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ANALISIS DE CONCURRENCIA DE ACREEDORES

En la demanda esta fue emitida en la vía abreviada; y la entidad financiera, le


contesto señalando que la escritura de venta no estaba inscrita en los registros
públicos; ya que cuando se trabo embargo sobre el bien, en el año 2004,
aparecería en los Registros Públicos solo el titular. Asimismo, la entidad
financiera indico que en el caso de las tercerías no bastaba tener título de las
transferencias, sino que este debía constar por escrito e inscritos en los
registros públicos.

El paradigmático principio de la par conditio creditorum viene a significar que


todos los acreedores de un mismo deudor gozan de igual derecho a ver
satisfecho su crédito. En base a este principio, en el caso de inicio de una
ejecución contra el patrimonio del deudor, si todos los créditos no pueden ser
satisfechos íntegramente, debería realizarse un reparto proporcional e
igualitario entre todos ellos (concursus partes fiunt).
Sin embargo, la aplicación de este principio de la igualdad crediticia choca
frontalmente con nuestro sistema legal patrimonialista y, en particular, con la
diversificación entre los derechos reales de garantía y los simples derechos de
crédito. De esta forma, nuestro Código Civil viene a establecer una especie de
graduación o clasificación de los créditos, declarando la preferencia de unos
sobre otros, ante la eventualidad que el patrimonio del deudor fuese
insuficiente para atender a todos los créditos. Así los artículos 1921 y
siguientes, que forman parte del el título XVII titulado “De la concurrencia y
prelación de créditos”, realizan una ordenación de los posibles créditos
concurrentes atendiendo al orden en que deben ser satisfechos.
Conforme a las citadas normas la condición de preferente de un crédito puede
estar fundamentada en causas de muy distinta naturaleza. En primer lugar, los
créditos pueden ser declarados preferentes en razón de un privilegio, que
puede basarse en la persona del acreedor (privilegia personae) o en atención a
la cualidad, naturaleza del crédito o en función de la relación jurídica origen del
mismo (privilegia causae).
En segundo lugar, el carácter preferente de un crédito deriva de la previa
existencia de garantías reales, en esencia, prenda o hipoteca. En efecto, una
de las características principales de estos contratos de garantía es el
denominado ius praelationis o derecho de prelación que la ley concede no en
razón del crédito, sino en razón del derecho real de garantía que les accesorio.
De igual forma, la ley concede un cierto grado de preferencia a aquéllos
créditos que consten en escritura pública o hayan sido reconocidos en
sentencia firme. Todos los demás créditos habrán de ser considerados no
preferentes. En este sentido el artículo 1925 del CC señalar que: “no gozarán
de preferencia los créditos de cualquiera otra clase, o por cualquiera otro título,
no comprendidos en los artículos anteriores” (es decir, los mencionados con
anterioridad).
El orden de prelación de estos créditos preferentes la establece el Código Civil
atendiendo a criterios puramente casuísticos. La primera causa es la de
preferencia, de tal forma que los créditos preferentes documentados son
siempre de peor grado que los créditos privilegiados o de garantía o reales. La
segunda causa, es la generalidad o especialidad de los créditos preferentes.
En virtud de esta causa existen créditos afectos especialmente a un
determinado bien mueble o inmueble, mientras que otros inciden con carácter
general sobre el patrimonio restante del deudor. La tercera causa o criterio
utilizado es el principio de prioridad temporal, expresado en la máxima prior
tempore potior iure, otorgando preferencia al más antiguo.

Nos referimos a la “concurrencia de acreedores” en el supuesto en el cual un


mismo deudor se obliga frente a diferentes personas , en este caso acreedores,
entregar un mismo bien ,pero formando títulos distintos para cada acreedor.

En un ejemplo práctico de este caso, formaremos el supuesto en que la


persona, propietaria del bien inmueble, Lucho Teletrea, vende por medio de un
contrato privado el bien a Carlos Santos, quedando entregarle el bien
remodelado en dos meses. Luego, Lucho Teletrea en su ambición decide por
medio de otro contrato privado venderle el mismo inmueble a un mayor precio a
Sara Mestafa, quien desconocía de la venta anteriormente realizada. Sin
embargo, Sara Mestafa al enterarse del contrato privado que se firmó
anteriormente entre Lucho Teletrea y Carlos Santos, decide vender el bien al
mismo precio que ella pagó a Juan Bueno que acaba de llegar con su familia
de provincia y desconoce toda información del bien. Luego de firmar el contrato
privado de compra y venta, Juan Bueno prosigue a registrar el bien inmueble
en los Registros Públicos.

Es en el supuesto mencionado, en el párrafo anterior, que se llega a una


concurrencia de acreedores y se formula la pregunta ¿Cuál es el acreedor que
debe ser preferido en la entrega?

Según el artículo 1135 del Código Civil del Perú, establece una prelación en los
acreedores que señala que la prioridad la tiene:
1-. Acreedor de buena fe cuyo título es inscrito, de más antiguo a más nuevo

2-. Acreedor de buena fe cuyo título conste en un documento de fecha cierta,


de más antiguo a más nuevo
3-. Acreedor de buena fe cuyo título sea de fecha anterior, de más antiguo a
más nuevo

Ahora teniendo en cuenta lo dicho por el artículo 1135 podemos decir que con
relación al caso, la persona que se le debe asignar el goce exclusivo del
derecho sobre el bien, que se encuentra en concurrencia, es a Juan Bueno.
Esto se debe a que si bien es cierto no ha sido la primera persona con la cual
se realizó la venta, es la primera persona que inscribió el bien en Registros
Públicos y a esto se le suma la condición que compro el bien confiando que le
pertenecía, solamente, a Sara Mestafa, es decir, si existió la buena fe de esta
persona. Sin embargo, en un supuesto que Juan Bueno conociera junto a Sara
Mestafa las anteriores ventas que realizó Lucho Teletrea y a pesar de eso le
haya comprado el bien, le correspondería a Carlos Santos la preferencia del
bien inmueble por la condición de tener el título de fecha más antigua.

Finalmente, luego de señalar la preferencia que se brinda para el acreedor, en


caso de concurrencia, que señala el artículo 1135 del Código Civil del Perú.
Esta sentencia, emitida por la Sala Civil Transitoria de Corte Suprema de
Justicia de la Republica, tuvo un boto aparte, el cual señalo que el artículo del
C.C. constituía una norma de “derecho común”, que recogía también el
principio de prioridad en el tiempo para determinar la preferencia en el derecho.
El magistrado que emitio este voto aparte, también indico que lo contrario
importaría destruir el sistema registral que nos rige.

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