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Escuela de Derecho

Terceros y Tercerías

Teoría General del Proceso


Lic. Mauricio Macotela Byron

Paola Nadine Narváez Martínez


Anne Celic López Salinas
Emiliano Barajas Berenzon
Paola Batha Morales
INDICE
1. Introducción
2. Terceros
2.1 Concepto de terceros
2.2 Clase de terceros
2.3 Intervención de terceros
2.3.1 Intervención voluntaria.
2.3.2 Intervención principal.
2.3.3 Intervención adhesiva simple.
2.3.4 Intervención coactiva u obligada.
3. Las tercerías
3.1 Concepto
3.2 Juicios en que proceden.
3.3 Tercerías excluyentes de dominio.
3.4 Tercerías de preferencia o mejor derecho
4. Derecho Comparado de terceros y tercerías 
5. Conclusión
Introducción

La figura de los terceros y las tercerías se refiere a una situación en la que alguien
que no es parte en un proceso judicial o contractual, tiene algún tipo de interés o
afectación en el mismo. Es decir, una persona que no es parte directa en el caso,
pero que se ve afectada por la decisión que se tome.

Por ejemplo, en un proceso judicial de divorcio, los hijos menores de edad podrían
ser considerados como terceros, ya que, aunque no son parte directa en el
proceso, sus intereses deben ser tomados en cuenta. Del mismo modo, un
proveedor que ha prestado servicios a una empresa que se encuentra en un
proceso de quiebra, puede ser considerado como tercero, ya que su pago podría
verse afectado por la decisión tomada en el proceso.

En cuanto a las tercerías, se refiere a un proceso judicial en el que una persona


que no es parte en el proceso principal presenta una demanda contra alguna de
las partes de este, para proteger sus intereses. Por ejemplo, una persona que ha
vendido un bien a alguien que está siendo demandado en un juicio, podría
presentar una tercería de dominio para demostrar que el bien aún le pertenece a
él y no al demandado.

Dentro del presente trabajo, se abordará los terceros y las tercerías como figuras
jurídicas dando su concepto y explicando los diferentes tipos que existen de estas
figuras.
Clases de Terceros 

En México existen diferentes tipos de tercerías las cuales se diferencian


dependiendo de la relación con las partes y el bien en disputa; 

Tercero con interés directo: es aquel que tiene un interés propio y directo en la
controversia, por ejemplo, cuando se trata de un acreedor prendario o hipotecario
que tiene un derecho sobre el bien que se encuentra en litigio.

Tercero con interés indirecto: es aquel que tiene un interés derivado o indirecto en
la controversia, por ejemplo, cuando se trata de un fiador que puede verse
afectado por la resolución del juicio.

Tercero coadyuvante: es aquel que, sin tener un interés propio en la controversia,


colabora con una de las partes en la defensa de sus derechos, por ejemplo, un
avalista que apoya al deudor en el juicio.

Tercero adhesivo: es aquel que se adhiere a una de las partes en el juicio para
colaborar en su defensa o para solicitar una resolución favorable a sus intereses,
por ejemplo, cuando un tercero se adhiere al demandado en un juicio laboral.

Tercero excluyente: es aquel que afirma tener mejor derecho que las partes en el
bien objeto del litigio, y que, por lo tanto, solicita ser excluyente de ellas. En este
caso, se presenta una tercería excluyente de dominio para demostrar el mejor
derecho de propiedad sobre el bien.
Intervención principal

Este tipo de intervención tiene lugar cuando el tercero se incorpora a un proceso


pendiente, a fin de interponer frente a las partes originarias su pretensión
incompatible con la deducida por el sujeto activo. Tiene como objetivo lograr la
economía procesal y evitar sentencias contradictorias.

Como ejemplo de intervención excluyente, suelen citarse casos donde las partes
originarias discuten sobre la propiedad de una cosa y un tercero interviene
alegando que es el propietario legítimo de ella hoy o dentro del proceso relativo al
cobro de una suma de dinero el tercero invoca la titularidad del crédito respectivo.

Este tipo de intervención ha sido ampliamente estudiada en el derecho español,


por el profesor Fairen Guillen, quién enfatiza que la legislación no tiene hipótesis
de intervención principal, siendo tomada solo como el proceso de ejecución
mediante el procedimiento de la tercería.

Lino Palacio aborda el tema desde otro punto de vista, pues para él este tipo de
intervención constituye un supuesto de acumulación sucesiva por inserción de
pretensiones.
Intervención adhesiva simple 

La intervención adhesiva simple es también denominada como intervención


coadyuvante y ocurre cuando un tercero que tiene un interés jurídico que coincide
con el derecho alegado por cualquiera de las partes (actor y demandado). El
propósito de la intervención gira en torno al objetivo de contribuir al éxito de la
pretensión o la oposición. Es indispensable que el interviniente por adhesión tome
partido hacia una de las partes para que asi entre de lado de esta como auxiliar
del litisconsorcio, la parte contraria deberá aceptarlo. El intervente no cuenta con
legitimación procesal para litigar contra la parte contraria. Por otra parte, es
importante mencionar que hablamos de una intervención que es de forma
voluntaria. 

Juan Montero Aroca dice que “por intervención adhesiva simple haya que
entender la injerencia de un tercero en un proceso pendiente entre otras personas,
con el fin de evitar el perjuicio jurídico que pueda ocasionarle, como consecuencia
de los efectos reflejos de la cosa juzgada, la derrota procesal de una de las
partes”. 1

El interviniente no queda subordinado a la parte a la que se apega, ya que tiene la


condición de tomar parte en el proceso y cuenta con facultades para realizar actos
individuales y propios. 

Dentro de la legislación mexicana se encuentra fundada en el artículo 655 del


Código de Procedimientos Civiles: 

Artículo 655 CPC. – “Las tercerías coadyuvantes pueden oponerse en cualquier


juicio, sea cual fuere la acción que en él se ejercite y cualquiera que sea el estado
en que éste se encuentre, con tal de que aún no se haya pronunciado sentencia
que cause ejecutoria.”

1
MONTERO AROCA, Juan. En su obra colectiva. Derecho jurisdiccional II, Proceso civil, 1°. 2a ed'ic. Librería Bosch,
Barcelona, 1989, p. 53
La asociación creada entre el actor o demandado y el tercerista producirá que
cuenten con facultades que se encuentran enlistadas en el artículo 656 del Código
de Procedimientos Civiles: 

Artículo 656 CPC. - Los terceros coadyuvantes se consideran asociados con la


parte cuyo derecho coadyuvan y, en consecuencia, podrán:
I. Salir al pleito en cualquier estado en que se encuentre, con tal que no se haya
pronunciado sentencia que cause ejecutoria;
II. Hacer las gestiones que estimen oportunas dentro del juicio, siempre que no
deduciendo la misma acción u oponiendo la misma excepción que actor o reo,
respectivamente, no hubieren designado representante común;
III. Continuar su acción y defensa, aun cuando el principal desistiere;
IV. Apelar e interponer los recursos procedentes.
Intervención coactiva u obligatoria

Este tipo de intervención tiene lugar cuando a petición de cualquiera de las partes
originarias o por oficio de un juez (iussu iudicis), se dispone la situación o
llamamiento del tercero para que participe dentro del proceso, hoy en este tipo de
intervención la sentencia que se dicte puede serle adversa.

Dentro de ésta existen 3 tipos básicos de intervención coactiva:

- Llamada en garantía: el demandado provoca la intervención en el proceso


de 1/3 que debe garantizar a quien lo llama los resultados de dicho proceso
- Laudatio o nominatio auctoris: que se presenta cuando alguien argumenta
ser poseedor inmediato de una cosa, y es demandado por quien afirma ser
su dueño ejercitando una actio in rem o in rem scripta
- Litigio entre pretendientes: por último en este caso la parte demandada
llamará a un tercero que ocupará el lugar de sujeto activo de la relación
procesal en virtud de ser dudosa la legitimación del originario demandante.
3. Las Tercerías

Concepto 

Las tercerías son las oposiciones hechas por un tercero que se presenta en un
juicio entablado por dos o más litigantes, ya sea contribuyendo al derecho de
alguno de ellos, deduciendo el propio con exclusión de otros. 

Estas son procedimientos mediante los cuales los terceros ajenos a la relación
procesal se oponen a la afectación de sus bienes o de sus derechos ya sea que la
afectación haya sido decretada como una medida cautelar, durante el proceso, o
bien que se llevara con motivo de la ejecución procesal a través de la vía de
apremio y como consecuencia esta da la iniciación de las llamadas tercerías
excluyentes por lo que el tercero deja de serlo y a hora se convierte en tercerista,
es decir en una nueva parte procesal que su pretensión excluye la parte inicial del
litigio. 

El Código de Procedimiento Civiles (CPC) en materia de las tercerías establece lo


siguiente: 

-Que a todo juicio seguido por dos o más personas puede acudir un tercero
opositor a deducir otra acción distinta de la que se debate entre las partes.
(Art. 652 CPC)

-Las tercerías pueden ser coadyuvantes o excluyentes.

-Que las tercerías deben deducirse en los términos prescritos para formular
una demanda ante el juez que conoce el juicio. (Art. 653 CPC)
Juicios en que procede

En nuestra legislación las tercerías, sin importar si son de dominio o de


preferencia, pueden ser planteadas en cualquier tipo de proceso, ya sea de
conocimiento o de ejecución.

Una vez planteado el litigio judicial, que según Carnelutti; “es el conflicto de
intereses calificado por la pretensión de uno de los combatientes (el actor) frente a
la resistencia del otro sujeto en pugna (el demandado)” 2, puede surgir lo que se
llama tercería o intervención, que es una figura jurídica mediante la cual un tercero
que tiene algún tipo de derecho o interés sobre el objeto del litigio puede hacer
valer ese derecho o interés frente a las partes del proceso.

Las tercerías deben ser planteadas ante el juez que conoce el asunto principal,
por escrito o verbalmente según la naturaleza del proceso, adecuándose a los
requisitos del contenido y forma que se solicite en el código.

2
CARNELUTTI, Francisco, Sistema de Derecho Procesal civil, trad. Niceto Alcalá, Santiago Sentis, México,
título I, p.44
Tercerías excluyentes de dominio 

La tercería excluyente de dominio es una figura jurídica que permite a una persona
que afirma ser el propietario de un bien, intervenir en un juicio que se está
llevando a cabo entre dos o más partes que disputan la posesión o propiedad del
mismo bien. Esta figura tiene como objetivo permitir que el tercero demuestre que
tiene mayor derecho sobre el bien el cual se encuentra en disputa y por lo tanto
ser excluyente de ellas 

Las tercerías excluyentes de dominio están reguladas en el código de


procedimientos civiles para el distrito federal, de los artículos 659 a 673.

Para que proceda una tercería excluyente de dominio, es necesario que el tercero
acredite que tiene mejor derecho de propiedad sobre el bien que las partes en
disputa. Para ello, deberá presentar pruebas que demuestren que adquirió el bien
de manera legítima, ya sea por medio de una escritura pública, un contrato de
compraventa, una sentencia judicial, entre otros medios de prueba.

Es importante mencionar que, una vez presentada la tercería, el tercero podrá


solicitar la suspensión del juicio en el que se discute la propiedad del bien, hasta
que se resuelva su reclamación de mejor derecho de propiedad.

Si la tercería es procedente y se determina que el tercero tiene mejor derecho de


propiedad sobre el bien en cuestión, éste podrá ser excluyente de las partes en
disputa, y por lo tanto, mantener o recuperar su propiedad del bien. Sin embargo,
si se determina que el tercero no tiene mejor derecho de propiedad sobre el bien,
se declarará improcedente la tercería y el tercero no tendrá ningún derecho sobre
el bien en cuestión.
Tercería de preferencia o de mejor derecho 
En la tercería de preferencia o de mejor derecho se busca tener un derecho
preferente al reclamar el libramiento del bien que se encuentre embargado en
virtud del dueño. El tercerista alega tener una mejor razón para adquirir el bien que
los que pretenden los litigantes. 

Se menciona en el Código de Procedimientos Civiles en su artículo 662 que la


tercería de preferencia no podrá ser impuesta si la persona que desea ser el
tercerista se encuentra en alguno de los siguientes supuestos: 
Artículo 662.- No ocurrirán en tercerías de preferencia:
I. El acreedor que tenga hipoteca u otro derecho real accesorio en finca distinta de
la embargada;
II. El acreedor que sin tener derecho real no haya embargado el bien objeto de la
ejecución;
III. El acreedor a quien el deudor señale bienes bastantes a solventar el crédito;
IV. El acreedor a quien la ley lo prohíba en otros casos.

El tercerista de mejor derecho debe tener entonces su fundamento en que exista


una preferencia alegada por él para ser pagado antes que el ejecutante. 

La tercería de mejor derecho produce también consecuencias en materia de


embargos, pues esta puede generar una ampliación, esto se encuentra fundado
en el artículo 442 del Código Federal de Procedimientos Civiles: 
Artículo 442.- “Puede decretarse la ampliación de embargo: 
I. …; 
II. …; 
III.- En los casos de tercerías excluyentes.” 
Derecho Comparado de terceros y tercerías 

El derecho comparado de terceros y tercerías también puede analizar la


protección de los derechos de los terceros en distintos países y sistemas jurídicos.
Por ejemplo, en algunos países se establecen medidas de protección a los
terceros de buena fe que adquieren un bien de manera legítima, mientras que en
otros se establecen medidas para proteger a los acreedores prendarios o
hipotecarios a continuación se darán unos ejemplos de cómo están regulados las
tercerías en países similares a la regulación mexicana.

En Argentina, la figura de la tercería procesal también está regulada en el Código


Procesal Civil y Comercial de la Nación. En este país, la tercería es una acción de
carácter autónomo que se interpone ante un juez distinto al que conoce del juicio
principal. El tercero debe acreditar su derecho al bien objeto de litigio y, si se le
reconoce un mejor derecho que las partes, puede intervenir en el proceso y
defender su posición.

En España, la regulación de terceros y tercerías se encuentra en la Ley de


Enjuiciamiento Civil. En este país, la intervención de terceros puede ser voluntaria
o forzosa, y se puede solicitar en cualquier momento del proceso. Si el tercero
tiene un interés legítimo en el resultado del juicio, puede solicitar su intervención y
ser parte activa del proceso.

En Estados Unidos, la intervención de terceros en los procesos judiciales se rige


por las reglas federales de procedimiento civil y las leyes de cada estado. En este
país, se pueden presentar intervenciones voluntarias o forzosas, y los terceros que
tienen un interés en el resultado del juicio pueden presentar sus argumentos y
pruebas ante el juez.

En Costa Rica, la regulación de las tercerías procesales se encuentra en el Código


Procesal Civil. En este país, la figura de la tercería procesal se utiliza para
proteger los derechos de terceros que puedan verse afectados por el resultado de
un juicio. Por ejemplo, si una persona está litigando la propiedad de un bien y un
tercero alega ser el verdadero propietario, este puede presentar una tercería para
hacer valer su derecho. El tercero deberá presentar las pruebas que acrediten su
derecho y, si se le reconoce un mejor derecho que las partes en disputa, se le
permitirá intervenir en el proceso.

En Chile, la regulación de terceros y tercerías se encuentra en el Código de


Procedimiento Civil. En este país, se permite la intervención de terceros en un
proceso judicial en distintas modalidades, como la intervención voluntaria, la
intervención provocada y la oposición por tercero. Por ejemplo, en el caso de la
intervención provocada, un tercero puede solicitar intervenir en un juicio cuando
tiene un interés legítimo en el resultado del mismo. Si el juez acepta la
intervención, el tercero podrá presentar sus argumentos y pruebas ante el tribunal.

En conclusión, casi todos los sistemas jurídicos buscan proteger los derechos de
los terceros y establecer mecanismos para que puedan defender su posición en
un proceso judicial. Cada país tiene su propia regulación de terceros y tercerías,
pero en general, se busca garantizar el derecho de los terceros a ser escuchados
y a defender sus intereses en un proceso judicial.
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