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NUEVO DICCIONARIO DE

TEOLOGfA
,,,.
t
BIBLICA
t,

dirigido por
P. Rossano/ G. Ravasi / A. Girlanda

adapt6 la edièi6n espafiola

Equipo de redaccion EP

•
EDICIONES PAULINAS
 PRESENT ACION

EL CAMINO a seguir en la construccion de un Diccionario de teologia

biblica presenta un recorrido sumamente arduo y sembrado de aspere-
zas. El cumulo de cuestiones que hay que afrontar tiene que ver no solo
con la dimension cuantitativa de la empresa: pensemos en la inmensa
area historico-literaria que la Biblia abarca, con sus multiples volumenes
a menudo estratificados en su interior. Los problemas se agudizan sobre
todo en .el plano metodologico y cualitativo, plano que algunos autores
consideran corno absolutamente infranqueable. Por algo uno de los
principales hist0riadores del Antiguo Testamento, Roland ~e Vaux, en

l
polémica con uno de los mas ilustres exegetas de nuestro siglo, Gerard
von, Rad , autor de una encomiada Teologia del Antiguo Testamento,
declaraba la absoluta imposibilidad de construir una teologia biblica, "a
no ser aceptando violent~r la historia".
Sin embargo, no ~an faltado autores q?e han intentado_y si~p~~ n
intentando en la actuahdad superar esta apona aparentemente msoltfti1e.
Por poner un ejemplo cronologicamente lejano, ya en el 1787 un teologo,
J . Ph. Gabler, se pla_nt<,aba la cuestion de la ratioformalis, es decir, del
estatuto propio de la teologia biblica respecto al de la dogmatico-espe-
culativa; su obra se titulaba significativamente Dejusto discrimine theo-
logiae biblicae et dogmaticae. Pero los resultados no fueron afortunados
ni convincentes. Por t;so, durante un par de siglos se han seguido mez-
clando las dos disciplinas de forma hibrida. Para los cat6licos la teologia

I
i
C> Ed ,cwnes Pauli nas 1990 ( Protasio G6 mez, 11-15 . 2802 7 Madrid )
Tcl (91) 742 5 1 13 - Fax (9 1) 742 57 23
e: f.d w oni Pao li ne s.r.l. - C in isello Balsam o - M ila n 1988 2
I 11 ulo o ngmal: N u ovo d izio nario di teologia biblica
biblica debia plegarse al pian ya preparado por la dogmatica, a la que
tenia que ofrecer tan solo un punto de apoyo, articulado muchas veces
en una lista arida de textos probatorios sacados de la Biblia. De esta
forma las teol?gias bibli_ças seguian los esquemas trazados por los tra-
tados dogmatlcos; son ejemplares en este sentido la Theologia biblica
del dominico F . Ceuppens (1949) y la misma Teologia de san Pablo,
clasica y benemérita, del jesuita· F . Prat (1920. No era distinto lo que ,
hacian los protestantes, que, a pesar de su privilegiada atenci6n al dato
biblico , lo organizaban e interpretaban seguo categorias a menudo ex-
traiias para producir.la teologia sistematica.
Un tanto ra~ ~cal113ente, el americano J. K. McKeiizie - que, sin

,
l ra!luetd.o por Eloy R equena y Alfo nso Ortiz embargo, ha esento una Teologia del Antigua Testamento- observaba
f- o w.com~.ici6 n: Marasan. S . A. S an En rique, 4. 28020 Madrid que "la teologia b(blica',es la unica disciplina en el ambito de la teologia
l m:pruo por Fai:es.o . Paseo de la D irecci6 n, 5. 280 39 M adrid que carece de principios, de métodos y de una estructura universalmente
f n cu.a dernaei.ò o. G6m.ez A paricio . S . A. Asto rga , 29. 28940 F uenlabrada (Madrid) admitidos; mas aun , ni siquiera ,existe una definicion, universalmente
1-..0 ..... 84-2BS.l 357-0
Dq,òo;,to legaJ· M . 3 4 .896- 1990 aceptada, de sus finalidades y de sus cibjetivos". Por esto , antes de
b.n.pn-,IO en & patta. -Pro med ,i n S p ru n recorrer las 166 voces que desar'rolla este Diccionario y las 35 de referen-

Eucaristia
No\ ela r narraciOn corl a en lsrael. en S c HREI·
1
NER. J .. · Palabra r mensaje d el A nt ig ua Testa·
m ew o . Barcelo n à 1972. 387-407: M E1N H 01. n A ..
Die Ga tllm g der Josephsgesch ichre und des
Esthe rbuches: Diasp o ran o ve lle, cn .. ZA W " 87
( 19 75) 306-324: 88 ( 19 76) 72-9 3: MoORt C. A ..
Esther. Do ubl eda y & Co .. Nueva Yor k 197 1:
M ooRE C.A .. On the Origins of L X X Addi1io11s
ro 1/Je Book of Es ther. en "JBL" 92 ( 1973) 382-
393 : R I NGG R EN H .. Das Buch Est/Jer. Yand en-
h oec k & R ., G o tì nga 19672: T ,, L M ON S .. H/isdo m
in th e Book of Es rher. cn "Vetus Testa mentu m"
I 3 ( 1963) 4 19-455 : W C RT H WEI N. Es t/Jer, Mo hr.
T ub inga 19692_
G. Ra vasi
EUCARISTiA
S u , 1AR 10 : I. IA s riquezas de la eu caris tia.
Il. La p rax is e u caristica e n la Jg /esia primiliva:
I . La e ucar istia corno " frac ti o panis~·~2. Un an -
tiguo ejem plo de cele bracìòn eucaristica~ 3. La
ccle braciò n d c la e ucarist ia en Co rint o. 111. El
re /a i o de la ins 1i1uci611 de la eucaristia: I . En
Pa blo y Luca s: 2. En M arco s y Matco. IV . Sig-
n ifìca do teol6gico d e Jas p alabras y de Jos gesto s
en la ins 1i1u ci611 d e la e ucaris tia: I . El cuerp o y
la san g re d e C ri sto; 2. El simbolismo d el pan y
d el vin o ~3. La euc aristia co rno mcmoriaJ ; 4. La
eucaris tia co rn o nueva al ianza . V. LA d o ctrina
eu caris tica en Juan : l. La alianza nucva y e1
m anda m ìe nt o d el am or ; 2. El d iscurso eucaris-
tico . V I. /g /esia y eu caristia .
I. LAS RIQUEZAS DE LA
EUCA RISTIA. La eucaristia hasido
siemp re el centro de la vida de la
Iglesia, de la que constituye el
" mysterium fidei " por excelencia. Se-
gun los diversos tiempos y las dife-
re ntes sensibilidades se ha acentuado
un as pecto mas bien que otro, puesto
que en realidad en ella se entrecruzan
en parte tod as las verdades que hay
que creer y vivir.
En estos ultimos tiempos, por ejem-
plo , se ha intentado acentuar el as-
pecto eclesial y socia! de la eucaristia.
Pe nse mos en el tema del congreso
euca ri stico internacional de Lourdes
lii!'
578
( 198 l ): "Jesucristo, pan partido
un mundo nuevo". La Confer Por
Episcopal ita liana, et 22 de ma encia
1983, promulgò un documentio de
es te titulo
· • significativo : "Eucar·ISlia
c?n
co mumon y• comunidad"
• , po n1en
· '
d o a Ia euc~~1stia en_ el centro de tod -
la ren?vac1on ecles1al , de scubriend~
que, s1 e_s '.'erdad q~e la Iglesia hace
la eucanstia, tamb1en es verdad
.. I . . I que
es a euca nslla a que hace a la Igl
sia" (H . de Lubac) . e-
,'.\l i~tentar exponer una reflexiòn
um!ana sobre la doctrina de la euca-
~1st1a en el NT, no nos detendremos
umc-:i~ent_e en las palabras de la ins-
t1tuc10n , smo que captaremos todos
los signos de su presencia, exploran-
do sobre todo la praxis viva de la
Iglesia.
Il. LA PRAXIS EUCARISTI-
CA EN LA IGLESIA PRIMITIVA.
Pues bien , \o ~as interesante es que
la Iglesia pnm1t1va desde sus otigenes
practicaba la eucaristia, aunque no
la llamaba con este nombre. En efec-
to, et sustantivo eucharistia para de-
signar la liturgia eucaristica sòlo apa-
rece por el 110 d .C. con Ignacio de
Antioquia (Philad. 4,1; Smy rn. 7, 1;
etcétera) y hacia et 150 con Justino
(Apol. 1,66). En el NT las dos~unicas
designaciones son "fracciòn d~I pan"
y "cena del Seiior", probableme!lte
para acentuar la dimensiòn soc1al,
que podia perderse si se reducia la
eucaristia a una mera "acciòn de gra-
cias", es decir, a una relaciòn exclu-
siva o casi exclusiva con D10s.
I. LA EU CARISTÌA COMO "FRAC·
no PANIS". En este sentido ~s muy
importante el testimonio del hbro de
los Hechos. Al describir en un suma-
rio rapido la vida de la primitiva co-
munidad de Jerusalén, Lucas la ve
caracterizada por cuatro elementos.
los nuevos creyentes "eran conS t an1~~
en escuchar la enseiianza de tos ap tir
toles, en la uni6n fraterna, en par
579
en .(as oraciones" (He 2,42).
el pan Y cuatro térmmos nos perm1-
EsW5
51 mbrar con notable aproxi-
ten V! ~ 0 que realmente significan:
macion iianza (didajé) de los ap6~to-
"la}~!~eria significar la evangehza-
le~ as profunda de los creyentes,
c1on 0 s cuales se creaba de este
entre na comuniòn fraterna (koi-
m_od.0) umas intima, basada sobre
noma la misma fe . Esto llevaba a
rodo en.bremente en comun ' Ios m1s-·
11
ponerb·enes matena
.
1es, corno conse-
1 marcharse al dia siguiente, estu vo ha-
mos1•a natural del creer comun
cuenc
(v 45). I " (,kl . . , (He 20,7), de modo que el pequeiio
·La "fracci6n de_ pa~ as,s tou
artou)es un gesto hturg1co qu_e replte
exactamente el que. h1zo Jesus en la
ultima cena, y quiere _e xpresar e!
com partir q ue lleva ~ons1go ~ste ges-
10 1ipicamente Jud10. Las orac10-
ne's" que si!l,uen debian ser, se1p1n. el
1ipo de la todah (= alabanza)_Jud1a,
celebraciones y alabanzas a D10s por
sus intervenciones salvificas, cuya
cima estaba representada precisamen-
te por lo que la eucaristia queria sig-
nificar en la intenci6n de Cristo: estas
"oraciones" podian sacarse de la rica
lradiciòn del A T , o bien ser creadas
ex novo dentro del clima de entusias-
mo de los primeros creyentes.
También lo que se dice en el ver-
siculo 46 parece referirse entonces a
la celebraciòn de la eucaristia: "To-
dos 1.os dias acudianjuntos al templo,
part1an el pan [kl6ntes arton] en las
casa~, comian juntos con alegria y
senc1llez de coraz6n". No parece que
se Irate en_este caso de banquetes
comunes, smo de auténticas celebra-
ciones eucaristicas, hechas no ya en
del templo, en donde no habrian teni-
o ya ningun sentido, puesto que
:ran corno una especie de antitesis,
~o en las casas privadas con la ale-
gna 1•/a ga //'1as1s)que
• '
este encuentro de
1,
enop Od'1
lérmi ~ !11enos_ de suscitar. Es et
1ado n?/lao (partir en trozos), utili-
ob(ig so O pa~a la eucaristia, et que
a a esta mterpretaci6n.
Eucaristia
2. UN ANTtG UO EJ EMPLO DE CE-
LEBRACI6 N EUCARISTI CA. Por lo de-
mas, siguiendo aun con et libro de los
Hechos, hay un episodio caracteristi-
co que confirma el uso de la celebra-
ci6n eucaristica en las casas particu-
lares, y ademas en dia de domingo.
En su tercer viaje misionero, al vol-
ver a Jerusalén, Pablo se detiene siete
dias en Tròade: "El prirner dia de la
semana nos reunimos para partir el
pan (klt:isai imon). Pablo, que debi a
blando con ellos hasta medianoche"
Eutico, que estaba sentado en la ven-
tana, se durmiò, cayò del tercer piso
y lo levantaron ya cadaver. Pero el
apòstol le restituyò prodigiosamente
la vida. Luego subiò, "partiò el pan
(klt:isas tòn arto';) y com16, estuvo
hablando (homilesas) hasta e! alba y
se march6" (20, 11 ). .
Es evidente por todo el conJunto
que se esta hablando de la celebra-
ciòn eucaristica: por ?Os vece~.apare-
ce la expresiòn "partir_el pan . Ade-
mas, hay una referenc1a a la prolo~-
gada "homilia" de Pablo, qu~ debia
ser rnuy probablement~ una 1lustra-
ci6n del misterio eucansuco.
3 LA CELEBRACl6N DE LA EUC.A-
RIS~iA EN CORI NTO. Sigu_iendo auf
I terreno de la prax1s ecles1a ,
~;mebién es significativo lo q_ue ocu-
. la comunidad de Connto, en
drro1andeen Pablo habia predicado por el
51-52 y donde ha biana . eI do ' •por. im-
I . eneroso cnst1ano,
ciativa ,de_ a g:n t~nte curiosa: antes
una pracllca as . tia ropiamente
de celebrar la eucans pmbién para
dicha, probableme~~~ \~mabanjun-
esperar a los retrasfavo~ecer la frater-
tos una cena parai mas pobres. De
nidad y ayudar a e~~aristia adquiria
esta manera_ a · · n socia!· no era
• su d1mens10braciòn 'cultua J,
ademas
I
solamente un~ c:nela vida intentan-
sino que entra a
do transformarla.
...,..,
Eucaristia
Pero el hecho es que no lleg6 a
alcanzarse este objetivo, de lo que
del hombre; al trasladarse
mundo ~e_lenista, bajo la in'nego al
58Q
Pablo se queja amargamente: "Cuan- de la -rehg16n de los mister· Uenc1a
b na , converti"d o en . la evocaios
· , se ha-
do os reunis en comun, ya no es eso
corner la cena del Sefior. Porque cada muerte
lll ; /
sacrificial
Comida
de'Cristo
lll].
[)
0
p de la
ascua
cual se adelanta a corner su propia
cena; y mientras uno pasa hambre ,
otro se emborracha ... l Qué os voy a I . EN P ABLO Y LU CAS Pe
ra que hemos empezado haro aho.
decir? lHe de fel icitaros? En esto no
os puedo felici tar" ( I Cor 11 ,20-22). 1~ "~rad ici?n" de la celebraciò~!ar de
Prescindiendo de todas las buenas nstica, evidente en Pablo I-i euca.
intenciones que podian haber induci- decir que también en los t~es a~ que
do a aquellos cristianos a introducir ticos, que nos transmiten la sinop.
., d • • ., narra-
la practica de un banquete fraterna! c1on e 1a mstituc1on dè la euca nstta
. ,
• gre de .la alianza ". s:~1gre, la sa~-
antes de la celebraci6n de la eucaris- e re ato
I I
• es e• tipo cultual-etiolo'g1co
d . ,
tia, Pablo interviene para eliminar es d ec1~,, se.. 1~te?t~ dar una funda'.
aquellos abusos que herian la cari- meiy.tac1~m h1stonca" que "motive"
dad . Y lo hace recordando simple- el nto, sm pretender con elio ofrecer
mente las circunstancias en que se todos ~os elementos que pudieron in-
habia instituido la eucaristia y el sig- tervenir en aquel hecho fundador
nificado que le habia querido dar Je- Esto n_o q1:1iere decir que el hech~
sus con sus gestos y sus palabras: "Yo haya s1do mventado, sino tan solo
recibi del Sefior lo que os he trans- que es referido por là importancia
mitido: que Jesus , el Sefior, en la no- "fundante" que tiene, sin perderse en
che que fue entregado tom6 pan ... " todos los detalles que hayan podido
(I Cor 11,23) . acompafiarlo .
Es lo que escribe X. Léon-Dufour
lll. EL RELATO DE LA INS- después de un atento exanien critico,
TITUCION DE LA EUCARISTIA. especialmente del texto de Marcos.
Es importante esta referencia a la "tra- "Es obligado concluir que e! relato
dici6n" que el ap6stol "transmiti6" no pretende directamente referir un
episodio biografico, sino proclamar
fielmente a los cristianos de Corinto
una acci6n fondante. En su culto, los
(51-52 d.C.) . Con elio nos remonta-
mos a los tiempos anteriores a su cristianos se han referido siempre a
la cena y al acto de Jesus, cuyo al~an-
predicaci6n en Corinto; a su expe-
riencia realizada en la comunidad de ce teologico han procurado manifes-
Antioquia, que practicaba ya la litur- tar. l Quiere decir esto que e! rel~t~ es
un producto de la practicaeucansti~a
gia eucaristica, y cuyo formulario pa-
rece referir san Pablo, casi idéntico al y que en si mismo no tiene val or _bis;,
que encontramos en Lucas. torico? Tal deducci6n seria exces1va
Esto nos lleva precisamente a los (Lafracci6n del pan, I 16).
origenes mismos de la liturgia euca- Y e! autor lo demuestra con mu-
.· corno
ristica, quiza al 40 d.C., es decir, a chas pruebas: sem1t1smos -
pocos afios después de la muerte de "partir e! pan"· "bendecir", etc. - q~e
Jesus, tiempo totalmente insuficien- habrian sonado mal a los oidos gne-
te para que se verificase aquel cam- gos·, Jesus hace circular una solaomun
bio de significado en que ha pensado de vino , en contra del 1uso
copa
. e po de
H . Lietzmann, segun e! cual inicial- entre los judios de aque ttem
mente la eucaristia habria sido la ce- utilizar varias copas, etc: d pablo
lebraci6n de un banquete festivo en La tradici6n que se denv~ . "an·
espera del pr6ximo retorno del Hijo puede definirse corno tradicion
" 581
" precisamente porque pro-
ti_oqu~;:tdicha Jglesia; a _ella se refiere
v1ene_én Lucas, que tiene muchos
tambi de contacto con Pablo, corno
puntrlcilmente por la confrontaci6n
se ve bos textos (I Cor I I·, 23-26; Le
de am
19
22, . -~~trar en detalles exegéticos,
Sin ustaria solamente llamar la
nos ~on sobre algunos elementos co-
atenci que caracterizan- ,a la tradi-
munes,
. , ntioquena: I) e I ana - d I"d o d e Ia
c1on a . h" J ,
. .1aci·on a repetir 1o que
mvi • 120 , ,, esus:
"Haced esto en 11?-emona mia , que
en Lucas solo se dice para ~I. pan Y,fn
p blo también pa_ra e! cahz; 2) m
ato" se quiere af1rmar que la copa
ree stituye y representa Ia a 1·1anza,
CO n , u ,,
que se presentii: aqu1 corno nu~va ,,
naturalmente s1empre por medi<? de
la sangre; el acento recae en la ahan-
za, como resultado del don de amor
de Cristo; 3) tanto Lucas corno Pa-
blo subrayan la· separaci6n entre la
consagraci6n del pan y la del vino
("después de cenar"), que reconstruye
mejor el fondo hist6rico, a cliferencia
de Marcos y de Mateo, que han litur-
gizado mas el relato eliminando toda
separaci6n entre. los dos gestos; 4) a
proposito del cuerpo se dice clara-
mente que se "eµtregà" a la muerte
"por vosotros", çasi diàlogando con
los presentes; 5) en lo que se refiére
a la sangre, Lucas dice expresàmente
que "es derramada por vosot-ros1',
esto es, dada en ofrenda sacrificial.
P~blo no refiere estas palabras, pero
:nade . un comentario que e_xpresa
ste m1s~o concepto: "Pues s1émpre
que come1s este pan y bebéis este caliz
anunciais la muerte del Sefior hasta
que vuelva" ( I Cor 11,26).
t
te;· EN MARCOS Y MATEO. Para
de _el c_uad_ro completo del relato
1
Poda nstituc16n de la eucaristia no
cos emos olvidar los textos de Mar-
car~ de M'.1t~o, que podemos califi-
tendr~ trad1c16n "~arciana", ya que
a su prototipo en el ,segundo
evange1 1·_st a,. otros la Il
..-
Eucaristia
)erosohmitana" aman también
liturgia de aq ,lpl orque recogeria la
J • J erem1·as queued as lgle s1as · (p eJ.
po c_o~side~6 la d~r;::,ie mucho ti~~:
trad1ci6n mas . arcos corno la
por el mayor n·:tnt1gua, sobre todo
umero de sem1t1smos
··
que contiene).
Entr~ las diferencias ,
d~ esta lo que se di mas d~staca-
es identificado mas d~e del cahz, que
la,sangre de e • irectamente con
. nsto que f d
la ahanza·· "E'sta es 'mi un amcnta
q ue las'angre.. , ce ademas
multitud" (per?pe~Ìtinc)rral madala por_la
cas · , . , o cu rem1te
I aut~maticamente al cuarto oe-
ma del s1ervo de Yhwh· "Él pii
vab 1 · , que e-
,a os pecados de muchos e inter-
ced1a p_or los malhechores,, (1s 53, 12)
Ademas, _san Mateo, por su propi~
cuenta, anade el comentario teologi-
co: "p~ra remisi6n de los pecados"
que mira a poner de relieve la libr;
entrega de Jesus a la muerte.
IV. SIGNIFICADO TEOLO-
GICO DE LAS PALABRAS y DE
LO~ GESTOS EN LA INSTITU-
ClON DE LA EUCARISTiA. En
este punto conviene que intentcmos
una profundizaci6n teologica del
sentido de las palabras y de los gcstos
que realiz6 Jesus durante la que fue
su ultima cena y que él,ordena repetir
en recuerdo suyo.
Es evidente que él realiza unos ges-
tos verdaderos, pero-simb6licos, de
los que los ap6stoles en aquellos mo-
mentos no debieron comprender casi
nada: algo analogo a los gestos de los
antiguos profetas, que no significa-
ban solamente, sino que realizaban
lo que significaban. _Como cuando
Ezequiel tuvo qu~ afe1tarse la cabeza
y dejar que e_l v1ent<? se ,!le~a!a sus
cabellos y D1os le dice: Diras a la
casa de ' lsrael: Esto dice el Sefior
Dios: Ésta es la ciudad de Jerus'.1-
lén ... " (Ez 5,5). Se trata de_l anunc10
de la dispersi6n en el dest1erro, que
Eucaristia
de hecho se verificara; en el ge~to
simb61ico del profeta es_ta contemda
en cierto sentido la reahdad . . siderada corno "el alma de la Vidc~~-
Asi cuando Jesus dice: "Esto es m1
cuerp~", o bien: "Esto es mi ~~ngre",
intenta establecer una rdac10n ver-
dadera y objetiva entre ~quellos ele-
mentos materiales y el m1steno de su
muerte, que encontrara su corona-
ci6n en la resurrecci6n. lPuede lla-
marse todo esto "transustanciaciQn ",
corno propone el concilio de Trento,
aunque sin presentarlo corno dogma,
o de alguna otra manera, corno su-
gieren ciertos te6logos mo.dernos?
Creo que carece de importancia: .lo
que sigue siendo verdad es que aque-
llas palabras crean una situaci6n nue-
va en aquellos elementos comunes de
la alimentaci6n humana, por lo que
realmente realizan una misteriosapre-
sencia de Cristo corno actualmente
vivo, pero que se entreg6 a la muerte
por nosotros.
I. EL CUERPO Y LA SANGRE DE
CRISTO. En este sentido hay que en-
tender bien la doble referencia al
"cuerpo" y a la "sangre". No se trata
de dos elementos constitutivos del
hombre que, separados entre si, in-
te n ten representar un estado de
muerte, corno se dice muchas veces.
Deben entenderse mas bien sobre e!
fondo de la antropologia semita. El
término soma (cuerpo) correspon-
de casi seguramente al basar hebreo
(stirx, corno dice Jn 6,51-59), que sig-
nifica al hombre en cuanto ser fragil
y perecedero: las palabras que afia-
den Pablo y Lucas ("que se eritrega
por vosotros", "que es entregado por
vosotros ") sefialan claramente el des-
tino de Jesus a la muerte, en cuanto
muerte salvifica. Por eso podriamos
traducir la expresi6n "Esto es mi cuer-
po" por "Lo que estoy haciendo (pan
partido y repartido) significa de an-
temano la ofrenda de mi persona por
vosotros".
Por lo que se refiere a la "sangre",
también ella exp_resaria un eone
582
tipicamente semita: la sangre es epto
pertenece solo a Dios (Lev 17,11.t/
Por eso estaba severamente proh·/
do matar a un hombre (Gén 9 )1 1·
decir, "derramar" su sangre. Àt6 ,hes
d " d erramada" Jes·a-
.blar e su ,. sangre
• , us
mtenta re1enrse a 1a muerte viole
ta que muy pronto habrian de dar~;
los hombres, pero que·de hecho ser'
"en favor nuestro", por nuestra sai~
vaci6n.
Se trata por tanto de dos elemen-
tos, los del cu~rpo y de \a·sangre, que
expresan la m1sma reahdad, es decir
la libre entrega de Cristo a la muert~
sin eludir las consecuencias ultimas
que su actuaci6n habia desencadena-
do en el animo ya exacerbado de sus
adversarios. En fin de cuentas, podia
tornar o sòlo el pan o solo el vino
para significar todo esto.
2. EL SIMBOLISMO DEL PAN Y DEL
Y!NO. Pero Jesus emple6 ,el pan y e!
vmo para expresar no solamente su
muerte, sino también su entrega en
alimento a los hombres para·encon-
trarse con ellos en la celebraci6n fes-
tiva de un banquete, dei que estos
elementos sori / simbolo e instru-
mento al mismo tiempo.
Efectivamente, en la perspectiva
biblica el pan designa el alimento in-
dispensable para vivir; proviene de la
omnipotencia del Creador, gue se lo
concede a quienes lo piden (Ex 23,25;
Sai 78,20; 104,15; 146,7; etc.). P~ec1-
samente por esta relaci6n que uene
con la vida se presta muy bien p_ara
significar el banquete escat_o)6g1co:
"Dichoso el que coma el pan en el
convite del reino de Dios"(Lc 14,15).
El vino, por su parte, no indie:
tanto el elemento primordia! para 11
vida corno la plenitud de la v1da e~f
gozo. Simboliza el aspecto agrada e
de la existencia, la amistatl, el arno;~
la exultaciòn; también se le usa pa
1111
583 .
•
Eucaristia
1 legriace!est1al (Am 9,14; acuerdeM de sus li I
designar ~: 31 12; etc.).
4 pretende invitar!/ aes o d~ Israel, se
os 2,2 } 0 lo que venimos_ d\ciendo para re · que intervenga
De to 1 0 que la eucanst1a, aun
resulta c=~do la muerte ~el Sefior",
nor te pe11r
da~e las
lo sus1·gestos salvifi1cos·· "Se·
?P ico, acuérdate de mi;
"procla:Ontecimiento festivo? ya que as" . uerzas tan s61o una vez
m , gnta Sansòn (Juc 16 )
es un a I presencia del resuc1tado en do esta ,28 cuan-
cele~rad:los suyos en el acto de darse teos As~ punto dc castigar a los filis-
rned 10 . 0 corno dispensador de la . • rezan ta~bién los salmistas
a_si rnis; uellos elementos q~e signi- en sus lamentac1ones individualcs
v1da er \altaciòn de esta v1da. La (Sai 25,7, etc.) o colcctivas (Sai 74 2·
106,4). , ·
fican. a.e no se detiene en la muerte,
eucanSUase abre a la vida; no es• la L~ inyita~i6n de Jesus a hacer lo
· 0 que
sin oraci6n de un. muerto, smo q~e. el h1z~ e~ memoria M(eis antim-
onrnern • nesm) de el tiene su paralelismo en
e ltaciòn de un v1v1ente que se
la ex: con los suyos en la mesa del las palabras dc Moisés, cuando orde-
sient te en el tiempo, esperando na }a anamncsis pascual: "Este dia
banque d I sera memorable.(zikkaròn) para vos-
que llegue el banquete e a eter- otros y lo celebraréis corno fiesta del
nidad.
Seiior, ~~mo instituci6n perpetua de
generacion en generaciòn" (Él!. 12
3. LA EUCA:RISTfA co_Mo MEMO- 14). Pues bien, sabemos que para lo~
RIAL Esto exphc~ por que, en ~s~era hebreos la celcbraciòn dc la pascua
de ese acontecim1ento escatol~g1co,
no era solamente el rccuerdo dc un
tiene que repetirse e! gesto re_ahz~d.? suceso pasado, sina también su rcac-
porél: "Haced esto en memona mia , tualizaci6n, en el sentido de que Dios
segun la tradici6n que hemos llama-
estaba dispuesto a ofrecer dc nucvo
do antioquena. a su pueblo la salvaciòn que neccsi-
No esta del todo claro el significa-
taba en otras nuevas circunstancias
do de esta expresi6n. Segun J. Jere- històricas. De esta mancra cl pasado
mias querria decir: "Haced esto para
irrumpia en el presente, fermentan-
que Dios se acuerde de mi", es decir, dolo con su fuerza salvifica.
para que tenga en cuenta mi entrega
En conclusiòn, podemos decir que
por los hombres. Pensamos mas bien el "Haced esto en memoria mia" no
que con esa expresiòn Jesus quiere es solo una invitaci6n a repetir un
decir no solo que se repita el gesto gesto cultual, sino a revivir por ente-
realizado por él, sino que "nos acor- ro su significado salvifico. De esta
demos" de él con la plenitud de sig- forma queda claro que e! culto se
~1fi~ad~ ~alvifico que quiso darle a la convierte en vida y hace realmente
institu_c1on de la eucaristia, que por "presente" a Cristo en el mu~do_a
eso m1smo no es un acontecimiento través de los frutos de su sacnfic10.
aislado en la historia sino que se
hace continuamente p(esente con los 4. LA EUCARISTIA COM~ N_UEVA
efe~tos Y las exigencias de amor con- ALIANZA. La doctrina eucanst1ca se
tenidos en él.
profundiza, si examin~mos ahora la
\Odo esto se comprende mejor si formula sobre la / ahanza, con las
~e tiene en cuenta el significado del variantes que caracterizan ~.obre t~d_o
recordar" (zakar) hebreo, que no es a la tradici6n antioquena: Este cah~
~1a5 rn_era evocaci6n del pasado, sino es la nueva alianza sellada con m1
2 bien la reproducci6n de su fuer- sangre, que es derramada por vos-
pf/ de su eficacia. Asi, por ejem- otros" (Le 22,20). J ,
, cuando se pide a Dios que "se Ante todo, en las palabras de esus
Eucaristia
hay una referencia a la a!ianza pac-
demos tarnbién preguntarno
qué Juan no nos ha transm}/ 0 r
584 " 585
f
.
ue Juan sust1tuye to-
"EI hech 01 ~r1dici6_~ cultual por la
talmente
... entan•a , 1,·sigmuca que ha que- ~-sir
mi..." ,(6,~
Eucaristia

~;d~! : yi~do vive y yo vivo por el

me come vivira por
tada con Dios en el Sma1 co~ la as- relato de la instituciòn eucaris:ic: el
, •
1esta'." nar la pract1ca sacrarn~!1- d Dt e este texto tan rico nos gusta ria
persi6n de la sangre de las v1ct11?as ridO 1rnpu_g po? No sin exagerac1on
sobre el pueblo y sobre el altar, sim- u uern · . • es acar al menos t res ideas ·
I. LA ALIANZA NUEVA y EL 1al de ss cn,11·cos rnantJenen ta1 op1- r a)I La pri~eracsqueJua·n no uti-
bolo de Dios, corno quenendo ex- DAMI ENTO DELAMOR. Juan nos MAN.
. •
algun° J uan no impugna, smo 12~ a ; Xpres1on "cuerpo", sino "car-
presar la comuni6n de D1os con suce_ algo equival~nte . cuando, a~frt. niòn. Per~rnenta. Ueva a términ<_> la
pueblo que se comp ro mete por su 0 ne (sarx), que es el término técnico
m1enzo de la h1stona de la pa/ 100• que co~P sinòptica, no en el sent1?0 emple~~o por él para describir la en-
parte a'observar tod~s las ')alabras"
describe el lavatorio de los pies , tradicwn ozca textualmente sus d1s-
de la alianza: "Mo1ses tomo la s~ngre carnac1on: "Yel Verbo se hizo carne.,
refiere )a ~?nclusiòn que Jesus de que consi·ones sino en e! de que 0 ., 14): Como ya hemos recordado
y la derram6 sobre el pueblo d1c1en- . tas ver , . .
ce de el: Yo os he dado ejem 1
do: "Ésta es la sangre de la ahanza un d· y condensa su testJmomo. sarx s1rve .P~ra designar al hombre e~
para que hagais vosotros lo mif o, profunal~~anto para las palabras de cuanto fragII, t_omado en la totalidad
que el Sefi or ha hecho con vosotr9s
que he hecho
mediante todas estas palabras" (Ex . 13 ' 15) · s1·mo
• • yo" (Jn gue Est ~ v todo se centra en la fe en su de s~ ser; efect1vamente, en cl ultimo
Iuego co~ ms1stenc1a el recuerdo del Jesu~~a) corno para sus acciones_(la v~rs1~lo que hemos citado Jesus
24,8). rnandarn!ento del amor: "Os day un pers , de los milagros narrados_s1m-
A la luz de esto esta claro que el dice: El que me come vivi ra por mi"
rnandarn1ento nuevo: que os améis
rito eucaristico, precisamente por la ma1ronna la vida cristiana: cammar, (v. 57). Por eso los dos elementos
unos a otros. Q~e corno yo os be bo 1za )
evocaci6n de la "sangre derramada", ver, vivir)" (o.e ., 31 5 . ("carne" Y"sangrej no quieren ex-
no puede menos de asumir un_valorarnado, asi tarnb1én os améis unos a rresar do,,s partes de Jesus, sino su
otros. En esto reconoceran todos que
sacrificial, que vale por la med1da de
sois rnis discipulos, en que os amais 2 EL DJSCURSO EUCARISTICO. persona en cuanto entregada a la
amor ex presado en el ofrecimiento Qu~ Juan no pone en entredicho la muerte: "Y el pan que yo daré es mi
unos a otros" (Jn 13,34-35).
libre de Cristo hasta la muerte, y no tradici6n cultual nos parece q_ue se carne po~ la vida del mundo "(v . 51 ),
por la materialidad del hecho en si La alianza nueva exige un manda- deduce tarnbién del ll~mado "d1scur- Hay aqm una clara referencia al re-
mismo . rniento nuevo, el del amor, que esta so eucaristico", recog1do en 6,~6:(>5 , lato sinòptico ("cuerpo dado por vos-
contenido y expresado en su for-
Por otra parte, la alianza nueva de después del milagro de la mult1phca- otros ... , sangre derramada por vos-
ma rnas alta precisamente en lo que
la que hablan Pablo y Lucas rernite ci6n de los panes. . . . otros ... j.
quiere ser y significar la eucaristia; se
ciertamente a los textos de Jerernias Sin entrar en la mult1phc1dad de b) La segunda cosa es que Jesus
da una correspondencia evidente de
31,31-34: "Y ienen dias - dice el Se- los problernas de caracter tanto cri- se presenta aqui, ma.s que en los si-
contenidos teològicos entre e! texto
fior- en que yo haré con la casa de tico corno exegético que presenta el nòpticos, corno dador de vida. Yo
de Juan y los ya exarninados de los
lsrael y la casa de J uda una a/ianza texto, digamos enseguida que para dirla que el hecho de su mucrtc, que
sinòpticos.
nueva ... " Aquella fidelidad que re- nosotros el texto es unitario, y por esta también presente sin duda algu-
clamaba la alianza y que lsrael nunca X. Léon-Dufour distingue una do- tanto fondamentalmente eucaristico, na, queda superarlo por la afirmaci6n
ble tradiciòn del acontecirniento euca-
supo dar y mante ner se curnple ahora aun cuando en la primera parte (6,26- de la "vida" que él distribuye a quie-
ristico: una cultual, que es la que he-
con el gesto de Cristo, que expresa su 47) se hable sobre todo de la "fe", nes corneo y beben de él. La eucaris-
rnos exarninado basta ahora, y la que
fid elidad total a Dios hasta la muerte también en forma de "comida ", corno tia en Juan es un hecho mas festivo:
él llarna "testamentaria", que seda
y la exige de todos aquellos que se presupuesto para acceder al misterio ila resurrecci6n domina ya el cua-
tipica de Juan y tendria ciertos resi·
adhieren a él repitiendo el gesto litur- eucaristico. Este se explicita mas bien dro !
duos en los sinòpticos en donde se
gico : es el Espiritu, en cuanto don del al final: "Yo soy el pan vivo bajado e) En este trasfondo de pensa-
habla de beber el "vino nuevo" en e!
resucitado, el que desde dentro nos d~l. cielo. El que coma de este pan miento la eucaristia se muestra mas
reino del Padre (cf Mc 14,25; Mt
dara la fue rza de actuar las exigencias VIV1~a ete~namente; y el pan que yo ligada a la vid~: "El qu~ come ~ i
26,29; Le 22, 14-18). La tradiciòn tes-
de la_, nueva alianza, que requiere dare es m1 carne por la vida del mun- carne y bebe m1 sangre vive en m1 y
tamb1en un amor nuevo. tamentaria transrnitiria ante todo los do ... Os aseguro que si no coméis la yo en él" (v. 56). lntr<_>duce un_a ma-
ultirnos deseos de un rnoribund?,
De este modo la eucaristia se con- carne del Hijo del hombre y no bebéis yor intimidad con Cnsto; reahza de
para poder asegurarse una pres~ncia
vierte realmente en el nucleo centrai su sangre no tendréis vida en vos- verdad el sentido de alianza nueva,
en medio de su cornunidad; en c1erto
de la vida cristiana, en donde la fe ot~os. El que come mi carne y bebe de la que hablabamos antes. Dejando
sentido completa la tradiciòn cultual
ah1:11enta la vida y la vida ahonda y mi sa_ngre tiene vida eterna y yo lo un poco de lado el aspecto cultual,
y le da un significado, irnpidiendo su
esllmula la fe. Y todo elio no de for- resucitaré en el ultimo dia. Porque J uan hace destacar ma.s la repercu-
m!l a1slada, sino bajo el signo de la
forrnalizaciòn. ta mi carne es verdadera comida y mi siòn que la eucaristia tiene e_n la_vida.
ahanza comunitaria. Personalmente encontramos es sangre es verdadera beb1'da El que Esta repercusiòn se perc1be 1gual-
come · ·
intuiciòn muy estirnulante, ya que~
V. LA DOCTRINA EUCARIS- sobre todo, nos permite resolver
TICA EN JUAN. En este punto po- objeciòn que algunos han plantea 0·
u:. en , mi carne y bebe mi sangre vive
mi Y Y0 en él. Como el Padre que
mente en la confrontaci_òn que_ Je~us,
estimulado por los rn1srnos 3ud10s,
• Eucaristia
hay una referencia a 1!3 a)ianza pac-
tada con Dios en el Sma1 con la as-
persi6n de la sangre de las victi~as
sobre el pueblo y sobre el ~ltar, sim-
bolo de Dios, corno quenendo ex-
presar la comuni6n de D ios con su
pueblo que se compromete por su
parte a'observar todas las "palabras"
de la alianza: "Moisés tornò la sangre
y la derram6 sobre el pueblo dicien-
do: "Ésta es la sangre de la alianza
que el Sefior ha hecho con vosot r9s
mediante todas estas palabras" (Ex
24,8).
A la luz de esto esta claro que el
rito eucaristico, precisamente por la
evocaci6n de la "sangre derramada",
no puede menos de asumir un valor
sacrificial, que vale por la medida de
amor expresado en el ofrecimiento
libre de Cristo hasta la muerte, y no
por la materialidad del hecho en si
mismo.
Por otra parte, la alianza nueva de
la que hablan P ablo y Lucas remite
ciertamente a \os textos de Jeremias
31 ,3 1-34: "Vienen dias - dice e\ Se-
fio r- en que yo haré con la casa de
lsrael y la casa de Jud a una alianza
nueva ... " Aquella fidelidad que re-
clama ba la alianza y que lsrael nunca
supo d ar y mantener se cumple ahora
con el gesto de Cristo, que expresa su
fid elidad tota! a Dios hasta la muerte
y la exige de tod os aquellos que se
ad hieren a él repitiendo el gesto litur-
gico: es el Espiritu, en cuanto don del
resucitado, el que desde dentro nos
dara la fue rza de actuar las exigencias
de la nueva alianza, que requiere
tambié n un amor nuevo.
D e este modo la eucaristia se con-
vierte realmente en el nucleo centrai
de la vid a cristiana, en donde la fe
alime nta la vida y la vida ahonda y
estimula la fe. Y todo elio no de for-
ma aislada, sino bajo el signo de la
alianza comunitaria.
V. LA D OCTRINA EUCARfS-
TICA EN JU AN. En este punto po-
S84
demos también preguntarn
qué Juan no nos ha transrn!-l~ Por
relato de la instituci6n eucar'111?o eJ
IShca.
I. LA ALIANZA NUEVA y E
DAMIENT0 DEL AMOR. Juan n L MAN.
· · cuando os ofrt-
ce algo equivalente
mienzo de la historia de la ' a 1. co.
describe el lavatorio de los piias16n,
refiere la conclusi6n que Jesuss nos
ce de él: "Yo Qs he dado eje edu-
J tradicion nozca textualmente sus dis-
para que hagais vosotro~ lo r:-Plo,
que he hecho yo" (Jn 13 15) S~mo
luego con insistencia el r~cue~d~~ue
mandam\ento del am_or: "Os doy_u~
mandam1ento nuevo. que os améfs
unos a ot~os. Q:tie corno yo os h
amado, asi tamb1én os améis unos e
otros. En esto reconoceran todos q/
sois mis discipulos, en que os amai:
unos a otros" (Jn 13,34-35). , rnuerte: Y e! pan que yo daré es mi
La alianza nueva exige un manda-
miento nuevo, el del amor, que esta
contenido y expresado •en su for-
m3: mas alta _pri:cisame_nte en_lo ,que
qu1ere ser y 1,1gmficar la eucansti;;i.; se
da una correspondencia eyidente de
contenidos teol6gicos entre e! ,t exto
de Juan y los ya examinados de lo.s
sin6pticos.
X. Léon-Dufour distingue una do-
ble tradici6n del acontecirniento eucà-
ristico: una cultual; que es la'. que he-
mos examinado basta ahora, y.la que
él llama "testamentaria", que seri_a
tipica de Juan y tendria ciertos res1-
duos en los sin6pticos en donde se
habla de beber el "vino nuevo" en el
reino del Padre (cf Mc 14,25 ; Mt
26,29; Le 22,.14-18). La tradici6n tes-
tamentaria transmiti ria ante todo los
ultimos deseos -de un.,.moribund?,
para poder asegurarse una presi:ncia
en medio de su comunid!!~; enc1er~
sentido completa la trad1c16n c.ulfu
y le da un significado, impidieo d o su
formalizaci6n. sta
Personalmente encontramos e
intuici6n ·muy estimulante, ya que~1
sobre todo nos permite reso\ver f.
objeci6n qi'.re algunos han ,plantea 0 ·
585 .
de que Juan sushtuye to-
0
"EI 1tech 13 tradici6_~. cultual por la
18101ente taria, i,Signu1c_a que ha que-
testa!flen nar Ja pract1ca sacramen-
ridO 101P(!mpo? No sin exageraci6n
1
tal de os
su cr1·ti·cos mantienen tal opi-
algU n .
Juan no impugna, smo
• • aJ L a Pnmeraes
O hza la expresiòn.. que ,,u~n no uti-
niòn. Pe\ementa. Lleva a términ? la
que ~~J?1P sin6ptica, no en el senhdo
de que corsi·ones sino en el de que
. tas ve ' . .
un ndiza y condensa su teshmomo.
profuvale -tanto para las palabras •de
Est ~ (todo se centra en la fe en su
Jesus na) corno para sus acciones.(la
perso 'a de Jos milagros narrados s1m-
mayon . • · tc~7)El~ue me come vivira por mi"
(izan la vida cristiana: cammar,
~~r, vivir)" (o.e., 315). ·
2 EL DISCURS0 EUCARfSTIC0.
Juan no pone en entredichò la
Qudiciòn cultual nos- pareèe que se
tra
deduce · d_e111 ~mad o "d"1scur-
tamb1én
so eucaristico", recog1do en 6,~6:65,
después deJ. milagro de la multtphca-
ciòn de 16s panes. . . .
Sin entrar en la mult1phc1dad· de
los problemas de_ caracter tanto c.ri-
tico corno exegét1co que.-presenta -el
texto, digamos enseguida que para
nosotros-el-tèxto · es unitario, y por
tanto fund·a mentalmentè eucaristico,
aun cuando en la primera parte (6,26-
47) se hable sobre todo de la "fe",
también en forma-de •~comida", corno
presupuesto para acceder al misterio
eucaristico. Este se ex.plicita mas bien
al fin_al: "Yo soy el' pan vivo bajado
del_ cielo. El que coma de este pan
VlVl~a ete~namente; y el pan que yo
dare es m1 carne por la vida-del mun-
do ...- 0s asegtiro que si no coméis· Ja
carne del Hijo del hombt e y no bebéis
su sangrè no· tendréis vida en vos-
otros. El que come mi 'c arne -y bebe
mi s~ngre tiene •vida eterna y yo lo
re~uc1taré en· el -ultimo dia ... Porque
mi carne es verdadera comida y "m i
~~ngre ~s verdadera bebida. El que
me, m1 carne y bebè mi sangre vive
en mi Y yo·en él: 'Como el Padre que
Eucaristia
me ha enviado viv .
Padre asi el e-Y yo vivo por el
mL. .,, (6,51-51'.;e me come vivira por
De este texto· t -
destacar al menoasnt nc<?dnos gustaria
. res I eas·
J ·
ne·" (sarx • )' que e cuerpo-
I é _, smo "car-
empleado por él s !r t rmm_o _técnico
carnaci6n: "Y el
( I ' 14) · C omo ya erbose
a descr_1b1r la en-
hemos
h1zo carne.,
sarx sirve para designar al ri~:gado,
cuanto fragil, tornado en la totali~!~
de s1;1 ser; efectivamente, en el ultimo
v~rs'.~:Ulo que hemos citado Jesus
f. eso los dos elementos
~- · ,,
0
. ( carne y sangre") no quieren ex-
P.resar d~r partes de Jesus, sino su
person~. en cuanto entregada a la
carnepo~lavidadelmundo"(v. 51 ).
Hay ~q~u ~ma clara referencia al re-
lato smophco ("cuerpo dado por vos-
otros ..-., sangre derramada por vos-
otros ... ").
b) La segunda cosa es que Jesus
se pr_e senta aqui, mas que en Jos si-
n6phcos, corno dador de vida. y o
~!
di~a que hecho de su muerte, que
esta tamb1en presente sin duda algu-
na, quedasuperado por la afirmaci6n
de la "vida"·que él distribuye a quie-
nes corneo y be ben· de él. La eucaris-
tia en ·Juan es un hecho mas festivo:
jla resurrecci6n domina ya el cua-
dro!
e) C En este trasfondo de pensa-
miento la eucaristia se muestra mas
ligada· a, 'la vìda: "El que come mi
carilè 'y bebè m•i sangre vive en mi y
yo en él" (v. 56). Intr?duce un_a ma-
yor intimidad ~on Cnst_o; real1za de
verdad el sentido ·de ahanza nueva,
de la que,hablabamos antes. Dejando
un poco de lado el aspecto cultual,
Juan'-'hace tlestàcar mas la repe~cu-
si'òn que la euca~istia tiene t:n la_v1da.
Esta •repercus16n se, P,erc1be ~gu~l-
mente en Ja confrontac~on que_Je~us,
estimulado ·p or -los m1smos JUdtos,