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Educación y Pedagogía
ISSN: 1657-107X
dir.unidadinvestigacion@usantotomas.ed
u.co
Universidad Santo Tomás
Colombia
...yo, el presunto reaccionario, soy mucho más radical y mucho más revolucionario que los que actual-
mente se muestran tan radicales en sus palabras.
(Husserl, 1980, p. 160).
La decisión correlativa es formarse como yo verdadero, libre, autónomo, es decir, realizar la razón que le
es innata, realizar el esfuerzo de un ser el a sí mismo, de poder permanecer idéntico en tanto ser racio-
nal. En todo esto se persigue la inseparable correlación entre persona individual y comunidad, gracias a
su solidaridad inmediata y mediata en todas las líneas de intereses...
(Husserl, 1980, p. 130)
Resumen
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INVESTIGACIÓN EDUCATIVA Y PEDAGÓGICA
Abstract
The lecture introduces the sense of the terms education and critical thinking, in the
forming of an educational identity. (Education here indicates education of a life-
transforming sort, similar to Bildung in German, which is deeper than instruction
or training.) The rst Section examines the concept of critique that founds Kant’s
philosophy and has extended to the present; at each step it is noted what this con-
cept has to do with education. The second Section considers the question, why is
it necessary to educate people in critical thinking? The third Section confronts the
question, how should one educate people in critical thinking? The fourth Section
examines why critical thinking is not a competence; it is a manner of relating with
others, with intersubjective meanings from local and cross-cultural politics. The
Conclusion discusses why, in the current living present, one must pass from the title
competence to the title cooperation, if one wishes to educate people.
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nuestro presente, se precisa diferenciar entre cada vez más probas, para que todos y cada
un ideal de autonomía y posibles extravíos en una de las personas argumenten, hagan valer
los senderos del autismo que provienen de la sus puntos de vista, se abran al reconocimiento
noción del ego cartesiano y que se torna en del otro, construyan conjuntamente un punto
la razón monológica que instauró Kant en su de vista crítico que no acepta verdades, pero
teoría del yo trascendental. día a día asume acuerdos –los cuales sirven
para convivir hoy y para volver a comenzar a
¿Cómo corregir, pues, tal extravío? En nuestro argumentar mañana.
entender, dando el paso de la subjetividad a la
intersubjetividad, del pensar monológico a la
acción comunicativa, del pensamiento racional ¿Qué es el pensamiento crítico?
a la razonabilidad de la discusión pública en
En su origen “crítica” designa la tradición in-
la cual todos y cada uno nos constituimos en
augurada por I. Kant. Ésta se prolonga hasta
polo de la comprensión social y política. Esto
nuestros días, tanto en la fenomenología,
se puede hacer en la familia, en la escuela, en
como en la teoría crítica de la sociedad; así
la sociedad, en el parlamento, en los medios
mismo dentro de la ética, en la comunicación,
de masas: nos parece, más que un ideal, una
en la política, en la sociología, etc. De hecho,
exigencia de la construcción del espacio público
como noción indica tanto “los límites como las
y de la democracia.
posibilidades” en el orden del pensamiento. La
centralidad de este enfoque llevó a considerar
En n, la práctica pedagógica de los maestros
la necesidad de fundar una “teoría crítica” para
y de las maestras es, en sí, el bastión para
dar un giro de lo epistémico a lo social.
que esta formación de pensamiento crítico
constituya tanto una esperanza como el poder
Acaso uno de los núcleos menos privilegiados
mismo del ejercicio, en el cual se construye la
por la llamada “pedagogía crítica” es, precisa-
identidad docente y la identidad cultural de las
mente, el relacionado con la necesidad de una
políticas del reconocimiento en el espacio tanto
formación en “pensamiento crítico” con una
público como democrático.
estrategia hondamente didáctica, arraigada en
los procesos argumentativos.
Al cabo, esta ponencia es una postura esperan-
zada frente a la idea de que “todo está perdido”.
Aunque, como se mostrará más adelante, aquí
En sí, es un reclamo desde la re exión crítica,
se puede sintetizar diciendo: pensamiento críti-
fenomenológica, que no renuncia a la posibili-
co es la decisión correlativa de formarse como
dad de que cada quien sea sujeto del mundo y
yo verdadero, libre y autónomo en la correlación
a que, si la pedagogía reclama algún sentido de
de la persona individual con la comunidad. Este
validez en estos tiempos, ponga todo su ingenio
ideal pedagógico es propio del pensamiento
y su energía en la construcción de estrategias
crítico; que arranca de la losofía kantiana,
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ujo de la experiencia individual, sino también y de la comunicación. Pero, lo que falta en esta
del ujo histórico de la cultura (Husserl, 2002, fenomenología genética de Husserl es una des-
p. 55) y de la comunicación. Con este enfoque cripción clara de las estructuras inevitables de
Husserl, poco a poco, cambió el concepto de poder, que existen dentro de la comunicación,
la evidencia apodíctica, desde una realización tanto en la polis como en el aula. Como vamos
individual momentánea hacia una realización a ver, la teoría crítica de J. Habermas provee
cientí ca histórica (Reeder, 2007). una estructura de normas para el pensamiento
crítico.
Este nuevo concepto de la evidencia apodícti-
ca incluye la crítica histórica que ocurre entre La teoría crítica de la
lósofos cientí cos, con su crítica mutua de Escuela de Frankfurt
a rmaciones, teorías e interpretaciones de la
evidencia. Un resultado importante de este La teoría crítica pretende mostrar cómo en el
pensamiento fue el de que la losofía es un proceso de conocimiento se puede hallar la
proceso continuo e histórico: “El télos espiritual génesis de la alienación2. Su crítica a la posi-
de la humanidad europea [...] se halla en lo in - tivización de las ciencias ya está consignada
nito, es una idea in nita, a la que arcanamente en el texto de M. Horkheimer, Teoría tradicional
tiende, por así decirlo, el total devenir espiritual” y teoría crítica (1937). Allí caracteriza la teoría
(Husserl, 2002, p. 142). Este télos espiritual tradicional como aquélla que presupone los
proviene de la naturaleza de la vida normativa objetos como datos puestos ahí delante, en
de la conciencia: cuya constitución nada ha tenido que ver el
sujeto; pero, precisamente, la génesis del cono-
El constante estar-dirigido a una norma es cimiento en la experiencia vital devela intereses
inherente a la vida intencional de personas determinados, contextos sociales no neutrales,
singulares, de allí a las naciones y sus situaciones humanas que deben ser tenidas en
sociedades [...] por cierto que no a todas
cuenta en todo proceso cognoscitivo. Por ello la
las personas, esto es, no está plenamente
desarrollado en las personalidades cons- teoría crítica recoge los intereses mediadores
tituidas por actos intersubjetivos de grado y orientadores del conocimiento, contextuali-
superior, y sin embargo es inherente a ellas zados y referidos a la totalidad concreta de la
por una marcha necesaria del desarrollo y
existencia humana. El conocimiento pierde su
la propagación del espíritu de normas uni-
versalmente válidas (Husser, 2002, p. 144). pretendida absolutez y entra a conformar la
situación de análisis, determinada por la histo-
ricidad del ser humano.
Lo que falta en Kant, la formación pedagógica
de las normas del desarrollo de la experiencia
El positivismo cientí co, tan criticado desde la
humana histórica y la necesidad de usar estas
fenomenología hasta en la Escuela de Frankfurt,
normas tanto en la vida política del pueblo como
en la dialéctica losó ca y cientí ca, tiene un 2 En este y en el siguiente literal retomamos: Hoyos V. &
lugar en la fenomenología genética del lenguaje Vargas G., 2002, pp. 185-186.
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Los ejemplos son in nitos. Para esta exposición con P. Ricoeur (1980, Cap. 4 y Cap. 8), que los
se puede limitar a unos pocos. Casi todos com- sentidos mismos de las palabras cambian con
partimos la presunción de que es necesaria la el contexto. Una cosa es decir “piedra” y otra
tolerancia para la convivencia y la vida ciuda- “piedra sobre la cual lloró Mario”.
dana, pero, ¿se debe admitir la “verdad” de la
“confesión” de un paramilitar?, ¿hay que tolerar
La composición escrita,
que se los perdone, sin que paguen sus deu- “ensayo argumentativo”4
das con la sociedad?; en otro caso, ¿debemos
tolerar los crecientes brotes de neonazismo en Se requiere como base de la oratoria. Tiende a
las sociedades posindustriales? gozar de admiración quien “improvisa” un “buen
discurso”. No obstante, la tradición muestra que
Es claro que es confuso lo que se debe respon- en la base de una “buena argumentación” está
der. Estas preguntas no pueden quedar fuera la composición escrita. En esto, una vez más,
de la vida de la familia, del aula, de la escuela, cabe diferenciar la retórica –que se ocupa de la
de los medios, de los parlamentos. No basta relación entre los argumentos y sus respectivos
con las negociaciones entre los agentes del enlaces– y la oratoria, la cual se restringe a la
poder, sea el presidente o sus representantes, expresión pública de los argumentos.
y las fuerzas más oscuras de la sociedad. Se
requiere que se argumente en los medios y Igualmente, aquí tiene importancia capital di-
que, nalmente, dicho con Platón, sobre la ferenciar la retórica antigua (Pericles, Demós-
base de los mejores argumentos, se tome la tenes, Sócrates, Platón, Aristóteles), la nueva
decisión política. ¿Cómo se pueden cali car retórica (que sistematiza Chaïm Perelman,
los argumentos como: los mejores? Aquí se Lucie Olbrechts-Tyteca, Edward P.J. Corbett) y
vive en el terreno histórico. Son los mejores la hoy llamada retórica de la imagen o retórica
hic et nunc, protempore. Mañana se verá; pero de los medios (Roland Barthes, Jean Baudri-
ahora son los mejores si no son contradictorios, llard, Pierre Lévy). Común a todas ellas es que
persuaden a la mayoría, generan “el menor usan la composición escrita como su estructura
mal y el mayor bien”. Pero, mañana se verá. ordenadora; así, por ejemplo, una película, un
No pueden ser “verdades que se transmitan” hipertexto o una hiperhistoria constan de un
dogmáticamente, como si las hubiera revelado story board; un programa de radio o de televi-
un eterno arcano. sión consta de un guión, etc.
De quien dice lo que dice (o “talante del ora- Las reglas fundamentales de la argumentación
dor”), el circunmundo vital de los interlocutores incluyen tanto reglas retóricas como lógicas,
–sea la familia, la escuela, la academia, el es-
trado judicial, el foro político, etc.–. Basta decir,
4 Se de ne el concepto desde Harry P. Reeder (2007, Cap. 16).
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porque de la retórica y la lógica provienen las que se pueden enseñar en la manera de prepa-
estructuras para compartir y debatir sobre la rar un examen objetivo no tienen nada que ver
praxis en el mundo de la vida; las estructuras con el pensamiento crítico; éste es una manera
lógicas son necesarias para el pensamiento de vivir normativamente con los otros, es una
claro y e caz, y las estructuras retóricas son praxis tanto moral como política, en la vida co-
necesarias para compartir y desarrollar demo- tidiana con los otros ciudadanos –de la propia
cráticamente las ideas y puntos de vista. o de otras naciones–. Porque el pensamiento
crítico es la vivencia pública de comportarse
La palabra democrático es clave: la formación hacia o con los otros, no es ni un hecho ni una
del estudiante en procesos pedagógicos y lista de hechos; es una praxis. Y la manera de
didácticos de pensamiento crítico y de argu- aprender esta forma de praxis es practicándola,
mentación requiere que los(as) maestros(as) participando en el debate. En el aula la materia
ejerzan el papel de guía, no el papel del “ex- o el contenido del debate tienen menos impor-
perto que tiene la información”. tancia que la forma del debate.
Aprender a pensar críticamente sólo puede Las formas del debate son las de la lógica y
ocurrir en el proceso de la práctica de pensar, las de la retórica, pero hay también estructuras
de comunicar y de debatir sobre las ideas y los normativas que son éticas y políticas; éstas son
puntos de vista. El pensamiento crítico es un las estructuras que describe Habermas, llamán-
proceso, una praxis, y no un resultado o pro- dolas las normas pragmático-trascendentales
ducto. No se puede aprenderlo ni por la lectura del discurso argumentativo5. En su ética del
ni por la escucha. discurso, Habermas distingue entre problemas
pragmáticos, éticos y morales: los pragmáticos
conciernen a situaciones relacionadas con
El pensamiento crítico no es una propósitos; los éticos a situaciones relaciona-
“competencia”; es una manera das con lo bueno; y, los morales a situaciones
de tratar con los otros, con los relacionadas con lo justo (Habermas, 1993, p.
sentidos intersubjetivos de la 2). Estos problemas son pragmáticos, pero ¿en
política local e intercultural qué sentido son trascendentales las normas
del discurso argumentativo? Habermas usa
La manera de formar está cambiando en aras este término para indicar que las normas de la
de las fuerzas del mercado y esto entraña el argumentación no son de una sola cultura, ni
mayor peligro para todo el mundo. ¿Por qué? de la “cultura occidental”, sino que provienen
Es porque estos cambios tratan a los estu- de la naturaleza de la praxis o discurso argu-
diantes como consumidores de información, mentativo mismo:
de hechos estables y establecidos, sobre los
cuales se puede escribir en un examen objetivo
y universal. Pero, el uso de las competencias 5 Para una discusión más completa de estas normas, véase:
Reeder (2007).
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otros, incluyendo los miembros de otros grupos cualquier juego de argumentación; y si uno va a
sociales (Apel, 1987, pp. 281)8. El concepto de argumentar, no hay sustitución posible” (Haber-
racionalidad es en sí aplicable a condiciones mas, 1990, p. 95)10. Por tanto, la violación del
interculturales. “Conceptos tales como verdad, principio de universalización (U) lo envuelve a
racionalidad y justi cación juegan el mismo uno en una autocontradicción performativa (Ha-
papel en todas las lenguas, aunque éstos sean bermas, 1993, p. 33). La racionalidad requiere
interpretados en forma distinta y aplicados de igualmente una crítica ideológica constante.
acuerdo con diferentes criterios” (Habermas,
1993, p. 105).
Honestidad
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La crítica de las distorsiones sistemáticas se que con ere a la crítica ideológica la dimensión
discute a veces en términos de crítica de la metahermenéutica proporcionada por Haber-
ideología14. Ricoeur discute esta crítica en mas” (Ricoeur, 1981, p. 94).
detalle, en términos relacionados con el de-
bate entre Gadamer y Habermas (Ricoeur, Elevarnos por arriba de los prejuicios tradicio-
1981, Cap. 2, pp.63-100). Una corta discusión nales de nuestra sociedad es una condición
de esta contribución clari cará los conceptos necesaria para la discusión racional, honesta e
mencionados. imparcial de la acción comunicativa intercultural
de la globalización:
Ricoeur nota que “Gadamer inevitablemente
enfoca la losofía hermenéutica en la reha- La crítica de la ideología no es de ningún
bilitación de prejuicios y en la defensa de la modo una forma de “crítica moralizante”, es
decir, las formas de conciencia susceptibles
tradición y la autoridad, poniendo dicha losofía
de una crítica ideológica no son criticables
en una relación con ictiva con cualquier crítica por ser ofensivas o inmorales, sino por ser
ideológica” (Ricoeur, 1981, p. 66). Ricoeur su- falsas, por ser ilusorias. En concordancia
giere la importancia social, política y económica con ello, la crítica ideológica es una forma de
de la crítica de la ideología en el análisis de la conocimiento (Recas-Bayón, 1994, p. 150).
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existencia humana, a la cual nos referiremos Esta limitación requiere la crítica personal y
en seguida. constante basada en el respeto mutuo de todos
los seres nitos y limitados (Ricoeur, 1981, p.
62)17. Aún nuestras mismas palabras y con-
Respeto mutuo
ceptos son parte de nuestra nitud histórica:
El modelo losó co tradicional del observador “Ya que el lenguaje es no solamente un objeto
epistémico y eterno ha sido reemplazado en la para manipular, sino que es el reservorio de la
losofía hermenéutica por el ser humano nito, tradición y el medio en el cual y a través del cual
vivo y empotrado históricamente. Lo concreto existimos y percibimos el mundo” (Gadamer,
de esta gura (Dasein) fue enunciado por Hei- 1976, p. 29)18.
degger en Ser y tiempo (1927) y su nitud e
historicidad ha sido discutida extensamente por Tolerancia
Gadamer y Ricoeur. Estas discusiones sirven
al propósito de desmiti car y contextualizar La tolerancia y el respeto están íntimamente
los conceptos de racionalidad, de lo correcto interrelacionadas. Existe una cierta ambigüe-
y de lo justo. dad en el concepto de tolerancia. En ocasiones,
ésta se re ere a algo que aceptamos a pesar de
La necesidad normativa de respeto mutuo sentir antipatía o de abrigar profunda antipatía
tiene sus raíces en las limitaciones reales de hacia algo y, en otras, se re ere a una manera
cualquier persona o grupo. Los seres humanos respetuosa de aceptar diferencias reales entre
tienden a dei carse a sí mismos y a sus puntos seres humanos y entre diferentes culturas. Es
de vista de una manera para la cual la losofía en este último sentido que el término tolerancia
hermenéutica provee respuestas cruciales. El se discute a continuación.
ser humano es nito y limitado: “La experiencia
real es aquélla por la que el hombre se da cuen- La verdadera tolerancia en la argumentación
ta de su nitud [...]. La experiencia genuina es discursiva requiere la aceptación de todas las
la experiencia de nuestra propia historicidad”16. implicaciones relacionadas con la nitud e his-
toricidad de la condición humana. Las normas
[...] ni quien conoce, ni lo que es conocido, pragmático-transcendentales de la argumen-
están a-la-mano (zu Hände) en una forma tación incluyen el respeto de los derechos de
óntica, sino en una forma histórica –por
otros a creer en lo que nosotros encontramos
ejemplo, las dos formas representan el
modo de ser de la historicidad [...] el ser
adverso e incluso desfavorable. Esta norma es
parte de la tradición corresponde esencial-
mente a la nitud histórica del Dasein, al 17 “[...] la fusión de horizontes excluye la idea de un cono-
igual que a la proyección de las posibilida- cimiento total y único” (Ricoeur,1981, pp. 74, 105; ver y
Gadamer, 1993, p. 457).
des futuras (Gadamer, 1993, p. 261).
18 Al respecto también ver Gadamer (1976, p. 3 y 1993, p.
389): “El lenguaje es el medio fundamental de operación de
16 La nitud del ser humano es discutida por Gadamer (1993, nuestro ser-en-el-mundo y la forma universal de constituirse
p. 357). en el mundo”.
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extremadamente difícil de alcanzar en un dis- mejores. Los perdedores: ¡allá ellos! En n, las
curso intercultural. Acusaciones de “bárbaro”, competencias enrutan en la dirección de que
“incivilizado”, “apóstata” o “in el”, a menudo se pueda tener no mediciones, sino baremos
–pero no necesariamente siempre– denotan a partir de los cuales se puedan estandarizar
una falta de tolerancia hacia las diferencias, procedimientos. Es el triunfo de la sociedad
a pesar de que esta tolerancia es un requisito de masas y de la intolerancia del totalitarismo
para una actitud verdaderamente respetuosa que decapita la posibilidad de que los sujetos
hacia los demás. La inclusión nita e histórica argumenten y piensen críticamente. Es, bajo
de las creencias y puntos de vista sobre la distintos ropajes, la repetición de Auschwitz
realidad histórica de las culturas individuales y de Westerbrok, bajo la égida del consumo.
demanda una tolerancia respetuosa hacia los
otros que es absolutamente esencial en el dis- Si la pedagogía se entiende como formación
curso intercultural. –en este caso: preparación para el proceso de
pensar críticamente– y no como instrucción –
que pide resultados, el aprendizaje memorístico
Conclusión de pensamientos ya dados o construidos en el
pasado–; es decir, si la pedagogía se orienta
La cosa misma de la argumentación, que sus-
a la persona, a su reconocimiento, a crear
tenta operacionalmente el desarrollo del pen-
condiciones para su realización: todo cambia.
samiento crítico es, precisamente, mostrar que
En primer término, resulta evidente que la per-
se trata que las personas tienen que encontrar
sona es en sí misma un n, y jamás un medio;
escenarios para la cooperación más que para
en segundo término, se hace evidente que los
la competencia. Bajo cualquiera de las moda-
educadores –desde los padres de familia, pa-
lidades que se las quiera entender, recurriendo
sando por el sistema de enseñanza, incluyendo
a cualquiera de las tradiciones fundacionales,
los medios de comunicación y la panoplia de
bajo cualquier noción de autoridad –sea de los
las TIC– pueden crear condiciones para que la
académicos o de las agencias gubernamen-
persona misma se forme a sí misma, pero no
tales–, sea cual sea el nivel educativo que se
para formarla: se trata de llegar a comprender
tenga por referente: las competencias implican
la formación como efecto, y, a la persona y la
que alguien gana y que alguien pierde o que
personalidad como efecto de formación19. Dicho
se tiene un proyecto social –no político, en el
sentido que ha dado Hannah Arendt (1993)– en
19 Esta tesis se la debemos a nuestro colega Guillermo
el que se requiere que algunos se destaquen, Bustamante Zamudio, con sus intervenciones en el Seminario
sean los mejores. Formación y Subjetividad que tuvo lugar en el 2do. Semestre
de 2006 en el marco del Doctorado Interinstitucional en
Educación, de la Universidad Pedagógica Nacional, en el
Al cabo, sin darse cuenta el mismo sujeto y Énfasis Filosofía y enseñanza de la losofía. Seguramente,
nuestras interpretaciones de la cosa misma se diferencian,
quizá tampoco la organización, se tiene una
en razón de nuestros puntos de partida intelectuales.
teoría de la raza, un proceso gradual y siste- Bustamante proviene más del psicoanálisis; nuestra
mático de selección. En él deben sobrevivir los posición, de entraña fenomenológica.
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sea de paso, los “propósitos” o “ nes” de una obran sobre mí; al yo obrar –argumentativa y
auténtica formación tienen su radical e cacia si críticamente–, obró sobre ellos.
y sólo si fracasan, esto es, si los formandos los
transforman, los rede nen, los subvierten, etc. No es, la cooperación un hacer porque sí, fa-
cere, inane, que sólo produce vacuidad. Todo
¿Cómo se crea un ambiente de formación –no lo contrario. Es auténtica responsabilidad por
sólo de aprendizaje– en el cual las personas el sentido del otro y de sí mismo; es hacerse
lleguen a descubrir sus horizontes de ser?, cargo de la íntima responsabilidad de ser sujeto
¿queda la escuela y el proyecto educativo va- –o de disolverse en el se, ya mencionado–. Se
cíos de contenidos?, ¿se da paso a la anarquía trata, por tanto, de que la pregunta por sí mismo
como “modo de vida” en la formación? y por la íntima correlación con los otros sea un
presupuesto y un punto de llegada.
El giro que parece indispensable es de la
competencia a la cooperación. No se trata de
un ideal romántico: “el sol sale sobre buenos Referencias
y malos” (Mt 5, 43-44). No, se trata de que, en
primera persona, argumentando y pensando Apel, K. (1987). The Problem of Philosophical
críticamente, cada quien tiene que hacerse Foundations in Light of a Transcendental
dueño de sus posibilidades; tiene que descubrir Pragmatics of Language. En: K. Baynes, J.
cómo ser feliz con lo que es y con lo que puede; Bohman & T. McCarthy (Eds.). After Philo-
cómo su proyecto de vida también es potencia y sophy: End or Transformation? Cambridge,
gozo para la comunidad; cómo la realización de
MA: MIT Press.
su propia existencia no tiene que ser anulación
de la de ningún otro.
Apel, K. (1996). Karl-Otto Apel: Selected Es-
says, Volume Two: Ethics and the Theory of
Cooperación también re ere el hecho de que
hay operación, opera; esto es, que cada quien Rationality. New Jersey: Humanities Press.
es obra; y, aún se puede extender esta idea y
decir que para sí mismo la propia subjetividad Arendt, H. (1993). La condición humana. Bar-
es obra de arte. En realidad, o lo es o la persona celona: Paidós.
se reduce a un simple se (das Man, en sentido
heideggeriano). Ahora bien, esa obra no se Gadamer, H.( 1976). Philosophical Herme-
puede ejecutar más que con, en medio de, para,
neutics. Berkeley: University of California
como efecto de la interacción hacia y desde los
Press.
otros. La co-operación es la de mi subjetividad,
como obra de arte, ante y con mis iguales. Al
ellos obrarse –argumentativa y críticamente–, Gadamer, H. (1993). Truth and Method. New
York: Continuum.
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