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I
EL GOBIERN.O
l\1ILITAR
una e;peri�ncia peruana
1968 - 1980

Compiladores:
Cynchia McClintock
Abraham F. Lowenthal

INSTITUTO DE ESTUDIOS P�RUANOS


13
El experimento peruáno reconsiderado

AsRAHAM F. LOWENTHAL

E STE PEQUEÑO ensayo trata el significado y legado del . experimen­


to peruano. Su objetivo es subrayar varios aspectos fundamen­
tales de la experiencia peruana entre 1968 y 1980. E�ste epílogo
personal espero destacar algunas de las tesis que se presentan en es­
te volumen, esclarecer otras y también complementar y corregir algunas.
No he estado 'estudiando el Perú de manera sistemática desde
1974. Obviamente no puedo contribui r. con nuevos dat9s sobre el Perú
o con interpretaciones novedosas basadas en el sensible análisis con­
textual notorio en este libro.1 En su lugar quisiera contribuir con un
sentido .de perspectiva derivado precisamente de una cierta distancia
y de una apreciación bastante detallada del Perú apterior a 1968. Es­
tos antecedentes me llevan a plantear dos proposiciones, cada una de
ellas corre casi en sentido contrario a la orientación dominante de los
capítulos de este libro, pero cada una está apoyada en evidencias que
se encuentra planteadas en este libro.
j (En primer lugar, aunque la �ayor parte de los autores de este
l.imposio subrayan los fracasos del experimento peruano, mi argumen-
1to será que los gobernantes militares en buena parte tuvieron éxito
én aquellos que se plantearon como objetivos cuando asumieron el po-
lder en 1968) En segundo lugar, aunque la mayor parte de los auto­
res en esta antología, argumentan que el Perú desde 1975 ha regre­
sado a las condiciones políticas que precedieron al gobierno militar y
que todo el período (1968-1980) de cierta forma subrayó continuida­
des básicas, enfatizaré que el Perú ha cambiado significativamente du­
rante este período tanto en las formas que deseaban los militares cuan­
to en formas que no deseaban.

l. La mayor parte de lo que toca al Perú desde 1974 proviene de los textos in­
cluidos en este volumen, de otros trabajos presentados en el taller donde surgió este
libro y de una breve visita a Lima en 1979, comentada en Abraham Lowenthal, "Dateline
Peru: A Sagging Revolution", Foreign Policy, N'> 38 (primavera 1980). Los puntos especí­
ficos, derivados de.,otras fuentes, se indican en las notas de pie de página.
436 LOWENTHAL EL EXPERIMENTO PERUANO RECONSIDERADO 437

EL EXPERIMENTO PERUANO COMO EXITO res condiciones. Sobre la base de algunos indicadores, consumo de ca­
lorías y estadísticas de salud, particularmente, los pobres del Perú
Las evaluaciones del experimento peruano hechas en este volu­ son actualmente más pobre!¡ de lo que eran antes, como lo ha señala­
men y en otras partes, tienden a contrastar los objetivos declarados ao Susan Eckstein: y docu�entado el Banco -MÚndial.5
del régimen militar, muchos muy ambiciosos y algunos contradictorios
entre sí con su comportamiento real. Los gobernantes militares se - -Con excepción de algunos aspectos de· 1a Reforma Agraria ningu­
comprometieron en diversas oportunidades a acelerar el crecimiento no de los experimentos de innovación social y económica del régimen,
económico del Perú y mejorar radicalmente su distribución; a reestruc­ anunciados con tanto entusiasmo, ha sobrevivido intacto basta la dé­
turar la socied::id sobre la base de equidad y de nuevos conceptos de cada de 1980. SINAMOS, la entidad de movilización social que iba a
construir nuevos medios para canalizar la movilización popular efectiva,
propiedad y otras relaciones sociales, ampliar la participación políti­
ca, terminar con los conflictos de clase, transformar los valores nacio­ ha desaparecido sin dejar rastros. La tan pregonada reforma educati­
nales y crear un "nuevo hombre peruano", superar la dependencia va fue ampliamente neutralizada. El sector -d,t "Propiédad·social", en
externa Y hacer del Perú un líder del Tercer Mundo.2 No debe sor­ détei-rninado momento anunciado como la parte predominante de la
prender que el experimento peruano no haya logrado estas extrava­ economía en el futuro, ahora afecta sólo a algunas firmas marginales.
gantes ambiciones. Lo que Schydlowsky y Wicht dicen sobre la reforma industrial es duro
peró correcto y bastante representativo: "mientras que el objetivo era
El objetivo del régimen de dinamizar el crecimiento económico del mejorar la equidad, ampliar la industria y controlar la actividad inde­
�erú fracasó claramente como Daniel Schydlowsky y Juan Wicht enfa­ seable de los empresarios, el resultado fue consolidar una aristocra­
tiza i: Y º!ros confirman. El ritmo de crecimiento per cápita del país cia de trabajadores, incrementar los esfuerzos empresariales para bus­
se hizo mas lento y luego declinó durante los años del régimen militar car salidas fuera del sistema, estimular la huída del capital e inhibir
(aunque se percibía una recuperación en su último año). La produc­ la creación de nuevos puestos".
tividad declinó tanto en la agricultura como en la industria. La balan­
za de pagos del Perú se deterioró bruscamente y su deuda externa Habiendo declarado la "participación plena" como un objetivo cen­
se elevó a niveles sin precedentes.� tral, los líderes militares peruanos se enco�trarmi primero en el pro­
céso de desmantelar las organizaciones parti�ipatorias y finalmente fue-
Pese a haber hablado de manera tan ardiente sobre la justicia -ron repudiados en las urnas por "un público qÚe jamás se había entu­
social y la redistribución económica, los gobernantes militares ni siquie­ siasmado con· el experimento.6 Habiendo jurado terminar con la lu­
ra mejoraron el sistema tributario regresivo del país. En realidad ;e cha de clases en el Perú, los militares dejaron, como lo ha señalado
hizo un tanto más regresivo.4 Pese a haber proclamado la necesidad Julio Cotler y Luis Pásara, un país más que nunca afectado por el
de reformas estructurales fundamentales, los militares determinaron me­ descontento laboral.
didas que dejaron virtualmente inafecta a la mitad más baja de los de­
positarios del ingreso nacional y a la cuarta parte más baja en peo- Tampoco las declaraciones del régimen sobre la transformación de
valores nacionales y la creación de un nuevo hombre peruano hicie­
ron mayor progreso. Al "nuevo hombre" no se le encuentra en ningu-
2. Tres fuentes convenientes para información sobre el programa máximo del régimen
mili'.'1r peru �o son: Juan Ve �asco Alvara �o, La Vo �, de la Revoiucién, 2 volúmenes (Lima:
Of1cU1a Nacional de Información, 1972); 'Plan Inca , versión publicada en tod os los diarios 5. Durante la década de 1970, los ingresos reales del 25% más bajos de las fami­
de Lima el 29 de julio de 1974; y Carlos Delgado, Testimonio de Lucha (Lima: Bibliote· lias del Perú decayeron en 18%. Durante ésta década en el Perú el consumo de calo­
ca Peruana, 1970). Revisiones descriptivas y analíticas de la primera fase de la mayor rías per cápita declinó para las familias de bajos y medianos ingresos y se incrementó
parte de las reform as específicas pueden encontrarse en The Peruvian Experiment' Abra- la incidencia de la tifoidea, malaria, disentería y otras enfermedades asociadas con la po­
bam F. Lowenthal, ed., Princeton University Press, 1975. breza. Véase Banco Mundial, PeTU: Major Deoelopment Issues and Recommendations,
págs. 34-35.
. 3. lJ_n_ resumen conveniente d� la economía de.l Perú después de doce años de go­ 6. Es sorprendente que los dos candidatos en las elecciones de 1980 que estaban
b,er_no militar se encuentra en �l lllforme del Banco Mundial, Peru: Major Deoelopment
. identificados con los militares obtuvieron en conjunto una votación menor del 5%, mien­
Policy Issues and Recommendations. Wash,ngton D.C.: Banco Interamericano para Recons­
, tras que los partidos repudiados específicamente por las fuerzas armadas en 1968: Ac­
truccion r Fomento, junio 1981. Mayores datos pueden encontrarse fácilmente en núme­
ros sucesivos de la útil publicación mensual peruana, Perú Econ6mico. ción Popular, APRA y de Izquierda Unida alcanzaron cerca del 90$. El fracaso de los
4. Véase Richard C. Webb, Gooernment Policy and the Distribution of Income in Peru militares en hacer que el electorado simpatizara con ellos, aun entre los beneficiarios
1963-1973 (�a��ridge: Harvard University Press, 1977), págs. 55-57. Webb previeó; de sus reformas, ha sido señalado por nosotros como uno de los puntos débiles del expe­
con � la posibilidad �e sacar _ conclusi?nes respecto a la distribución global por medio rimento peruano (Lowenthal, "Peru's Ambiguous Revolution" en The Peruoían Erperimenl,
del 1m �ac�o d� cualq01er polfac 11; especifica. No obstante, expone el caso que las politi­ Lowentbal, ed., págs. 3-43, especialmente las págs . 6 y 43). Los capítulos de Cotler, Pása­
cas réd.istributivas durante el penodo del gobierno militar reforzaron la estructura dualis­ ra, McClintock y Cleaves/Pease García de este volumen analizan las razones de esta grie­
ta de la economía e hicieron poco por el sector rural/ tradicional ( véase pp. 88-89, 101). ta crucial.
438 LOWENTHAI.
EL EXPERlMENTO PERUANO RECONSIDERADO 439

na parte ni se habla de él en el Perú de hoy. El régimen militar pro-


cado en el Plan Inca post-hoc promulgado en 1974) el experimento
bablemen te sera' re:orda do dentro de una generación por haber am-
. . obviamente fracasó. Esta tesis está demostrada de manera extensa en
!>liado__�a :lase me�ia -�� �-�11:1ª y hecho legítimas sus preocupaciones
este volumen aunque el gran número de factores estructurales, siste­
que pornaber -re-disenaao profundamente los ideales nacionales.
máticos, coyunturales y accidentales citados en estos capítulos para ex­
A pes�r de los esfuer�os vigorosos del régimen para reducir la plicar el fracaso sugiere que debe tenerse cautela al extraer conclu­
dependencia externa, el pais se encontró en 1980 todavía muY vuIne- siones de la experiencia peruana.)
.
rable a los cam b10s en 1as circunstancias
· económicas internacional · Pero si uno evalúa el experimento con una medida diferente, los
c?mo ha enfat �zado Rosemary Thorp. Evaluado por los egresos de �:� líderes militares peruanos, en términos generales, tuvieron éxito. _Si
:71sas en regahas, la dependencia tecnológica del Perú quizá se h �!!º.. define el experimento peruano como el núcleo de una programa
mcrementado bajo el gobierno militar, (Gilbert 1980: 15-38). Aun:�:
de �firmación nacional, modernización económica, reforma antioligár­
el papel de l�s empresas extranjeras se redujó drásticamente en el quica y la sistemática construcción del estado, apoyada institucional­
se<:_tor extrachvo, los bancos comerciales extranjeros ampliaron su _ mente por las Fuerzas Armadas en 1968, el temario de la revolución

�=�
pel de �an�ra _importante.7 La observación de Laura Guasti que ,�:n fue ejecutado¡en un grado impresionante.
vez de dis�unwr l�s efectos de la dinámica empresarial internacional
:n el Peru, el gobierno sólo cambió a aquellos grupos empresariales Cuando las Fuerzas Armadas del Perú asumieron el poder, en oc­
mternos que tendrían el mayor impacto doméstico" es pertinente aun­ tubre de 1968, intentaron romper un impase que había evitado du­
qu_e exagerad�. Y como lo ha señalado E.V.K. FitzGerald la única po­ rante largo tiempo la adopción de reformas sustentadas desde ha­
lítica del Peru para resolver los problemas económicos del país f cía mucho tiempo. Medidas prevíamente llevadas a cabo en muchos
por mucho tiempo, c_ombinar políticas salariales represivas con la otros países latinoamericanos habían sido frustradas durante largo
peranz� d� que crecieran los precios mundiales para sus exportacio­ tiempo en el Perú. Los intereses terratenientes tradicionales del Pe­
rú todavía tenían tal control sobre la agricúltura, las· finanzas, la po­
nes, pr�cipalrpente de materias primas. En suma el Perú es todavía
- lítica y la prensa del país, que las reformas pudieron ser dilatadas
��p.endiente... Y-lo es-de manera extrema.
aún cuando ya se había logrado un consenso nacional sustancial. En
Las aspiraciones del Perú de convertirse en líder entre los paí­ 1968, casi todos los peruanos políticamente conscientes que no estu­
ses del Tercer Mundo han desaparecido. En lo más álgido del régi'­ víeran directamente comprometidos en perpetuar un sistema preindus­
men de Velasco, el Perú era prominente dentro del Pacto Andino, la trial basado en la tierra y de carácter casi feudal, estaban de acuer­
OE':, el grupo de los 77, el Movímiento No Alineado y las N.U. El do en la necesidad de transformaciones estructurales. En amplios sec­
Peru ya no �trae tanta atención ni asume un papel de liderazgo en tores se entendía que el Perú réquería redistribuir la tierra y otra
los foros regionales o internacionales. El perfil internacional del propiedad, extender más ampliamente la educación, el sufragio y la par­
se ha reducido hoy a dimensiones aproximadas al peso del Perú ::�� ticipación política, crear un estado más fuerte, realizar la planificación
tro de_ la econolllia mundial (la elección de un peruano J avíer Pérez

;:rú��
nacional, establecer controles para asegurar que la inversión extran­
de Cuellar, como Secretario General de las Naciones Únidas f jera sirvíera de mejor manera al país y reducir la vulnerabilidad ex­
tributo al diplomático y no principalmente un reconocimiento �1 terna del Perú. Pero al acuerdo abrumador entre profesionales, in­
,
· La conclusión es entonces inevitable. Si uno define la revolucion.. telectuales, políticos, tecnócratas, líderes laborales e Índustriales no
. -- había llegado a la acción.
en té rml�?S de 1OS Ob'Je t'lVOS planteados por el-pequeño cuad ro de -Ofi-
·-
. [ Los _esfuerzos para cambiar uno de los sistemas de tenencia de
c1ales militares y de los ideólogos civiles que los asesoraban (codifi:
tierra más desiguales del mundo demuestran primero, cómo el esta­
7. �ara una revisión general de esta tendencia véase Robert De lin "Los B cos blis7!:rri6!.J>eruano, evitó que se debatiera la cuestión, después vetó Iás
transnac1onales, la deuda externa y el Perú" Re.,ista de la CEPAL N9 ;4 (
Para una discusión de _las _im�licancias políticas in ternas, véase Barbara St:fI:g� ,'P;�
t 1OO

and tbe U.S. Banks: Pnvatization of Fmancial Relations" ' en Capital'ISm and the S, tate m
réformas y finalmente frustró la ejecución de. las medidas que fueron
eventualmente adoptadas.9) El poder de algunas pocas familias para evi-
U S - Latín American Rela tíens,
· Rcha r d R. Fagen, ed., (Stanford: Stanford Univeisity
9. Esta discusión proviene de Lowenthal, "Peru's Ambiguous Revolution" en The Peru­
1
p;�, 1979).
8. o efecto, Pérez de. Cu.éllar obtuvo este puesto internacional poco después de vian Ezperiment, Lowentbal, ed., pp. 26-30 y de las muchas fuentes citadas allí. Para un
hab�t s¡�º rechazado en Lima para el puesto de embajador en B�il. Véase MichaeI análisis de las contradicciones que plagaron los esfuerzos de _reforma agraria del gobierno
. the World
Berlin, 'W1tb militar, véase Tosé María Caballero, From: Peru's Belaunde to Belaunde: Military Erperiment
on Edge, the UN Turns to a Quiet Peruvian'", Los A nge,= __ r·,mes,
3 de nero de 1982. in Third..Roaáism, serle documentos de trabajo N9 36 ( Cambridge, Ing)aterra: Centro de Es­
tudios Latinoamericanos, 1981).
440 LOWENTli AL
EL EXPERIMENTO PERUANO RECONSIDERADO 441

tar que se emprendiera la reforma agraria, aún cuando todos los prin­ cultades estaba en la percepción de debilidad e incompetencia en la
cipales partidos políticos habían endosado el concepto y frente a una rama ejecutiva como quedaba demostrado en el lío de la IPC, cuya
creciente violencia campesina en algunas partes del país, contribuye­ última evolución, la controversia sobre una página supuestamente per­
ron significativamente a crear el sentimiento en el ejército peruano dida del acuerdo con IPC, debilitó fatalmente al régimen de Belaunde.
que su intervención era necesaria. La experiencia exitosa, · si bien li­ La Fuerza Armada peruana ingresó a este contexto de consenso
mitada, de los militares con una reforma agraria en la región de La · programático e impase político. El, núcleo de su programa, anunciado
Convención durante su gobierno temporal en 1962-1963 reforzó su per­ en el primer manifiesto, el 3 de octubre, y luego desarrollado en el
cepción de que la "reforma desde arriba" bajo auspicio militar po­ documento de planificación nacional provisional elaborado durante sus
dría evitar el surgimiento de una amenaza a la seguridad nacional tres primeros meses, comprendía el temario de reforma común al par­
proveniente de un campesinado movilizado, (Craig 1969; García 1973)." tido de Acción Popular de Belaunde, al APRA de Haya de la Torre
Las propuestas para ref_orzar el estado peruano y para obligar y ai Partido Demócrata Cristiano. Lo que fue singular de los dirigen­
a la inversión extranjera a servir necesidades. nacionales eran bastan­ tes militares peruanos no fue la originalidad de su programa sino su
te comunes pero habían sido postergadas, durante largo tiempo. Casi capacidad para poner en práctica ideas conocidas.
todos los especialistas sobre problemas peruanos de este siglo han en­ Casi inmediatamente, por ejemplo, los dirigentes militares del Pe­
fatizado la necesidad de reforzar la anémica esfera pública del país, rú resolvieron el conflicto de la IPC. Aunque las negociaciones se
pero el Perú a mediados de 1960 todavía permitía que los impuestos extendieron por años (hasta llegar al pago de una modesta y encubier­
fueran recabados por una esfera bancaria privada que hasta le cobra­ ta compensación), el hecho político está en que después que las ins­
ba al gobierno por el uso de su propio ingreso. El Banco Central del talaciones de la IPC habían sido tomadas físicamente y la compañía
Perú en los años de 1960 respondía todavía directamente a intereses nacionalizada el 9 de octubre, el caso dejó de ser un problema. Un
privados estrechos. Durante la década de 1960 la proporción de la in­ problema que los políticos civiles peruanos no habían podido abordar
versión nacional correspondiente al Estado peruano era en compara­ durante una generación fue liquidado por el ejército peruano en me­
ción más baja que la de cualquier país sudamericano. En relación a nos de siete días.
la inversión extranjera, los gobiernos peruanos de la década de 1950 Las Fuerzas Armadas actuaron con similar decisión en otros ámbi­
se habían opuesto a la tendencia nacionalista predominante en Améri­ tos aunque después de alguna demora para fomentar el consenso in­
ca Latina, (Hunt 1975). El Perú en esos años otorgó una concesión terno, (Palmer 1980: 102-103). En junio· de 1969 decretaron y comen­
tras otra a los inversionistas extranjeros en minería, petróleo y ma­ zaron a implementar inmediatamente una vasta reforma agraria, ha­
nufacturas. La incapacidad del Presidente Belaunde para resolver la biendo comenzado audazmente con las ricas haciendas azucareras de
controversia sobre la International Petroleum Company, esto es para la costa. En el curso de los siguientes cinco años la reforma agraria
terminar las anómalas exenciones a las leyes peruanas para la IPC, se extendió rápida y ampliamente hasta convertirse en una de las
simbolizó el problema de la dependencia externa. transform�ciones rurales más completas del hemisferio.
Algún progreso �e logró sobre muchos de estos antiguos proble­ Otras medidas de reforma siguieron con gran rapidez, alrededor
mas durante el período de Belaunde, pero hacia 1968, se había desa­ de 4,000 leyes en total. Para 1973 la Fuerza Armada había trascendi­
rrollado un impase en muchos frentes y la frustración se ahondaba.1º do su temario inicial y el consenso institucional subyacente que había
Uno de los orígenes de la dificultad estaba en el poder del Congre­ sido establecido y había empezado a dar pasos crecientemente radi­
so para bloquear el cambio y en la i�luencia desproporcionada de los cales en concepto y tono. 11 Para 1975 en realidad el experimento pe­
intereses tradicionales en el mismo. Los poderes excepcionales otór­ ruano había llegado tan lejos que algunos líderes militares influyen­
gados al Ministro de Finanzas Manuel Ulloa en el verano de 1968 tes pensaron que amenazaba los intereses de ]as Fuerzas Armadas co­
constituyeron un intento tardío para superar estos obstáculos. Otra mo institución. En ese punto surgieron algunos reveses, tanto antes
fuente de dificultades fueron las maniobras competitivas para lograr como después de la expulsión del general Velasco en agosto de 1975,
ventajas entre los partidos políticos, cada uno de los cuales se intere­
saba en un margen electoral inmediato. Una tercera fuente de difi- 11. Véase Lowenthal ''Peru's Ambiguous Revolution ", The Peruoian Experiment, Lowen­
thal, ed., especialmente' las págs. 18-20, para w,a dis�usión de la extensión y radicali­
zación del experimento peruano. Importantes observaciones acerca de este proceso pue­
10. La m_ejor dis�usió � de es �e per(odo la hace Jane S. Jaquette, "The Politics of
. den encontrarse en este volumen en los capítulos de Cynthia McClintock y Peter Cleaves
Development m Peru , sene de disertaciones, Programa de Estudios Latinoamericanos
y Henry Pease García.
( Ithaca, N.Y.: Universidad de Comell, 1971).
442 LOWE NTHAL
EL EXPERIMENTO PERUANO RECONSIDERADO 443

pa­
p ero el exp erimento no terminó ni se destruyeron sus primeras y fun­ de políticas populistas) La modernización del país t rascen�ió los
damental es reformas. l s.'4
Én s sen ido fundame n tal el experimento pe-
trones t radiciona e e te t
realizados por
En 1980, las Fuerzas Armadas d ejaron el poder, gran parte del nú­ ruano tuvo éxit o. El hecho que los esfuerzos iniciales
desman t lar las r formas m1 1 ares fue r�n
·1·t
el régimen de Belaunde para
e e
cleo de su programa inicial se había logrado. El sistema de la tenencia .
idos y luego abandon ados es t estimonio elocuente de su éxito.
d e la tierra en el país había sido sust ancial y permanentemente altera­ resist

do. Aunque el crecimiento del Es tado se dio más rápidamente de lo que


podía ser administrado efec tivamen te, se había creado un aparat o pú­ EL PERU TRANSFORMADO
blico significativamente más fuerte. La planificación nacional se había erno en
El retorno del Presidente Belaunde al Palacio de Gobi
institucionalizado. Así el número d e peruanos qu e participaba activa­ su insis en r iteració n d e los princip ales elemen tos del pr�­
1980 y t te e
mente en la polit ica nacional, como se refleja en el cr ecimient o del años atrás, dio
grama que había ofrecido a los e lect ores peruanos_. 18
e lectorado potencial y actual, ent re 1963 y 1980, se había ext endido, s d algo ya V1s t . Al�os sostu­
la impresión a muchos obs e rvador e e �
.
gracias en part e a la decisión de los militares de hacer el sufragio exist ente �­
vieron que el Perú regresaba básicamente a la _s�tuac1ón _
extensivo a los analfab etos. Lo mismo había pasado con e l núme ro y el rno rmlltar o aun más atras.
t es del interludio de doce años de gobi
e
poder d e las organizaciones a través de las cuales los peruanos po­ r n d este enfoqu , incluye ndo la_ m �yor p3:­
Otros analist as que difi e e e e
dían intentar alcanzar sus intereses, es to es, las cooperat ivas, los sin­ st volume n, dan énfasis a la contmw dad mas
te de los au t ore s en e e
dicatos y las organizaciones comunales. sos años.
que al cambio como principal legado de e
Respect o a las relacion es in ternacionales de l Pe rú, el país no pu­ este punto de
Obviament e hay muchos fundamentos que apoyan
do sup erar la dependencia durante este período, pero sí logró estatu­ nt poco. Muchos de _sus
vista. Belaunde mismo ha cambiado not ableme e
ra nacional, dignidad y autoconfianza ant es ausentes.'2 Las re laciones ndo Ulloa, es án de vuel ta. Los par �dos
principales colegas, incluye t
_
de l país con los inversionist as extranje ros. se hizo más simét rica en p omin n s durant los an s de 1960, domma n
políticos t radicion ales, r e te e �
el hecho y en la perce pción, en buena medida debido al pap el acre­ par ido ae B l de, no
nuevamente el Congreso y Acción Popular, el t � �u_n _
centado d el estado, (Rose 1981). F.l Perú alcanzó poderío milit:ir en :1as 1ruc1oles; el
es el único que se mantiene muy cercano a sus prograi
comparación con sus vecinos inmediatos Chile y Ecuador, aliviando así eren a sus pos­
APRA y el partido Demócrata Cristiano también se adhi
un an t iguo trauma nacional (aunque quiza a un excesivo cos to finan­ á r irando rápidam ente de
tulados iniciales. El Estado peruano se est et
·ciero). Aunque la estatura internacional del Perú, en general, ha de­ a. S s án r alizand o mucho s_ esfuerz os
muchos sectores de la e conomí e e t e
caído sust ancialmente desd e co�ienzos de 1970, su política ex terior se la inv rsión ex ranj e ª· Se mantiene altos
nue vam en t e para a t raer e � � ,
mant ien e considerablemen te más d efinida e independient e (por lo me­ uscando una so­
los créditos externos en tanto que e l Peru contmua ?

l
nos en relación con EE.UU.) que antes de 1968.U de capi al g nerado in ternamente Ha
lución externa para la carenci a t e
:
En todos estos aspectos, los dirigentes militares d el Perú contri­ r n l P rú l deba te den t ro de los grupos de m!e­
vuelto a resurgi e e e e
rtador. También
buyeron a superar significat ivamente la brecha ante riormente existen­ rés nacionalist a/proteccionist a e internacionalist a/expo
te entre las realidades socio-económicas del país y sus instituciones frustaci ón con los obs áculos del Congreso a
ha vuelto a resurgir la t

políticas y lin e amientos públicos. Durante estos años, el P erú exp eri­ legislac ión y también (en 1981) el uso de un períod? te�­
una nueva .
legislat ivo
m ent ó de una manera acelerada cambios de estructura y política que poral de "poderes de e mergencia" para romper el unpase
se habían dado en países como Chil e y Brasil durant e varias décadas como ocurrió en junio de 1968.
(En su aspecto fundament al l,a cont inuidad que se da en el Perú
12. Estoy muy reconocido sobre este punto a un extenso trabajo, no publicado, reali­
zado por Ricardo Luna, miembro del servicio diplomático peruano. Véase también Stephen es evident e en muchas formas. El Perú sigu e siendo extremadame�te
Gorman, "Peruvian Foreign Policy since 1975: Externa) Política! and Economic lnitiatives", pobr e. Como un intelec tual p eruano señaló después del devastad?r sis­
en Latín American Foreign Policies: Global and Regional Dimcnsions, Elizabeth C. Ferris y mo de 1970, muchos peruanos de la sierra viven todos los dias en
Jenny K. Lincoln, eds., (Boulder, Col.: Westview, 1981).
13. Un análisis del récord de votación del Perú en las Naciones Unidas durante los condiciones que los observador es ex ternos sólo notan después de un
últimos quince años muestra, por ejemplo, que el Perú continuó, aun después de su r� desastre natural: vivienda precaria; aliment ación inadecuada, falta de
tomo al gobierno civil, tomando posiciones diferentes de aquellas de los Estados Unidos
con mucha más frecuencía que antes de 1968. Véase Richard Sholk, "U.S. - Peruvian The Au t�orita�n
Foreign Policy Divergence in U.N. General Assembly Voting, 1963-79", (noviembre 1981). 14 Compárese la discusión paralela pero distinta en Palmer, Pero: I elat,ons w,th
Una interrogante interesante es si la política exterior del Perú es nhora independiente Traditi� n. y Emest H. Preeg, The Evolution IYf a Reoolution: P�m and � � n, 1981).
de otras fuentes intemacio.,ales, particularmente del Movimiento No Alineado. the Uni ted States, 1968-1980 (WMhington, D.C.: National Plannrng Assoc1atí0
15. Carlos Franco, artículo en Marka.
444 LOWENTHAL EL EXPERIMENTO PERUANO RECONSIDERADO 445.

escuelas, falta de agua potable, falta de acceso al tratamiento médico Muchos de los problemas que el Perú enfrenta en los años de
y aislamiento total, (Salazar Bondy 1973: 121-128). El experimento pe­ 1980 son los mismos de carácter histórico sobre los que los peruanos
\
ruano no alteró estas realidades sórdidas.( han discutido e intentado resolver durante generaciones: carencia de
El Perú sigue desintegrado, lo que ahonda su pobreza. Se mantie­ integración nacional, atras_o económico, recursos naturales malamente
ne en buena parte fragmentado étnica y geográficamente y dividido en [ explotados y dependencia.JResulta notable que muchos de _I? s pl:1° tea­
clases; la distribución del ingreso está deficientemente estructurada. l mientos hechos por Haya de la T9rre y José Carlos Maria:egm ha�e
La mayor parte de los peruanos del agro no tuvieron tierras como re­ 60 años así como por Manuel González Frada un siglo atras, todav1a
sultado de la reforma agraria. Los peruanos pobres de la urbe no me­ son fnn'damentalmente pertinentes en el Perú de hoy, (Cotler 1978;
joraron apreciablemente su situación anterior al golpe militar. Muchos Plank 1958; González Frada 1924).
obreros no se convirtieron en miembros de las comunidades industria­ Todo esto es cierto. Los historiadores de la próxima generación
les que había creado el régimen militar porque sus firmas no fueron
comprenderán sin duda el experimento peruano de _ doce años en :ér­
lo suficientemente grandes; muchos de los que sí ingresaron a las co­ minos de su esencial continuidad con el pasado nacional. Pero es rm­
munidades no recibieron beneficios significativos. Relativamente pocos portante enfatizar, más de lo que hacen otros ensayos en este �olum�� ·
han usufructuado de la expansión de los beneficios de seguridad social
en cuanto el Perú fue en realidad transformado durante los anos nnh­
puesto que sólo una aristocracia de trabajadores está calificada para
tares. El Perú de los años 1980 no es el Perú que existía antes de
ingresar al sistema. Aunque los trabajadores azucareros a tiempo com­
1968.1
pleto se beneficiaron sustancialmente de la reforma agraria, miles de
trabajadores ocasionales en las haciendas azucareras no recibieron Lo que ha cambiado en el Perú es la estructura y la dis�rib':1 ción
.
ayuda, aunque no llegaron a estar en una situación más marginal que del poder.Las familias terratenientes tradicionales Y sus mstituc1ones
antes. financieras han perdido buena parte de su influencia, (Pease 1977;
Casi toda la redistribución del ingreso llevada a cabo por las re­ Gilbert 1977). La mayor parte de los antiguos oligarcas del Perú han
formas del Perú se ha dado dentro de la cuarta parte de la población sido relegados de una situación de autoridad no cuestionada, al ol­
más rica. 16 vido O a la ignominia. Los principales periódicos, La Prensa y El Comer­
cio, que durante muchos años establecieron los �é�nos �:l _ debate en
16. Hay bastantes trabajos sobre )as implicancias di.stributivas de las reformas del
_
el Perú han sido severamente debilitados y nmgun periodico de m­
gobierno militar peruano. Para una d iscusión general de la distribución del ingreso, véase
Webb, Govetnment Policy and the Distributien of Incorne in Peru, 1963-19 7 . 3; Adolfo Fi­ fluenci; comparable aún ha surgido. 11 Ninguna publicación define con
gueroa, "The lmpact of Current Reforms on Income Distribution in Peru", en Income Dis­ éxito los problemas a discutirse en el Perú de hoy (y los mayor�s can­
tributicm in Latin America, Alejand ro Foxley, ed., (Lon dres: Cambridge UniversHy Press, didatos para asumir este papel, El Observador y Caretas, por eJempl�,
1976); y Carlos Amat y León y Héctor León, Distribución del Ingreso Familiar (Lima: Uni­
versida d del Pacífico, 1981). están desvinculados de la antigua estructura de poder). La Iglesia
Sobre reforma agra1ia, véase José María CabalJero, Agricultura, Reforma Agraria y Po­ Católica, antes muy prominente, es ahora apenas visible. La presen·­
breza Campesina (Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 1980); o Agrarian Refonn and the cia e influencia de EE.UU., tanto de la Embajada Americana como de
Tran.sformation of the Peruvian Countryside, serie documentos de trabajo N9 29 (Cambridge, _
Inglaterra: Center of Latin American Stu dies, 1977). las compañías estadounidenses y otras instituciones, se han :educido
. Sobre la refonna industrial, véase Roberto Abusada-Salab, "Propie dad Social: Algunas drásticamente. Las propias fuerzas armadas están a la defensiva, des­
Consideraciones Económicas", Documentos de Traba¡o CISEPA (Lima: Pontificia Universi.
da d Católica, octubre 1973); "Reformas Estructurales y Crisis I¡:conómica en el Sector
acreditadas, ampliamente despreciadas, plausiblemente acusada� de
_
Ind ustrial Peruano", d ocumento de trabajo del Programa Latinoamericano N9 29 ( Wa­ corrupción e incompetencia y resistentes a sentirse atra1das hacia el
slúngton, D.C.: The Wilson Center, 1978); y Giorgio Alberti, Jorge Santistevan y Luis vértice' político. ·
Pásara, Estado y Clase: La Comunidad Industrial en el Perú (Lima: Instituto de Estudios
Peruanos, 1977). · Hacia dónde se ha desplazado el poder? En parte, hacia 'los nue­
Para una discusión de los pobres urbanos, véase Henry A. Dielz, Poverty and Problem­ vos �reyr��rios que han hecho mucho dinero durante l� últ_ ima _déca­
Sofoing under MilitartJ Rule: The Urban Poor in Lima, Peru (Austin: University of Texas
Press, 198-0). da en industrias de sustitución a las importaciones, en m1:1er1a e mm�­
Respecto al sistema de seguri d ad social, véase Carmelo Mesa-Lago, Social Security in biliarias. Nuevas "primeras familias", nacionalistas agresivas Y consp1-
Latín America: Pressure Groups, Stratificatwn, and Inequality (Pittsburgh: University of
Pittsburgh Press, 1978), capítulo 4.
prensa bajo eh �o�ieroo ;¡�J-!�r,
Sobre los trabajadores azucareros, véase Santiago Roca, Las Cooperativas Azucareras l7 Para una discusión crítica d e la reforma de la
Myths a�d Rea
del Perú: Distribuci6n de Ingresos (Lima. ESAN Campo dónico, 1975). Véase también véase Davíd Booth, "The Reform of the Press in Peru:_ ce, 1��-·1i;o ;;avía
Cynthia McClintock, "Post-Revolutionary Ag1:arian Politics in Peru", en Post-Reoolutionary Reformism and Social Classes: Aspects of tJie. Peruvian Expenen ,
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Politics in Peru, Stephen Gorman, ed., (Boulder, Col.: Westview, 1982). Booth y Bernardo Sorj, eds., (Ldndres: MacMilJan
EL EXPERIMENTO PERUANO RECONSIDERADO
446 LOWENTHA L 447

cuas han empezado a surgir en Lima. Estas familias carecen de pres­ abortar a la CNA fue en sí prueba de su significado y potencial. La
tigio social y las conexiones políticas de la clase alta desplazada, pé­ presencia e influencia de por lo menos algunos campesinos en el pro­
ro comienzan a expresarse políticamente a través de los medios de di­ ceso político nacional, aquellos en las cooperativas creadas por el ré­
fusión masiva y agrupaciones de intereses especiales. Menos vincula­ gimen militar, es más grande que en cualquier momento previo de la
historia peruana, (Handelman 1981).
dos a intereses extranjeros que las antiguas élites, más orientados a
la producción de artículos de consumo, menos dispuestos a depender Una parte significativa del electorado peruano ampliado es mili­
de sistemas financieros vinculados entre sí para asegurar su riqueza, tantemente anti-establishment, en maneras que nunca antes habían ocu­
estos nuevos ricos peruanos podrían contribuir a cambiar el Perú en rrido en el Perú. Cinco partidos de izquierda obtienen en 1978, más del
los próximos años si proveen al Perú el dinamismo empresarial del que 31 % del sufragio para la elección de la Asamblea Constituyente, lo que
siempre ha carecido. constituye un incremento sorprendente sobre el 6% que los partidos de
izquierda habían logrado en 1962. Aunque los izquierdistas alcanzaron
En parte, el poder también ha gravitado en la amplia tecnocracia
sólo 16% del voto en 1980, todavía representan una fuerza notable sin
que surgió como resultado de la rápida extensión del Estado.18 Aunque
precedente, para el cambio en el I?erú. En realidad es posible que
el papel económico del Estado' se ha reducido un tanto desde 1975,
ellos algún día logren las transformaciones revolucionarias que la van:..
la significativa influencia del personal especializado, economistas, in­
guardia del ejército peruano prometió pero no pudo cumplir.
genieros, agrónomos, científicos sociales y administradores de todo ti­
po, se han convertido en una constante en el Perú, tanto en el sector El Perú también ha sido transformado en otros aspectos significa­
público como en el privado. Una lista de las personas más poderosas tivos. La- estructura económica del país fue sustancialmente alterada
en el Perú de hoy sin duda incluiría a varios ministros gubernamen­ durante estos años. El gobierno militar dirigió la construcción masiva
tales y 2 directores de empresas públicas de clase media (o aún más de la infraestructura industrial del país. • La producción de acero se
humildes) sin niilguna_fuente de influencia más allá de su propia ca­ multiplicó de 89,000 toneladas métricas en 1967 a 450,000 en 1974; la
pacidad.19 La ·tecnocraci� eKpansionista/reformista, comprometida al producción de cemento dobló de un millón de toneladas métricas en
cambio, no ha encontrado· aún un. instrumento propio para su expre­ 1967 a 2.3 millones en 1973. Tanto la producción como el consumo
sión política pero su influencia es, no obstante, creciente. de energía creció rápidamente, de manera más acelerada que en cual­
quier período previo. La participación de la industria en la economía
Una tercera fuente de poder y también de significado creciente,
nacional continuó creciendo del 22 de la producción nacional en 1964
constituye la cada vez más movilizada población. Los sindicatos todavía
al 26 en 1975. La proporción de exportaciones de fuentes no tradi­
muy influídos por los· partidos políticos, son más fuertes de lo que eran
cionales (principalmente· artículos no industriales) se multiplicó de 3%
en la década de 1960, a pesar de los esfuerzos recientes para debili­
en 1970 a 22% en 1980. Para comparar, la producción de acero au­
tarlos.) Muchos más peruanos que antes son miembros de un sindicato
mentó de una manera más gradual en Colombia entre 1967 ·y 1974, de
y también son más militantes, capaces de convocar e implementar paros
207 mil toneladas métricas a 244 mil; la producción de acero en Chile
generales regionales o nacionales y de demostrar su fuerza por otros
se mantuvo inalterada a un nivel de 596 mil para ambos años. La par­
medios, (Stephens, 1981; Laite, 1980: 317-340; 335). Después del des­
te correspondiente a la industria manufacturera del producto nacio­
mantelamiento por el régimen militar de la Confederación Nacional
nal bruto colombiano aumentó del 21 al 22% entre 1963 y 1975; para
Agraria, que él mismo había creado, los campesinos carecen de una Chile la proporción se redujo de 24 a 21 % para el mismo período.20
estructura bien articulada, pero la necesidad de los militares de hacer
La administración pública del país ha sido alterada drásticamente.
18. yéase Da�? C. Becker: "Bon �a Development and the New Bourgeoisie in Peru A mediados de los años de 1960, el Perú tenía una de las burocracias
under Mihtary Rule , Comparative Politrcal Stud,es ( otoño 1982) para una discusión de la más débiles y caóticas del hemisferio]Hoy el estado peruano, incluyen­
"nueva burguesía", que emergió a una posición dominante bajo el gobierno militar. Becker
sugiere que la reforma del sistema educativo y algunas políticas diri!tidas a tecnócratas do­
do sus empresas públicas, ha surgido como uno de los más fuertes en
taron a la burguesía con "capital de conocimiento" y una "ideología ºgerencial", que le per­
mitió adaptarse exitosamente al capitalismo remoto.
19. Caretas ( Número 658, 3 de agosto de 1981) informa que entrevistas con cien
20. Sobre acero, cemento y energía, véase U.N. Statistical Yearbook ( Nueva York:
Oficina de Estadística NN.UU., varios años). Sobre la participación de la industria en la
líderes peruanos de opinión revelaron que los diez personajes considerados como los más
,economía �acional peruana, véase E.V.K. FitzGerald, pág. 59 (para los otros países, véase
poderosos incluían al Presidente Belaunde y su esposa, dos personajes de negocios impor­
tantes, dos líderes políticos fuera del gobierno y cuatro miembros del gabinete, la mayor
UN Statistical Yearbook). Sobre exportaciones no tradicionales, véase DESCO' Estrateaias y
Políticas de Industrializaci6n (L�a, 1981), pág. 268.
0

parte de los cuales son tecnócratas más que políticos en sí mism os.
448 l.O\YENTHAI. EL EXl'ERilltENTO PERUANO RECONSLOERADO 449 ,

América Latina.21 El _número de empleados públicos se ha triplicado


cil documentar esta tesis, pero aquellos que están familiarizados con
y el presupuesto nacional aumentó en 246%, entre 1970 y 1976. L
el Perú reconocen el cambio: la clase de gente que acude al Cine Pa­
proporción del Estado en la economía nacional subió de 24.7% en 196: cífico en Miraflores; las miradas intercambiadas entre peruanos de dis­
a 49.9% en 1977. 22 Su papel en varios sectores claves, los puntos estra­
tintas clases; las actitudes sentidas y expresadas hacia los extranje­
tégicos de la economía que antiguamente estaban dominados por la in­
versión extranje�a, es aún ��yor.23_ Y l�s modalidades, la práctica y ros y hacia los serranos; las suposiciones sobre la posible movilidad
_ social en el Perú; las actitudes y ,prácticas en las relaciones entre
el mismo lenguaJe de la adrnimstrac1ón publica han cambiado drástica­
mente desde 1968. hombres y mujeres; los conceptos y procedimientos educativos; el re­
conocimiento del quechua como idioma nacional oficial, etc. Estos cam­
El papel y la influencia de las empresas privadas extranjeras han
sido a su vez drásticamente reducidos. Algunas han sido eliminadas bios en los valores y espectativas, aunque intangibles, han de tener
totalm�nte: la IPC, Grace, Marcona y Cerro de Paseo, varias empresas consecuencias poderosas.
de harma de_ pescado y algunas empresas públicas de energía. Aque­ No todos los cambios ocurridos durante estos años fueron causa­
llas que subsisten, S ?uthern Peru Copper Corporation, varias empresas dos o siquiera deseados por las fuerzas armadas. La militancia sindical
manufactureras, Occidental Petroleum y otras están más sujetas a con­ y la movilización de izquierda, por ejemplo, se dieron contra la volun­
trol estatal que antes. El control sobre las empresas transnacionales tad de importantes sectores de los militares, como lo sefiala claramen­
ha sido reforzado por la adhesión del Perú a la decisión 24 del Pacto te Liisa North) _ La leg�timación de las aspiraciones de la clase media,
Andino y por su solidaridad con las posiciones negociadoras de se dieron en sentido contrario al objetivo de por lo menos ciertos ofi­
UNCTAD Y SELA. La porción extranjera del sector empresarial de ciales militares en favor de una sociedad menos clasista y más solida­
la economía peruana representa menos de la mitad de lo que era en ria. La emergencia de una conciencia propia más fuerte a nivel re­
1968 en términos de dólares y está aún más reducida en términos de
gional y su mayor afirmación en _partes del Perú contradijeron el ob­
su influencia política y económica. Los bancos extranjeros (incluidos
jetivo de una mayor integraciona1 nacional. Pero estos cambios sí ocu­
los de EE.UU.) están ciertamente más expuestos y comprometidos en el
rrieron y en parte pueden ser atribuidos al experimento peruano. Las
Perú de lo que estaban, pero su presencia es menos perceptible y su
tendencias para la transformación que han estado encaminados en el
influencia política es limitada y mucho menos que la de las antiguas
empresas mineras y energéticas. Perú fueron reforzadas, y algunas considerablemente aceleradas, por
los dirigentes militares. Este período, entonces, no fue un simple in­
Finalmente, y en estrecha relación con todas estas tendencias la
terludio sino una importante transición en la historia del Perú.
estructura de valores en el Perú ha cambiado significativamente, �or
lo menos en parte, como resultado del experimento militar.24 Es difí- Por supuesto es. importante saber qué ocurrirá en el Perú en el
futuro. ¿Introducira el nuevo régimen de Belaunde un período de po­
21. Véas� Pcter S. Cleaves y .Martín J. Scurrah, Agriculture, Bureaucracy, and Military lítica participatoria reforzada o sera un simple interludio entre golpes
Govcmment m Pero (Ithaca, N.Y.: Comell University Press, 1980).
Para una mayor discusión del aparato estatal subdesarrollado del Perú antes de militares? ¿Podrá cuajar la "Izquierda Unida" o se disipará su poten­
19? 8• véase Shane Hunt, "Distribution, C,·owth and Covernment Economic Bebaviour in Pe­
, cial para afectar la política peruana? ¿Podrá el APRA, el partido pe­
ro , en Gocemmcnt and Economic .Develcpment, Custav Ranis, ed., (New Haven, Conn.:
Yale University Press, 1971 ), pá gs. 375-428. ruano más grande y antiguo, pero cada vez más una colección de hom­
22. Las cifras presupuestales son gastos de consumo final del gobierno central ba· bres viejos y sus memorias, proveer un electorado dispuesto y un apa­
s� das en costos de adqwsición a precios corrientes, calculad as en base ni Instituto' Na­ rato para su movimiento político nuevo o frustrará los esfuerzos de
c1on al de Etadlsticn, Dirección General de Cuentas Nacionales, Cuentas Naci<males del
,
PB;", 1950-1978 (Lima, 1978), págs. 47-51. Para la participación del estado en la econo­ otros para construir apoyo popular? ¿Se extenderá el incipiente te­
� nacional, v �e Cleaves y Se � �griculture, Burea �acy and MiUtary Got;emmcnt, rrorismo de los comienzos de 1980, será severamente reprimido o po­
pags. 72. Es� cálcul ? del sector publico como porcenta¡e del PNB incluye al gobierno
central, se �dad s �1al y empresas est.itales, en base a cifras del Banco Central. Estoy
drán las instituciones políticas del país absorber el sentimiento contra
muy reconocido a Richard Shold por su ayuda en la investigación de este asunto. el sistema?
23 . Cf. el pai:el ;epresentado por las corporaciones de los Estados Unidos en el Perú
• ¿Podrá continuar y ahondarse la modernización económica del Pe­
en los anos 60 segun .informa Charles T. Coodsell en American Corporation.t and Peroc;ian
Politics (Cambridge, Harvard University Press, 1974). rú o se extinguirá dentro de una atmósfera internacional desfavo­
24. Cambios considerables en valores y actitudes entre los miembros de las coopera­
tivas c�pesioas, po � ejemplo, ha1;1 sido documentados por Cyoth.ia McClintock, en:
rable al crecimiento del país? ¿Podrá el Perú convertirse en un pais
. crecientemente integrado o las disparidades del ingreso determinarán
Cooperatives and Polrtical Clumge in Peru, 1969-2977 (Princeton: Princeton University
Press, 1981). su mayor polarización? ¿Cómo afectará el tráfico de drogas a la sacie-
•450
LOWENTHAL

dad, economía y política peruanas?


¿Q ué papel j r a en el f tur Bibliografía
del Per ú la tecnoc racia acrecentada o
· y experirnentad�;� · G. Q ué papel J�u oa-
rán .el campesmado mov i1izado, los sind . "'
. icato -
s militantes, 1 os m111tares
politizados?
Estas interrogantes no pueden ser
absueltas ah ora. Hasta qu
sean; sin embar go, el significado final . e lo
del experim ento peru ano no es-
ta r á claro.

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