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Fotosíntesis y respiración
La fotosíntesis y la respiración celular son procesos químicos que demuestran una de las formas
en las que materia y la energía circulan a través del ecosistema. Como sabemos estos elementos
no se pueden crear ni destruir solo transformarse, y ambos se mueven a través de sistemas.
→ Reciclaje de la materia
Como ejemplo, veamos cómo los nutrientes químicos se mueven a través de un ecosistema
terrestre. Una planta terrestre toma dióxido de carbono de la atmósfera y absorbe otros
nutrientes, como el nitrógeno y el fósforo, del suelo; con ellos forma las moléculas que
conforman sus células. Cuando un animal come la planta, usa las moléculas de esta para
obtener energía y materia para sus propias células, a menudo reorganizando los átomos y
moléculas en nuevas formas.
Cuando las plantas y los animales llevan a cabo la respiración celular se libera dióxido de
carbono hacia la atmósfera. De manera similar, cuando excretan desechos o mueren, sus
compuestos químicos son utilizados por las bacterias y los hongos como fuente de energía y
material de construcción. Estos descomponedores liberan moléculas sencillas de vuelta al
suelo y a la atmósfera, donde pueden ser absorbidos nuevamente en la siguiente ronda del
ciclo.
→ Flujo de energía
Cada vez que la energía cambia de forma, parte de ella se convierte en calor. El calor sigue
contando como energía, y por lo tanto, ninguna parte de ella se destruye, pero los seres vivos
generalmente no pueden utilizar el calor como fuente de energía. Al final, la energía que entró
en el ecosistema como luz solar se disipa como calor e irradia de vuelta hacia el espacio
Producción primaria
La producción en general se expresa en unidades de energía por unidad de superficie por unidad
de tiempo: kilocalorías por metro cuadrado por año (kcal/m2/año).
Producción secundaria
Biomasa
Algunos ejemplos son la basura orgánica que se genera en los domicilios o los excrementos de
animales en ganaderías, los restos de las podas de frutales, el serrín, las cáscaras de frutos secos,
la paja, etc.
Niveles tróficos
Los organismos que están presentes en un ecosistema se pueden clasificar de acuerdo al papel
funcional que desempeñan o la forma de obtener su alimento; este proceso está ligado con el flujo
de la materia y la energía, y organiza a los organismos en categorías o niveles alimentarios a los
que se les conoce como niveles tróficos (del Griego τροφή (trophē) refiriéndose a la comida o la
nutrición).
→ Productores primarios: Son los autótrofos, aquellos organismos que producen materia
orgánica partiendo de materia inorgánica. Son las plantas, las algas y una parte de las
bacterias. Pueden hacerlo por medio de la fotosíntesis o de la quimiosíntesis. Son los
primeros en la cadena trófica, los que reciben la energía desde fuera, los que la incorporan
desde una fuente exterior y la ponen al alcance de la vida.
• Consumidores primarios
• Consumidores secundarios
• Consumidores terciarios
• Organismos saprófitos
• Organismos detritívoros
Esta ley fue elaborada por el ecólogo Raymond Lindeman, y afirma que tan sólo el 10%
de las calorías ingeridas por un nivel de la pirámide trófica es transferido al nivel
siguiente, el 90% restante es utilizado para mantener la vida en ese nivel (procesos
metabólicos, crecimiento, etc.) o bien es excretado sin pasar al nivel trófico siguiente.
Ciclo biogeoquímico
Cada elemento tiene sus peculiaridades, pero todos los nutrientes fluyen desde los componentes
no vivos del ecosistema a los vivos y vuelven de nuevo a los elementos no vivos mediante una
ruta más o menos cíclica conocida como ciclo biogeoquímico.
Existen dos tipos básicos de ciclos biogeoquímicos: los gaseosos y los sedimentarios. Esta
clasificación se basa en la fuente principal de entrada de nutrientes al ecosistema.
→ En los ciclos gaseosos, las reservas principales de nutrientes son la atmósfera y los
océanos. Por esta razón, los ciclos gaseosos son claramente globales. Los gases más
importantes para la vida son el nitrógeno, el oxígeno y el dióxido de carbono.
→ En los ciclos sedimentarios, el reservorio principal es el suelo, las rocas y los minerales.
Los elementos minerales que son necesarios para los organismos vivos provienen
inicialmente de estas fuentes inorgánicas, y las formas disponibles son las sales disueltas
en el agua del suelo o en lagos, arroyos y mares.
Tanto los ciclos sedimentarios como los gaseosos constan de procesos biológicos y no biológicos;
ambos son conducidos por el flujo de energía a través del ecosistema; y ambos están unidos al
ciclo del agua. El agua es el medio a través del cual los elementos y otros materiales se movilizan
dentro del ecosistema. Sin el ciclo del agua, los ciclos biogeoquímicos cesarían.