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ANA MARIA FERNANDEZ “LAS LOGICAS COLECTIVAS”

CAPITULO 1 “HACIENDO METODOS”


Invita a pensar cómo cuando un colectivo arma máquina, desborda lo instituido e
inventa nuevos devenires. Implica considerar la dimensión subjetiva como un
elemento imprescindible en las lógicas colectivas.
a) Pensar problemas: criterios de indagación
¿Cómo se produce sentido? Cómo desde el fondo indiferenciado de significaciones
imaginarias sociales se produce una figura, una forma de sentido. Se trata de
elucidar los tránsitos de los universos de significaciones imaginarias sociales a las
singularidades de sentido, en la producción de subjetividad. Se trata de abrir
interrogaciones en un campo de problemas de la subjetividad:
Interrogar el COMO y no por el QUIEN, habilita a pensar desde una NOCION DE
SUBJETIVIDAD, que implique la indagación de sus procesos de producción más
que de sustancias, esencias o invariancias universales.
Pensar las cuestiones a indagar como CAMPOS DE PROBLEMAS, atravesados por
múltiples inscripciones: deseantes, históricas, institucionales, políticas, económicas,
etc. Implica el trabajo sobre las especificidades como su articulación con las
múltiples inscripciones que las atraviesen. Intenta superar los reduccionismos de la
lógica del objeto discreto, para abrir los modos de indagación hacia criterios
multirreferenciales que den otra inscripción a la imbricación entre lo individual y lo
colectivo en los procesos de producción de subjetividad. DESDISCIPLINAR las
territorializaciones disciplinarias; pensar por fuera de las clásicas antinomias.
Implica complejos procedimientos elucidatorios: DESNATURALIZAR los
dominios de objeto instituidos sin por ello invalidar los conocimientos que ellos han
producido y producen. DECONSTRUIR las LOGICAS, desde donde han operado
sus principios de ordenamiento, así como también GENEALOGIZAR. Que
permitan interrogar los a priori desde los que un campo de saberes y prácticas ha
construido sus conceptualizaciones.
DESNATURALIZAR SUS TERRITORIOS, DECONSTRUIR SUS LOGICAS
Y GENEALOGIZAR SUS CONCEPTOS, son los procedimientos de indagación
para crear condiciones de posibilidad que permitan construir PROGRAMAS que
tiendan a conexiones que desborden los dominios de objetos unidisciplinarios.
CAMPO Y NO OBJETO. Multiplicidad de miradas, en los saberes y en las
prácticas. Campo que rescata lo diverso como aquello que agrupa lo discontinuo,
sin cultivar lo homogéneo.
Se piensa la problemática como una categoría y no como una dificultad o
incertidumbre pasajera, entendiendo el pensamiento como MODO DE
EXPERIENCIA, en el camino de quiebre de sentido. Supone pensar en el límite
de lo que se sabe.
MET-OTHOS: PONERSE EN CAMINO: en el camino se va armando el método,
trazando circuitos de problematización dicursiva. Se trata, más que de responder una
pregunta, de demarcar o delimitar un campo de problemáticas a partir de las
multiples cuestiones que en él confluyen.
Se presenta aquí un PROGRAMA DE INDAGACION CONCEPTUAL.
PROGRAMA (DELEUZE) que se construye por los puntos de orientación que
conducen una experimentación que desborda nuestra capacidad de previsión y por
tanto se modifican a medida que se implementan. Un programa será ABIERTO E
INCOMPLET. INDAGACION (FOUCAULT), como una modalidad o forma
especifica de cosnturccion del saber y la gestión de de adquirirlo y transmitirlo.
Abrir interrogación, dar curso y no obturar la incomodidad, de modo que lo invisible
opere visibilidad, lo impensado se vuelva enunciable. Se intenta mantener una
tensión, mantener una incomodidad, desdisciplinaria, que se construye y recosntruye
permanentemente, que se despliega en los limites de lo que ignora y que instituye su
rigurosidad metodológica desde un criterio de PROBLEMATIZACION
RECURSIVA.
b) Hacia un criterio de problematización recursiva
Desde esta perspectiva la propuesta de indagación conceptual, no trabajara con un
marco teórico elaborado previamente sino con un criterio de construcción DE
CAJA DE HERRAMIENTAS (FOUCAULT)
*Construir instrumentos para pensar problemas.
*Su composición se realiza gradualmente a partir de situaciones específicas.
Permite:
*Desmontar las teorías evitando su cristalización en cuerpos de doctrinas.
*Abrir visibilidad y consiguiente enunciabilidad, permitiendo nuevas
teorizaciones.
*Pensar problemas y no instituir sistemas.
*Pensar sin anular los aportes unidisciplinarios pero relativizando los efectos de
verdad que estos suelen instituir.
*Recuperar la potencia enunciativa de nociones teóricas que la certeza de sus
sentidos comunes disciplinarios pudiera haber erosionado.
Incluye en nuestro caso el diseño de dispositivos de intervenciones grupales,
institucionales, comunitarias, estos artificios entendidos como MAQUINAS DE
VISIBILIDAD crean condiciones de posibilidad para la indagación de situaciones
específicas.
Así, caja de herramientas, dispositivos de acción, elucidación de experiencias y
reformulación conceptual permanente constituyen el CIRCUITO DE
PROBLEMATIZACION RECURSIVA.

ANA MARIA FERNANDEZ “EL CAMPO DE LO GRUPAL”


CAPITULO 4, “HACIA UNA CLINICA GRUPAL”
a) Primeros Dispositivos Grupales Terapéuticos
Los primeros intentos fueron las actividades iniciadas por Pratt en 1905, al introducir el
sistema de “clases colectivas” en una sala de pacientes tuberculosos, para acelerar la
recuperación física de los enfermos, mediante de una serie de medidas sugestivas para
que cumplieran un clima de cooperación.
Las áreas de visibilidad abiertas y sus enunciados son producto de la compleja
articulación de la demanda social a la que responde, de su posicionamiento en la tensión
singular-colectivo, de los dispositivos grupales montados y sus impensables
institucionales.
LOS GRUPOS NO SON LO GRUPAL. Bion lo señalaba: sólo si los individuos se
acercan lo suficiente unos a otros es posible dar interpretación sin necesidad de gritar.
Hay dos niveles de existencia de los grupos:
NIVEL FACTICO: en tanto hechos sociales.
NIVEL DEL CAMPO DISCIPLINARIO: por cuanto al montarse los sucesivos
dispositivos grupales del Dispositivo de los grupos, los grupos paulatinamente se tornan
visibles, comprobables, explicables, experimentables, teorizables, es decir, enunciables.
En este sentido, la micro sociología, al instituir dispositivos grupales localizo uno de
los nacimientos de lo grupal. Antes de ella, los grupos estaban ahí, en una inmediatez
tal, que no se veían.
El mérito de Pratt fue utilizar en forma sistemática y deliberada las emociones
colectivas con una finalidad terapéutica. Su técnica se apoyaba en dos pilares: activar en
forma controlada la aparición de sentimientos de emulación y solidaridad en el grupo y
asumir, él mismo, el papel de la figura paternal idealizada. El método incentiva un
fuerte enlace emocional del enfermo con el médico. A los métodos que han seguido la
orientación de Pratt se los ha denominado genéricamente, TERAPIAS
EXHORTATIVAS PARENTALES QUE ACTUAN “POR” EL GRUPO, porque
incitan y se valen de las emociones colectivas aunque no intenten comprenderlas. Se
busca la solidaridad del grupo con fines terapéuticos. Los enlaces de producen a través
de fuertes lideres carismáticos.
A partir de ellos se produjo una diferenciación de terapias que actúan con el grupo, con
una estructura fraternal. En lugar de idealizar al medico estimula la fraternidad entere
los miembros para buscar el mayor sostén entre sus miembros, disminuyendo el
liderazgo del técnico. Ej Alcohólicos Anónimos. Se basa en que el ex alcohólico, puede
influir mas efizcamente a otro alcohólico, estableciendo lazos mas plenos con su
reformador, y frente al hecho de que ha podido superarlo.
LAS PRIMERAS FORMAS DE PSICOTERAPIA COLECTVIVA TIENEN UN
TRONCO COMUN: LA ACTUACION “POR” LAS EMOCIONES DEL GRUPO,
QUE CONSTITUYE SU DINAMICA. TINENE EL MERITO DE HABER
LLAMADO LA ATENCION SOBRE LA IMPRITANCIA DE LA SOCIALIZACION
DEL PACIENTE, Y TIENEN LA VENTAJA DE PODER AGRUPAR A UN GRAN
NUMERO DE ENFERMOS.

Se encuentra aquí cierto “EFECTO DE GRUPO”, en tanto descubrieron que el


tratamiento de sus pacientes era más eficaz cuando eran agrupados que aisladamente.
Uno de los principales recursos consiste en la SUGESTION.
b) Aplicaciones iniciales del psicoanálisis a los grupos
Se abordaran ahora los aportes psicoanalíticos de orientación anglosajona en el trabajo y
teorización sobre lo grupal. Tuvo alta incidencia y fue pionera en la organización de
dispositivos grupales con fines terapéuticos, debido a las consideraciones teórico-
técnicas que la animaron. Esta corriente introdujo la interpretación de la situación
colectiva, aplicando al grupo el “setting” psicoanalítico; a través de estos recursos crea
las condiciones para descentrar coordinación de liderazgo y superar el procedimiento
sugestión propio de las terapias “por” el grupo.
Slavson y Klapman, buscaron la solución a la dificultad de pasar del análisis individual
al colectivo, fue intentando obtener la unificación del grupo, con pacientes de
características similares en cuanto a grados de enfermedad, sexo, edad, nivel
socioeconómico, etc., recursos de homogenización. Era importante ya que se suponía
que la interpretación que se realizara para uno de sus integrantes sería importante para el
resto del grupo, por ello “TERAPIA INTREPRETATIVA INDIVIDUAL EN GRUPO”.
Hoy es rudimentario, pero a partir de ellos comenzó a problematizarse la dirección de la
interpretación y fue necesario buscar técnicas específicas.
Otro tipo de respuesta técnica al problema de la interpretación fue la “TECNICA
INTERPRETATIVA DE GRUPO”, que toma al grupo como fenómeno central y punto
de partida de toda interpretación. Es decir, concibe al grupo como una totalidad,
considerando que la conducta de sus miembros se ve influenciada por su participación
en ese colectivo. El grupo piensa, siente, se angustia, etc.
c) El todo no lo es todo
El grupo es el receptor global de las interpretaciones; la fantasía ICC grupal, es aquella
fantasía individual que ha operado como común denominador de sus integrantes. El
grupo, más que confirmar una eventual totalidad específica, es un conjunto de personas
portadoras de un sujeto ICC en el que se hallan inscriptos, y en tanto tal acreedor de
igual tipo de interpretaciones que las personas se encuentran en tratamiento
psicoanalítico de contrato dual.
Pensar al grupo como un “gran individuo”, se transforma en un obstáculo
epistemológico para pensarlos en sus propios sistemas de legalidades, debido al
reduccionismo que opera.
De aquí en más se hará necesario distinguir los importantes aportes del psicoanálisis en
sus distintas corrientes al campo grupal, de un psicoanalismo en los grupos. El pensar la
totalidad no garantiza la absoluta demarcación del campo disciplinario: habrá que
pensar las relaciones de las partes entre sí con el todo. Al pensar al grupo de esta manera
habrá que trabajar una noción de totalidad que no homogeinice partes, donde las
singularidades puedan ser significadas en todos sus movimientos de diferencias e
identidades. Donde las singularidades no sean sinónimo de las personas que componen
tal colectivo.
Si bien el dispositivo montado por el psicoanálisis sostiene la intuición fundante de un
PLUS GRUPAL, al no poder sostener la tensión todo-partes, subsumieron las partes en
el todo. Se desata en el psicoanálisis la polémica académica, como los denomina Asch
entre individualistas y mentalistas La tesis de Bion de “mentalidad de grupo”, fue una
respuesta frente a los individualistas.
El psicoanálisis de grupo, que junto con la concepción operativa de Pichon Riviere y el
Psicodrama Psicoanalítico, formo a la mayoría de los coordinadores de grupo de los
años ’60 y ’70 en la argentina, opero persistentemente con el reduccionismo señalado;
constituye un fiel exponente de la mentalidad de grupo.
Son varias las figuras de este REDUCCIONISMO:
a) Visualizar al grupo como una “persona” de la cual cada integrante representa
una función o estructura especializada; esto permite al coordinador “entender” lo
que acontece a través una imagen integrada, unificadora.
b) Adscripción de vivencias al grupo, por el cual éste es capaz de vivenciar
emociones; si alguien del grupo expresa un sentimiento, los que no lo
manifestaron deberán sentirlo de alguna manera. Se encuentran dos nociones: el
individuo-síntoma, y el grupo dotado de intencionalidad.
c) Tomar la parte por el todo, supone que el “emergente” mantiene con el grupo la
misma relación de representación que la sustentada por un segmento de
conducta respecto de toda la persona total. La conducta de un individuo es la
conducta del grupo. Puede ser considerada cono un indicador de la situación
grupal, a condición de que cobre significación en una red de enlaces discursivos,
es decir a veces y no siempre.

ANA MARIA FERNANDEZ, “EL CAMPO DE LO GRUPAL”


CAPITULO VII, “EL NUDO GRUPAL”
a) Lo grupal como campo de problemáticas
La cuestión de los organizadores grupales ha remitido a un tópico altamente complejo.
En cualquier grupo humano se producen movimientos muy diversos: resonancias
fantasmáticas, procesos identificatorios y transferenciales, intensos sentimientos de
amor-odio en sus matices, juegos de roles construyen producciones lingüísticas que
disparan múltiples inscripciones de sentido; se generan apropiaciones materiales. Los
organizadores fantasmáticas son aquellos que hacen posible que el sujeto haga “nudo”.
A partir de allí se orienta la indagación hacia la necesidad de abordajes
transdisciplinarios para la organización de lo grupal.
El criterio TRANSDISCIPLIANRIO, supone replantear varias cuestiones. En primer
lugar un trabajo de elucidación crítica sobre los cuerpos teóricos involucrados. Implica
el abandono de cuerpos nocionales hegemónicos de disciplinas reinas; sobre estos
presupuestos se crean las condiciones para la articulación de contactos locales y no
globales entre diferentes territorios disciplinarios. De esta forma los cuerpos teóricos
funcionan como “cajas de herramientas”, es decir aportan instrumentos y no sistemas
conceptuales; incluyen en su reflexión una dimensión histórica de las situaciones que
analizan, que junto a otras herramientas se produce para ser probada en el criterio del
universo, en conexiones múltiples, locales y plurales de otros quehaceres teóricos.
Junto a esta forma de utilización de las producciones teóricas como “cajas de
herramientas”, un enfoque transdisciplinario presupone un desdisciplinar las disciplinas
de objeto discreto y seguramente en el plano de actuar, cierto desdibujamiento de los
perfiles de profesionalización, por lo menos en aquellos más rigidizados.
En función de ello se ha propuesto pensar los grupos, más como CAMPOS DE
PROBLEMÁTICAS que como campo intermediarios entre lo individual y lo social o
como eventuales objetos teóricos; es en este sentido que se los enuncia como NUDOS
TEÓRICOS, aludiendo al des-disciplinamiento disciplinario que se vuelve necesario
instrumentar para su conceptualización. Al pensar los grupos en el atravesamiento de
sus múltiples inscripciones se crean las condiciones de posibilidad de incluirlos en
campos de análisis más abarcativos. Contribuye a desmarcar la antinomia individuo
sociedad, en tanto implica significantes sociales operando como fundantes del sujeto.
b) Un número numerable de personas (cuerpos discernibles)
La identificación es la base libidinal del lazo colectivo como de la fundación del sujeto
(Freud); lo cual ha permitido elucidar las condiciones estructurales por las que el sujeto
HACE MASA; aquel lo que no puede dejar de hacer por el hecho de ser SUJETO. Esta
es la base social de los más diversos lazos sociales. Los agrupamiento que aquí interesas
se producen entre un número numerable de personas. Ello establece las especificidades
de los grupal: los enlaces identificatorios presentes en todo fenómeno colectivo,
adquieren características propias.
El carácter numerable del grupo introduce peculiaridades de los procesos
identificatorios, en tanto los cuerpos de los otros se hace discernibles. Algo hace nudo.
La distribución circular del dispositivos opera efectos más allá de lo espacial, haciendo
posible una particular organización de los intercambios entre los integrantes; todos están
expuesto s la visión de los otros y pueden, a su vez, ver a todos y a cada uno; esta
organización genera condiciones de mirada; que se desliza entre tensiones del
reconocimiento o el desconocimiento, de la amenaza o el sostén, que desencadenaran
resonancias fantasmáticas, y permitirán o no procesos transferenciales, estableciendo las
condiciones para la organización de REDES IDENTIFICATORIAS. Tal peculiaridad
hace del pequeño grupo un NUDO. Se pone de manifiesto la relación resonancia
fantasmática e identificación. Resonancia fantasmática: condición estructural para que
el sujeto haga nudo. Fantasma: escena donde repite una posición insistente. Repetición
creada en el espacio grupal. Que aspira a desplegarse dramáticamente, a explorar otras
posiciones en su teatro interior.
Cuando un número numerable de personas hace nudo se producen redes de procesos
identificatorios y transferenciales púnicos u propios de ese grupo. Dicha red significa
una primera formación grupal. Se le suma, que el grupo en tanto espacio táctico, genera
efectos singulares inéditos, despliega la producción de sus formaciones, la generación
de multiplicidades imaginarias e imaginadas, invenciones simbólicas y fantasmáticas,
como sus niveles de materialidad. En síntesis, un grupo inventa sus formaciones, es
decir inventa formas o figuras de sus significaciones imaginarias. Estas sostienen la
tensión de inventarse en su singularidad y en sus atravesamiento socio-histórico. Es en
este cruce donde despliega sus acontecimientos, actos, relatos, intervenciones,
producciones materiales, actings, afectaciones, etc.
Cada grupo construye sus ilusiones, mitos y utopías; lo cual representa el “algo común”.
Tiene como condición necesaria pero no suficiente la resonancia fantasmatica y los
procesos identificatorios. Los mitos grupales son aquellas significaciones imaginarias
que un grupo construye, al dar cuenta de su origen novelado, imbricado con las utopías
del grupo y apoyados en la historia real de tal conjunto de personas. Nada de lo común
es homogéneo, el algo en común no significa subjetividades homogeneizadas. Al mismo
tiempo resaltar la singularidad no implica invisibilizar las producciones colectivas. El
desafío insiste: sostener la tensión singular-colectiva.
El término imaginario social alude al conjunto de significaciones por las cuales un
colectivo, una sociedad, un grupo, se instituye como tal; para ello no sólo debe inventar
sus formas de relación social y sus modos de contrato, sino también sus figuraciones
objetivas. Constituye sus universos de significaciones imaginarias que operan como los
organizadores de sentido de cada época de social-histórico, estableciendo lo permitido y
lo prohibido, valorado o devaluado, bueno y malo, bello y feo; dan los atributos que
delimitan lo instituido como legítimo a ilegítimo, acuerdan consensos y sancionan
disensos. Es aquella instancia social-histórico que inventa, imagina nuevas conjuntos de
significaciones, constituye una potencialidad instituyente, transformadora, productora
de utopías. En él hay un orden de significaciones.

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