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Reporte de lectura

DISCURSO DEL MÉTODO


ALUMNA: HOSAMA GISELLE SAUCEDO RAMÍREZ
Discurso del método

El discurso del método es una obra fundamental para el desarrollo de la filosofía y


la ciencia. Una obra dividida en seis partes conducidas por la verdad y la
búsqueda de la razón.

En la primera parte del libro, Descartes habla de la igualdad de la razón entre los
hombres, señalando que debe de haber igualdad y respeto entre los pensamientos
de las personas. Además, comparte sus estudios y viajes alrededor del mundo en
los cuales encontró diversidad de opiniones sobre asuntos naturales y humanos.

El autor nos menciona que las almas más grandes son capaces de los mayores
vicios, como de las mayores virtudes; y los que andan muy despacio pueden llegar
mucho más lejos, si van siempre por el camino recto, que los que corren, pero se
apartan de él. Se entiende que para lograr algo se tiene que ir de manera
paulatina y concreta, sin perder en cuanta el objetivo principal.

Dentro de esta primera parte, el autor se da cuenta que debía de aprender a no


creer con demasiada firmeza aquello de lo que solo el ejemplo y la costumbre lo
habían persuadido, para librarse de errores que había cometido. Basarse solo en
ejemplos nos hace menos aptos para escuchar la voz de la razón.

En la segunda parte del diálogo, hace referencia que los juicios de las personas no
pueden ser tan puros y solidos como lo deberían ser, ya que desde el momento
que nacen son dirigidos e interferidos por demás personas.

Dentro de esta parte de la obra, Descartes nos presenta las reglas principales del
método, en las cual nos menciona que las obras creadas por un solo artista suelen
ser mejores que aquellas que intervinieron más personas, porque cuando hay un
único fundador los cimientos o bases de las obras son más firmes que aquellas
que se derrumban para reconstruir de manera diferente.

Además, nos expone cuatro preceptos; el primero de ellos es no admitir como


verdadera cosa algo, hasta saber con evidencia lo qué es. En este precepto, es
indispensable evitar la precipitación y la prevención hacia las cosas verdaderas.
El precepto número dos, es dividir cada una de las dificultades para examinarse
en cuantas partes fuera necesario y en cuantas partes se requiriera para una
mejor solución. El tercero, es conducir ordenadamente los pensamientos,
empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer para ir
ascendiendo poco a poco y de forma gradual hasta el conocimiento de los más
compuestos.

El último precepto es hacer recuentos integrales y revisiones generales para estar


completamente seguro de no haber omitido nada.

En la tercera parte de la obra, reconoce que mientras dure la búsqueda debe


adoptar ciertas máximas que le permitan vivir en tranquilidad.

El autor establece tres máximas de carácter provisional, las cuales son las
siguientes:

La primer es, seguir las leyes y costumbres de su país, rigiéndose por las
opiniones y las acciones de los hombres más sensatos y con mayor experiencia.

La segunda máxima es ser en las acciones lo más firme y resuelto que fuera
posible, en caso de adoptar opiniones ser constante en ellas como si fueran
segurísimas.

La tercera máxima es procurar vencerse a sí mismo antes que a la fortuna. Hacer


siempre lo mejor que se puede, alterar los deseos antes de alterar al mundo, no
desear aquello que nos es inalcanzable y creer lo que esta eternamente en
nuestro poder son nuestros pensamientos. Todo es inasequible menos el
pensamiento.

A la mitad de la obra de este autor, en la cuarta parte, prueba la existencia de Dios


y del alma humana y empieza a juzgar cualquier opinión que sea incierta. Rechaza
lo que le muestran los sentidos, de lo que parece lógico a la razón y supone que lo
real puede ser ilusión como en los sueños.

En la quinta parte, habla sobre la existencia de Dios y del alma. Nos hace como
referencia que Dios puso las cosas tal y como debían de ser. Así mismo, Dios ha
establecido que en la naturaleza, las reflexiones deben de hacerse con bastante
detenimiento y no debemos dudar de que se cumplen exactamente con todo
cuanto hay o se hace en el mundo. Deja como conclusión que la acción por la cual
Dios lo conserva es la misma que la acción por la cual lo ha creado.

En la sexta y última parte, el autor dice que nunca ha atribuido gran valor a las
cosas que provienen el espíritu. Primero ha procurado hallar, en general, los
principios o primeras causas de todo lo que en el mundo es o puede ser, sin
considerar por efecto que Dios solo lo ha creado, no sacarlas de otro origen, sino
de ciertas semillas de verdades, que están naturalmente en nuestras almas;
después ha examinado cuales son los primero y más ordinarios efectos que de
estas causas puedan derivarse.

Una de las conclusiones que el autor nos comparte, es que la persona que
aprende de otro una cosa, no es posible que la conciba y haga suya tan
plenamente como el que la inventa.

También, hace la recomendación que primero se debe de buscar cosas fáciles e ir


pasando poco a poco a otras más difíciles. Lo menciona que es de las mejores
instrucciones que él nos pudiera compartir.

Como cierre de este reporte de lectura, para que un conocimiento se presente de


forma clara y concisa es necesario empezar por las evidencias, es decir, no
aceptar como verdadero nada que pueda ser falso. Después de las evidencias, es
necesario un análisis, dividiendo las dificultades de grandes a pequeñas, para
pasar a una síntesis, asimilando desde los elementos más pequeños hasta los
más complejos y terminar con una revisión, con el objetivo de intentar conseguir
no cometer ningún error.

Se comenta que el Discurso del método de Descartes es una de las obras


referentes para la filosofía y la ciencia moderna. Que te presenta una serie de
pasos o estrategias para alcanzar un conocimiento y la reflexión de las cosas.

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