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Evaluación de
Desempeño
UBA
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ACLARACIÓN PREVIA FUNDAMENTAL:
El presente texto incluye los contenidos MINIMOS que los estudiantes deberán
dominar sobre los módulos temáticos al inicio de la cursada.
1º) Que todos estos contenidos deberán ser leídos, comprendidos y recordados
durante las primeras semanas de la cursada.
2º) Que este texto ya constituye un resumen, por lo tanto, no tiene objeto ni
sentido realizar un resumen del resumen.
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EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO
Objetivos:
Identificar los errores más comunes que tienden a cometer los evaluadores
Contenidos
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¿Qué es evaluar el desempeño?
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Informal: Se efectúa día a día, sin ningún sistema, sin método ni
criterio establecido. Es continua y proporciona una
retroalimentación instantánea o cercana en el tiempo al evaluado,
pero es incompleta y favorece la subjetividad, no siendo una base confiable
para la toma de decisiones administrativas.
Los aportes de Taylor a fines del siglo XIX y principios del siglo XX proponen
valorar el rendimiento de los trabajadores a partir de su asignación a un puesto
determinado, lo cual permitiría establecer estándares de rendimiento asignados
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a cualquier otro trabajador que ocupara puestos similares, así como las
remuneraciones debidas a cada trabajador.
La profusión de la actividad militar en las guerras mundiales fue otro factor para
el desarrollo de sistemas de evaluación del desempeño, muchos de ellos
centrados en el reconocimiento de capacidades organizativas y resultados de
eficacia en los frentes de batalla. La misma carrera militar favoreció la
jerarquización de niveles de profesionalización o grados, cuya ocupación
además de los reconocimientos del desempeño, requiere el acopio de
conocimientos conseguidos mediante la capacitación y méritos logrados por vía
del excelente rendimiento demostrado en las distintas posiciones del servicio.
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características del puesto en sí, independientemente de quién lo ocupa,
con el objetivo de indicar el valor relativo de cada uno de los puestos en
una organización. Un resultado habitual de la evaluación de puestos es
asignar a cada uno de ellos a una categoría salarial de base, tal como se
indicaba en el ejemplo precedente.
Diagnóstico organizacional
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Las finalidades a satisfacer con la evaluación de desempeño pueden
clasificarse en dos grandes grupos: finalidades administrativas y finalidades de
mejora.
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comparta algunas características o requiera de competencias similares
a las del puesto futuro para el que se está considerando al trabajador.
Una persona puede ser un excelente obrero y un mal capataz porque,
por ejemplo, no cuenta con competencias relacionadas con un
liderazgo efectivo. Como esas competencias no son requeridas en el
puesto de operario, no serán relevadas en la evaluación de desempeño
y, por lo tanto, si basamos la decisión de ascenderlo en base a los
resultados de la evaluación de desempeño solamente, no tomaremos
en cuenta esa carencia.
Desvinculaciones y documentación legal: deben proporcionar una
documentación que justifique las decisiones disciplinarias, los despidos
o la no renovación de los contratos.
Análisis organizacional: Como resultado del análisis de los datos
agregados de las evaluaciones de desempeño de toda la organización,
por sectores, por niveles, etc. será posible identificar aspectos que
requieran de especial atención.
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o el emisor de la retroalimentación es confiable.
o la retroalimentación se transmite con buenas intenciones.
o el momento y las circunstancias de la retroalimentación son
adecuados.
o la retroalimentación se ofrece de manera personal e interactiva.
o el mensaje de la retroalimentación es claro.
o la retroalimentación es útil para el receptor, quien debe saber
interpretar el mensaje (debe estar capacitado para recibir la
retroalimentación).
Valores
1
Coens, Tom y Jenkins, Mary “¿EVALUACIONES DE DESEMPEÑO? POR QUÉ NO
FUNCIONAN Y CÓMO REEMPLAZARLAS” Ed. Norma
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Normas aplicables
Ejercicio de la autoridad
Comunicaciones
ENFOQUE:
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considerar como una evaluación más subjetiva. También puede señalarse
que el contar con determinadas cualidades personales o el desempeño
individual de las conductas esperadas por parte del trabajador, no
necesariamente se traducen en una mejora del desempeño organizacional
o en el logro de los resultados económicos esperados por la organización.
Dado que ambos enfoques tienen sus fortalezas y sus debilidades, algunas
organizaciones encaran evaluaciones de desempeño con un enfoque
mixto, es decir, en parte ponen el acento en cómo es el trabajador y cómo
hace su trabajo (independientemente de si obtiene o no los resultados
esperados), y en parte en qué logros ha alcanzado (independientemente
de cómo o por qué los ha alcanzado, o no).
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características de la organización en la que estamos actuando como las
finalidades que esperamos satisfacer con la información proveniente de la
evaluación de desempeño.
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hasta inconcientemente), emitirá sus juicios en base a la idea que tiene
respecto de cómo es un trabajador bueno, regular o malo en su puesto.
Una vez más, decidirse por una evaluación absoluta o por una relativa (o
por una mixta) dependerá de para qué utilizaremos la información
proveniente de esta herramienta de gestión (es decir, las finalidades
organizacionales a satisfacer) y de las características de la organización en
la que estamos operando.
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dicho desempeño. Por ejemplo, evaluamos el desempeño de una
secretaria en su totalidad. Cada evaluador tendrá en cuenta (conciente o
inconcientemente) al emitir su juicio qué aspectos hacen al buen
desempeño de una secretaria. En una organización, probablemente no
todos los evaluadores den importancia a los mismos aspectos. Por
ejemplo, tal vez para un evaluador lo más importante para que una
trabajadora sea una buena secretaria sea su capacidad de organización,
para otro sea su buena predisposición y buen humor, para otro sea su
disponibilidad horaria amplia, para otro sea su porte y presentación
personal, para otro sean sus habilidades en la comunicación y las
relaciones interpersonales. Como consecuencia, cada evaluador, al
realizar una evaluación global del desempeño de su secretaria, pondrá de
relieve los aspectos del desempeño que, a veces de manera inconsciente,
ese evaluador considera que dan cuenta del éxito o fracaso en la función.
Así, para el primer evaluador, una secretaria desorganizada será una mala
secretaria, aunque tenga buena predisposición, buena presentación
personal, amplia disponibilidad horaria y logre establecer buenas
relaciones interpersonales en tres idiomas diferentes.
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puntualidad, habilidades comunicacionales, y prolijidad. Aún si para un
evaluador estas no son características centrales en el desempeño de una
secretaria, deberá evaluar su trabajo en cada uno de estos factores por
separado, sin incluir en su evaluación otros aspectos del desempeño.
UNIFORMIDAD DE CRITERIOS
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Hay uniformidad de criterios cuando una organización elige el mismo
conjunto de factores para evaluar a todo el personal de la organización.
Por contraposición, cuando se utilizan diferentes grupos de factores para
diferentes puestos o grupos de puestos, estamos ante la ausencia de
uniformidad de criterios.
La uniformidad de criterios facilita las comparaciones entre los evaluados y
hace posible el análisis estadístico de los resultados de las evaluaciones, y
permite a su vez dejar en claro qué aspectos son importantes para la
organización en cuanto al desempeño de sus empleados
independientemente de qué puesto ocupen. Por ejemplo, para una
organización la seguridad en el trabajo puede ser fundamental. Y esa
organización requiere conductas seguras de todos sus miembros, desde el
cadete (cuando cruza la calle) hasta el gerente (cuando decide qué
maquinaria comprar para equipar el taller).
Como desventaja, la uniformidad de criterios dificulta la apreciación de las
exigencias propias de cada puesto. Así, los factores seleccionados en este
caso serán relevantes a la organización en su conjunto, pero no
necesariamente lo serán respecto de cada uno de los puestos que
desempeñan los trabajadores evaluados.
PONDERACIÓN DE FACTORES
Cuando uno no pondera los factores seleccionados,
se asume que todos participan de la misma medida
del éxito en el desempeño de una función. Volvamos
al ejemplo de la secretaria, donde se eligieron cuatro
factores. Si no se ponderan dichos factores, la idea es que es tan
importante para ser una buena secretaria en esa organización ser prolija,
como llegar temprano al trabajo, como ser organizada, como ser clara al
emitir mensajes. Puesto en números, cada criterio da cuenta del 25% del
éxito del desempeño en esa función.
Pero podría suceder que los factores seleccionados, aún siendo todos
pertinentes y relevantes, no tengan el mismo impacto en el éxito del
desempeño en la función. Puede ser, por ejemplo, que sea más importante
ser organizada que ser prolija o ser puntual para ser una buena secretaria
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en esa organización. En ese supuesto, podrían ponderarse esos cuatro
factores asignándoles una ponderación mayor a aquéllos que tengan una
importancia relativa mayor. A modo de ejemplo, en este caso, podría ser:
capacidad de organización (40%), asistencia y puntualidad (10%),
habilidades comunicacionales (30%), y prolijidad (20%).
Uno puede decidir ponderar o no los factores tanto cuando se trabaja con
uniformidad de criterios como cuando no se aplica dicha uniformidad. Pero
en el caso de optar por uniformidad de criterios, la ponderación es una
herramienta de más utilidad ya que nos permite, en cierta medida, ajustar
la apreciación de las exigencias de cada posición. Volvamos al ejemplo del
criterio “seguridad en el trabajo”. Para el trabajador que opera una
maquinaria potencialmente mortal o para el cadete que está todo el día en
la calle, actuar en todo momento con la seguridad como guía
probablemente sea más importante que para el gerente. Si bien para la
organización es importante que todos tengan en vista ese aspecto, podría
ponderarse el mismo en mayor medida en el caso del operario que, del
cadete, que del gerente.
Una vez más, decidirse por una evaluación global o factoreada y, en este
último caso, por uniformidad o no de criterios y con ponderación o no de
factores, dependerá de para qué utilizaremos la información proveniente de
esta herramienta de gestión (es decir, las finalidades organizacionales a
satisfacer) y de las características de la organización en la que estamos
operando.
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enfoque a las personas; o una formal, absoluta, factoreada y con enfoque a
las personas; o una formal, relativa, global y con enfoque a los resultados.
¡MANOS A LA OBRA!
La implantación de un sistema de evaluación de
desempeño en una organización es un proceso que
requiere de muchas acciones y de la toma de decisiones
en cada paso del camino. Siempre teniendo como guía las características
de la organización en la que estamos operando y las finalidades o la
utilidad que le daremos a la información que surja de la evaluación,
habremos de decidir:
El tipo de evaluación
A quiénes estará dirigida, es decir, quiénes serán los evaluados
Quiénes serán los evaluadores
Con qué periodicidad se realizará la evaluación
Qué técnica de evaluación de desempeño utilizaremos
Si habrá o no entrevista de devolución
Cómo se procesarán los resultados y quiénes decidirán las medidas
a tomar en base a los resultados obtenidos en las evaluaciones
Qué aspectos estarán involucrados en la “evaluación de la
evaluación”, es decir, la recolección y análisis de información que
permita realizar ajustes para mejorar el sistema de evaluación de
desempeño
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La evaluación del impacto de la herramienta en el sistema de
relaciones laborales intrafirma (a menos que la finalidad estuviera
ligada a este aspecto y, en ese caso, el impacto ya hubiera sido
evaluado)
La definición del ritmo de implantación en los distintos niveles y
asignación de recursos
La sensibilización de los participantes
El diseño de los formularios de evaluación
La formación de los evaluadores
La realización de pruebas piloto
Una persona debe reunir al menos dos características para poder evaluar
el desempeño de otra:
Por lo tanto, son muchas las personas que potencialmente podrían estar
en condiciones de evaluar el desempeño de otras en las organizaciones,
entre ellas, el superior inmediato del evaluado, el propio evaluado
(autoevaluación), los pares del evaluado, los subordinados del evaluado,
los clientes (internos o externos) del evaluado, otras personas de la
organización a elección del evaluado (que cumplan con los requisitos
mínimos antedichos), comités de evaluadores compuestos por personas
del mismo o distinto nivel.
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Como siempre, la decisión sobre a quiénes se les asigna el rol de
evaluador se tomará en función de para qué utilizaremos los resultados de
las evaluaciones y de las características de la organización en la que
estamos inmersos. No necesariamente ha de seguirse el mismo criterio
para todos los miembros de una organización.
ERRORES ESTÁNDAR
Halo Sucesivo: Este error está motivado por el orden en que los
individuos son evaluados. El evaluador, frecuentemente de manera
inconciente, termina evaluando a cada trabajador comparándolo con el
que evaluó previamente en lugar de analizar cada caso en particular.
Así, por ejemplo, puede juzgar como sobresaliente a una persona de
características normales, por el sólo hecho de que el desempeño del
individuo valorado justo antes era malo.
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Error de Generosidad / Severidad: el evaluador tiende a
asignar a todos los evaluados una calificación mayor (o
menor, respectivamente) de la que le hubiera correspondido.
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tiende a repetir esa calificación sin entrar a analizar si en el período
actualmente en evaluación la persona mejoró, mantuvo o empeoró su
desempeño.
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A continuación, describiremos brevemente distintas técnicas de evaluación
de desempeño. A veces las organizaciones apelan a más de una técnica
para una misma evaluación (así como pueden apelar a un mix de enfoques
o a una evaluación en parte global y en parte factoreada), en un intento de
aprovechar las ventajas y evitar las desventajas que cada opción tiene por
separado. Pero es fundamental que no olvidemos que no siempre más es
mejor y que no podemos cometer peor error que poner algo “por si acaso”.
Tanto la elección de la técnica a utilizar como la decisión de utilizar más de
una de ellas (o un sistema mixto en sus otras variantes) deberá estar
debidamente justificada en términos de las finalidades organizaciones que
esperamos satisfacer con la aplicación de la herramienta.
Jerarquización
El evaluador debe comparar a cada evaluado contra cada uno del resto de
los evaluados, identificando cuál es el mejor de los dos en cada
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comparación. Una vez finalizado este ejercicio con todos los evaluados, se
suman las veces que cada sujeto ha sido juzgado el mejor en todas las
comparaciones de las que participó. A mayor número de “victorias”, mejor
el desempeño. Se puede establecer un orden de mérito en base a la
cantidad de veces en que cada trabajador haya sido juzgado el mejor en
las comparaciones.
Esta técnica comparte las ventajas y desventajas de la jerarquización,
aunque facilita la evaluación en el sentido que el evaluador, ante cada
juicio, debe centrar su atención en solamente dos evaluados en lugar de
tener en vista a todo el conjunto de evaluados. Asimismo, puede dar una
idea, aunque vaga, de la magnitud de la diferencia de prestación entre los
evaluados al poder cuantificar las “victorias” obtenidas por cada trabajador
en cada una de las comparaciones de las que participó. Esta técnica
permite, en teoría, poner a dos evaluados en el mismo nivel de desempeño
(cosa imposible, por definición, en la jerarquización). Este método puede
ser utilizado en versiones globales o factoreadas.
Distribución forzada
Listas de control
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Consiste en un catálogo de afirmaciones o de preguntas que refieren a
otros tantos aspectos del comportamiento del individuo en el trabajo. El
valorador procede indicando al lado de cada frase (con un sí o con un no,
o con una pequeña marca en la columna afirmativa o negativa) si dicha
frase describe o no el desempeño real del evaluado. Las frases deben ser
específicas y no genéricas, y deben referir a aspectos positivos o negativos
que sean relevantes al desempeño en la función.
Las frases pueden ponderarse, al estilo de los factores, en la medida que
no todas apunten a aspectos del desempeño que tengan la misma
importancia. Es de utilización sencilla y recomendable en grandes
dotaciones en puestos similares. Es desaconsejable para organizaciones
muy heterogéneas (muchos puestos diferentes, grupos de puestos
pequeños o dispersión geográfica) porque los listados contienen frases
muy específicas y habría que elaborar muchos listados. No permite
expresar los matices de juicio que median entre el sí y el no para cada
frase dado que el evaluador, de hecho, sólo cuenta con estos dos grados
para emitir su opinión respecto de cada aspecto.
Elección Forzada
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evaluador marca la frase aparentemente positiva no discriminante como lo
más favorable que puede decir del evaluado, en realidad no está
juzgándolo favorablemente.
Es una técnica de utilidad cuando las características de la organización
obligan a prestar particular atención a acotar la subjetividad de los
evaluadores, ya que ayuda a la reducción de divergencias y errores. Pero
es una técnica muy costosa en términos de diseño y de interpretación de
los resultados.
Escalas de Juicio
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en que la persona cubre el aspecto del desempeño indicado en el factor.
Los grados a veces se denominan con rótulos, por ejemplo, Excelente,
Muy bueno, Bueno, Regular e Insatisfactorio, o con escalas numéricas o
alfabéticas. Pero esto permite a cada evaluador establecer el estándar de
comparación y, por ejemplo, la misma conducta que para un evaluador
puede implicar un desempeño excelente, para otro evaluador puede
constituir un desempeño bueno. Para homogeneizar los estándares contra
los cuales se compara es que se suelen definir los grados en términos que
puedan ser observados por el evaluador.
La cantidad de grados dependerá, como siempre, de las características de
la organización y de la finalidad para la que usemos los resultados de la
evaluación, pero normalmente son entre tres y siete.
Las escalas de juicio implican un diseño minucioso porque hay que
seleccionar y definir los factores, elegir la cantidad de grados y,
eventualmente, definirlos, pero obliga al evaluador a un análisis más
detenido. Permite homogeneizar los estándares contra los que se compara
al evaluar, así como dejar de manifiesto la magnitud de las diferencias
entre las prestaciones de los distintos evaluados.
Hechos significativos
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particularmente importante bien cerrada por un vendedor, sería registrada
en la columna de los hechos significativos positivos, y una discusión con un
cliente donde le haya faltado el respeto, sería registrada en la columna de
los hechos significativos negativos. Al finalizar el período, el evaluador
realiza una valoración general de la prestación basado en los hechos
registrados, lo que facilita la retroalimentación ya que el juicio estará
justificado en circunstancias reales. Requiere de un control constante del
desempeño del evaluado dado que en cualquier momento puede acaecer
una circunstancia digna de registro.
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Los objetivos deben tener determinadas características para que sean
eficaces como estándares en la evaluación de desempeño:
Específicos
Claros
Medibles
Realistas (ni inalcanzables ni demasiado fáciles de lograr)
Alineados con los objetivos organizacionales: razón por la cual se
definen “en cascada”. Primero se definen los objetivos de la cúpula
organizacional (cercanamente emparentados con los objetivos
estratégicos de la organización y su misión), luego los objetivos del
nivel gerencial, luego los de los jefes y por último los de los
empleados.
Si los objetivos son desafiantes, producen mayor rendimiento siempre que
el colaborador acepte y se comprometa. Aumentarán el interés por la tarea
y eliminarán el aburrimiento, dirigirán la atención, movilizarán esfuerzos,
fomentarán la persistencia en el tiempo. La evaluación por objetivos suele
visualizarse como más “objetiva” y, por lo tanto, suele ser más aceptada.
Pero, como desventaja, fomenta un entorno de trabajo donde el qué se
logra (o no se logra) importa más que el cómo. Otros problemas tienen
relación con las dificultades para el establecimiento de objetivos, sobre
todo en tareas complejas o funciones cuyos resultados son difíciles de
cuantitifcar, la falta de alineación, y el conflicto entre los objetivos fijados y
un entorno turbulento que obligue a revisarlos.
Feedback 360º
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opiniones pueden ser más valoradas por el aquél) o pueden ser
designados por la organización, en cuyo caso el evaluado desconoce su
identidad en la mayoría de los casos (lo que promueve un acotamiento de
la subjetividad).
Esta técnica permite que un individuo obtenga, en condiciones que
respeten confidencialidad, una auto descripción de sus competencias; la
descripción de sus competencias realizada por otras personas que le
conocen; y una presentación de estas informaciones que permita tanto la
comparación de estas descripciones entre sí, como con su auto
descripción.
La percepción del prójimo, la evaluación que cada uno de nosotros
realizamos de las personas con las que estamos en contacto, forman parte
de nuestra vida cotidiana, y determinan nuestros comportamientos
sociales. El querer saber lo que piensan de nosotros es mucho más que
una simple curiosidad. En primer lugar, se trata de una información que
nos permite entender mejor su comportamiento para con nosotros, y que,
al mismo tiempo nos hace reflexionar sobre nuestro propio
comportamiento. Y, en segundo término, nos obliga a analizar cuál es el
origen de las diferencias entre cómo nos vemos y cómo nos ven,
contribuyendo al desarrollo personal.
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Es fácil pensar en el escenario descripto, donde la resistencia es
protagonizada por los evaluados. Pero la evaluación de desempeño
también suele ser sentida como un peso adicional, una carga que
sobrellevar, por parte de los evaluadores, particularmente cuando éstos
son los jefes directos de los evaluados.
4
Op. Cit.
42
plazo y al término del mismo, será también el empleado quien efectuará su
propia evaluación de lo que ha logrado en función de las metas que se
había fijado. Desde luego el supervisor tiene derecho a veto en cualquier
paso del proceso, aunque, a juicio de McGregor, pocas veces necesitará
utilizarlo, ya que los empleados tienden a subestimar sus potencialidades y
logros. Durante la entrevista jefe y empleado, juntos, revisan la evaluación,
determinan qué acciones realizar para mejorar lo que hubiera que mejorar
y qué tipo de asistencia puede brindar el superior en ese sentido. De esta
manera la persona se estará examinando a sí misma, no sólo para
identificar sus debilidades sino también para resaltar sus fuerzas y
potencialidades. El análisis del desempeño coloca la responsabilidad
primordial sobre el subordinado mismo para el establecimiento de metas
de rendimiento y la evaluación del progreso que ha logrado para
cumplirlas, evita las debilidades primordiales de los sistemas más
tradicionales y rinde beneficios para la organización al estimular el
desarrollo del empleado, otorgándole un rol activo en el proceso.
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queramos satisfacer con los resultados de la evaluación de desempeño. A
priori, pareciera que estos esquemas son más eficaces cuando se apunta a
finalidades de mejora antes que administrativas.
42
Aún dentro de las evaluaciones de desempeño en que el evaluado no
participa ni de la fijación de los estándares ni de la emisión de juicios sobre
su propia prestación, pueden detectarse diversos niveles de participación.
Esta será mayor si se prevé la instancia de la entrevista de devolución,
donde evaluador y evaluado pueden conversar respecto del resultado de la
evaluación. Dentro del contexto de la entrevista, el evaluado puede tener
derecho a vetar los juicios emitidos por el evaluador forzando una revisión
o, lo que implica un rol menos protagónico, derecho a manifestar su
desacuerdo justificadamente, manteniéndose ambos puntos de vista.
Cuando el sistema prevé estos derechos, normalmente el formulario de
evaluación de desempeño tiene destinado un sitio para que dichos
desacuerdos queden registrados por escrito. El evaluado puede, además,
tener algún grado de participación a nivel de voz, voto o veto respecto de
las consecuencias producto del resultado de la evaluación.
Ya moviéndonos hacia el otro extremo del continuo, están los casos en que
el evaluado cuenta con derecho a la información, esto es, puede notificarse
del resultado de la evaluación. Esta notificación se realiza a través de su
firma en el formulario de evaluación donde el evaluado normalmente
mantiene su derecho a firmar en disconformidad si así lo considera. Y, por
último, están las evaluaciones en que no se prevé ningún tipo de
información al evaluado, quien simplemente recibe pasivamente la
consecuencia de la decisión que la organización tomó en base a una
evaluación de desempeño de la que no ha participado sino como “objeto
de estudio”.
42
en conseguir que cada individuo hiciera mejor su trabajo. De un modo u
otro, esta mejora en el desempeño individual se acumularía e influiría
sobre la cuenta de resultados. El término más común para denominar este
esfuerzo es gestión del desempeño.
Entre las posturas que sostienen que los incentivos extrínsecos son los
que promueven una mejora en el desempeño individual se encuentra el
modelo de la conducta basado en los postulados de Skinner5 quien
plantea que la conducta es función de sus consecuencias. Así, trasladando
5
Citado en McAdams, Jerry “PREMIAR EL DESEMPEÑO”, Ed. Díaz de Santos, Madrid
42
los resultados de sus investigaciones con ratas y palomas a los seres
humanos, las personas incrementarían o disminuirían la frecuencia de
determinados comportamientos de acuerdo con el tipo de refuerzos que se
apliquen. Esto es, en función de la consecuencia que traiga aparejada la
conducta inicial, se determinará la conducta subsiguiente.
Hay tres tipos de consecuencias que pueden imponerse ante una
determinada conducta:
Refuerzo positivo: incrementa la
frecuencia de aparición de un
comportamiento (deseado por la
organización). Es la manera más efectiva de
mejorar el desempeño. Puede tomar dos formas:
añadir algo positivo o eliminar algo negativo como consecuencia de una
mejora en el desempeño. Para que sea positivamente reforzadora, una
consecuencia debe ser valorada por el empleado e inmediata. El
reforzador debe proporcionar algo que las personas deseen. Debe hacerlo
dentro de un marco temporal que lo vincule a lo que se ha logrado. La
certeza es crítica; los empleados deben tener certeza sobre el hecho de
que habrá un refuerzo positivo como consecuencia de un comportamiento
o resultado. Un reforzador es
positivo cuando el individuo lo percibe como una cosa buena que merece
el esfuerzo o el cambio requerido.
Castigo y Extinción: ambos son reforzadores negativos, es
decir, disminuyen la frecuencia de un comportamiento (no
deseado por la organización).
La extinción consiste en no hacer nada ante un determinado
comportamiento. Se lo ignora. Se supone que el individuo, no persistirá en
esa conducta porque no “ganará nada” manteniéndola.
El castigo es algo intencionado y se usa para disuadir de realizar
determinado comportamiento. Va unido por lo general, a la disciplina. El
castigo puede cambiar el comportamiento de forma bastante rápida. Ese
rápido cambio es probablemente una de las razones por las que su uso es
tan significativo en las organizaciones. Pero las organizaciones que
accionan mediante el castigo, aunque pueden ser productivas y obtener
42
beneficios, generalmente no son lugares agradables ni saludables y, en el
largo plazo, no suelen tener éxito. Además, se gasta una enorme cantidad
de tiempo en tratar de sorprender a la gente haciendo algo malo.
6
McAdams, Jerry “PREMIAR EL DESEMPEÑO”, Ed. Díaz de Santos, Madrid
7
Citado en McAdams, Jerry “PREMIAR EL DESEMPEÑO”, Ed. Díaz de Santos, Madrid
42
Colaboración: permitir a la gente que trabaje en entornos de equipos de
trabajo.
Contenido: hacer el trabajo interesante.
Opción: mayor libertad (autonomía) en el trabajo a través del
enriquecimiento de puestos.
8
Op. cit.
42
chance de lograr que, efectivamente, una mejora en el desempeño
individual redunde en una mejora en el desempeño organizacional.
Por último, y aun cuando se acuerde en qué hace a las personas trabajar
mejor, queda pendiente la discusión sobre si la evaluación de desempeño
formal es un instrumento que coadyuve a lograr ese objetivo.
Sin embargo, otros, como Coens y Jenkins10 por ejemplo, consideran que
las finalidades que se intenta satisfacer con la evaluación de desempeño
son valiosas pero que esa herramienta no es el camino correcto. El
problema normalmente no se basa en el diseño o en la aplicación de la
herramienta en sí, sino que se halla bajo la superficie, en la forma de
supuestos subyacentes, premisas básicas y creencias sobre las cuales
se construyen las evaluaciones. Estos supuestos, si bien no están
explicitados, se hallan presentes siempre que ponemos en práctica una
política o señalamos una directriz. Y se aceptan sin prueba o demostración
empírica, reflejando creencias y valores tácitos de una organización. Son
inevitables y subyacen a todas las prácticas de gestión. Por eso, para
diseñar sistemas eficaces de gestión de personal estos supuestos
deberían hacerse explícitos, de manera que puedan ponerse a prueba y
evaluarse en cuanto a su confiabilidad y conveniencia, y construirse
9
Op. Cit.
10
Op. Cit.
42
alternativas sobre la base de presupuestos nuevos y prometedores. Los
falsos supuestos subyacentes a las evaluaciones de desempeño y los que
para Coens y Jenkins son los supuestos alternativos válidos en que
deberían basarse las prácticas de gestión del desempeño se detallan en el
siguiente cuadro 11
11
Extraído de Coens, Tom y Jenkins, Mary “¿EVALUACIONES DE DESEMPEÑO? POR QUÉ
NO FUNCIONAN Y CÓMO REEMPLAZARLAS” Ed. Norma, Págs 34 a 36
42
información que influya
sobre las decisiones
respecto a sus salarios,
promoción, situación y
futuro.
La retroalimentación, La retroalimentación debe Corresponde al individuo
el desarrollo y el considerarse disponible en todo buscar la retroalimentación
mejoramiento del momento, y no como un evento necesaria para crecer y
desempeño son dependiente del calendario. Las mejorar el desempeño en
eventos anuales (o oportunidades de mejoramiento el momento más oportuno.
trimestrales) pueden presentarse en cualquier La circunstancia más
ocasión. Las necesidades de favorable para una
desarrollo difieren según el discusión sobre
empleo, la situación particular y la mejoramiento y desarrollo
apertura de cada individuo en un es variable y depende de la
momento dado. situación, las necesidades
individuales, la elección
personal y el momento
adecuado.
Las personas se Este supuesto sugiere que las Las personas sanas tienen
abstienen de dar lo personas no tienen compromiso una motivación intrínseca
mejor de sí si con su empleo y les falta para desempeñarse bien,
piensan que no motivación en el trabajo. Si bien cuando el trabajo tiene
obtienen un salario y un reconocimiento significado. El salario no es
recompensa inadecuados pueden desmotivar, motivador, pero puede ser
extrínseca. las personas tienen una un poderoso factor de
motivación intrínseca para desmotivación cuando es
desarrollar una buena labor. En inequitativo. La motivación
lugar de recompensar a los intrínseca puede reducirse
individuos, las organizaciones si se fomenta la
necesitan estrategias que saquen concentración en los
a la superficie la motivación motivadores extrínsecos.
intrínseca ya existente.
Llevar a cabo El mejoramiento no procede de El mejoramiento de los
inspecciones de los las inspecciones sino de la sistemas y procedimientos
individuos conduce búsqueda de oportunidades para mejora el desempeño de la
al mejoramiento, y el entender el sistema general que organización. El
mejoramiento del impulsa los resultados. Mejorar a mejoramiento proviene de
desempeño los individuos suele ser identificar y estudiar la
individual mejora el importante, pero produce poco causa de un problema o
desempeño como estrategia para mejorar a la una oportunidad de
organizacional. organización. mejoramiento específica,
desarrollar un plan,
aprender y actual sobre el
aprendizaje que se realice.
42
operamos basándonos no solamente en las características de dicha
organización sino también en la utilidad que la herramienta tenga para
satisfacer las finalidades requeridas.
42
Bibliografía
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