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FUNCIONAMIENTO DE UN ECOSISTEMA
El funcionamiento de todos los ecosistemas es parecido. Todos necesitan una fuente de energía
que, fluyendo a través de los distintos componentes del ecosistema mantienen la vida y
movilizan el agua, los minerales y otros componentes físicos del ecosistema. La fuente primera y
principal de energía es el sol, que permite que se realicen todas las actividades de la vida.
Las moléculas orgánicas (presentes en los seres vivos) han sido construidas a partir de
componentes químicos simples, éstos se obtienen del medio en forma de nutrientes.
LA TERMODINÁMICA EN EL ECOSISTEMA
Entre los seres vivos de un ecosistema, la energía fluye en un solo sentido, desde los organismos
autótrofos, o productores, es transferida hacia los consumidores mediante las relaciones
alimentarias. En cada transferencia, se producen grandes pérdidas de energía en forma de calor, el
cual es emitido al ambiente.
Esto determina que la cantidad disponible para el organismo heterótrofo del último nivel trófico
de la cadena de transferencia, sea menor en comparación a la cantidad de energía de la que
disponen los organismos que se ubican en niveles anteriores. Este comportamiento de la energía
obedece a las leyes de la termodinámica. La primera de estas es la ley de conservación de la
energía y la segunda es la ley de la entropía
LEYES DE LA TERMODINÁMICA
La primera ley dice que la energía puede transformarse de una clase en otra, pero no
puede destruirse. Por ejemplo, la energía de la luz se transforma en materia orgánica
(leña), que a su vez se transforma en calor (fuego) y luz; el calor se puede transformar en
energía del movimiento (máquinas a vapor); ésta en luz (dinamo que produce
electricidad), y así sucesivamente.
La segunda ley dice que al pasar de una forma de energía a otra (energía
mecánica a química a calor y viceversa) hay pérdida de energía en forma de calor.
Cualquier cambio de una forma de energía a otra produce pérdidas por calor. De esto se
deduce que un ecosistema no puede ser autoabastecido de energía en el corto plazo y que
todos los procesos naturales son irreversibles en cuanto al flujo de energía, es decir, el
flujo de energía sigue una sola dirección.
El movimiento de los materiales es continuo: los diferentes elementos químicos pasan del suelo, el
agua o el aire a los organismos y de unos seres vivos a otros, hasta que vuelven - cerrándose el
ciclo - al suelo o al agua o al aire. La materia se recicla -en un ciclo cerrado- y la energía pasa -
fluye- generando organización en el sistema.
En un ecosistema las moléculas orgánicas, que contienen energía, producidas por los organismos
autotróficos o productores (las plantas y algunos protistas) son la fuente de alimento para los
organismos heterotróficos o consumidores. Por ejemplo, una planta puede ser comida por
un animal y éste, a su vez, por otro animal. De esta manera la energía es transferida a través de
una serie de organismos cada uno de los cuales se alimenta de los organismos que
encuentra en el nivel anterior. Esta secuencia se denomina cadena trófica o alimentaria.
Cada nivel de esta cadena se llama nivel trófico.
En la cadena trófica, al pasar de un eslabón a otro, hay más pérdida de energía a través de la
respiración y los procesos metabólicos de los individuos, porque el mantener vivo un
organismo implica gastar, en forma de calor, parte de la energía captada; las
sustancias no digeribles, que son excretadas o regurgitadas y descompuestas por los
detritívoros; y la muerte de individuos, que ocasiona pérdidas, pero la energía es devuelta,
en parte, por los desintegradores.
La fotosíntesis de las plantas verdes es el proceso fundamental mediante el cual la energía solar es
transformada en materia orgánica, que mantiene todas las formas de vida sobre la Tierra
Sin la energía solar no sería posible la vida, y el día en que el Sol cese de producir energía, también
se acabará la vida en nuestro planeta indefectiblemente, al menos en forma generalizada.
Naturalmente esto sucederá dentro de unos 7000 millones de años
La vida en la tierra depende de la energía del sol que llega a la superficie terrestre y queda a
disposición de los seres vivos.
A 150 millones de kilómetros de distancia el sol libera enormes cantidades de energía, una
pequeñísima fracción de esta energía llega a la tierra en forma de ondas
electromagnéticas, que incluyen calor, luz y radiación ultravioleta. De la energía que llega, gran
parte es reflejada por la atmósfera, las nubes y la superficie terrestre. La tierra y su atmósfera
absorben una cantidad aún mayor, y sólo queda alrededor de 1%para ser aprovechada por los
seres vivos. Del 1% de la energía que llega a la tierra en forma de luz, las plantas verdes y
otros organismos fotosintéticos capturan 3% o menos. En conclusión la vida en la tierra
se sostiene con menos de 0,03% de la energía que la Tierra recibe del Sol.
Como vimos en Elementos de Ecología, todas las transformaciones de la energía obedecen a
las Leyes de la Termodinámica. La segunda ley de la Termodinámica gobierna los patrones de
flujo de energía a través de los ecosistemas.
La energía entra a las comunidades por la vía de la fotosíntesis. Esta energía alimenta los procesos
del ecosistema.
Las plantas contienen mucha menos energía que la que asimilaron debido a la gran cantidad que
consumen para su mantenimiento, solo la energía que las plantas no usan para
mantenerse está disponible para ser almacenada por los animales.