Está en la página 1de 15

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

CARRERA DE DERECHO

CICLO: V

CURSO: DERECHO DE SUCESIONES

DOCENTE: MONTANO AMADOR JOSE DANIEL

TEMA: RENUNCIA DE LA HERENCIA

ALUMNO: TEJADA CATASHUNGA JONATHAN JOSE

PUCALLPA-2020
INTRODUCCION

(acosta, 2016)“La sucesión mortis causa implica la muerte de una persona y la trasmisión de sus
bienes, derechos y obligaciones a sus causahabientes o sucesores. Al abrirse la sucesión de una
persona se llama a aquellos que tengan vocación sucesoria; esta convocatoria puede deberse al
llamado que haga el mismo causante (aquel que con su muerte causa la sucesión) a través de un
acto eminentemente formal llamado testamento, o puede deberse al llamado que haga la ley en
defecto de testamento y en todos los supuestos contemplados en el artículo 816 del Código Civil
(casos en que procede la sucesión intestada o legal). Ahora bien, cuando una persona es llamada a
una sucesión y no puede o no quiere aceptar la herencia, la ley llama a sus descendientes quienes
reciben la herencia que le hubiera correspondido a su ascendiente. Cuando nos referimos a que el
sucesor no puede aceptar la herencia, lo hacemos en atención a que ha premuerto al causante (ha
muerto antes que él) o ha sido excluido de la herencia por indignidad o desheredación. Por otro
lado, cuando aludimos a no querer aceptar la herencia es porque el sucesor, libremente, se aparta
de la herencia a través de la renuncia pues, como es sabido, no existe heredero a la fuerza (el
heredero lo es porque quiere serlo mas no porque le obliguen a serlo). De este modo, cuando los
descendientes son llamados a recibir la herencia de su ascendiente que no quiere o no puede
recibir la herencia, ejercen un derecho que toma el nombre de representación o, más
comúnmente, representación sucesoria. La división de la herencia por representación opera por
estirpes y no por cápita. Estirpe alude al conjunto de personas que descienden de un sujeto;
mientras que cápita -o por cabeza- alude a la herencia, la misma que se divide en partes iguales
entre los que concurren. Así, ante una sucesión en la que el causante deja tres hijos, la herencia se
dividirá en tres partes; entonces la sucesión se ha dado por cabeza, en partes iguales. Pero si esa
sucesión comprende a dos hijos del causante que le sobreviven y a uno tercero que ha premuerto
al causante, el cual ha dejado a su vez cinco descendientes, entonces la herencia se dividirá en
cápita a favor de los hijos sobrevivientes del causante -esto es, un tercio para cada uno-, y el tercio
restante será para los cinco hijos del heredero premuerto, los cuales se distribuirán el tercio en
partes iguales, en este último caso se dice que estos descendientes han heredado por estirpe. La
división por estirpes -en los países de tradición romanística- debe remontarse a las Institutas (III, I,
Cuando existe un hijo o una hija, con un nieto o una nieta habidos de otros hijos, son llamados
juntamente a la herencia del abuelo, y el más próximo en grado no excluye al más distante. La
equidad aconseja, en efecto, que los nietos y nietas sucedan en lugar del padre”.

(alexxander, 2019)Cuando existía una pluralidad de sui (alude al Derecho Romano) de diferente
grado (hijos, nietos) los primeros sucedían en cápita, los segundos adquirían lo que a su padre
habría correspondido, es decir sucedían en estirpes.

La representación sucesoria (aun cuando no era empleado todavía el término representación)


hasta el infinito en la línea recta descendente; mientras que, en la línea colateral, sólo se
reconoció a favor de los hijos de los hermanos pre fallecidos, desconociéndose ese beneficio tanto
para la línea ascendente como para el cónyuge”.
Tabla de contenido
LA REPRESENTACION Y RENUNCIA DE HERENCIA ............................................................................. 1
LA RENUNCIA DE LA HERENCIA ........................................................................................................... 2
LA RENUNCIA DE HERENCIA POR MUERTE ................................................................................ 3
LA CONCLUSION.................................................................................................................................. 4
BIBLIOGRAFIA .................................................................................................................................. 5
LA REPRESENTACION SUCESORIA ............................................................................................... 6
LA ACEPTACION Y RENUNCIA DE LA HERENCIA Y LA REPRESENTACION
SUCESORIA

(cedric, 2017)“El fundamento de la sucesión es la propiedad, protección de los acreedores,


vínculos de sangre y el matrimonio.

La sucesión es la transmisión patrimonial y de otros derechos por causa de la muerte.

El patrimonio objeto de transmisión constituye la herencia.

En un sentido restringido, la herencia se identifica con el patrimonio, concepto al que se


adhiere la doctrina moderna.

La masa hereditaria total, acervo bruto, común o ilíquido está constituida por el conjunto de
bienes y obligaciones de las que el causante es titular al momento de su fallecimiento,
incluyendo todo lo que el difunto tiene, o sea el activo; y todo lo que debe, o sea, el pasivo”.

LA RENUNCIA DE LA HERENCIA

(espinosa, 2017)“La renuncia de herencia debe expresarse a través de una escritura pública ante
notario o en acta otorgada ante el juez al que corresponda validar la sucesión, la misma que se
debe inscribir en los Registros Públicos.

Motivos de renuncia a una herencia

Como explicamos líneas arriba, cualquier persona que sea beneficiario legítimo de una herencia
tiene el derecho de aceptarla o renunciar a ésta bajo su propia voluntad. Eso sí, debe hacerlo a la
totalidad de la herencia. No se puede aceptar una parte y renunciar a otra. Algunos de los
motivos por los que se puede renunciar a una herencia son:

En caso que la herencia incluya una importante cantidad de deudas, y no queramos o no


podamos hacernos cargos de ellas.

Deseemos renunciar a nuestra parte a favor de otro heredero que se encuentre en una situación
económica desfavorable.

Poseamos una incapacidad que nos impida disfrutar de dicha herencia.

Son comunes los casos de personas mayores que reciben una herencia y desean delegarla a sus
descendientes”.
(fernando, 2016)“Características de una renuncia de herencia

Solo podemos llevarla a cabo si somos beneficiarios legítimos de dicha herencia.

No se puede renunciar parcialmente a la herencia, tenemos que aceptarla o renunciarla en su


totalidad a la parte que nos pertenezca.

Es un acto irrevocable una vez que hemos renunciado.

No puede llevarse a cabo si ha sucedido algún hecho por el que la aceptación de la herencia sea
automática.

El año 2016 se inscribieron 20 renuncias de herencia a nivel nacional, mientras que el año
pasado la cifra retrocedió a 14. Lima y San Martín fueron los departamentos donde se
registraron renuncias de herencia en los últimos dos años.

Formas de aceptar la herencia

Artículo 672.- La aceptación expresa puede constar en instrumento público o privado. Hay
aceptación tácita si el heredero entra en posesión de la herencia o practica otros actos que
demuestren de manera indubitable su voluntad de aceptar.

Presunción de aceptación de herencia

Artículo 673.- La herencia se presume aceptada cuando ha transcurrido el plazo de tres meses, si
el heredero está en el territorio de la República, o de seis, si se encuentra en el extranjero, y no
hubiera renunciado a ella. Estos plazos no se interrumpen por ninguna causa.

Renuncia a herencia y legado

Artículo 674.- Pueden renunciar herencias y legados quienes tienen la libre disposición de sus
bienes”.

(espinosa, 2017)“Formalidad de la renuncia

Artículo 675.- La renuncia debe ser hecha en escritura pública o en acta otorgada ante el juez al
que corresponda conocer de la sucesión, bajo sanción de nulidad. El acta será obligatoriamente
protocolizada.

Impugnación de la renuncia por el acreedor

Artículo 676.- Si la renuncia causa perjuicio a los acreedores del renunciante, éstos pueden
impugnarla dentro de los tres meses de tener conocimiento de ella, para que sea declarada sin
efecto en la parte en que perjudica sus derechos. La resolución que declare fundada la demanda
dispondrá, según la naturaleza de los bienes, su administración judicial o su venta en pública
subasta, para el pago de las deudas del renunciante. El remanente, si lo hubiera, se trasmite a los
herederos a quienes favorezca la renuncia”.

(espinosa, 2017)"La demanda de impugnación se tramita como proceso sumarísimo."


(jesus, 2017)“Carácter de la aceptación y renuncia

Artículo 677.- La aceptación y la renuncia de la herencia no pueden ser parciales, condicionales,


ni a término. Ambas son irrevocables y sus efectos se retrotraen al momento de la apertura de la
sucesión”.

Herencia futura

(espinosa, 2017)“Artículo 678.- No hay aceptación ni renuncia de herencia futura.


Transmisibilidad del derecho de aceptar o renunciar a la herencia

Artículo 679.- El derecho de aceptar o renunciar la herencia, se trasmite a los herederos. En tal
caso, el plazo del artículo 673 corre a partir de la fecha de la muerte del primer llamado.

Actos que no importan aceptación ni impiden renuncia

Artículo 680.- Los actos de administración provisional y de conservación de los bienes de la


herencia practicados por el heredero mientras no haya vencido el plazo del artículo 673, no
importan aceptación ni impiden la renuncia”.

La muerte como oportunidad para renunciar a la herencia

(stalin, 2017)“El fin de la persona humana es la muerte, si bien es doloroso para la familia del
fallecido su deceso, resulta ser –en algunos casos- todo un embrollo el inicio de procedimientos
para regularizar la situación jurídica del causante y la de sus herederos. En esta sección se
analiza que está sucediendo ante la falta de indicación expresa en el art. 673 del Código Civil
sobre el plazo para renunciar a la herencia; evaluando las diversas posturas de nuestros juristas,
comparándolo con otras legislaciones. También se analiza doctrinariamente el contenido del art.
33 del Reglamento de Inscripciones del Registro de Sucesiones Intestadas y Testamentos, así
como también se interpreta el contenido del art. 673º d

Durante algunos años, gracias a la experiencia laboral adquirida en la Superintendencia Nacional


de los Registros Públicos en virtud a la pre calificación registral de los títulos- se advirtió la
problemática que hoy resalto: en el art. 673 del Código Civil no se señala desde cuando se
computa el plazo para renunciar a la herencia; sin embargo, el Tribunal Registral en
jurisprudencia reiterada ha considerado que se debe computar dicho plazo desde la fecha de la
inscripción de la sucesión. Ahora, si de acuerdo al art. 660 del Código Civil los bienes derechos
y obligaciones que constituyen la herencia se transmiten a los herederos desde la muerte del
causante, ¿por qué considerar que el plazo para la renuncia se computará desde la inscripción de
la sucesión, si es a partir de la muerte del causante que se apertura y se efectúa el llamado a los
posibles herederos? Por su parte, la interpretación que realiza el Tribunal Registral respecto al
plazo para la renuncia de la herencia hace una distinción, según nos encontremos ante una
sucesión intestada o testamento”.
(espinosa, 2017)“En la Resolución N°254-2017-SUNARP-TR-A y N°355-2013- SUNARP-TR-
A, el Tribunal Registral considera que, en caso de testamentos, el plazo para renunciar a la
herencia debe ser computado desde la apertura de la sucesión, es decir, a partir de la fecha del
fallecimiento del causante; mientras que en la Resolución N°1065- 2016-SUNARP-TR-L se
señala expresamente que los plazos previstos en el art. 673 del Código Civil se computan a partir
de la fecha de la inscripción de la declaratoria de herederos o de la ampliación de testamento,
según sea el caso. Por otro lado, el art. 33 del Reglamento de Inscripciones del Registro de
Testamentos y de Sucesiones Intestadas, aprobado por Resolución Nº156-2012-SUNARP,
señala lo siguiente: El título para la inscripción de la renuncia a la herencia es el parte notarial de
la escritura pública. Para la inscripción de la renuncia de herencia se requiere la previa
inscripción de la sucesión intestada”. (espinosa, 2017)“Así, de dicho precepto normativo
podemos advertir que, para la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos, es
presupuesto para renunciar a la herencia que previamente se encuentre inscrita la sucesión
intestada, extendiendo así el plazo para renunciar a la herencia, condicionando al renunciante a
iniciar el procedimiento de sucesión intestada para que pueda declinar a la herencia, lo que
resulta contradictorio con lo establecido en el Código Civil. En nuestra doctrina también existe
esta disparidad. Por ejemplo, el plazo para renunciar a la herencia debe computarse desde la
fecha en que el llamado esté en aptitud de saber del llamamiento esto es, la fecha de la
inscripción de la sucesión intestada o la fecha de la inscripción de la ampliación de testamento.
Posición distinta es la de Ferrero (2016), el plazo se debe computar desde la apertura de la
sucesión, es decir, al fallecimiento del causante, a pesar que el código no lo dice”.

(espinosa, 2017)“La Comisión Revisora expresó que estos plazos se contaban desde la
presentación del inventario en el caso del heredero que quería suceder intra vires hereditatis, y
desde la muerte del causante en los demás. Al no haberse tomado en cuenta la obligación de
inventariar en el Código, debe aceptarse que en cualquier caso los plazos se computan desde la
muerte. Ahora, estas posturas dispares generadas por la falta de señalamiento expreso respecto al
momento desde el cual se computará el plazo para renunciar a la herencia, genera incertidumbre
en los llamados a recibir la herencia, quienes no saben desde qué momento pueden ejercer tal
derecho. Así, si bien la aceptación presunta de la herencia (transcurrido el plazo señalado en el
art. 673° del Código Civil sin renunciar) podría no ser gravosa, esto dependerá de si el causante
ha dejado dentro de la herencia una gran cantidad de deudas, las cuales quizá son mucho más
que los bienes que se transmitirán por la apertura de la sucesión. Por lo que si las cargas y
obligaciones del causante superan los bienes que ha dejado, puede ocurrir que al aceptar la
herencia, el heredero suceda un todo que se integrará al patrimonio de éste, debiendo también
afrontar sus pasivos, que aun cuando no le correspondían, ya pasaron a ser suyas por su
aceptación a la herencia. Incluso, a primera vista, el art. 661° del Código Civil nos lleva a
entender que el heredero no responde con su patrimonio ante las deudas del causante, pero ello
no es del todo cierto, pues dependerá de si al aceptar la herencia de manera expresa se realizó o
no un inventario, o que no habiéndolo hecho pueda probarse después la insuficiencia de la masa
hereditaria, las normas de aceptación y repudiación de la herencia, porque si estas son
instituciones diseñadas para que el sucesor decida si quiere tomar o no las posiciones jurídicas
del causante, incluyendo los pasivos, perderían toda razón de ser si por una supuesta
responsabilidad limitada impuesta legalmente, el heredero nunca toma más pasivos de las que
puedan ser cubiertas con los activos”.
(jesus, 2017)“Entonces, como no se tiene certeza si se renuncia al llamamiento o al título de
heredero, ni desde cuando opera el plazo para renunciar a la herencia, podría ocurrir que quien
en verdad desee renunciar ya no lo pueda hacer, debido que el juez, notario o funcionario de
Sunarp ante quien se expresa la voluntad de negación puede considerar desde su perspectiva que
ya transcurrió el plazo señalado en el art. 673° de la norma sustantiva, y por tanto que se ha
configurado la aceptación presunta, la misma que de contener la herencia más pasivos que
activos perjudicará al heredero si es que no puede probar el exceso de pasivo en la herencia, y
más aún si existen acreedores del causante que requieran el cobro de su deuda. Es decir, que la
norma no determine el momento desde el cual una persona puede renunciar a la herencia, deja a
discreción del notario, juez, abogados y otros, la interpretación o sentido que se le quiera
otorgar, y ello podría perjudicar al posible llamado que no desea suceder. En el Derecho
Comparado, por el contrario, existe mayor claridad respecto al plazo para renunciar, toda vez
que se señala de manera expresa desde cuándo se puede renunciar.

En tal sentido, conforme lo hemos expuesto, se puede colegir que al no fijarse en la norma (art.
673 del Código Civil) la fecha del inicio del cómputo del plazo para renunciar a la herencia, ello
ocasiona una diversidad de interpretaciones tanto para los juristas como para los tribunales
peruanos.

La Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso de la República aprobó en el año


2014, el dictamen respecto al Proyecto de Ley N°582/2011-CR en el que se proponía la
modificación de diversos artículos de nuestra norma sustantiva, entre los cuales está nuevamente
en propuesta el art. 673: “Artículo 673.- Plazo de aceptación o renuncia”.

1. (fernando, 2016)“Si el llamado a la sucesión como heredero no la acepta ni renuncia dentro de


los noventa días de conocido el contenido del testamento o, en su caso, de haber adquirido
firmeza la declaración de sucesión legal y llamamiento de herederos, los demás llamados a la
sucesión, los acreedores de aquellos y de ésta, pueden requerirlo notarialmente para que dentro
de un plazo no mayor de noventa días desde (sic) notificado el requerimiento, declare si acepta
la herencia o la renuncia (sic). Si se desconoce el domicilio, el requerimiento será judicial y por
edictos, tramitándose como proceso no contencioso.

2. A falta de aceptación expresa, o que el requerido haya supeditado su aceptación al resultado


del inventario de la masa, o de renuncia dentro del plazo señalado en el inciso 1, la herencia se
tiene por aceptada pura y simple, salvo que el llamado fuera una persona incursa en los artículos
43 o 44 o una repartición estatal”.

3. (fernando, 2016)“Estos plazos no se interrumpen por ninguna causa.” Tenemos también el


Proyecto de Ley N°499/2016-CR presentado ante el Congreso el 28 de octubre del 2016 por el
Grupo Parlamentario Peruanos por el Cambio. Dicho proyecto es referente a la modificación de
diversos artículos del Código Civil, entre ellos el art. 673, siendo la modificatoria propuesta la
siguiente: Art. 673. Plazo de aceptación o renuncia a la herencia

4. Estas disposiciones son aplicables al legado en lo pertinente. Si bien estas propuestas


legislativas pretenden señalar expresamente como computar el plazo para la aceptación o
renuncia de la herencia, consideramos que ello no es acorde con la postura del propio código
respecto a la transmisión de la herencia y lo establecido en el art. 660 de la norma sustantiva. El
tema de la presunción de la aceptación de la herencia siempre ha sido un asunto muy elemental,
y lo que el Proyecto incluía en su tratamiento era una serie de supuestos que estimamos no
vienen al caso, pues se estaría reglamentando en exceso y hasta burocratizando el asunto. (p. 14-
15). El art. 673º del Código Civil debe ser analizado e interpretado teniendo en cuenta también el
art. 660º del mismo cuerpo legal. Así, a la muerte del causante, la transmisión de la sucesión
opera automáticamente; entonces, debemos entender que es a partir de este momento que el
heredero puede renunciar a la herencia, pues en dicha oportunidad se configura lo que se
denomina en la doctrina como la apertura de la sucesión”.

(stalin, 2017)“Para renunciar a la herencia, previamente el llamado a heredar debe conocer


sobre la existencia de ella, que se configuraría cuando se inscribe la sucesión intestada en el
Registro correspondiente, a tenor del Principio de Publicidad contenido en el art. 2012 del
código sustantivo, o tomando en cuenta el acta notarial o resolución judicial de sucesión
intestada; ello genera incertidumbre y condiciona al llamado a heredar a esperar que se realice
un procedimiento previo (proceso judicial o notarial de sucesión intestada, con su debida
inscripción registral, de acuerdo a lo regulado en el art. 33 del Reglamento de Inscripciones del
Registro de Sucesiones Intestadas y Testamentos) para que recién pueda renunciar a aquello que
no desea tener, obligándolo a un gasto innecesario cuando no desea –finalmente- ser reconocido
como heredero. Incluso, si fuera una sola persona la llamada a heredar, se le está condicionando
que previamente a su renuncia, inicie el proceso notarial o judicial de sucesión intestada, lo que
ocasiona un trámite innecesario y una inscripción que, al fin de cuentas, no surtirá efectos.
Ahora, aun cuando las propuestas legislativas detalladas anteriormente, pretenden señalar
expresamente desde cuando computar el plazo para la aceptación o renuncia de la herencia,
consideramos que ello no es acorde con la postura del propio código respecto a la transmisión de
la herencia y lo establecido en el art. 660 de la norma sustantiva. Por tanto, la norma no señala
desde cuándo se debe computar el plazo para renunciar a la herencia, sin embargo, haciendo una
interpretación sistemática de normas, podemos concluir que el plazo para renunciar debe
computarse desde la muerte del causante. No se puede condicionar al posible heredero a que,
previamente a su renuncia, se inscriba su derecho en el Registro pertinente, cuando es con la
apertura de la sucesión que se configura la transmisión de la herencia. El art. 33 del Reglamento
de Inscripciones del Registro de Sucesiones Intestadas y Testamentos condiciona al posible
heredero a inscribir su derecho, previo a efectuar su renuncia, lo que traslada una carga
innecesaria en aquel, quien finalmente no quiere la herencia ni se beneficiará con la misma. Si
para renunciar a la herencia se computa el plazo desde su inscripción registral, en virtud a la
seguridad jurídica y a la publicidad que brinda el Registro (SUNARP), podemos suponer que la
misma seguridad la brinda la inscripción de la fecha del fallecimiento en el Registro Civil del
RENIEC, por lo que para quien desee renunciar a la herencia le resulta más sencillo obtener tal
información de esta institución, que tramitar la sucesión intestada para recién poder repudiar la
herencia. Se propone mediante la presente investigación una modificatoria parcial del art. 673,
en el sentido que se deberá considerar lo siguiente: Los posibles llamados a heredar pueden
renunciar a la herencia desde la muerte del causante y hasta antes de cumplido el plazo para
aplicar la presunción de la aceptación: Esto de acuerdo a lo establecido en el art. 660° del
Código Civil. Esta propuesta es recogida por la legislación argentina y por la chilena; y si bien
en ellas se consigna como plazo uno mayor (mucho mayor diríamos), ambas coinciden en
considerar que la renuncia a la herencia es factible desde la fecha de fallecimiento del causante
porque en dicho momento es cuando se apertura la sucesión. Incluso, consideramos prudente que
se deje sin efecto el último párrafo del art. 33º del Reglamento de Inscripciones del Registro de
Sucesiones Intestadas y Testamentos; ya que dicho precepto ampliaría el plazo para renunciar a
la herencia; generando un presupuesto previo que la norma de superior jerarquía no regula,
desnaturalizando de esa manera la institución de la renuncia hereditaria, pues estaría
condicionando a quien no quiere la herencia a declarársele heredero primero, lo cual resulta
contradictorio”.

LA REPRESENTACION SUCESORIA

“La representación sucesoria es un beneficio concedido por la ley a los descendientes. Sin
embargo, difieren en cuanto a la definición de la institución: en la sustitución legal, se trata de
un beneficio de la ley en virtud del cual los descendientes de una persona fallecida son llamados
a sustituirla, en su calidad de herederos legítimos, considerándoseles del mismo grado que la
persona representada y ejerciendo a plenitud el derecho hereditario que a ella corresponde; por
otro lado, a una sucesión de parientes lejanos con cercanos, nos dice que es un beneficio de la
ley en virtud del cual se admite que un heredero de grado más lejano recoja la parte que habría
obtenido su padre o madre premuertos (o impedidos) en concurso con herederos más próximos
que él.

La representación sucesoria que era un beneficio que la ley concede a los hijos y en ciertos casos
a los demás descendientes de una persona que ha fallecido, o que ha perdido todo derecho a una
herencia por renuncia, indignidad o desheredación, para ocupar, en la sucesión de otra persona,
el lugar que a ella le hubiera correspondido de haber vivido, no haber renunciado a la herencia,
no haber sido declarado indigno o no haber sido desheredado”.

“El artículo 681 del Código Civil de 1984 señala que por la representación sucesoria los
descendientes tienen el derecho a entrar en el lugar y grado de su ascendiente, recibiendo así la
herencia que a este último correspondería si viviese o si no la hubiese renunciado o perdido por
indignidad o desheredación. Tómese en cuenta que en lo que atañe a la indignidad o
desheredación, ambas se retrotraen al momento en que se abre la sucesión y por ello al indigno o
desheredado se le tiene como que si nunca hubiese sido heredero; en esa medida, no pudo haber
perdido nada pues nada tuvo; en consecuencia, el artículo 681 debió utilizar el término excluido
por perdido. De la definición precedente podemos inferir que nuestros legisladores consideran a
la representación sucesoria como una institución autónoma, no haciéndola depender de otras
instituciones como la sustitución o la subrogación, a la par de no condicionarla para su
procedencia al hecho de que los representantes tengan que concurrir con otros herederos más
próximos al causante”.

CONDICIONES PARA QUE SE DESARROLLE LA REPRESENTACION SUCESORIA

(jesus, 2017)“En primer lugar, resulta necesaria la existencia de una sucesión abierta para que
comience a funcionar la representación sucesoria, pues si el causante estuviera vivo no
podríamos hablar de herencia alguna y serían irrelevantes los supuestos de la procedencia de la
institución; así, la premoriencia de uno de los herederos no tendría repercusión alguna en tanto
aún no se ha abierto la sucesión del causante; en cuanto a la renuncia, como sabemos, no es
posible renunciar herencias futuras; y, en cuanto a la indignidad, ella opera judicialmente luego
de abrirse la sucesión, mientras que la desheredación sólo cabe por testamento, el cual sólo va a
tener efecto al producirse el deceso del testador. Abierta la sucesión del causante, debe haber una
primera convocatoria o llamado a los herederos, y si los herederos o alguno de ellos no es hábil
para heredar, y no lo es por premoriencia, renuncia, indignidad o desheredación, entonces se
procede al llamado de sus descendientes. La premoriencia (supuesto en el que el convocado
murió antes que el causante) implica no haberse satisfecho uno de los requisitos para heredar,
esto es la existencia o sobrevivencia al causante; como sabemos sólo heredan los que existen al
momento en que se abre la sucesión, comprendiéndose dentro de la existencia a los concebidos
con la condición de que nazcan vivos; en este supuesto cabe plantearse si opera la representación
sucesoria en los casos de muerte conjunta de causante y heredero, no pudiéndose certificar quién
de los dos murió primero. Esta situación es resuelta por nuestros legisladores señalando que
entre los dos no hay sucesión (artículo 62 que recoge la tesis de la conmorencia), pues si el
heredero del causante ha dejado su propia descendencia, acaso ésta no tendrían derecho a
representarlo y concurrir a la sucesión, por ejemplo, con otro hijo hábil del causante. Sobre el
particular hay dos tesis contradictorias: la primera tesis niega la representación en tanto que, al
no haber transmisión entre ellos por haber muerto juntos mal pueden los descendientes del
heredero esgrimir la representación de un derecho que el ascendiente jamás tuvo”.

(fernando, 2016)“En este caso la conmorencia equivaldría a la inexistencia del sucesor y no a la


premoriencia, entonces al no darse la representación los otros hijos hábiles del causante acrecen
su cuota y, de no haber hijos del causante, los descendientes de quien podría haber sido
representado heredan como nietos del causante. La segunda tesis aboga por la procedencia de la
representación; la premisa para que ésta opere consiste en que el sucesor no hereda por no poder
hacerlo, y si murió conjuntamente con el causante, obviamente, no podría hacerlo; en este caso
se equipara al conmorente con el premoriente en lo que se refiere a los efectos de este último.

La ley sólo requiere que el representado no viva al momento de la apertura de la sucesión, lo


cual ocurre en el tema anteriormente planteado. Por nuestra parte, creemos que la misma razón
de equidad que justifica la representación se da en el tema de la conmorencia a fin de no dejar de
lado a los descendientes del heredero, a la par de que, como ya se señaló, el supuesto de que el
heredero (representado) no sea hábil cuando se abre la sucesión se da perfectamente en el caso
materia de análisis; por lo tanto, estamos a favor de la representación. Siguiendo con la
inhabilidad del heredero, éste también lo es por renuncia. Como sabemos, no hay herencia
impuesta; el heredero lo es porque quiere serlo y no porque lo obliguen a ello. La renuncia
deberá ser efectuada dentro de los tres meses de la apertura de la sucesión (aun cuando el Código
Civil no señala desde cuando comienza a hacerse el cómputo) si es que el heredero se encuentra
dentro de la República, o dentro de los seis meses si se halla en el extranjero, debiendo
precisarse que la renuncia se retrotrae al momento en que se abre la sucesión. En lo que atañe a
la indignidad, ésta es declarada judicialmente, debiendo accionarse dentro del año de la toma de
posesión del bien o los bienes de la herencia; también se retrotrae a la apertura de la sucesión.
Finalmente, en cuanto a la desheredación, ésta sólo aparece por testamento y sus efectos también
son retroactivos al momento de la apertura de la sucesión. Cabe señalar que en cualquiera de los
supuestos mencionados, la convocatoria no tuvo éxito y por ello se procede a un segundo
llamado. La representación sucesoria es una figura netamente familiar a través de la cual, y por
consideraciones de orden ético, se pretende amparar a los familiares del causante que al
encontrarse en grados distantes a él y al concurrir con otros familiares del causante con grado de
parentesco más próximo que ellos, se verían perjudicados al ser excluidos de la herencia en
aplicación de la regla de que el pariente más próximo en grado al causante excluye al más
remoto; entonces la representación interviene como una excepción a esa regla. Repárese en que
lo que se persigue es que el patrimonio del causante no salga del entorno familiar de éste y en
esa medida se exige que el representante en línea recta sea también un descendiente del causante
y en línea colateral sea un sobrino del causante; por lo tanto, si estuviéramos ante la hipótesis de
una convocatoria de herederos voluntarios (ante la ausencia de forzosos) ajenos familiarmente al
causante, y ocurriera alguno de los supuestos de la procedencia de la representación sucesoria,
ésta no operaría en tanto que esos descendientes del heredero voluntario no tendrían nexo
familiar con el causante. Así, por ejemplo, si el causante sin herederos forzosos instituye a tres
amigos como sus herederos voluntarios, y al abrirse la sucesión del causante le sobreviven sólo
dos de sus amigos, pues uno de ellos le había premuerto dejando descendencia, no operaría la
representación sucesoria a favor de éstos; por lo tanto, y dependiendo de la forma cómo se ha
instituido a estos sucesores, o acrece las cuotas de los herederos voluntarios, o retorna la cuota
del heredero inhábil a la masa hereditaria para su distribución a favor de los herederos legales, si
los hubiere”.

(jesus, 2017)Un requisito indispensable para heredar lo constituye la habilidad sucesoria en el


convocado. Habilidad significa aptitud para ser heredero, por lo tanto no debe haber sido
excluido por indignidad o desheredación, a la vez que debe existir al momento en que se abra la
sucesión y, por cierto, no debe haber renunciado a la misma. Estos mismos condicionamientos se
exigen al representante respecto del causante lo que significa que el representante debe ser hábil
para heredado; adviértase que no estamos señalando que la habilidad se refiera al representado,
eso no interesa e incluso se puede dar el caso de que el representante sea inhábil con respecto al
representado (indigno, desheredado o renunciante), ello no le impide ser representante pues de lo
que se trata es de la sucesión del causante y no de la sucesión del representado; sobre el
particular recordemos lo que ya hemos señalado líneas precedentes: el derecho del representante
no viene del representado sino directamente del causante”.

REPRESENTACIÓN SUCESORIA EN LÍNEA RECTA

(sunarp, 2019)“El artículo 682 del Código Civil es claro al señalar que la representación
sucesoria en línea recta descendente es ilimitada a favor de los descendientes de los hijos, sin
distinción alguna, lo que significa que en la representación pueden concurrir nietos del causante
con hijos del causante, o biznietos con nietos del causante y así indefinidamente. A propósito de
la Constitución de 1979, que consagró la igualdad de los hijos y que tuvo gran repercusión en el
derecho familiar y, por cierto, también en el sucesorio - porque, por ejemplo, se dejó atrás la
norma del artículo 762 del Código Civil de 1936, que refería que los hijos ilegítimos heredaban
la mitad de lo que heredaban los legítimos-, hoy todos los hijos tienen iguales derechos
sucesorios respectos de sus padres; así, los hijos matrimoniales, los extramatrimoniales y entre
éstos los reconocidos y declarados y los adoptivos, todos ellos tienen iguales derechos
sucesorios. Sin embargo, sobre esta igualdad, que está declarada en el artículo 818 del Código
Civil y que no deja lugar a dudas, nos preguntamos si también rige con respecto a los otros
descendientes, esto es, los nietos; ¿también todos ellos tendrán iguales derechos sin interesar su
procedencia, es decir, si vienen de una relación matrimonial o extramatrimonial, con
reconocimiento o declaración judicial, e incluso los adoptivos? El artículo 818 del Código Civil
dice textualmente que todos los hijos tienen iguales derechos sucesorios respecto de sus padres,
los hijos matrimoniales, a los extramatrimoniales reconocidos voluntariamente o declarados por
sentencia respecto a la herencia del padre o de la madre y los parientes de éstos, y a los hijos
adoptivos". (fernando, 2016)“No hay duda de que respecto de la sucesión de los descendientes
(no hijos) del causante, tienen derecho a la herencia los que lo son por línea de filiación
matrimonial como los que lo son por línea extramatrimonial; estos últimos, siempre y cuando
hayan sido reconocidos o declarados judicialmente puesto que en estos casos se ha logrado
establecer la relación paterno filial que se extiende a la línea recta ascendente y descendente.
Pero, en el caso del adoptivo, ¿también podríamos considerar una relación de abuelo y nieto por
línea de adopción? Sobre el particular, aparentemente, el artículo 818 estaría negando esta
posibilidad, pues el referido numeral hace una clasificación de sucesores descendientes: por un
lado, los hijos respecto de sus padres, en donde, como ya lo hemos manifestado, no hay dudas
(todos los hijos, sean matrimoniales, extramatrimoniales o adoptivos, heredan a sus padres y con
cuotas iguales); y, por otro lado, tenemos a los otros descendientes del causante. Sobre esta
última clasificación, dice el referido artículo que a los parientes del padre (entiéndase abuelo
respecto de sus nietos) suceden los descendientes matrimoniales o extramatrimoniales
reconocidos o declarados, dejando de lado a los adoptivos con lo cual éstos últimos sólo
heredarían a sus padres adoptantes mas no a los padres de éstos. Pareciera existir consenso en las
legislaciones extranjeras en lo referente a la sucesión de los adoptados con respecto a sus
adoptantes y, por ende, en la representación sucesoria de los descendientes del adoptado para
representarlo en la sucesión del adoptante; y ello por una razón: la adopción sólo surtiría efectos
desde el adoptante hacia abajo, es decir, adoptante, adoptado y sus descendientes, mas no
generaría efecto alguno con respecto al adoptado y los parientes consanguíneos del adoptante; en
esa medida, no cabría representación sucesoria del adoptivo respecto a la sucesión del padre del
adoptante y, en consecuencia, el adoptivo no podría representar a su padre adoptante para ir a la
sucesión del padre de éste. Sobre el particular, recordemos que el artículo 333 del Código Civil
de 1936 decía que el parentesco proveniente de la adopción se limita al adoptante y al adoptado
y a los descendientes legítimos de éste, y, por su parte, el artículo 338 precisaba que el adoptado
y sus descendientes son herederos del adoptante. Nosotros diferimos con la posición que niega la
representación de los descendientes por línea de adopción respecto del padre del adoptante, y
ello porque pensamos que se estaría yendo contra el principio de igualdad (artículo 6 de la
Constitución) cuya aplicación en el ámbito del Derecho Sucesorio consiste en que todos los hijos
tienen iguales derecho sucesorios, lo que comprende no sólo el derecho a cuotas iguales, sino
también el derecho a la representación sucesoria cuando se da el caso; por lo tanto, el hijo
adoptado también tendría derecho a representar a su padre en igual condición que lo tiene
cualquier otro hijo. Una interpretación contraria sería una actitud discriminatoria pues a unos se
estaría concediendo el derecho de representación mientras que a otros se les estaría negando y,
además, porque se desconocería lo que significa la adopción, ignorando que el adoptado tiene la
calidad de hijo y, en tal virtud, los mismos derechos que cualquier hijo. Por lo tanto, la adopción
no sólo establece relaciones exclusivas con el adoptante, sino que al convertirse en hijo del
adoptante ingresa a la familia de éste; si el adoptante tiene familia, establece lazos de parentesco
con esa familia; y en el caso particular del adoptante y su ascendiente, el adoptado también
establece un lazo de parentesco con el padre del adoptante convirtiéndose en nieto de él por línea
de adopción, con lo cual accede al derecho de representación sucesoria; de allí que no estemos
de acuerdo con una interpretación del artículo 818 del Código Civil que niegue representación
sucesoria al adoptado respecto de la sucesión de su padre adoptante”.

(espinosa, 2017)“Representación sucesoria con un solo hijo del causante o, lo que es lo mismo,
¿es necesario para que proceda la representación que haya pluralidad de estirpes, esto es, dos o
más hijos del causante?”.
CONCLUSIÓN
Trabajos citados
acosta, f. (13 de 4 de 2016). derecho de sucesiones. Recuperado el 09 de 10 de 2020, de derecho
de sucesiones: http://repositorio.uasf.edu.pe/bitstream/UASF/85/1/TextoCC.pdf

alexxander. (11 de 10 de 2019). derecho de sucesiones. Recuperado el 09 de 10 de 2020, de


derecho de sucesiones:
http://www.pead.uss.edu.pe/bitstream/handle/uss/5166/Perez%20Baquedano%2C%20C
esar%20Alexander.pdf?sequence=1&isAllowed=y

cedric. (23 de 10 de 2017). derecho de sucesiones. Recuperado el 09 de 10 de 2020, de derecho de


sucesiones : http://repositorio.uasf.edu.pe/bitstream/UASF/85/1/TextoCC.pdf

espinosa, c. (14 de 11 de 2017). derecho de sucesiones. Recuperado el 09 de 10 de 2020, de


derecho de sucesiones:
http://www2.congreso.gob.pe/sicr/dgp/Didp_con.nsf/AE7930E886A86BE505257C7B0062
B888/$FILE/111648.PDF

fernando. (11 de 10 de 2016). derecho de sucesiones. Recuperado el 09 de 10 de 2020, de derecho


de sucesiones: https://www.abogadoperu.com/codigo-civil-seccion-primera-sucesion-en-
general-titulo-11-abogado-legal.php

jesus. (24 de 03 de 2017). derecho de sucesiones . Recuperado el 09 de 10 de 2020, de derecho de


sucesiones : https://scr.sunarp.gob.pe/repositorio/publicaciones/compendios-
registrales/libro-comentarios/A/articulo%20106.pdf

stalin. (11 de 11 de 2017). derecho de sucesiones. Recuperado el 09 de 10 de 2020, de derecho de


sucesiones: https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2010/03347-2009-AA.html

sunarp. (11 de 10 de 2019). derecho de sucesiones. Recuperado el 09 de 10 de 2020, de derecho


de sucesiones: https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/1266101/RES.%20048-
2018-SUNARP/DTR.pdf

zevallos, c. (11 de 11 de 2015). derecho de sucesiones . Recuperado el 09 de 10 de 2020, de


derecho de sucesiones:
https://www.smv.gob.pe/Biblioteca/frmDetalleInformacion.aspx?id=8149

También podría gustarte