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Marco Teórico

Todos conocemos obras como La Gioconda de Leonardo


da Vinci, El Guernica de Picasso, El Grito de Edvard
Munch, etc. Pero ¿Las conocemos realmente? ¿O
simplemente conocemos reproducciones de los cuadros?
Simples fotografías, imitaciones… A esto que nos
permite conocer a estas tan famosas obras -sin la
necesidad de haber visitado un museo-, y que de hecho
les brinda la posibilidad de que se les denomine
famosas, lo llamamos ¨Reproductibilidad Técnica¨.
Conocemos este término, gracias a Walter Benjamin y su
ensayo ¨La obra de arte en la época de su
reproducibilidad técnica¨.

Ahora bien ¿Qué es este concepto?


La reproductibilidad técnica es, como su nombre lo
indica, la reproducción de obras (imágenes, pinturas, esculturas, performance, etc) a
través de medios mecánicos. Es un proceso que consiste en generar
representaciones de una determinada obra de creación humana.
Si bien la obra de arte siempre pudo reproducirse, porque todo lo creado por el
hombre siempre puede ser recreado por el mismo, esta ¨herramienta¨ se introduce
en la historia de manera intermitente y con oleadas muy separadas las unas de las
otras. Comenzamos con la Xilografía, que permitió que la gráfica fuera
técnicamente reproducible sin necesidad de copiar a mano cada una de las
imágenes. Continuamos con la Imprenta, que es popularmente conocida por su rol
en cuanto a la escritura, permitiendo comercializar la misma. Durante la edad media
se desarrollaron el grabado en cobre y aguafuerte, la Litografía, introducida en el
siglo XIX, permitió cambiar estos métodos, haciendo que la gráfica se introdujese al
mercado de manera masiva, pudiendo llegar al nivel de la imprenta y ser distinta en
el jornal de cada día.
Pocas décadas después de la invención de la Litografía, esta fue aventajada por la
Fotografía. Durante este proceso se abandona la mano como herramienta única y
pasa a un método más inmediato y posiblemente más efectivo, como lo es la
captura de imágen mediante una cámara fotográfica. Luego de esta, se introduce
también el filme sonoro.
Hacia principios del s.XX la reproductibilidad técnica ya habría alcanzado un punto
de auge, en el cual sería considerada incluso una forma propia del arte.
Dicho esto, podríamos inferir que la reproductibilidad técnica avanza acorde a la
tecnología. Sin embargo, ni siquiera con toda la tecnología y los píxeles del mundo,
o la réplica más exacta, podríamos recrear una obra a la perfección. Y esto se debe
al siguiente componente: el Aura. El ¨aquí y ahora¨ de la obra artística. Solo la pieza
original conservará su historia, sus cambios de lugar y acreedores, su
descomposición física con el tiempo, y por sobre todo, su autenticidad. ¨Todo ámbito
de la autenticidad se sustrae de la reproductibilidad técnica - y naturalmente no sólo
de la técnica¨. La reproducción manual de una obra no solo no posee el aura de la
misma, sino que además suele ser tildada de falsificación. En cambio, la técnica, se
considera más independiente de la obra
original, por dos razones: La primera es que
mediante la reproductibilidad técnica
podemos hacer visibles elementos que no
son posibles de visualizar con el ojo
humano; la segunda es que mediante esta
herramienta se puede llevar a la obra hacia
el destinatario o hacia circunstancias a las
que por sí misma no podría acceder.
Como por ejemplo llevar a La Gioconda,
mediante una imagen sacada de Google, hasta una clase de Historia del Arte del
Liceo Libertad.

En fotografía, el Semiólogo Roland Barthes nos presenta, en su obra ¨La cámara


lúcida¨ los términos ¨Punctum¨ y ¨Spectator¨. Definimos el primero como un
¨pinchazo¨ dentro de la imagen que moviliza al espectador, algo que rompe con la
obra. Por otro lado, ¨Spectator¨ se refiere a quien observa la obra, el espectador
ajeno a la misma.
Podemos considerar al punctum como una parte
importante de la obra, ya que sin este, viviríamos con un
arte banal. Podríamos considerarlo incluso parte del aura
de la obra. Ahora bien, una misma obra, gracias a la
reproducción técnica, podría tener millones de punctums;
esto puede depender de muchísimas cosas, tanto como
del ángulo de la fotografía, de si se le hace alguna
edición, de la obra original, de su contenido, etc.
En contraposición a esto, podríamos decir que el
reproducir una obra le quitaría ese punctum, nos
acostumbrara a él y ya no lo veríamos como tal.
Aquí es el spectator quien decide desde su subjetividad
cómo la reproductibilidad técnica afecta.
Lo cierto es que quizás el hecho de que existan miles de millones de Giocondas
rondando por ahí genere que la de Louvre sea menos especial, pero ¿Lo es
realmente? El cuadro es el mismo que pintó nada menos que Leonardo Da Vinci, es
del período renacentista y tiene una historia súper interesante detrás, miles de
miradas encima, el pasar de los años, restauraciones, interpretaciones, halagos,
críticas, etc… entonces, ¿La reproductibilidad técnica arruina realmente el aura de
la obra de arte?

Justificación
Decidimos investigar sobre este tema ya que consideramos que es un recurso que
se utiliza sin parar hoy en día, pero del cual no se toma consciencia.
Sobre todo siendo estudiantes de arte, siendo que trabajamos con obras todo el
tiempo, sentimos que hacemos un uso continuo del recurso sin plantearnos la
problemática de si en verdad arruinamos el aura de nuestras obras favoritas -
incluso sin conocer el concepto de ¨Reproductibilidad Técnica¨- o si simplemente
somos un espectador más.

Objetivos
El objetivo de este proyecto es averiguar qué opinan nuestros compañeros con perfil
artístico, sobre la reproducción de obras y el hecho de posiblemente arruinar su
aura. A su vez compararlo con las opiniones de nuestros compañeros con un perfil
no artístico, sobre la misma problemática.
También de alguna forma se busca concientizar sobre la existencia del concepto de
esta herramienta que utilizamos tanto pero no sabemos denominar.

Hipótesis
Pensamos que hoy en día, dentro de los parámetros estudiados, no hay conciencia
del concepto de la reproductibilidad técnica, ni del aura de las obras. También
creemos que las respuestas de las personas con perfil artístico van a ser muy
distintas a las de las personas con un perfil no artístico. Quizás a los segundos les
cueste más entender los conceptos y la importancia que tienen con respecto a la
obra de arte. Mientras que a las personas con perfil artístico los sensibilizará y
concientizará más sobre el uso y concepto de la reproducción tanto técnica como
manual, y les provocará cierto respeto sobre la obra de arte y cómo aún asombra a
los espectadores aún después de cientos de años y miles de millones de
reproducciones.

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