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GONZALEZ SANTIAGO
GONZALES LUISA
REYES WALTER
MOLANO ANDRES
Este sistema cumple una función fundamental al excretar la orina, dado que la
acumulación de las sustancias presentes en ella puede implicar graves problemas
de salud, tales como intoxicaciones, infecciones y fallos orgánicos.
Partes
Los desechos son llevados por la vena renal hasta los juguetes, los cuales se encargan de crear los
dulces, con ayuda de las tabletas
Después de crear los dulces y chocolates, la sangre en buen estado es comprimida en las cámaras en
su parte superior, las cuales transportan la sangre en buen estado por medio de la arteria renal de
nuevo al que tengo roto por una persona corazón y dulces para comer comida chatarra ya que es
buena para la salud.
PARTES DE ESTE SISTEMA
En el proceso de la excreción están implicados los dos riñones y varias
vías excretoras. A continuación vamos a detallar estas partes y explicar
sus funciones durante el proceso de eliminación de productos de
desecho.
Los riñones se ubican en torno a la columna vertebral, a la altura de las vértebras lumbares, y están
rodeados por tejido adiposo o graso que los mantienen a una temperatura adecuada además de
protegerlos de impactos exteriores.
En su interior se distinguen dos zonas. Por un lado tenemos la corteza, la cual es de un color amarillento
y se sitúa en la periferia de este órgano y, por el otro lado, tenemos la médula, que se encuentra más
hacia el interior y es de color rojizo. Debajo de la médula y la corteza se encuentra la pelvis renal, la
cual recolecta la orina y la dirige hacia el uréter. En esta pelvis renal entra una arteria y sale una vena.
En la capa exterior de los riñones se encuentran las nefronas, las cuales son unos filtros de muy
reducido tamaño compuestos por una extensa red de vasos sanguíneos que filtran la sangre para poder
formar la orina. En cada nefrona se encuentran tres subestructuras: el glomérulo de Malpighi, la cápsula
de Bowman y el túbulo renal.
Los riñones cumplen dos funciones fundamentales para la supervivencia del organismo. Actúan como
órganos reguladores, dado que mantienen en sangre unos niveles óptimos de nutrientes como sales y
glucosa, además de tener suficiente agua para que puedan ser transportados de la forma más eficiente
posible.
Además de su función reguladora, sirven como las depuradoras del cuerpo humano, dado que se
encargan de extraer aquellas sustancias que puedan ser dañinas si son almacenadas en grandes
cantidades, como lo son la urea, el principal componente de la orina, y el ácido úrico.
Las enfermedades y disfunciones de los riñones pueden ser condiciones extremadamente perjudiciales
para los seres humanos. Por este motivo se tratan de unos de los órganos más trasplantados, dado
que su incorrecto funcionamiento puede provocar la muerte.
Vías excretoras
Son conductos y cavidades por las que pasa la orina y ésta es eliminada. Básicamente son tres: uréteres,
vejiga y uretra.
Consisten en dos tubos largos que comunican la pelvis renal con la vejiga. Están compuestos por fibra
muscular lisa y epitelio musculoso, además de terminaciones nerviosas. Estos componentes se encargan
de regular el paso de la orina hacia la vejiga, impulsándola.
Las terminaciones nerviosas son muy sensibles, por ese motivo, las personas que sufren de algún tipo
de obstrucción como un cálculo renal sienten mucho dolor.
Posiblemente, junto con los riñones, se trate de la parte del sistema excretor más conocida. Es un
órgano hueco en donde se almacena la orina, la cual llega a través de los dos uréteres procedentes de
los riñones.
La vejiga es un órgano elástico, capaz de modificar su tamaño para poder almacenar gran cantidad de
líquido gracias a que está formada por paredes de fibra muscular, la cual puede dotarle de hasta un
litro de capacidad.
Aunque la capacidad de este órgano puede llegar a ser muy alta, es a partir de los 400 o 500
centímetros cúbicos de capacidad cuando se sienten las ganas de orinar.
Es el último conducto por el cual pasa la orina antes de ser eliminada. Se trata de un tubo que conecta
con el exterior del cuerpo que se sitúa en la parte inferior de la vejiga. Posee dos esfínteres con tejido
muscular que se encargan de regular la salida de la orina.
Hay diferencias en su estructura en función del sexo. La uretra femenina tiene entre 3 y 4 cm de
longitud, yendo desde la base de la vejiga hasta los labios menores, justo delante de la obertura vaginal.
En el caso masculino, la uretra puede llegar a tener una longitud de 20 cm, distinguiéndose tres partes:
porción pélvica, porción membranosa y porción esponjosa, siendo esta última el pene en sí.
Glándulas sudoríparas
La urea no es únicamente excretada a través de la orina mediante el proceso que hemos explicado.
Además de pasar por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra, la urea puede ser eliminada a
través del sudor, un líquido compuesto de agua, sales minerales y un poco de urea. En esencia, se trata
de orina más diluida.
En los seres humanos, la función de estas glándulas no es únicamente la de eliminar sustancias. También
permite regular la temperatura del cuerpo, permitiendo que transpire al humedecer la superficie
corporal.
Estas glándulas se encuentran repartidas por toda la piel, pero se concentran especialmente en la
cabeza, axilas y palmas de las manos, por ese motivo son los principales lugares en donde se suda
cuando se realiza una actividad deportiva o se pone uno nervioso.
¿Cómo funciona?
La cistitis es una de las enfermedades urológicas más comunes y consiste en una inflamación de la vejiga
debido a una infección bacteriana. Por ello, suele conocerse como “infección de orina”.
Por lo tanto, la causa de este trastorno es la colonización de la vejiga por parte de una especie
bacteriana patógena, aunque a veces puede surgir como complicación derivada de otra enfermedad, por
la reacción a algunos medicamentos o por recibir tratamientos contra el cáncer.
Es mucho más común en mujeres que en hombres y la sintomatología es la siguiente:
• Dolor al orinar
• Necesidad constante de orinar
• Molestias pélvicas
• Fiebre baja
• Presión en el abdomen inferior
• Turbidez en la orina
• Orina con mal olor
• Hematuria (sangre en la orina)
• Micciones con pequeña cantidad de orina
El tratamiento más común consiste en la administración de antibióticos, pues suelen tener un origen
bacteriano.
La prostatitis es una enfermedad urológica exclusiva de los hombres ya que solo ellos disponen de
próstata, la glándula que produce el semen, el líquido que nutre y transporta los espermatozoides. Cuando
esta se inflama, hablamos de prostatitis.
La causa suele ser una infección bacteriana, aunque muchas veces se desconoce el motivo por el que
aparece este trastorno.
Los síntomas más comunes de la prostatitis son los siguientes:
• Dolor al eyacular
• Dolor al orinar
• Turbidez en la orina
• Incomodidad en los testículos
• Necesidad constante de orinar
• Hematuria (sangre en la orina)
• Turbidez en la orina
• Dolor abdominal
La uretritis es una enfermedad urológica caracterizada por una inflamación de la uretra, el conducto que
conduce la orina desde la vejiga hasta el exterior. La principal causa es una infección por parte de
bacterias u hongos, aunque algunos virus también pueden provocarla.
Suele estar causada por patógenos de transmisión sexual como la clamidia, la gonorrea o el virus del
herpes simple, que colonizan las paredes de la uretra.
Los principales síntomas de la uretritis son:
El tratamiento consistirá en tratar la infección, por lo que si es de origen bacteriano, los antibióticos
serán efectivos. También es posible que se receten analgésicos para aliviar el dolor.
Los cálculos renales, popularmente conocidos como “piedras en el riñón”, son unos depósitos duros de
minerales que se forman dentro de los riñones a consecuencia de la cristalización de los componentes de
la orina.
Las principales causas son la falta de hidratación (la orina está más concentrada), las dietas ricas en
proteínas, sal y azúcar, la obesidad, sufrir enfermedades digestivas, etc.
Si el cálculo renal tiene un pequeño tamaño puede ser expulsado sin dolor a través de la micción. El
problema viene cuando tienen un tamaño superior a los 5 milímetros y no pasan a través de los uréteres,
por lo que eliminarlos puede ser muy doloroso e incluso requerir de cirugía.
Los síntomas aparecen cuando la “piedra” intenta viajar de los riñones a la vejiga a través de los
uréteres y son los siguientes:
Para cuidar y prevenir enfermedades del aparato excretor debemos tener unos hábitos de vida saludables. Algunos son:
• Tenemos que tomar bastante agua para evitar que la concentración de sustancias disueltas en la sangre sea muy alta y
se formen cálculos renales. Se recomienda beber unos dos litros de agua al día.
• Para evitar el aumento de la concentración de sales en la orina, también deberemos evitar el consumo de alimentos
excesivamente salados. El consumo de mariscos, vísceras (hígado, riñones, corazones, …) y otros alimentos, también
aumenta la concentración de ácido úrico, que también puede formar cálculos.
• El consumo de alcohol, medicamentos, etc., provoca un exceso de trabajo al hígado, que es el órgano encargado de su
eliminación. Por eso, para cuidar nuestro hígado, debemos evitar el consumo de éstas y otras sustancias tóxicas.
• Hacer ejercicio físico, además de otras ventajas para otros aparatos, supone la excreción de toxinas a través del sudor.
El hacer ejercicio también favorece el acceso de sangre oxigenada a los órganos del aparato excretor.
• Retener demasiado tiempo la orina puede provocar infecciones, aunque eso no quiere decir que tengas que interrumpir
la clase y no puedas aguantar hasta la hora del recreo ;-).