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Ensayo Pintura en La Virtualidad
Ensayo Pintura en La Virtualidad
Ensayo Pintura en La Virtualidad
Lo primero que el lector de este texto tiene que saber antes de darle un vistazo al desarrollo
es que el arte puede salir de sus zonas habituales, pero no solo en la reproducción manual
(por ejemplo: tallados en madera o acero) sino en lo concerniente a la estética para las
imágenes virtuales. Hoy en día, más en tiempos de cuarentena, la curiosidad por el arte y el
afán del arte mismo por mostrarse hacen que se generen páginas en línea para que el
publico pueda visualizar las pinturas, esculturas, etc. Museos como el de arte moderno se
sirven de la virtualidad para dar a conocer sus obras de arte por medio de fotografías,
mostrándolas desde un ángulo determinado por el fotógrafo. Por otro lado, esta el museo
nacional de Arte de México que expone las pinturas por medio de imágenes no como si
fuesen fotografías sino como si se percibiera la obra en un fondo blanco. El filósofo Walter
Benjamín explica mejor lo concerniente a este tipo de arte “reproducción técnica” y será
prudente durante este texto traer varias de sus ideas. La tesis que se defenderá a lo largo de
este breve ensayo es que la reproducción técnica no hace justicia al arte en su totalidad,
sino que es un intento por complacer al público más que por mostrar las cualidades de esta
práctica. Es cierto que el arte está ahí para el espectador, pero no puede depender de lo que
este último quiera que sea.
Para comenzar, es importante mencionar que la expresión artística que se esta tematizando
en este texto “reproducción técnica” rompe con la autenticidad o aura de la obra de arte. La
autenticidad o aura tiene que ver con aquello que Benjamín (2003) llama el contexto
espacio temporal de la obra o el “aquí y ahora” de la misma. La imagen rompe con todo
aquello que hace la obra de arte única. Lo anterior es argumentado por Benjamín por medio
dos afirmaciones. La primera es mencionada con las siguientes palabras:
En primer lugar, la reproducción técnica resulta ser mas independiente del original que la
reproducción manual, Ella puede, por ejemplo, resaltar en la fotografía aspectos del original
que son asequibles a la lente, con su capacidad de elegir arbitrariamente un punto de vista, y
que no lo son al ojo humano; puede igualmente, con la ayuda de ciertos procedimientos
como la ampliación o el uso del retardador, atrapar imágenes que escapan completamente a
la visión natural (Benjamin,2003, p.43).
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Lo anunciado en la última frase del párrafo anterior será mas claro al explicar la distinción
entre el valor ritual (o de culto) y el valor de exposición y la influencia de la reproducción
artística en favor de la segunda. Benjamín menciona que la historia del arte ha sido
marcada por un movimiento pendular entre el valor de culto y el valor de exhibición. Sobre
el primer valor se dice lo siguiente “el valor ritual prácticamente exige que la obra de arte
sea mantenida en lo oculto” (Benjamín, 2003, p.53). Una manera de dar un ejemplo de lo
anterior lo da el mismo Benjamín al hablar de las imágenes de la virgen que se mantenían
cubiertas durante una parte considerable del año. El segundo de los valores se entiende a
partir de la negación del anterior. Si el valor de culto quiere mantener en lo escondido las
obras de arte el valor de exhibición busca que la obra de arte sea visible y esto es lo que se
“consigue” cuando se reproduce técnicamente. Así pues, cuando se sirve de la tecnología
para exponer las obras de arte el péndulo se posiciona en el valor de exhibición. Al ser la
reproducción técnica algo tan común se convierte el valor de exhibición en algo común
también. La tradición que ha buscado mantener de manera sacra las imágenes religiosas es
asaltada por la reproducción técnica convirtiéndola en algo banal, algo repetitivo y normal.
Ahora bien, la reproducción técnica tiene éxito debido a que cumple con las exigencias del
público. El hecho de traer las obras de arte a las pantallas es el resultado que el público
quiere tener más cerca las cosas, quiere tener las obras a su disposición casi como si fueran
de él (Benjamin,2003 ). ¿Qué puede ser más honorable para un hombre que tener a la
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Gioconda en su habitación? Quizá no se aplique el mismo gusto para todas las personas
pero que dicha será para quienes teniendo varias pantallas puede llenar su casa de imágenes
de obras de arte populares. Esto suena muy conveniente para el espectador, pero ¿qué tan
justo es para la obra de arte.?
Frente a lo que se ha dicho basta afirmar que la reproducción técnica banaliza la obra de
arte afanándose por complacer las demandas de las masas. Reproducir una obra en la
virtualidad la vuelve dependiente de aquel que modifica la imagen o toma la fotografía. Por
otro lado, la obra queda descontextualizada, ya no posee un ambiente que le es propio, sino
que puede quedar expuesta en su entorno antagónico. El valor cultural es reemplazado por
el valor de exhibición. En fin, la obra de arte reproducida en la virtualidad es como el
caballo de ajedrez que se usa como la torre, ambas caen dentro de lo que se llama ajedrez,
pero es un uso inadecuado que lleva a la corrección por parte de quien sabe las reglas.
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Referencias
https://inba.gob.mx/sitios/recorridos-virtuales/museo-de-arte-moderno/