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Origen e historia del comunismo

La visión filosófica de una sociedad comunitaria tiene sus antecedentes más remotos en las

obras República (370 a. C.), del filósofo griego Platón, y Utopía (1516), del inglés Tomás Moro.

En esta última se describe una sociedad imaginaria sin propiedad privada y en la que las

autoridades son elegidas por el voto popular.

En el siglo XVIII, el francés François Babeuf desarrolló una ideología que, durante la Revolución

francesa, planteó un comunismo de la distribución y el consumo y que impulsó la

fracasada conspiración de los iguales.

El ideario comunista se convirtió, en la primera mitad del siglo XIX, en una teoría política

económica y social, gracias a los aportes de las diferentes corrientes del socialismo utópico,

del anarquismo y del socialismo científico.

Este último fue creado por los pensadores alemanes Karl Marx y Friedrich Engels, que

organizaron la Liga de los Justos, luego rebautizada como Liga de los Comunistas. En 1848

ambos autores escribieron el Manifiesto del Partido Comunista.

En este folleto de 23 páginas se anticipan las bases de lo que luego sería el marxismo, entre

ellas la concepción materialista de la historia, entendida como una lucha de clases

permanente, y la idea de que en el capitalismo la relación entre burguesía y proletariado es

esencialmente antagónica. En el último párrafo del manifiesto, los autores hacen

un llamamiento a derrocar por la fuerza todas las condiciones sociales existentes.

Por la influencia de esta obra, el movimiento comunista adoptó una interpretación

revolucionaria del devenir histórico y se propuso organizar un partido que se preparase para la

conquista del poder político.

A lo largo del siglo XIX, los términos «comunismo» y «socialismo» se confundieron entre sí y

se usaron muchas veces como sinónimos. Luego de la Revolución rusa de 1917, y por

influencia de Lenin, se estableció una clara diferenciación, ya que el término socialismo se

utilizó para referirse al período de transición (donde regiría la llamada dictadura del

proletariado), y el comunismo propiamente dicho, una «fase superior», sin clases sociales ni

Estado, en la que cada individuo contribuiría a la generación de riqueza y alimento según sus

capacidades e intereses y recibirá acorde a sus necesidades.


La visión marxista-leninista no fue compartida por formas de comunismo no marxista, como el

anarco comunismo, el anarquismo colectivista y el comunismo de consejos, entre otros.

La fundación de la Unión Soviética (1922), como el primer Estado socialista del mundo, llevó

erróneamente a la asociación generalizada del comunismo con el modelo soviético, situación

que se acentuó durante la Guerra Fría, a pesar del surgimiento de modelos alternativos como

el chino, el vietnamita o el yugoslavo.

Luego de la caída del Muro de Berlín (1989) y de la desintegración de la Unión Soviética (1991),

el comunismo entró en crisis y decayó. En la actualidad, el movimiento comunista plantea

la implementación de sistemas mixtos, que combinen la propiedad privada, estatal y

comunitaria de los medios de producción.

Principios del comunismo


Los principales principios del comunismo son los siguientes:

- Rechazo de la explotación capitalista de la mano de obra.

- Necesidad de suprimir el libre mercado de bienes y servicios y la propiedad privada de

los medios de producción para terminar con la explotación económica y las diferencias

sociales.

- Propiedad social de los medios de producción y gestión de la generación de la riqueza

y los alimentos de manera comunitaria y según los intereses y capacidades de cada

individuo.

- Construcción de una sociedad basada en la igualdad, la equidad económica y la

cooperación entre los individuos.

- Aspiración a satisfacer las necesidades de todos los seres humanos y a que cada

individuo desarrolle su capacidad de autorrealización.


Características comunismo:
El comunismo es una doctrina ideológica, política, económica y social que propone la igualdad de clases
sociales por medio de la supresión de la propiedad privada, la administración de los medios de
producción por parte de los trabajadores y la distribución equitativa de la riqueza. Entre las principales
características del comunismo, tanto ideológicas como pragmáticas, podemos señalar las siguientes:

1. Se fundamenta en la doctrina marxista


Carl Marx y Friedrich Engels son los ideólogos de este modelo de pensamiento. Juntos redactaron y
publicaron en el año 1848 el Manifiesto Comunista. Marx profundizó sus planteamientos en su obra
cumbre, El Capital, publicada en 1867. A partir de sus planteamientos, han surgido diferentes corrientes
de pensamiento marxista y se han generado diversos regímenes políticos de tipo comunista, como los
de la antigua URSS, Cuba, China y Corea del Norte, entre otros.

2. Nace como crítica al capitalismo


El comunismo nace como una crítica al capitalismo liberal desarrollado en Europa desde la revolución
industrial, que había supuesto la transformación de los modos de producción y, en consecuencia, del
orden social. Entre dichos cambios se cuentan: la consolidación de la alta burguesía como clase
dominante, la aparición de la clase obrera o proletariado, la masificación de la sociedad, la
absolutización del capital como valor social y la profundización de las desigualdades sociales.

3. Introduce los conceptos de estructura y superestructura


Según Marx y Engels, en la sociedad capitalista se puede distinguir una estructura y una superestructura.
La estructura estaría conformada por la sociedad y el aparato productivo.
La superestructura correspondería a las instituciones que controlan el imaginario social (la cultura) y
justifican la desigualdad, tales como el Estado (capitalista), el sistema educativo, las instituciones
académicas, la religión, etc.

4. Se justifica en el principio de lucha de clases


El comunismo se justifica por la existencia de la lucha de clases y la necesidad de alcanzar la igualdad
socioeconómica. Si la alta burguesía es la propietaria de los medios de producción, el proletariado es la
fuerza de trabajo y está subordinada al poder de la primera.

El comunismo plantea que en el capitalismo el proletariado no tiene control sobre los medios de
producción, sobre los productos que elabora o sobre las ganancias que su trabajo genera. Esto deriva en
explotación, opresión y alienación. Por ello, existe una tensión inherente al sistema que debe ser
liberada por medio de la revolución y la instauración de un nuevo orden.

5. Concibe la alienación como un problema social


El comunismo sostiene que la alienación es un problema social y no estrictamente individual. La concibe
como la naturalización y justificación ideológica de la desigualdad social, la explotación y la opresión. La
alienación, según el comunismo, es promovida por la cultura dominante y es responsable de que el
proletariado no tome conciencia sobre su condición, lo que favorece la perpetuación del sistema
capitalista. Por lo tanto, la revolución pretende despertar la conciencia social.

6. Propone la eliminación de la propiedad privada


Para que sea posible la igualdad de clases y el fin de la explotación, el comunismo plantea eliminar la
propiedad privada de los medios de producción, lo que se traduce en el control de los trabajadores
sobre estos a través del sindicato y las organizaciones colectivas de base. Al no haber propietarios, no
puede existir ni la explotación ni la desigualdad.

7. Es anti-individualista
El comunismo es contrario al individualismo, pues hace de la conciencia de clase un principio
fundamental e interpreta el individualismo como un rasgo capitalista. Por ello, todo individuo es visto
como expresión de su clase, y solo la clase proletaria es considerada como representación genuina del
“pueblo” y del bien común. En este sentido, la auto-promoción social y la libertad económica individual
no son bien vistas.

8. Combate a la burguesía
El comunismo ve a la burguesía como el enemigo a combatir. Esto no se limita solo a la alta burguesía,
propietaria de los medios de producción, sino también a la mediana y pequeña burguesía que
normalmente ocupa las instituciones estatales, académicas, profesionales, culturales y religiosas,
responsables de la formación ideológica (superestructura).

9. Propone una sociedad autónoma


Desde el punto de vista teórico, el comunismo plantea que la sociedad aprenda, eventualmente, a
regularse a sí misma sin necesidad de la intervención del Estado o de una élite gobernante. Ninguna
experiencia histórica del comunismo ha llegado a este nivel.

10. Los regímenes comunistas se auto-promueven como conciencia del pueblo


Ya que llegar a ser una sociedad autónoma es un proceso largo, le corresponde al Estado revolucionario
garantizar la distribución de la riqueza en los términos propuestos. Los regímenes comunistas pretenden
actuar, pues, como la conciencia del pueblo, el único intérprete válido de sus necesidades y el único
administrador de sus bienes (único distribuidor de la riqueza).

11. Promueve el unipartidismo


Para el comunismo, una sociedad igualitaria pasa por una cultura política unitaria, justificación para
rechazar la diversidad ideológica y promover el unipartidismo. Sin embargo, ya que los regímenes
comunistas se promueven a sí mismos como sistemas populares y democráticos, puede que el
unipartidismo no derive en la ilegalización de los partidos opositores, pero sí en su desmoralización,
persecución y arrinconamiento.

12. Tiende al capitalismo de Estado


En algunos modelos comunistas, los medios de producción expropiados permanecen bajo la tutela del
Estado que, a su vez, controla a los sindicatos. Por ello, existe la tendencia del comunismo a derivar en
un capitalismo de Estado, que actúa como un ente monopolizador.

13. Tiende al totalitarismo


Los regímenes comunistas tienden a penetrar todos los ámbitos de la vida social en virtud de sus
principios anti-individualistas. Así, en los regímenes comunistas es común observar el control y censura
de los medios de comunicación y los sistemas educativos, la injerencia del Estado sobre la familia, el
unipartidismo, la persecución política, la prohibición de la religión, la estatización de los medios de
producción, la estatización de la banca y el sistema financiero y la perpetuación de la élite gobernante
en el poder.
Características de un proletario

- La clase obrera es la que dispone de pocos recursos económicos y capacidad de ahorro.

- Su labor es esencial para el desarrollo empresarial y social porque son quienes realizan la


mayor parte de los trabajos.

- Dependen económicamente de su empleador y su actividad.

- No disponen de recursos y medios de producción propios a los que recurrir para generar
ingresos por su cuenta.

- Su principal trabajo lo desempeñan en ciudades y entornos industriales.

- Su situación es precaria, ya sea por un bajo salario o por no tener seguridad sobre la
estabilidad de su empleo.

- Las condiciones laborales a las que se encuentran sometidos son mejorables.

- Su nivel de estudios y formación profesional es bajo.

¿Cómo era el proletariado en el siglo XIX?


Eran sometidos a largas jornadas de trabajo (hasta 16 horas), las condiciones de seguridad en
las fábricas y minas eran muy precarias, carecían de seguro médico, de paro o de vejez. Esta
situación los llevó en muchas ocasiones al alcoholismo, al juego, la prostitución e incluso la
delincuencia.

Origen y evolución del proletariado


El término de proletariado —una derivación del latín proletarĭus— aparece por primera vez en
el Imperio romano para designar a los ciudadanos con la clase social más baja dentro de la
estructura social de su época. Concretamente, los proletarios eran aquellos ciudadanos que no
poseían ninguna propiedad y el Imperio romano los consideraba útiles solo para tener
descendencia —prole— que convertir en soldados que aumentaran el poder del Imperio
romano.

Llegado el siglo XIX, el proletariado cobró un especial protagonismo gracias a la Revolución


Industrial. En esta época, la fuerza de trabajo obrera era el pilar básico para que las empresas
pudieran expandirse y aumentar su producción en las cadenas de montaje.

Como consecuencia de este momento histórico, el proletariado se encontraba todavía más


explotado que en el pasado. Esto llevó a que Marx plantease su teoría de la lucha de clases, y
con ello le dio a los proletarios la conciencia de clase suficiente como para unirse y buscar
defender sus derechos frente a la clase burguesa dominante.

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