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partes y terceros en

el código general del proceso


Ulises Canosa Suárez

1. Partes y terceros
En sentido amplio parte es quien interviene en el proceso con una pretensión,
reclamando un derecho o frente a quien se ejercita esa pretensión o se reclama
el derecho. En sentido estricto es quien demanda y quien es demandado. Esta
noción, en su significado jurídico, se equipara al concepto de parte en sentido

* Este artículo es un resumen del capítulo sobre Partes y Terceros que tendrá el libro
Manual de Derecho Procesal Civil Tomo I – Parte General, en el que se tratarán con
mayor profundidad todos los temas y que el autor está terminando de preparar para
publicar en el año 2020, simultáneamente con un Tomo II - Parte Especial – Los Procesos
Civiles y un Tomo III - Derecho Probatorio. La bibliografía es la que aparece en las notas
de pie de página.
** Abogado de la Universidad Libre de Colombia. Miembro y Secretario General del
Instituto Colombiano de Derecho Procesal. Miembro del Instituto Iberoamericano
de Derecho Procesal, de la Academia Colombiana de Jurisprudencia y del Colegio
de Abogados Comercialistas. Magíster en Derechos Humanos en la UAX de España.
Candidato a Doctor en Derecho en la Universidad Libre de Colombia y en la Universidad
de Salamanca. Formó parte de la Comisión Redactora y de la Comisión Revisora del
Código General del Proceso, es miembro de la Comisión del Proceso Oral y Justicia
Pronta creada por la Ley 1285 que reformó la Ley Estatutaria de la Administración de
Justicia y miembro de la Comisión de Seguimiento del CGP. Ha sido profesor en las
facultades de derecho y en cursos de especialización y Maestría en varias Universidades,
entre ellas en la Universidades de los Andes, del Rosario, Externado y Libre de Colombia.
Recibió el premio a la Docencia de Excelencia Juan Agustín Uricoechea y Navarro del
Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en el año 2005. Ha ejercido como Director
Jurídica de varias entidades privadas del país. Actualmente se desempeña como Vicepre-
sidente Ejecutivo Jurídico y Secretario General de BBVA en Colombia. Las opiniones
aquí expresadas son personales del autor y no comprometen a las entidades a las que se
encuentra vinculado.

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gramatical, porque lo es quien interviene en un acontecimiento o participa de


una relación.
El CPC de 1970 calificaba como tercero a quien no era parte en sentido
estricto, es decir, a quien no era demandante ni demandado. Sin embargo, esa
clasificación la modificó el CGP, porque había terceros que al intervenir se
convertían en parte, por introducir una pretensión, exigir un derecho o ser las
personas frente a las cuales se requería ese derecho, sujetos a quienes el CPC
denominaba terceros intervinientes1.
La novedad del CGP consistió en reorganizar las partes y los terceros,
utilizando preponderantemente para la clasificación el concepto de parte
en sentido amplio. En esta dirección, el CGP califica de parte tanto a las
iniciales, como a las sobrevinientes (antes terceros intervinientes), entre ellas
el litisconsorte, el interviniente excluyente, el llamado en garantía, el llamado
como poseedor o tenedor, los sucesores procesales y los intervinientes para
incidentes o trámites especiales, porque al comparecer se involucran direc-
tamente con la pretensión, esto es, se convierten en parte.
La denominación de terceros quedó reservada en el CGP para el coadyuvante
(art. 71) por no tener una pretensión propia y para el llamado de oficio (art.
72), que citado podrá decidir convertirse en parte, por ejemplo con una inter-
vención litisconsorcial o excluyente, si concurren en él los presupuestos de
estas figuras o, en su caso, coadyuvar o iniciar un proceso separado.

2. Características
Como no existe acuerdo sobre los conceptos de parte y tercero, se han
presentado varias teorías que se pueden compendiar en dos grupos2:
La teoría materialista sostiene que es parte quien es titular del derecho
sustancial y es tercero quien es ajeno a la relación material. En esta concepción
hay identidad entre acción y derecho sustancial. La teoría se refuta observando
que en algunos procesos se niega la pretensión porque quien demanda no

1
Hay personas que a pesar de intervenir en el proceso no se vuelven parte, como los
testigos, los representantes legales o convencionales, los apoderados judiciales y los
auxiliares de la justicia, peritos, curadores o secuestres, por no tener una pretensión, ni
reclamar un derecho o no ser las personas frente a las cuales un derecho es reclamado.
Son terceros indiferentes.
2
Parra Quijano, Jairo. Los Terceros en el Proceso Civil, Librería Ediciones del Profesional
Ltda., Séptima Edición, Bogotá, 2006, pp. 21 y ss.

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tiene la titularidad del derecho o a quien se demanda no es la persona llamada


a responder. En estos casos existen partes y el proceso se tramita aunque
termina con una sentencia absolutoria. Por ejemplo, se demanda la ejecución
de una obligación y prospera la excepción de falta de legitimación en causa
por activa o pasiva. En este evento existieron partes, aun sin estar presente el
titular del derecho sustancial3.
La teoría procesalista pregona que es parte quien interviene en el proceso
solicitando el reconocimiento de un derecho, es decir, quien interviene con una
pretensión o frente a quien se reclama, independientemente de la titularidad
del derecho sustancial. Tercero es quien no es parte. La noción es procesal o
formal, está en el proceso, no debe buscarse fuera. Es parte el demandante por
el solo hecho de demandar y el demandado por el solo hecho de ser demandado.
Se adquiere la calidad de parte por pedir o reclamar el reconocimiento de un
derecho o ser la persona frente a la cual se reclama el derecho, independien-
temente de si se es o no titular o de si se tiene que responder por ese derecho.
Hay partes que intervienen desde el principio, como el demandante y
el demandado y otras que se incorporan después, de tal forma que en cada
momento es tercero quien no es parte. Se es tercero hasta que se interviene
con una pretensión o hasta que frente a ese sujeto se reclama un derecho o se
formula una pretensión. Lo que convierte al tercero en parte es su interés en
el asunto debatido, al introducir una pretensión, reclamar un derecho o ser la
persona frente a la cual se presenta la pretensión o se reclama el derecho.
Los intervinientes y sucesores toman el proceso en el estado en que se halle
al momento de su intervención, salvo las excepciones a la irreversibilidad del
proceso que trae el artículo 61 del CGP. De acuerdo con el artículo 69, cuando
la intervención se concrete a un incidente o trámite, el interviniente sólo será
parte en ellos. Por ejemplo, quien impulsa un incidente de desembargo, es
parte sólo en el incidente y solo está facultado para recurrir las providencias
que allí se dicten, no las del proceso.
De la calificación de parte o tercero de derivan importantes consecuencias:
a) Únicamente las partes tiene los deberes y responsabilidades que los códigos
consagran para ellas (Arts. 78 a 81 CGP.). Los terceros tienen otros deberes,
como los del testigo (art. 208 CGP), los de los auxiliares de la justicia (artí-
culos 47 y siguientes), etc.

3
Azula Camacho Jaime, Manual de Derecho Procesal, Tomo I, Teoría General del
Proceso, Editorial Temis, Undécima Edición, pp. 242 y ss.

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b) Por regla general sólo las partes pueden pedir y presentar pruebas y, además,
tienen cargas probatorias. Los terceros, por lo general, no solicitan pruebas,
aunque pueden intervenir en su práctica, como los testigos o los peritos
y no tienen cargas probatorias, salvo cuando requieren justificar alguna
actuación, como el testigo su inasistencia para evitar la imposición de una
multa (art. 218 CGP). Cuando una parte declara se aplican por lo general las
reglas del interrogatorio de parte (artículos 199 y siguientes), mientras que
cuando el tercero declara se le aplican las reglas del testimonio. (Artículos
208 y ss).
c) Sólo a las partes vincula la sentencia con los efectos de cosa juzgada. Un
tercero no puede resultar vinculado si no ha sido oído y vencido en juicio
(Artículo 29 C.P. y 303 CGP). Uno de los límites de la cosa juzgada es el
personal, es decir, la identidad de partes en el segundo proceso. Si en el
nuevo trámite está una persona que sólo fue tercero en el primer proceso
no lo alcanzarán los efectos de la cosa juzgada.

3. Clasificaciones
Las partes pueden ser agrupadas desde diferentes puntos de vista:
a) Según el momento en que intervienen: Son partes originales las iniciales,
esto es la demandante y la demandada; y son partes intervinientes las que
comparecen al proceso después de iniciado como el tercero excluyente o el
llamado en garantía.
b) Según la actuación que desarrollen: Se dice que son partes activas las que
toman la iniciativa para surtir una actuación o la dirigen contra otra parte,
como el demandante o el incidentante; y partes pasivas aquellas contra
quienes se dirige una actuación, como los demandados.
c) Según su permanencia: Hay partes permanentes que actúan durante todo
el proceso; y transitorias aquellas que intervienen para una actuación
determinada, como quien presenta un incidente y únicamente es parte en
esa actuación (artículo 69 CGP).
d) Según su número: Hay partes simples, esto es, compuestas por un sujeto;
y partes plurales conformadas por varias personas, que es la figura del
litisconsorcio.
e) Según su necesidad: Hay partes cuya presencia es indispensable para proferir
decisión de fondo y otras meramente facultativas, que no son indispensables
y por eso se denominan voluntarias.

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4. Condiciones para actuar válidamente


Para que la parte pueda actuar válidamente4 requiere capacidad para ser
parte, capacidad para comparecer y derecho de postulación que, en términos
generales, pueden resumirse en el siguiente cuadro comparativo.

Capacidad para Capacidad para Derecho de


ser parte comparecer postulación
Capacidad de goce Capacidad de ejercicio Derecho para pedir
Todas las personas Las personas capaces Los abogados

4.1 Capacidad para ser parte


“Toda persona natural o jurídica puede ser parte en un proceso”, disponía
escuetamente el artículo 44 del CPC. El nuevo texto del artículo 53, con
fines aclaratorios, contiene una norma más completa y detallada al disponer:
“Podrán ser parte en un proceso: 1. Las personas naturales y jurídicas. 2. Los
patrimonios autónomos. 3. El concebido para la defensa de sus derechos. 4.
Los demás que determine la ley”5.
Tiene capacidad para ser parte toda persona natural o jurídica por el solo
hecho de serlo. Se identifica con la capacidad material o sustancial de goce.
Por lo tanto, puede ser parte todo el que puede ser sujeto de derechos u
obligaciones, ya que en los procesos se discuten derechos sustanciales y son
los involucrados con tales derechos o relaciones los llamados a concurrir. A
pesar de lo anterior, no debe confundirse la calidad de parte con la titularidad
del derecho sustancial6.
La doctrina y la jurisprudencia contribuyeron a desvanecer las inquietu-
des sobre la herencia yacente, la masa de bienes del quebrado, del ausente
y del que está por nacer. Nada establecía el anterior código sobre la forma
como los patrimonios autónomos, que no son personas jurídicas, podían ser

4
Rojas Gómez, Miguel, Lecciones de Derecho Procesal, Tomo 2, Procedimiento Civil,
Esajú, pp. 77 y ss.
5
Una disposición similar se encuentra en el artículo 6º de la Ley de Enjuiciamiento
Civil española del año 2000. En la misma dirección el Código Procesal Modelo para
Iberoamérica.
6
López Blanco, Hernán Fabio, Código General del Proceso, Parte General, Dupré
Editores, Segunda Edición, 2019, pp. 336 y ss.

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parte. El Decreto 1049 del 6 de abril del 2006, que reglamentó los artículos
1233 y 1234 del Código de Comercio, precisó sobre el patrimonio autónomo
de la fiducia, en el artículo 1º, lo siguiente: “Los patrimonios autónomos con-
formados en desarrollo del contrato de fiducia mercantil, aun cuando no son
personas jurídicas, se constituyen en receptores de los derechos y obligaciones
legal y convencionalmente derivados de los actos y contratos celebrados y
ejecutados por el fiduciario en cumplimiento del contrato de fiducia.
“El fiduciario, como vocero y administrador del patrimonio autónomo,
celebrará y ejecutará diligentemente todos los actos jurídicos necesarios para
lograr la finalidad del fideicomiso, comprometiendo al patrimonio autónomo
dentro de los términos señalados en el acto constitutivo de la fiducia. Para
este efecto, el fiduciario deberá expresar que actúa en calidad de vocero y
administrador del respectivo patrimonio autónomo. En desarrollo de la
obligación legal indelegable establecida en el numeral 4 del artículo 1234 del
Código de Comercio, el fiduciario llevará además la personería del patrimo-
nio autónomo en todas las actuaciones procesales de carácter administrativo
o jurisdiccional que deban realizarse para proteger y defender los bienes que
lo conforman contra actos de terceros, del beneficiario o del constituyente,
o para ejercer los derechos y acciones que le correspondan en desarrollo del
contrato de fiducia”.
Siguiendo estos derroteros, la nueva disposición supera en forma con-
clusiva cualquier duda sobre la capacidad para ser parte que tienen los
patrimonios autónomos. Se complementa la novedad con el artículo siguien-
te, el 54, que en sus incisos 3º y 4º establece la comparecencia al proceso “por
medio de sus representantes, con arreglo a lo que disponga la Constitución, la
ley o los estatutos […]. En el caso de los patrimonios autónomos constituidos
a través de sociedades fiduciarias, comparecerán por medio del representante
legal o apoderado de la respectiva sociedad fiduciaria, quien actuará como
su vocera”.
También el artículo 53 del CGP, en su numeral 3, confiere capacidad para
ser parte en un proceso al “concebido, para la defensa de sus derechos”, con
el plausible propósito de armonizar la ley procesal con la sustancial (art. 93
del Código Civil), en cuanto a la anticipación de la personalidad del que está
por nacer, como excepción a la regla general del comienzo de la existencia
legal de las personas con el nacimiento (art. 90 CC). Agrega el inciso final del
artículo 54 que “los concebidos comparecerán por medio de quienes ejercerían
su representación si ya hubiesen nacido”. La nueva disposición es aplicable a

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los hijos póstumos, cuyos derechos, por ejemplo los hereditarios, “estarán en
suspenso hasta que el nacimiento se efectúe”, pero no por ello, en ese entretanto,
quedarán sin mecanismos procesales de protección.
El numeral 4 del artículo 53 permite afirmar que la lista de quienes tienen
capacidad para ser parte no es taxativa, sino abierta a nuevos desarrollos y a
otras aplicaciones, como los grupos de personas que, al tenor del penúltimo
inciso del artículo siguiente, “comparecerán al proceso conforme a las disposi-
ciones de la ley que los regule”7.
No tienen capacidad para ser parte los consorcios, ni las uniones temporales8.
Tampoco la sucesión, ni la comunidad. Un sólo heredero o comunero puede
demandar para la sucesión o la comunidad, pero si se demanda a los herederos
o comuneros hay que demandarlos a todos. En la sucesión o comunidad hay
litisconsorcio cuasinecesario por activa y necesario por pasiva.

4.2 Capacidad para comparecer al proceso


Es capaz para comparecer al proceso el que tiene capacidad de ejercicio.
Comparece directamente todo el que es capaz para celebrar un acto jurí-
dico (art. 1503 CC). Comparecer quiere decir actuar, demandar, contestar,
notificarse, dar poder, concurrir a una audiencia, absolver interrogatorio de
parte, conciliar, transigir, etc. Los incapaces del derecho material también
son incapaces en el proceso; suplen la incapacidad de ejercicio mediante la
figura de los representantes constitucionales, legales, convencionales o para
el proceso.
El CGP introdujo necesarias precisiones sobre ciertas facultades de los
representantes de personas naturales y jurídicas, especialmente en ma-
teria probatoria. Según el artículo 194 del CGP, cualquier representante
legal, gerente, administrador o cualquier otro mandatario de una persona
puede confesar mientras esté en el ejercicio de sus funciones. La confe-
sión por representante podrá extenderse a hechos o actos anteriores a la
representación.

7
El Código General del Proceso no regula las acciones populares y de grupo que
continúan sujetas a lo dispuesto en la Ley 472 de 1998, ni los procesos arbitrales
gobernados por la Ley 1563 de 2012.
8
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia del trece (13) de septiembre
de dos mil seis (2006), M.P. Jaime Alberto Arrubla Paucar, expediente No. 88001-31-03-
002-2002-00271-01

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Las personas que representan una persona jurídica pueden celebrar todos
los actos y contratos comprendidos dentro del objeto o que se relacionen direc-
tamente con la existencia y el funcionamiento de la entidad, incluso confesar,
con las limitaciones o restricciones que aparezcan en el registro correspon-
diente (artículos 640 CC., 196 C.Co., 2157 y 2158 CC. y 1263 C.Co.). Así en la
confesión extrajudicial que se produce al suscribir un documento, formalizar
un acto o contrato o intervenir en un negocio jurídico, aplican plenamente
las normas sustanciales que establecen y permiten definir limitaciones en las
facultades del representante o mandatario, ya sea por la naturaleza del acto,
materia, funciones, tiempo, cuantía, actuación conjunta, etc. La autorización
para confesar fuera del proceso siempre estará enmarcada por las atribu-
ciones del representante para obligar y disponer del derecho del representado
o mandante según las normas sustanciales, los estatutos o las facultades del
poder conferido.
Reglas diferentes gobiernan la comparecencia al proceso y definen quién
tiene facultad para confesar judicialmente, ya sea de manera espontánea
o provocada. Las personas naturales capaces, que pueden disponer de sus
derechos, tienen capacidad para comparecer por sí mismas y confesar
judicialmente sin limitaciones, de manera espontánea y provocada. Los
demás personas naturales comparecen por intermedio de sus representantes
o debidamente autorizadas por éstos, quienes tienen facultad para confesar
judicialmente, de manera espontánea y provocada, con sujeción a las facultades
de disposición que conceden las normas sustanciales, por ejemplo los padres
representan judicialmente a los hijos con las potestades de disposición
previstas en los artículos 288 a 311 del C.C. El guardador representa y confiesa
por el pupilo con sujeción a lo previsto en los artículos 428 y siguientes del
Código Civil.
Hay que aclarar que una cosa es que el abogado pueda, en ciertos actos,
confesar por su poderdante persona natural y otra, diferente e improcedente,
es que pueda absolver el interrogatorio, porque ese es un acto reservados por
la ley a la parte misma, de acuerdo con los artículos 198 y 203 del CGP y, por
esa razón, en tratándose de personas naturales capaces, el interrogatorio debe
ser absuelto directamente por la parte, sin que sea procedente conferir poder
al abogado para este efecto. Que el abogado tenga facultad para confesar en
la audiencia inicial si la parte no concurre, por ejemplo para fijar el litigio, no
significa que esté facultado para absolver por su poderdante el interrogatorio
de oficio y exhaustivo que allí se debe practicar (inciso 2º, numeral 2º del
artículo 372 del CGP)9.

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Las personas jurídicas9y los patrimonios autónomos comparecen por


medio de sus representantes con arreglo a la Constitución, la ley y los
estatutos. Sin embargo, en la confesión judicial provocada, según el inciso 3º
del artículo 198 del CGP, “Cuando una persona jurídica tenga varios represen-
tantes o mandatarios generales cualquiera de ellos deberá concurrir a absolver
el interrogatorio, sin que pueda invocar limitaciones de tiempo, cuantía o
materia o manifestar que no le constan los hechos, que no esté facultado para
obrar separadamente o que no está dentro de sus competencias, funciones o
atribuciones. Para estos efectos es responsabilidad del representante informarse
suficientemente”10.
Así las cosas, puede absolver el interrogatorio de parte por una persona
jurídica cualquier representante o mandatario general11, quien no podrá
invocar limitaciones en sus facultades por la naturaleza de los actos, materia,
tiempo, funciones, cuantía, actuación conjunta, etc. El representante deberá
responder preguntas sobre hechos sucedidos antes de su designación; el
gerente de un área o sucursal no podrá negarse a contestar preguntas que
se refieran a otra área, sucursal o agencia, así sea de diferente ciudad o país.
No podrán invocarse limitaciones de cuantía o de actuación conjunta que
aparezcan en el certificado de existencia o representación, etc.
En conclusión, los representantes legales o mandatarios generales de
personas jurídicas pueden y deben contestar, sin limitación, cualquier
pregunta admisible, porque el CGP es suficientemente claro al establecer que
las atribuciones para confesar judicialmente no están enmarcadas o limitadas
por los estatutos o las facultades conferidas.

9
Bejarano Guzmán, Ramiro, en https://www.ambitojuridico.com/noticias/columnista-
impreso/procesal-y-disciplinario/confesion-por-apoderado-judicial. Así también lo
consideró la Sala Civil de la Corte Suprema en la sentencia del 28 de junio de 2019,
STC8494-2019, Radicación n.° 11001-22-03-000-2019-00789-01, M. P. Aroldo Wilson
Quiroz Monsalvo.
10
En concordancia los artículos 191 y 205 del CGP establecen que la confesión, también
la presunta, puede versar sobre hechos que la parte o su representante deban conocer.
11
La Sala Civil de la Corte, en sentencia del 28 de junio de 2019, STC8494-2019, Radicación
11001-22-03-000-2019-00789-01, M.P. Aroldo Quiroz M, consideró que está facultado
para absolver interrogatorio de parte el representante legal o quien cuente con un
poder general otorgado por escritura pública. Agregó, al resolver una acción de tutela,
que no es caprichoso sostener que carece de facultades para absolver interrogatorio, a
pesar de lo dispuesto por el inciso 7º del artículo 75 del CGP, el apoderado a quien por
documento privado se le sustituye el poder general.

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4.3 Derecho de postulación


Suele definirse, en términos generales, como el derecho para pedir ante
la rama jurisdiccional (jus postulandi). En sentido estricto así se califica la
facultad que tienen los abogados, que emana de su profesión, para actuar en
procesos judiciales, en nombre propio o como apoderados de otras personas.
El abogado es un perito en derecho que se dedica a defender en juicio
o asesorar en cuestiones legales. La abogacía, dispone el Decreto 196 de
1971, tiene como función social la de colaborar en la conservación y perfec-
cionamiento del orden jurídico y en la realización de una recta y cumplida
administración de justicia. La principal misión del abogado es defender en
justicia los derechos de la sociedad y de los particulares y asesorar, patrocinar
y asistir a las personas en sus relaciones jurídicas.
Al tenor de los artículos 229 de la C.P, 73 del CGP y 25 del Decreto 196
de 1971, se garantiza el derecho de toda persona para acceder a la adminis-
tración de justicia. Una persona puede tener capacidad para ser parte y,
además, capacidad para comparecer y, no obstante, si no es abogado, no
podrá actuar directamente en el proceso, salvo en aquellas actuaciones
donde la ley autoriza actuar sin la representación de abogado, como en los
derechos de petición, acciones públicas y procesos de mínima cuantía.
Se requiere la intervención con abogado –dice la Corte Constitu-
cional– por razones superiores de interés público o social, entre ellas la
necesidad de asegurar que el desarrollo de las actividades profesionales se
cumplan por personas que posean unos acendrados valores éticos, idóneas
intelectualmente y suficientemente capacitadas y calificadas con base en
una formación académica, características que contribuyen a proteger los
derechos de la comunidad contra posibles riesgos y a lograr la eficiencia,
eficacia y moralidad del servicio público12.
El CGP, por la senda de la desformalización de la actuación, dispuso
que el mandato especial para uno o varios procesos pueden conferirse por
documento privado; permite conferir el poder de manera verbal en audiencia
o diligencia, posibilidad que operaba en la práctica aunque no tenía expresa
regulación legal; presumió la autenticidad de las sustituciones del poder,
como de muchos otros documentos; y, aplicando las nuevas tecnologías
de la información y de las comunicaciones, permite constituir apoderado

12
Así se ha considerado en varias sentencias, entre ellas las C-049 y C-069 de 1996.

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mediante un correo electrónico o mensaje de datos con firma digital, agilizando


y modernizando las actuaciones procesales.
Una novedad que no puede dejarse de resaltar es la posibilidad de otorgar
poder a personas jurídicas que tengan por objeto social la prestación de
servicios profesionales de esta naturaleza (artículo 75 CGP), innovación que
permitirá actuar a cualquier abogado inscrito en el certificado de existencia y
representación legal de la entidad, alternativa que proscribe la necesidad de un
nuevo poder cada vez que necesite actuar otro abogado de la misma firma, sin
cerrar la posibilidad de sustituir el poder a un abogado ajeno, si es necesario.

5. Pluralidad de partes y litisconsorcio


Hay pluralidad de partes cuando hay más de dos en el proceso13. Hay
litisconsorcio cuando en alguna de las partes hay pluralidad de sujetos. La
pluralidad de partes es el género y el litisconsorcio la especie. Puede existir
pluralidad de partes, pero no litisconsorcio, si en ninguna de las partes existe
pluralidad de sujetos14.
El litisconsorcio se presenta cuando una parte del proceso está conformada
por más de un sujeto de derechos y obligaciones de los relacionados en el artículo
53 del CGP. En el sentido más amplio, el litisconsorcio significa comunidad de
suertes en el litigio. El concepto está integrado por tres partículas: litis que
sugiere litigio; con que se refiere a comunidad en la parte; y sortium que indica
suerte.
El litisconsorcio puede clasificarse desde varios puntos de vista: a)
Respecto donde exista, puede ser activo si se presenta en la parte demandante;
pasivo si se presenta en la parte demandada; y mixto si se presenta en ambos
extremos; b) De acuerdo al momento en que se estructura, el litisconsorcio

13
No hay pluralidad de partes cuando en una actúa la parte, a través de representante y se
le confiere poder a un abogado, porque conforman un solo extremo, esto es, una sola
parte.
14
Hernando Devis Echandía enseñaba: “Es, pues, indispensable tener buen cuidado de
no confundir el litisconsorcio con la pluralidad de partes en el proceso, pues aquél
es la especie y ésta el género; es decir, puede existir pluralidad de partes y no haber
litisconsorcio, por ejemplo, porque se trate de un demandante y un demandado….
Es decir, siempre habrá litisconsorcio entre los varios demandantes o demandados;
pero no siempre entre los intervinientes o entre estos y el demandante o demandado”.
Compendio de Derecho Procesal, Tomo I, Teoría General del Proceso, Décima
Edición, Editorial ABC, Bogotá, 1985, p. 332.

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puede ser inicial u originario si se instituye desde que se inicia el proceso,


por ejemplo una demanda presentada por varios contra uno, por uno contra
varios o por varios contra varios; o puede ser sucesivo si se congrega en un
momento posterior al de iniciación del proceso; c) Finalmente, de acuerdo
con la relación material, el litisconsorcio puede facultativo o voluntario,
necesario u obligatorio y cuasinecesario.

5.1 Litisconsorcio facultativo o voluntario


Art. 60 CGP. Se presenta cuando entre los sujetos que conforman una
parte existen varias relaciones independientes que podrían ser debatidas en
procesos separados, pero que por su conexidad o afinidad se permite debatir
en uno solo y resolver en una sentencia.
La razón de ser de esta figura es la economía procesal, al reducir a un
proceso la resolución de varias relaciones conexas o afines que podrían
originar varias actuaciones, en procura de la efectividad, la facilidad de
acceso y la mayor coherencia que se consigue al disminuirse el riesgo de
decisiones opuestas.
Aquí las varias y diferentes relaciones acumuladas son independientes y
por eso, salvo disposición en contrario, los litisconsortes serán considerados
en sus relaciones con la contraparte como litigantes separados. Los actos de
cada uno no redundarán en provecho, ni en perjuicio de los otros, sin que
por ello se afecte la unidad del proceso.
No existe una sola relación indivisible como en el litisconsorcio necesario,
circunstancia por la cual no es obligatoria, sino facultativa o voluntaria, la
presencia en el proceso de todos los litisconsortes.
El litisconsorcio facultativo se puede clasificar: a) Considerando si hay
enfrentamiento entre los litisconsortes: Es simple cuando los litisconsortes
están enfrentados con la contraparte pero no entre sí; y recíproco cuando
hay enfrentamiento entre los litisconsortes; b) De acuerdo a la conexidad
entre las relaciones jurídicas: Es propio cuando hay estrecha relación entre
las relaciones, por ejemplo por tener una misma fuente u origen; e impropio
cuando no existe conexidad sino simple afinidad jurídica entre las relaciones
de las partes, por ejemplo cuando varios acreedores demandan a un mismo
deudor por obligaciones distintas, incorporadas en títulos separados, con
el fin de perseguir unos mismos bienes (inciso final del artículo 88 del
CGP).

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5.2 Litisconsorcio necesario u obligatorio


Art. 61 del CGP15. Se presenta cuando el proceso versa sobre relaciones
o actos jurídicos respecto de los cuales, por su naturaleza o por dispo-
sición legal, haya de resolverse de manera uniforme y no sea posible decidir
de mérito sin la comparecencia de las personas que sean sujetos de tales
relaciones o que intervinieron en dichos actos.
En este caso la demanda deberá formularse por todos o dirigirse contra
todos. Si no se hiciere así el juez, en el auto admisorio o, en todo caso,
mientras no se haya dictado sentencia de primera instancia, dispondrá la
citación de quiénes haga falta, en la forma y términos establecidos en el
artículo 61 del CGP.
Si no se integra el contradictorio falta el presupuesto procesal demanda
en debida forma y la sentencia tendrá que ser inhibitoria16. Si se dicta la
sentencia de fondo sin integrar el contradictorio sólo será ejecutable para
los presentes, no para los ausentes que podrán oponerse a su cumplimiento
como terceros (inutiliter data).
En el litisconsorcio necesario los recursos y en general las actuaciones de
cada litisconsorte favorecerán a los demás. Sin embargo, los actos que implique
disposición del derecho en litigio solo tendrán eficacia si emanan de todos.
Las fuentes del litisconsorcio necesario u obligatorio son dos:
a) La ley, que puede disponer en ciertos procesos la obligatoria vinculación
como demandantes o demandados o la citación e intervención forzosa de
determinadas personas, como sucede en la pertenencia con todos los que
figuren como titulares de derechos reales principales en el certificado del
registrador de instrumentos públicos (No. 5 art. 375), y en los de expro-
piación con los titulares de derechos reales principales sobre los bienes
que, si se encuentran en litigio, también debe involucrar a todas las partes
del respectivo proceso (399).
Sin embargo, debe diferenciarse el litisconsorcio necesario de la citación
forzosa y de la intervención forzosa17. Hay muchos casos donde es forzoso

15
El CGP unificó en el artículo 61 la regulación del litisconsorcio necesario con la
integración del contradictorio, por ser complementarias, que en el CPC estaban
separadas en los artículos 51 y 83.
16
Devis Echandía, Hernando, Ident, p. 333.
17
Ident., p. 334.

791
partes y terceros en el código general del proceso

citar al proceso a un sujeto (la citación forzosa es el género). De esos


casos, hay algunos en los que el sujeto citado se convierte en litisconsorte,
como los relacionados en el párrafo anterior; y hay otros casos en que el
convocado se convierte en parte, pero no en litisconsorte, que es lo que
sucede con el acreedor hipotecario citado en la pertenencia (artículo 375
No. 5 - intervención forzosa que es la especie); también hay casos en que
el citado queda en libertad de decidir si comparece o no al proceso, de tal
forma que la sola citación no lo vuelve parte, porque su intervención no
es forzosa, como sucede por ejemplo con la citación de acreedores con
garantía real regulada en el artículo 462 del CGP.

Hay que insistir que aún en los casos de intervención forzosa, el sujeto
citado, cuya presencia es indispensable, necesariamente no se convierte
en litisconsorte de una de las partes; muchas veces tiene una posición
independiente, como parte autónoma, como sucede con el acreedor
hipotecario citado en la pertenencia, cuya suerte en el proceso puede ser
diferente a la de la parte demandada, porque en la sentencia que declara
la pertenencia podrá o no extinguirse su garantía, dependiendo de si el
derecho del poseedor proviene o no del anterior propietario que fue quien
constituyó la hipoteca18.

b) La relación jurídica sustancial que puede hacer necesario citar como


parte a todos los que intervinieron en la relación que se va a juzgar en el
proceso. Esta situación en el terreno contractual se presenta, de acuerdo
con criterio uniforme de la Corte, cuando se pretende aniquilar un negocio
jurídico por nulidad absoluta, revocación (acción pauliana), resolución
por incumplimiento unilateral o recíproco, rescisión por nulidad relativa
o por lesión enorme, simulación, resiliación por mutuo disenso, entre
otros casos, porque en todos ellos “…la modificación, disolución o, en fin,
alteración del mismo, no podría decretarse válidamente en un proceso sin
que todos ellos hubiesen tenido la posibilidad de ejercitar el derecho de
contradicción..”, toda vez que en tales hipótesis resulta inadmisible “…que,
por ejemplo, el contrato se aniquilara frente a unos contratantes al tiempo

18
Se incluyó esta citación en el CGP precisamente para permitir la cancelación del
gravamen en la sentencia que declara la usucapión, cuando el derecho del poseedor no
deviene del derecho del constituyente, aspecto que deberá analizarse en cada caso, en
concordancia con las normas sustanciales y con lo previsto en los artículos 309 No. 2 y
No. 2 del 596 del CGP.

792
Ulises Canosa Suárez

que subsistiera respecto de otros, pues la unidad material que sin duda
ostenta el acuerdo de voluntades se vería seriamente comprometida”19.

5.3 Litisconsorcio cuasinecesario


Artículo 62 CGP. Se presenta cuando existe una relación material que
atribuye a varios sujetos legitimación para intervenir en un proceso, como
demandantes o demandados, de tal forma que los efectos jurídicos de la
sentencia se extienden para todos, así no hayan intervenido. El litisconsorcio
cuasinecesario participa del necesario por la indivisibilidad de la relación
jurídica y del facultativo por la opción que tienen los litisconsortes de
intervenir o no como partes en el proceso.
Estos litisconsortes podrán intervenir con las mismas facultades de la
parte y solicitar pruebas si su intervención es anterior a ser decretadas las
pedidas por las partes; si concurren después, tomarán el proceso en el estado
en que se encuentre.
La fuente es la ley, en la que se consagran varios casos como los siguientes:
a) La solidaridad (art. 1571 C.C.), porque el pago de uno de los deudores
solidarios extingue la obligación para todos frente al acreedor demandante,
así no hayan sido demandados todos los codeudores; b) La adquisición a
cualquier título de la cosa o el derecho litigioso o de un bien con demanda
inscrita, porque la sentencia surte efectos para el adquirente así no haya
intervenido en el respectivo proceso, al tenor de los artículos 68 y 591 del
CGP respectivamente; c) La comunidad y la sucesión como demandantes,
porque cuando un comunero o heredero demanda para ellas, la sentencia
surte efectos para todos los comuneros o herederos, así no hayan demandado.
En cambio, si se demanda a los comuneros o a los herederos, por pasiva el
litisconsorcio es necesario u obligatorio.

5.4 Cuadro comparativo


Un paralelo entre los tres tipos de litisconsorcio ayuda a ilustrar sus carac-
terísticas y resaltar sus diferencias:

19
Sentencia G.J. T. CXCII, p. 184. Este mismo criterio fue expuesto por la Corte Suprema
de Justicia en sentencia del 19 de Octubre de 1994, M.P. Carlos Esteban Jaramillo
Schloss.

793
Litisconsorcio facultativo Litisconsorcio Litisconsorcio
Aspectos
o voluntario Necesario u obligatorio Cuasinecesaro
Artículo 60 CGP. Artículo 61 CGP. Artículo 62 CGP.
Salvo disposición en Cuando el proceso verse sobre relaciones o actos Podrán intervenir en un
contrario, los litisconsortes jurídicos respecto de los cuales, por su naturaleza o proceso como litisconsortes
facultativos serán por disposición legal, haya de resolverse de manera de una parte y con las mismas
considerados en sus uniforme y no sea posible decidir de mérito sin la facultades de esta, quienes sean
relaciones con la contraparte, comparecencia de las personas que sean sujetos de titulares de una determinada
como litigantes separados. tales relaciones o que intervinieron en dichos actos, relación sustancial a la cual se
Los actos de cada uno de la demanda deberá formularse por todas o dirigirse extiendan los efectos jurídicos
ellos no redundarán en contra todas; si no se hiciere así, el juez, en el auto que de la sentencia, y que por
provecho ni en perjuicio de admite la demanda, ordenará notificar y dar traslado ello estaban legitimados para
los otros, sin que por ello se de esta a quienes falten para integrar el contradictorio, demandar o ser demandados
afecte la unidad del proceso en la forma y con el término de comparecencia en el proceso. Podrán solicitar
dispuestos para el demandado. En caso de no haberse pruebas si intervienen antes
ordenado el traslado al admitirse la demanda, el juez de ser decretadas las pedidas

794
Regulación legal dispondrá la citación de las mencionadas personas, por las partes; si concurren
de oficio o a petición de parte, mientras no se haya después, tomarán el proceso en
dictado sentencia de primera instancia, y concederá a el estado en que se encuentre en
los citados el mismo término para que comparezcan. el momento de su intervención
El proceso se suspenderá durante dicho término.
Si alguno de los convocados solicita pruebas en el escrito
de intervención, el juez resolverá sobre ellas y si las
decreta fijará audiencia para practicarlas. Los recursos
partes y terceros en el código general del proceso

y en general las actuaciones de cada litisconsorte


favorecerán a los demás. Sin embargo, los actos que
impliquen disposición del derecho en litigio solo
tendrán eficacia si emanan de todos. Cuando alguno
de los litisconsortes necesarios del demandante no
figure en la demanda, podrá pedirse su vinculación
acompañando la prueba de dicho litisconsorcio
Litisconsorcio facultativo Litisconsorcio Litisconsorcio
Aspectos
o voluntario Necesario u obligatorio Cuasinecesaro
Relación jurídica Varias independientes, Única e indivisible Única, pero divisible en
sustancial pero conexas o afines cuanto a las personas
Comparecencia Facultativa o voluntaria Necesaria u obligatoria Facultativa o voluntaria
Pretensiones y Son de cada uno Son de todos Igual al LCN, por regla general
excepciones
Interrupción de Los efectos se surten para Es indispensable la notificación de todos Igual al LCN, por regla general
la prescripción cada uno separadamente,
e inoperancia salvo norma en contrario
de la caducidad
Artículo 94
inciso 5º cgp
Actos de Cada uno puede Deben provenir de todos, so pena de ineficacia Deben provenir de todos los
disposición realizar los suyos presentes en el proceso

795
Las pruebas son comunes. Las pruebas son comunes. Igual al LCN, por regla general
Pruebas y
Cada uno confiesa por La confesión que no provenga de todos
confesión
separado y su declaración tendrá valor de testimonio de terceros
Ulises Canosa Suárez

Artículo 192 cgp es testimonio respecto


de los demás
Una, que puede ser Una igual para todos los litisconsortes Igual al LCN, por regla general
Sentencia igual o diferente para los
diferentes litisconsortes
Los de cada uno son Los de cada uno favorecen a los demás Igual al LCN, por regla general
Recursos
de cada uno
Todas afectan a todos, Si se hubiere proferido sentencia, se anulará N. A.
Nulidades por regla general. La y se integrará el contradictorio
indebida representación,
Artículo 134 cgp notificación o emplazamiento,
al que la invoca
Litisconsorcio facultativo Litisconsorcio Litisconsorcio
Aspectos
o voluntario Necesario u obligatorio Cuasinecesaro
Costas y Cada uno paga sus expensas Se dividen en proporción a su interés, tanto las a cargo, N. A.
expensas y costas, sin solidaridad y como a favor o, si nada se dispone, en partes iguales
cobra las que sean a su favor
Artículo 365 cgp.
Responsabilidad civil Nulidad, rescisión o resolución de contratos. Solidaridad
extracontractual por
Comunidad o sucesión como demandadas Adquisición de la cosa o el
accidente de tránsito,
derecho litigioso o de un
Ejemplos reclamada por las diferentes
bien con demanda inscrita
víctimas contra la empresa
transportadora Comunidad o sucesión
como demandantes

796
partes y terceros en el código general del proceso
Ulises Canosa Suárez

6. Otras partes
Los terceros intervinientes del CPC, que son aquellos sujetos de derechos
que al intervenir se convierten en parte, son clasificados en el CGP como otras
partes en sentido amplio. Entre ellos están los siguientes:

6.1. Intervención excluyente


Art. 63 CGP. Se presenta cuando un sujeto intervine en el proceso,
pretendiendo total o parcialmente la cosa o el derecho controvertido. Con
esta intervención se hace valer frente al demandante y al demandado inicial
un interés propio del interviniente, incompatible y excluyente con el de las
partes iniciales. Es una intervención principal porque hay un derecho propio
del interviniente, permanente porque se extiende hasta el final del proceso
y voluntaria, porque el interesado puede intervenir o iniciar un proceso
separado, en la medida que la sentencia del primer proceso no le será oponible.
Con esta intervención las partes iniciales se convierten en demandados del
interviniente.
El interviniente debe pretender para sí, total o parcialmente, la misma cosa
o el derecho controvertido, porque si es una cosa diferente, la intervención
podrá será otra, por ejemplo la adhesiva.
La figura tiene dos justificaciones, una jurídica, que es la economía procesal
y otra sicológica, porque es una medida de mitigación de la incertidumbre que
puede apoderarse de una persona cuando se entera que su derecho está siendo
discutido por otros en un proceso. Por ejemplo C reivindica contra A alegando
ser el propietario de un inmueble. B puede presentarse como interviniente
excluyente si se considera propietario. En el ejemplo C es demandante de A y
demandado de B. A es demandado de C y de B y B es demandante de A y de C.
Las pretensiones del interviniente excluyente se deciden en primer término
en la sentencia. Si se accede a sus pretensiones se negaran las del demandante
inicial (total o parcialmente). Si se niegan las del interviniente se pueden
conceder, si a ello hay lugar, las pretensiones del demandante inicial.
El legislador indicó que esta figura sólo es aplicable para litigios declarativos
y únicamente hasta la audiencia inicial. La razón de ser de la modificación
frente al CPC es la concentración y celeridad del nuevo procedimiento oral o
por audiencias, dentro del cual es indispensable que el interviniente formule
su pretensión antes de que se fije el litigio e inicie el debate probatorio en la
audiencia, para que su derecho pueda ser discutido y definido conjuntamente. 

797
partes y terceros en el código general del proceso

6.2 Llamamiento en garantía


Artículos. 64 a 66 del CGP. Consiste en exigir de otro la indemnización
del perjuicio que se llegare a sufrir o el reembolso total o parcial del pago
que se tuviere que hacer como resultado de la sentencia que se dicte en el
proceso que se promueva o se le promueva al llamante. También procede a
favor de quien de acuerdo con la ley sustancial tenga derecho al saneamiento
por evicción.
Esta figura trae al proceso a una parte principal, porque los llamados
defienden un derecho propio, permanente porque se extiende hasta el final
del proceso y forzada, porque el citado se convierte en parte, independien-
temente de si decide intervenir o no, de tal manera que la sentencia puede
condenarlo.
La solicitud deberá reunir los requisitos de toda demanda conforme al
artículo 82 del CGP y el convocado podrá a su vez llamar en garantía. Si
el juez halla procedente el llamamiento ordena notificar personalmente al
convocado y le corre traslado por el término de la demanda inicial. La notifi-
cación, para que el llamamiento sea eficaz, debe hacerse en seis meses.
En el CGP se desformalizó la figura al eliminar el requisito de la prueba
sumaria para formularlo, exigencia que generaba discusiones, demoraba
y complicaba. Ahora será suficiente que la parte “afirme” tener derecho a
reclamar frente a “otro” el perjuicio correspondiente y la declaración de la
propia parte será suficiente para tramitar el llamamiento.  
También se amplió en el CGP la institución, toda vez que se permite
llamar a un tercero e inclusive a “otro”, es decir, que podrá llamarse a quien
ya tenga la calidad de parte, institución que ahora hace posible la demanda
de co-parte20. 
En la sentencia, como dicen los arts. 65 y 66 del CGP, siempre que el
llamante no sufra perjuicio no hay lugar a condenar al llamado; pero si el
llamante sufre perjuicio, entra a resolverse sobre el llamamiento. Si están
probados los supuestos de responsabilidad del llamado debe ordenarse,
además, que indemnice o reintegre al llamante. Si no están probados tales
supuestos, puede suceder que el llamante sea derrotado y el llamado absuelto.
No siempre que el llamante sufre perjuicio se condena al llamado.

20
Se promovió demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 57 del CPC, por no
consagrar expresamente la demanda de la co-parte. La Corte Constitucional se inhibió
en sentencia C-667 de 2009.

798
Ulises Canosa Suárez

6.3 Llamamiento de poseedor o tenedor


Artículo 67 CGP. Artículo 953 y 954 del C.C. Se presenta cuando una
persona es demandada como poseedor o tenedor de una cosa, sin que
realmente ostente tal calidad, caso en el cual está legalmente obligado a
indicar quién es el verdadero poseedor o tenedor, para que ese poseedor o
tenedor sea citado al proceso, so pena de indemnizar los perjuicios que con
su silencio cause al demandante.
Esta figura trae al proceso a una parte principal, porque el llamado debe
defender un derecho propio, permanente porque se extiende hasta el final
del proceso y forzada porque el citado se convierte en parte, independien-
temente de si decide intervenir o no, de tal manera que la sentencia puede
condenarlo.
La figura se justifica por la economía procesal, toda vez que sin la citación
del verdadero poseedor o tenedor el proceso puede terminar con sentencia
absolutoria, en perjuicio del demandante, quien estará obligado a iniciar un
segundo proceso, con un consumo de tiempo y gastos y una nueva actividad
de la administración de justicia.
Por ejemplo C es el propietario de un predio, pero perdió la posesión.
C quiere reivindicar y considera que A tiene el predio como poseedor y lo
demanda. A está en el predio como tenedor de B que es el poseedor. A al
contestar debe indicar que B es el poseedor, para que se le vincule al proceso.
Realizada la citación el convocado es parte así no quiera o no intervenga
y puede asumir las siguientes conductas: a) Si comparece y reconoce que es
poseedor se tendrá como parte en lugar del demandado, quien quedará fuera
del proceso. En este caso el juez dará traslado de la demanda al poseedor,
por auto que no requerirá notificación personal; b) Si el citado no comparece
o niega su calidad de poseedor el proceso continuará con el demandado
inicial, pero la sentencia surtirá efecto respecto de los dos, y se considerará
al denunciado (o llamado) litisconsorte del denunciante o llamante, con las
mismas facultades de éste.

6.4 Sucesión procesal


Artículo 68 CGP. Es la sustitución de una parte por otra. Hay cambio de
las personas que integran una parte. Es un fenómeno netamente procesal que
no altera el estado del proceso, ni los derechos, deberes, cargas, obligaciones
o responsabilidades de las partes. Si los sucesores no intervienen, de todas

799
partes y terceros en el código general del proceso

formas la sentencia los vincula, por tratarse, como se ha visto, de un caso de


litisconsorcio cuasinecesario.
Se presenta en los siguientes eventos: a) Por muerte, declaración de
ausencia o interdicción de un litigante, evento en el cual el proceso continúa
con el cónyuge, el albacea con tenencia de bienes, los herederos o el curador; b)
Extinción de personas jurídicas o fusión o escisión, en cuyo caso los sucesores
en el derecho debatido podrán comparecer para que se les reconozca; c) La
adquisición a cualquier título de la cosa o del derecho litigioso que autoriza
al adquirente para intervenir como litisconsorte del anterior titular o, si
la parte contraria lo acepta expresamente, para sustituirlo. Se requiere el
consentimiento de la otra parte para evitar que el que tenga una precaria
posición transfiera su derecho con el fin de evitar condenas21.

7. Terceros
El capítulo respectivo del CGP quedó reservado para dos figuras:

7.1 Coadyuvancia
Artículo 71 CGP. Consiste en intervenir en un proceso para ayudar o
colaborar con la pretensión de otro. Es una parte accesoria, no tiene una
pretensión propia; es permanente por extenderse, por regla general, hasta el
final del proceso; y es voluntaria porque se produce a iniciativa del interesado.
En cuanto al presupuesto y justificación de la figura se exige tener con una
de las partes una determinada relación sustancial, a la cual no se extiendan
los efectos jurídicos de la sentencia, pero que pueda afectarse desfavora-
blemente si dicha parte es vencida. Si a la relación sustancial del tercero con
la parte se extienden los efectos jurídicos de la sentencia, no se estará en
presencia de la coadyuvancia, sino del litisconsorcio necesario o cuasine-
cesario.
Por ejemplo C es acreedor de A. A es poseedor de un predio de propiedad
de B. Si A demanda a B en pertenencia, C puede intervenir para coadyuvar
la pretensión de A, porque si A triunfa C se beneficiará, en la medida en que

21
Sobre la cesión de créditos y de derechos litigiosos, el derecho de retracto y su incidencia
en la sucesión procesal, puede consultarse la tesis de grado de maestría de Hernando
Carlos Vélez Sánchez, en la Universidad Externado de Colombia, que tuve el privilegio de
dirigir.

800
Ulises Canosa Suárez

podrá embargar la propiedad del bien para el pago de su crédito; en cambio,


si B es vencido, su acreencia seguramente quedará insoluta.
Sobre las facultades del coadyuvante, deben identificarse los actos
procesales que puede realizar, que son los mismos permitidos a la parte, como
intervenir en la práctica de pruebas, interrogar testigos o a la contraparte,
presentar alegatos de conclusión, intervenir en audiencias, etc.; y aquellos
actos procesales que no puede realizar el coadyuvante, que son los que estén
en oposición con los de la parte a la que ayuda, como los que impliquen dispo-
sición del derecho en litigio, desistir y transigir.

7.2 Llamamiento de oficio


Articulo 72 CGP. Es una figura a través de la cual se pretende evitar que
el proceso se utilice fraudulentamente en perjuicio de terceros. Es una inter-
vención principal, permanente y voluntaria y está en armonía con los artículos
42 numeral 3º y 355 No. 6 del CGP.

Es presupuesto y justificación de la figura que el juez advierta colusión o


fraude. Advertir es observar, darse cuenta, detectar. Colusión o fraude son
maquinaciones o actuaciones en perjuicio de terceros. El citado podrá solicitar
pruebas si intervine antes de la audiencia de instrucción y juzgamiento.

Por ejemplo C es acreedor de A. B tramita un proceso buscando que un


contrato que celebró con A se declare simulado, de tal forma que A podría
quedar insolvente. En este caso si el juez se entera del crédito a favor de C y
advierte alianza entre B y A para perjudicar al acreedor, lo puede citar para que
defienda sus intereses.

8. Derechos, deberes, cargas, obligaciones


y responsabilidades de las partes
Las partes en el proceso tienen derechos y deberes, soportan cargas y ad-
quieren obligaciones:

8.1 Derechos
Son atribuciones que tienen las partes para realizar los actos procesales
necesarios para la defensa de sus intereses, en beneficio propio, sin sanción
por su no ejercicio. La parte decide si ejercita o no su derecho, para sus propios

801
partes y terceros en el código general del proceso

fines, sin que pueda afirmarse si se beneficia o perjudica cuando actúa o se


abstiene de hacerlo, porque sólo a ella compete el resultado de la acción o la
omisión. Ejemplo: Presentar alegatos, contrainterrogar a los testigos, etc.

8.2 Deberes
Son conductas que las leyes imponen a las partes para buscar la recta
administración de justicia y el desarrollo normal del proceso, cuya inobser-
vancia acarrea para las partes sanciones correccionales, como multas,
devolución de escritos, arresto, expulsión de audiencias y diligencias, condena
al pago de perjuicios, etc.
Los deberes de las partes y sus apoderados están en el artículo 78 del
CGP y entre ellos se encuentra el de proceder con lealtad y buena fe, no usar
expresiones injuriosas, guardar el debido respeto, comunicar los cambios de
dirección, concurrir al despacho cuando sean citados y colaborar en la práctica
de pruebas. Las sanciones están consagradas en los artículos 42 y 43 (deberes y
poderes del juez) y 80 del CGP como responsabilidad patrimonial de las partes.

8.3 Cargas
Son imperativos que deben realizar las partes dentro del proceso en su
propio beneficio para evitar consecuencias jurídicas adversas. En la carga la
parte tiene la facultad o libertad de realizar o no un determinado acto procesal;
no hay otro legitimado para exigir el cumplimiento, pero si la parte cumple
con su carga se beneficia y si no cumple se perjudica. Ejemplo: Carga de la
prueba. Artículo 167del CGP.

8.4 Obligaciones procesales


Son vínculos jurídicos entre los sujetos del proceso en virtud de los cuales
una de ellos como acreedor puede exigir a otro como deudor el cumplimiento
de una prestación. Es el mismo concepto del derecho sustancial, pero que surge
en el proceso. Ejemplo: Las expensas y costas. Artículos 361 a 367 del CGP.
De lo dicho hasta ahora surgen evidentes diferencias: Las obligaciones
son imperativos ajenos, en beneficio de otros. La carga es un imperativo
en beneficio propio. En las obligaciones y los deberes hay forma de exigir
coercitivamente el cumplimiento. En tanto que en la carga y en el derecho hay
libertad de actuar o no hacerlo, pero en la carga si no se cumple con ella se
sufre perjuicio.

802
Ulises Canosa Suárez

8.5 Responsabilidad de las partes y sus apoderados


En algunos eventos la actuación procesal de la parte o el apoderado,
especialmente cuando es temeraria o de mala fe, puede dar lugar a sanciones
penales, disciplinarias para el abogado, correccionales para las partes y
abogados y patrimoniales a favor de otros intervinientes.
En cuanto a derechos, deberes, cargas, obligaciones y responsabi-
lidades, el CGP introdujo destacadas novedades, entre las que merecen
aquí comentarse las siguientes: a) Se evita que las partes hagan del juez
su mensajero, propósito para el cual se estableció la prohibición de pedir
documentos que ellas hubieran podido obtener directamente o mediante
derecho de petición; b) Se fortalecen los deberes de información, pues el
abogado tiene el compromiso de comunicar al cliente el alcance y efectos del
juramento estimatorio, de la demanda de reconvención y de la vinculación
de otros sujetos; c) Se obligó a los abogados a poner en conocimiento de
las otras partes los memoriales, a más tardar al día siguiente de su presen-
tación, mediante envío a la dirección de correo electrónico; y d) Se consagró
el deber de limitar las citas o transcripciones doctrinales o jurisprudenciales
a lo estrictamente necesario.
En otros capítulos del CGP también hay novedades sobre los deberes de
las partes y sus apoderados, como por ejemplo no obstaculizar la práctica de
un dictamen pericial o de una inspección judicial, so pena de tener por ciertos
los hechos que se pretendían demostrar (confesión presunta – Artículos 229
y 238 CGP).
En el artículo 280 se previó el deber del juez de calificar en la sentencia la
conducta procesal de las partes: “Se nos preguntará que con qué fin ponemos
esta práctica… Con el único fin de promover la moralización del proceso y el
cumplimiento de los deberes de las partes y los jueces dentro del marco de la
ley, de los principios que la informan y también de las posibilidades reales
de los tribunales de la época. Pensamos además que los litigantes –y muy
especialmente los letrados– que observen una buena conducta procesal deberán
sentir que alguien nota la diferencia”22.

22
Myriam Balestro Faure en la obra colectiva Valoración Judicial de la Conducta Procesal,
dirigida por Jorge W. Peirano. Editores Rubinzal Culzoni, Buenos Aires, 2005, p.80.

803

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