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Sentencia deducción por obsolescencia no aceptada

La empresa constructora Codinem S.A, demanda para solicitar nulidad de la


liquidación oficial de la revisión de la declaración de Renta del año 2000, en
donde pide que se reconozca la deducción por obsolescencia de activos fijos
por valor 1.326.390.524, basándose en los artículos 128 y 129 de Estatuto
Tributario en el cual nos indica que la obsolescencia de bienes no requiere de
la autorización previa de la DIAN.

"ARTÍCULO 128. DEDUCCIÓN POR DEPRECIACIÓN. Son deducibles


cantidades razonables por la depreciación causada por desgaste o deterioro
normal o por obsolescencia de bienes usados en negocios o actividades
productoras de renta, equivalentes a la alícuota o suma necesaria para
amortizar el ciento por ciento (100%) de su costo durante la vida útil de
dichos bienes, siempre que éstos hayan prestado servicio en el año o período
gravable de que se trate".

"ARTÍCULO 129. CONCEPTO DE OBSOLESCENCIA. Se entiende por


obsolescencia el desuso o falta de adaptación de un bien a su función propia,
o la inutilidad que pueda preverse como resultado de un cambio de
condiciones o circunstancias físicas o económicas, que determinen clara y
evidentemente la necesidad de abandonarlo por inadecuado, en una época
anterior al vencimiento de su vida útil probable".

Según el artículo 148 del Estatuto tributario, prevé que los contribuyentes que
sufran la pérdida de activos en el periodo objeto de declaración puedan
deducirlas. Así que para que el contribuyente pueda deducir la pérdida de
activos, estos activos, durante el periodo en el cual sufrieron la pérdida, deben
haber contribuido a generar renta, esto por la relación de causalidad, puesto
que no se le puede imputar un gasto o deducción a algo que no ha generado
ninguna renta; no puede haber ingreso sin gasto ni gasto sin ingreso.
Adicionalmente, le pérdida de los activos deben haber ocurrido como
consecuencia de un hecho de fuerza mayor, lo cual esta empresa expresa
razones que no fueron lo suficiente para sustentar la obsolescencia de dichos
equipos, ya que ellos indicaron que la baja de se dio por el deterioro por
dejarse a la intemperie, aunque ese allá sido el lugar donde debían dejarlo
pudieron ser más cuidadoso al tratamiento de dichos equipos, puesto que la
ley y la jurisprudencia han definido la fuerza mayor como aquel suceso al que
es imposible resistirse, por lo que aquellos casos en que las pérdidas han
ocurrido por descuido, imprevisión o negligencia del contribuyente, por lo
cual la DIAN los está cuestionando.
Por lo tanto concluyo que la DIAN expuso razones más acordes a lo que la
empresa pretendió mostrar en dicho momento.

INTEGRANTES:
CRISTINA ARAUJO
GINA PEREZ
CARLOS VARELA
YADIN RAMOS

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