Está en la página 1de 16

4 Nociones de derecho fiscal

4.1 La obligación de contribuir

Realmente toda contribución implica deber y todo deber, es una obligación. La antigua
definición romana de obligación que expresa, obligatio est juris vinculum quo necessitate
astringirmur alicujus salvedae rei secumdum nostral civitatis jura1 no debe aceptarse entre
nosotros.
La obligación no es un vínculo, sino que produce un vínculo; es decir: el vínculo es una
consecuencia de la obligación. Ese vínculo relaciona al acreedor y al deudor, por necesidad
de la naturaleza de la obligación.
Claro que como consecuencia de toda obligación surge un vínculo; lo que hoy llamamos el
vínculo obligacional, que relaciona al sujeto activo con el sujeto pasivo; vínculo que se
extingue al desaparecer la obligación; pero la obligación no es el vínculo.
La obligación es un deber; un deber de dar, hacer o no hacer, que tiene el ente deudor con
el acreedor. Así, la obligación fiscal es el deber que el responsable fiscal tiene en favor del
fisco, que es quien tiene el derecho de exigir se cumpla.
No sólo se habla del deber de los sujetos pasivos, pues el enunciado de las obligaciones
fiscales no se agota aludiendo sólo al de pagar contribuciones, ya que, además de los
sujetos pasivos, existen otros responsables fiscales, que la ley menciona a cada paso.
Por lo anterior, el estudio de la obligación fiscal no puede reducirse a hacer mención del
deber de pagar las contribuciones, ya que existen otras de entidades que para ello, no
necesariamente se observan como sujetos pasivos.
De acuerdo con lo anterior, no se considera adecuado el concepto con que Rojina Villegas
inicia el tomo quinto de su obra, Derecho mexicano, denominado Obligaciones en el
volumen I; concepto que en virtud de su general aceptación por nuestros estudiosos, se
transcribe; dice así el autor: "Tradicionalmente se ha definido la obligación como un
vínculo jurídico por virtud del cual una persona denominada deudor, se encuentra
constreñida jurídicamente a ejecutar algo en favor de otra persona, llamada acreedor"
La definición transcrita es más deficiente que la dictada por el derecho romano, y en ella se
incurre en otro error; se limita el deber a personas.
Por lo que ve al concepto aportado por el derecho romano, creo que vale la pena recordar
que en el lenguaje de aquellas gentes, frecuentemente se utilizaban expresiones influidas
por las formas literarias, y una de esas formas era, como hoy, aludir al efecto mencionando
la causa; tradición que nosotros no aceptamos cuando nos referimos en forma técnica al
derecho.
Así que no es de aceptarse que se llame vínculo a lo que es un deber en que se origina el
vínculo.
El otro aspecto que, especialmente en materia fiscal, no es de aceptarse en el concepto
transcrito, es que en esta materia no es necesario hablar de la existencia de personas, físicas
o morales, para hacerlas sujetos pasivos de la obligación, sino que es suficiente la
existencia de un patrimonio, aun sin titular, para considerar como elemento del mismo, la
obligación fiscal.
Para el propósito del estudio de la obligación fiscal, y pienso que para cualquier otro, por
patrimonio debe entenderse un acervo de bienes y obligaciones apreciables en dinero,
organizados recíprocamente para un propósito, expresado o no, voluntariamente.
Es de aclararse que el concepto que se critica no es exclusivo del jurista mexicano, y que al
mismo formulo la crítica expresada, porque la falta de la aclaración del aludido concepto da
origen a diversas distorsiones y dificultades en la explicación de la aplicación de las
obligaciones fiscales.
El concepto vertido de patrimonio es del llamado "afectación", que como se recordará, no
implica la existencia de titular, como erróneamente se hace cuando se alude al llamado
"personalidad".
Si para que el fisco pudiese hacer efectivo el crédito fiscal, y aún para que éste existiese,
fuera necesaria la presencia de personas, seguramente que en muchos casos en que es
evidente que se ha dado el llamado hecho generador, no se podría hacer efectivo el derecho
a cobrar la contribución relativa.
La reflexión anterior trae aparejado el estudio de la naturaleza del hecho generador del
crédito fiscal, que suele atribuirse a personas.
Como es sabido, el hecho generador es esa situación jurídica o de hecho prevista para la
ley, para que nazca la obligación de pagar la contribución que como consecuencia de la
misma se produzca, y a que se refiere el artículo 6o. de nuestro Código Fiscal de la
Federación. Este punto deseo exponerlo posteriormente.
Del error de atribuir la obligación a personas, ha surgido otro error de nuestra legislación
fiscal federal; el de exigir la existencia de las mismas para que nazca la obligación de pagar
las contribuciones; y como las entidades federativas siguen los lineamientos de las leyes
fiscales federales para formular las suyas, el error se repite en estas legislaciones.
El origen del error lo encontramos en el Código Fiscal de la Federación, que en el artículo
primero indica:
Las personas físicas y las morales están obligadas a contribuir para los gastos públicos
conforme a las leyes fiscales respectivas; las disposiciones de este Código se aplicarán en
su defecto y sin perjuicio de lo dispuesto por los tratados internacionales de que México sea
parte. Sólo mediante ley podrá destinarse una contribución a un gasto público específico.
El error del Código se reitera en las otras leyes del sistema; así la Ley del Impuesto sobre la
Renta, en el artículo lo. dice: "Las personas físicas y las morales están obligadas al pago del
Impuesto sobre la Renta en los siguientes casos"; como en el Código Fiscal y en la Ley del
Impuesto sobre la Renta, las otras leyes fiscales federales, siempre se atribuye la obligación
de pagar contribuciones a personas físicas o morales; circunstancia criticable, pues no es
necesaria personalidad para que haya hecho generador.

4.2 Los impuestos

 Es un ingreso público de naturaleza tributaria, que grava manifestaciones


de capacidad contributiva. Conforme al principio de reserva de ley tributaria
su establecimiento y la regulación de los elementos esenciales ha de exigirse en virtud de
una ley (artículos 133 y 31.3 C.E.). El artículo 26 de la Ley General Tributaria después de
clasificar los tributos en impuestos, tasas y contribuciones especiales, define
los impuestos como aquellos tributos «exigidos sin contraprestación, cuyo hecho
imponible está constituido por negocios, actos o hechos de naturaleza jurídica o económica
que ponen de manifiesto la capacidad contributiva del sujeto pasivo, como consecuencia de
la posesión de un patrimonio la circulación de los bienes o la adquisición o gasto de la
renta». El rasgo diferencial del impuesto frente a las otras dos modalidades de tributo se
encuentra en que concibe el hecho imponible por contribución especial el hecho
imponible es inconcebible sin referencia a una actividad administrativa. De ahí que se haya
afirmado que el impuesto se proyecta sobre manifestaciones de capacidad
económica mientras que las tasas y las contribuciones especiales responden al principio del
«beneficio» que obtiene quien recibe una actividad o servicio de la Administración. En
la doctrina, se ha definido el impuesto como aquella «prestación pecuniaria requerida a
los particulares por vía de autoridad, a título definitivo y sin contrapartida, con el fin de
cubrir las obligaciones públicas» (GASTÓN JEZE) o como «prestación pecuniaria que un
ente público tiene derecho a exigir en virtud de potestad de imperio, originaria o derivada,
en los casos, en la medida y según los modos establecidos en la Ley, con el fin de conseguir
un ingreso» (GIANNINI). Los impuestos admiten la siguiente clasificación: personales o
reales, según el presupuesto de hecho pueda concebirse por referencia a una persona
determinada (ej. IRPF) o con independencia de ello (ej. IVA); objetivos o subjetivos, según
tengan o no en cuenta circunstancias personales del sujeto pasivo; periódicos o
instantáneos, según el presupuesto de hecho goce o no de continuidad en el tiempo; directos
o indirectos según se grave directamente el patrimonio o la renta de una persona o
el empleo o gasto de esa renta.

Contribución, gravamen, carga o tributo que se ha de pagar, casi siempre en dinero, por las


tierras, frutos, mercancías, industrias, actividades mercantiles y profesiones liberales, para
sostener los gastos del Estado y de las restantes corporaciones públicas. | También es
el gravamen que pesa sobre determinadas transmisiones de bienes, ínter vivos o mortis
causa, y por el otorgamiento de ciertos instrumentos públicos. | A LOS RÉDITOS.
Denominación argentina de la contribución que grava las rentas e ingresos del trabajo, de
las profesiones liberales y otras actividades. | DEL TIMBRE. El que recae sobre
determinados documentos, públicos y privados, con carácter proporcional, gradual y fijo, y
que se hace efectivo con papel sellado o timbres móviles. | DIRECTO. El establecido de
manera inmediata sobre las personas o los bienes, recaudado de conformidad con las listas
nominales de contribuyentes u objetos gravados, y cuyo importe es percibido
del contribuyente por el agente encargado de la cobranza (V. IMPUESTO DIRECTO.) |
EXTRAORDINARIO. El de carácter excepcional en su exacción, o de cuantía recargada
transitoriamente, para subvenir a una especial necesidad de la Administración.
| INDIRECTO. El que gravita sobre los objetos de consumo o determinados servicios, y
que se encuentra incluido, con especial indicación o sin ella, en el precio de aquéllos o en el
pago por utilizar éstos. | ORDINARIO. Todo el que forma parte de los ingresos normales
de la Hacienda pública, y que subsiste a través de los diversos ejercicios anuales. (V.
IMPUESTO EXTRAORDINARIO.) | PROGRESIVO. El que aumenta el porcentaje que
la Administración exige a medida que son mayores los ingresos brutos o
los beneficios netos de un contribuyente. | PROPORCIONAL. El establecido según un
tanto por ciento o por mil, sean los que sean los recursos del contribuyente; y que, no
obstante su aparente justicia matemática, se estima más gravoso para el pobre, por el valor
que la diferencia libre absoluta significa para el rico. | SOBRE EL CAPITAL. El que pesa
sobre la riqueza acumulada, sin reparar en su producción o productividad. | SOBRE EL
CONSUMO. Aquel que grava los artículos de uso corriente (como los comestibles, el
tabaco, la gasolina, las prendas de vestir, etc.) y en el momento en que son puestos en
circulación económica con destino a la clientela. | SOBRE LA RENTA. Quedan sujetos al
mismo diversos ingresos, ya se refiera a la renta ociosa (réditos de títulos públicos o
de préstamos particulares), ya de la procedente del capital (alquileres, cuotas arrendaticias,
acciones o partes en sociedades), ya de los mismos ingresos debidos
al trabajo independiente o subordinado (honorarios, sueldos, salarios, productos de las
obras científicas, literarias o artísticas). (V. IMPUESTO SOBRE EL CAPITAL.)

4.3 Credito Fiscal

 Es un ingreso público de naturaleza tributaria, que grava manifestaciones


de capacidad contributiva. Conforme al principio de reserva de ley tributaria
su establecimiento y la regulación de los elementos esenciales ha de exigirse en virtud de
una ley (artículos 133 y 31.3 C.E.). El artículo 26 de la Ley General Tributaria después de
clasificar los tributos en impuestos, tasas y contribuciones especiales, define
los impuestos como aquellos tributos «exigidos sin contraprestación, cuyo hecho
imponible está constituido por negocios, actos o hechos de naturaleza jurídica o económica
que ponen de manifiesto la capacidad contributiva del sujeto pasivo, como consecuencia de
la posesión de un patrimonio la circulación de los bienes o la adquisición o gasto de la
renta». El rasgo diferencial del impuesto frente a las otras dos modalidades de tributo se
encuentra en que concibe el hecho imponible por contribución especial el hecho
imponible es inconcebible sin referencia a una actividad administrativa. De ahí que se haya
afirmado que el impuesto se proyecta sobre manifestaciones de capacidad
económica mientras que las tasas y las contribuciones especiales responden al principio del
«beneficio» que obtiene quien recibe una actividad o servicio de la Administración. En
la doctrina, se ha definido el impuesto como aquella «prestación pecuniaria requerida a
los particulares por vía de autoridad, a título definitivo y sin contrapartida, con el fin de
cubrir las obligaciones públicas» (GASTÓN JEZE) o como «prestación pecuniaria que un
ente público tiene derecho a exigir en virtud de potestad de imperio, originaria o derivada,
en los casos, en la medida y según los modos establecidos en la Ley, con el fin de conseguir
un ingreso» (GIANNINI). Los impuestos admiten la siguiente clasificación: personales o
reales, según el presupuesto de hecho pueda concebirse por referencia a una persona
determinada (ej. IRPF) o con independencia de ello (ej. IVA); objetivos o subjetivos, según
tengan o no en cuenta circunstancias personales del sujeto pasivo; periódicos o
instantáneos, según el presupuesto de hecho goce o no de continuidad en el tiempo; directos
o indirectos según se grave directamente el patrimonio o la renta de una persona o
el empleo o gasto de esa renta.

Contribución, gravamen, carga o tributo que se ha de pagar, casi siempre en dinero, por las


tierras, frutos, mercancías, industrias, actividades mercantiles y profesiones liberales, para
sostener los gastos del Estado y de las restantes corporaciones públicas. | También es
el gravamen que pesa sobre determinadas transmisiones de bienes, ínter vivos o mortis
causa, y por el otorgamiento de ciertos instrumentos públicos. | A LOS RÉDITOS.
Denominación argentina de la contribución que grava las rentas e ingresos del trabajo, de
las profesiones liberales y otras actividades. | DEL TIMBRE. El que recae sobre
determinados documentos, públicos y privados, con carácter proporcional, gradual y fijo, y
que se hace efectivo con papel sellado o timbres móviles. | DIRECTO. El establecido de
manera inmediata sobre las personas o los bienes, recaudado de conformidad con las listas
nominales de contribuyentes u objetos gravados, y cuyo importe es percibido
del contribuyente por el agente encargado de la cobranza (V. IMPUESTO DIRECTO.) |
EXTRAORDINARIO. El de carácter excepcional en su exacción, o de cuantía recargada
transitoriamente, para subvenir a una especial necesidad de la Administración.
| INDIRECTO. El que gravita sobre los objetos de consumo o determinados servicios, y
que se encuentra incluido, con especial indicación o sin ella, en el precio de aquéllos o en el
pago por utilizar éstos. | ORDINARIO. Todo el que forma parte de los ingresos normales
de la Hacienda pública, y que subsiste a través de los diversos ejercicios anuales. (V.
IMPUESTO EXTRAORDINARIO.) | PROGRESIVO. El que aumenta el porcentaje que
la Administración exige a medida que son mayores los ingresos brutos o
los beneficios netos de un contribuyente. | PROPORCIONAL. El establecido según un
tanto por ciento o por mil, sean los que sean los recursos del contribuyente; y que, no
obstante su aparente justicia matemática, se estima más gravoso para el pobre, por el valor
que la diferencia libre absoluta significa para el rico. | SOBRE EL CAPITAL. El que pesa
sobre la riqueza acumulada, sin reparar en su producción o productividad. | SOBRE EL
CONSUMO. Aquel que grava los artículos de uso corriente (como los comestibles, el
tabaco, la gasolina, las prendas de vestir, etc.) y en el momento en que son puestos en
circulación económica con destino a la clientela. | SOBRE LA RENTA. Quedan sujetos al
mismo diversos ingresos, ya se refiera a la renta ociosa (réditos de títulos públicos o
de préstamos particulares), ya de la procedente del capital (alquileres, cuotas arrendaticias,
acciones o partes en sociedades), ya de los mismos ingresos debidos
al trabajo independiente o subordinado (honorarios, sueldos, salarios, productos de las
obras científicas, literarias o artísticas). (V. IMPUESTO SOBRE EL CAPITAL.)

4.4 las obligaciones Fiscales


el SAT clasifica a los contribuyentes en dos grandes rubros: Personas Físicas (individuos) y
Personas Morales (agrupaciones de personas con un fin en común, como empresas,
asociaciones, etc). Estos, a su vez, se clasifican en regímenes de acuerdo con el tipo de
negocio del que se trate.
Cada uno de los regímenes otorga un conjunto de derechos y obligaciones a los que se hace
acreedor un ciudadano a partir de desempeñar una actividad económica específica; por
ejemplo, prestar servicios profesionales como médico, tener una empresa, una tienda de
abarrotes, una organización civil sin fines de lucro, etc.
Una de las primeras obligaciones, por ejemplo, consiste en que todas las personas, Físicas o
Morales, deben presentar declaraciones periódicas; otra es que están obligadas a expedir
comprobantes electrónicos (CFDI) por las actividades que realicen, entre otras
obligaciones.
También tienen la obligación de estar inscritos en el Registro Federal de Contribuyentes
(RFC) y de mantener sus datos actualizados: nombre o domicilio, inicio, pausa o cese de
actividades, cambio de régimen especial, etc., contar con su Buzón Tributario y, muy
importante, consultarlo ya que este es el medio oficial de comunicación que utiliza el SAT
para enviar notificaciones y requerimientos, realizar trámites, obtener respuesta a sus dudas,
entregar documentos o depositar información, entre otros fines.
Si pensamos en Personas Físicas, las obligaciones fiscales dependerán del régimen al
que pertenezcan. Por ejemplo:
o Asalariados. Sólo por recibir ingresos por una actividad subordinada, es decir, si
recibes salarios y prestaciones de un patrón tributarás en este régimen fiscal, por lo tanto
están obligados a presentar Declaración Anual, trámite que usualmente cumple el
empleador o patrón; según los ingresos obtenidos por el subordinado.
o Honorarios (servicios profesionales). Generalmente son profesionistas
independientes. Cuando recibes el pago por tus servicios estás obligado a entregar recibos
de honorarios (los cuales también deben ser electrónicos); es por ello que debes cumplir
con la Contabilidad Electrónica y Facturación Electrónica, que te permitirá generar estos
comprobantes fiscales (CFDI) y registrar el uso que den a tus ingresos, que deberá ser en
gastos relacionados con tu actividad profesional. También considera que deberán presentar
declaración anual, informativas e informativa múltiple (DIM).
o Arrendamiento de inmuebles. Son quienes ponen en renta un local, departamento o
vivienda. Cuando reciban la renta deberán entregar a cambio un recibo de arrendamiento,
que deberán generar mediante un sistema de facturación electrónica. Deben presentar
declaraciones mensuales, anuales e informativas.
o Actividades empresariales. Son quienes tienen un negocio (actividad comercial,
industrial, de autotransporte o agrícola como talleres mecánicos, restaurantes, escuelas,
etc.). Deben presentar su Contabilidad Electrónica y facturar electrónicamente para
comprobar todas sus transacciones. Tienen que presentar declaraciones mensuales, anuales,
informativas y DIM.
o Incorporación fiscal o Régimen de Incorporación Fiscal (RIF). El SAT los define
como aquellas personas que realicen actividades empresariales, que vendan bienes o
presten servicios para los que no se requiera un título profesional, como por ejemplo
quienes tienen fondas, salones de belleza, tintorerías, carnicerías, etc. Ellos deberán
manejar contabilidad y facturación electrónica, además de presentar declaraciones
bimestrales.
En el caso de las Personas Morales, éstas se clasifican en:
o Régimen general. Son sociedades mercantiles, sociedad mercantil, sociedad,
asociación civil, sociedad cooperativa de producción, instituciones de crédito, de seguros y
fianzas, almacenes generales de depósito, arrendadoras financieras, uniones de crédito y
sociedades de inversión de capitales; organismos descentralizados que comercialicen bienes
o servicios, y fideicomisos con actividades empresariales, entre otras, que realicen
actividades lucrativas.
Tienen como obligaciones fiscales llevar su Contabilidad Electrónica y facturación
electrónica; presentar declaraciones y pagos mensuales, así como declaración anual.
También deberán presentar la Declaración Informativa de Operaciones con Terceros
(DIOT) y declaraciones informativas anuales.

Además, en el caso de tener empleados, requerir de servicios por honorarios o arrendar un


inmueble deberán hacer las retenciones el Impuesto sobre la Renta (ISR), expedir las
constancias de estas retenciones que generalmente se entregan a los empleados,
profesionales o arrendador cuando las soliciten.
Además, para estas Personas Morales del régimen general, también deberán mantener
actualizada ante la autoridad fiscal (y presentarla cuando se requiera) información adicional
sobre el desempeño de sus actividades como estado de posición financiera, levantar
inventarios de existencias, determinar en la declaración anual la utilidad fiscal y el monto
que corresponda a la Participación de los Trabajadores en las Utilidades de la empresa
(PTU).
Además, deberán enterar al SAT sobre los préstamos y aportaciones para futuros aumentos
de capital que reciban en efectivo, en moneda nacional o extranjera mayores a 600 mil
pesos, dentro de los 15 días posteriores de haberlos recibido mediante un formato
electrónico.
Si la autoridad fiscal clasificó a esta persona moral como contribuyente del Impuesto
Especial sobre Productos o Servicios (IEPS), deberá presentar estas declaraciones
informativas correspondientes.
o Con fines no lucrativos. Su finalidad no es obtener una ganancia económica o lucro,
por ejemplo: sociedades de inversión, administradoras de fondos para el retiro, sindicatos,
cámaras de comercio e industria, colegios de profesionales, instituciones de asistencia o
beneficencia, asociaciones civiles sin fines de lucro.
Entre sus obligaciones destaca expedir comprobantes fiscales digitales por la recepción de
ingresos como Factura Electrónica, llevar Contabilidad Electrónica, presentar declaraciones
mensuales e informativas, retener el ISR en caso de pagar sueldos y salarios, recibir
servicios profesionales, expedir las constancias de retención del ISR, pagar el subsidio para
el empleo a los trabajadores que tengan derecho a recibirlo –conforme la ley del ISR–.
Además, deberán entregar a los trabajadores, constancia del monto total de los viáticos
pagados en el ejercicio de que se trate a más tardar el 15 de febrero de cada año, cuando
éstos sean efectivamente erogados en tu servicio como sociedad o asociación.
4.4.1 Alta

Realiza tu inscripción en el RFC persona física

Permite la Inscripción en el RFC y obtener la Cédula de Identificación Fiscal que contiene


la clave del Registro Federal de Contribuyentes.

¿Quiénes lo presentan?

Personas Físicas a partir de los 18 años.

Costo

Gratuito.

¿Cuándo se presenta?

Dentro del mes siguiente al día en que tengas la obligación de presentar declaraciones
periódicas, de pago o informativas; propias por cuenta de terceros o cuando tengan que
expedir comprobantes fiscales por las actividades que realicen.

Fundamento Legal

 Código Fiscal de la Federación, artículos 5 y 27.


  Reglamento del Código Fiscal de la Federación, artículo 22 y 26.
  Resolución Miscelánea Fiscal, reglas 2.4.2., 2.4.6., 2.4.14.
 Código Federal de Procedimientos Civiles, artículo 297.

 
 
 
4.4.2  Baja

Obtén tu baja como usuario de e.firma (antes firma electrónica) portable

¿Quiénes lo presentan?

Personas físicas que deban dar de baja el servicio de e.firma portable.

Costo

Trámite gratuito
¿Cuándo se presenta?

Cuando lo requiera el contribuyente.


 

Fundamento Legal

Artículo 17-D del Código Fiscal de la Federación; regla 2.2.2., de la Resolución Miscelánea
Fiscal
 

  4.4.3 suspensión

Presenta tu aviso de suspensión de actividades

Te permite actualizar la situación del RFC, al dejar de tener actividades económicas o por
cambio de residencia fiscal.
 

¿Quiénes lo presentan?

Personas Físicas que interrumpan las actividades económicas que den lugar a la
presentación de declaraciones periódicas o cuando cambien de residencia fiscal.
 

Costo

Trámite gratuito.

¿Cuándo se presenta?

Dentro del mes siguiente a aquél en que interrumpan todas las actividades económicas que
den lugar a la presentación de declaraciones periódicas.
Cuando se trate de cambio de residencia fiscal de México a un país en el extranjero, este
aviso se presentará con no más de dos meses de anticipación.

Fundamento Legal

 Código Fiscal de la Federación, artículos 17-D y 27. 


 Reglamento del Código Fiscal de la Federación, artículos 29 y 30.
 Resolución Miscelánea Fiscal. reglas 2.5.2. y 2.5.16.
4.4.4 registros contables

Artículo 33.- Para los efectos del artículo 28, fracciones I y II del Código, se estará a lo
siguiente:
 
A.  Los documentos e información que integran la contabilidad son:
I. Los registros o asientos contables auxiliares, incluyendo el catálogo de cuentas que se
utilice para tal efecto, así como las pólizas de dichos registros y asientos;
II. Los avisos o solicitudes de inscripción al registro federal de contribuyentes, así como su
documentación soporte;
III.  Las declaraciones anuales, informativas y de pagos provisionales, mensuales,
bimestrales, trimestrales o definitivos;
IV. Los estados de cuenta bancarios y las conciliaciones de los depósitos y retiros respecto
de los registros contables, incluyendo los estados de cuenta correspondientes a inversiones
y tarjetas de crédito, débito o de servicios del contribuyente, así como de los monederos
electrónicos utilizados para el pago de combustible y para el otorgamiento de vales de
despensa que, en su caso, se otorguen a los trabajadores del contribuyente;
V.  Las acciones, partes sociales y títulos de crédito en los que sea parte el contribuyente;
VI.  La documentación relacionada con la contratación de personas físicas que presten
servicios personales subordinados, así como la relativa a su inscripción y registro o avisos
realizados en materia de seguridad social y sus aportaciones;
VII. La documentación relativa a importaciones y exportaciones en materia aduanera o
comercio exterior;
VIII.La documentación e información de los registros de todas las operaciones, actos o
actividades, los cuales deberán asentarse conforme a los sistemas de control y verificación
internos necesarios, y
IX.  Las demás declaraciones a que estén obligados en términos de las disposiciones
fiscales aplicables.
 
B. Los registros o asientos contables deberán:
 
I.  Ser analíticos y efectuarse en el mes en que se realicen las operaciones, actos o
actividades a que se refieran, a más tardar dentro de los cinco días siguientes a la
realización de la operación, acto o actividad;
II. Integrarse en el libro diario, en forma descriptiva, todas las operaciones, actos o
actividades siguiendo el orden cronológico en que éstos se efectúen, indicando el
movimiento de cargo o abono que a cada una corresponda, así como integrarse los nombres
de las cuentas de la contabilidad, su saldo al final del periodo de registro inmediato
anterior, el total del movimiento de cargo o abono a cada cuenta en el periodo y su saldo
final.
Podrán llevarse libros diario y mayor por establecimientos o dependencias, por tipos de
actividad o por cualquier otra clasificación, pero en todos los casos deberán existir los
libros diario y mayor general en los que se concentren todas las operaciones del
contribuyente;
III. Permitir la identificación de cada operación, acto o actividad y sus características,
relacionándolas con los folios asignados a los comprobantes fiscales o con la
documentación comprobatoria, de tal forma que pueda identificarse la forma de pago, las
distintas contribuciones, tasas y cuotas, incluyendo aquellas operaciones, actos o
actividades por las que no se deban pagar contribuciones, de acuerdo a la operación, acto o
actividad de que se trate;
IV. Permitir la identificación de las inversiones realizadas relacionándolas con la
documentación comprobatoria o con los comprobantes fiscales, de tal forma que pueda
precisarse la fecha de adquisición del bien o de efectuada la inversión, su descripción, el
monto original de la inversión, el porcentaje e importe de su deducción anual, en su caso,
así como la fecha de inicio de su deducción;
V. Relacionar cada operación, acto o actividad con los saldos que den como resultado las
cifras finales de las cuentas;
VI. Formular los estados de posición financiera, de resultados, de variaciones en el capital
contable, de origen y aplicación de recursos, así como las balanzas de comprobación,
incluyendo las cuentas de orden y las notas a dichos estados;
VII. Relacionar los estados de posición financiera con las cuentas de cada operación;
VIII. Identificar las contribuciones que se deban cancelar o devolver, en virtud de
devoluciones que se reciban y descuentos o bonificaciones que se otorguen conforme a las
disposiciones fiscales;
IX. Comprobar el cumplimiento de los requisitos relativos al otorgamiento de estímulos
fiscales y de subsidios;
X.  Identificar los bienes distinguiendo, entre los adquiridos o producidos, los
correspondientes a materias primas y productos terminados o semiterminados, los
enajenados, así como los destinados a donación o, en su caso, destrucción;
XI. Plasmarse en idioma español y consignar los valores en moneda nacional.
Cuando la información de los comprobantes fiscales o de los datos y documentación que
integran la contabilidad estén en idioma distinto al español, o los valores se consignen en
moneda extranjera, deberán acompañarse de la traducción correspondiente y señalar el tipo
de cambio utilizado por cada operación;
XII. Establecer por centro de costos, identificando las operaciones, actos o actividades de
cada sucursal o establecimiento, incluyendo aquéllos que se localicen en el extranjero;
XIII. Señalar la fecha de realización de la operación, acto o actividad, su descripción o
concepto, la cantidad o unidad de medida en su caso, la forma de pago de la operación, acto
o actividad, especificando si fue de contado, a crédito, a plazos o en parcialidades, y el
medio de pago o de extinción de dicha obligación, según corresponda.
Tratándose de operaciones a crédito, a plazos o en parcialidades, por cada pago o abono
que se reciba o se realice, incluyendo el anticipo o enganche según corresponda. Además de
lo señalado en el párrafo anterior, deberán registrar el monto del pago, precisando si se
efectúa en efectivo, transferencia interbancaria de fondos, cheque nominativo para abono
en cuenta, tarjeta de débito, crédito o de servicios, monedero electrónico o por cualquier
otro medio. Cuando el pago se realice en especie o permuta, deberá indicarse el tipo de bien
o servicio otorgado como contraprestación y su valor;
XIV. Permitir la identificación de los depósitos y retiros en las cuentas bancarias abiertas a
nombre del contribuyente y conciliarse contra las operaciones realizadas y su
documentación soporte, como son los estados de cuenta emitidos por las entidades
financieras;
XV. Los registros de inventarios de mercancías, materias primas, productos en proceso y
terminados, en los que se llevará el control sobre los mismos, que permitan identificar cada
unidad, tipo de mercancía o producto en proceso y fecha de adquisición o enajenación
según se trate, así como el aumento o la disminución en dichos inventarios y las existencias
al inicio y al final de cada mes y al cierre del ejercicio fiscal, precisando su fecha de entrega
o recepción, así como si se trata de una devolución, donación o destrucción, cuando se den
estos supuestos.
Para efectos del párrafo anterior, en el control de inventarios deberá identificarse el método
de valuación utilizado y la fecha a partir de la cual se usa, ya sea que se trate del método de
primeras entradas primeras salidas, últimas entradas primeras salidas, costo identificado,
costo promedio o detallista según corresponda;
XVI. Los registros relativos a la opción de diferimiento de la causación de contribuciones
conforme a las disposiciones fiscales, en el caso que se celebren contratos de arrendamiento
financiero. Dichos registros deberán permitir identificar la parte correspondiente de las
operaciones en cada ejercicio fiscal, inclusive mediante cuentas de orden;
XVII. El control de los donativos de los bienes recibidos por las donatarias autorizadas en
términos de la Ley del Impuesto sobre la Renta, el cual deberá permitir identificar a los
donantes, los bienes recibidos, los bienes entregados a sus beneficiarios, las cuotas de
recuperación que obtengan por los bienes recibidos en donación y el registro de la
destrucción o donación de las mercancías o bienes en el ejercicio en el que se efectúen, y
XVIII. Contener el impuesto al valor agregado que le haya sido trasladado al contribuyente
y el que haya pagado en la importación, correspondiente a la parte de sus gastos e
inversiones, conforme a los supuestos siguientes:
a)  La adquisición de bienes, de servicios y el uso o goce temporal de bienes, que se utilicen
exclusivamente para realizar sus actividades por las que deban pagar el impuesto;
b)  La adquisición de bienes, de servicios y el uso o goce temporal de bienes, que se utilicen
exclusivamente para realizar sus actividades por las que no deban pagar el impuesto, y
c)  La adquisición de bienes, de servicios y el uso o goce temporal de bienes, que se utilicen
indistintamente para realizar tanto actividades por las que se deba pagar el impuesto, como
aquéllas por las que no se está obligado al pago del mismo.
Cuando el destino de los bienes o servicios varíe y se deba efectuar el ajuste del
acreditamiento previsto en el artículo 5o.-A de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, se
deberá registrar su efecto en la contabilidad.
 
Artículo 34.- Para los efectos del artículo 28, fracción III del Código, el contribuyente
deberá conservar y almacenar como parte integrante de su contabilidad toda la
documentación relativa al diseño del sistema electrónico donde almacena y procesa sus
datos contables y los diagramas del mismo, poniendo a disposición de las Autoridades
Fiscales el equipo y sus operadores para que las auxilien cuando éstas ejerzan sus
facultades de comprobación y, en su caso, deberá cumplir con las normas oficiales
mexicanas correspondientes vinculadas con la generación y conservación de documentos
electrónicos.
El contribuyente que se encuentre en suspensión de actividades deberá conservar su
contabilidad en el último domicilio que tenga manifestado en el registro federal de
contribuyentes y, si con posterioridad desocupa el domicilio consignado ante el referido
registro, deberá presentar el aviso de cambio de domicilio fiscal, en el cual deberá
conservar su contabilidad durante el plazo que establece el artículo 30 del Código.
Los contribuyentes podrán optar por respaldar y conservar su información contable en
discos ópticos o en cualquier otro medio electrónico que mediante reglas de carácter
general autorice el Servicio de Administración Tributaria.
4.4.5

uditoría es una actividad de inspección, revisión y control que tiene como objetivo
fiscalizar el cumplimiento de ciertas normas. Cuando una persona o una empresa
son sometidas a una auditoría, el auditor se encarga de recopilar datos y analizar
procesos para presentar un informe que demuestre si el sujeto o la compañía están
en regla y dentro de los parámetros de la ley.

Auditoría fiscal
El adjetivo fiscal, por su parte, refiere a aquello perteneciente o relativo al fisco (el
tesoro público o el conjunto de organismos públicos cuya función es recaudar
impuestos y tributos).

Estas dos definiciones nos permiten afirmar que una auditoría fiscal es una
inspección de la situación tributaria de una persona o de una empresa para verificar
si cumplen con sus obligaciones.

La auditoría fiscal, por lo tanto, es un proceso que consiste en la obtención y


evaluación de evidencias acerca de los hechos vinculados a los actos de carácter
tributario. El auditor debe comparar las declaraciones y los pagos de impuestos con
las finanzas del ente auditado para determinar si todo está en regla.

Además de todo lo expuesto tendríamos que subrayar que existen básicamente dos
tipos de auditorías: la interna y la externa. Esta última puede ser, a su vez, de tipo
gubernamental o bien de carácter privado.

Al llevar a cabo una auditoría de tipo fiscal es innegable que el profesional que la
lleve a cabo realice un exhaustivo análisis de la empresa en cuestión y de la
información de la misma. Así, más concretamente, deberá adquirir los máximos
conocimientos sobre la estructura de aquella entidad, las operaciones que lleva a
cabo o las condiciones económicas que posee.

De esta manera, con esos datos y a partir de los mismos, el auditor realizará un
profundo análisis, después inspeccionará y confirmará lo estudiado, investigará y
observará. El resultado de todo ello será la confección de un informe final o
dictamen, que se compone de dos partes estructuradas: una primera, en la que se da
a conocer el procedimiento llevado a cabo, y una segunda donde establece su
opinión.

El Estado, a través de distintas oficinas y secretarías, suele desarrollar auditorías


fiscales para asegurarse que los contribuyentes estén cumpliendo con sus
obligaciones. En caso de detectarse alguna irregularidad, el deudor es intimado a
regularizar la situación y, según el caso, puede ser castigado de diversas formas ya
que la evasión fiscal es un delito.

Las grandes empresas también suelen ordenar auditorías fiscales internas, de forma
tal que se aseguren que el pago de los tributos se está realizando con normalidad.

Es habitual que suela confundirse lo que es una auditoría fiscal con una inspección
fiscal, pero son cosas diferentes. Así, de la primera habría que destacar que es
realizada por un profesional independiente, que en ella no está permitida la opinión
parcial o que aquel la lleva a cabo casi de manera simultánea a que tengan lugar los
hechos.

La segunda, la citada inspección, por su parte se identifica porque es llevada a cabo


por un funcionario del Estado, porque se debe emitir opinión siempre, porque
cuenta con menos facilidades para acceder a la información y porque es llevada a
cabo después de la auditoría financiera.

4.4.6 Tipos de Contribuyentes

En algunos casos, en consideración a su tamaño, y normalmente la cantidad de personas


jurídicas (por la envergadura del negocio o empresa), un contribuyente puede recibir un
trato individualizado por parte de la administración, y ser sometido a inspecciones
periódicas (en lugar de aleatorias) para verificar el cumplimiento de sus obligaciones
tributarias. En algunos países, puede incluso asignarse a un grupo concreto de inspectores
de hacienda la inspección periódica de una empresa.
En esos casos el contribuyente no tiene por qué diferenciarse legalmente de los demás
contribuyentes ordinarios salvo por el hecho de que, a efectos prácticos, tiene un trato más
continuado con la administración.
Los contribuyentes se clasifican en dos grupos:
A) Personas Físicas o Naturales
Son aquellas que obtienen rentas de su trabajo personal (Personas con negocio de único
dueño, profesionales liberales, entre otras). Para personas físicas la ley 8-92, del 3 de abril
de 1992, en su artículo No. 9 establece que el interesado debe presentar una serie de
documentos para fines de inscripción tales como copia de la cédula de identidad y electoral,
en caso de nacionales sin cédula el interesado deberá presentar su pasaporte o certificado de
la Junta Central Electoral. En caso de extranjero, presentar el pasaporte llenar debidamente
el cuestionario al contribuyente, disponible en las administraciones y agencias locales.
B) Persona Jurídica o Moral
Son las formadas por las asociaciones de varias personas en un organismo o una sociedad
que son identificadas con una razón social mediante instrumento público a la que la ley
reconoce derechos y facultades a contraer obligaciones civiles y comerciales. Mediante
resolución No. 494-97, la Secretaría de Estado de Finanzas estableció que toda persona
jurídica o moral, deberá proveerse de una tarjeta de identificación tributaria en la cual
consta:
1. El nombre
2. Número de Registro Nacional del Contribuyente (RNC)
3. Fecha de Constitución de la Compañía.

4.4.7 Personas morales

Las personas morales pueden ser, ya sea una persona física o la unión de varias,
que cumplen con un fin empresarial. Cuando una organización se constituye como
persona moral, cada integrante se vuelve capaz de adquirir derechos y contraer
obligaciones. Para este tipo de contribuyentes también existen regímenes:

 Régimen general: Personas morales que tienen fines de lucrar. Básicamente aquí se


deben registrar todas las empresas que ofrecen productos, bienes o servicios a
cambio de beneficio monetario.
 Régimen con fines no lucrativos: Aquí deben registrarse las entidades que no
buscan remuneración económica, tales como las asociaciones o fundaciones.

4.4.8 Personas físicas

Se entiende por persona física todo individuo registrado ante la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público que realiza actividades que le genera ingresos, es decir, personas que
trabajan, comercializan o son dueños de algún bien inmueble.

Pero no todas las personas físicas pagan los mismos impuestos, por eso hay que conocer
los regímenes fiscales que existen:

 Asalariados: Son las personas que reciben un sueldo y prestaciones por llevar a


cabo un trabajo. Estas aportaciones corren a cargo de un empleador (también
conocido como patrón).
 Honorarios: Son los que prestan servicios de manera independiente a compañías, al
gobierno o inclusive a otras personas físicas. Aquí entran los llamados freelancers,
personas que no dependen necesariamente de un patrón.
 Actividades Empresariales: Son aquellos que tienen una empresa que realiza
actividades de índole comercial, pesca, agrícola, transporte, industrial, de servicios,
etc.
 Incorporación Fiscal: Aquí entran los que hagan actividades empresariales, presten
servicios, venden bienes u obtienen ingresos por intereses. Cabe aclarar que, por lo
general, los que pertenecen a este régimen no necesariamente cuentan con un título
profesional.
 Arrendatario: Son personas físicas que reciben ingresos por rentar bienes
inmuebles. Es importante aclarar que este tipo de régimen no es excluyente, es
decir, se puede sumar a los otros.

Fuentes
 ENCICLOPEDIA JURIDICA 2020
 Rojina Villegas, Rafael, Derecho civil mexicano, Porrúa, t. V, vol. I, p. 9; 
 Código fiscal de la federación FLORES ZAVALA, ERNESTO “ELEMENTOS DE
FINANZAS PUBLICAS MEXICANAS”, Editorial Porrúa, Decimocuarta Edición,
México 1999.
 Fuentes: SAT, Código Fiscal de la Federación, PwC, Banco Mundial
 Autores: Julián Pérez Porto y María Merino. Publicado: 2011. Actualizado: 2014.

También podría gustarte