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ESPECIALIZACIÓN ADMINISTRACIÓN TOTAL DE CALIDAD

COHORTE XIII

LA ACTITUD COMO CLAVE DEL ÉXITO

La actitud es un comportamiento habitual que se produce de acuerdo a las diferentes


circunstancias de la vida y expresan el estado de ánimo del individuo, esta puede ser
positiva o negativa y de esta dependerá la manera en que se enfrentara a la realidad, pues de
contar con una actitud positiva las situaciones pueden ser superadas, sin embargo, en el
caso contrario, el individuo no podrá sacar ningún provecho de la situación o en los peores
escenarios cerrara las puertas a una posible salida.

En un entorno laboral la actitud del individuo puede afectar o fortalecer el buen clima
organizacional, es por ello que en las organizaciones se procura velar por que cada una de
las personas que la integran, cuenten con ciertos tipos de capacidades y habilidades
encaminadas a las relaciones laborales, comunicación asertiva, trabajo en equipo,
inteligencia emocional entre otros, pero lo que más importe es que cuente con una actitud
positiva que facilite la productividad.

De acuerdo al video en el entorno laboral se puede encontrar persona que cuenten con una
actitud perfeccionista, pesimista, alarmista, imprudente, resistente a los cambios o
explosiva, este tipo de comportamientos generan un ambiente de resistencia entre el equipo,
dificulta la cooperación, el liderazgo, logro de metas, objetivos y a su vez a la
productividad; por ende, es preciso decir que, de la actitud del individuo o del equipo
depende el éxito o el fracaso del mismo.
Una organización que vele por su bienestar y el de sus integrante, por lo general opta por
designar un equipo, líder o área encargada de la gestión del talento humano el cual deberá
conducir a las persona o el equipo intervenido a reconocer y encaminar las capacidades y
habilidades de los empleados en la disposición de alcanzar logros y objetivos
organizacionales; Entre las funciones de este, se encuentra velar, alertar y orientar a las
personas de concientizar el cómo está se obrando y que factores pueden estar causando las
actitudes inadecuadas en su persona y/o en la organización, para así lograr tomar e
implementar acciones de mejora.

Ahora bien, Cuando el individuo no logra canalizar las causas de su actitud pierde el
horizonte, es por ello que en las organizaciones es imprescindible contar con buenos
líderes, que tengan la facilidad de detectar, persuadir, estimular y orientar al empleado, para
superar estas inadecuadas novedades; realizar un respectivo seguimiento del
comportamiento de los demás y replicar las buenas actitudes puede ser una estrategia
asertiva para mitigar estos comportamientos inadecuados.

Tanto el líder como los compañeros mismos deben aprender a manejar situaciones que
producen tensión, fatigas o conflictos, Una buena estrategia para minimizar el nivel de
inconformidad de los empleados es el de reconocer los esfuerzos realizados por cada uno,
velar por aquellos que muestran debilidad, realizar acompañamiento psicológico y en todo
momentos darle a entender que a pesar aquellas situaciones que el hombre ve imposible,
hay un ser superior que desde lo alto puede dar misericordia y sabiduría para salir adelante.

Los líderes son una pieza clave, para el éxito en un clima laboral, su cercanía con el equipo
de trabajo permite que el seguimiento, monitoreo y validación del entorno logren dar
resultados eficientes y eficaces.

Practicar la empatía y la buena estima siempre será una de las llaves del éxito, aquel que
logre comprender su entorno y a quienes les rodean, pueden lograr dominar la inteligencia
emocional y la resiliencia, entre otros.
Ahora bien, si la llave del éxito o el fracaso es la actitud, ¿qué tipo de actitud maneja usted?
¿puede alguien tener los mejores estudios y las mejores relaciones, pero aun así no cuenta
con buena actitud?

La primera respuesta será una auto evaluación para cada uno, pero para la segunda pregunta
la respuesta es Si.

Cuando un individuo no cuenta con una autoestima activa y sólida, tiende a menospreciarse
así mismo e incluso puede llegar a pensar y generar rechazo por los demás a su alrededor,
por ende, día a día se debe trabajar en fortalecer el carácter del individuo, mejorar sus
habilidades colaborativas, sociales. Esto se logra primero logrando que el individuo
afectado identifique y reconozca cuales son las actitudes negativas que le impiden
desarrollarse favorablemente en el entorno laboral, luego es importante que esta persona
encuentre otras actitudes o virtudes con las cuales reemplazara las conductas negativas y así
empezar el proceso para poner en práctica las nuevas acciones hasta el punto en que ya
pueda pensar y actuar de forma natural olvidando por completo esas acciones paradigmas y
estilos que mantienen a las personas en un estado de estancamiento y subdesarrollo,
impidiéndole crecer profesionalmente y evolucionar como persona.

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