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MINISTERIO DEL INTERIOR La Habilacion Popular BOLETIN DELA COMISION NACIONALde CASAS BARATAS Ley 9677 Axo IV Junio - Septiempre 1938 No. 16 La Habitacién Popular BOLETIN COMISION NACIONAL DE CASAS BARATAS ‘ y ‘«provineias >, con lo que el mismo quedaria redactado en la siguiente forma: Art, 1" —Destinase Ia suma de § 20,000,000 % ¢/1 para intensi- ficar la construceién de casas individuales y colectivas en la Capi tal Federal, Provinoias y Territorios Nacionales, de acuerdo con lo preceptuado en la Ley Ne 9677. ee Las razones que fundamentan la necesidad le evar los beneficios de la ley de casas baratas a las provincias han sido dadas preeedentemente. Con respecto al agregado « casas individuales> lo fundamos en 1a con- veniencia de no determinar en el articulado de 1a ley un tipo uniforme de casas para todas las zonas del pais, dejando librado a Ia experiencia de 1a Comisin Nacional de Casas Baratas la eleceién del tipo més con. veniente a cada zona. Los articulos 2° y 8° a nuestro juicio no tienen observacién. Dejamos asi expuesta, Sr. Ministro, la opiniGn que se ha servido re- querirnos. Saludo a V. E. con mi atenta y distinguida consideracién. COLABORACION EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA Y EL BANCO HIPOTECARIO NACIONAL Por EL ING. JUAN OCHOA Dedico eta nots a lon doctores Mares En Ia Conferencia Nacional de Asistencia Social —celebrada en Buenos Aires el aio 1933—, después de acentuar la trascendencia de «las rela- ciones de la vivienda con la asistencia social », sostuvimos, en el cardcter de secretario y relator del Comité Ejecutivo de la Seccién « Urbanismo Social », que: a los fines de la mayor eficacia de ta asistencia social, debe procederse @ In descongestin de las ciudades o grandes centros de pobla- Dijimos en esa oportunidad que ¢la congestién de las eiudades marcha «paralelamente con la densificacién de los habitantes y que, por ello, el «problema del < Urbanismo>, en su aspecto social, radica en combatir «esa densificaciin, ejercitando los recursos que la sociedad ha puesto en < manos del Estado. Es, pues, el Estado, agregamos, quien debe resolver, . Consecuentes con esta conviecién, apuntamos algunas sugestiones ten- la chigiene de 1a vivienda, especialmente a la extirpacién del conventillo >; al « perfec- clonamiento ¢ integracién de Ia Ley de Casas Baratas >; a 1a ¢ aceién de In escuela >; a la « distribucién de la inmigracién > y a la ¢ legislaciém sobre subdivisiin y venta de terrenos» para la edificacién de la casa- habitacién, Todas ellas, como se percibe, basadas en la accién del Estado, 254 dientes a la satisfaccién de ese postnlado y que ataier = 255 = porque el particular no puede realizar al respecto una accién amplia y ‘menos integral. En lo que al interés directo, personal o familiar, de la vivienda se re- fiere, estamos convencidas de que Ia accién del Estado, como la de bene- ficencia, slo debe ser subsidiaria del esfuerzo individual y ello para cier- tos estados individuales 0 momentos econ6mieos dificfles de la vida co- Jectiva Consideramos que la formacién del hoger, el sostenimiento de 1a fami- lia y la previsién para el Suturo de la descendencia os la exteriorizaciéa amis noble del « individualismo », porque al par que obliga al maximo de esfuerzo personal —que es la digniieaciéu por la confianza en la propia capacidad—, lleva al renunciamiento del propio interés y hasta al sacri- fieio en beneficio de otros, que es la expresién més eonereta de la solida- dad social. Por ello hemos sostenido y sostenemos que el problema de la propia casa-habitacién debe ser resuelto por el padre de familia por si mismo o en eoncurrencia con otros, es decir, por la asoeiaeién cooperativa. Sin embargo, dada la complejidad de la vide contemporénea, en Io econdmico especialmente, y la falta de espiritu de ahorro en nuestro pueblo, nece- sitamos atin Ia coneurrencia del Estado, no sélo para las soluciones de caricter general, si que también para las particulares y limitadas. A esta finalidad respondié la sabia y oportuna Ley Nacional de Casas Baratas proyectada por el diputado Cafferata y puesta en vigencia en ‘momentos de verdadera crisis de vivienda en el pais por la carencia de las, por 1a earestia de la construccién y por la despreoeupacién publica en lo referente a este importante problema, Esta ley, eminentemente estadual en su doble aspecto de realizaciones inmediatas —eonstraccién de casas a cargo del Estado— y estudio, esti- mulo y fomento, ha cumplido su doble misién con eficacia y con una trascendencia que los contemporéneos no apreciamos, tal vez, en todo su aleance, El interés que por el problema vemos actuar en toda la Repiblica, es su obra; por eso manifestamos, en alguna otra ocasién, que su gran misiGn = 356 era despertar y estimular ese interés. Hoy, ratifieando esa manifestaci decimos que la misién permanente e ininterrumpida de esta Ley debe ser mantener este interés, ast como estimular la aceién particular, individual © colectiva, orientindola y atin encausindola. Consecuentes con esta apreciacién del problema, es decir, de que debe resolverse, esencial y permanentemente, por el propio interesado y en presencia de la falta del espirita de asoeiacién de nuestro pueblo, para la solucién de éste y otros problemas sociales, decimos que debe impulsarse lizando todavia la inter- Ja accién particular, individual y solidaria, uw veneién del Bstado, [ba dificulted pareciera radicar en hallar un factor que, manejado por 1 Estado, lejos de anquilozar el esfuerzo individual lo estimule, fomen- tando y refirmando, al mismo tiempo, la solidaridad social a fin de resol- ver un problema de interés comin para la sociedad. Creemos, se puede afirmar, que ese factor de Estado existe, felizmente, entre nosotros: es el Baneo Hipotecario Nacional. ‘Su efieacia se ha puesto en evidencia: eal fin de la aceién individual >, en las miltiples construesiones de viviendas realizades en la Capital Fe- eral y en las zonas suburbanas, poeas desgraciadamente en las ciudades del interior; « al fin de la accién general », relacionada con el « Urbanis mo >, su eficiencia ha sido apreciable en cuanto a lo pertinente a la tesis que sostuvimos y sancioné la Confereneia Nacional de Asistencia Social, es decir, la ¢ descongestién de las eiudades >, ‘La descongestin de nuestra Capital Federal se esté operando, 0 por Jo menos no se agrava —la constatacién de ello nos 1a daré el présimo ceenso— por Ia emigracién de sus ciudadanos, de los que trabajan en ella a su zona periurbana perteneciente al territorio de la provincia de Bue- nos Aires, en forma tan importante que no eseapa ya a la observacién popular. En todos los rumbos, a Io largo de todas las Iineas ferrovierias, van surgiendo hermosas barriadas, como por arte de encantamiento; ello por Ja accién particular del terrateniente —que ve en el loteo un medio de movilizar eapitales improduetivos—, del agente de negocios inmobilia- ros, el rematador, al que Buenos Aires debe una gran parte de su en- grandecimiento, y, finalmente, del anhelo de nuestro pueblo de afincar su hogar «en la 21 El Banco Hipotecario Nacional, sin habérselo propuesto expresamente, es un factor cooperante de esa triple accién —como lo es también la Caja Ferroviaria y alguna otra sociedad eapitalista— y queremos acentuar esta caracteristica del Banco, porque es propésito de estas lineas propiciar esa cooperacién en su forma més especitica, conereta y amplia, por dispo- sicién expresa de una legislacién orgénica y previsora, Refirman la necesidad de esta legislacién las dos leyes que ampliaron el radio de accién del Banco, con el fin de Asistencia Social, y Ia accién constante y uniforme de los distintos directorios que se han sucedido a su frente, Nos referimos a la Ley de ¢Préstamos para Edifieacién > y ala de « Préstamos a empleados nacionales » para la adquisicién de su casa- habitacién. En el articulado de estas dos leyes y en su discusién parlamentaria se manifiesta, claramente, el deseo de que el Banco concurra a realizar obra de Asistencia Social: con el «obrero>, al acordarle un porcentaje del 60%, superior al ordinario que se establece hasta el 50%, y con el «em- pleado nacional » al acordarle hasta el 80%; pero ni en los diputados intervinientes en la discusién ni en el autor de la Ley, diputado doctor Pedro Luro, se observa franca y amplia decisién. ‘La vacilacin y el temor legan hasta acordar cl beneficio s6lo al em- pleado nacional radieado en la Capital de la Reptilia o en sus alrededo- ves; cuando la visién amplia e integral del problema aconseja, precisa- mente, procurar le radicacién de hebitantes en los pueblos y zonas del in- terior, como un medio de combatir la hipertrofia de Buenos Aires y otras ciudades populosas, como Rosario, y formar en cambio otros eentros de vigorosa e intensa vida econémica al fin de establecer un equilibrio esta- ble entre las distintas zonas y regiones de nuestro extenso pais, muchas de las cuales pesan indebidamente sobre las demis; por carecer de vida econémica propia, por escasez de poblaciGn estable y aspirante. Estas dos leyes ampliatorias de la accién o misiGn confiada al Banco Hipotecario Nacional, no han satisfecho las exigencias sociales que las inspiraron, a pesar de la buena voluntad demostrada por el Banco y del volumen de las operaciones realizadas (*), por la limitacién de la Ley y por el espfritu excesivamente eauteloso ¥ utilitario que las estructura, (2) La Memoria publicada por el Baneo Hipotseario Nacional, com motivo de aus ‘bias do oro, piginas 78 y 84, estableco como monto acordado por los ¢ Préstamos ee ‘Hemos expresado en diversas oportunidades y lo reiteramos en ésta, que Ja legislacién referente a la « vivienda popular > no debe tener el earée- ter de beneficencia, sino de justicia y asistencia social, es decir, que los servicios que el Estado 0 la colectividad realicen en favor del individuo deben ser pagados por éste, Por otra parte, es este el concepto que inspira a la Ley que da existen- cia al Baneo Hipotecario Nacional; coneepto indeclinable si se considera que él ,en verdad, no es més que un intermediario entre el poseedor del dinero y el que lo necesita. Ese cardcter de intermediario ejercido en nombre, con la autoridad y Ja garantia del Estado es el que, a mi juivio, le da posibilidades efivien- tes para ser factor de « asistencia social », en lo que a la vivienda se re- fiere, porque al vincular al capitalista con el trabajador, en un propésito de indisentible finalidad social, realiza obra de franca y constructiva so- lidaridad; ya que, como dice el cardenal Verdier, la « colaboracién armo- niasa del capital, la direceién y el trabajo crea la obra permanente de estos tres artifiees de la prosperided ». Es aconsejable, pues, Ia utilizacién del Baneo Hipoteeario Nacional al fin de la solucién del gran problema, en su doble aspeeto general y par- ticular a que antes nos referimos. No se nos escapan las reservas y observaciones que a esta aceiéa del Banco se han de formular, en cuanto sugerimos Ia modificacién de la Ley de « Préstamos a los empleados nacionales » y de la de « Préstamos para edificacién » al fin de darles mayor ductilidad, para ponerlos al aleance efectivo del mayor mimero de beneficiarios ; pero pensamos que esas re- servas y obvervaciones han de ser veneidas si, con prudeneia y un elevado coneepto social, se estudia y sanciona esa modificacién. Para no extendernos excesivamente en esta nota y por considerar que no es esta la oportunidad de presenter, en detalle y en forma de ley, las, modificacions a que nos referimos antes, nos limitaremos a manifestar que al fin esencial expresado en estas lineas, seria conveniente que se in- ‘rodujeran las mejores siguientes: do edificacion », ¢ 181.886.500 m/n,, y para loa «Préstamos 2 Toa empleades nacio rales > § 71,000,000 m/n, Cabo anotar que la mayor parte de estos préstamos, el 84 G6, festin radicados en Ia Capital Federal. = 250 — En a Ley de € Préstamos a empleados nacionales »: extender el ¢ pros. tamo> al valor total de 1a casa y el «beneficio a todos los empleados nacionales y provineiales simpre que estén afiliados a una « Caja de ju- Dilaciones > 0 de « Previsién », con la garantia del respectivo Gobieruo, ¥ que tengan por lo menos diez aiios de servicios consecutives; que Jus propiedades a gravar estén ubieadas en ciudades que sean asiento de Jas autoridades superiares del Estado 0 en sus alzededores; que el serv cio mensual de 1a hipoteca uo gravite con més de un 20 % el sueldo det empleado y que, en ningén caso, la vivienda tenga un valor superior a $ 30.000. En enanto a la Ley de « Préstamos de edifiedeién » —inspirada en buena parte eu el propésito de favorecer a los «empleados humildes y a los obre- ros del comercio y de la industria»—, debe entenderse —le préctiea ha demostrado su falta de ductilidad y atracciéi:: ello por no poder disponer ssus probables beneficiarios del 40 % exigible, debiendo los ms optimistas ¥ aspirantes antes de solicitar el préstamo ordinatio del Baneo, pasar por «las horeas caudinas » de la ¢ compra por mensualidades » —que debe ser legislada con un concepto social—- sein las que el terreno se paga ‘mas del doble de su valor real, y cuando se incluye el edificio, es malo en general, en Ia calidad de su construccién, deficiente en su concepto ar- quitecténieo y pagado como muy bueno. Estos préstamos, en su coneepto social, han fracasado. Estos préstanios conviene sean modificados, estableciendo el monto del préstamo hasta el 80%, pero limitando el valor méximo de las casas a gravar a $ 10.000, debe exigirse, en cambio: que el beneficiario acredite trabajar continuamente en una industria 0 eomereio, por lo menos dese cinco afios; que el servicio mensual al Banco no afecte su sueldo o entrada mensual en més del 20%; que ofrezea una garantia 0 fiador por el ago de las mensualidades durante cineo aiios, como minimo, y, final- mente, que las propiedades que se afecten a la hipoteca estén ubicadas en ciudades con vida propia y poblacién no inferior @ 30.000 habitantes. En ambos tipos de préstamo debe establecerse el « seguro de vida », ma- nejado por el Banco, y la inembargabilidad del bien. Por otra parte, para independizar estos préstamos de los generales del Banco, es prudente establecer dos series de eédulas, por ejemplo: al 5 % de interés, 0,30 % de comisién y 0,50 % para el «seguro », comin para Jas dos, con tuna amortizacién de 1,50 % para la de los empleados del Es- tado ¥ 2% para los empleados ¥ obreros de le industria y comercio — 260 = Como ereemos, segiin lo demuestra 1a préctica, que el riesgo principal del préstamo —en los periodos de desvalorizacién especialmente— radica en: el « valor inflado del terreno, en la «mala calidad de la construe cién », en el « detalle superfluo o suntuoso » —que no se tiene en cuenta en los momentos de liquidacién forzosa—, en Ia « necesidad de imponer alquileres altos», que respondan al servieio del Banco, y en el posible «fallecimiento del prestatario> antes de la cancelacién de la deuda, se imponen algunas sugestiones previsoras a los fines de la realizacién de estos préstamos. Respeeto a los dos iiltimos —« alquileres altos > y « falleeimiento del adquirente »— los hemos tenido en cuenta al indicar las modificaciones que conviene hacer en las leyes vigentes: a) limitando el valor de las ca- a5 @ $ 90.000 para el « préstamo a los empleados », y $ 10.000 para los «préstamos de edificacién », especiales a obreros y empleados del comer- cio y de la industria, pues en los dos casos los valores méximos igualmente do 1a mensualidad —digamos alquileres— serian de $ 185 y $ 65, que son so- portables y, en eonseeuencia, facilmente eolocables en el mereado de arren damientos; b) estableciendo el « seguro de vide >, paralelo a la hipoteca, que ha sido estudiado con gran competeneia y previsién por el doctor José E. Griffi (1), subeontador general del Banco Hipotecario Nacional. En enanto a la ¢ inflacién del valor », concurrentemente con la tasa- ign que debe efectuar el perito designado por el Banco y teniendo pre- sente que la mayor parte de los terrenos ofrecidos, a los fines de este tipo de préstamo, han sido adquiridos por mensualidades, es necesario, para combatir la inflacién, que el precio pegado por el m* en 80, 100 6 120 meses sea reducido por el Banco, a fin de formar juicio, al precio de la adquisicién al contado que, razonablemente, es el 50% del precio a esos plazos. Cabe aqui anotar, sobre este tipo de «venta por mensualidades », que serfa justo establecer una previsin legal para el caso de que el adqui- rente resolviera pagar al contado el importe que faltara para la cancela- cién. Esa previsién consistiria en reducir Ia deuda en un 50% a favor del adquirente, estableciendo, en cambio, una bonifieacién razonable a fa- vor del vendedor del terreno y en concepto de mayor valor por mejoras. En enanto a Ia buena calidad de la construccién y asegurar al mismo tiempo el menor costo, ereemos, la experiencia nos lo sugiere, que el Banco (2) Vease dicho estudio en ¢La habitacién popular», eneromarzo 1938 pig. 8. M), 21 — debe tener una intervencién més inmediata en la celebracién de los con- tratos de construccién y un control més riguroso en la ejecucién de Ja misma: para lo que el Banco esté eapacitado 0 puede eapacitarse sin ma- yor dificultad. La intervencién del Banco en los contratos eliminaria el peligro de lo suntuoso o superfluo, por lo menos hasta que haya currido la mitad del plazo estipulado para la amortizacién del préstamo, y €l de la intervencién de constructores o contratistas incompetentes & ineserupuloses. En cuanto al ¢ aspesto general» de Ia accién del Banco, es decir, aque- Ula que se refiere a la intervencién propia del Estado, ereemos que en 1a faz en las referidas zonas pe- riurbana: No creemos presentar ninguna novedad con lo que acabamos de sugerit, antes al contrario, sélo actualizamos viejes aspiraciones, expresadas en nuts- tro parlamento en 1911, por los diputados Luro, Crouzeilles, Roca, Cas- tex, ete., e interpretamos, nos parece ,el sentir del mismo Banco Hipote- cario Nacional, cuando en su muy interesante memoria, publiada con motivo de sus ¢ bodas de oro», expresa referencias y reitera sugestiones sobre el carfeter eminentemente social de los préstamos que nos han ocu- pado en esta nota, Por otra parte, con lo expuesto no pretendemos resolver el problema de Ia «-vivienda» en sus relaciones con el Banco Hipotecario Nacional, sino provocar el interés por el estudio de este aspecto importantisimo de Jas soluciones que el problema puede tener. El actual presidente del Banco, doctor Enrique S. Pérez, y sus dignos compaiieros de directorio, en la magnifica solucién de la « conversién de las eédulas », y el nuevo director doctor Tomis Amadeo, cuya autoridad 28 ¥ preocupacién por las euestiones sociales son notorias, nos deseargan de esa pretensién, pues pueden abordar la solucién que apuntamos eon gran ceapacidad y prudencia, No queremos terminar esta nota sin expliear que la hemos dedicado: al doctor Alvear como homenaje a su patriétiea preocupacién por el pro- blema de le vivienda, a cuya solucién coneurrié con gran autoridad; al doctor Pérez y, en él, a sus compaiieros de directorio como reeonocimiento a la obra social y de gran beneficio colectivo que han realizado; al seiior Luis F. Lerena, como al representante earacterizado del personal estable del Banco que ha colaborado con inteligencia y preparaciin y deberd co- Jaborar en la preparaciGn del estudio que apuntamos; al sefior Nazar Anchorena que, conocedor inteligente de la economia del Banco y com- penetrado del espiritu intimo de la Ley de Casas Baratas, sabe que la accién concurrente de las dos entidades seré de gran eficiencia para nues- tro pueblo. Buenos Aires, stiombre 7 do 1988, EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA ECONOMICA EN LA REPUBLICA ARGENTINA Por &L DR ALCIDES GRECA 1, La ensa det obrero argentina, — II. Casas coletieas. — ILL. Piviendas individuaes <1, Barrios y cindaties-jordin.—. Le vivienda yet hombre, L.—LA casa DEL onRERO ARGENTINO Encontvar solueiin al problema de 1a casa propia de los habitantes de tus ciudad equivale # resolver 14 mas apremiante de sus necesidades. EL alquiler constituye una verdadera sangria en los presupuestos de las Yamilias modestas que, en no pocos casos, llega a insumir el treinta o cuarenta por ciento de Jos ingresos que obtienen sus miembros con sa trabajo personal. La vivienda, excesivamente costosa en Buenos Aires y sus alrededores, es, también, relativamente elevada en Rosario, Santa Fe, Cérdoba y otras cindades argentinas de acentuado progreso. La easa propia, no silo per. mite aun padre de familia disfrutar integramente del producto de sa trabajo, sino que representa su tranquilidad en euanto al bienestar fu- tro de los suyos. Cuando se es propietario de una pequeiia casa, por amis pobre y destartalada que ella sea, desaparece la angustia de los fi nes de mes, en los que el cobrador implacable suele presentarse como uu anticipo del oficial de justivia, que, en nombre de la ley, y con ef aposo del Estado, realiza los inbumanos lanzamientos, espectéculo indig- no de Ta eivilizasifn moderna, tan repudiable como la matanca de civiles ¥ le destruecién de los hogares en los contlictos bélieos. Si inieuo es dlestruir una casa en nombre de los principios que se cree defender por medio de las armas, no lo es menos, dispersar una familia, arrojando a Ja calle a mujeres, ancianas y nifios en nombre del sagrado derecho de propiedad. No pretendemos que los felices rentistas sean obligados a en- tregar sus propiedades a los menesterosos, que no pueden pagar un al- quiler, pero estimamas que el espeeticulo de unos muebles desvencijados, 4 pnestos en la aera, y de una familia obligada a vagar por las calles es inconeebible on cualquier pais que haya organizado siquiera mediana- mente su asistencia social. Si bien debemos aceptar que no siempre los obreros legan a invertir la tereera parte de sus ingresos en el alquiler de las easas que ocupan, cello se debe a que dichas viviendas estin muy lejos de satisfacer sus necesidades reales, ¥ que sélo lo hacen economizando a costa de la sa- Jud y de la moral de sus hijos para poder satisfacer las mas apremian- tes exigencias de sus estémagos. Cuatro, cinco, y a veees més personas, hacinadas en una miserable pieza de conventillo o en una casucha de madera y lata de los arrabales, donde no existe baiio, coeina, ni elemen- to alguno de confort o higiene, es inconcebible a esta altura de los pro- gresos y cultura que ha aleanzado el mundo. (*) Si nuestros obreros se decidiesen a vivir como corresponde a su categoria de hombres civiliza- dos, que habitan en un pais inmensamente rieo, podria asegurarse que Ja mayoria de sus salaries irian a las arcas de los rentistas que tienen casas para alquilar (*). Un efileulo hecho en. 1931 por el Departamento Nacional del Trabajo sobre el promedio de entradas y gastos de una fa- milia obrera, habiendo tomado como base el estudio de novecientos easos, daba la siguiente ribueién : Adguiler 38.55 0 sea el 27 56 ‘Atimentacisn 1988 > » > 559 ‘Vestidos 102939 9 Ts Otros gastos 16283» > 11> ‘Tota rr + « Ampliando el concepto de Fervi sobre las sustitutivos penales, podriamos afirmar que toda accidn legislativa que inteote asegurar el propio hogar y el propio patrimo: io, es un mustitutivo penal, Quish se considere exngerada In amplitad que con esta afirmaciéa adguiere ol preeepto de la escuela positiva, pero lo exaeto et que asequrar por leyes el hogar y el patrimonio hogareso ce ahuyentar el delito, esterllizando sa aldo do cultivo, miseria u orfandad, eomo clavar el arado aobre la ineulta tierra a abuyentar la maleza que pugma por invadinie todo ‘, Dr. Aguitia Imphvido, «Hogar y delito, En ia revista La Habitocién Popular, N¢ 11. Buenos Aires, 1936. (2) €La familia, euyo jefe tiene ura entrada mensual de $ 160, no puede pagar cochenta pesos de alquiler; hay, pues, que erearle habitaeién euyo desembotso por t concepto no le insuma més de $ 35, pues Ia carestia de Ia alimentacién ex tan exor Ditante ¢ injustifienda que le absorbe cast el 65 se de las entradas. Fiviendas eolee- tivae, Revista €La Casa Eeonémiea », 1937, N* 19. Causa angustia pensar que una familia obrera, a la que debemos val- cular dos vastagos, como término medio, se vea constrefida a vivir en una sola habitacién, pues otra cosa no podré obtener con sélo treinta y ocho pesos mensuales, debiendo, ademas, limitar sus gastos a diez pesos para vestidos y a dieeiseis para tranvia, itiles de colegio, jabén, medici- nas, periédicos, peluqueria y ¢ diversiones ». En la memoria presentada por los autores del plan regulador de Ko- sario encontramos algunos euadros estadistieos, que nos muestran la for- ‘ma como vive la poblacién proletaria de dicha ciudad. Analizando el enadro que corresponde a las casas de una sola habitacién se advierte que, de 31.951 habitantes, sélo 3,392 viven en condiciones adecuadas, es desir, no ocupando més de dos personas una misma habitacién. El res- to, es decir el noventa por ciento, vive en condiciones harto precarias. ‘Vemos asi que 1.305 easas de una sola piezé. son habitadas por tres per- sonas; 1.388 por cuatro; 1.105 por einco; 840 por seis; 563 por siete; 185 por ocho; 204 por nueve; 147 por diez... Y hasta existen tres casas de esta categoria que albergan veinticinco personas eada una. Esas esta- Aisticas se repiten, en proporeiones semejantes, y atin peores, en las casas de dos, tres, cuatro y cinco habitaciones, (*) El censo levantado en 1924 por la munieipalidad de Buenos Aires da- ba la cifra de 2.470 conventillos dentro del perimetro de la ciudad. Si tomamos al azar uno de los datos del referido censo, veremos como viven Jos trabajadores en la « gran Capital del Sud», en el «Paris de Sud- amériea >. En la seecién octava, en pleno centro, 122 inquilinatos, con un total de 1.008 habitaciones albergan a 6.754 personas, lo que equi ale a un promedio de casi siete personas por habitacién (*). Pero no s6lo viven en pésimas condiciones los trabajadores de nuestras eindades, pese al Iujo de los barrios aristocrdticos y al aspeeto brillante de sus vias centrales; viven mucho peor nuestros obreros campesinos. El latifundio entre nosotros, como en la Espaiia medioeval y en la Rusia (©) Zag babitasign antihigiéaica @ inhospitalaria del conventillo no s8lo es causa ‘te eorrupeién y degeneracién fisica en sus moradores, por In promiseuidad en quo ‘isbea vivir, sino porque los incita a huir del hogar por aa falta de todo eonfort, El padre ae refugiarh en Ja taberna y se hard bebedor y jugedors lor nifos gaaarin 1 calle y a6 traneformarén en vagabundos (2) En las elzeunseripeiones torcera 7 cuarta cxistian, durante la época del eenso municipal, 680 inguilinator, que reunfan 10.489 piezas, lo que hace un promedio de 15 piezas por conventill, En ellos vivian 35.658 personas, En la parte céstriea de la ciudad, sobre 1574 casas de inquilinato que reunian 26.169 piesas, quo basen ua promedio do més do 16 pieras por cass, 0 alojaban 2.540 personas. Véaso Andrée Devoto Moreno, « Anctaciones sobre vivienda popu: lars. Revista Za Case Eeonémica, 1985, N° 10, — 286 — estaneias, en una buena parte del pais, viven en las mismas eondieio- nies que Ios esclavos del antigno agro romano y que Los siervos de ia gleba del régimen feudal. En 1929, en una de nuestras obras literarias, (°) ;ndonos a este misino problema, expresibamos lo siguiente: « Cusn- Santiago Rusifiol visité nuestro pais, Je llamé poderosamente ta aten |. la pobreza, In vida miserable que se hace en la eampafia argentina Claro esté que Rusifiol no se referia a los fastuosos estancieros, que vi- ‘ven prineipeseamente en sus eastillos, sino a los agrienltores, a los pues- teros, @ los trabajadores. Noté el contraste entre In riqueza del suelo, el florecer de los Tinos, el rumorear de los trigos y la vivienda chata € inhospitalaria del colono, hecha de barro erudo, sin la alegria de los Arboles y las flores, Y Rusifiol, excelente observador, encontré que el origen de la miseria era el latifundio». Fl chacarero — ageegébamos— no planta arboles ni mejora su vivienda porque no quiere trabajar ton tamente para el propietario que lo explota, que lo exprime, y que, en cuanto se atrase en el arrendamiento o venza el contrato, lo desalojaré sin _miramientos Rusifol visit6 et pats en 1910, es decir, en el afio del centenario de la Revolucién de Mayo. Posteriormente, en 1921, se sancioné la ley 11.170, ‘que rige para los arrendamientos agricolas, en la que se estableee que los locatarios pueden construir, a costa del locador, una casa de ladrillo co- ido dle dos piezas y cocina, aparte de otras obras necesarias para la ex plotacién del predio arrendado. Pese a dicha ley, Ia habitacién eampesi nna no ha mejorado gran cosa desde esa fecha, y quien viaje en tren 0 en auitomévil, podré observar que todavia existen en las proximidades de Buenos Aires y Rosario casuchas miserables que sirven de albergie a colonos de nuestra fértil y prodigiosa eampati Pese a torlos los sentimentalismos y a nuestro amor por la tradieién, ebemos iniciar una eruzada contra el rancho, El rancho seré un motivo artistieo, decorative, que serviri para ilustrar las piginas de nestros magazines y rotativos; resultaré, también, muy interesante a los turis- tas que lo contemplan de paso desde sus automéviles, en viaje hacia los Tujosos hoteles de las villas veraniegas; pero es neeesario vivir dentro siquiera una semana para saber cuiles son sus « bellezas» verdaderas En una habitacién de enatro metros por seis, de techo de paja y pare- aes del mismo material o de barro, con piso de tierra apisonada y sin mis abertura que la puerta de entrada, ha de moverse, comer y dormir toda la familia: los grandes y Ios chieos, los hombres y las mujeres, los zarista, ha sido un factor de atraso, Los chaeareros y los peones de las (©) eLa Torre do los Tagless». (Ceésicas de viaje) — 267 — sanos ¥ los enfermos. Ahi habitan, asimismo, Jos gatos y Jos perros, las chinehes, las pulgas ¥ las vineheas. En su interior se guardan, junto con los escasos muebles, Ins herramientas y enseres del trabajo, y no po- cas veves, sus productos: ristras de eebollas, zapallos, holsas de maiz o de patatas, También ahf se cocina en los dias destemplados. El senador Alfredo L. Palacios, al fundar su proyecto de ley de pro- teceiin moral y fisica los nifios argentinos, hizo la siguiente deserip- cién de Ia vida proletaria en la provincia de Santiago del Estero: « Ile entrado en ventenares de habitaciones, y he salido eon el corazén eneo- gido. Entrego fotografias de albergces en los cuales se amontonas doce- nas de nifios en la mas completa miseria. Familias de seis, ocho y hasta diez personas viven hacinadas en ranchos sin puertas ni ventanas, de tres metros por euatro, constrafdos con quinchas, latas, palas y lonas, que tienen piso de tierra y techo eubierto dé ramas; verdaderos foeos de infecciu, donde en vn ambiente de abandono moral azotan todos los ¥: ins y In miseria » (*) El urbanista Wladimir Acosta, en su obra ¢ Vivienda y Cindad », expresa que «mientras algunos arquitectos y estetas < racistas » procu- ran imprimir a residencias suntuosas de estancias el sabor tradicional que puede prestar un revestimiento exterior «estilo tapera s, Ia tapera real sigue existiendo, inmoditicada, hasta empobrecida, con su eortejo dg misevia, sueiedad, degradacidn... Mientras la cabaiia de los animales finos es objeto de méximos euidados, Ja vivienda det proletario rural peonaje, colonos, pobres, ete. — se asemeja, mis que a uma habitacién hhamena, a guarida de fieras >, Poco tendriamos que agregar a estas ob- servaciones, hechas sobre el terreno. Pero, a fin de demostrar que ellas no obedecen a 1a propaganda de hombres que militan en los partidos de inquierda, reproduciremos la siguiente frase, que extractamos de los fun- damentos del proyecto de resolueién presentado por el Dr. Alberto De- voto Moreno en la Convencién Radieal de la Provincia de Buenos Aires, afin de que se incluyese en la plataforma de su partido el estudio y solu- cin del problema de la vivienda del trabajador de la campaiia, Deca el Dr. Devoto Moreno: « La colonizacién hecha a base de inmigrantes, el destino préspero de los campos de ganaderia, divididos ya por los alambrados, que siguen a la repartija de la tierra piblica, el laboreo pa- re la siembra, nueva forma de vida produetora de Ia eampafia, no ba mo- (*) x Is regién arvearera, en plena eampafa, bajo un cielo que er una gloria, to yon verdaderon tugusion fétidos y tenebroton en wu interior, mis siniestros que Jos do tas eiudadas superpobladas. En Ia época de la cosecha el hacinamiento ox cllos sleanza a extremes increbles ». Augusto Bunge. (Diario do Sesiones Cimara de Diputados, afo 1916, tomo J, pig. $72). = 268 — dificado el cardcter de la vivienda y, hoy, una reciente generacién de argentinos, mas adelantados en conciencia y eapacidad, tiene en las cha cras, en las estancias y en los suburbios puebleros la misma clase de mo- ada, pobre y sucia, de sus antepasados ». Debemes agregar nosotros que el rancho no sélo se encuentra en el eainpo; en casi todas las civdades del interior del pais existen extensos barrios donde el rancherio, eon sus moradores, pone una note pintores- ca, ;Pintoresca, pero también inmoral y sucia, constituyendo un verda- dero peligro para la salud pablieat El viajero que llega @ Santa Fe por el camino pavimentado que une dicka capital eon el Sud de la provincia, al travesar el largo puente ten- dido sobre el Salado, debe contemplar asombrado el inmenso rancherfo levantado en los terrenos anegadizos de la costa del rio. Como un telén de fondo, tras el agrisado de los ranchos, que semejan una gran. aldea africana, se levanta la ciudad, emergiendo de la brillante fronda de sus hiuertas las torres de les iglesias, las chimeneas de las fabrieas, los techos ojos de los cuarteles y Ios altos eubos de algunos rascacielos ¥ elevadores. El especticulo es obsesionante. Entre los chareos se desparraman las ea. suchas miserables. Podria decirse que es s6lo un erizamiento del barro. Ahi no hay Grboles ni flores. Es un cuadro de colores apagados, donde 1a paleta ha voleado todos los matices de Ia rofia. Causa escalofrios el pensar que ali viven seres humanos. Ese barrio, ineorporado a la capital de la provincia més rica del pais, que tiene casi dos millones de habitantes de raza europea, se encuentra a diez cuadras del palacio de gobierno y de la Iegislatura provineial, Desde que se organiz6 el go- bierno constitueional, Ios Iegisladores que Tegan del Sud de la provincia lo atraviesan semana a semana, Esto oourre desde hace ochenta y einvo Algo semejante, aungue en menor escala, se presenta en Ia ciudad de Cérdoba. Cuando el tren Mega a las lomadas que la eireundan, aparecen los ranchos, eon su poblacién miserable, Se pasa sobre los patios, y has- ta se percibe el fermento de la mugre. Los ranchos rodean a easi todas nuestras capitales de provineia: Corrientes, Mendoza, San Juan, Salta, Catamarea, San Luis, Santiago del Estero, La Rioja... Hasta en aris- tocritieas villas de veraneo, como La Falda, pueden verse, en las proxi midades de estilizados chalets, levantados entre parques y jardines de ensuefio, sérdidos barrios, donde ¢ vive» la poblacién criolla, el pobre- rio que no tiene ninguna participacién en los festines que brinda el mundo, Dos eiudades argentinas no tienen ranchos: Rosario y Avellane- da. No tienen ranchos porque tienen algo peor: barrios de casuchas constrafdas con latas viejas y tablas de eajones. = 269 — Es hora ya que nuestros gobernantes dignifiquen al pueblo trabajador argentino, proporeionéndole vivienda honorable, es decir, casas eémodas, higi¢nicas y alegres, donde el hombre viva como hombre, redimiéndos por fin, de algunas de las costumbres del clan, una de euras reminis- ceucias son las viviendas que hemos deseripto. (*) LL — Casas counenivas Nuestra legislacton eivil no admite el dominio horizontal, que permi- tivia a empresas o soviedades comerciales levantar edificios de varios pises para venderlos después fraecionados, en forma de departamentos, a gente de modesta situaciin econémica, Esta clase de dominio, que existe desde siglos en algunos paises europeos, no fué aceptada por nues- tro codifieaor. Asi lo determina én forma categériea el artieulo 2617 del Cédigo Civil, exando expresa que «el propietario de edificios uo puede dividirlos horizontalmente entre varios dueiios, ni por eontrato, ni por actos de dltima voluntad ». Los motives han sido expuestos, en forma sintétiea, por Vélez Sirsfield en la nota correspondiente: «La divisién horizontal — die — dando a unos los bajos y a otros los altos, era necesariamente cuestiones entre ellos, 0 sobre servidumbres 0 sobre Jos Iugares que son indispensables para el trénsito en los diversos altos de wn edificio». Debemos agregar que el eardeter individualista de nuestro pueblo y Ia falta de una arraigada tradieiin de respeto por la ley y los derechos de tereeros, serian causa, no sélo de semilleros de pleitos, sino de incidentes de cardeter policial entre los diversos pro- pietarios de las casas colectivas, La refaccién del edificio 0 de las de- pendencias comunes, la limpieza de las esealeras y pasillos, los servi ius sunitarios, los ruidos molestos, las travesuras de los nifios y la labor © moralidad de sus oeupantes proporcionarian frecuentes inciden- (©) «BL absolutismo de los dercehas privados, fundado en el dogmatiamo indisi Qualista, quo por afirmar el predominio de la Ubertad individual, eonsogra parado- Jalmoato en el hecho real, el sistema del desampsro del howbre, resulta en nuestra poca ovidentemente anaerdaleo frente a Ia realidad social, Nuevas nociones de orden juriiico-soeial, desplazan el predomiaio excluyeste del interés iudividual, y, respon: ‘icndo al concepto objetivo do la solidaridad, lara y precisa, en razén de coutemplar Jy vida humana, integral, fijan los derechos de la misma, en euanto ticnden @ eon gear In plenitua del ejercicio de los atributos fundamentales de su naturaless, Ti viviouda, como el sire, como Ia alimentacién, como el trabajo, como la vida en gene rl, constituyen lor mueror dereehos sociales, que excapan de In estora del derecho irivadoy estructorsm los nuovos principion juridieos de orden pablico». Mariano R, Tievembaum, «La vivienda, Un muero derecho de orden péblico s, en la revista La Tebitacién Popular, Ne 9, 1 = 370 — tes, alli donde falta la autoridad de un propietario 0 easero, eon sufi- cientes atribueiones para poner en la calle a los eausantes de la dis- cordia, Las erénieas policisles y los sainetes teatrales han hecho famo- ‘sas, entre nosotros, las Hamadas peleas de conventillos, que son enconadas ¥ bulliciosas por causa de la diversidad de origen de las personas que fen ellas comunmente intervienen, No ocurre esto en paises como Fran. cia, Bélgiea, Alemania e Inglaterra, donde existe un tradicional eulto ala ley y un profundo respeto al préjimo. Estas reyertas Hevarian, por supnesto, a los coutendientes hasta los estrados de los tribunales, cuando en ellas se discutan asuntos de orden pecuniario, Por ello, pese a que el dominio horizontal podria aporiar una solucién al problema de la vivienda obrera, no lo auspiciamos, pen- sando que es preferible que sea el Estado o el municipio el propietario de las easas-colonias que habitan Ias familias proletarias. (*) Las easas de varios pisos, divididas en departamentos, tienen no po- cas ventajas sobre las individuales, habitadas por una sola familia Una de ellas es que, a pesar del alto valor del suelo, In casa eolectiva, por el mayor aprovechamiento del mismo, puede vbiearse mas eerea del centro de la ciudad, evitando gastos de transporte a sus moradores, Es- tos gozardn, asimismo, de los numerosos servicios y vonfort que no se pueden obtener a bajo costo en las casas individuales. Si Ia eolonin es de grandes proporciones, podrén instalarse en ella, escuela, farmacia, almacén, peluueria, teatro, biblioteca, dispensario, garages, ete, En lus patios y jardines habré sitios de reposo, para el deseans y la lectura, y lugares apropiados para gimnasia y deportes ('). En uma east eo lonia podré disfrutarse siempre de un buen sistema de alumbrado, de () Ba ef aio 1997 fu sunciowads en Chile una ley yor la que ae auite el do ‘nig hovigoutal en edifieios de varios pisos, establesiéodase que éstos podein per tencevr a distintos propictarios, los que sevin duchos exelusivos de wn piso o depar tamento y comuneros ea loa bieues afcetados al wso comida, Se declaran bles comu- nies el terreno, log muros exteriores y soportantes, la obra gruess de tow eusios, la techumbre, habitacién del portero, vestibule, terraras, ascensores, patios, servicios do calefaccién, encrgia eléstrca, cloacas, agus, ete, Bn euatvo titulos y veinticineo artieulos se determina todo lo relative a los derechos de eada propietnri, minis tracién del edifiio, reparaciones en ento de destruceién total o parcial, segatn ol sgatorlo, asambless do las propletaris, intervencidn de la justieia, ete (4) €1a madre obrera comparte y compite ea el hombre el trabajo en tae £ibvicnss no tiene tempo para dediearlo al euidado de la easa: la solueién debe hallarse en los servicios colertivos do cacina, eomedores y lavaderon >. ‘CEL nifio merece otro capitule especial y proscctamos « mursesien, alas juego 1y de estudio en loceles cerrsdos y amplins campos de juogos abiertos >, « Viriendas coleetivas. Barrio obrero en Barracas >. Revista La Casa Bconsmico, af TV, N* 19, en servicio telefénico y de ealefacciGn central. Dependera de la téeniea de los arquitectos que todas las habitaciones gocen de aire, Iuz y exeelentes vistas El arquitecto Vautier expresaba, en el «Toletin de 1a Comisién Na- cional de Casas Baratas », que, entre nosotros hoy sélo son. las casas colectivas las que ofrecen las mayores probabilidades de aprovechar las ventajas de Ia e asociacién » y llegar asi, no sélo a la economia del eos- to, sino también a la economia de le explotacién » (*). Con selarios de cuatro 0 eineo pesos, que a causa de los feriados no Megan a sumar men- sualmente ni siquiera ciento vineuenta. pesos, no es posible admitir que nuestros obreros se encuentren en condiciones de afrontar el problema de Ja constraeeién de la casa propia. No seria viable, ni aun por el camino el ahorro colectivo y de las cooperativas de edifieaeién, pues antes de qee puedan reunir una cantidad apreciable, bésica para adquirir el te- rreno e iniciar Ja obra, pasarian tantos afios que las easas sélo podrian ser habitadas por sus nietos. No existe otra solucién que la de eneomen- dar al Estado su construceiém, pues éste puede obtener empréstites a lar- ‘gos plazos y reeuperar el capital y Ios intereses, mediante el cobro de un. médico alquiler. La ubieaeiGn, distribucién y costo de las casas colecti- vas deben ser estudiados detenidamente, para que no resulten un alarde de Iujo o constituyan tun fracaso que desaeredite el sistema. (*). Con una buena financiacién, y teniendo presente los tres requisites que aca- amos de enumerar, el Estado puede construir indefinidamente casas pa- ra obreros, mientras haya interesados en habitarlas. Puede citarse, como ejemplo, 1a obra realizada por Ia municipalidad de Viena, que a pesar de Jas vicisitudes oeurridas en el Estado austriaco después de Ja guerra, Ile- 6 a construir sesenta mil peqtefios apartamentos y diez mil pequefias villas, destinados a familias modestas (*), El sistema cooperative adop- (©) Boletin Nr 3, de noviembre de 1984. (©) A ato rospocto, debemos recordar el deplorable ensayo de ti Muuieipalidad ‘lo Rorario, que hizo construit tres barrios do easas individasies bajo la denominueléa de «La vivienda det trabajador>, EI alto costo de los edificios, 14 pésima calidad ‘lo 1os materiales, la uniformidad y mal gusto en Jos cetilos y un ildgieo sistema do finavelaclin, ban origiaado un fraewso rotundo, que costar al municipio vation ml: ones do peses. (*) Ba el informe presontado por ol doctor Ponce de Leén st Consejo de Adminis ‘racidn del Uruguay se hacen conocer interesantes detalles sobre lee easas colectivas construfdas en Viena por In musicipalidad. La superficie edifieada no sobrepasa al 50 G del terreno, Babidndose dejaslo pation arbolados, comuner a todo el edificio, En algunos de éstos, que permiten Hlegue la lut a todas las habitaciones, bay poque 1 piletas de natacitn, que en invierno, por el frio, se conviesten en pistas de pati naje. Entre lat méltiples comodidades de lor eAifieios eabe sefalar el gran lavadero an tado, con la intervencién del Estado de 1a comuna, ha dado resultados 6ptimos, que indiean como puede encararse un problema tan fundamen- tal con una buena orientacién, Las iniciativas de las cooperativas de edi- ficacién fueron puestas bajo la direccién de un organismo titulado « Es- ‘tablecimiento de economia mixta para las colonias y los materiales de construceién >, que se ha denominado comunmente « Gesiba> (*), y que actuaba como empresario general, adjudicando las obras y proporcionan- do los materiales a precios previamente controlados. En Alemania, In. glaterra, Francia, Italia, Suecia y los Paises Bajos se han construido mi- Mares de casas econdmicas, por medio del sistema cooperativo, pero con la intervencién directa del Estado. Estas viviendas aleanzan a 2,750,000 en Inglaterra y a easi 3.000.000 en Alemania, en el periodo comprendido entre 1919 y 1935 (*). La organizacién de las cooperativas no siempre es igual; en aquellos paises donde existe el derecho de enfiteusis, el munici pio suele proporcionar el terreno, otorgéndolo por un témino que va- ria entre sesenta y noventa afios. Algunas veces se exige a los futuros propietarios un aporte en forma de trabajo personal en Ja coustruceién de Ja casa. Uno de los sistemas cooperatives mis recomendables es sin uda el adoptado en Francia. « El accionista que desea una casa, — ex. pres Niklison (°) — foma tantas aceiones nuevas, cuanto importe 1a casa requerida, Una vez construfda ésta, el adquirente paga un cierto al quiler y, ademés, amortizaciones periédieas, en forma tal que el importe de Ia casa quede cubierto en un plazo que, por lo general, suele ser de veinte afios. Pero es evidente que, en su condicién de accionista, percibe como dividendo una parte de lo pagado como locatario. Una vez que las amortizaciones eubren el importe de las aceiones, éstas son rescatadas Ja propiedad pasa poder del adquirente >. En cuanto a la construceién central mecénieo, donde una mujer, en el espacio de doa o tres horas, por una mo Aestisima sum, leva, sca y plancha toda 18 ropa de a casa, ‘Lot departamentos, aungue pequefiog, tienen una exeelente dlatribusién, Las eon truceiones esreven de decoraclones superfluas, pero en au parte exterior tienen un reveutimiento imitacién piedra de color celeste o rosade y los baleones, east slempre con tHestos de flores, embellecen notablemente ol conjuste. Véase: Javier Gomensoro, ‘La vivienda obrera, en La Habitacién populer, N¢ 4, Buenos Aires, 1035. (7) €Gemeinwirt-Schaftlicne siedlungsund Baustotfaulstald», (©) eos Patses Bajos erigen 710.000 vivlendas, Bélglea 150.000, Italia en ol te. ‘ino de doce aon construe $2,000, Dinamaren 45.800, F landia, en seis afos, 6.438, ¥ asi, con idénticn intensidad, en la enorme mayoria de lox paises europeos ¥ en los Bstados Unidos do Norto América, Rusia mlama, aobro el plan de reconstruceién ‘diliea do Mote, que imports 1a sama de 32 mil millones de rublos, aestina 1.200 millones a la construceiéa de casas para labitaclén', Carlot A. Nilson, «Za lucha fn favor de ta viriends popular», Santa Fe, 1996 ©) Obra ettads, —on— de casas colectivas, eabe sefialar el sistema de las soviedades anénimas de Finlandia, que, segin este mismo autor, tienen la siguiente particulari dad: ¢Estén constituidas por personas que se agrupan para construir uno o més inmuebles de la habitacién coleetiva, de los quales se dividen los departamentos segiin la superficie habitable a prorrata del capital suseripto. Cada accién, o grupo de acciones, da derecho al goce de un departamento determinado. $i bien éstos son oeupados por sus duetios, pueden, no obstante, sub-alquilarlos, y aun introdueir transformaciones fen ellos, siempre que no deprecien el inmueble y no causen dafin a los otros accionistas » TIL — Viviexpas uspivipeaues Una de las formas més comunes, aloptada por nuestros legisladores y ‘ediles, para la construecién en serie de casas econdmiess, es la de erigir viviendas destinadas a un s6lo propietario, lo que satisface mejor las ten- dencias individualistas de los habitantes del pais. Es, también, Ia vinica solucién posible dentro de nuestro régimen de propiedad privada, que uo admite el dominio horizontal ni la enfiteusis. ‘0 nos detendremos a considerar la téeniea y financiacién de las casas que son eonstruidas por empresas particulares, para ser vendidas luego ‘mediante el pago en cuotas mensuales o con la constitucién de hipotecas, por no corresponder al tema que nos hemos propuesto abordar ; no obstante, nos remitimos, sobre ello, a lo que expresiramos en la « Revista de Dere- cho y Adm. Municipal» sobre el incontrolado erecimiento de nuestras cinda- des, Debemos agregar que toda clase de casa-habitacién, ya sea construfda directamente por quien se propone habitarla, o bien por empresas, con él propésito de especular, debe ser objeto de una rigurosa fiscalizacién de las autoridades edilicias en cuanto a los materiales a emplearse, empla- zamiento, distribucién, eonfort ¢ higiene, Estimamos que un reglamento de construcciones, bien orientado, puede modificar fundamentalmente la fisonomia de una ciudad y coustituir un factor de suma importaneia. para su porvenir. Mediante una previsora reglamentacién de las construecio- nies se evitardn muchos males futuros y se mejoraré notablemente la hi- giene y la estética de las eiudades. Ei reglamento vigente en Rosario, se. gin el urbanista Hegemann, permitiria alojar 32 millones de habitantes dentro de los limites del municipio, cuya superficie es de 17.119 het reas, es decir, a casi tres veces 1a poblacién actual de toda la Repiiblica, Si las casas se construyesen aprovechando las franquicias del reglamento, Ja ausencia de aire y luz seria completa, «Una ciudad moderna y exten- Aida como Rosario — expresaba el referido autor — no necesita patios on ane se transtorman, necesariamente, en pozos sin aire ni Inz, nando el veeino constrnye su casa Linders. Patios tan estrechos, son una inveneisa de las viejas ciudades fortificadas, con terrenos muy pequelios ¥ super- poblados ¥ sin trifieo moderno deseentralizadar » (°) La casa econémiea debe ser construfda con un eriterio téenieo mis ri- guroso que el de los grandes palacios y rascacielos, en los que se puede derrochar material, terreno y mano de obra. Cuando no sobra el dinero hay que aprovecharlo hasta el siltimo extremo. «La verdadera casa eco némiea —segiin los arquitectos Cavagna y Carminati Jam () — no es Ja que menos euesta, sino Ia que permite alojar efmodamente mayor mi- mero de personas, Entre una casa que cuesta cuatro mil pesos y permite alojar a dos personas y otra, que cuesta cinco mil pesos y aloja a enatro personas, esta Gltima es la més econdmiea y no la primera, que es 12 mis darata», Estoy mismox arquitectos dan los siguientes postulados pava el abaratamiento de la vivienda: 1° No especular sobre la tierra. 2” Bajo interés del dinero. 3° Construecién en serie (standardizacién). 4° Planos racionales (funcionalismo). La constrnecién de casas econémieas con la intervencidn del Estado 0 del municipio puede realizarse por los siguientes procedimientos: I vectamente por el poder piblico, para venderlas o alquilarlas desp: Il — Por sociedades cooperativas eon la ayuda y fisealizacién del Esta- do. II — Por los particulares, con la ayuda financiera del Estado, I~ Cuando el Estado construye directamente, por su venta ¥ riesgo, debe procurar reembolsarse el eapital invertido alquilando o veniiendo Jas casas a precios que cubran exactamente el costo de la obra, el interés del capital, Ios gastos de administracién y las posibles pérdidas por de- terioros o falta de inquilinos o compradores. La finaneiacién mas eorrien. te se efectiia por medio de la emisién de titulos, que se van retirande panlatinamente del mercado, a medida que los eompradores o inuilinos van amortizando el capital, Son suficientes veinte o treinta afios, es decir, tuna generacién, para que Ia easa se pague integramente, No deberé otorgarse eseritura de dominio a favor del adquirente sino cuando haya satisfecho, por lo menos, el vineuenta por eiento det valor de Ja propiedad, constituyéndose, entonees, una hipoteea sobre el resto de la deuda (°). (10) €Problemas urdance de Rosario. (Contereneias del urbanista Dr. W. Hege mane). Rosario, 1981, (22) € Algo sobre vivienda econdmica s, En In revista La Casa Econdmica, N* 7, Buenos Ai (22) Cuando se diet6 In ordenanza creando eLa visiende del trabajedor > por Ja ‘munieipatidad do Rosario, so establecia en el artfeulo 3$ de la reglamentacléa que, EI orden en la adjudicacién y condiciones de los adquirentes o arren- datarios de las casas construidas por el municipio deben ser objeto, tam- bien, de una reglamentacién, en la que se determine que serin preferidos los obreros y empleados, y dentro de éstos, los que hayan constituido un hogar o sean el sostén de una numerosa familia ("). IL—Fl menicipio puede, también, ponerse en contacto eon las socie- dades cooperativas de edifieacin, ayudandolas finaneieramente, antiei- pandoles fondos, cediéudoles 0 vendiéndoles tierras a precios infimos y exoneréndolas de todo gravamen o impuesto. La Reglamentacién de la ley nacional 967, en su articulo 22, inciso g, determina que la en ealided do préstamo, sin mis obligacién, de parte del eomprador, que ia ‘te pagar wa evots mentual y constitvir una hipoteca a favor de ésta por el valor fntegeo do la propiedad. Fata dcsatiaada disposielén ha dado motivo s innumerabiios trastornos 7 eanflitos, que se haw tradueide en la. pérdida, para el municipio, de varias millones de pesos, pues éste es responsable solidario de todas Ins operaciones de (*) Miford, ete. Debemos mencionar V.— a vivipnpa ¥ 51 HOMBRE El problema de Ia vivienda, como el de ta alimentacién y el del vestido, son 10s tres problemas primordiales del hombre. El ser humano empieza fa diferenciarse de Jas otras especies animales que habitan en la superficie terrestre cuando agrega, al afin de alimentarse, el de vestir su euerpo y ‘guareeerse en viviendas estables. No lo ha logrado afin de una manera absoluta, El cultivo de Ia inteligeneia, que vino después, colabora en 1a solueién de estos problemas. ‘Todos los esfuerzos que se hagan, buscando una solucién al problema de Ja vivienda para todos los seres humanos del mundo, sin distineién de clase ni de fortune, es, posiblemente, la mis ardua y noble empresa que el aspect de tas ‘iviendas ae lovan- royos. (24) La estadfstien do Liverpool da 143,6 defusciones por cada 1.000 nacimientos y 19 por esda 1.000 hsbitantes, El record lo tiene Middlesborough con 1578 detux- ciones por eads 1.000 nacimiontos y 19,1 por ada 1.000 habitantes, (08) €Urbaniomo », Santa Fe, 1987. (*) Entro las eapitates de los Estados Unidos que present ciudades jardin la @ Dayton, en el Estado de Ohio, euys tan entre jardines de flores, parques frondosos y pintorescos = 290 — puede intentarse. Pero, debemos agregar que la obtencién de una vivienda alegre y limpia, no slo depende del Estado o del régimen econémico de Jn sociedad; mucho depende del individuo mismo. As{ como se dice que Ja cultura de un hombre se conoce por Jo que lee y su educacién por sus hébitos en la mesa, podriamos agregar que su gusto artistico, sus costum- bres, su higiene personal y su capacidad de lucha se conocerdn contem- plando la vivienda donde habita, sea ésta un palacio o una choza. UN IMPORTANTE PROBLEMA DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES LEn cusles sitios habrin do irse construyendo las 50,000 catas requerira la eludad en tes préximos diez afios? Por EL ING. ALEJANDRO E, BUNGE La situacién geogréfica de la ciudad de Buenos Aires permite creer que su crecimiento seré apreciable y constante. Pero ese crecimiento no estaré contenido, felizmente, dentro de la jurisdiccién de la Capital. Creverd la «Gran Buenos Aires », dentro de su area abarcada por un arco de cfreulo con eentro en el puerto y un radio de unos 20 kilémetras, Dentro del area cconémica de esa Gran Buenos Aires> quedan incluidos por completo los siguientes partidos de la provincia de Buenos Aires: Avellaneda, Lo- mas de Zamora, Vicente Lépez, San Isidro, San Fernando, San Martin, 6 de Setiembre, y en parte los de Las Conchas, Alnirante Brown, Quil- mes y Matanza. Entre los muchos problemas urbanos y suburbanos de la Gran Buenos ‘Aires, se destacan estos dos: ubicacién de las nuevas industrias y ubica- cién de las viviendas obreras dignas, a construir en gran ecala ‘Al aludir a esas viviendas nos referimos exclusivamente a 1as necesarias para solucionar el dramético problema del hogar de una sola pieza. Nos referimos exclusivamente a las necesaries para aquellas familias eompues- tas de padre, madre, varias hijas mujeres y varios hijos varones, que se ven obligados a vivir, y a veces también a trabajar en una sola pieza. A es08 casos que son de 40 6.50.000 en le Capital y mas de 150.000 en todo el pais, No nos referimos a nada suntuoso ni superflo ni de necesidad du- dosa 0 postergable. Quedan sin duda algunos espacios libres dentro de los limites politicos de la Capital ntilizables para ambas cosas. Pero como debe tenderse a que Jas grandes fabricas y las viviendas higiénicas de sus obreros se instalen tan lejos del eentro como sea posible, habré de procederse sin duda, en 281 = 28 — forma coordinada entre las autoridades de la capital y las de la provincia de Buenos Aires. Los medios modernos de transporte urbano y suburbano, hacen ahora posible lo que hubiera sido diffeil hace algunos Instros. Los ferrocarriles, Jos subterrdneos y los automotores, permiten establecer las fébricas, ciertos comercios y muchas viviendas, que en su vida econ6mica necesitan estar ‘vineulados a la Capital, hasta muchos kil6metros més allé de su limite po- litieo, en busea de tierras baratas, aire y sol. La Gran Buenos Aires, eon sus tres millones de habitantes ha de re- querir, cada aflo, la construceién de unas 4 6 5.000 casas higiénicas para esas familias obreras y de empleados modestos, que vivian hasta hoy en ‘una sola pieza. ¥ habré de requerirlas durante no menos de 10 afios, o més probablemente de un modo indefinido e ininterrumpido. Por gravitacién fisica esa gran obra ha de emprenderse de un momento a otro. Es pues de sana politica proceder desde ahora al estudio de los problemas que eso plantea, y tratar de coordinar las soluciones ; reglamentaciones de ubjeaciéin para las nuevas fabrieas, determinacién de los sitios para los micleos de viviendas obreras, previsién de las comunicaciones y de los servicios pi- blicos para los nuevos micleos. Une distribucién demasiado diseminada puede resultar antieconémica y tan perjudicial, por causas distintas, como ‘una aglomeracién excesiva. No creemos que todos los espacios libres que atin existen o que han de surgir dentro de la jurisdieeién de Ia Capital sean convenientes para las referidas mecesidades, Asi por ejemplo, no parece que las 200 heetéreas que algin dia habré de ver libres la Capital, sobre el rio, al transferirse el puerto — como tendré que suceder — hacia el Norte o hacia el Sud, for- ‘marin un espacio racionalmente utilizable para la industria. Es muy po- sible que buena parte de ese espacio como de otros menores 0 mayores, sea requerido para parques ¥ otros destinos de uso comén. Aun cuando no nos proponemos en esta oportunidad entrar en detalle en el tema de la ubicacién, eabe sefialar que es posible no haya de pensarse ‘en grandes edificios colectivos de varios pisos, poeo aconsejados ya por la experiencia mundial, sino en casas individuales de dos, tres y cuatro piezas, eosa que reclama mucho espacio; pero espacio realmente disponible en abundancia con los modernos medios de comunieacién. JHabria de postergarse esta obra por la actual situacién financiera de Is Municipalidad de la Capital? La deuda flotante y las obligaciones pe- rentorias suman més de 100 millones. Es la realidad que acaba de hacerse piblica. También se acaba de saber que Ia gran plaza 9 de Julio, de cineo manzanas, ha eostado 91 millones. Y que pera transformarla en avenida, por extensin, entre las calles Belgrano y Cérdoba se requerian 54 millones in de los edificios demolidos re- ducen apreciablemente la rentas municipales. jLa construccién de vivien« das en gran eseala no agravaria esa situacién financiera? Con una suma igual a la que ha costado la Avenida 9 de Julio, se po- rian construir diez @ quince mil casas higiénicas, dignas y baratas para los obreros ¥ empleados, en In Capital y suburbios, casas de 2, 3 y 4 piezas que cada familia podria alquilar o adquirir en sumas comprendidas entre diez y cuarenta pesos por mes. La Avenida 9 de Julio se ha ejecutado en ‘meses. Las viviendas dignas referidas se habrian de construir en tinos 10 afios. La Avenida 9 de Julio tienen que pagarla los 3.000.000 de habitan- tes, las casas las pagarén casi totalmente sus inquilinos y compradores. La Avenida 9 de Julio, tan necesaria como se quiera, no produciré direc- ‘tamente los recursos que habrén de requerir los servicios de los emprésti- tos con cuyo produeido se eancelaré su costo, en tanto que las viviendas produeirén los recursos requeridos para su financiacién, Creemos haber demostrado esta posibilidad econémica y financiera y estamos dispuestos a demostraria més amplia y acabadamente si es necesario, Es una obra ti sicamente mucho més féeil que la de hacer esa plaza Si la conviecién, la inteligencia y Ia energia de un hombre pudo ejeou- tar una obra de ese género en meses, jo podria acaso la eonvieeién, Ia inteligencia y la energia de un grupo de hombres, con la colaboracién de las autoridades, realizar una obra reproduetiva y de costo equivalente, en cinco 0 diez aiios? Por otra parte, esas viviendas son urgentemente reelamadas por Ia dig- nidad de la raza, por la moral, por la higiene, por el orden y por la justi- cia social. No es inoportuno el momento; es el momento de emprender esa obra en forma tan pujante e impetuosa como fué emprendida Ja plaza de las cinco ‘manzanas. Le llega su turno. Y como le Hega con excesiva retardo, no ca- ben més postergaciones. LEGISLACION Y PRECEDENTES NACIONALES Y EXTRANJEROS PROYECTO DE LEY DESTINANDO VEINTE MILLONES DE PESOS PARA CASAS BARATAS EN LA CAPITAL, Y TERRITORIOS NACIONALES El Senalo y Cémara de Dipwiados, ete Artioulo 1°—Destinase Ja suma de veinte millones de pesos moneda nacional de curso legal (# 20.000.000 m/n) para intensificar la construc- cidn de casas colectivas en la Capital Federal y territorios nacionales, de acuerdo con lo preceptuado en la ley mimero 9.677. Art. 2°—La Comisién Nacional de Casas Baratas, al preparar el plan correspondiente a la Capital Federal, dispondra que el primer grupo a construirse sea el destinado a la zona de Boca y Barracas, Art, 9"—La suma a que se refiere el articulo 1° se incluiré en el presupuesto de la Nacién para 1939, Art. 4°— Comuntquese, ete Guillermo R. O'Reilly. — Santiago Carlos Fassi. — Arquimides A. E. Soldano. — Ricardo A. Moreno. Selior Presidente: El articvlo 21 de la ley mimero 9.677 aispone que, anualmente, se des- tinard en el presupuesto de gastos de la Nacién, la cantidad necesaria pa- ra ser entregada a la Comisién Nacional de Casas Baratas, con el objeto de cumplir eon los fines de 1a mencionada ley. La construecién de casas colectivas para empleados y obreros en la Capital Federal y territorios nacionales, es una sentida necesidad, por Is cual han bregado estadistas, socislogos y urbanistas. Basta para servir de afirmacién de estos anhelos de bien pablico, ci Jas palabras prontinciadas por el diputado doctor Juan F. Cafferata, en 284 ~ 285 — el Congreso de la Habitacién, organizado por el Museo Social Argentino en 1921. El distinguido diputado por Cérdoba — autor de la ley néimero 9.677 — manifestaba que «el problema de la habitacién es el primero de de Jos problemas sociales. Interesa a todas las clases sociales, desde las més amodestas, hasta las més encumbradas: tiene vastas proyecciones de orden ‘moral, econémico e higiénico y afeeta el porvenir del pais, que no puede ser grande y préspero, sino por la prosperidad y la grandeza de sus habi tantes ». Muchos argumentos hay sobre la materia y en compaifa de Samuel Gache y Guillermo Rawson, podriamos reeditar los eonceptos inspirados por este vital problema, pero mis elocuentes son las estadistieas — que hhablan con Ia erndeza de los mtimeros — donde se demuestra la propaga- cin de la tuberculosis, la lepra y otras lecras sociales que encuentran campo propicio en las habitaciones de los conventilles, donde familias obrevas no disponen més que de une sole piesa, cuyas dimensiones son de 16 2 20 metros euadrados, ¥ por la que pagan un alquiler medio men- sual de treinta pesos, suma que insume un alto poreentaje del jornal que percibe el jefe de familia. ¥ pensar que lo que pagan por alquiler, en la actualidad, seria suficiente para poder disfrutar de la comodidad de un pequetio departamento, pero sano y decente, El plan trazado y realizado por le Comision Nacional de Casas Bara tas es un esfuerze que debe reconacerse, por cuanto ha podido construir, en barriadas populares, mécleos de casas colectivas que estén habitadas por empleados y obreros. Pero la carencia de recursos no ha podido per- mitir que uno de los barrios més necesitados de Ia Capital Federal, el de Boca y Barracas, no cuente ya eon sus casas coleetivas, a pesar de los esiuerzos realizados por el concejal Reynaldo Blena, quien ha obtenido la sancién de ordenanzas para que la municipalidad afrontara estas clases de construceiones, pero que la falta de reoursos ha retardado su ejecucién. Es por tal eireunstancia que deseamos llevar la ayuda federal para que Boca ¥ Barracas — la zona por exeelencia de Jos conventillos — sean las primeras Deneficiadas por la sancién de este proyecto de ley. ‘Tales son los motives que nos animan a presentar este proyecto de ley, que viene en hora oportuna a emular Ja accién de los hombres que se Preocupan por resolver uno de los més importantes problemas de aecién social. con estos fundamentos presentamos esta inieiativa que esperamos sea tvatada con preferencia por la comisién eneargada de su estudio. Guillermo R. O'Reilly. PROYECTO DE LEY SOBRE CONSTRUCCION DE CASAS. BARATAS, TIPO GRANJA FAMILIAR, EN LOS TERRITORIOS NACIONALES. Buenos Aires, agosto 2 de 1038; Seiior Presidente de la Honorable Cémara de Diputados, don Juan G. Kaiser. Presente. ‘Tenemos el agrado de dirigirnos al sefior Presidente, para reproducir, con sus fundamentos, el proyecto que presentamos el 22 de octubre de 1936, autorizando al Poder Ejecutivo para entregar una suma de dinero a la Co- misién Nacional de Casas ‘Baratas, para la construceiGn de micleos de ca- sas baratas, tipo granja familiar, en los territorios nacionales. Saludamos a V. muy atte Juan F. Cafferata. — Héctor 8. Lépez.— Anibat P. Arbeletche. El Senado y Ciara de Diputados, ete. Articulo I"— El Poder Ejecutivo entregaré a la Comisién Nacional de Casas Baratas, $ 950.000 m/n a los efectos determinados en el articulo 3, inciso a) de la ley niimero 9.677 y con destino a la construceidn de ni cleos de casas baratas, tipo sranja familiar, en los tervitorios nacionales. Art. 2° — Queda facultada la Comisién Nacional de Casas Baratas para ejecutar las obras a que se refiere el artieulo 1° de esta ley, bajo su con- tralor y direceién, por intermedio de la Direceién General de Arquitee- tura de Ia Nacién, = ee = Art, 3°—Los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley se incluiran en el presupuesto de gastas de Ia Nacién del afio 1937. Art. 4° — Comuniquese, ete. Sefior Presidente: La eseaser de recursos de que da enenta la Comisién Nacional de Casas Baratas en su iltima Memoria, no le ha permitido cumplir hasta la fecha, el programa de accién que le determina su ley orgéniea en su articulo 3°, ineiso a), referente a la construecién de viviendas en los territorios na- cionales, En la Memoria aludida la referida institueién expresa que visi- tas recientes a los territorios nacionales, refirman la necesidad y urgen- cia que reelama mejorar el tipo de viviendas comtin en aquellas zonas, Con estas breves consideraciones, que estimamos suficientes, fundamen- tamos el proyeeto de ley que sometemos a la Honorable Cémara, coneor- dante con las expresiones vertidas en un documento oficial por la Comi- sidn Nacional de Casas Baratas y la eonviceién personal de que el pro- blema de la vivienda popular en los territorios nacionales reclama una perentoria solucién. Entendemos, y asi lo hemos proyeetado, que su so- InciGn debe envararse sobre la base de la casa barata, tipo granja fami- liar, con el objeto de que los habitantes de los territorios puedan dedi- arse a los trabajos agricolas en pequefia eseala, abaratando asi el costo de vida de la familia proletaria, por 1a produecién de la hverta y de otros productos de féeil cuidado, con lo que se obtendré, ademés, una dis- ciplina preparatoria para la explotacién de Ia granja en mayor amplitud. Por el articulo 2° de este proyecto de ley, se autoriza a la Comisién jonal de Casas Baratas para llevar a cabo Ins obras por intermedio de la Direceién General de Arquitectura de la Nacién, teniendo en cuenta que esta repartieién posee elementos de que no dispone aquélla, para el mejor cumplimiento de esta ley. Juan F. Cafferata. PROVINCIA DE SANTA FE SANCION DEFINITIVA DE LA LEY CREANDO LA COMISION DE LA VIVIENDA POPULAR Informe dol Senader LEIVA, mlembro infermante Nogecios constituetonales y Lot Ia Comisién do len. () I Esté a consideracion, sefior Presidente de la Honorable Cémara, el pro- ecto del Poder Ejecutivo ereando la ComisiGn Provincial para la vivien- da popular, el que fué despachado favorablemente en sesiones anteriores por la Comisién de Negocios Constitucionales y Legislacién-que preside, y que, por su gran importancia y trascendencia social puede en jusicia ca- lifiearse, levado a la préetiea, eomo una gran obra de un buen gobierno. En el siglo actual, sefior presidente, el problema de la vivienda popu- lar constituye, no como antaiio una nevesidad individual 0 una aspira. cin aislada, sino todo un problema social, que demanda urgente solueién. La vivienda del trabajador ha dejado de ser un gesto pindoso del mis rrico hacia el més pobre, para convertirse en un asunto de vital importan- cia para Ja sociedad toda, ya que la vivienda, « higiéniea y confortable », esté vineulada directamente con la salud del pueblo, y la atencién de ésta, no puede ni debe depender de la magnanimidad de los que mandan, sino que constituye una obligacién ineludible ¢ impostergable impuesta a quie- nes lo representan, “Augusto Lumiére, un gran higienista y bidlogo franeés, en un estudio reciente expresa: «En la hora presente ningin higienista osaria erigirse contra Ia nocién de que el aire confinado, la falta de luz y de sol son condiciones que favorecen el desarrollo de les enfermedades en general y de los estados infecciasos en particular. La profilaxis de la mayoria de las infecciones impone al hombre vivir en locales suficientemente es- () Ls diseuriéa a que 4i6 lugar en ol Senado el respectivo proyecto, puede con sultarse en el Diario de Sesiones de la Cimara do Senadores do Sante Ye, af 1988: mayo 14, pig. 208; junio 2, plig. 207 y junio 4, pég. 331. 288 = 289 = paviusos, bien aireados y convenientemente asoleados; nadie podria poner en duda la legitimidad de este principio considerado con razén desde los tiempo més remotos hasta nuestros dias, como una verdad definitiva e intangible. Cuando el obrero —, agrega — al volver del trabajo, penetra en sti morada exigua, obscura y desaseada, se codea demasiado intima- mente con su miseria y va a busear en otra parte un poco de bienestar que no encuentra en su casa; el falso lujo del eafé y el bar le atraen y pretende baiiar en la bebida el olvido de su infortunio, al mismo tiempo que las sensaciones tan agradables como funestas que le proporeiona el ve- neno etilico, Una parte de su salario, tan necesario para la subsistencia de su familia, desaparece asi, mientras que su pobre mujer, para compen- sar eseasamente la insuficiencia del esposo, se dediea a un trabajo que la agota, olvida el euidado del hogar y de los hijos, para ganar con un tr bajo complementario, pocas veces remunerado, los miseros. subsidios in- dispensables congue asegurar la vida lamentable de la familia. Numero- sas son también aquellas infelices a quienes el desaliento o el deseo de apagar sus suftimientos sumen a su vex en el alesholismo, 0 Tes hagen ceder a proposiciones ¥ promesas que las lanzan por la via del adulterio ¥ la prostitucién, Féeil es coneebir la suerte de los pequefiuelos que se cvian en semejante ambiente de desmoralizacién y adversidad, con los tuistes ejemplos que se les ofrecen >. Y el doctor Osvaldo Ygualt Ramirez, que ha estudiado también el pro- blema de Ia vivienda obrera, dice asi: « Uno de los més importantes pro- Dlemas que hay que resolver en higiene, es el que se refiere a Ia habita- cin, puesto que el hombre suele pasar en ella las tres cuartas partes de Ja vida; por efecto de esta circunstancia la influencia que la habitacién cejerce sobre el organismo, es considerable. De aqui nace el enorme pro- blema que significa para sus moradores la habitecién insalubre, ejercien- do no sélo wna malsana influencia en la moral de la familia, sino que tam- bién afeetando Ta salud del individuo y perjudieando su desarrollo fisico». Esti probado que las enfermedades, sefior presidente — la tuberculosis prineipalmente — hacen estragos entre los moradores de los conventillos en donde, al decir det eitado autor, ya que 4 pinta eon vivos colores el cuadro, «se asiste al doloroso espectéculo de ver familias enteras en uns vivienda estrecha y sin aire, confundidos padres e hijos en una promis evidad espantosa, haciéndose en la noche irrespirable 1a atmésfera en- venenada con la respiracién de sus moradores. Asi vive una parte de la poblacién en esos miserables agujeros negros, que un hipéerita eufemismo denomina vivienda, Bstos conventillos que albergan a tantos infelices, son ino de los factores principalisimos que contribuyen a extraviar del buen sendero incontables adolescentes a destruir la felicidad de mas de un — 290 — hoger, porque imposibilitadas las mujeres para dar a la casa un aspecto agradable, hacen que los hijos hmyan de ella al igual que el padre ; los unos expuestos a las tentaciones pecaminosas de Ia calle, el otro dado a la vida de la taberna, donde se intoxica con el aleohol de Ia peor calidad, afanoso de abuyentar las penas y de olvidar la miseria en que vive.» Por otra parte, Ia mortalidad en los barrios de los eonventillos, esti probado también, seiior presidente, es tres veces mayor — segiin las es- tadisticas de Buenos Aires, y otras que poseo — que en los centros de ea- sas higiénieas, lo que demuestra que Ia insalubridad de la habitacién, eo- mo dice Blanqui, es el punto de partida de todas Jas miserias, de todas Jas calamidades de su estado social, por lo que no hay reforma que me- rezea en mayor grado la atenciGn y el interés de los amigos de la huma. nidad ». Asi Io ha considerado también, por otra parte, el gobierno argentino, sefior presidente, euando por intermedio de sus delegados en la VII Con- ferencia Internacional Americana realizada en Montevideo en diciembre de 1938, propuso los considerandos siguientes, que fueron aceptados por Je Conferencia, y pueden servir de fundamentos también, a este proyecto, ¥ que son: 1°) « Que no solamente razones de orden higiénieo y ecousmi- 0, sino sobre todo sociales, determinan en todos Jos paises del mundo el movimiento en favor de Ja sana vivienda, 2°) Que las otras leyes y meju- ras para los trabajadores serén de resultados medioeres, si no se conten: pla el problema de la habitacién. 8°) Que Ja vida en familia reqniere como condicién para aleanzar su pleno ¢ integral desenvolvimiento, la vivienda adecuada y Ia casa propia, y 4°) Que todo lo que sea afirmar, proteger y fortalecer a la familia, es trabajar por la seguridad y la grandeza de las Y bien sefior presidente: era ya tiempo de que, entre nosotros, en la Provincia, se encarara, en forma préctica y orgéniea, este asunto, pues, como muy bien dice el miembro de la Comisién Nacional de Casas Ba. ratas, doctor Amadeo E. Grandi, que ha estudiado detenidamente este problema social, él es indispensable resolverlo en los momentos actuales, pues, dice: « Una de las aspiraciones primarias y anhelosas de la familia, es la casa propia »; agregando que « pareciera que mientras no se posea en propiedad, el hogar no estuviera eansolidade, Es comin — dice — la frase que lo sintetiza: « el techo », bajo el cual se agrupa la familia, ‘un refugio sostenedor y confortable, eomo algo que tranquiliza y apo. en las luchas afanosas para el logro del porvenir, y finalmente, como algo también que pertenece a todos, padres e hijos, en la comunién de afeetos, de anhelos y de esperanzas >. El Poder Bjecutivo inieia, en forma feliz, sefior presidente, la solucién ~ 291 — de este problema con el proyecto que esté a consideracién de la Cémara, Ja que, como engranaje de gobierno, ha de contribuir con su estudio y sancidn, a la realizacién del sueiio que eonstituye 1a casa propia, Informando en general este proyecto, que tiene como honroso antece- dente la Ley Nacional 9677 de Casas Baratas, y — ya que al considerarse en particular ime he de referir a sus disposiciones, algunas de las cuales, personalmente he de propiciar su reforma — debo de decir: En primer lugar, que por él se crea un organismo encargado no sélo de la eonstrue- cidn, sino también de la investigacién, del fomento y estudio de todo lo relativo a la vivienda, Dicho organismo, que en la generalidad de los an- tecedentes legislativos que tengo a la vista se encuentra integrado por funcionarios del Estado, como por ejemplo, el Presidente del Departa- mento del Trabajo, el Presidente de Obras Piblieas, el Director de Via- lidad, el Intendente, ete., en el proyecto que este en consideracién no se sigue tal temperamento, y apartandose de 61 se compone dicho organismo de acuerdo con el artieulo 22, de tres miembros no funcionarios: un pre. sidente y dos voeales, designados por el Poder Ejecutivo, con acuerdo legislative, y los que durardn cuatro afios en el ejercicio de sus funciones. Estos cargos son ad-honorem, como son los de casi todas las leyes que le sirven de antecedente, Sobre este particular, no estoy de acuerdo oon el textor original, y por el que solamente se acuerda al presidente una par- tida para gastos de representacién, cuando en realidad toclos estos cargos deben ser remunerados. Sélo asi se podré exigir a sus integrantes toda la contraccién y dedieacién que merece este asunto. Cuando se trate en particular propondré por mi parte, como senador, la modificacién per- tinente, Hubiera deseado, sefior presidente, por otra parte, que este organismo fuera toda una nueva reparticién autartica, técnica, administrativa y fi- nanciera, pero en las condiciones actuales, comprendo que ello no es posi ble. Ademds, como en el proyecto tampoco se establece eon qué ministerio ha de mantener sus relaciones este comisién, al considerarse en particu: lar el proyeeto propondré por mi parte un agregado a ese respeeto. En segundo lugar, el proyecto estimula y fomenta la iniciativa parti. cular tendiente a que ella Iegue a ser el factor esencial en la solucién Gel problema, siendo la accién del Estado sélo subsidiaria. Kn esta mate- ria se sigue el antiguo sistema, pero se lo completa con el moderno, por el ual el Estado es el constructor direeto de la vivienda. Cuando se traté en el Congreso de la Nacién el proyecto sobre casas baratas, que ego se transformé en ley, Ia que leva el mimero 9677, el doetor Mario Bravo expres6, sobre este particular, lo siguiente: « Por el proyecto en discusién el gobierno argentino ha de ser constructor directo de casas para obreros, importando esto una tendencia completamente particular y contraria a los antecedentes de hecho y a la préctica legis- lativa de todos los patses. En esta materia de edificacidn de casas para obreros, todas las naciones se hon preocupado de legislar con tino y han adoptado dos sistemas fundamentales: uno, que eonsiste en fomentar la injeiativa privada, por subvenciones directas o indirectas, por parte del Estado, y otro, que consiste en favorecer esas inieiativas privadas, al mis- ‘mo tiempo que autoriza las municipalidades o @ determinadas institu ciones pablicas, a constrair, a administrar habitaciones baratas y a si plir la inaecién o la insuficiencia de la inieiativa privada » Siguiendo pues el plan general que hoy se sigue en este proyecto, sobre el fomento de la iniciativa privada, como factor esencial en la solucté de este problema me cabe el honor de haber estimulado la accién sociel, fn esta materia, al presentar a la consideracién de esta Honorable Cama- ra un proyeeto sobre exoneracién del pago de la contribuciGn directa a Jas easas construidas por intermedio de institueiones como el Hogar Fe- rroviario, Hogar Bancario y Hogar Propio Municipal, inieiativa que es pero hoy més que nunca, — dado el eriterio expuesto por el Poder Eje- enutivo en el proyeeto que tratamos — que se ha de convertir en ley. En tercer lugar, en el proyeoto se establece que la Comisién debe cons- truir de inmediato y con los recursos que le aeuerda el mismo tres tipos de construcciones: las « casas individuales > en el radio urbano de los ‘pueblos y cindades de le provincia y o en terrenos de propiedad de per- sonas que lo soliciten; las « casas rurales>, tipo « granje familiar >, en ‘terrenos de superficie no inferior a 2.500 metras cusdrados y en la zona peri-urbana de los pueblos ¥ cindades; ¥ las « casas eolectivas », en los barrios o zonas eéntricas de las ciudades con poblacién mayor de 100.000 habitantes, EI sistema, diré, de casas coleetivas, sefior presidente, se ha adoptado entre nosotros recién, Tiene sus antecedentes honrosos en el extranjero, prineipalmente en Viena, donde, se puede decir, ha tenido su origen. Tam- ign en otros paises como en Svecia, Dinamarca y Noruega, se ha im- plantado, Hegéindose, Ultimamente, a adoptarse en Alemania, donde se ha formado una verdadera cooperacién, en todo el sentido del vocablo, con los eousiguientes beneficios para todos. Para financiar la construceién de las casas citadas, el proyecto autoriaa al Poder Ejecutivo emitir un empréstito interno cuyo monto nominal pue- de ser hasta de 10,000,000 de pesos. Estos titulos o bonos podrén pereibir tun interés hasta del cineo por ciento, Considero, sefior presidente, que este interés es reducido en el momento actual y ello haré impracticable Ja, colocacicn del empréstito en el mereado bursétil, sobre todo cuando = 2928 hay empréstitos en circulacién y a lanzarse, con un interés mayor. Cnan- do se considere en particular propondré el aumento hasta el 6 % del tipo de interés, dejando asi margen para que, en su caso, no fracase y pueda ‘también colocarse por menor interés. Tales titalos, desde Inego en forma ficticia, se dice que gozan de la ga- rantia hipotecaria de las construcciones que se ejecuten, figura juridica ésta empleada en otras leyes semejantes, de ofecto de forma, pues se de- nominan « Bonos hipotecarios », pero si, y ello es suficiente, se encuen- tran garantidos, por la provincia. Los servicios de interés y amortizacién de 10s mismos se eubrirén con los fondos provenientes del precio de venta 6 alquiler de las casas o departamentos. Ahora bien, es evidente, sefiores senadores, que en la situacién actual del mereado de valores no es conveniente la emisién de titulos. El afio pasado las emisiones del pais han excedido, como es piblico y notorio, 1a capacidad del mercado y provocado la baja de los titulos de venta. La provincia necesita, por otra parte, antes que efectuar este emprés- tito, evar a cabo 18 conversién de su deuda externa que exige el pago de intereses elevados. Pero todo ello no obsta a que se sancione esta auto- rizacién para emitir este empréstito, pues conforme al texto de la misma, zo se ordena su inmediata emisi6n, sino que su disposicién es autoritativa y de consiguiente el Poder Ejecutivo podré lanzarlo en la forma que esti- ‘me conveniente; y aunque nada se dice al respecto en el mensaje, con- sidero quo el Poder Ejecutivo sabré emitir tales titulos con toda prudencia y cuando las condiciones del mereado bursétil lo permitan. No tengo, seiior presidente, ningiin temor sobre este particular, ya que resulta evic dente esa prudeneia de las disposiciones adoptadas por el gobierno de le provincia, coneordante con la politica financiera del sefior ministro de Hacienda de 1a Nacién, doctor Pedro Groppo, y que surgen de Ia nota clevada al mismo por el Poder Bjecutivo de la provincia, el 5 de abril pasado, Espero confiado, pues, que la exhortacién que formulara el ministro de Hacienda de la Nacién, no ha de caer en el vacio, y por lo tanto que Santa Fe no ha de aparecer en Ia némina de las provineias argentinas que no han contribuido a ese plan financiero de Ia Nacién, y pueda con todo ongullo decirse que Santa Fe es una de las provincias que han ase- gurado dicha politica, que surge de las palabras del propio Presidente de la Repiiblica, doctor Roberto Ortiz, cuando decia en su reciente men- saje al Honorable Congreso: «Ia exhortacién que el Departamento de Hacienda dirigié a los ministros de Hacienda de les provincias, exponi doles el grave dafio a que quedarian librados los intereses generales si no se ponia coto a la contratacién de empréstites, no fué escuchada por todos, mt y bien pronto se convirtieron en realidad los peligros que sefialaba, Hl fexeeso de emisiones, algunas realizadas en condiciones onerosas que 1a situaci6n de la plaza no exigia, y muchas destinadas @ financiar empresas u obras carentes de urgencia o netamente suntuarias, produjo una ten- dencia a clevar las tasas del interés por dinero a largo plazo aun en las coloeaciones de primera categoria. Quedé en esa forma seriamente difi cultada la politica de dinero barato que el Poder Bjecutivo habia venidu desarrollando, en beneficio de todos, desde afios atris > Contio, pues, repito y no dudo, en que el tino y Ia politiea de eolabo: racién ha de prevalecer al lanzarse este empréstito. Respecto a la cousti- tucionalided del mismo, he de decir que la Constitueién Provincial esta- Dlece en el inciso 10 del articulo 61, que habla de las < Atribuciones del Poder Legislativo >, lo siguiente: ¢ Autorizar al Poder Bjecutivo para celebrar contratos sobre empréstitos de dinero, basados en el crédito de Ja provincia, u otros de utilidad pitbliea y de edrécter provincial. Cuando versaren sobre empréstitos o emisiones de fondos piblicos, 1a autorizacién deberé ser acordada con dos tereios de votos de los miembros presentes en cada Cémara, y bajo pena de nulidad; en nigin caso el servicio de Ja totalidad de las deudas autorizadas y que hubieren de autorizarse po- aré comprometer més de la cuarta perte de la renta provincial » Me adelanto, seiior presidente, a mencionar esta disposicién de orden constitueional para evitar malentendidos y tratar de dilucidar los repa- ros que pudieran plantearse Ateniéndonos al presupuesto general, las rentas de la provineia, segrin su efleulo de recursos, aseienden a 49.694.000 pesos. (Ver pig. 27 del Libro de Presupuesto de 1988). La euarta parte de esa suma, que es el limite constitucional hasta donde se puede comprometer segiin Ia referida fusula, equivale a 12.412.250 pesos. Los servicios actuales de la Deuda Paibliea, ascienden, segdn el mismo presupuesto (ver pagina 143) a pesos 111.809.970 sin la conversién de la denda; hecha ésta, dicha suma quedaré reducida a 10.109.970 pesos, Por el proyeeto en consideracién se sutoriza un nuevo empréstito hasta diez millones de pesos, que, aceptando que se emita en seguida y por su importe total —Io que no se haré, pues antes debe hacerse Ia conversién, como lo he dicho anteriormente—, demandaré, al seis por elento de inte- rrés—que es el méximo que voy a proponer— y al uno por eiento de amor- tizaciin anual, setecientos mil pesos por aiio, de los que corresponderian seiseientos mil pesos al gravamen hipotecario y cien mil pesos a cargo y como contribueién de la provincia, ‘Tendriamos, pues, 1.809.970 pesos de servicio de la deuda piblica, més os 100.000 pesos como contribueién de la provincia a este empréstito, — 295 = todo lo que ascenderia a 11.900:970 pesos, que no aleanzaria a la cuarta pparte de los recursos que se pueden comprometer y que ascienden, como antes lo he dicho, a 12.412.250 pesos. Dejo asi demostrada en principio la constitucionalidad de este em- préstito. Por otra parte, es cierto, sefor presidente, que ltimamente esta Legis- latura sancioné el empréstito de 96.450.000 pesos, euya ley esté promul- gada, Si dicho empréstito se eolocara también de inmediato y por su im- porte total —lo que tampoco se har, por las mismas razones que antes aduje—, su servicio demandaria 2.187.000 pesos de amortizacién e inte- reses, que habria que agregar a la suma de 11,809,970 pesos importe de los servicios de la deude publica actual. Tendriamos asi, en tal supuesto caso, colocado el empréstito de diez millones de este proyecto, mas también el empréstito de $6.450.000 pesos sancionado iltimamente, que el monto total de los servieios de tales deu- das piiblicas se clevarian a 18,000,000 de pesos, niimero redondo, lo que sobrepasaria, @ primera vista, Ia cuarta parte de Tos recursos que se pue- den afectar; y digo a primera vista, porque profundizando el asunto se 2ega a la conclusién de que ni aim en este supuesto caso, de que se colo- quen todos estos empréstites en su totalidad, no se legaria en realidad de verdad a comprometer tampoco 1a euarta parte de los recursos de la provincia, En efecto: el presupuesto de la provincia no esté, como debiera serlo propiamente, « universalizado ». Hay rentas de Ta provincia entre otras, de leyes especiales— que no figuran en el eéleulo de recursos de cuarenta ¥ mueve millones de pesos ¥ que aumenten considerablemente el mismo. Dichas rentas, que no figuran en el presupuesto sino en los parciales — quiero creer que es porque se trata de reparticiones autérquicas—, son, por ejemplo, las que pertenecen al Instituto Experimental, que tiene ren- tas segtin el presupuesto (ver pégina 187) por la sume de 483.000 pesos; la Direcciin de Obras Pablicas, por el impuesto a la nafta, contribucién de mejoras y otros, exeluidos los titulos (ver pégine 209), que tiene ren- ‘tas por 4.821.000 pesos; Ia Administracién del Puerto (ver pigina 177), ‘que tiene rentas también por valor de 2.833.000 pesos; y, finalmente, para no citar otras, el Consejo General de Educacién (ver pagina 223), que tiene rentas por 8.397.000 pesos, todo lo que hace un total de 11.034.000 ‘pesos de otras rentas de la provincia, y que corresponden sumar, en mi concepto, alos 49.694.000 pesos del eéleulo de recursos, con lo que se llega, sefior presidente, en verdad, a tener recursos por valor de 60,000,000 de pesos, en miimeros redondos, siendo asf su cuarta parte, 15,000.00 de pesos. Vale decir, pues, que no se aleanzaria ni aun en el supuesto caso de que se colocaran todos los empréstitos citados u afectar la ewarta parte establevida en 1a disposicién constitucional a que antes me he referido, ues, como he dicho, sus servicios, en total, se elevarian « 13,000,000 de pesos. Y, por diltimo, sefior presidente —y he dejado para el final este arg mento porque Io considero definitive—, es de tener presente que el em- préstito que se autoriza por este proyecto, aunque esté garantizado por la provincia, tiene sus recursos propios provenientes del importe de venta 6 de alquiler de las easas que construya Ia comisién con el importe del empréstito, las que @ su ver son una garantia del capital invertido. De modo, pues, que no pesa directemente su servicio sobre la provincia, sino en forma parcial e infima, con la eontribueién del menor interés cobrado, dada la obra social que se realiza y que tiene por finalidad este proyeeto. ‘De manera, pues, que con este argumento ereo que habrén quedado despejadas todas las dudas respecto a In constituefonalidad de la auto. rizacién que va a acordar esta Camara para la contratacién de este nuevo empréstito, En cuarto lugar, establece el proyecto, como medio de garantir la «-v ‘vienda propia » en favor del jefe del hogar si se inutiliza en el trabajo, © en favor de su familia, si aquél falleee, el seguro de vida, por un im- porte igual al saldo del precio de compra de Ia casa. De esta manera, el proyecto Ileva la tranquilidad y el bienestar —ya que no puede decirse la felicidad— al hogar del empleado w obrero cuyo iiiseulo inerte ya no puede mover el engranaje del trabajo. gue a este respecto el proyecto, no el sistema del seguro libre, dejan- do & opeién de los adquirentes el acogerse a sus beneficios, ni tampoco el mizto, sino el obligatoria, que adopté desde hace muchos afios Alemania oficialmente para sus obreros y que implantaron luego otros paises, con grandes resultados. El seguro obligatorio, si bien es cierto recarga el monto de tas euotas mensuales, no es menos cierto que él pone @ cubierto el hogar, en el caso de muerte de su propietario, amén de que fomenta en la familia el espi- ritu de ahorro y de orden, sobre el cual la riqueza nacionel puede encon- ‘trar una base sélida. Consigna el proyecto otro beneficio: la inembargabitidad de las vivien- as que se constrayen, como medio de asegurar en forma definitiva la propiedad de los que serdn sus modestos adquirentes, poniendo a enbierto sus hogares de las eontingeneias propies de su precaria situacién, Gozan, pues, también de los privilegios de la ley nacional nimero 10.284, y si algdn reparo de fondo pudiera oponerse a este beneficio de inembargabi- 27 lidad, éste estarfa por encima de todo, por su fin social y humanitario, Ha sido, ademés, establecido en todos los proyectos provineiales, sin que nadie discutiera su inconstitucionalidad. Nosotros mismos la tenemos eu leyes provinciales, Estableee asimismo la exencién de impuestos para la inseripeién en el Registro de los titulos de propiedad correspondientes, como igualmente, fen caso de fallecimiento, la exencién de derechos hereditarios para la esposa.e hijos, reduciendo asi el costo de la vivienda y sa legitima trans- ferencia por sueesién, Propende ademas el proyecto a la formacién de « cooperativas de consumo » entre los adquirentes de las casas que la Comision udjudiea, ya sea en venta o en alguiler, y como medio, desde luego efieaz, de aba- ratar Jos articulos de primera necesidad, haciendo asi més factible el fiel cumplimiento de las obligaciones que los adquirentes de las casas eben contraer, pues disminuyendo el costo de la vida deja un mayor ‘margen en el sueldo del empleado u obrero para alender sus otras obli- gaciones. Tiende también et proyecto a la constitucién de . ‘« Nadie podré desconocer —continiia diciendo— que el rancho ¥ el re- cado, el chiripé y la bota de potro, el laz0 y las boleadoras, el redomén, el poncho y el faeén, constituian la semblanza més simbélica de nuestro — 209 — Aesierto, Todas ellos, elementos de vide y trabajo, impuestos por las ca- racteristicas especiales de nuestra tradicién. Y es asi, pues, eémo el ran- cho de chorizo y paja, imitacién de los nidos del homnero, preludié en el desierto las grandes y suntuosas construeciones que ofrecen nuestras es- tancias en la actualidad... » Y agregaba el doctor Catferata en la conferencia que pronuneié el 27 de setiembre del afio 1929 en el Instituto Popular de Confereneias de « La Prensa» sobre « La trascendencia social de Ia vivienda », que: « EI erio- lo hacia su rancho como el péjaro que cuelga su nido de espinas en cual- quier rama. Pero ese rancho que se alzaba en medio de In pampa y en Jas afueras de las cindades, donde no faltaba el pan, dueios sus hijos del espacio y de la tierra que le brindaba sus frutos; inspiraciin de poetas ¥ pintores, ese rancho no existe hoy. Hoy es el rancho un atraso, una ignominia, Quedan en pie los horeones sobre las paredes de barro y el techo pajizo, pero en vez de albergar la vida féeil y tranquila, guarda la enfermedad y la pobreza, El rancho de la ciudad, como todos los ran- hos, el del interior es un exponente de miseria. Es la tienda plantada al acaso, no por el hombre libre, sino por el esclavo. Hs la vivienda de una ‘masa agobiada por la angustia econdmiea, generadora de Ia miseria. mo- ral, De él sale todos los dias la caravana de los oprimidos, de los mendi- gos que van buscar pan y trabajo. Dentro quedan los invalidos: la tu- bereulosis, compafiera del pobre, Ia oseuridad. ;Quedan hogares sin Ium- bre, mesas desmanteladas, tristeza, promiseuidad, hacinamiento, yugo pe- sado y duro! ». Con la reproduccién de estas palabras, fiel reflejo.del cuadro de la vivienda de nuestro suburbio y de la campifia, magistralmente pintado, con colores vivides, dejo de manifiesto la importancia y trascendencia de Ja casa del hombre de campo, del obrero rural. Distintas iniciativas, sefior presidente, han atenuado la situacién peno- sa de nuestros trabajadores del eampo, entre las que cabe mencionar 1a que, conforme a la ley nimero 11.684, realiza la secciGn de erédito agri- cola del Banco de In Nacién Argentina, de acuerdo al art. 2, inciso f) de dicha ley, consistente en préstamos hipotecarios, hasta cinco afios de pplazo, con un interés del cinco por ciento, con garantia hipotecaria en primer grado sobre el inmueble adquirido y con fines de compra, como asi también de mejoras de inmuebles rurales El proyecto que esti en diseusin puede considerarse sobre este par- ticular prineipalmente como una avenzada en la legislacién actual, ya que establece la casa para el obrero del campo en forma obligatoria, modi- fFicando ast radicalmente el sistema optativo vigente a que antes me he referido. = 300 — Por el artieulo 19 se establece que « los propietarios que arrienden sus campos a diferentes colonos o arrendatarios, 0 que explotindolos diree- tamente establezcan puestos o zonas de explotacién a cargo de diferentes empleados o peones, deberén proporcionar a cada uno de esos colonos pe- queiias casas de mamposteria que se compondrin por lo menos de dos habitaciones, baiio y un pozo con bomba a mano». ¥ para hacer efectiva la realizaci6n de esta obra, necesaria en el pais, establece el propio pro- yecto en el artieulo siguiente la pena que, si bien es severa, debe ser acep. ‘tada para que sea una realidad la obra social a que se tiende, Determina el articulo 20 que ¢ el propietario rural que no diese cumplimiento a lo establecido en el articulo anterior, se haré pasible de un recargo del 50% en Ia tasa de Ia contribucién directa », De esta manera se garantiza la efectividad de la obra social que se propende. Dejo asi, en general, expresados los fundamentos del proyecto que esti a consideracién de la Cémar algunos a detalle, He sido, seiior presidente, sin necesidad, lo comprendo ahora, extenso en mi informe; mi earifio por el problema me ha Ilevado a ello sin darme cuenta de la molestia que podria causarles a mis colegas. Mas al pedir Giseulpas abrigo la satisfaveién honda de que, cou la saneién de este pro- yecto, habremos cumplido como legisladores de la Unién Civica Radical de Sante Fe con nuestra plat "a que on particular me permitiré analizar wos, proponiendo ciertas modifieaciones en su mayoria de forma partidaria, y, como representantes del pueblo, habremos también contribuido a que nuestros ciudadanos sean uetios y seftores de su hogar, viviendo asi en st casa su propia patria. stg ‘Texto pe 1A LEY Sasei6s peruse (2) Articulo 1° — Créase la « Comisién Provincial de ta Vivienda Popular > con los signientes fines y atribuciones: 4) Realizar investigaciones sobre el estado actual de Ia vivienda po- pular en el territorio de la provineia y especialmente: tipos de casas existentes, conventillos, inquilinatos, easas de departamen- tos, viviendas rurales, ranchos, ete. Estudiar el promedio de al quiler por habitacién ; relacién del alquiler con los salarios met suales y los gastos de alimentacién ; tipo de habitacién por zonas () Diario de sesiones del JE, Sensdo de In Provincia de Santa Fe. Junio 4 de 108, Pg, 292 y siguientes. —a1 costo de las construcciones ; venta de terrenos y casas por mensua- Tidades y la posibilidad de hacer préstamos a instituciones particu: lares para la construceién de casas econémicas, sometiéndolos a la consideracién del Poder Bjecutivo (+). b) Fomento y estimulo de Ia iniciativa particular, tendiendo a que ella Megue a ser el factor esencial en Ia solucién del problema y la del Estado sélo subsidiaria, Construir de inmediato, por licitacién, pudiendo hacerlo por admi- nistracién cuanco se trate de un valor que no exceda de dice mit pesos (+) con los reeursos de Ia presente ley y mientras 1a inicia- tiva particular no adquiera la eficacia necesaria: ¢ casas indivi- duales» en el radio urbano de los pueblos y ciudades de la pro- vineia; «casas rurales tipo granja familiar » en terrenos de su perficie no inferior a 2500 metros cnadrados y en las zonas peri urbanas de los pueblos y eiudades; « casas colectivas » en las zonas eéntrieas de las ciudades con poblacién mayor de 900.000 habi- tantes; « casas individuales > en terrenos de propiedad de perso- ‘nas que lo soliciten, siempre que reinan las condiciones exigidas por la presente ley en su articulo 3°. @) Adquirir por ewenta de terceras casas ya construidas siempre que reiinan las condiciones de higiene y seguridad indispensables espe- cificadas en la reglamentacién de ta ley, exigiendo por pago at contado wn minimo del 25 % del valor del inmueble, El saldo no podré ser en ningiin caso mayor que la suma que corresponderia para la construccién de casas de acuerdo al articulo 6 de esta ley (*). 6) Propender a la formacién de cooperativas de consumo entre los ocupantes de las casas que la Comisién adjudique en venta o alquiler y 2 la constitueién de ¢ Cajas de previsiin social » entre los beneficiarios de la presente ley, para evitar la mora en el pago de Las mensualidades en los casos de enfermedad o desoeupacién. 1) Establecer el « Seguro de vida obligatorio » y por saldo de deuda para los compradores de las casas que ella adjudique en venta; 1a cuyo efecto podré establecerlo por si misma o adjudiearlo por lieitacién pablica entre compaiias de reeonocida solvencia, 9) Adquirir en compra, permuta, donacién, o Legado (*), los terrenos necesarios para el cumplimiento de esta ley. (0) Lo caetito en bastardilla no figuraba en el proyecto del P. E:, publieado en el XN? 14, pig. 74 de €La habitaeién popular. = 302 hy Vender a precio de costo y por sorteo las casas que la Comisién construya, en cuotas mensuales, cuyo monto corresponda a un 4% de interés y un 2% de amortizacién anual, sobre el capital invertido, i) Adjudicar el alquiler por sorteo de tas easas o departamentos que construya. 4) Velar por el cumplimiento de la ley nacional N* 11.627, artienio 6°, sobre casas habitacién en los predios rurales. Art, 2” — Autorizase al P. E, a emitir un empréstito interno cuyo mon to nominal podré aleanzar hasta diez millones de pesos en titulos que se denominarén : « Bonos de la Vivienda Popular >. Estos bonos gozarén de un interés no mayor del 6 % (*) pagadero tri ‘mestralmente y se amortizaran semestralmente en proporeién no menor (*) del 1% anual acumulativo, por licitaeién o compra directa en la Bolsa, si su precio dg cotizacién fuese inferior a la pars 0 por sorteo si estuviese a Ja par o por encima de ella. EI tipo de colocacién de los bonos no podria ser inferior al 90 % de su valor nominal. Los titulos que se emitan por la presente ley, podran reemitirse indefinidamente a medida que se retiven do la cireulactén, destindndose su produeido exclusivamente a la construc: cién de nuevas viviendas (*). Art, 3°— os bonos emitides gozarin de la garantia de las construc. ciones que se ejecuten y de la garantia subsidiaria de la provineia Art. 4?—Los fondos que se reeauden en concepto de precio de venta © de arrendamiento de las casas o departamentos que se construyan serait depositados en el Banco Provincial de Santa Fe en euenta especial a la orden del Agente pagador y seran destinados al pago de los servicios de interés y amortizacién de Jos bonos emitidos, Cuando se haya cubierto el fondo necesario para el servicio amual de los bonos y los gastos de adimi- nistracién (*), el excedente quedara a disposicién de la Comision Admi- nistradora y sera dedieado a los fines de esta ley Hasta tanto lo recaudado por venta o alquiler de casas no cubra Jas sumas necesarias para el fiel eumplimiento de los servicios, se tomardn los re- cursos de rentas generales. Art, 5*—Tienen derecho a acogerse a los beneficios de esta ley, los ‘obreros 0 empleados easados y con familia que: (2) Lo escrito en basterdila no figursba en el proyecto del P. B. ©) «Hasta el 5 96%, deeta el proyecto del P. E. — 03 — 4) Comprneben debidamente sus antecedentes de moralidad y buents costumbres. 5) Que no posean bienes rafees o titulos de rentas o eréditos hipote- carios ofros biencs (2) euya renta sumada a la entrada como ‘compensacién del trabajo personal no exceda de $ 60 mensuales por eada una de las personas que integran la familia y que estén a cargo del jefe de ella: esposa, padres ancianos, hijos menores de dieeiocho afios o hermanos ineapacitados para el trabajo. Art. 6°— Para optar a la compra de una de las casas que Ja Comisién ofrezea en venta, el aspirante deberé contar con una entrada mensual equivalente, por lo menos, a cuatro veces el importe de la cuota mensual que deba pagar por la casa. Art. 7° —La Comisién exigiré a los inguilinos (*) de sus casas, 1a pre- sentacin de garantfas o fiadores del fiel cumplimiento de las obligaciones que con ella contraigan. Asimismo podré gestionar y pereibir directamente de la habilitacién o tesoreria donde presten servicios los adquirentes 0 in- quilinos, el descuento equivatente al importe de ta cuota mensual que de- ban abonar (%) Art. 8 — Las casas que eonstruya la Comisién, en su aspecto econdmieo, deberdn responder a las siguientes earacteristicas: 4) Las casas vendidas no obligarén al pago de una cuota mensual, incluyendo el seguro de vida, mayor de $ 60 m/n., y como un mé- ximo el 25% de la entrada cierta mensual. }) Los departamentos de 2 a 5 habitaciones que formen las casas colectivas deberdn ser alquilados en sumas que ascilen de $ 30 a $ 60 mensuales. ©) Las casas tipo «granja familiar > no obligarén all pago de una cuota mensual, inelufdo el «seguro de vida», superior a $ 60 °) mensuales y estardn ubieadas « una distancia que permita al jefe de la familia eoncurrir diariamente a su trabajo sin impedimentos 0 gastos desproporeionades. Art, 9°—La Comisién queda autorizada y esté obligada @ demandar por pego de deuda y desalojo a Tos inquilinos que edeuden dos meses de (2) Lo exerito en bastardila no figuraba en el proyecto del P. B. (@) El proyecto del P. B. oe refer, también, a los adquirentes. () $80 establosia el P. E. = a0 = alquiler. Deberé demandar por pago de deuda, desalojo y reseisiGn de eontrato de compra-venta a los adquirentes que estén en mora de eineo mensualidades (’) Art. 10, — Las casas que se constrayan en virtud de la presente ley son inembargables, ya sea contra la ComisiGn, cuando las mantenga de su propiedad o contra el adquirente o sus herederos, mientras no hayan abo- nado totalmente el precio de la adquisicién. Art. 11, —El adquirente 0 sus sucesores podrén reseindir el eontrato de compra de una casa y les serdn devueltos a il o a sus herederos forz0- sos las cantidades que hubieren entregado en concepto de amortizacion y el valor de las mejoras stiles que hubiere realizado, debiendo deducirse el importe de las reparaciones necesarias que haya que efectuar. Art. 12. EI adquirente recibird su boleto provisorio, en que conste la declaracién de venta y la eseritura definitiva le seré otorgada una vez que haya satisfecho la iiltima euota del previ. Mientras no haya recibido la escritura definitiva, el adquirente no po- ra bajo ningin coneepto alquilar ni enajenar los derechos, ni establecer negocio, ni recibir mereaneias en depésito. Art. 13.—1) Quedan exoneradas del pago de la Contribucién Directa mientras se encwentren en proceso de venta (2) las easas que venda la Co- misién o las que se construyan en terrenos de propiedad particular por cuenta de Ta misma, 2) La transmisiGn de las propiedades en caso de muerte estaré exenta de todo gravamen o impuesto a las sucesiones, cuando se trate de herede- rox forzosos (*) y tendré una veduecién del 50% cuando sean colaterales. 3) La inseripcién de Ia venta en el Registro de la Propiedad se hari gratnitamente, estando exonerada del pago del impuesto de sellos (+) Art. 1d. — En caso de fallecimiento del adquirente el eGnyuge supérs- tite no pod ser obligado a la divisiGn de 1a propiedad por los otros he. rederos. (©) BI proyecto det P. BL agrogaba: en forma gumaria, y eon las mi as pre rrogativas que la ley nacional respectiva aeuerda al Baneo Hipoteeario Nacional. (©) BL proyeeto del P, . acordaba ta exoneracién «por el término de 10 alos». ©) eDirectos s, deeia el proyecto del P.-E. (©) EL proyecto del P. E, agregsba ol siguiente apartado: «En los préstamot con gurantia hipotecaria que pueda acordar Ia Comisién sobee lis mismas casas, 1a inseripeiGu de In. Mipoteea subsistiré por todo el Hempo nevesario para la extincién Ae Ta deuda mediante au amortizacién aeumulativa = s05 — n easo de fallecimiento de ambos eényuges, los hijos no podrn divi. dirse Ia propiedad mientras haya menores de edad. Art. 15.—Todas las tramitaciones que deban efectuarse ante la justi- cia estardn a cargo del Agente Fiseal que se designe (') 0 de los profesio- ales que ta Comision considerare necesarios (2) Art. 16.—La ejecucién y direccién téeniea de las construceiones y las reparaciones de las easas, excluida la eleeciin y compra de terrenos y Ja adopeién del tipo de casa a construir, estarin a cargo de la Direceién de Obras Pablicas de 1a Provincia, la que deberd extender los certificados de ago de obras para su abono por la Comisién, En las construceiones y demas trabajos, la Direeciin de Obras Piblicas de la Provincia dard preferencia a los materiales nacionales, especialmente 4 los de la provincia, y a la mano de obra local (2). Art. 17, —Las reparaciones de las casas seri abonadas por la Comi- sion ewando sean de su propiedad y por el adquirente cuando las casas estén en proceso de venta Art. 18.— El Poder Bjecutivo, a objeto de iniciar de inmediato la cons- truceién de easas (2), queda autorizado a ceder en propiedad a la Comi- sign de la Vivienda Popular, los terrenos fiseales que retinan condiciones para ser utilizados en la construcvién de casas baratas, Art. 19. —Los propietarios que arrienden sus campos a diferentes eolo- nos o arrendatarios 0 que explotindolos directamente establezcan puestos © zonas de explotacién a cargo de diferentes empleados o peones, deberan proporcionar a eada uno de esos colonos con familia (*) pequefias casas de ‘mamposteria que se compondrén, por lo menos, de dos habitaciones, bafio yn pozo con bomba @ mano. Art. 20.— El propietario rural que no diese cumplimiento a lo estable- cido en el artieulo anterior, asi como a las obligaciones que establece la ley de arrendamientos agricolas ntimero 11.627, se hard pasible de un ré- cargo del 50% en Ia tasa de la Contribueién Directa, Los fondos obteni: dos por esta causal se depositaran en el Banco Provincial de Santa Fe (?) a la orden de la «Comisién Provineial de la Vivienda Populars, Ia que no (*) El proyecto del P. B. agregaba: ¢ el que no podrd percibir det deudor, en con cepto do Ronorarios, un porcentaje mayor del 10 % de Ia eantidad adeudada », ) Lo escrito en bastardila no figuraba en el proyecto del P. E, (©) €Bianeo de la Provincia, decin ol proyecto ael P. E. — 206 — podré disponer de los mismos hasta un afio de plazo desde Ia fecha de su depésito. Pasado este plazo ingresardn a sus areas como recursos para nuevas construcciones. Si antes de ese plazo los propietarios dieran cumplimiento a las dispo- siciones de esta ley, tendrén derecho a recibir en devolueién Ia sobretasa, aplicada, a exeepeién del 10 %, que entraré a formar parte del capital de Ia Comisién. Art, 21.—La Comisién queda facultada para realizar una accién de difusién y propaganda de los fines de esta ley. En todas las escuelas de la provincia se dard eada quince dias una bre- ‘vo leceién, en lo posible con ilustraciones, sobre la importancia de Ia casa habitacién y sus aspectos higiénieo, econémieo, social y moral, en forma de fijar conceptos en Ia mente de los nifios sobre la conveniencia de Ia posesién y conservacién de Ja vivienda hoger. Art, 22,—La Comisién Provincial de la Vivienda Popular se compon- dré de tres miembros: un presidente y dos vocales, designados por el P. E,, por el término de cuatro afios, con acuerdo legislative (*), pudien- do ser reetecto (?) ‘Bstos cargos serdn honorarios, pero podrén disponer de una parti de gastos de representacién que se les asignaré en el presupuesto (*) Art. 28.—La Comisién designaré en cada Departamento una subcomi- sién que la represente y colabore en su accién; estas subcomisiones serin honorarias y se compondrén de tres miembros. Art, 24.—La Comisién prepararé anualmente su presupuesto de gas- tos, estableciendo el costo de In administracién, propaganda y un plan de construeciones a realizar en el afio, lo que seré clevado a la Legislatura por intermedio del Poder Bjecutivo. Art, 25.—La Comisién mantendré relaciones con sus similares de or- den nacional y provincial y representaré 1a provineia en las asambleas © conferencias que se realicen, con el propésito de concertar una accién coordinada que concurra a la solucién integral del problema en tode el territorio de la Repiblica. Las relaciones entre el Poder Ejccutivo y la Comisin se mantendran ‘por intermedio del Ministerio de Hacienda y Obras Public (8) € det senado s, decia et proyecto del P. (2) Lo everito en bastardilla no figuraba en el proyecto del P. EL (#) BI proyecto del P. E, permitie Ia asignacién de dicha partida Goicamente para 1 Presidente de la Comin, = 307 = Art. 26.—La Comisién podré aceptar donaciones y legados a los fines de esta ley, previo conocimiento del Poder Ejecutivo, Art. 27.—La aplicacién de los arts. 10 y 14, como cualquiera otra dis. posicién que afecte al régimen del Cédigo civil, quedaré supeditada a la sancién de una ley nacional que la autorice (*) Art. 28. —Comuniquese, ete. (0) Lo euerito on bastardilla no figura cen el proyeeto del P. E, CONCEJO DELIBERANTE DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES PROYECTO DE RESOLUCION RELATIVA A LA CONSTRUCCION DE CASAS COLECTIVAS Buenos Aires, Julio 26 do 1988, Articulo 1° — EL D. E. lamard a livitacién Ia adquisicién de terrenos de una o mas heetireas, en las zonas indicadas en el plano a@junto, para destinarlos a la construceién de easas coleetivas, Art, 2°— Dentro de 120 dias de la promulgacién de la presente, ele- vard al H.C. D. la lista de las ofertas con la ubicacién, medidas y pre cio fijados, Art. 2°—EI D. B. estudia Ja financiacién de estas adqui ‘trueeién de las misma. Ja forma que estime més conveniente para jones, asi como lo que se refiera a la cons- Art. 4°—Comuniquese, ete (Bdo.) : Reinaldo Elena. Sefior Presidente La necesidad de viviendas higiénieas para las familias obreras o de em- plados de escasos recursos es aguda en toda la ciudad. Es indispensable, entonces, multiplicar en todos los barrios, fuera del centro, grupos de ha- bitaciones que por su caraeteristica de elevada densidad de poblacién y de baja mensualidad debe hacerse en forma de casas de departamentos — colectivas —. La neeesidad de éstas en toda la zona poblada, — no so- lamente en los barrios industriales — aconseja una politica de adquisicio- nes de las reservas de terrenos mayores de una hectérea existentes en las zonas exeéntricas, El terreno tendra que ser de un precio relativamente bajo a efecto de no hacerlo gravar sobre los locatarios, elevando exeesiva- 308 = 300 = ‘mente el alquiler. Como eada easa volectiva seré de varios vientos de de- partamentos las dimensiones del terreno y del edificio reducen el costo de ambos y como, por otra parte, el capital que la Comuna invierta en estas obras seré del més bajo interés en plaza, estos hechos aseguran que las departamentos serdn alquilables con mensualidades que oseilarén entre los $ 20 y 40. La intervencién oficial es la tiiea que pod . de esta manera, dar una feliz solucién al problema de Ja vivienda, proporeionando alojamien tos sanos para Ia inmensa poblacién necesitada, La inieiativa privada, mo- vida exclusivamente por su beneficio, no se interesa por las obras de esta indole; por ello fos poderes pablicos deben tratar por todos los medios de enearar y resolver este importante problema. A ello tiende esta iniciativa que ha de contar con el apoyo unanime del H. Cuerpo, BR, Blena, REGIMEN LEGAL DEL TRABAJO EN EL PROYECTO DE CREACION DE LA JUNTA REGULADORA DE LA INDUSTRIA AZUCARERA Con fecha 1° de setiembre el P, E. ha remitido al Congreso un Mensaje y Proyecto de Ley ereando la Junta Regulador de la Industria Azucarera, El referido proyeeto, que elabora un régimen integral para esa industria, regula en un capitulo las condiciones del trabajo, el salario, la jubilacién, la vivienda, ete. Interesa destacar sana politiea social que ello implica y en nuestro caso lamamos especialmente la atencién sobre las disposiciones relativas a la vivienda, Tuzgéndolo de interés, reproducimos a continuacién la parte pertinen- te del mensaje y el capitulo referido del proyecto en euestién. Mexsase vin El Poder Hjecutivo desea destacar especialmente a Vuestra Honora- Dilidad los eapitulos del proyecto que se refieren al régimen de salarios, pensiones, jubilaciones y asistencia social de los empleados y obreros ocu- pados en Ia industria. Contemplan, a su juicio, eon el mejor criterio, el problema social de las regiones por ella servidas. De nada valdria esta- Dilizarla si sus beneficios no aleanzan a aquéllos. La pobreza en medio de Ja abundancia es una forma de la injusticia, El Estado debe cuidar de establecer entre todos Jos elementos que concurren a la consolidacién de un esfuerzo, una amistad leal y definitiva, basada en el respeto reciproco que asigna la atencién proporeional y humana de todos los intereses. En el norte argentino, donde se radica el mayor volumen de Ia. indus- tria azucarera, el problema social es complejo, Hsté condicionado al limi- tado calendario de trabajo que las fuentes de riqueza en actividad pro- porcionan al obrero, a las inclemencias elimatérieas del medio y a las en- 310 —m— fermedades regionales que privan al hombre de una parte de su posible actividad ffisiea y reducen en gran proporcién el indice de su vida. Para caracteristieas tan dilatadas corresponde a la aecién de gobierno emplear recursos, t6eniea y ciencia en un programa orgénico, progresivo, coordi- nado e integral. Pero mientras se enfoque con esa amplitud el problema, mientras pueda la Nacién levar a sus expensas un empefio tan diverso y costoso, eorresponde al capital privado, que recibe proteceién del Estado suficiente para consolidar su desenvolvimiento normal y legitimo, con- traer obligaciones que contribuyan, con su aplieacién, a que el hombre que eon él trabaja, reciba la remuneracién y el trato necesario para vivir con deeoro ¥ dignidad. Con ese propésito se establece el régimen de salarios, Ia clase de vi vienda que se procura dar, Ia asistencia de la salud fisica y moral por medio de un servicio médico obligatorio y sin cargo, la distribueién gra- tnita de leche a los menores de cinco afios, el sostenimiento de campos de deportes ¥ lugares de honesta diversién, bibliotecas y salas de lectura, Es de justicia consignar que la industria anucarera tiene una tradici6n en este sentido, Sus principales establecimientos en mayor © menor grado, efectiian servicios de asistencia social que procuran al obrero y su fami- lia Ta ateneién adecuada de sus necesidades, El Estado, al ineorporar y ampliar dentro de un régimen legal esos servicios, no sélo continfia una politica privada que debe estimular, sino que Ja complements, la amplia ¥ Ia organiza para que la cooperacién sea total e igual las ineidencias de ‘su mantenimiento, El régimen de jubilacién y pensiones que se establece para los emple dos permanentes de la industria, tiene andlogos aleances y el mismo a! de mejoramiento y bienestar coleetive, Se ha querido coneretar en una serie de disposiciones, la estabilidad de Ia institueién proyectada, hacien. do obligatorios los aportes, por una parte, y considerando la situacién de Jos empleados actuales con muchos afios de servicio y de edad, que pueden no tener interés en ineorporarse al mecanismo de la ley. La Junta Regu- Jadora de la Industria Azucarera deberd estudiar y formular las bases para una ley orgéniea que en su oportunidad someteré al Poder Ejecutivo. La preoeupacién principal de cardeter sanitario, la constituye en las regiones azueareras, el desarrollo de las enfermedades regionales, de la ‘tnbereulosis y de la desnutricién infantil, El proyecto de ley establece obligaciones a los industriales, que van desde la asistencia médiea co- rriente hasta la atencién de aquellos problemas que cobran singular grave- dad en las zonas de influencia de la industria. Es una exigencia que no descarta la preoonpacién gubernativa, sino que la complementa y 1a se- eunda, El eargeter orgénieo de la misma sei dada por la intervencién —aw— que, en todo caso, tienen Ia Junta Reguladora y el Departamento Nacio- nal de Higiene, bajo euya supervisiin cientifiea y administrative se pone Ia observancia estricta de estas disposiciones, El Poder Ejecutivo se sentira satisfecho si Vuestra Honorabilidad comparte, como no Io duda, estos conceptos. Considera que si no fuera posible realizarlos y sostenerlos como una consecuencia del margen entre el precio de venta del azticar y su costo, implicaria tenerlos que afrontar a base de una sucesiva deseapitalizacién, Io cual gravitaria contra la esta. bilided de la industria Piensa, igualmente, que es en un conjunto organico, como el que eleva a Vuestra Honorabilidad, donde existen todas las posibilidades de aten- der con ecuanimidad los distintos aspeetos del problema. PROYECTO DE LEY CAPITULO VII REGIMEN LEGAL DEL TRABATO Item I — Salarios Art. 36. — Los obreros mayores de 18 afios que trabajan en las fébricas durante 1a elaboracién del azticar, pereibirin en todo el territorio de la Nacién un salario minimo de $ 4.20 por jornada legal de trabajo. Los obreros mayores de 18 aflos ocupados en tareas agricolas 0 ruraies concemnientes @ 1a eafia o remolacha, o en enalquier otra no comprend da en el pérrafo anterior, percibirén en las distintas zoné salario minimo de $ 3.20. La hacheda, pelada y cargada de cafe, seré pagada a razén de $ 3 1a tonelada, siempre que su rendimiento por sureo de 100 metros esté com- prendido entre 500 y 800 kilogramos en promedio. La mayor o menor produccién cultural por sureo, seré pagada a precios convencionales. ‘Los earreros mayores de 18 afios encargados del transporte de Ja mate. ria prima percibirén en todo el territorio de Ia Nacién un salario mini mo de $ 4.20. “Art. 37. —Los empleadas mensuales administratives 0 téenieos, mayo- res de 18 afios, pereibirén un sueldo mfnimo de pesos 150, Art. 38, —Los salarios establecidos en los articulos 36 y 37 se aplica- rén en todas las explotaciones de materia prima azucarera, sean de in- genios o de plantadores independientes. — as Art. 39.— Es nulo todo convenio en virtud del eual pueda quedar sin efecto Jo establecido en los articulos anteriores relatives a salarios, Las diferencias que se suscitaran en la aplicacién de los articulos an- teriores serén dirimidas como arbitro arbitrador por la Junta Regulado- ra de la Industria Azuearera, integrada a exe efecto por el director del Departamento Nacional del Trabajo. Ttem II —Jubilaciones y pensiones Art, 40, — Créase la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones de Em- pleados de la Industria Azuearera con sujecién a las siguientes bases ge- nerales y a las disposiciones de la ley orgémiea que dictard en su oportue nidad el Honorable Congreso, estableciendo vomo remuneracién del pre- sidente $ 1.000 mensuales. Los directores serfn honorarios y no podrin pereibir un vidtieo superior a pesos 100 mensuales, eada uno. Quedan comprendidos en los derechos y obligaciones de la presente ley los empleadas mensuales de las sociedades azneareras y entidades gre- miales eneargadas de su control con mas de ocho meses de servicio por aiio, y los obreros permanentes que trabajen en la industrializacién de la et ia o remolacha en las fébrieas azncareras con 250 jornales como 0, Por afio, que se encuentren en funciones al sancionarse esta iey ¥ que manifiesten su expresa voluntad de acogerse a ella. Para los em- pleadas que inicien su trabajo con posterioridad a aquella fecha, los de- rechos y obligaciones que esta ley presenta tienen cardcter de obligato- riedad. Art. 41.—EI capital de la Caja seré formado por los siguientes aportes 4) 6% sobre el sueldo del personal comprendido en el articulo 40. d) Con el aporte patronal correspondiente, que seré igual al aporte del personal expresado en el ineiso anterior. ¢) Con el aporte por parte del empleado de un mes de sueldo, que se hard efective en 24 mensualidades, y del importe, por una vez, de todo aumento de sueldo mensual ulterior. 4) Con las donaciones hechas a la Caj Los aportes del personal y de los patrones tienen cardeter impositivo y no podrén ser devueltos bajo ningiim concepto. En caso de fallecimiento del beneficiario antes del término y condiciones que fije Ia ley orgénica ‘para las pensiones y jubilaciones, se devolverd a la viuda e hijos menores ‘inieamente el 50% de los aportes que haya efectuado el causante, sin interés. — a1 — Art, 42,— El monto de la jubilacién y pensiones que se acuerda en virtud de esta ley no excederd de la que haya de corresponder a un suel- do maximo de $ 1000, por mes, cualquiera que sea el que goce el emplea- do. F1 aporte que se efectiie de acuerdo con el artioulo 41, no se hard tam- poco sobre una suma mayor de la expresada. Art, 43.--La jubilacin ordinaria se acordaré al empleado que haya restado cuando menos 20 afios de servicios y tenga 55 0 més aos de edad. Art, 44.—La Junta Reguladora de la Industria Azucarera designaré fa Ia mayor brevedad una comisiin de téenicos que elevaré un informe con el proyeeto de ley estableciendo la jubilacién ordinaria y por inva- Tides, fecha en que 1a Caja iniciara los pagos de jubilaciones y pensio~ nes, a fin de asegurar la estabilidad financiera de aquélla, montos de ias jubilaciones y demés disposiciones inherentes a la ley orginica, Dicho informe contendré los siguientes datos: 2) Nimero de empleados comprendidos en la ley, clasificados por antigtiedad, edad, fecha de ingreso y estado civil. ’) Clasificacién por categorias y por tiempo probable de aptitud para el trabajo del empleado, de acuerdo con la indole de los servicios las condiciones de vida conforme al medio donde desarrolla sus acti- vidades, ©) Importe total de los sueldos del personal comprendido en la ley y el promedio por las eategorias a que se refiere el inciso anterior. 4) CAleulo a fijarse para los retiros contemplando la economia de Ja Caja y la categoria y el nimero de empleados que deben disfrutarlo ¢) Bdad, sueldos o salarios y tiempo de servicio de los empleados al inieiarse los aportes. f) Célenlo sobre la marcha de la Caja en el faturo en presencia de Jos recursos acordadas y de las obligaciones que pudieran surgir al cum- plir el objeto para el cual fué ereada. 7) La época desde la cusl empezaré la Caja # pagar los beneficios seré la que fije la ley orginica (artioulo 40), y esos beneficios serén ‘eoncedidos en relacién con los aportes de acuerdo con las conclusiones del informe y con une razonada reduceién por ailo sin aportes. i) Cualquier otro dato que Ia comisién téenica requiera. Art, 45,—Mientras se dicte la ley orgénica de la Caja, los fondos ex- presados en el articulo 41 comenzarén a hacerse efectivos desde el mes si- guiente a aquel en el cual se cumplen Ios 90 dias de Ia promulgacién de In presente ley y estarén bajo 12 administracién de la Junta Reguladora de la Industria Azucarera, 1a cual los depositaré en el Banco de la Na- cin Argentina en cuenta especial, siendo la misma Junta Reguladora ~ 95 = de la Industria Azuearera la que entenderé y resolver en todos los asun- ‘tos que se susciten por aplicacién de las disposiciones precedentes, La Junta Reguladora de la Industria Azucarera elevaré al Poder Bje- cutivo el proyecto de ley orgénica después de recibir el informe referido en el artieulo 44. Item III —Viviendas obreras en los ingenios Art, 46.—lLas viviendas que los ingenios azucareros y produetores de materia prima faciliten al empleado y obrero permanente, ocupados en Ja produosién ¢ industrializacién de la caiia o remolacha azncareras, de- berdn ser adecuadas para que aquéllos y sus familias vivan con espacio suficiente, eonstrufdas con materiales adecuados a las caracteristicas eli- matérieas y que permitan mantener los loceles en estado higiénieo, ‘Art, 47.—Las inversiones que para aquella finelidad se efectuaran podrén ser financiadas por el Banco de la Naoién Argentina o por el Banco Hipotecario Nacional, mediante eréditos extraordinarios pare edi- ficacin equivalentes al 60% del valor de la obra una vex realizada, con- cedidos al 6 % de interés anual y para ser mortizados @ 10 afios de pla- 20. El monto total de un préstamo de esta clase, concedido a uma sola firma, no podré exeeder de $ 300,000 moneda nacional. La construccién de las viviendas nuevas y adaptacién de las existentes, deberdn quedar realizadas dentro de los seis afios de promulgada esta ley. Item IV — Asistencia social Art, 48.—Declarase obligatoria y gratuita la asistencia médiea per- manente, la odontolégica de urgencia, la de partos y asistencia a la ma- ternidad, la provisién de los remedios indispensables, en todos los inge- nios azneareros del pais, a euyo fin cada uno de éstos deberd instalar en lugar apropiado un hospital, individual o regional, a eargo de un médico jefe, secundado por el correspondiente personal idéneo para atender la asistencia de todos sus empleados y obreros permanentes o temporarios y familia de los mismos. La Junta Reguladora de la Industria Azucarera determinaré en cada caso, previo el asesoramiento del Departamento Nacional de Higiene, previsto en esta ley, la capacidad que deberén tener los hospitales y de- més dependencias necesarias para el cumplimiento de las presentes dis- posiciones, la que se fijaré en proporeién al niimero de personas que tra- hhaje en cade establecimiento y la forma en que el servicio deberé efec- tuarse, a6 — Art, 49.—Cada ingenio azucarero o establecimiento comprendido en el articnlo anterior debera sostener un pabellén especial dentro del mis- ‘mo hospital o en lugar apropiado, con capacidad de una cama por cada mil labitantes de la poblacién que dependa del ingenio, destinado a los fines de la profilaxis antituberenlosa. Art, 50.—La Junta Reguladora de la Industria Azuearera facilitara y podra tomar a su cargo la iniciativa o las gestiones que realicen los es- tablecimientos comprendidos en los artfeulos 48 y 49 con el propésito de efectuar acuerdos y consoreios para organizar, concentrar y coordi- nar la accién a que estén obligades por esta ley en lo que respecta a la ateneién médica y profiléetica que la misma dispone, pudiendo contemplar 4 los fines del articulo 49 la conveniencia de haver las intalaciones en regiones de clima apropiado. ‘Art. 51.—Los ingenios azueareros distribuirin gratuitamente la leche que por prescripeién médica nevesiten los empleados u obreros enfermos y @ los nifios menores de cinco afios, pertenecientes a las familias necesi- tadas de aquéllos. Ademés, establecerdn y mantendrén campos de depor- tes y bibliotecas para obreros. ‘Art, 52.—La Junta Reguladora de la Industria Azucarera daré al Departamento Nacional de Higiene la intervencién que requiera el mejor desarrollo de estos servicios, a cuyo efecto el segundo de los organismos citados ejerceré superintendencia sobre los mismos. Asimismo la Junta incorporaré a su memoria anual un eapitulo en el que conste la asistencia social desarrollada por cada ingenio y las sumas invertidas. Art. 58.—Le Junta Reguladora de la Industria Azucarera colabora- rr con el Departamento Nacional del Trabajo en el eumplimiento de ias leyes mtimeros 9688, 11278 y 11817, como también de cualquier otra que pueda vincularse a las actividades de la industria azuearera, y controla- 74 en los almacenes ubieados dentro de las explotaciones agricolas ¢ in- dustriales azueareras los precios de venta de las mereaderias a efecto de que sean mantenidos al nivel de las cotizaciones comerciales, en cada artieuto, PERU REGLAMENTO PARA LA ADJUDICACION DE LAS CASAS OBRERAS DE LA LEY 8.000 El Presidente de ta Repiiblica, Considerando Qne es necesario estublecer las reglas eonducentes al mejor enmplimien. to de la ley N° 851: Deceera: Art. I?—Para Ia adjudicacién de las casas para obreros, construidas. en aplieacién de la ley mimero 8000, el Ministerio de fomento, Direccién de Obras Pablicas y Vias de Comunicacién, abriré un registro especial para la inseripeién de solicitudes de opeién de arrendamiento, compra, dentro del término que se establece en el presente deereto. Art. 2°— Para ser inscripto en el Registro mencionado en el articulo anterior, se requiere a) Ser peruano de nacimiento y estar inseripto en los registros mili- tar y electoral, o comprobar que el solicitante se encuentra eximido de con- formidad con las leyes pertinentes, de la obligacién de inseribirse en tales registros b) Ser obrero; ¢) Tener bajo su garda dos o més hijos menores de edad, » fami Jegalmente constituida: ) No padecer el solicitante, ni los miembros de su familia de enfer- medad infeoto-contagiosa ; y ¢) Acreditar buena conducta y dedicacién al trabajo. Art. 3° —Las solicitudes se presentarén a la Mesa de Partes del Mi- nisterio de Fomento, en papel comin aeompafiadas de los comprobantes que aerediten los requisitos exigidos, y contendrén los siguientes datos 4) Nombre, apellido, edad, ocupaci6n, tiempo de trabajo, jornal me- dio mensual y domicilio del solicitante; ¥ 1b) Tipo de casa que se pretende, a7 a8 = Art. 4° — Los requisitos exigides para Ia edmisién, se aeveditarin en 1a forma siguiente a) Nacionalidad peruana y le inseripeién en los Registros Militar y Electoral, con partidas de Bautismo o del Registro Civil y con las libretas respectivas; la excepeién de las ineripeiones, eon los eertifieados perti- nentes. D) [a calidad de obrero, con una certifieacion del Gerente, propie- tario 0 Administrador del Centro de Trabajo en el que presta sus serv ios el solieitante, indieando 1a conducta, Ia coneurrencia a las labores, 1 jornal medio mensual y Ta calidad del rendimiento del trabajaor ¢) La composicién de la familia con las partidas del Registro Civil referente a la esposa e hijos. Art. 5'—EI Ministerio de Fomento, Direecién de Obras Pablicas ‘Vins de Comunicacién, publicara avisos en los dia lacidn, por tres veees, sefialando el plazo de quince dias, cuya fecha de cierre ser precisada, para la presentacién de las solicitudes de opcién, En los avisos se pormenorizarén las condiciones preseriptas en los artieulos 2, B y 4° del presente Reglamento, ‘Art, 6° —Para la califieacién de las solicitudes y el sorteo de las casas entre los postulantes; en el caso previsto de que el mimero de ellos sea mayor que el,de casas disponibles, se estableceré una Junta de Califica- in y Sorteo, euya composicién sera la siguiente: EI Fiseal en lo Admi- nistrativo de la Corte Suprema de Justicia que In presidiré; el Director de Obras Pablicas y Vias de Comunicacién ; el Director de Previsién So- cial; el Asesor Juridico de la Direscién de Obras Publieas, como voea les, actuando como Seeretario el Jefe de la Seceiin Trabajo del Ministerio de Salud Pabliea, Trabajo y Previsién Social. ‘Art. 7—La Junta de Calificacién y Sorteo, vencido que sea el plazo para la presentacién de solicitudes, proceders al examen de las petiviones ¥ de sus documentos justificativos, @ la clasificacién de los solicitantes, Yala formacién de las Listas para el Sorteo, dentro de un término de ocho dias. Vencido este término, la Junta elevara al Ministro de Fomento Jas listas de calificacidn para el sorteo, las cuales serén fijadas en las pi- zarras del Ministerio, eoncediéndose un término de seis dias para la pre- sentacién de reclamaciones y tachas, por exclusién inseripcién indebi- das, las mismas que serén definitivamente resueltas por resolueién mi- in trémites previos y por el solo mérito de los legajos respee- tivos. Con estas resoluciones quedara depurada la Lista para el Sorteo. Art. 8°— Resueltas las reclamaciones y tachas que hubiesen sido pre~ sentadas, se formaré la Lista Depurada para el Sorteo que quedard ina!- terable y se fijaré la fecha para el acto del sorteo, a0 — Art, 9—Daran derecho preferencial para la inscripeién en las Listas de Sorteo las siguientes condiciones: 2) El mayor niimero de hijos; ®) El menor jornal medio mensual entre los que tengan igual na- mero de miembros de familia; y ¢) La mejor certifieacién de asistencia, eonducta y rendimiento en 1 respeetivo centro de trabajo. Art. 10.— Verificado el sorte y aprobada por el Supremo Gobierno la adjudicacién a los agraciados, se entregaré a éstos por la Direecién de Obras Publicas el inmueble designado y ademés, sin gravamen alguno, copia certificada de las actas y resoluciones pertinentes, y un eroquis del inmueble para su identifieacién. Art. 11—En la medida de lo posible, las casas serén adjudicadas como sigue: Las de dos dormitorios, para 4 6 5 person Las de tres dormitorios, para 6 6 7 personas; Las de cuatro dormitories para 8 6 9 personas. Art. 12° El alquiler de las casas para obreros se eubriré por men- sualidades durante veinte afios con arreglo a la siguiente eseala: Las de dos dormitorios, al mes, veinte soles oro; Las de tres dormitorios, al mes, veinticineo soles oro; y Las de euatro dormitorios, al mes, treinta soles oro. Las cuotas anteriores comprenden el pago de los siguientes servicios: 4) Amortizacién del valor rebajado del inmueble, con liberacién de pago de intereses; 2) Pensién de agua, tipo «Casa de vecindad»; y ¢) Conservacién de desagiies El alumbrado privado sera abonado por los adjudicatarios. Art. 13°— EI menor jornal medio mensual que da preferencia para la admisién no deberd ser inferior a las siguientes sumas 4 S/o, 100.00 respecto de los solicitantes de casas de dos dormitorios. a S/o, 120.00 respecto de los solicitantes de casas de tres dormitorios. 8 S/o. 140.00 respecto de los solicitantes de casas de cuatro dormi- torios. Art. 14*—El cobro de las cuotas mensuales y Ios abonos que deberdn hacerse con cargo a ellas, estardn a cargo de la Caja de Depésitos y Con- signaeiones, Los saldos netos constituirén un fondo especial destinado al fomento de la construceién de casas para obreros, en conformidad con el Art, 4° de 1a ley mimero 8000 y disposiciones que se dicten al efeato, Art. 15*—Para Ia administracién de los Barrios Obreros, el Ministe- rio de Fomento nombraré un Inspector con residencia en ellos, quien = 320 — atenderé a sus funciones, en eonformidad con la reglamentacién especial que oportunamente se dictaré ‘Art, 16°—Se concederé anualmente y en eada barrio los siguientes premios: tno de cien soles oro al inquilino-comprador que durante el aiio haya euidado con la mayor higiene y decencia su hoger, haya obser- vado la mejor conducta y posea el mejor certificado de trabajo; y dos premios eomsistentes eada uno en la liberacién del pago de la renta de dos rmensualidades a quienes sigan en orden de mérito al primer beneficiado Art, 17*— Los obreros inquilinos se obligarén a conservar las casas tanto interior como exteriormente en las mejores condiciones de aseo, y 1 cuidar que no se produzcan deterioros evitables en las paredes, pinturas, aparatos sanitarios, vidrios, ete. La Direccién de Obras Piblicas manten- dré para tal objeto una inspeceién constante sobre las casas, y cuando sea necesario hard las notificaciones del caso a los inquilinos para que fection el aseo 0 reparaciones que sean precisas, fijando un plazo no mayor de cineo dias para su ejecucién, En caso de ineumplimiento de tales obligaciones, se mandaré ofectuar el aseo o reparaciones por cuenta, del inquilino, eobrando su importe a fin de mes. “Art, 16°—E] Campo Deportivo, Piseina, Pabell6n de Atletas y Casa para el Inspector de Cultura Fisica, serin entregados al Ministerio de Educacién PAbliee, ol que por intermedio de su Direcsiin de EdueaciGn Fisiea atenderé por su euenta a su organizacién, conservacién y adecua- @o funcionamiento. Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los neve afas del mes de rmarzo de mil novecientos treinta y siete, 0. R, Bevavines, Federico Recavarren. La Haprraci6s Porctan Liu Bounty px ta C.N.C.B. Aso IV - 1L INTERIOR DEL PAIS Foro Nv §,— Formosa (Gob, de Formosa). —Tolderia do indios. Foro Ne 4.— Formosa (Gob. de Formoss),— Indios en su tolderia ACT UALIDA D VENTA DE INMUEBLES POR MENSUALIDADES Fallo mor Ma preceupado siempre a este Bolettn (1) el esamporo legal en nie se enoucntran los compradores de éamuedles por menguaidades, 4 decir, os modestos adquirentes de pequetos Totes de terreno, que fspiran eanamente legar ser propletarios, porque con freouencia ‘om totimas de la uoura y de tmpunes despojos. Por suerte, mcstros ‘teibunates pareeen aliora Dien orientados, 9) hap. salvado’ en parte los eaoior do nucttra 1egislecibn sobre la materia, Una prucba de esto la ofrece la sentencia del Sr. Jues de primera instancia en lo fil de Ta Capital Federal, Dr. MaxoEL Ons, que publicomoe — fio obstonte Rallarse pendiente de wn recurso de apelacién— por la ‘tana doetrina que la inspira. Pundado el Juce en principice supe: rlores de orden ético, y ante wn comprader que habia abonado el 63,28 Ge del precio total, xin que por su porte el vendedor hubiera ‘complido. con su deber de eecriturar, deslaré rescindido el contrato ‘com ch siguiento aleanco: mantenimicnto de la propiedad om mands fel vendedor, quien deberé restitur al comprador el valor de las cuotas peraibidas y ef de las mejores por éste efeetuadas, oon la Sola deduccién de ta eantidad equivdiente vt fijarse por peritos— al ealorloeativo de ta finea durante todo el tiempo de su ceupacién por el comprador, mde una certa cantidad —a fijarse por juramen to extimatorio del vendedor— en concepto de datos y perjuiciot or la reaciién et contrat, Ta situacién del eomprador por lotes, que no tiene ta propiedad de ta finca sino #6 uso 9 goce, fué cquiparada o la det inguitixe. EI Juce aplieé el prineipio del at. 21 del C&digo civil: « Las con- ‘voneionen perticulares no pueden dejar sin efecto las levee em uy Dbsereancia estén interesaos ef orden pablico y las buenas costume brea. (2) V. €1a habitaeiéa populars, N* 7, pig, 110 y sig, Venta de inmucbles por rmensualidades, proyecto de ley y meusajo a la Legislatura de Sauta Fe, y la ley sau ionada; N° 9, pig. 29 y sig., 15 y sig, 81 y sig, 85 y sig, 88 y sig, proyectos de ley presentados por lot dipwtados M. y C. Cariés, R. Moreno (h.), A. Carraseo, B. Sierra ¥ senador E. Laurencena, reapectivamente; N¢ 9, pg. 123, Ley uruguaya (N+ 8733); 1N* 12, pg. 163, proyecto de ley del P. E. de la Prov. de Buenos Aires; N° 12, pig. 17S, sentencia del Juee Dr. F. Cermesoni; N¢ 15, pig. 158, Bl pacto eomisorio on 12 venta do inmusbles por mensualidades, por et Dr. A. G. Spota, donde se eatudia Ia evo lueléa de auestea jarispradenela acbre la materia, aa ee SENTENCIA, Y VISTOS: estos autos de los que resulta 1.—A fs, 4 se presenta don Aldo Secchiaroli en representacién de don Antonio Lema y entabla demanda contra la seiiora Rosa Maria Loreta Macchiolli de Di Paolo por rescisién de contrato y devolueién de terre- no. Pide costas. Expresa que por documento privado de fecha 21 de agosto de 1935, su mandante vendié a la sefiora de Di Paolo un lote de terreno situado en esta eapital, calle Miranda entre Benito Juarez y Allende, sefialada con ¢l miimero 45 de la manzana 10, que leva actualmente el niimero 4852 de la calle Miranda. El precio de la venta fué de $ 4.000, de los cuales satisfizo 2.320 pesos al eontado y el resto se convino en abonarlo en 36 cuotas mensuales de treinta pesos cada una. La primera cuota debia ser abonada en septiembre de 1985 y la de- mandada sélo aboné 6 mensualidades hasta febrero de 1936. Por ello pide 1a rescisién del contrato y la devolucién det terreno. La deuda asciende a 50 mensualidades de $ 80. Funda su derecho en los artioulos 509, 1184, 1187, 1871, ine. 1875 del Cédigo Civil. IL —A fs, 8 se presenta don Felipe N. Cambiasso por la seiiora de Di Paolo y contesta la demanda, reconviniendo por la devolucién de la su- ma de $ 2.920 ¢ indemnizacién de las mejoras introducidas en el terreno cuya restitueién persigue el actor. Afirma que las cuotas abonadas son 7 y no 6 y avepta los demis hechos expresados por el actor allandndose a la resolucién de la venta atento al pacto comisorio, Pero agrega que dado el aleance de dicho pacto (arts, 1374, 1875 y 1376, del Céd. Civil) s6lo debe Hegarse a la rescisién sin re- tencién por parte del vendedor, de las sumas cobradas a cuenta del pre- cio, ya que en el ine, 4 del art. 1975 se opone terminantemente a esa in- terpretaciGn. La compradora tione Ia posesién del inmueble, en posesién legitima y de buena Ze y tiene derecho a ser reembolsada de las mejoras. ‘Se allana a perder las 7 cuotas pagadas, atento 1a cléusula séptima del contrato. Estima las mejoras sitiles en $ 3.000. Aceptando expresamente una su- ma inferior que el juzgado considere suficiente. Funda su derecho en los arts. 792, 1971, 1974, 1975, 2427 y 2528 del Cédigo Civil, sefialando expresamente que este ‘ltimo le concede la fa- cultad de retener la cosa hasta ser pagado de los gastos necesarios o utiles. Pido costas. STAY — 3a TIL. A fs. 12 el actor contesta 1a reconveneién. Afirma que lo diseutido fen autos se reduce a saber si el actor debe devolver los 2.320 pesos reci- bidos a cuenta de precio y si debe indemnizar las mejoras que dice haber introducido la demandada en el inmveble Sostiene que todos los pagos parciales son euotas, tanto el efectuado al eontado, como los abonados por mensualidades. La cléusula segunda del contrato aclara el sentido de la palabra « cuota », pues dice que el precio se abonaré en esta forma: § 2.820 moneda nacional al contado al firmar este documento y el resto en 56 cuotas mensuales valor de $ 30 moneda nacional cada una. Las euotas restantes deberén abonarse en la calle Go- rriti... El contrato supone pues dos clases de euotas: la pagada al con- tado y las cuotas restantes, que se abonarén mensualmente, ‘Aduce que en realidad los 2.320 pesos corresponden a cuotas men- suales que se pagaron con anterioridad al contrato firmado, de acuerdo a un documento anterior que se extravié. ‘Su mandante, al contratar, se desprendié de la posesién y del usufrue- to de un bien que podia arrendar. Al vender tiene en cuenta esta circuns- tancia y vende y arriende por un mismo precio. Hace un aio que Ia de- mandada no paga y seguiré en esta situacién hasta la terminecién del Jicio. En previsién de esta circunstancia se ha estipulado la cléusula penal. obligacién de pagarlas por parte del las mejoras y su valor, su calificaciOn de necesarias o utiles y la ctor. La demandada puede disponer de ellas, Nevérselas 0 venderlas. En ultimo caso deberd establecerse su valor actual. ide la reseisién del contrato y el rechazo de la reconvenci6n, con costas. TV. Declarado competente el juzgado y abierta la causa a prueba, am- bas partes produjeron Ia suya, Agregados los correspondientes euadernos sélo alegé de bien probado el actor, Hamandose autos para dictar senten- cia a fs, 62 vta., providencia que est consentida y Considerando 1° El actor reconoce que las cuotas mensuales abonadas son 7 y no 6 (octava pregunta del interrogatorio de fs, 27). Con esto ascienden a $ 2.580 los pagos efectuades por la compradora y a § 1470 el saldo dendor del total de $ 4.000 a que ascendia la compra. Le demandada habria pagado el 63,25 por ciento de sa deuda. ‘De las afirmaciones del actor (contestacién a Ia reconvencién) y pli go de posiciones # fs. 27 y del reconocimiento de la demandada (absolu- cidn de posiciones de fs. 27 vta.) surge que todos los pagos se efectuaron — su mensualmente, por cuotas, y que si se hizo figurar un pago al contado de § 2.320 fué simplemente porque en ese pago se sintetizaban todas las mensualidades abonadas hasta el momento en que se firmaba el documen- to de fs. 1, A este 63,25 por ciento del precio, abonado en euotas por el comprader, debemos aiiadir las mejoras efectuadas en la finea, por valor de $ 510, segiin perieia de fs. 48, Se trata de establecer si la demandada, que se allané a la reseision del contrato, tiene derecho a ser reembolsada de las sumas invertidas en estos dos conceptos. 2 Una jurisprudencia no muy reciente habia sentado el prineipi de que los paetos comisorios, en las ventas por mensualidades, no regian cuando el comprador habia abonado un niimero suficiente de cuotas para otorgarle el derecho de eseritura (J. A. 9-382, 53-624). Posteriormente este eriterio no se mantuvo siempre, hasta que una jurisprndencia recien- te substituyé el prineipio por otro caso segtin el cual, cuando el compra- dor ha abonado la mayoria de las euotas, es inmoral hacer jugar el pacto comisorio en su contra y hacerle perder simulténeamente el bien y el di- nero. (U. A. T. 58, pég. 901). Bn el caso de autos pareceria ser de aplicaciéu cualquiera de los dos criterios, pues el comprador se hallaba en condiciones de pedir la escritn- racién (eléusula tereera del boleto de fs. 1) ya que habia abonado siete cuotas de las 59 dltimas convenidas, y ademas, habia pagado el 63,25 por eiento del precio total. El allanamiento de la demandada a la rescisién del eontrato no impli- ea el allanamiento liso y Mano al juego del pacto comisorio, ya que pacto tiene un doble aleance: Ia rescisién del contrato y Ta pérdida de las euotas pagadas y mejoras hechas, Bs la reunién de estas dos consecuen- cias la que se ha considerado inmoral por la jurisprudencia; y 1a com- pradora no se coloca fuera de esa jurisprudencia al aceptar la reseisién Y¥ oponerse a Ia pérdida de las sumas pagadas y de las mejoras ‘tiles. 8° En atencién a principios superiores de orden ético, andlogos a los que han inspirado otras sentencias del infraseripto (juicio: Clementi Hos, contra Aslam y Gourinsky. Gaceta del Foro, T. 117, pig. 198, sobre nsura) el proveyente considera atendibles las objeciones de la demandada, Pero, aceptada la rescisién, no es posible reintegrar lisa y Hanamente a Ja compradora todas las sumas abonadas y el valor de las impensas iti- les. El comprador por lotes que no obtiene la propiedad de la finca pero obtiene en cambio el uso y goce de Ia misma, se halla en las condiciones de un inquilino y debe abonar Ia locacién del bien, indemnizando al ven- dedor por los dafios y perjuicios que le hace sufrir el fraeaso de su con- trato. icho — 35 — Por este motivo el pacto comisorio puede asimilarse a una verdadera cléusula penal que estima de antemano la indemnizacién que se debe abonar no sélo por el uso y goce sino también por el perjuivio causado. Si el proveyente no se allana al eumplimiento de dicho pacto es tan sélo porque él encierra una ventaja exeesiva para el vendedor, contra los prineipios sentados por nuestro Cédigo Civil en sus arts. 21 y 1198 4 Producida la reseisién, el vendedor tiene derecho a retener las su- mas que, de acuerdo al juieio de peritos, se determina como compensato- ria del valor locativo de la finca, durante el tiempo que estuvo ocupada por el comprador; mas una eantidad prudencial en eoncepto de indem- nizaeién por los perjuicios que Je causa la reseisién del contrato, 5° Asimilado a un locatario, el adquirente de la finca tiene derecho a que se le abonen las mejoras efectuadas (art. 1585 del Céad. Civil). Por estas consideraciones y citas legales fallo: declarando reseindido el eontrato de compraventa de fs, 1-2 y manteniendo Ia propiedad en manos del vendedor, quien deberé reintegrar a la contraparte el valor de las sumas percibidas y el de las mejoras efectuadas, estas iiltimas de acuerdo con Jo establecido en la pericia de fs. 48. Del total asi obtenido deberd descontarse en beneficio del vendedor 1a cantidad que fijen peri- tos como equivalente al valor locativo de la finea durante todo el tiempo de su ocupacién por el comprador, més la cantidad que el actor jure adeu- Gérsele dentro de la de $ 300 moneda nacional en concepto de dafios perjuicios. A este pago se imputarin en primer término las siete cuotas ‘iltimas, pues el comprador se allana a no reeuperar, Todo sin interés por no existir suma Iiquida y sin costas, por no haber prosperado integra- mente las pretensiones de ninguna de las partes, Inseribase, Notifiquese, Rep. los sellos y oportunamente archivese ‘Asi lo pronuneio en Buenos Aires, a un dfa del mes de agosto de mil novecientos treinta y ocho. Manuel Oris, Ante mi: Enrique C. Corbeltini. CONGRESO PANAMERICANO DE LA VIVIENDA POPULAR DECRETO DEL PODER EJECUTIVO Rercmiea Asansena Maoustenio oe Renacioxes Exmgnions ¥ Quire Buenos Aires, agosto 22 do 1938, Atento 1a resolucin formulada por la VIL Conferencis Internacional Americana reunida en la ciudad de Montevideo en el mes de diciembre del afio 1933, en la que se establece promover Ia celebracién de una Con- ferencia Interamericana con el objeto de considerar el problema de la << vivienda popular 2, en sus aspoctos higiénieo, econémico y social; Que, con fecha 5 de abril de 1934, la Embajada de la Reptblica Argen- ‘tina en Washington comunicé que, por decisién del Consejo Directivo de Ia Unién Panamericana, Ia ciudad de Buenos Aires fué designada para sede del Congreso encargado de estudiar el « Problema de la Vivienda Po- ular >, solicitando que el Gobierno argentino sefilara la fecha de la re- unién y formulara las invitaciones del caso a los demés paises americanos; Que, a tal efecto, y por decreto del 16 de junio de 1934, se designé una Comisién Organizadora del Congreso de Ia Vivienda Popular, que debia rrealizarse antes del mes de abril de 1937, y que en virtud de haber renun- ado el sefior presidente de 1a Comisién Nacional de Casas Baratas, en- cargado de patrocinar ese Congreso, no pudo efectuarse Ia celebracién dispuesta; Que debiendo cumplirse Is resolucién de la VII Conferencia Interna- cional Americana de Montevideo, sobre la celebracién de un Congreso ‘que considere el « Problema de la Vivienda Popular », tema de actualidad ¥ de sumo interés para Ia asistencia social ; 328 = ae Por estos fundamentos, El Presidente de ta Nacién Argentina, Articulo 1° —Designase 1a Comision Organizadora del Congreso para el estudio del « Problema de la Vivienda Popular ’, a reunirse en Ia dad de Duenos Aires, que estar formada por el diputado nacional doctor Juan F. Cafferata; presidente de la Comisin Nacional de Casts Bara. tas, D. Benjamin F. Nazar Auchorena; doctor Clodomiro Zavalia, pre- sidente del divectorio del Instituto de Ja Vivienda Obrera de la Provincia de Buenos Aires, y el Ing. Benito J. Barraseo. Art. 2*—Oportunamente, y una vez efectuados los trabajos prepara- torios, se fijard Ja fecha de convoeatoria, de acuerdo con Io establecido por la Unién Panamericana Art. 3°— Comuniquese, publiquese en el Boletin Oficial, dése al Regis- tro Nacional y archivese, Fao.: Ontu, J. M, Cantito, Deereto N¥ 10209, EI 12 de Setiembre Gltimo el P. E. ampli6 el Decreto que antecede designando para integrar la Comisién Organizadora del Congreso al Dr. Carlos M. Coll y al Ing. Juan Ochoa. La referida Comision quedé constituida durante la reunién que tuvo lugar en el despacho del Ministro de Relaciones Exteriores y Culto el 21 ae Setiembre. NUEVO MIEMBRO DE LA COMISION NACIONAL DE CASAS BARATAS D. ANGEL L. LUNGARZO Por deereto N? 2856 del corriente aio, el P. E. ha designado para inte- grar el Directorio de la Comisin Nacional de Casas Baratas al sefior D. Angel L. Lungarzo. El nuevo funeionario fué puesto en posesién de su cargo por el seiior Subseeretario del Ministerio del Interior, Dr. Eduardo H. Duffau, el 6 de mayo ltimo, En esta oportunidad el sefior Lungarzo pronuncié las palabras que siguen Scitor Subsecretario del Interior Sefior Presidente y sefiores miembros de la Comisin Nacional de Casas Baratas: Sefiores: Debo agradecer, en primer término, los elogiosos conceptos con que me ha honrado el sefior subsecretario del Interior ,al hacerme cargo de este puesto con que me ha designado el Exemo. seior Presidente de la doctor Roberto M. Ortiz. Ello me obliga desde ya a comprometer todo mi celo y voluntad para €l mejor desempefio del mismo, a fin de que el éxito sea su corona. miento y poder asi colaborar desde mi modesta actuacién en la eminente obra patridtiea y social en que esté empefiado el actual gobierno. Procuraré, en compaiiia de los demas miembros de esta institucién, desarrollar un programa de vasta proyeceién social, para que la ley que i6 origen a le Comisin Nacional de Casas Baratas se vea cumplida en a mejor forma posible, poniendo en concordancia con los tiempos actua- Jes el mejoramiento de las clases trabajadoras del pais. Hemos Hegado, en efecto, a un grado de solidaridad social que exige no solamente velar por el obrero dentro de la fabriea, sino que, tomando 398 — 39 tun campo de accidn mayor, salir de ella para proporeionarle un standard de vida mas elevado. Ese es el verdadero propésito de la ley 9677: crear la vivienda sana, higiénica y propia; llevar a todos los barrios obreros, mediate su accién eilificadora, el mejoramiento de las condiciones de vida, tradueidas en una mayor proteccién de la salud, que redundaré no solamente en bene- ficio de ellos, sino también en el de la misma sociedad, cuyo bienestar esta coustituido por la suma de los bienestares de sus componentes. Debemos, en ese sentido, imitar la soluei6n que los grandes centras ur- bbanos del nrundo han dado a dicho problema, en los euales desde hace ya varios lustros ha sido seriemente encarado, mediante la adopeiGn de acer- tadas medidas de politica social, como ser la construccién de importantes harrios para obreros y empleados modestos que retinen todas las condi ciones para la satisfaccién de las més primordiales nevesidades relaciona- das con el régimen de vida. Ese pavoroso problema, que en momentos de sancionarse la citada ley revestia alarmante gravedad en la ciudad de Buenos Aires, hoy sigue situdolo en la campaiia argentina, donde el rancho antibigiénieo consti- tuye la vivienda mas generalizada de las clases humildes. Bs, sobre todo, hacia abi donde debe dirigirse nuestra futura accién, ereando no ya sélo Ja modesta casa, sino también la pequefia granja, estinulando asf, no so- lamente el aumento del nivel de vide, tan néceserio en el interior del pais, sino también nuestro poderio econémico y, lo que es algo mis, el atianzamiento de nuestra nacionalidad, que sdlo se consigue mediante ese amor a la tierra, que es una conseeuencia de Ia propiedad privada de la misma. Y, para terminar, agregaré que soy, ante todo, hombre de trabajo ¥, por lo tanto, no he de escatimar esfuerzos para que Ia Comisién Nacional ae Casas Baratas realice el maximum de beneficio posible, haciéndome aereedor en esta forma a la confianza que el Exemo, sefior Presidente de In Nacidn me ha dispensado al ofvecerme este cargo, lo que nuevamente agvadezco con toda sineeridad. BIBLIOGRAFIA evista de Ciencias Beonémic Publieaciou de Ia Facultad de Ciencias Econdmicas, Contro Estudiantes y Colegio do Graduades, Alo XXVI. Serie 11, N’ 200, Marzo de 1038, Nos interesa purticularmento el trabajo de Jacobo Walser, titulado « Contribuciin al estudio de Ja adininistraciGn y finanas de It construceiGn de cusis cconsmieas > En 6 se estudia mo aélo el agpecto financiero y administrativo del problems, sine que 9 sumluistra un acertado concepto integral del amo, seialindase toda su traacen: eneia social. En conelusign, indies Ia conven iguientes corstiones, que considers sdaptabes & nuestro pais: moditieaein del régimen ia de encarut cl estudio de las Ale lu ley 9677; movilisucién de los fondos de Ins eajas do seguros socialew (jubila- cones y pensiones eiviles et.); ampliaeiin del réginen del Busieo ipo } foment do Ins empresus privades que se dediquen 4 Ia eovstrueeién de casas colestivas; fomento do las cooperativas de eonstruccién de enaas baratas; afectaciéa ‘como fondo especial para la construcciia, de clerton impuestos, como el que grva ‘8 loa conventilos y a loa terenoa baldios; coordinacién de lax’ actividades de cons trucciones do catas bavatas, en el orden nacional, provincial y mubieipl; ereaciém do un Instituto de racionalizactin de materiales de construcci6n; y fomento del estat, or parte do ingenieron y téenieos, del problema de la constraeeiin de easve barata, ‘urbanas y rurales, convenientes para nuestro pat Revista de Avstoncia Social, Organo do 1a Atsision Chena do Asatevsid Sorts. ‘Tomo VIL. N* 2. 1988. Concepton del mayor iteréacontene el trabajo del Dr. Astaro Laren, titido on protemas médie arses de Chil’, Entre los ouimereson peoblmna socials {quo aqujan al tnbitanie raral cleo, se vefere al de ln wiviendo, que considers, Santo con el de aleoholinne, como el més gud y urgent entre lou que deben enerar ian astoidaden guberaaivan, De aeverdo a ris dnvestiqacions, bbituslnente vneh tn denote hattacone, de 10 a 20 peroonae, enzeIngulines, mediroy,allegados y ‘amitiares. Considera que gran parte del porrenir de los eampos de su pai Ja ereacién de una escuela de visitedoras rurale cstriba en ‘quo tendrfan a su cargo una im: portantisims misign de asistencia rural, Como parte de su labor social te Jes enc ‘meudaria 1a realizacién do eneuestas y estadisticas quo permitirfan concer la mag. nitud det problema do la habitacién, estuari, alimentacién, ete, en cada regién Servicio Soctal.-Organo do la Escuela do Servicio Social del Museo Social Argeatino. jo II, Nv 2, Abriljunio, 1938. Ba. As Cada nuevo nimero de esta interesante publicacién —justo e4 sefalarlo— marca van progreso sobre el anterioe. El que nos ocupa, eontiene una nutrida informacién social do todo orden. Bn su scesién ¢ Bibliogratia », quo he sido muy euldnda, nos Interees particularmente destaear el comentario «Za lutte contre le taudis> (La ae un trabajo del lucha coutea ol tugario), phe. 185, en cl que a propésito del ands 330 sa ‘Musco Social de Paris, publicado en el « Bulletin International de la Protection de Veafance » (N® 49, 1037, Bruxelles), se informe sobre el estado actual y perapeetivas el problema do la vivienda en Inglaterra, Boletin de Tierras y Colonie, Publicseién do la Direesién de Tierras (Division Tn- formaciones) Gel Ministerio de Agricultura de la Naciéa. N¥ 268, Agosto 193 Continuando con el estudio de tipos do vivienday rurales apropiadas a las earae- teristicas del clima y naturaleza do loa terrtorios nacionales, el nGimero que nos ocupa ingerta un proyecto destinado a los territories del Norte, Chaco y Formosa. También contiene un proyecto de «caslla de refugio », 0 seu wn tipo de construceién simple Yy minima, destinado a lop tertitorio del Sud, zona cordillerana, Puede seevir para hhabitactn del personal do guardabosques radicado en esa regia, 0 bien para refugio {de Yos mismos; también puede destindrsele para easa-habitaeién de una pequetia familia. Monthly Lobor Review, Bureau of Labor Statistics, Department of Labor. Vol. 47, No 1, Julio 1988, Washington, Contiene, como do costumbce, una wutrida informucién soeial, Eu lo que reapecta al problema do la vivienda, bajo el titulo do « Overcrowded Housing in the United States», analiza log resultadon do una investigacién realigada por la « United Public Meatth Servieo> sobre el problema del hucivamiento en lag abitaciones, Segén lag conelusiones de dicho estudio, el fenémeno do referencia acusa su grado miximo en Jos estados del sud; Ie siguen los del centro y del este, ofreciendo su menor inten- sida los dol ooste. Aduméa, se expresa que contrariamente a lo que por lo comin so supone, el hacinamionto constituye un problema tanto de las pequetas como de Ts grandes chudades, Conseil Suporicur des Habitations @ Bow Marché, - Ministéve de tn Santé Publique, Informe clevado al Presidente de Ia Repébiiea, Paris, 1987, So trata de un informo del mayor interés sobro el estado actual del problema do 1s habitaeida en Francia, asi como aobee el revullado de la aplicacién on dicho pais o ou logislacién capocial sabre Ja materia durante el alo 1936. Se aprecian en aa Justo aleance las cousecuenelas sociales que acarrea Is mala vivienda, especialmente ‘1 tupurio; no se trata solamente dol bienestar do Io familia —se expresa— sino del porvenir de I patria, A cate respecto ae hace notar que entre lag causas aocia Jes de ta enorme mortalidad y eseasa natalidad que experiments el pais, debe eole- arse sin duda en primer plano al tugurio. Como conelusién do tan prolijo informe, 0 establece que hay cuatro cuestiones sobre las que eorresponde amar la atencién de los poderee pablicos. Som ellaa 1H) La sancién urgente de la proposielin del ex mnisteo de Salud Péblica, M. Henri Seller, consistento en prolongar et plazo para el reembolao de los préstamos, ‘que podria extenders hasta 5 aor « favor de Ine desocupades wocorridos roeono: dos como tales por los comités de pattonato y por In Comisién do eonecsiéa de préstamos. So considera que eon ello 90 evitaria el debilitamionto de sociedad, ea. par do determinar un resultado desastroso para las finanzas del pois, y un desolien- to tal entre los administradores de sociedades de habitacioues barataa, que echa por tierra el aspesto agcacial do la obra: el mejoramiento de Ia vivienda de ke ‘aba jadores 2) La sancién de un ¢estatuto de Ia habitacién barata, que ponga a Gta a cubierto do les fluctuasiones asegure su continuidac 439) La destruccién do los tugurios, pues mientras subsistan seria habitades, 4) Busear todos los modios capaces de produeir Ia baja del presio de construe ign de las habitaciones baratas 58) Ayuda a las familias nomerosse por otto medio quo el de las subvenciones cestablesidas en la ley Loucheur, No solamente ae ocupa del informe del problema de la viviends en Francia; pue- en encontrarso en 61 muy tiles dator sobre el minmo problema en Inglaterra, Baigica, Holanda, Alemania, Dinamarea, Suecia, Noruoga, Finlandis, Portugal, Sut 24, Italia, Austria, Polonia, Rusia, Wstades Unidos, India, Australi, China y Japén, Consorsio Nasionale fro gli Instituts Fasoisti Autonomé per te Cate Popolari.- Rela iono sull’attivité volta nel prime auno ai vita, Roma 1997 Ta logislacion vigcate en Ttalia deade el afo 1919 confiaba s lor €Tstitati A: ‘tonomi per Ye ease popolari », constituidos en diversas provincia tiva destinada a solucionar el problema de la vivieada popular 1a accién construe ‘La experiencia vino a demostrar loa inconvenientes de un sistema que, arbitran. o soluciones parcial, mslograba ua planteamiento integral del problema y que no obstanto la interveneiGn y Ie vigilancia del Estado, oe revel6 Snadeeuado para cum- plir 1s €alta finslidad de orden wocial y nacional a que tendfa. La reforms dsl ‘fio 1995 regulé la materia con criterio unitario, sobre las siguientes bases: 1) Cons ‘ituir en cada provinela un nico Ente capar de desurrollar una actividad eficaz a ‘favor do los clases realmente necositadas de #4 aslatencia y 2) crear un érgano con ‘tral que, asumiendo la faeultad de direeeién y control, reuniendo todos lor medioe estinados a tal fin y valusndo com justicia las necesidaden do la visienda en cada regién, garantizace Ia solueién integral del problema en el mia brove tiempo. Bo conformidad con tales propésitos la ley del 6 de Junio de 1995, ered el « Con sorzio Nazionale fra gli Istituti Fascisti Autonomi Per le Case Popolari», de cuyas primerss actividades de cuenta 1a edielén que comentamos ‘La referida reforms facult6 al ¢Minitero dei Lavori Publicis, cuyo titular fejerco Ia presideneia del ¢Consoraio >, para constituir Joe Institutos provinciales ‘0 reconoeer en tal cardeter a lon existentes 7 como onganiamos Tosales a los que operaban ea comusas provinelales, Asimismo para fundir los Eutes diversos que fcturban en una misma eludad, EL «Consorsio 9, constitufdo por Decreto Real del 2 de Junio de 1986, tiene per sonalidad jurtdiea y ex un Ente de Derecho PGblico. Obligatoriamente forman par to dol mismo los Institutos provinciales, ast como también los organismos que des arrollan actividades afines, y que couserven la portonalidad jurfdiea conforme a lo Aispacsto en la ley do 1985. Facuitativameate lo intogran, previa autorizacién del Ministerio, otras entidades de fizalidad anélogs. ‘Los Institatos recoaosides 0 constituides aleanzan a 51, con un patrimonio de L. 2.067.460.0007 un totel de 85.678 alojamientos constraidos De los érganor y de lay foncionen del €Consorsio® se ocupan otros capltalos. Es. tas Gltinas se limitan a claborar un plan integral que contemple ura solusién tots: litaria del problema y dar a los orgenismos locales directivas de earicter general, teniees y administrativas Interesa partielarmente la parte refereate a la finanelacién de Yaa obras, asl co smo tambiéa los proyeetos-tipo que se llustran. Morceo destacarso como programa do — 383 — acciin del €Gonsorzios, 1a resuelta orientacién hacia las casas popularfsinas de ‘ipo rural Se da cuenta también de las investigaciones y estudios efeetundos pera soluciosar 1 problema y en eapecial del Congreso de Tasttutoe realizado en Napolee ol aso ‘ppdo, tobre el que damoe oticia en eata misma seecién ‘Completan el sumario datos sobre el incremento de Ia editicacién en 1997, los ca racteriticas téenieas do las futuras construceiones, cundros stadisticos muy com pletos y aumeroras fotogratian do las obras realzada Primo Convegno Navionale degli Istituti Fasvisti Autonomi Por le Case Popoteri- Bajeién del , informa dos, reepectivamente, por e] Dott. Ing, Paclo Napoli y el Dr. Luigi Aporo, presides: te del «Iatituto Pasclsta Autosomo Per la Case Popolari ai Napoli. OTRAS PUBLICACIONES RECIBIDAS, Nacionatas Revista de Arquitestara, -Organo Oficial de la Sociedad Central de Arguitectos y ©. Bs. do Arguiteetura. Nron 210, 212 y 212, Junio, Tullo y Agosto 1038. Bo. As. Za Ingenier‘a,- Publicaciéa de] Oentro Argentino de Tagenieros. Junio, Julio y Ago to de 1038, Bs, As. Revista de Ciencias Econémioas.-Fvblicseién de la Facultad de Giescias Beonémi eas, Centro de Estudiantes y Colegio de Graduados, Ntos. 203 y 204, Junio Solio 1938, Ba Ae €.4.0.¥.4.-Rovista del Centro de Arquitectas, Constructores do Obras y Anexo Nrot. 184, 195 y 196, Julio, Agosto y Sotiembre, 1998. Bs, As. Boletin de Obras Sanitariae de lo Nacién,-N¥ 15, Setiembre de 1938, Be, As. evista Militar, Nros. 450 y 451, Jullo y Agosto 1998. Be, As M.4.N.-Poblieaeién Oficial del Ministerio de Agricultura do la Naciéa, Neos. 16 ¥ 11, Julio y Agosto 1938. Bs. As. Revista de Economia Argentina, Nros, 241, 42 y 248, Julio, Agosto y Setiembro 1038, Bs, As, Vida de Hoy.-Ne 23. Agosto 1988. Bs. As. Panorama Beonémico de la provincia de Correntes.- Publicasién de Ia Direecién Ge. eral do Colonizacién y Asuntos agropecuarios. 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