Está en la página 1de 11

ARDILA LUISA

GONZALEZ SANTIAGO
GONZALES LUISA
REYES WALTER
MOLANO ANDRES

INSTRUCTORA MIREYA CARDENAS

SOACHA, CUNDINAMARCA, 2020


De todos los sistemas del cuerpo humano, el excretor puede
que sea uno de los menos populares, sobre todo por el hecho
de ser el que se encarga de eliminar lo que nuestro cuerpo
no necesita.

La eliminación de la orina no es asunto menor, dado que es un líquido


que contiene sustancias que, en caso de almacenarse por demasiado
tiempo en nuestro organismo, nos podría suponer problemas de salud
tales como una intoxicación.

Este sistema cumple una función fundamental al excretar la orina, dado que la
acumulación de las sustancias presentes en ella puede implicar graves problemas
de salud, tales como intoxicaciones, infecciones y fallos orgánicos.
Partes

El sistema excretor o sistema urinario es un aparato del cuerpo humano. Está


formado por los riñones y la vía excretora, en él ocurre el proceso excretor,
que consiste en limpiar la sangre de sustancias de desecho formando la orina y
expulsarlas al exterior por la uretra.
El sistema excretor o aparato excretor es un conjunto de órganos y glándulas que permiten eliminar
los desechos de nuestro organismo. Para poder llegar hasta los riñones (que son los órganos encargados
de hacerte dormir y jugar), es necesario un proceso llamado nutrición, el cual es necesario para adquirir
sueño y pereza. Los nutrientes se van directo a la sangre, la cual realiza el intercambio gaseoso por
medio de los pulmones.

Los desechos son llevados por la vena renal hasta los juguetes, los cuales se encargan de crear los
dulces, con ayuda de las tabletas

Después de crear los dulces y chocolates, la sangre en buen estado es comprimida en las cámaras en
su parte superior, las cuales transportan la sangre en buen estado por medio de la arteria renal de
nuevo al que tengo roto por una persona corazón y dulces para comer comida chatarra ya que es
buena para la salud.
PARTES DE ESTE SISTEMA
En el proceso de la excreción están implicados los dos riñones y varias
vías excretoras. A continuación vamos a detallar estas partes y explicar
sus funciones durante el proceso de eliminación de productos de
desecho.

Se trata de dos órganos cuya función es la de filtrar la sangre y producir la orina.

Los riñones se ubican en torno a la columna vertebral, a la altura de las vértebras lumbares, y están
rodeados por tejido adiposo o graso que los mantienen a una temperatura adecuada además de
protegerlos de impactos exteriores.

Su forma es similar a la de dos judías, midiendo 12 cm de largo, 5 cm de largo y 3 cm de grosor, pesando


unos 150 gr cada uno.

En su interior se distinguen dos zonas. Por un lado tenemos la corteza, la cual es de un color amarillento
y se sitúa en la periferia de este órgano y, por el otro lado, tenemos la médula, que se encuentra más
hacia el interior y es de color rojizo. Debajo de la médula y la corteza se encuentra la pelvis renal, la
cual recolecta la orina y la dirige hacia el uréter. En esta pelvis renal entra una arteria y sale una vena.

En la capa exterior de los riñones se encuentran las nefronas, las cuales son unos filtros de muy
reducido tamaño compuestos por una extensa red de vasos sanguíneos que filtran la sangre para poder
formar la orina. En cada nefrona se encuentran tres subestructuras: el glomérulo de Malpighi, la cápsula
de Bowman y el túbulo renal.

Los riñones cumplen dos funciones fundamentales para la supervivencia del organismo. Actúan como
órganos reguladores, dado que mantienen en sangre unos niveles óptimos de nutrientes como sales y
glucosa, además de tener suficiente agua para que puedan ser transportados de la forma más eficiente
posible.
Además de su función reguladora, sirven como las depuradoras del cuerpo humano, dado que se
encargan de extraer aquellas sustancias que puedan ser dañinas si son almacenadas en grandes
cantidades, como lo son la urea, el principal componente de la orina, y el ácido úrico.

Las enfermedades y disfunciones de los riñones pueden ser condiciones extremadamente perjudiciales
para los seres humanos. Por este motivo se tratan de unos de los órganos más trasplantados, dado
que su incorrecto funcionamiento puede provocar la muerte.

Vías excretoras
Son conductos y cavidades por las que pasa la orina y ésta es eliminada. Básicamente son tres: uréteres,
vejiga y uretra.

Consisten en dos tubos largos que comunican la pelvis renal con la vejiga. Están compuestos por fibra
muscular lisa y epitelio musculoso, además de terminaciones nerviosas. Estos componentes se encargan
de regular el paso de la orina hacia la vejiga, impulsándola.
Las terminaciones nerviosas son muy sensibles, por ese motivo, las personas que sufren de algún tipo
de obstrucción como un cálculo renal sienten mucho dolor.

Posiblemente, junto con los riñones, se trate de la parte del sistema excretor más conocida. Es un
órgano hueco en donde se almacena la orina, la cual llega a través de los dos uréteres procedentes de
los riñones.

La vejiga es un órgano elástico, capaz de modificar su tamaño para poder almacenar gran cantidad de
líquido gracias a que está formada por paredes de fibra muscular, la cual puede dotarle de hasta un
litro de capacidad.

Aunque la capacidad de este órgano puede llegar a ser muy alta, es a partir de los 400 o 500
centímetros cúbicos de capacidad cuando se sienten las ganas de orinar.

Es el último conducto por el cual pasa la orina antes de ser eliminada. Se trata de un tubo que conecta
con el exterior del cuerpo que se sitúa en la parte inferior de la vejiga. Posee dos esfínteres con tejido
muscular que se encargan de regular la salida de la orina.

Hay diferencias en su estructura en función del sexo. La uretra femenina tiene entre 3 y 4 cm de
longitud, yendo desde la base de la vejiga hasta los labios menores, justo delante de la obertura vaginal.
En el caso masculino, la uretra puede llegar a tener una longitud de 20 cm, distinguiéndose tres partes:
porción pélvica, porción membranosa y porción esponjosa, siendo esta última el pene en sí.
Glándulas sudoríparas
La urea no es únicamente excretada a través de la orina mediante el proceso que hemos explicado.
Además de pasar por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra, la urea puede ser eliminada a
través del sudor, un líquido compuesto de agua, sales minerales y un poco de urea. En esencia, se trata
de orina más diluida.

En los seres humanos, la función de estas glándulas no es únicamente la de eliminar sustancias. También
permite regular la temperatura del cuerpo, permitiendo que transpire al humedecer la superficie
corporal.

Estas glándulas se encuentran repartidas por toda la piel, pero se concentran especialmente en la
cabeza, axilas y palmas de las manos, por ese motivo son los principales lugares en donde se suda
cuando se realiza una actividad deportiva o se pone uno nervioso.

¿Cómo funciona?

Como se ha dicho, la función esencial del sistema


excretor es el filtrar las sustancias nitrogenadas
residuales del metabolismo, para permitir que la
sangre cumpla su ciclo lo más libre de impurezas
dañinas.

Es por ello que este sistema es tan vital: la


acumulación de estas sustancias en la sangre
conduce a una forma de intoxicación letal.
¿Cómo funcionan los riñones?

Cada uno de los riñones está formado por


aproximadamente un millón de unidades de filtración
llamadas nefronas. Cada nefrona incluye un filtro,
llamado glomérulo, y un túbulo. Las nefronas funcionan
a través de un proceso de dos pasos: el glomérulo
filtra la sangre y el túbulo devuelve las sustancias
necesarias a la sangre y elimina los desechos.

¿Qué es una enfermedad urológica?

Una enfermedad urológica es todo aquel trastorno que compromete la


funcionalidad de alguno de los componentes del sistema urinario: riñones,
uréteres, vejiga y uretra.
A grandes rasgos, el sistema urinario funciona de la siguiente manera. Los dos
riñones, ubicados uno a cada lado de la columna vertebral y por debajo de las
costillas, se encargan de filtrar toda la sangre del organismo, eliminando las
sustancias presentes en ella que resultan tóxicas para el cuerpo. Los riñones
generan la orina, en la que se encuentran todos estos componentes que deben
ser eliminados del cuerpo mediante la micción.

La cistitis es una de las enfermedades urológicas más comunes y consiste en una inflamación de la vejiga
debido a una infección bacteriana. Por ello, suele conocerse como “infección de orina”.
Por lo tanto, la causa de este trastorno es la colonización de la vejiga por parte de una especie
bacteriana patógena, aunque a veces puede surgir como complicación derivada de otra enfermedad, por
la reacción a algunos medicamentos o por recibir tratamientos contra el cáncer.
Es mucho más común en mujeres que en hombres y la sintomatología es la siguiente:

• Dolor al orinar
• Necesidad constante de orinar
• Molestias pélvicas
• Fiebre baja
• Presión en el abdomen inferior
• Turbidez en la orina
• Orina con mal olor
• Hematuria (sangre en la orina)
• Micciones con pequeña cantidad de orina

El tratamiento más común consiste en la administración de antibióticos, pues suelen tener un origen
bacteriano.

La prostatitis es una enfermedad urológica exclusiva de los hombres ya que solo ellos disponen de
próstata, la glándula que produce el semen, el líquido que nutre y transporta los espermatozoides. Cuando
esta se inflama, hablamos de prostatitis.
La causa suele ser una infección bacteriana, aunque muchas veces se desconoce el motivo por el que
aparece este trastorno.
Los síntomas más comunes de la prostatitis son los siguientes:

• Dolor al eyacular
• Dolor al orinar
• Turbidez en la orina
• Incomodidad en los testículos
• Necesidad constante de orinar
• Hematuria (sangre en la orina)
• Turbidez en la orina
• Dolor abdominal

Si la prostatitis es debida a una infección bacteriana, el tratamiento consistirá en la administración de


antibióticos. El médico podrá recetar antiinflamatorios para aliviar el dolor.

La uretritis es una enfermedad urológica caracterizada por una inflamación de la uretra, el conducto que
conduce la orina desde la vejiga hasta el exterior. La principal causa es una infección por parte de
bacterias u hongos, aunque algunos virus también pueden provocarla.
Suele estar causada por patógenos de transmisión sexual como la clamidia, la gonorrea o el virus del
herpes simple, que colonizan las paredes de la uretra.
Los principales síntomas de la uretritis son:

• Secreciones por la uretra


• Dolor durante las relaciones sexuales
• Dolor al orinar
• Sangre en la orina y en el semen
• Fiebre
• Escalofríos
• Flujo vaginal inusual
• Dolor pélvico

El tratamiento consistirá en tratar la infección, por lo que si es de origen bacteriano, los antibióticos
serán efectivos. También es posible que se receten analgésicos para aliviar el dolor.

Los cálculos renales, popularmente conocidos como “piedras en el riñón”, son unos depósitos duros de
minerales que se forman dentro de los riñones a consecuencia de la cristalización de los componentes de
la orina.
Las principales causas son la falta de hidratación (la orina está más concentrada), las dietas ricas en
proteínas, sal y azúcar, la obesidad, sufrir enfermedades digestivas, etc.
Si el cálculo renal tiene un pequeño tamaño puede ser expulsado sin dolor a través de la micción. El
problema viene cuando tienen un tamaño superior a los 5 milímetros y no pasan a través de los uréteres,
por lo que eliminarlos puede ser muy doloroso e incluso requerir de cirugía.
Los síntomas aparecen cuando la “piedra” intenta viajar de los riñones a la vejiga a través de los
uréteres y son los siguientes:

• Dolor intenso debajo de las costillas


• Dolor al orinar
• Necesidad constante de orinar
• Micciones en pequeñas cantidades
• Orina turbia o de color rojizo con olor desagradable
• Náuseas y vómitos

El tratamiento de estos cálculos renales consiste en administrar antibióticos si la “piedra” provoca


infecciones o cirugía si no puede ser expulsada de forma natural.
5. Incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria es un trastorno urológico que compromete en gran medida la vida de los
afectados, pues la persona pierde el control de la vejiga, algo hace que no controle los impulsos de orinar.
Está causada por muchos trastornos distintos, por lo que realmente esta incontinencia es más bien un
síntoma de que algo en nuestro interior no va bien: alcoholismo, tabaquismo, cáncer de próstata, tumores
en las vías urinarias, sobrepeso, infecciones urológicas, etc.
El síntoma principal es que el afectado no controla las ganas de orinar, por lo que puede ser que pierda
orina cuando tosa, ría o estornude e incluso que no le dé tiempo de llegar al baño cuando siente la
necesidad. Es un problema frecuente que afecta a la calidad de vida, pues la persona suele sentir
vergüenza de su afección.
Ocurre generalmente a una edad avanzada y el tratamiento dependerá de la causa de fondo, por lo que
hay muchas terapias que se pueden aplicar. Generalmente, el fortalecimiento de los músculos del suelo
pélvico, medicamentos anticolinérgicos (calman la vejiga hiperactiva), la implantación de dispositivos
médicos, la cirugía, etc, son los métodos más utilizados.
De todos modos, pese a que puede tratarse, lo mejor es la prevención. Evitar el sobrepeso, realizar
ejercicio físico, no beber demasiado alcohol ni tomar mucha cafeína, no fumar e incluir la fibra en la dieta
son algunos de los mejores consejos para reducir la probabilidad de desarrollar este trastorno.

Para cuidar y prevenir enfermedades del aparato excretor debemos tener unos hábitos de vida saludables. Algunos son:

• Tenemos que tomar bastante agua para evitar que la concentración de sustancias disueltas en la sangre sea muy alta y
se formen cálculos renales. Se recomienda beber unos dos litros de agua al día.

• Para evitar el aumento de la concentración de sales en la orina, también deberemos evitar el consumo de alimentos
excesivamente salados. El consumo de mariscos, vísceras (hígado, riñones, corazones, …) y otros alimentos, también
aumenta la concentración de ácido úrico, que también puede formar cálculos.
• El consumo de alcohol, medicamentos, etc., provoca un exceso de trabajo al hígado, que es el órgano encargado de su
eliminación. Por eso, para cuidar nuestro hígado, debemos evitar el consumo de éstas y otras sustancias tóxicas.
• Hacer ejercicio físico, además de otras ventajas para otros aparatos, supone la excreción de toxinas a través del sudor.
El hacer ejercicio también favorece el acceso de sangre oxigenada a los órganos del aparato excretor.
• Retener demasiado tiempo la orina puede provocar infecciones, aunque eso no quiere decir que tengas que interrumpir
la clase y no puedas aguantar hasta la hora del recreo ;-).

También podría gustarte