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Conceptos Claves

Primera y segunda ley de la termodinámica

La energía existe en dos formas: potencial y cinética. La energía potencial es la energía


almacenada, es decir, capaz y disponible para llevar a cabo los trabajos. La energía cinética es la
energía en movimiento y funciona a expensas de la energía potencial. Existen al menos dos tipos
de trabajo: el almacenamiento de energía y la organización u ordenamiento de la materia.
Dos leyes de termodinámica dirigen el gasto y almacenamiento de energía. La Primera Ley de
la Termodinámica afirma que la energía no se crea ni se destruye: es posible que cambie de
forma, se traslade de un lugar a otro o actúe sobre la materia de diferentes maneras, aunque, a
pesar de cualquier transferencia y transformación que ocurra, no se produce ninguna ganancia o
pérdida en la energía total. La energía simplemente se transforma de una forma a otra o de un
lugar a otro. Por ejemplo, cuando se quema madera, la energía potencial que se pierde de los
enlaces moleculares de la madera equivale a la energía cinética que se libera en forma de calor.
La Segunda Ley de la Termodinámica implica a la transferencia de energía, esta ley afirma que,
cuando se transfiere o transforma la energía, parte de ella adopta una forma que no puede
trasladarse. Un ejemplo de esto sería la quema carbón en una caldera para producir vapor, una
parte de la energía crea el vapor mientras que la otra se dispersa en forma de calor en el aire del
entorno.

Fotosíntesis y respiración

La fotosíntesis y la respiración celular son procesos químicos que demuestran una de las formas
en las que materia y la energía circulan a través del ecosistema. Como sabemos estos elementos
no se pueden crear ni destruir solo transformarse, y ambos se mueven a través de sistemas.

→ La fotosíntesis es el proceso químico en el que el dióxido de carbono y el agua se


combinan, utilizando la energía del sol, para producir azúcar (carbohidratos) y oxígeno.
Las plantas y otros organismos, como las algas y las cianobacterias, utilizan la fotosíntesis
para sintetizar (fabricar) su propio alimento.
→ La respiración celular es un proceso químico por el cual las células obtienen energía a
partir de azúcares u otras moléculas orgánicas, al reaccionar los carbohidratos en
presencia de oxígeno. El resultado de la respiración celular es dióxido de carbono, agua
y ATP.

Si ponemos atención podemos notar una estrecha relación entre la fotosíntesis y la


respiración; y es que ambos procesos están totalmente acoplados, de modo que los reactivos
de uno resultan ser los productos del otro.
Flujo de energía y reciclaje de materia

→ Reciclaje de la materia

La materia se recicla a través de los ecosistemas


de la Tierra, aunque puede pasar de un
ecosistema a otro, como sucede cuando los
nutrientes son arrastrados hacia un río. Los
mismos átomos se usan una y otra vez, forman
diferentes compuestos químicos y se incorporan
a los cuerpos de distintos organismos.

Como ejemplo, veamos cómo los nutrientes químicos se mueven a través de un ecosistema
terrestre. Una planta terrestre toma dióxido de carbono de la atmósfera y absorbe otros
nutrientes, como el nitrógeno y el fósforo, del suelo; con ellos forma las moléculas que
conforman sus células. Cuando un animal come la planta, usa las moléculas de esta para
obtener energía y materia para sus propias células, a menudo reorganizando los átomos y
moléculas en nuevas formas.

Cuando las plantas y los animales llevan a cabo la respiración celular se libera dióxido de
carbono hacia la atmósfera. De manera similar, cuando excretan desechos o mueren, sus
compuestos químicos son utilizados por las bacterias y los hongos como fuente de energía y
material de construcción. Estos descomponedores liberan moléculas sencillas de vuelta al
suelo y a la atmósfera, donde pueden ser absorbidos nuevamente en la siguiente ronda del
ciclo.

→ Flujo de energía

A diferencia de la materia, la energía no puede ser


reciclada en un ciclo en los ecosistemas. En cambio,
su flujo a través de ellos es una vía de un solo
sentido, generalmente, de luz a calor.

La energía generalmente ingresa en los ecosistemas


como luz solar y es capturada en forma química por
los fotosintetizadores como las plantas y algas.
Entonces pasa a través del ecosistema, cambiando
de forma a medida que los organismos metabolizan,
producen desechos, se comen entre ellos y finalmente mueren y se descomponen.

Cada vez que la energía cambia de forma, parte de ella se convierte en calor. El calor sigue
contando como energía, y por lo tanto, ninguna parte de ella se destruye, pero los seres vivos
generalmente no pueden utilizar el calor como fuente de energía. Al final, la energía que entró
en el ecosistema como luz solar se disipa como calor e irradia de vuelta hacia el espacio

Producción primaria y secundaria

Producción primaria

El flujo de energía en un ecosistema terrestre comienza con el aprovechamiento de la luz solar


por parte de los organismos autótrofos. La tasa a la que la fotosíntesis convierte la energía radiante
en compuestos orgánicos se denomina producción primaria, debido a que se trata de la primera
forma básica de almacenamiento de energía.
La producción primaria bruta de un ecosistema es la energía total fijada por fotosíntesis por los
organismos autótrofos. La producción primaria neta es la energía fijada por fotosíntesis menos
la energía empleada en la respiración, es decir la producción primaria bruta menos la respiración.

La producción en general se expresa en unidades de energía por unidad de superficie por unidad
de tiempo: kilocalorías por metro cuadrado por año (kcal/m2/año).

Producción secundaria

La producción primaria neta se encuentra a disposición de los consumidores directamente como


tejido vegetal o indirectamente a través del tejido animal. Una vez que se consume y se asimila,
la energía se destina al mantenimiento, crecimiento y reproducción y a las heces, orina y gas. Los
cambios en la biomasa, incluyendo cambios de peso y reproducción, forman la producción
secundaria. Ésta obviamente depende de la producción primaria, por lo tanto, cualquier
restricción ambiental sobre la producción primaria afectará también a la producción secundaria
del ecosistema.

Biomasa

En el contexto energético, la biomasa puede considerarse como la materia orgánica originada


en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía. Estos
recursos biomásicos pueden agruparse de forma general en agrícolas y forestales. También se
considera biomasa la materia orgánica de las aguas residuales y los lodos de depuradora, así como
la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos, y otros residuos derivados de las industrias.

Algunos ejemplos son la basura orgánica que se genera en los domicilios o los excrementos de
animales en ganaderías, los restos de las podas de frutales, el serrín, las cáscaras de frutos secos,
la paja, etc.

Niveles tróficos

Los organismos que están presentes en un ecosistema se pueden clasificar de acuerdo al papel
funcional que desempeñan o la forma de obtener su alimento; este proceso está ligado con el flujo
de la materia y la energía, y organiza a los organismos en categorías o niveles alimentarios a los
que se les conoce como niveles tróficos (del Griego τροφή (trophē) refiriéndose a la comida o la
nutrición).

→ Productores primarios: Son los autótrofos, aquellos organismos que producen materia
orgánica partiendo de materia inorgánica. Son las plantas, las algas y una parte de las
bacterias. Pueden hacerlo por medio de la fotosíntesis o de la quimiosíntesis. Son los
primeros en la cadena trófica, los que reciben la energía desde fuera, los que la incorporan
desde una fuente exterior y la ponen al alcance de la vida.

→ Consumidores: Son los heterótrofos, aquellos organismos que fabrican su materia


orgánica partiendo de la materia orgánica que obtienen de otros seres vivos; fabrican sus
componentes orgánicos propios a partir de los ajenos. Los consumidores pueden a su vez
proporcionar materia orgánica a otros, cuando son consumidos o cuando son
aprovechados. Estos se subdividen en tres grupos:

• Consumidores primarios
• Consumidores secundarios
• Consumidores terciarios

→ Descomponedores: Los organismos mueren y estos entran en descomposición por la


actuación de los organismos descomponedores, que normalmente son bacterias y hongos,
aunque hay otros. Estos organismos se encargan de transformar la materia orgánica en
otra más sencilla, en materia inorgánica. Esta materia inorgánica, como ya hemos
mencionado antes, es la que usan los organismos productores para generar materia
orgánica gracias a una fuente de energía. Entre los descomponedores se encuentran:

• Organismos saprófitos
• Organismos detritívoros

Ley del 10%

Esta ley fue elaborada por el ecólogo Raymond Lindeman, y afirma que tan sólo el 10%
de las calorías ingeridas por un nivel de la pirámide trófica es transferido al nivel
siguiente, el 90% restante es utilizado para mantener la vida en ese nivel (procesos
metabólicos, crecimiento, etc.) o bien es excretado sin pasar al nivel trófico siguiente.

Ciclo biogeoquímico

Cada elemento tiene sus peculiaridades, pero todos los nutrientes fluyen desde los componentes
no vivos del ecosistema a los vivos y vuelven de nuevo a los elementos no vivos mediante una
ruta más o menos cíclica conocida como ciclo biogeoquímico.

Existen dos tipos básicos de ciclos biogeoquímicos: los gaseosos y los sedimentarios. Esta
clasificación se basa en la fuente principal de entrada de nutrientes al ecosistema.

→ En los ciclos gaseosos, las reservas principales de nutrientes son la atmósfera y los
océanos. Por esta razón, los ciclos gaseosos son claramente globales. Los gases más
importantes para la vida son el nitrógeno, el oxígeno y el dióxido de carbono.

→ En los ciclos sedimentarios, el reservorio principal es el suelo, las rocas y los minerales.
Los elementos minerales que son necesarios para los organismos vivos provienen
inicialmente de estas fuentes inorgánicas, y las formas disponibles son las sales disueltas
en el agua del suelo o en lagos, arroyos y mares.

Tanto los ciclos sedimentarios como los gaseosos constan de procesos biológicos y no biológicos;
ambos son conducidos por el flujo de energía a través del ecosistema; y ambos están unidos al
ciclo del agua. El agua es el medio a través del cual los elementos y otros materiales se movilizan
dentro del ecosistema. Sin el ciclo del agua, los ciclos biogeoquímicos cesarían.

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