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Liberalismo

El liberalismo es una doctrina filosófica con expresiones concretas en el terreno político,


económico y social, cuyos pilares fundamentales son la libertad individual, la limitación del
papel del Estado en la vida civil y las relaciones económicas, la protección de la propiedad
privada, la igualdad ante la ley sustentada en el Estado de derecho, la separación de poderes
y la tolerancia de credos.
Como tal, el liberalismo es un sistema político esencialmente compatible con la democracia
republicana de tipo representativo.
El liberalismo nace en oposición al absolutismo, y se inspira en las ideas de John Locke,
considerado padre del liberalismo, y de pensadores de la Ilustración como Montesquieu,
Voltaire o Jean Jacques Rousseau, así como de los británicos Adam Smith y John Stuart
Mill.

Los principales hitos históricos del liberalismo son, desde luego, la Revolución
estadounidense y la Revolución francesa, ambas en el siglo XVIII. A partir de allí, se
extiende a Latinoamérica y alienta las revoluciones que devendrán en la creación de las
nuevas naciones independientes durante el siglo XIX.
La palabra liberalismo se forma a partir del término latín liberālis, e "-ismo", sufijo relativo
a doctrina, sistema, escuela.

Liberalismo económico
Como liberalismo económico se denomina la doctrina, inicialmente formulada por Adam
Smith en su libro Causas y consecuencias de la riqueza de las naciones, que propone
limitar la intervención del Estado, ya con regulaciones, ya con impuestos, en materia
económica, pues considera que las relaciones comerciales deben efectuarse en un marco de
libertad e igualdad de condiciones, bajo los principios de la iniciativa individual y privada,
donde sean las fuerzas propias del mercado y la búsqueda del individuo de su propio
beneficio material, lo que impulse el proceso productivo de una nación, todo lo cual, en
teoría, la conduciría a la riqueza y al bien común de todos sus habitantes.
Vea también Liberalilsmo económico.

Liberalismo social
El liberalismo social surge en el siglo XIX como respuesta a las condiciones de vida
injustas propiciadas por el liberalismo económico y la Revolución industrial en la clase
obrera, y abre paso al social liberalismo, el liberalismo progresista y la social democracia
actuales. De este modo, el liberalismo social, basándose en la doctrina liberal, propone la
mediación del Estado para ofrecer condiciones sociales más justas e igualitarias para los
desfavorecidos, como el acceso a la educación y a los servicios de salud.

Liberalismo político
El liberalismo político es un sistema basado en la preeminencia de la libertad del individuo
y la protección de sus libertades civiles, como la libertad de pensamiento, de expresión, de
asociación, de prensa, entre otras, amparadas en un Estado de derecho, donde los
individuos ejercen la soberanía mediante representantes políticos elegidos
democráticamente, en sistemas generalmente republicanos, con un régimen de separación
de poderes y una clara distinción entre la Iglesia y el Estado, además de una limitación de la
intervención estatal en los asuntos ciudadanos, sean económicos, sociales o culturales.

DEFINICIÓN DE LIBERALISMO
El liberalismo es una doctrina que se basa en la defensa de las iniciativas individuales y que

busca limitar la intervención del Estado en la vida económica, social y cultural.

Se trata de un sistema filosófico y político que promueve las libertades civiles y que se

opone al despotismo. La democracia representativa y los principios republicanos se basan

en las doctrinas liberales.

Aunque suele hablarse del liberalismo como un todo uniforme, es posible distinguir entre

distintos tipos de liberalismo. El liberalismo económico es el más difundido ya que es

defendido por las grandes corporaciones y los grupos económicos más fuertes. Se basa en

limitar la intromisión estatal en las relaciones comerciales, promulgando la reducción de los

impuestos y eliminando las regulaciones.

El liberalismo económico cree que, al no intervenir el Estado, se garantiza la igualdad de

condiciones y se establece un mercado de competencia perfecta. La falta de intervención

del Estado, sin embargo, no permite la ayuda social (se cancelan los subsidios, por

ejemplo).

El liberalismo social, por su parte, defiende la libertad en las conductas privadas de los

individuos y en sus relaciones sociales. La legalización del consumo de drogas está avalada

por el liberalismo social.

El liberalismo político, por último, entrega el poder a los ciudadanos, quienes eligen a sus

representantes de manera libre y soberana. Los funcionarios estatales, por lo tanto, son

elegidos por el poder popular de la democracia.


Cada una de estas doctrinas del liberalismo, por supuesto, cuenta con variantes y defensores

más o menos acérrimos de las libertades promovidas.

Con respecto a la historia del liberalismo, podemos decir que abarca aproximadamente los

cuatro siglos más recientes, con su comienzo alrededor de la Revolución francesa, a modo

de una doctrina general o movimiento que buscaba responder a las guerras religiosas que

habían tenido lugar en el continente europeo a lo largo de los siglos XVI y XVII. De todos

modos, es necesario señalar que sus antecedentes más remotos se hallan en la Edad Media,

la cual comprendió aproximadamente un milenio, entre los siglos V y XV.

Las bases intelectuales del liberalismo se deben al trabajo del filósofo John Locke, uno de

los pensadores ingleses más importantes del siglo XVII. Uno de los puntos a destacar fue

que impulsó con fuerza la Ilustración, el movimiento intelectual y cultural nacido a

mediados del 1800 con el propósito de cuestionar las tradiciones preexistentes de los

gobiernos y el pueblo. La unión de éstas y otras ideas dio lugar al surgimiento de fuertes

movimientos de naturaleza revolucionaria que pusieron fin a varios regímenes anticuados

de muchos países, en especial de Europa, Latinoamérica y Norteamérica.

Recién a mediados del siglo XVIII con la Revolución de las Trece Colonias (también

conocida como la Revolución Estadounidense), un proceso de descolonización que supuso

varios cambios que dieron lugar al surgimiento de la nación que hoy en día conocemos

como Estados Unidos de América, se vislumbró la primera manifestación sólida del

liberalismo, que poco tiempo más tarde adquirió un alcance mundial para oponerse al viejo

orden en el contexto de la Revolución francesa.

Se habla de liberalismo clásico para agrupar las ideas políticas que aparecieron a lo largo de

los siglos XVII y XVIII, y de hecho a John Locke se lo considera el padre de

este fenómeno que se opuso al absolutismo del poder, a los privielegios de los aristócratas y

a que el Estado interviniese en los temas civiles. Los liberales clásicos respetaban sobre

todo el libre mercado y los derechos civiles. Con la llegada del siglo XXI, son muchos los
países que apoyan las democracias liberales, donde encontramos conceptos tales como la

sociedad pluralista y las elecciones libres.

El liberalismo es una filosofía política, moral, y económica que defiende la libertad


individual, la limitación del poder del Estado, así como la igualdad ante la ley.

Por tanto, el liberalismo es una doctrina que promueve las libertades civiles y que trata de
oponerse al despotismo ilustrado, al absolutismo, así como otro tipo de corrientes en las que
la figura del individuo no goza de plenas libertades.

El liberalismo se basa, como su propio nombre indica, en la libertad y en la tolerancia. De


esta forma, también considera pilares fundamentales otra serie de elementos como la
protección de la propiedad privada y la libertad de asociación entre empresas.

En este sentido, muchos sistemas como la democracia representativa o los principios


republicanos están basados en las doctrinas liberales.

Aunque su aparición se remonta a la Edad Media, el liberalismo se consideró una doctrina


general a partir del siglo XVI. Fecha en la que tiene origen la Escuela de Salamanca.

Características del liberalismo

Entre las principales características del liberalismo podríamos destacar las siguientes:

 La defensa de la libertad individual sobre todas las cosas.


 Principio de igualdad ante la ley.
 Defensa de la propiedad privada.
 Libertad de culto.
 División total de poderes.
 Limitación del poder del Estado.
 Defensa de la tolerancia.
 Establecimiento de códigos civiles.

Principios del liberalismo

La siguiente relación de principios muestra los diez principios fundamentales en los que se
basa el pensamiento liberal:

 Libre mercado.
 Globalización.
 Gobierno limitado.
 Libertad de asociación.
 Libertad personal.
 Propiedad privada.
 Autonomía contractual.
 Reparación del daño.
 Igualdad jurídica.
 Individualismo.

Tipos de liberalismo

Aunque al hacerse referencia a liberalismo se trate de hacer referencia al movimiento como


una doctrina general, existen diferentes tipos de liberalismo que cabría destacar.

Estos tipos de liberalismo se clasifican en base al aspecto en el que dicho liberalismo trata
de influir. Es decir, a si estos tratan de centrarse en lo económico o en lo político. 

De esta forma, los tipos de liberalismo que cabría destacar son:

 Liberalismo económico: Basado en la limitación del Estado en las relaciones


económicas que mantienen los agentes económicos.
 Liberalismo social: Fundamentado en la defensa de la libertad en las relaciones
sociales.
 Liberalismo político: Basado en la soberanía del pueblo para elegir a sus
representantes. Por tanto, representantes que son elegidos por el pueblo, en base a una
democracia.

Principales corrientes liberales

Entre las principales corrientes que se derivan del liberalismo cabría destacar las siguientes:

 Liberalismo clásico.
 Minarquismo.
 Anarcocapitalismo.
 Socioliberalismo.
 Ordoliberalismo.

Origen del liberalismo

El liberalismo es una filosofía política, social y económica que, atendiendo a su vertiente


contemporánea, nace en la Ilustración durante el siglo XVIII. Dicha corriente nace y se
populariza entre la burguesía europea, como respuesta a determinadas corrientes que
estaban sembrando grandes problemas en la sociedad. Así, el liberalismo buscaba eliminar
aspectos tan destacables como la monarquía absoluta, la nobleza, la confesionalidad del
Estado y el derecho de los reyes. Para ello, los liberales promovían la democracia
representativa y el Estado de derecho. 
De esta forma, el liberalismo nace como respuesta, también, a un mercantilismo cada vez
más presente, así como un proteccionismo que estaba sembrando tensiones entre los
distintos reyes. Así, movimientos como la revolución francesa o la estadounidense basaron
sus principios en el liberalismo, volviéndose contra un sistema que estaba instaurado.
Además, de la misma forma, durante el siglo XX, dicho liberalismo también reaccionó ante
el movimiento comunista y fascista que predominaban en determinadas zonas de Europa. 

Principales autores del liberalismo

Entre los principales autores que posee el liberalismo cabría destacar a los siguientes:

 John Locke.
 Adam Smith.
 David Ricardo.
 François Quesnay.
 Frédéric Bastiat.
 Friedrich Hayek.
 Ludwig von Mises.

CONCEPTO DE
LIBERALISMO

¿Qué es el liberalismo?

El liberalismo es la doctrina filosófica que prioriza la protección y fomento de


las libertades individuales como el problema central que debe atender el ejercicio
político.

Tanto en lo político, lo social y lo económico, el liberalismo propone que la razón de


ser del Estado radica en garantizar la igualdad ante la ley y el justo ejercicio de las
libertades. Al mismo tiempo, el Estado debe tener límites claros a su poder, para que
no constituya un impedimento para la vida libre.

Más que una doctrina unificada, sin embargo, el liberalismo en realidad abarca un


conjunto de formas de pensar que comparten la defensa de los derechos individuales
(como la libertad de expresión), la libertad económica, el secularismo, la propiedad
privada, la democracia y el Estado de derecho.

Se trata de un conjunto de formas ideológicas propias de la sociedad burguesa y la era


industrial, de modo que sus orígenes tienden a ser los mismos del capitalismo.

Existen varias corrientes históricas liberales o derivadas del liberalismo, que son:

 Liberalismo clásico. Nacido de la burguesía europea del siglo XVII y XVIII y su


lucha contra el absolutismo monárquico y los privilegios aristocráticos, defendió en su
momento la no intromisión del poder real en los asuntos civiles, la libertad de culto, de
ejercicio político y de ejercicio económico. Fue un movimiento propio del capitalismo
naciente, fundamental en la caída del Antiguo Régimen y en el surgimiento de la Ilustración,
que se opuso a partir del siglo XIX a la intromisión del Estado en los asuntos económicos,
defendiendo las libertades individuales a toda costa.

 Socioliberalismo. También conocido como liberalprogresismo, capitalismo social o


economía social de mercado, persigue un balance entre la defensa de las libertades
individuales y del ejercicio económico, y la protección que el Estado puede ofrecer contra
formas injustas y excesivas del mercado, como los monopolios y otras formas
de competencia desleal, garantizando el estado de bienestar.

 Minarquismo. Partidario del Estado mínimo, encargado únicamente de la defensa


territorial de la nación y el sostén de la justicia y del orden público, este modelo propone
que el resto de la sociedad debe quedar en manos privadas. Este término fue acuñado en
1971 por el estadounidense Sam Konkin (1947-2003).

 Anarcocapitalismo. Conocido también como anarquismo de libre mercado o


anarcoliberalismo, propone una sociedad organizada y carente de Estado, en la que
absolutamente todos los bienes y servicios provengan de la libre competencia del mercado.
Características del liberalismo

Fundamentalmente, el liberalismo se caracteriza por:

 Considerar la libertad como un elemento inviolable de la vida ciudadana, en todos


sus diferentes aspectos: libertad de culto, de prensa, de asociación, de pensamiento, etc.,
siempre y cuando el ejercicio de dichas libertades no contradiga las de los demás. Dicha
libertad debe ser sagrada y el gobierno no debe poder violentarla a su antojo.

 Defender el principio de la igualdad ante la Ley (Estado de derecho), tanto en los


ámbitos políticos como sociales, ya que sólo así el individuo será libremente responsable de
sus actos.

 Defender el principio de la propiedad privada como un derecho inalienable del


individuo, protegido por la ley frente a iniciativas colectivistas.

 Defender la existencia de un Estado laico y una educación laica, compuesto


por poderes autónomos e independientes de acuerdo al modelo republicano
(ejecutivo, legislativo, judicial), pues la solución de los dilemas siempre puede hallarse
mediante el ejercicio del diálogo político.

 Generalmente proponer la mínima intromisión del gobierno en la vida ciudadana, y


la mínima intromisión del Estado en la conducción de la economía.

Origen del liberalismo

Las revoluciones burguesas armonizaban con los valores del liberalismo.

El origen del liberalismo se remonta a la Gran Bretaña del siglo XVII, como heredero
de la filosofía empirista y utilitarista que vio nacer el mercantilismo, una escuela de
pensamiento que demandaba la intervención Estatal en la economía, para garantizarle a
la nación las condiciones para generar riqueza y competir con sus vecinos.

Sin embargo, la intromisión estatal solía beneficiar a las clases establecidas y ejercerle
resistencia a la libre empresa, lo cual iba en contra del ascenso de las clases medias
burguesas, o sea, comerciantes.

Así, en el siglo XVII y XVIII se produjeron las Revoluciones Burguesas, que fueron en
contra de los intereses de la aristocracia y del Antiguo Régimen, especialmente en
Francia e Inglaterra. Así tuvieron lugar las Guerras Civiles inglesas, la Revolución
Gloriosa o la Revolución Francesa de 1789.

Todos estos conflictos cimentaron una nueva forma de pensamiento igualitarista,


individualista y libertario, que se esparció por Europa. Así se propició en unos casos la
caída de las monarquías y en otros casos se las obligó a pactar con el resto de los
actores sociales y económicos.

Para ello debieron ceder buena parte de sus poderes a cambio de evitar ser
guillotinados en una Revolución. Esta transformación política dio origen al
Liberalismo clásico, y fue vital en el surgimiento de la sociedad capitalista.

Liberalismo social y económico

Aunque ambos aspectos conviven en el seno de la filosofía liberal, el liberalismo social


y el económico pueden comprenderse por separado de la siguiente manera:

 El Liberalismo social. Tiene que ver con la no intromisión del Estado en la vida


privada de los ciudadanos, ni en sus relaciones sociales, permitiendo así que exista la
libertad de culto, de pensamiento, de asociación y de prensa, siempre y cuando no se
infrinjan las leyes ni se violenten las libertades de terceros. El liberalismo es partidario del
Estado de derecho, o sea, de la igualdad ante la ley, y considera por el contrario que lo que
ocurra en el fuero íntimo de la vida ciudadana le incumbe única y exclusivamente a los
involucrados, mientras no se esté cometiendo ningún delito.
 El Liberalismo económico. En cambio sostiene la necesaria independencia de las
relaciones mercantiles y comerciales de los ciudadanos de la intromisión del Estado,
siempre y cuando, claro está, este ejercicio no constituya ninguna violencia contra las
libertades de los demás. Así, los impuestos, las regulaciones y las restricciones
gubernamentales deben ser, si no eliminadas, al menos restringidas a su mínima expresión,
para permitir que la libre competencia guíe el mercado y la labor productiva por sus propios
caminos.

Representantes del liberalismo

Adam Smith es uno de los fundadores del liberalismo económico.

Los principales exponentes del pensamiento liberal, a lo largo de la historia, fueron:

 John Locke (1632-1704). Filósofo y médico inglés, perteneciente a la corriente


del empirismo inglés y considerado el padre del Liberalismo clásico, ya que fue el primero
en formular una filosofía propiamente liberal, en la que se consagraba el derecho a la
propiedad privada y el consentimiento de los gobernados. Sus aportes a la teoría liberal y al
republicanismo fueron notables.

 Immanuel Kant (1724-1804). Filósofo alemán considerado uno de los grandes


pensadores de la Edad Moderna, representante del criticismo y precursor del idealismo
alemán. Kant defendió una perspectiva liberal de la sociedad, en la que el libre albedrío es
clave para una vida moral. Para Kant, los individuos debían obedecer sólo aquellas leyes
que consideraran acordes a su voluntad legisladora, y estas libertades fundamentales
únicamente se pueden enajenar cuando así lo decide el soberano, transfiriéndolo al gobierno
en su representación.

 Adam Smith (1723-1790). Economista y filósofo británico, fue uno de los


fundadores del liberalismo económico. Su pensamiento fue clave para el surgimiento del
capitalismo y se halla plasmado en su célebre La riqueza de las naciones de 1776, donde
afirmaba que la libre competencia entre los actores privados distribuye mejor la riqueza de
las naciones que los mercados controlados por el Estado.
 David Ricardo (1772-1823). Economista británico en cuyos tratados se defendía el
establecimiento de una unidad monetaria fuerte, cuyo valor dependiese directamente de
algún metal precioso, como el oro. Fue autor de diversas teorías económicas liberales, en las
que subrayó la importancia de la libre competencia y la comercialización internacional.

Neoliberalismo

Distintas cosas pueden entenderse por neoliberalismo, pero la más usual y la más
reciente tiene que ver con el resurgimiento de la doctrina político-económica liberal a
finales del siglo XX, luego de décadas de práctica keynesiana en Occidente, con
resultados diversos a lo largo de su historia.

Ampliamente criticado por los sectores progresistas de la sociedad, especialmente los


del Tercer Mundo, el neoliberalismo fue implementado durante las décadas del 80 y 90
por gobiernos de distinto tipo.

Por ejemplo, la feroz dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile llevó a cabo


profundas reformas de liberalización de la economía y el trabajo. También fue la
política económica de los gobiernos de Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret
Thatcher en Reino Unido, así como de las cuestionadas gestiones de diversos políticos
latinoamericanos como Carlos Menem en Argentina y Carlos Salinas de Gortari en
México.

El objetivo del liberalismo

“El objetivo del liberalismo es la cooperación pacífica entre todos los hombres y entre
todas las naciones. Cuando hay propiedad privada de los medios de producción en todas
partes y cuando las leyes, los tribunales y la administración tratan a nativos y a extranjeros
en iguales términos, es de poca importancia donde estén marcadas las fronteras de un
país…la guerra ya no compensa; no hay motivo para la agresión…todas las naciones
pueden coexistir pacíficamente”

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