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¿Qué derechos tiene el profesor sobre los trabajos realizados por alumnos?
En principio, ninguno. Los derechos pertenecen al autor y éste es quien da forma a la idea: el
alumno. El profesor tutor o corrector del trabajo sólo tendrá derechos sobre el mismo si su labor
trasciende la mera corrección, guía o tutela (en cuanto enseñanza y provisión de ideas) para
convertirse en auténtico autor (coautor) del mismo, dando materialmente forma al trabajo
(resultando una obra en colaboración).
¿Qué tiene que cumplir la obra del alumno para estar protegida?
“Según autorizada doctrina cientíica, el presupuesto primordial para que la creación humana
merezca la consideración de obra, es que sea original, cuyo requisito, en su perspectiva objetiva,
consiste en haber creado algo nuevo, que no existía anteriormente; es decir, la creación que
aporta y constituye una novedad objetiva frente a cualquier otra preexistente: es original la
creación novedosa, y esa novedad objetiva es la que determina su reconocimiento como obra y
la protección por la propiedad intelectual que se atribuye sobre ella a su creador”
En el aula
El día anterior a la clase, los profesores hablaron a los alumnos de las creaciones artísticas y de su
importancia y les pidieron que al día siguiente llevaran al colegio sus obras preferidas (libros, DVD,
CD, etc.). Al comienzo de la clase se repasaron las distintas formas de expresión artística y sus
respectivos soportes y se pidió a los alumnos que indicaran cuáles eran las diferentes formas de
expresión artística que podían identificar en las obras que habían traído y que nombraran a sus
autores. De este modo, los alumnos comprendieron que un mismo soporte puede contener varias
creaciones artísticas: por ejemplo, un libro contiene la obra literaria, pero también las ilustraciones
de la portada y el interior, cada una de ellas obra de su respectivo autor. Los libros, los DVD, e
incluso un cuadro, fueron pasando de mano en mano mientras los alumnos identificaban
animadamente las obras y sus autores.
Respondiendo a una serie de preguntas dirigidas, los propios alumnos enumeraron todos los tipos
de derechos que un autor puede tener respecto de sus obras. Se expuso concisamente a los
alumnos el vocabulario oficial de los derechos morales y patrimoniales y se les propuso un
ejercicio interactivo para afianzar su comprensión de los términos. Por medio de la pizarra
inteligente, se pidió a los alumnos que hicieran corresponder imágenes de portadas de libros, de
DVD, de videojuegos, etc. de una obra bien conocida con el respectivo derecho patrimonial del
autor (traducción, adaptación, interpretación, etc.)
Así como eres dueño de tu celular y nadie tiene derecho a quitártelo o a usarlo sin tu autorización,
cualquier creador es dueño de sus obras y nadie puede apropiarse de ellas o utilizarlas sin su
permiso, puesto que es titular de un derecho de propiedad sobre su creación. La Constitución
Política de la República reconoce este derecho en su artículo 19, nº 25: “La Constitución asegura
a todas las personas la libertad de crear y difundir las artes, así como el derecho del autor sobre
sus creaciones intelectuales y artísticas de cualquier especie, por el tiempo que señale la ley y
que no será inferior al de la vida del titular. El derecho de autor comprende la propiedad de las
obras y
otros derechos, como la paternidad, la edición y la integridad de la obra, todo ello en conformidad
a la ley.
Ya hemos dicho que para que exista el derecho de autor debe haber una creación, una obra; no
basta con la sola idea. Ahora bien, para que esa creación sea protegida como propiedad intelectual
es requisito que esa obra sea original, es decir debe tener características propias que la hagan
distinguible de otras obras y no puede ser una copia o simplemente una aplicación mecánica de
conocimientos. En este sentido, la idea que subyace a la obra puede no ser original
(perfectamente podría utilizarse una misma idea para varias obras); sin embargo, lo que sí debe
ser original es la forma particular de expresión de la idea en la obra, la que debe reflejar un
proceso creativo único y la singularidad del autor. Que una obra tenga que ser original no significa
que tenga que prescindir de toda referencia o, incluso, similitud con otras. Una obra basada en, o
que se asemeja a una creación ya existente, no será una copia en la medida que contenga
elementos suficientes que la singularicen como una obra diferente, convirtiéndose en una “obra
derivada” en relación a una “obra originaria”. De acuerdo a la ley, las obras pueden ser:
Originarias: aquellas que son primigénitamente creadas. Derivadas: aquellas que resultan de la
adaptación, traducción u otra transformación de una obra originaria, siempre que constituyan una
creación autónoma y posean un grado de originalidad suficiente. El creador de una obra derivada,
salvo algunas excepciones que luego detallaremos, necesitará autorización del titular del derecho
de autor de la obra originaria para usarla como base, y en la publicación de la obra derivada
deberá figurar el nombre o seudónimo del autor original. Ambos tipos de obras –originarias y
derivadas– pueden calificarse de originales y son susceptibles de estar protegidas por el derecho
de autor.
Dentro del ámbito de la propiedad intelectual además del derecho de autor, existen otro tipo de
derechos: los conexos. Los “derechos conexos” son los derechos de propiedad que la ley reconoce
a personas que, sin ser autores, realizan actividades relacionadas con la creación, en ciertas
formas específicas —generalmente de difusión—. Para efectos de esta guía, nos referiremos a
estas actividades como “prestaciones artísticas” y “contribuciones conexas”, según el tipo de
actividad específica.
¿Qué órganos del estado deben velar especialmente por los derechos del autor?
El objeto del derecho de autor y los derechos conexos Para que exista el derecho de autor debe
existir una obra original, ya sea originaria o derivada. Esa obra, literaria, artística o científica, es el
objeto protegido por el derecho de autor. Para que exista un derecho conexo debe existir una
prestación artística o contribución conexa. Esa interpretación o ejecución, o la grabación
contenida en el fonograma o la emisión es el objeto protegido por el derecho conexo. En síntesis,
el derecho de autor y los derechos conexos protegen obras.
Las leyes de derechos de autor previenen que cualquier persona copie o se apropie de la
propiedad intelectual de otra persona. Las leyes de derechos de autor proporcionan protección a
todos aquellos que realizan trabajos creativos,
Exigir que su nombre y el título de la obra sean mencionados cada vez que ésta se utilice,
publique o divulgue;
Es un derecho que solo corresponde al autor y no al que la adquiera con posterioridad. Es decir,
aplica sólo a los titulares originarios del derecho, además tiene las siguientes características:
Irrenunciable: esto quiere decir que el autor o creador de un material no puede renunciar
a la autoría.
Inembargable: ninguna institución puede embargar el derecho que el autor tiene sobre su
obra.
Es el que tiene el creador de una obra para explotar su obra, así como la de prohibir a terceros
obtener beneficios dentro de los límites establecidos en la Ley de Derecho de Autor.
Por su parte los derechos patrimoniales -contrarios a los derechos morales- son renunciables,
embargables, temporales y aluden a la reproducción, la transformación, la distribución y la
comunicación pública.
Estas facultades patrimoniales proporcionan al autor compensación económica por la utilización
de su obra en cualquier forma, al tener carácter transmisible, permitiéndole cederlos a otras
personas naturales o jurídicas, ya sea onerosa o gratuitamente.
, los derechos de autor se consideran fundamentales para el desarrollo de un país, en este caso
para el desarrollo del patrimonio cultural. Concretamente, en su artículo 27, este texto expone
que «toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le
correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora»
LA PIRATERIA
En la actualidad el término se emplea para referirse a los actos ilegales de reproducción, difusión y
venta en cualquiera de sus variantes comerciales, de las obras protegidas por el derecho de autor
y derechos conexos, sin la autorización de sus autores o titulares, según sea el caso
la piratería afecta tanto a autores como a titulares de los derechos patrimoniales, pues para que
un hecho sea considerado como piratería deben cumplirse tres condiciones indispensables:
• Que la reproducción haya sido realizada sin la autorización del titular del derecho.
La piratería puede conducir al éxodo de creadores talentosos, lo que priva a los países de la
riqueza que representa la creatividad local. Por ejemplo, la creciente piratería en la mayor parte
de los países de África ha llevado a muchos artistas a salir de su país para crear y presentar sus
obras en Europa, donde son mejor retribuidos, gracias al sistema vigente de derecho de autor
Causas de la pirateria:
La demanda de música, películas, libros y programas informáticos es muy alta, lo que podría
acarrear el desarrollo de un mercado ilegal para cubrir las necesidades de los consumidores.
El público ve con frecuencia la piratería como una manera de lograr un acceso más barato a
versiones de una obra de igual calidad que la original, pero ignora las repercusiones que esa
actividad ejerce en la creatividad, las industrias creativas y los sectores conexos.
Los piratas no cubren ningún gasto comparable a los de la producción de bienes culturales
originales, debido a que la inversión inicial para la reproducción y distribución ilícitas es limitada.
Por eso, la posibilidad de obtener ganancias considerables y de manera fácil es otra de las razones
que explican la ampliación y persistencia de la piratería.
La creación, producción y distribución de bienes culturales son costosas y los múltiples costos que
se añaden antes de que el producto llegue al consumidor aumentan el precio del producto final. En
consecuencia, se considera que la pobreza es un factor importante que contribuye a la ampliación
de la piratería. Debido a que los precios de los productos originales resultan con frecuencia muy
elevados para el público, existe un mercado permanente para los bienes pirateados, que son más
baratos.
Para lograr esta cultura de respeto a los derechos de autor, necesitamos del rol activo de todos
nosotros y no sólo de nuestro Estado, que hasta estos momentos no ha considerado lo importante
que es proteger a la obra del autor, fomentando de esta manera el desgano y poco entusiasmo en
la creatividad de todos los conciudadanos.
“La educación en el respeto a la creatividad, que nos conduzca a la obtención de una cultura
formada en valores, que reconsideren el ingenio humano y sus frutos como la cualidad y la
herencia más valiosa para la humanidad”
Los padres deben instruir a sus hijos, recordándoles la importancia de respetar y proteger el
derecho de autor, propiciando la adquisición de productos y servicios legales originales.
La industria pirata es la que hace lo mismo que la industria legal, pero sin pagar los derechos
correspondientes, ni los impuestos y, por eso, es una competencia desleal y perjudicial para
aquella.
El derecho de autor se protege toda la vida y setenta años después del fallecimiento del titular;
luego de lo cual, la obra pasa a dominio público, lo que implica la extinción del derecho
patrimonial, constituyéndose la obra en patrimonio cultural común.
Muchas personas compran falsificaciones por un sentido práctico, es decir, porque obtienen de la
copia la misma utilidad a un precio más bajo.
La falsificación comporta consecuencias dañinas para toda la sociedad, como riesgo a la salud
pública, desprotección del consumidor, economía sumergida, contrabando, corrupción, evasión
fiscal, blanqueo de capitales o financiación de otras actividades ilegales. Los productos
falsificados no tienen garantías de calidad.
cada vez que uno adquiere un producto falsificado está contribuyendo al mantenimiento activo
de negocios ilegales, que explotan a sus trabajadores y que distribuyen en los mercados del
mundo productos sin ninguna garantía.