-
y actualmente es profesor titular de Composi- Universidad Americana en Beirut, del cam- ción del contexto físico presente a lo largo del
ción y Teoría Arquitectónica. Silvetti es miem- pus de la Universidad de Princeton, de la Es- Charles River; en el trabajo sobre la piel edili-
bro del jurado del premio Pritzker de Arqui- cuela St. Albans en Washington DC; y los de cia, que a través de la articulación de diversos
tectura —la mención más importante en el varios museos, como por ejemplo los planes patterns para el mismo material o del juego va-
campo disciplinar— desde 1996. maestros para la expansión del Museo Isabe- riado de las ventanas investiga sobre la no-
La firma Machado & Silvetti Asociados, es- lla Stewart Gardner en Boston; o la Galería ciones de transparencia y encastre de volúme-
pecializada en arquitectura y diseño urbano, Addison en la Academia Phillips de Massa- nes. En este sentido, se advierte una continuidad
creció hasta convertirse en incorporada en 1985. chusetts). Entre los proyectos en curso, pue- con aquellos postulados de juventud: la fasci-
El estudio se presentó sistemáticamente en den mencionarse por su envergadura la villa nación por el redescubrimiento de los princi-
concursos internacionales, en muchos de los residencial para la Arizona State University; pios clásicos de la arquitectura, de sus ele-
cuales obtuvieron primeros premios: el Museo el Colegio de Negocios de Walton, en la Uni- mentos primarios, de su expresión constructiva
“Marcia and John Price”, de la Universidad de versidad de Arkansas, en Fayetteville; el edi- ligada íntimamente a las opciones linguísti-
Utah, en Salt Lake City (1998-completado en ficio de usos múltiples para el Centro Bos- cas, que el Modernismo tardío del siglo XX
2001); el proyecto de renovación y ampliación ton para las Artes; la ampliación del Rockefeller había cancelado. G. S.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 95


w Residencia para estudiantes en la Universidad de Harvard, Cambridge (EE. UU.)

u A ORILLAS DEL RÍO CHARLES, EL EDIFICIO DE MACHADO Y SILVETTI EXPLORA LAS POSIBILIDADES DE LA TIPOLOGÍA CLAUSTRAL PARA RESPONDER A NECESIDADES URBANAS CONTEMPORÁNEAS.

u SOBRE UN CUERPO EN

FORMA DE “C” SE INCORPO-


RA UN PUENTE DE 55 M.,
QUE DETERMINA EL PATIO
CENTRAL. LA TORRE DE
15 PISOS MARCA LA
ENTRADA VIRTUAL AL ÁREA
DE HARVARD.

u LA APERTURA DEL EDIFICIO

PERMITE INTEGRAR EL
PATIO CENTRAL A LA VIDA CO-
MUNITARIA DEL ENTORNO.

u EN EL TRATAMIENTO DE

LAS FACHADAS SE UTILIZAN


DISTINTAS TEXTURAS Y ACA-
BADOS DEL LADRILLO.

96 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mac mad
Bibliografía: M. Tafuri. “Las Cenizas de Jefferson”. En: Las casillas constituyeron la respuesta al y con escaleras externas. Hacia 1862, los gra-
L'Architecture D'Aujourd'hui, n° 86, agosto-sep- problema de vivienda de una gran franja de los bados las muestran integralmente construidas
tiembre de 1976; R. Machado. “L'Architecture Mas- sectores populares en el período de formación en madera. La madera es adoptada indistinta-
quee”. En: L'Architecture D'Aujourd'hui, n° 86, agos- de las ciudades modernas en la Argentina, en- mente en la construcción de la vivienda hasta
to-septiembre de 1976; “Arquitectura Crítica / Crítica tre fines del siglo XIX y las primeras décadas los años noventa, cuando según datos del cen-
Arquitectónica”. En: Summarios, n° 13, noviembre de del siglo XX, en ciudades como Buenos Aires, so de 1895 se incorpora el uso más intensivo
1977; R. Machado, y J. Silvetti. “Il Significato in Ar- Rosario, La Plata y Mar del Plata. Han sido tam- de la chapa de hierro, antes solo utilizada por
chitettura”. En: Controspazio, enero de 1978; J. Sil- bién importantes en áreas rurales o suburba- los ingleses en la cubierta.
vetti. “La Belleza de las Sombras”. En: summa, ene- nas, como en la Patagonia, el Delta y los pue- Siguiendo la investigación de F. Liernur so-
ro de 1979; “Dos Proyectos de Casas”. En: summa, blos de los ingenios azucareros en la Provincia bre Buenos Aires, puede observarse que en
febrero de 1979; I. Muntanola y J. Thornberg. “La po- de Tucumán (v. Pueblo azucarero). 1870 los datos que surgen del Catastro Beare
esía arquitectonica en la obra de Machado y Sil- Estas construcciones podían ser traslada- demuestran la importante proporción de cons-
vetti”. En: La Arquitectura de los 70, 1980; “Ameri- das, eran de simple y rápida ejecución y eco- trucciones precarias en zonas próximas al cen-
can Architecture: After Modernism”. En: A.U. nómicas, por lo que reunían así condiciones tro de Buenos Aires.
Architecture and Urbanism (R. Stern, editor invi- que las transformaron en la solución de vi- Una atenta observación de fotografías de la
tado), marzo de 1981; J. Silvetti. “Representation and vienda posible para muchos grupos sociales. década del noventa (por ej. fotos 196 y 197 del
Creativity in Architecture: The Pregnant Moment”. “Álbum de vistas, tipos y costumbres del Bue-
En: Representation and Architecture. S/l, O. Akin nos Aires antiguo”, de la casa Witcomb) evi-
and E. G. Weinel, ed., Information Dynamics, Inc., dencia en el centro y también en el norte de la
1982; R. Machado y J. Silvetti. “The Work of Macha- ciudad la presencia de las más diversas variantes
do and Silvetti”. En: The Harvard Architecture Re- de construcciones precarias, como casillas, gal-
view: Autonomous Architecture. Vol. 3, 1984; “Ro- pones, depósitos y edificios importantes, co-
dolfo Machado, Jorge Silvetti”. En: Metamorfosi, n° mo la Estación Central, que traman su tejido
6-7, Roma, septiembre de 1987; P. G. Rowe (ed). “Ro- con las construcciones de material.
dolfo Machado and Jorge Silvetti: Buildings for Ci- También fueron construcciones transito-
ties”. New York: Rizzoli International, 1989; K. M. rias de madera muchas de las viviendas hechas
Hays (ed.). Unprecedented Realism: The Architec- por el Estado, que constituyeron la solución de
ture of Machado and Silvetti. New York: Princeton alojamiento adoptada para los sectores caren-
Architectural Press, 1995; R. Kroloff. “Machado and ciados, obligados a salir de la ciudad en oca-
Silvetti Get Real”. En: Architecture, abril 1997; sión de la epidemia de 1871. Según El Nacio-
Shand-Tucci. “Machado and Silvetti and the New nal, este tipo de construcciones llegó a alojar
Moderns”. En: Built in Boston. Amherst: University en ese año a 8.300 personas.
of Massachusetts Press, 2000; J. Silvetti. “The Mu- El mismo criterio se siguió con la epidemia
ses Are Not Amused”. En: Harvard Design Magazine. de cólera de 1886, cuando la empresa Sack-
2003-2004 (edición on line en castellano, en: “Ba- mann y Ocampo monta en ocho días 40 casi-
zar Americano”, página web de Punto de Vista, no- llas de 10 x 20 m, con capacidad para albergar
viembre de 2003). a 1.200 personas. También el albergue desti-
nado a inmigrantes, el Hotel (1887), ubicado
u DESPIECE ESTRUCTURAL DE UNA CASILLA DE MADERA. en la Estación Retiro de Ferrocarril Mitre, era
MADERERA (ARQUITECTURA). Campo de la una construcción de cuatro pisos construida
producción del hábitat, que abarca un am- Con criticas tanto desde horizontes higie- en hierro y madera, con capacidad para alojar
plio espectro de construcciones de madera que nistas como estéticos, las construcciones pre- a 800 personas. En el Tigre las construcciones
pueden ordenarse según dos grupos: uno de carias fueron objeto de reglamentaciones que madereras fueron adoptadas para la edifica-
carácter excepcional, con una mayor acen- intentaron normalizar y limitar su reproduc- ción de casas de fin de semana desde las últi-
tuación en la solidez y durabilidad, por ejem- ción, y alejarlas del centro de las ciudades. No mas décadas del siglo XIX.
plo, edificios públicos o viviendas prefabrica- obstante, no solo han caracterizado la confor- La conjugación de problemas higiénicos
das y montadas en seco. El otro puede mación de los bordes urbanos sino que han con la rapidez de un montaje, muy funcional
denominarse como construcciones “precarias”, constituido un aspecto indisociable del des- a la especulación privada, hizo que las cons-
más inestables y de menor vida útil: galpo- arrollo de la ciudad y la metrópoli moderna. trucciones precarias fueran objeto de distintas
nes destinados a distintos usos, fundamen- En Buenos Aires, en el sector de la Boca reglamentaciones desde 1871. Se regulaban ma-
talmente industriales, casillas industrializa- Sur, a principios del siglo XIX se sitúan cons- teriales, características constructivas, prohibi-
das y construidas por técnicos o maestros trucciones madereras destinadas a viviendas. ciones de su construcción en determinados sec-
carpinteros, ambas con una extensa gama de Existió como desembarcadero desde la Colo- tores, retiros, etc. No obstante, el complejo y
variaciones respecto de dimensiones y calidad nia y hacia 1840, ya estaba constituido como oculto entramado de estas construcciones en
de realización, y finalmente aquellas más es- pueblo. Según C. Guevara, escritos de la épo- el tejido, hizo muy dificultoso el control.
pontáneas y efímeras, edificadas por sus pro- ca testimonian en el año 1848 la presencia de En la Plata, las casillas de madera consti-
pios usuarios con materiales de desecho. viviendas de madera, construidas sobre pilotes tuyeron la solución del problema de vivienda

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 97


de los obreros que participaron en la construc-
ción de la ciudad. El 16 de octubre de 1883 se
promulga una ley que permite por el lapso de
cinco años las construcciones en hierro y ma-
dera para favorecer con rapidez y economía las
demandas habitacionales. También se crea por
decreto “la Comisión encargada de la adquisi-
ción de casas para La Plata”. Así, en abril de
1884, son importadas de los Estados Unidos 50
casas de madera. Hasta entonces se habían cons-
truido 390 casas de madera y 208 de mam-
postería, y estaban en proceso de construcción
126 y 201, respectivamente. La prórroga implicó
también la reproducción de este tipo de cons-
trucciones con fines especulativos, por ejem-
plo las 100 casillas montadas en una manzana
por Eladio Macías y Francisco Torrente.
En Rosario, D. Armus y J. E. Hardoy de-
muestran que la construcción de casillas ad-
quiere particular relevancia en el período que
va de 1880 a 1910. Las más precarias se ubica-
ron próximas al matadero municipal, a los em-
barcaderos, al ferrocarril, a las fábricas más im- u CASA PREFABRICADA IMPORTADA POR VICTORIA OCAMPO, EN MAR DEL PLATA.

portantes y en parcelas sin construir del área


céntrica. El censo municipal de 1910 registró Paterlini permite observar que entre 1820 y 1881 282 viviendas, de las cuales 121 eran casillas
3.800 ranchos y casillas más que el de 1906. se fundan 34 ingenios azucareros y que el cen- de madera. En el censo de 1895, de 1.620 vi-
Frente a la pasividad del Estado, la casilla se so de 1895 da aproximadamente 30.000 per- viendas, 593 agrupaban casillas y viviendas de
constituyó en la solución al problema de vi- sonas en esa actividad, pero teniendo en cuen- adobe y paja (aproximadamente un 37%).
vienda de una amplia franja de grupos socia- ta que fue realizado antes de la zafra, en que la Así, las denominadas construcciones pre-
les, con casos de expresiones extremamente población casi se duplica, se calcula que en el carias de las concesiones de los balnearios cons-
precarias, como en los denominados barrios de período de seis meses que va de mayo a octu- tituyeron en estos años una extensión sobre la
la Quema de Basuras y Las Latas. bre la actividad involucraba cerca de 60.000 playa de la condición del hábitat de gran parte
Al norte, el tipo de vivienda del habitante de personas. Las familias golondrinas formaron del pueblo. A principios de la década de 1890,
la campaña tucumana fue el rancho individual, verdaderos poblados precarios en torno de las con una importante consolidación como es-
unidad base de muchos poblados que rodeaban fábricas, constituidos gran parte de ellos por tación veraniega aristocrática, una foto del sec-
los ingenios azucareros. Eran construcciones ranchos edificados con los resabios de la caña tor balneario permite observar una imagen aná-
precarias, con pisos de tierra, techo de paja y en un marco de lamentables condiciones de vi- loga a un “campamento rural” sobre la playa,
paredes de paja y barro; las fotos también evi- da. La miserable situación de gran parte de es- constituido por la rambla de madera y las ca-
dencian construcciones que combinan made- tos grupos fue testimoniada por viajeros como sillas de los pescadores, y un “gran castillo” so-
ra en las paredes. Si bien no se cuentan con cen- George Clemenceau. bre la barranca que limita la playa, el gran Ho-
sos sobre estas construcciones, otros elementos En Mar del Plata, ya en la documentación tel Bristol (1888), que tenía asimismo dos pisos
pueden sugerir su magnitud: el trabajo de O. de su trazado fundacional (1874) pueden ob- realizados en estructura de madera. Si bien es-
servarse construcciones de grandes galpones tas grandes construcciones de madera eran de
de madera y una serie de casillas y ranchos co- carácter más excepcional, no se pueden esta-
rrespondientes a la instalación de un saladero blecer rígidas correspondencias entre el uso
por un consorcio portugués en 1857. A princi- de este material y los grupos sociales: la casa
pios de los ochenta, con el surgimiento del bal- prefabricada importada por Victoria Ocampo
neario, el espacio de la playa ya no será solo el en Mar del Plata era de madera, como también
lugar de los trabajadores de la pesca, que tení- el Golf Club (1910).
an instaladas sus casillas en las proximidades, La emergencia de las nuevas prácticas del
sino de hoteles, comercios, viviendas; y los bal- ocio en relación a la playa planteó una doble
nearios y ramblas de madera constituirían a necesidad: por un lado, de normalización de
partir de entonces un aspecto material domi- las riberas y, por otro, de articular el pueblo y
nante del desarrollo de las riberas de la ciudad. la playa. El carácter espontáneo y precario de
En los primeros añosde la década de 1880, las mencionadas construcciones de madera, ju-
en que se inicia la construcción de la primera rídicamente legitimadas sobre playas y riberas
u VIVIENDA EN EL DELTA DEL PARANÁ. rambla de madera, Mar del Plata contaba con que trascendían el orden municipal, constitu-

98 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mad mal
yeron una obstrucción a estos objetivos. Tem- Egresado de la École des Beaux Arts, se- cas en la Argentina de la década de 1940.
pranos proyectos de iniciativas privadas o de gundo Grand Prix de Rome (1881), llegó al pa- Posteriormente se desempeña como parte del
reglamentaciones municipales apuntaron, con ís hacia 1890 contratado por el gobierno de cuerpo directivo de la Hochschule für Gestal-
argumentos higienistas y estéticos, contra es- Juárez Celman para proyectar diversas obras tung de Ulm, Alemania, entre 1954 y 1966.
tas construcciones. No obstante, su reproduc- públicas. Fue introductor de la modalidad fran- Figura central del debate teórico sobre dise-
ción se incrementó y, en la década de 1930, las cesa en la arquitectura oficial, en reemplazo ño contemporáneo.
fuentes fotográficas testimonian que la suce- del Neorrenacimiento italiano (v.), que había
siva agregación de las concesiones desarrolla- caracterizado la gestión de F. Tamburini (v.) co- Realizó sus primeros estudios en la Escuela
ba aproximadamente 1 km de construcciones mo arquitecto del gobierno nacional. Su Cla- Nacional de Bellas Artes. A partir de 1941, cuan-
precarias, solo en los sectores adyacentes a la sicismo es heredero de la rigidez compositiva do publica junto con A. Hlito, Claudio Girola
Rambla Bristol (1913), espacio donde este teji- del Academicismo francés de la primera mi- y Jorge Brito el “Manifiesto de los cuatro”, co-
do de madera adquirió su mayor densidad. Ha- tad del siglo XIX. Fue autor de algunos de los mienza a vincularse con los distintos grupos
cia el sur, la documentación catastral permite grandes ejemplos que caracterizan la arqui- de vanguardia, tanto de las artes plásticas co-
observar una mayor discontinuidad hasta Pla- tectura del Estado a fines de siglo XIX: el Co- mo de las letras, que se hallaban en formación
ya Grande, lugar donde el entonces denomi- rreo Central (1894), el Palacio de Tribunales en Buenos Aires En 1944 participó en la crea-
nado “barrio chino” tuvo también una impor- (1906), y el Colegio Nacional de Buenos Aires ción de la revista Arturo (de la cual solo salió a
tante manifestación maderera. No obstante (1908). La arquitectura de estos edificios sir- la luz el número 1), que aglutinó por un breve
intervenciones importantes como la Rambla vió de modelo, por varias décadas, a la pro- período a los más jóvenes artistas de vanguar-
Bristol y el Paseo Gral. Paz (1907), y revirtien- ducción del Ministerio de Obras Públicas (v.), dia de esos años, como Gyula Kosice, Arden
do las representaciones dominantes del balne- departamentos y dependencias oficiales. Quin, Edgar Bayley y Roth Rothfuss, entre
ario, el propósito de arquitecturizar y urbani- otros. Las muy dispares posiciones que anida-
zar la costa marítima había sido mínimamente Bibliografía: F. Grementieri. “El Academicismo Ar- ron en la creación de la revista, en relación con
logrado: estas grandes obras eran más bien una gentino (1920-1950)”. En: DANA, n° 33-34, 1993. las posibilidades y fundamentos de la creación
excepción: lo típico lo constituían las cons- artística, llevó a la escisión de este grupo en
trucciones precarias. En el año 1939, con la san- dos facciones: Madí y la Asociación Arte Con-
ción provincial de la Ley 4.739 de urbanización MALDONADO, TOMÁS. Buenos Aires, 1922. creto-Invención, a la cual pasó a pertenecer
de Playas y Riberas, se construyó el contexto le- Pintor, diseñador gráfico e industrial, teórico. Maldonado, junto con Alfredo Hlito, Enio Iom-
gal que terminó con el conflicto de las cons- Miembro, en sus inicios, del grupo de Arte mi, Edgar Bayley, Claudio Girola, Lidi Pratti
trucciones precarias, y dió marco a las nuevas Concreto-Invención, una de las principales y Simón Contreras, entre otros artistas.
urbanizaciones del complejo Casino-Hotel Pro- vanguardias en el campo de las artes plásti- El papel de Maldonado en la constitución
vincial y los balnearios de Playa Grande.
Finalmente, también se encontraron cons-
trucciones de madera en el sur del territorio
argentino, donde se han localizado instala-
ciones cuya imagen es más próxima a la de-
nominadas “ciudades campamentos”, por ejem-
plo en la Patagonia, en Ingeniero White, Río
Gallegos y Comodoro Rivadavia. F. C.

Bibliografía: R. Cova. “Sobre casillas y carpinteros”. En:


Revista DANA, n° 11, Resistencia: IAIHAU, 1981; D. Ar-
mus (comp.). “Mundo Urbano y cultura popular”. En:
D. Armus y J. E. Hardoy. Conventillos, ranchos y ca-
sa propia en el mundo urbano del novecientos. Bs.
As.: Sudamericana, 1990; F. Liernur y G. Silvestri. El
umbral de la metrópolis. En: F. Liernur. La ciudad
efímera. Bs. As.: edit, Sudamericana, 1993; F. Caco-
pardo. “Aspectos materiales de una Mar del Plata apó-
crifa. Conflictos, representaciones costeras entre
1890 y 1939”. En: F. Cacopardo (edit.) Mar del Plata.
ciudad e historia. bs. as.: alianza editorial, 1997.

MAILLART, NORBERT. Oise (Francia), 1856 -


s/d. Arquitecto. Realizó importantes edificios
estatales. Fue el introductor del Academi-
cismo francés en la arquitectura oficial. u ACADEMICISMO FRANCÉS EN LA SEDE DEL CORREO CENTRAL, DE NORBERTO MAILLART, EN BUENOS AIRES.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 99


Artistas Modernos de la Argentina, al cual per- Varios de estos profesionales se reúnen a
teneció en sus primeros momentos. su vez en uno de los más importantes grupos
Ya desde los años iniciales de la década de vanguardistas de la arquitectura argentina de
1950, el interés de Maldonado comenzó a orien- los años cincuenta, como la Organización pa-
tarse hacia el campo del diseño gráfico e in- ra la Arquitectura Moderna —OAM— (v.), cu-
dustrial. El viaje a Europa realizado en 1948, yo mentor fue Maldonado.
en el que se conectó con distintos represen- En 1954 dejó la Argentina y se trasladó a la
tantes de las corrientes vanguardistas vincula- ciudad de Ulm, Alemania, para sumarse a la
das a la abstracción de la Segunda Post-guerra, Hochschule für Gestaltung, por invitación ex-
particularmente Max Bill (v.), Richard Lohse, presa de Max Bill, primer director y creador de
George Vantongerloo, Vondeberge-Guildewart esta escuela. A partir de 1956, luego del aleja-
y otros, ha sido señalado como un momento miento de Max Bill, que dejó su cargo por la
de inflexión en la actividad y el pensamiento oposición que su programa despertó en un gru-
de Maldonado, que lo llevaría paulatinamente po de profesores y en los alumnos, Maldona-
a postergar su carrera como pintor y a intere- do pasó a ocupar distintos puestos directivos,
u CONFERENCIA DE TOMÁS MALDONADO EN LA FUNDACIÓN sarse por el mundo de la producción y el dise- siendo nombrado rector de la HfG entre 1964
PROA, EN BUENOS AIRES. ño de objetos utilitarios. y 1966. En este último año se retiró de la es-
Distintos emprendimientos dan cuenta de cuela y se radicó en Italia.
de este grupo fue sin duda central, así como lo este cambio de intereses. El más importante El arribo de Maldonado junto con otros pro-
fue en la búsqueda de una fundamentación te- de ellos fue la creación, en 1951, de la revista fesores a la HfG marcó un giro radical en la fi-
órica explícita para la práctica del Arte Concre- Nueva Visión (v.), donde se desempeñó como losofía de esta institución. Se trató funda-
to y sus posibilidades como herramienta de re- director de sus primeros números. Esta pu- mentalmente de dejar de lado la filosofía
novación de la cultura en su totalidad. Este blicación, en la que participa tanto el grupo de Bauhaus, impulsada por Bill en los primeros
compromiso con el programa del Concretismo artistas concretos ya mencionado como un con- momentos, para buscar una relación orgánica
dominó la actividad de Maldonado como teóri- junto de arquitectos y diseñadores cercanos a y metodológicamente articulada entre las dis-
co y artista hasta los primeros años de la déca- los planteamientos de esta corriente, dio cuen- ciplinas de la proyectación, principalmente el
da de 1950. Él mismo se expresó, en primer lu- ta por primera vez en la Argentina de una apro- diseño gráfico e industrial, con las nuevas cien-
gar, en una serie de artículos aparecidos en ximación programática al tema del diseño mo- cias sociales, las teorías de la comunicación, la
su mayoría en el órgano oficial de difusión del derno, además de constituir una experiencia semiología, las matemáticas aplicadas y el co-
grupo, la revista Arte Concreto-Invención. En es- de cruce disciplinar inédita hasta ese momento. nocimiento científico en general.
tos escritos Maldonado da cuenta de una po- Dominada en un principio por la problemáti- Si bien resulta difícil calibrar hasta qué pun-
sición radical e intransigente en relación con lo ca del Arte Concreto, Nueva Visión fue dando to el papel decisivo que Maldonado ejerció en
que considera ha de ser la función del arte en paso en sus últimos números a temáticas bas- la HfG implicó una influencia directa en el me-
la sociedad moderna. Siguiendo en gran me- tante lejanas al campo del arte, la producción dio argentino, resulta innegable el importan-
dida los postulados de las vanguardias rusas de de objetos industriales, las teorías de la co- te papel que la “experiencia Ulm” desempeñó
los años veinte y también de Theo Van Does- municación y la arquitectura industrializada. en el momento de creación de las carreras de
burg, postula la erradicación absoluta de cual- Esta orientación verifica la importancia que fue diseño dentro de las universidades argentinas,
quier intención figurativa o naturalista en el ar- tomando dentro de ella el grupo de arquitec- hecho que comienza a darse a finales de los
te, lo cual implicaría el volver a los componentes tos y diseñadores que acompañaron a la revis- años cincuenta y principios de los sesenta. El
esenciales o a la “materia” propia de cada una ta desde su creación. conocimiento relativamente cercano que se tu-
de las artes, para, desde allí, explorar en tér- vo de la HfG, como queda demostrado en los
minos racionales y lógicamente enunciables las distintos artículos aparecidos tanto en Nueva
posibilidades estéticas que cada rama del arte Visión como en otros medios, gravitó en el des-
ofrece. El cometido último del arte sería la pro- arrollo que el diseño argentino experimenta-
ducción de “nuevas realidades”, según la lógi- ría desde finales de los años cincuenta.
ca de su propio material (las palabras para las La vinculación de Maldonado con el medio
letras, los sonidos para la música, el color, los universitario de nuestro país, particularmen-
planos y las líneas para la pintura, etc.). te con la Facultad de Arquitectura y Urbanis-
Su producción artística de esos años, com- mo de la UBA, se mantuvo durante sus años
puesta principalmente por piezas pictóricas de como profesor en Ulm, y se manifestó en la
una rigurosa pero fluida geometría, acompaña serie de conferencias que dictó hasta el año
y comenta estos planteos teóricos. En tal senti- 1966. En tal sentido, es clara su relación con
do, participó con sus obras en las distintas ex- la llamada “Nueva Universidad Argentina”,
posiciones que realiza el grupo desde 1946, fe- que se intenta consolidar desde al año 1958 y
cha de su primera muestra colectiva, hasta los que llega a su fin con el golpe de 1966. Sin du-
primeros años cincuenta, cuando la Asociación da, las ideas de Maldonado se hallaban en sin-
Arte Concreto-Invención da paso al Grupo de u PINTURA REALIZADA POR TOMÁS MALDONADO. tonía con la apertura a las nuevas ciencias so-

100 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mal man
ciales, que marca a este período de la univer- ropa Central, tanto en expresiones clásicas
sidad en nuestro país, y con la apertura disci- como pintorescas derivadas del Clasicismo
plinar que se impulsó. En relación con lo an- y Medievalismo franceses (v. Revival).
terior, deben señalarse las conferencias que
dictó en el año 1959 en la Facultad de Arqui- Su construcción se realizaba —a diferen-
tectura y Urbanismo de la UBA, referidas a las cia de las cubiertas de menor pendiente eje-
“Nuevas tareas del diseñador industrial” y a la cutadas con tejas— en piezas de pizarra, cha-
“Crisis y reconstrucción de la enseñanza del pas de cobre o de cinc.
diseño industrial”. La mansarda aparece tardíamente en la Ar-
Desde mediados de los años sesenta, Mal- gentina, hacia 1873. Los motivos que concu-
donado se consolida como un referente in- rren a este desfasaje son, por un lado, el alto
soslayable en el campo de la teoría del diseño costo de su construcción y, por otro, el des-
y de las disciplinas de la proyectación. En 1967 precio por su uso en las tendencias neoclási-
se incorpora como profesor de Proyectación cas primero y las italianizantes luego; tenden-
Ambiental en la Universidad de Bolonia, y se cias operantes en la primera mitad del siglo
desempeñó luego también en la Facultad de u LAS IDEAS DEL GRUPO ARTE CONCRETO-INVENCIÓN DEFI- XIX en la Argentina, que no incorporaban es-
Arquitectura del Politécnico de Milán, institu- NEN LA OBRA PICTÓRICA DE MALDONADO EN LOS AÑOS ‘40. te recurso arquitectónico en su universo esti-
ción en la que permaneció durante toda su ca- lístico. A ello debe agregarse la búsqueda de
rrera y de la que fue nombrado, posteriormente, sas conferencias y ha desarrollado distintas ac- volúmenes simples, ligados a modelos de la
profesor emérito. Ha sido profesor visitante de tividades de cooperación universitaria. A. C. Antigüedad. Consecuentemente, aparecen en
numerosas universidades, entre las que cabe Buenos Aires solo a partir de la incorporación
mencionar el Royal Co- finisecular del repertorio del Neorrenacimiento
llege of Arts (Lethaby MALLET, GASTÓN LUIS. S/d, 1875 - s/d, 1964. francés y de las distintas variantes eclécticas,
Lecturer, 1965), la Es- Arquitecto. Intérprete de la tradición Beaux pintorescas y Art Nouveau que se manifies-
cuela de Arquitectura Arts francesa. Activo en Buenos Aires y Mar tan en la Argentina.
de la Universidad de del Plata en las primeras décadas del siglo XX. Esta introducción, de enorme fuerza a par-
Princeton (1967-1970) tir de la década de 1880, tuvo como primera
y el Instituto de Técni- Realizó el edificio del Centro Naval (1914), expresión local el edificio construido en 1873
ca Estética de la ex los edificios de Lavalle y Alem, de Malabia y por el arquitecto sueco Kihldberg (v.), origina-
Unión Soviética. Fue Charcas, Corrientes y Pueyrredón, etc. Tra- riamente para correo y posteriormente en-
presidente del Comité bajó en colaboración con el arquitecto Flores globado en el conjunto de la Casa de Gobier-
Ejecutivo del ICSID (In- Piran y con Dunant (v.). En Mar del Plata cons- no de Buenos Aires.
u TOMÁS MALDONADO EN ternational Council of truyó varias residencias particulares, como Vi- En los años de 1880 aparece localmente to-
UNA PORTADA DE DOMUS. Societies of Industrial lla Normandie en Colón y Viamonte, La Mai- da la gama de expresiones con las que se ma-
Design) desde 1967 a sonette, de su propiedad (frente a la anterior), nifiesta la mansarda en Europa, traducida en
1969. Entre otras actividades, fue director de y el chalet Atlántida de Carlos Dosse. innumerables ejemplos de residencias, petit-hô-
la revista Casabella (1977-1984). tels, casas de renta, hoteles y edificios institu-
Su actividad como escritor y polemista ha Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, A. Levaggi, J. C. cionales. Las variantes morfológicas consistie-
sido extensa. Entre sus obras principales cabe Montero, A. S. J. de Paula. La arquitectura del li- ron en la combinación de mansardas y cúpulas
mencionar La speranza progettuale (Turin, 1970. beralismo en la Argentina. Bs. As.: Editorial Sud- (Palacio Paz, Hotel Metropole, Palacio Ancho-
Trad. esp. Ambiente humano e ideología. Bs. As., americana, 1968. rena, todos en Buenos Aires), mansardas de
1971); Vanguardia e razionalitá (Turin, 1974. sección corrida y centralizada —estas últimas
Trad. esp. Vanguardia y racionalidad. Articulos, apoyadas a veces en áticos o sobreelevadas—
ensayos y otros escritos: 1946-1974, Barcelona, MANSARDA. f. Cubierta formada por faldones (Palacio Paz, Correo, Aduana o Colegio Nacio-
1977); Disegno industriale: un riesame. Defini- quebrados, cuya vertiente frontal, de fuerte nal de Buenos Aires), mansardas curvas y rec-
zione. Storia. Bibliografía (Milano. Trad. esp. El pendiente y perfil recto o curvo, contrasta con tas (Casa de Gobierno de La Plata), mansardas
diseño industrial reconsiderado. Definición, histo- la vertiente superior escasamente inclinada e y áticos (Palacio Bosch, actual Embajada de
ria, bibliografia. Barcelona, 1977); Reale e virtuale invariablemente recta. Puede alojar en su in- EE.UU., Palacio Sans Souci), mansardas aisla-
(Milano, 1992. Trad. esp. Lo real y lo virtual. Bar- terior locales habitables. Su nombre deriva de das con cubiertas planas (Tribunales de La Pla-
celona, 1994); Escritos pre-ulmianos (Bs. As., François Mansart (1599- 1666), quien pro- ta, Consejo Nacional de Educación), etc. La tra-
1998); ¿Qué es un intelectual? (Bs. As., 1998). puso este modelo que desplazó la cubierta za de las mansardas acompañaba asimismo
A partir de 1984, al producirse la normali- empinada con solo dos faldones, en uso des- la planta de volúmenes muy modelados, como
zación de las universidades argentinas, renueva de el Medioevo. Es un elemento constituyente lo muestran las esquinas de la Aduana de Bue-
Maldonado sus vínculos con el medio acadé- del Clasicismo francés, aunque perduró en la nos Aires, de Lanús y Hary (v.).
mico de nuestro país, particularmente con la Arquitectura Ecléctica del siglo XIX (v. Eclecti- Estas variantes se correspondieron con los
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanis- cismo) y en el Art Nouveau. Fue adoptada — lenguajes arquitectónicos utilizados, de modo
mo de la UBA, en la que ha dictado numero- fuera de Francia— en Alemania, Austria y Eu- tal que a lo largo del período 1880-1945 puede

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 101


La utilización del espacio como habitación En 1966 se agregaron al Estudio Ignacio Pet-
conllevó, igual que en Francia, el uso de ven- chersky (Buenos Aires, 1944-1971) y Rafael
tanas en lugar de óculos y la instalación, in- Viñoly (Montevideo, 1944), también estu-
cluso de más de un piso, como lo muestra la diantes (MSGSSV). En 1976 se sumó Carlos
Bolsa de Comercio, de Christophersen, en Bue- Salaberry. R. Viñoly dejó de integrar el Estu-
nos Aires (1915). A diferencia del caso francés, dio en 1979, año en que emigró a los Esta-
en los edificios de renta construidos en Bue- dos Unidos.
nos Aires no aparecen en las mansardas habi-
taciones de servicio; en general se realizaban MSGSSS ha proyectado y realizado nume-
para alojar un nivel más de departamentos. In- rosas obras en todas las escalas: intervencio-
dependientemente de una decisión basada en nes urbanas, edificios industriales, comercia-
cuestiones estilísticas, se trataba de un mo- les y de oficinas, conjuntos de viviendas,
delo formal establecido en el Reglamento de hospitales, reciclaje de edificios históricos, cen-
Construcciones de 1909, que permitía dentro tros deportivos, escuelas, fábricas, viviendas
de un perfil determinado alojar más niveles (v. individuales, diseño de interiores y de mue-
gr.: Hotel Castelar, de Palanti, v., en la Avenida de Mayo). bles. Su obra es considerada entre las más re-
La desaparición de este recurso obligado que- presentativas de la arquitectura argentina, tan-
dó sancionada con el Reglamento de 1925, que to en el país como en el exterior.
incorporó el retranqueo escalonado (v. Regla- Flora Manteola y Javier Sánchez Gómez
mentos; Terraza Jardín). son profesores en la Facultad de Arquitectu-
El paulatino abandono de la mansarda es- ra y Diseño de la Universidad de Buenos Ai-
u UNA VERSIÓN ART NOUVEAU DE LA MANSARDA, EN LA tuvo ligado al de los estilismos tradicionales. Las res; ambos, como también Josefa Santos, han
FACHADA DE UNA CASA EN LA PLATA, DE G. RUÓTOLO. últimas expresiones se produjeron a comien- actuado con frecuencia como jurados en con-
zos de la década del cincuenta en obras como cursos de arquitectura; Carlos Salaberry es de-
detectarse un proceso que gradualmente eli- el Hotel Provincial de La Plata, de Oscar Ruó- cano de la Facultad de Arquitectura de la Uni-
mina los estilismos eclécticos e instala un de- tolo (v.), o en los edificios de departamentos de versidad de Palermo (Buenos Aires) y ha tenido
purado y austero Luis XVI, que redujo morfo- lujo en Buenos Aires y Mar del Plata; estos úl- a su cargo el Departamento de Diseño del Cen-
lógicamente las alternativas volumétricas a las timos modelados según la obra de Bustillo. tro de Arte y Comunicación (CAYC).
concepciones más sencillas. La reaparición de la mansarda en la déca- Justo Solsona es y ha sido el líder del gru-
Tecnológicamente, puede detectarse un des- da de 1980 se liga a un Revivalismo nostálgi- po, y quien ha tenido una mayor actividad cul-
arrollo en la Argentina que implica tres etapas co, desligado de intenciones de formar un to- tural pública, además de su participación en
caracterizadas por las estructuras de sostén que do con el lenguaje edilicio. E. G. el Estudio. Solsona es la figura con quien el
se utilizan. En la primera (entre 1880 y fines Estudio suele ser identificado. Se graduó co-
de siglo XIX), se emplearon predominante- mo arquitecto en la Facultad de Arquitectura
mente armaduras de madera; la segunda, que MANTEOLA, SÁNCHEZ GÓMEZ, SANTOS, de la UBA en 1956 y actuó en la misma Casa
se extiende hasta los años treinta, con elementos SOLSONA, SALABERRY (MSGSSS). El es- como jefe de trabajos prácticos de Composi-
de hierro; superponiéndose a esta segunda eta- tudio MSGSSS estuvo conformado de dis- ción y Teoría de la Arquitectura durante dos
pa, una tercera, caracterizada por el uso del tintas maneras a lo largo del tiempo. Puede años. En 1960 obtuvo la cátedra de Compo-
hormigón armado, que se inaugura con el pa- decirse que comenzó en 1956 con trabajos sición Arquitectónica como profesor adjunto
saje Barolo en la década de 1920 y se prolon- en colaboración de Justo Solsona (Buenos Ai- y ejerció en la misma hasta su renuncia en
ga hasta los últimos casos en que aparece la res, 1931) y Josefa Santos (Buenos Aires, 1966, como protesta contra la intervención a
mansarda (primeros años de la década de 1950). 1931). A partir de 1960, la inicial asociación la Universidad por parte del gobierno mili-
Tanto las armaduras de hierro como las de con Santos se amplió a los por entonces no tar. En la misma Facultad tuvo a su cargo la
madera presentaron dos alternativas, según se graduados Flora Manteola (Córdoba, 1936) Secretaría Académica entre 1958 y 1960. Lue-
quisiera o no utilizar el volumen interior co- y Javier Sánchez Gómez (Buenos Aires, 1936). go de varios años de desvinculación de la Uni-
mo local habitable: en el primer caso, sin pen-
dolones intermedios, ya sea al modo delor-
miano en las de madera o mediante pórticos
en las metálicas; en el otro caso, cuando el uso
del espacio no interesaba, se recurría a cabriadas
con pendolones. La mansarda sobre losa o es-
queleto de hormigón simplificaba la cuestión
anterior, al tiempo que solucionaba el riesgo
de incendios; se la adoptó en obras tales como
el conjunto Casino y Hotel Provincial de Mar
del Plata (1937), de Bustillo (v.), y en el Minis-
terio de Guerra (1938). u SEGUNDO PREMIO DEL CONCURSO PARA LA BIBLIOTECA NACIONAL, DE MSGSS (1962).

102 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


man man
versidad, Solsona retornó a la misma en 1974, ativa y por los talentos individuales que fueron
designado como profesor titular de Diseño Ar- articulándose en la Oficina, esa búsqueda fue
quitectónico; en 1976 la nueva intervención ante todo desprejuiciada y en cierto modo prag- Edificio CASFPI
prescindió de sus funciones. Junto con Díaz, mática. Así, la obra fue destacándose de las de
Katzenstein y Viñoly, en 1977 fundó los Cur- otras oficinas y puede identificarse, en prin-
sos de Arquitectura, luego conocidos como La cipio, por lo que no fue: ni una puesta en prác-
Escuelita, en los que actuó hasta su cierre en tica de un “estilo” o de respuestas seguras y
1982. En ese año obtuvo la cátedra de Diseño probadas, ni un variado conjunto de respues-
Arquitectónico en la Facultad de Arquitectura tas para un grupo más o menos homogéneo,
y Urbanismo de la UBA, de la que ha sido pro- nacional o internacional, ni el exploit creativo
fesor titular, y en la que se desempeña ac- coherente de un único creador, ni una intro-
tualmente como profesor consulto y como di- vertida, torturada y concentrada persecución
rector de la Maestría en Diseño Avanzado. de metafísicas interrogaciones.
La obra de MSGSSS se colocó en un plano
RASGOS DE ESTILO. difícil de encontrar en otras latitudes. Produc-
La obra de MSGSSS es una de las más sig- to de las demandas de una de las grandes me-
nificativas y representativas de la arquitectura trópolis del planeta, trató de aceptar los pro-
argentina de las últimas décadas. Significativa gramas de gran dimensión y complejidad, y los
por el excepcional volumen proyectado y cons- encargos públicos y privados simultáneos con
truido, y por su calidad arquitectónica, reco- que funcionan las grandes oficinas comercia-
les. Pero a diferencia de otros países, de mayor
desarrollo y complejidad, en los que el mana-
ger se separa del scholar, la pequeña dimensión
relativa de la Argentina determinó que ambas
figuras trataran de integrarse. Por ese motivo,
a diferencia del académico de esos otros países,
que experimenta en la relativa tranquilidad y
contención de su cátedra o en sus pequeñas
obras o dibujos, la obra de MSGSSS se carac-
terizó porque su experimentalismo se instaló u EN LA DÉCADA DE 1970, LA ESTRATEGIA PROYECTUAL

de lleno, exponiéndose, en obras de gran im- DEL ESTUDIO INCLUYE UNA MODALIDAD QUE PUEDE
pacto social y cultural. Carente de una elabora- CARACTERIZARSE COMO DE “CORROSIÓN” DE UNA FOR-
ción teórica paciente, fue guiada de forma prag- MA PURA, CONTENEDORA DEL PROGRAMA, QUE ES
mática, pues da la impresión de estar librada TRABAJADA MEDIANTE LA EXTRACCIÓN DE PARTES.
casi sin rumbo propio a los impulsos siempre
cambiantes del debate. Sin embargo, si esta
u PLANTA GENERAL DE ARGENTINA TELEVISORA COLOR (ATC), apreciación es correcta en algún sentido, no
BS. AS., DE MSGSSV., CON LA PLAZA SOBRE LA TERRAZA. lo es en totalidad: pese al eclecticismo y los cam-
bios, y aunque más adelante comprobemos va-
nocida nacional e internacionalmente. Repre- rias etapas en su desarrollo, pueden descubrirse
sentativa porque por los temas y las estrategias preocupaciones constantes, no siempre mani-
proyectuales desarrollados, ha sido eco y al mis- fiestas explícitamente que, identificándolas, re-
mo tiempo modelo para su generación y las corren la obra desde sus inicios hasta la actua-
que siguieron. lidad como marcas de estilo. Estos particulares
Surgida como producto de la crisis de las y constantes rasgos son: la creatividad, la re-
fórmulas más reductivas y al mismo tiempo creación del programa, la claridad de planta, la
más ilusoriamente protagónicas del urbanis- espacialidad difusa, la fusión con el suelo, el
mo de la Carta de Atenas, y de la paralela pues- uso de la diagonal explícita.
ta en cuestión de las teorías racionalistas más
radicales —expresadas por la estética tecno- 1. La creatividad. Toda la obra de MSGSSS se
lógica de Maldonado (v.) y por los postulados caracteriza por la búsqueda de soluciones iné-
funcionalistas de Acosta—, la trayectoria de ditas a los problemas abordados. En los pri-
MSGSSS comenzó como la búsqueda a tien- meros tiempos esta voluntad fue entendida co-
tas de una salida, de una alternativa. Sin im- mo una estrategia proyectual en sí misma,
portantes bases políticas, sociales o familiares postulando una suerte de singularidad per-
para la constitución de una precisa cartera de manente, el enunciado radical del principio de
clientes, y sostenida por una gran pasión cre- tábula rasa expresado por algunos sectores de

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 103


las vanguardias. Puede comprobarse, sin em- diciones: la primera es la disolución de los li- 6. La diagonal explícita. Se trata de un típico
bargo, que si bien se mantuvo la voluntad de mites de los recintos, la segunda, un especial rasgo de estilo. Existen en la obra de MSGSSS
experimentar en cada caso nuevas formas y interés por la proyectación en corte, y la terce- ejemplos de composición diagonal no explíci-
propuestas compositivas, con el tiempo los ca- ra, la devaluación de la materialidad concreta ta, pero lo que más la caracteriza es su mate-
minos elegidos han ido variando, del modo que de la obra en la medida en que se considera su- rialización. En ocasiones, mediante la diagonal
se analizará más adelante. bordinada al efecto espacial. Proyectos fuerte- se define simplemente un triángulo como ba-
mente caracterizados por su espacialidad son se de la composición: es el caso del auditorio
2. La recreación del programa. La manipula- los que constituyen la serie de sucursales del de Mar del Plata (1966); en otras, la diagonal
ción del programa de necesidades constituye Banco Municipal de la Ciudad de Buenos Ai- se establece como eje de simetría de la planta,
una de las constantes más sustantivas en la res; se trata de un caso típico en el que las con- como en la sucursal Flores del Banco Munici-
obra de MSGSSS. En la mayor parte de los ca- diciones tectónicas de la envolvente se desma- pal (1971); con frecuencia la diagonal estructu-
sos la obra surge como el resultado de una pues- terializan mediante el empleo de un solo ra el corte del edificio, como en la casa Oks o
ta en cuestión del organigrama más elemen- material de revestimiento, el ladrillo de vidrio, en ATC; uno de sus usos más habituales se pro-
tal, que busca nuevas agrupaciones posibles que contribuye a la “disolución” espacial. duce con la liquidación de las aristas de los pa-
de las funciones, o trastrocar los lugares y las ralelogramos, definiendo las más de las veces
características habituales para las mismas. El octógonos, en planta, como en los proyectos de
resultado formal total lleva así de inicio una Piedrabuena (1974), la escuela Goethe (1987)
fuerte determinación programática. Buenos y el Banco de Resistencia (1970); o en corte, co-
ejemplos lo constituyen proyectos tan diversos mo en la Casa Matriz del BM (1968) y el local
como la propuesta original para el edificio de de Modulor (1971), Cenard (2001).
la Unión Industrial Argentina, la casa Oks y el
Centro Cívico de Amsterdam. En el primero, PERIODIZACIÓN.
la agrupación de una serie de actividades par- En la obra de MSGSSS pueden distinguir-
ticulares de representación y servicios en el sec- se cuatro períodos: 1957-1967, 1967-1972, 1972-
tor superior de la torre permitió configurar un 1980, 1980-1993.
remate inusitado; en la segunda, el empleo de
la circulación como galería de pinturas dio sen- Primer período: 1957-1968. En esta primera
tido especial a la iluminación cenital y anima- década se produce la constitución y prepara-
ción de un sector de la casa de otro modo iner- ción del funcionamiento estable y articulado
te; en el tercero, la decisión de distribuir las del Estudio con la presencia de los seis miem-
oficinas en barcazas sobre los canales indujo bros que también protagonizarían el período
a imaginar una plaza de agua con funciones siguiente: Manteola, Petchersky, Sánchez Gó-
fijas de “atraque” para las mismas. mez, Santos, Solsona, Viñoly.
Como se ha visto, JS desarrolló en los pri-
3. La claridad de planta. Herencia de la in- meros años de este período actividades inde-
fluencia académica francesa, tanto por la vía pendientes o en asociación con otros colegas.
directa de la enseñanza oficial como por la vía Esta etapa se caracteriza por la fuerte voluntad
indirecta de Le Corbusier (v.), de peso decisivo u LOS SILOS DE DORREGO, EN BUENOS AIRES. de romper con el riguroso Racionalismo del
en buena parte de los arquitectos modernistas Modernismo de comienzos de la década. Las
argentinos, la clara organización de las plan- 5. La fusión con el suelo. Cuando se ubican en influencias que más se destacan son: las teo-
tas es otra de las constantes en la arquitectu- un contexto de gran densidad construida, los rías del Team X, especialmente en lo referido
ra de MSGSSS. La condición de “claridad de edificios proyectados por MSGSSS suelen pro- al cambio y la flexibilidad; y las arquitecturas
planta” debe entenderse como el reconoci- curar destacarse como objetos autónomos. Sin de los form givers norteamericanos y japoneses.
miento de una autonomía del orden geomé- embargo, al tener que afrontar temas en los La generación de una “nueva forma” se busca
trico de la planta en la composición de la to- que el entorno se libera y el objeto podría pre- especialmente mediante la manipulación del
talidad de la obra: de ese orden, que puede sentarse en su autonomía total, la estrategia programa y, en ocasiones, se apela a grandes
estructurarse según leyes planas, se hace de- elegida suele ser la de fusionarse con el suelo. gestos totalizantes, como en el proyecto de la
pender esa constitución total. No se trata de un Organicismo por el que la ar- Biblioteca Nacional (1962), la casa Sierchuck
quitectura alude a los procesos naturales vita- (1964), la iglesia de Laprida (1960) o la piel
4. El espacio difuso. La premisa del espacio di- les, botánicos, biológicos: las arquitecturas prefabricada de la fábrica Fate (1964). Pero en
fuso es una consecuencia de un largo debate de MSGSSS parecen preferir en este caso las la mayor parte de los casos la obra se resuel-
que tuvo su momento de mayor densidad a co- condiciones de la geología, siendo sus cons- ve mediante elementos tradicionales —vanos,
mienzos de la década del cincuenta. Su princi- tantes las grietas, las laderas, los túmulos, los losas, columnas, muros—, compuestos con
pal propagandista fue Bruno Zevi (v.), quien vi- cráteres, como lo ejemplifican desde el pro- equilibrio. En general, los encargos que en es-
sitó el país por entonces. Esta idea supone que yecto del Parque Saavedra (1965) hasta el de ta etapa consiguen construirse provienen de
el protagonista de la obra de arquitectura es el las oficinas de la fábrica FATE (1985), pasan- familias, consorcios de vivienda, o pequeñas
espacio mismo, de lo que se derivan tres con- do por la planta de ATC (1978). empresas, aunque se obtienen primeros pre-

104 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Edificio Puerto León, man man

u LA SEDE DE LA ASEGURADORA HOLANDESA ING, DE MSGSSS, SE INTEGRA AL ENTORNO DE PUERTO MADERO CON UN VOLUMEN DE GRANITO ROJO, DESMATERIALIZADO EN SUS ESQUINAS.

u LA PLANTA BAJA SE

RESUELVE CON ACRISTALA-


MIENTOS INTEGRALES, DE
MODO QUE LA MASA DEL
EDIFICIO PARECE LEVITAR.

u AUNQUE FUE CONSTRUIDO

EN PLENA CRISIS, EL
EDIFICIO UTILIZÓ ADELANTOS
TÉCNICOS COMO LA FACHADA
VENTILADA O EL MURO COLADO
PARA LAS FUNDACIONES.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 105


mios en varios concursos, que permiten una La construcción de la serie de sucursales dominó en las primeras décadas del Estudio,
vinculación con las demandas del Estado o aso- del Banco Municipal permitió experimentar y del Experimentalismo radical se pasa al ejer-
ciaciones intermedias. los criterios ensayados en el período anterior cicio de una suerte de crítica de la forma. Este
Los proyectos más destacables de esta eta- al insertar una operación de escala urbana. Ob- procedimiento es común a obras de programas
pa son: tres torres en la Boca (300 viviendas tenida por concurso, la construcción de la UIA diversos como Papel Prensa (1975), el edifi-
de 2 y 3 dormitorios); un conjunto construido parecía estar en condiciones de demostrar que cio para la CASFPI (1974), el de Bolívar y Mo-
con piezas prefabricadas, rotando las plantas el shock programático y formal podía verificar reno (1977) o la casa en Belgrano (1978).
sobre un ingenioso sistema estructural de co- su efectividad aun en edificios de gran mag- En estos años se nota especialmente la in-
lumnas hongo; las casas en Santa Teresita, una nitud; y en la serie de proyectos de hospitales fluencia de la arquitectura japonesa, los gran-
aproximación al vocabulario “mediterráneo”; —especialmente en el de Pediatría— o en el des estudios norteamericanos como Dinkeloo
las oficinas para la Empresa de Energía de Cór- centro de Santiago podían imaginarse a pun- y Roche, aunque algunos trabajos no son aje-
doba, desarrolladas bajo una gigantesca cu- to de ser alcanzados los objetivos de un siste- nos al Minimalismo de Aldo Rossi. Esto últi-
bierta de vidrio (1966); la sede de la Asocia- ma de máxima flexibilidad y cambio, subordi- mo se advierte, entre otras, en la Casa en el Ti-
ción Odontológica Argentina (1966, 3.400 nados a un riguroso orden macroestructural. gre (1976) y en la segunda versión del Banco
m2); el Parque Saavedra (1965, 8 ha) y la Am- La realidad, o algunos traspiés por movimien- de Italia (1977).
pliación de la Cámara de Diputados de la Na- tos excesivos, como la magnífica pero incons- A diferencia de la etapa anterior, las gran-
ción (1966, 45.000 m2). truible “larva-instrumento” del Auditórium de des torres de oficinas se presentan con una ro-
Buenos Aires (1972), demostraron que, al me- tunda definición estructural y con una geo-
Segundo período: 1967-1972. Es este el perío- nos en la Argentina, parecía necesario mori- metría neta, como en el caso de los edificios
do de expansión del Estudio. En su transcur- gerar tanto optimismo. Prourban (1977) y las oficinas en Catalinas
so se llevó al límite la estrategia de innovación De todos modos, en esta etapa la oficina Norte (1972).
radical en la interpretación de los programas de MSGSSS se colocó en el centro de la aten- Esta etapa se caracteriza asimismo por el
y la generación de la forma. ción nacional y atrajo incluso el interés de me- proyecto y la construcción de grandes conjun-
En esos años resulta evidente la fuerte in- dios internacionales como Domus o L'Archi- tos de vivienda. Entre los primeros puede des-
fluencia de la Arquitectura Pop (Archigram) y tecture d’Aujord’hui. tacarse por su magnitud el de Benavídez (1975,
la Arquitectura de Sistemas, del Metabolismo El volumen de obra aumentó de manera de- 100.000 habitantes) y, entre los segundos, los
japonés —por ejemplo, en el conjunto Rioja cisiva y con ello se hizo más compleja la or- de Aluar (1974, 70.000 m2) y Piedrabuena
(1969)—, la arquitectura inglesa y de origen ganización del estudio, cuya creatividad cons- (1974, 2.100 unidades). En casi todos los casos
norteamericano, como en el caso de Sert y, par- tante requería la incorporación de un staff se trata de agrupaciones en torno de patios de-
ticularmente, de Louis Kahn, cuya expresión igualmente creativo, en el que se formaron nu- finidos por tiras continuas de traza ortogonal,
más clara es el Banco de Corrientes (1970). merosos cuadros de la generación siguiente, en las que siguen presentes principios origi-
El período puede abrirse con el proyecto pa- como Borghini, Minond o Lier. Esa compleji- nados en las teorías debatidas por el Team X.
ra el City Hall de Amsterdam (1967) y cerrar- dad y la magnitud darían las bases para la cons- La mayor cautela proyectual que se percibe
se con el proyecto de remodelación del Centro titución de un diverso tipo de encargo, pro- en este período es directamente proporcional
de Santiago (1972). movido en este caso de manera privada por a la magnitud de los encargos. A las obras ob-
grandes empresas vinculadas a la construcción. tenidas por concurso, se agregaron las de gran-
Además de las ya mencionadas, otras obras des empresas o instituciones, la intervención
significativas de este período son la casa Oks de grandes grupos constructores y el encargo
(1969), el conjunto Acoyte (1969, 410 vivien- directo por parte del Estado de obras signifi-
das) y la costanera de Posadas (1970). cativas de carácter nacional. Producto de este
último tipo de comitente fueron algunas de las
Tercer Período: 1972-1980. Como consecuen- más significativas creaciones de la etapa, co-
cia de las experiencias de la etapa anterior, la mo la sede de ATC (1978) y del Estadio de Fút-
obra de MSGSSS parece consolidar una estra- bol de la Ciudad de Mendoza (1978).
tegia proyectual de mayor cautela. Siguen es-
tando presentes las constantes ya señaladas, Cuarto Período: 1980-2004. Los cambios que
pero se nota una mayor preferencia por las geo- se advierten en los trabajos producidos entre
metrías nítidas y, con ello, un abandono de la 1980 y 2004 parecen tener orígenes diversos.
radical flexibilidad experimentada anterior- En alguna medida son consecuencia del des-
mente; también se manifiesta una modalidad arrollo de características que comenzaron a ad-
compositiva que puede caracterizarse como de vertirse en la etapa anterior, pero a esto se agre-
“corrosión de la forma”. Esta consiste en el em- gan otros factores. El primero consiste en la
pleo de una forma relativamente pura, conte- desaparición casi total del procedimiento del
nedora general del programa, para luego tra- concurso público nacional, el segundo en la
bajarla extrayendo partes, a la manera de la paralela reducción de las inversiones en vi-
escultura sobre piedra. Se descarta de este mo- vienda masiva y, en general, en la construc-
u COMPLEJO NATATORIO EN MAR DEL PLATA. do la idea de creación ex novo casi absoluta que ción. El optimismo proyectual y el radical ex-

106 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


man mar
de obras o proyectos, la revista Summa dedicó un sistema de Tandilia se internan en el mar con-
número especial al trabajo del estudio: el 56-57 de formando tres puntas que bosquejaron las pe-
1972. En ese número, Marina Waisman construyó la queñas bahías o ensenadas que delimitan las
primera evaluación crítica de la obra, en la que se playas. Al sur de Cabo Corrientes y de Playa
acentúan las cualidades creativas y eclécticas que Grande se encuentra ubicado el Puerto, cons-
en ese momento la caracterizaban. También las re- truido entre 1911 y 1924. Se extiende hacia el
vistas (Obrador, Arquis, Construcciones, Nuestra sur la bahía de Punta Mogotes, con densas du-
Arquitectura y Materiales) publicaron algunos tra- nas alrededor del faro que dan lugar a extensas
bajos. En 1998, compilado por Alejandro Crispia- playas, continuada por una costa acantilada y
ni, se publicó un libro sobre la obra artística y ar- vertical. Esta topografía, suavemente quebrada,
quitectónica de Justo Solsona: Solsona, Justo. favorece la formación de arroyos que desaguan
Entrevistas. Apuntes para una autobiografía. Fue- en el Atlántico. El enclave costero se halla cir-
ra del país la obra ha sido conocida en Domus, Pro- cundado, en un perímetro de 20 km, de sierras,
gressive Architecture, A U, Global Architecture lagunas, valles y el mar que baña su costa.
(GA), Japan Architecture, Bauen und Wohnen, L'Ar-
chitecture d’Aujord’hui, Ottagono, Parametro, Ar- POBLACIÓN.
quitectura Viva. Se publicaron dos libros con la El crecimiento de la población en los últi-
u TORRES PLAZA LAS HERAS, BUENOS AIRES. obra del Estudio, uno por Ediciones Nueva Visión mos cien años ha sido importante, y en él ha
(1978) y otro por ediciones Presse Internationale, representado un papel relevante la inmigra-
perimentalismo que caracterizó en sus co- en Francia. Consideraciones críticas pueden en- ción, pues la difusión de las actividades eco-
mienzos la obra de MSGSSS se trastrocaron contrarse, además, en Arquitectura Argentina con- nómicas ligadas al turismo y a la industria pes-
en una suerte de introversión, un repensar te- temporánea y Arquitectura Latinoamericana de quera la ha constituido en un polo de atracción
mas transitados y un cada vez mayor cuidado Francisco Bullrich, Arquitectura Argentina 1930- de inmigrantes provincial y nacional. En 1869
de aquello que en un principio había jugado 1970 de Federico Ortiz y Ramón Gutiérrez, “La ilu- —el primer registro oficial— la población era
un rol subordinado: la cualidad constructiva sion proyectual, una historia de la arquitectura ar- de 1193 habitantes, cifra varias veces duplica-
de las obras. En las obras de este período la sín- gentina, 1955-1995”, de Roberto Fernandez, da en el segundo censo nacional, cuando sal-
tesis geométrica se hace dominante, ya no pa- Architettura Latinoamericana. Gli ultimi vent'an- ta a 8175 habitantes. Como consecuencia del
ra ser sometida al proceso de corrosión que he- ni y “Arquitectura en la Argentina del Siglo XX” incremento de las corrientes inmigratorias, en
mos descrito, sino para instalarse de manera de Jorge F. Liernur. 1914 alcanza los 32.940 hab., trepa en 1947 a
contundente. Sin embargo, aunque la preocu- 123.811 y llega a 224.824 hab. en 1960 (un 4,7%
pación por la materialidad se ha tornado pri- de crecimiento anual).
mordial, la obra de este período se caracteri- MAR DEL PLATA. Principal ciudad balnearia ar-
za por un mayor eclecticismo. Por un lado se gentina, séptima metrópoli del país, capital FUNDACIÓN.
observa un gusto por los volúmenes plenos, del Partido de General Pueyrredón, del cual En 1857 se instala en la zona un saladero
e incluso por cierto conservadurismo cons- ocupa unos 79 km. Fundada en 1874, ex- perteneciente a un consorcio portugués (cu-
tructivo (Escuela Goethe (1987), ING (2002), perimentó un gran desarrollo urbano con ta- yo representante local fue Coelho de Mirey-
casa Madanes (1986), Palacio Alcorta, Silos de sas de crecimiento semejantes a las de la ciu- lles), con el propósito de abastecer con carne
Dorrego) y, mientras que por otro se advierte dad de Buenos Aires. Su población actual salada la mano de obra de plantaciones brasi-
la preferencia por dar protagonismo a las so- —según las estimaciones del Censo Nacio- leñas. A pesar del fracaso del proyecto, su con-
luciones técnicas (Aeropuertos Argentina 2000, nal de 2001— es de 541.857 habitantes. secuencia fue un sensible incremento demo-
Complejo Natatorio en Mar del Plata, Cenard, gráfico. El terrateniente Patricio Peralta Ramos
estaciones de trenes, sucursales del Banco Hi- Como resultado urbano, se presenta como sustituyó aquel negocio por el de convertir tie-
potecario), especialmente metálicas, apuntan- una conjunción de factores que la transforman, rras rurales en lotes urbanos, lo que se insti-
do a conseguir un estándar que el Estudio ha al transcender el marco local en pos, primero, tucionalizó con la fundación del pueblo el 10
bautizado “high-tech sudamericano”. Entre una de la formación de la “villa balnearia” de la eli- de febrero de 1874. Pocos años después, Pedro
y otra tendencia, la búsqueda formal ha reco- te, luego de la “ciudad turística” y, finalmente, Luro, gran propietario rural, desarrolló activi-
rrido una suerte de tercera alternativa, consis- de una “Mar del Plata de masas”. El aspecto dades económicas asociadas a la expansión del
tente en un texturado de los volúmenes a par- material de la ciudad es el que evoca con ma- lanar que dieron un gran impulso al lugar.
tir de un tratamiento de aventanamientos, yor transparencia ese tránsito, ya que la ciudad El plano fundacional —trazado por el agri-
balcones, retiros e instalaciones de servicio, fue varias veces construida, demolida, trans- mensor Carlos Chapeaurouge (v.)— permite ob-
inspiradas (lejanamente) en los rasgos del Mo- formada y reconstruida. servar ciertas particularidades en relación a su
dernismo académico local (conjunto Nuevos Emplazada a 400 km de Buenos Aires, a traza: construido en falso medio rumbo, con
Aires, torres Plaza Las Heras). J. F. L. orillas del océano Atlántico, sobre el extremo siete plazas (dos frente al mar), un arroyo que
sudeste de la Provincia de Buenos Aires, sus a modo de bisectriz atraviesa el triángulo de la
Bibliografía y análisis de la crítica. La obra de MSGSSS 40 km de costas presentan un escenario es- cuadrícula, una avenida que coincide con el ac-
ha tenido una extraordinaria difusión nacional e carpado que quiebra el paisaje horizontal de la ceso a la ribera y una geometría ideal que se
internacional. Además de las muchas publicaciones llanura pampeana. Las sierras que integran el completa dentro del océano. Este plano de 1874

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 107


promueve una dinámica discontinua de ex-
pansión de planta urbana, confirmada en la car-
tografía finisecular. Los proyectos del Hipó-
dromo (1907) y los barrios Las Avenidas y Playa
Grande (1910) (v., iniciativas privadas en tierras de P.
Luro), potenciadoras de urbanización, explotaron
la macrocuadrícula territorial de la ciudad para
hacer llegar la circulación económica a sectores
más opacos y desvalorizados del territorio.
La ciudad se construyó sobre dos ejes: el
costero ligado a la actividad turística y el local
enclavado en su origen alrededor de la estación
ferroviaria. Durante el siglo XX estos dos es-
pacios se entrecruzaron.

LA VILLA BALNEARIA.
En los años de 1880, la belleza del paisa-
je marítimo y las necesidades de recreación
de las clases altas transformaron el pequeño
pueblo agropecuario en una “estación de mar”.
A principios de la década, la ribera estaba do-
minada por las construcciones espontáneas
de balnearios y viviendas de pescadores. Cons-
tituía así una extensión de la precaria con-
formación del pueblo: según los censos, en
1881 se advierten 282 viviendas, de las cuales
121 eran casillas de madera y 61 de material;
en el Censo Nacional de 1895, de 1620 vi-
viendas, 593 agrupaban casillas y viviendas de
adobe y paja (un 37%).
La llegada del ferrocarril en 1886, junto con
la inauguración del Bristol Hotel en 1888, tor-
nó aquel refugio rural en el espacio propicio
para el despliegue de estilos de vida específi-
camente urbanos. Los veraneantes comenza-
ron a llegar en gran número y algunos inau-
guraron la práctica de adquirir lotes para
construir elegantes mansiones, lo que dio gran
impulso al negocio inmobiliario.
La primera instalación balnearia fue el Grand
Hotel (iniciativa de Luro, en 1881), edificado en
una manzana con 110 habitaciones en torno de
patios centrales. A esta le sigue el Bristol Ho-
tel, de planta académica en forma de E y fachada
pintoresca, construido en madera, con dos ni-
veles sobre la planta baja. El rasgo exclusivista
contrastaba con la espontánea, inestable y dé-
bil condición de su entorno material. Durante
los meses estivales, el Hotel Bristol se convir-
tió en el centro de la sociabilidad porteña, rol
compartido con las viejas ramblas, aquellas pla-
taformas de madera alineadas en forma para-
lela al mar, que posibilitaban el acceso de los
paseantes a la playa. Constituyó así uno de los
edificios centrales del núcleo de la Villa Balne-
aria, inaugurando en ese sector un rápido pro-
u LA RAMBLA DE MAR DEL PLATA EN UNA FOTOGRAFÍA DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX. ceso de construcción de arquitectura pinto-

108 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mar mar
arquitecto Jamin, expresaron claramente esta municipio, ni estaban vinculados a la élite pro-
nueva situación. vincial. Ello provocó la alarma entre los vera-
El Paseo Gral Paz eliminó las construccio- neantes, debido a que el aludido grupo políti-
nes espontáneas y precarias que se encontra- co, si bien no objetó la existencia del balneario,
ban entre el Boulevard y la Rambla de madera sí cuestionó su carácter exclusivo. Es enton-
Lasalle (1905), desplazó a los pescadores (asen- ces cuando comienza a insinuarse la idea de
tados en la playa Bristol desde fines de siglo) que “el Biarritz argentino” debía abrirse a nue-
y generó un parque entre la ciudad y el mar. vos sectores sociales. El nuevo gobierno muni-
La rambla Bristol, de casi 400 m, de sesgo aca- cipal (1920-1929) extendió la propaganda del
démico, constituye la realización más completa balneario y gravó fuertemente el juego, como
u LA VIEJA RAMBLA DE MADERA. y fastuosa en los nuevos usos de la playa. Es- forma de recaudar dinero destinado a obras de
tos artefactos arquitectónico-paisajísticos ins- interés social (asistenciales y sanitarias). Estas
resquista que se consolidaría en las primeras tituyeron a Mar del Plata como balneario. iniciativas generaron fuertes tensiones, que se
dos décadas del siglo XX. Pero el Paseo Gral. Paz y la Rambla Bristol agravaron cuando en 1927 el gobierno de Yri-
Este desarrollo ha tenido una caracteriza- constituyeron una excepción a lo más típico: las goyen decretó la prohibición del Casino. El con-
ción muy heterogénea, siguiendo un itinera- construcciones precarias. Un denso tejido con- secuente fracaso de la temporada 1927-1928
rio de tipologías más académicas entre la últi- formado por la sucesiva agregación de las con- acrecentó el disenso entre los “veraneantes ilus-
ma década del siglo XIX y la primera del siglo cesiones desarrolló aproximadamente 1 km de tres”, agrupados en la Comisión pro-Mar del
XX, hasta alcanzar complejas variaciones de ese tipo de edificación, solo en los sectores ad- Plata, y el gobierno municipal.
villas pintoresquistas entre 1920 y 1930. yacentes a la Rambla Bristol y en la Perla. Las La expansión de las villas en las zonas ad-
Las sucesivas comisiones de fomento y el leyes vigentes sobre playas y riberas fueron po- yacentes a las franjas costeras se vio escoltada
selecto Club Mar del Plata (fundado en 1908) co funcionales respecto de la nueva voluntad de por los primeros signos de un proceso más ade-
organizaron y canalizaron las iniciativas de la formalización de la costa balnearia. lante acentuado, como el surgimiento de los
colectividad veraneante en aras del progreso y Ya en los años veinte, el primitivo poblado chalets con características pintorescas en los
del engrandecimiento del reducto primitivo. El rural había quedado atrás, y había dado naci- grupos sociales medios. Esto se da a partir de
municipio estuvo gobernado por los “Comi- miento a un centro urbano cada vez más den- una serie de mutaciones de la vivienda tradi-
sionados” —11 entre 1903 y 1913, en su mayo- so y pujante. Las cifras, tanto de habitantes cional, la casa chorizo, en una doble traducción
ría hacendados— que contaron con el apoyo estables como las de visitantes, revelan un fuer- del Pintoresquismo, propio de ámbitos rurales
del poder provincial y sumaron esfuerzos para te salto, también evidenciado en la vida políti- de la élite, a una condición popular y urbana.
dar forma al escenario urbano, mediante el tra- ca con el acceso en 1920 de los socialistas a la La emergencia de los primeros chalets, que
zado de plazas, paseos, explanadas, pavimen- conducción del Municipio. Este nuevo grupo presentan complejas estructuras que aún con-
taciones, empedrados y espigones. Las antiguas dirigente estuvo integrado por funcionarios que servan la inercia de la planta de la vivienda tra-
ramblas de madera —que sucumbieron ante eran empleados y pequeños propietarios o co- dicional a la que se añade una fachada pinto-
temporales e incendios— fueron suplantadas merciantes. Ninguno figuraba entre los gran- resca, son indicios materiales de cambios
por la Rambla Bristol de estilo francés, inau- des propietarios, a diferencia del sector políti- sociales y urbanos, de transformaciones es-
gurada en enero de 1913. Aquellas iniciativas co que lo había administrado hasta 1916 al tructurales de la ciudad que más tarde con-
particulares y estatales construyeron el espacio
público para estas nuevas prácticas del ocio.
Las modificaciones materiales fueron acom-
pañadas por transformaciones en estas prácti-
cas. Los valores curativos y saludables del mar
y el aire marino se combinaron con la “figura-
ción” y el hedonismo. Estas formas fueron mo-
delando una sociabilidad que identificó a la “es-
tación balnearia” de entonces, armonizando los
silvestres paseos con los juegos de ruleta, bi-
llares, bailes, haciendo prevalecer el significa-
do frívolo sobre el curativo, lo que la revista Ca-
ras y Caretas denominó como “la feria de las
vanidades”. El derroche de lujo fue moneda co-
rriente: se despertaron las emulaciones, tanto
por la posesión de una suntuosa villa en la Lo-
ma como por exhibirse en las pasarelas, las fies-
tas y los paseos por la Rambla.
El Paseo General Paz (1908), proyecto de
C. Thays (v.), el edificio del Club Mar del Pla-
ta (1908) y la Rambla Bristol, diseñada por el u URBANIZACIÓN DE PLAYA GRANDE, REALIZADA EN MAR DEL PLATA DURANTE LA DÉCADA DE 1930.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 109


salto más importante del siglo en las cifras de
entrada de turistas. Algunas estadísticas ha-
blan por sí mismas: en el curso de la década
la tasa de crecimiento alcanza a un 254% y los
que llegaban lo hacían por medios alternati-
vos a los tradicionales, como el automóvil, que
comienza a competir con el ferrocarril. Así,
quienes antes viajaban exclusivamente en tren
empezaron a utilizar el automóvil y el ómni-
bus. Por su lado, el propio ferrocarril también
abrió posibilidades a los nuevos visitantes. Son
variados los planes de rebaja de tarifas que
se pusieron en marcha: el más difundido fue
el de los “boletos combinados” (acción coor-
dinada entre el Ferrocarril del Sud, la Aso-
ciación de Hoteleros y la Asociación de Pro-
paganda y Fomento).
La conjunción del Dr. Fresco en la Gober-
nación y del Intendente Camusso potenció el
proceso de modernización del balneario y ge-
neró una fuerte política de obras públicas de
u PLANO DE LA ZONA CÉNTRICA DE LA CIUDAD DE MAR DEL PLATA. urbanización de las riberas. Este propósito se
instrumentó como parte de un amplio plan
dujeron a la emergencia de la que podemos de- registrar estas modificaciones. Las iniciativas provincial denominado Plan Trienal de Obras
nominar “ciudad balnearia abierta”. conjuntas de la gestión conservadora con la de Públicas. Bajo el encuadre legal se realizan las
Respecto de la problemática urbana, la ges- los sectores privados —liderados por una enti- urbanizaciones de Playa Bristol (Casino y Ho-
tión socialista se caracterizó por una preocu- dad vecinal, la Asociación de Propaganda y Fo- tel Provincial) y Playa Grande.
pación por la extensión de la ciudad, y para ello mento de Mar del Plata— pusieron en marcha Simultáneamente se sancionó la Ley 4739
postulaba la necesidad de multiplicar espacios el diseño de una ciudad balnearia que nos per- de Urbanización de Playas y Riveras, que re-
verdes, parques y plazas, como la ampliación mite visualizar el proceso de apertura social. gulaba las construcciones entre la avenida cos-
de los servicios públicos a los sectores alejados La remodelación de la franja costera alteró tanera y el mar, y el borde de tejido urbano so-
del núcleo fundacional. sensiblemente el retrato tradicional. El corazón bre la costa marítima. De esta forma de sientan
Por su lado, la Comisión Pro-Mar del Plata de la primera “villa balnearia”, símbolo y cen- las bases de un marco regulatorio para expro-
delineó una gama de iniciativas tendientes a ex- tro de la sociabilidad veraniega —conformado piar tierras con fines de urbanización, con el
tender los límites del balneario: un Plan para por Playa Bristol, bordeada por la afrancesada objetivo de resolver el conflicto en torno de las
embellecer el sector costero desde el Paseo Gral. Rambla Bristol, el Bristol Hotel y los jardines construcciones precarias, lo que dio lugar a dos
Paz hasta el Faro de Mogotes, la ampliación de del Paseo General Paz—, fue modificado por de las urbanizaciones costeras argentinas más
la Rambla Bristol y la construcción de los Par- las gestiones conservadoras, que colocó en su importantes de la primera mitad de siglo XX.
ques General Urquiza y Alberto del Solar, in- lugar el monumental edificio del Casino, ro- La urbanización de Playa Bristol (1939),
augurados en 1930, próximos a Playa Grande. deado por plazas de cemento. Dicha transfor- proyecto del arquitecto A. Bustillo (v.), confor-
Dentro de este clima de preocupaciones en mación convalidó la cesión de la playa Bristol ma un complejo urbano-costero de fuerte im-
torno del futuro desarrollo de la ciudad, se su- a los nuevos visitantes, a la par que los antiguos pacto social y paisajístico. Se trata de un área
ma un nuevo interés respecto del Urbanismo. se desplazaron hacia Playa Grande. Es verdad de aproximadamente 95.000 m2 y de 125.000
Esto generó un debate vinculado con la nece- que el proceso de traslado hacia las playas del m 2 cubiertos, de los cuales 16.000 corres-
sidad de un Plan Regulador (no concretado) pa- sur se había iniciado años antes, cuando la aris- ponden a instalaciones balnearias que se ubi-
ra la ciudad; en ese marco se invita a los urba- tocracia abandona la Bristol ante la invasión de can en un zócalo oculto sobre el que se elevan
nistas W. Hegemann (v.) y C. Della Paolera (v.). les nouveaux riches, como señalaban las revis- dos grandes construcciones idénticas: el Ca-
La ideas y propuestas de Della Paolera fueron tas de época. Los gobiernos conservadores con- sino y el Hotel Provincial, situados en forma
aplicadas principalmente a proyectos sobre el solidaron esta marcha. Con mucho verde y res- simétrica a los lados de una plazoleta. Esta
frente marítimo. petando los cánones de la ciudad jardín, se composición monumental pone de relieve la
elaboró el complejo de Playa Grande (que, en curva de la Bahía, y vincula a la vez ciudad y
LA CIUDAD TURÍSTICA. rigor, fue concebido con anterioridad al del Ca- mar en un eje que articula a la preexistente
Entre la tercera y cuarta décadas del siglo sino), el Parque San Martín y la red de cami- Plaza Colón con el conjunto.
XX, la villa aristocrática fue dando paso a nue- nos y jardines que vinculaban Playa Grande, El segundo eje urbanizador, el de Playa
vos visitantes que modificaron las prácticas ve- Playa Chica, Cabo Corrientes y el Torreón. Grande (proyecto de arquitectos de la Direc-
raniegas. Con la consigna “Democratizar el bal- Había nacido un nuevo dibujo de la ciudad ción Nacional de Arquitectura, en 1938), aun-
neario”, el paisaje urbano fue el primero en turística. Fue entonces cuando tuvo lugar el que de menor escala, cubre un área de 78.000

110 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mar mar
m2, con 25.000 m2 cubiertos, dando muestra calificado por lo natural (de ahí las denomina- las clases medias el acceso al ocio.
de una particular complejidad de resolución de ciones de Bosque Grande, Pinos de Anchore- En el período que va de los años cincuenta
niveles y de estructura vial. Esta obra sintetiza na, etc.), estos trazados atípicos potenciaron un a los setenta se construye más del 50% del par-
en forma paradigmática el resultado de un iti- desarrollo discontinuo en el territorio. Tanto que habitacional actual. Durante la primera
nerario de medio siglo de una nueva cons- hacia el noreste, con trazados como los de Gro- parte se demuele el 70% del casco céntrico, he-
trucción de relaciones entre ciudad y mar. Una sellar y Montemar y el proyecto no realizado de cho que da lugar a una fisonomía urbana sig-
plataforma escalonada vincula el bulevar con la Nueva Mar del Plata, como hacia el sudoes- nada por los edificios de altura. Se edificaron
la Playa, y articula a sus lados una sucesión te con Bosque Alegre, San Antonio y Bosque miles de departamentos ocupados por el tu-
lineal de balnearios en la forma de pabello- Grande, fueron intervenciones fragmentarias rismo que iba conociendo a Mar del Plata, lo
nes que siguen una estructura compositiva aca- funcionales a operaciones inmobiliarias de éxi- que produjo que en 1970 se llegara a los cin-
démica con lenguaje náutico. El sistema de pa- to más tardío. En el marco del gran contenedor cuenta mil departamentos desocupados en in-
bellones remata a ambos lados con dos edificios de la cuadrícula, estas experiencias fueron in- vierno y que para 1980 ese número se apro-
que se diferencian del conjunto: el Yacht Club tentos de calificar y valorizar sectores aún mar- ximara a los ochenta mil. Las prácticas se
al sur y el Restaurante Normandie al norte. ginales del territorio. modificaban: los habitantes locales vaciaban
Alrededor de estos nuevos emplazamien- sus casas o chalés en el verano para alquilar-
tos balnearios se originó el barrio Los Troncos, EL BALNEARIO DE “MASAS”. los con el objetivo de tener una ganancia extra.
nombre tomado del chalet homónimo diseña- En su primera visita oficial a Mar del Pla- La acelerada expansión tuvo impacto en la
do por arquitecto Alberto Rodríguez Etcheto ta, el Presidente J. D. Perón afirmaba en 1954 fisonomía urbana. Su consecuencia más visi-
(v.) en 1938, construido con paredes de troncos que el 90% de los que veraneaban en esa “ma-
combinadas con muros de piedra y techo de ravillosa síntesis de toda nuestra patria”, eran
tejas normandas, que contribuyó al uso de la obreros y empleados del país. De esta forma el
madera hachada en el repertorio del estilo Mar peronismo intentaba ser el artífice de algo que
del Plata, extendido en la década del cuarenta ya existía. Ya en 1945, el Estado comienza a
En cuanto a la arquitectura doméstica, tie- montar el engranaje de la recreación obrera y
ne lugar en esta etapa la generalización del “es- en ello juega un rol preponderante la acción
tilo Mar del Plata”, el chalet de piedra y teja co- de la Fundación Eva Perón. Con estos instru-
lonial. Esta vivienda unifamiliar, de mediana mentos se intentó hacer realidad un eslogan
y pequeña escala, se caracteriza por tener ras- todavía hoy recordado: “Usted se paga el viaje,
gos pintorescos muy articulados, techos de te- la Provincia el hospedaje”.
ja colonial, porche y pequeño jardín al frente, Sin embargo, todavía faltaban muchos años
y terminaciones rústicas en piedra o revoque para que los trabajadores, en forma masiva,
blanco, o combinación de ambos. Los múlti- pudieran arribar a las playas. El medio mi-
ples matices con que se presenta esta tipología llón de argentinos que visitaba al balneario en
en todos los niveles, desde la vivienda más os- los años cincuenta diluyó en parte los alcances u EL PERFIL URBANO ORIGINADO POR EL ÁUGE TURÍSTICO

tentosa hasta las más elementales construc- de estas políticas que, en definitiva, abrieron a DESDE MEDIADOS DEL SIGLO XX, EN PLAYA GRANDE.
ciones, aportan elementos para comprender
un doble proceso: la intensa movilidad social
y la disolución de diferencias entre las formas
cultas y populares de habitar.
El cambio en la geografía social de la ciudad
generó a la vez la ampliación de la planta ur-
bana en el territorio. Los parques, tanto el de
Deportes como Camet, ubicados lejos del nú-
cleo urbano más consolidado, estuvieron lejos
de ser el instrumento previsto de regulación y
cualificación del tejido. Esta dinámica de ex-
tensión tuvo en esa década las particulares im-
prontas de los “barrios parque” en el territorio.
Una serie de intervenciones en el trazado, en
su mayoría de iniciativa privada, permite infe-
rir la continuidad que ha tenido esta traducción
del modelo de las Garden Cities como modo de
potenciar el desarrollo urbano. Resistiendo a la
cuadrícula, desde pequeños gestos de introdu-
cir curvas en una calle hasta diseños radiales
más sofisticados, en conjunción con la cons-
trucción de un ideal de “habitar” alternativo y u LA RAMBLA DE MAR DEL PLATA EN LA ACTUALIDAD, CON EL HOTEL PROVINCIAL Y EL CASINO, DE ALEJANDRO BUSTILLO.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 111


ble fue la definitiva caída del tradicional ba- con los siguientes contenidos generales: divi- Tourbillón de Playa Grande era adquirido por
rrio veraniego que rodeaba a la Playa Bristol sión territorial del ejido urbano, sistema vial la Asociación Obrera Textil.
para dar lugar a la ciudad actual. La Plaza y la del ejido urbano, usos del suelo, manzanas Para los visitantes de menores ingresos
Avenida Colón y sus aledaños fueron el epi- afectadas al uso público, edificación y zonifi- se comienza a montar un sistema de turismo
centro de este movimiento, que se propagó cación del partido de General Pueyrredón. social (subvenciones, colonias de vacaciones,
luego a otros puntos de la ciudad. Junto con Con la llegada de las nuevas clases entra en hoteles sindicales), y para las clases medias se
esta asombrosa y casi irrestricta dinámica de crisis la hotelería, en particular la tradicional, y abren nuevas posibilidades de alquiler o com-
sustitución, se construyen también casos pun- cambian los hábitos del alojamiento. Desde pra de una propiedad en la ciudad junto al mar.
tuales de Arquitectura Moderna de valor, por fines de los cincuenta se abandona la cons- La sanción de la Ley de Propiedad Horizontal
ejemplo: la denominada Casa del Puente, pro- trucción de hoteles nuevos, al mismo tiempo (v.), en 1948, dio un espaldarazo a estas ten-
yecto del arquitecto Amancio Williams (v.), del que un alto porcentaje se demuele mientras que dencias y una porción de los visitantes eligió
año 1943, la Central de Correo, proyecto de ar- otros se transforman en edificios de altura. Los orientar sus ahorros a la compra de bienes in-
quitectos de la Secretaría de Comunicaciones, nuevos visitantes que arriban a Mar del Plata muebles. Las consideraciones señaladas po-
año 1948, el conjunto Galería y Torre Riva- requieren en menor medida el antiguo “servi- nen en entredicho la idea de fuerte raigambre
davia y el Terraza Palace, en los años 1957 y cio” de lujo, y se embarca en la aventura de “ad- de asociar la “Mar del Plata de masas” con una
1958 respectivamente, proyectos del arquitecto quirir un departamento” o dirigen su consumo ciudad balnearia obrera como derivación de las
Antonio Bonet (v.). a una hotelería de categoría inferior . iniciativas del primer peronismo. La masifi-
Asimismo, al lado de estas experiencias ca- Por otro lado, la hotelería de las organiza- cación estuvo vinculada a un fenómeno de cre-
lificadoras se entraman también asentamien- ciones obreras, contrariamente a las opiniones cimiento económico y social de las clases me-
tos humanos precarios, muchos de ellos in- generalizadas, se difunde durante el transcur- dias urbanas que adoptaron como modelo de
formales, que en conjunto caracterizarán so de los gobiernos posperonistas, en especial, ciudad de veraneo aquella que habían ideado
también otro aspecto de este compulsivo pro- durante el onganiato. Su nacimiento data de las clases aristocráticas en su etapa de mayor
ceso de urbanización. 1948, cuando el gremio de Empleados de Co- apogeo. Por otro lado, como hemos señalado,
En esos años se inicia además la gestión pa- mercio adquiere dos hoteles tradicionales. Has- el mito de una ciudad turística abierta a todos,
ra realizar un Plan Regulador para la ciudad. ta fines de los años setenta, la conversión de como “espejo de la democracia social argenti-
En diciembre de 1957, durante el gobierno mu- grandes hoteles privados en organizaciones sin- na” (revista Continente, 1953), se venía gestan-
nicipal del Dr. Aldao, se llama a un concurso dicales fue muy escasa, en comparación con el do desde antes.
por oposición y antecedentes con el fin de de proceso posterior. Cuando los sindicatos ad- A principios de los noventa, junto con el tu-
formular un Anteproyecto de Ordenamiento quieran un mayor poder por las prerrogativas rismo masivo, se desarrollan nuevas expe-
Urbano para la ciudad. El equipo elegido por conferidas por las leyes de Asociaciones Profe- riencias de construcción y jerarquización de
el jurado estaba integrado por los arquitectos sionales (1958) y las de Obras y Servicios So- espacios de ocio. La nueva apuesta para este
Francisco García Vázquez (v.), Manuel J. Paz, ciales (1970), se podrá advertir una difusión turismo alternativo es la privatización de pla-
Eduardo J. Sarrailh (v.), Odilia Suárez (v.), Clo- sostenida de la hotelería sindical. Durante este yas, si bin median distintos conflictos de or-
rindo Testa (v.), Jorge Arancibia, Juan Duprat proceso, Mar del Plata se convierte finalmente den legal, entre otros, el hecho de que según
y Sergio F. Pico. El plan se implementa en el en un lugar de veraneo de sesgo “gremial”. Los el Código Civil las playas son públicas; el sec-
año 1963, luego de una compleja serie de me- casi 3.000.000 de turistas en 1973 lo convali- tor de las riberas ubicado al sur de Punta Mo-
diaciones con organismos municipales, que dan. Y algunos de los viejos hoteles de gran ca- gotes está finalmente sujeto a un plan especial
incluye la contratación del arquitecto urbanis- tegoría pasaron al poder de las organizacio- que, siguiendo el extendido modelo de los coun-
ta uruguayo Carlos Gómez Gavazzo como ase- nes obreras. Como antes lo habían sido el tries cerrados, desarrolla un amplio proyecto
sor técnico. El resultado final ha tenido la for- Hürlingham y el Riviera, ahora se transfería el de oferta turística. Se edifica el complejo “La
ma de seis decretos-ordenanzas, del año 1962, aristocrático Royal al gremio metalúrgico y el Reserva del Mar Sociedad Anónima” (102 hec-

u VISTA DESDE LA PLAYA DEL BALNEARIO LA PERLA, PROYECTADO POR CLORINDO TESTA

112 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mar mar
ógrafos de América Latina. Bs. As. 1997; C. Mazza de texturas combinadas y la minuciosidad en
(edit.). La ciudad de papel. Mar del Plata: Edit. Fa- el tratamiento de los detalles. También conti-
cultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la núa construyendo viviendas, como la casa Ma-
Universidad Nacional de Mar del Plata, 1998. F. Ca- rayui, en Chapadmalal. F. A.
copardo y A. Nuñez. “Trazado, urbanismo y ocupa-
ción territorial en una ciudad intermedia argen- Bibliografía: C. Mariani y H. Pérez Maraviglia. “Ar-
tina. Mar del Plata, 1874-1950”. En: CD Anales V quitectura de ideas construidas”. En: Arquitectura
Seminario de Historia de la Ciudad y el Urbanismo. Sur, n.° 1, 1990. R. Fernández. “Permanecer en lo fu-
PUC-Campinas, 1998; F. Cacopardo, E. Pastoriza y J. gaz”. En: summa, n.° 252; R. Fernández. La ilusión pro-
Sáez. “Artefactos costeros, prácticas y sociedad en yectual. Una historia de la arquitectura Argentina
torno al mar: Playa Grande en Mar del Plata entre 1955 – 1995. Mar del Plata, FADU-UMdP, 1996.
1930 y 1940”. En: V Seminario de Historia de la Ciu-
dad y el Urbanismo. PUC-Campinas. 1998 E. Pasto-
riza y J. Carlos Torre. “Mar del Plata, el sueño de MARKOVICH, JOSÉ. S/d. Arquitecto de origen
los Argentinos”. En: Marta Madero y Fernando De- croata. Activo en Buenos Aires en las prime-
voto (ed). Historia de la vida privada en la Argen- ras décadas del siglo XX.
tina. Bs. As.: Taurus, 1999.
Sus obras están ejecutadas a partir de un
tratamiento academicista despojado de alar-
MARIANI / PÉREZ MARAVIGLIA. (MARIANI, des ornamentales, similar al de tantos otros
Carlos: Mar del Plata, 1941; PÉREZ MARA- proyectos realizados en el mismo período. En-
VIGLIA, Haydée: Buenos Aires, 1943). Ar- tre sus edificios más importantes figuran: 25
quitectos. De amplia actuación en Mar del de Mayo 238 / 244 / 252; Reconquista 554 /
Plata en las últimas décadas del siglo XX, el 556; Ayacucho 595 y Tte. Gral. Perón (ex Can-
estudio M/PM ha realizado importantes obras gallo) entre L. N. Alem y 25 de Mayo (1912).
u EL SHERATON HOTEL DE MAR DEL PLATA DEL ESTUDIO de equipamiento comercial y turístico, así co- Además trabajó en el proyecto de la Casa Pa-
MARIANI, PÉREZ MARAVIGLIA. mo un considerable número de viviendas co- rroquial de la iglesia de San Antonio de Padua
lectivas e individuales. en Villa Devoto, aunque no es responsable,
táreas de playas forestadas desde el faro Pun- como se creyó erróneamente, del proyecto de
ta Mogotes hasta el Paraje Los Acantilados), Sus proyectos se caracterizan por una mar- dicha iglesia. C. G. G.
que comprende hoteles internacionales, clu- cada continuidad de principios simples de or-
bes privados, country club, complejos comer- ganización, que derivan de la propia experiencia
ciales, restaurantes, balnearios, instalaciones proyectual, y por un cuidadoso uso de los ma-
náuticas, etc., cuya primera etapa fue inaugu- teriales peculiares de la tradición constructiva
rada en la temporada del año 1996 sobre tre- local, expresado en la combinación de colo-
ce hectáreas a la derecha del arroyo Corrien- res y texturas. Obras importantes para desta-
tes. Esta tendencia sigue la lógica de extensión car son: la casa De Langhe (1985), la torre de
de riberas que desde principios del siglo XX, departamentos en Bulevar Marítimo y Formosa
con los primeros proyectos en Playa Grande, (1987), el edificio de Tucumán y Falucho
ha producidos proyectos ampliatorios de con- (1989), el conjunto habitacional Los Andes
sumo más exclusivo al sur, y un uso más po- (1987). A ello se suma la galería comercial Pa-
pular de la playa al norte de la villa, en el bal- seo del Tempo (1986), realizada en la calle
neario La Perla. F. C. / E. P. Alem, que intenta mantener el equilibrio en-
tre las preexistencias y la intervención que el
Bibliografía: R. Gómez Crespo y R. Cova. Arquitectu- estudio efectúa para adaptar antiguas vivien-
ra Marplatense. El Pintoresquismo. Resistencia: das a un nuevo uso.
Edit. del IAIHAU, 1982; AA.VV. Mar del Plata, una En la década de los noventa, M/PM realizan
historia urbana. Bs. As.: Fundación Boston, 1991; E. una serie de obras importantes en coinciden-
Pastoriza. Los trabajadores de Mar del Plata en vís- cia con un proceso de rejeraquización de la ciu-
peras del peronismo. Bs. As.: CEAL, 1993; E. Pastori- dad. Entre ellas pueden citarse: el Acuario Mar
za y J. Melón Pirro. Los caminos de la democracia. del Plata (1994), el Sheraton Mar del Plata Ho-
Bs. As.: Biblos, 1996; F. Cacopardo. “Aspectos mate- tel (1998) y la iglesia de San Benedetto. En to-
riales de una Mar del Plata apócrifa”. En: F. Caco- das puede observarse una continuidad con los
pardo (edit.). Mar del Plata. Ciudad e Historia. Bs. planteos de la década anterior, aunque las re-
As.: Alianza Editorial, 1997; G. Cicalese. “La reva- ferencias hayan variado. Persisten algunos ras-
lorización del sector costero sur en la ciudad de gos invariables, como la conjunción de fuertes
Mar del Plata. 1970-1995”. En: 6° Encuentro de Ge- volúmenes que estructuran el conjunto, el uso u EDIFICIO EN L. N. ALEM Y PERÓN, DE JOSÉ MARKOVICH.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 113


MARTIN, LUIS. S/d. Arquitecto. Activo en Bue- da de una arquitectura efectiva y económica se
nos Aires durante el período de auge del Eclec- observa en los proyectos para viviendas eco-
ticismo. nómicas sobre terrenos de 10 varas, publica-
dos en la Revista de Arquitectura (v.) y en Nues-
Realizó en Buenos Aires numerosas resi- tra Arquitectura (v.). En 1932 proyectó la casa de
dencias, entre ellas las de Uruguay y Juncal, renta de la calle Rivadavia 5805. Resuelta en
Montevideo 1725, Juncal 1321, Vicente López esquina, se desarrolla en siete niveles, con una
1732, Quintana 160, Callao 924, Arenales 1334 expresión exterior racionalista. En 1933 pre-
y el Jockey Club de Tucumán. sentó el proyecto de su casa particular en el Pri-
mer Salón de Arquitectura Argentina Con-
Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, A. Levaggi, J. C. temporánea realizado en los salones de Amigos
Montero, A. S. J. de Paula. La arquitectura del li- del Arte. En él puede verse la marcada in-
beralismo en la Argentina. Bs. As.: Editorial Sud- fluencia de la obra de los maestros del Movi-
americana, 1968. miento Moderno. Se trata de un cubo modu-
lado, desarrollado en dos niveles, en parte
elevado sobre pilotis. El volumen está trabaja-
MARTÍNEZ, ALEJO (H). S/d. Argentino, arqui- do a partir de un sistema de proporciones en-
tecto. Uno de los primeros cultores de la Ar- tre llenos y vacíos, despojado de ornamentos:
quitectura Moderna (v.) en nuestro país. En planos blancos y puros surcados por vanos co-
la década de 1920 desarrolló una intensa la- rridos. El garaje se adhiere a la vivienda, y el
bor profesional en la ciudad de Concordia, espacio interior alcanza la fluidez necesaria en
Entre Ríos, y la continuó luego en Buenos Ai- el estar de doble altura que unifica la planta ba-
res. En su obra se advierte la evolución des- ja con la alta. La escalera circular se distingue
de un rígido Art Déco (v.) hacia un Raciona- en planta baja por su forma y la azotea se con-
lismo que en los últimos años incorpora vierte en una terraza jardín.
elementos vernáculos. Junto con Felix Sluzki, realizó en 1935 el u CASA HORNE, C. DEL URUGUAY, DE ALEJO MARTÍNEZ.

proyecto de una casa para los maestros en la Lo-


Se graduó en la Escuela de Arquitectura en ma del Golf Club, en Mar del Plata (hotel para 1154, y la de Martínez, en la calle General Al-
1921. En el año 1922 obtuvo el segundo pre- docentes de todo el país). Resuelta en un vo- vear. En ellas incorpora, entre otros elemen-
mio en el concurso internacional para una Co- lumen de base rectangular, se desarrolla en tres tos, tejas españolas, rejas artesanales, chi-
lonia de Convalecientes en la República Orien- niveles que pueden seguir creciendo en altura. meneas y ladrillo a la vista. R. P.
tal del Uruguay. A partir de 1925 desarrolló su El acceso principal es central, mientras que por
actividad profesional en la ciudad de Concor- el fondo se da una circulación de servicio. Ha- Bibliografía: Colección de Revista de Arquitectura,
dia, Entre Ríos. En esta primera etapa de tra- cia los lados se encuentran los balcones terra- 1922-1944.
bajo, su obra se adscribe al más puro Art Déco, za, de cantos redondeados, blancos como el res-
como se advierte en sus numerosos proyectos to del edificio. En 1936 proyectó una casita (“La
de viviendas: Péndola Díaz (1925), Marcone casa eléctrica”), en su calidad de director de la MASELLA, ANTONIO. [Macela, Marcela, Mar-
(1927), Camaño (1929), Horne (1930), Cas- firma Tortosa Hnos., que tuvo a su cargo la sella, Masellas Macola]. Turín (Italia), s/d - Bue-
tro (1930), hermanas Woolmer (1930), Zorra- construcción de la misma para la exposición nos Aires, 1774. Maestro de obras. Activo en
quín (1931), así como la Casilla del Juez de Ra- que el Instituto Argentino de Electricidad Apli- Buenos Aires en la segunda mitad del siglo
ya, en el Hipódromo, con una resolución más cada realizó en un salón de la calle Florida. XVIII. Contratado por diversas órdenes religio-
próxima al Racionalismo. Ya en Buenos Aires A partir del año 1940 se advierte un cam- sas, participó en la construcción de la mayo-
su compromiso con los postulados de la Ar- bio en el modo de concebir la arquitectura por ría de las obras promovidas por ellas durante
quitectura Moderna fue absoluto. Su búsque- parte de A. M., como él mismo lo expresa al el período virreinal, entre las que se destaca
presentar el proyecto para su casa en San Isi- como trabajo más importante la Catedral.
dro (1946): “Cuando un pequeñísimo grupo
luchaba, allá por los años de 1925 a 1930, por No era arquitecto de profesión, pero por su
imponer las nuevas ideas, defendíamos el pla- capacidad técnica la corte de Turín le había ad-
no funcional, la simplicidad de la estructura, mitido “el ejercicio y el arte de arquitecto” des-
la verdad en el material, la casa para la esca- pués de un examen rendido en 1740.
la del hombre ¿todo esto no aparece netamente Llegado a Buenos Aires alrededor de 1744,
aquí? Sí, pero aparece algo más, algo que por comenzó sus actividades en el templo de San
exceso de ortodoxia lo habíamos olvidado: la Telmo y en el colegio de Belén. Dicha obra,
humanización de la casa” (Nuestra Arquitec- a la que fue llamado por los jesuitas para re-
tura. n.° 4, abril de 1944, pp.120-124). De es- emplazar al hermano Schmidt (v.), lo ocupó
te período son las casas de San Isidro, en las aproximadamente hasta 1755. Según opina
u CASA ZORRAQUÍN, C. DEL URUGUAY, DE ALEJO MARTÍNEZ. calles Rivera Indarte 323 y en López y Planes Furlong, su participación está centrada en la

114 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mar mas
capilla anexa, el colegio y la casa de ejercicios; además de Maestro Mayor de Fuertes y Forta- mer director de Obras Municipales de la ciu-
no así en la iglesia, que ya estaba prácticamente lezas de campaña. Se cree que proyectó e inició dad de Mercedes.
construida. la construcción de la iglesia del pueblo de Pilar Además de la obra pública, el arquitecto
El segundo trabajo realizado fue el proyec- en la Provincia de Buenos Aires. F. A. Massüe se dedicó a administrar las estancias
to y la construcción del templo de Santo Do- que su mujer, oriunda de Mercedes, había he-
mingo (1751), obra que se desarrolló muy len- Bibliografía: G. Furlong. Arquitectos argentinos du- redado de su padre. Posteriormente fundó una
tamente y recién estuvo lista hacia 1779. rante la dominación hispánica. Bs. As.: Huarpes, 1946. empresa arenera de gran magnitud, que que-
Por otra parte, en su carácter de único maes- bró como consecuencia de la crisis del noventa.
tro con conocimientos de arquitectura fuera de Luego de un segundo quebranto en el ne-
los hermanos de las órdenes religiosas, realizó MASSA, CARLOS C. S/d. Arquitecto. Realiza nu- gocio de los materiales de la construcción, se
diversos encargos y participó en comisiones ofi- merosas obras eclesiásticas en las primeras trasladó con su familia a Buenos Aires, decidi-
ciales para la ejecución de tareas, tales como la décadas del siglo XX. do a desarrollar su profesión de arquitecto, e
entrega del hospital a los padres Betlemitas, instaló su primer estudio en la calle Perú 359.
el reconocimiento e informe sobre las plantas Entre sus principales obras, cabe citar: la Desde un comienzo su actividad profesional en
del Cabildo y el convento de las Catalinas. iglesia de Roque Pérez en la Prov. de Buenos la capital porteña fue exitosa, pero en especial
Su obra principal es la Catedral de Buenos Aires, la iglesia del Seminario Menor de La Pla- se destaca su participación en el concurso del
Aires, aunque su participación está plagada de ta, la iglesia de San Nicolás de Bari en Santa edificio del nuevo Congreso, por la que fue pre-
equívocos e inconvenientes. El templo edifi- Fe 1350 y las iglesias de Bonpland 1983 y Do- miado (1895).
cado anteriormente se derrumbó en 1752. So- rrego 892, en Buenos Aires Cuando eligieron a Juan Idiarte Borda pre-
lo quedaron en pie la fachada y las torres cons- sidente del Uruguay en 1894, el arquitecto Mas-
truidas en 1727 por el jesuita Blanqui (v.). Ante Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, A. Levaggi, J. C. süe fue llamado a Montevideo. Puso su estudio
la situación, las autoridades eclesiásticas des- Montero, A. S. J. de Paula. La arquitectura del li- en esa ciudad, pero mantuvo siempre el de Bue-
istieron de reconstruir el edificio y decidieron beralismo en la Argentina. Bs. As.: Editorial Sud- nos Aires. Aunque fue en Montevideo donde
materializar uno nuevo de proporciones ma- americana, 1968. prosperó y se rehizo económicamente. Em-
yores. Masella fue elegido para la dirección de prendió la construcción de importantes edifi-
los trabajos, aunque se supone que también di-
señó los planos del mismo. Si bien el proyec- MASSÜE, ALFREDO PEDRO. París, 1859 - Bar-
to demuestra sus conocimientos de arquitec- celona, 1923. Arquitecto. Activo en Buenos
tura —una iglesia de tres naves con capillas Aires, Montevideo y Río de Janeiro en las úl-
laterales, de las llamadas jesuíticas—, en la cons- timas décadas del siglo XIX y las primeras del
trucción, según consta en los documentos, in- XX. Realizó una importante obra de carácter
currió en una serie de impericias que tuvieron ecléctico, primero, y en relación con el Art
serias consecuencias. En efecto, en 1770, al des- Nouveau francés en su última etapa.
armarse la cimbra de la cúpula, aparecieron im-
portantes rajaduras, por lo que se nombró pa- Alfredo Massüé habría iniciado su forma-
ra examinarla a una comisión de técnicos, ción profesional en la Escuela Especial Militar
formada por los ingenieros B. Howell (v.) y B. de Saint-Cyr, pero se retiró con el grado de sub-
Cardoso (v.), además de un grupo de maestros teniente para emprender los estudios de ar-
albañiles, funcionarios y el mismo Masella. La quitectura.
comisión constató las irregularidades y decidió Una vez terminada su formación, decidió
su demolición y reconstrucción. F. A. emigrar a América. Un factor directo que im-
pulsó su viaje fue la invitación de su ex profe-
Bibliografía: G. Furlong S. J. Arquitectos argentinos sor, el uruguayo Juan Pedro Lamolle.
durante la dominación hispánica. Bs. As.: 1946. Habiendo estudiado ingeniería en Francia
y frecuentado ambientes académicos, Lamo-
lle, de regreso a su país, llegó a ocupar impor-
MASELLA, JUAN BAUTISTA. Piamonte (Italia), tantes cargos públicos. Cuando invitó a su ami-
1743 - Buenos Aires, s/d. Maestro Mayor. Ac- go francés, lo destacó a la ciudad de Mercedes,
tivo en Buenos Aires en la segunda mitad del hacia 1880 o 1881, y le encomendó la realiza-
siglo XVII. ción de importantes obras de arquitectura y de
ingeniería. Entre ellas, se le han adjudicado los
Hijo del arquitecto saboyano, colaborador puentes levantados sobre los arroyos Bizcocho
de Mosquera (v.), cumplió diversas comisiones y Dacá, la capilla del colegio de las Hermanas
y cargos oficiales. En 1784 fue nominado por F. del Huerto, el Teatro Politeama Colón, diver-
de Paula Sanz como funcionario encargado del sas mejoras en el puerto, así como la partici-
control de las obras públicas y particulares. En pación en la construcción del hospital, todo u EDIFICIO ART NOUVEAU EN BS. AS., DE A. MASSÜE. FUE

1786 se lo nombró Alarife de la Real Fortaleza, eso, como resultado de su gestión como pri- REMODELADO Y SOLO SE CONSERVÓ LA TORRE ESQUINERA.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 115


cios; levantó la residencia del presidente ldiarte MATERIALES. Revista de historia y crítica del ha- (v.), A/mbiente (v.) y DANA (v.), que mantenían
en la Capital y su chalet de veraneo, en Colón, bitar, editada en Buenos Aires en cinco nú- regularidad de tirada —mensual o bimensual—
de carácter pintoresquista; el palacio Heber, en meros aparecidos entre 1982 y 1985, ex- , mientras que por razones económicas dejaba
18 de Julio 998, varias residencias privadas en presión de un equipo de investigación dirigido definitivamente de aparecer Nuestra Arquitec-
Paso de los Molinos, y dirigió la refacción de por Jorge F. Liernur (1946), cuya formación tura (v.). Por cierto, si bien tanto Summa co-
la vieja Universidad cercana al Puerto de posgrado en Venecia, junto a M. Tafuri, le mo Nuestra Arquitectura —a pesar del domi-
Asesinado el presidente Idiarte Borda en permitió iniciar una revisión de la historia de nante perfil profesionalista al que apuntaban—
1897, se trasladó otra vez a Buenos Aires en la arquitectura, la ciudad y el habitar a partir no rechazaron artículos del tipo que aparece-
1900. En esta etapa participó de las novedades de nuevas preguntas y nuevos instrumentos rían en Materiales, su recepción provocaba edi-
y la efervescencia de la Belle Époque. Durante (v. Historiografía y crítica de la arquitectura). toriales cuyo talante iba del desconcierto a la
este período trabajó intensamente y realizó via- incomprensión. Las líneas editoriales de las
jes y desplazamientos frecuentes a Europa. En Como revista, surgió a partir de las activi- cuatro revistas apuntadas, en lo que hace a la
Buenos Aires llegó a construir más de cuarenta dades de investigación desarrolladas en el De- reflexión en torno del debate internacional fren-
edificios, entre los que se destacan: Chile 1045, partamento de Análisis Crítico e Histórico de te a la emergencia del llamado “Postmoder-
Charcas 1600 (demolido), Uruguay 194, Mo- La Escuelita, a cargo de Katzenstein (v.), T. Dí- nismo”, eran generalmente de abierta nostal-
reno 1442, Méjico 2936, Cerrito y Juncal (de- az (v.) y J. Liernur. En el equipo se incorpora- gia por los tiempos “heroicos” de la Arquitectura
molido) (1903), Paseo Colón y Venezuela, y un ron otros profesionales jóvenes (Aliata, Ballent, Moderna, en la línea de Waismann (v.), Huxta-
proyecto para el Mercado del Plata. Mele, Sarquis, Gizarelli, entre otros) y al po- ble o Zevi (v.), denunciando duramente y de mo-
Sus trabajos de ese período pueden ser con- co tiempo se dieron el nombre propio de PE- do genérico las manifestaciones recientes de la
siderados dentro de la corriente del Art Nou- HECH: Programa de Estudios Históricos pa- teoría y la práctica. En efecto, en el número
veau francés (v. Arte Nuevo). Su obra más conoci- ra la Construcción del Habitar, que por cierto de marzo de 1981 summa publicó un trabajo
da es el edificio ubicado en la calle Talcahuano era afín al PEHESA: Programa de Estudios de tan polémico para el estado del debate de en-
y Tucumán (1903), sobre Plaza Lavalle, frente Historia Económica y Social Americana, que tonces como Post Modernismo de Liernur, no
al Palacio de Tribunales, construido en 1903. funcionaba desde 1978 sin señalar en el editorial que si bien “vale la
Este edificio ha sido demolido en gran parte; en el Centro de Inves- pena seguir el algo intrincado lenguaje que el
solo se ha conservado el sector de la esquina tigaciones Sociales so- autor hereda tal vez de su época de investiga-
con su cúpula metálica. bre el Estado y la Ad- ción y docencia en Venecia [...] cabe desear una
Durante el año 1908, Alfredo Massüe rea- ministración (CISEA), simplificación progresiva del mismo”.
lizó varios viajes al Brasil y, en abril de 1909, con quienes mantuvie- El primer número de Materiales, aparecido
se instaló con toda su familia en Río de Janei- ron fluidas relaciones. en 1982 (que con los tres siguientes compar-
ro. Gracias a su amistad con el Barón de Río Se advierte la necesidad tió el formato multicopia, producido a partir
Branco, realizó una serie de trabajos en esa ciu- de promover elementos de originales mecanografiados por sus auto-
dad. Entre las obras que habría construido en renovados para suscitar res), sin auspiciantes, con un aire underground,
Río, figuran una Capilla y la refacción y mo- el debate y la construc- reunió cuatro trabajos sobre el Concurso de la
dernización del antiguo acueducto que cru- u REVISTA MATERIALES. ción de ideas, hasta en- Biblioteca Nacional (Aliata, Ballent, Liernur y
zaba la ciudad. En Río fundó una sociedad con tonces clausurados por Mele), que mostraban cómo los proyectos pre-
Francisco Anchorena, destinada a la cons- el Proceso. El grupo se posicionó indepen- miados de Testa (v.) y Solsona (v.) habían su-
trucción de vigas de cemento armado para te- dientemente, dado que fuera de La Escuelita puesto una ruptura, en el sentido de inaugu-
chos y entrepisos, según el sistema suizo “Sie- primero, y luego de la SCA, no contaban con rar un nuevo modo de hacer arquitectura,
ward”. Una vez puesta en marcha la empresa, respaldos institucionales. Tal condición de out- basado en la apuesta a soluciones formales im-
vendió su parte y regresó con su familia a Bue- siders pudo emerger recién a fines de los se- pactantes, de nitidez conceptual, cuyos riesgos
nos Aires, poco antes de los festejos del Cen- tenta, cuando un relativo descongelamiento de se traducían en partidos gestuales. Comple-
tenario de 1910. la férrea censura del Proceso posibilitó la apa- mentariamente este número selló el inicio de
Luego de la Primera Guerra Mundial fue rición de revistas culturales críticas como Pun- una larga relación con Beatriz Sarlo que se con-
llamado a París para Integrar la Junta de Re- to de Vista, dirigida por Beatriz Sarlo. Cercano tinúa al presente —principalmente en Punto
construcción de las zonas devastadas en Fran- a este núcleo, Liernur, desde Materiales, gene- de Vista—, en el sentido de aproximar el de-
cia. El arquitecto Massüe fue designado “At- ró una revista que —al igual que Punto de Vis- bate crítico e histórico arquitectónico a las co-
taché” en el Servicio de Arquitectura de la ta lo hacía en relación a la literatura y la cul- ordenadas del más abarcante debate cultural.
Prefectura del Departamento del Sena para tura de entonces— resultó desde el comienzo El número siguiente estuvo centrado en
el control de los trabajos que se efectuaban en de menor alcance cuantitativo que las otras re- la cuestión de la Modernidad en la Argentina
las diversas comunas de ese Departamento. vistas aparecidas en los ochenta, dado el tipo de los años treinta, eje que Liernur desarrolla-
Continuó con estas tareas hasta su muerte, ocu- de edición artesanal, su distribución dentro de ría sin interrupción hasta el presente en nu-
rrida en 1923. un círculo restringido y la naturaleza de los tra- merosos trabajos. En esta línea se planteó ca-
bajos publicados, destinados a un público con si todo el número, incluyendo un trabajo de
Bibliografía: E. Massüe y M. E. López. “Alfredo Massüe, inclinaciones histórico-críticas más definidas. Sarquis sobre la vanguardia literaria y la ar-
un francés en el Río de la Plata”. En: Revista del El contexto editorial local en relación a la ar- quitectura, otro de Sarlo sobre las vanguardias
Consejo profesional de la Arquitectura. quitectura estaba dado entonces por Summa literarias de la década del veinte (la revista Mar-

116 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mar mea
tin Fierro, Borges y el criollismo urbano), la pu- bio en la común tarea que se habían autopro- en Montevideo. La trayectoria de Meano es
blicación de un debate sobre la arquitectura en puesto de construir la historia de la arquitec- característica en el mosaico de la arquitectu-
los treinta entre Katzenstein, Liernur y Sarquis, tura argentina desde un ángulo inédito para ra finisecular, donde se cruzan diversos oríge-
y dos trabajos sobre el proceso de moderniza- la tradición historiográfica local, desapareció al nes, tendencias, a la vez compatibilizados por
ción en la Argentina a partir de 1880: el de Giz- pasar varios de sus miembros a desarrollar pro- reglas y modalidades académicas.
zarelli sobre “los espacios de la educación” (nó- yectos de investigación dentro del Conicet y del
tese el epocal influjo foucaultiano) y otro de IAA. Opuestamente a Punto de Vista, que se Víctor Meano se forma en ese Piamonte
Pschepiurca sobre el parque metropolitano. consolidaba regularmente con tres números que por entonces lleva a su culminación la ges-
En el tercer número (agosto de 1983) mues- anuales, el grupo que formó Materiales se au- ta de la unidad italiana. En 1878 obtiene el tí-
tra el paso del grupo desde el Departamento toprovocó una diáspora —en concretos térmi- tulo de geómetra en el Instituto de Pinerolo;
de Análisis Crítico e Histórico de La Escueli- nos de colectivo editorial—, que solo en 1997 estudia arquitectura en la Academia Albertina.
ta al Centro de Estudios de la SCA (CESCA). se reconstruyó parcialmente con la aparición Hacia 1880 inicia su experiencia laboral en la
Se plantearon trabajos no ligados a un eje co- de la revista Block, dentro del marco del Centro oficina turinesa de su hermano el ingeniero
mún, entre las que se destaca el de Ballent so- de Arquitectura Contemporánea de la Univer- Cesare Meano. En 1884, convocado por Fran-
bre la condición profesional en la década del sidad Torcuato di Tella. E. G. cisco Tamburini (v.) desde la Argentina, em-
cincuenta, inicio de una búsqueda que la au- prende viaje a Buenos Aires. Luego del falleci-
tora amplió en los años siguientes al entero te- miento de su anfitrión en 1890, Meano se hace
ma del peronismo y sus representaciones. MAYER MÉNDEZ, MANUEL. Santiago de Com- cargo del Colón. Abocado más tarde al Con-
El cuarto número (diciembre de 1983), a la postela (Galicia, España), 1904 - Bahía Blan- greso, queda enteramente consagrado a esas
par que incluía traducciones de trabajos re- ca, 1986. Arquitecto y artista plástico. Reali- dos grandes obras públicas. Mientras tanto, no
cientes de Vidler, Porphirios, Frampton y Ginz- zó en Bahía Blanca importantes obras de incursiona en el campo de las encomiendas
burg (este comentado por Hebe Faldutti), se carácter ecléctico. Fue también uno de los in- privadas, ni en las instancias corporativas o aca-
orientó a revisar las miradas críticas recien- troductores de la Arquitectura Moderna en démicas del ambiente disciplinar. No desarro-
tes sobre la historia de la arquitectura univer- esa ciudad. lla tampoco una producción teórica, aunque
sal: en esta línea se sitúan los trabajos de Sil- las memorias con que fundamenta sus pro-
vestri sobre la interpretación que Norberg Graduado en la UBA en 1929, comenzó a yectos proveen significativas evidencias de su
Schulz realiza de Brunelleschi y el de Mele so- actuar en Bahía Blanca asociado con el arqui- pensamiento. Meano, que a diferencia de otros
bre Colin Rowe. Liernur continuó su indaga- tecto Cabré Moré. Realizó la fachada de la ca- exitosos arquitectos de origen extranjero, pa-
ción sobre la Modernidad en la Argentina, y se tedral y su casa parroquial. Durante los años rece haber tenido vínculos muy tenues con la
retrotrajo al momento del Centenario; temáti- treinta proyectó y ejecutó varias obras de ca- sociedad local, fallece tempranamente, y en trá-
cas todas estas que darían lugar a posteriores rácter deportivo, como la sede del club Olimpo gicas circunstancias; en el mismo momento se
ejes de investigación y debate. (1935) y la del club Estudiantes (1938-1939). En fallaba a su favor en el concurso del Palacio Le-
El quinto número (en edición compuesta los comienzos de la década del cuarenta pro- gislativo montevideano.
en imprenta y aparecida en marzo de 1985) es- yectó y dirigió las obras del Golf Club “Palihue” La obra del nuevo Teatro Colón surge de
tuvo íntegramente dedicado a la tarea del De- y luego el barrio del mismo nombre en estilo una concesión otorgada en 1889 al empresa-
partamento de Historia de la Arquitectura de pintoresco. En 1950 realizó su obra más im- rio Ángel Ferrari, que se presenta con un pro-
Venecia; reunió traducciones y entrevistas (re- portante: el edificio del Rectorado de la Uni- yecto arquitectónico de Francisco Tamburini
alizadas por Mercedes Daguerre y Giorgio Lu- versidad Nacional del Sur, dentro de la corriente (v. Teatro). En 1892 se presentan planos defini-
po, autores, además, de un ensayo historio- de Clasicismo monumentalista. Su versatilidad tivos ya rubricados por Víctor Meano. Las evi-
gráfico) que mostraron un camino del cual los estilística le permitió también proyectar varios dencias disponibles indican que el proyecto de
libros traducidos al español y obtenibles lo- edificios de oficinas y departamentos dentro de Meano, aun con algunas innovaciones en ma-
calmente eran solo la punta de un iceberg. En los cánones de la Arquitectura Moderna: Edi- teria de fachada, altura general y configuración
rigor, desde el primer número se había in- ficio Taberner; Pizá Roca y las oficinas de la de palcos, en lo esencial representa una pro-
tentado exponer escritos inéditos en español: Corporación del Comercio y de la Industria. secución del planteo inicial. Tamburini y Me-
la clase inaugural que dio Manfredo Tafuri en ano optan así por el tradicional partido arqui-
el curso 1977-1978 sobre Viena (en el núme- Bibliografía: G. Viñuales y J. M. Zingoni. Patrimonio tectónico de la llamada curva italiana, en forma
ro 1), la traducción de un capítulo de Abitare urbano y arquitectónico de Bahía Blanca. Bahía de herradura, por razones de eficacia óptica y
nel moderno de Francesco Dal Co, en el se- Blanca: IADIHAU, 1990. acústica, pero también con el supuesto de la
gundo, y una entrevista a Tafuri en el tercero. diferenciación y jerarquización social de las lo-
El reconocimiento por parte del stablishment calidades. Descartan las propuestas neoclási-
llegaría entonces, cuando summarios dedicó MEANO, VÍCTOR. Susa (Turín, Italia), 1860 - cas “revolucionarias”, basadas en el partido se-
un número doble entre julio y agosto de 1985 Buenos Aires, 1904. Ingeniero y arquitecto Su micircular y el igualitarismo de las localidades.
a difundir las actividades y algunos trabajos obra, desarrollada exclusivamente en el ám- Meano, si bien reconoce la validez del parti-
del grupo, que bien puede considerarse la edi- bito rioplatense, incluye pocos edificios, pero do semicircular, lo juzga obsoleto ante tres ras-
ción póstuma de Materiales. de singular relevancia institucional y urbana: gos teatrales modernos: la cubierta, la profun-
La revista nació de la necesidad de un gru- el Teatro Colón y el Congreso Nacional en Bue- didad de la escena y la distribución clasista del
po de tener un órgano de difusión e intercam- nos Aires, y el Palacio Legislativo del Uruguay público. Y en cuanto a lo que denomina “gé-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 117


nero” de su proyecto, Meano lo describe como
una combinación de caracteres renacentistas
italianos, distribución alemana y ornamenta-
ción francesa.
El concurso para el Congreso se sustancia
en 1895, mientras que la construcción tuvo
lugar entre 1898 y 1906. Aquí, las decisiones
proyectuales de Meano escapan a las rutinas de
la tipología parlamentaria; como lo reconoce
Ortiz (1985), su partido no es ortodoxo. La dis-
tribución está regida por la enfática diferencia-
ción de las dos direcciones perpendiculares. En
el eje norte-sur se coloca la Cámara de Sena-
dores; mientras que en el eje este-oeste, re-
sueltamente predominante, se instala la Cá-
mara mayor (de Diputados y Asamblea
Legislativa), como parte de una ceremonial se-
cuencia de ambientes, entre ellos el notable Sa-
lón Azul, bajo la cúpula y en el centro de la com-
posición. Este eje predominante aparece como
una continuación virtual, a escala edilicia, del
eje urbano de la Avenida de Mayo; de ahí que
Meano defina al Congreso como un non plus
ultra del flamante bulevar. (v. Legislatura).
Exteriormente, la masa edilicia se eleva con
la habitual secuencia tripartita y, asimismo, en
la tradición académica de los risalti, presenta
episodios de variedad en los pabellones an-
gulares, los pórticos del frente y los laterales,
y, en fin, con el remate absidial de la Cámara
de Diputados en la fachada occidental. La cú-
pula del Congreso es un conjunto de alta com-
plejidad, que adiciona un basamento con ven-
tanas termales, cúpula interior, tambor, cúpula
externa, balcón y aguja. Con esta cúpula, que
por otra parte guarda una relación proporcio-
nal con el cuerpo general del edificio, queda
atestiguada la afinidad de Meano con las op-
ciones peraltadas y nervuradas de la tradición
renacentista y barroca italiana.
En el caso del Palacio Legislativo urugua-
yo, resuelto por concurso internacional de pro-
yectos, Meano se halla frente a un programa
con significativas restricciones, no solamente
presupuestarias, sino también en cuanto a su-
perficie del predio y paisaje del entorno. La
planta del proyecto se encuadra, como en Bue-
nos Aires, en una morfología amanzanada. La
distribución se organiza según dos ejes per-
pendiculares. El principal corre desde el pór-
tico y se despliega en una gran Sala de Pasos
Perdidos, con iluminación cenital. En la di-
rección opuesta, quedan colocadas las dos Cá-
maras, de modo simétrico; la Asamblea Ge-
neral coincide con el recinto de Senadores y la
distribución se completa con cuatro patios y
u EL PALACIO DEL CONGRESO, EN CONSTRUCCIÓN. una circulación perimetral. Ante la imposibi-

118 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mea med
lidad económica de la cúpula, Meano destaca La caracterización de Meano como eclécti- tro país: formó parte del cuerpo de arquitec-
exteriormente los bloques de las Cámaras por co ha sido tan frecuente como poco convin- tos del Ferrocarril Oeste y luego del Ferroca-
lo que genera una situación de dualidad en cente; por el contrario, sus realizaciones me- rril Pacífico.
la volumetría general. Reconoce aquí las deu- recen interpretarse a la luz de las tradiciones y De ahí en más MT, quien también parti-
das proyectuales con el Reichraths vienés de corrientes predominantes en su ámbito for- cipó en la fundación de la SCA (v.), desplegó
Von Hansen (1873), que se advierten en la si- mativo piamontés, bajo el poderoso influjo una importante labor profesional, en respues-
metría de las cámaras, el gran hall en forma de Alessandro Antonelli, maestro que ha sido ta a encargos provenientes del Estado y del sec-
de atrio alargado y, en fin, por el carácter sim- incluido (por Gregotti y Rossi, entre otros) en tor privado, y actuó en forma individual o en
plificadamente neoclásico. Pero existe ese “cír- un Revisionismo Neoclásico sustancialmente sociedad con Inglis (v.) o con Ochoa (v.).
culo de hierro” contra el que protesta Meano, ajeno al Eclecticismo. Por tanto, resulta más Su producción incluye obras en Capital Fe-
cuando se refiere a las limitaciones presu- consistente advertir en Meano una suerte de deral, en el interior de nuestro país y en el Uru-
puestarias que le vedan la piedra y sobre todo singular Neoclasicismo, indudablemente aca- guay. En ella abordó temas tan variados como
le impiden rematar el conjunto con una cú- démico y de inclinaciones inclusivas, que le la arquitectura religiosa, educacional, banca-
pula. Era previsible que tales limitaciones se permiten absorber e incorporar lecciones re- ria y, en la doméstica, casas de renta, vivien-
eliminarían, tal como sucedió posteriormente nacentistas y barrocas, así como la tendencia a das individuales y agrupadas.
al modificar el tamaño, la calidad y la ubica- un dramatismo volumétrico y una autonomía En sociedad con Inglis, participó en 1897
ción del emprendimiento, aunque respetan- de las diversas partes compositivas. Entre es- en el concurso organizado para la realización
do, bajo guía de Gaetano Moretti (v.), su ana- tas, se destaca sin competencia esa Cúpula que, del Orfelinato Irlandés de Caballito, en el que
tomía original. De otro modo hubiera sido (al en la visión meaniana, representa un elemen- obtuvo el primer premio. Al año siguiente co-
decir de Meano) como “un gran buque nave- to capital de la arquitectura, pero también de menzó con Ochoa la construcción de la Cate-
gando angustiosamente entre las estrechas ori- la urbe y de su paisaje. Ma. S. dral de Azul, Mención Honorífica en la sección
llas de un pequeño río”. Bellas Artes de la Exposición Nacional de 1898.
Bibliografía: A. Rossi y V. Gregotti. “La influencia del La firma MT y Ochoa, que obtuvo un pre-
romanticismo europeo en la Arquitectura de Ales- mio en el concurso organizado para la cons-
sandro Antonelli” (1957). En: Aldo Rossi. Para una trucción del Hospital Durand, es autora de nu-
arquitectura de tendencia, escritos 1956- 1972”. Bar- merosas sucursales del Banco Nación.
celona: Gili, 1977; R. Iglesia. La arquitectura his- En 1901, MT participó junto a otros profe-
toricista del siglo XIX. Bs. As.: Espacio Editora, 1979; sionales, encabezados por Buschiazzo (v.), Ch-
R. Fernández. “El orden del desorden, apuntes ecléc- ristophersen (v.) y Dormal (v.), en la segunda
ticos sobre el eclecticismo porteño”. En: Goldem- fundación de la SCA. Ese mismo año también
berg, Jorge, Eclecticismo y Modernidad. Bs. As.: FAU- integró, con Jaeschke (v.), Schlinder (v.) y Sie-
UBA, 1985; F. Ortiz. “La arquitectura del Congreso grist (v.), una Comisión dedicada al estudio del
Nacional”. En: Zago, Manrique (dir.). El Congre- Reglamento de Construcciones y, desde 1903
so de la Nación Argentina. Bs. As.: Zago, 1985; V. Ba- a 1911, ocupó distintos cargos directivos.
eza y otros. “Vittorio Meano”. En: Crítica, n.° 10. Bs. Trabajando para el Estado, propuso en 1902
As.: IAAIE/ FADU- UBA (en prensa); L. Bausero. His- un modelo de casa económica, y entre 1906
toria del Palacio Legislativo de Montevideo. Mon- y 1907 se desempeñó como proyectista del De-
u PLANTA DEL PALACIO DEL CONGRESO DE LA NACIÓN. tevideo: 1987; M. Sabugo. “¿Quién mató a Vittorio partamento de Enseñanza del Gobierno de Bue-
Meano?”. En: summa, n.° 4, 1993. nos Aires, para el que realizó escuelas mode-
Con mayores o menores acentos críticos, lo en Bahía Blanca y Pigué.
la historiografía ha calificado la obra meania- Posteriormente, actuando forma indepen-
na a través de categorías estilísticas, de cuño MEDHURST THOMAS, CHARLES EVANS. Lon- diente, realizó una serie de viviendas indivi-
pevsneriano; en cambio, no se han desarrolla- dres (Inglaterra), 1849 - Íd., 1918. Arquitec- duales, caracterizadas por la adopción de refe-
do las cuestiones tipológicas y distributivas, ni to. Inició su actuación en nuestro país en la rencias medievalistas provenientes de la
la crítica “funcional”, promovida en su mo- última década del siglo XIX como proyectista tradición constructiva inglesa. Tras una esta-
mento por Buschiazzo. Más recientemente, de compañías británicas de Ferrocarril. Tam- día de tres años en Londres realizó en Buenos
otros autores han sugerido diferentes ángulos bién realizó obras para el Estado y trabajó de Aires el petit-hotel de Pacheco de Melo 2110, en
históricos y críticos (Sabugo, 1993; Fernán- manera intensa como profesional liberal. un riguroso estilo Tudor, al que le siguieron
dez:,1985; Daguerre, 1992), tomando distan- los de P. de Melo 1176, 2110, 2155 y 2177, el de
cia de las categorías ensayadas anteriormente. Se graduó en Londres en 1892, luego de pa- Juncal 2166 y el de Uriburu 1614. Ubicadas en
Si la obra del Colón fue básicamente una sar por la Architectural Association y el Kings angostos lotes entre medianeras, y siempre so-
prosecución del proyecto de Tamburini, y si en College, donde fue discípulo de Campbell Jo- bre la línea municipal, estas viviendas urbanas
Montevideo Meano proveyó una estructura lue- nes y asistió a las clases de Arquitectura y Cons- mantienen una organización funcional en co-
go redefinida, el Congreso de Buenos Aires, trucción de Banister Fletcher. mún: todas se desarrollan en tres niveles, en
criatura enteramente suya, debe considerarse Su llegada a Buenos Aires en 1893, junto los que, a una planta baja destinada a hall de
como evidencia central de sus intenciones y a otros técnicos ingleses, está ligada a la crea- acceso y escritorio o servicios —cochera—, le
sus procedimientos. ción de líneas troncales del ferrocarril de nues- sucede la planta principal con las habitaciones

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 119


públicas y un ático con los dormitorios. En sus respuestas que se venían dando a ese progra- MÉNDEZ MOSQUERA,
fachadas, abundan signos y técnicas caracte- ma desde comienzos de siglo, el lenguaje sig- CARLOS.
rísticas de la tradición inglesa que incluye bow nado por la presencia de pesados contrafuer-
window, entramados de madera y la combi- tes, refuerzos de piedra en las aristas, remates Buenos Aires, 1929. Arquitec-
nación de revoque símil piedra con ladrillos almenados y arcos ojivales rebajados, mani- to y diseñador de fundamental
prensados con junta blanca. fiesta en la década del treinta, como un ele- importancia en la evolución del
El tema de la vivienda económica despertó mento distintivo, la permanencia de su filia- diseño gráfico en la Argentina.
en MT un particular interés, coincidente con ción a las corrientes historicistas de origen
el de su socio, Ochoa, quien ocupó distintos inglés en nuestro país. G. V. CMM ingresó a la Facultad de Arquitectura
cargos dentro de la Comisión Nacional de Ca- de la UBA en 1948, y se graduó con el título de
sas Baratas (v.). MT obtuvo en 1917 el primer Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, A. Levaggi, J. C. Mon- arquitecto en 1953. Desde los inicios, CNM se
premio en el concurso organizado por ese or- tero, A. S. J. de Paula. La arquitectura del libera- vinculó con quienes se convertirían en prota-
ganismo para la definición de la planimetría lismo en la Argentina. Bs. As.: Editorial Sudameri- gonistas de la arquitectura argentina, como Ho-
del Barrio Alvear, aunque posteriormente se cana, 1968; J. Gazzaneo y M. Scarone. Arquitectura racio Baliero (v.) o J. M. Borthagaray (v.). Por otro
apelaría a otro esquema para su ejecución. de la Revolución Industrial. Bs. As.: IAA, 1969. lado, a través de su hermano mayor —psicoa-
En la década del veinte MT sugiere desde nalista— se vincula con la avanzada cultural del
la Revista de Arquitectura (v.) formas de abara- momento: Enrique Pichón Rivière, Arnaldo Ras-
tar la vivienda a través de importantes reduc- MELIGA, ÍTALO. Tavigliano (Vercelli, Italia), 1859 covsky, Ángel Garma, el pintor surrealista Bat-
ciones dimensionales, principalmente al re- - S/d. Ingeniero. Realizó obras de importan- tle Planas. Debe recordarse que Pichón Rivie-
definir la altura habitual de los locales. cia en Rosario a fines del siglo XIX y principios re, junto a Peter Bac y Aldo Pellegrini, dirigió
A fines de los años veinte, encuentra en del XX. Ciclo (1948-1949), la revista de arte y cultura
Mar del Plata la posibilidad de llevar a cabo, que avanza la empresa de nueva unidad de las
aunque en reducida escala, indagaciones en el Se graduó de ingeniero en Turín. En 1882 artes que constituiría Nueva Visión —no ca-
campo de la vivienda económica. Junto a la vi- llegó a la Argentina y se estableció en Rosario. sualmente es Tomás Maldonado (v.) quien re-
vienda individual de calle Luro 3862, y las tres Fue ingeniero jefe de la municipalidad de esa aliza la gráfica de Ciclo. También siendo estu-
casas de veraneo de calle Tucumán 2900, en ciudad. Proyectó y construyó el Mercado Mo- diante establece relaciones con el grupo de Arte
esa ciudad realizó viviendas agrupadas en la delo en Bulevar Oroño y el Hotel Italia (1890). Concreto, liderado por Maldonado. Su militancia
calle Dorrego entre Luro y San Martín y un También fue autor de numerosas residencias en el Centro de Estudiantes de Arquitectura lo
conjunto de 16 pequeños chalets aparcados en privadas: la de la familia Astengo, Castagni- lleva a publicar en 1949, con Borthagaray, Clu-
la manzana delimitada por las calles 25 de Ma- no en San Juan y Maipú (1896), de Giacomo sellas (v.) Pino Sívori y Maldonado, un boletín
yo, 9 de Julio, Dorrego y Guido. y Luis Pinasco en Córdoba y Bulevar Oroño, difusor de las ideas modernas, de gran impac-
Varios años después de sus trabajos en Ba- junto con el arquitecto Juan Bosco (v.). to en el claustro estudiantil, en donde Maldo-
hía Blanca y Pigué, retomó el tema de la ar- nado escribe el primer artículo sobre diseño in-
quitectura educacional y realizó, por encargo Bibliografía: R. Gutiérrez, s. v.: “Ítalo Meliga”. En: L. dustrial en la Argentina.
de S. A. Bieckert, una escuela en Llavallol pa- Patetta (compilador). Architetti e ingenieri ita- En 1950 participó en la fundación de Axis,
ra ser donada al Gobierno de Buenos Aires. liani in Argentina, Uruguay e Paraguay. Roma: Pe- primera organización de comunicación inte-
Manteniendo una organización común a las llicani, 2002. gral, junto a Maldonado y Alfredo Hlito. Al año

u VISTA DE UNA ESCUELA PROYECTADA POR CHARLES MEDHURST THOMAS.

120 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


med men
siguiente, el trío crea la revista Nueva Visión (v.), portantes de Sudamérica. La estrategia consis- presentación (Plástica, Perspectiva, etc). Más
un hito en la renovación de la arquitectura lo- tió en otorgarle una identidad corporativa al hol- tarde, se vinculó con Buenos Aires, donde lle-
cal y una avanzada en la formación de los cam- ding, basándose en un diseño pionero del lo- gó a ser vicedecano en un breve período antes
pos novedosos del diseño gráfico e industrial gotipo e isotipo, realizado por el grupo ONDA del golpe de 1966, por el que participa de la re-
en la Argentina; la editorial del mismo nom- (v.). Se convoca para la tarea a diseñadores jó- nuncia masiva. Se reintegra a la Facultad de
bre se funda en 1954, con el libro de Maldo- venes, que con el tiempo se convertirían en re- Arquitectura de la UBA en 1984, con la emer-
nado sobre Max Bill. En 1953 integra el grupo ferentes del nuevo diseño argentino: González gencia de la democracia, a cargo de la materia
Harpa (v.), estudio de- Ruiz (v.), Shakespear (v.), Pérez Sánchez, Rubén Historia del Diseño Gráfico. En 1996 es de-
dicado principalmente Fontana; se trabaja de manera coordinada en- signado profesor consulto. A.C. - G.S.
al diseño de muebles tre el área de promoción publicitaria y el área
modernos, junto a los de diseño industrial para planificar una ima-
arquitectos E. Aubone, gen coherente; así, toda la iniciativa se convierte MENDONÇA PAZ, CARLOS. S/d - 1929. Ar-
L. Aizemberg, J. E. Har- en paradigmática en el diseño de identidades quitecto. Autor, en Buenos Aires y Mar del Pla-
doy (v.) y J. A. Rey Pas- corporativas. El declive de la industria argenti- ta, de obras pintoresquistas y eclécticas.
tor. Un giro importan- na, jaqueada por la importación, interrumpe
te lo constituye su viaje esta experiencia, que halla sus antecedentes en Se graduó en la UBA en 1915. En Mar del
a Europa, dos años des- la de Adriano Olivetti en Italia. Plata proyectó las residencias de José A. Cam-
u PORTADA DE LA PRIMERA pués de recibido. CMM CMM continúa su trabajo gráfico, asocián- pos, Ambrosio Nogués, Carlos Arias (Arenales
EDICIÓN DE SUMMA. ya se había interesado dose más tarde en el estudio MM/B con el di- entre Falucho y Gascón) y Carlos Goldkhul, en
por el diseño gráfico en señador suizo Gui Bonsiepe (v.), con quien rea- Falucho 1240. En colaboración con Rodríguez
el trabajo junto a Maldonado, especialmente liza, entre otros trabajos, la señalización para el Bustamante fue autor del chalet Paz Anchore-
después del descubrimiento de Moholy Nagy, campeonato Mundial de Fútbol 1978. Su dis- na (1931), en Buenos Aires y Moreno. En Bue-
cuyo libro The New Vision trazaría una in- tinguida carrera en el área lo lleva a presidir la nos Aires proyectó el Lawn Tennis Club y la ca-
fluencia fundamental en el diseño argentino, Asociación Argentina de Agencias de Publicidad sa de Josefina Seeber de Travers en Cerrito 979.
como también en el modelo de formación aca-
démica (v. Enseñanza de la arquitectura). A su regre-
so, en 1954, funda la Editorial Infinito y Cíce- MENDOZA. Ciudad capital de la provincia ar-
ro Publicidad, la empresa con la que continuó gentina del mismo nombre. Actualmente su
durante toda su vida. Desde entonces, se de- conglomerado urbano, el Gran Mendoza —el
dica fundamentalmente a las tareas editoriales cuarto del país, detrás de Buenos Aires, Cór-
vinculadas al mundo del diseño, la arquitectu- doba y Rosario—, tiene 846.904 habitantes,
ra y la estética, a la publicidad y a la docencia según datos del censo de 2001. Fue funda-
universitaria. da en 1561 por Pedro Ruiz del Castillo y re-
En 1963 funda Summa (v.), la revista de ar- fundada un año después por Juan Jufré co-
quitectura argentina más importante hasta la mo fruto de la irradiación de la corriente
década del noventa. Summa difundía en sus pri- civilizadora de la Capitanía General de Chile,
meros números una visión integral del diseño, dependiente del Virreinato del Perú. Junto con
que contaba con una sección específica. Tam- las ciudades de San Juan y San Luis integró
bién es apreciable la vinculación con las nue- históricamente la llamada Provincia de Cuyo,
vas entidades del diseño, como el CIDI o el Cen- que pasó en 1776 a formar parte del recién
tro de Arquitectura y Diseño Industrial. Por otro u LIBROS DE LA EDITORIAL NUEVA VISIÓN, FUNDADA POR creado Virreinato del Río de la Plata. En su
lado, la agencia Cícero otorgaba apoyo publi- MÉNDEZ MOSQUERA JUNTO A MALDONADO Y HLITO. condición de última ciudad argentina antes
citario a esta empresa casi amateur en sus ini- del cruce de la cordillera de los Andes, y ja-
cios. CMM deja la dirección en manos de su ex entre 1971 y 1973, la presidencia del capítulo ar- lón inevitable en la importante vinculación
esposa Lala Méndez Mosquera, a partir de 1966, gentino de la Asociación Mundial de Publicidad Buenos Aires-Santiago de Chile-Lima, muchas
y se dedica de lleno al diseño. (1973-1975), de la CIBER (Comunidad Iberoa- veces en su historia se vio obligada a ser an-
Los años sesenta fueron momentos de gran mericana de Publicidad, 1978-1980), etc. fitriona de ejércitos y/o viajeros que debían
difusión del diseño industrial en la Argenti- Paralelamente, CMM se dedicó a la docencia. esperar el deshielo estival para cruzar a Chi-
na, ligada a la confianza en el desarrollo in- En 1956, después de la Revolución Libertado- le y al Perú. Esta condición de ciudad de en-
dustrial autónomo. En 1963, CMM realiza los ra, participa del grupo docente que se trasla- lace, aprovisionamiento y posta se verificó co-
diseños para FATE, una empresa argentina di- da a la Escuela de Arquitectura de Rosario y mo constante en toda su historia, pero fue
rigida por Manuel Madanes, que hacia 1966 abre una etapa modélica en la renovación cu- fundamental en los tiempos de la campaña
incorpora el novedoso rubro de la electrónica y rricular de la carrera a nivel nacional. Allí, or- de la Independencia argentina y sudamerica-
produce las primeras computadoras del país. ganiza con Breyer (v.), Onetto (v.) y Le Pera (v.), na cuando, como parte de la Provincia de Cu-
También en 1963, CMM toma la dirección de entre otros, la nueva materia Visión, de la que yo, tuvo la conducción político-administrativa
Agens, la agencia de publicidad del grupo de fue profesor titular entre 1956 y 1959, que sus- el General José de San Martín, Gobernador
empresas SIAM-Di Tella, una de las más im- tituyó las viejas asignaturas dedicadas a la re- Intendente desde 1814 hasta 1817.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 121


nador Francisco de Villagra —sucesor de Hur-
tado de Mendoza—, refunda la ciudad, aunque
sin modificar ni las dimensiones ni la traza plan-
teada por Castillo. Por tanto, no se puede con-
siderar legal la fundación de Jufré (que no crea
Cabildo, sino que reconoce el existente, y cu-
yo único hecho novedoso es el cambio de nom-
bre por el de “Ciudad de la Resurrección”).
El plano fundacional de Pedro del Castillo
determinaba un perímetro cuadrado de 5 cua-
dras por 5 cuadras, polígono confirmado por
Jufré en su refundación (pueden compararse
otros planos fundacionales del mismo perío-
do: Córdoba es rectangular, de 10 cuadras por
7; Salta y Catamarca son cuadradas, de 9 por
9). Pero en el primer plano real de la ciudad,
de 1761, el modelo fundacional de plaza cen-
tral había sufrido modificaciones y desplaza-
mientos. Estas vicisitudes han generado una
serie de hipótesis encontradas sobre la locali-
u VISTA DE LA CIUDAD DE MENDOZA, EN EL PIE DE MONTE DE LA PRECORDILLERA DE LOS ANDES. zación primitiva de la ciudad. Según nuestro
estudio, la ciudad se ubicó “encajada” entre
Mendoza está asentada en la zona de ma- dígena que significa ‘tierra de las arenas’. dos de las acequias principales, una realizada
yor peligrosidad sísmica de la Argentina, área Fue una avanzada en el actual territorio ar- por los españoles y la otra, la acequia del To-
circumpacífica donde convergen las placas de gentino de la corriente civilizadora provenien- bar, de traza sistematizada por los aborígenes,
Nasca y Sudamericana. Esto determinó que pe- te de la Capitanía General de Chile, dependiente, en el perímetro delimitado por las actuales ca-
riódicamente fuera asolada por terremotos. El a su vez, del Virreinato del Perú. Junto con las lles Salta, Maipú, Paraguay, Alberdi (ya en el
de 1861 implicó la destrucción casi total de la actuales provincias de San Juan y San Luis in- distrito de San José, Departamento de Guay-
Ciudad Colonial y la creación de una Nueva tegró la Provincia de Cuyo. Cronológicamente, mallén) y Corrientes, nuevamente en la actual
Ciudad (1863). El sitio donde se asienta, a los fue una de las primeras fundaciones en el ac- Capital (borde centro-este del actual Munici-
pies de la precordillera de los Andes, se cons- tual territorio de la República Argentina. Y si pio). Según esta misma hipótesis, la fundación
tituyó desde temprano en un verdadero oasis tenemos presente la preexistencia en este sitio y refundación se habrían realizado sobre el mis-
derivado del río Mendoza. La ciudad se carac- de una población aborigen con asentamiento mo sitio, ya que se produjo simplemente una
terizó por la existencia de un sistema hídrico disperso de carácter agrícola, establecida en las nueva distribución de los solares y una rea-
de acequias (tecnología indígena) y una mor- inmediaciones del Río Mendoza al menos cien signación de indios al servicio personal.
fología urbana en que los árboles y el agua tie- de años antes de la llegada de los conquista- Recostada sobre el borde de una olla anti-
nen una presencia determinante. En este sen- dores, Mendoza puede considerarse la ciudad sinclinal del terreno, el sitio brindó la posibi-
tido, el diseño del Parque General San Martín, más antigua de la Argentina, con una etapa pre- lidad de emplazamiento más hacia el este en
a fines del siglo pasado, con una superficie ma- hispánica y otra hispánica. que podía ubicarse la ciudad por las caracte-
yor que la que entonces tenía la propia ciudad, La ciudad fue fundada dos veces: el 2 de mar- rísticas de la pendiente. A pesar de que no exis-
significó un plus urbanístico con el que pocas zo de 1561 por Pedro Ruiz del Castillo con el tía un río con caudal significativo, la ciudad se
ciudades argentinas contaron. nombre de Ciudad de Mendoza, Nuevo Valle emplazó a la vera del cambio abrupto de pen-
La historia de la ciudad ha sido periodiza- de Rioja, bajo la directiva del entonces Capitán- diente que se fue definiendo como el cauce del
da teniendo en cuenta los principales hitos de Gobernador de Chile, Don García Hurtado de Zanjón, llamado en la actualidad canal Caci-
su evolución urbana: Mendoza. El motivo no expreso, pero subya- que Guaymallén. La ciudad se localizó sobre
1. La Ciudad Hidalga, 1561-1761; 2. La Ciu- cente de su fundación, fue el usufructuar la im- una vasta red de obras hidráulicas, canales que
dad de Barro, 1761-1861; 3. La erección de la portante población indígena cuyana —tribus habían construido los aborígenes para el riego
Ciudad Posterremoto, 1861-1883; 4. La idea de huarpes— mediante el establecimiento del sis- artificial, lo que generó una tensión perma-
progreso y el urbanismo higienista, 1884-1911; tema de encomiendas, ya que además se sa- nente con los trazados centrípetos propuestos
5. La Ciudad Modernista,1912-1930; 6. La pre- bía que eran tierras fértiles y aptas para el rie- por los españoles, ya que permaneció una ten-
eminencia de la vida urbana, 1931-1951; 7. De go, y a las que se accedía por una vía de dencia a agruparse linealmente a la vera del ca-
la Ciudad Capital al Gran Mendoza, 1952-1982. comunicación conocida como el Paso de Us- mino o a los cursos de agua, tal como se ha-
pallata. El 28 de marzo de 1562, en el marco bían localizado tradicionalmente las distintas
1. LA CIUDAD HIDALGA: 1561-1761. de una sucesión de conflictos políticos en la Go- familias “huarpes”, junto a los canales de rie-
Mendoza fue fundada a mediados del siglo bernación y el Virreinato, el Capitán Juan Ju- go. Los fundadores fueron conscientes, sin du-
XVI en un sitio ya conocido por los españo- fré, designado Gobernador y Capitán General da, de que el crecimiento urbano debería ir con-
les como Provincia Huarpe de “Cuyo”, voz in- de la Provincia de Cuyo por el Capitán-Gober- trapendiente, si se quería aprovechar las

122 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


men men
acequias existentes para provisión de agua po- ra y vinícola se consolidó aprovechando para
table y de riego. Sin embargo, el primer paso ello la tradición aborigen; esta cultura huarpe,
del desarrollo urbano estuvo orientado hacia de la cual no quedan sino algunos vestigios ma-
la dirección en que se discurre el agua de rie- teriales, ha dejado sin embargo en la propia ciu-
go. Así advertimos que el crecimiento del nú- dad un muy valioso y perdurable legado: la uni-
cleo fundacional fue hacia el noroeste, con una dad espacial dada por la acequia-cauce-camino,
magnitud en superficie que duplicaba el aman- testigos actuales del aprovechamiento del sis-
zanamiento original. tema de riego artificial basado en la utilización
Los primeros pobladores españoles de Men- de canales e hijuelas. La necesidad vital de ad-
doza provinieron de las ya existentes ciudades ministrar la escasa agua proveniente de los des-
chilenas de Santiago y La Serena, como era ha- hielos cordilleranos obligó a madurar rápida-
bitual en este extremo continental. Estos veci- u UNA CALLE DE MENDOZA, ALREDEDOR DE 1880. mente un sistema público de administración
nos trasladaron las características de la ciudad del recurso hídrico: como en otras ciudades del
de donde provenían: por ejemplo, el casco fun- Valdivia había dictaminado una extensión te- Reino de Chile que poseyeron sistemas de rie-
dacional de Mendoza es igual al de ciudad chi- rritorial de 100 leguas desde la costa hacia el go por acequias (La Serena, Copiapó, Curicó y
lena La Serena. Para tener una idea de la im- interior, por lo que el dominio incluía a las ac- la propia Santiago) se constituyó en Mendoza
portancia relativa de la ciudad de Mendoza a tuales regiones de Tucumán y Cuyo en la Ar- la figura del Alcalde de Aguas.
quince años de su fundación, puede estimarse gentina. Pero la dura lucha con los naturales, Durante todo este período la ciudad vivió
para 1575 una población de 240 españoles y que a fines del siglo XVI en la interminable amenazada por los aluviones que bajaban por
2500 indios, mientras México (la mayor ciudad guerra de Arauco pareció jugar el destino de el Zanjón: una de las preocupaciones cons-
del Nuevo Mundo) contaba con 24.000 espa- la Conquista en el Reino de Chile, libró a su tantes de los cabildantes fue el mantenimien-
ñoles y Santiago de Chile con 3000, según la propia suerte a las tres ciudades cuyanas (Men- to de las “casas del Cabildo”, y otro tanto su-
Descripción y Geografía Universal de las Indias doza, San Juan y San Luis). cedía con la Iglesia Matriz, lo cual evidencia
Occidentales de López de Velazco (1575). Los cronistas y viajeros que pasaban por la un esfuerzo constante de los pobladores por
En las primeras décadas de existencia, Men- Mendoza del siglo XVI coinciden en describir consolidar esta pequeña ciudad, cuyo riesgo de
doza estuvo prácticamente aislada. Hasta 1580 el carácter agrícola de la novel ciudad, favore- desaparición estuvo latente durante los pri-
estuvo incomunicada con las ciudades norte- cido por la calidad del suelo y la infraestructu- meros tiempos. Hacia el final del período la
ñas y hasta 1602 con las del Litoral. La Go- ra de riego indígena. La incipiente actividad ciudad contaba con unos 4000 pobladores en
bernación de Chile en los tiempos de Pedro de agrícola, fundamentalmente forrajera, cereale- una superficie urbanizada de 75 ha.

u RUINAS DE LA IGLESIA DE S. DOMINGO, EN EL CASCO FUNDACIONAL DE MENDOZA, DESTRUIDO POR EL TERREMOTO DE 1861.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 123


San Juan y San Luis. Fue mucho tiempo una le. En 1820 se separan de la Provincia de Cu-
ciudad esclavista, por constituir un sitio de cru- yo las de San Luis y San Juan. Hacia esa fecha,
ce obligado del tráfico de negros desde el Atlán- Mendoza vive un período de florecimiento in-
tico al Pacífico; esta presencia de esclavos — telectual. Aparecen los primeros diarios como
que se extiende hasta su desaparición como índice de un período de “ilustración”, que se
efecto colateral de las guerras de la Indepen- extiende aproximadamente hasta 1830, encar-
dencia— marca la organización del sistema pro- nado en intelectuales como Juan Crisóstomo
ductivo agrícola e industrial del período. Lafinur, Agustín Delgado y otros.
En 1782 tuvo lugar el primer terremoto de En 1822 se crea la primera biblioteca pú-
consecuencias destructivas serias, terremoto blica. Según el Plano Topográfico de la ciudad
llamado de Santa Rita, que dio comienzo a una de Mendoza, levantado por Don José Espino-
sucesión de calamidades que culminarían en sa hacia 1822, la ciudad de 88 manzanas y 2
1861. Los sismos constituyen una de las razo- plazas se ha desarrollado en el sentido norte-
nes por las que la arquitectura de Mendoza no sur (paralelo a la cordillera), por lo que se con-
u PLANO DE LA CIUDAD NUEVA DE MENDOZA, CON SU CEN- tuvo la importancia de la de Córdoba: el temor virtió en un polígono cuasi rectangular de 6
TRO GEOMÉTRICO UBICADO EN LA PLAZA INDEPENDENCIA. de derrumbe, sumado a la creencia generali- manzanas de ancho por 15 de largo, enmar-
zada de que el adobe crudo era más elástico y cado al este por el canal Zanjón y al oeste por
2. LA CIUDAD DE BARRO (1761-1861). resistente que el ladrillo cocido, introdujo una el Tajamar, acequia que abastece de agua (po-
Este período abarca la historia colonial de limitación tecnológica, ya que el adobe es de table y de riego) a la ciudad, y que está flan-
la ciudad desde el primer plano conocido des- por sí muy pesado y no se adapta para cons- queado por la calle de San Nicolás (hoy Ave-
pués de la fundación, el plano territorial de truir en altura; por ello la edificación era baja nida San Martín) a partir de la cual comienza
1761, hasta el terremoto de 1861, que obligó a y extendida. hacia el oeste la zona de huertas y potreros. Las
una casi completa reconstrucción. Se trata de El plano territorial de 1802 (levantado a re- calles tenían un trazado sinuoso e irregular
un período sin mayores transformaciones, con querimiento de Francisco José de Marán, obis- debido a los aluviones o desbordes de las ace-
una gran continuidad entre los años de la Co- po de la Diócesis de Santiago de Chile a efec- quias, que desdibujaban y obligaban perma-
lonia y los posteriores a la Revolución de 1810. tos de poder realizar la división del Curato de nentemente a demarcarlas, y a la escasa den-
Mendoza es fruto del aprovechamiento y cul- Mendoza) recrea, luego de 41 años, la situación sidad edilicia, que tampoco contribuía a la
turización del oasis del Río Mendoza; el plano territorial y nos permite ver el estado de la re- permanencia de una línea de edificación de-
territorial de 1761 sobre el sistema de riego gión a comienzos del siglo XIX. El amanzana- finida. El plano indica detalladamente la lo-
constituye un documento fundamental, por- miento urbano permite inferir los límites del calización del equipamiento religioso, cívico-
que al haberse elaborado con motivo de las tra- casco, que se ve enmarcado por el sistema de administrativo, público y militar; se ha señalado
mitaciones que hizo el procurador Correas an- riego formado por el canal Tajamar y el Zan- que el equipamiento urbano fue realizado du-
te el gobierno de Chile para la construcción de jón (Cacique Guaymallén). Se trata de un agru- rante la gobernación de Sobremonte en Cór-
un “tajamar” [1764] sobre la llamada acequia pamiento bastante compacto de aproximada-
de la ciudad, grafica todo el sistema de riego y mente 55 manzanas y una plaza mayor.
las vinculaciones con el territorio. En este pla- Respecto del plano de 1761, puede señalar-
no la ciudad está representada por una cua- se un notable crecimiento del casco urbano en
drícula de 12 x 12 manzanas regulares y atra- dirección sudoeste. La ciudad estaba dividida
vesada por dos cursos de agua. en cuarteles (disposición que se remonta a la
En 1776 se conforma el Virreinato del Río división de Madrid en 1768), que sirvieron pa-
de la Plata que dio fin a 216 años de pertenen- ra organizar la tarea de levantamiento de los
cia de la Provincia de Cuyo a la Capitanía de censos provinciales posteriores, de 1814 y 1823.
Chile. Comienza entonces la mayor vinculación En 1808 se estableció un radio urbano dentro
y dependencia comercial y política con Buenos del cual era obligatoria la construcción de ve-
Aires, aunque los vínculos con Santiago de Chi- redas (de vara y media, igual que en Santiago
le siguieron siendo fuertes, no solo por lazos de Chile) y se decidió la formación del paseo
culturales y de modos de vida, sino también co- público entre los dos canales (la actual Aveni-
merciales y, sobre todo, por los que abriría la da San Martín, en el tramo correspondiente al
lucha conjunta en las guerras de la Indepen- Paseo de la Alameda). Si la Primera Junta de
dencia. A partir del reinado de los Borbones en gobierno patrio (1810) no produjo ninguna dis-
España, habían comenzado a introducirse re- continuidad en el desarrollo de la ciudad, en
formas, como la instalación de intendencias (de cambio fue muy significativa la presencia del
acuerdo con el sistema francés de administra- General San Martín y la organización del Ejér-
ción del territorio): la Ordenanza de Intenden- cito de los Andes. Después del primer fracaso
tes es de 1782, momento desde el cual Men- emancipador chileno (1810), se instalaron en
doza pasó a depender jurisdiccionalmente de Mendoza con sus familias muchos refugiados,
la Intendencia de Córdoba, junto con La Rioja, lo que reforzó los tradicionales lazos con Chi- u EL GRAN MENDOZA A MEDIADOS DEL SIGLO XX.

124 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


men men
mero de víctimas, que sobre los 8.700 pobla-
dores del censo de 1857 da una proporción
enorme [77%]. Recién hacia 1870 la ciudad
volvería a contar con la cantidad de habitan-
tes que había tenido antes del terremoto, y so-
lo hacia 1885 recuperaría la densidad urbana
perdida. La reconstrucción se ligó a los im-
portantes cambios a nivel nacional y provin-
cial que ocurrieron después de la batalla de
Pavón, en setiembre de 1861, cuando Laurea-
no Nazar asumió la gobernación. El gobierno
nacional acudió con ayuda monetaria a través
de una Comisión Filantrópica, y con apoyo téc-
nico para la inmediata reconstrucción de la edi-
licia pública a través de la acción temprana de
“ingenieros nacionales”, como Pompeyo Mo-
neta (v.). La ayuda del gobierno nacional estuvo
condicionada a una pronta definición del em-
plazamiento de la Nueva Ciudad Capital de la
provincia. Durante los años siguientes se dis-
u INSPIRACIÓN LECORBUSIERANA EN EL EDIFICIO DEL CORREO CENTRAL DE LA CIUDAD DE MENDOZA. cutió en la Legislatura local la elección del sitio
donde reinstalarla. La comunidad intervino ac-
doba y Cuyo. En Mendoza tendió a consolidar la institución de “agrimensor e ingeniero de la tivamente en la discusión del tema urbanísti-
los bordes de la cuadrícula urbana, mientras Ciudad”. Con el mismo espíritu se entronca la co, en el que se debatían grandes intereses. La
que en Córdoba se preocupó por consolidar el creación de la “Comisión Topográfica”. reconstrucción requirió un tremendo esfuerzo:
núcleo urbano mediante una densificación de El plano de 1854 fue primer intento de no- el terremoto había dejado tras de sí destrucción,
usos y equipamientos; esto explica la aparición minar todas las calles, y la sanción de la ley de dolor y pobreza, a lo que debe sumarse el in-
del paseo público La Alameda Nueva (hoy Sar- “ensanche de calles y carriles”, también de 1854, mediato éxodo hacia la campaña, motivado por
miento) en los bordes de la ciudad. Este plano fue de gran trascendencia para la futura ciu- el miedo a que se repitiese el cataclismo, o por
es el primero que registra el parcelamiento agrí- dad posterremoto. El último plano antes del te- la carencia de vivienda urbana, etc.
cola contiguo a la ciudad, bastante irregular: rremoto es el firmado por Eusebio Galigniana Se debe al gobernador Carlos González Pin-
se ve cómo los callejones que vinculaban las en 1856; este nos permite tener una idea clara to (1863-1866) la organización de las princi-
fincas (así se llama en la región a estas uni- de cómo estaba consolidada la ciudad en el mo- pales tareas de reconstrucción. La planificación
dades productivas) entre sí y con la ciudad se mento de la catástrofe. Estaba compuesta por posterremoto intentó recrear otro polo de des-
habían convertido en las actuales vías de co- aproximadamente 100 manzanas regulares, arrollo urbano a partir de una gran plaza cen-
municación urbana en el Gran Mendoza. más algunas “supermanzanas” con presumi- tral. Se dictó la ley de traslado de la ciudad ha-
De 1828 es la aparición del primer cemen- ble uso agrícola. Se dividía en diecinueve cuar- cia el sudeste, en la localidad de Las Tortugas,
terio público y el Reglamento de Policía que de- teles, con el criterio de asignar a cada cuartel y la antigua ciudad recibió el nombre de Villa
termina normas sobre edificación. Según el na- una “toma” de agua en el canal Tajamar, ace- de Palmira, hasta que en 1863, con la sanción
turalista inglés Charles Darwin, quien llegó a quias que bajaban por pendiente, de oeste a es- de la Ley del “Pueblo Nuevo”, en la ex hacien-
Mendoza en 1835 desde Valparaíso, la ciudad te, y surtían de agua potable y de riego a las da de San Nicolás, se la volvió a llamar Men-
era “excelente para vivir pero muy mala para en- propiedades de cada hilera de manzanas; por doza. La hacienda había sido una propiedad
riquecerse” y su aspecto, “triste y desagradable”. ello, cada fila de manzanas oeste-este consti- agustina en el sector sur de la ciudad colonial,
La mayor parte de los viajeros coincide con el tuía un cuartel a la manera de tajadas del cas- expropiada hacia 1825, y en la que ya en 1853
carácter de oasis de Mendoza y con la humildad co urbano. La población estimada hacia 1856 se haba previsto establecer una Quinta Mode-
de las construcciones de barro, que dan el tono era de 8.700 habitantes. lo y una Escuela de Agricultura. El hecho de
de la ciudad previo al terremoto de 1861. disponer de estas tierras públicas fue el argu-
Durante estos años y hasta 1850 las guerras 3. LA ERECCIÓN DE LA CIUDAD mento que decidió la localización de la Nue-
civiles afectaron gravemente la calidad de vida POSTERREMOTO (1861-1883). va Ciudad, entre tantos intereses encontrados.
urbana, aunque deben destacarse las excep- A pesar de lo ocurrido en 1782, Mendoza Materializada la “Ciudad Nueva”, con cen-
ciones de las obras públicas durante el gobierno había olvidado ser sujeto de cataclismos, has- tro en la actual Plaza Independencia, se evi-
de Pedro Molina (1836) y la Ley de Aguas del ta que el 20 de marzo de 1861 un terremoto, dencia una preocupación en dar usos viables
gobernador Aldao a efectos de ordenar el rie- un incendio posterior y una inundación, pro- a la nueva traza de San Nicolás mediante la lo-
go. A pesar de este relativo aletargamiento de vocada por el desborde de canales y acequias, calización de equipamiento público para con-
la dinámica urbana, el último gobernador ro- disolvieron traumáticamente la jerarquía ur- solidar el sitio como nuevo centro; pero esa
sista impuso una serie de acertadas disposi- bana. Un médico chileno que estuvo en los apuesta a un trasvasamiento de los habitantes
ciones referidas a la ciudad, tales como crear equipos de salvamento estimó en 6.600 el nú- fracasó. La espera duró alrededor de 23 años,

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 125


luego de los cuales los gobernantes debieron racteriza fundamentalmente por la consolida-
aceptar que buena parte de la población no que- ción en el escenario urbano del mismo grupo
ría abandonar la antigua traza. Finalmente se que poseía el poder económico y político, al
aceptó que la Mendoza real estaba constituida que conocemos en el orden nacional como “la
tanto por el “Pueblo Nuevo” como por la “Ciu- Generación del 80”; grupo unido estrecha-
dad Antigua” (“Barrio de las ruinas”, como mente por lazos familiares y que fue alcan-
se la denominaba despectivamente), y se cons- zando paulatinamente una unidad de acción
tituyó la línea de unión entre las ciudades Nue- basada en la cohesión del plan liberal. En es-
va y Antigua (la actual avenida General San tos años, el mercado interno ciudadano se en-
Martín) en el nuevo eje de la actividad comer- riqueció y la ciudad se pobló de nuevos nego-
cial ciudadana vigente hasta nuestros días. El cios y equipamiento público, bancario,
terremoto le brindó a la nueva generación li- comercial, etc., así como de clubes sociales y
beral que gobernaba el país y a la región la po- cafés. Se construían los edificios públicos mo-
sibilidad de cortar amarras con la expresión es- numentales en lenguaje académico francés, en
pañola que atribuían a la ciudad destruida y un emplazamiento que priorizaría las pers-
que se asociaba con el atraso. En 1864, la Le- pectivas de grandes avenidas. El acento del pe-
gislatura local expresaba: “los mendocinos po- ríodo está puesto en la remodelación de la ciu-
demos lisonjearnos de habernos levantado ca- dad, que sigue el ejemplo haussmanniano y
si transformados de nuestro anterior modo de atiende a las reformas en Buenos Aires. Se pla-
ser” (Massini Calderón, 1967). Se le asignó un nifica el Parque del Oeste (actual San Martín),
nuevo contenido a la reconstrucción, consti- proyectado por el paisajista francés Charles
tuida en todo un desafío: era necesario crear u EDIFICIO GÓMEZ, PRIMER RASCACIELOS MENDOCINO. Thays (v.). Ser intendente y progresista parecía
una “nueva ciudad” que reflejara también una estar en las expectativas de la carrera política,
“nueva sociedad”. cuando se creó el primer municipio de la ciu- tanto que hasta Emilio Civit y José Néstor Len-
El traslado a la Ciudad Nueva fue de los sec- dad, en los límites de lo que hoy denominamos cinas, los dos grandes políticos locales, fueron
tores pudientes, ya que no toda la población Municipio de Capital. En ese sector céntrico ya intendentes de Mendoza. Sin embargo, los dos
podía, por un lado, reconstruir su vivienda consolidado, que excluía los tradicionales “arra- ediles más importantes que ha tenido la ciu-
en la Ciudad Vieja y, simultáneamente, cons- bales” de la ciudad (San José, en el actual De- dad fueron Luis Lagomaggiore y Manuel Ce-
truir otra en la nueva traza. partamento de Guaymallén, y La Chimba, en retti, quienes dictaron abundante legislación
Según se desprende del plano de 1872, fue el actual Departamento de Las Heras), se con- urbanística. La población urbana pasa de 17.700
vital en la nueva traza el sistema de riego ur- centran los esfuerzos oficiales en este período. habitantes en 1885 a casi 59.000 en 1912
bano, lo que determinó el parcelamiento ca- En esta etapa, se gesta un nuevo modelo de (157.000, si tomamos el Gran Mendoza).
tastral del agrimensor francés Julio Balloffet organización espacial urbana, con la progresi- La intendencia de Lagomaggiore (1884-
(1863). La dirección general de la traza se vin- va transformación de las calles coloniales en 1888) es uno de los períodos más largos de ad-
cula al sentido de la antigua e importante hi- bulevares o en calles flanqueadas de árboles ministración comunal que tuvo la ciudad y,
juela de sudoeste a noroeste. La acequia pro- que cimentaron la actual imagen de Mendoza. sobre todo, uno de los más documentados, ya
veedora de agua potable en cada manzana se Hasta 1881 la ciudad no experimentó creci- que se preocupó por confeccionar planos y por
desprendía de la hijuela principal hacia la ve- miento alguno, ni en la llamada Ciudad Vieja dejar abundante información sobre su acción
reda sur de cada manzana; de ella se despren- ni en la Ciudad Nueva; se comprende que la de gobierno. Considerado por la historiogra-
día a su vez otra que ingresaba al interior de ciudad estaba apenas llenando su traza y no fía como el verdadero hacedor de la Nueva Ciu-
los predios para proveer de agua potable y rie- precisaba de una nueva expansión territorial. dad, fue, en verdad, el político que produjo el
go a cada propiedad a la manera de peine; al sinceramiento respecto de la necesidad de in-
arribar a la vereda norte confluía en una ace- 4. LA IDEA DEL PROGRESO Y EL URBANISMO tegrar la Nueva Ciudad con la Vieja, abando-
quia colectora. De esta manera queda plante- HIGIENISTA (1884-1911). nando los intentos de hacer tabla rasa de la tri-
ado en la Nueva Ciudad el sistema de dos ace- Este es un período de importantes trans- centenaria traza de la Mendoza colonial. En
quias paralelas al curso de las calles oeste-este, formaciones para Mendoza, definido por una esta gestión se realizó la limpieza efectiva de
que perdura hasta nuestros días. acentuada confianza en el progreso, con una la Ciudad Antigua, liberándola de los escom-
Los otros dos elementos centrales que sur- administración municipal y provincial mo- bros del terremoto de 1861 y saneando y ni-
gen del plano son la propuesta de forestación dernista encaminada a poner a la ciudad “a la velando sus calles; se llevó a cabo la cons-
pública y los límites del recién constituido Mu- altura de los tiempos”. Está marcado por la ges- trucción de la infraestructura sanitaria para el
nicipio de la Capital. La Constitución de Men- tión municipal de Luis Lagomaggiore y por abastecimiento de agua potable y la pavimen-
doza, elaborada por Juan Bautista Alberdi y san- la llegada del ferrocarril (1885); el cierre del pe- tación de la mayor parte de la ciudad. Los enor-
cionada en 1854, preveía la creación de ríodo en 1911, traspuesto el año del Centena- mes gastos que estas obras acarrearon, y que
municipalidades; durante el tratamiento de las rio de la Revolución de Mayo, se vincula con debieron financiarse con empréstitos nacio-
leyes para la Nueva Ciudad observamos que se la finalización de la gobernación de Emilio Ci- nales, determinaron que se efectivizara el par-
intenta reflotar esta iniciativa recurrentemen- vit, la figura más prominente de la dirigencia celamiento catastral territorial como modo de
te, pero la idea recién pudo concretarse en 1868, conservadora mendocina. Este período se ca- recaudación fiscal (1885).

126 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


men men
En 1885 llegó el ferrocarril, y con él la rela- Hacia 1903 observamos que el área más den- Acallados los ecos del Centenario, y ya en
ción regular con Buenos Aires. El trazado tie- samente poblada no la constituía ni la ciudad escena un nuevo sector social en la adminis-
ne incidencia, asimismo, en el desarrollo de la “nueva” ni la “vieja”, sino la más próxima a la tración provincial y municipal, conformado bá-
ciudad: ubicado a siete cuadras de la Avenida estación del ferrocarril, donde se habían loca- sicamente por las capas medias, surge una nue-
San Martín, generó la única expansión de la lizado los hoteles, inquilinatos, conventillos y va preocupación por la actividad intelectual.
ciudad que se planteó en la prolongación nor- asilos de los inmigrantes. El municipio se vio Comienzan a proliferar medios gráficos, como
te del trazado de la Ciudad Nueva, en una su- obligado a dictar normas de fomento para la revistas y semanarios; el cinematógrafo difunde
perficie de dos manzanas completas. Junto con construcción de viviendas obreras, mediante la nuevos modos de vida y nuevas actividades, y
el ferrocarril, se habilitó el primer tendido de exoneración del pago de derechos y servicios; el deporte adquiere una importancia crecien-
luz eléctrica con que contó la provincia: se ex- también debió intervenir en la regulación de te. El Parque del Oeste, ya por entonces de-
tendió a lo largo de la avenida San Martín des- cánones justos de alquiler, así como en el es- nominado Parque General San Martín, trans-
de Alem a Colón. tímulo a la buena calidad de las construcciones. forma su primitivo destino de paseo oligárquico
La gestión municipal fomentó la higiene Entre 1885 y 1903 el 42% de la población de to- en un paseo popular, con la localización de clu-
interior de las viviendas y establecimientos pú- do lo que hoy se denomina el Gran Mendoza bes deportivos y la remodelación de sus reco-
blicos, la recolección periódica de residuos y se localizaba en el Municipio de la capital; ac- rridos interiores en función del uso peatonal.
su incineración, y una zonificación primaria tualmente esa relación es del 19,66%. Aumentan las alternativas de usos urbanos y
de los usos posibles de la ciudad para estable- el centro de la ciudad se convierte en la gran
cimientos fabriles. El problema higiénico fue 5. LA CIUDAD MODERNISTA (1912-1930). opción: restaurantes, cafés, teatros, cines, co-
central en estos años, por el gran aumento de Este período comienza con la promulga- mités políticos, clubes, etc. El período se im-
la densidad y el empeoramiento de las condi- ción de la Ley Sáenz Peña, cuando a nivel na- pregnó de actividad política y la ciudad se de-
ciones de habitabilidad de los sectores popu- cional se abren las posibilidades de elecciones mocratizó en sus usos; no eran ajenos a este
lares, con multiplicación de conventillos e ín- libres. En 1910 haba terminado su gestión Emi- fenómeno los recién llegados inmigrantes. En-
dices de mortalidad altísimos. lio Civit y su continuador, Rufino Ortega (h), tre 1885 y 1912, la población de la ciudad se ha-
Son los años de afluencia de una inmigra- que había sido Jefe de la Policía durante su ad- bía triplicado como consecuencia del arribo
ción preponderantemente italiana y española, ministración, rompió lazos con Civit y fundó masivo de inmigrantes, cuyo pico máximo fue
que requirió una creciente participación en la en 1911 el Partido Popular, variante conserva- en 1912 y 1913: 15.914 y 16.138 personas res-
cosa pública y se insertó en la actividad eco- dora que aceptaba el libre sufragio y era más pectivamente. Esto determinó que, en 1912, el
nómica predominante, especialmente en la vi- contemporizadora con los sectores populares. 40% de la población de la ciudad fuera de ori-
tivinícola, la cual tuvo un cambio vertiginoso. Pero a partir de 1918 estos irrumpen arrolla- gen extranjero.
En 1896 la Legislatura contrató al higienista doramente en el escenario político local, re- La superficie urbanizada dentro de los lí-
Emilio Coni, (v.), quien realizó el exhaustivo in- presentados por el “radicalismo lencinista”, mites del Departamento de Capital se incre-
forme sobre saneamiento de la Provincia de movimiento caudillesco, paternalista y perso- mentó, entre 1885 y 1912, en un 40%; se pro-
Mendoza, con una cantidad de propuestas pa- nalista que dio tres gobernadores constitu- dujo el “llenado” de la traza de la Ciudad Nueva,
ra la ciudad. Llevó a cabo el censo sobre el es- cionales con relaciones crecientemente con- la que aumentó las densidades netas a un pun-
tado sanitario de las viviendas, el primero que flictivas con el yrigoyenismo. to tal de constituir los segundos valores más
se realizaba en América del Sur, con el objeti-
vo de confeccionar el Legajo Sanitario de la Ha-
bitación, cuyo único precedente era el que re-
gía en París desde 1895. Del censo se desprendía
la necesidad de legislar un Reglamento de Cons-
trucciones, el que finalmente sería sancionado
en 1902, durante la intendencia de Manuel Ce-
retti. También como respuesta a los requeri-
mientos higiénico-sanitarios propuestos por
Coni, aunque sobre todo por la voluntad polí-
tica de “embellecer la ciudad”, se convocó al pai-
sajista Charles Thays para diseñar el Parque
Público del Oeste, concebido como un espacio
triangular de 400 ha, una superficie un poco
más grande que la de la ciudad existente en-
tonces. En el diseño original, el Parque incluía
el Hipódromo (actualmente separado del par-
que por barrios populares), un lago artificial y
un Jardín Zoológico. El parque se constituyó
en un polo de desarrollo en el sector oeste, fo-
mentado por las autoridades que buscaban en
el verde una nueva fisonomía para la ciudad. u PLAZA INDEPENDENCIA, CENTRO GEOMÉTRICO DE LA CIUDAD.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 127


altos (116 hab. por ha), solo superados en la dé- Independencia (1937); la creación de la Comi-
cada de 1940 (con 118 hab. por ha), valores que sión de Urbanismo de Mendoza (1938); el apo-
marcan el cenit de la densidad urbana men- yo a la gestión del arquitecto Ramos Correas (v.)
docina. La ciudad se expandió tanto en la sec- en las transformaciones del Parque San Mar-
ción este (Antigua) como en la oeste (Nueva). tín con los criterios del “paisajismo recreativo”;
En 1914 se inauguró el monumento al Ejérci- la sanción de la Ley NBA 1372 (1939), referen-
to de los Andes, emplazado en el antiguo ce- te a la obligación para las ciudades de más de
rro del Pilar que, a partir de esta época, co- 10.000 hab. de tener un proyecto de regulación
menzó a ser conocido como Cerro de la Gloria, y extensión; la convocatoria al concurso para el
que empezaba a ser forestado en su ladera es- Plan Regulador y extensión de la Ciudad de
te, la que da hacia la ciudad. Hacia 1925, la Mendoza (1940); la aparición de la Asociación
consolidación creciente del Parque General Amigos de la Ciudad; el Centro de Gobierno de
San Martín, al oeste de la ciudad, significó un Mendoza (1948). La continuidad política des-
foco importante de atracción urbana. de 1930 hasta 1943, con gobiernos exclusiva-
Fue un período de importantes proyectos mente surgidos de las filas del conservaduris-
para la ciudad, aunque no se realizaron, como mo, significó también la permanencia de
el de emplazamiento del Palacio de Gobierno u CASA EN MENDOZA, DE GERARDO ANDÍA. funcionarios y técnicos de alto nivel como Ro-
(ya previsto durante el gobierno Civit, pero sus- mero Day, y continuó en el gobierno justicia-
tanciado como concurso en 1926) y la propuesta El problema urbanístico empezaba a ser una lista: Faustino Picallo (1948) es el que plasma
de reforma urbana del ingeniero agrónomo Be- preocupación oficial, pero se lo veía aún más una de las más útiles propuestas del Plan Re-
nito Carrasco (v.), de 1915, que fue una de las como una cuestión de estética que de previsión gulador de 1941, la construcción de un Cen-
más audaces propuestas proyectadas y truncas y resolución de conflictos. Así surgieron en tro Cívico (v.). Se gesta en este tiempo el pro-
para Mendoza. Su autor, entonces director de Mendoza una serie de disposiciones guber- yecto del primer barrio unitario de viviendas en
Paseos Públicos de Buenos Aires, contratado namentales destinadas a “embellecer” la ciu- propiedad horizontal, de los arquitectos men-
por el intendente de Mendoza, Jacinto Anzo- dad, y también se desarrolló una proficua obra docinos Manuel y Arturo Civit (v.), las casas co-
rena, propuso una serie de diagonales que co- pública consistente en caminos, escuelas, dis- lectivas, destinadas a obreros y empleados de
nectaban todos los barrios del casco urbano y pensarios médicos, el Gran Hospital Central y la administración. Era un proyecto de 727 vi-
una serie de plazas, trazando ejes parciales de obras paisajísticas en el Parque y en el Cerro viendas en 14 bloques de propiedad horizontal
simetría que organizaban sectores del plano. de la Gloria. El período se caracterizó por el au- de tres pisos cada uno. La creación de la Co-
Con ciertas reminiscencias de los modelos ge de las comunicaciones aéreas, radiales y misión de Urbanismo de 1938 se vincula con
de la Garden City inglesa, propuso una preci- telefónicas, y el comienzo del turismo como ac- un fallo de la Corte Suprema referido a la cons-
sa vinculación del Parque San Martín con el tividad económica. La Segunda Guerra Mun- trucción del Palacio de Gobierno, que pone so-
casco consolidado. A pesar de su aparente li- dial trajo, por un lado, la necesidad de sustituir bre el tapete la necesidad de acelerar decisio-
bertad de formas, constituyó el intento más se- importaciones y, por ende, un incipiente pro- nes en materia urbanística que comprometan
rio de ortogonalizar el futuro amanzanamien- ceso de industrialización, y por otro la afluen- el futuro de la ciudad. De esa Comisión salió la
to de la ciudad, colocando como centro focal cia de una nueva inmigración europea, que es- iniciativa de convocar el concurso de antece-
del planteo al trazado y direccionalidad de la ta vez tuvo un asentamiento fundamentalmente dentes para diseñar un Plan Regulador para
“Ciudad Nueva”. urbano. En 1943 la revolución cvico-militar in- el Gran Mendoza, iniciativa que se instrumentó
En 1927 se sancionó un nuevo Reglamen- terrumpe nuevamente la continuidad consti- a través de la Municipalidad. La convocatoria
to General de Construcciones que debía re- tucional, con un movimiento que preparaba el fue muy importante por la calidad de los parti-
emplazar al de 1902. Motivado por el terre- acceso del justicialismo al poder en 1946. En cipantes: los tres primeros premios fueron pa-
moto de abril de 1927, se caracterizó por el la ciudad no se interrumpió, sin embargo, la lí- ra Fermín Bereterbide (v.), Alberto Belgrano
énfasis en las precauciones contra los temblo- nea de realizaciones urbanas que venía efec- Blanco (v.) y los uruguayos Mauricio Cravotto y
res, ausentes en la norma anterior. Hacia 1930 tuando el partido conservador. Juan Antonio Scasso; Carlos María Della Pao-
se contaban en la ciudad 78.000 hab., y en el Los hechos más importantes en el pensa- lera (v.) y Adolfo Farengo; Le Corbusier (v.), P.
Gran Mendoza 225.000. miento urbanístico y las transformaciones de Jeanneret, Antonio Bonet (v.), Jorge Ferrari Har-
Mendoza en este período se vinculan, de una doy (v.); Juan Kurchan (v.), José A. Le Pera, Si-
6. LA PREEMINENCIA DE LA VIDA URBANA (1931-1951). u otra manera, con el Primer Congreso de Ur- món Ungar, Hilario Zalba (v.), Valerio Peluffo
En 1930, la crisis económica mundial se banismo organizado en Buenos Aires en 1935. (v.) y Jorge Vivanco (v.). Del proyecto ganador es
sumó a la crisis política que se desencadenó Allí se presentó el conjunto de viviendas de los muy poco lo que se materializó. Por razones
en la Argentina con el derrocamiento del go- arquitectos Civit; también participó el ingenie- políticas el Plan Regulador de 1941, la propuesta
bierno democrático de Hipólito Yrigoyen. Es- ro Frank Romero Day, por entonces Ministro global más ambiciosa que se realizó en Men-
ta crisis también se tradujo en una pauperi- de Industria y Obras Públicas de Mendoza, y doza, quedó como una experiencia trunca; so-
zación de vastos sectores de la población y en podría decirse que de allí se desprende una se- lo se aprovecharon algunas recomendaciones
una emigración hacia las ciudades desde el in- rie de sucesos importantes para la ciudad: la de- urbanísticas, tales como la demolición de la Ca-
terior en busca del trabajo que faltaba en los finición legal del largo litigio sobre la cons- sa de Gobierno iniciada en el Parque Indepen-
pueblos y el campo. trucción del Palacio de Gobierno en la Plaza dencia y el emplazamiento del Centro Cívico o

128 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


men men
la avenida de Acceso Este a la ciudad. El Cen- una hoya precordillerana un teatro griego to- 7. DE LA CIUDAD CAPITAL AL GRAN MENDOZA
tro de Gobierno Provincial (hoy Centro Cívico, talmente revestido en piedra de la zona. Los (1952-1982).
v.) constituye la intervención urbanística uni- criterios de diseño del paisaje se apoyan en re- Así como el período anterior se caracterizó
taria más importante del s. XX en la ciudad de soluciones pintoresquistas, que buscan la mí- por la mayor concentración poblacional en el
Mendoza. Fue realizado por el arquitecto Bel- mesis con el entorno. Ramos Correa fue, asi- Departamento de la Capital, el presente se dis-
grano Blanco en 1948. Se erigió en el sitio co- mismo, impulsor de iniciativas importantes, tingue por la creciente urbanización de los de-
nocido como Quinta Agronómica, gran reser- como el propio Plan Regulador. La Revolución partamentos circunvecinos y la absorción por
va fiscal que había reemplazado a la primitiva de 1943 y el acceso posterior del justicialismo parte de estos de las funciones residenciales,
Quinta Normal en el sitio donde se emplazó la significaron el alejamiento de la función pú- mientras que la cudad de Mendoza tiende ca-
Ciudad Nueva en 1863. Aunque solo se reali- blica de Ramos Correas, dejando atrás las obras da vez más a la terciarización de sus usos. Su
zaron los edificios destinados al Poder Ejecu- más valiosas desde el punto de vista del pai- gravitación en el ámbito regional es creciente;
tivo y al Poder Judicial, y el trazado paisajísti- sajismo recreativo hechas en este siglo. en efecto, pese al progresivo despoblamiento,
co del conjunto fue desnaturalizado durante En este período, la ciudad alcanzó un alto en ella se mueve diariamente una importan-
los años sesenta, el conjunto es significativo grado de homogeneidad edilicia, dada por una te población fluctuante, tanto que, en este úl-
en la actual imagen de la ciudad y significó un altura uniforme en los edificios, ya sea en el timo período que abordamos, el Gran Men-
gran dinamizador de la zona sur. La otra gran centro comercial y en la periferia. Cabe des- doza —conformado por la fusión progresiva
transformación del período, que contribuyó en tacar, asimismo, la acción edilicia cumplida de la comunidad local mendocina— se ha cons-
buena medida a darle a Mendoza en esos años por la sucesión de gobiernos justicialistas en tituido en la cuarta aglomeración de la Argen-
su homogeneidad urbana, fue producida por materia de vivienda popular: en Mendoza su- tina, luego de Buenos Aires, Córdoba y Rosa-
el arquitecto Daniel Ramos Correas al frente peró en mucho todo lo realizado hasta ese mo- rio (con casi 700.000 habitantes hacia 1980).
de la Dirección Provincial de Paseos Públicos. mento, no solo por el volumen de lo construido Los Departamentos que conforman la conur-
Esta gestión significó para el Parque General sino también por la calidad de las urbaniza- bación no son ahora solo los vinculados histó-
San Martín y sus alrededores la más impor- ciones (en resoluciones pintoresquistas cali- ricamente al desarrollo de la ciudad, tales co-
tante remodelación desde que había sido cre- fornianas). En la ciudad también se insertó un mo Guaymallén y Las Heras; Godoy Cruz, al
ado en 1896: se generó una fuerte continuidad tipo especial de equipamiento público finan- sur, se fue transformando en este período en
con la ciudad; se parquizó la falda este del ce- ciado por la Nación y ubicado en el Parque San el más urbanizado fuera de la Capital. Por su
rro de la Gloria para instalar el nuevo Parque Martín, como la Escuela Hogar y el Hospital parte, los Departamentos de Luján y Maipú,
Zoológico, aprovechando en el diseño la to- de Niños. Por último, la sanción de la Ley Na- de génesis independiente, han sido progresi-
pografía accidentada; se plantaron miles de ár- cional de Propiedad Horizontal incorporó una vamente incorporados. La necesidad, y la di-
boles y se construyó todo un sistema de riego nueva modalidad constructiva que trajo apa- ficultad, de gestionar globalmente el conglo-
artificial; se remodeló, con el objeto de jerar- rejada la creciente proliferación de edificios merado del Gran Mendoza marcan en buena
quizarlo, el monumento al ejército de los An- en altura, los que se harían sentir en el próxi- medida los intentos urbanísticos de este ulti-
des, ubicado en el Cerro de la Gloria, en una mo período. La población era hacia 1951 de mo período; vinculada con ella veremos desa-
de las muestras más felices de intervención so- 112.000 habitantes en la ciudad (372.500 en rrollarse la segunda gran propuesta después
bre un monumento histórico; se localizó en el Gran Mendoza). del Plan Regulador de 1941, la de planeamiento
del arquitecto italiano Enrico Tedeschi (v.), y la
sanción en 1970 del Código de Edificación. En
la etapa justicialista, la gran acción edilicia y
de provisión de equipamiento público irrum-
pió en la ciudad de una manera muy signifi-
cativa. El monumental edificio del Correo Cen-
tral (Av. San Martín y Colón) es una muestra
acabada de la arquitectura racionalista de ins-
piración lecorbusierana del período; el Centro
de Gobierno, que comenzó en el período an-
terior, tardaría más de una década en finali-
zarse. Son años de urbanización acelerada y
de construcción de conjuntos de vivienda en
propiedad horizontal.
Como intervenciones arquitectónicas im-
portantes pueden mencionarse la incorporación
de la Ciudad Universitaria en el sector oeste del
Parque Gral. San Martín y el primer rascacie-
los (el edificio Gómez), con una silueta que evo-
ca los mejores ejemplos neoyorquinos (1954).
Caído el peronismo en 1955, vuelve a ree-
u CENTRO DE CONGRESOS Y EXPOSICIONES DE BAUDIZZONE, LESTARD, VARAS. ditarse como en la década del treinta el prota-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 129


gonismo oficial de figuras del conservaduris- como el entubamiento del tradicional canal Ta- MENHIR. m. En América, tipo de monumento
mo, con las que se plantea nuevamente en la jamar (que había permanecido a cielo abierto monolítico prehispánico presente en diversos
década del sesenta la preocupación urbanísti- desde los tiempos de la Colonia) o la “remo- puntos del noroeste argentino. El vocablo, de
ca que ya había operado en la década del cu- delación” del Paseo de la Alameda. La inci- origen bretón (men ‘piedra’ e ir ‘larga’), se em-
renta y que se traduce en la formación de la piente degradación urbana se advierte sobre plea en Europa para designar grandes bloques
Comisión Especial de Planeamiento Urbano todo en el equipamiento público. de piedra, a los que dieron forma antiguos gru-
(propuesta en 1958 durante la intendencia del Aparece y se consolida la Ciudad Univer- pos celtas.
desarrollista Washington Escobar y formada sitaria en terrenos pedregosos al noroeste del
en 1959 con la función agregada de confec- Parque. Prosigue, a su vez, el fenómeno de Los menhires americanos son piezas líticas
cionar un Código de Edificación). La Comisión construcción de edificios en propiedad hori- de un solo cuerpo, con perfil rectangular o
especial, cuya finalidad era la de asesoramiento zontal: la morfología urbana comienza a per- ligeramente ovalado, de entre dos y tres me-
al gobierno municipal, quedó presidida por el der homogeneidad por la inserción indiscri- tros de altura y hasta setenta centímetros de
arquitecto Ramos Correas, y en toda su tarea minada de edificación que no atiende al diámetro. Habitualmente una de sus caras —
puso énfasis en la reunión de los criterios pa- contexto. El Código de Edificación de 1970, y en menor medida ambas— se encuentra ta-
ra la planificación del Gran Mendoza. Esto no preocupado sobre todo por garantizar la segu- llada con diseños geométricos, antropomor-
pudo materializarse por falta de acuerdo polí- ridad de los edificios frente a la emergencia sís- fos o de animales. Si bien se desconoce la
tico entre los distintos departamentos, cuyos mica, no regula cuestiones atinentes a la pre- función exacta asignada a los menhires por
límites administrativos constituyen una tra- servación morfológica. los grupos indígenas, se supone que desem-
ba para plantear los problemas de la ciudad en- Hacia 1979, el plano muestra una ciudad peñaron un papel de tipo ceremonial, simbó-
tendida como unidad. De todos modos, se lle- capital totalmente urbanizada: hasta los terre- lico o incluso que sirvieron como indicadores
vó a cabo un concurso para contratar a un nos libres del ferrocarril han cedido su espa- de eventos astronómicos. Se cree que origi-
técnico urbanista, que fue ganado por el ar- cio a conjuntos de vivienda en torre. El trans- nalmente se hallaban dispuestos siguiendo
quitecto italiano radicado en Mendoza Enri- porte público adquiere la significación propia patrones específicos, pero que tal diseño se
co Tedeschi (v.) El Informe Tedeschi constitu- de una sociedad de masas y el transporte par- perdió a causa de los sucesivos traslados a los
yó el segundo intento del Movimiento Moderno ticular comienza a ser una presencia que re- que fueron sometidos en tiempos históricos.
de pensar en términos de prospectiva urbana siente el funcionamiento de la ciudad. Co- Los más conocidos, provenientes de El Mollar
la problemática de Mendoza. El fuerte del In- mienza a preocupar el problema de los accesos, y Tafí en Tucumán (grabados) o de Doncellas
forme fue su capacidad analítica, pero no es- circulación interna y estacionamientos: se ha- en la Puna (pintados), se encontraban inclui-
taba resuelto el problema de una gestión capaz bilitan los accesos Este (propuesto por el Plan dos en recintos construidos en piedra, como
de modificar la realidad en función de esas con- de 1941), Norte y Sur (en forma de autopistas). parte de su arquitectura. A. T / D. S.
clusiones; y la escasa o nula valoración de la Mendoza parece haberse olvidado de cuidar la
resultante morfológica de la evolución histó- esencia de su existencia: el oasis y el suburbio
rico-urbana de la ciudad, justificada en los li- agrícola que le dieron sustento.
neamientos de la Arquitectura Moderna, le im- En las décadas finales del siglo XX Men-
pidió aprehender la esencia de la conurbación doza ha albergado obras de buena calidad co-
mendocina, pese a logros parciales como la va- mo producto de arquitectos locales como Ra-
loración de la arboleda ciudadana como ele- úl Panello Gelly, Silvio Bromberg, Ricardo
mento homogeneizador de la imagen urbana. Perotti y Gerardo Andia. Asimismo se destaca
Después de un largo período de inactividad la construcción de varios emprendimientos de
en la producción pública de vivienda, a finales gran envergadura como el Estadio Mundialis-
de la década del sesenta, mediante distintas ope- ta (MSGSSV), el Auditorio y Centro Cultural
ratorias del BHN o del Instituto Provincial de (BLV) y el nuevo Parque (Becker, Ferrari, Fuen-
la Vivienda, se levantan numerosos barrios, por tes), en proceso de realización cuando estas lí-
lo general viviendas de muy baja densidad y con neas se escriben. Ri. P.
urbanizaciones sumamente extendidas. Esto
ha traído aparejado un doble inconveniente: el Bibliografía: A. Razori. La ciudad Argentina. Bs. As.: u MENHIR PREHISPÁNICO GRABADO, EN TUCUMÁN.

crecimiento extensivo ha sido a costa de terre- Imprenta López, 1945; J. L. Massini Calderón. Men-
nos que antes formaban parte de la periferia doza hace 100 años. Mendoza: Ed. Teoría, 1967; J.
agrícola, y la instalación de estas unidades tan L. Romero. Latinoamérica, las ciudades y las ideas. MERCADO. m. Sitio público o edificio de servi-
dispersas en el territorio ha significado un alto Bs. As.: Siglo XXI, 1976; G. Guarda. Historia urbana cios, destinado a la concentración y venta de
costo público de infraestructura y equipamiento. del Reyno de Chile. Santiago de Chile: Editorial mercaderías en el ámbito urbano.
La sucesión de golpes militares y la dis- Andrés Bello, 1978; R. Gutiérrez. Arquitectura y ur-
continuidad de gobiernos constitucionales ca- banismo en Iberoamérica. Madrid: Manuales Arte Antiguamente y de manera espontánea, los
racterizaron al período; el autoritarismo polí- Cátedra, 1984; J. R. Ponte. Mendoza, aquella ciudad mercados se organizaban como una serie de
tico se tradujo en términos urbanos en acciones de barro. Historia de una ciudad andina desde el si- puestos o mesas distribuidos en filas en un es-
que no lograron consenso y significaron un glo XVI hasta nuestros días. Mendoza: Municipa- pacio generalmente abierto, a través del cual
empeoramiento de la calidad de vida urbana, lidad de la Ciudad de Mendoza, 1987. el público podía circular.

130 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


men mer

u ESTRUCTURA METÁLICA DEL MERCADO DE SAN TELMO, EN BUENOS AIRES, DE JUAN A. BUSCHIAZZO.

A partir del siglo XVIII, en coincidencia con también puede constatarse la continua disputa das del siglo XIX. En la medida en que las ciu-
el fenómeno de sistematización de los servi- entre el sector público y las iniciativas privadas dades fueron creciendo, se sucedieron iniciati-
cios urbanos por el poder público (v. Servicios, Ar- por el control de los servicios urbanos. En ese vas para lograr la apertura de nuevas plazas den-
quitectura de), el mercado comenzó a perder di- sentido, las vicisitudes que rodean la historia tro del ejido a fin de crear nuevos mercados.
cho carácter espontáneo y a ser organizado de de los mercados porteños sirven de ejemplo em- Así, se efectuaban donaciones de terrenos cu-
manera regular, teniendo en cuenta los pro- blemático para dar cuenta de lo sucedido con el yos propietarios no solo buscaban habilitar el
blemas derivados del control de la circulación desarrollo de la tipología en el resto del país. predio para uso comercial, sino también lograr
de productos, vehículos o personas, y el cum- En las ciudades del Río de la Plata, duran- la valorización inmobiliaria de los terrenos lin-
plimiento de ciertas condiciones de higiene. te los primeros siglos de la dominación espa- deros, que generalmente pertenecían a los mis-
El desarrollo de esta tipología en el medio ñola, las funciones comerciales se realizaban mos donantes (Plazas de Lorea y Monserrat en
local se caracteriza sobre todo por su tenden- en las plazas mayores, donde se entremezcla- Buenos Aires). En coincidencia con estas ini-
cia a constituirse como foco de crecimiento y ban diversas actividades que les daban un as- ciativas, comenzaron a habilitarse en la perife-
consolidación de nuevas zonas urbanas en el pecto pintoresco y variado, reflejado detallada- ria urbana “huecos” o lugares destinados al es-
momento de expansión de las ciudades (1870- mente en las crónicas de los viajeros que tacionamiento de carretas portadoras de “frutos
1930). Su nacimiento y difusión como estruc- visitaron la región durante las primeras déca- del país”; estos lugares se convirtieron en mer-
tura de servicios (la mayoría de estos estable- cados concentradores donde también se reali-
cimientos se construyen entre 1850 y 1930) se zaba la venta al por mayor y al por menor de di-
produce en concordancia con modalidades de chas mercancías. Estos mercados periféricos,
comercialización que exigían una constante hi- muchas veces promovidos por los mismos ve-
giene y control (v. Higienismo). Sus formas tipo- cinos, empezaron a cumplir una función de fo-
lógicas se fijan tempranamente y su desarro- cos de crecimiento en la periferia (Mercados de
llo solo se altera a partir de los cambios Once y Constitución en Buenos Aires).
tecnológicos y lingüísticos que en general no Sin embargo, a medida que se introducían
modifican su disposición funcional. Esta se las ideas acerca de la necesidad de regulación
transforma parcialmente en la década del trein- estatal del comercio, por un lado, y de control
ta a partir de la utilización generalizada de sanitario de los servicios urbanos, por el otro
cámaras frigoríficas y la incorporación de los (tanto durante la administración española co-
accesos vehiculares. Posteriormente el núme- mo en el gobierno republicano), la cuestión
ro y rol de los mercados disminuye en función cambió drásticamente. La iniciativa, al menos
de la aparición de nuevos sistemas de conser- por un tiempo, pasó totalmente a manos del
vación y venta de productos alimentarios. Estado. En Buenos Aires, desde mediados del
A lo largo de la historia de este programa u MERCADO DE SAN TELMO, CON SALIDA A CUATRO CALLES. siglo XVIII se sucedieron las propuestas para

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 131


dadera revolución, ya que en pocos años se pa-
sa de una actividad espontánea de venta en la
plaza a una semirregulada en la recova, para
culminar en el control total del Estado y en el
establecimiento de un modelo tipológico váli-
do aún hoy para el programa.
Construido en el espacio que ocupaban los
antiguos cuarteles, y aprovechando parte de las
construcciones existentes, el edificio constaba
de todos aquellos elementos que caracterizan
la actividad y que habían sido teorizados por
los cuerpos de ingenieros de la administración
napoleónica en la primera década del siglo.
Ellos son: un recinto con accesos puntua-
les y controlados, una serie de islas de puestos
en el interior, ordenadas regularmente y zo-
nificadas da acuerdo con cada uno de los ru-
bros, un cuerpo de guardia en el acceso y una
oficina de policía sanitaria en el centro de una
u MERCADO DEL CENTRO, BUENOS AIRES, REMODELADO A MEDIADOS DEL SIGLO XIX POR PEDRO BENOIT. plaza interior ordenadora de la circulación. To-
do ello regido por un reglamento especialmente
construir un edificio que albergara las activi- tos al oeste y al sur de la ciudad en 1822, en redactado. Se trataba de un espacio donde se
dades mercantiles que hasta ese momento se concordancia con la zonificación de servicios controlaba el estado de los alimentos, la pu-
desarrollaban en la Plaza Mayor (v.), teniendo ya realizada. Coincidentemente con otra me- reza del aire y la limpieza del lugar, conside-
en cuenta tanto necesidades sanitarias como dida destinada a expulsar las carretas de abas- rado como posible foco productor de miasmas.
de “decoro urbano”. Finalmente, bajo iniciati- to del tráfico urbano, consideradas como un Hasta 1855, el Mercado del Centro seguiría
va estatal se erigió la Recova (primer edificio permanente agente de insalubridad, se pro- siendo el único edificio destinado al abasto ur-
construido ex profeso para contener activida- duce la organización de mercados alimenta- bano. Pero a partir de 1856, cuando se inau-
des colectivas de comercio). Sin embargo, en rios bajo control de inspectores y reglamentos. gura el Mercado del Plata, comienza otra eta-
este caso no se produjo un control efectivo de Ya en 1821 se había comenzado con éxito la pa: la creación de nuevos establecimientos
las autoridades sobre el predio, por lo que, una construcción del primer mercado recintado, el estará en función del aumento vertiginoso de
vez terminado, el inmueble fue ocupado por Mercado del Centro, proyectado por P. Catelín la población urbana, de allí que se las ubique
tiendas y no por los vendedores de comesti- (v.) y finalizado en 1823. Siguiendo esta ini- en las zonas más densamente pobladas.
bles, para quienes había sido creado original- ciativa, que vislumbra la posibilidad de con- Al tiempo que esto sucede en Buenos Ai-
mente. Estos continuaron desarrollando sus cretar edificios de estas características en otros res, en muchas de las ciudades del interior se
actividades en la plaza. La solución al proble- puntos de la ciudad hasta constituir una red crean mercados. En Rosario surge el primer
ma recién llega durante el gobierno rivadavia- de centros de expendio equidistantes, en 1826 edificio en la década de 1850; J. Larguía (v.), por
no. Las medidas son encaradas dentro de un se decreta la erección de un segundo mercado propia iniciativa, proyecta y realiza en Santa Fe
plan de vastas proporciones, acorde con el sur- en la Plaza de las Artes, y en 1828 un tercero el mercado central; en Paraná, Santiago Da-
gimiento de un nuevo “saber urbano”, cuyo en la calle San José. Es importante señalar que nuzio (v.) construye el primer mercado en 1859.
propósito es dar respuestas globales a la tota- el edificio realizado en 1823 constituye una ver- Las iniciativas para la construcción de los
lidad de la ciudad y del territorio. De esta ma- mercados pasarán en esta etapa a manos de los
nera se intenta resolver el problema del co- particulares mediante propuestas individuales
mercio alimentario de acuerdo con dos que, si bien muchas veces responden a reque-
premisas: por un lado, teniendo en cuenta la rimientos de los vecinos, debido a las distan-
correlación entre los diferentes circuitos de cir- cias que debían recorrer para abastecerse de
culación (animales, mercaderías, personas) alimentos a buenos precios, están basadas en
y, por el otro, considerando la organización de intereses particulares, sin ninguna planifica-
lugares específicos para su concentración. En ción por parte de las autoridades. A esto hay
este caso, a diferencia de lo sucedido durante que agregar que hasta comienzos de la década
el Virreinato, en que la creación de mercados del ochenta las exigencias de los empresarios
abiertos y plazas era promovida sobre todo por implicaban la concesión de un radio (4 a 6 cua-
particulares, durante la década que se inicia en dras) dentro del cual, por una cantidad de años,
1820 la estructura general del sistema se cons- no podían habilitarse otros edificios similares;
tituye desde los cuerpos técnicos del Estado. se subordinaban de esta manera las necesi-
Desde ese punto de vista debemos leer la dades reales de la población a los intereses
recomendación de erigir dos mercados de fru- u MERCADO DE ABASTO DE BUENOS AIRES, DE DELPINI. de los particulares.

132 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mer mer
La Municipalidad se reservaba el derecho de En cuanto a la arquitectura de los merca- Celman, San Telmo, Nuevo Modelo y Güemes,
aprobar las concesiones para dichos estableci- dos, en la segunda mitad del siglo XIX las ti- Buschiazzo fue durante casi una década el jefe
mientos, dictar los reglamentos a que estos es- pologías son más definidas, se limitan a un re- de la oficina de Obras Públicas de la Munici-
taban obligados y el control tanto sanitario co- ducido número, y la elección de las mismas palidad (durante la gestión de Torcuato de Al-
mo comercial, a través de sus oficinas técnicas está condicionada por la forma de los terrenos vear) y a su cargo estuvo la autorización para
(de higiene, obras públicas y economía). disponibles. A excepción del Mercado del Pla- habilitar nuevos establecimientos de este tipo
Hasta principios de este siglo la Munici- ta, que responde a un esquema de puestos ali- y el control, tanto sanitario como edilicio, de los
palidad poseía solo tres mercados: del Centro, neados por calles perpendiculares al lado ma- existentes (municipales o privados). De los res-
del Plata y de Comercio (1862). Estos dos últi- yor del lote y paralelas entre sí, conectadas por tantes son conocidos los nombres de los ar-
mos fueron construidos por empresarios par- una calle central, el resto de los edificios se asi- quitectos Fernando Moog (v.) (Modelo); Hor-
ticulares sobre plazas públicas (Nueva y Co- mila a una de estas cuatro tipologías: nocks y Lomax (v.) (Santa Lucía), ingeniero
mercio, hoy plaza Dorrego) y quedaron en uCentral (los puestos se ubican en el centro Taglioni (Abasto Proveedor), Manuel Correa
manos de la Municipalidad, vencidos sus con- del edificio, según diversas formas, cerrados en (San Patricio), y los constructores Juan Bales-
tratos en 1881 y 1877. El mercado del Plata, en todo su perímetro por otras construcciones). tretti (Ciudad de Buenos Aires) y Tobaro /
cambio, era obra de Carlos E. Pellegrini (v.), au- uLineal (los puestos se alinean a lo largo de D‘agostino (Italiano).
tor de otro proyecto anterior para el mercado una o varias calles longitudinales, según la di- Desde perspectivas espaciales, constructi-
de la Plaza Lorea. mensión mayor del lote). vas y formales, los edificios para mercados re-
La prohibición de construir mercados de alizados en Buenos Aires en la segunda mitad
abasto en plazas es de 1862, momento en que del siglo XIX presentan características parti-
se declara a este tipo de espacios de uso común culares. Por un lado, hay marcada diferencia
para la población. entre el exterior y el interior. El primero se ca-
El Mercado del Centro, reconstruido en racteriza por un cuerpo a modo de fachada
1862 por un empresario particular según un (a excepción del Mercado de Abasto Provee-
proyecto de Pedro Benoit (v.), muestra los lí- dor), de formas prismáticas y realizado en
mites de estas experiencias, ya que las irregu- mampostería, teniendo en algunos casos has-
laridades cometidas llevaron a pleitos que du- ta dos niveles de altura. El sector era ocupa-
raron más de 10 años y terminaron con la do en general por puestos para la venta de pro-
devolución del edificio al Municipio. ductos alimenticios o, en ciertas ocasiones, por
Los mercados particulares, en cambio, eran bares, fondas u otros usos similares. Estos es-
los más numerosos: Lorea (1864), Indepen- taban orientados hacia la calle y no tenían nin-
dencia (1866), Florida (1866), Libertad, Gari- guna relación con el interior del mercado al
baldi en la Boca (1878), Rivadavia (1882), del que servían de muro de cierre; separados, ge-
Pilar (1883), Modelo (1884), San Cristóbal neralmente uno de otro, mediante una calle
(1885), Juárez Celman (1889), de Flores, Gral. u MERCADO MODELO DE BUENOS AIRES. perimetral abierta.
Roca (1890), de Belgrano (1891), de la Abun- La fachada quedaba compuesta, la mayoría
dancia (1891), Santa Lucía (1892), del Abasto uPerpendicular (los puestos se ubican en de las veces, a través de las aberturas de estos
Proveedor (1893), Ciudad de Buenos Aires relación con dos calles perpendiculares que locales exteriores, usualmente en forma de ar-
(1894), Monserrat (1894), San Patricio (1895), se cortan entre sí, y generan cuatro sectores que co (de medio punto o escarsano), separados en-
Gral. Güemes (1897), Solís (1897), Proveedor a su vez pueden estar organizados por otras ca- tre sí por pilastras (lisas o almohadilladas), pa-
del Sur (1898), Nuevo Modelo (1895), San Tel- lles menores, según este mismo criterio) y per- ra conformar una secuencia rítmica. La lectura
mo (1897), Colón (1899), 25 de Mayo, Adolfo pendicular lineal (variante del tipo anterior). Al exterior era por lo tanto más cercana a la de
Alsina (1898), Norte (1900). A estos hay que primer tipo corresponden los mercados del Cen- la arquitectura doméstica que a la de la Revo-
sumarles una gran cantidad de propuestas que tro, Independencia, Modelo, Santa Lucía y San lución Industrial, que suele caracterizar a los
nunca llegaron a materializarse (como el mer- Patricio. Dentro del segundo grupo están los edificios de este tipo en diversas partes del mun-
cado de la calle México y Ceballos, y el del Puer- siguientes: Lorea, Florida, Garibaldi, del Pilar, do. El lenguaje formal resultante de estas fa-
to de 1881). Desde la intendencia de Torcuato Güemes, Gral. Roca y Monserrat. El tercero chadas era en la mayor parte de los casos cla-
de Alvear, y en otros períodos posteriores, se es el más numeroso, y lo integran —entre sicista (arcos, pilastras, almohadillados), pero
intentó modificar y mejorar el sistema de abas- otros— el mercado Juárez Celman, Nuevo Mo- con algunas excepciones, como el Mercado Mo-
tecimiento, para evitar el abuso de los intere- delo, San Telmo, Norte, Ciudad de Buenos Ai- delo, de lenguaje neogótico, o el de Monserrat,
ses particulares. Con ese fin se propuso ex- res (en uno de sus sectores), Solís y del Pro- de ladrillo a la vista.
propiar los mercados particulares y encarar por greso. Y finalmente, un cuarto grupo, del cual El interior, por el contrario, es resuelto en
parte de la municipalidad la construcción de son solo conocidos el Mercado de Abasto Pro- un primer momento con estructuras de ma-
los necesarios. En ambos casos, las reglamen- veedor y el primer proyecto para el de Lorea, dera y tejas o chapas metálicas, y en un segun-
taciones vigentes y los presupuestos acordados atribuido a Pellegrini (que no se construye). do momento con columnas, chapas y vigas me-
lo impidieron. Recién en las primeras décadas En cuanto a los autores, hay que destacar la tálicas. El resultado espacial, totalmente opuesto
del siglo XX, la Intendencia vuelve a construir figura del ingeniero Juan A. Buschiazzo (v.). al exterior, es en este caso de una gran esbeltez
edificios de este género. Además de proyectar los denominados Juárez y transparencia. Las dimensiones de las piezas

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 133


estructurales utilizadas en esos momentos no la del Mercado Frigorífico Municipal Armonía,
permiten cubrir grandes luces sin apoyos pun- en la ciudad de Santiago del Estero (1934), de
tuales; de esta manera se logra una comparti- J. Kalnay, y el más famoso mercado de San Cris-
mentación del espacio de enorme atractivo vi- tóbal (1940), del estudio SEPRA (v.). También
sual, dentro del cual se ubican los puestos de el H.° A.° aparece formando módulos más pe-
venta de alimentos, con un equipamiento muy queños (Mercado Acoyte), generalmente de cu-
simple, consistente —la mayoría de las veces— bierta plana. Ya para esta época las plantas de-
en una mesada de mármol y rejas metálicas que ben adaptarse a la incorporación de cámaras
separa los distintos puestos, a la que se suman frigoríficas y a la importancia que asume la cir-
las gancheras y otros accesorios. culación vehicular en el funcionamiento de la
Las piezas metálicas en una primera etapa actividad. Ejemplo de ello es el Mercado de Ba-
eran importadas, tanto de Inglaterra (Merca- hía Blanca, realizado por M. Góldman, E. Gó-
do del Plata) como de Alemania (Mercado Mo- mes Luengo y H. Ramos, en la década de 1960.
delo), pero ya en las últimas décadas del siglo En cuanto a las fachadas, estas se simpli-
XIX eran fabricadas en nuestro país en dis- fican, pierden parte de su masividad pasando
tintos talleres metalúrgicos, como los de Va- en muchos casos a ser solamente un tabique
sena (Mercado de Abasto Proveedor) y Zam- de cerramiento. El lenguaje de las mismas se
boni (Nuevo Modelo) (v. Hierro) hace más variado, sujeto a los distintos estilos
El acceso al mercado se efectuaba en casi del momento (Neocolonial en el mercado Do-
todos los casos mediante un gran arco, que en rrego o en el Mercado de Abasto de Tucumán;
muchos de ellos estaba coronado por un gru- Clasicista en la ampliación del Mercado de San
po escultórico alegórico. Telmo).
Durante esta etapa, en las ciudades del in- En las últimas décadas, relegados por la ex-
terior se crean nuevos mercados que amplí- pansión de otras formas de comercialización
an la oferta de los iniciales en la medida en que u USO DEL HORMIGÓN Y LADRILLO EN EL MERCADO DE SAN (minimercados, supermercados, shoppings), los
la población crece y la planta urbana se extiende. CRISTOBAL, EN BUENOS AIRES, DEL ESTUDIO SEPRA. mercados han ido perdiendo peso como rec-
En Córdoba se erigen los Mercados de Alto Al- tores dentro de la actividad del comercio ali-
berdi, San Vicente y Alta Córdoba; en Rosario A fines del siglo XIX aparece una nueva fi- mentario. Esta situación se ha visto reflejada
se amplía la cantidad de mercados, entre los gura: la de los mercados mayoristas o concen- en la demolición o reciclaje de muchos de los
cuales se destaca el Mercado Modelo en Bu- tradores. El más conocido es el del Abasto en viejos edificios (Spinetto y Abasto), cuya ob-
levar Oroño de Ítalo Meliga (v.) y lo mismo su- Buenos Aires, aunque otras ciudades, como Ro- solescencia material y funcional hace que la
cede en Santa Fe. En la recientemente funda- sario, construyen sus propios mercados con- cuestión se constituya hoy en un tema de de-
da ciudad de La Plata se crean 2 mercados para centradores. El proyecto inicial del gran mer- bate permanente. F. A. - R. E. P.
abastecer la nueva población. cado de Buenos Aires, que debía reemplazar al
A principios del siglo XX la situación se mo- antiguo edificio que funcionaba desde 1893, Bibliografía: J. Gazzaneo y M. Scarone. Revolución in-
difica sustancialmente en función de los cam- pertenece a M. Palanti (v.) y se destaca por la dustrial y equipamiento urbano. Bs. As.: IAA, 1967;
bios tecnológicos y de las iniciativas encaradas monumentalidad frente al carácter más do- S. Berjman y J. Fiszelew. El mercado de abasto de Bue-
por la Municipalidad. A partir de la segunda dé- méstico del resto de los edificios del género. Sin nos Aires. Resistencia: IAIHAU, 1984; R. Piccioni.
cada, el Municipio decide realizar nuevamen- embargo, el proyecto definitivo sería producto “Los mercados de abasto en Buenos Aires durante
te edificios para mercados, que aún hoy de- de un concurso realizado en 1928, que gana el siglo XIX”. En: summa, col. temática. n.° 2, 1986;
penden de su administración. Algunos de ellos el equipo conformado por arquitecto esloveno R. Piccioni. “Las tipologías de los mercados”. En: DA-
son los de Salguero y Cabello, Malabia y Ve- Sulcik (v.) y los ingenieros Bes y Delpini (v.). La NA. n.° 25, 1988; F. Aliata. “La ciudad regular. Ar-
lazco o Estación Urquiza. Son edificios proto- resolución formal consiste en una serie de cin- quitectura edilicia e instituciones durante la épo-
típicos, realizados casi totalmente en hierro, co naves abovedadas, entre las cuales la central, ca rivadaviana”. En: AA.VV. Actas de las Jornadas
donde la novedad consiste en que la estructu- más elevada, de 20,60 m de luz, indica el eje sobre la imagen y recepción de la Revolución Fran-
ra metálica no queda oculta por otra de mam- de acceso, simétricamente, sobre la avenida cesa en Argentina. Bs. As.: GELA, 1990.
postería que responde a los modelos europeos. principal. Desde el punto de vista técnico, ade-
Los demás mercados seguirían siendo pro- más de la audacia estructural, se introduce el
movidos por particulares. Estos continúan las uso de un material novedoso: el glasbeton o vi- MERRY, E. A. S/d. Inglés, arquitecto. Activo a fi-
características del siglo anterior, pero con va- drio estructural, para lograr una iluminación nes del siglo XIX como proyectista de la co-
riantes significativas. La más importante tie- uniforme en el interior, aunque problemas téc- munidad británica.
ne que ver con los cambios tecnológicos pro- nicos motivaron la construcción posterior de
ducidos en las estructuras metálicas, que una sobrecubierta de vidrio armado. Realizó la iglesia anglicana de la Santísi-
permiten cubrir grandes luces sin apoyos in- También a mediados de siglo comienzan ma Trinidad en Lomas de Zamora y la Iglesia
termedios. Las columnas, vigas y arcos son re- a utilizarse estructuras de hormigón armado, Presbiteriana escocesa de San Andrés en Bue-
emplazados ahora por cabriadas que cubren en algunos casos formando estructuras de gran- nos Aires (1895-1896), ambos proyectos en es-
todo el ancho del local. des luces de marcado carácter moderno como tilo neogótico.

134 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mer mil
MEYER, ERNESTO. Hannover (Alemania), s/d - rro en la Escuela Industrial anexa a la Facul- estaba vigente desde 1928. Actuó, en relación
s/d. Arquitecto. Activo en Buenos Aires y La tad de Ciencias Matemáticas Físico - Quími- con esto último, en la redacción definitiva del
Plata durante el período de auge del Eclecti- cas y Naturales aplicadas a la Industria, UNL. Código de Edificación de la ciudad, que entró
cismo (v.). Llegó a ser vicedecano de esta facultad en el en vigencia a partir de 1944. M. I. DE L.
período 1938-1940.
Se trasladó a La Plata contratado por el De- Las obras que proyectó en colaboración con
partamento de Ingenieros para dirigir la cons- Tito C. Micheletti, ejecutadas en Rosario, fue- MILLÉ, ANDRÉS. S/d. Historiador, restaurador
trucción del Palacio Municipal, proyectado por ron: Teatro Odeón, Nuevo Banco Italiano, Asi- de edificios. Trabajó en temas relacionados
Stier (v.). Posteriormente secundó a Benoit (v.) lo Maternal n.° 1, sedes sociales del Círculo de con la arquitectura religiosa.
en la realización de la iglesia catedral de dicha Obreros y del Centro Unión Dependientes,
ciudad, para la cual dibujó varios planos de fa- Hospicio de Huérfanos, Asilo de Mendigos, Entre 1930 y 1945 llevó a cabo los trabajos
chadas y perspectivas. Más tarde, asociado con Policlínico San José, Seminario del Rosario, de restauración de Nuestra Señora del Pilar en
el arquitecto alemán Carlos Nordmann (v.), capilla Nuestra Señora de la Misericordia, am- Recoleta (Buenos Aires). El desarrollo de di-
construyó, entre otras obras de importancia, el pliación del Colegio del Sagrado Corazón y va- chas tareas fue abordado en el marco de un es-
Teatro Coliseo de Buenos Aires. rios edificios de renta. N. A. tricto interés por respetar la obra como origi-
nalmente había sido concebida en los inicios
Bibliografía: Alberto de Paula, Ramón Gutiérrez y Gra- de 1700. Tal inquietud lo condujo a relacio-
ciela Viñuales. Aporte alemán a la arquitectura ar- MIGONE, LUIS VICENTE. Buenos Aires, 1893 narse con documentos antiguos y con algunas
gentina. Resistencia: UNNE, 1981. - s/d, 1978. Ingeniero civil. Actuó principal- fuentes secundarias; entre ellas, la Reseña his-
mente en el campo científico-técnico y em- tórica del templo de Nuestra Señora del Pi-
presarial. Fue además académico de Ciencias lar, escrita por Enrique Udaondo en 1918, que
MICHELETTI, ANTONIO. Montellago (Italia), en Buenos Aires y Córdoba. se convierte en la obra de referencia clave pa-
1861 - Rosario, 1940. Ingeniero. Activo en ra guiar sus decisiones en las tareas a em-
Rosario a fines del siglo XIX y principios Egresó en 1918 de la Facultad de Ciencias prender. Por su intermedio se consigue ane-
del siglo XX. Exactas, Físicas y Naturales de la Universi- xar al templo una parte de las antiguas celdas
dad de Buenos Aires con el título de Ingenie- y corredores. Conceptualmente toda la obra
Graduado en Padua en 1888, viajó al año ro Civil. Fue uno de los constructores más pro- nueva se realiza con la preocupación de pro-
siguiente a la Argentina y se radicó en Rosa- líficos de la tipología de casa de renta (v.) en el ducir una identificación profunda, una mi-
rio. En esa ciudad trabajó en la construcción período 1930-1940. Su producción —que res- metización con las partes primitivas.
del puerto y fue parte de la oficina de ingenie- ponde a las pautas del Racionalismo— sobre- En 1952 publica su primer trabajo biblio-
ros del municipio. En 1893 obtuvo el diplo- sale fundamentalmente por esta causa, unida gráfico, que no casualmente se denomina La
ma de Agrimensor Público. Entre sus obras al buen nivel constructivo y de diseño de su Recoleta de Buenos Aires, una visión del siglo
más importantes pueden citarse: la Capilla del obra, a través de la cual, como en sus escritos, XVIII. Es una investigación emprendida con
Perpetuo Socorro, en Avenida Alberti 580; la se percibe la voluntad de resolver problemas un lineamiento cronológico exhaustivo; anali-
Iglesia de San Antonio, en el barrio de Bel- de estandarización y racionalización cons- za cada una de las partes del edificio en el mar-
grano; la sede de la Sociedad Italiana Gari- tructivas, no solo de modelos sino también de co de su contexto histórico y revaloriza la fi-
baldi y la residencia de la calle Córdoba 2500, terminaciones, tendientes a la solución del te- gura de Juan de Narbona (v.) en la fundación y
hoy sede de la Escuela Gregoria Matorras. En ma de la vivienda. Presidió varias asociaciones construcción del templo.
Córdoba realizó el trazado de varias colonias y interesadas en la temática, tales como Tierra y El volumen incluye algunos apuntes con-
un puente de hierro del Embalse Río III. Vivienda, Sur Patagónico o la Comisión Mu- temporáneos y un apéndice conformado por
nicipal de Viviendas Económicas, y fue ade- la reproducción de documentos. Al abordaje
Bibliografía: R. Gutiérrez, s. v.: “Micheletti Antonio”. más delegado al Congreso Panamericano de realizado puede definírselo como eminente-
En: L. Patetta (compilador). Architetti e ingenieri la Vivienda Popular, celebrado en Buenos Ai- mente descriptivo; no obstante, el valor de la
italiani in Argentina, Uruguay e Paraguay. Roma: res en 1939. obra reside en la profusión de datos que apor-
Pellicani, 2002. Entre sus obras más destacables podemos ta. El monasterio de Santa Catalina de Siena de
señalar las casas de renta ubicadas en las ca- Buenos Aires; evocación del siglo XVII, de 1955,
lles Defensa 523, Venezuela 422, Perú 420, es una obra que en lo formal y lo temático se
MICHELETTI, JOSÉ AGUSTÍN. Rosario, 1896 - Juncal 1330 o Arenales 2176, todas ellas en Bue- asimila notablemente al primer trabajo edita-
Íd., 1944. Arquitecto. Activo en Rosario en la nos Aires. do. En las obras posteriores, dedicadas a his-
primera mitad del siglo XX, fue uno de los Entre sus escritos se destaca el libro Las ciu- toriar las órdenes religiosas que tuvieron ac-
introductores de la Modernidad arquitectó- dades de los Estados Unidos. Su legislación urba- tuación y erigieron sus templos en Buenos
nica en dicha ciudad. nística. Su código de edificación (v.), publicado en Aires, pierde relevancia el aspecto arquitectó-
Buenos Aires en 1940, y que fue producto de nico, debido a que pasan a un primer plano las
Estudió en la Escuela de Arquitectura de la un trabajo comisionado por el Concejo Delibe- alternativas específicamente históricas. Tal mo-
UBA. Fue profesor titular de Arquitectura en rante de la Municipalidad de Buenos Aires, pues dalidad prevalece en su última obra publicada:
la Escuela de Arquitectura de Rosario, UNL, y desde 1934 venía realizando el estudio de un re- La cuenca del Plata: antecedentes para su histo-
profesor de Construcciones de Madera y Hie- glamento de construcciones que suplantó al que ria, de 1972. B. P.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 135


MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS. Depen-
dencia del Poder Ejecutivo Nacional, con fun-
ciones de estudio y ejecución de obras pú-
blicas, creada en 1898. A partir de 1991
desapareció como ministerio al ser absorbi-
do por el de Economía, que pasó a denomi-
narse Ministerio de Economía, Obras y Ser-
vicios Públicos. El concepto de “obra pública”
cambió a lo largo del tiempo, en relación con
las transformaciones en los conceptos de
“Estado” y de su intervención en la econo-
mía y la sociedad. En general, englobó obras
relacionadas con la infraestructura econó-
mica (vías de comunicación, saneamiento,
transporte, construcciones hidráulicas y al-
macenamiento de granos) y con ciertas fun-
ciones del Estado, como justicia y educación
(obras arquitectónicas). En los años cuaren-
ta sus funciones se ampliaron hacia obras
arquitectónicas consideradas de “carácter
social”, como viviendas, hospitales y obras
de recreación y esparcimiento.

Su estructura estuvo formada por depen-


dencias centralizadas (subordinadas directa-
mente al Ministro) y descentralizadas (con ma-
yor grado de autonomía y recursos propios).
Aunque los proyectos eran elaborados en sus
sedes centrales, contó también con secciona-
les en el interior, encargadas de supervisar la
ejecución de obras en las provincias.

ANTECEDENTES Y PERÍODO INICIAL: 1898-1904.


El Ministerio de Obras Públicas (MOP) fue
creado por Ley N.° 3.727/1898, por la cual se
establecieron las funciones de los ministerios,
en atención a la reforma del artículo 87 de la
Constitución Nacional, que había elevado de
cinco a ocho el número de tales departamen-
tos de Estado. La creación del MOP se vincula
con el proceso de construcción de la estruc-
tura estatal nacional que se produce en el pa-
ís a partir de 1862, proceso que forma parte del
de construcción de la “Nación Argentina”. La
estructura estatal constituye el aspecto mate-
rial y operativo del Estado, considerado este úl-
timo en tanto instancia política e ideológica de
cohesión social en el ámbito nacional. En par-
ticular, las obras públicas cumplen lo que Os-
car Ozslack ha denominado los “objetivos ma-
teriales” del Estado, es decir la ejecución de las
obras de infraestructura que permiten el des-
arrollo de la economía (rutas, navegación, di-
ques, etc.) y también la ejecución de los ámbi-
tos necesarios para que el Estado lleve a cabo
otras de sus funciones (escuelas, tribunales,
u EX MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS DE LA NACIÓN (ACTUALMENTE, DE SALUD PÚBLICA Y ACCIÓN SOCIAL), EN BUENOS AIRES. cárceles, etc.). La creación del MOP, en 1898,

136 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


min min
así su autonomía: el Departamento de Inge- Mesopotamia al Río de la Plata), en obras que
nieros Civiles de la Nación; la Dirección de Fe- permitirían transportar económica y rápida-
rrocarriles Nacionales y la Comisión de Obras mente la producción agrícola-ganadera, y lo-
de Salubridad de la Capital. Además de for- grar un fácil acceso a las grandes vías de agua.
marse sobre la base de estas reparticiones exis- Se efectuó el dragado y la canalización del Río
tentes, el MOP encontraba un antecedente en de la Plata, de sectores del Paraná y afluen-
el Departamento de Obras Públicas depen- tes. Asimismo se iniciaron y completaron obras
diente del Ministerio del Interior, que duran- portuarias en Rosario, Diamante, Concepción,
te la primera presidencia de Roca (1880-1886) Paraná y Concordia; quedaron en construcción
había emprendido diversas obras públicas de adelantada los puertos de San Nicolás, Colón,
magnitud, como el tendido de obras ferrovia- Gualeguaychú, Gualeguay y Santa Fe (v. Puerto)
u MINISTERIO DE AGRICULTURA Y GANADERÍA, BS. AS. rias o el Puerto Madero (1884). Otra área importante fueron las obras de
EL MOP fue inaugurado el 12 de octubre de salubridad: provisión de agua potable a las ca-
es indicativa, también, del creciente proceso 1898, y se designó para ocupar el cargo de Mi- pitales de las provincias de Jujuy, La Rioja, San-
de ampliación y diferenciación dentro de la es- nistro Secretario de Estado Emilio Civit (1856- tiago del Estero, Salta, Corrientes, Mendoza,
tructura estatal, hecho que informa de la ma- 1920). Este político mendocino había sido mi- San Juan, San Luis y Catamarca. En la Capital
nera en que el Estado aumentaba su interven- nistro de Hacienda de su provincia natal (1894), Federal se extiende el servicio de agua potable
ción dentro de la sociedad. donde se había destacado por el impulso dado a Flores y Belgrano.
Según la Ley 3.727, las funciones del MOP a la obra pública o a creaciones auxiliares. Los ferrocarriles del Estado duplicaron su
eran las de estudio y realización de toda cues- En cuanto a la organización interna inicial extensión, llegando a los 3.500 km; así cu-
tión referida a vías de comunicación, cons- del MOP, esta se componía de cuatro Direc- brieron sectores alejados de la Capital, como
trucciones hidráulicas y arquitectónicas. La ley ciones Generales: Dirección General de Vías La Rioja, Catamarca y Jujuy. Se realizaron obras
enumeraba las áreas en las cuales el MOP in- de Comunicación y Arquitectura; Dirección Ge- de riego en San Juan, Villa Mercedes (San Luis),
tervendría en cuanto a construcción y conser- neral de Obras Hidráulicas; Dirección General y en los ríos Negro y Colorado. En cuanto a la
vación: 1) Ferrocarriles: se incluía también la de Obras de Salubridad; Dirección General de arquitectura, se levantaron gran cantidad de
administración y explotación de las líneas fé- Contabilidad. La primera abarcaba programas escuelas y edificios públicos, como los Tribu-
rreas promovidas por el Estado nacional y la muy amplios e internamente tres Inspecciones nales y el Congreso Nacional, en la Capital.
inspección de los ferrocarriles particulares; 2) se ocupaban en particular de temas específicos:
Caminos nacionales e interprovinciales o loca- ferrocarriles y transporte, puentes, caminos y PERÍODO 1905-1930.
les; 3) Líneas telegráficas; 4) Obras para la na- telégrafos, y arquitectura. Posteriormente, en En 1906, durante la presidencia de José Fi-
vegación marítima y fluvial, incluyendo em- 1899, se dispuso que los trabajos arquitectóni- gueroa Alcorta, se nombró como ministro —
balses, puertos, diques, etc; 5) Edificios públicos cos fueran separados de la Dirección General el primero en esa gestión— al ingeniero Mi-
y monumentos, templos cárceles, fortalezas, de Vía de Comunicación, y quedaron a cargo guel Tedín (1906-1907), quien fue seguido por
astilleros, balizas, faros y otras construcciones de la Inspección General de Arquitectura como otro ingeniero, Carlos Maschwitz (1907). Esta
dependientes de la Nación; 6) Puentes y otras dependencia del MOP. medida fue saludada por la Sociedad Argen-
obras vinculadas a la hidrografía; 7) Obras de Las obras de este período inicial se centra- tina de Ingenieros, que reclamaba una direc-
salubridad y aguas corrientes; 8) Mejoras en la ron sobre todo en la navegación fluvial (de la ción técnica para las obras públicas. Los in-
estética de los edificios públicos (decoración y
ornato); 9) Censo de bienes nacionales; 10) De-
pósito, administración y venta de muebles e in-
muebles del Estado fuera de uso; 11) Expro-
piación; 12) Inspección de obras particulares
concedidas por la Nación.
La idea de creación del MOP intentaba cen-
tralizar en él todo lo relacionado con la mate-
ria de su ramo, para racionalizar la adminis-
tración estatal y producir economías dentro de
ella. Ello nunca se logró completamente, en
tanto siempre existieron reparticiones que tu-
vieron a su cargo obras que correspondían a
su esfera de acción: la estructura estatal distó
de funcionar como una máquina perfecta y ra-
cional, para mostrarse en cambio voluble a los
conflictos políticos y a las relaciones de poder
imperantes en su interior. De todas formas, en
1898 pasaron a depender del nuevo ministe-
rio tres reparticiones existentes, que perdían u EL EDIFICIO DE LA FACULTAD DE INGENIERÍA DE LA UBA FUE ORIGINALMENTE LA SEDE DE LA FUNDACIÓN EVA PERÓN.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 137


genieros representaban el mayor porcentaje de tiz (1932-1940), y uno de los principales im- excepción de la Av. Gral. Paz (1939).
técnicos profesionales en el MOP. Sin embar- pulsores de los planes de vialidad, siguió los li- Al aumentar la intervención del Estado en
go, su dirección recayó, en general, sobre fi- neamientos de las propuestas de política eco- la economía, también la Dirección General de
guras políticas. nómica de Agustín P. Justo. Ellas constituyeron Arquitectura aumentó su producción y atri-
También en 1906 se dispuso la modifica- una respuesta a la crisis económica de 1930, buciones. En 1933 se transformó el reglamen-
ción de la organización interna del MOP, con que se tradujo en una mayor intervención del to interno. A sus funciones tradicionales se
el fin de asegurar una mejor distribución de Estado en la economía. La red caminera pro- agregaron los edificios públicos y se amplió el
los trabajos, el contralor de los ferrocarriles puesta intentaba tanto mejorar las condiciones campo de acción. Se dispuso también que de-
del Estado y la fiscalización de los fondos des- económicas del campo como estimular la eco- bía llevar el catastro de los bienes inmuebles
tinados a las obras públicas. Así, las anterio- nomía y emplear mano de obra afectada por de la Nación. De la Dirección General depen-
res funciones de la Dirección General de Ví- las transformaciones económicas. dían: a) el arquitecto principal; b) la división
as de Comunicación fueron asumidas por tres A principios de la década, un par de dispo- proyectos; c) la división construcciones; d) la
nuevas direcciones generales: la de Ferroca- siciones legales colocó a las obras de vialidad división control. En 1943 se crea dentro de la
rriles, la de Puentes, Caminos y Telégrafos y en el centro de la obra pública. La primera de repartición la Oficina de Lugares, Edificios y
la de Obras Arquitectónicas. Esta última pasó ellas fue el Decreto del 11 de marzo de 1932, Monumentos Históricos, que incorporaba a
a denominarse Dirección General de Arqui- sus atribuciones la de restauración. Para con-
tectura en 1907. Se creó también la Dirección textualizar esta propuesta, cabe recordar que
General de Irrigación, con funciones ante- unos años antes (1939) se había creado la Co-
riormente asignadas a la Dirección General misión Nacional de Monumentos Históricos,
de Obras Hidráulicas. y que también la Municipalidad de Buenos Ai-
La Ley 8.889, del 18 de julio de 1912, dis- res iniciaba acciones de este tipo. Se realizó
puso que las obras de salubridad de la Capi- una serie de restauraciones, como la casa his-
tal constituirían en lo sucesivo una institución tórica de Tucumán (1943), la Quinta Saavedra
con autonomía, denominada Obras Sanitarias (1943), la Quinta Pueyrredón (1943) y las mi-
de la Nación (v.). A partir de enero de 1915 se siones jesuíticas de San Ignacio (1941-1943).
deslindaron la Dirección Técnica de las obras En 1939, la DGA fue autorizada a proyectar
y la parte puramente administrativa. una serie de hosterías de turismo para emple-
Otra transformación importante del perío- ados públicos; este hecho inició un avance en
do es la referida a vialidad. La Ley 531, de 1907, obras de “interés social”, que preanunciaban el
estableció que los ferrocarriles debían apor- desenvolvimiento de la Dirección General de
tar el 3% del producto líquido de sus líneas pa- Arquitectura en el período siguiente.
ra la construcción de caminos, con lo cual se También se creó la Dirección de Elevado-
creaba un nuevo fondo para la ejecución de res de Granos. Como consecuencia de este au-
obras viales. Estos fondos estaban adminis- mento de atribuciones de la repartición, en
trados por una entidad autárquica, la Comi- u EL AEROPUERTO INTERNACIONAL DE EZEIZA, EN LA PCIA. 1945 fue ascendida a Dirección Nacional (De-
sión Administradora de la Ley 5.315, quien pro- DE BUENOS AIRES, A PRINCIPIOS DE LA DÉCADA DE 1950. creto N.° 31.313 del 05 de diciembre de 1945).
ponía las obras que consideraba necesarias. En La construcción de nuevos edificios para la
1912, la oficina técnica anexa a la Dirección Ge- por el cual se creaba la Dirección General de administración nacional es el aspecto de la pro-
neral de Puentes pasó a depender directamente Vialidad de la Nación, en la que se fundían la ducción más importante del período, en la que
de esta Comisión. DGPyC y la DCFdeV. La segunda y más im- se destacan el edificio del MOP y el Ministerio
La Comisión fue disuelta en 1919 y la Di- portante fue la Ley N.° 11.658/1932, que crea- de Hacienda, síntoma de las transformaciones
rección General de Contabilidad del MOP pa- ba la Dirección Nacional de Vialidad como re- que sufría el aparato estatal en la década.
só a manejar esos fondos, hecho que se efecti- partición autónoma, modificada parcialmente
vizó en 1925, cuando se creó la “División de por la Ley N.° 12.625/1939. PERÍODO 1943-1955.
Contabilidad de los Fondos de la Ley 5.315”. Es- La Ley N.° 11.658 constituía un nuevo fon- Este período comprende el gobierno de la
ta repartición se hizo cargo posteriormente del do nacional de vialidad destinado al estudio, Revolución de Junio (1943-1946) y los dos go-
manejo y la fiscalización de los fondos prove- trazado, construcción de caminos y obras ane- biernos peronistas (1946-1952 y 1952-1955).
nientes del sobreprecio de la nafta, y cambió su xas. El aumento de los fondos de que se dis- Aunque el período comienza como una conti-
nombre por el de “División de Contabilidad de ponía y la relación estrecha entre el ente ad- nuación de la ampliación y diversificación de
los Fondos de Vialidad”. Este es el anteceden- ministrador de los mismos y el ejecutor, fueron funciones iniciadas en el período anterior, en
te de la inmensa actividad desarrollada por la los elementos que posibilitaron la labor des- su desarrollo se observa que el MOP va per-
Dirección de Vialidad en la década del treinta. plegada por la DGV en la década del treinta. La diendo injerencia en la obra pública. El pero-
ley de vialidad reclamaba la unión de las ca- nismo aumenta las reparticiones del aparato
PERÍODO 1930-1943. CENTRALIZACIÓN pitales y los centros de producción, el acceso a estatal, y algunas de las dependencias del MOP
Y AMPLIACIÓN DE FUNCIONES. países limítrofes, a puertos y a estaciones fe- pasan a los nuevos ministerios o secretarías que
Manuel R. Alvarado, Ministro de Obras Pu- rroviarias. Su obra durante el período se des- se crearon el período (por ejemplo, Irrigación
blicas durante las presidencias de Justo y Or- arrolló sobre todo en el interior al país, con la pasa a la Dirección General del Agua y Energía

138 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


min min
Eléctrica; se constituye la Administración de obligó a restringir el gasto público. En 1954 la y Políticas, Recursos Hídricos y Ordenamien-
Parques Nacionales, dependiente del Ministe- Dirección de Viviendas se disolvió. Sin em- to Ambiental. Es decir que el campo hidráuli-
rio de Agricultura en 1951; la Flota Fluvial pa- bargo, la injerencia del MOP en vivienda, en co y Obras Sanitarias de la Nación volvieron a
sa al Ministerio de Transportes, etc.). Lo que tanto atribución de la dependencia, se mantu- estar vinculados al antiguo MOP, pero no ya de
parecía inicialmente una ampliación de atri- vo en el tiempo. En el segundo gobierno de Pe- manera directa, sino a través de otra depen-
buciones resultó finalmente un cambio de per- rón, la DNA construyó buena parte de las obras dencia. La antigua DNA se transformó en Ser-
fil del MOP: las obras de “interés social” pasa- encaradas por la Fundación Eva Perón, como vicio de Arquitectura y redujo su personal. Mu-
rían a ser el centro del MOP en el período, hecho su sede central en Capital Federal (actual Fa- chas de las obras que encaró, como la Terminal
que reflejaba las orientaciones políticas redis- cultad de Ingeniería). También proyectó el Mo- de Ómnibus de Capital Federal (1980), se pro-
tributivas del peronismo, que había reconoci- numento a Eva Perón, cuya construcción se yectaron y ejecutaron por el sistema de con-
do derechos sociales a la ciudadanía y había inició en 1953. Estos hechos son demostrati- cursos. A. B. / G. S.
transformado al Estado en garante de su ejer- vos de la forma en que la actividad del MOP se
cicio. En este proceso sobresale la figura del mi- subordinó a la política en el período. Bibliografía: Revista La Ingeniería, julio 1940; J. Es-
nistro Juan Pistarini, ingeniero militar que des- Ante el perfil adoptado por la DNA, cen- pósito. “Organización del Ministerio de Obras Pú-
empeñó el cargo entre 1944 y 1952. trado en las obras de acción social, las obras blicas de la Nación”. En: Revista de Obras Públicas
La obra más importante del período fue el de elevadores de granos fueron separadas de y Privadas de la República Argentina, n.° 86, 1944;
aeropuerto “Ministro Pistarini” en Ezeiza (1944- ella en 1954 (Dirección Nacional de Elevado- Ministerio de Obras Públicas. Labor realizada y en
1950), un terreno que anteriormente el MOP res de Granos). ejecución, 1943-1947. Bs. As.: Kraft, 1947; Ministerio
no había abordado (y que no abordaría poste- de Economía, Secretaria de Estado de Transporte y
riormente, ya que estas funciones recaerían so- PERÍODO 1955-1958. Obras Publicas 1976-1980. Bs. As., 1981;
bre la Secretaría de Aeronáutica, creada en Corresponde al gobierno de la Revolución
1946) (v. Aeropuerto). No solo se limitó a la cons- Libertadora, que no introdujo grandes cambios
trucción del aeropuerto, sino que se trató de en la organización de la dependencia, según MIRATE, SALVADOR LUIS. Nápoles (Italia),
una amplia operación territorial sobre el SO se observa en el Decreto 14.496/1957, que fi- 1862 - Buenos Aires, 1916. Arquitecto. Su
del Gran Buenos Aires, que incluyó espacios jaba la estructura orgánico-funcional básica del obra puede ubicarse dentro del Academicis-
de esparcimiento, viviendas y colonias de va- MOP. Se reimplantó el Consejo del MOP, cuer- mo francés en el momento de transición ha-
caciones, construidos por la DNA (v. Ciudad Jar- po asesor y de coordinación, integrado por los cia el Art Noveau.
dìn). También se ejecutó la autopista Ricchieri directores de dependencias centralizadas y au-
de acceso al aeropuerto, obra de la DGVN, que tárquicas, creado en la década de 1930 y que Estudió en la École de Beaux Arts de París
se proyectaba completar con tres accesos a la no había actuado durante el peronismo. Aun- entre 1879 y 1883. Sus maestros fueron Pre-
Capital Federal (los que se construirían en pe- que se paralizaron las obras de la gestión an- vost, Duvert y Caulomb. En la capital francesa
ríodos siguientes) y con autopistas urbanas terior, vinculadas directamente con la políti- adquirió experiencia durante algunos años en
(que construiría la Municipalidad de Buenos ca (Fundación Eva Perón, Monumento a Eva el estudio de Duvert. En 1887 emigró a la Ar-
Aires entre 1976 y 1983). A diferencia del pe- Perón, etc.), la mayor parte de las obras pro- gentina y trabajó en primer término, en el es-
ríodo anterior, las obras más importantes de siguieron su realización en virtud de los com- tudio de Julio Dormal (v.). Posteriormente abrió
la DGVN fueron obras urbanas, entendidas co- promisos contractuales asumidos. su propia oficina.
mo una segunda etapa de la red caminera na- Entre sus obras principales pueden citarse:
cional iniciada anteriormente. PERÍODO 1958-1976. el casco de la estancia y la capilla de V. Casa-
El énfasis en las obras de “acción social” hi- Corresponde a la presidencia del Dr. Artu- res; en Quequén construyó la iglesia de la es-
zo que la DNA tomara a su cargo nuevas fun- ro Frondizi, momento en que se introducen tancia Guerrico. Proyectó varias sucursales del
ciones. En 1944 intervino en la reconstrucción transformaciones en la estructura del MOP. La Banco de la Nación Argentina en Río Cuarto,
de San Juan, afectada por un violento sismo, dependencia pasó a transformarse en la Se- San Luis, Gualeguay, Chivilcoy. En Buenos Ai-
con la provisión de construcciones de emer- cretaría de Obras Públicas, dentro del Minis- res proyectó las sucursales de Belgrano y Abas-
gencia y la realización de un proyecto urba- terio de Obras y Servicios Públicos (Ley to. También en la Capital realizó las tribunas,
nístico de reconstrucción que no fue ejecuta- 14.439/1958). los pabellones y las pistas del Hipódromo Ar-
do (v. San Juan). Se intensificó la construcción de Posteriormente, en 1973, sobre la base de gentino. En Avenida de Mayo y Perú remo-
colonias de vacaciones y de hoteles de turismo la Ley de ministerios 20.524, se creó la Secre- deló el edificio proyectado por E. Merry para
(Chapadmalal en Mar del Plata y Embalse Río taria de Transportes y Obras Públicas, inte- adaptarlo como sede de las tiendas Gath y Chá-
Tercero en Córdoba, entre otras), y se inició la grada por las subsecretarías de Marina Mer- ves (1911), proyectó varias residencias particu-
construcción de viviendas en una escala im- cante, de Obras Públicas y de Transporte, a las lares: la de Bazetgú, en C. Pellegrini 708; Des-
portante. Para cumplir tal función fue creada que en 1975 se agregó la Subsecretaría de Co- planques, en Malabia 2261, el edificio de
en 1947 la Dirección de la Vivienda, entidad ordinación y Políticas. Reconquista 627 y el de Rauch 1815.
que proyectó Ciudad Evita en Ezeiza, el barrio
Gral. Perón en Saavedra, Capital Federal, y nu- PERÍODO 1976-1983. Bibliografía: R. Guitiérrez, s. v.: “Mirate, Salvatore”.
merosos conjuntos en el interior del país. En 1976 se introdujeron algunos cambios En: L. Patetta (compilador). Architetti e ingenieri
Esta actividad se detuvo en el segundo go- en la STOP, que quedó compuesta por cuatro italiani in Argentina, Uruguay e Paraguay. Roma:
bierno de Perón, cuando la crisis económica subsecretarías: OP, Transporte, Coordinación Pellicani, 2002.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 139


MISIONES JESUÍTICAS. La Compañía de Je- pacidad de las “bandeiras”, peculiar alianza for- del siglo XVIII, principalmente por obra del
sús, fundada por San Ignacio de Loyola mada por ciudadanos de San Pablo (Brasil) con misionero alemán Antonio Sepp, configuran-
(1491-1556), cumplió en las regiones del Río los indígenas tupíes, cuyo objetivo era el se- do una composición urbana barroca, única en
de la Plata, durante el período hispánico has- cuestro masivo de guaraníes, para su venta co- el área rioplatense, ordenada sobre un eje via-
ta 1767, una doble función de servicio: a las mo esclavos a las haciendas lusobrasileñas. Las rio que constituía la avenida principal, cuya fo-
poblaciones hispano criollas, por una par- acometidas de los “bandeirantes” obligaron a calización en la fachada de la iglesia daba a es-
te, y a los pueblos aborígenes por otra. En- evacuar la región del Guayrá en el alto Paraná, ta el rol más representativo, enfatizado además
tre aquellas, asumió la atención de la labor y las sierras de los tapes al este del Uruguay, cer- por su resolución arquitectónica monumental.
educativa, mediante escuelas, colegios y uni- ca del Atlántico; pero fueron derrotados defini- Frente a la iglesia se extendía una plaza mayor
versidades, y también mediante ejercicios tivamente en 1641, en la batalla de Mbororé. cuadrangular, rodeada por las viviendas de los
espirituales para el perfeccionamiento re- Desde mediados del siglo XVII, el área mi- caciques, en torno de las cuales se disponían
ligioso de la misma población. Para soste- sionera se consolidó en la actual provincia ar- las de otras familias, todas según una tipolo-
ner estos fines, estableció fundaciones re- gentina de Misiones y sus cercanías, entre las gía en tiras y no en cuadras amanzanadas.
dituantes urbanas (casas de alquiler) y rurales latitudes 25° y 22° sur, aproximadamente so- El mejoramiento urbano del siglo XVIII se
(las estancias jesuíticas). Entre los pueblos bre unos 500.000 km cuadrados. vio acompañado por el avance técnico, al em-
aborígenes, se establecieron misiones que Durante la etapa fundacional, desde 1609 prenderse obras en piedra y tejas, no solo pa-
prosperaron en algunos casos y fracasaron hasta 1641, los asentamientos se planifica- ra las iglesias y edificios públicos, sino tam-
en otros; para su instrumentación se valie- ban con calles rectas y manzanas cuadradas, bién para las viviendas particulares.
ron de dos metodologías: las misiones am- pero no siempre podía mantenerse la retícula En 1749, las Misiones Jesuíticas de Guara-
bulantes o predicaciones acompañadas de a través del tiempo; las viviendas, que eran co- níes habían alcanzado su configuración de 30
la administración de sacramentos (bautis- lectivas en la época prehispana, se hicieron pueblos distribuidos así: 7 al este del Uruguay,
mos, matrimonios, eucaristías, etc.), y las unifamiliares en concordancia con la organi- con 26.374 habitantes; 10 al oeste con 25.990;
misiones fijas acompañadas por la forma- zación social monogámica. Como material de 6 al sur del Paraná, con 18.030; y 7 al norte,
ción de asentamientos de indios según el construcción, durante los primeros tiempos con 20.841; totalizaban 91.235 almas, en 21.348
modelo reduccional. (v. Reducciones) de las Misiones predominó la madera, recur- familias, lo cual revela hogares con dos o tres
so vernáculo, trabajada según la tradición abo- hijos como promedio.
Las célebres Misiones Jesuíticas de Gua- rigen y también según el sistema español de Había establecimientos rurales de diversas
raníes —reducciones o pequeños poblados, par y nudillo, que posibilitaba cubrir superfi- magnitudes; los más pequeños estaban cerca
formados a partir de la reunión de varias al- cies mayores. de los pueblos, y los yerbatales y las estancias
deas aborígenes— llegaron a integrar núcle- La iglesia, la casa de los padres, el colegio más grandes se hallaban al este del Uruguay.
os urbanos con población inicial de unas qui- y el cabildo (constituido entre los caciques gua- Había una extensa red caminera, muchas de
nientas almas pero que, a mediados del siglo raníes) formaban el núcleo de cada población, cuyas rutas estaban mejoradas o pavimentadas;
XVIII, alcanzaban entre 2.500 y 4.000 hab. cuyo trazado se perfeccionó hacia comienzos también puentes, no pocos de los cuales esta-
según los casos. ban hechos de piedra; y de trecho en trecho po-
La organización de esas misiones o reduc- dían encontrarse posadas y capillas rurales.
ciones seguía en general las normas conteni- La organización económica era original, por
das en el Título III del Libro VI de las Leyes de cuanto comprendía bienes de pertenencia ge-
Indias, y en particular las instrucciones del pa- neral de la comunidad (los “tupambaés”), que
dre Diego de Torres (1551-1638), primer Pro- eran básicamente las grandes estancias y yer-
vincial de la Provincia Jesuítica del Paraguay, batales, y bienes privados de cada familia (los
con experiencia como misionero en Nueva Gra- “abambaés”), que eran granjas o chacras. Los
nada y Perú, donde había participado activa- productos ingresaban al comercio interregio-
mente en la formación de la reducción de Ju- nal, de modo que los guaraníes no se incor-
lí, en el Titicaca. El padre Antonio Ruiz de poraban colectivamente a un mercado de tra-
Montoya definió la obra en estos términos: “lla- bajo “a la europea”, pero en su conjunto ejercían
mamos reducciones a los pueblos de indios una gravitación central sobre la economía rio-
que, viviendo a su antigua usanza en mon- platense de su tiempo.
tes, sierras y valles, en escondidos arroyos, En la construcción de las Misiones Jesuíti-
en tres o cuatro casas solas, separados a legua, cas intervinieron arquitectos destacados, como
dos, tres y más unos de otros, los redujo la Bartolomé de Cardeñosa (1596-1656, andaluz),
diligencia de los padres a poblaciones grandes, Domingo de Torres (1607-1688, andaluz), Jo-
y a vida política y humana”. sé Bressanelli (v.) (1658-1728, lombardo), Juan
En el orden operativo, los jesuitas debie- Kraus (v.) (1659-1714, bohemio), Juan Bautista
ron resguardar a los guaraníes de las preten- Prímoli (v.), (1673-1747, lombardo), Juan An-
siones de los estancieros y encomenderos de las tonio de Ribera (1717-1769, castellano, hijo del
ciudades, que intentaban valerse de los indios célebre arquitecto Pedro de Ribera), José Gri-
como servidumbre doméstica y rural, y de la ra- u ESQUEMA DE UN PUEBLO DE LAS MISIONES JESUÍTICAS. mau (1718-1776, catalán), Antonio Forcada

140 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mis mod
(1701-1767, aragonés), José de la Fuente (1727-
1786, granadino).
La expulsión de la Compañía de Jesús, or-
denada por la Corona en 1767, dañó irrepara-
blemente el progreso de las Misiones Jesuíti-
cas de Guaraníes. La gestión posterior pretendió
integrar los pueblos guaraníes al mercado eco-
nómico rioplatense, bajo signos más liberales
y menos corporativos. Pero los nuevos misio-
neros desconocían el lenguaje y las costum-
bres de los indios, y los administradores no
fueron siempre honrados.
La confusión creada por las guerras napo-
leónicas favoreció las invasiones lusobrasile-
ñas. La Revolución de Mayo y las guerras de la
Independencia fueron alejando a la conduc-
ción gubernamental porteña de toda preocu-
pación por la suerte de las antiguas misiones
guaraníticas y, en definitiva, estas fueron arra-
sadas entre 1817 y 1818 por fuerzas invasoras
brasileñas que saquearon, destruyeron y des-
poblaron las diecisiete fundaciones jesuíticas
al este y al oeste del río Uruguay, y también
por fuerzas paraguayas que hicieron otro tan-
to con las seis situadas al sur del Paraná. Las
ruinas de estos pueblos, que habían alcanza-
do tan alto esplendor, son ahora un importante
testimonio del patrimonio cultural común de
Argentina, Brasil y Paraguay. A. de P.

Bibliografía: P. Hernández S. J. Misiones del Paraguay,


organización social de las doctrinas guaraníes de
la Compañía de Jesús. Barcelona: Gustavo Gili Edi-
tor, s/f; G. Furlong S. J. Misiones y sus pueblos de u CIUDAD AZUCARERA EN TUCUMÁN, UN PROYECTO DE ALBERTO PREBISCH CON LA IMPRONTA DE TONY GARNIER.

guaraníes. Bs. As.: Imprenta Balmes, 1962; AA.VV. Las


Misiones Jesuíticas del Guayrá. Bs. As.: Manrique desencadenado por la incorporación de la eco- este motivo, tiene orígenes más imprecisos y
Zago Ediciones, 1993; E. J. A. Maeder y R. Gutiérrez. nomía argentina a la economía mundial, he- límites disciplinarios más amplios.
Atlas histórico y urbano del Nordeste Argentino. gemonizada por Gran Bretaña. La AM no puede considerarse tampoco co-
Pueblos de Indios y Misiones Jesuíticas. Resistencia: En este marco, la noción de AM se dife- mo sinónimo de “Edilicia Moderna”. Esto se
CONICET-FUNDANOR- Instituto de Investigaciones rencia también claramente de la de Movimiento debe a que, aunque sea en modo genérico, pue-
Geohistóricas, 1994. Moderno (MM), con la que frecuentemente se de hablarse de la existencia de la primera so-
la ha confundido. En efecto, el MM constituye lo cuando el heterogéneo conjunto de planos
una creación historiográfica producida entre en que se define adquiere una expresión iden-
MODERNA (ARQUITECTURA). El sentido del 1927 y 1941, que alude a determinadas expre- tificable como transformación operada, con-
término. Ha sido habitual asimilar la idea de siones de la arquitectura europea y nortea- sagrada y validada en el seno de la disciplina
Arquitectura Moderna a las de Arquitectura mericana en esos años, fuertemente identifi- arquitectónica. Esa transformación consiste
Funcionalista, Racionalista, Contemporánea, cadas con los congresos internacionales de fundamentalmente en la liquidación de los va-
Maquinista, Cubista, Purista, Futurista o Van- Arquitectura Moderna. En consecuencia, y co- lores y las normativas que regían la discipli-
guardista. Sin embargo, estos adjetivos no mo concepto específico de la disciplina arqui- na desde su nacimiento como institución, y su
son sinónimos y su empleo remite a muy dis- tectónica, la noción de MM pudo ingresar en reemplazo por formas operativas basadas en
tintos significados. la Argentina recién en 1939, cuando se crea la la “razón dirigida a fines” y en la noción de “ta-
representación de nuestro país en dichos con- bla rasa” o eterna búsqueda de lo nuevo.
El sentido más amplio que puede atribuir- gresos con las figuras de Jorge Ferrari Hardoy Si bien es cierto que el adjetivo “moderno”
se a la Arquitectura Moderna (AM) es el de (v.), Juan Kurchan (v.) y Antonio Bonet (v.). fue empleado en numerosas oportunidades en
aquella arquitectura que se produjo como re- La AM, en cambio, involucra un conjunto el siglo XIX para designar la actualidad de las
sultado del proceso de secularización, indus- heterogéneo de modelos, construcciones, teo- más variadas manifestaciones, solo tardíamente
trialización, burocratización y metropolización, rías, prácticas y actores del proceso edilicio; por comenzó a adquirir una forma sustantiva. Re-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 141


cién con ella lo moderno comenzaba a pre- ceso con distintos tiempos y características en se inicia la construcción del Estado moderno,
sentarse como ruptura histórica, como el tiem- los distintos niveles de la construcción del ha- con su sistema de partidos, procesos electora-
po que debía extraer de sí mismo sus propios bitar metropolitano; la segunda, entre 1930 y les, separación de poderes, ejército profesional
fundamentos. 1950, de definición, caracterización y conquista y paulatina secularización de las prestaciones
La existencia de una sustantiva Arquitec- del espacio específicamente disciplinar de la sociales (educación, salud, asistencia). La ren-
tura Moderna obtuvo una primera consagra- AM; la tercera, de descubrimiento, despliegue ta diferencial de la Pampa Húmeda es de una
ción en nuestro país en enero de 1931, con la y ponderación de las distintas variantes dentro proporción inaudita y permite a los propieta-
publicación de un número especial de la Revista de dicho espacio, hasta finales de la década del rios una fenomenal acumulación de capitales
de Arquitectura (v.), órgano de la SCA, en el que setenta; y la cuarta, a partir de entonces, en que que se traduce en el desarrollo parcial de la in-
se ilustró un conjunto de ejemplos de AM ar- la AM ha sido cuestionada como paradigma dustria y en las grandes transformaciones me-
gentina, acompañado por un editorial y por la disciplinar. (v. Contemporànea, Arquitectura). tropolitanas. Una enorme masa de población
traducción de un debate sobre el tema en la Aso- extranjera se incorpora parcialmente a las ac-
ciación de Arquitectos Británicos. El hecho de PRIMERA ETAPA: 1880-1930. MODERNIZACIÓN SO- tividades agrarias y es retenida en mayor pro-
que solo uno de los arquitectos allí presentados CIAL, MODERNIZACIÓN EDILICIA Y MODERNISMOS. porción en las ciudades del Litoral como ma-
haya conservado su carácter de “pionero” en la Si bien en la Argentina, y particularmente no de obra para la ejecución de aquellas
historiografía posterior da cuenta de las mu- en el Litoral, algunos componentes del proce- infraestructuras y transformaciones urbanas.
chas variaciones de significados que el concepto so de modernización comienzan a manifes- En este marco general pueden compren-
ha experimentado desde entonces. tarse desde los primeros tramos del siglo XIX, derse las modificaciones operadas en los dis-
De todos modos, el concepto de AM no do- es recién con la consolidación de la organiza- tintos modelos, prácticas, procesos producti-
mina como referente excluyente el campo ar- ción nacional a partir de 1880 cuando ese pro- vos y actores que integran el campo de la edilicia
quitectónico argentino hasta después de la Se- ceso alcanza su expresión más amplia e inten- (v. Eclecticismo). Examinaremos los principales
gunda Guerra Mundial. En efecto, solo a finales sa. La incorporación del país como productor ámbitos en que esas transformaciones se pro-
de la década del cuarenta, con el Estilo Inter- de carnes, granos y lana para el mercado eu- ducen, determinando los inicios diversos y, con
nacional construido y difundido desde los Es- ropeo se hace a cambio de la introducción de ello, los particulares matices que caracterizan
tados Unidos como nueva potencia central de excedentes de capital británico y de ciertos ele- a la AM en la Argentina. Esos ámbitos son: la
Occidente, la AM expulsa a los restantes esti- mentos y tecnologías, como los vinculados a metrópoli, las formas de vida, las técnicas, los
lismos de la disciplina arquitectónica y de bue- infraestructuras. Para orientar esa gigantesca tipos, los programas, los comitentes, los pro-
na parte de las expectativas del público en un “revolución en las pampas”, para regular las re- fesionales. El vertiginoso aumento de pobla-
proceso que se potencia a partir de la aproba- laciones de intercambio con los partenaires co- ción producido por la masa inmigratoria, arti-
ción de la Ley de Propiedad Horizontal (v.) en merciales y financieros extranjeros, y para con- culado con el flujo de excedentes de capital
1948. En adelante, los debates serán suscita- solidar y homogeneizar a la sociedad argentina, británico y la acumulación de la renta agraria,
dos con el objeto de definir el carácter de esa suscitó una abrupta expansión urbana que no
AM —más o menos orgánica, funcional, ra- encontró resistencias relativas considerables
cional, popular, regional o historicista—, pero en el tejido social ni en las preexistencias cul-
sin poner en discusión su vigencia como mar- turales y ambientales. En esta región del Co-
co excluyente de la disciplina. no Sur latinoamericano, “lo nuevo” contaba
Si la llegada de Le Corbusier (v.) a fines de con un campo especialmente propicio para su
1929 suele ser considerada como inicio de la reproducción y expansión.
AM en la Argentina, puede indicarse la visita La condición metropolitana que rápida-
de Aldo Rossi (v.), medio siglo más tarde, en mente caracterizaría a ciudades como Buenos
1978, como signando la puesta en cuestión de Aires, Rosario y Córdoba supuso su transfor-
la AM como sistema de creación ex-novo, des- mación en nuevos artefactos urbanos, sedes
prendido de toda normativa disciplinar. En los del proceso integral de producción, distribu-
debates suscitados en torno de la vigencia del ción, cambio y consumo, pero simultáneamente
término se han manifestado desde entonces provocó decisivas mutaciones culturales.
diversas posiciones; las principales son las de Si bien el crecimiento de la población y la
la defensa de su continuidad, la de la supera- modificación de las pautas de consumo indu-
ción en una condición “posmoderna”, o la de jeron al desarrollo de nuevas industrias y nue-
la recuperación “neomoderna” de determina- vas formas de distribución de los productos,
das valencias del debate, clausuradas desde también generaron problemas inéditos, como
la Segunda Posguerra. las epidemias, las nuevas formas del delito o
De todas maneras, lo dicho hasta aquí nos la protesta social.
permite proponer al menos cuatro etapas en De manera que al mismo tiempo que dis-
el desarrollo de la AM en la Argentina: la pri- frutaban de los excelentes resultados de sus
mera, desde 1880 a 1930, caracterizada por negocios, las elites dirigentes debieron afron-
la instalación del proceso de modernización y, tar la resolución de una infinidad de temas que
en consecuencia, el desplegarse de dicho pro- u CASA PROYECTADA POR ANTONIO VIRASORO. carecían de antecedentes en las prácticas del

142 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mod mod
pasado. Era natural que apelaran a su propia Esta superposición, articulada con factores
imaginación y, sustancialmente, a las expe- generales de salubridad, intereses económicos
riencias de otros. Lo notable no es esto, sino e impulsos de segregación social, determinó
que en vez de comprometerse con determina- la necesidad de establecer un marco de regu-
dos modelos el criterio haya sido el de com- lación y negociación de los conflictos, marco
binar con total desprejuicio lo mejor de esas que se tradujo en el surgimiento de las regla-
experiencias para encontrar la propia respuesta; mentaciones, planes urbanos, zonificación y,
lo que puede verificarse en múltiples planos de manera más elocuente, en grandes accio-
políticos, culturales y técnicos. nes de reequilibrio: trazado de grandes vías de
En los primeros años, inconvenientes téc- circulación o de determinados polos, tanto en
nico-económicos, como la inexistencia de trans- torno de los parques urbanos como mediante
portes baratos para la población, sumados a la la creación de barrios modelo.
concentración de los requerimientos de mano Pero si la metropolización indujo cambios
de obra, estimularon la superexplotación de en las características materiales del habitar ur-
los terrenos centrales como sede de viviendas bano, decisivos para la construcción de la AM,
de máximo hacinamiento. Los conventillos (v.), tanto o más lo fueron los cambios en la cul-
cuyos cuartos se alquilaban a costos relativos tura urbana. La música popular, la literatura,
extraordinariamente altos con relación a la me- la poesía, el cinematógrafo, los nuevos diarios
dia internacional, constituyeron un mecanis- de circulación masiva, los magazines semana-
mo perverso de transferencia de una decisiva les, las ediciones baratas, son testimonios de
porción de los ingresos de los trabajadores a la esa transformación cultural. “Una cultura de
valorización superlativa de las áreas centrales, mezcla” ha sido llamada la nueva formación,
puesto que los altos impuestos, que supuesta- que debió afrontar la dialéctica entre la transi-
mente originaban esos elevados alquileres, toriedad típicamente metropolitana, potencia-
se destinaban a través de los municipios a ac- da por la nostalgia del país de origen y los in-
ciones como la apertura de calles o la instala- tentos de construcción y homogeneización de
ción de infraestructuras, incrementando de es- una cultura propia; o entre el anonimato y la
te modo el valor de los predios. Así, una vez construcción de las “patrias chicas” de los ba-
concluido este proceso, instalados todos los rrios. Y sobre todo en lo que atañe a la AM en
servicios posibles (electricidad, transportes, forma más directa, la oposición entre espacio
aguas corrientes, cloacas, pavimentos, ilumi- público y espacio privado, entre “la calle y el li-
nación, escuelas, servicios sanitarios, etc.), y ving”, se resuelve en programas intermedios
aduciendo incluso razones humanitarias, la como el “boliche”, la sociedad de fomento o de
elite pudo estimular la expulsión de la pobla- socorros mutuos, y el club. Esta dialéctica de
ción inicial hacia la periferia y transformar las lo público y lo privado instala definitivamente
zonas centrales en residencia para sectores me- la división entre economía política y economía
dios, introduciendo las nuevas tipologías ha- doméstica, y consagra —a la vez que sujeta co-
bitacionales de la casa de renta (v.). Estas son mo figura central de esta última—, a la mujer
las acciones principales que caracterizan la pri- como elemento de control de la reproducción.
mera etapa de nuestras ciudades hasta aproxi-
madamente 1930. SEGUNDA ETAPA: 1930-1960. LA DISPUTA POR LA
Se trata de un período de definiciones que TRANSFORMACIÓN DE LA DISCIPLINA.
abarcan muy distintos planos. Desde el punto Primer período: 1930-1939. A modo de térmi-
de vista global, nos interesa percibir las gran- nos referenciales que nos permitan abordar el
des acciones que supone la creación metro- tema de la Arquitectura Moderna en la Ar-
politana. Las dimensiones de la ciudad tradi- gentina, conviene advertir que la AM puede di-
cional estallaron como producto de los factores ferenciarse de la arquitectura tradicional en
mencionados y ante la inmejorable relación en- dos niveles principales.
tre la demanda creciente y una oferta de regu- Por un lado, la AM es consecuencia del pro-
lación casi ilimitada de la tierra urbana. Esto ceso de creación de un fenómeno inédito, co-
supuso una dialéctica hasta entonces desco- mo lo es la fabricación de vivienda como mer-
nocida entre un centro principal y un núme- cancía, lo que supone asimilar las formas del
ro creciente de subcentros locales, lo que se tra- habitar a las condiciones de producción, dis-
duce en un entrecruzarse de intereses relativos tribución, cambio y consumo, que caracteri-
a la administración global y a los requerimientos zan a la totalidad de las mercancías; condi-
parciales, no siempre coincidentes con los mis- ciones que suponen división del trabajo,
mos actores sociales. separación entre valor de uso y valor de cam- u CASA DE RENTA SOBRE LA RECOVA PORTEÑA, DE A. VILAR.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 143


diente a descuidar la materialidad en favor de
la abstracción.
Rara vez —en el primer período al que se
hace referencia— las arquitecturas que en nues-
tro país procuraron dejar atrás los estilismos
tradicionales acompañaron las distintas alter-
nativas transitadas por la AM en otros países,
incluso en Latinoamérica, alternativas en las
que la AM acentuó valores de atectonicidad,
transparencia, mímesis biologista, culto a los
nuevos materiales, transitoriedad, elocuencia
discursiva, linealidad.
No faltaron razones para optar por esta di-
rección del Modernismo. Para comprenderlas
es necesario advertir que formó parte en nues-
tro país de una modernización gestada por sec-
tores económicos tradicionales, no acompa-
ñada de un proceso masivo de taylorización,
pero inmersa en importantes movimientos so-
ciales hacia utopías de transformación global.
Así, mientras la AM (europea) como tipo
ideológico resultó ajena a la cultura nortea-
u LA FACHADA DEL CINE TEATRO GRAN REX, DE ALBERTO PREBISCH, EN LA CALLE CORRIENTES DE BUENOS AIRES. mericana, prácticamente hasta la mitad del si-
glo y avanzado el New Deal, en nuestro país ad-
bio, masividad, producto y destinatario anóni- no es azarosa; nos referiremos más adelante quirió un temprano valor retórico, precisamente
mo, etc. La tendencia a la homogeneización y a la ruptura de 1939. En cuanto al inicio en porque servía como demostración visible de un
compactación, de sometimiento a los vaivenes 1930, se debe a que en enero de ese año la SCA progreso y una modernización que en rigor so-
del mercado que tales condiciones suponen, (v.) decidió publicar un número de su Revista lo se estaban produciendo en forma parcial.
produjo, como es sabido, una conmoción en de Arquitectura dedicado al fenómeno de las Tampoco se asimila exactamente a las va-
las estructuras de una disciplina que preten- “tendencias modernas”. A este motivo podrí- riantes europeas. Es que, si, en términos ge-
día regirse por sus propias leyes, leyes a su vez amos agregar el de la visita de Le Corbusier, nerales, los avances modernistas europeos es-
validadas por su vinculación con el pasado y, en noviembre de 1929, o la “revolución” que tuvieron sostenidos por proyectos de renovación
de algún modo, con la naturaleza. inició el nuevo ciclo neoconservador que ca- social, nada de esto, como es sabido, ocurrió
Como producto cultural, la AM fue conse- racteriza el tipo de construcciones realizadas en la Argentina. Los programas de renovación
cuencia de las grandes transformaciones que durante la década. fueron tibiamente sostenidos en parte de la se-
Sedlmayr ha condensado en la fórmula de “pér- Es cierto que las obras publicadas en el nú- gunda y la tercera década del siglo.
dida de la centralidad”. Para nuestro trabajo es mero de enero de 1930 de la Revista de Arqui- Cuando luego de la crisis de 1929 se hi-
de primordial importancia registrar que la pues- tectura representan expresiones lingüísticas que cieron cargo del poder sectores autoritarios, es-
ta en cuestión de la tectónica tradicional, ba- van desde el Art Déco (v.) de Virasoro (v.) o Squi- tos estaban más identificados con lo que se ha
sada en esfuerzos de compresión, la disolución rru y Croce Mugica hasta el Clasicismo de Bus- llamado “Modernismo reaccionario” de las dic-
de los límites entre lugares, y entre interior y tillo (v.), de Otaola y Roca (v. De Lorenzi, Otaola y taduras fascistas; dispuestos a reivindicar par-
exterior (transparencia), la desvinculación con Roca), o de Gelly Cantilo (v.) y Moll (v.); y también te de la retórica renovadora, e incluso cierto
el contexto inmediato urbano o natural (obje- es cierto que solo Virasoro fue reconocido por utopismo totalizante, pero no el espíritu de so-
tualización), el cuestionamiento de la media- la historiografía posterior como un “pionero” lidaridad social y libertad individual que ani-
ción lingüística en el concepto de mímesis, la de la AM argentina. Sin embargo, es posible mó buena parte de las propuestas originarias.
negación del pasado y la consecuente necesi- advertir en ese conjunto heterogéneo ciertos Culturalmente, el dilema que enfrentaban
dad de autovalidación, fueron y son los nudos rasgos comunes de carácter. Aunque embrio- las elites argentinas era el de construir una
problemáticos explorados por la AM como con- nariamente y aun confusamente expresados, identidad suficientemente fuerte como para
secuencia y como medio de esa “pérdida”. son los mismos que permiten identificar a la resistir los procesos de disolución generados
Si observamos la producción arquitectó- AM producida en la Argentina hasta 1939. por las grandes corrientes inmigratorias.
nica de la Argentina entre 1930 y 1939, com- Es una arquitectura que puede definirse Convencidas de la superioridad del grupo
probaremos que, si bien se cumplen los pro- casi en términos contrarios a los señalados en criollo originario, se desarrollaron a espaldas
cesos de cuestionamiento de la legalidad clásica el segundo nivel observado al principio: sóli- de la democratización de la sociedad; la oli-
de la disciplina necesarios para la producción da, de volúmenes cúbicos elementales clara- garquía impulsó un proceso de imposición for-
de vivienda como mercancía, no ocurre lo mis- mente articulados, de mínimas indicaciones zada de esa unidad bajo la consigna de “cri-
mo con los aspectos culturales señalados en decorativas, discreta, prioritariamente mura- sol de razas” en franca oposición a la idea de
segundo término. La elección de ambas fechas ria, opaca, con voluntad de permanencia y ten- “mosaico” que presidió la formación, por ejem-

144 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mod mod
plo, de la cultura norteamericana. Y el proce- que se reemplazó al sistema democrático, toda De ese modo, las obras del profesionalis-
so no fue iniciado en la arquitectura con el Mo- búsqueda que pudiera salirse de los carriles ge- mo modernista exploraron nuevas direccio-
dernismo sino con anterioridad en las formas neralmente aceptados, toda preocupación cul- nes hasta los límites en que se reclamaba la
del Clasicismo tardío y del Neocolonial (v.). tural dislocante tendieron a ser eliminadas del transformación. Se trataba de liquidar las tra-
La obra de Alejandro Bustillo constituye un panorama cultural. bas que impedían la construcción de los mí-
buen ejemplo del primero. Como en el caso del Esta autocontención y discreción que ca- nimos aceptables en términos de mercado pa-
edificio para la familia Ocampo en la calle Po- racteriza al conjunto de la AM del período con- ra conformar la particular mercancía que eran
sadas, la arquitectura ocupa un espacio difícil- tribuyó a limitar los intentos de reflexión más las nuevas casas de renta para los sectores me-
mente definible en el límite de la abstracción y serios a problemas presentados en el prime- dios, evitando los riesgos de los experimenta-
el despojamiento. También Ángel Guido (v.) ro de los niveles apuntados, o a condenar al ex- lismos anarquizantes.
buscó entroncar su poética en el Modernismo perimentalismo a formalismos más o menos Si se analiza la obra construida en el perí-
de raíz campesina, con prioridad en las masas, estériles. Pero esto ocurrió con una muy re- odo 1930-1939 (aunque en rigor continuaron
la frontalidad y los volúmenes puros que, a su ducida porción de la producción, ya que con- realizándose estas arquitecturas hasta media-
juicio, buscaban en Europa artistas como Jo- dujo a sus expresiones masivas a un profe- dos de la década siguiente), pueden constatar-
seph Hoffmann. De aquí que la AM no haya sionalismo tan consciente de sus reglas como se las siguientes rupturas con la tradición dis-
supuesto una ruptura sustancial. Lo importante vacío de toda tensión cultural. Precisamente, ciplinar: simetría, euritmia, regularidad, unidad
no es que se tratara o no de “un estilo más”, si una particularidad caracteriza a la AM en la (subordinación de las partes a un todo), poché,
sino en qué medida y junto a qué otras alter- Argentina durante el período señalado, esta es marché, composición, orden, fachada.
nativas podía servir para llevar a cabo las pro- la inusual difusión de construcciones de una En realidad, la extensión del profesionalis-
fundas transformaciones en desarrollo. Pre- elevada calidad media. mo modernista no se produce hasta mediados
cisamente, debido a que esa exigencia de Ciertamente, no fueron solo culturales las de la década y llega, como ya dijimos, hasta
transformaciones estaba operando, las expre- razones que definieron las características de 1945 aproximadamente. La primera parte del
siones individualistas y subjetivas, punto de esa arquitectura. período se caracteriza por una producción va-
partida de la diversidad y diferenciación que se Un factor económico decisivo fue el sur- cilante e híbrida, entre Art Déco, de frentes es-
consideraban peligrosas, nunca tuvieron sino gimiento de sectores medios, en una enorme triados al modo del Rockefeller Center, y Cla-
expresiones marginales. Más que fomentar la proporción vinculados a las actividades co- sicista tardía. No ocurre lo mismo con las
elocuencia y los experimentalismos auspicia- merciales, administrativas y de servicio, cuya plantas, que, aunque lentamente, van dejando
dos por las tendencias liberalizantes del Mo- expansión y posibilidades generaron el reque- de lado los duros condicionamientos de la plan-
dernismo, factores que hubieran aumentado rimiento de un tipo de alojamiento de acep- ta clásica, especialmente la euritmia y el po-
los riesgos de la disolución, terminaron insta- table calidad. Las búsquedas de nuevas formas ché. La obra de Virasoro (v.), como la Equitati-
lando la discreción y la autocontención como de resolución de estándares mínimos y de má- va del Plata (1930) o su propia casa, son
principio dominante. Así, acompañando la fic- xima concentración fueron así concluidas al expresiones de la fuerte atracción aún ejerci-
ción fraudulenta y el ahogo de la libertad con tiempo que se favorecía la difusión de los cri- da por las reglas de la tradición. Gelly Cantilo
terios del “confort” típicos del ámbito anglo- (v.) incursiona en variantes Art Déco, como la
sajón. Por añadidura, las construcciones de es- casa de Coronel Díaz y Santa Fe, y también
te tipo no eran encaradas con destino a la venta lo hacen Calvo, Jacobs y Giménez (v.) en el edi-
sino a la renta, dado que la legislación impe- ficio para cine que construyen en 1931 y en el
día el fraccionamiento en propiedad horizon- edificio “Montalegre” de 1933. Con la remo-
tal de los inmuebles. Esto determinó la pro- delación del Museo de Bellas Artes de ese mis-
ducción de emprendimientos privados de mo año, Bustillo se mantiene en ese inefable
características relativamente conservadoras, espacio ya señalado de despojamiento y geo-
especialmente en los sistemas constructivos y, metrismo elemental.
mucho más aún, en la experimentación de De 1932 es el “Comega”, de Joselevich y
transformaciones radicales en las formas de Douillet (v.), probablemente el primer gran edi-
vida (v. Casa de renta). ficio que salta completamente todas las vallas
También fueron de decisiva importancia las de la tradición, al proponer una planta libre,
relativamente pobres tradiciones constructivas de estructura autónoma, y una composición
del país y especialmente del Litoral. Tampoco de planta baja que calibra hábilmente norma
en este sentido el primer período de la AM su- y ruptura. El alzado del edificio fue tan mi-
puso una ruptura, sino más bien una conti- nuciosamente estudiado como los excelentes
nuidad. El reemplazo de la madera y de la pie- detalles constructivos, y sus estudios previos
dra por medio de revoques diversos caracteriza demuestran la voluntad de apaciguamiento de
las arquitecturas clásicas y tradicionales de las las tensiones que las ensayadas resoluciones
ciudades de la región. Por ese motivo, la ar- “a la americana” hubieran acarreado. La com-
quitectura de los muros blancos propugnada posición simétrica de los pisos superiores y
por sectores modernistas europeos encarnó na- el remate plano por la ausencia de top son igual-
u LA MAISON GARAY, EN BUENOS AIRES, DE JORGE KALNAY. turalmente en la práctica profesional. mente ajenos a la tradición norteamericana del

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 145


skyscraper y expresan la discreta declinación ar- sobre la misma Avenida y Malabia (1933). podían generar, el Formalismo ofrecía una po-
gentina de la fórmula internacional. El de Jo- El estudio Sánchez, Lagos y De la Torre fue sibilidad de experimentación. Ella podía ex-
selevich es uno de los más nítidos perfiles pro- otro de los actores protagónicos del profesio- presarse en la medida en que se concentraba
fesionalistas en los términos que estamos nalismo modernista a que hacemos referencia; en los bordes del sistema, en temas de “di-
describiendo y probablemente una de sus me- experimentaron, como es sabido, con distintas versión”, y en lo posible alejados también físi-
jores expresiones. También Jorge Bunge (v.), alternativas lingüísticas a partir de un gran des- camente del corazón urbano.
formado en Munich, con un claro tránsito des- prejuicio, cierto cinismo y manejo seguro de La obra de Virasoro fue una de las víctimas
de el Clasicismo y el “Neocolonial” en el par- numerosos recursos. Quizás sea el edificio Ka- de la censura de la élite, conocida por el mote
ticular registro que ya vimos en Bustillo o en vanagh la mejor muestra de sus condiciones. de “sin novedad en el frente”. Y el propio Bor-
Guido, es autor de numerosos edificios de ren- Lejos de experimentalismos o decisiones ar- ges ataca en forma lapidaria “los reticentes ca-
ta del período y de una obra notable por su so- quitectónicas inusuales, el volumen del rasca- joncitos de Virasoro, que para no delatar el ín-
briedad y el impacto de su masa, como es el cielos (v.) es un producto de las máximas posi- timo mal gusto, “se esconde en la pelada
edificio de la “Algodonera”. Basta observar las bilidades de explotación del terreno, hábilmente abstención”. En realidad, Virasoro procuró avan-
dos construcciones en esquina repetidas exac- multiplicadas desde los bosquejos originales en zar en nuevas líneas de producción, más allá
tamente sobre la avenida Belgrano, o el edifi- los que no se superaba el tamaño del Hotel Pla- de la experimentación geométrica, en las tec-
cio Volta, obra sobre la avenida Leandro N. za. Se trata de un perfecto híbrido, de una res- nologías de producción masiva (es el caso de
Alem, para comprender el carácter y la inevi- puesta de compromiso a distintos requeri- las viviendas baratas de Banfield), o en la con-
table dificultad en encontrar los límites de las mientos, resuelta con gran inteligencia tinuidad espacial de su propia casa, o en pro-
rupturas que se estaban intentando. Y la de compositiva. Compromiso entre programa y yectos como el del Banco Nación. Pero, en el
Bunge es probablemente una de las obras que, normas edilicias, entre contexto inmediato y momento de la síntesis con que la obra final-
en la composición de la planta, más ha tras- significación urbana, entre enraizamiento y ob- mente se presenta, la fuerza del geometrismo
pasado las posibilidades de una organización jetualidad, entre tipología moderna y resolu- obsesivo que preside sus composiciones do-
que golpeará la estructura tradicional de la dis- ción tradicional en planta, entre dinamismo y mina los restantes aspectos de su búsqueda.
ciplina, pero proponiendo reglas alternativas frontalidad, entre vanguardismo tecnológico y Y en tanto tal, delata la debilidad implícita en
que garantizarán su supervivencia. resolución artesanal. En una línea similar, aun- la pretensión de buscar en habilidades de tra-
Esas reglas alternativas fueron definiéndo- que con una obra de menor envergadura, se en- zado la autofundación que exige la condición
se poco a poco, y cuando, después de analizar cuentran los trabajos de Morixe (v.), Sabaté (v.), moderna para reemplazar el sistema clásico.
los laboriosos tanteos iniciales, se observan los Duggan (v.), Madero, Álvarez, Dante Faverio, Pura máscara, o más bien maquillaje so-
trabajos tardíos del período, puede compro- Roca, De Lorenzi (v.). breimpreso en un cuerpo que en el propio ac-
barse que aquellos rindieron ciertos frutos so- Hemos dicho que por las razones enun- to demuestra su imposibilidad de cambio sus-
bre los que la disciplina recompuso nuevas for- ciadas el profesionalismo ocupa la mayor par- tancial, el llamado Art Déco, o geometrismo
mas de regulación. te del campo de la AM entre 1930-1939. Fren- ingenuo, se difunde entre los sectores medios
Más allá de otros valores que luego anali- te a la reducción de los márgenes creativos que como signo de Futurismo y consiguiente rup-
zaremos en la obra excepcional de Antonio Vi- los impulsos liberadores de la modernización tura con el pasado o, lo que es lo mismo, con
lar (v.) o de Wladimiro Acosta (v.), la axiología las normas impuestas por la cultura dominante.
alternativa para el proceso de compactación fue Pero, más que en el Art Déco, el Formalis-
construyéndose sobre la base de criterios de mo modernista se identifica en un uso más li-
nitidez geométrica, síntesis y claridad de lec- gero, aunque no necesariamente torpe, de vo-
tura. Los trabajos de Armesto y Casado Sastre cablos que en otras circunstancias fueron
(v.), especialmente el edificio sobre Callao, de producto de expresiones modernistas “fuer-
1938, son un excelente ejemplo de estos nue- tes”. Proas, ventanas redondas, ventanas con-
vos valores que implican en la planta zonas de tinuas, barandas metálicas, escaleras en heli-
servicio claramente definidas y concentradas, coides libres, pilotes, arriesgados voladizos,
eliminación de mochetas y alteración de las su- antenas o mástiles tomados con tensores, con-
perficies, máxima reducción de las superficies figuran una parte de ese vocabulario emplea-
de circulación y geometría reguladora. Si- do a lo largo de la década.
guiendo los mismos valores, las fachadas se Instalado en un lugar “de diversiones” co-
componen sobre la base de bruscos contrastes mo lo es Mar del Plata, provisto de todas las ca-
de luces y sombras, marcando aristas, priori- racterísticas mencionadas, quizás sea el balne-
zando cuerpos salientes y loggias, así como con- ario “Costa Buero”, de Birabén (v.), la
trastes entre grandes y pequeñas aberturas, o manifestación más estridente de ese tipo de ex-
destacando líneas sobre superficies. periencias. Como él, otros clubes interpretan
Según este código se construyen en Buenos el Modernismo como una manera adecuada de
Aires los nuevos paradigmas de esta arquitec- encarar la “informal” vida moderna: al menos
tura, como llegan a serlo los conocidos edificios en el imaginario, el informalismo del acotado
de Av. Libertador y Lafinur (1937), de Sánchez espacio del tiempo libre es sinónimo de des-
Lagos y De la Torre (v.), o el de León Dourge (v.), u EDIFICIO COMEGA, BS. AS., DE JOSELEVICH Y DOUILLET. trucción de tabúes, de revelación de verdades

146 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mod mod
hasta entonces ocultas, de transparencia; y la demasiado en la explicitación de los debates
AM deberá presentarse como su apoteosis. El que la habían suscitado en décadas anteriores.
Jockey Club de Punta Lara, de Manuel Pico Es- En cuanto a las revistas alemanas, Moderne
trada, el Jockey de Rosario, el Club de la Mari- Bauformen tiene un período bastante corto en
na de Olivos, el Tiro Federal de Buenos Aires, el que se seleccionan claramente ejemplos de
el balneario Playas Serranas de Manuel y Ar- las corrientes más radicales y sustentadas en
turo Civit (v.) en Mendoza, son otras tantas ex- una base más amplia que el reducido profe-
presiones de este estado de ánimo, como lo son sionalismo; pero, tanto antes de 1927 como
también las casas de profesionales que se re- luego de 1933, la tendencia se diluye entre ejem-
producen en las periferias de aire “sportivo”, plos folclorísticos o neoclasicistas. Wamuths
como ocurre en la zona norte de Buenos Aires Monatschrifte für Baukunst mantuvo en cam-
Ámbito permisivo por excelencia, el de los bio una línea más clara, pero dejó de publicarse
cines y teatros constituye otro terreno posible en los primeros años de la década. Las publi-
para un liberalismo formal que, con más fuer- caciones americanas e inglesas dedican en esos
tes influencias norteamericanas que en otros años muy poco espacio a la AM. Revistas de la
temas, asoma peligrosamente en el subjeti- vanguardia, como C, Das Neue Frankfurt, Wen-
vismo, el absurdo o la temida irracionalidad. dingen, Fruhlicht, e incluso la revista del GA-
Un clásico de esta autoexaltación publicitaria TEPAC o L’Esprit Nouveau, llegaban a un re-
es el cine Ópera de Buenos Aires, con su inte- ducidísimo grupo o no circulaban en absoluto.
rior estrellado y su movida volumetría exterior Quedan como fuente escrita posible los Bau-
agrupada en forma telescópica. hausbücher y los textos de Le Corbusier, es-
Los nuevos cines (v.), con sus escalinatas u EDIFICIO LA ALGODONERA, EN BS. AS. DE JORGE BUNGE. pecialmente Vers une Architecture.
atravesando halls de doble, triple y hasta cuá- Si se tiene en cuenta la relativamente tem-
druple altura, sus voladizos incrustándose en rentemente absoluta liberación de todo condi- prana visita de Le Corbusier y algunos regis-
el paño de vidrio de fachada, habitúan a un pú- cionamiento teórico, tanto el profesionalis- tros en la prensa, es posible que su obra y sus
blico predispuesto al “show” y al fluir vertigi- mo como el Formalismo modernistas contri- ideas se conocieran en algunos círculos desde
noso de la imagen, a una nueva y no menos buyeron a la destrucción de las certidumbres mediados de la década del veinte. En cuanto al
acelerada espacialidad. tradicionales de la disciplina, sin aportar en su Bauhaus, no contamos más que con los testi-
El Experimentalismo neoplasticista fue po- reemplazo más que livianos nuevos órdenes monios de Victoria Ocampo y la publicación
co frecuente. Una versión obsesiva que no lle- geométricos o funcionales, abandonando de de los escritos de Gropius (v.) en Sur durante
gó a construirse se publica en una suerte de ese modo el rol cultural que da sentido a la exis- la década del treinta, y el interés por él mani-
manual bajo el título de Álbum de proyectos de tencia misma de la arquitectura. festado de radicar una oficina en Buenos Ai-
Arquitectura Moderna. Solo algunas obras De Afortunadamente, no se agotaron aquí las res, también en los primeros años treinta. Es
Lorenzi (v.), como la casa de renta sobre el Bou- experiencias de la AM argentina durante el pe- probable sin embargo que, en el amplio am-
levard Oroño y Tucumán, en Rosario, pueden ríodo que analizamos. Aunque recluida en un biente de ingenieros alemanes en torno de em-
identificarse como la decisiva ruptura de la ca- espacio de extrema austeridad expresiva, la ar- presas constructoras como GEOPE (v.), Wayss
ja volumétrica pura y la atectonicidad que dis- quitectura, entendida como cultura, como bús- y Freitag (v.) o Siemens Bauunion, algunas de
tinguen a aquella corriente. queda de respuestas a los problemas más hon- las publicaciones mencionadas haya tenido
En la Provincia de Buenos Aires, el gobierno dos de la sociedad, fue también explorada en cierta difusión.
conservador de Fresco llevó adelante una cam- muchas ocasiones con compromiso genuino, De remitirnos solo a este tipo de influen-
paña de construcciones en varios pueblos con talento y calidad poética. cias, abonaríamos la teoría de una generaliza-
el objeto de paliar la crisis económica ocupando Como hemos visto, pueden encontrarse ra- da aproximación superficial a los planteos mo-
mano de obra y procurando simultáneamente íces de esa austera AM argentina en la tradi- dernistas europeos. Pero si esto pudo ser cierto
introducir el Modernismo metropolitano en el ción de la Arquitectura Colonial representa- para el Modernismo profesionalista o forma-
mundo rural. Si bien algunas escuelas están da por la Quinta Pueyrredón, en la revisión lista, no puede asimilarse al grupo que intentó
resueltas con medios sencillos y en clave “fun- orientada por Guido o en el Clasicismo tar- explotar los significados profundos de la mo-
cional”, la mayor parte de las obras —sedes co- dío y adusto declinado por Bustillo (v.), pero es dernización. Los canales para una influencia
munales, cementerios, lecherías— exhiben una obvio que los principales impulsos para su con- directa y más efectiva fueron proporcionados
retórica formal a partir del empleo de signos formación provinieron de fuentes externas, por la presencia personal de un conjunto des-
tipográficos en escala gigantesca a modo de bastante menos difusas, eso sí, de lo que ha- tacable de exponentes de aquellas ideas. Elu-
una verdadera “Arquitectura Parlante”, en una bitualmente se piensa. diendo los vanguardismos más exacerbados,
línea que se vincula estrechamente con el Ne- En cuanto al medio más difundido para esas las propias visitas definen y son definidas por
ofuturismo fascista. influencias, las publicaciones, vale la pena con- este perfil austero de nuestra AM. Los más no-
Sea como respuesta a la demanda genera- siderar como especialmente inspiradoras de torios entre los huéspedes de este período fue-
da por la adecuación de los nuevos requeri- las versiones profesionalista y formalista a L’Ar- ron Marinetti, Le Corbusier, Hegemann (v.),
mientos funcionales, económicos y simbólicos chitecture d‘aujourd’hui, donde la AM se pre- Steinhoff, Bardi, Sartoris (v.) y Perret. Si excep-
del mercado, sea por la seducción de una apa- senta en general como una moda, sin detenerse tuamos a Marinetti, quien por otra parte visita

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 147


el país tardíamente y en su carácter de “acadé- Joselevich con Bardi; Perret con Mario Rober- ciudad de 1936, y que culminó, pese a los mu-
mico fascista”, es claro el perfil conservador de to Álvarez (v.), amén de las relaciones de Acos- chos problemas encontrados en su realización,
los restantes. No se trata en ningún caso de ta con Piacentini en Italia, y los hermanos Luc- en el proyecto para la Cooperativa del Hogar
izquierdistas comprometidos con las grandes khardt en Berlín, o del manifiesto vínculo de Obrero (v.) de 1939. Aunque algo tardía en re-
conmociones sociales que sacuden a Europa, Prebisch (v.) con Le Corbusier. lación con sus modelos alemanes, en 1937 los
ni de promotores de escándalos y rupturas ra- De manera que, sobre una base experien- hermanos Civit (v.) construyeron en Mendoza
dicales, sino de figuras unidas por la búsqueda cial y teórica, fue posible sostener el desarro- una Siedlung ejemplar, el barrio Gobernador
de la armonía entre Modernismo y tradición. llo de algunas líneas sustantivas de la AM. Cano. Y también sobre matriz alemana, De
Esto ha sido definitivamente puesto en evidencia Un primer momento lo constituyen aque- la María Prins (v.) construyó un magnífico ba-
por análisis recientes de la obra corbusierana; llas iniciativas que al menos en su enunciado rrio en Comodoro Rivadavia. La Comisión Na-
y si parece obvio en el caso del cauteloso Perret, advierten la necesidad de encarar en forma ar- cional de Casas Baratas (v.) ensayó distintas
debe ser destacado en Bardi, promotor de un ticulada cuestiones urbanas, arquitectónicas y tipologías en clave modernista en Buenos Ai-
Modernismo capaz de recuperar la esencia la- de alojamiento. Esto ocurre muy temprana- res, siendo destacables los bloques colectivos
tina, y en Sartoris, a quien no por casualidad se mente con el proyecto para una “Ciudad Azu- construidos en los barrios Rawson y Alvear.
ha señalado como “la primera vocación clasi- carera” que, en clara referencia a la Cité In- Los conjuntos de Parque Patricios, la Av. Ga-
cista de la Vanguardia”. dustrielle de Tony Garnier, Alberto Prebisch y ray y la Boca, realizados todos en el período
Un Clasicismo que también es reivindica- Ernesto Vautier (v.) formulan en 1924. En los que estamos considerando, permitieron expe-
do en las conferencias de Steinhoff, y que He- años siguientes el propio Vautier formulará en rimentar el tipo de peine, en continuidad con
gemann alaba en Schinkel y en la especial ver- esta clave una propuesta para la remodelación el excelente ensayo de León Dourge para el con-
sión modernista y rioplatense de su estilo. de la Av. 9 de Julio a la manera de las inicia- junto Solaire. También dentro de la Coopera-
Todos estos contactos se produjeron a lo tivas de Saarinen para Chicago. Tratando de tiva animada por el Partido Socialista (v. El Ho-
largo de tiempos relativamente importantes, a integrar vivienda, verde, trabajo y tránsito, a gar Obrero), los arquitectos Justo y Franchetti
veces mediante visitas de varios meses, acom- poco de llegar a Buenos Aires Wladimiro Acos- experimentaron con nuevos estándares en al-
pañadas con frecuencia de exposiciones de gran ta recurre a la ciudad vertical de Hilberseimer gunas casas colectivas.
envergadura, como la que trajo Bardi en 1934 y a las torres cruciformes de Le Corbusier co- Pero si los planteos globales de ciudad y vi-
y la que Hegemann instaló en 1931. mo solución de la ciudad rioplatense basada vienda constituyen una importante franja de
Los datos de que disponemos nos permi- en el damero: el City Block. También los her- preocupaciones por una nueva programática
ten reconocer vínculos directos, como los exis- manos Stock proponen una interesante solu- para la AM, no lo son menos las redefiniciones
tentes entre Isaac Stock (v.) y Antonio Vilar con ción mixta, de mediana y baja densidad, para tipológicas que aquellos inspiraban. En este re-
Le Corbusier; Jorge Kalnay (v.) con Hegemann; un barrio parque en Buenos Aires. gistro, los trabajos más destacables son proba-
Soluciones complejas, que combinan equi- blemente los de Vilar, Acosta y Kalnay. Co-
pamiento, densidades diversas, tránsito e in- rrectamente identificado como un type giver por
serción urbana, fueron propuestas también por M. Scarone, Vilar estudió pacientemente el pro-
los organismos de planificación municipal pa- blema de la vivienda de renta en las condicio-
ra Casa Amarilla en la Boca, por el ingeniero nes de la cuadrícula, con terrenos de diez varas,
Álvaro Taiana para el bajo de Flores y por Ángel y llegó a un prototipo extremadamente ajusta-
Guido para sus proyectos de barrios obreros do de planta con patios y ambientes de dimen-
de Rosario. siones aceptables, y con una fachada de venta-
La búsqueda de soluciones masivas al pro- nas corridas y pórtico en planta baja, que aplicó
blema de la vivienda popular animó el pensa- a varios predios sobre la Av. del Libertador.
miento de Antonio Vilar, quien en 1937 for- Acosta también se ocupó insistentemente
muló ajustados proyectos para la “vivienda de ese problema y en 1943 llegó a una magní-
mínima decente” y “vivienda rural”. No otra fica solución de patio sobre fachada. No menos
fue la preocupación constante de Wladimiro sistemáticamente, y con clara conciencia de la
u CASA EN PERGAMINO, DE MARIO R. ÁLVAREZ (1956). Acosta, enunciada ampliamente en Vivienda y reproductibilidad de su operación, Kalnay exa-
minó teóricamente el rendimiento y conve-
niencia de las tipologías en patio, torre y tira,
aplicando luego sus estudios a los casos de Es-
meralda y Juncal, Maison Garay y Perú House.
Como dijimos al principio, la AM de este
período es más bien maciza y muraria, por lo
que las búsquedas de una nueva espacialidad,
características de ciertos modernismos euro-
peos y americanos, no fueron frecuentes. Cuan-
do esto ocurrió se produjeron obras de especial
interés aun en el marco de contracción lin-
u ESCUELA RURAL EN SUIPACHA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES, DE EDUARDO SACRISTE. güística que caracteriza a nuestra arquitectura.

148 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mod mod

u EDIFICIO KAVANAGH, FRENTE A LA PLAZA SAN MARTÍN DE BUENOS AIRES, DE SÁNCHEZ, LAGOS Y DE LA TORRE.

Es notable que el examen de la espaciali- Vilar eludió estos cortes complejos en sus oblicua, conforman un lugar de síntesis; el equi-
dad, o lo que es lo mismo, el especial énfasis proyectos de vivienda, pero uno de los princi- librio y la sobriedad definen la arquitectura de
sobre el corte, no derive entre nosotros direc- pales valores de su Banco Holandés consiste este período y el edificio lo preanuncia en su fa-
tamente del Neotudor, como ocurrió en otros precisamente en la riqueza del espacio de aten- chada plana y sencilla, en elocuente denuncia
ámbitos, sino que radique en la arquitectura ción al público; característica que es común a de las estridencias del contexto inmediato.
Neocolonial. En efecto, es especialmente re- otros bancos, como el del Hogar Argentino y Instalada mayoritariamente en las ciudades
marcable el tratamiento de los lugares de es- el proyectado para el Nación por Virasoro. de territorio plano, y dirigida a una población
tar de residencias “neocoloniales”, como “el De cuádruples y quíntuples alturas, surca- todavía no demasiado interesada en la explo-
Charrúa” de Martín Noel (v.). En ella ese am- do de escaleras mecánicas, con numerosos bal- ración de la diversificada geografía argentina,
biente se trabaja como una suerte de patio cu- coneos y un corte complejo, como demostra- la AM no elaboró durante el período que con-
bierto sobre el que se vuelcan cuatro fachadas ción de las ambigüedades del régimen y testigo sideramos respuestas particularmente intere-
de doble altura, con sus balcones y galerías in- de las aporías de divisiones maniqueas, como sadas por el paisaje. En esta década la natura-
teriores (v. Doble altura). las que supondrían a una AM argentina en la leza no parecía constituir entre los argentinos
En la década del treinta los ateliers de artis- “resistencia” respecto del Estado neoconserva- ninguna Arcadia hacia la cual tener que regre-
tas, con sus característicos ventanales y espa- dor, es, en un sitio inesperado como el puente sar como fuente de purezas. O más bien, de-
cios de gran altura, brindaron la oportunidad construido sobre el Riachuelo en la Boca, don- bieron ser las interminables llanuras de pasti-
para examinar la nueva espacialidad moder- de se materializa una de las expresiones más zales o de agua, generadoras de abstracciones
nista, liquidadora de límites entre los lugares contundentes de la espacialidad modernista. según la ensayística del período, las que a su
del habitar, pequeña expresión poética de una El hall del cine Gran Rex, de Alberto Pre- vez instalaron con satisfacción el antinatura-
disolución mucho más amplia. Bidart Malbrán bisch, probablemente sea el más acabado es- lismo de nuestras geometrías modernistas.
construyó muy tempranamente su atelier en pacio moderno construido en ese período. Su Algunas excepciones fueron sin embargo
la Boca; Sánchez, Lagos y De la Torre produ- triple altura, su simetría algo desplazada por una excelente base para experiencias alterna-
jeron una ajustada versión de varias unidades sus apenas insinuadas curvas, el manejo deli- tivas posteriores. Entre las más destacables,
en la época que construían el Kavanagh y De cadísimo de los temas estructurales, detalles se cuentan el pequeño teatro griego en Men-
Lorenzi diseñó en Rosario un lugar de ese ti- sutiles como los herrajes de las puertas, sus es- doza (v.), de Ramos Correa (v.), la Avenida Ge-
po para su propio estudio. caleras, solo indicadas con una rotunda línea neral Paz en Buenos Aires y la urbanización de

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 149


quísima paleta de recursos constructivos, des-
de el revoque rústico artesanal hasta un panel
de vidrio especialmente diseñado— y su trans-
parencia, manifestada no solo por los mate-
riales sino por el propio mecanismo de oscu-
recimiento de la loggia en esquina. La búsqueda
de estas características, homólogas a las que de-
finirían el International Style de origen nortea-
mericano a partir de la posguerra, constituirá
el marco común para buena parte de las expe-
riencias de este segundo período de la AM ar-
gentina. La homología, sin embargo, no sig-
nifica igualdad. Si bien será esta la expresión
dominante que habrá de caracterizar las solu-
ciones más “profesionales”, en la medida en
que se avanza en el período esta hegemonía no
se produce sin debates y desplazamientos que,
si se apoyan en alternativas externas, se basan
asimismo en profundos cambios internos.
Los rasgos distintivos de la AM de esta eta-
u EL RACIONALISMO DEL HOSPITAL CHURRUCA, EN BUENOS AIRES, DE ANTONIO U. VILAR. pa son entonces la incorporación en el discur-
so arquitectónico de temas constructivos; su
Playa Grande. El teatro por su magnífica inte- no teórico, los debates en torno de las estrate- exploración de la espacialidad y la transparen-
gración con los perfiles andinos, a partir de la gias de vivienda más convenientes. cia; su reconocimiento explícito de factores lo-
fórmula más clásica y despojada; la Avenida por En 1940, el economista Federico Pinedo cales, de clima o geografía; su paulatina acep-
su atenta búsqueda de situaciones paisajísticas lanza su Plan de Reactivación Económica, en tación de la objetualidad. Por encima de estas
y arquitectónicas en una escala gigantesca, pro- el que se da sustancial importancia a la pro- formulaciones generales compartidas, pueden
bablemente nunca repetida posteriormente, re- ducción industrial local. distinguirse al menos 5 diferentes líneas de
suelta con una notable sensibilidad, y Playa Por último, en 1939 se inauguran los ate- búsqueda: el Profesionalismo, el Abstractis-
Grande de Mar del Plata también por su esca- liers que Bonet (v.), Vera Barros y Kurchan (v.) mo, el Brutalismo corbusierano, el Organicis-
la, pero en este caso, por su meditada integra- construyen en la esquina de Suipacha y Para- mo y el Regionalismo.
ción a la barranca de la costa, pese a tener que guay en la Capital Federal, verdadero mani- A diferencia del período anterior, durante
resolver simultáneamente un programa com- fiesto material de las nuevas ideas impulsadas la primera de éstas dos décadas la guerra im-
plejo que articula funciones principales y de por el grupo Austral. puso condiciones a las relaciones de la AM ar-
servicio de gran volumen con una trama cir- Si el primer acontecimiento está en el ori- gentina con las arquitecturas de otros países.
culatoria de distintos niveles y características. gen del viraje hacia los Estados Unidos como Un acontecimiento, como el retraso de 10 años
nueva potencia de referencia para las élites; el —1938 - 1948— entre el proyecto y la difusión
Segundo período: entre el regional populismo segundo supone la necesidad de iniciar una del Plan de Le Corbusier - Ferrari - Kurchan
y el modelo norteamericano. 1939-1960. nueva etapa de realizaciones, basada en el cré- para Buenos Aires, es un buen ejemplo del
Debemos comenzar por explicar por qué he- dito a la autoconstrucción con modelo com- tipo de condiciones a que hacemos referencia.
mos concluido en 1939-1940 el período ante- pacto y a intervenciones propagandísticas an- Los principales contactos de estos años se
rior, pese a que las arquitecturas modernas con tiurbanas; el tercero constituye una señal de establecieron en primer lugar con la arqui-
las características descriptas se observan aún los cambios sustantivos que el proceso de in- tectura norteamericana, particularmente con
durante algunos años más. dustrialización a lo largo de la década había los emigrados Neutra y Breuer, pero también
Al menos cuatro factores decisivos pueden aportado, especialmente una nueva población con los epígonos de Mies en Chicago, como el
advertirse en esa fecha. urbana originada en las migraciones inter- SOM, Kahn o el primer Saarinen; con la ar-
En primer lugar, en el campo de los acon- nas y una cierta conciencia de una identidad quitectura Suiza identificada en torno de Roth
tecimientos históricos, uno tiene una parti- productiva; mientras que el cuarto indica un y Max Bill (v.); el Le Corbusier de Marsella;
cular significación para nuestro análisis: la ca- viraje sustancial en las características de aus- Frank Lloyd Wright y su interpretación por
ída de París en manos del nazismo en 1940. teridad, abstracción y masa, que señalamos en Bruno Zevi (v.). En ese sentido cabe destacar
En términos generales, el desencadenamien- la etapa anterior. los contactos estrechísimos con la Italia de la
to de la guerra en Europa empuja a los argen- Analizando los ateliers, puede advertirse inmediata posguerra, en especial a través de
tinos a aceptar la “política de buena vecindad” su elocuencia —expresada en la referencia a cli- Tedeschi (v.), Rogers (v.) y Piccinato (v.); y, algo
propuesta por el presidente Roosevelt. mas “mediterráneos” (en las bóvedas de la te- nuevo en relación con el período anterior, otras
En 1939 se realiza en Buenos Aires el Pri- rraza), en voluntario contraste con el tecnicis- arquitecturas latinoamericanas —desde el es-
mer Congreso Panamericano de la Habitación mo sofisticado de la fachada—, su celebración tilizado Formalismo de Niemeyer hasta el cui-
Popular, y con él culminan, al menos en el pla- de la materialidad —mediante el uso de una ri- dadoso Regionalismo de Lucio Costa o Enri-

150 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mod mod
que del Moral— sirvieron como estímulo y en- bre, potentes pórticos o pilotes de base, volu- sóficos o artísticos que habían dado lugar a la
contraron cauces comunes en visitas mutuas, metría de servicios más o menos autónoma, conmoción modernista y que habían tenido di-
exposiciones y publicaciones como La Arqui- grandes tanques y otros dispositivos como es- ferentes expresiones en el período anterior.
tectura de Hoy. culturas en el plano superior. Un excelente ejemplo de este tipo de ar-
Para la instalación de una línea Profesio- En el ámbito privado, y especialmente en quitecturas lo constituye el resultado del Con-
nalista “a la americana” fueron decisivos los los edificios destinados a la venta en propie- curso para la Cámara Argentina de la Cons-
impulsos de distinto origen. Por un lado, la vo- dad horizontal, el Profesionalismo se expresa trucción, de 1951, donde obtuvo el primer
luntad “modernizante” de ciertos sectores del en arquitecturas que en los casos extremos re- premio el equipo de Dabinovic, Gaido, Rossi
Estado que estaban interesados en dar una ima- ducen todas las valencias de la disciplina a una y Testa (v.).
gen de eficiencia y de ingreso pleno a las nue- suerte de “Funcionalismo salvaje”. Plantas sin En los restantes premios, de los que des-
vas condiciones científico-técnicas, que en otros leyes compositivas de ninguna especie, inte- cuellan por su posterior significado las figuras
planos se traslucían en el impulso a la inves- riores despojados de todo interés, alzados aban- de Raúl Grego, Jorge Sarrailh (v.), Odilia Suá-
tigación nuclear o el desarrollo aeronáutico. donados a las conveniencias económicas más rez (v.), Juan Manuel Borthagaray (v.) o Rafael
Por otro lado, la crisis de la industria de la cons- latas, van construyendo la imagen de la AM del Llorente, es difícil distinguir las propuestas,
trucción, a fines de la década de 1940, impul- período. En este ámbito deben distinguirse sin tanto por la buena calidad de las resoluciones
só el cambio decisivo en la legislación que afec- embargo algunos trabajos que, por la econo- como por el lenguaje utilizado, o por la total
tó el Código Civil al permitir la subdivisión de mía de medios con que se resuelven y por su ausencia de preguntas abiertas, pasos en falso
las parcelas en propiedad horizontal (v.). Me- colocación deliberada de la disciplina como o iluminaciones excepcionales.
diante el primer impulso se identificó al Mo- “profesión”, asumen una posición en el deba- Las respuestas son contundentes, seguras.
dernismo con la eficiencia empresaria, la re- te cultural. Las obras de Mario Roberto Álva- Su convicción pareciera radicar en una pro-
novación tecnológica y el culto del presente. rez, Sánchez Elía, Peralta Ramos y Agostini, funda fe en las posibilidades de la técnica co-
Mediante el segundo, se completó la transfor- Mauricio Repossini (v.), Amaya, Devoto, Mar- mo núcleo de la modernización. Organización,
mación de la vivienda en pura mercancía, al tín Lanusse y Pieres (v.) son probablemente las racionalidad, rendimiento económico, univo-
estallar el límite, hasta entonces conservado, que mejor representan este tipo de producción. cidad, claridad de metas; todos los valores del
que proporcionaba la unidad de propiedad y el Características comunes de estas arquitec- Modernismo, —”unimensionalidad”, cohe-
rendimiento de ella a lo largo de un prolonga- turas son el uso de la planta y las fachadas li- rencia de la razón respecto de fines—, son los
do período. bres (v. Planta libre), una depurada construcción que determinan sus arquitecturas.
Representantes del primer impulso fueron geométrica de los volúmenes, la reiteración de En la misma línea que los ya señalados ate-
las políticas de arquitectura de la Municipali- soluciones probadas, el rechazo de toda rela- liers de Bonet - Kurchan - Vera Barros, y muy
dad de Buenos Aires, especialmente durante la ción con la tradición, la exhibición de las nue- poco tiempo después, también Alberto Pre-
intendencia de Siri. Fue en ese momento cuan- vas posibilidades estructurales (pilotes, vola- bisch había dado señales de preocupación por
do se llevó a cabo uno de los emprendimientos dizos, amplias luces) y la limpieza en la indagar los temas planteados en aquella obra,
más ambiciosos en esa dirección: el del Bajo estructura funcional. En todos los casos es tam- en un trabajo para oficinas comerciales, el edi-
Belgrano. El teatro Municipal General San Mar- bién común la desvinculación de la arquitec- ficio del Emporio Económico, de la calle Flo-
tín (v. Teatro) constituye un buen ejemplo cons- tura de los problemas sociales, políticos, filo- rida, de 1943. Las oficinas de Maipú y Barto-
truido —quizás el más acabado y de mayor ca- lomé Mitre (1948), las de su propia sede (1946)
lidad—; pero lo es también el edificio del o el Centro Médico de Córdoba (1951) son al-
Mercado del Plata, así como en la misma línea gunas de las obras de SEPRA (v.) realizadas con
deben situarse conjuntos habitacionales como este criterio. Y en la misma línea puede colo-
Los Perales, José de San Martín, Mariano Mo- carse la contribución de Jorge Hardoy dentro
reno y Simón Bolívar. Las empresas públicas de Austral. Mientras Bonet expresa la vieja ad-
se ubican en la vanguardia de esta línea, con hesión culturalista y esteticista a una forma eu-
edificios como el de las oficinas y talleres del ropea de encarar los conflictos, Hardoy se vuel-
Ferrocarril Roca, de Miguel C. Roca, de la re- ca con pasión a los Estados Unidos. Es él quien
cientemente estatizada EFEA, o el de Correos establece las relaciones con el MOMA —vía es-
y Telecomunicaciones, de Grego, Rossi y otros, tratégica de penetración del sillón BKF en el
en Retiro; también el edificio de la Compañía mercado mundial— e importa los nuevos ele-
Argentina de Electricidad, de Sánchez Elía, Pe- mentos técnicos con los cuales construye, pa-
ralta Ramos y Agostini, en la Avda. Córdoba. ra su propia familia, el magnífico edificio de
Todos los proyectos para los edificios públi- Virrey del Pino.
cos de San Juan, luego del terremoto, expresan Sería un error, sin embargo, identificar es-
la misma línea. Se trata de arquitecturas que, ta corriente exclusivamente con soluciones “in-
en general, repiten con mayor o menor suerte dustrializadas”. La racionalización de la cons-
fórmulas ya ensayadas en paradigmas como el trucción tradicional, de la que buena parte de
Pabellón Suizo de Le Corbusier o en el Minis- la arquitectura norteamericana provee exce-
terio de Educacíon de Río de Janeiro: Courtain- lentes ejemplos, constituye otra de las tácticas
wall con parasoles metálicos móviles, planta li- u EDIFICIO DE RENTA EN LIBERTADOR Y LAFINUR, SLDT. posibles. Luego de transitar estilísticamente

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 151


en Neo Georgian por un breve período, esta tectura norteamericana declinada según las pau- Por ejemplo, en su primer número (1950) la
derivación es la elegida desde comienzos de la tas que Neutra y Breuer encabezan. revista Canon publica “La lección permanente
década del cuarenta por Antonio Vilar o Jose- El pequeño pabellón que constituye el Ae- de la naturaleza”, un estudio del ingeniero Ju-
levich y Ricur (v.), y tiene en la serie de edifi- roparque de Buenos Aires, el Círculo Policial lio Pizzetti, discípulo de Colonnetti, llegado al
cios de SEPRA, que van desde el Mercado de de Álvarez de Toledo, Krag y Elizondo, la ca- país en 1948. De este modo, si el Organicismo
San Cristóbal (1940) al Hotel Victoria Plaza de sa en Olivos de Quiroz y Vedoya Green, de norteamericano apunta sobre todo a una bús-
Montevideo (1950) y el Sanatorio de la Peque- 1946, o la de Mond en Acasusso, de 1948, la queda de “enraizamiento” del paisaje, de fu-
ña Compañía (1948), sus mejores expresiones. casa de R. Spencer y la pequeña y magnífica sión de obra y naturaleza, el Organicismo es-
Frente a la coincidencia entre Profesionalismo vivienda de Devoto y Martín en Castelar, de tructural de origen italiano introduce un
modernista y expansión metropolitana, la al- madera y fibrocemento, son algunos de los acercamiento a una suerte de inédita “racio-
ternativa que se buscó mayoritariamente de ejemplos tempranos de esta corriente, vincu- nalidad natural”. En los crustáceos, en los ve-
distintas formas fue la de un resignado regre- lada más bien al Neutra de la Casa del Lago, getales, en los cristales, se buceará como vía
so a la naturaleza, al pasado, a la subjetividad, en Los Angeles, o al Wright de la casa Lloyd de salida de los postulados mecanicistas. Por
a la pureza primigenia. Aunque cruzándose Lewis. El Neutra de la casa Kauffmann, en cam- esa vía se dirige un importantísimo sector de
a veces en los mismos creadores, pueden ob- bio, con sus voladizos, superficies verticales la AM de esos años, el que rodea a Catalano (v.)
servarse tres grandes corrientes, la del Orga- acristaladas y juegos geométricos neoplásticos, y Caminos (v.). El auditórium de la ciudad de
nicismo, la del Regionalismo y la del Brutalis- está presente en la casa, en Victoria, de Rodrí- Buenos Aires está concebido siguiendo una ló-
mo, como expresiones de esta huida. guez Etcheto (v.) (1952), e incidirá en los pri- gica estructural orgánica, pero mayor vocación
Como ocurre con la dominante corriente meros trabajos de Horacio Baliero (v.), de fi- en ese sentido demuestra el proyecto para la
profesionalista, el Organicismo tiene impor- nales de esta década. Ciudad Universitaria de Tucumán, con su es-
tantes raíces en los Estados Unidos, las que con- Pero como ya dijimos, el Organicismo se tructura de “bosque” para las zonas comunes
fluyen con influencias brasileñas e italianas. vincula además con gestiones de otro origen, del proyecto basada en un módulo no ortogo-
El Organicismo norteamericano tiene dos italianas, brasileñas e incluso del Le Corbusier nal y su buscada integración al paisaje.
entradas: a través de la obra de Wright o a tra- de Errázuriz (1930), Madame de Mandrot o La Las formas orgánicas ameboidales, que ins-
vés de la obra de Neutra. Celle - Saint Cloud (1935). Esto último es evi- piraron buena parte de la arquitectura del Bra-
Claros rasgos wrightianos aparecen por pri- dente en el trabajo de Antonio Bonet en Pun- sil, no fueron empleadas con frecuencia en la
mera vez en 1942 en un proyecto de Carlos Lan- ta Ballena (Uruguay, 1947), donde las bóvedas Argentina, casi como si se hubiera eludido de-
ge, y simultáneamente se conocen trabajos de buscan un diálogo con las dunas, o en la Rin- liberadamente este camino, que solo algunos
Ricardo de Bary Tornquist, proyectados durante conada, mediante la fuerte dramatización del intentos tardíos, como el Cementerio de Mar
su estadía en la Universidad de Cornell, con in- basamento de piedra rústica. del Plata de Baliero trataron de transitar.
fluencias del Wright del “desierto”. Sin em- Italia, técnicamente por vía de los ensayos El Regionalismo puede identificarse como
bargo, más que una entrada directa, el Organi- de Pierluigi Nervi (v.), teóricamente a través de otra de las importantes líneas de búsqueda de
cismo wrightiano se introduce a través de la Bruno Zevi (v.), o a través de la emigración de este período, aunque, naturalmente, se detec-
mediación de Richard Neutra, probablemente varios arquitectos de primera línea, incidió tam- ten zonas de contacto y no separaciones brus-
porque el ex discípulo de Loos intentó una suer- bién en la flexión orgánica del Modernismo. cas con otras tendencias. La relación entre el
te de acercamiento entre la sistematicidad de Regionalismo de Sacriste, el Le Corbusier de
ciertas corrientes centroeuropeas con la estra- Errázuriz y el Neutra de las escuelas rurales pa-
tegia compositiva desarticulante y expansiva del ra Puerto Rico es un buen ejemplo de estas áre-
maestro norteamericano, la búsqueda expre- as comunes. Pero aun así es cierto que un con-
sionista de transparencia orientada hacia la fu- junto de obras configuran un espacio de
sión con el paisaje de raíz wrigthiana, la tectó- reflexión autónomo en torno de las particula-
nica modernista basada en la reducción máxima ridades de una arquitectura al tiempo “moder-
de las secciones de pies derechos y la “mate- na” e identificada con tradiciones locales.
ria lanzada al espacio” de ejemplos clásicos co- Como ya hemos visto, uno de los compo-
mo Robie o Kauffmann; la mezcla, en definiti- nentes de los Ateliers eran las formas y mate-
va, entre sofistificación y desierto, entre riales artesanales, distintivos de la tradición
racionalidad y subjetividad, cautivó a quienes mediterránea. Se ha señalado el empleo de ma-
operaban en una condición, en esos sentidos, teriales no industriales, en el caso del “redes-
no demasiado lejana. Ya en 1945, Eduardo Naón cubrimiento” del ladrillo visto —especialmente
Gowland y Roberto Quiroz conciben una casa en la obra de SEPRA y Carlos Vilar—, o de la
en La Lucila que marca algunos signos que se piedra en el caso de Bonet. Pero el regreso a
difunden en los años siguientes: la búsqueda las tradiciones constructivas y tipológicas lo-
de la espacialidad interior, el empleo de mate- cales es especialmente pronunciado en algu-
riales “secos” (madera, hierro), columnas mí- nos excelentes trabajos del período, obras de
nimas, única pendiente a lo largo de la planta. Vivanco, Sacriste, Acosta. Se trata de expre-
Nuestra Arquitectura (v.) comienza a dedicar des- siones de un movimiento que a mediados de
de entonces un importante espacio a la arqui- u AXONOMÉTRICA DE LA SEDE CENTRAL DEL ACA, DE VILAR. la década del cuarenta comienza a tomar cuer-

152 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mod mod
po en distintos países, en parte como reacción
nacionalista a las manifestaciones más agudas
del Internacional Style, pero también como con-
secuencia del ataque a las normativas tradi-
cionales de la disciplina arquitectónica: liqui-
dadas estas como artificios arbitrarios, una
alternativa de refundación en el espacio de la
razón se buscó en el regreso al “punto de par-
tida”: la cabaña primitiva. En Latinoamérica
fueron destacables trabajos como la casa de
adobe y piedra construida por Duhart y Valdés
en Chile (1941), el hotel de Nueva Friburgo de
Lucio Costa (1942) o las escuelas construidas
en México por Enrique del Moral.
Eduardo Sacriste (v.) buscó esa “legalidad
primitiva” a través de un examen de las cons-
trucciones elementales, aún observables en
nuestro país, como en las arquitecturas popu-
lares de San Juan. Como puede apreciarse en
su escuela N.° 187 de Suipacha, la consecuen-
cia de estas reflexiones fue una arquitectura de
geometría simple, preocupada por el uso de
materiales disponibles como la piedra, la ma-
dera, la caña, el adobe, por un cuidadoso con-
trol climático y por una sutil relación con aque-
llas construciones primigenias. u SEDE DEL ACA EN CÓRDOBA, DE A. VILAR.

Jorge Vivanco siguió un camino similar en


sus proyectos de viviendas rurales. El uso del Las nuevas obras, unidas a otras manifestacio- cional de la Argentina; los edificios de Men-
ladrillo y de la madera, tal como lo propugna- nes del debate internacional, estimularon una doza (1951), de Bianchi y Vidal, y de Mar del
ba la revista Tecné (v.), también forma parte reconsideración del valor estético de formas y Plata (1951), de Rossi, son algunos de sus an-
de esta corriente. Wladimiro Acosta comen- técnicas elementales; e incluso, como ocurrió tecedentes, basados aún en el paradigma del
zó a emplear piedra del lugar en 1939, en su en el proyecto de Ronchamp, una violenta irrup- Ministerio de Educación de Río.
casa para La Falda; siguió haciéndolo en la ca- ción de la subjetividad creativa. En evidente alusión a las premisas del Bru-
sa para Punta del Este, de 1941, y en otros tra- El Brutalismo (v.) constituía una salida ten- talismo corbusierano, Luis y Alberto Morea
bajos donde, como en la casa Gaztambide tadora para una condición de semidesarrollo, (v.) construyeron en 1956 el edificio de vi-
(1944), incluyó cubiertas inclinadas de tejas y como la Argentina, por cuanto al clausurar la viendas de la calle Talcahuano en Buenos Ai-
estructura de madera rústica. validez de premisas que —como la del van- res. En este caso parecería haberse otorgado
Esta aproximación a una arquitectura de guardismo técnico— habían sido contraseñas mayor importancia a lo programático, algo que
fuerte caracterización regional puede distin- ineludibles de la AM, permitía examinar res- se manifiesta especialmente en el corte del
guirse, sin embargo, por acudir a técnicas y ti- puestas más acordes con las condiciones loca- edificio y sus unidades, siendo su estética de
pos primigenios en tanto búsqueda de solu- les. De ese modo parecía posible evitar la re- extremada parquedad. Mayores libertades plás-
ciones puras y sintéticas, y en la medida en que nuncia al Modernismo programático o estético, ticas en el mismo ámbito de experiencias de-
esas técnicas aludieran a posibilidades de nor- demasiado evidente en el Regionalismo más mostraron también algunos trabajos de SE-
malización y repetición: el pilar rollizo obede- descarnado. PRA, Testa y Soto.
ce precisamente a la voluntad de eliminar eta- Con una marcada subordinación a los mo- Los primeros son autores del edificio de EN-
pas intermedias de trabajo, de modo de reducir delos originales, José Spencer (v.) fue uno de TEL de Capital Federal, un eco de Marsella mag-
costos, y el mismo razonamiento puede apli- los que con mayor calidad representaron esta níficamente construido, sofocado por la tra-
carse a las restantes soluciones. Sacriste, Vi- corriente. Sus edificios para Correos y Teleco- ma y las construcciones del centro de la ciudad.
vanco y Acosta no persiguen una individuali- municaciones, en Corrientes (1953) y en San- Luego del citado edificio de la CAC, Clo-
zación o particularización de sus obras; su ta Fe (1954), emplean con seguridad el léxico rindo Testa (v.) hizo sus primeras construccio-
búsqueda no pone el acento en la subjetividad. que propone la unidad de habitación de Mar- nes apelando también al léxico Brutalista, y
Guiado por motivaciones comunes como sella; desde la marcada tripartición del edificio el resultado más significativo es el Centro Cí-
las que hemos recién mencionado, Le Corbu- (escultóricos pórticos, cuerpos prismáticos, re- vico de La Pampa, de 1955, en el que las in-
sier dinamizó en la inmediata posguerra una mate con formas libres), hasta el recurso plás- fluencias más importantes provienen sin du-
revisión profunda de algunos postulados del tico de los parasoles de hormigón visto. Jun- da del Le Corbusier de Chandigarh (1950).
vanguardismo técnico y del simplismo geo- to con la serie del ACA, esta constituye uno de Este último incidió en forma más evidente
métrico que habían dominado su obra anterior. los mejores conjuntos de arquitectura institu- en las arquitecturas de Soto y Rivarola (v.), co-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 153


u CASA EN LA BARRANCA COSTERA DE SAN ISIDRO, BS. AS., DE ANTONIO U. VILAR.

mo la Escuela de Leandro Alem o la Goberna- los comitentes y de la identidad local. Lo pri- definido como Esencialista o Abstracta. La con-
ción de Misiones, las que, aunque algo tardías mero, con un fuerte componente orgánico, lo forman algunas obras y proyectos de Cesar Ja-
(1963) con relación a nuestro período, perte- segundo ligado a las experiencias regionalistas. nello (v.), Amancio Williams (v.), Antonio Bo-
necen a la corriente que estamos examinando. Un espíritu neohumanista, difundido en los net, Claudio Caveri (v.), Juan Ángel Casasco (v.)
La incidencia del Brutalismo no se limita ambientes intelectuales católicos del período, y Alfredo Casares.
en la Argentina a estas expresiones más o me- inspira estas búsquedas, muy ligadas a los va- Las fuentes principales a las que estas co-
nos directas de algunos de sus modelos origi- lores de sencillez y austeridad paleocristianas. rrientes hacen referencia son: el Instituto de
narios. A mediados de la década del cincuen- Trabajos de Historia de la Arquitectura Argen- Tecnología de Illinois dirigido por Mies van
ta, el Brutalismo tuvo una particular declinación tina, como los elaborados por el grupo del Ins- der Rohe, la Escuela de Diseño de Ulm dirigi-
en una serie de construcciones que se identi- tituto de Arte Americano e Investigaciones Es- da por Max Bill y, en general, la Escuela Suiza
ficaron luego como un verdadero “movimien- téticas bajo la dirección de Mario Buschiazzo de arquitectura desarrollada durante los años
to”, el de las “casas blancas” (v.), en una actitud (v.); experiencias arquitectónicas como la igle- treinta y cuarenta, cuyos trabajos fueron dados
colectiva que no se experimentaba al menos sia de San Luis, proyectada por Ricardo de Bary a conocer por la publicación de Alfred Roth.
desde el Manifiesto de Austral. Tornquist; las construcciones de Max Cetto y Excelencia tecnológica, extremada depuración
Los rasgos comunes de esta arquitectura son Luis Barragán en México; pero sobre todo Ron- lingüística, intransigencia funcional son las
el empleo de la mampostería como soporte, el champ, constituyen los antecedentes más im- premisas que sustentan estas arquitecturas y
privilegio de los llenos y las opacidades en los portantes para esta arquitectura. En cierto mo- configuran también una forma de huida. Pe-
planos verticales, el uso del blanco, el hormi- do, se trató de un pacto fáustico por el que, a ro mientras que, frente a los requerimientos
gón visto, el rechazo de volumetrías nítidas y cambio de su supervivencia, la disciplina en- de la metrópoli periférica, el Profesionalismo
vanguardismos técnicos. En los protagonistas tregaba su alma metropolitana: lo demuestra la elige someterse, el Organicismo retorna a la
del “movimiento” subyace un común rechazo condición periférica a la que poco a poco sus naturaleza, el Regionalismo a Arcadia, y el Bru-
a un profesionalismo cada vez más peligrosa- protagonistas se fueron reduciendo. Junto a talismo al pasado, el Abstractismo opta por huir
mente cercano a la ingeniería y a las soluciones ella, la AM había entregado el sentido mismo hacia adelante. El mérito de esta corriente ra-
universales. A ello oponen la recuperación de de su existencia contemporánea. dicó en su coherencia y, extrañamente, en la
un rol doblemente particularizado para el ar- Una última corriente que caracteriza a la continuidad con la ya señalada tradición de so-
quitecto: el de intérprete de la subjetividad de AM en este segundo período es la que hemos briedad de la AM argentina. Por este motivo,

154 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mod mod
lo hayan buscado o no, quizás represente mu- propia vivienda. El destino personal de los in- presar el objeto más elocuente de la cultura ar-
cho más el espíritu de este país esa engolada y tegrantes de esta corriente es tan elocuente de gentina del momento, y el jurado otorga el pri-
culta seriedad, que otras buscadas cadenas su fuga al futuro como el de los Regionalistas mer premio a Clorindo Testa y el segundo a Jus-
de semejanzas técnicas o materiales. hacia Arcadia. La mayoría, salvo César Janello, to Solsona. Los dos proyectos se caracterizan
Aunque no el único, el núcleo teórico de emigró de la Argentina; Catalano y Caminos a por su gran autonomía plástica; más vinculado
más fuerza estuvo conformado en torno de To- los Estados Unidos, Tomás Maldonado a Ulm al Metabolismo Japonés el primero y más cer-
más Maldonado (v.) y Alfredo Hlito, con la re- y Milán, Bonet volvió a Cataluña. Caveri optó cano a cierto Organicismo tardío norteameri-
vista Nueva Visión (v.). La acción cultural de es- por el viraje que describimos; Williams espe- cano el segundo, en los dos casos se apela a la
te grupo en la mitad de los años cincuenta no ró en vano hasta morir. originalidad y al gesto como medio de destacar
se limitó a la revista, y se vio ampliada por la Hemos definido la historia de la AM en la al monumento del tejido urbano.
cátedra universitaria, la edición de varias co- Argentina entre 1930 y 1960. Sin embargo, si Así, el período contemporáneo de la AM en
lecciones, la crítica y el estímulo a un amplio bien se trata de un momento de quiebre que la Argentina estará signado por el reconoci-
espectro de actividades artísticas. Sin embar- cierra el segundo período que acabamos de ana- miento del fracaso de las ideologías del plan
go no son estos jóvenes sino el más maduro, lizar, este no supone un fin de la AM a partir y control urbano, y por la “ingenierización” de
Amancio Williams, el que con su obra repre- de esta fecha, lo que daría paso a nuevas defi- la profesión. Si el puro profesionalismo dilu-
senta a esta corriente. niciones, como la Posmodernidad, la Neomo- ye la particularidad del perfil disciplinario, si
Con sus proyectos de rascacielos colgan- dernidad u otras corrientes similares. En reali- las normas de la tradición han sido destruidas,
tes, viviendas aterrazadas, aeropuerto y hos- dad, a partir de la sexta década del s. XX se inicia si ninguna armonía puede conseguirse en el
pitales, pero especialmente con la casa de Mar una etapa distinta que consideramos más ade- territorio de la pura especulación, si la fuga ha-
del Plata (1942), Williams hace una de las pro- cuado analizar y denominar, a la manera clási- cia adelante se revela imposible y anacrónico
puestas más originales, puras y rigurosas de ca, como de la Arquitectura Contemporánea (v.) todo regreso a Arcadia, solo queda el camino
la AM a nivel internacional. La vivienda-puen- (AC). Como cuestión categorial, la AC debería de un continuo renacer de lo nuevo, del per-
te es síntesis de la necesidad eterna de enrai- más bien ser considerada como un tercer perí- manente cambio, del subjetivismo más acen-
zamiento y del fluir incesante que define la odo que se sumaría a los dos ya analizados de tuado. Y estas precisamente serán las obse-
condición metropolitana moderna; confluen- la AM, puesto que se mantienen las caracte- siones que recorrerá la AM Argentina en su
cia en la máxima racionalidad tecnológica del rísticas económicas, sociales y culturales que etapa contemporánea.
diagrama de fuerzas y la cuenca cavada por el dieron origen a esta última. Pero a partir de
arroyo, objeto en el puente y patio en la casa, 1960 puede observarse que cambian sustan- HISTORIA DE LA CRÍTICA.
creación abstracta y tipo tradicional pampea- cialmente los protagonistas, los problemas y La primera presentación de la AM en la Ar-
no de galería, expresa el más amplio conjun- sus modos de abordaje. gentina se publicó en el n°. 1 de la revista Ca-
to de significados con que puede describirse El acontecimiento arquitectónico que mar- non, editada por la Facultad de Arquitectura y
la AM de la Argentina. ca la transición es el concurso para la Bibliote- Urbanismo de la UBA, en diciembre de 1950,
Otro puente, el trazado por César Janello ca Nacional, del que participan varios de los con el título de “La AM en la Argentina”. Si
sobre la Av. del Libertador en Buenos Aires, nombrados hasta aquí. Pero ni el Corbusieris- bien no está acompañada por textos, la sola se-
integra esta serie de obras fascinadas por la mo de Soto, ni el Brutalismo blanco de Caveri, lección de las obras es elocuente acerca del va-
búsqueda de una condensación máxima de los ni el Profesionalismo de Álvarez, ni el Empi- lor asignado a la AM por los autores del trabajo
medios expresivos, al borde del silencio. Jane- rismo de Borthagaray resultan aptos para ex- (v. Historiografìa de la Arquitectura).
llo había construido también de este modo unos
pabellones de la Feria Internacional de Men-
doza (1954). Aunque de menor creatividad, el
Pabellón de Bellas Artes (1960), de Fraile y Gó-
mez Alais, asesorados por el propio Janello,
puede ser considerado dentro de esta corrien-
te. Y a ella pertenece también la casa Oks, en
Martínez (1958), un juego abstracto entre una
retícula cúbica de acero y planos de hormigón
y vidrio, proyectada por Antonio Bonet, quien
también fue autor del Pabellón de Cristalpla-
no (1960), otra obra de este grupo.
Dentro de la misma línea de rigor, abs-
tracción y búsqueda de la respuesta necesaria
con una extrema condensación de medios ex-
presivos, se ubican también el proyecto de Al-
fredo Casares para alojamiento de sectores me-
dios, presentado en el IV Salón Nacional de
Arquitectura (1943), y los primeros proyectos
de Claudio Caveri, entre los que sobresale su u ESCUELA LEANDRO N. ALEM, EN LA PCIA. DE MISIONES, DE SOTO Y RIVAROLA.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 155


La primera narración de la “historia de la
AM en la Argentina” pertenece a Carlos Mén-
dez Mosquera (v.). Se trata de un breve ensayo
titulado “Arquitectura y Urbanismo”, publica-
do en un volumen colectivo que editó Sur para
conmemorar el sesquicentenario de la Revolu-
ción de Mayo, con el título de “Argentina 1930-
1960”. El autor escribe en primera persona y
se presenta como un protagonista de la “se-
gunda generación” de la AM. Dentro del perí-
odo analizado distingue tres etapas —1930-
1943, 1943-1955, 1955-1960— determinadas
por un acontecimiento político, la “dictadura
peronista”, que habría interrumpido el des-
arrollo de la AM iniciado en la primera etapa.
La AM no es definida y se la considera como si-
nónimo de Arquitectura Racionalista. Los fac-
tores decisivos de su desarrollo en la primera
etapa son dos: el desenvolvimiento de una bue-
na industria de la construcción y la amplia di-
fusión de los modelos internacionales (Le Cor-
busier, L`Architecture Vivante, Bauhausbücher).
Calidad constructiva y vigencia de esos mode-
los son por eso los parámetros de juicio prin-
cipales para el análisis de las obras. En 1943 a
la crisis en la industria de la construcción se su-
ma la “censura dictatorial”, pese a lo cual, mer-
ced a algunos esfuerzos individuales aislados,
la AM se afianza. Méndez Mosquera descarta
para su análisis los temas de tipología, compo-
sición y organización de plantas, así como los
de conformación espacial, y se concentran en
la materialidad, el emplazamiento y la forma
de los edificios que observa.
El segundo trabajo global pertenece a Fran-
cisco Bullrich (v.) y se publica en forma de li-
bro con el título de Arquitectura argentina con-
temporánea, en 1963. Bullrich distingue dos
aspectos originarios de la AM, la “revolución
figurativa” y la “revolución técnica”. Desde es-
te punto de vista diferencia un momento ini-
cial, durante el cual se manifiestan aspectos de
la primera (Gianotti (v.), García, Nuñez (v.), Pa-
lanti (v.), Virasoro), de un siguiente momento
“racionalista” (Prebisch, Kalnay, Vilar) en el
que se advierten signos de la segunda. Con
Acosta, FB reconoce una verdadera manifes-
tación del Movimiento Moderno en este perí-
odo. Las tres etapas que distingue no difieren
sustancialmente de las propuestas por MM:
1918-1940, 1940-1950, 1950-1963. Entre 1918
y 1940 solo observa condiciones para la revo-
lución figurativa; recién en la segunda etapa
reconoce algunas condiciones para una entra-
da franca al Movimiento Moderno, especial-
mente debidas al boom de la construcción en
u DETALLE DE LA CASA DEL PUENTE EN MAR DEL PLATA, OBRA MAESTRA DE AMANCIO WILLIAMS. el período. Una vez terminado este, FB advierte

156 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mod mol
que el poder político no ha realizado las tare- Sobre la AM en Buenos Aires se publicaron tantes políticos locales, situación que le habría
as necesarias como comitente, planificador y una serie de muy útiles dibujos de obras, acom- facilitado su incorporación a la elite porteña y
estímulo para un capitalismo dinámico y re- pañados por comentarios parciales y fichas sis- su actividad como agente de compras del go-
novador, y denuncia una ocasión perdida; so- temáticas de sus características en el volumen bierno provincial, tanto en Buenos Aires como
lo algunos ejemplos aislados han sobrevivido. compilado por la cátedra del arquitecto Justo en Europa.
En la tercera etapa tampoco se dan las condi- Solsona: Jorge Cavallo, Carlos Hilger, María Su especialización en el uso del cemento
ciones globales estructurales que podrían es- Isabel de Larrañaga y Alberto Petrina son los armado y en sistemas antisísmicos era poco
timular un avance sustancial de la AM en la autores de la primera revisión del período 1943- frecuente en funcionarios de la administración
Argentina; se detecta la introducción de va- 1945, que abandona el prejuicio antiperonista pública, por lo cual se convirtió en una perso-
riantes en el MM, generalizables en torno del e intenta una clave moderna: “Nacionalismo na de consulta obligada en toda la importan-
concepto de Organicidad frente al antiguo y un Popular (1943-1945). Análisis crítico del dise- te obra pública nacional, que debía emplazar-
tanto limitado Racionalismo. ño arquitectónico del período”, publicado en se en zonas sísmicas.
FB cree en una estrecha vinculación entre “Documentos para una historia de la arquitectu- Después de 1910 su producción en Men-
capitalismo lúcido, desarrollo tecnológico y ra argentina”(1978). Este enfoque fue conti- doza quedó restringida a obras vinculadas a las
avance cultural, pero es escéptico frente a las nuado luego por Pedro Sondereguer. filas de la oligarquía, como la monumental se-
posibilidades de salida de la “crisis” argentina. En los citados Documentos se publican es- de del Jockey Club, actual sede de la Dirección
Bloqueados los “factores objetivos”, solo tudios sobre la AM en el interior del país: “La Provincial de Turismo.
puede esperarse una arquitectura de calidad a arquitectura racionalista en Rosario (1935-1945)”, En la actividad privada trabajó asociado con
partir del talento y la creatividad personal. Por de Ernesto Yaquinto, Ebe Bragagnolo, José Luis el arquitecto francés J. Gire, con quien realizó
eso, junto con la espacialidad y la mayor o me- Rosado y Beatriz Chazarreta; y “Racionalismo las escuelas del Centenario de Paraná, Santia-
nor inserción en las nuevas tecnologías, son y Arquitectura Orgánica en Tucumán”, de Al- go del Estero, San Juan, La Rioja y Catamarca,
esos los parámetros con que se observan y cri- berto Raúl Nicolini y Carlos Paolasso. J. L. la ampliación y remodelación del Jockey Club
tican las obras seleccionadas. y del Hotel Plaza en Buenos Aires, y numero-
Federico Ortiz (v.) y Ramón Gutiérrez (v.) sas residencias particulares. Durante el gobierno
publicaron en Hogar y Arquitectura un trabajo MOLINA CIVIT, JUAN. Mendoza, 1869 - s/d. In- de Emilio Civit (1907-1910), el estudio Gire-Mo-
titulado “La Arquitectura en la Argentina. 1930- geniero civil. Realizó, como funcionario del Mi- lina Civit proyectó las obras previstas por las le-
1970”, que luego fue editado como separata. nisterio de Obras Públicas (v.), una vasta tarea yes provinciales N° 451, 474, 513 y 562.
El enfoque difiere de los anteriores por cuan- en Mendoza. Asociado con J. Gire, fue autor Los edificios proyectados y no realizados
to su examen excede los límites de la AM. Las de proyectos de escuelas en el interior del pa- fueron: Legislatura, Casa de Gobierno, Tri-
consideraciones ideológicas y políticas ocupan ís y de algunas importantes obras en Buenos bunales, Banco de la Provincia, cuatro grandes
la mitad del ensayo y de la mitad restante la Aires, en las primeras décadas del siglo XX. escuelas, Departamento General de Policía y
AM ocupa a su vez la mitad, ya que dedica el cinco comisarías seccionales, y la Escuela de
resto al análisis de otras formas de la arqui- Obtuvo el diploma de Ingeniero civil en la Artes y Oficios.
tectura y de la edilicia. Universidad de Buenos Aires. Si bien desarrolló Molina Civit fue un profesional-funciona-
FO y RG no atribuyen solo al peronismo las su actividad profesional en la Capital Federal, rio, representativo de la época. Su vinculación
razones del “fracaso” de la AM, que también ciudad donde residió a partir de su graduación por redes de parentesco a la oligarquía pro-
detectan en la década del cuarenta. Estas razo- en forma permanente, proyectó numerosas vincial, sus cargos públicos en la Nación, su
nes son internas a la disciplina —no haber aban- obras para Mendoza y el resto del país. sociedad con el arquitecto francés Gire, su re-
donado en los treinta el paradigma del arqui- Fue Inspector General de Puentes, Cami- sidencia en Buenos Aires son algunos de los
tecto creador, carencia de valores simbólicos nos y Telégrafos del MOP de la Nación y Se- indicadores que describen el perfil de un per-
por parte de la AM— y sociales: AM como mo- cretario del Departamento de Obras Públicas sonaje influyente y de consulta obligada en las
da pasajera de la burguesía en el treinta. Los del mismo ministerio, en el período de mayor obras públicas importantes. S. C.
autores sustentan la necesidad de obtener una volumen de obras en todo el país.
síntesis superadora entre dos polos que se ex- Realizó en Mendoza una importante y vas- Bibliografía: “La Ingeniería”, Órgano del Centro Na-
presan como el “interno” y el “externo”, en re- ta obra, en particular entre 1898 y 1910, desde cional de Ingenieros. Año II, N.° 16, Bs. As, noviem-
lación con los modelos generales, y como del la función pública en la Nación: la Escuela Na- bre de 1898; Álbum de Homenaje a Emilio Civit. Pu-
“Estado” y de la “sociedad de consumo”, en re- cional de Vitivinicultura en la Quinta Agronó- blicación oficial. Mendoza: 1909; S. Cirvini. La
lación con la economía. Así, el examen del pri- mica, varios puentes monumentales (el del río estructura profesional y técnica en la construc-
mer período (década del treinta) procura mar- Diamante en el sur es el más notable), el pe- ción de Mendoza. Tomo II: Ingenieros y Arquitec-
car las deficiencias arriba señaladas; el del destal del Cristo Redentor, el Colegio Nacional tos. Inédito. En mímeo, CRICYT- Me, 1992.
segundo (1943-1955), los errores de un exacer- de Mendoza, el Banco de la Nación Argentina.
bado “estatismo” e “internismo” y el del terce- Contratado por el gobierno provincial, proyectó:
ro, las deficiencias del “consumismo” con mi- el Kindergarten, el montaje de los portones del MOLINA Y VEDIA, MARIO. Buenos Aires, 1904
rada “externa”. En el centro del ensayo adquiere Parque del Oeste, el Club de Regatas, etc. – Íd., 1991. Arquitecto. Desarrolló una ex-
una dimensión muy especial el análisis de Aus- El acentuado predicamento y prestigio que tensa labor profesional y docente en el país y
tral, y particularmente de la obra de Antonio tuvo en este período se debió en parte a su vin- en el exterior. Publicó trabajos sobre cuestio-
Bonet, como intento de una síntesis frustrada. culación por redes de parentesco con impor- nes de planeamiento rural y urbano.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 157


En su prolongada actividad profesional acom- yecto y la dirección del mismo. Se levantó so- encarar la reconstrucción, partió de la observa-
pañó el desarrollo de la arquitectura argentina bre un terreno de forma irregular, y la altura y ción de los daños en la Ciudad en ruinas con el
contemporánea. Autor, entre otras obras reali- la configuración exterior fueron las estableci- fin de elegir aquellos sistemas que hubieran
zadas en Buenos Aires, del edificio de la Coo- das por el Reglamento General de Construc- manifestado un mejor comportamiento es-
perativa El Hogar Obrero, en Av. Álvarez Tho- ciones vigente entonces (v. Rascacielo). tructural respecto de los sismos y propuso uti-
mas y El Cano, del edificio de la Cruz Roja De este modo se llega a la mayor altura per- lizar materiales económicos y disponibles de-
Argentina, en Quesada y Amenábar, y de la Se- mitida, con un basamento sobre la línea mu- bido a los escasos fondos con que se contaba.
de de la Unión Ferroviaria, en la calle Indepen- nicipal, y luego se alza una torre, expresión del Todas las obras fueron realizadas en sistemas
dencia, en colaboración con Justo y Franzetti; plano límite. La base cuenta con 3 sótanos, plan- combinados de arquitecturas de tierra y made-
llevó a cabo también numerosas obras particu- ta baja y 10 pisos, la torre con 15 pisos; alcan- ra con entramados que, dotados de una es-
lares en sociedad con sus hermanos Emilio, Ju- zan una altura total de 90 m. WM también fue tructura flexible, resultaran adecuados a los mo-
lia y Guillermo. Su preocupación por los aspectos autor de una casa de departamentos de la Ave- vimientos sísmicos (v. Adobe). De este conjunto
sociales de la profesión lo llevó a ocuparse de nida Santa Fe, cercana a la Plaza San Martín. de obras se destaca como tipo funcional, por lo
cuestiones de vivienda. Publicó El planeamien- El edificio, entre medianeras, consta de dos só- novedoso para la época en nuestro país, el pa-
to rural y urbano y las universidades argentinas y tanos, planta baja y nueve pisos. La imagen ex- nóptico adoptado para la Cárcel (1864).
Problemas y estrategias del diseño (Editorial Nue- terior responde a la poética del Racionalismo, En 1888 se vio obligado a renunciar. Es au-
va Visión). En 1976 viajó a Italia y luego se ra- pero en la resolución interior del espacio se ad- tor de “Los italianos en la ingeniería, en la edi-
dicó en México por varios años. Volvió al país vierten aún elementos característicos de los pe- licia y en las obras públicas de la República Ar-
a mediados de los años ochenta. P. C. S. tits-hôtels. R. P. gentina”, que integra el libro Los italianos en la
Argentina, publicado en 1898.
Bibliografía: Nuestra Arquitectura, marzo de 1934; n.°
MÖLL, WALTER. S/d (Suiza), 1881 - Buenos Ai- 78, enero de 1936. Bibliografía: V. Cútolo. Diccionario biográfico Ar-
res, 1957. Ingeniero civil. En su obra se des- gentino. Bs. As.: Elche, 1968; R. Gutiérrez, s. v.: “Mo-
taca la construcción del edificio Safico (1934), neta Pompeo”. En: L. Patetta (compilador). Archi-
en la Avenida Corrientes 456, hito de la Ar- MONETA, POMPEO. Milán (Italia), 1830 - S/d, tetti e ingenieri italiani in Argentina, Uruguay e
quitectura Moderna en Buenos Aires 1898. Ingeniero. Organizador y primer direc- Paraguay. Roma: Pellicani, 2002.
tor del Departamento de Ingenieros Nacio-
La Sociedad Safico, luego de llamar a un nales. Realizó importantes actividades en va-
concurso limitado para levantar un edificio de rias ciudades y localidades del interior del país MONTAGNA, FRANCISCO. S/d. Arquitecto. Se
renta con un máximo aprovechamiento del te- entre 1861 y 1888. destacó por su participación en el ámbito de
rreno, le adjudicó a Walter Möll (WM) el pro- la Facultad de Arquitectura, de la que llegó a
Formado en Italia, llegó a Buenos Aires en ser primer decano luego de la intervención
1860 contratado por la Universidad porteña pa- (1949). Desarrolló una intensa labor profe-
ra dictar cátedra de física experimental, tarea sional junto a su hermano Arturo Montagna.
que desarrolló hasta 1864. En 1865, el gobier- En su obra se destaca su interés por el pai-
no nacional lo designó en una comisión espe- sajismo.
cial para estudiar el lugar en que debía cons-
truirse la estación del Ferrocarril CCA en el Se graduó en la Escuela de Arquitectura de
puerto de Rosario y el sitio para la Aduana. Fue la Universidad de Buenos Aires. Allí comen-
nombrado jefe de la Oficina Topográfica y de zó, en el año 1931, su actuación como docen-
Obras Públicas en 1868, y ascendido a jefe di- te. En 1935 fue designado profesor adjunto y
rector de la Oficina de Ingenieros Nacionales en 1947 titular de la Cátedra Especificaciones
creada en 1869. Ese mismo año, designado de- y Dirección de Obras. En septiembre de 1949
legado de la comisión directiva de la Exposición fue nombrado decano de la Facultad de Ar-
Nacional en Córdoba, realizó un estudio para quitectura y Urbanismo. Desarrolló una in-
la construcción de los pabellones de la misma. tensa labor privada, caracterizada desde 1930
También intervino en la primera triangulación por una inquietud renovadora en expresión téc-
del territorio nacional, en la formación del pri- nica y estética. Nunca abandonó el estudio del
mer mapa oficial, y en el proyecto de la pri- paisaje y su vinculación con la arquitectura.
mera red de FF.CC., cuyo tramo inicial fue cons- Junto a Arturo Montagna realizó varias
truido bajo su dirección. Luego del terremoto obras, entre las que se destacan: el Hotel Her-
que destruyó Mendoza en 1861, le fue encar- mitage (1943) y varias casas en Mar del Plata;
gado a Moneta el proyecto de varios de los edi- edificios de departamentos en Viamonte y Sui-
ficios institucionales. Moneta llegó en 1863 a pacha (1936), Arenales 3291 (1938), Indepen-
Mendoza, proyectó desde entonces la Casa de dencia 556 (1939), Picheuta y Juan Bautista Al-
Gobierno, la Iglesia Matriz, la Cárcel Peniten- berdi (1940), y gran número de viviendas
u EDIFICIO SAFICO, BS. AS., DE WALTER MÖLL. ciaria, la Escuela elemental y el Hospital. Para individuales: Picheuta 577 y 583 (1940), Ca-

158 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mol mon
bildo 2460 (1941). Ambos obtuvieron premios
en varios concursos organizados por la Comi-
sión Nacional de Casas Baratas (v.). Para esa
institución construyeron la Casa Colectiva Pa-
tricios. R. P.

Bibliografía: Colección Revista de Arquitectura, sep-


tiembre 1937-1950.

MONUMENTALISMO. m. Tendencia a la utili-


zación de grandes proporciones en las obras
de arte, especialmente en las arquitectónicas
o escultóricas. // Tendencia a fomentar la cons-
trucción de monumentos públicos como ex-
presión de poder (Real Academia Española.
Diccionario de la lengua. T. II. Madrid: Espa-
sa, 2001). Término derivado de monumento,
del latín monumentum, palabra compuesta
por monere ‘recordar, advertir, enseñar’; y
mentare ‘nombrar’.

Los monumentos constituyen elementos


primarios en la ciudad o el territorio, jalones
que por su función y localización caracterizan
centros jerárquicos en medio de la trama resi-
dencial o territorial de base. Pueden ser cons-
truidos con el propósito de obtener esa cuali-
dad o adquirirla como resultado de ciertos
procesos históricos; es posible considerar co-
mo monumentos a obras de arquitectura, sec-
tores de ciudad, o porciones naturales o artifi-
ciales del territorio.
“Arquitectura monumental” es, stricto sen-
su, aquella que evoca determinados hechos,
instituciones o personas. Considerada en su
significado riguroso, tal expresión es una re-
dundancia puesto que, a diferencia de las cons-
trucciones anónimas que constituyen la trama
residencial, toda obra de arquitectura es ante
todo elemento primario de la ciudad, y toda
obra de arquitectura se propone una finalidad
monumental, vale decir simbólica, de evoca-
ciones que trascienden su finalidad inmedia-
ta. Pero puede decirse que Arquitectura Mo-
numental es aquella cuya finalidad inmediata
principal consiste en provocar esas evocacio- u ESCALINATA DE ACCESO A LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES.

nes o en producir significado. A diferencia


de la Arquitectura Monumental, la Arquitec-
tura Monumentalista (AM) es esa cuyo pro-
yecto ha sido determinado por la búsqueda de
producción de significado, pese a ser otra la fi-
nalidad inmediata principal que lo origina. El
Monumentalismo (M.) consiste en una sobre-
determinación formal destinada a destacar el
carácter (grandeza, estirpe, poder, moderni-
dad, nacionalidad, etc.) de la institución que u FACHADA MONUMENTAL DE LA FACULTAD DE DERECHO DE BUENOS AIRES, DE CHAPPORI, OCHOA Y VINENT.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 159


debe albergar. Por eso, dado que no todo for- forzamiento de las instituciones, como pro-
malismo se propone provocar la evocación de ducto de la universal conmoción experimen-
determinados contenidos simbólicos ligados a tada con el crack de 1929, esas instituciones,
la finalidad de la obra, no toda arquitectura for- democráticas o no, demandaron una “palabra”
malista es M. (existen también formalismos singular que la mayoría de los modernistas no
subjetivistas o neutros). estaban en condiciones de articular. Esa “pa-
La expresión Monumentalismo adquiere labra” era precisamente el “carácter” que el Mo-
un significado histórico-crítico preciso a par- dernismo había eliminado. Solo en algunos ca-
tir del surgimiento y expansión de las teorías sos, como en Escandinavia con Asplund, en el
del Funcionalismo. Vinculada en términos ge- Brasil con Costa, en la URSS con Melnikov, en
nerales a las necesidades de representación del Francia con Le Corbusier o en Italia con Te-
Estado, el desarrollo de la AM en nuestro país rragni, algunos encontraron soluciones posi-
puede seguirse desde inicios de los años trein- bles sin abandonar los principios modernistas
ta hasta nuestros días. u EDIFICIO DE OFICINAS DE YPF EN BUENOS AIRES. de transparencia y reproductibilidad. Las res-
puestas que la mayor parte de los arquitectos
EL MONUMENTALISMO EN LA ARGENTINA. lidad se agregaba la cuestión de la “transpa- encontró a aquella demanda fue el M.: pocos
Bajo la presión de la crisis de 1929-1930, rencia” o verdad moral que debía presidir el años después (1944) maduraría la fórmula de
junto con otras medidas de modernización sin proyecto modernista: el “alma” de la obra se la New Monumentality, acuñada por el Secre-
reformas, el Estado encaró una vasta política expresaba por sí sola. tario de los CIAM, Siegfried Giedion. Se tra-
de construcciones con las que trató de absor- La crisis de la nueva arquitectura en la dé- taba de dar a las instituciones un valor de “mo-
ber en parte la desocupación que afectó al mer- cada del treinta surgió en la medida en que co- numento”, y ese valor de excepción podía
cado de trabajo en los primeros años de la dé- menzó a advertirse que por este camino se conseguirse por distintas vías, siendo las más
cada. El mismo Estado se constituía así en un avanzaba hacia una homogeneización total en simples las tres que ya consideramos. Pero po-
protagonista central de la vida económica, y la que era imposible distinguir una iglesia de día apelarse también a un conjunto de otros
propició fuertes episodios autocelebratorios. un club obrero, o una oficina de una vivienda recursos, como la distorsión proporcional, el
Como en la mayoría de los casos, a pesar de la de lujo. Cuando se consideró necesario el re- empleo de rasgos clásicos, la fachada telón,
tensión modernizadora que caracterizaba a su
acción, las obras que lo representaron no siem-
pre se resolvieron en los términos de la nueva
arquitectura.
Es probable que la ambigüedad se haya de-
bido al espíritu reaccionario que presidía la mo-
dernización. Pero algo similar ocurría en el
Brasil, y sin embargo en este caso los moder-
nistas fueron celebrados desde la Administra-
ción como emblemas del Estado Novo. Por otra
parte, en Italia el fascismo impulsó a los mo-
dernistas, mientras que no ocurrió lo mismo
en la Alemania nazi, cuya arquitectura era más
cercana a la que apoyaba la democrática Fran-
cia. Lo cierto es que en casi todo el mundo, du-
rante la segunda parte de la década de 1930, se
produjo una suerte de reflujo generalizado de
los modernistas y se vivió una crisis de los prin-
cipios que se habían debatido en torno de los
CIAM en los años anteriores.
Una clave para la comprensión de la cri-
sis se encuentra en la noción de carácter. El re-
pertorio formal y teórico modernista más avan-
zado se había elaborado a partir de la anulación
de este concepto. Preocupados por resolver las
demandas y posibilidades de reproductibilidad
técnica de los nuevos programas, los arqui-
tectos progresistas habían optado por dejar de
lado los requerimientos de caracterización in-
dividual, y en general las preocupaciones por
la forma y sus significados. A la reproductibi- u SEDE DEL AUTOMÓVIL CLUB ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, DE ANTONIO U. VILAR. FACHADA SOBRE LA AV. DEL LIBERTADOR.

160 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mon mon
el apilamiento de las masas, la utilización de maderas duras, cueros y bronces, las formas difieren del estándar generalizado para este ti-
materiales lujosos, la repetición obsesiva de rit- sencillas surgidas del proceso burocrático. En po de obras. La Administración de los Ferro-
mos, o de una notable decoración. Obviamen- este cruce entre banalidad y ostentación se des- carriles del Estado fue uno de las primeras cons-
te, también podía recurrirse a las viejas fór- plegó en la mayor parte de los casos la Arqui- trucciones (1937) instaladas en la zona de
mulas del carácter para obtener resultados de tectura Monumentalista estatal. expansión sobre Puerto Nuevo en Buenos Ai-
rusticidad, severidad, ligereza, domesticidad, Pero en términos estilísticos, el M. estatal res, concebida también en código modernis-
solemnidad o juventud. osciló desde el Clasicismo más “puro” hasta el ta y monumental.
Si se analiza desde este punto de vista lo ocu- Modernismo. Las más de las veces, el M. modernista se
rrido en la Argentina puede comprobarse que Entre las obras más notables del Monu- caracteriza por no renunciar a la simetría ni
—salvo en un único caso que veremos ense- mentalismo tardoclasicista se encuentran el Pa- a los efectos de masas, enfatizados por el em-
guida—, al igual que en la mayor parte de los lacio de Justicia de Córdoba, de Hortal y Godoy, pleo de volúmenes curvos, torres y mástiles.
países, aquí no existió ninguna figura de nexo terminado en 1937; la Facultad de Derecho de Ejemplos de esta variante son el Club Balne-
como las que nombramos, y por lo tanto que las Buenos Aires (1938-1944), proyectada por Chap- ario en el Parque San Martín en Mendoza, el
obras emprendidas por el Estado se diferencia- pori, Ochoa y Vinent (v.) como parte de un cen- Tiro Federal Argentino en Buenos Aires y el
ron entre aquellas que requerían una celebra- tro universitario que se planeaba hacer en los Jockey Club de Punta Lara.
ción institucional y aquellas que podían consi- terrenos que la rodean; y el gran edificio del La asimétrica disposición de las masas no
derarse como servicios o se les otorgaba un Banco Nación (1938). En los años cuarenta y en impedía la búsqueda de efectos monumenta-
“carácter” renovador. Las primeras se resolvie- listas mediante una exacerbación de disposi-
ron según la modalidad “monumental”, mien- ciones neoplásticas o dimensionamiento agi-
tras que las segundas eran aptas para construirse gantado de los vanos, como en el caso de la
sin problemas según los criterios modernistas. escuela fábrica General San Martín de Ricar-
Pero con frecuencia una misma institución do Weyland (1950). Por el contrario, una dis-
requería de respuestas distintas. Yacimientos posición simétrica subrayaba el efecto de M.
Petrolíferos Fiscales (v.), por ejemplo, recurrió conseguido a partir de una estructura presun-
a una expresión monumental para su edificio tamente “racional”, exacerbada por motivos
central en la Diagonal Norte, y simultáneamente publicitarios, como en el cine Los Ángeles de
construyó con proyecto de De La María Prins López Chas y Zemborain (1949).
(v.) uno de los edificios más declaradamente mo- Entre el Clasicismo tardío y el Modernis-
dernistas del período, los laboratorios de la em- mo se desarrolló una modalidad híbrida ca-
presa en Florencio Varela (1939). Alejandro Bus- racterizada por el empleo parcial de elemen-
tillo (v.) distinguía sin dudas el carácter con que tos del orden clásico como pórticos, columnatas,
podía dotar de condición monumental a sus cornisas, tímpanos y simetría axial, despoja-
edificios: el Banco de la Nación Argentina de- dos del aparato decorativo tradicional.
bía tener la solidez del dórico, el Hotel Llao Llao El Ministerio de Hacienda, proyectado por
para la Dirección de Turismo es un magnífi- u EDIFICIO CENTRAL DEL BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA, Pibermat (1936), constituye una perfecta ex-
co exponente del M. rústico, mientras que el FRENTE A LA PLAZA DE MAYO DE BS. AS., DE BUSTILLO. presión de estas arquitecturas, dentro de las
Modernismo podía admitirse en un club náu- que deben ubicarse las gigantescas instalacio-
tico, pero jamás en la casa de una “señora”. los primeros años cincuenta un Clasicismo del nes para la Facultad de Medicina (1936). La se-
También los militares distinguían sus progra- que se conservaban ya pocos rasgos caracterizó de Capital del Banco de la Provincia de Bue-
mas: podían ser modernos los clubes, pero ¿có- la construcción de las universidades de Bahía nos Aires (1940), proyectada por Sánchez,
mo podía el Modernismo dar dignidad al Mi- Blanca y Obrera (actual Universidad Tecnoló- Lagos y De la Torre (v.) es la expresión más des-
nisterio de Guerra sin recurrir a riesgosas gica Nacional) en Buenos Aires. Como una de tacable de un conjunto de bancos oficiales de
arbitrariedades decorativas? las últimas expresiones de este M. clasicista pue- grandes y hieráticos halles y fachadas com-
No hemos mencionado hasta aquí otros fac- de considerarse al edificio para la Fundación puestas a la manera de arcos de triunfo que,
tores que contribuían al M. en los edificios en- Eva Perón (1951), réplica de la Facultad de De- sin aparato decorativo y con lujosos materia-
carados por el Estado: uno es la modalidad bu- recho, aunque su apoteosis debió ser el Monu- les, fueron construidos en los años treinta.
rocrática de producción de muchas de estas mento al Descamisado y Mausoleo de Eva Pe- En 1935, en Rosario, el primer premio del
obras; el otro el abultamiento de los presu- rón, localizado frente a la entonces residencia concurso para el Mercado Municipal fue de-
puestos con propósitos non-sanctos. La prime- presidencial (donde hoy se levanta la Bibliote- clarado desierto, pero el segundo, con un por-
ra conducía a la banalización de los procesos ca Nacional), que nunca llegó a realizarse. tal gigante que anticipaba la solución para la
de anteproyecto y proyecto, a soluciones tipi- En el polo opuesto, cuando el MOP debió Municipalidad de Vicente López, fue obtenido
ficadas de detalles, y a un generalizado des- construir su sede (1937), poco tiempo antes de por De Lorenzi, Otaola y Roca (v.) con un pro-
compromiso creativo asociado a la disolución que decidiera la apertura de la Avenida 9 de yecto asimétrico pero M. En 1937 Hernández
de la figura del autor. Simultáneamente, la ne- Julio, se optó por concentrarlo en un “rasca- Larguía y Newton (v.) tuvieron oportunidad de
cesidad de dar “carácter” se unía al propósito cielos” con un repertorio modernista en el ex- construir en esa ciudad su Museo Municipal
de aumentar los presupuestos para cubrir con terior, aunque sus interiores, su organización Juan B. Castagnino. En él conservaron del Cla-
materiales costosos, como piedras naturales, de planta y sus características constructivas no sicismo la simetría axial, la estructura en re-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 161


cintos y el pórtico, pero eliminaron toda adje- ductivas y territoriales vinculadas a la expan- 1521 (1941), de Aslán y Ezcurra (v.).
tivación y, mediante el empleo de luz cenital y sión del automóvil durante el período, se tra- Debe recordarse el fuerte componente mo-
un medido dosaje de las transparencias, con- ta de una pieza sorprendente. Fue proyecta- numentalista de la arquitectura del llamado
siguieron, especialmente en el ámbito central, do por Vilar (v.); Sánchez, Lagos y De la Torre Art Decó (v.), colocación estilística difícil de di-
uno de los espacios interiores más sugestivos (v.); Jacobs, Giménez y Falomir (v.); Bunge (v.); ferenciar del Modernismo híbrido al que he-
del período. y Morixe (v.). En él se expresaron el complejo mos hecho referencia más arriba. El elemen-
Las plantas, alzados y cortes del Palacio compromiso entre sus autores y las ambiguas to más claro que puede servirnos para distinguir
de Justicia de Tucumán, un concurso ganado relaciones entre Modernidad y Clasicismo tar- las obras Art Decó es su vivo interés por el de-
por Francisco Squirru (1937), responden a la dío que caracterizan el período. En ningún corativismo, su vocación experimental con jue-
tradición académica, de la que solo se dife- otro caso adquirió una forma tan elocuente la gos de formas y materiales no historicistas. Edi-
rencian mediante la prescindencia de decora- dramática división entre la fe en la eficiencia ficios como la Casa del Teatro (1927) o el
ción y con el reemplazo de las cúpulas central funcionalista, aplicada a la arquitectura “uti- proyecto para el Banco Nación (1927), de A. Vi-
y de esquinas por pirámides escalonadas de litaria”, y la perplejidad frente a ese Moder- rasoro (v.), son excelentes ejemplos de Monu-
base octogonal. nismo despojado de sus valencias estéticas y mentalismo Art Decó en Buenos Aires.
Como parte de este M. híbrido pueden con- reducido a ingeniería. Ocultando su confor- El otro gran representante del M. Decó fue
siderarse otras construcciones llevadas a ca- mación interna, el cuerpo frontal adoptó la re- Francesco Salamone (v.), quien consiguió con-
bo en los años cuarenta, como la Casa de la tórica, el repertorio y la materialidad monu- vertir los pequeños edificios proyectados pa-
Moneda en Puerto Nuevo, las cabeceras del ae- mentalista, mientras que la zona posterior se ra municipios de la Provincia de Buenos Aires
ropuerto de Ezeiza y el Depósito Ingeniero Pai- articuló a partir de la exhibición de las “cosas” en verdaderas celebraciones de su comitente,
tovi (1953) de Obras Sanitarias de la Nación. puras que la configuraban, y el uso del ladri- el gobernador Manuel Fresco.
Los edificios “Yatahy”, para la compañía llo en dos tonos, apropiado a su carácter de Como desequilibrado formalismo dirigido
Dodero de navegaciones (1942), de SEPRA (v.), programa “industrial”. a subrayar el carácter institucional de los edifi-
y la Municipalidad de Mar del Plata (1937), de Por fuera de estas grandes corrientes con- cios, el M. tuvo por los factores mencionados
Alejandro Bustillo (v.), constituyen sendas de- viene recordar que también fueron concebidos un especial desarrollo en la cuarta y quinta dé-
mostraciones de un M. modernista que, con y construidos numerosos edificios del M. me- cadas del siglo. Con los cuestionamientos a los
evidente influencia de algunas arquitecturas diante otros códigos estilísticos. Además del presupuestos racionalistas que habían sido ins-
de Alemania (p. ej. Bonatz) e Italia (p. ej. Pia- Clasicismo riguroso, otros estilos “históricos” talados con los CIAM como “genuina” y “úni-
centini), podía obtener efectos mediante una empleados de manera monumentalista en edi- ca” expresión del Modernismo, las expresiones
asimétrica pero contrastante disposición de vo- ficios de Buenos Aires fueron el Gótico, en ca- simplemente regresivas o poco elaboradas del
lúmenes, y desdeñando decoraciones aplica- sos como el City Hotel de Madero, mientras M. perdieron vigencia. Pero no por esto deja-
das y criterios estáticos de composición. que el Georgian fue preferido por su elegan- ron de existir arquitecturas monumentalistas.
Sobre este fondo de realizaciones se des- cia en residencias colectivas de alto estándar, A finales de los años cincuenta y en los años
taca el edificio del Automóvil Club Argentino como en el Claridge Hotel (1945) de Arturo sesenta cobró especial vigor el Brutalismo (v.)
(1941). Emblema de las transformaciones pro- Dubourg (v.) o en el edificio de C. Pellegrini de ascendencia corbusierana. Uno de los edi-
ficios más representativos de esta tendencia,
que puede simultáneamente identificarse co-
mo una nueva expresión del M., es el cons-
truido por SEPRA (v.) para la sede central de la
ENTEL en Buenos Aires (1951), puesto que el
tratamiento volumétrico, así como sus ele-
mentos — especialmente los grandes pórticos
del basamento— y proporciones, subrayan el
gigantismo de la masa edificada y su prota-
gonismo urbano. En la Biblioteca Nacional el
Brutalismo dio lugar a una declinación que de-
biera considerarse monumental —puesto que
el edificio debía ser concebido expresamente
como monumento—, pero no monumenta-
lista. La continuación de la saga bancaria dio
lugar a operaciones en las que se hace más di-
fícil aplicar nuestra definición. Sin embargo,
el contenido mítico que en algunos casos se
esperaba transmitir dio lugar a ejemplos como
la casa central del Banco de Londres (1961),
de SEPRA y Clorindo Testa (v.), obra que con
mayores recursos y calidad representó este ti-
u CASA DEL TEATRO, BUENOS AIRES, EJEMPLO DEL MONUMENTALISMO ART DÉCO, DE A. VIRASORO. po contemporáneo de M. Las sucursales del

162 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mon mon
Banco Municipal o las del Banco de Córdoba, Las primeras evidencias humanas en el pa- que ocuparon gran parte del valle. Las enor-
en cambio (MSSGS los primeros, (v.), y Miguel ís se remontan hasta los diez mil años y quizás mes piedras utilizadas para estos círculos, que
Ángel Roca, (v.), los segundos), constituyen por la más monumental obra de esos tiempos ini- alcanzan grandes dimensiones, más los mo-
su condición efímera esa “contradicción en tér- ciales ha quedado preservada: las Cueva de las nolitos de piedras verticales, tallados conoci-
minos” ya mencionada al comienzo. No ocu- Manos Pintadas (Santa Cruz): una enorme gru- dos como menhires (v.), indican la importan-
rrió lo mismo años después con el Banco de ta en la cual hay 829 manos pintadas en ne- cia para su época del desarrollo cultural de
Tokio (1983), de Raña Veloso, Álvarez y Fos- gativo y positivo, en colores, aunque predomi- algunos de estos pueblos, su organización so-
ter, edificio que por su emplazamiento, forma na el rojo, acompañadas de motivos geométricos cial, posiblemente su religión, su capacidad
y materiales utilizados responde perfectamente simples, que se inician hacia el 7000 aC., épo- productiva y el nivel de logros artísticos y ar-
a la categoría que estamos considerando. ca en que los primeros cazadores y recolecto- tesanales. Los grandes menhires, hoy despla-
En apariencia, las más claras manifesta- res recorrían el territorio. Este sitio represen- zados hacia un parque que los reúne, han per-
ciones del M. en los años recientes estarían ta bien a los miles de lugares en que los dido su ubicación en la arquitectura del sitio,
constituidas por algunos gigantescos centros pobladores de estas grandes extensiones fue- pero conservan toda la fuerza expresiva de su
de compras, de los que Alto Palermo, de J. C. ron dejando su impronta en aleros, farallo- grabado y su dimensión.
López (v.), es una expresión paradigmática. Sin nes y cuevas que usaron esporádicamente pa-
embargo, las características del edificio no al- ra vivir, trabajar o reunirse. Los museos poseen
canzan para definirlo como tal, en la medida colecciones de la cultura material de estos pue-
en que su estrategia compositiva disocia ab- blos, en su gran mayoría objetos de piedra tra-
solutamente función, construcción y forma. bajada, algunos textiles, cesterías, huesos y ma-
Precisas operaciones comerciales, en los shop- deras. Las pinturas rupestres del Cerro Colorado
pings la forma no es una condición a priori ele- (Córdoba) son también representantes de la va-
gida por su capacidad de evocación; es sim- riada producción cultural de muchos siglos
plemente un agregado dictado por la moda, de las culturas prehispánicas, ya que en exce-
exactamente en las antípodas de una voluntad lente estado de conservación cubren desde el
de perdurabilidad. J. L. siglo X hasta la llegada de los españoles, re-
presentados con sus armaduras y caballos.
Esa forma de vida nómade o seminómade
MONUMENTOS PREHISPÁNICOS. El actual te- fue cambiando lentamente en muchos luga-
rritorio argentino posee en su superficie una res, y tendió hacia el sedentarismo y hacia for-
considerable cantidad de evidencias materia- mas de economía basadas en la agricultura y
les que quedaron como resultado de un pa- el pastoralismo. Estos nuevos sistemas signi-
sado profundo en el tiempo y rico en su cul- ficaron un cambio cualitativo en la cultura, con
tura: más de 10.000 años en los cuales las transformaciones sociales y variación en las
sociedades humanas se instalaron, organiza- formas de asentarse y utilizar el medio natu-
ron y vivieron antes de la llegada de los eu- ral. Lo que se ha llamado usualmente Período
ropeos en el siglo XVI. Por supuesto, esta his- Temprano o Formativo Inferior (600 aC. a 650
toria está aún en construcción y se la va dC.) representa en el noroeste del país ese cam- u ASENTAMIENTO EN EL NORTE ARGENTINO.

armando día a día con la investigación siste- bio, donde surgieron contextos culturales co-
mática —arqueología y etnohistoria—, pero mo Tafí, Condorhuasi, Ciénaga y Alamito, si- Para el siglo VII dC. gran parte del noroeste
todavía quedan enormes lagunas de conoci- tios como La Poma y Campo Colorado hasta del país comenzó nuevamente a cambiar al en-
miento que llenar; dado que la forma de ver y La Candelaria y San Francisco. Hay montícu- trar en lo que se denomina Período Medio, el
entender ese pasado ha ido cambiando, las los artificiales, resultado de una ocupación ya que se extiende hasta el año 1000 dC. Se des-
políticas de su identificación como monu- permanente de un mismo lugar a lo largo de taca en este período una cultura con una sim-
mentos nacionales y su preservación han si- los siglos, y construcciones de piedra, e in- bología de enorme fuerza denominada La Agua-
do variadas a lo largo de los años. El resulta- cluso arreglos del terreno para la agricultura. da, que lleva como imagen central la del felino,
do es hoy una importante lista de sitios que Surgió en ese período la fabricación de la ce- que cubre con una iconografía muy especial
representan ese pasado disperso en el país rámica, en la que llegarían a producir no solo las cerámicas, piedras y pinturas rupestres. Se
de sur a norte y a los grandes esfuerzos y lu- artefactos utilitarios sino obras de arte para su produce un aumento en la población, la den-
chas de mujeres y hombres contra medios hos- apreciación y disfrute, sea en la vida o en la sificación de algunos poblados, la extensión de
tiles, con las técnicas y la estructura social po- muerte. Fueron excelentes escultores y cada áreas de cultivo, la difusión de mitologías, co-
sible en cada momento, para lograr cada vez cultura expresó sus formas de sentir y com- mo la citada de La Aguada, y hay evidencias de
una vida mejor en la relación de unos con prender la realidad con identidad propia. mayores jerarquías en el poder que se trasun-
otros. Estos monumentos representan eso, la Tafi del Valle, tanto bajo la actual población tan en tumbas y construcciones cada vez más
variada heterogeneidad de la cultura prehis- como en sus alrededores, aún conserva un diferenciadas. Estos cambios se reflejan en el
pánica y, en cierta medida, una reivindicación ejemplo de asentamiento del período tempra- arte, y es así como la cerámica llegó a alcanzar
de los grupos que fueron casi exterminados no: recintos circulares de diversos tamaños, niveles de excepción; la escultura en piedra de-
para imponer una cultura diferente. agrupados desde dos hasta una docena de ellos, clinó rápidamente hasta desaparecer; también

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 163


se establecieron fuertes relaciones con cultu- chaquíes y cuya arquitectura se caracteriza por jos sistemas defensivos y al menos ciento tre-
ras lejanas como Tiahuanaco en Bolivia. Por grandes casas comunales semisubterráneas en ce recintos de piedra en el interior de las mu-
supuesto, no todo el territorio sufrió esos cam- piedra, una represa, depósitos de alimentos y rallas, Shincal de Quimivil (Catamarca), que
bios, ya que gran parte de él mantuvo las for- su pucará o fuerte, fue uno de los formidables fue capital incaica en la región con más de cien
mas de vida de etapas anteriores, en tant0 en fuertes ante la invasión española en el siglo construcciones en piedra, una hermosa plaza,
el noroeste se centraron los procesos más di- XVII dC.; el Cerro Pintado de las Mojarras (Ca- su kallanca, dos cerros aterrazadas para un tem-
námicos de cambio, en especial en lo que a la tamarca), que aún conserva buena parte de su plo, un cuartel militar y veintitres hectáreas cu-
urbanización se refiere. La cerámica incisa densa población en viviendas; el Pucará de Til- biertas por el asentamiento; Inkahuasi (Sal-
de La Aguada se ha hecho famosa en las co- cara (Jujuy), con su población placidamente ta) que conserva solo algunas construcciones
lecciones de los museos por su alta expresivi- dispersa sobre un gran morro sobre el río, y con una de ellas de neta filiación incaica, res-
dad, la fuerza de sus motivos decorativos los Loma Rica de Shiquimil (Catamarca), con un tos de la red vial y construcciones menores;
que llegaron a la monumentalidad en las pin- conglomerado de trazado lineal sobre una me- Watungasta (Catamarca), con su enorme pla-
turas rupestres de Catamarca. seta con viviendas y recintos comunitarios rec- za doble con la kallanca —edifico adminis-
Para el siglo IX dC., cuando La Aguada de- tangulares en excelente estado de conserva- trativo incaico— y sus torreones circulares ele-
clinó, surgieron diversas culturas que fueron ción. Por supuesto no son los citados más que vados; Punta de Balasto (Catamarca), donde se
reemplazando el extenso poder de aquella, co- algunos ejemplos muy destacados, pero solo halla un fuerte o pucará —enclavado en un ce-
mo fueron Hualfín, Angualasto o Sanagasta; una parte de los varios cientos de lugares ya rro sobre el poblado— que aún conserva sus
paulatinamente se produjeron cambios que conocidos o estudiados. murallas en zigzag y donde se defiendieron los
implicaron el amoldarse a una nueva situación Para después de la mitad del siglo XV dC. pobladores de la invasión española; Potrero de
que desembocó, hacia el 1000 dC., en el co- comenzó a producirse un nuevo cambio, esta Chaquiago (Catamarca), que es un verdadero
mienzo de un desarrollo sostenido de la agri- vez abrupto, en el noroeste del país: la in- asentamiento incaico de dominación en el te-
cultura mediante el uso de nuevas técnicas, un fluencia incaica. Este nuevo imperio, que se rritorio sur, con tres complejos constructivos
marcado aumento de la población y el surgi- centraba en el Cuzco, Perú, logró difundirse en donde se desarrollaron actividades artesa-
miento de nuevos centros de población densa. hasta largas distancias, logrando establecer for- neles como metalurgia, tejido y alfarería, y Quil-
Los sitios de Hualfín, Belén, Santa María o La mas de control hasta la mitad del terriorio ar- mes (Tucumán), quizás el sitio más impac-
Paya son solo ejemplos muy conocidos de re- gentino, incluyendo la construcción de un com- tante, hoy abierto al turismo, por estar recostado
giones que alcanzan niveles de alta urbaniza- plejo sistema de caminos, postas, depósitos y sobre una enorme ladera, en la cual hay cien-
ción, de arquitectura compleja, tanto resi- centros administrativos, todo con inusitada ra- tos de estructuras residenciales amoldadas al
dencial como pública, murallas de defensa, pidez. Se fundaron nuevos asentamientos, y terreno y ya parcialmente restauradas, además
caminos de intercomunicacion, sistemas de aunque fueron pocos los que no aprovecharon de edificios públicos y de infraestructura pa-
riego y silos comunales; se establecieron se- lo preexistente, se estableció una nueva estéti- ra el riego, que se abren hacia el valle creando
ñoríos con sus territorios, aldeas y centros nu- ca que incluyó la remodelación de edificios en una vista pocas veces igualada.
cleares con control sobre amplias áreas de pro- ciudades a veces ya antiguas; fueron habitua- Estos conjuntos de arquitecturas residen-
ducción agrícola o pastoril. les algunas arquitecturas altamente significa- ciales y monumentales son ejemplo de la im-
La cultura material se expresó con altos ni- tivas para la dominación, como las kallancas, portancia de la vida prehispánica en el país;
veles artísticos, de los que son muy conoci- los silos redondos, y los ushnus o grandes al- esta no se detuvo en el siglo XVI, por el con-
das las urnas funerarias de la cultura de San- tares ubicados en el centro de las nuevas pla- trario se adaptó a la lucha por su superviven-
ta María, los bronces de La Paya con sus zas construidas a escala monumental. Es ha- cia y la mantuvo casi por dos siglos más en
campanas, cuchillos y hachas ceremoniales y, bitual encontrar tanto objetos incaicos como muchos sitios, cayendo sus fuertes y asenta-
en particular, unos discos de bronce con fi- imitaciones, aunque fue más importante el pro- mientos más alejados, lentamente, uno tras
guras en relieve que sin duda son buenos ejem- ceso de aculturación que vivió la producción otro, ante la violencia inusitada del conquis-
plos del más alto nivel del arte prehispánico; a artesanal durante esos cortos años; esto se ve- tador. Lo que hoy queda son solo algunos re-
esto debemos sumar los pocos tejidos con- ría truncado por la entrada repentina de los es- tazos, muchas veces altamente deteriorados,
servados, maderas y piedras talladas y pulidas, pañoles en el siglo siguiente. de lo que fueron ciudades y asentamientos a
pinturas rupestres y calabazas pirograbadas De esa nueva etapa incaica hay también va- menudo densamente poblados para su tiem-
para poder apreciar lo producido en la época. rios sitios que han sido declarados como Mo- po, donde florecieron las artes y la cultura, y
De este período hay un conjunto significa- numentos Nacionales o están en vías de serlo, formas de vida completamente diferentes de
tivo de sitios, algunas verdaderas ciudades, que tales como Incahuasi (Salta), enclavada en un las que conocemos. A. I. / D. S.
han sido declaradas como Monumentos Na- sitio donde se obtenía oro y en donde se con-
cionales: Tastil (Salta) es quizás de las más co- serva, además de la arquitectura de la época
nocidas por la enorme superficie que cubre hornos para esos trabajos, la Tambería del In- MOOG, FERNANDO. Muelhein (Alemania), 1837
con construcciones habitacionales, plazas, ca- ka en Chilecito (La Rioja), con sus restos de - s/d, 1905. Arquitecto. Activo en Buenos Ai-
lles y recintos de uso colectivo, como corrales construcciones del período incaico rodeados res y su zona de influencia durante la segun-
de llamas y sitios de molienda; son más de mil de una muralla y un conjunto mayor de tipo da parte del siglo XIX. Realizó una vasta obra
construcciones densamente apiñadas, atrave- monumental; el Pucará de Aconquija (Cata- en una amplia gama temática que va desde
sadas por el Camino del Inca; Tolombón (Sal- marca), enclavado en una naturaleza sin par la infraestructura de servicios a complejos pro-
ta), que llegó a ser la capital de los Valles Cal- en la cumbre una montaña, con sus comple- gramas de edificios institucionales.

164 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mon mor
Característica de su trabajo fue la utiliza- importancia en su tiempo— de hotel, confi- nizantes y academicistas con otros heterodo-
ción de múltiples lenguajes: desde los pará- tería y locales comerciales. xos de su propio repertorio, como los elemen-
metros de la tradición funcional al uso del más Finalmente concretó entre 1868 y 1901 una tos heráldicos y la ornamentación zoomórfica.
puro Eclecticismo. multitud de residencias particulares para las La solución de la ochava es similar a la que con-
Cursó estudios de arquitectura en la Escuela familias Anchorena, Lanús, Zuberbühler, Ca- ceptualmente adopta para el Banco de la Na-
Técnica de Kaiserlantern (Baviera), en la Es- rabassa, Sastre, Schlieper, Corti, Cazaro, etc. ción en Santa Fe y en Pergamino, donde pro-
cuela Politécnica de Berlín y en la de Karlsru- El Mercado Central de Frutos fue consi- duce un quiebre entre los paños laterales del
he. Esta múltiple formación le permitiría abor- derado hasta fines de siglo como el más im- muro, rehundiendo o avanzando el cuerpo cen-
dar obras de muy diversa magnitud y carácter portante wool-dock del mundo, ya que no era tral. Suele recurrir también al expediente de
con solvencia. solo un depósito sino una verdadera Bolsa de colocar un balcón superior sobre la puerta de
Recién graduado en 1860, alcanzó renom- Comercio, donde se efectuaban las ventas y acceso, encuadrada visualmente con un par de
bre en su patria por la concreción de obras co- compras de los productos del país. El edificio columnas corintias o jónicas.
mo el gran puente del Rhin, cerca de Coblen- que totalizaba 152.000 m2, fue demolido ha- En la sucursal del Banco Nación en Cór-
za, que terminó en 1861. La realización de una ce algunos años; era un notable exponente de doba (hoy demolida) adopta una fachada aus-
obra de esta magnitud demuestra su alto nivel calidad tecnológica y de eficacia en la resolu- tera, identificada con la primera etapa italia-
técnico ya a los veinticuatro años de edad. ción funcional. La calidad de la estructura de nizante, a excepción de la ornamentación de
En 1863 se traslada a la Argentina, donde hierro y la utilización del ladrillo a la vista en la puerta y el paño central adyacente.
ingresa en el Departamento Topográfico (v.) de definidos paños, rítmicamente perforados por Moog da muestras de su Eclecticismo en la
Buenos Aires, y proyecta caminos, puentes so- aberturas planas, eventuales puertas y balco- realización de otros edificios del mismo tipo,
bre arroyos y la nivelación de la ciudad. Com- nes, así como un juego de techos livianos, que por ejemplo en el Banco Nación en Pergami-
pleta su formación mediante la realización resaltaban la fuerza expresiva del volumen, no, resuelto con diseño simplista de corte afran-
de estudios de agrimensura y obtiene el títu- configuraban todo el acierto de esta obra de cesado. En el Banco de Londres y Brasil, y en
lo de Agrimensor Público de la Provincia de Fernando Moog. la sucursal del Banco Nación en Santa Fe, el
Buenos Aires, en el año 1868. En la arquitectura bancaria logra sus me- criterio es esencialmente italianizante; adopta
La versatilidad de su producción demues- jores exponentes en el Banco Británico de la en el primero de ellos el “orden monumental”
tra su capacidad para abordar una problemá- América del Sud, donde recurre a una pro- de pilastras corintias y su ornamentación de
tica integral de arquitectura, infraestructura y puesta ecléctica, vinculando elementos italia- partida es similar a la que había realizado en
equipamiento, en un país donde en estos cam- Córdoba varios lustros antes.
pos casi todo estaba por hacer. También en el Teatro Odeón la resultante
Sus cuarenta años de actuación profesio- externa es principalmente italianizante, aun
nal son pues testimonio de la gestación edili- cuando se le adicionan elementos ornamen-
cia de Buenos Aires y su área de influencia. tales insólitos, como los pináculos goticistas
Entre sus obras cabe recordar la línea del Fe- del segundo parapeto de la cubierta.
rrocarril del Sur desde Samborombón hasta
Chascomús, y la concreción de la totalidad de Bibliografía: A. de Paula, R. Gutiérrez y G. Viñuales.
los edificios correspondientes a ese trecho fe- Influencia alemana en la arquitectura argentina.
rroviario; la realización de los muelles de Ave- Resistencia: UNNE, 1981.
llaneda; el Mercado Central de Frutos de Ave-
llaneda (1890); el Mercado Modelo de la Plaza
Lorea; los Depósitos de la Aduana de Balcarce, MORALES, CARLOS MARÍA. Montevideo, 1860
Paseo Colón, Brasil y Garay; y el edificio del - Íd., 1929. Uruguayo, Ingeniero, funcionario
Hospital Alemán, cuyo concurso ganó Ernes- municipal, autor del Plano Municipal de Trans-
to Bunge (1870), al que se le realizaron am- formación de Buenos Aires (1895) e inte-
pliaciones en 1881 y en 1900. grante de la Comisión Honoraria que trabajó
Fue notable también su serie de edificios con el arquitecto-urbanista Bouvard (v.).
bancarios, un tema casi inédito para la época
en la Argentina. Entre estas sucursales y casas Se gradúa como ingeniero en Buenos Ai-
centrales cabe señalar las que realizó para el res (1884) y posteriormente se doctora en Cien-
Banco de la Nación Argentina en Rosario, Cór- cias Físico-Matemáticas (1889). En 1886 es
doba, Santa Fe y Pergamino, el Banco de Ca- nombrado profesor de Mecánica Racional en
rabassa y Cía., el Banco Alemán Trasatlántico, la Universidad de Buenos Aires, cargo que man-
el Banco Británico y de la América del Sur, el tiene hasta 1916.
Banco de Londres y Brasil, el ensanche del edi- Ingresa en la municipalidad como inge-
ficio del Banco de Londres y del Río de La Pla- niero delineador en 1881, y desde 1893 es di-
ta, el Banco Provincial de Santa Fe, etc. rector de Obras Públicas hasta 1907, cuando
También es autor del Teatro Odeón (1893), se jubila. Es también presidente de la Socie-
que formaba parte de un conjunto —de gran u BANCO NACIÓN, EN SANTA FE, DE FERNANDO MOOG. dad Científica Argentina desde 1888 a 1919.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 165


Redacta numerosos textos científicos, además obras de arquitectura, especialmente privadas, berto Mérega (Buenos Aires; 1927); Cecilia Ur-
del “Estudio topográfico y edilicio de la Ciudad asociado al arquitecto francés Pablo Pater, des- sini (Buenos Aires; 1936) y Enrique Monaldi
de Buenos Aires”, publicado en el Censo que de 1927 hasta 1949 (v. Pater y Morea) y al arquitecto (Buenos Aires; 1940). Asociado con ellos rea-
levanta la Municipalidad en 1904. urbanista Luis Morea (v.), entre 1946 y 1975. liza una amplia tarea proyectual, tanto en el
En 1922 regresa al Uruguay, donde ocupa Resulta difícil caracterizar en forma preci- campo de la arquitectura como el de la plani-
los cargos de director del Banco Uruguayo y sa su actuación —alrededor de 650.000 m2 ficación y el diseño urbanos. Entre los princi-
de presidente del Senado realizados en Buenos Aires y en diversas ciu- pales trabajos de planeamiento del grupo, pue-
El plan de transformaciones de Buenos Ai- dades del país: Colón, Chacabuco, Chascomús, den destacarse: el ordenamiento urbano de
res, que propone en 1895, reitera las propues- Junín, La Plata, O’Higgins, Rojas (Buenos Ai- Cutral Co, Plaza Huincul (Neuquén), el Estu-
tas esbozadas por Lagos (v.) y por el intenden- res); Rosario, Santa Fe; Córdoba y Mendoza— dio del Sistema de Centros Urbanos de la Pro-
te Crespo (1887). Consiste en la delineación de por haber existido siempre una gran integra- vincia de Neuquén y el Diagnóstico Sobre los
dos avenidas principales (Norte-Sur y Este-Oes- ción entre los socios. Aspectos Ecológicos del Gran La Plata.
te), y un sistema de diagonales. La Avenida Obtuvo en dos oportunidades —1959 y Las obras más importantes en arquitectu-
E-O recupera el trazado de Av. de Mayo-Riva- 1964— el Premio de Incentivo a la Edificación ra realizadas por el estudio durante este perí-
davia hasta los límites del Municipio. La Av. Privada, otorgado por la Municipalidad de la odo son: el conjunto habitacional en Junín
N-S ocupa el emplazamiento de la actual Nue- Ciudad de Buenos Aires, y recibió Medalla de (1978); la escuela en Condarco y Avenida Gao-
ve de Julio —desde Av. del Libertador a Plaza Oro de la República Italiana por su participa- na, Capital Federal (1981); el Centro Deporti-
Constitución; de allí llega hasta el Riachuelo ción en las obras de remodelación del Teatro vo Nacional en Capital Federal (1974-1982); el
por la calle Montes de Oca. Coliseo, en 1958. En el exterior, fue premia- Natatorio Hogar Escuela Patiño, Lomas de Za-
Las diagonales se organizan a partir de un do en el VII Congreso Panamericano de Ar- mora (1979); el Complejo Natatorio para la Mu-
centro distribuidor (Plaza Congreso), que vin- quitectos de La Habana, Cuba, en 1950, y en nicipalidad de General San Martín (1979) y
cula los sectores periféricos. Hacia el norte la IV Bienal de San Pablo, Brasil, en 1959. J. C. el Centro Deportivo Cardenal Caggiano en Cas-
se comunican con la estación Retiro y el barrio telar (1977). Dentro de esta amplia producción,
de Belgrano (por Cabildo - Gral. Paz); hacia su obra más destacada es la Estación Fluvial
el sur, una llega a Parque Lezama y la última MOREA, LUIS MIGUEL. Tigre (1980).
hacia Av. Chiclana —e indirectamente al Ria- También el estudio ha realizado una can-
chuelo por Av. Sáenz. A raíz de este proyec- Buenos Aires, 1921. Arquitec- tidad considerable de trabajos de preservación
to, Morales tuvo intensa participación en la dis- to y urbanista, especialista en y refuncionalización de edificios históricos, en-
cusión parlamentaria (1906) sobre diagonales el campo de la vivienda de in- tre los que se destacan: el reciclaje de la iglesia
(v.) y avenidas (v.). El plan de extensión de la ciu- terés social. Asociado con el de San Lorenzo en Navarro, Prov. de Buenos
dad, confeccionado por Bouvard (v.) (1909), re- ingeniero Alberto Morea hasta 1975, a partir Aires (1986), la puesta en valor de las ruinas
tomó muchas de las proposiciones de su tra- de 1976 conformó un nuevo estudio que ha de la Aduana Nueva en Buenos Aires (1984-
bajo y él mismo participó en la Comisión realizando una amplia producción en Buenos 1985) y los reciclajes de las escuelas: Australia
Honoraria que acompañó la gestión del urba- Aires y el interior del país, en el campo del 1081, Oliden 2851, Bahía Blanca 1551, 24 de No-
nista francés. A. N - R. E. P. planeamiento, la vivienda, y de la arquitectu- viembre 1536, Humberto I° 3171, construidas
ra escolar y deportiva. entre 1981 y 1982, todas en Capital Federal.
Bibliografía: Censo General de Población, Edifica- Morea, por otra parte, ha cumplido una am-
ción, Comercio e Industrias de la Ciudad de Bue- Graduado en 1945, entre 1946 y 1949 in- plia actividad como gestor e impulsor de los es-
nos Aires. Bs. As., 1904; V. Cutollo. Nuevo diccio- tegró el estudio Pater y Morea, y actuó desde tudios sobre el problema de la vivienda de in-
nario biográfico argentino. Bs. As., 1971; A. Novick tal fecha hasta 1975 como socio del ingeniero terés social. A partir de su adscripción a los
y R. Piccioni. Concepciones proyectos y gestión ur- Alberto Morea (v.). Ambos realizaron una im- planteles técnicos de la democracia cristiana y
bana. Bs. As., 1990. portante serie de obras, entre las que pueden luego del justicialismo, ha participado en ini-
citarse: los edificios de viviendas en propiedad ciativas de vivienda cooperativa como asesor de
horizontal en Añasco 71 y Aráoz 2989, y la re- la Cooperativa de Vivienda Crédito y Consumo
MOREA, ALBERTO. Buenos Aires, 1903 - Íd., modelación del teatro Coliseo en M. T. de Al- Casa Amarilla y de la Federación de Coopera-
1975. Ingeniero y arquitecto. De amplia ac- vear 1111, todos ellos en Buenos Aires. Tam- tivas de Vivienda de Buenos Aires entre 1956
tuación profesional durante el Eclecticismo y bién los prototipos para estaciones de servicio y 1957. Desde 1973 a 1974 fue asesor de políti-
la etapa correspondiente al momento de tran- ASTRA (1970-1973), la iglesia Nuestra Señora cas de hábitat del Ministerio de Economía.
sición y consolidación del lenguaje moderno. de Fátima en Junín (1970-1973) y, fundamen- En la UBA, hasta 1966, fue investigador
talmente, el edificio para vivienda en propie- del Centro de Investigaciones de la Vivienda.
Se recibió de ingeniero civil en la Univer- dad horizontal de Talcahuano 957 (1957), una La intervención militar lo alejó de la Facultad,
sidad Nacional de Buenos Aires y luego de ar- de las obras más significativas en el momen- aunque no de la política profesional, ya que en
quitecto en la Escuela de Bellas Artes de París, to de consolidación de la Arquitectura Moder- los años posteriores cumplió una importante
ciudad en la que residió durante varios años. A na en la Argentina. actividad en la SCA (v.), de la cual fue vicepre-
su regreso desarrolló su actividad profesional Luego de la muerte de Alberto Morea, cons- sidente entre 1970 y 1974.
—durante alrededor de cincuenta años—, de- tituye, en 1976, un nuevo estudio asociado con
dicado estrictamente al proyecto y dirección de Guillermo Mérega (Buenos Aires; 1936); Ro- Bibliografía: Revista summa, n.° 236, abril de 1987.

166 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Edificio Talcahuano 957 mor mor

u EL EDIFICIO DE VIVIENDAS DE LUIS MOREA, EN TALCAHUANO 957, BS. AS., ES UNA DE LAS OBRAS MÁS SIGNIFICATIVAS PARA LA CONSOLIDACIÓN DE LA ARQUITECTURA MODERNA ARGENTINA.

u LOS DEPARTAMENTOS

SE DISPONEN DE MANERA
DE CAPTAR LA MEJOR
ORIENTACIÓN PARA LOS
AMBIENTES PRINCIPALES.

u LA TORRE CON FORMA

DE PLACA SE INTEGRA
A LA MANZANA PORTEÑA:
MANTIENE LA ALINEACIÓN
DE LAS FACHADAS, GENERA
UN AMPLIO PULMÓN
Y TOMA LA ESQUINA CON
LOCALES COMERCIALES.

u EL ESQUEMA DE ACCESO

A LAS VIVIENDAS ES MUY


SIMILAR AL DEL CÉLEBRE
CORTE DE LA UNIDAD DE
HABITACIÓN DE MARSELLA,
DE LE CORBUSIER.

167
Diccionario de Arquitectura en la Argentina
MORETTI, GAETANO. Milán (Italia), 1860 - Íd., nottieri Italiani en el Tigre, realizado en Neo- su cargo los talleres de Visión y, desde 1972,
1930. Arquitecto. Discípulo de C. Boito, cul- gótico veneciano. F. A. su propia cátedra vertical de Diseño Arqui-
tor de la corriente ecléctica en sus diversas tectónico. Se desempeñó también como do-
manifestaciones. De importante trayectoria Bibliografía: M. Daguerre. “Milano - Buenos Aires: La cente en las facultades de La Plata y Mar del
en Italia, participó en diversos concursos en perdita del centro”. En: Metamorfosssi, quaderni Plata. Fue director del Fondo Nacional de las
el Río de la Plata y construyó algunas obras di architettura, n.° 25-26, Roma, 1995. Artes y miembro del Colegio de Jurados y Ase-
en las primeras décadas del siglo pasado. sores de Arquitectura durante varios períodos.

Iniciado en el arte del dibujo por su padre, MORIXE, HÉCTOR CARLOS. S/d. Arquitecto.
frecuentó la Academia de Brera. Estudió arqui- Activo en las ciudades de Buenos Aires y Mar MORRA, CARLOS. (CM) Benevento (Italia), 1854
tectura y consiguió laurearse en el Politécnico del Plata en la primera mitad del siglo XX, cul- - Buenos Aires, 1926. Arquitecto e ingeniero
de Milán, donde tuvo como maestro a Camilo tor de diferentes formas del Pintoresquismo, militar. Fue destacada su actuación como do-
Boito. Después de lograr importantes premios incursionó también en el Racionalismo. cente y teórico de ingeniería militar y arqui-
en concursos académicos, realizó el proyecto tecto especializado en edificios escolares. Re-
del altar para el jubileo sacerdotal del papa Le- Se graduó en la Escuela de Arquitectura de alizó también numerosas edificios públicos y
ón XIII. Obtuvo uno de los primeros premios Buenos Aires en 1932. El mismo año proyec- privados dentro de la tradición académica.
en el concurso para la fachada del Duomo de tó la casa de Juan Carlos Morixe en la ciudad
Milán y también fue premiado su proyecto en de Mar del Plata (Bolívar 1052). Allí construyó
el concurso para el nuevo palacio del parlamento otras obras pertenecientes a la corriente pin-
en Roma (1889), en que utilizó el Neorrenaci- toresquista. En colaboración con el ingeniero
miento italiano. Posteriormente, incursionó en civil Antonio Vilar (v.) y el arquitecto Raúl Ca-
otras variantes estilísticas derivadas del Neo- musso, realizaron el nuevo edificio del Club
rrománico, combinadas con algunos estilemas Pueyrredón (Luro e Yrigoyen) en la misma ciu-
orientales presentes en su proyecto para el Mau- dad. Son de su autoría varias casas de renta (v.),
soleo Crespi (1896). A comienzos de siglo el re- como las de: calle Paraná 474 (1934), Aveni-
pertorio Art Nouveau enriqueció su estilo y es- da Santa Fe 849 (1935) y Avenida Alvear 3612
tá presente en su obra más importante: la usina (1938), todas en Buenos Aires, resueltas en al-
de Trezzo d´Adda (1906). Realizó también la tura con una expresión exterior racionalista.
iglesia de San Francisco en Gallarate. En la pri- La residencia particular de Elena Raynaud en u ESCUELA PTE. ROCA, EN BS. AS., DE CARLOS MORRA.

mera década del siglo XX fue colaborador y lue- San Isidro (1941) se destaca por el tratamien-
go sucesor de Luca Beltrami en el cargo de di- to circular de los volúmenes. CM, marqués de Monterocheta, cursó es-
rector de la Oficina para la Conservación de En 1940 realiza el edificio para la Fábrica tudios en la Academia Real de Turín (1874) y
Monumentos de Lombardía. Actuó en esa fun- de Electrodos de la Compañía Aga del Río de en la Escuela de Aplicación de Ingenieros y Ar-
ción en diversas obras de restauración, entre las la Plata y al año siguiente un pequeño edificio tilleros de Turín (1876). Posteriormente se gra-
que cabe destacar San Francesco en Vigevano para huéspedes en San Isidro. En el año 1946, duó como ingeniero militar bajo la guía de los
y la iglesia del Santo Sepulcro en Milán. Tam- junto a los estudios Jacobs, Giménez y Falo- profesores Tironi, Dorna y Fobrero. En 1881,
bién fue miembro del consejo editorial de Edi- mir (v.); Sánchez, Lagos y de la Torre (v.), al ar- llegó a la Argentina y rindió examen público
lizia Moderna, revista que publicó muchas obras quitecto Jorge Bunge (v.) y Antonio Vilar (v.), para revalidar su título de Ingeniero Militar. En
realizadas en nuestro país. En 1908 remplazó proyectaron la moderna Sede Central del Au- Italia había construido un baluarte de hierro en
a Camilo Boito en la cátedra de Arquitectura de tomóvil Club Argentino en el Barrio de Pa- la ciudadela de Alejandría (Piamonte).
la Academia de Brera. lermo, ciudad de Buenos Aires. R. P. En Buenos Aires fue nombrado profesor
Como otros arquitectos del ambiente lom- de la Escuela Militar, donde dictó cursos sobre
bardo, estableció, a principios del siglo XX, Bibliografía: Colección Revista de Arquitectura: 1935- fortificaciones; luego ocupó la cátedra de Ba-
una fluida relación profesional con el Río de 1941. Revista Canon, n.° 1, 1950, p.42; R. Crespo y R. lística de la Escuela Naval. Designado arqui-
la Plata, y obtuvo primeros premios en 2 con- Cova. Arquitectura marplatense: El Pintoresquis- tecto del Consejo Nacional de Educación, pro-
cursos internacionales: el del monumento a mo. Resistencia: Edit. del IAIHAU, 1982. yectó y dirigió en un período no mayor de dos
la Revolución de Mayo, realizado con el es- años la construcción de 23 edificios escolares,
cultor Luiggi Brizzolara, que debía remplazar entre los que se cuentan las escuelas Sarmiento,
a la Pirámide y que no fue construido, y el del MORO, OSVALDO. Buenos Aires, s/d - Íd., 1988. Roca, Mitre, Rivadavia y Belgrano. Clasicista
Parlamento del Uruguay en Montevideo. En Arquitecto de destacada experiencia docente cabal, Morra utilizó con frecuencia estilos de
el año 1910 recibió la nominación de Regio en la FAU-UBA. la Antigüedad grecorromana, especialmente
Comisario para la Exposición del Centenario para enfatizar la relación escuela / templo del
de la Independencia. Con ese mandato, reali- Osvaldo Moro obtuvo su título de arquitecto saber, como el Neogriego, con licencias orna-
zó el pabellón italiano, cuyo montaje estuvo a en 1951, en la Facultad de Arquitectura de Bue- mentales propias del Eclecticismo finisecular,
cargo de dos arquitectos del ámbito milanés nos Aires; ya desde antes de recibirse inició su empleado en la escuela Presidente Roca, de Li-
residentes en Buenos Aires: M. Palanti (v.) y F. carrera docente como ayudante en la cátedra bertad esq. Tucumán. En ocasiones, y siempre
Gianotti (v.). Se le atribuye también el club Ca- del arquitecto Julio Otaola. En esta casa tuvo a dentro de sus cánones académicos, optó por

168 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mor mos
otros estilos del pasado, como los almenados rain A/Sh/Z (v.), y luego forman rápidamente gulares, que pueden repetirse y crecer en mo-
y arcos ojivales de algunas construcciones de su propio estudio. La característica inicial de do casi infinito, intentan generar una lógica de
carácter militar para enfatizar los significados su producción es la recurrente participación organización del hábitat con pretensiones de
de “baluartes o fortalezas”. Escribió libros so- en los múltiples concursos que se realizaron totalidad. Esta radicalización de la tendencia
bre construcciones militares y, además, edifi- en la primera mitad de los años setenta, en los sistémica tal vez haya nacido del aprendizaje
cación escolar en la Argentina. Proyectó un sis- cuales obtienen numerosos premios. Ejemplos en el estudio A/Sh/ Z, pero también del co-
tema de tipologías para escuelas, variable según de esta exitosa iniciación son el Banco del Cha- nocimiento, como opina Molina y Vedia, de la
su ubicación en el lote y la distribución de sus co (1971) y el Centro Gubernamental de la Pro- obra de Luis Gigli y de la producción del di-
principales elementos componentes (patio, au- vincia de Buenos Aires en la Plata (1971), am- seño industrial argentino de los años cincuenta.
las, pasillo, dirección y casa del director), si- bos en asociación con A/Sh/Z. Pero a esta primera caracterización hay que
guiendo los criterios higienistas vigentes. Ya en esos primeros encargos, los jóvenes agregarle una nueva variable. La posibilidad de
Realizó también en Buenos Aires la Lote- profesionales logran plasmar un modo de pro- trabajar en diferentes puntos del país, sobre
ría Nacional (luego Biblioteca Nacional), el Asi- ducir arquitectura, caracterizado por una radi- todo a partir de la relación del estudio con la
lo Misericordia, el Tiro Federal Argentino en calización de los postulados de la “arquitectu- Secretaría de Turismo de la Nación y la cons-
Palermo y La Plata, el Pabellón Argentino en ra sistémica”. Esta se logra a partir de la trucción de un sistema de hosterías regiona-
la Plaza San Martín, los cuarteles y el polvorín simplificación de la planta, su reducción a un les, plantea el desafío de adaptabilidad de sus
de Liniers y los de Brasil y Pichincha, la sala verdadero organigrama de funcionamiento que esquemas a las diferentes realidades climáti-
de operaciones del Hospital Militar y nume- divide los paquetes programáticos, les otorga cas argentinas, lo que lleva a M/S a incorporar
rosas residencias privadas. Ganó varios con- una forma de acuerdo con la función que van técnicas constructivas locales y modos tradi-
cursos, hizo trabajos junto a los arquitectos Du- a cumplir, y los vuelve a agrupar mediante una cionales de acondicionamiento climático. Es-
nant y Maillart, y fue director de la Oficina idea de partido o idea rectora contundente que to puede observarse en la hostería Calafate en
Técnica del MOP. utiliza las circulaciones como elementos aglu- Santa Cruz (1973) y en la serie de obras de re-
Fue presidente de la SCA durante los perí- tinantes. Estructuras metálicas de grandes lu- localización urbana de la zona ribereña de Po-
odos 1911-1912, 1916-1917 y 1921-1923. Durante ces y cerramientos livianos definen los espacios sadas, derivadas de la construcción de la pre-
su primera presidencia representó a la insti- de uso; volúmenes de mampostería o de placas sa de Yaciretá (1978-1982). Se trata de realizar
tución en los concursos internacionales de las de H.° A.° con cubiertas de losa, los servicios; y estas transformaciones intentando amalgamar
avenidas y el palacio de gobierno de Montevi- cañones corridos con cubierta plástica, los sis- necesidades locales con una imagen de Mo-
deo, y en el jurado para el nuevo Mercado del temas circulatorios que los articulan. dernidad que descree de los contenidos his-
Plata. Participó en la redacción de las bases de Este esquema general puede verse des- tóricos del contexto.
los concursos Estímulo. J. T. arrollado en algunos edificios de programa Otro capítulo de la producción del estudio
complejo que se despliegan horizontalmente lo constituyen los diversos proyectos de carác-
Bibliografía: AA.VV. Centenario de la Fundación de como: las estaciones experimentales del INTA ter doméstico que reiteran los postulados sim-
la SCA. Bs. As.: SCA, 1993. (1972), el Centro Nacional Patagónico en Puer- plificadores de los edificios mayores. Así, la ca-
to Madryn (1973), los sistemas constructivos sa en Punta Mogotes, Mar del Plata (1981), y
para la Universidad del Comahue en Neuquén la serie de viviendas edificadas en San Isidro:
MOSCATO Y SHERE (M/S). (MOSCATO, Jor- (1973), el Centro Deportivo La Vuelta de Obli- Casa Gigli (1982), Tato (1983), Camdessus
ge: Buenos Aires, 1949; SHERE, Rolando: gado en Buenos Aires (1972), el Centro Cul-
Buenos Aires, 1945). Estudio de arquitectu- tural de Usuahia (1975) y la Estación Terminal
ra formado en los inicios de la década del se- de Ómnibus de Venado Tuerto (1972), el úni-
tenta, se caracteriza por la amplia producción co construido. Lo que estas obras muestran co-
y la exitosa participación en concursos. A ello mo común denominador es la simplificación
debe sumársele su intervención en la docen- de aquel “estudiado desorden” que caracteriza
cia universitaria durante el período 1973-1976 a la producción sistémica contemporánea de
y, posteriormente, con la restauración de la grupos como BELVT (v.) o MSGSSS (v.). En efec-
democracia, desde 1983. to, a contrapelo de las expresiones de otros cul-
tores de esta tendencia, que construyen una
Su trabajo puede dividirse en dos etapas que retórica tecnológica manifestada en la profu-
se relacionan directamente con la evolución de sión de parasoles metálicos, estructuras de per-
la arquitectura local. La primera, que abarca los filería, instalaciones a la vista pintadas con
años setenta, signada por la adscripción la Ar- vivos colores, lo que encontramos en M/S son
quitectura de Sistemas (v.); la segunda, por la esquemas sencillos de planta destinados a con-
evolución hacia un compromiso teórico y for- traponerse a la informalidad y la libertad que
mal con ciertas variables del Contextualismo proponía, en general, la poética sistémica. Por
local, desarrollos que caracterizan su labor du- otra parte, si bien sus productos parecen re-
rante los años ochenta y parte de los noventa. lacionarse con el entorno sólo a partir de sus
M/S inician su actividad como colabora- vínculos funcionales y circulatorios, sus es-
dores del equipo Antonini, Schön y Zembo- tructuras de composición, sus esquemas re- u CASA CAMDESUSS, DE MOSCATO Y SHERE.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 169


intenta construir un límite más estable que
modere la ruptura urbana que estos inmensos
conjuntos del área han producido en la ahora
revalorizada cuadrícula tradicional.
La producción de M/S durante la década de
1980, adscripta decididamente a estos conte-
nidos formales contextuales, se identifican con
las tipologías tradicionales y su lenguaje, co-
mo en el caso del barrio Argüello en Córdoba
(1983), el Instituto de Tecnología de Chasco-
mús (1988) o el conjunto de viviendas en Flo-
rencio Varela (1986), en el cual, siguiendo la
tendencia a la reinterpretación tipológica, se
pretende recrear las condiciones de los pasa-
jes urbanos de principios del siglo XX, adap-
tando estándares actuales a la tipología de la
casa chorizo (v.). En el año 2002, el estudio ga-
nó el concurso para diseñar el Centro Multi-
modal de Transportes de La Plata.
Es importante notar que en las últimas
obras el trabajo del estudio parece acercarse
nuevamente hacia la tradición moderna, sin
abandonar ciertas premisas contextuales, co-
mo puede observarse en la casa Camdessus de
u CROQUIS PARA LA EMPRESA DE ENERGÍA EN CORDOBA. Punta del Este. F. A.

(1974) reiteran la idea de pequeños rectángu- da la producción del período. Pese a esta crisis Bibliografía: Revista summa, n.° 191, septiembre de 1983;
los o cubos con cubiertas livianas que se orga- lo que encontramos inalterado, y que consti- Revista Trama, n.° 16, 1987; R. Gutiérrez, M. Martín
nizan en su interior dividiendo drásticamente tuye un puente con la etapa anterior, es el con- y A. Petrina. Otra arquitectura argentina. El ca-
las zonas de servicio del resto. tinuo trabajo de simplificación y racionaliza- mino alternativo, Bogotá: Escala, 1989; A. Irigoyen
En los inicios de los ochenta, y dentro del ción de la planta a partir de ideas fuerza o y R. Gutiérrez. Nueva arquitectura argentina. Plu-
clima pos-Malvinas, M/S participan activa- partidos claros que sufren un cambio paula- ralidad y coincidencia. Bogotá: Escala, 1990; J. Mo-
mente del movimiento que intenta construir tino de su expresión formal. La transformación lina y Vedia. “Sobre Moscato & Shere”. En: Revista
un nuevo vernaculismo local bajo la égida del puede apreciarse en la remodelación de viejas Summa, n° 191.
concepto de “modernidad apropiada”, que en estructuras edilicias para la sede de un insti-
su expresión formal se asocia al patchwork de tuto asistencial en Palermo Viejo (1980-1981),
materiales de demolición, las texturas de la que contiene todas las claves: el reciclaje, la re- MOSQUERA, JOAQUÍN ANTONIO DE. S/d (Ga-
construcción artesanal, la escala doméstica y creación tipológica, la mímesis formal con el licia, España), 1745 - Buenos Aires, 1811.
el contacto con la naturaleza. A esta nueva es- pasado, etc. La voluntad contextual es acom- Ingeniero militar. Activo en Buenos Aires y en
tética de lo pobre, tan ajena al optimismo tec- pañada por la preocupación de Schere por re- el Alto Perú en la segunda mitad del siglo XVIII.
nologista de los primeros setenta, debe adap- alizar análisis históricos operativos de tipolo-
tarse por propia convicción ideológica la gías y situaciones urbanas locales, volcados en Llegó al Río de la Plata en 1780 con el gra-
actividad del estudio. No debemos olvidar que una serie de artículos publicados en la revista do de Ingeniero Extraordinario después de ha-
en los años ochenta Moscato participa como Trama (v.) que han culminado en la publica- ber servido en diversos lugares del imperio es-
impulsor de los talleres “nacionales y popula- ción del libro Pasajes de Buenos Aires (1998). pañol como las Antillas, el norte de África y
res” de la FAU-UBA. Un ejemplo de esta nueva actitud es la es- Filipinas. Como la mayoría de los ingenieros
En este nuevo contexto, los contenidos de cuela Montessori (1989), un planteo híbrido militares del período, cumplió múltiples fun-
la práctica del grupo son sometidos a un pro- que muestra la continuidad de los esquemas ciones debido a la escasez de profesionales de
ceso de autocrítica a partir de la consideración lineales de los setenta, pero con un lenguaje la construcción idóneos en la región. Fue jefe
de la crisis del Modernismo, las reinterpreta- más despojado que no abandona la impronta del Detall’ de Reales Obras de Buenos Aires
ciones de la obra de Venturi y la revisión lo- tecnológica, pero sí su retórica. y también Ingeniero Director de Obras Pú-
cal de las teorías rossianas. A ello debe su- En esta clave debe leerse la propuesta del blicas. En 1791 fue trasladado a Potosí.
mársele el valor significativo que adquiere el estudio para las “Veinte ideas para Buenos Ai- Entre 1798 y 1799 proyectó y construyó el
retorno a la memoria y a la revisión del hábi- res”, un planteo que parte de la reconsidera- pabellón norte del Fuerte de Buenos Aires, de-
tat popular entre las alternativas culturales que ción del parque Almirante Brown, al cual se le fensas y baterías en el área de la Ensenada.
se ofrecen a partir de la instauración de la de- agrega una grilla de 90 x 90 m que, al rodear Obras de carácter civil fueron: el Almacén de
mocracia, cuestión que influirá sobre casi to- los grandes emprendimientos habitacionales, la Real de Renta de Tabacos y Naipes en el Rin-

170 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mos mus
cón de San Pedro (1782), la iglesia de San Jo- apuntes del curso. Estos nos permiten, junto MUSEO. m. Institución dedicada a conservar y
sé en Arrecifes (1789). En Salta diseñó una a los artículos, reconocer los contenidos teóri- exponer objetos, o colecciones de estos, de
fuente de agua potable y realizó reparaciones cos que se impartían en los años cuarenta, con- valor artístico, sociocultural, científico o his-
en el templo de San Francisco, además de un frontables con los que contemporáneamente tórico. Sede de esta institución. La palabra
proyecto para una nueva iglesia matriz. En Bo- desarrollaba Ermete De Lorenzi (v.) en Rosario comenzó a ser aplicada en Alejandría duran-
livia realizó obras hidráulicas y construyó la y Buenos Aires, y que, en conjunto, constitu- te el período helenístico para definir todo re-
iglesia de San Roque en Potosí (1793). Tam- yen los escasos testimonios de que se dispone cinto o edificio de carácter cultural, que abar-
bién comenzó la nueva catedral de La Paz respecto de la enseñanza de la Arquitectura caba también lo que hoy definimos como
(1794). En 1803 se retiró del Cuerpo de Inge- Moderna en la Argentina. Dicha enseñanza es- biblioteca. Con un significado diferente, el tér-
nieros como Ingeniero Jefe. tá dirigida a consolidar la línea profesionalis- mino reaparece en el siglo XVI. Se trata nue-
La tarea más relevante de Mosquera está re- ta de la AM, a partir de una exposición y des- vamente de precisar un espacio cultural, pe-
lacionada con la organización urbana de Bue- cripción de programas edilicios que, a la par ro esta vez de carácter más específico, ya que
nos Aires. El Gobernador Intendente F. de Pau- de seguir el modelo del tratado de Guadet, in- la palabra define ahora aquellos repositorios
la Sanz lo designó, en 1784, funcionario del corporan ejemplos norteamericanos contem- dedicados solo a la conservación de objetos.
ramo de Policía. Desde esa posición realizó una poráneos, junto a su respectivo desarrollo teó- El hecho que motiva la reaparición del térmi-
renovadora obra de reorganización circulato- rico. No faltan en sus escritos referencias a no es la generalización del coleccionismo, la
ria y sanitaria de la ciudad, ampliando y deta- Wright y Giedion, ni tampoco a pensadores co- acumulación de fragmentos del pasado que
llando la normativa existente. En función de mo Spengler, quienes tensan su pensamien- surge en estrecha relación con el redescubri-
las normas vigentes en Madrid, Toledo, Sevi- to, que oscila entre una angustia por la “pér- miento de la Antigüedad. A ello debe sumár-
lla y Lima, que Mosquera poseía en su biblio- dida del centro” y la celebración de los alcances sele la posterior generalización al arte rena-
teca particular, redactó una serie de medidas de la Modernidad. Su producción teórica, en centista de esta costumbre, que luego también
que reflejaban el espíritu sistemático de con- consecuencia, si bien se orienta hacia un pro- se ampliará a una variada gama de objetos
trol urbano propio de la segunda mitad del fesionalismo pragmático, no está exenta de in- que exceden el ámbito artístico. Con la difu-
siglo XVIII europeo y de la Ilustración borbó- tentos de sostener los valores culturales que sión de esta actitud empiezan a construirse
nica. Su normativa abarca la edificación, trán- definían la arquitectura como institución. La algunos espacios para albergar estas colec-
sito urbano, señalización y nomenclatura de ausencia de márgenes para el experimentalis- ciones. Son en general habitaciones amplias
las calles, construcción de veredas, empedra- mo, que traslucen sus escritos y la mirada ha- y jerarquizadas o largos corredores, solo es-
do y nivelación, etc. A pesar del empeño per- cia los EE.UU., lo sitúan en el centro de las pre- pacios y no edificios aún.
sonal puesto en el cumplimiento de las nue- ocupaciones del campo disciplinar en los años
vas medidas, estas poco a poco fueron dejadas cuarenta, de cara a la cristalización de la Ar- Esta primera época define también el mo-
de lado y reiteradas, una vez retirado Mosquera quitectura Moderna como práctica validada en do de exposición más recurrente y, con ello, el
de la función, aunque sistemáticamente in- el medio local. E. G. término que pasó a ser análogo a aquel de mu-
cumplidas por sus seguidores. Sin embargo, seo: “galería”. En efecto, las galerías adqui-
las disposiciones de Mosquera sirvieron de ba- rieron el carácter de lugares de paseo cubier-
se a las nuevas medidas urbanas promulgadas MUÑOZ, VICENTE. Sevilla (España), 1699 – Sal- tos, adornados con estatuaria y otras piezas de
después de 1810 por los gobiernos revolucio- ta, 1784. Maestro de obras. Actuó como ar- la Antigüedad. A fines del siglo XVII y prin-
narios. F. A. quitecto y constructor de obras religiosas en cipios del XVIII, la galería para esculturas, a la
Buenos Aires, Córdoba y Salta durante la se-
Bibliografía: M. H. Martín, A. S. J. De Paula y R. Gu- gunda mitad del siglo XVIII.
tiérrez. Los ingenieros militares y sus precurso-
res en el desarrollo argentino (hasta 1930). Bs. As.: A partir de 1742, año en el cual ingresa a la
Fabricaciones Militares, 1976. orden de San Francisco, Muñoz realizó una
constante actividad como constructor de obras
proyectadas por otros maestros religiosos o de
MOYANO NAVARRO, HORACIO. Córdoba, 1904 su propia autoría. Entre ellas debe destacarse
– Íd., 195l. Arquitecto, docente y ensayista su intervención en la materialización de la igle-
dedicado a la teoría de la arquitectura. sia de San Francisco y la capilla de San Roque,
en Buenos Aires, proyectadas originalmente
Diplomado en 1929 en la Universidad de por Bianchi (v.). Furlong supone que fue él
Columbia (Nueva York), desde 1931 comienza quien construyó la cúpula de la catedral de Cór-
a publicar artículos teóricos en la revista Nues- doba. Buschiazzo le atribuye la cúpula de la
tra Arquitectura primero, y en la Revista de Ar- iglesia de San Francisco en Salta. Otra obra en
quitectura, posteriormente, tarea que continuará la cual intervino es el convento de San Fran-
hasta su muerte. Entre 1939 y 1946 se des- cisco en Buenos Aires.
empeña como profesor de Teoría de la Arqui-
tectura en la Facultad de Arquitectura de la Bibliografía: G. Furlong. Arquitectos argentinos du- u LENGUAJE SHINKELIANO EN EL MUSEO DE CIENCIAS NATU-

Universidad de Tucumán. En 1943 publica los rante la dominación hispánica. Bs. As.: Huarpes, 1946. RALES, LA PLATA, DE E. ALBERG.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 171


que se le suman tapices y pinturas, pasó a ser En los años posteriores no existieron no-
un elemento obligado en los proyectos de pa- vedades importantes hasta que, como conse-
lacios. Para esa misma época se hace más no- cuencia de la federalización de Buenos Aires,
torio el desglose temático entre los diversos ob- se decidió crear en La Plata (v.) un nuevo mu-
jetos que forman la colección y, con ello, un seo que absorbiera las funciones del estable-
principio de complejización de las instalacio- cimiento que pasaría a la órbita nacional. Pa-
nes edilicias que deben contenerlos. Un ejem- ra ello la provincia tomó para sí el patrimonio
plo de ello es el proyecto de un museo ideal pu- de otra institución creada en 1877: el Museo
blicado por L. C. Sturm en 1704, que contenía Antropológico y Arqueológico de Buenos Ai-
salones para objetos propios de la historia na- res, cuyo fondo estaba constituido por las co-
tural, separados de aquellos relativos al arte. u CORTE DEL MUSEO DEL CEMENTO, EN OLAVARRÍA, PCIA. lecciones particulares del Dr. Francisco P. Mo-
Esta especialización de la actividad coincidió DE BUENOS AIRES, DEL GRUPO STAFF. reno. El edificio constituye un hito fundamental
con la creciente apertura de los museos, en ori- en la historia arquitectónica de este tipo de pro-
gen propiedad de nobles o eclesiásticos, a un grama museo. Como consecuencia de esta gramas, ya que es el primero específicamente
público más amplio, como en el ejemplo pa- transformación, la construcción de este tipo de edificado para cumplir dicha función y uno de
radigmático de las galerías de Louvre al pue- edificios aparece hoy como uno de los factores los más importantes en magnitud hasta ahora
blo después de la Revolución. Esta publici- más estimulantes de renovación arquitectóni- construidos. Su organización obedece a un nue-
dad indujo a pensar en la posibilidad de que ca. Efectivamente, podríamos enumerar una vo tipo de institución: los museos Smithso-
los museos fueran edificios independientes. cantidad importante de obras de carácter mu- nianos de Washington, que son a la vez repo-
Con ello apareció también la idea que defi- seístico entre los proyectos más logrados de la sitorios de colecciones y centros de investigación
niría las características del programa clásico. arquitectura de los años ochenta y noventa (por científica. La tipología adoptada a tal efecto
Este se basaba en la combinación de galerías ejemplo, Museo de Stuttgart de Stirling, el de se origina en el modelo inaugurado por Schin-
y salas a las cuales se accedía desde una ro- Artes Aplicadas de Francfort de R. Meier, el re- kel en 1823 con el museo de Berlín. Un edifi-
tonda central o desde las rotondas esquine- volucionario edificio del Museo Guggenheim cio cerrado, casi sin aberturas al exterior, para
ras que servían de rótulas de las diversas áre- de F. Gehry en Bilbao). beneficiar la iluminación natural de carácter
as expositivas. A ello se sumaba la posibilidad En nuestro medio, en cambio, al menos has- cenital y la concentración del observador en el
de plantear uno o más recorridos a través de ta mediados de la década de 1990, cuando una contenido de las salas. La forma de organiza-
los diversos espacios, la consideración de la serie de iniciativas culturales comenzaron a re- ción es una planta oval que favorece la instau-
iluminación cenital y el control de los acce- vertir la situación, la construcción de nuevos ración de un recorrido obligatorio que parte de
sos para terminar de definir el planteo. El museos no aparecía como una operación cen- un acceso central controlado. A ello debe su-
ejemplo paradigmático, que recoge las expe- tral en el contexto de la producción disciplinar. mársele las áreas de investigación y biblioteca
riencias francesas de la segunda mitad del si- Se podría explicar esta falta por la ausencia de que harán que al crearse la Universidad Na-
glo XVIII, es el Altes Museum de Berlín de una política activa por parte del Estado para edu- cional de La Plata la institución se incorpore
K. F. Schinkel (1823-1830). cación, ciencia y cultura, pero más importan- casi naturalmente hasta constituirse en Fa-
El museo como programa encierra múlti- te resulta señalar que este programa es consi- cultad de Ciencias Naturales y Museo. Con-
ples variables de acuerdo con su cometido. Des- derado, en general, como el modo ideal de dar dición esta última para la cual el edificio no es-
de las artes, a la labor científica, a la historia, resolución funcional a los edificios en desuso, taba preparado y que ha generado a lo largo de
toda una gama de actividades se engloba en un de revitalizar monumentos históricos, de jus- los años bastantes problemas en su funcio-
común denominador. La idea de colección es tificar la preservación y rentabilidad de obras namiento hasta que, recientemente, la Uni-
sin duda el elemento aglutinante. Sin embar- del pasado. Salvo rarísimas excepciones, como versidad decidió trasladar la Facultad a un nue-
go existe una característica que lo diferencia el Museo de Ciencias Naturales de La Plata, el vo inmueble. Esta inauguración del tipo
de esa otra particular forma de colección que homónimo Bernardino Rivadavia de Capital Fe- shinkeliano en la Argentina, debida al arqui-
son las bibliotecas; mientras los museos co- deral, el Castagnino de Rosario, la mayoría de tecto sueco E. Aberg (v.), incorpora también por
leccionan objetos que no han sido creados pa- los museos inaugurados durante buena parte primera vez la idea de contener en su decora-
ra tal fin, los libros han sido creados para con- del siglo XX ha seguido la pauta de la impro- ción arquitectónica elementos figurativos co-
vivir con las bibliotecas. Los libros, además, visación edilicia o el reciclaje. rrespondientes a las culturas precolombinas.
pueden no tener relación entre sí, mientras El primer museo en la Argentina fue cre- Más allá de este temprano y singular edifi-
que los objetos reunidos en una colección ge- ado por Bernardino Rivadavia en 1812, pero re- cio, lo que se reitera a lo largo de la historia en
neran múltiples influencias recíprocas. cién se materializó en 1822, cuando este últi- forma mayoritaria es el mecanismo que ca-
La transformación y el crecimiento de la in- mo era ministro de Martín Rodríguez. La racteriza el primer museo instaurado por Ri-
dustria cultural, la necesidad de contar con am- institución no contó en origen con un edificio vadavia: la ocupación de los predios plantea-
plios espacios donde se desarrollen nuevos especialmente construido, por lo que fue alo- dos originalmente para otros usos y adaptados
eventos públicos, la modificación del mapa po- jado en la planta alta del reformado Conven- a este programa. Dicha tendencia puede divi-
lítico que implica la creación de instituciones to de Santo Domingo, en manos del Estado dirse a su vez en dos vertientes.
representativas de países o regiones de reciente luego de la reforma religiosa. Su carácter fue La primera corresponde en general a los
formación indudablemente han complejizado general, y abarcaba colecciones que iban de las museos históricos, cuyo número crece en nues-
y transformado el tradicional carácter del pro- ciencias naturales a la historia. tro país con la consolidación de la organiza-
ción del Estado y la construcción de una his

172 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mus mus
ción del Estado y la construcción de una his- edilicias originalmente planteadas para otros años del Proceso, que amplía el edificio sin in-
toria nacional. Así, desde fines del siglo pasa- fines, pero cuyo carácter no reviste en princi- tentar ningún tipo de mediación entre este nue-
do se funda una importante cantidad de estas pio importancia histórica. Puede servir de ejem- vo agregado y lo existente. Algo similar podría
instituciones que cubren diversos segmentos plo para mostrar esta tendencia el caso de los decirse con respecto a otros museos de arte: el
temáticos, comenzando por el más genérico museos de arte. Un modelo emblemático es el Provincial de La Plata es solo un antiguo cine,
Museo Histórico Nacional, hasta aquellos re- Museo Nacional de Bellas Artes (1895), cuya reciclado poco adecuadamente a las necesi-
servados a particulares eventos o próceres sig- ubicación, siempre improvisada y transitoria, dades de Museo; el Fernández Blanco, en Ca-
nificativos. El carácter de estos museos parece fue variando con el correr del tiempo. De su pital Federal, se sitúa en la residencia de No-
acercarse al modelo que intentó definirse a co- primera instauración, en el edificio Bon Mar- el; el de Arte Decorativo en el palacio Errazúriz;
mienzos del siglo XIX en Francia: un museo ché (las actuales Galerías Pacífico), pasó al Pa- el de Arte Moderno en San Telmo, en una an-
que muestra las piezas materiales de valor his- bellón Argentino construido para la exposición tigua fábrica de cigarrillos.
tórico en un contexto edilicio apropiado, y pa- de París de 1899, estructura de acero y vidrio Puede notarse un incremento creciente en
ra ello recrea una ambientación basada en la reensambalda en Retiro, en la cual el Museo el número de museos, ya que la mayoría de las
utilización de estilos adecuados a cada perío- permaneció hasta 1929. Posteriormente, la ins- creaciones de nuevas instituciones correspon-
do; el Museo Histórico Nacional se ubica en la titución no logró hacerse de una mejor sede den a la segunda mitad del siglo XX. Entre el
antigua Quinta de los Lezama (1889-1897), a pesar de haberse realizado sucesivos pro- primer museo, creado en 1812, y el segundo,
el de la Revolución de Mayo en el Cabildo yectos entre los cuales pueden contarse los de: en 1887, hay un lapso de 75 años. El crecimiento
(1935), el del Acuerdo de San Nicolás en la ca- Dormal, Zuberbühler, del Campo, Noel y de es lento; entre 1900 y 1930 se crean 11 muse-
sa histórica que sirvió a la firma del pacto, el la Cárcova, y un concurso realizado a tal efec- os; de 1930 a 1940, 9 museos, e igual cifra en
de Luján (1917) en el antiguo Cabildo y las ca- to en 1928, cuyo primer premio fue otorgado el decenio posterior. Esta cantidad se incre-
sas aledañas, el Mitre (1906) en la misma ca- a los arquitectos Herrera, Mac Lean y Quarti- mentó en las décadas posteriores, de 1960 a
sa del prócer, el Sarmiento (1938) en la anti- no Herrera. Solo luego del golpe de 1930, por 1970 con 23 museos, y de 1970 a 1980 con 22
gua Municipalidad de Belgrano, el Provincial decreto del gobierno provisional, se decidió su más. La fundación no implica la construcción
de Santa Fe (1940) en una casa del siglo XVIII. traslado a la ex Casa de Bombas de OSN en de edificios nuevos apropiados para la función.
Una innumerable cantidad de instituciones se la Recoleta, sobre la base de un proyecto de re- Las dos invariantes que hemos descripto
organizan a partir de este principio que no so- organización planteado por Alejandro Busti- plantean importantes limitaciones. Si bien en
lo cumple con la condición de contextualizar llo; esta se constituyó en su sede definitiva. En- algunos casos las antiguas estructuras son me-
los objetos exhibidos, sino de otorgar un des- tre 1960 y 1980, el edificio fue ampliado en dianamente adaptadas a las exigencias de ex-
tino de uso a muchos de los edificios que, a dos oportunidades, gracias a la anexión del pa- posición, no pueden serlo en relación con la
partir de la creación de la Comisión Nacional bellón de la exposición del Sesquicentenario apoyatura técnica que la actividad museística
de Monumentos y Sitios (v. Patrimonio), son de- de la Independencia, primero, y luego mediante requiere: talleres de montaje, de restauración,
clarados monumentos históricos. A ello debe depósitos especialmente acondicionados, bi-
sumársele la política que en dicha comisión blioteca y, fundamentalmente, las salas de ex-
llevan adelante Martín Noel (v.) y Mario Bus- posiciones temporarias, función esta última
chiazzo (v.)1 en favor de la preservación de la que ha comenzado a caracterizar la actividad
Arquitectura Colonial argentina. Y cuando esa en las décadas recientes. Es así como muchas
Arquitectura Colonial no existe, muchos ar- de estas instituciones deben reducir drástica-
quitectos, en las décadas del treinta y del cua- mente la posibilidad de mostrar su rico patri-
renta, intentan recrearla. Con este espíritu de monio que duerme, la mayoría de las veces, en
colmar con “falsos” los vacíos de la historia, reservorios mal acondicionados. A ello debe
Noel realiza las ampliaciones del Museo de Lu- agregársele la profusión de medios audiovi-
ján en el estilo concordante con el antiguo con- suales, espacios para la proyección de cine y vi-
texto histórico. El entusiasmo por la réplica se deo, sectores para la venta de publicaciones,
amplía a muchos rincones del país, y se ven cafeterías y restaurantes, y otros servicios, en
surgir múltiples ejemplos de copia o recons- edificios que, poco a poco, han asumido fun-
trucción fantasiosa. Entre ellos, el Museo Gau- ciones de consumo. El aumento de la afluen-
chesco Ricardo Güiraldes de San Antonio de cia de público ha hecho imprescindible la am-
Areco (1938) o el Pampeano de Chascomús pliación de halles de acceso y circulaciones.
(1941), intento de reconstrucción de la quinta También la posibilidad de poder contener va-
de Pueyrredón que existía originalmente en el rias exposiciones temporarias al mismo tiem-
partido de San Isidro. A todo esto podría su- po ha determinado la necesidad de establecer
mársele la tardía intervención de A. Bustillo (v.) claros circuitos a fin de que el público pueda
en el Museo del Cabildo (1960), quien ejecu- seleccionar rápidamente aquellos sectores del
ta una ampliación mimética en el sector para museo que desea visitar.
albergar las oficinas de la citada Comisión. El triunfo de la Arquitectura Moderna du-
La otra manera de dotar de edificios a la ins- u CORTE LONGITUDINAL DEL MUSEO Y ARCHIVO HISTÓRICO rante los años cincuenta no supuso la trans-
titución museo es su ubicación en estructuras una pocoDEfeliz
DEL BANCO intervención,
LA PCIA. DE BS. AS., DE realizada en los
LLAURÓ Y URGELL. formación de esta actitud generalizada de reci-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 173


claje. Dejando de lado una rara avis como el tiguas estructuras murarias y el uso del color
Museo Municipal Castagnino en Rosario, de para resaltar elementos arquitectónicos elegi-
H. Hernández Larguía (1937), pocos proyectos dos casi como al azar, lo que parece otorgarle
como el pequeño Museo de Ciencias Naturales unidad a los diversos estamentos históricos
de Mar del Plata, el de Cultura Jesuítica de Ya- que se superponen en el complejo del antiguo
peyú o, más recientemente, el del Banco de la asilo y monasterio. Pero también estos ges-
Provincia de Buenos Aires en Capital Federal, tos son los que sutilmente ayudan a diferen-
ensayan la instauración de géneros modernos. ciar radicalmente la intervención moderna
La época de los grandes concursos (años sesenta de las arquitecturas históricas. Lo que está plan-
y setenta) no se caracterizó tampoco por la pre- teado como búsqueda en el proyecto de Testa
sencia del tema. Salvo algunas excepciones, co- se exaspera en el de Beitía. En esta estudiada
mo el Museo del Cemento en Olavarría (1971), construcción neoexpresionista, realizada casi
un ejemplo atípico desarrollado por el estudio veinte años después que el proyecto de Reco-
STAFF (v.), puede decirse que está ausente. Es- leta, no se pretende colocar un marco neutro
te extraño edificio se manifiesta como una con- alrededor de la dinámica pintura de Xul, sino
u MUSEO DE LA CULTURA JESUÍTICA “G. FURLONG”, tribución singular y creativa dentro del vacío de todo lo contrario. Se trata de construir una ex-
YAPEYÚ, CORRIENTES, DE A. SALAS Y R. GUTIERREZ. ideas y realizaciones. Una calle que intenta pansión espacial, una arquitecturización de la
recrear la dinámica del espacio metropolitano poética pictórica, a riesgo de hacerla desapa-
es la base de este museo que se autoexpone co- recer en la propia tensión que la obra provoca.
mo resultado de la tecnología que el cemento Las antiguas casas de alquiler en las cuales se
ha ido desarrollando. Una grúa pluma, mon- asienta el museo sirven de marco a un ejerci-
tada sobre un pórtico móvil, recorre la obra co- cio de ruptura de la caja arquitectónica que evo-
locando o retirando las piezas de este gigan- ca la crítica radical a todo contexto histórico,
tesco mecano que el público puede observar en propia de las primeras vanguardias.
permanente recreación. La transparencia, la di- En la última década del siglo XX el tema co-
námica de las circulaciones verticales en mo- menzó a tener, al menos en el caso de los mu-
vimiento, la macrográfica, caracterizan a esta seos de arte, otra caracterización. A la medi-
experiencia, que implica una relación directa da del proceso de globalización y apertura que
con la contemporánea producción de las uto- signó a la Argentina de los noventa, ingresan
u MUSEO XUL SOLAR, DE PABLO BEITÍA. pías tecnológicas de los sesenta. como operadores activos nuevos mecenas que
La tradición local del museo como espacio intentan construir museos para albergar sus
residual, que debe adaptarse a las necesidades colecciones privadas, ahora abiertas a un pú-
específicas, encuentra en las últimas décadas blico masivo. Una serie de proyectos de mu-
nuevos problemas, que pueden observarse seos privados, como el Fortabat de R. Viñoly
también en el campo internacional, a partir (v.), el Constantini de Atelman, Fourcade y Ta-
de la creciente tendencia hacia el protagonis- pia, al que puede sumársele el proyecto de la
mo del objeto arquitectónico sobre el objeto a Universidad Di Tella de C. Testa (v.), que al-
exponer. Esto quiebra la neutralidad exigida berga las colecciones de esa institución, y el es-
por la tradición moderna a la maquinaria edi- tatal encargo de remodelación del MAMBA a
licia para que obre como marco silencioso del Emilio Ambasz (v.), plantean tal vez el surgi-
objeto expuesto. La lucha dinámica entre la ex- miento de una nueva etapa en la historia de es-
presión del nuevo objeto y las preexistencias te programa arquitectónico. Como afirma S.
es lo que define a los ejemplos más caracteri- Pampinella, la concreción de estos museos pue-
zados de los años 1980 a 1990 en nuestro me- de tener un fuerte impacto urbano, ya que ac-
dio, como el Centro Cultural Recoleta, de Clo- tualiza el imaginario de Buenos Aires “capital
rindo Testa (v.), o el Museo Xul Solar, de Pablo cultural de Sudamérica”, amplía el circuito de
Beitía. Ambos nacen a partir de un diálogo no consumo de arte y refuerza y extiende el es-
pacífico con las estructuras preexistentes. Pue- pacio de la ciudad identificado con usos cul-
de notarse una tendencia a liberar los impul- turales. Las cuatro operaciones se plantean co-
sos creadores de las ataduras de la restaura- mo parte de la oferta de nuevas opciones para
ción, y arrastrar a la arquitectura hacia una el consumo cultural y de la formación de ha-
metamorfosis que termina por definir un triun- bitos de contemplación en públicos cada vez
fo de las poéticas personales sobre toda pree- más numerosos. Constituyen versiones loca-
u CENTRO CULTURAL RECOLETA, RECICLAJE DE UN xistencia. En el caso de Testa, son las textu- les de la mundialización del museo circulación
ANTIGUO ASILO EN BUENOS AIRES, DE C. TESTA. ras y geometrías de los solados, la irrupción y abren una nueva etapa en la génesis y desa-
aparentemente impensada de las circulaciones rrollo de este programa con insospechadas con-
verticales, las aperturas inesperadas en las an- secuencias. F. A.

174 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


mus mus

u MUSEO DE ARTE LATINOAMERICANO (MALBA), EN BUENOS AIRES, DE ATELMAN, FOURCADE Y TAPIA.

Bibliografía: N. Pevsner. Historia de las tipologías ar- bano y Rural. Esta repartición se ocupaba del (Mariano Pelliza, 1885); a nivel internacional,
quitectónicas. Barcelona: Gilli, 1978; J. Sarquis. “Los perfeccionamiento y progreso de los medios las oficinas de Servicios Sociales de Londres y
museos, ¿depósitos del saber?, En: Materiales, n.° 4, de comunicación, la arquitectura urbana y edi- New York y las de su homónimo francés. En
diciembre de 1983; A. De Paula. “Los museos en ar- licia, el aumento del confort de las habitacio- la perspectiva con que tratan los problemas so-
quitectura”. En: summa., Colección temática, n.° 1/83; nes. Su organización es réplica de las moda- ciales, confluyen tendencias filantrópicas y re-
ídem. La ciudad de La Plata, sus tierras y su arqui- lidades de la Sección de Higiene Urbana y Rural formistas.
tectura. Bs. As., 1987; S. Pampinella. “Arquitectura (1904) del Museo Social Francés (1895), que Su creación en 1911 es auspiciada por una
de autor o arquitectura de mecenas”. En: Revista dio origen a la Sociedad de Urbanistas y Ar- heterogénea constelación de instituciones y
Block, n.° 5, 2000. quitectos Franceses (1913). En 1924, el MSA personalidades; entre ellas, la Sociedad Cien-
transfiere parte de sus preocupaciones urba- tífica Argentina, las facultades, los centros de
nas a una institución afín, la Sociedad Amigos estudios, el Club del Progreso, la Academia de
MUSEO SOCIAL ARGENTINO. Institución fun- de la Ciudad (v.), donde actuará una parte de Bellas Artes, la Sociedad La Martona, etc., que
dada en Buenos Aires el 25 de mayo de sus miembros. Ambas tendrán una activa par- refieren a socios tan variados como Tomás
1911. Los principales objetivos del Museo son ticipación en la organización de eventos de di- Amadeo, Juan A. Buschiazzo, (v.) Luis Huer-
examinar los problemas de la “cuestión so- fusión urbanística. go, Alfredo Palacios, Alejandro Korn, Rodolfo
cial” y efectuar la “propaganda de la Argenti- En general, sus tareas consisten en la rea- Bullrich, Eduardo Latzina, etc.
na en el mundo”. Se propone ser “conseje- lización de encuestas y relevamientos, la crea- La institución continúa sus actividades has-
ro, mediador, e informador” ante el Estado, ción de un fondo documental —su bibliote- ta la fecha, dedicándose sobre todo a tareas de
de las corporaciones y los estudiosos en te- ca—, el dictado de cursos y conferencias, y la difusión y formación de Recursos Humanos
máticas referidas a las condiciones de vida edición de un boletín mensual de difusión de —Universidad del MSA. A. N.
y de trabajo. las problemáticas que tratan.
Reconocen antecedentes locales en el Ins- Bibliografía: Boletín Mensual del Museo Social Ar-
Su importancia en el desarrollo del urba- tituto Geográfico e Histórico del Río de La Pla- gentino. Bs. As.: Imprenta y casa editora Coni Hnos.
nismo local es relevante en sus primeras dé- ta (fundado por Bartolomé Mitre en 1856) y en (varios números), Primer Congreso Argentino de
cadas a través de su Sección de Progreso Ur- la proyectada Federación Social Americana Urbanismo: Bs. As., 11-19 de octubre de 1935.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 175


Palacio de Aguas Corrientes en Bs. As. de Nyströmer.
n
n

NADAL MORA, VICENTE. Mallorca (España), NARBONA, JUAN DE ARAGÓN. Español, falle- tuvo la monumentalidad del “cinquecento” ita-
1895 - Buenos Aires, 1957. Historiador de la ció en Buenos Aires, en 1750. Alarife, em- liano, conocida en esos países por la influen-
arquitectura, restaurador de monumentos, di- presario de obras. cia teórica de los tratadistas, y por el ejemplo
bujante y pintor. de obras concretas como, principalmente, las
Llegado como comerciante al Río de la Pla- de Donato di Pascuccio, llamado “el Braman-
Sus obras de restauración y sus proyectos ta en los inicios del siglo XVIII, se lo consi- te” (1444-1514). En Inglaterra, con la obra de
realizados, entre otros son: Museo y Reducción deraba “persona de mucha inteligencia en las Christopher Wren (1632-1723), el “renacentis-
de Yapeyú, casa de Avellaneda en Tucumán, fábricas y edificios”. Entre sus trabajos más im- mo bramantiano” alcanzó un apogeo tardío,
iglesia de Cachi y fincas La Cruz y Carmen de portantes pueden citarse la construcción de la pero tan persistente, que contrarrestó en In-
Güemes en Salta, quinta Santa Coloma en Ber- Iglesia del Pilar en Buenos Aires y la prosecu- glaterra las tendencias barrocas desarrolladas
nal, iglesias de Santa Catalina, Santo Domin- ción, entre 1731 a 1745, de las obras del templo durante los siglos XVII y XVIII en la mayor
go y Casa de Ejercicios en Buenos Aires, tem- de las Catalinas. parte de Europa y América.
plo de los jesuitas en Córdoba, iglesias de También en Francia, la persistencia del al-
Molinos, Yavi, Cachi, Chicligasta; el Cabildo Bibliografía: G. Furlong. Arquitectos argentinos du- to Clasicismo renacentista puso límite a las in-
de Jujuy, la posta de Yatasto y la iglesia de San- rante la dominación hispánica. Bs. As.: Huarpes, 1946. fluencias del Barroco y del Rococó en el dise-
to Domingo en La Rioja. En Tilcara construyó ño arquitectónico, circunscribiéndolas a los
la residencia universitaria y el museo. espacios interiores, en contraste con los crite-
La obra más conocida, sin embargo, está NEOCLASICISMO. m. Tendencia artística que rios clasicistas prevalecientes en la composi-
constituida por sus publicaciones, debido a la parte de valorar como “clásico”, desde los pun-
excelencia de los dibujos de relevamiento, de tos de vista estético —categoría de “lo mejor
trazos finos y ligeros. Las ilustraciones de re- en su género”— e histórico —época especí-
jas, faroles, herrajes, molduras y puertas son fica en un lugar determinado—, al arte griego
miles y gran parte de estas nunca llegó a pu- de los siglos V y IV a.C. y, en menor grado,
blicarse. Sus libros más importantes: Com- al arte helenístico y al romano de los períodos
pendio de historia del arte precolombino de Mé- republicano e imperial. El Neoclasicismo (N.)
xico y Yucatán (1933 y 1940), Manual de arte recibió, según los países y las circunstancias,
ornamental americano autóctono (1935, 1936, denominaciones como: Clasicismo, Nuevo Cla-
1943 y 1948), La arquitectura tradicional de Bue- sicismo, Academicismo Neoclásico, Reacción
nos Aires: 1536-1870 (1943 y 1947), Estética de la Neoclásica, Culteranismo, etc.
arquitectura colonial y poscolonial argentina
(1946), El azulejo en el Río de la Plata, siglo XIX Los antecedentes del N. pueden reconocerse
(1949) y La herrería artística del Buenos Aires en los procesos culturales de los siglos XVI,
antiguo (1957). Además se cuentan 40 artícu- XVII y XVIII, en Inglaterra y en Francia, don-
los en publicaciones periódicas, dedicados a la de el alto Clasicismo renacentista arraigó en
arquitectura nacional. D. S. forma perdurable, por la gran aceptación que u PROYECTO DE FACHADA PARA LA PLAZA DE LA VICTORIA.

178 Nuevo Diccionario de Arquitectura


nad neo
glo XVIII y principios del XIX: Grecia como
sinónimo de democracia, Roma como la re-
pública y también, bajo Napoleón, como la ima-
gen de un imperio que pretendía ser demo-
crático y republicano.

EL NEOCLASICISMO EN EL RÍO DE LA PLATA.


El 13 de junio de 1752 se estableció en Madrid
la Real Academia de Nobles Artes de San Fer-
nando, bajo cuyos auspicios fue editada la bi-
bliografía básica para impulsar en España los
principios de una arquitectura “razonable”. En-
tre esas obras cabe mencionarse la versión por
José Hermosilla del tratado De Architectura, de
Vitruvio, y de su Compendio, redactado por
Claude Perrault en 1674. Los demás instru-
mentos para terminar con las últimas expre-
siones del Barroco fueron la normativa rigu-
rosa y el control estricto de la enseñanza. Otras
academias se establecieron en ciudades de pro-
u PÓRTICO DE LA CATEDRAL DE BUENOS AIRES PROYECTADO POR P. CATELIN Y P. BENOIT. vincias y también en México, donde se erigió
la Real Academia de San Carlos (1784). Has-
ción y el ornato de sus exteriores, a punto tal ejemplo concreto de revival griego y el inicio ta Santiago de Chile llegó el efecto multiplica-
de que en la historiografía artística francesa se del denominado “gusto greco”. dor del Arte Moderno al radicarse allí el ar-
suele designar como “período clásico” al rei- Como movimiento estético, el N. tuvo un quitecto romano Joaquín Toesca (1780), una
nado de Luís XIV, que coincide con el pleno desarrollo paralelo a las corrientes del pensa- de las máximas figuras sudamericanas de esa
Barroco europeo en general. miento iluminista y estuvo conceptualmente época. En la región de Cuyo trabajaban hacia
El diseño clásico del Renacimiento se ha- ligado a ellas, así como a los cambios sociales, fines del siglo XVIII 4 arquitectos —dos ca-
bía basado principalmente en la visión de las económicos y políticos vinculados especial- talanes y dos italianos—, autores de edificios
ruinas romanas, especialmente las existentes mente a la Revolución Francesa y luego a la en el “estilo moderno”.
en el ámbito urbano de Roma; pero el espíri- Revolución Industrial; al desligarse de la he- Dentro del Real Cuerpo de Ingenieros Mi-
tu científico propio del racionalismo enciclo- rencia medieval sintió la necesidad de fundarse litares, (v.) el N. se armonizó con la pragmáti-
pedista, preponderante desde mediados del si- en un entronque histórico de mayor antigüe- ca formación profesional propia de su espe-
glo XVIII, requirió nuevos avances de la dad. De ahí la identificación del liberalismo cialidad. En el Río de la Plata, por fuerza de las
investigación arqueológica. En ese contexto, el con el mundo grecorromano, en el que se en- circunstancias, estos profesionales castrenses
estudio directo de las ruinas de Pompeya des- contraron ideas rectoras comunes, tales como habían ampliado su campo de acción a otros
de 1748, y el de los monumentos griegos poco la democracia griega y la república romana. temas y obras civiles. La simplicidad y el fun-
después, permitió confrontar los elementos de Tanto en la arquitectura como en todas las cionalismo de las obras militares se trasladó a
lenguaje arquitectónico, corregir formas y pro- áreas de la creatividad estética, se manifestó la arquitectura civil que se despojó de la or-
porciones, y elaborar un estilo historicista que el sentido significativo de las ideas democrá- namentación usual, frenando la continuidad
podía presentarse como una versión muy pró- ticas y republicanas, atribuidas entonces a los del Barroco popular tanto en Buenos Aires co-
xima, morfológicamente, a los modelos cano- modelos plásticos, literarios e históricos de las mo en Montevideo, y preparando la aplicación
nizados como clásicos. culturas griega y romana conceptualizadas co- de los nuevos cánones del N. En 1799 se de-
Los avances de la arqueología clásica no so- mo clásicas. Uno de los primeros teóricos del signó para las fortificaciones montevideanas
lo influyeron entre especialistas y profesiona- N, el alemán Johann Joachim Winckelmann al arquitecto español Tomás Toribio (v.), gra-
les, sino también en la difusión general de su (1717-1768), hacía explícita esa asociación de duado en la Real Academia de San Fernando,
conocimiento, que despertó entonces un enor- ideas al referirse a la Grecia antigua como cu- y a través de él comenzó una etapa de influencia
me interés. En Inglaterra, la Society of Dilet- na de la libertad. directa de los cánones del N. sobre la arqui-
tanti costeó durante once años (1742 a 1753) el El diseño arquitectónico del N. procuró, en tectura rioplatense, la que, romanizante en un
viaje de estudios a Roma y Atenas del arqui- síntesis, satisfacer las exigencias racionalistas comienzo, evoluciona hacia formas grecizan-
tecto Nicholas Revett, quien preparó con Ja- de claridad y definición en el diseño de los ele- tes después de 1820.
mes Stuart las obras The Antiquities of Athens mentos arquitectónicos, delineados con niti- Otro de los apoyos dados en el Río de la
(1762, cuatro tomos), y The Anquities of Ionia dez, en una volumetría geométrica muy pre- Plata a la difusión del N. como expresión de
(1769, tres tomos), que alcanzaron gran difu- cisa y con su temática restringida al repertorio la Modernidad de su tiempo partió de Manuel
sión. Además, en 1758, Stuart construyó en Ha- de los cinco órdenes clásicos grecorromanos, Belgrano quien, desde su cargo de Secretario
gley Park (Worcestershire) un pequeño tem- para expresar así la visión historicista pre- del Real Consulado bonaerense, impulsó en
plo dórico que fue considerado como el primer ponderante en el ideario liberal de fines del si- 1799 la creación de una Escuela de Dibujo

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 179


LA REVOLUCIÓN DE MAYO Y EL NEOCLASICISMO.
El contexto cultural dentro del cual se des-
arrolló la Revolución de Mayo, con su conse-
cuente proceso emancipador, fue decidida-
mente neoclásico. El primer monumento de
la Revolución fue un obelisco, designado co-
mo Pirámide de Mayo, construido por F. Ca-
ñete en 1811 para conmemorar el primer ani-
versario de la Revolución; este pequeño
monumento documenta con modestia la in-
fluencia del estilo Neoegipcio, en boga al co-
mienzo de la época napoleónica.
En el plano de las ideas se fue evidencian-
do paulatinamente, desde 1810 en adelante, un
tenaz cuestionamiento a todo cuanto evocase
los antiguos lazos culturales con España; en
tal sentido, el “manifiesto” de Jacobo Boudier
(v.) , contenido en su dictamen de 1817, de-
muestra netamente esa tendencia, de la cual
no podía escapar la arquitectura. Así, el perío-
do 1810-1825 está signado por el enfrentamiento
entre ideología y realidad; no son años de gran-
des logros edilicios, ni podían serlo, dada la
u CATEDRAL ANGLICANA DE BUENOS AIRES EN ESTILO DÓRICO ARCAICO. PROYECTO DE R. ADAMS. permanente convulsión en la cual sumían al
país las guerras emancipadoras, primero, y las
que funcionó dirigida por Juan Antonio Gas- con perillones. La partición del plano, rítmi- luchas internas después. Ciertas superviven-
par Hernández, y después por Francisco y Jo- camente geométrica, unida a la sustitución del cias vernáculas que se mantenían vigentes en
sé Valentín Cañete (v.), ex alumnos de la Aca- tejado por el techo de azotea y al frontis clási- las arquitecturas regionales argentinas, así co-
demia de Dibujo de Cádiz, que intervinieron co que corona el tramo central, da idea del con- mo ciertos matices de la Arquitectura Popular
profesionalmente en obras rioplatenses de cepto de N. prevaleciente en el Buenos Aires española, readaptados en América, fueron afec-
importancia. de entonces. tados doblemente al ser cuestionados prime-
La Recova Vieja de la Plaza de Mayo fue im- En 1807 se hizo necesaria la consolidación ro por los academicistas españoles y luego por
portante no solo por su función, que satisfacía de la estructura interna del templo de S. Fran- el planteamiento ideológico de la cuestión “di-
la vieja necesidad de mejorar la higiene de la cisco de Buenos Aires, y también la construc- seño y significado”. Las propuestas de una “ar-
plaza y ordenar los puestos de comercio diario ción de una fachada nueva. El arquitecto To- quitectura símbolo” y su instrumentación con
dispersos en ella, sino también por su linea- más Toribio hizo en estilo neoclásico el nuevo fines políticos generan una temática nueva en
miento neorromano, y hasta por los roles de frontispicio, que subsistió hasta la remodela- el quehacer arquitectónico de Buenos Aires.
los diversos profesionales. El alarife Agustín ción del templo a comienzos del siglo XX. Empirismo y teoría en la formación de re-
Conde (v.) (1802) hizo un modesto diseño con- En el orden de la arquitectura doméstica de cursos humanos. Los maestros mayores de re-
sistente en dos pabellones, de baja altura y con las ciudades, o Arquitectura Popular Urbana, ales obras Juan Bautista Masella (v.), Juan de
arcos escarzanos; el virrey ingeniero Joaquín puede también reconocerse la influencia del Campos (1728-1810) y Pedro Preciado (?-1800),
del Pino (v.) aprobó la obra, pero recomendó N., por el despojo de la ornamentación barro- entre otros, tenían principal gravitación en la
los arcos de medio punto de la fachada del Ca- ca y por la tendencia a la volumetría prismá- actividad arquitectónica de Buenos Aires des-
bildo, como modelo para una futura cons- tica, pues se impone el techo plano o azotea en de las últimas décadas del siglo XVIII. En tor-
trucción homogénea de arquería perimetral; sustitución del tejado de libre escurrimiento. no de ellos se formó otra generación de maes-
el director de la obra, Juan Bautista Segismundo En esa arquitectura doméstica, de muros lisos, tros y albañiles, nucleados gremialmente. Otro
(v.), materializó la Recova con arquerías de me- el ritmo estaba dado por la regular distribución ámbito de capacitación era entonces la Real
dio punto, con lo cual alcanzó mayor altura y de las ventanas verticales. Eventualmente, en Maestranza del Fuerte de Buenos Aires, don-
enlazó los dos pabellones con un arco monu- coincidencia con los ejes de entrevanos, se ubi- de la jerarquía del ramo de albañilería abarca-
mental, sobre el callejón que los cruzaba en di- caban pequeños pilares de mampostería que ba desde el grado de aprendiz hasta el de maes-
rección al Fuerte. bordeaban la azotea para ordenar los parape- tro mayor, con sus categorías intermedias.
En 1805, al reformarse la vieja casona de tos con barandas o pretiles de hierro. Este N. En contraposición al modo empírico de ca-
la familia Olazábal para sede del Real Consu- popular apareció a comienzos del siglo XIX en pacitación que preponderaba en los talleres de
lado de Buenos Aires, F. Cañete diseñó una diversos puntos de Hispanoamérica; en Bue- los maestros, en la Real Maestranza y en la cor-
fachada de dos plantas, tramada regularmen- nos Aires está ejemplificado por obras como poración gremial, el establecimiento de aulas
te con zócalo y doble orden de cornisas, pi- “los Altos de Elorriaga” (Defensa y Alsina) y la de Dibujo y de Matemáticas, a partir de 1799
lastras rítmicamente distribuidas y coronadas casa de Bartolomé Mitre (v. Poscolonial). y de 1803, respectivamente, tendió claramen-

180 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


neo neo
te a desarrollar la posibilidad de impartir for- picio diseñado por Poyet para el Palacio Bor- Catedral Anglicana de San Juan Bautista, 1830,
mación teórica a quienes aspirasen a desem- bón de París. Se trata de un pórtico dodecásti- Bs. As. Comenzó a construirse en mayo de 1830
peñarse en las artes del diseño. Ambas aulas, lo cuya longitud corresponde al ancho de las y se concluyó un año después, con el proyecto
así como la de Pilotaje o Náutica, eran producto cinco naves de la catedral. En 1827 se concluyó y la dirección del arquitecto Richard Adams (v.)
de la iniciativa personal de Manuel Belgrano. la mampostería de esta obra en cuya dirección y la intervención de Thomas Whitfield como
Pese a las muchas dificultades y a la intermi- se alternaron los arquitectos Próspero Catelín contratista; fue remodelada en 1894, según pla-
tencia de su funcionamiento, las aulas de Di- y Juan Pons (v.), con la participación de Pedro nos del arquitecto londinense W. T. Green y
bujo y Matemáticas se restablecen con mayor Benoit y Pedro Paullier. El orden arquitectó- con la dirección del arquitecto Enrique Aberg
firmeza a partir de 1815 y 1816 y, al erigirse en nico quedó sin definir hasta 1860, cuando el (v.). La fachada, considerada como el primer
1821 la Universidad de Buenos Aires, fueron escultor francés José Dubourdieu preparó los ejemplo de arquitectura “griega” en Buenos Ai-
integradas a ella para constituirse en su pri- capiteles corintios y realizó el bajorrelieve del res, es un pórtico hexástilo de orden dórico, con
mer antecedente histórico de facultades en las tímpano, trabajos concluidos hacia 1863. columnas estriadas, cuyo muro interior sólo
áreas de las ciencias puras y del diseño arqui- presenta en su tratamiento la puerta central de
tectónico. Como expresión del contexto cultu- Sala de Representantes, 1821-1822, Bs. As. regulares dimensiones, sobre la cual se desta-
ral de su época, merece destacarse que en el Proyectada y dirigida por el arquitecto Prós- ca un conjunto de tres ventanas altas con arcos
decreto promulgado en 1816 por el entonces pero Catelín, consistía en un hemiciclo cons- de medio punto. El tratamiento interno co-
Director Supremo Interino, Ignacio Álvarez truido dentro de la “Manzana de las Luces”, rrespondía, en origen, al orden jónico y, como
Thomas, se calificaba a las Matemáticas como con una gradería para asientos de los repre- era frecuente en los templos neoclásicos, pre-
el fundamento de la “Ilustración”. sentantes, y dos órdenes de palcos para el pú- valecía la coloración blanquecina; con la remo-
Tuvo destacada participación en la ense- blico sobre el perímetro del semicírculo. Esta delación de 1894, el orden arquitectónico se
ñanza de las Matemáticas el ingeniero militar disposición era inédita en Buenos Aires, y pa- convirtió al corintio y tanto los revestimientos
español Felipe Senillosa (v.), llegado a Buenos ra ella se tomó como modelo al recinto legis- de roble aplicados como la nueva policromía
Aires en 1815 por sugerencia de Manuel Bel- lativo de París. Después de ser trasladada la produjeron un efecto más oscuro, alterando las
grano; se naturalizó argentino y ejerció una Legislatura a la ciudad de La Plata (1884), es- características originales del espacio interior.
destacada labor profesional. Hacia los años 1817 ta obra fue objeto de refacciones sustanciales,
y 1818, bajo el Directorio Supremo de Juan Mar- aunque sin cambiar su forma de hemiciclo, Iglesia Presbiteriana Escocesa de San Andrés,
tín de Pueyrredón, llegaron también al Río pues se la utilizó para el Concejo Deliberante 1833-1835, Bs. As. El templo comenzó a cons-
de la Plata varios artistas franceses: Próspero de la ciudad; años después funcionó como au- truirse en febrero de 1833 y fue inaugurado en
Catelín (v.), arquitecto; Jacobo Boudier, inge- la magna de la Facultad de Arquitectura y Ur- abril de 1835; intervinieron en su construcción
niero militar; José Rousseau, grabador, y los banismo, y entre 1980 y 1981 fue objeto de el arquitecto Richard Adams como proyectista
dibujantes Pedro Benoit (v.) y José Guth, sue- una restauración polémica. El ornato neoclá- y director de obras, rol que compartió con el ar-
co radicado en París. Con ellos, y a través de sico que la caracterizó en su origen no ha si- quitecto Próspero Catelín, y el constructor Tho-
su acción profesional y docente, se afianzaba do restaurado. mas Whitfield; la similitud con el ejemplo an-
en Buenos Aires una etapa de creciente in- terior es innegable, solo que, mientras el templo
fluencia francesa en las artes del diseño, lla- anglicano tiene un pórtico dórico, el de aquel
mada a adquirir prolongada vigencia a lo lar- era de orden jónico. El edificio fue demolido
go del siglo XIX. para dar paso a la Avenida de Mayo.

OBRAS SIGNIFICATIVAS. Iglesia de San José de Flores, Bs. As.


Además de la Recova Vieja, ya descripta, se des- Construida entre 1830 y 1831 según proyecto
tacan: Capilla del primer Cementerio Inglés del ingeniero Felipe Senillosa, tenía planta de
(Buenos Aires, 1821). Según la referencia que tres naves, de 16 m de ancho, y su rasgo más
anotó un viajero conocido por su seudónimo característico era el frontispicio, consistente
de “Un Inglés”, se erigió una capillita con un en un pórtico hexástilo, de orden toscano. A
pórtico de orden dórico; no se han identifica- diferencia de los casos anteriores, tenía dos
do todavía otros elementos de juicio que per- campanarios emplazados tras el plano inte-
mitan conocer ese precedente tan valioso. rior de la fachada, de forma cilíndrica con pi-
lastras toscanas y ventanas en los entrepaños,
Pórtico de la Catedral de Bs. As., 1821-1827. rematados con cupulines semiesféricos y pi-
El proyecto fue preparado por el arquitecto Prós- náculos. Con variantes más simples, se ase-
pero Catelín, en cumplimiento del decreto del mejaban a este tipo las iglesias bonaerenses
gobierno provincial de fecha 10 de noviembre del mismo autor en Mercedes (ya demolida)
de 1821; con el objeto de completar la obra del y Chascomús en su proyecto original, que se
templo que, iniciado en 1754, aún tenía su fa- modificó durante el curso de la obra. En 1854,
chada a medio construir. Tras desestimarse un el ingeniero Carlos Enrique Pellegrini reco-
primer anteproyecto se comenzó el que ahora u CORTE Y FACHADA DE UN PROYECTO PARA LA IGLESIA DE mendó el templo de San José de Flores co-
existe y que configura una réplica del frontis- LA RESIDENCIA EN BUENOS AIRES DE T. TORIBIO. mo un prototipo para las numerosas iglesias

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 181


que comenzaban a construirse en los pueblos NEOCOLONIAL. adj. Se aplica a la voz arqui-
bonaerenses. Así surgió la de Bahía Blanca tectura. Mediante la forma compleja Arqui-
(1860), aunque con variantes: el pórtico se re- tectura neocolonial, de valor sustantivo, se
dujo a pilastras trabajadas sobre el muro de alude al conjunto de teorías, proyectos y cons-
fachada, y las torres se modelaron como gran- trucciones que, en las últimas décadas del si-
des prismas almenados para servir a la vigi- glo XIX y las primeras del XX, tomaron como
lancia y defensa de la población. modelo las obras producidas durante el perí-
odo de la dominación española en América.
Iglesia Presbiteriana Escocesa de San Andrés,
1868, Chascomús. Proyectada por el arquitec- El uso del término. La idea fue legitimada
to Henry Hunt, dentro de un estilo híbrido con mucho después de haberse aplacado el debate
influencias jónicas. El rasgo dominante de su sobre la pertinencia del revival, con el afijo neo
aspecto es la sencillez. Su pórtico es tetrástilo (gr. neos ‘reciente, nuevo’) precediendo al ad-
con dos columnas centrales de sección circu- jetivo colonial, a pesar de que, como se verá, no
lar y dos laterales de sección cuadrada. Las lí- todos los protagonistas parecen haber coinci-
neas puras y bien definidas de las cornisas y dido en la condición local y derivada que de es-
de las pilastras que decoran los muros exte- te modo se atribuye como característica do-
riores, el frontón perfectamente delineado, las minante a aquella arquitectura. Por ese motivo
ventanas de medio punto, recortadas en los la caracterización suele ser usada como sinó-
muros con toda exactitud, traen a la memoria nimo de otras solo aparentemente similares,
el orden y la claridad de los lineamientos ge- como neovirreinal, neohispánico o renacimiento
nerales del Neoclasicismo. colonial. A esto se agrega la incertidumbre es-
Los ejemplos tardíos de N. (últimas déca- tilística. Basta recordar que España conservó
das del siglo XIX) son numerosos, pero casi sus dominios americanos durante más de tres u CASA DE CATALUÑA DE EUGENIO CAMPELONCH EN BS. AS.

siempre fragmentarios (pórticos de cemente- siglos para advertir que detrás de la aparente
rios, de templos, de palacios legislativos, etc.). homogeneidad de la designación se ocultan di- migratorio iniciado en 1860, que permitió la
En general, al promediar ese siglo el N. fue ab- ferencias sustanciales. participación de los recién llegados en las dis-
sorbido por el Clasicismo italianizante neo- putas por el poder económico y político, su-
rrenacentista (v. Neorrenacimiento italiano), y con- LA CULTURA DE LA RECUPERACIÓN DEL PASADO. puso una revisión de esos principios. Como for-
cluyó como una alternativa de diseño sin Hasta mediados del siglo XIX, y aunque con ma de autolegitimación, se puso también en
significado ideológico, dentro del amplio pa- distintos matices, las elites dirigentes cons- duda el presupuesto antiespañol, y empezaron
norama del Eclecticismo finisecular. A. D. P. truyeron la nueva cultura independiente y re- a revalorizar las raíces españolas como susten-
volucionaria sobre el to fundante de la condición patricia y criolla.
Bibliografía: J. A. Pillado. Buenos Aires Colonial. Edi- presupuesto del recha- Como consecuencia de este proceso, a lo
ficios y Costumbres. Bs. As.: Compañía Sudamerica- zo del legado español. largo de las dos últimas décadas del siglo XIX,
na de Billetes de Banco, 1910; B. F. L. Clarke. Church España no solo repre- y en directa proporción con los procesos de mo-
Builders of the Nineteenth Century. London, 1938; sentaba todavía una vo- dernización que transformaban de hecho las
A. de Paula. “Templos rioplatenses no católicos”. En: luntad de sujeción im- ciudades —especialmente Buenos Aires—, fue
Anales del IAA, N.° 15, 1962; “Don Felipe Senillosa”. perial —recuérdese que conformándose una visión idealizada del es-
En: Anales del Instituto de Arte Americano. N.° seguía ejerciendo su cenario urbano construido durante el perío-
18, 1965; M. J. Buschiazzo. “Los orígenes del Neo- dominio sobre Cuba, y do de dominación española. Los creadores de
clasicismo en Buenos Aires”. En: Anales del IAA, n.° que aún en 1860 orga- esta imagen nostálgica de la Gran Aldea fue-
19, 1966; “El arquitecto Richard Adams y la Colo- nizaba acciones nava- ron José Antonio Wilde con Buenos Aires des-
nia Escocesa de Santa Catalina”. En: Anales del IAA, u PORTADA DE LA REVISTA les contra el Perú y Chi- de setenta años atrás (1882), Lucio V. López con
n.° 21, 1968; “El Neoclasicismo y su incidencia sobre DE ARQUITECTURA. le—, sino que además La Gran Aldea (1882), Santiago Calzadilla con
la cultura rioplatense (1800-1820)”. En: Anales del era identificada con la Las beldades de mi tiempo (1891) y Manuel José
IAA, n.° 26, 1988; M. Waisberg. Joaquín Toesca: Ar- opresión feudal y confesional, que se procu- Bilbao con Buenos Aires desde su fundación has-
quitecto y maestro. Santiago: Sede Santiago Norte raba reemplazar con los nuevos valores laicos ta nuestros días (1902).
de la FAU (Universidad de Chile), 1975; AA. VV. Los y republicanos. Sin embargo, luego de las ago- En 1898, un acontecimiento exterior vino
ingenieros militares y sus precursores en el des- tadoras luchas por las formas de la organiza- a cruzarse con este proceso: España resultó
arrollo argentino (hasta 1930). T. I. Bs. As.: Direc- ción nacional, en la segunda mitad del siglo XIX derrotada por los Estados Unidos y perdió sus
ción General de Fabricaciones Militares, 1976; F. aquel presupuesto comenzó a resquebrajarse últimas posesiones imperiales, que quedaron
Chueca Goitía. Varia Neoclásica. Madrid: Institu- junto con la firmeza del sistema de conviccio- bajo distintas formas de dominio norteame-
to de España, 1983; A. de Paula. “Neoclasicismo y Ro- nes revolucionarias, lo que dio lugar a un lar- ricano. Las consecuencias de este hecho sig-
manticismo en la Arquitectura Argentina”. En: Do- go período de reconsideración de ese pasado. nificaron por un lado una revisión profunda
cumentos para una historia de la arquitectura Para el viejo patriciado criollo, las transforma- de las propias bases de la cultura española, lo
argentina. Bs. As.: Revista summa, 1984. ciones sociales producidas por el aluvión in- que dio lugar a la llamada “generación del 98”,

182 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


neo neo
encabezada por Miguel de Unamuno; por otro, ción por parte de la derecha de los valores del teratura argentina (1923), respondía un núcleo
para los latinoamericanos, determinó una brus- hispanismo, apoyados por la dictadura de Pri- central constituido por su preocupación ante
ca toma de conciencia de la presencia de una mo de Rivera en España (1923-1930), se pre- lo que juzgaba ‘peligro de disgregación nacio-
nueva amenaza. sentaban cuatro alternativas. La primera era nal’ como producto del aluvión inmigratorio.
La elaboración protagonizada por Unamu- insistir en mantener unidos los elementos eli-
no tiene particular importancia en la medida tistas y populistas que habían comenzado a en- EL DEBATE SOBRE LA “ARQUITECTURA NACIONAL”.
en que inspiró y apoyó de manera decisiva al trar en colisión; la segunda, adherir al uni- En las últimas décadas del siglo XIX sur-
mentor ideológico del “renacimiento colonial” versalismo o internacionalismo de base política gieron en los países centrales las ideologías de
en la Argentina, Ricardo Rojas. Unamuno, socialista, que en la Argentina fue reforzado la “particularidad nacional”. Con inspiración
quien publicaba sus trabajos en La Nación, sos- por la pluralidad de su composición étnica; la hegeliana, y sobre la base de la teoría clásica
tenía que los españoles debían abandonar una tercera, retroceder aún más atrás en el tiempo del carácter —que Taine desarrolló en clave po-
visión superficial de su propia historia, anu- y liberarse de las elites yendo hacia las bases sitivista—, Viollet Le Duc, John Ruskin, Cami-
dada a una u otra de las casas reinantes y a sus indígenas anteriores a la dominación espa- lo Boito, Ragnar Oetsberg, entre muchos otros,
propósitos, intereses y errores. Por debajo de ñola; la cuarta era la que prefirió la elite, saltar postulaban la necesidad de una arquitectura
esa historia superficial existía, según Unamu- sobre España hacia una Europa metafísica- que diera respuestas particulares al clima, la
no, una intrahistoria que encarnaba en los fe- mente clásica —tal como otro español, José Or- geografía y la tradición local.
nómenos que todo un pueblo, consciente o no, tega y Gasset, le proponía— y echar las bases Para todos los arquitectos de los primeros
construía y transmitía eternamente. Lo uni- de la propia legitimidad por fuera o más allá tiempos de la modernización, el del carácter
versal y lo ideal no podían entenderse sino a de la Historia: como Jorge Luis Borges, quien configuró un grave problema por resolver. Aun-
partir de su manifestación más concreta, local en su “Fundación de Buenos Aires” imaginó que contaba con una larga tradición que se re-
y determinada; para llevar a cabo ese enten- a la ciudad “eterna como el aire y el agua”. montaba al texto de Vitruvio, a fines del siglo
dimiento no bastaba la razón sino que era ne- Si la obra de Manuel Gálvez, Leopoldo Lu- XIX la concepción académica del término (que
cesario poner en juego la intuición, a su juicio gones, Julio y Rodolfo Irazusta, o Ernesto Pa- también emplean otros teóricos como John Rus-
una forma integral del conocimiento. Lo “es- lacio aportó a la construcción del nacionalis- kin) tuvo origen en las elaboraciones introdu-
pañol” había así de buscarse no en las “exóti- mo conservador, los enfoques de Manuel cidas en la École por Hyppolite Taine. Es que
cas” y cosmopolitas manifestaciones importa- Ugarte y Ricardo Rojas fueron el principal sus- Taine, quien reemplazó a Viollet Le Duc en la
das por las elites, sino en las formas locales, tento del nacionalpopulismo. El texto con el cátedra de Historia de la Escuela, había elabo-
regionales, en que había ido viviendo y exis- que Rojas inició sus reflexiones, La restaura- rado una monumental construcción al empa-
tiendo: tan española era en este sentido la cul- ción nacionalista, fue publicado en 1909 y era rentar la estética con los procedimientos y ca-
tura construida por los argentinos como la de su balance de una inspección de los sistemas tegorías de las ciencias naturales, basándola en
los vascos o la de los andaluces. educativos europeos, realizada por encargo del los mecanismos de clasificación y, para ello, en
En el lado americano, la convulsión de 1898 Gobierno nacional. El pensamiento de Rojas, la elasticidad del concepto de “carácter”.
dio origen a un movimiento de ideas que tenía desarrollado en muchos otros trabajos, como Siendo el “carácter” aquello que define la
como blanco la voracidad estadounidense so- Blasón de Plata (1910), Eurindia (1924), La li- particularidad dentro de una ley general de or-
bre Latinoamérica y que culminó, en 1918, con
las pasiones “antiimperialistas” con que la Re-
forma Universitaria iniciada en Córdoba en-
cendió a los estudiantes de todo el Continente.
Estas actitudes de reacción contra la política de
los Estados Unidos dieron lugar a una ruptura
cultural de no poca importancia: desde enton-
ces la noción de una cultura genéricamente
“americana” fue siendo reemplazada por la con-
ciencia de una diferencia, y como consecuen-
cia comenzaron a aparecer, todavía difusos, los
rasgos de una identidad latinoamericana.
De manera que con el comienzo del siglo
XX, la revisión conservadora del legado cul-
tural español comenzó a articularse con com-
ponentes populistas y nacionalistas. Pero si la
reivindicación neohispánica construía en las
dos primeras décadas del siglo un espacio cul-
tural ideológicamente ambiguo, a partir de la
Semana Trágica, y la creación y actuación de
la antiobrera Liga Patriótica, ese espacio co-
mienza a experimentar una clara escisión. En
la década del veinte, frente a la clara apropia- u INTERIOR DE LA CASA DE CATALUÑA PROYECTADA POR EUGENIO CAMPELONCH, EN BUENOS AIRES.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 183


denamiento o desarrollo, el sistema elaborado diciones locales se extendería por toda Latino- IMÁGENES PARA LA MADRE PATRIA.
por Taine se alejaba de las rigideces de matriz américa, en la Argentina tuvo manifestaciones Hemos ya referido el conflicto provocado
platónica que impedían legitimar las produc- tempranas, ya en los primeros años del siglo, por el intento de autorrepresentación estilís-
ciones periféricas en el marco del sistema de como reacción nacionalista ante la consolida- tica de cada una de las comunidades nacio-
la estética clásica. Según este último, sólo ca- ción de las diversas comunidades extranjeras, nales, pero debemos prestar atención al par-
bía valorar aquella producción que se acerca- las que a su vez trasladaban sus propias re- ticular lugar ocupado en ese conflicto por las
ba a la belleza ideal, normativa, o que imita- presentaciones nacionales de origen. En efec- arquitecturas representativas de los españo-
ba con mayor precisión los modelos perfectos to, es poco literaria y muy realista la metáfora les. Para los inmigrantes de esta nacionalidad,
(griegos). La elaboración y sistematización mo- de las ciudades y hasta las llanuras rioplaten- porque debían introducirse con tacto suficiente
dernas del concepto de “carácter” permitían ses como “Babeles sudamericanas”: a diferencia como para no representar una identificación
dar igual rango —como la botánica lo hacía de lo que ocurría en cualquiera de las naciones con el pasado que hubiera resultado tan re-
con las formas diminutas o exuberantes de una europeas, en las que el debate remitía a una re- sistida como la pretendida tutoría de la lengua
misma especie vegetal— a las expresiones ar- lativa unidad cultural, en aquellas cada comu- que en esos mismos años pretendía imponer
quitectónicas determinadas por distintas con- nidad nacional contaba con un repertorio par- la Real Academia Española; y para los argen-
diciones de milieu. Los planos en que el carácter ticular de imágenes y acudía a sus profesionales tinos, porque una vez decidida la reivindica-
de un edificio debía expresarse según las teo- para construirlas. Esto era lo que ocurría con ción de un “renacimiento colonial” debían en-
rías académicas eran tres: el general (carácter Ranzenhöfer (v.) y los alemanes, Basset Smith contrar una forma de no identificarse con la
nacional, de clase o categoría), el programáti- (v.) y los ingleses, Broggi (v.) y los italianos, o Er- arquitectura española tout court.
co (dependiente de la función del edificio), y lebe y los suizos. En España, el debate sobre la posibilidad y
el particular (lugar, materiales, técnicas, etc.). Las primeras reflexiones en búsqueda de la necesidad de reivindicar una arquitectura
Los europeos podían tener dudas en lo refe- una “arquitectura nacional” se produjeron con propia se inició a mediados del siglo XIX y, a
rente al primero de estos tres planos: no se sa- motivo del Congreso Internacional del Cente- la saga del debate francés, a través del redes-
bía, por ejemplo, si lo genuinamente francés nario. En esa oportunidad, dos de las ponen- cubrimiento de los valores del Gótico español.
era el Gótico de sus catedrales o el Borbónico cias presentadas sobre asuntos de arquitectu- A lo largo de la segunda mitad del siglo este
de sus palacios. Pero cada uno de los países ra se interrogaban acerca de la especificidad de debate tuvo diferentes expresiones, y alcanzó
contaba con referencias a las que acudir para nuestra condición: la del ingeniero Buschiaz- su momento culminante en el VI Congreso
buscar definiciones. ¿Cuáles debían ser estas zo (v.) y la del ingeniero Muñóz González, es- Nacional de Arquitectura celebrado en San Se-
referencias para quien decidiera trabajar en la te último para referirse específicamente al “Es- bastián en 1915. Las posiciones de los nacio-
Argentina? La pregunta no admite una res- tilo Nacional Argentino en Arquitectura”. nalistas, en las que se registran influencias de
puesta fácil: la discusión de los europeos re- Alejandro Christophersen retomó los térmi- Unamuno pero también de Marcelino Me-
mitía a distintos modelos preexistentes, con nos de la discusión en 1913, y reivindicó la ar- néndez y Pelayo, oscilan entre quienes buscan
una enorme riqueza de soluciones que per- quitectura de la época colonial por su capacidad inspirarse en la tradición para acceder a una
mitían responer a diversos niveles de proble- de responder a las necesidades y posibilidades arquitectura nueva, y quienes sostienen que
mas. Un ejemplo son los nuevos programas, locales. A sus ojos, la ciudad se presentaba co- solo por medio de la decantación de lo ya da-
que introdujeron un espacio de incertidumbre mo un territorio incontrolable, y el campo ofre- do, es decir de su repetición arqueológica, se
sobre las formas con que correspondía repre- cía un refugio para el cual el estilo que se ha- puede, a muy largo plazo, concebir una evolu-
sentarlos. Las respuestas estaban abiertas y fue- bía originado en el sudoeste de los Estados ción y transformación del estilo. Entre los ca-
ron exploradas en nuestro país en paralelo con Unidos, el mission style, parecía proporcionar talanes este debate conduce a las posiciones de
las exploraciones de otros sitios. las respuestas mas apropiadas. Lluis Domenech i Montaner, quien en 1878
En el plano del carácter particular, se in- publica “En busca de una arquitectura nacio-
troduce otro amplio campo de incertidumbres nal”, en linea con la primera de las interpreta-
en la medida en que es por su intermedio co- ciones citadas. También es posible diferenciar
mo se plantean las cuestiones de la renovación las posiciones nacionalistas, regionalistas y po-
técnica, a lo que deben agregarse todas las re- pulistas. Los primeros sostenían la posibilidad
flexiones ligadas al respeto de las tradiciones de descubrir una arquitectura que representa-
locales. De manera que a partir de la teoría aca- ra a la totalidad de los españoles; los segundos
démica era posible y necesario el desarrollo de rechazaban como forzada esa reducción a la
una “arquitectura nacional”. unidad y pensaban que era menester volver a
Los arquitectos argentinos que tuvieron dar vida a las distintas manifestaciones regio-
oportunidad de formarse o especializarse en nales; mientras que los últimos acusaban a los
Europa durante ese período fueron influidos anteriores de interesarse solo por restaurar vie-
por este debate. Así, por ejemplo, Louis Pascal jos blasones, mientras que la verdadera pro-
—uno de los protagonistas de esta búsqueda ducción de España estaba en los pueblos anó-
de adaptación de las teorías generales a las con- nimos de las mesetas y montañas de la
diciones específicas— fue el maestro de Ale- Península. El Neochurrigueresco y especial-
jandro Christophersen (v.) en París. mente el Neoplateresco correspondían a aque-
Si bien esta mirada benigna hacia las tra- u CAJA PROVINCIAL DE AHORRO, DE JAIME ROCA (CÓRDOBA). llos que procuraban una regeneración de la cul-
tura española partiendo del Siglo de Oro. La

184 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


neo neo

u TEATRO NACIONAL CERVANTES, EN CÓRDOBA Y LIBERTAD, BUENOS AIRES (1921). FUE PROYECTADO POR ARANDA Y REPETTO.

tura española partiendo del Siglo de Oro. La Para los arquitectos argentinos el problema evitar la reproducción del pandemónium cos-
adopción del Neomudéjar dio pie tanto al des- era mas complejo; no solo porque en un mis- mopolita, se abría la pregunta: ¿cómo funda-
arrollo de variantes regionales como a la cons- mo movimiento debían unirse y separarse de mentar teóricamente el cambio, cómo soste-
trucción de otra imagen de España, sincrética, España, sino porque además nadie ignoraba ner un nuevo sistema?
que precisamente en función de esa amalga- que el Virreinato del Río de la Plata únicamente Uno de los primeros intentos de valoración
ma cultural había sido capaz de crear un esti- había dejado como testimonio de su irrelevan- del legado arquitectónico argentino fue llevado
lo propio, adaptado a sus climas y tradiciones. cia para el Imperio español unas pocas toscas a cabo por Leopoldo Lugones, en respuesta a
Esto explica que el Neomudéjar fuera el esti- construcciones sin grandeza y relieve. un encargo del gobierno nacional. Por este mo-
lo adoptado por las presentaciones españolas tivo el poeta se trasladó a las ruinas jesuíticas
en las grandes exposiciones universales de fi- LAS TEORÍAS SOBRE LA ARQUITECTURA de Misiones y publicó el resultado de sus estu-
nales del siglo XIX, y que la comunidad espa- DEL PERÍODO COLONIAL. dios en El imperio jesuítico. Su juicio, elaborado
ñola haya preferido para sus arquitecturas en De manera que lo que debía resolverse era la desde criterios académicos clásicos, fue lapi-
la Argentina o bien el Modernismo —un es- definición del modelo, o, en otras palabras, cuál dario: se trataba de unas construcciones de po-
tilo sin nacionalidad—, o bien el Neomudéjar. era la “Arquitectura Colonial” buscada (v. Histo- co valor, herederas de un estilo bastardo —el
Entre las primeras es conocida la obra de Ju- riografía de la Arquitectura). A esta dificultad debía “Barroco”—, y fabricadas sin pericias y cuida-
lián García Nuñez (v.) en Buenos Aires y Jaime sumarse un obstáculo teórico: si bien la lega- dos por curas e indios ignorantes de las leyes
Roca (v.) en Rosario, y deben también desta- lidad académica no descartaba los materiales más preciosas de la disciplina arquitectónica.
carse la Asociación Patriótica Española (1915), y temas “innobles” o los estilos “decadentes” Formado en el área austrohúngara bajo la
la Casa de Cataluña, de Eugenio Campelonch (por eso Christophersen podía admitirlo para influencia de la escuela de Viena y también de
(1890), y el Club Español de Enrique Folkers una casa de campo), el suyo era un sistema de las ideas subjetivistas y románticas de John
(v.), de 1912; mientras que de las segundas de- jerarquías que otorgaba a estas característi- Ruskin, Juan Kronfuss (v.) fue el primero en
be destacarse la obra de José Soler (Quinta cas una categoría inferior. Si se deseaba sor- recorrer el interior del país. Lo hacía munido
de Maza, Hotel Central en Rosario; Centro es- tear este obstáculo había que saltar fuera del de la ruskiniana “lámpara del sacrificio”, la vo-
pañol en Paraná). círculo académico, pero si también se quería luntad de honrar a Dios, que dignificaba a su

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 185


juicio las grandes construcciones religiosas y
sus estructuras de servicio. Por otra parte, las
teorías de Alois Riegl le proporcionaban una
buena base sobre la cual valorizar la hasta en-
tonces considerada “producción menor”, pro-
vinciana, y los “estilos tardíos” (como el Ba-
rroco americano). Pero sobre todo demostraban
que era errónea la suposición positivista de una
dependencia de la obra respecto de las condi-
ciones materiales: había sido la “voluntad ar-
tística” de sus creadores y no el milieu la de-
terminante de esa obra, como lo probaba el
extraordinario esfuerzo realizado para llevar
desde Misiones hasta Córdoba las duras ma-
deras de su extraordinario templo jesuítico.
En la mirada de Pablo Hary (v. Lanús y Hary),
uno de los profesores de la Escuela de Arqui-
tectura de Buenos Aires que por primera vez
condujo hacia el interior a los estudiantes, pue-
de reconocerse en cambio el sustrato positi-
vista de la Academia. A su juicio, no se trata-
ba de desconocer el pasado, pero tampoco era
admisible recogerlo con sensibilidad artística,
como ocurría con las bellas pero demasiado
imaginativas acuarelas de Kronfuss. Hary pro-
movía un acercamiento detallado y “científico”
a los monumentos, y su valoración académica
“objetiva” consideraba a las obras dignas, pe-
ro insuficientes para constituir un estilo.
Martín Noel (v.) se acercó a las obras del pa-
sado local desde la Academia, pero consiguió
operar un extraordinario tour de force que le
permitió localizar en el repertorio andaluz de
los siglos XVI y XVII un estilo aceptable para
la compleja situación del presente. Puesto a
elegir el momento más “apropiado” de la Co-
lonia, era natural que tomara también como
modelo el de la “síntesis arequipeña”, allí don-
de ninguna de las componentes, española o in-
diana, a su juicio había prevalecido.
Héctor Greslebin (v.), en cambio, sostenía la
necesidad de que el “Renacimiento colonial” se
consiguiera tomando como modelo aquellos
ejemplos en que se acentuaba el predominio
del elemento indígena por sobre el peninsular.
Lo más destacable en su mirada es el despla-
zamiento que producía hacia las arquitectu-
ras precolombinas, a las que, bajo la influencia
de Viollet Le Duc, asimilaba por su nobleza y
verdad estructural al Románico europeo.
Carlos Ancell se ubicó en el mismo regis-
tro indigenista que Greslebin. Movido por una
reivindicación radical de la sencillez y la ver-
dad constructivas, Ancell produjo una tem-
pranísima reivindicación teórica (1924) de las
corrientes modernistas más despojadas. En
u CASA DE RENTA EN ESTILO NEOCOLONIAL EN UNA ESQUINA TÍPICA DE BUENOS AIRES. una inusual parábola que no transcurría por

186 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


neo neo
los andariveles del estilo (a la manera de Fran- taba a favor de su amplia difusión la laxitud de tituye la casa del propio Noel en Buenos Aires,
cisco Mugica en los Estados Unidos), sus tra- su normativa y la rusticidad extrema a la que en la que puede observarse el aparato decora-
bajos conducían a una unidad de propósito, su aplicación podía ser llevada. Muros de mam- tivo que ciñe el portal de acceso y el alternarse
que entendía como típicamente americana a postería cubiertos con gruesos revoques que de ventanas de distintos tamaños, así como
la arquitectura incaica y a los rascacielos de los podían ocultar la baja calidad de la construc- la aparición de un balcón de hierro cuya lige-
Estados Unidos, ejemplo contemporáneo de ción, maderas blandas que podían ser teñidas, reza acentuaba la plenitud del muro. Los mis-
la tendencia que esa arquitectura debía seguir. baldosas cerámicas o azulejos, piedras fácil- mos elementos están presentes en la casa Frí-
De todas las miradas al pasado, una de las mente modelables, permitían eludir el empleo as (1921) de José Graña (v.) en Tucumán. Este
más elaboradas y “modernas” fue la de Ángel de bronces, piedras preciadas, telas, maderas contraste de elementos livianos sobre un fon-
Guido (v.). Para la construcción de sus ideas, nobles, y otros materiales de calidad o, al me- do macizo se obtenía también con el agregado
Guido se apoyó especialmente en la escuela crí- nos, de las triquiñuelas de oficio con que eran de pequeños volúmenes emergentes cons-
tica de Heinrich Wölfflin, lo que le permitió es- reemplazados en las construcciones clasicistas. truidos en madera, tradicionales en la arqui-
tablecer dos importantes bases. Una, la vali- Junto con la introducción de modalidades tectura colonial salteña. Del noroeste provenía
dación teórica del “Barroco”, un estilo de especial características en la arquitectura de España — también otra tradición, la abertura de ángulo,
desarrollo en América, que hasta entonces ha- cristiana y musulmana—, la composición “ne- en la que el pilar de esquina se integraba a
bía sido considerado despectivamente según ocolonial” permitía licencias en relación con las las puertas o ventanas adyacentes en ambos la-
los más rigurosos criterios académicos. La otra, normas académicas, lo que en los mejores ca- dos. El tema, exquisitamente modernista, es
un sistema exclusivamente plástico, visivo, de sos dio lugar a interesantes exploraciones. desarrollado con frecuencia, y puede obser-
valoración de las formas. Apoyado en esas ba- La más evidente de esas modalidades al- varse en la ya citada embajada argentina en
ses, Guido construyó un aparato crítico que le ternativas fue, a la manera del Pintoresquis- el Perú y en la casa de Insausti.
mo (v.), el énfasis en los agrupamientos irre- No fueron estos los únicos sistemas com-
gulares de las masas, lo que daba a muchas de positivos empleados. Respondiendo al carác-
estas arquitecturas las conformaciones cubis- ter hispánico del programa, Aranda y Repet-
tas y asimétricas que estaban explorando pa- to aplicaron a la fachada del Teatro Nacional
ralelamente los modernistas. Era habitual que Cervantes (1921) el aparato decorativo de la
los proyectos de las casas —muchas veces pa- Universidad de Alcalá de Henares, sin más
ra profesionales o familias de clase media— mérito que el habilidoso pliegue del modelo
se articularan en torno de un hall central, des- original en la esquina y la calidad ornamen-
plazando los recintos de manera centrífuga, tal. Algo similar ocurrió en el Banco Hipote-
como ocurre en la que Birabén (v.) y Lacalle cario Nacional de Ramos Correa (v.), en Men-
Alonso (v.) construyeron para Insausti en Bel- doza, y en el plateresco Banco Hipotecario de
grano (1927). Pero, como ocurría también con Salta, del arquitecto L. Pascucci, en cuya fa-
los modernistas, no siempre la agrupación cu-
bista de las masas partía de una disposición
u PATIO DE LA CASA DE LARRETA EN BUENOS AIRES. asimétrica de la planta. El proyecto para la em-
bajada argentina en el Perú (1927), de Martín
permitía considerar y desechar una parte de Noel, configuraba un cuadrado organizado al-
la producción moderna contemporánea, en tan- rededor de un patio, pero, para definir el vo-
to, al caracterizarla como romántica y pinto- lumen del edificio, se levantaron torres en las
resca, determinaba una desviación de las ten- esquinas, se cavaron loggias y agregaron gale-
dencias más profundamente clásicas que rías. Este era el procedimiento preferido de
caracterizaban para él la producción argentina. Noel, como puede observarse en el Pabellón
Desde su punto de vista, la simplicidad de las Argentino de la Feria de Sevilla (1929), o en
volumetrías y resoluciones de la arquitectura la residencia El Charrúa, Córdoba (1917).
colonial pampeana o de esta región sur de Amé- La potencia de línea de la volumetría cu-
rica constituían un valor destacable, que enla- bista se acentuaba mediante el trabajo cuida-
zaba con las ideas de aquellos modernistas que doso de la relación entre vacíos y plenos sobre
extraían también sus valores de un mundo sim- el plano. Por razones sísmicas, climáticas, de
ple y campesino, y desde allí enfrentaban las protección, de pobreza de materiales, o por la
tendencias disolventes del maquinismo. baja destreza de la mano de obra, en las cons-
trucciones españolas, y particularmente en las
CARACTERÍSTICAS COMPOSITIVAS. americanas, era frecuente el muro desnudo de
Vinculadas a modelos históricos realizados gran dimensión, interrumpido por los aventa-
en gran aislamiento y con muchas dificultades, namientos o los accesos alrededor de los cua-
las construcciones neocoloniales ofrecieron una les se densificaba la decoración. En su moda-
vía de legitimación estilística para la baja cali- lidad más frecuente, el Neocolonial explotó esta
dad de la mano de obra local. El “estilo” con- posibilidad con maestría. Un ejemplo lo cons- u INTERIOR DE LA CASA PARA ENRIQUE LARRETA EN BS. AS.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 187


nismo resultaba demasiado evidente y estos
intentos fueron excepcionales. No ocurría lo
mismo con los programas que, como las es-
cuelas, los centros sanitarios o los hoteles, con-
servaban rasgos del antiguo programa del mo-
nasterio, y por eso la Escuela de Aviación Militar
(MOP, 1937), el Colegio Nacional de Salta
(MOP, 1938) o la incontable cantidad de es-
cuelas primarias —y en la década siguiente un
hospital como el de Lanús, o el Hotel de Tu-
rismo de Salta (Aslán y Ezcurra, 1942)— se
construyeron según los cánones del estilo.
En el último caso son visibles los inconve-
nientes de escala. Eficaz en edificios de des-
arrollo horizontal, en obras de gran altura el
“Neocolonial” entraba en crisis, en la medida
en que la oposición entre filigrana decorativa
y plano perdía sentido al hacerse los motivos
inaccesibles a la vista, o promovía distorsiones
proporcionales difíciles de controlar. Esto ocu-
rrió en el Hotel, donde para evitar el empleo
de pequeños motivos en el remate del edificio,
u PUENTE LA NORIA SOBRE EL RIACHUELO. EL MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS DECIDIÓ QUE EL PORTAL FUERA NEOCOLONIAL. sobre el sexto piso, los arquitectos emplearon
elementos del repertorio barroco local. Pero si
chada los vanos de dimensiones similares se Es probable que este tipo de espacios re- en los ejemplos originales estos elementos es-
repitieron con ritmo homogéneo saturando la mitieran a las arquitecturas musulmanas, co- taban en relación con las grandes dimensio-
superficie del paramento. mo el caso ejemplar de la Alhambra de Gra- nes de las cúpulas y los portales, puestos aquí
El sistema “neocolonial” no solo afectó a las nada. Pero también es factible que derivaran en serie con las pequeñas aberturas de un ho-
plantas y a la volumetría de los edificios, sino de las arquitecturas neotudor, frecuentes en la tel burgués, produjeron un contraste de re-
también al corte, dimensión en la que abrió una publicística de esos años. sultados grotescos.
sus líneas más productivas de exploración. En El sistema “neocolonial” tenía sus límites Un excelente documento da cuenta de es-
efecto, pese a que es común afirmar que el mo- más rígidos en las cuestiones del carácter y la te tipo de dificultades: los sucesivos antepro-
vimiento solo dio lugar a juegos compositivos escala. Apto para resolver pequeñas residencias yectos para el Banco de Boston (1920, 1922 y
sobre las fachadas, es posible sostener lo con- suburbanas, parecía fuera de sitio en el centro 1924), de Chambers y Thomas (v.).
trario: el “Neocolonial” fue el vehículo que per- de la ciudad, en medio del tráfago metropoli- Expresión más adecuada de las relaciones
mitió en la Argentina comenzar a romper con tano. Por otra parte, el juego de los elementos de escala fue la Caja Popular de Ahorros, un
el sistema académico de recintos autosuficien- decorativos finamente trabajados, recortados edificio muy similar que Jaime Roca (v.) cons-
tes y a explorar la interpenetración espacial que sobre grandes planos bastos, se dificultaba en truyó en Córdoba en 1929.
caracterizaría más tarde al Modernismo ma- la medida en que el edificio crecía en dimen-
duro. Esta interpenetración consiste en la rela- siones, y especialmente en altura. EL ESTILO “CALIFORNIANO”; UNA ARQUITECTURA
ción que se establece —en planta, pero espe- Noel había construido el edificio de la fá- BUROCRÁTICA DE ESTADO.
cialmente en corte— entre recintos de alturas brica de su familia empleando el repertorio del La adopción y masiva difusión de la variante
diversas: es lo contrario a la estratificación pla- nuevo estilo. En 1933 proyectó para la Unión “californiana” del Neocolonial fue una conse-
na. Espacios de este tipo son frecuentes en la Industrial la Exposición de la Industria Ar- cuencia del triunfo de la doctrinas funciona-
arquitectura áulica de Noel, aunque los cortes gentina en la Sociedad Rural en Palermo, en listas en la arquitectura argentina de la década
complejos a través del patio cubierto de la casa la que se reconstruía el centro del viejo Bue- del treinta.
para Enrique Larreta en Buenos Aires, o los de nos Aires. Por absurdo que resultara que la A diferencia de lo ocurrido en otros países,
su casa a través del estudio, corresponden a una nueva industria reivindicara a las viejas arte- el Modernismo no se desarrolló en nuestro pa-
arquitectura doméstica que nada tiene en co- sanías, aún en 1939 el Ministerio de Obras Pú- ís como producto de una articulación de la ar-
mún con la tradición clásica. También Ángel blicas juzgó oportuno que fuera un portal co- quitectura con movimientos sociales o artísti-
Guido experimentó en este sentido en varias lonial montado sobre un moderno puente de cos de vanguardia, sino como consecuencia de
oportunidades, y no eludió hacerlo en su pro- hierro el que sirviera de acceso a la Capital Fe- la profundización de un proceso por el cual las
pia casa en Rosario (1927), en la que distintos deral (puentes Alsina y La Noria). También se tendencias politécnicas triunfaron sobre las in-
ambientes de la planta alta se conectan con la construyeron algunas estaciones de servicio, terpretaciones estéticas de la disciplina. Así, las
doble altura del hall y el living, y donde el es- como la “Posta de Yatasto” en Tucumán, cines ideas más consistentes que construyeron nues-
pacio se expande en nichos laterales, algo que y la estación terminal del Ferrocarril Buenos tro Modernismo estuvieron basadas en la lógi-
también ocurre en el comedor. Aires en Avellaneda; sin embargo, el anacro- ca de la economía, la sencillez constructiva y la

188 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


neo neo
eficiencia. A un Funcionalismo tomado al pie construidos sin muchas variantes en casi toda NEOGÓTICO. (v. Romanticismo, arquitectura del).
de la letra le bastaba responder a los requeri- la geografía argentina.
mientos del programa para dar por resultado Cuando como producto de la difusión del NEORRENACIMIENTO ITALIANO. m. Estilo ar-
una obra con valores estéticos. automóvil, del aumento del tiempo libre y de quitectónico correspondiente al período del
Así, los mecanismos y repertorios histori- las inéditas inversiones en caminos comenzó Eclecticismo (v.), cuyo rasgo principal con-
cistas que regían la caracterización o permitían a desarrollarse un turismo de masas, las ciu- siste en una recreación de los modelos y mo-
construir las dimensiones significativas de la ar- dades del noroeste comenzaron a construir tivos del Renacimiento italiano. Tuvo impor-
quitectura fueron abandonados sin considerar el escenario “colonial” para el nuevo público. tante repercusión en diversos países europeos
su reemplazo por las tensiones que determina- Por un lado esto acarreó la necesidad de res- y americanos a mediados del siglo XIX.
ron las distintas exploraciones de otros moder- tablecer la dignidad monumental de los pocos
nismos. Para esta interpretación ingenieril del restos genuinamente antiguos y, por el otro, la Se caracteriza por la utilización y la mez-
Funcionalismo, los edificios podían diferen- de ampliar las dimensiones de la escena. cla de elementos decorativos y tipologías deri-
ciarse por tamaño, volumen o por la aparición En este contexto puede comprenderse la cre- vadas de diversas corrientes peninsulares en
dominante de determinados elementos singu- ación en 1939 de la Comisión de Monumentos un mismo edificio o, en otras ocasiones, por la
lares, pero se igualaban en el criterio composi- Históricos, confirmada por ley en 1940. De es- aplicación de modelos pertenecientes a una es-
tivo, en la caracterización y en el repertorio. ta manera, los estudios de los monumentos del cuela regional determinada. Empleado de ma-
Una vez realizadas algunas experiencias co- pasado adquirieron un estatuto institucional y nera masiva en la segunda mitad del siglo XIX,
menzó a advertirse que la fórmula funciona- comenzaron a ser desarrollados con el objeto define la configuración del paisaje urbano de
lista debía ser completada de algún modo. De- de su preservación, con un rigor hasta enton- algunas capitales europeas y es identificado en
be considerarse además que en los años treinta ces no exigido. Paralelamente, a partir de 1939 general como el estilo adecuado para la expan-
se produjo un enorme proceso de ampliación la Academia Nacional de Bellas Artes, de la que sión de la edificación doméstica durante el 1800,
de los organismos de proyecto del Estado, en Martín Noel había sido designado miembro, ya que el tipo de fachada de palacio urbano, en-
sus niveles nacional, provincial y municipal (v. comenzó a publicar su serie de Documentos de sayada durante el Renacimiento, se adapta per-
Ministerio de Obras Públicas). Esta expansión deter- arte argentino, que abordó sistemáticamente los fectamente, por su grado de flexibilidad, a los
minó también la necesidad de establecer me- principales monumentos y comenzó el estudio nuevos programas derivados del crecimiento y
canismos de proyecto relativamente sencillos de zonas o conjuntos de valor (v. Historiografía de la complejización funcional de las ciudades.
y pragmáticos. Basado en unos pocos vocablos la arquitectura; Preservación). El interés por esta corriente, cuyas fuentes
—techos inclinados de tejas españolas, muros Simultáneamente, a partir de la propues- pueden rastrearse en el Neopalladianismo vé-
blancos, ventanas y carpinterías de madera rús- ta del Plan Regulador de Salta presentada en neto y también en el estilo Imperio, se desarrolló
tica, y a lo sumo algún aparato decorativo muy 1938 por Guido y Della Paolera (v.), en esa ciu- en Italia durante el siglo XIX a partir de las re-
simple en los pórticos— , el Funcionalismo ac- dad se sancionó una reglamentación especial formas napoleónicas a la enseñanza y, poste-
tuó de manera similar el repertorio elemen- que determinaba la construcción en “Neoco- riormente, durante el proceso de unificación
tal del “Californiano” para caracterizar obras lonial” de ciertas zonas de la ciudad, como el
de escala doméstica, o de inserción no me- perímetro de la Plaza 9 de Julio, o la calle Le-
tropolitana. Puede decirse que con su vaga alu- guizamón. Y en la misma ciudad, el Estado na-
sión hispánica y su construcción simple, el “Ca- cional también construyó su edificio de ofici-
liforniano” proporcionaba los gestos mínimos nas públicas en este estilo, así como el colegio
para evocar un pasado, una particularidad y nacional y el ya mencionado Hotel de Turis-
unos significados de la “patria”, aptos para mo, a lo que se sumó la estación local del Au-
albergar a las negras vendedoras de tortas fri- tomóvil Club Argentino.
tas, los aguateros y los próceres de yeso a que Otros ejemplos de este tipo de intervencio-
el programa escolar de Rojas había logrado re- nes estatales escenográficas son la gigantesca
ducir la historia argentina. operación del museo y las recovas de acceso a
No es por azar que el Californiano buro- la Catedral de Luján en la Provincia de Buenos
crático fue adoptado con especial convicción Aires, la Municipalidad de Humahuaca (1931)
en los organismos de arquitectura de las fuer- y la casa de gobierno de La Rioja (1937). J. F. L.
zas armadas, caracterizando cuarteles, barrios,
capillas y otros edificios de esa institución. Bibliografía: Á. Guido. Arquitectura hispanoamerica-
El auge de este Californiano burocrático se na a través de Wölfflin. Rosario, 1927; Íd. Orienta-
produjo en la década del cuarenta y fue adop- ción espiritual de la arquitectura en América. Ro-
tado en casi todas las construcciones del tipo sario: Talleres Gráficos La Tierra, 1927; Íd.
mencionado a lo largo de todo el país, entre los Arqueología y estética de la arquitectura criolla.
que se destacan el Hospital de Avellaneda, los Bs. As.: Cleo, 1932; R. Gutiérrez. Presencia y conti-
hogares escuela de Tucumán, Jujuy y Salta, nuidad de España en la arquitectura rioplatense. Bs.
la colonia climática infantil en Termas de Re- As.: Concentra, s/f; R. Gutiérrez, M. Gutman y V. Pé-
yes, Jujuy, y los numerosos barrios, como el rez Escolano (comp.). El arquitecto Martín Noel. Su
Presidente Perón en Saavedra, Buenos Aires, tiempo y su obra. Sevilla: Junta de Andalucía, 1995. u TÍPICA FACHADA DEL LLAMADO ESTILO ITALIANIZANTE.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 189


carácter modesto. Contra esta costumbre, fa-
cilitada por la elevación de la calidad de la ma-
no de obra venida con la inmigración, reacciona
Juan Martín Burgos (v.) en 1880. El problema,
para Burgos, es la renuncia a los conceptos de
“decoro urbano” y “carácter” que provoca es-
ta democratización de la decoración arquitec-
tónica en el conjunto de la edilicia. La clara dis-
tribución, la economía de medios decorativos,
la graduación necesaria para entender a la ciu-
dad como un gran libro de signos arquitectó-
nicos que expresa categorías y funciones, es lo
que comienza a desaparecer a mediados de la
segunda mitad del siglo XIX con la populari-
zación de esta corriente. De allí que podamos
afirmar que con el Neorrenacimiento italiano
ingresa en el campo local el germen de la di-
solución del sistema clásico y su estructura de
jerarquización.
u FRENTE DEL PALACIO SAN JOSÉ PROYECTADO POR PEDRO FOSSATTI EN CONCEPCIÓN DEL URUGUAY, ENTRE RÍOS. El cambio en la edificación doméstica es-
tablece dos niveles de operación con resulta-
política de ese país. Los cambios y las exigen- grandes dimensiones y más amplios y solem- dos diversos. Por un lado, la ornamentación
cias de renovación generaron en el ámbito aca- nes espacios. Consolidada en Italia a mediados generalizada de las fachadas se hace presente
démico un debate que asumió tonos polémicos. del siglo XIX, esta corriente se difundió por di- cuando la noción neoclásica de la regularidad,
En efecto, a pesar de los esfuerzos por re- versos países europeos con singular éxito. asociada a la primera etapa del saber higiéni-
conocer una identidad común, el fenómeno En la Argentina, el Neorrenacimiento ita- co, empieza a entrar en crisis. (v. Poscolonial). Ya
del revival (v.) en Italia planteó caminos regio- liano, que la historiografía ha calificado en ge- no se manifiesta como tan necesaria la aline-
nales de carácter contrapuesto. La lucha por la neral como “estilo italianizante”, se asocia al fe- ación rectilínea de las calles, la ausencia de or-
hegemonía emprendida por diversos grupos nómeno de expansión urbana y sobre todo a la namentación, la prohibición de salientes y bal-
culturales produjo efectos divergentes, como inmigración, cuya mano de obra —se supone— cones, debido a que va desapareciendo la
la adhesión a un purismo de tradición rena- importó directamente de Italia esta modalidad. obligación —derivada del concepto del aire y
centista, que corresponde a nuestro caso, el re- Puede decirse que esta tendencia estética el agua como portadores excluyentes de las en-
torno al Paleocristiano en Florencia y Roma, o comienza a manifestarse claramente en el ám- fermedades—, de una edificación regular.
bien la valorización del medioevo en Vene- bito local a partir de Caseros, como corolario Por el otro, esta redefinición del lenguaje
cia, alimentada por las influencias de Ruskin. de los aires de renovación que se viven con la arquitectónico no significa un cambio en la or-
Sin embargo, la perpetuación de ciertas te- caída de Rosas y que justifican, como podemos ganización del hábitat local, una transforma-
máticas propias de la cultura arquitectónica de leer en algunos escritos de la época (Sarmien- ción de las tipologías o del tamaño de las par-
las últimas décadas del siglo XVIII: la condena to, Schiaffino), una necesaria ruptura en el celas. Al contrario, el nuevo modo estilístico
al Barroco-Rococó, el rechazo al “Borrominis- campo del gusto. debe adaptarse para cubrir necesidades for-
mo” y la admiración por Palladio son cuestio- Durante aproximadamente 30 años, el Ne- males impensadas en sus centros de origen.
nes decisivas que explican el desarrollo masivo orrenacimiento predomina sobre cualquier otra Fachadas demasiado estrechas para contener
de esta forma estilística y su pervivencia. corriente y se constituye en la herramienta fun- una modulación de órdenes y aberturas rit-
El modo de difusión del Neorrenacimiento damental de buena parte de los arquitectos de madas, largos desarrollos de viviendas en plan-
es el debate académico. La Academia de San la época. La mayoría de los profesionales ac- ta baja, donde es imposible reproducir las re-
Luca en Roma, paso obligado de los pensio- tuantes de origen predominantemente italia- glas clásicas, son elementos que obligan a
nados de las diversas academias nacionales y no, alemán, inglés, sumados a los pocos ar- organizar el sistema con ductilidad, produ-
regionales, se transformó en protagonista prin- quitectos argentinos que intervienen en el ciendo resultados diversos en relación con lo
cipal. Allí triunfó una suerte de purismo o his- período, consideran este estilo como el más sucedido en otras latitudes.
toricismo ecléctico, erudito y conservador, con adecuado para las condiciones locales.
prevalencia del Neocinquecento, latente durante Por otra parte, la aparición de esta corrien- CONTENIDOS ESTILÍSTICOS.
el período del llamado Neoclasicismo romano. te marca un cambio, ya que amplía el campo Los recursos lingüísticos utilizados son de
En la construcción de esta nueva vertiente his- de la ornamentación arquitectónica a las cons- una amplia variación ornamental, pero parten
toricista se filtraban modos más modernos de trucciones domésticas. Mientras el Neoclasi- de un esquema básico: la secuencia de arcos de
concebir el espacio arquitectónico, aspectos cismo se había preocupado sólo por la deco- medio punto, encuadrados por molduras o flan-
constructivos nuevos, materiales como el hie- ración de las viviendas importantes, con el queados por medias columnas o pilastras. El
rro, complejas exigencias de confort, de higie- Neorrenacimiento italiano aparece la modali- resto de la decoración de la fachada implica una
ne, comodidad, nuevas tipologías edilicias de dad de ornamentar también las viviendas de cornisa en correspondencia con el orden em-

190 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


neo neo
pleado como límite de la terraza, y la utilización de observarse en esta obra es la eliminación de
de balaustradas. También es habitual el uso de las proporciones originales por razones pro-
rejas de barrote redondo y guarniciones de plo- gramáticas. Como ya habíamos destacado, la
mo o metal blanco, y las puertas cancel, de no- utilización de esta modalidad no implica la mo-
table trabajo en herrería de procedencia anda- dificación de los modos tipológicos locales. La
luza (v. Hierro). A ello debe agregarse una versión pérdida de un amplio basamento y de dimen-
más modesta, propia de la construcción po- siones más holgadas para organizar el piano
pular, que se manifiesta en la utilización de pi- nóbile (no existen aquí mezanini), junto a la
lastras y cornisas que ritman tenuemente los costumbre de desarrollo de las viviendas y aun
muros, enmarcando ventanas rectangulares con edificios públicos en una sola planta, son ele-
pocos detalles decorativos. Este sistema de or- mentos que alteran sustancialmente las ca-
ganización ornamental, en todas sus variantes, racterísticas del modelo.
se hace posible gracias a la novedosa aparición, La segunda etapa corresponde a la popula-
en concordancia con esta corriente, de piezas rización del estilo y es la más abundante en
trabajadas in situ mediante moldes metálicos ejemplos. Podemos citar en Buenos Aires: el
que pueden recibir material fresco, y de orna- edificio del Banco Hipotecario (1872-1876),
mentaciones arquitectónicas realizadas previa- la Facultad de Derecho (hoy Museo Etnográfi-
mente en terracota: capiteles, medallones, put- co), de P. Benoit, la Curia Eclesiástica (1862),
tini, hojas de acanto, guirnaldas, etc., que el Banco de Londres (1867), de F. Moog (v.),
terminan por organizar de modo más flexible u PATIO INTERIOR DE LA CASA ROSADA. la Bolsa (1861), el primer Hospital Italiano de
las fachadas de acuerdo con las necesidades o J. A. Buschiazzo (1855-1872), la Casa Rosada
características del edificio. En todos ellos el uso de la ornamentación (1880), de Kihlberg (v.), y Tamburini (v.), etc.
Si bien no debemos olvidar que esta mo- respeta ciertas reglas de contención y austeri- En este período puede reconocerse la in-
dalidad, tal como la describimos, está presen- dad. Ejemplo paradigmático en esta región — fluencia de la cultura politécnica norditaliana
te en algunos de los proyectos de Carlo Zucchi y primer edificio significativo realizado en es- a través de dos tipos de conductas: una más
(v.) realizados entre 1830-1837, su generaliza- ta corriente— es el Palacio San José, residencia vinculada al Neoclasicismo, que asienta sus
ción es posterior. Según hacen notar Martini de J.J. de Urquiza, proyectado por Pedro Fos- criterios compositivos en la referencia tipoló-
y Peña, el uso de este estilo tiene dos momentos satti (v.). A esta realización debemos agregar la gica a la Antigüedad clásica (es el caso de Ni-
fundamentales que se desarrollan después estancia saladero de Santa Cándida y la cate- colás Canale (v.), autor de las iglesias de la Pie-
de la caída de Rosas. dral de Concepción del Uruguay. La casa de dad y la Inmaculada Concepción de Belgrano,
El primero corresponde al período inme- Urquiza, constituida como una “villa rústica”, en Buenos Aires, además de los edificios pú-
diatamente posterior a 1852 y está marcado por según lo que indica la tradición de la Anti- blicos para el pueblo de Adrogué); otra ligada
la influencia cercana del Neoclasicismo. Los edi- güedad y la tratadística —hay un modelo muy al proceso de creación de escuelas de aplica-
ficios de esta etapa tienen una mayor conten- similar en el tratado de Scamozzi—, ejempli- ción, universidades e institutos superiores (Mi-
ción ornamental y las normas de esta corrien- fica todas las características que asumirá el es- lán, Turín, Pavia, etc.), en los que prevalecen
te se mantienen fuera del campo de la edilicia tilo en el ámbito local. Lo fundamental que pue- los aspectos técnicos de higiene y confort, la
común. Ejemplos de este período son: las obras
de Eduardo Taylor (v.), como el palacio Muñoa,
luego Club del Progreso (1856), el edificio ane-
xo de la Aduana (1854), la Quinta Azcuénaga de
Prilidiano Pueyrredón (v.), la sede de la Uni-
versidad, atribuida a Carlos Pellegrini (v.), la Le-
gislatura (1863), de Jonás Larguía (v.), la Igle-
sia de Monserrat, todos ellos en Buenos Aires
En el Litoral, a partir de la temprana pre-
sencia de exiliados garibaldinos, es donde en-
contramos en este primer momento otra serie
de edificios significativos, sobre todo a partir
de la creación de la Confederación y las nece-
sidades de nuevas construcciones para alber-
gar a sus autoridades en Paraná. Entre los más
importantes pueden citarse la Residencia de
Urquiza, la Casa de Gobierno (1857-1859), las
Cámaras de Diputados y Senadores, etc.; casi
todas obras de S. Danuzio (v.), a los cuales de-
ben agregarse el teatro Tres de Febrero (1852-
1853) del arquitecto José Guirce. u FACHADA ACTUAL DE LA CASA ROSADA SOBRE LA PLAZA DE MAYO EN BUENOS AIRES.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 191


utilización de nuevos materiales y el uso de las constante crecimiento. La aparición de la in- más dentro de un repertorio cada vez más vas-
tipologías con un criterio menos historicista migración italiana y el alto porcentaje de sus to y complejo. De todos modos, puede seguir-
de caracterización según el destino: este sería componentes dedicados a la construcción po- se su evolución en la obra posterior tanto de
el caso de Juan A. Buschiazzo (v.). sibilitaron esta mutación estructural en los Morra (v.) como de Tamburini (v.), y en la ver-
Partiendo de cualquiera de estas dos co- modos de edificar, a lo cual hay que agregar sión regional (toscana) de Broggi (v.).
rrientes, el Neorrenacimiento se convierte en la importación de materiales y los cambios tec-
el estilo excluyente de las construcciones insti- nológicos antes citados. HISTORIA DE LA CRÍTICA.
tucionales. Entre 1870 y 1885 se realizan innu- Sin embargo, esta hipótesis puede llegar El inicio de los estudios acerca de esta te-
merables edificios con esas características. No a redefinirse si comparamos la producción lo- mática y de la arquitectura de la segunda mi-
pueden dejar de mencionarse, por su trascen- cal con otras de América Latina, en las cuales tad del siglo XIX se debe, en buena parte, a
dencia: en Corrientes, la Catedral (1854-1865), encontramos los mismos estilemas y el mis- Mario Buschiazzo (v.) y al grupo de investiga-
las iglesias de Nuestra Señora de la Merced mo modo técnico de producción, sin que me- dores del IAA que, bajo la guía de H. Pando
(1856-1858) y San Francisco (1858-1867), el te- die para ello la existencia de una masiva in- (v.), llevaron a cabo una exhaustiva indagación
atro Torres de Vera (1858-1862) y el Cabildo o migración peninsular. acerca de esta arquitectura en Buenos Aires.
Legislatura Provincial (1856-1859), todas obras El cambio fundamental que hace a la lenta Como resultado de ello se publicaron dos li-
de Nicolás Grosso (v.). En Catamarca, la Casa desaparición de este estilo cuando había al- bros y numerosos artículos sobre el tema. Pos-
de Gobierno (1857-1859), la terminación de la canzado mayor desarrollo y profusión orna- teriormente, Martini y Peña volvieron a tratar
Catedral (1862-1875), la construcción del Cole- mental se genera a partir de la aparición, a me- la cuestión en su trabajo sobre la ornamenta-
gio Nacional (1876), la Escuela Normal (1878) diados de los ochenta, de otras formas culturales ción en la arquitectura porteña, y lo llamaron
y el Seminario Conciliar (1882-1891), del ita- en el campo de la arquitectura y de las artes vi- por primera vez “Arquitectura italianizante”,
liano Luis Caravatti (v.). En Santiago del Estero, suales. Estas nuevas modalidades no solo res- aunque el término había sido acuñado por M.
la Jefatura de Policía (1867) y la Catedral (1868- ponden a una mutación en los gustos de la eli- Buschiazzo (v.) para caracterizar la arquitectu-
1878), de los hermanos Cánepa (v.). te hacia los estilos de matriz francesa, sino a ra de E. Taylor (v.). Con ese nombre se ha aso-
En cuanto a la edificación doméstica, más una nueva composición de la sociedad que, ciado a este estilo durante los últimos 30 años.
allá de algunas modificaciones en las tipologí- cumplido en parte el proceso inmigratorio, in- En el mismo trabajo, Peña y Martini intentan
as y la mayor complejización de los programas, corpora estilos nacionales representativos de precisar sus características ornamentales y su
la diferencia estuvo dada en la ornamentación empresas, comunidades o asociaciones de ori- relación con los materiales decorativos, ade-
de fachadas, zaguanes e interiores y en la ex- gen extranjero. A ello debemos agregarle, den- más de explicitar una posible periodización
tensión de este estilo aun a las construcciones tro de la cultura arquitectónica, la generaliza- del mismo. Ulteriormente R. Gutiérrez (v.) y
más modestas. ción de los historicismos y del Eclecticismo (v.), G. Viñuales, en algunos de sus trabajos, han
Este cambio se vio avalado por la modifi- propios de la crisis final del sistema clásico. El podido determinar la expansión y el grado de
cación de la mano de obra encargada de cons- Neorrenacimiento pasa de ser una corriente desarrollo de esta corriente tanto en las pro-
truir el parque habitacional de las ciudades en hegemónica a constituirse en una alternativa vincias del Litoral como en las del nordeste.
En un articulo reciente, A. Nicolini (v.) ha tra-
zado una genealogía de esta modalidad esti-
lística y ha propuesto rebautizarla con el nom-
bre de “Neoclasicismo tardío” en vez de
“italianizante” o, simplemente, “Neorrenaci-
miento”. De todos modos, más allá de las cues-
tiones generales: el grado de difusión y un prin-
cipio de periodización, no se ha avanzado
todavía en profundidad en la consideración de
este fenómeno. F. A / C. S.

Bibliografía: AA.VV. Arquitectura del Estado de Bue-


nos Aires (1853-1862). Bs. As.: IAA, 1965; AA.VV. La
arquitectura en Buenos Aires (1850-1880). Bs. As.,:
Cuadernos de Buenos Aires, XLI, Municipalidad
de la Ciudad de Buenos Aires, 1965; J. X. Martini, J.
M. Peña. La ornamentación en la arquitectura de
Buenos Aires. Bs. As.: IAA, 1966; R. Gutiérrez. La Ar-
quitectura de la Confederación en el Litoral flu-
vial. Resistencia: UNNE, 1973; G. Brandariz. Pre-
sencia italiana en la arquitectura argentina
(1850-1930). En mímeo, 1995; A. Nicolini. “Neocla-
sicismo tardío en Hispanoamérica”. En: Anales del
u CASA DE LA MONEDA ANTIGUA SOBRE LA CALLE MÉXICO EN EL CASCO FUNDACIONAL DE BUENOS AIRES. IAA. n.º 35-36, 2000-2001.

192 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


neo ner

u PROYECTO DE PIER LUIGI NERVI PARA UN HANGAR DEL AEROPUERTO MINISTRO PISTARINI, EZEIZA, BUENOS AIRES.

NERVI, PIER LUIGI. Sondrio (Italia), 1891 - Ro- En 1949 participó en la licitación de han- de la obra de PLN cuando se lo presenta al pú-
ma, 1979. Ingeniero. Fue uno de las más gares parta el Aeropuerto de Ezeiza, aunque blico argentino es su defensa de la estática ex-
prestigiosos proyectistas estructurales de la su proyecto no llegó a tiempo a Buenos Aires. perimental, con el argumento de que el ca-
segunda mitad del siglo XX. Su trabajo tuvo PLN había realizado ocho experiencias de cons- mino analítico “traba la imaginación”. PLN
directa relación con el Instituto de Arquitec- trucción de hangares en 1939 y ensayaba aquí había conseguido establecer un puente entre
tura de Tucumán (v.) y el grupo de profesores una aplicación del sistema que había utilizado arquitectos e ingenieros, en la medida en que
italianos que se desempeñaron en el mismo. para el Palacio de Exposiciones de Turín en presentaba a la arquitectura como síntesis de
1945, en el que cubría una luz de 100 m me- “ciencia y arte del construir”. Su reivindicación
Pier Luigi Nervi (PLN) se graduó como In- diante un sistema ondulado de ferrocemento de un punto de partida sintético intuitivo se
geniero Civil en la Universidad de Bologna en con piezas prefabricadas. En el proyecto de fundamentaba en el reconocimiento del “com-
1913 y fue profesor en la Universidad de Roma Ezeiza la luz hubiera sido de 180 metros. plejo mundo de fuerzas, de deformaciones y
y conferencista o profesor visitante en nume- En 1950 PLN visitó Buenos Aires, invitado de adaptaciones” en el que debía sumergirse
rosas universidades del mundo; entre sus re- por la Facultad de Arquitectura de la UBA. Sus la obra contemporánea. “En este mundo —sos-
conocimientos internacionales se destacan la conferencias fueron publicadas un año más tenía— penetra en forma más rápida y ope-
medalla de oro del American Institute of Ar- tarde con el título de El lenguaje arquitectónico. rante la comprensión intuitiva antes que el for-
chitects (1964), del Institute of Structural En- Para comprender el interés de la Facultad mulismo matemático, que es por su naturaleza
gineers de Londres (1968) y de la Académie por la ingeniería estructural italiana es nece- incapaz de aprehender elementos que no son
d’Architecture de París (1973). Sus obras más sario aludir a las condiciones de la enseñan- traducibles en definidas acciones de magnitud
significativas son el Estadio Comunal de Flo- za de la arquitectura en Buenos Aires (v. Ense- y dirección”. De este modo su revolucionaria
rencia (1930), el salón principal del Palacio de ñanza de la arquitectura). Hasta 1947, cuando se concepción técnica se articulaba con la tradi-
las Exposiciones de Turín (1948), el Palazzo funda la Facultad, los arquitectos habían te- ción académica francesa del Parti —la idea glo-
y Palazzetto dello Sport en Roma (1956-1958) nido una formación híbrida con componentes bal que debe iniciar el proceso de proyecto—,
y el Aula para audiencias pontificias en Ciu- politécnicas y de Beaux Arts. Egresaban como instalada en el “polo beaux arts” de nuestra Es-
dad del Vaticano (1966). ingenieros en la especialidad de arquitectura, cuela, como también lo hacía la idea del pro-
La relación de PLN con la Argentina se es- pero no había diferencias en las incumbencias tagonismo estructural con el “polo politécni-
tableció en primer lugar a través del empren- profesionales. Es comprensible entonces que co” de la misma tradición. Y no es ajeno a esta
dimiento de la Universidad de Tucumán. En en el momento en que se buscaba consolidar influencia el hecho de que en Buenos Aires
1948, el ingeniero italiano, que dirigía el La- la autonomía conseguida se procurara esta- fueron los factores estructurales —más que los
boratorio de Ensayo de Materiales del Poli- blecer una forma “arquitectónica” de concebir económicos, sociales o puramente teóricos—
técnico de Milán, fue contratado para calcu- las estructuras, que diera al proyecto un rol do- los que con mayor vigor condicionaron las pri-
lar las estructuras del proyecto de Campus de minante, subordinando a la ingeniería. meras expresiones modernistas.
dicha Universidad. Así, el principal aspecto que se reivindica De este modo, la relación entre preocupa-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 193


ción constructivo-estructural y principios aca-
démicos de composición, típicos de la vieja Es-
cuela, no era antagónica con el Clasicismo de
PLN, que hizo de la suya “una arquitectura nue-
va en las formas estructurales y antiquísima
en la articulación espacial”. En este sentido
PLN no solo constituía un puente entre ar-
quitectos e ingenieros sino que se presentaba
también como una posibilidad de articulación
entre viejas y nuevas tendencias.
En relación con el grupo que operaba en Tu-
cumán, PLN parece haber cubierto un doble
rol. Por un lado, su teoría actualizaba el prota-
gonismo estructural que todos sus integrantes
habían recibido inicialmente de Choisy. Pero
también daba pie para reforzar el incipiente Or- u PLANIMETRÍA DE LA CIUDAD DE NEUQUÉN DE MEDIADOS DEL SIGLO XX.

ganicismo, en tanto sostenía que las estructu-


ras resistentes debían ser consideradas “como El Comoé, nombre con el que los mapuches tenta poner a Neuquén a la altura de su estatus
organismos vivos”. De todos modos, el aspec- conocían la región que hoy ocupa la Provincia de capital. En 1905 se inaugura una sucursal
to más concreto de su colaboración consistió del Neuquén, contaba, a fines del siglo XIX, con del Banco Nación y se crea el Consejo Muni-
en la relación establecida entre el Instituto de una de las poblaciones indígenas más nume- cipal. En 1916 se construye la casa de gobierno,
Arquitectura y Urbanismo de la Universidad rosas de la Argentina. La llamada “Campaña al que es terminada en varias etapas. Su fachada
de Tucumán (v.) y el Laboratorio de Ensayos y Desierto”, llevada a cabo en 1879, impactó fuer- con reminiscencias medievales se destaca en
Modelos del Politécnico de Milán. En su pro- temente en la realidad social y territorial de es- un medio caracterizado, en sus primeras dé-
yecto para la CUT, el IAU puso en práctica al- ta región. La presencia militar se hizo sentir con cadas, por la modestia de las construcciones.
gunas de las ideas ya mencionadas, y de este la instalación de numerosos fortines. En estre- Con la puesta en servicio de una infraes-
modo la estructura del edificio para residen- cha relación con esta cadena de asentamientos, tructura de riego para toda la zona de Con-
cia estudiantil fue concebido a la manera de las se funda en 1887 Chos Malal, que fue conver- fluencia, comienza en 1927 el desarrollo de la
ramas de un árbol, modelo que también se si- tida al año siguiente en capital del Territorio del fruticultura, actividad que empezaba a des-
guió en la concepción del módulo básico de la Neuquén. Transcurrida menos de una década arrollarse también en el vecino valle del río
estructura del Centro Cívico. y dada su ubicación poco accesible, el gober- Negro. Dichas obras habían sido comenzadas
La introducción de la “prefiguración sinté- nador Bouquet Roldán decide trasladar la ca- en 1910 como parte de la política de fomen-
tica” versus la concepción analítica fue deter- pital a un paraje conocido como Confluencia, to de los territorios nacionales iniciada por
minante de la necesidad de construir también en el extremo oriental del territorio, donde los Exequiel Ramos Mejía, ministro de obras pú-
en Tucumán un laboratorio de ensayo de ma- ríos Limay y Neuquén se unen para formar el blicas de la Nación, y en su proyecto y direc-
teriales, en la medida en que la modelística ex- río Negro. Desde la creación de la Estación Neu- ción se destacaban el ingeniero Cipolletti y va-
perimental constituye la apoyatura pragmáti- quén en 1902, este paraje contó con la ventaja rios ingenieros de la Compañía del Ferrocarril
ca del momento intuitivo de la ideación. Por de estar conectado con Buenos Aires a través del Sud, principal ejecutora de las obras de rie-
este motivo, la colaboración con el Politécnico del Ferrocarril del Sud. go. En la década de 1930 esta compañía de ca-
no se limitó al cálculo y a la producción de mo- En 1904 se funda el pueblo de Neuquén co- pitales ingleses alcanza un importante pro-
delos, sino que se amplió con la participación mo nueva capital del territorio. Si bien existía tagonismo dentro del sector frutícola, tanto
de uno de los principales colaboradores de PLN, allí un caserío que se había formado en torno en la faz técnica, con la creación de una cha-
el ingeniero Luis Oberti, en la construcción de de la estación, el gobernador decidió ignorar cra experimental, como en la faz comercial a
un Laboratorio local. J. F. L. su existencia haciendo demarcar, al norte de través de la empresa subsidiaria Argentina
las vías, un trazado en damero cuyo centro es- Fruit Distributors. De esta manera, las tierras
taba enfatizado por cuatro diagonales concu- alrededor de la ciudad de Neuquén comien-
NEUQUÉN. Ciudad capital de la provincia ho- rrentes. El trazado preveía también un amplio zan a subdividirse para dar paso a la creación
mónima, fundada oficialmente en 1904. Ubi- bulevar en sentido norte-sur. Posteriormente, de numerosas colonias agrícolas que encuen-
cada a 1265 km de la ciudad de Buenos Ai- a partir de la extensión de dicho bulevar, se am- tran en la fruticultura su actividad principal.
res, se encuentra emplazada cerca de la unión plía la planta urbana hacia el sur e incluye la El paisaje del valle que sirve de marco a la ciu-
de los ríos Neuquén y Limay. Con 224.685 playa de maniobras del ferrocarril. El plano re- dad comienza a transformarse: los canales de
habitantes en 2001, Neuquén pasó a ser la sultante fue un cuadrado de 12 x 12 manzanas, riego, las plantaciones con su disposición en
ciudad más populosa de la Patagonia y cen- en el que el área de convergencia de las dia- hilera y los álamos que bordean el límite de
tro de un área de influencia que incluye al Al- gonales había quedado desplazada hacia el nor- las propiedades y resaltan en verde la cuadri-
to Valle del Río Negro; al sumar cerca de me- te, con la consiguiente perdida de su centrali- cula rural fueron conformando el paisaje de
dio millón de habitantes, constituye el área dad respecto del trazado general. las chacras, un área verde en contraste con las
más densamente poblada de la región. En los primeros años el progreso edilicio in- mesetas semidesérticas circundantes. El rie-

194 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ner neu
go permitió también la forestación de calles dades de Plottier, Centenario y Cipolletti y, gra- para la preparación de una propuesta de re-
de la propia ciudad. En este período se cons- vita también, dada su concentración de servi- novación urbana. En la última, se señala la ne-
truye el primer puente carretero entre Neu- cios, sobre toda la zona del Alto Valle, tanto en cesidad de aprovechar estos terrenos para la
quén y el valle del río Negro, obra que co- la sección neuquina como en la rionegrina. consolidación del centro de la ciudad, mediante
mienza a consolidar la creciente unión de La expansión se produjo en varias direc- la provisión de los servicios y el equipamiento
ambas zonas valletanas. ciones: hacia el norte por sobre la barda de la faltantes, y se propone unir los sectores norte
El rol de centro de servicios de esta emer- meseta y hacia el sur hasta el límite del río y sur a partir de dividir los terrenos en cuatro
gente zona rural, sumado a la construcción de Limay. El crecimiento en estas dos direcciones “super manzanas” que dan continuidad a la
nuevos edificios públicos luego de la provin- tuvo como eje al bulevar norte-sur (hoy ave- cuadrícula circundante. Recién en 1986, lue-
cialización del territorio del Neuquén en 1955, nidas Argentina y Olascoaga). Dada la presencia go de ser trasladadas las instalaciones ferro-
no alcanza a dar a la ciudad impulso suficien- de fuertes límites, como el río Limay al sur y viarias, se inaugura allí parte del denominado
te, de manera que en la década de 1950 Neu- el río Neuquén al norte, así como el límite re- Parque Central, que incluye escuelas, áreas ver-
quén era una ciudad con un modesto desarrollo lativo que constituye la meseta, la mayor ex- des y de estacionamiento, y un museo que su-
edilicio y con una población que no superaba pansión se produjo en dirección oeste, si se to- puso la recuperación de un viejo galpón fe-
los 30.000 habitantes. ma como eje la ruta 22 que corre paralela a las rroviario. En 1988 la sección este del Parque
En 1960, con la realización de importantes vías del ferrocarril. Convertida hoy en una an- Central fue objeto de un concurso de ante-
obras hidroenergéticas como El Chocón, se pro- cha avenida, el eje este-oeste divide hoy en dos proyectos para la construcción del llamado Cen-
duce un crecimiento importante, cuyo ritmo se a toda la ciudad como lo hacían, con anterio- tro Cultural Patagónico.
acelera con la explotación de hidrocarburos ridad, las vías del ferrocarril y su playa de ma- La baja densidad de ocupación de la plan-
en la década siguiente. Este crecimiento va niobras. A medida que la ciudad fue crecien- ta urbana, sumada al carácter disperso del cre-
acompañado por políticas de radicación indus- do y que la infraestructura ferroviaria perdió cimiento, ha llevado a la ocupación de gran-
trial y por una gran expansión del sector de la importancia, los terrenos del ferrocarril cons- des superficies de las tierras fértiles del valle.
construcción. De esta manera, entre 1970 y tituyeron un gran vacío en el centro mismo de Este crecimiento horizontal, a expensas de la
1980, Neuquén ve duplicar su población, y lle- la ciudad. La preocupación de las autoridades tierra agrícola, planteó la necesidad de con-
ga a concentrar con su zona de influencia casi provinciales frente a esta situación llevó en 1973 trolar el proceso de dispersión. De esta ma-
un 60% de la población de la provincia. En a la elaboración de un “esquema de utilización” nera, se ha comenzado a densificar el área
este proceso, la ciudad se ha ido convirtiendo de dichos terrenos, y en 1975 a la contratación ya ocupada, lo que se tradujo en la construc-
en centro de una área que incluye a las locali- de los arquitectos Crespo, Lebrero y Miranda ción de edificios en altura en un número in-

u VISTA ACTUAL DE LA CIUDAD DE NEUQUÉN DESDE EL CENTRO HACIA LA ZONA ESTE.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 195


usual para el tamaño de la ciudad. Se ha pro- tuto Argentino de Investigaciones en Histo- históricos y la actuación en importantes insti-
puesto también el crecimiento hacia el norte, ria de la Arquitectura y Urbanismo (1978-1981). tuciones vinculadas a la puesta en valor de
superando el límite de la meseta. Como pun- Es autor de numerosas publicaciones so- manifestaciones del pasado colonial y al des-
tal de esta proyectada expansión podemos men- bre temas de historia de la arquitectura en la arrollo de las bellas artes. La articulación de
cionar el proyecto de los arquitectos Baudiz- Argentina y y en Latinoamérica. Sus investi- estas actividades se basa en su inalterable
zone, Lestard y Varas (v.) para la construcción gaciones están ligadas con la arquitectura y el propósito de promover el “rescate” de una tra-
del Shopping Neuquén, un gran centro de urbanismo del NOA y la historia de ciudades dición cultural identificada con el legado his-
compras por complementarse con un hotel y y regiones del subcontinente. Entre ellas se pano y su idealizada “fusión” con el arte pre-
un centro de convenciones. destacan: Estudios sobre urbanismo latinoame- colombino, algo que a partir de la década de
Conocido localmente como el Gran Neu- ricano (1990), Centros históricos de América La- 1910 encontró gran interés dentro de la éli-
quén, el conjunto urbano que esta ciudad re- tina (1990) y Arquitectura Neocolonial, Améri- te local, quien identificó allí a un importante
presenta, sumado a su centralidad dentro de ca Latina, Caribe y EE.UU., 1994. factor cultural que podía contribuir a homo-
la región, ha llevado a algunos urbanistas a re- geneizar una conflictiva sociedad aluvional.
conocer en él la existencia de una área metro-
politana en formación. F. W. NOEL, MARTÍN. Buenos Aires, 1888 – Íd., 1963. Proveniente de una familia de inmigrantes
Arquitecto, historiador del arte hispanoame- españoles enriquecidos con la industria y el co-
Bibliografía: W. Rogind. Historia del Ferrocarril Sud. ricano, ensayista y político. Alcanzó relevancia mercio, MN fue una arquetípica figura del cam-
Bs. As.: 1937; “De renovación urbana”. En: revista en nuestro país al constituirse en el principal po cultural local de las primeras décadas del si-
summa. n.° 91-92, 1975; C. A. Vapnarsky. “Un área me- impulsor del estilo Neocolonial (v.). Su vasta glo XX; ejemplo de burgués de familia extranjera
tropolitana singular: el Alto Valle de Río Negro y actividad comprende, además de la produc- que se convierte en un referente cultural des-
Neuquén”. En: J. Wilheim, F. Calderón y otros. Me- ción de emblemáticas obras de arquitectura tacado. En el marco de la apertura política ini-
dio ambiente y urbanización. Bs. As.: 1982; “Pro- en este estilo, la protagónica intervención en ciada con la Ley Sáenz Peña, que llevó al radi-
yecto para el Parque Central”. En: revista summa. la Comisión de Estética Edilicia, encargada de calismo al poder, MN llegó a ser uno de los
n.° 237, 1987; C. A. Vapnarsky y E. Pantélides. La for- formular el Proyecto Orgánico para la ciudad máximos exponentes de la orientación artísti-
mación de un área metropolitana en la Patagonia. de Buenos Aires, la creación de monumentos ca que enmarcó, a partir de las celebraciones
Bs. As.: 1987; “Complejo Cultural Patagónico”. En: del Centenario de la Revolución de Mayo, la en-
revista summa. n.° 290, 1991; AA.VV. Neuquén, una fática búsqueda de valores “nacionales”.
geografía abierta. Neuquén: 1996; J. M. Raone. Re- En este sentido, MN representa la primera
seña histórica. Ciudad de Neuquén: 92 aniversario, reacción de importancia contra un modelo en
1996; Casa de la Provincia del Neuquén. Folleto de el que hegemonizó la cultura francesa, em-
Historia. n.° 1. Bs. As.: 1998. blematizado en la arquitectura por la enseñanza
académica y la permanente referencia a la Ecó-
le des Beaux Arts. Esta reacción partía de una
NICOLINI, ALBERTO. Buenos Aires, 1931. Ar- mirada al pasado, para sublimar a aquellas ma-
quitecto e historiador de la arquitectura y la nifestaciones que daban cuenta de un ideali-
ciudad. Especialista en historia de la arqui- zado momento de dominación española. Aun
tectura y el urbanismo del NOA y en historia así, esta construcción ideológica, que definiría
urbana latinoamericana. el corpus teórico de la vasta producción poste-
rior de MN, surgió luego de comenzar este un
Se graduó en la FAU-UBA en 1958 e in- itinerario académico formativo.
mediatamente se trasladó a Tucumán, donde MN inició su cursus honórum en París, en
reside desde entonces. Es desde ese año pro- l‘Ecóle Special d‘Architecture, donde se gra-
fesor titular de Historia de la Arquitectura y el duó en 1909, para continuar luego sus estu-
Urbanismo de la UNT. Es profesor consulto dios en la École des Beaux Arts. En París pro-
de Historia de la Arquitectura Argentina y Con- dujo sus primeros trabajos y obtuvo sus
temporánea de la Universidad Nacional de Tu- primeras distinciones (Medaille “Des Ancien
cumán, donde ha desarrollado su carrera co- Eleves” de la École Special d‘Architecture, 1910,
mo docente e investigador. En esa casa de y Mention d’Honneur en el Salon des Artistes
estudios fue director del Instituto de Historia Françaises, 1911). Por encargo de su padre re-
de la Arquitectura. Es académico correspon- alizó el Pabellón de la Fábrica Noel para la Ex-
diente de la Academia Nacional de Bellas Ar- posición Industrial del Centenario —monta-
tes y miembro del directorio del Fondo Na- da en el Parque Tres de Febrero—, trabajo por
cional de las Artes. Ha sido profesor invitado el que recibió la Medalla de Oro en la Sección
en las universidades de Buenos Aires, Mar del Industrial. También desde París realizó el pro-
Plata, en la Pablo Olavide de Sevilla y en el CE- yecto de una villa en el Tigre, donde los Noel
CRE de Salvador (Bahía). iniciaron la explotación frutícola para diversi-
Miembro fundador y Presidente del Insti- u FRAGMENTO DE UNA DECORACIÓN NEOCOLONIAL. ficar los insumos básicos de la gran fábrica de

196 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


neu noe
chocolates y dulces montada, de la que Martín
sería más tarde presidente. En este proyecto se
evidencia una clara adscripción al sistema clá-
sico, al igual en el pabellón de la Fábrica Noel,
aunque aquí queda un tanto ocluida por las re-
sonancias Art Nouveau de su imagen exterior.
Luego de su etapa formativa en París, el tra-
dicional viaje instituido para conocer la arqui-
tectura clásica griega y romana, en MN se tras-
tocó por un itinerario seguido por el Alto Perú,
donde registró el legado cultural del período de
dominación hispana, que veía particularmen-
te reflejado en la “auténtica tradición de la ar-
quitectura religiosa”, que América había reco-
gido para portar el “estandarte de fe redentora
del catolicismo”. A ello se agregó una estadía
en España que, antes de retornar definitiva-
mente a Buenos Aires en 1913, lo interesó por
las cualidades estéticas del caserío vasco y la ar-
quitectura doméstica andaluza. Una vez en la
Argentina, MN rápidamente se vinculó con im-
portantes figuras de la elite, particularmente
con quienes como Manuel Gálvez y Ricardo Ro-
jas se constituyeron en los máximos referentes
de la vertiente literaria encargada de afirmar
una idea de Nación desde el cuestionamiento
al cosmopolitismo metropolitano. Dentro de
esta corriente, MN aportó su búsqueda ar-
queológica de formas ligadas al pasado hispa- u ABSIDE DE LA CAPILLA DE LA ESTANCIA EL ACELAIN PROYECTADA POR MARTÍN NOEL EN TANDIL.

no, para dar con una “estética conservadora”,


capaz de desentrañar “los secretos de la tierra se fundaba en la transferencia implícita de la tanto de la tradición cultural como de la teoría
y la tradición”, asimilada directamente a lo na- conflictividad interna al instalar la “conciencia arquitectónica que fundamentaba la manera
cional y a la preservación de “nuestra raza”. de raza” por sobre la marxista “conciencia de de utilizarla en el presente. Este camino lo lle-
En 1914 estas ideas fueron expuestas por clase”. Esta transferencia a su vez le permitió varía a convertirse en uno de los creadores de
primera vez en el Museo de Bellas Artes, cuan- a MN actuar con la laxitud subyacente de tra- la historiografía del arte americano a partir del
do, con la conferencia “Arquitectura Colonial”, bajar por la puesta en valor del pasado nacio- uso de nuevas fuentes, en un arquitecto “com-
MN presentó su programa basado en la inda- nal a través de la construcción de una tradición prometido” con la aplicación estética de estas
gación de los monumentos y las iglesias del hispana que, ante la escasa relevancia que ella ideas, y en una figura de la política argentina
Alto Perú de los siglos XVI a XVIII, para dar tuvo en nuestro país, se valía de la Arquitec- sostenedora del nacionalismo a través de la cre-
comienzo una tarea “concientizadora” de lo tura Colonial altoperuana, debido a que ella ación de monumentos públicos.
que ello representaba para la raza hispanoa- reunía “los cánones de nuestra herencia artís- En la faz estrictamente arquitectónica, los
mericana. La novedad que este aporte consti- tica”. La articulación entre nación y raza tam- primeros comitentes contribuyeron a acentuar
tuía para un cerrado campo disciplinar des- bién acompañaría las ideas de fusión hispano- sus características de estilo. Luego de la casa
pertó rápidas adhesiones, como también indígena con las que trató de ser explicado el para Julio Roca en Capital Federal, Anchorena
cuestionamientos protagonizados desde la SCA proceso de mestización llevado a cabo en Amé- 1350 (1916), el escritor hispanista Enrique La-
por Christophersen (v.), para quien la Arqui- rica entre españoles que perseguían fines pu- rreta —de quien MN se declararía un apasio-
tectura Colonial era “un producto de poca ca- ramente evangelizadores e indígenas “armo- nado lector— y su esposa Josefina Anchorena
lidad estética”, un estilo para ser utilizado en niosamente” integrados a la nueva realidad le encargaron la refacción de su antigua caso-
el medio rural y no en las ciudades. colonial, en sintonía con la síntesis euríndica na del barrio de Belgrano (Juramento 2191);
La preocupación de MN apuntaba por en- de Ricardo Rojas. Las ideas de MN también es- más tarde el casco, la capilla y demás instala-
tonces a consolidar un enfoque basado en una taban en correspondencia con una operación ciones de la estancia El Acelain en Tandil, y en
reinterpretación de la “teoría del carácter” y la cultural análoga a escala latinoamericana, que 1924 la casa de campo El Potrerillo en Alta Gra-
noción de “genio del pueblo” de Taine, para se hizo presente tanto en el mexicano Vas- cia, bajo el expreso requerimiento de que las
prolongar al campo artístico la operación dis- concelos y su “raza cósmica”, como en la con- respuestas fueran en todos los casos la “re-
cursiva de la corriente literaria nacionalista. La signa de “crisol de razas”, convertida en razón producción de un rincón de España”. En 1917,
amplia aceptación local que esta línea de pen- de Estado en la Argentina. MN realizó otra casa de campo, en este caso
samiento tuvo en los grupos hegemónicos, MN también asumió un rol de publicista, en la estancia El Charrúa, de Venado Tuerto,

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 197


u IMAGEN DE LA FACHADA NEOCOLONIAL DEL MUSEO FERNÁNDEZ BLANCO EN EL BAJO PORTEÑO.

para Carlos Reyles; y, en el ámbito rural, tam- hibía exteriormente la racionalidad de una des- Sevilla (1926-1929), donde además participó
bién realizó la iglesia parroquial y colegio en pojada envolvente en la que el Neocolonial que- como delegado del Comité conformado bajo la
Chillar, Provincia de Buenos Aires. También daba reducido a episodios menores. En este presidencia de Enrique Larreta.
el Estado se vio atraído por las ideas de MN, sentido, trabajos en la Capital Federal, en los MN también fue el creador de la Comisión
quien entre 1917 y 1923, desde su mirada mu- que abordó programas menos complejos, co- Nacional de Bellas Artes en 1920, y por su ini-
seística de los valores locales a preservar, rea- mo la residencia particular de su hermano Car- ciativa nació ese año la Escuela Superior de
lizó la restauración del Cabildo de Luján, para los, en Suipacha 1422, y la suya propia —hoy Bellas Artes. En 1925, mientras se desempe-
instalar en él al Museo Colonial e Histórico. Museo Fernández Blanco—, o el Colegio San ñaba su hermano Carlos como intendente mu-
En 1924, con Ricardo Rojas como decano Marón en la calle Paraguay, le habían permi- nicipal de la ciudad de Buenos Aires, partici-
de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, tido dar respuestas más armoniosas dentro de pó en la formulación del Proyecto Orgánico
quedó a cargo de MN el proyecto del edificio los lineamientos de esta corriente estilística. para la Ciudad de Buenos Aires, surgido de la
que debía albergar aquello que para sus auto- Lo mismo puede decirse de otras obras de ca- Comisión de Estética Edilicia que integró en
ridades debía ser “una casa de tradición y pa- rácter institucional, ajenas a requerimientos representación de la Comisión Nacional de
triotismo”. Dicha Facultad, creada en 1897 por de gran escala, como el Museo Histórico Pro- Bellas Artes. Más allá de su participación en
Miguel Cané, se convertía ahora en la imagen vincial de Corrientes (1929), o los encargos que esta Comisión, la actividad institucional de
visible de una orientación idealista y espiritua- directamente le efectuó el Presidente de la Na- MN se prolongó en su desempeño al frente de
lista en la formación del conocimiento supe- ción, Marcelo T. de Alvear: el Palacio de la Em- la Comisión Nacional de Bellas Artes, aunque,
rior, contrapuesta en clave nacionalista al “des- bajada Argentina en Lima (1927) y el Pabellón al igual que su tarea como director desde 1925
humanizado” desarrollo científico y técnico que Argentino en la Exposición Iberoamericana en de la revista de arte y cultura Síntesis, y como
había conducido a la “gran guerra” europea. responsable del Teatro Colón de Buenos Ai-
En la respuesta de MN, la utilización de es- res —desde 1922—, se interrumpió al pro-
tilemas recogidos de universidades de la Amé- ducirse en 1930 el levantamiento militar con-
rica colonial, se fue diluyendo en sucesivas pro- tra el gobierno de Yrigoyen.
puestas debido a la complejidad del programa Ese mismo año surgió, en buena medida
y de su implantación urbana, hasta llegar a una debido al impulso del propio MN, la cátedra
solución que marca los límites de la aplicabi- de Arte Hispanoamericano y el Laboratorio de
lidad del sistema neocolonial en una gran ciu- Arte Colonial Hispanoamericano, en Sevilla.
dad. En esta obra, pensada para ser levantada Asimismo, y no obstante las interrupciones su-
en una manzana adyacente al predio destina- fridas por razones políticas, al convertirse la
do al Museo Etnográfico, la decoración y los Comisión Nacional de Bellas Artes en Acade-
motivos hispanos no podían abarcar más que mia Nacional de Bellas Artes, MN fue inme-
algunos sectores de un monumental edificio diatamente designado miembro de número en
de ocho niveles, con una académica composi- 1936, vicepresidente en 1938 y presidente des-
ción sintáctica y que, en su mayor parte, ex- u VISTA DEL MUSEO FERNÁNDEZ BLANCO EN BUENOS AIRES. de 1944 hasta su muerte.

198 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


noe nor
Un lugar preponderante en su actividad lo del país, función que excedía la capacidad de duraderos los aportes de MN en el campo his-
ocupa el papel desempeñado en la conforma- la Comisión Nacional de Bellas Artes que el toriográfico y su preocupación por la puesta en
ción de un nuevo campo historiográfico his- propio MN había presidido. También ese año, valor de monumentos históricos que, antes de
panoamericano; su trabajo Contribuciones a la por iniciativa de MN, surgió la Comisión Na- producirse la introducción del Rossianismo en
historia de la arquitectura hispanoamericana, de cional de Museos, Monumentos y Lugares His- los años setenta, representa el más sólido an-
1922, mereció el primer premio de la Raza tóricos, ratificada por una ley sancionada en tecedente de las corrientes preservacionistas
de la Real Academia San Fernando de España. 1940 que continuó rigiendo por más de me- en la arquitectura de nuestro país. G. V.
Con este antecedente, en 1926 fue nombra- dio siglo. En 1939, MN propuso la creación de
do miembro de número de la Academia de His- la Dirección Nacional de Urbanismo, para que, Bibliografía: R. Gutiérrez, M. Gutman y V. Pérez Es-
toria de ese país, y recibió además, en Madrid, con una estructura permanente, fueran reto- colano (comp.). El Arquitecto Martín Noel. Su tiem-
la Medalla de Oro conmemorativa de la Fiesta mados estudios como los que fugazmente co- po y su obra. Sevilla: Junta de Andalucía, 1995.
de la Raza. En la Argentina, integró la Junta de menzaron con el Proyecto Orgánico para la ur-
Historia y Numismática desde 1919, y la Aca- banización del municipio de Buenos Aires
demia Nacional de la Historia, que más tarde en 1925. También ligada a sus inquietudes ur- NORDMANN, CARLOS. Hannover (Prusia), 1858
surgió en su reemplazo. Esta actividad afian- banísticas en el ámbito de la Capital Federal - Buenos Aires, 1918. Arquitecto. Activo en
zó los estudios americanistas a través de la cre- y el área metropolitana, impulsó medidas di- Buenos Aires y en La Plata entre las últimas
ación de nuevas instituciones. rigidas a valorizar el Delta del Paraná. En su décadas del siglo XIX y las primeras del XX.
En la década de 1930 su producción arqui- labor parlamentaria, impulsó una planificación Proyectista y constructor de gran cantidad de
tectónica evidencia un progresivo despoja- orgánica de las obras públicas y sostuvo la ne- obras, fue un fiel representante del Acade-
miento de la carga ornamental, de modo que cesidad de consagrar legalmente la defensa de micismo francés, aunque en sus trabajos pue-
se resiste la consistencia del sistema neocolo- “nuestro patrimonio artístico”. den seguirse también las evoluciones del gus-
nial para emerger por sobre él con más fuerza Asimismo, su carácter de figura pública lo to ecléctico de la época.
una sintaxis Beaux Arts —nunca del todo aban- convirtió en esos años en un frecuente confe-
donada—, que podía admitir fachadas Art Dé- rencista radial, ocupado en cuestiones vincu- Cursó estudios en la Escuela Técnica de
co o Racionalistas. Tras el temprano antece- ladas al urbanismo y especialmente al abordaje Hannover entre 1875 y 1879, los que perfec-
dente de este modo de operar, que representa desde esa disciplina de la problemática de la cionó bajo la dirección de los arquitectos Hei-
la fábrica Noel de Buenos Aires, Patricios 1570 vivienda obrera, tema este último en cuya pra- ne y Walberecht. Se graduó en 1879 y su pri-
(1926), y del enigmático proyecto para la Es- xis también incursionó con la realización de
cuela Superior de Bellas Artes en Retiro (1931), un conjunto en Mar del Plata (Bermejo 235),
pueden entenderse en esta clave las obras re- encargado por la Conferencia de Señoras de
alizadas en sociedad con el ingeniero Escasany: San Vicente de Paul en 1944.
la Casa Radical, en Tucumán 1660 (1938), el Después de la activa participación mante-
Hospital Churruca de la Policía Federal (1938) nida en instituciones públicas y de su influ-
y la casa de renta Escasany, en Perú y Rivada- yente actividad integrado en las filas del radi-
via (1944), todas en Buenos Aires. calismo, la última etapa de su vida, una vez
En este sentido, y más allá de la aplicación finalizada su acción legislativa, da cuenta de
en iglesias suburbanas (en Don Torcuato y Ti- un retraimiento de su rol propositivo y de con-
gre, y proyectos no realizados para otras loca- centración en exclusivos ámbitos sociales y aca-
lidades del interior del país), o bien en un con- démicos, en los que recibe numerosos home-
texto favorecedor de este tipo de intervención, najes por su vasta trayectoria en la Argentina
como lo era Potosí, donde entre 1947 y 1960 y España. La retracción de MN de la esfera pú-
realizó el Gran Hotel y Teatro, el Neocolonial blica coincide con la asimilación por parte del
de MN se restringió hasta reducirse a episo- peronismo de muchos de los contenidos que
dios singulares, como lo son los murales ce- en materia estética había propugnado para cre-
rámicos de la Línea C del Subterráneo, que re- ar una “cultura nacional”.
alizó junto a Escasany en 1934. El Neocolonial (v.), devenido en estilo Cali-
En la década de 1930, MN también se des- forniano dentro del proceso de masificación
empeñó como diputado nacional, en repre- de la sociedad conducida por un Estado que se
sentación del radicalismo alvearista, e impul- valió de él para lograr una mayor inserción so-
só desde allí una homogénea serie de medidas cial, adquiría por entonces las características
vinculadas al desarrollo de las bellas artes, a la de un fenómeno signado por el anonimato y
introducción en la esfera oficial de oficinas pa- el desprejuicio con que se desarrolló una pro-
ra la realización de estudios urbanísticos y a la ducción poco proclive a admitir orientacio-
creación monumentos históricos. En 1938 pre- nes disciplinares como las que surgían de las
sentó el proyecto de creación de la Subsecre- teorías estéticas de MN. Más allá de este pro-
taría de Bellas Artes, para coordinar a través de ceso, que desbordó los límites estilísticos del
este organismo todas las actividades artísticas Neocolonial, terminaron siendo mucho más u CASA DE RENTA EN AVENIDA DE MAYO, DE C. NORDMANN.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 199


mera obra fue la dirección del Hotel Continental especialmente en relación con su afán siste-
de Hamburgo. Llegó a la Argentina en 1883, mático, y con la transformación de las fuerzas
contratado por el gobierno de la Provincia de productivas desde principios del siglo XIX. Ya
Buenos Aires para dirigir las obras del pala- antes de la Revolución Industrial, la necesidad
cio legislativo (1881), proyectado por sus com- de integrar las diversas técnicas, artes y oficios
patriotas, los arquitectos Heine y Hagemann en el cuerpo orgánico de la tecnología, con el
(v.), y premiado en el concurso internacional. fin de una explotación racional del territorio,
Luego trabajó con el arquitecto Juan A. Bus- implicó la necesidad de compatibilizar medi-
chiazzo (v.) hasta 1890; instaló poco después su das y cualidades de objetos diversos, así como
estudio en la calle Juncal 1440. Entre 1883 y de lograr pautas que permitieran la compara-
1886 realizó diversas tareas como la de arqui- ción de diversas metodologías técnicas. La pos-
tecto del Departamento de Ingenieros de la Pro- terior explosión de las fuerzas productivas y el
vincia de Buenos Aires. Entre sus obras se des- avance de una economía de escala mundial hi-
tacan el Hospital y Escuela Ramón Santamarina zo más acuciante esta necesidad. Posiblemen-
y la iglesia Santa Ana en Tandil, varias sucur- te le corresponda a la Academia de Francia el
sales del Banco de la Nación (Mar del Plata, mérito de plantear una de las primeras normas
Tres Arroyos, Laprida, La Boca, Lobos) y del internacionales: el sistema métrico decimal. Su
Banco Transatlántico, el cine Select en La Pla- u QUINTA TORNQUIST EN SIERRA DE LA VENTANA PROYECTA- deliberado distanciamiento de las medidas na-
ta, el diario La Razón, el Club Alemán y, en co- DA POR CARLOS NORDMANN. turales, como el pie o la vara, indica ya el cri-
laboración con el arquitecto Meyer, el Coliseo terio filosófico con el cual se encararía la nor-
Argentino. Realizó también numerosas resi- cursos del Hospital Centenario de Rosario y del malización en el siglo XX. Este sistema fue
dencias privadas y casas de renta para Joaquín Hospital Italiano. Desde su incorporación, se adoptado en nuestro país a fines del siglo XIX,
Chas y para las familias Lanús, Santamarina, convirtió en uno de los más férreos defensores aunque la persistencia de los sistemas de me-
Lezica Alvear, De Bary, Echagüe, etc. de los concursos de arquitectura, al bregar por didas tradicionales fue tal que todavía algunos
Nordmann fue, probablemente, el arqui- la no-presentación de los socios en aquellos que concebían en el nuevo siglo la posibilidad de
tecto alemán que más se integró a los linea- no garantizasen montos de premios adecuados, cambiar el sistema métrico por el inglés, en fun-
mientos del Academicismo francés, pero sin otorgamiento de la dirección de obra a los ga- ción del comercio intenso con Inglaterra, que
perder su carácter germánico. Su obra refleja nadores, plazos de presentación razonables, etc. resistía la normalización internacional.
la evolución estilística del período, desde el Cla- En 1903 fue designado para redactar, junto con Si bien un sistema de medidas uniforme
sicismo italianizante de su primera época jun- el arquitecto Doyer, un Reglamento de Con- facilitaba el intercambio, especialmente refe-
to a Buschiazzo, pasando por un período aca- cursos, aprobado oficialmente por la SCA en rido a la construcción de máquinas —que se
demicista de transición (petit-hôtel, Riobamba febrero de 1904. J. T. realizaba frecuentemente con piezas de dis-
961), hasta llegar al manejo acabado de los es- tintos orígenes—, restaba un problema central:
tilos borbónicos, que demostró en la dirección Bibliografía: AA.VV. Influencia alemana en la arqui- ¿cómo medir la calidad? y ¿cómo solicitar un
y construcción del Palacio Paz, proyectado en tectura argentina. Resistencia: Talleres Gráficos material de determinada dureza o resistencia
Francia por Sortais, o bien en los palacetes de Nordeste Impresora, 1981; AA.VV. El Centenario entre diversos países cuando se utilizaban sis-
su última época con propuestas simplificadas, de la Fundación de la SCA. Bs. As.: 1991. temas de control diferentes? Los avances en es-
en consonancia con la evolución del gusto fran- te sentido provienen de la producción indus-
cés, como su propia casa, de Juncal 1442. Su trial y se trasladan luego a la construcción. El
producción demuestra una versatilidad estilís- NORMALIZACIÓN. f. Actividad que tiene por ob- intento de sistematización más temprano se
tica notable, como es el caso del Coliseo Ar- jeto establecer disposiciones aplicables a pro- registra en los Estados Unidos, donde la in-
gentino (1905). Considerado en su época como blemas reales o potenciales, destinadas a un dustria estaba especialmente desarrollada y se
el típico arquitecto de Barrio Norte, la mayo- uso común y repetido, a fin de obtener un or- encaminaba, antes que la europea, hacia una
ría de sus petit-hôtels obedecen a un diseño pro- denamiento óptimo en un contexto dado. Se organización tayloriana de la producción, que
totípico de tres plantas, con subsuelo para per- utiliza como equivalente el término estanda- requería la estandarización científica de mate-
sonal de servicio, un gran salón y hall de honor rización (adaptación de la voz inglesa). La pa- riales y herramientas. En 1899 surge la Ame-
al frente, habitaciones en segundo nivel y otro labra condiciones puede reemplazar también rican Society for Testing Materials, sociedad
piso superior con empinada mansarda. El cuer- a norma y su utilización es anterior a la de es- en la que cooperaban la industria y el Estado
po central se hallaba jerarquizado por un gran ta en nuestro país. en función de la determinación precisa de las
ventanal y flanqueado por dos accesos, uno prin- condiciones de calidad. Pero es en Inglaterra,
cipal y otro de servicio. La composición y los or- Historia. Sin duda es posible hallar usos nor- en 1901, donde se funda el primer instituto de
namentos eran marcadamente franceses, aun- males en la producción constructiva desde la normalización a nivel nacional con las carac-
que utilizó infinidad de variantes vinculadas a historia más temprana de la humanidad, como terísticas de los institutos modernos. Posible-
las corrientes pintoresquistas y antiacadémicas las normas para la fabricación de ladrillo de los mente inspirado en él, y en competencia con
de la Secesión vienesa. Fue tesorero, vocal y pre- antiguos sumerios. Pero el concepto moder- estos rasgos avanzados de la industria inglesa
sidente de la SCA durante el período 1910-1911, no de normalización está vinculado a los cam- en expansión, se crea en Alemania, en 1907,
representando a esta institución en los con- bios en la mentalidad durante el siglo XVIII, el Deutscher Werkbund, asociación de inmensa

200 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


nor nue
significación para la Arquitectura Moderna. Su ron también en la materialización de otro tipo Carta de Atenas (CIAM) o Las lámparas de la
objetivo de “ennoblecer el trabajo artesanal, re- de programas arquitectónicos, pero la cons- Arquitectura Moderna (R. Hudnut).
lacionándolo con el arte y la industria”, otorgó trucción continuaba siendo eminentemente Los títulos publicados inicialmente indican
una nueva dimensión al trabajo de normali- artesanal en el nivel masivo. De la misma ma- que el interés central de la empresa editorial
zación, al vincular actividades con procesos y nera, si bien asistimos tempranamente a cier- se encontraba en la vivienda, el programa ar-
tradiciones diversas. ta racionalización proyectual en el área de los quitectónico al cual NA dedicó mayor atención.
La discusión entre estandarización y liber- edificios de servicio, no es posible hablar de Otras características generales contribuye-
tad de proyectación desarrollada en su propio normas de proyecto hasta los años veinte, cuan- ron a definir su perfil. Una de ellas es la am-
seno alcanza dimensiones para la reflexión so- do, en relación con la creación de la carrera de plitud de la selección estética realizada, ya que
bre la Modernidad que aquellos institutos ex- ingeniería industrial, comienzan a elaborarse en el material publicado solían convivir ten-
clusivamente técnicos no estaban en condi- normas básicas para la proyectación de edifi- dencias y poéticas arquitectónicas de signo
ciones de realizar. Para los años veinte, la cios industriales. La irrupción madura de la opuesto. Este carácter ecléctico fue el que le
mayoría de los países europeos, como Francia, idea de normalización en nuestro país está es- permitió subsistir a lo largo de un período pro-
Alemania, Checoslovaquia, Bélgica, poseía ins- trechamente relacionada con los cambios es- longado, a diferencia de otras propuestas pro-
titutos técnicos de normalización. El primer tructurales de los años treinta, cuando la po- gramáticas como Tecné (v.) u Obrador.
instituto de esta índole en Latinoamérica es el lítica de sustitución de importaciones orienta Otra característica que se mantiene hasta
Instituto Argentino de Racionalización de Ma- la producción en el sentido de la racionaliza- los años sesenta es la atenuación de la crítica
teriales, IRAM (v.), fundado en 1935. Para en- ción y la efectividad. G. S. en las obras publicadas, que se presentan en
tonces, la Argentina ya contaba con algunos general muy ilustradas, pero acompañadas de
antecedentes de normalización sectoriales. En- textos explicativos o memorias escuetas.
tre ellos pueden mencionarse los pliegos de NUESTRA ARQUITECTURA (NA). Revista de ar- Estas dos actitudes refuerzan el carácter la-
condiciones para la recepción de cemento pór- quitectura, destinada a un público profesio- xo de la publicación y evidencian una voluntad
tland que OSN elaboró hacia 1914 y que sir- nal, que se editó en Buenos Aires entre agos- de conformar un campo disciplinar sobre la
vieron como única referencia en las tecnolo- to de 1929 y mayo de 1986. Fue fundada por base de lo que se consideraba posible, sin pre-
gías vinculadas al cemento (v.) hasta 1931; pero el ingeniero estadounidense Walter Hylton sionar demasiado sus límites. Una actitud cau-
es principalmente en el campo de la tecnolo- Scott. Su frecuencia era mensual hasta 1965; ta, antirrupturista, conciliadora, que entendía
gía eléctrica, que por su novedad no presenta- en adelante, su aparición fue alternativamente, la constitución de un
ba mayores resistencias a la normalización, bimensual, mensual o irregular. campo como sumatoria
donde se crean las primeras asociaciones de de aportes diversos. Es-
este tipo, en estrecha vinculación con las in- La colección consta de 523 números; su con- te carácter laxo dificul-
ternacionales. Ya en la década del veinte es po- tinuidad y volumen son elementos destacables ta la definición de una
sible rastrear en artículos de revistas especia- respecto de otras publicaciones argentinas se- periodización rígida de
lizadas, como La Ingeniería, una conciencia mejantes. Junto a la Revista de Arquitectura (v.), su desarrollo. Desde la
más clara del significado de una normaliza- editada por la SCA, pero sin el apoyo de una elección del nombre de
ción integral de la producción. Las referencias institución profesional, fue uno de los órganos la revista, cuyas razones
explícitas provienen de los Estados Unidos y de difusión más importantes del medio ar- nunca aparecieron en
de Alemania, y es en el campo de la tecnología quitectónico local hasta mediados de los años u TAPA DE LA EDICIÓN 559 ella explicitadas, se in-
del hormigón donde más se persigue la bús- sesenta, cuando comenzó a compartir el cam- DE LA REVISTA, 1984. trodujeron elementos
queda de modelos normativos que contemplen po con summa (v.). de ambigüedad. Nues-
principalmente las condiciones de calidad y las Sus directores fueron los siguientes: entre tra Arquitectura podía aludir a la conforma-
metodologías de cálculo. Más allá de las re- 1929 y 1955 Hylton Scott, quien permaneció lue- ción de un campo disciplinario local, eludien-
glamentaciones, el país había conocido sin du- go estrechamente vinculado a la revista; de 1955 do —para un socialista como Hylton Scott—la
da la construcción con elementos normaliza- a 1957, Raúl Burzaco; entre 1958 y 1969, Raúl incómoda referencia a la nacionalidad, tanto
dos desde fines de siglo anterior. Esta se había Birabén (v. Birabén y Lacalle Alonso) y, desde 1969 a como a la necesidad de consolidar una ar-
desarrollado en vinculación, fundamental- 1986 Norberto Muzio. La publicación dejó de quitectura vinculada estrechamente a las exi-
mente, con las instalaciones inglesas de los fe- editarse a partir de la muerte de este último. gencias de su propio tiempo.
rrocarriles y, en forma más general, con pro- La revista estaba vinculada a la Editorial En cuanto a sus objetivos iniciales, la re-
gramas industriales y de infraestructura urbana. Contemporánea, que también publicó, a par- vista se proponía orientar al campo local en un
El hierro fundido, que da paso al acero después tir de 1929, la revista Casas y Jardines, dirigida momento que consideraba crítico para la ar-
de 1910, en sus distintas utilizaciones, desde a un público más amplio. Para el mismo tipo quitectura, tal como lo planteaba Hylton Scott
los perfiles estructurales hasta las chapas es- de lectores, la editorial produjo inicialmente en el primer editorial. Los elementos a través
tampadas, fue el material donde más tempra- una serie de publicaciones no periódicas, co- de los cuales NA pretendía dar orientación eran:
no se aplicó la normalización. Pero no se tra- mo Viviendas argentinas, La decoración de inte- la introducción del confort, la transformación
taba de una normalización local (v. Hierro). riores y La arquitectura pintoresca. A partir de de la vivienda y la conformación de una esté-
Importantes fundiciones, como Vasena, po- 1950 comenzó a incorporar títulos más espe- tica. Este programa de modernización se apo-
seían extensos catálogos de elementos nor- cializados, sobre todo en traducciones, como yaba en cuestiones centrales del debate arqui-
malizados que, desde fines de siglo, penetra- La vivienda del mañana (Nelson y Wright), La tectónico de fines de los años veinte, donde
demandas locales, sociales y técnicas presio

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 201


demandas locales, sociales y técnicas presio- Ocampo) o Art Déco (A. Virasoro, v.). Otro buen por la revista cambiaron en este momento, he-
naban la discusión tanto como las sugerencias ejemplo es el del número de diciembre de 1931, cho que indicaba que la adhesión al Raciona-
del debate internacional. donde se presentaban obras de Gropius (v.) a lismo conllevaba una carga transformadora
El primero de estos elementos ocupó un lu- la vez que opulentos chalets de actores de cine profunda. Así, la arquitectura se precisaba co-
gar central en los objetivos iniciales, tal como de Los Ángeles. mo “problema social y no como arte” (1931);
lo indica el artículo del primer número: “Los A través de estos elementos se observa que y se proponían discusiones con posiciones tra-
elementos del hogar”. Además, la revista in- la propuesta inicial no residía en la difusión de dicionales, como las sustentadas por la SCA
cluía un servicio de informaciones técnicas, de una estética precisa. La idea de Modernidad a través de la Revista de Arquitectura (v.). Una
consulta gratuita, y una lista de publicacio- que fundaba el proyecto editorial parece ba- serie de notas criticaba las modalidades insti-
nes de fabricantes e importadores. Este tópico sarse, en cambio, en una transformación in- tucionales, las competencias de los títulos pro-
no puede dejar de relacionarse con la pene- terior de la arquitectura, centrada en aspec- fesionales y ciertos elementos básicos del ejer-
tración de la industria estadounidense en nues- tos tipológicos y técnicos. cicio liberal de la profesión.
tro medio, que a lo largo de la década del vein- En esta idea de Modernidad se articula la Posiblemente Acosta fue el colaborador cen-
te había ido contrarrestando la hegemonía gran cantidad de referencias norteamericanas tral de este período —aunque también sobre-
inglesa, y se había centrado sobre todo en la que la revista difundía. Emerge de ella la tradi- salían Vilar y Prebish—, no solo por la publi-
industria de la construcción y en el confort. ción del habitar anglosajón, del hogar íntimo y cación de sus obras y artículos, sino también
La cuestión del confort estaba estrecha- confortable, coherente, además, como noción por la introducción de referencias al Raciona-
mente vinculada con la transformación de la de técnica restringida a la acepción del confort. lismo en el plano internacional, ajenas a la pers-
vivienda, ya que esta se consideraba fundada De esta manera aparecían las casas califor- pectiva inicial de la revista: Gropius (v.), Neu-
en dos pilares: la búsqueda de nuevas tipolo- nianas como un modelo posible para la nece- tra y, en menor medida, Le Corbusier (v.) y otros
gías y el cambio técnico. La vivienda a la que saria transformación de las formas habituales integrantes del CIAM (v.).
se dirigían las preocupaciones de NA era la de del habitar popular, tema que se inició con la Al respecto, también debe tenerse en cuen-
la clase media asalariada o, en general, la de la presentación de una obra de Carlos Malbran- ta la llegada al país del colaborador de Gropius,
población de ingresos fijos pero moderados, che (“Una casa californiana”) en mayo de 1930. Frank Moller, quien comentó la obra del maes-
tema no siempre abordado por los arquitectos También una gran cantidad de artículos de tro en la revista (diciembre de 1931), presen-
del momento, donde se requería “comodidad”, tono didáctico, referidos al interior de la vi- tando también obras firmadas por ambos, en
“confort” y eficiencia, tal como lo indica tem- vienda, a la decoración, a las características del Alemania y en la Argentina.
pranamente el artículo “Las comodidades de living-room, seguían esta misma línea: la bús- A fines de 1935, esta insistencia en la ar-
la casa chica” (septiembre de 1929). queda del “hogar”. El chalet que ilustraba la quitectura alemana cedió paso a otros ejemplos
Esta propuesta de modernización del ho- portada de la revista parece resumir el sentido del Racionalismo europeo: L. Kozma, A. Sar-
gar se relacionaba con el debate local sobre vi- de la propuesta inicial de NA, tal como Hylton toris (v.) y otras figuras italianas, como G. Pon-
vienda popular, con la incipiente preocupación Scott la ideaba. ti. También A. Lurçat, Sert, Torres Clavet y Zak.
de los profesionales por el tema y con la enor- Un año después de su inicio, la revista co- Tal era el panorama dominante, mientras
me popularidad de la vivienda individual en- menzó a publicar obras modernas en forma que la línea inicial de la revista y las referen-
tre los sectores medios argentinos, aunque el sistemática: A. Prebisch (v.), W. Acosta (v.), A. cias estadounidenses parecían pasar a segun-
énfasis puesto por NA en la idea de confort es Martínez (v.) y L. Dourge (v.), A. Vilar (v.). En es- do plano. Dentro de esta dirección, merecen
un tópico no siempre abordado por los cam- te sentido, el número de abril de 1932, que in- subrayarse algunos artículos de Horacio Mo-
pos indicados. trodujo una nueva portada diseñada por W. yano Navarro (v.) —formado en los EE.UU.—
En cuanto a sus preferencias estéticas, la Acosta, marca un hito en cuanto a la adhesión sobre rascacielos; la serie de colaboraciones del
actitud de la revista fue más cauta, sobre todo a las formas radicales de la Modernidad. húngaro M. D. de Dubovay; obras de Carlos
en los números iniciales. En el primero, en Este nuevo período se extendió hasta fines Malbranche y Luis Aberastain Oro; mientras
el artículo “Arquitectura Moderna”, traducción de la década del treinta y ha recibido un mayor que también el número de febrero de 1934,
de la estadounidense Architecture, un observa- interés de la historiografía, ya que NA consti- “Nuestra Arquitectura en Mar del Plata”, mos-
dor norteamericano comentaba con entusias- tuyó así el mayor espacio de difusión y con- traba la producción ecléctica que había carac-
mo la Modernidad europea, pero el editor to- solidación del Racionalismo en la Argentina (v. terizado el primer momento de vida de la re-
maba distancia al cuestionar el marcado repudio Moderna, arquitectura). vista. Pero lo cierto es que, paulatinamente,
de la tradición que dicha posición implicaba. A este proceso debe agregarse otro elemento esta línea llega casi a desaparecer, sobre todo
En el número 4 se incluyó un artículo de Le central que contribuyó a construir el nuevo per- entre 1936 y 1938.
Corbusier, a propósito de su paso por Bue- fil de la revista: los editoriales de Hylton Scott, También con respecto a estas dos vertien-
nos Aires, aunque se presentaba este evento referidos en muchos casos a la vivienda, abor- tes, es significativo notar que hubo un solo ar-
con tanta cautela como la del ejemplo anterior. daban problemáticas nuevas con respecto al quitecto que tuvo una presencia notable y sos-
En la producción presentada durante los momento fundacional: la industrialización de tenida a lo largo de todo el desarrollo de la
primeros años de la revista coexistían también la construcción, la construcción masiva y la publicación: Richard Neutra (v.), figura que pue-
estéticas diversas: por ejemplo, viviendas pin- apelación a la intervención del Estado en la de pensarse como articuladora de los dos polos
torescas en Mar del Plata (R. Soto Acebal); un cuestión de la vivienda colectiva. dominantes en NA: Racionalismo y Organicis-
patio “español” (Sánchez, Lagos y De la Torre, v.); lí- La propia definición de arquitectura y la re- mo, cultura europea y tradición americana, téc-
neas decididamente modernas (Bustillo, v.), casa presentación social del arquitecto sustentadas nica y hogar, como un punto de encuentro en-

202 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


nue nue
tre preocupaciones que en la década del treinta que se publicaban (entre ellas se destacan las de una serie de artículos de Pencil Points que
convivían distanciadas. Este tipo de articulación de R. Neutra, el decorador francés Jean Royè- introducían el debate norteamericano en 1945.
prefigura las búsquedas de los años 1945-1955. re, Gilbert Rhode, Schweikher y Lamb, conti- En cuanto al ámbito local, el tema estuvo a car-
Pero ya a fines de dicha década el predo- nuando con el predominio de obras realizadas go de José M. Pastor (v.), quien, entre 1945 y
minio de la línea racionalista comenzó a evi- en los EE.UU.). 1947, publicó regularmente artículos sobre pla-
denciar quiebres. La publicación, en octubre Además de los cambios concretos que ha- neamiento. En ellos se muestra partidario de
de 1938, de la “Casa de la cascada” de Wright bía traído aparejada la guerra mundial para las teorías descentralizadoras y de los planes
puede considerarse el anuncio de una serie de el país, ella parecía crear un clima cultural de regionales, posición a la que la revista adhería,
cambios en la producción local, que la revista introspección, forzando la mirada hacia el in- y dedica un número a la obra de “La autoridad
evidenciaba, un viraje en las obras de ciertas terior, cuando los grandes programas de mo- del Valle del Tennessee” (1946), referencia cla-
figuras claves del Racionalismo y colaborado- dernización urbana se consideraban de difí- ve de aquellas teorías.
res centrales de NA, que comenzaban a inte- cil abordaje. La publicación comenzó así a adoptar una
resarse por la utilización de materiales locales Dos editoriales de Hylton Scott aludieron a nueva dirección, caracterizada por la intro-
o por búsquedas regionalistas (los casos de la difícil situación en que la guerra colocaba a ducción de estos nuevos tópicos y por la abun-
A. Vilar, A. Prebisch o A. Martínez). la industria de la construcción local. En el pri- dante publicación de arquitectura internacio-
Esta nueva aproximación, que más tarde se mero, de octubre de 1939, manifestaba aún cier- nal —sobre todo estadounidense—, en
denominaría Modernismo Regionalista, se re- to optimismo en la rápida regularización de los detrimento de la difusión de la producción lo-
lacionaba con un cambio generalizado en el desfasajes producidos, pero en el segundo, de cal. Superado el momento inicial de “puesta al
debate internacional, indicado por figuras co- abril de 1942, consideraba inexorable una dis- día” que entrañaba el comienzo de la posgue-
mo Aalto, Le Corbusier o Neutra, y la valora- minución de los estándares de vida de todos los rra, esta tendencia se fue afirmando más tar-
ción de arquitecturas de países marginales co- países y aconsejaba moderación y equilibrio. de como forma particular de respuesta frente
mo las de Finlandia, Suecia o Brasil (v. Tecné). En este clima, NA parecía recuperar una de sus a una nueva situación política, que tendría im-
Dentro de este mismo proceso se inicia líneas de búsquedas iniciales: aquella que, al- portantes consecuencias en el campo arqui-
una nueva generación, como la que representa rededor de la vivienda individual, remitía a una tectónico: la llegada del peronismo.
Austral (v.), cuya formación registró tempra- Modernidad ligada a la tradición. Este hecho no deja de ser sorprendente, ya
namente NA. Sus integrantes manifestaban Pero, en 1940, este retorno a los modelos que la revista siempre se había propuesto ser
una similar voluntad de distanciarse del perí- impulsados por la revista en 1929 no parecía una publicación especializada, que no ingre-
odo racionalista. complacer completamente a su director, quien, saba en cuestiones políticas o religiosas. Pero
También reaparece en la revista la arqui- a partir de su apoyo al Racionalismo, había in- durante los gobiernos peronistas, sin abando-
tectura de chalets, que dejaba ya de ceñirse al corporado el tema de la experimentación en ar- nar completamente estas premisas, adoptó una
Californiano para incorporar una amplia ga- quitectura como un nuevo valor, imprescindi- estrategia que podría llamarse de “resistencia
ma de tipologías de viviendas suburbanas, ca- ble para su desarrollo. Tal vez esta razón explique cultural”; esta se desarrolla entre 1946 y 1953,
sas de week-end, country clubs, estancias y casas la ausencia de artículos críticos que reflexionen prolongando por años el panorama que ofre-
de vacaciones en Mar del Plata. Entre ellas pue- sobre las nuevas orientaciones del período. cía en los inicios de la posguerra.
de señalarse la gran cantidad de obras de Abe- Este ciclo de introspección finalizó en 1944, Los contenidos salientes de tal estrategia
rastain Oro y Rodríguez Etcheto en Mar del cuando comenzaron a publicarse los nuevos te- fueron los siguientes:
Plata; los cottages con techo de paja de Lyman mas de la posguerra. Números como el de sep- uA través de los editoriales se realizaban

Dudley (v.); la casa del Tortugas Country Club, tiembre de 1944, dedicado a la reconstrucción críticas a la acción del Estado por su política de
de Sacriste (v.), o la casa en el lago Nahuel Hua- de Gran Bretaña, o el de noviembre del mismo obras públicas y vivienda, que se consideraban
pi, de A. Bustillo. año, que, traduciendo a la revista Architectural inadecuadas para la capacidad productiva del
Si la casa de renta, programa esencialmente Record, informaba fundamentalmente sobre país o carentes de valor arquitectónico. Así tam-
urbano, más precisamente metropolitano, pue- dos temas para tener en cuenta de allí en más: bién se criticaban las iniciativas de planifica-
de considerarse emblemática de los conteni- la prefabricación y el urbanismo. ción o la relación entre arquitectura, Estado y
dos de la publicación en la década del treinta, El segundo de los temas fue sin duda el más cultura. En ese sentido, debe destacarse el tem-
la vivienda suburbana o rural, esto es, el cam- importante, ya que el primero pronto se con- prano artículo de Moyano Navarro (septiem-
po, el interior, pueden pensarse como las fi- sideró difícil de implementar en el país; por lo bre de 1945), donde se discutía el modelo es-
guras condensadoras del nuevo momento. tanto, los materiales referidos al tema tenían tatal que se estaba configurando.
Estas tendencias se fueron acentuando en- un carácter más informativo que propositivo. uSe publicaba más material extranjero que

tre 1940 y 1944, y se observan sobre todo en La publicación sistemática de las proble- local, ignorando voluntariamente gran parte de
las obras publicadas. En cambio, son pocos los máticas del urbanismo fue mucho más deci- esta última producción. La incomodidad polí-
artículos que dan cuenta del desplazamiento; dida, aunque tardía, si se compara con el én- tica se combinaba con la percepción de impro-
entre ellos, dos de Federico Ruiz Guiñazú, “El fasis puesto en ellas por la Revista de Arquitectura ductividad cultural en el período: según Hylton
material y la arquitectura” (1940) y “La ciudad en los años treinta. Se inició en 1944, a partir Scott, la arquitectura argentina se había parali-
en el paisaje” (1941), señalan dos núcleos de de los temas ya indicados, pero también alre- zado en 1940, ya que, por diversas razones, la
preocupaciones centrales del momento. dedor de cuestiones locales, como el debate so- experimentación se hacía imposible (1954). De
A la vez, en comparación con el período an- bre la reconstrucción de San Juan. Adquirie- esta manera, las referencias extranjeras cons-
terior, eran escasas las referencias extranjeras ron mayor precisión a partir de la traducción tituían una suerte de refugio, de exilio, frente

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 203


a una realidad política y cultural no deseada, así durante los primeros tiempos de la dirección obras de arquitectura, tema que había estado
como una apelación a su transformación. de Raúl J. Birabén, resultaron centrales las co- ausente de la trayectoria de la publicación.
uOtra alternativa para ignorar la mayor par- laboraciones de Juan A. Casasco (v.), Mauricio Aunque obras de este tipo se presentaban
te de la obra producida por el Estado (exclu- Repossini (v.) y Natalio D. Firszt, quienes, a también en otras publicaciones como summa,
yendo “los partes de la dictadura” y los “pa- partir de 1959, comenzaron a figurar como en el caso particular de NA se produjo una no-
negíricos preparados por los hombres de asesores de redacción. Mientras que del pri- table identificación entre la revista y estos con-
gobierno”, como se afirmaba en el editorial de mero se publicaron gran cantidad de obras, tenidos. En diciembre de 1963, tal identifica-
agosto de 1955), era la publicación de núme- por las cuales se insistía en estéticas derivadas ción se planteaba en los siguientes términos:
ros monográficos, de autores argentinos o ex- de la obra de Mies van der Rohe, el segundo “En el transcurso de 1963 NA redobló su es-
tranjeros: Amancio Williams (agosto de 1947); intervino a través de innumerables artículos y fuerzo por acercar a sus lectores a lo que con-
Auditorio de Buenos Aires (enero de 1948); opiniones, sobre todo en los temas de visión sideró que podía llamarse “arquitectura nues-
Ciudad Universitaria de Tucumán; Richard y diseño industrial. Firszt acompañó la publi- tra”. En años anteriores hubo una tarea de
Neutra (julio de 1953); Marcel Breuer (sep- cación de obras latinoamericanas, sobre la ba- aproximación a lo nuestro, que se concretó en
tiembre de 1947). se de sus relaciones con Niemeyer y el campo la presentación, casi diríamos indiferente, de
Esta estrategia fue paulatinamente aban- brasileño. También debe señalarse que Hylton obras argentinas contemporáneas. […] El me-
donada al iniciarse la década del cincuenta. En Scott mantuvo sus colaboraciones en el tema dio no estaba aún apto para la crítica. En 1963,
1951 se incluyó la sección “Nuestro Urbanis- de la vivienda masiva. concretamos nuestra aproximación y critica-
mo”, donde se publicaban obras locales, sobre Entre 1963 y 1966, la revista alcanzó un mos. Supusimos, entonces, que el medio es-
todo de Pastor y Bonilla (v.). En 1953, se incor- nuevo punto de tensión cultural, posiblemen- taba ya apto para recibir críticas, aun duras.
poraron las páginas del Centro de Estudiantes, te el último de su desarrollo. En enero de 1963 Nos felicitamos como parte que somos del me-
que produjeron un efecto refrescante en la pu- se consignaron como colaboradores perma- dio. En 1963 hicimos también una aproxima-
blicación, al introducir nuevos problemas y en- nentes tres figuras claves de este nuevo mo- ción a lo nuestro a través de nuestra historia,
foques teóricos, entre los que deben señalarse mento: Rafael Iglesia, Hernán Álvarez Forn y colonial y del siglo XIX. Seguiremos esos ca-
las discusiones alrededor de la Arquitectura Federico Ortiz (v.). Las búsquedas de NA en- minos y ahondaremos en ellos. El resultado
Orgánica y, más tarde, el interés por la histo- contraron en estos aportes un nuevo sentido. fue excelente”.
ria de la arquitectura. Se incorporaron temas de historia de la ar- Con respecto a la relación de estas pro-
La cuestión de la Arquitectura Orgánica co- quitectura en la Argentina, a través del artícu- puestas con los desarrollos, temas y enfoques
mienza a tematizarse en forma explícita y rei- lo de Álvarez Forn “No solo el agua horada la presentes anteriormente en la publicación, es-
terada en 1952, a partir de los artículos de En- piedra” (1963), donde abordaba el tema del es- ta nueva acepción de “nuestra arquitectura”
rico Tedeschi (v.), en los cuales no podían sino tado de los monumentos históricos en el inte- puede observarse como continuidad y tam-
resonar ecos de la visita a Buenos Aires de Bru- rior del país. A él se sumó luego la publicación bién como ruptura. Lo último es evidente en
no Zevi (v.) en 1950. De este último autor ya se de una serie de edificios históricos argentinos la defensa de una estética radical en su carác-
había publicado en noviembre de 1949 su co- del período colonial y fines del siglo XIX, a car- ter antitecnicista, antirracionalista, y su mar-
nocido artículo de discusión con las corrientes go de Federico Ortiz y de Rafael Iglesia (v.). La cado sabor arcaizante. Pero los elementos de
funcionalistas: “Sobre la cultura arquitectóni- historia de la arquitectura ya había sido intro- continuidad en las formas de pensar los pro-
ca”. Las reflexiones del debate italiano permi- ducida en la década anterior desde las pági- blemas locales son igualmente evidentes:
tían a NA definir teóricamente las posiciones nas del CEA, y se había prolongado en las co- uSe mantenía la idea de pensar el territo-

que ya había adoptado en sus editoriales, en la laboraciones de Bruno Zevi y las traducciones rio de “lo nuestro” en relación con el debate in-
selección de obras presentadas y en sus uni- de L’Architettura cronache e storia, entre otras, ternacional; de esta forma, el tratamiento del
versos de referencia, y consolidaban su visión pero se refería en todos los casos a la arquitec- tema se abordaba, antes que como dato, como
de una Modernidad que no destruyera los va- tura europea. Este nuevo momento se centra- cuestión abierta para construir e indagar. Es-
lores tradicionales del habitar. ba en la arquitectura argentina, de la cual se re- ta actitud es clara en los artículos de Iglesia,
Finalmente, otro signo de la finalización de gistran escasos antecedentes en la publicación. cuyos referentes más fuertes eran Wright y el
aquella actitud de resistencia pasiva, consistió En junio de 1963, Rafael Iglesia inició la Le Corbusier brutalista, y en los que se trata-
en la intención de publicar obras de autores la- publicación de una serie de obras argentinas ba permanentemente de colocar las obras pre-
tinoamericanos, campo poco frecuentado has- de diversos autores, que poco más tarde se agru- sentadas dentro de las soluciones proporcio-
ta ese momento por la publicación. Tal inten- paron bajo la denominación de “casas blancas” nadas por el debate internacional.
ción se hizo explícita en el editorial de (v.). Años antes, NA había ya publicado “Nues- uBuena parte de las perspectivas del Casa-

septiembre de 1953, en un número dedicado a tra Señora de Fátima de Caveri” y “Ellis” (abril blanquismo, tal como Iglesia las presentaba en
Antonio Bonet, y se prolongó en los años si- de 1960), inspiradora de buena parte de las in- la revista, pueden ser pensadas como una par-
guientes, sobre todo en la publicación de ar- tenciones de este conjunto de obras, empa- ticular transformación del pensamiento or-
quitectura brasileña. rentadas con energía por la crítica. gánico, defendido por la revista en décadas an-
En 1955, el derrocamiento del peronismo La primera obra presentada fue la “Casa De teriores. Si las teorías organicistas habían
fue recibido con el rotundo editorial “Nunca María”, en San Fernando, del grupo ONDA (v.), reflexionado sobre las relaciones hombre / me-
más”, de Hylton Scott, y con un nuevo direc- y a ella siguieron, entre otras, obras de Ellis, dio / arquitectura desde una matriz biologis-
tor, Raúl H. Burzacco. Durante los años en Llauró y Urgell (v.), Ezcurra, Chute y Berreta ta, estas nuevas indagaciones intentaban in-
que este último dirigió la revista (1955-1957) y (v.). En esta serie, Iglesia introdujo la crítica de corporar ciertas problemáticas de la cultura

204 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


nue nue
—en clave antropológica—, de los significados la presencia de la historia y de la crítica, y se dencia, sin embargo, no lleva jamás a la sub-
y, más aún, del “espíritu”. documentaron, en cambio, temas arquitectó- sunción de las especificidades artísticas den-
Pero ya a mediados de 1966, estas ideas lan- nicos precisos (Supermercados, N.° 518; Pro- tro del campo del design. Es que la poética que
guidecieron y la publicación de “casas blancas” piedad horizontal, N.° 519, etc.). se difunde se encuentra en oposición radical
en NA finalizó. En tal sentido, aunque no pue- En el último número (523 de mayo-junio a la pérdida de cualidad que puede verificar-
de descartarse la existencia de un nuevo clima de 1986) se observa un cambio de diagrama- se con la explosión consumista de posguerra.
político en el país, que sacudió los medios uni- ción y tipografía, que, junto a la ausencia de Así, siguiendo las ideas difundidas por los emi-
versitarios y culturales, tampoco puede desco- los colaboradores anteriores, anunciaba una grados alemanes en USA (por ej: Moholy Nagy
nocerse el agotamiento propio de la tendencia. intención de renovación, que el desarrollo de y la New Bauhaus), y de Max Bill en Suiza, la
A partir de ese momento, la publicación pa- los últimos años prefiguraba ya como de difí- clave consistía en extender la buena forma al
rece ir perdiendo las tensiones culturales que, cil concreción. A. B. mundo cotidiano, otorgando orden al complejo
con altibajos y en medio del Eclecticismo que caos de la vida urbana. “Su programa máximo
siempre la caracterizó, la habían animado. En Bibliografía: Nuestra Arquitectura. n.° 301, agosto de —comenta Maldonado en el artículo sobre el
agosto de 1969, NA comenzó a ser dirigida por 1954 (dedicado a los 25 años de NA); F. Ortiz. “Los Arte Concreto, publicado en el número 1, que
M. Muzio, quien mantuvo en carácter de ase- argentinos y la arquitectura. 1929-1977”. En: Nues- oficia como manifiesto— apunta ambiciosa-
sores de redacción a: Hylton Scott, Ortiz, Igle- tra Arquitectura. n.° 500, 1977; Nuestra Arquitec- mente hacia la conquista de un escenario apro-
sia y Miguel Asencio, y como colaboradores, a tura. n.° 509, diciembre de 1979. (50 años de Nues- piado y que no puede ser otro que el del ur-
Álvarez Forn y a Esteban Larruccia. Merecen tra Arquitectura). banismo integral”.
ser destacados en esta etapa algunos números La revista se presenta también en polémi-
monográficos, como el dedicado a la Arqui- ca deliberada contra el status quo del mundo
tectura Industrial (octubre de 1969) o a la Ar- NUEVA VISIÓN. 1) Revista trimestral de gran artístico, repitiendo los gestos de la vanguar-
quitectura Escolar (octubre de 1970), donde la importancia para el desarrollo de las nuevas dia de entreguerras; la idea de lo nuevo que
publicación, abandonando la línea crítica que corrientes de la arquitectura de la década del irrumpe polemizando con la tradición está pre-
la había caracterizado en los sesenta, parece cincuenta, fundada en diciembre de 1951 por sente desde el nombre: la visión alude tanto
aspirar a la información correcta y precisa so- Tomás Maldonado (v.). 2) Editorial que surge a las artes visuales como a una perspectiva cul-
bre la producción local. La revista también co- a partir de la fundación de la revista y conti- tural diversa desde donde observar. En un pla-
menzó a tender casi exclusivamente a este úl- núa luego de su desaparición. Editó títulos no general, sus referentes se recortan contra
timo ámbito, y abandonó la difusión de obras vinculados con la historia del arte y de la ar- el mundo de la posguerra, en donde la reno-
y debates del exterior. En el mismo sentido pa- quitectura, que aún permanecen como clási- vación permanente del Styling aparece conec-
rece dirigirse la continuación de las series his- cos (Zevi (v.), Wörringer, Maldonado, J. C. Paz, tada con las más alienadas necesidades del mer-
tóricas referidas a arquitectura argentina. M. Bense), muchos de ellos en forma casi si- cado de consumo. La buena forma (gute Form)
A partir del N.° 507 de junio de 1979 se in- multánea con sus ediciones originales. otorgada a los objetos (desde la casa a la ciu-
corporaron Mario Sabugo, como asesor edi- dad) implica la convicción de una estructura
torial, y Raúl Beguiristain y Jaime Povachik, La revista se planteó, desde el primer nú- de belleza objetiva, que es posible trasmitir y,
a cargo de las secciones técnica y variables, mero, como una empresa de renovación inte- sobre todo, enseñar: “Ver claro” aparece en la
respectivamente, mientras que Iglesia man- gral de las artes, con eje en la plástica. Aunque revista como una consigna con el doble senti-
tuvo la sección historia. En ella la publicación otras ramas del arte, como la música y la poe- do morfológico (nitidez de las formas por trans-
intentó recuperar posiciones críticas. Las bús- sía, intentaron ser integradas en este verdade- mitir) y de afirmación de un valor universal.
quedas de “lo nuestro” se vinculaban enton- ro manifiesto del “arte total” en su versión de En este marco ideológico, alcanzan impor-
ces con la indagación del pasado argentino an- posguerra —Juan Carlos Paz y Edgar Bayley se tancia las asociaciones con la ciencia moder-
tes que con la producción arquitectónica ocuparon de estos rubros en los primeros nú- na. Siguiendo sugerencias de Susan Langer,
contemporánea. meros—, el subtítulo de la publicación (Revis- el diseñador Mario Pedroza sintetizará en el
Esta renovada alianza entre historia y críti- ta de cultura visual) aclara la preeminencia que N.° 6 las relaciones y las diferencias entre ar-
ca, y el énfasis puesto en ella, parecía partir en tendrían en sus páginas las artes plásticas, mo- te y ciencia: el arte, modo de conocimiento au-
dos los contenidos de la publicación: la pro- dernamente emparentadas con el campo más tónomo, permitiría una conceptuación sinté-
ducción arquitectónica y los artículos teóri- general del diseño gráfico e industrial. tica del flujo de sensaciones humanas que los
cos presentados marchaban por caminos se- En efecto, la pintura ocupó en la revista un lenguajes científicos o la misma palabra no
parados y, quebrando la tradición de la revista, lugar clave, en tanto la poética que programá- permitiría “pensar”.
las búsquedas parecían residir más en los se- ticamente levantaron sus editores se identifi- La ciencia (cuyo paradigma es la matemá-
gundos que en la primera. Se destaca en esta caba (en los números de fundación) con el lla- tica) no solo provee un nuevo mundo de imá-
etapa el N.° 511-512 de abril-mayo de 1980, de- mado Arte Concreto. Pero la idea de unidad de genes; es también el elemento regulador del
dicado al 400 aniversario de la fundación de las artes tiende a romper con la tradicional di- arte y de la técnica, el “control de las fantasí-
Buenos Aires. Este perfil se mantuvo hasta el visión jerárquica promulgada por la estética, as” (Bill) y de la sinrazón de la sociedad. La téc-
N.° 517 de abril de 1982; de allí en adelante Ma- como también con la jerarquía arte-técnica, o nica aparece así subsumida y ordenada por es-
rio Sabugo abandonó la asesoría editorial. En- artes mayores y artes aplicadas, y este propó- ta racionalidad más extensiva: la publicación
tre 1982 y 1986 se publicaron solamente 6 nú- sito lleva a incorporar sistemáticamente temas de las ideas del filósofo de la Escuela de Ulm,
meros, de aparición irregular, donde se atenuó de diseño industrial, gráfico y urbano. La ten- Max Bense (en el número 8 de la revista, y de

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 205


su estética en el editorial), y, en general, el to- tura parece insuficiente para brindar respuestas tituye en protagonista, con materiales y tec-
no de todos los artículos ligados con el pro- a tan ambicioso programa, que necesaria- nología de avanzada. Aun así, no puede dejar
blema de la técnica moderna (los de Pizzini so- mente apunta a la reforma integral del hábi- de verificarse la fuerte tensión entre raciona-
bre arquitectura estructural, las modalidades tat), pareciera no hallarse la expresión arqui- lidad tecnológica manifiesta y uso de materia-
científicas de organización del proceso de di- tectónica adecuada para el programa que les locales y rústicos —claramente en casos co-
seño industrial descriptas en los de Nelson en levantan. No la encuentran en el plano inter- mo Baliero (v.) o Bonet—, que domina también
los N.° 2 y 3) implican una crítica al uso mo- nacional: Aalto, cuya obra ilustra la tapa del pri- la arquitectura de los cincuenta, en contra-
derno de las posibilidades técnicas cuando es- mer número, no parece ser el representante dicción con los principios universalistas que
capan del dominio del espíritu, representado más ajustado de la nueva objetividad. Oud es se habían hecho explícitos. La importancia del
asiduamente por el orden matemático. protagonista del segundo número, con nuevas diseño industrial local culmina en el numero
Las disquisiciones sobre la pintura, como obras, pero se trata de una figura de las gene- siete, con un artículo especial sobre la pro-
se dijo, marcan el tono en los primeros nú- raciones anteriores. La presencia de Gropius ducción argentina en este campo.
meros de la revista. La racionalidad integral en su setenta aniversario, en el cuarto núme- En las obras tardías de Mies (el teatro de
que en ella se propone (que en pintura se tra- ro se constituye más como un homenaje al Mannheim se publica en el cuarto número) es
duce en los productos del grupo de pintores maestro y publicista que como un modelo a se- donde probablemente se encuentren más afi-
concretos, en la tensión hacia la ausencia de guir. En el mundo de la integración técnica, la nidades con la poética concreta. Los proyectos
cualquier marca subjetiva) discute a su vez con arquitectura revela sus límite para constituir- de Bill (v.) se mueven también en este sentido.
las tendencias del arte engagé: en particular con se como lo absolutamente nuevo, mientras que Y si hay que nombrar en estos primeros nú-
el Picasso de la pintura de guerra (“abstrac- la pintura mantiene más valencias libres pa- meros de la revista a un arquitecto que inten-
to” y no “concreto”, en tanto al ofrecer una sín- ra enfrentar la utopía. ta llevar a la práctica con coherencia estos prin-
tesis emocional de los crímenes ofrece refe- En las elecciones locales esto aparece con cipios universales del manifiesto incial, este es
rencias reconocibles en el mundo de las formas mayor dramatismo. La pintura posee expo- César Jannello (v.), quien continuó sus inves-
cotidianas). No se trata, en la propuesta de los nentes dentro de esta poética, ya reconocidos tigaciones vinculadas a la práctica pedagógi-
editores, de mimetizar un mundo de mise- internacionalmente ca hasta su muerte, con el propósito de llevar
ria, sino de mostrar una clara armonía futura, (Hlito obtiene en 1954 adelante una metodología racional para la cre-
compartida por toda la sociedad. En el ámbito el 2° premio de la Bien- ación de la forma. En el primer número ya ha-
de las artes plásticas locales, aunque las refe- al de San Pablo; el jo- bía avanzado su poética al analizar las relacio-
rencias distan de ser explícitas, discuten con- ven Maldonado pasa a nes entre arquitectura y pintura en lo que
tra la “polilla existencialista” que caracterizó integrar, en el mismo respecta al plano y al color, cuyas leyes consti-
ciertas vertientes de la pintura de los treinta año, el cuerpo docente tuirían el núcleo de la conformación arquitec-
(especialmente el aire surreal que teñía tanto de Ulm; pintores como tónica. Esta línea culmina con la publicación
al Realismo Poético como a las obras de algu- Lozza o Fernandez Mu- de los pabellones de Jannello y Clusellas en
nos pintores abstractos de la generación an- ro supieron utilizar el la Feria de América en Mendoza (1955).
terior) y contra el Realismo Social, cuyo éxito u TAPA DE UNA PUBLICA- rigor programático sin Pero ella no basta para dar respuesta a los
urbano puede verificarse en los murales de las CIÓN DE NUEVA VISIÓN. esquematismos). La ar- conflictos del campo, que la revista refleja pun-
galerías Pacífico (1946: Spilimbergo, Berni, quitectura, para princi- tualmente en la ambigüedad de sus elecciones
Uruchúa, Colmeiro). La doble batalla implica pios de los cincuenta, ya ha dado muestras arquitectónicas, regidas más por un afán de
siempre, junto a la radicalización de ciertos de una densidad en sus búsquedas, inédita has- novedad. La recepción entusiasta de Bruno Ze-
postulados de vanguardia (la invención en lu- ta entonces en el país (piénsese en Bonet (v.), vi (sobre cuyo libro, publicado por la misma
gar de la representatividad, la razón en lugar o en Williams (v.)), pero difícilmente el cami- editorial Nueva Visión, aparecen reseñas en la
de la emoción), el mantenerse firme dentro de no de contaminaciones elegido por la discipli- revista) no pareciera engarzarse con la línea ra-
la autonomía del arte, contando con sus pro- na pudo ser apoyado sin reservas por la revis- cionalista dentro de las artes.
pios instrumentos. Así, se destacan tanto de ta. Pareciera que el dilema se resuelve La aparición de la figura de Amancio Wi-
los propósitos extraartísticos del Arte Social, publicando aquellas obras que rompen con lliams permite deducir el cambio que se ave-
como de los posteriores seguidores del Arte el estado de cosas. Aunque el comité de re- cina en el terreno arquitectónico y de las artes
Concreto en los sesenta (la Pintura Generati- dacción ya está formado en su mayoría por ar- en general, que lleva, finalmente, a la desapa-
va, el Arte Cinético, etc) que abandonan el cua- quitectos en 1954 (Borthagaray (v.), Bullrich (v.), rición de la revista, cuyo punto de partida de ex-
dro para fundar espacios plásticos nuevos. Al- Goldemberg, Iglesia), no parecen encontrar trema rigurosidad le impide una adaptación a
fredo Hlito expone esta posición en un artículo una línea definida como en pintura, ni un en- los tiempos. La originalidad de Williams lo des-
de 1955, a través de la reflexión sobre el espa- cuadre de alto perfil, como los sutiles y a la vez taca de figuras como Jannello, quien, siguien-
cio e incluso sobre los campos autónomos de contundentes artículos que sobre esta última do al pie de la letra los principios programáti-
las distintas artes: hasta el último número, en aparecen en forma permanente. cos, no intenta ninguna marca de autor en sus
que se percibe un cambio en este parámetro, El diseño industrial, en cambio, se adecua obras. Pero la marca de Williams aparece pa-
la defensa de la autonomía será uno de sus ca- más a la poética formal-racional que se pro- ra esa generación como enteramente “racio-
ballitos de batalla. clama: los diseños de OAM (v.), en especial los nal”, por más que hoy podamos abordarla con
Aunque la arquitectura y el urbanismo es- de Gerardo Clusellas (v.), se presentan como una perspectiva distinta. Presentado por el in-
tán presentes desde el primer número (la pin- objetos abstractos, en donde la línea se cons- geniero Pizzetti en 1954 (N.° 5), se publica el

206 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


nue nys
proyecto del hospital de Mburucuyá, ya que ha-
ce hincapié en el hallazgo de una nueva unidad
estructural, matemáticamente diseñada, de po-
sible repetición. Por ahora la figura de Aman-
cio aparece en el concierto de las novedades:
por el contrario, el artículo del último número
de la revista, presentado por Goldemberg, in-
dica no solo el paso de Williams como para-
digma de la nueva arquitectura sino también
cambios que la revista no podrá soportar.
La arquitectura ha tomado en este último
número un papel protagónico. El consejo de
redacción, con excepción de Hlito, está inte-
grado por arquitectos. La cuestión de la unidad
de las artes, característica de las líneas neo-
bauhausianas, aparece soslayada. La “realidad”
social entra de lleno, obviando las polémicas
estéticas que caracterizaban los números an-
teriores: el artículo editorial, por ejemplo, es-
tá dedicado a las modificaciones del Código de
Edificación. El número ilumina la realidad del
contexto político anterior en el que la revista
se desarrollaba —el del peronismo—, con las
ambiguas relaciones que este establecía con la
disciplina. Con los cambios políticos, los ar-
quitectos parecen sentirse llamados a operar,
ya no en el plano utópico que Maldonado pro-
ponía en su articulo introductorio, sino en el
práctico, la modificación de la ciudad. Esta ya u PALACIO DE AGUAS CORRIENTES SOBRE LA AVENIDA CÓRDOBA, BS. AS., REALIZADO POR CARLOS NYSTRÖMER.
no será entonces el “escenario apropiado” de
la realización del hombre a través del arte, aun- años del sesenta, iluminará claramente cuál ha de la Capital, encomendada al estudio londi-
que los ecos de esta idea, que transitan toda la sido la ruptura que llevó a la revista a desapa- nense. Las obras fueron interrumpidas en 1877,
cultura moderna, reaparecen sistemáticamente. recer: es summa la que entablaría la alianza en- pero una vez federalizada la ciudad pudieron
En lugar de la ciencia, la técnica adquiere una tre el diseño de avanzada, tecnológico y racio- reanudarse bajo su dirección. En 1891 se le en-
nueva centralidad. El carácter de esta técnica nal, y los requerimientos sociales, cada vez más cargó la finalización del proyecto, por cuenta
promueve una nueva polémica; no se trata de centrales y enlazados con el auge de los valo- del gobierno nacional.
la técnica alienada promovida por el valor de res establecidos por la izquierda tercermun- Paralelamente, Nyströmer recibió varios
cambio contra la que también se luchaba en dista. Muy atrás ha quedado la idea inicial de encargos de gobiernos provinciales para pro-
números anteriores, sino de la técnica en fun- que las formas bellas, por descansar en la uni- yectar redes de servicios de salubridad. En 1887
ción del valor de uso (F. Bullrich). El control versalidad supuesta, conjurarían el caos de la proyectó las obras de salubridad de Mendo-
de esta técnica no alienada no descansa en la civilización. G. S. za, más tarde hizo lo propio con las ciudades
pureza científica, sino en la sociedad. Este es de Santa Fe, Córdoba y Salta. A partir de 1899
el sentido con el que Goldemberg presenta “La presidió una Comisión encargada de realizar
poética técnica de Amancio Williams” en el NYSTRÖMER, CARLOS A. B. Visby (Estocolmo, un plan de desagüe y canalización de la región
que se discute contra la “poesía morfológica Suecia), 1842 - Estocolmo, 1913. Ingenie- deprimida de la Provincia de Buenos Aires.
de las vanguardias”. No se tratará para Gol- ro. Realizó trabajos de infraestructura en di- En 1887 le fue encomendada una impor-
demberg de una mímesis de la técnica sino de versos lugares del país a fines del siglo XIX. tante tarea arquitectónica, la ejecución del de-
la técnica en sí: lo concreto de la arquitectu- pósito de agua y locales de Obras Sanitarias so-
ra. Parecieran haberse alcanzado los objetivos Graduado como ingeniero civil en Estocol- bre la Av. Córdoba, en Capital Federal, conocido
programáticos: la presentación de “lo que es”, mo, en 1866, un año después se incorporó a como Palacio de Aguas Corrientes, obra de la
desechando las apariencias del Styling, en el la firma inglesa de ingenieros Thomas Hawks- firma Bateman (v. Obras Sanitarias, Arquitectura de).
mismo momento en que en realidad, se aban- ley & Co., y se especializó en la construcción También proyectó y realizó el Hospital Nacio-
dona. Un hilo sutil divide esta interpretación de redes de agua corriente. En 1870 pasó a for- nal de Alienados (1894).
de los planteos anteriores: la insistencia en la mar parte de la firma John Frederick Latrobe
tecnología en lugar de la ciencia, o en el uso Bateman & Co. (v.). En condición de asistente Bibliografía: J. Morosi. “El aporte de los técnicos sue-
social en lugar del control ordenador del ar- de Bateman llegó a Buenos Aires en 1874 pa- cos durante la presidencia de Sarmiento”. En: Ana-
tista. Cuando aparezca summa en los primeros ra supervisar la provisión de agua y desagües les del LINTA, La Plata, 1996.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 207

También podría gustarte