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Universidad Tecnológica de Santiago

UTESA
Recinto Santo Domingo de Guzmán

Sustentante
Esmeralda de los Santos Ortiz

Matricula
2-15-5103

Materia
Derecho Notarial

Profesor
James Rowland

Tema
Tema 1. Breve historia del Derecho Notarial en el
mundo
Tipos de documentos

Santo Domingo, D.N.


19/Octubre/2020
Introducción
Los actos o negocios jurídicos se crean y configuran según las normas del Derecho
material, vale decir Civil o Mercantil, pero han de perfeccionarse adquiriendo forma,
en términos que permitan acreditar su verdad y legalidad, ambas garantizadas por la
fe pública.

Otras veces, en cambio, se trata de fijar meros hechos comprobados con igual
garantía de exactitud. Es decir, un relato sin comportar manifestaciones de voluntad,
recogiendo hechos patentes o evidentes y no negocio jurídico alguno.

Ahora bien, en cualquier caso, tanto para dar forma adecuada al negocio jurídico
como para consignar los hechos, todo ello en un tipo de documento dotado de fe
pública, se hace imprescindible disponer de un sistema normativo que regule
solemnidades y verificaciones, lo cual pertenece a los dominios del Derecho formal,
un Derecho formal extra judicial, de alli el origen del derecho Notarial.

El Derecho Notarial surge de una manera tan rotunda, contribuyendo con el


progreso del Derecho Privado, al respecto los civilistas franceses Colín y Capitant,
afirman que éste es "una de las más útiles de las instituciones jurídicas y de la vida
económica de la mayoría de los países".

Al Notario le corresponden tradicionalmente dos cometidos desempeñados con un


esmero que ha sido la razón de su prestigio; uno comprobar la realidad de los
hechos, y el otro, legitimar el negocio jurídico, dejando todo ello acreditado en el
documento notarial, especie característica e irreductible.

El proceso evolutivo del Notariado es el mismo que el del instrumento público. "En
un principio fue el documento. No hay que olvidarlo. El documento creó al Notario,
aunque hoy el Notario haga el documento", observa el profesor Núñez Lagos.
TEMA I.
BREVE HISTORIA DEL DERECHO NOTARIAL EN EL MUNDO.
CLASIFICACIONES DE ALGUNOS AUTORES DE LOS SISTEMAS
NOTARIALES. CARACTERISTICAS Y MODOS DEL DERECHO
NOTARIAL DESDE SU INICIO HASTA HOY EN RELACION A SU
EJERCICIO. 

El notario: símbolo de libertad real

El notario desde sus orígenes es una pieza básica de las sociedades democráticas y la
economía de mercado. El notario como funcionario público es una garantía para el
ejercicio de las libertades individuales y patrimoniales, en cualquier situación,
incluso frente a los poderes públicos.

Antecedentes históricos

La figura más antigua con algunas similitudes en su función al notario


probablemente fue el escriba egipcio, que redactaba los documentos del Estado y en
ocasiones también los de particulares. Estos escritos sólo tenían validez si llevaban
el sello de un sacerdote o de un magistrado de jerarquía similar. Los escribanos
hebreos del pueblo preparaban diversas transacciones y documentos privados como
certificados de divorcio.

Pero sin duda los antecedentes directos del notario fueron el ‘singrapho’ griego y el
‘tabulario’ romano. A partir de estas figuras comenzó a esbozarse una profesión que
nace como tal en el siglo XII, en la Universidad de Bolonia. Las bases del Notariado
científico se sintetizaron y difundieron por toda Europa a través de la ‘Summa artis
notariae’ de Rolandino, famoso profesor y notario de la ciudad italiana.

El Notariado en España

En España, el Fuero General de Jaca y el Fuero Real de Castilla (1255) otorgaron a


la carta sellada por notario la máxima autoridad. Las partidas del rey Alfonso X el
Sabio consideraban al Notariado como una función pública y regularon su actuación
con bases que se mantuvieron vigentes hasta la ley de unificación de 1862, todavía
en vigor.

Historiadores e investigadores acuden hoy en día a los archivos notariales para


profundizar sobre multitud de hechos históricos. En ellos se encuentran valiosísimos
documentos, como el testamento de Isabel la Católica, que quiso tener tres hijos para
que uno de ellos fuera heredero de las Españas, otro arzobispo de Toledo y el
tercero, notario de Medina del Campo.
El Notariado en la actualidad

El Notariado español ha desarrollado un ambicioso programa de modernización


tecnológica para adelantarse a las demandas sociales del nuevo siglo. Los notarios
españoles se han convertido en uno de los colectivos profesionales más activos en el
proceso de implantación de la Administración electrónica. La apuesta tecnológica
acometida desde 2000 -que ha supuesto una gran inversión- les ha permitido afrontar
con garantías los retos y exigencias a los que se enfrentan como funcionarios
públicos tras la entrada en vigor de diversas normas que incorporan el uso de las
nuevas tecnologías a su labor diaria.

Para poner en marcha su plan estratégico de modernización, el Notariado constituyó


en 2002 su propia empresa de tecnologías, Ancert, con el objetivo de proporcionar
un mejor servicio al colectivo notarial y, por extensión, a la sociedad en su conjunto.
Ancert, con sedes en Madrid y Sant Cugat del Vallés, cuenta con más de 150
profesionales dedicados a la implantación, desarrollo y explotación de los sistemas
telemáticos corporativos, que han puesto en marcha la mayor infraestructura de
comunicaciones y tecnología desarrollada por un colectivo profesional en nuestro
país.

El Notariado cuenta con una de las mayores redes informáticas del país, que integra
y conecta a tiempo real las más de 2.800 notarías españolas. Todas las notarías
tienen el mismo nivel tecnológico, desde las de las grandes ciudades hasta los
pueblos más pequeños, garantizando la misma calidad de servicio también a nivel
técnico en cualquier punto de España. El colectivo notarial se ha convertido en uno
de los colectivos profesionales más activos en el proceso de implantación la
Administración Electrónica.

Este desarrollo tecnológico también ha permitido al Notariado crear el Órgano


Centralizado para la Prevención del blanqueo de capitales (OCP) y el Órgano de
Control Tributario (OCT), dos organismos que colaboran en la lucha contra estos
delitos económicos.

Esta modernización constante unida a una confianza que ronda los ocho siglos de
existencia es una de las razones de que el Notariado sea una de las Instituciones más
valoradas por la sociedad española.

CLASIFICACIONES DE ALGUNOS AUTORES DE LOS SISTEMAS


NOTARIALES

Existen distintas clasificaciones con respecto a los sistemas notariales. Algunos


autores plantean que es imposible una clasificación que agote todos los sistemas del
notariado, pues este es producto de la costumbre y sigue en cada lugar especiales
tradiciones y características. Toda clasificación puede además enfocarse desde
distintos puntos de vista, de acuerdo al sujeto, al objeto o a la forma.

No obstante diversos doctrinarios han clasificado los sistemas notariales de acuerdo


con sus características bien diferenciadas, encontrándose entre los principales el
notariado latino, el notariado anglosajón, el notario judicial y el notariado
administrativo. Además existen otras clasificaciones atendiendo a la existencia o no
de limitaciones al número de notarías, tal como sería el sistema de notarios
numerarios y el sistema de notarios de libre ejercicio, así como atendiendo a la
necesidad de una colegiación forzosa en la cual la corporación notarial está investida
de funciones de supervisión y control del notariado, como lo serían el sistema de
notarios colegiados y el sistema de notarios no colegiados.

Notariado latino

El notariado de tipo latino, llamado también sistema francés o notariado de


profesionales (funcionarios) públicos, se caracteriza principalmente porque quien
ejerce el notariado es un profesional del derecho con grado universitario. Es común
que en este sistema el notario pertenezca a un colegio profesional. La
responsabilidad en el ejercicio profesional en este sistema es personal. El ejercicio
puede ser cerrado, limitado o numerario; si tiene limitaciones territoriales o de
número y abierto, ilimitado o de libre ejercicio; si no tiene dichas limitaciones. El
ejercicio del notariado en este sistema es incompatible con cargos públicos que
lleven aneja jurisdicción, así como para ciertos funcionarios y empleados de la
administración pública. El notario en este sistema desempeña una función pública
pero no depende directamente de autoridad administrativa alguna, aunque algunas
de sus actuaciones son las de un funcionario público. Además en este sistema existe
un protocolo notarial en el que se asientan todas las escrituras que autoriza.
El notario latino da autenticidad a los hechos y actos ocurridos en su presencia, por
poseer fe pública. También tiene la función de recibir e interpretar la voluntad de las
partes, dándole forma legal, al redactar el instrumento público. Asimismo, una de
sus históricas funciones en el notariado latinoamericano, es su actividad de retención
y recaudación de impuestos, para después entregarlo a las autoridades
correspondientes.

Notariado anglosajón

El régimen anglosajón, también llamado simplemente sistema sajón o notariado de


profesionales libres, tiene como características que el notario es un fedante o
fedatario, concretándose a dar fe de la firma o firmas de un documento, sin entrar a
orientar sobre la redacción del documento ni asesorar a las partes. Es necesaria solo
una cultura general y algunos conocimientos legales, sin necesidad de obtener un
título universitario. La autorización para el ejercicio notarial en este sistema es
temporal, pudiendo renovarse y se está obligado a prestar una fianza para garantizar
la responsabilidad en el ejercicio profesional. En este sistema no existe un colegio
profesional y tampoco se tiene protocolo.

Notariado judicial

El notariado de funcionarios judiciales, también llamado sistema del notario-juez,


tiene como característica principal que los notarios son los magistrados y están
subordinados a los tribunales. Dependen del poder judicial, siendo la administración
quien los nombra. Aquí la función es de jurisdicción cerrada y obligatoria, los
instrumentos originales pertenecen al Estado y los conserva como actuaciones
judiciales. Este régimen se practica en Rumania, parte de Noruega, en Baden (parte
de Baden-Wurtemberg) y en el cantón suizo de Zúrich.

Notariado funcionarial o administrativo

Este régimen de funcionarios administrativos se caracteriza por su dependencia


plena del poder administrador. La función es de directa relación entre el particular y
el Estado; las facultades están regladas por las leyes. Los notarios son empleados
públicos, servidores de la oficina del Estado y las oficinas son de demarcación
cerrada. En cuanto a la eficacia del instrumento público, por ser actos derivados del
poder del Estado tienen la máxima eficacia de efectos, su valor es público y
absoluto, los originales pertenecen al Estado que los conserva al igual que los
expedientes y demás documentos de la administración. El notariado se ejerce en este
sistema en una dependencia del Poder Ejecutivo, el notario es un funcionario
público y percibe un salario con cargo a los presupuestos del estado.

CARACTERISTICAS Y MODOS DEL DERECHO NOTARIAL DESDE SU


INICIO HASTA HOY EN RELACION A SU EJERCICIO

No existen derechos subjetivos en conflicto; por ello se dice que actúa en la fase
normal del derecho.

2. Confiere certeza y seguridad jurídica a los hechos y actos solemnizados en el


instrumento público.

3. Se aplica el derecho objetivo condicionado a las declaraciones de voluntad a fin


de resolver los derechos subjetivos.

4. Es un Derecho cuya naturaleza jurídica no puede ser encasillado en la tradicional


división entre el Derecho Público y el Derecho Privado.
5. En sentido amplio, Nery Muñoz, sostiene que el campo de actuación del notario
es la jurisdicción voluntaria y que la certeza y la seguridad jurídica que el notario
confiere a los hechos y actos que la autoriza a derivada de la fe pública que ostenta.

TEMA II.
TIPOS DE DOCUMENTOS. EL DOCUMENTO EN LA EDAD
ANTIGUA, EN EGIPTO. PERSONALIDAD DEL ESCRIBA.
DOCUMENTO CASERO. IMPORTANCIA DEL TESTIGO EN LA
ANTIGUEDAD. DERECHO NOTARIAL EN ROMA, DERECHO
NOTARIAL GERMANICO, DERECHO NOTARIAL EN LA EDAD
MEDIA. EN AMERICA. SISTEMAS NOTARIALES. DERECHO
NOTARIAL EN ESPAÑA.

TIPOS DE DOCUMENTOS

Testamento: Acto jurídico, individual, libre y revocable por el que una persona
regula su sucesión nombrando uno o más herederos. La práctica más habitual y
segura es el testamento ante notario en su modalidad de testamento abierto. Existen
otras formas, como el testamento cerrado ante notario o ante testigos, pero son poco
frecuentes.

Herencia: Es la transmisión por causa de muerte, sea a título universal (herencia


propiamente dicha), o a título particular (o de legado), es decir, la transmisión de
bienes y derechos por fallecimiento de una persona, entre el fallecido y otra persona
(su heredero o legatario).

Declaración de herederos abintestato: Es heredero abintestato aquella persona o


personas que, al no haber un heredero nombrado en testamento, lo es por
establecerlo la ley. Para ser nombrado heredero abintestato es necesario formalizar
un expediente de declaración ante notario.

Capitulaciones matrimoniales: Acuerdo entre cónyuges cuyo objetivo esencial es


pactar un régimen económico conyugal, así como liquidar el anterior. Es la forma
adecuada de pactar un régimen distinto al que la ley establece como supletorio. Se
pueden hacer antes o después de contraer matrimonio, siendo los únicos requisitos el
acuerdo y la comparecencia ante notario de ambos cónyuges.

Bodas, separaciones y divorcios: Actualmente puede contraerse matrimonio ante


notario. Los cónyuges también pueden divorciarse de mutuo acuerdo (o separarse)
acudiendo al notario a otorgar una escritura pública, siempre que no tengan hijos
menores de edad o con la capacidad modificada judicialmente.

Poder: Facultad que se da a otra persona para realizar y ejecutar determinados actos
jurídicos y materiales en nuestro nombre. El apoderado no tiene que aceptar el
poder, es una decisión unilateral del poderdante. Basta con que una persona acuda a
la notaría y lo otorgue. El poder es revocable por parte del poderdante por medio de
otra escritura posterior por la que queda sin efecto la primera.

Actas: Documento en el que el notario hace constar la relación de lo acontecido


durante la celebración de una asamblea, congreso, sesión, vista judicial o reunión de
cualquier naturaleza, así como de los acuerdos o decisiones tomadas.

Compraventa: Contrato por virtud del cual uno de los contratantes se obliga a
transferir la propiedad de una cosa o derecho y el otro se obliga a pagar por ello un
precio convenido. Puede ser de inmuebles, muebles o derechos.

Préstamo hipotecario: Préstamo que tiene como garantía de pago un bien inmueble
o varios, ya sean viviendas, locales, garajes, solares, etc.

Préstamo personal: El préstamo es un contrato por la cual una entidad financiera o


no financiera o un particular ponen a nuestra disposición una cantidad determinada
de dinero. Cuando no está especialmente garantizado con bienes específicos y
determinados, se llama personal en alusión a que nos obliga a responder con todos
nuestros bienes.

Donación: La donación es un contrato mediante el cual una persona transfiere


gratuitamente bienes a otra.

Constitución de sociedades mercantiles: Acto de fundación de una sociedad en el


que se definen elementos básicos: capital inicial, domicilio, régimen jurídico, etc.
Las sociedades mercantiles se constituyen de acuerdo con la legislación mercantil,
independientemente de que su finalidad sea comercial y pueden ser sociedades
anónimas y sociedades limitadas, entre otras.

Póliza: Documento mercantil redactado por una de las partes. Si la interviene un


notario tiene efectos a la hora de exigir por vía judicial lo pactado en ella.

Protesto: Documento donde se hace constar la negativa de aceptar o pagar una letra
de cambio, pagaré o cheque para no perjudicar o disminuir los derechos y acciones
de las personas que han intervenido.
Reclamación de deudas: El procedimiento de reclamación de deudas no
contradichas o "monitorio notarial" es un procedimiento extrajudicial por el que las
personas a quienes se les debe una cantidad de dinero pueden conseguir una carta de
pago voluntaria o un título de ejecución con plenas garantías.

Conciliación: Ante notario pueden resolverse controversias contractuales,


mercantiles, sucesorias o familiares, siempre que no sean concursales, relativas a
menores o a personas con la capacidad modificada judicialmente ni en las que estén
interesadas las Administraciones públicas.

EL DOCUMENTO EN LA EDAD ANTIGUA, EN EGIPTO

Esta etapa se extiende aproximadamente desde el siglo XIII A.C. hasta la caída del
Imperio de Occidente en poder de los visigodos, o sea la ocupación de Roma en el
año 476, que marca el comienzo de la Edad Media.

Antes de la invención de la escritura alfabética, los actos se celebraban verbalmente,


ya sea en presencia de testigos, o mediante ceremonias destinadas a perpetuar la
memoria de los mismos. Pero a medida que evolucionaron las civilizaciones, los
contratos verbales fueron sustituidos por la expresión escrita, y con la aparición de
estos documentos surgieron también distintos funcionarios encargados de la
redacción de los mismos.

En el estudio de esta primera etapa, vamos a referirnos a algunos de los principales


pueblos de la antigüedad, que han tenido más influencia en la legislación latina. Por
lo que haremos referencia a:

1- La civilización hebrea
2- La civilización egipcia
3- Los romanos

No cabe duda que en éstas existió un tipo de funcionario que en algo se asemeja al
Notariado de hoy: el escriba o escriba profesional. Eran personas idóneas en el
conocimiento de las leyes, tanto las religiosas como morales y jurídicas. Se
formaban en las denominadas Escuelas de Escribas, que eran escuelas especiales
donde recibían una denominada preparación, principalmente en el arte de la escritura
y en la redacción de los documentos.

1- Los Escribas del Rey, que tenían como función autenticar los actos del Rey;

2- Los Escribas de la Ley, cuyo cometido era interpretar los textos legales con
toda pureza y fidelidad, dando lectura de los mismos ante el pueblo y aplicándolo a
los casos prácticos.
3- Los Escribas del pueblo, conocedores de la ley y las costumbres, asesoraban a
los ciudadanos que los requerían, y redactaban los documentos en que constaran las
concepciones que éstos necesitaban otorgar, tales como contratos de matrimonio,
ventas, arrendamientos, etc.

4- Los Escribas del Estado, que ejercían funciones de secretarios y escribanos


del Consejo de Estado, de los Tribunales y de todos los establecimientos públicos.
Ellos eran los únicos que tenían derecho de poner sello público sobre las leyes, las
sentencias de los Tribunales y los actos de los particulares que debían adquirir
autenticidad para poder ejecutarse.

En la sociedad egipcia los Escribas eran los encargados de la redacción del


documento, pero este documento carecía de autenticidad; para que la tuviera debía
recurrirse al Magistrado, el cual autenticaba lo redactado por el Escriba por medio
de un sello que imprimía al instrumento. La actuación del Escriba se cumplía
generalmente mediante el uso de tablillas de arcilla humedecidas en las que éste iba
grabando mediante la utilización de palillos especiales, los caracteres cuneiformes,
típicos de la escritura. Quienes lo habían solicitados estampaban su sello personal en
conformidad con el mismo.

PERSONALIDAD DEL ESCRIBA

Los escribas del antiguo Egipto eran los encargados de inscribir, clasificar,
contabilizar y copiar, utilizando varios tipos de escritura, como la hierática o
demótica, que permitía escribir rápidamente, con la ayuda de un cálamo sobre
papiros u ostracas.

Su atuendo era simple, una falda hecha de cuero o algodón. Los escribas pertenecían
a una casta especial. En Egipto, el buen funcionamiento del Estado reposaba,
esencialmente, en los escribas. Administradores, contables, literatos o escribanos
públicos, estos maestros del cálculo y la escritura eran omnipresentes. Trabajaban en
todos los departamentos de la administración, llegando incluso a ser escribas reales,
dominando la administración central.

En principio, los escribas eran escogidos entre aquellos privilegiados que habían
sido formados en el entorno de la familia real. Al final del Antiguo Imperio, el
desarrollo de la administración conllevó la aparición de una casta de escribas. Los
cargos se transmitían, generalmente, de padres a hijos. El célebre texto titulado “De
la enseñanza de Jety” habla de un oficio noble.

Eran muchos los padres de familia que consideraban que para sus hijos, “no había
trabajo más hermoso que el de escriba”. Educados en una casa de vida, que dependía
de un templo, los escribas aprendices estudiaban, de los cinco años a los diecisiete
años, la escritura jeroglífica y hierática, gramática y textos clásicos, además de
aprender Derecho, idiomas, historia, geografía y contabilidad.

Los escribas, antes de comenzar su trabajo, rezaban una plegaria a Dyehuty (Tot), su
patrón. Siempre servían al Faraón.

DOCUMENTO CASERO

En este, una persona contraía simplemente una obligación de “hacer”, como lo era
casi siempre la transmisión de la propiedad de un objeto, lo que se hacía con tres
testigos y la firma de un funcionario de jerarquía, básicamente consistía en la
declaración que una persona asentaba o hacia asentar en una hoja de Papiro,
mediante la cual se comprometía a transferir la propiedad de cualquier objeto, dicha
declaración debía producirse ante la presencia de tres testigos y llevar el sello de un
funcionario de jerarquía.

IMPORTANCIA DEL TESTIGO EN LA ANTIGÜEDAD

La importancia del testigo en el documento notarial tiene una línea disminuyente en


el transcurrir de los tiempos.

Los testigos son importantes para que cuando sean llamados, rectifiquen o
certifiquen el negocio jurídico. Su firma no es necesaria.

En esa época las convenciones eran verbales y realizadas no ante la presencia de un


grupo determinado de testigos, sino ante toda la población.

Era común que en las poblaciones amuralladas a la puerta de la ciudad se anunciara


en voz alta el hecho de que un habitante hubiese adquirid o transferido su propiedad
a otro. Posteriormente esa publicidad se torna inapropiada y la presencia de la
comunidad fue suplida por los testigos.

DERECHO NOTARIAL EN ROMA

En la organización estatal de los romanos, ciertamente encontramos un antecesor del


notario.

En Roma, los 4 antecesores del notario eran:

1. El scriba.
2. Notarii.
3. Tabularii.
4. Tabelión.
El Scriba, era el custodio de documentos y el pretor utilizaba sus servicios para la
redacción de los decretos y las resoluciones tenían un sueldo y eran hospedados por
el estado, debían ser libres no esclavos y gozaban de un lugar preferente en los
espectáculos públicos.

El Notarii fue técnico en la capacitación de la exposición oral de un tercero para


calcarla por escrito con celeridad valiéndose de signos, abreviaturas, redactaba
conversaciones y actos.

El Tabularii era el oficial encargado de hacer la lista de impuestos. Entre los


romanos tenía carácter de funcionario público, recibía las declaraciones de
nacimiento y todo lo referente con el estado civil de las personas

El Tabelion era el individuo técnico en aspectos de derecho y todo lo referente con


el estado civil de las personas, que redactaba documentos relacionados con la
actividad privada y que en algunos casos ofrecía su asesoramiento jurídico
redactando escritos y documentos.

Los romanos llamaban tabulas al documento en razón de que primitivamente estos


eran redactados sobre una tabla cubierta con una sustancia sedosa con la cual con un
púril se grababa el texto del convenio.

Cabe mencionar que el pueblo romano en la antigüedad tuvo un gran desarrollo en


lo que a derecho se refiere, a tal grado, que creó su propio sistema jurídico, en el
cual se basa nuestro derecho actual. Tan es así, que los romanos tuvieron en su
conocimiento conceptos como el de justicia expresado por Ulpiano, que para la
materia que estamos estudiando es de vital importancia, ya que el derecho notarial
debe en todo momento dar a cada quien lo que le corresponde por derecho.

Justicia: "Constans et perpetua voluntas ius sun cuique tribuendi (la constante y
perpetua voluntad de dar a cada quien lo suyo)".

El Maestro Rafael Preciado Hernández en su obra explica el dar a cada quien lo


suyo como un valor intrínseco a la persona "y que nos manda dar, atribuir o
reconocer a todo ser humano lo que se le debe de acuerdo con su naturaleza, porque
no es un criterio convencional sino objetivo; pues se funda en los datos constitutivos
de la dignidad personal, que son esenciales al ser humano, y que por esto mismo
excluye toda discriminación en el trato a nuestros semejantes, sin razón objetiva
suficiente".

Las funciones notariales en su origen romano carecían de la facultad de


autenticación, al amparo del poder del imperio que se confiere al Pretor. A lo largo
de la existencia del Derecho Romano hubo una multitud de personas a quienes de
modo parcial estuvo encomendada la función notarial.

En Roma la función notarial estuvo atribuida y dispersa a multitud de oficiales


públicos y privados, pero sin que todas las atribuciones de estas personas se
reunieran en una sola.

Se conocen cuatro personas que eran los más característicos de la antigua Roma y
ejercían funciones del tipo notarial, y eran el escriba, el notarri, el tabularius y el
tabellio. Sin embargo el Maestro Giménez-Arnau se refiere a diversos autores
quienes hablan de personas conocidas como tabellio, cursor, amanuensiis, cognitor,
acturarius, axeptor, logofraphis, numerarius, entre otros.

"Esta variedad de nomenclatura no prueba, en definitiva, sino que la función notarial


está dispersa y atribuida a multitud de variados oficiales públicos y privados, sin que
originariamente se reúnan todas las atribuciones en una sola persona".

Los escribas acompañaban a los pretores romanos que enviaban a provincia, su


función consistía en extender las actas, escribir los decretos y custodiar en los
archivos las cuentas del Estado.

Desempeñaban el oficio de escribanos al lado de las autoridades constituidas y


daban fe de los actos de éstos. Por las características de estos funcionarios podrían
ser los antecesores de los que actualmente desempeñan fe pública administrativa,
incluso la judicial, pero no así la notarial.

El notarri fue un técnico en la captación de la exposición oral de un tercero para


pasarla por escrito con celeridad valiéndose de signos, abreviaturas, cifras, etcétera,
se consideraba que eran capaces de seguir la rapidez de la expresión hablada.

Los tabullarius y el tabellio son considerados como los principales antecedentes


romanos del notariado; en comparación con los escribas y el notarri cuyas funciones
se comentaron anteriormente que eran de carácter administrativo. El tabullarius es
una figura que nace por decreto del Príncipe, por tal motivo pertenece al Derecho
Público, este oficial venía a ser una especie de archivero de documentos privados,
además de desempeñar las funciones oficiales del censo y debido al hábito de la
custodia de documentos oficiales debió proliferarse la costumbre de que se le
otorgara en depósito los testamentos, contratos y documentos que los particulares
consideraban que debían ser guardados, para que el día en que se necesitaran
produjeran sus efectos.

A pesar de que los tabullarius tenían bajo su custodia dichos documentos, este hecho
no producía por sí mismo su carácter autentificador a los actos privados; pero sí
podemos afirmar que estos oficiales tenían fe pública no solo por lo que respecta al
censo, sino también al hecho de la entrega de los documentos privados que
custodiaban. Por lo anterior, se pude decir que la fe pública no afecta el contenido de
los documentos pero sí a la entrega de los mismos.

Es a través del Tabularius y del Tabellio como se llega a la figura del notario, sin
embargo no son estos los notarios como se conocen actualmente, ya que faltaba la
función legal de dar forma solemne a los actos formalistas del derecho romano.

Al pasar el tiempo, la confianza pública con la que se encontraba investido el


tabullarius fue desapareciendo al llegar el periodo de la decadencia económica, en la
cual estas personas fueron víctimas de una gran opresión por parte del fisco. Por esta
razón el tabullarius perdió su importancia en el Derecho Romano.

Con respecto a los tabulari el Maestro Giménez-Arnau comenta que estos "...
desempeñaron funciones oficiales del censo y seguramente por el hábito en la
custodia de documentos oficiales... se generalizaría la práctica de que se les
entregara en custodia los testamentos, contrato y actos jurídicos que los interesados
estimaban debían guardarse con la prudencia debida para que, en su día, produjeran
efectos".

En Roma se conocieron las formas verbales de contrato. Los contratos que existían
eran los verbis y los litteris.

El contrato verbis se caracterizaba por la especial solemnidad de palabras que debían


pronunciarse so pena de nulidad del contrato.

El litteris se apuntaba en determinadas enunciaciones hechas por escrito.

Entre los romanos también existían los contratos; que quedaban perfeccionados con
la entrega de la cosa objeto del contrato.

Los contratos reales eran el mutuo, el depósito y la prenda.

También encontramos los contratos consensuales, que se originaban con el acuerdo


de las partes, y de los cuales fueron típicos la venta, el arrendamiento, la sociedad y
el mandato.

El hábeas juris civilis comprende el código, el digesto, las instituciones y las


novelas.

Finalmente, en el proceso histórico del notariado, la declaración del testigo fue


sustituida gradualmente por el valor probatorio del documento notarial mancipación.
A la caída del Imperio Romano de Occidente, los pueblos bárbaros que la
provocaron, no representaron ningún progreso ni aportaron ideas en el aspecto
jurídico, por el contrario, no hay nada que establezca que entre la caída del Imperio
Romano y los pueblos bárbaros se hubiera dado un progreso en este aspecto, y, por
consiguiente, con relación a la materia notarial.

Al darse la invasión de los bárbaros al Imperio Romano se logró la caída del mismo,
y las instituciones jurídicas que funcionaban en Roma y que estaban en pleno
desarrollo, fueron también invadidas por aquellas ideas que correspondían a un
periodo incipiente de otra nueva civilización que eran los bárbaros.

En esta época no hay certidumbre sobre la historia del Notariado, pero se sabe que
en la mayoría de los países europeos se produce un ambiente social encaminado a
que los escribanos refuercen su papel en cuanto a la confianza que se les otorgaba.
La carta notarial, así como las facultades del notario se van desarrollando
paulatinamente a través de la historia; de otro modo no sería posible explicar que en
el siglo XIII aparezca como representante de la fe pública y su intervención dé
autenticidad a los documentos.

DERECHO NOTARIAL GERMANICO

En la Germania, y al mismo tiempo, surgían movimientos pueblos de norte a sur,


invasión que llegó a la península Itálica, donde se establecieron en la hoy
Lombardía, llamada así por el asentamiento de los Lombardos. El movimiento de
estos pueblos, la aparición de nuevas realidades es importante desde el punto de
vista del notariado, porque deja entre ver cómo en la región norteña de Italia se fue
produciendo una sucesión y una consiguiente fusión de pueblos que, más tarde,
configurarían un crisol jurídico. Los sucesos históricos hicieron que la ciudad de
Bolonia experimentara, más que ninguna ciudad de la Italia Septentrional, los
impactos de todos esos movimientos socio-políticos.

En la Universidad de Bolonia se formó un grupo de notables juristas comentadores


de los textos de derecho y llamados por ello los glosadores. Fue en Bolonia, y
gracias a sus notables exegetas, donde nació la enseñanza pública del arte de la
Notaría,

Ramiero de Perusa (Irmerio Ramieri Di Perugia), fue un gran glosador (1050- 1130)
fundador de la escuela jurídica de Bolonia. Profesor del arte de Notaría. Su obra
Summa ars notarial, expone la interpretación de las leyes romanas, longobardas y las
propias. Se tenía el ejercicio de la Notaría como un arte y como lo afirma Escobar
De La Riva, no es de extrañar que las primeras manifestaciones de una teoría
notarial respondieran a la idea de arte, ya que éste hubo de ser anterior a la ciencia.
La obra de Ranier, Summa ars notarial, está metodológicamente dividida así, donde
expone los principios generales de tipo pragmático sobre la función del Notario, y
una parte que es las condiciones del notario, del conocimiento de las leyes y
capacidad para captar el negocio que las partes le han sometido.

Es de anotar las interpretaciones dadas ante la concepción de Notaria como arte.


Algunos como un término poco adecuado en el sentido de que la función notarial
puede más propiamente, ser estimada como una de las muchas ramas de la ciencia
del derecho. Pero en ese momento el vocablo arte, como calificativo de la disciplina
jurídica o intelectual, tenía importante rango.

Del otro lado, todas las ciencias –decía FaIguera- tienen una aplicación práctica
traduciéndose en obras estables y homogéneas por medio del ejercicio continuado
que constituye un oficio, una profesión, el modo de vivir de una persona, son artes,
sin que por eso dejen de ser ciencias. Recta Ratio, operum faciendorum o rerum
Faciendorum llamaban los antiguos al arte y nosotros decimos aún que es el
conjunto de preceptos y reglas para hacer bien alguna cosa de manera que la base
del arte son los hechos continuados en cuya ejecución se aplican las reglas teóricas.

Pero cabe preguntar: ¿Cuál era el fundamento del arte notarial? Don José Córnes,
Notario Eclesiástico de la Curia de Vich en el siglo XII en su obra '"Tratado
Eclesiástico Teórico-Práctico del Arte de Notaría", asiente que "todo el arte o
ciencia del Escribano versa sobre tres cosas: contratos, últimas voluntades y juicios.
Su formación de instrumentos -añade- no es una parte separada, sino común e
inherente a estas tres, y consecuencias de las mismas.

En los años de vigencia de las culturas de la ciencia notarial en Bolonia y muy


posteriores a él, se desarrolló bastante la doctrina que su metodología expositiva
insistiera en los tres aspectos del arte notarial: teórica, práctica y arte. Entre muchos
autores, Vicent Gibert, definía a la teoría del arte de Notaría como "la investigación
que comprende la naturaleza de las personas, cosas y negocios que se manejan
lícitamente por los hombres y se transmiten a la posteridad"; y define la práctica
como "el acto o ejercicio correspondiente al Un o designio de la teoría", y el arte
"que enseña como fundamento a redactar auténticamente los negocios legítimos de
los hombres".

Al igual que Ranieri di Perugia, el fundador de la Escuela Notarial de Bolonia, dos


personalidades de la ciencia jurídico-notarial descuellan en Bolonia. Son ellos
Rolandino y Salotiel.

Rolandino Pasaggieri, conocido también, como Rodolfo, fue sin duda alguna el
maestro más eminente de la escuela de Bolinia; notario y político, influyó de manera
grande en la política de su tiempo de la que derivó satisfacciones y amarguras.
Sus obras relacionadas con el arte o ciencia notarial son las siguientes:

Summa ars Notarial.


Flos testamentarums o Flor ultiniarum voluntatusus
Tractatus Notulamm
Aurora
De oficiu tabellionatus in vilis vel castris.

Cuatro partes comprende la obra ralandino: la primera de los contratos en general,


del matrimonio; la segunda sobre los actos de ultima voluntad; la tercera se habla de
los procesos judiciales y la ultima sobre la hechura de las escrituras y las respectivas
copias.

Falguera, estudioso y analista de la obra de Rolandino, le asigna al tractus notulario,


una importancia máxima, pues allí aparece lo notarial concebido "como ciencia
autónoma con reglas propias y principios especiales.

Otro gran forjador de la ciencia notarial fue el maestro Salotiel, tambien de la


escuela de Bolonia, y sus esfuerzos conllevan una calidad científica. Su obra
máxima la llamó Ars Notarial, cuya exposición doctrinaria la integran cuatro libros
sobre derecho civil, y el último de formularios. Ha de mencionarse su prólogo,
donde habla de la condición de los notarios, de su capacidad, de su aptitud para el
cargo, de las condiciones morales, principios éticos y buenas costumbres, "varón de
mente sana, vidente y oyente y constituido en intregra fama y que tenga pleno
conocimiento del arte notarial o tabeliano; y define al notario como que "ejerce el
oficio público y a cuya fe públicamente hoy se recurre con el fin de que escriba y
reduzca a forma pública, para su perpetua memoria, todo lo que los hombres
realizan".

En todas las exposiciones de Salotiel el "oficio de notario estriba en la redacción de


contratos o de actos de última voluntad y también en todos aquellos asuntos que se
vinculan con los juicios, situación explicable puesto que por entonces no se había
alcanzado la distinción delimitativa entre la actividad estrictamente notarial y la
judicial, es decir, que estaban todavía confundidas la fe judicial y la fe notarial".

Ciencia y actividad notarial fueron la expresión más elocuente de la cultura jurídica


en Bolonia. Allí, el desarrollo de la ciencia del derecho notarial, fue, sin duda
alguna, esplendoroso. El destello notarial de Bolonia dio a la cultura universal
primero en tal intelectual de los maestros glosadores, y luego, la calidad cientifica de
los comentadores y post glosadores. Así fue de fecundo el hacer jurídico de Bolonia
y sus maestros "formaron un crisol jurídico que en el futuro irradiaría sus luces a
muchas de las naciones europeas de la actualidad.
La influencia de los estudios notariales de los maestros de Bolonia fue
verdaderamente positiva a las naciones vecinas, en las cuales se dictaron una serie
de normas reguladoras de la actividad notarial. Así se produjo el caso del Piamonte
mediante el célebre estatuto de Pedro II en el año 1265. Contiene dos aspectos
fundamentales: la fundación de depósito de documentos (cartulario), donde
quedaban guardados (archivados) las imbreviativas que, un momento dado, pudieran
ser cotejadas. Aparece el origen de protocolos. Y consagra, por otra parte, una
cuestión que ha sido característica inherente al notariado en su sistema de
retribución arancelaria. Es importante "puntualizar esta forma de pago honorarios
por arancel, confirmatoria por otra parte, de normas precedentes, porque viene a
establecerse el abolengo histórico del régimen arancelario en contraposición al pago
de un salario o sueldo". Y esta forma de emolumentos ha sido tan específica en los
sistemas notariales, que el "salario no aparece en la historia notarial, sino como
desvío de períodos declinantes".

El llamado estatuto del "Conté Verde" de Amadeo VI, fue a todas luces de una
importancia muy grande. Es en 1379,donde por este cuerpo de normas legales
referidas a lo notarial se hace y por vez primera la distinción entre fe judicial y fe
notarial.

Oto Amadeo el VIII, que fuera elevado al pontificado con el nombre de Felix V, se
le debe la promulgación de un estatuto denominado "De tabellionibus et Notaris", en
el cual se establece un cierto orden que debe llevar el notario para la redacción del
documento. Es la instauración definitiva del Protocolo.

Por virtud de los estudios de Bolonia, el documento notarial constituyó en la Edad


Media, verdadera perfección no sólo en su redacción, fiel interprete del querer de las
partes, sino por sobretodo en sus formas jurídicas.

De allí surgió el documento público en su concepto filosófico y doctrinario, como


expresión de lo verídico, de lo cierto de su contenido y de su seriedad como
emanado de mano de persona publica, en fin, como algo que no dejara dudas por su
claridad en sus consecuencias prácticas. Nos parece exacto el concepto de Pedro
Boaterio, en que "notar pública y auténticamente es hacer por la mano pública del
notario, porque no se considera pública otra mano que la del notario, o también que
las publicaciones convierten al instrumento público digno de fe".

En lo tocante al desarrollo notarial francés se advierte que organización y progreso


lo inicia en el año 1270, y a partir de las célebres revoluciones, conocidas como
"establecimientos de San Luis", reguladora de las actividades de los notarios. No
podían exceder de sesenta en la ciudad de París, y debían estar todos reunidos en una
sola sede o edificio, en el Gran Chaletec, lugar donde ejercía funciones el Preboste
de la ciudad.
Es de observar, que "los notarios de París no autorizaban por sí el documento, sino a
nombre del Preboste, ni estampaban su se personal, sino el de aquél, lo que no es un
índice muy satisfactorio acerca de la autonomía del notario en esa época".

Sin embargo, la labor del rey San Luis, ha de buscarse en intención organizativa de
imprimir a la naciente actividad notarial.

Una reforma, esta vez imbuida de técnica notarial, fue la de Felipe IV, conocido
como el Hermoso. Se le concedió a los notarios el autorizar los documentos,
imprimir su propio sello, y se indicó la forma de llevar los documentos.

Con todo el progreso notarial francés, para la época, no tuvo el signo de grandeza,
desarrollo y cultivo intelectual de Bolonia.

DERECHO NOTARIAL EN LA EDAD MEDIA

La edad media constituye un período importante bastante importante en la historia y


es estudiado con dedicación, por ello, en esta sede queremos brindarle algunas líneas
citando para tal efecto importante doctrina nacional, que esperamos sea suficiente
para comprender la misma dentro de la historia del derecho notarial.

En la edad media, denominado también etapa del "oscurantismo", por el imperio de


lo extremadamente religioso, pegado al dogma católico intolerable de que la Iglesia
era la verdad absoluta; el Notariado incipiente comienza a adquirir revuelo
intelectual y escriturario acrecentándose en importancia dentro de los claustros
monasterísticos (España, Francia), recogiendo además al vagaje cultural del Asia,
vía los conocimientos del álgebra, aritmética, geometría, música, astronomía que
secretamente llegaban de los Arabes a los monjes. En esta etapa a quienes cumplían
la función de notarios, de dar fe a los documentos se les conocía como los notarios
eclesiásticos.

En ésta época es cuando en el notariado se opera una evolución importante. La baja


edad media comprende aproximadamente los siglos XI al XV de nuestra era. En esta
etapa el notariado tiene ya un concepto definido donde la función del notario es mas
completa y clara como legitimadora, consejera y autenticante, además de ser
entendida como "el arte del buen decir y escribir" por la influencia de la corriente
renacentista.

Italia y España fueron los dos centros de reactivación y evolución del campo
notarial, constituyendo con el tiempo el origen del notariado moderno de tipo latino.
Corresponde a esta época la Escuela de Bolonia y las primeras disposiciones
referentes al notariado contenidas en el Fuero Real, en el Código de las Siete
Partidas, en las Leyes del Estilo, etc.
Cabe señalar que la escuela de Bolonia constituye el movimiento científico mas
notable en el campo del derecho notarial, siendo su máximo representante Rolandino
Passaggiero, quién creó y enseñó la ciencia notarial dejando obras famosas como
"Summa Artis Notarial" entre otras. Se le llamó en doctrina como el príncipe de los
notarios.

DERECHO NOTARIAL EN ESPAÑA

Diversos historiadores comentan que se distinguen seis periodos en España en donde


se da el nacimiento y la evolución del notariado. Según Otero y Valentín el Primer
periodo comprende desde la independencia de Roma hasta el siglo XIII. Se le
atribuye a Casiodoro, quien era senador del rey godo Teodorico, una distinción entre
las funciones de los jueces y las de los notarios; estableció que los jueces solamente
fallaban en las contiendas, es decir, eran quienes decidían a quién le correspondía el
derecho; En tanto que los notarios tenían por objeto prevenir dichas contienda.

En el año 600 surgen las 46 fórmulas visigóticas, que pertenecían al Primer periodo.
Estas fórmulas establecían cuáles eran los órganos necesarios para la formación de
instrumentos públicos: los otorgantes y los testigos presenciales, que podían ser
hasta doce. El escriba presenciaba, confirmaba y juraba en derecho lo cual implicaba
un principio de fe pública, ya que el juramento solo se otorgaba para que la
afirmación fuera creída por aquellos quienes no la escuchaban o no estaban
presentes.

En el año 641 se promulgó el Fuero juzgo "Primer Código General de Nacionalidad


Española", según el cual los escribanos se dividían en escribanos del pueblo y
comunales.

En esta época solamente se permitía escribir y leer las leyes a los escribanos, con el
fin de evitar el falseamiento tanto de su promulgación como de su contenido.

El Segundo periodo comprende desde el siglo XIII al siglo XV. En este periodo se
determinó que la función fuera pública. Es entonces cuando surgen las leyes de don
Alfonso X, El Sabio: el Fuero Real y las Siete Partidas.

El Fuero Real nace en 1255; establecía entre otras cosas la obligación de otorgar
testamento ante escribano. Se consideraba a los escribanos como auxiliares de los
intereses de los particulares; se acostumbraba que tomaran notas de los documentos
que redactaran o de aquellos en que intervenían.

Estas notas servían de respaldo en caso de que el documento original se extraviase o


no fuese lo suficientemente fehaciente, de esta manera se podía recurrir a la nota y
verificar su veracidad.
En el Código de las Siete Partidas se obligó a los escribanos a inscribir las
mencionadas notas en el libro conocido como registro en donde se hacía
remembranza de los hechos de cada año.

En este segundo periodo se afirma que los instrumentos o cartas solamente


acreditaban lo que se celebró, por lo que no son más que actas. Es decir que el
escribano solo era un medio para garantizar una prueba del hecho de celebración del
acta y que la voluntad de los otorgantes era la que imperaba.

Posteriormente en 1348 surgió el Ordenamiento de Alcalá en Alcalá de Henares


dado por el rey don Alfonso XI, con el cual se buscaba coordinar las leyes y
conciliar los sistemas de costumbres jurídicas.
Conclusión
El origen del notariado es muy remoto, pero data desde que el hombre comenzó a
vivir en sociedad. Su primer ancestro es el Escriba, un hombre con capacidad de leer
y escribir, un elemento esencial en una organización jurídica y administrativa de los
reinos.

En la antigüedad el Escriba era un hombre privilegiado, honorífico, funcionario


público, sacerdote, escribano, memorista, registrador. Pero el verdadero notario
aparece en Roma con los Tabelliones por su carácter autentificador de sellos, firmas
y era un testigo único y valioso, por su respeto.

En la edad Media los escribas preferentemente fueron los Frailes, quienes


mezclando la moral religiosa y el derecho desempeñaron bien el papel del notario.
En nuestra historia, también encontramos el origen del notario, con orgullo podemos
mencionar el Quipucamayoc que era la persona encargada de registrar en sus quipus
todos los actos del Inca, acuerdos de paz, números de soldados, estadísticas, etc.
personaje que continuó hasta la colonia.

Con la conquista de los españoles, trajeron consigo a notarios, que no eran letrados,
sin títulos, mitad soldados y mitad escribanos, encargados de las fundaciones de las
ciudades, pero esta institución fue corrompida por la codicia y el poder, sólo estaba a
favor del conquistador con mayor poder en ese momento.

Con la Colonia el escribano notario decayó completamente, hasta ser de un hombre


honorífico a un deshonesto, inmoral corrupto, servía al que más tenía o al que más
influencias tenía en ese momento. Esta institución se denigró por completo.

Con la República, poco a poco se fue disminuyendo su cantidad y aumentando su


calidad, con los respectivos decretos impusieron que debe ser letrado en abogacía,
no deben ser muchos en una localidad y sobre todo ordenaron que se les tengan
respeto y consideración.

A partir de la Ley 1510 de 1911 el notariado comienza a tener su legislación propia,


independiente del campo judicial.
Bibliografía
Dr. Manuel V. Gómez R. Tratado de Derecho Notarial Dominicano. 1997,
Republica Dominicana.

Toribio, Dr. Cesar Pina. Temas Notariales. Editora Universitaria-UASD, Santo


Domingo. Primera Edición 1986.

Ley 140-15 Sobre Notariado

Henry Capitant. Vocabulario Jurídico. Francia. Sexta Edición 1976.

Abreu, Dra. Radhys. Derecho Notarial. Cátedras de Derecho Notarial, PUCMM.


2002-2003

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