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Marzo 2016 $ 39.

- AÑO XLI - Nº 449

PSICOLOGICA
Periódico Mensual
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Lic. Miguel Kohan
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Irene Meler - Raúl A. Yafar - Paloma de Pablos - Emilce Venere


Delia Scilletta - Felipe Rilova Salazar
Página 2 • Marzo 2016 Actualidad Psicológica

“Sexualidades 1. Introducción

xpondré algunas reflexiones sobre


título individual. Estas modalidades familiares que
invierten el orden moderno, donde en primer tér-
mino, se establecía una pareja, y luego se buscaba

contemporá- E ciertas tendencias actuales que he


detectado a través de mi experien-
cia clínica y de la lectura de otros
autores. Estos análisis se refieren a
los vínculos de pareja entre mujeres y varones, y a
sus formas de transitar el malestar amoroso de
formar una familia, testimonian acerca de la exis-
tencia de un profundo malestar en las relaciones
actuales entre los géneros. Ante la perspectiva de
la soledad, estas jóvenes ponen el cuerpo y com-
prometen sus esfuerzos, para crear su propia com-
pañía, en un contexto cultural que promueve el

neas: el nuestro tiempo. Referirnos a las patologías de la


vida amorosa, implicaría suponer que existe algún
criterio de normalidad en ese campo intersubjetivo.
aislamiento al interior de las masas urbanas.

2. La situación de los varones


Nada más lejano de lo que se observa. Las relaciones
amorosas son un ámbito de ilusión, cuando no de Puesto que la unidad de análisis propia del
desencuentro alucinación, un estado de locura transitoria que
cuando el enamoramiento decanta, puede dar es-
campo de los Estudios de Género, son las relacio-
nes de género (Connell, 1996), -o sea los vínculos
pacio para la creación de asociaciones de vida. Esta que se establecen mayoritariamente entre mujeres
clase de asociación está hoy altamente fragilizada, y varones-, explorar la situación actual los hombres

heterosexual” en el contexto de una cultura individualista, secula-


rizada y hedonista.
Sin embargo, la aspiración hacia un amor com-
de esa generación puede contribuir a esclarecer esta
modalidad contemporánea de sufrimiento feme-
nino. Un estudio social orienta nuestras indagacio-
prometido y estable, que eleva la estima de sí me- nes clínicas sobre la subjetividad. Eva Illouz (2012)
diante la idealización de que se es objeto por parte considera que hoy existe en las sociedades desarro-
Irene Meleri del compañero amoroso, aún goza de buena salud lladas, un mercado sexual y un mercado matrimo-
entre las mujeres de sectores medios. Una paciente nial. Los varones en edades centrales, pertenecientes
de edad mediana relató un sueño, donde ella bai- a los sectores medios altos, cuya inserción laboral
laba con un hombre atractivo, que la había elegido puede ser profesional o corporativa, controlan esos
como pareja. Esto ocurría en el contexto de una mercados. Ellos disponen de una oferta sexual am-
reunión social. Entre quienes observaban la es- plia y variada, debido a la liberalización de las cos-
cena, estaba un amigo que acostumbraba insinuar tumbres. Al tener acceso al disfrute del erotismo con
un interés erótico que jamás se animó a concretar. las mujeres jóvenes, permanecen largo tiempo en el
Él contemplaba la danza y ella experimentó una mercado sexual, sin contar con los incentivos tradi-
sensación de felicidad, y alivio, era “como que todo cionales para involucrarse en una relación estable,
estaba bien, ¡por fin!”. Es fácil advertir que el deseo que les permitiría formar una familia. La presión
de ser amada no se reduce al intercambio amoroso social tradicional hacia la constitución de un núcleo
en sí mismo, sino que se caracteriza por un anhelo familiar ha desaparecido, y es posible obtener reco-
de exclusividad, permanencia y reconocimiento nocimiento social y prestigio aunque se permanezca
social. La escena del encuentro, observada por los soltero. Optan entonces por casarse o unirse muy
terceros, proporciona una consagración narcisista, tarde, largamente sobrepasada la mitad de su ciclo
que contribuye a un sentimiento de felicidad que vital, ya que aún usufructúan el privilegio patriarcal
requiere algo más que la unión erótica pasional de acceder a mujeres mucho más jóvenes, con las
para generarse. que pueden tener hijos en el momento en que lo de-
Estos deseos de ser elegida y amada con exclu- seen. La situación de sus contemporáneas es dis-
sividad, son aún frecuentes entre muchas pacien- tinta, ya que no sólo enfrentan los límites biológicos
tes jóvenes que transitan por la tercera década de de su capacidad reproductiva, sino que suelen tener
su ciclo vital. He descrito con anterioridad (Meler, una mayor vocación vincular, debido a la socio sub-
2012) un motivo de consulta que hoy es habitual, jetivación femenina, orientada hacia los vínculos de
vinculado con una dificultad que padecen algunas intimidad, que aún está vigente.
mujeres jóvenes para formar una pareja estable. En Cuando indagué en la subjetividad masculina,
general se trata de mujeres atractivas, educadas e encontré en varios pacientes un estilo subjetivo que,
independientes, o sea de sujetos que cotizan alto sin ser incapaz de apego erótico, antepone la bús-
en el mercado sexual. Suelen atribuir el impedi- queda de logros económicos y sociales al estableci-
mento que experimentan, a factores subjetivos, y miento de uniones amorosas, y cultiva una
consultan esperando que la psicoterapia sirva de sexualidad variada, a expensas de cualquier com-
ayuda para superar los obstáculos inconscientes promiso de exclusividad.
que se interponen entre su deseo de formar una Un paciente en la edad media de su vida, había
pareja y una familia, y el logro de esa aspiración. organizado la clásica división masculina entre una
Observan con ansiedad el paso del tiempo, ya que corriente psíquica tierna destinada a la esposa y
saben que su capacidad reproductiva tiene un lí- una corriente sensual cuyo objeto fue una amante
mite temporal. Cuando no logran establecer de (Freud, 1912). Esa situación no fue obstáculo para
modo rápido la pareja deseada, optan en ocasio- involucrarse en relaciones sexuales ocasionales,
nes por aceptar la oferta del sistema médico y crio- que le generaban intenso placer, tanto sensual
preservan sus óvulos, con el propósito de ampliar como narcisista. A medida que lograba progresos
el margen de tiempo necesario para sostener su en su carrera comercial, advirtió que cuando se in-
proyecto reproductivo. En otros casos, continúan volucraba en empresas ambiciosas que implicaban
con un embarazo producto de una relación casual, riesgos, su interés erótico disminuía, retornando
y forman una familia sin haber establecido previa- ante los eventuales reveses de la fortuna. Comenzó
mente una relación de pareja. A veces se insemi- a experimentar que el compromiso emocional era
nan con semen donado y o adoptan un niño a un obstáculo para su proyecto vital, porque inter-
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fería en su búsqueda de dedicar toda su energía de la Modernidad, este conflicto se solía zanjar me- bargo, también hay que considerar que esa práctica
psíquica a la prosecución del éxito económico, el diante el recurso a la división sexual del trabajo psí- impone a las mujeres una asimilación subjetiva a
prestigio y el poder. Pasó a preferir mantener rela- quico: ellas se hacían cargo del apego, renunciando una defensa masculina, consistente en disociar los
ciones esporádicas, que proporcionaban un exu- a su deseo, mientras que ellos, confiados en la esta- vínculos amorosos. Aún hoy, la mayor parte de las
torio a la tensión sexual y una recompensa bilidad que garantizaban las mujeres, hacían uso de mujeres aspira a unir el erotismo con la comunica-
narcisista, y de ese modo se concentró en disfru- sus prerrogativas ancestrales para dar alguna satis- ción y el amor. Resulta difícil definir cuánto de esta
tar de la voluptuosidad del poder. facción a su deseo. Esta situación ya había sido tendencia se debe a la socio subjetivación femenina
Como si deseara cooperar con mi indagación, puesta en evidencia por Engels (1884), quien consi- que cultiva la mistificación del amor, y en qué me-
comentó que había compartido con varios varo- deró que la monogamia era una institución desti- dida obedece a un desarrollo psíquico más inte-
nes de su amistad la dificultad que experimentaba nada a asegurar a los varones la fidelidad femenina, grado, menos disociado, que dependería de las
para desear a su esposa, que era una mujer muy y como consecuencia, la descendencia legítima. prácticas vinculares asignadas de modo tradicional
atractiva en términos convencionales. Sus amigos Consideró la falta de reciprocidad masculina res- a las mujeres. Esta ocupación en las relaciones con
le expresaron que les ocurría algo semejante, y que, pecto de este imperativo manifiesto de fidelidad los semejantes al interior de las familias, podría
ante esa ausencia de deseo hacia el objeto legal- conyugal, como una manifestación de la domina- haber estimulado el desarrollo de una capacidad fe-
mente habilitado, algunos optaban por la infideli- ción social masculina, y de la “derrota histórica” de menina más refinada para los vínculos emociona-
dad, mientras que otros, deseosos de sostener la las mujeres. Considero de especial relevancia captar les. Ya sea debido a la mejor capacidad amatoria, o
institución matrimonial, redoblaban sus esfuerzos el modo en que el erotismo se articula con las rela- a la dependencia ancestral, vemos que el prestigio
para cumplir con sus obligaciones conyugales, ciones sociales e intersubjetivas de poder. Aunque simbólico del que aún goza la masculinidad, fo-
aunque fuera a desgano. existe un notorio avance hacia la paridad entre los menta la idealización femenina hacia las relaciones
géneros, esta situación está lejos de haberse logrado, con los varones y dificulta que ellas los reduzcan,
3. Entre el deseo y el apego y esa asimetría de recursos, poder y prestigio sim- de modo mimético, a objetos intercambiables uti-
bólico, se manifiesta en las modalidades amatorias lizados para el placer de órgano. Por estos motivos,
Esta aparente disparidad que se observa entre los de los sujetos actuales. es verosímil sospechar que, tras la aparente incor-
deseos y las aspiraciones idealizadas de mujeres y poración femenina a prácticas sexuales considera-
varones, causa un profundo malestar y es de algún 4. Alternativas das como liberadoras, se encubren nuevas
modo responsable de mucho sufrimiento psíquico modalidades de subordinación al dominio mascu-
y de cismas familiares. En términos generales con- El auge de la práctica del swinging, donde los lino.
sidero que estamos ante un conflicto entre las ne- matrimonios intercambian parejas con fines eróti- La historia reciente nos ofrece otro modelo de
cesidades de apego que suelen experimentar los cos, sin alterar el contrato conyugal ni la estructura relación amorosa, tendiente a sostener la continui-
sujetos, y el carácter evanescente y errático de su familiar, podría ser considerado como un intento dad de las asociaciones de vida, sin privar a los su-
deseo erótico, que no se ajusta a lo contratado le- de conciliar deseo y apego, evitando los cismas que jetos comprometidos entre sí de experimentar con
galmente, sino que más bien, se potencia en situa- desembocan en divorcios y que con mucha fre- otras formas de amor, donde el erotismo desem-
ciones de transgresión. Durante el período medio cuencia resultan traumáticos para los hijos. Sin em- peña un rol principal, sin excluir otros aspectos

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emocionales e intelectuales que cementan esos vín- culina. En Occidente este estilo de emparejamiento xual, cuando existe, transcurre en un contexto de
culos paralelos. La relación que existió entre Simone se ha erotizado; numerosos cuentos infantiles y te- clandestinidad, al estilo adolescente.
de Beauvoir y Nelson Algren fue precursora, al leteatros dirigidos a las mujeres, ganan audiencia He interpretado este tipo de uniones ambiguas,
menos para ella, de la figura actual del poli amor. presentando imágenes que funden el amor román- como una manifestación actual del dominio mas-
Ha sido una relación amorosa intensa y compleja, tico con el ascenso social de las mujeres, obtenido a culino. Sin embargo, también coexiste en ellas esta
que coexistió con el vínculo amoroso de lealtad in- partir de la relación amorosa con un varón perte- tendencia actual a cuestionar la existencia de los
disoluble que se constituyó entre de Beauvoir y Sar- neciente a un estatuto superior. amores totales, que impliquen la ruptura absoluta
tre. La existencia simultánea de ambas relaciones Ante la observación de la tendencia actual, inci- con las relaciones anteriores. Aún en un contexto
fue conocida y aceptada por todos los implicados. piente pero en ascenso, a contravenir este mandato patriarcal, dan cuenta, aunque sea de modo parcial,
No fue sin sobresalto que aprendí de modo re- tradicional, nuevamente se plantean interrogantes. de la complejidad de las relaciones amorosas.
ciente la expresión “trieja”, que se refiere a una aso- ¿Se trata de un recurso femenino al sexo sin com- Las transformaciones culturales propias de
ciación amorosa establecida de modo oficial entre promiso, ante el naufragio de la ilusión amorosa nuestra época son vertiginosas. El imperativo de la
tres personas, contrariando la larga tradición occi- tradicional? ¿O estamos ante un tipo de amor, heterosexualidad ha sido radicalmente cuestionado.
dental de exclusividad en la pareja. Quienes conta- donde algunas mujeres logran abandonar la posi- No he considerado en este artículo las relaciones
mos con experiencia clínica en la atención de niños, ción de la hija, para adoptar sin remilgos una pos- amorosas entre personas del mismo sexo, o los vín-
sabemos que el amor infantil es posesivo y aspira a tura al estilo maternal, y crear deseo en esos culos donde la frontera entre la heterosexualidad y
la exclusividad. La rivalidad con los hermanos es ha- términos? Esos vínculos, donde existe sin duda una la homosexualidad se difumina. Pero aún cuando
bitual, y los niños suelen luchar por la preferencia complementariedad, pero se invierte la relación tra- nos acotemos al análisis de las relaciones heterose-
de sus padres. Como estas relaciones infantiles an- dicional de poderes y saberes, ¿lograrán ser estables xuales, se advierte que estas comienzan a adoptar
teceden y estructuran las formas del relaciona- y satisfactorios? modalidades de constitución o de disolución que
miento amoroso sexual que se establece en la Hasta el momento mis observaciones clínicas fueron frecuentes en los ambientes sociales homo-
juventud y en la edad adulta, cabe interrogarse me han mostrado que es frecuente que generen de- sexuales. La continuidad de las relaciones amistosas
acerca de si será posible instituir de modo mani- cepción en las mujeres y humillación en los varo- entre antiguos amantes, si bien no está exenta de
fiesto la aceptación de amores compartidos. nes, porque aún no se tolera con facilidad la conflictos, ha sido una práctica propia de las redes
Cuando se intentó en otras épocas instalar triángu- inversión del dominio masculino tradicional. Las amistosas homosexuales. La tendencia hacia las
los amorosos, situación que en tiempos pre-mo- parejas que he denominado como “contracultura- rupturas parciales de las relaciones heterosexuales
dernos fue frecuente en las relaciones lésbicas, a la les” (Meler, 1994) porque invierten el dominio mas- de pareja, podría relacionarse con la impronta de la
inicial aceptación de esa situación, solía seguir el es- culino, suelen generar decepción en las mujeres que sub cultura homosexual, antes marginada, y que
tallido de conflictos de tal intensidad que adquirían han atraído, merced a su liderazgo, a varones con hoy estaría influyendo en las costumbres y en los
ribetes criminosos, y llegaban a los estrados judi- tendencias caracterológicas hacia la dependencia y vínculos amorosos del conjunto social.
ciales (Van der Meer, 1991). Sobre la base de estas la pasividad. Esto ocurre porque mantienen la ilu-
experiencias, cabe interrogarnos acerca de si como sión del “hombre protector”, aunque su estructura Bibliografía
cultura, habremos logrado un nivel de desarrollo de carácter deja poco espacio para la actividad del
emocional que permita aceptar con escaso conflicto compañero. Cuando los varones involucrados en Bourdieu, Pierre: (2000) La dominación masculina, Barcelona,
la coexistencia de distintas modalidades de senti- estas parejas se sienten mortificados por no poder Anagrama.
miento y de relación amorosa. Sólo el tiempo podrá sostener cierta superioridad laboral y económica Connell, R. W.: (2005) Masculinities, Segunda edición, Cam-
dar respuesta a esta pregunta. sobre su compañera, es frecuente que recurran a la bridge, Polity Press.
sexualidad para recomponer en una relación para- Engels, Federico: (1884) El origen de la familia, la propiedad pri-
5. Otras tendencias actuales lela, una dominancia que está asociada histórica- vada y el Estado, México, Nuevomar, 1984.
mente a la erotización del vínculo. Freud, Sigmund (1912) “Sobre la más generalizada degradación
Otra tendencia incipiente se refiere al estableci- Hasta ahora estas relaciones han sido frágiles, de la vida amorosa”, Contribuciones a la psicología del amor II, en
miento de parejas conyugales donde la mujer es de pero los tiempos cambian con rapidez y habrá que OC, Buenos Aires Amorrortu, 1980.
mayor edad que su compañero. En publicaciones observar cómo evoluciona esta nueva tendencia. Gough, Katleen: (1984) “Los nayar y la definición del matrimo-
anteriores (Meler, 2013) he descrito el modo en que nio. El origen de la familia” en Polémica sobre el origen y la uni-
el auge de los divorcios y de los nuevos matrimo- 6. Nuevas formas de divorcialidad versalidad de la familia, Barcelona, Anagrama.
nios implicó un surgimiento remozado del antiguo Illouz, Eva: (2012) Porqué duele el amor, Buenos Aires, Katz
dominio masculino, a través del aumento de la di- En relación con la crisis de las relaciones totali- Editor.
ferencia de edad entre los cónyuges, donde el varón, zadoras, he podido observar el surgimiento de nue- Meler, Irene: (1994) “Parejas de la transición. Entre la psicopa-
ya divorciado, se casaba o unía con una mujer sol- vas formas de divorcialidad, donde no se presentan tología y la respuesta creativa”, Actualidad Psicológica, octubre.
tera, muchos años más joven que él. Coexiste con esos cismas polarizados en el contexto de un clima ———-: (2012) “Solas a pesar suyo, madres por elección”, pu-
esta tendencia que hoy es frecuente, otra corriente emocional de odio, que han sido frecuentes en los blicado como “Chicas solas” en Página 12, Sección Psicología,
contraria: algunas mujeres establecen parejas esta- comienzos de la era del divorcio. Por el contrario, Jueves 27 de diciembre.
bles con varones más jóvenes, y en ocasiones menos se sostienen las relaciones amistosas y en varios ———-: (2013) Recomenzar. Amor y poder después del divorcio,
educados y con menores recursos económicos que casos se establece una disolución parcial del vínculo, Buenos Aires, Paidós.
ellas mismas. Esta es una contravención mayor res- que he denominado como “divorcios no consuma- ———-: (2015) “Divorcios no consumados”, Diario Página 12,
pecto del orden tradicional, caracterizado de modo dos” (Meler, 2015). Las relaciones sexuales y amo- Sección Psicología, 14 de mayo.
ancestral por la dominación social masculina rosas en la pareja se clausuran, pero los afectos Van der Meer, Theo: (1991) “Tribades on trial: Female Sex-Of-
(Bourdieu, 2000). En efecto, en muchas culturas ha tiernos se mantienen y la estructura familiar se con- fenders in Late Eghteenth Century Amsterdam”, en Journal of
regido de modo tácito el imperativo de que las mu- serva al menos en parte. El antiguo esposo puede the History of Sexuality, Vol. 1 Nº 3, enero.
jeres circularan hacia arriba, o sea, que se unieran a continuar manteniendo económicamente lo que
varones de su mismo estatuto social o de una con- fue el hogar conyugal, donde la ex mujer está a
dición superior a ellas. En algunas etnias, tales como cargo de algún hijo adolescente o adulto joven. Él
los nayar del estado hindú de Kerala, descritos por visita el hogar conyugal cuando así lo desea, y suele
Kathleen Gough (1984), se penalizaba con la tener su propia llave para entrar. Lo más frecuente i Coordina el Foro de Psicoanálisis y Género (APBA)
muerte a la mujer que se atrevía a unirse a un varón es que esta situación no sea recíproca; la ex esposa Dirige el Curso de Actualización en Psicoanálisis y Género
perteneciente a una casta inferior a la propia. Esta no tiene acceso a la nueva vivienda de su antiguo (APBA y Univ. Arg. John F. Kennedy)
antigua prescripción ha tenido el propósito de pre- marido, en un reconocimiento tácito a que él dis- Co Dirige la Maestría en Estudios de Género (UCES)
servar la asimetría jerárquica entre los géneros, a frutará de su autonomía erótica. Ella continúa
favor del varón, sosteniendo así la dominación mas- siendo protegida, pero a la vez tutelada, y su vida se-
Actualidad Psicológica Marzo 2016 • Página 5

Fantasmas de odemos constatar, en los tiempos Sencillamente porque es lo que me cuentan

pareja
P llamados “posmodernos” -sencilla-
mente, los actuales-, las transforma-
ciones de la posición del sujeto con
respecto al amor:
1) Un neo-narcisismo -como gustan llamarlo los
teóricos- mucho más encapsulado y autorreferen-
cial que el del Estadio del Espejo.
afortunadamente (también) todos los días mis ana-
lizantes. Ni actuales, ni vetustos -y menos que
menos, posmodernos -, sino simplemente sujetos
que anhelan encontrar el “cómo hacer” con el deseo.

Resaltaré:

2) El vaciado del sistema de Ideales del Yo, me- 1) El aspecto mentalizado y escenográfico de las
diante una relativización tan extrema que pierde situaciones que quiero examinar -auténticos cata-
Raúl A. Yafar todo su contenido prospectivo. clismos o “motines” psíquicos- y cómo esas tramas
3) Angustias “panicosas” sin señal, sin objeto - adoptan aspecto triangular porque nos transportan
incluso, si al menos, esperaríamos uno insinuado o a los sucesos edípicos fallidos.
velado-, sin partener, sin escenografía. 2) Pero también el estado previo del que parten,
4) Vida sexual errática y desimplicada subjetiva- es decir, la situación de la que emergen, que no es
mente. Fundamentalmente esto último, con la con- cualquiera, sino la condición básica de tales episo-
siguiente evaporación de un disfrute real. dios.
5) Consumo de sustancias sin objetivos lúdicos, Es decir, se trata de dos momentos: el del con-
que pretenden invulnerabilizar, aplanar o sedar al texto y el del desatamiento. ii
Yo. Primero lo describiré en el caso de sujetos jóve-
Hay mucho para decir sobre ello. nes que tienen dificultades para relacionarse con los
Pero, un poco a contramano y buscando las otros, donde el tercero está presente, pero más ve-
luces -hoy penumbrosas- que iluminaban las can- lado; y, más tarde, en el caso de las parejas “estables”,
delas de los siglos pasados, cuando decir “prójimo”, aquellas donde existe el rol ya coagulado y necesa-
es decir, próximo, tenía otro sentido, voy a ser “ana- rio del tercero.
crónico”i o intempestivo, en términos de Nietzsche.
Puede ser una forma de “docta ignorancia” más I
analítica…
Es decir, elijo pensar sobre situaciones de la vida Vayamos al primer caso. Supongamos una acti-
cotidiana, situaciones más allá de épocas y geogra- vidad grupal cualquiera, donde hay hombres y mu-
fías, modernidades y posmodernidades, situaciones jeres. En ésta puede darse -vamos a elegir tanto a un
donde cualquier lazo amoroso puede sumergirse en hombre como a una mujer- la posibilidad de que
escenarios fantasmáticos ruinosos. alguien se sienta atraído por otra persona, pero re-
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saltando que esta persona se constituye en alguien La contracara de esta omnividencia mental es en- nes directamente calificables de acting-outs, por
muy inquietantemente…especial. tonces la sensación, en ambos ejemplos, de una ejemplo, ir a tocar el timbre de la casa de ella a las
Con una salvedad, en el caso que estudiamos lo fuerte pasividad culposa, una inmovilidad y una tres de la mañana o hacerle un escándalo a él ante
hace fundamentalmente a nivel de lo que se cultiva deuda con el rol que se supone deberían cumplir. otra chica que, al final, era una prima, etc.
en sus pensamientos. Es decir, diría ya en mis térmi- Los sujetos están bordados por una deficiencia. Esta
nos, que comienza el trabajo automático de la fan- avanza más allá desde la mera indisposición cabal- IV
tasmatización. Con el resultado de ese trabajo se gando sobre un trasfondo de angustia.
constituye la hipotética o posible relación, no con El neurótico se está por despeñar hacia su borde Viene el avance del fantasma: había comenzado
el otro-de-la-demanda-real. fantasmal. a encenderse, ahora desprenderá uno o varios pe-
Esto es fundamental a ser tenido en cuenta. De- Entonces, 1) los privilegios de lo visual y 2) la queños oasis: algunos mínimos pero inaugurales
sata todo el problema. correlativa inacción corporal: resultando un lote de signos se transforman en algo hiperpreciado. Actúan
Por eso es un momento crucial: el objeto pre- pensamiento desbocado, escindido de un cuerpo de carnadas para la más funesta repetición.
ciado va adquiriendo una significación febril y, como muy poco dispuesto al saber-hacer de la pulsión. Y Por ejemplo: ella se haya llevado sin querer su
correlato de ésta, se va haciendo presente en el su- los pequeños índices que jalonan la situación se re- birome… o él, el encendedor de ella. Eso debe que-
jeto cierta avidez creciente por detectar signos que toman para que los sujetos, una y otra vez, resulten rer decir algo, en el sentido de que entre ellos existe
revelen si la otra persona -el objeto de esa expecta- objetalizados en el cuadro adhesivo que se configura. una determinación fundada, recíproca, es decir, algo
tiva- va a prestar recíproca atención, corres- Al mismo tiempo, en la escena concreta no reali- esencial e indestructible, a lo que se aspira desespe-
pondiendo a su atracción. zan ningún movimiento en especial, están inmóviles, radamente, aunque se dude íntimamente de que sea
Este proceso puede llegar a ser desquiciante y sedientos del otro, confusos, ardiendo dentro de sus verídico.
absorbe de a poco toda la vivencia del sujeto. cabezas, con lo que, obviamente, la desesperación es Cuando se alcanza esos instantes novedosos hay
Pero volvamos atrás por un instante a ver el es- creciente y se acompaña de incertidumbre. olor a “plenitud fantasmática” en las inmediaciones.
tado previo: no es menor el contexto que enmarca El sujeto de la repetición juega todas sus cartas Porque este último detalle no es menor: la neu-
ese desencadenamiento. ¿Qué pasaba unos mo- en esta penosa tarea y deja al otro absolutamente li- rosis hace “borde” y se precipita hacia el inflado-es-
mentos antes de este brote imaginario que describo? brado en lo real. Es decir, mientras él habita su fan- tallido, abandona sus defensas previas y alcanza la
Sólo teníamos represión, lo que Lacan llamó deseo- tasma deja -ni más ni menos - toda la realidad a los lógica binaria del encendido-apagado, con su ritmo
defensa (o deseo inhibido). No había siquiera “ob- otros rivales-semejantes. de ansiosa precipitación, breve cenit y derrumbe ful-
jeto”. Nuestro sujeto se abandona al fantasma, pero minante.
Si hablamos del muchacho, éste soñaba desde para ello abandona el campo de la acción libidinal Estamos en el momento en que se suscita la glo-
hace meses o años algunas imposibilidades obsesi- objetal concretizable.iii ria que precede a la repetición: un hito previo, una
vas autorreferidas -tal vez compensándolas con al- pausa remarcada, una casualidad que “segura-
guna hazaña fantaseada-; mientras las chicas III mente” debe tener causalidad.
estaban insatisfechas de sí mismas desde tiempos in- Alguna vez, quizás, los dioses de la fortuna per-
memoriales y, por lo tanto, lejanas de todo goce sen- Complejizo la situación edipizándola. Esto lleva mitieron que fueran a tomar un café o bailaran en
sual -aunque clásicamente repetían que “la culpa de al sufrimiento al paroxismo y caldea aún más las una fiesta o se dieran un beso. Incluso un coito
todo la tienen los hombres”-. circunstancias. supra-inesperado. Acontecimiento que es elevado al
Ahora no es así: todo ha cambiado. Es que el ojo de Ubiquemos junto a la muchacha deseada o al rango de lo mítico - al modo de la Idea platónica -,
la mente comienza una proyección distinta, donde joven anhelado un/a tercero/a. Por ejemplo, nuestro de lo fundacional y probatorio de eso “especial” que
asoma desde ese borde estable de la neurosis el esce- protagonista observa que él o ella, éste o aquél día, los une más allá de lo social-simbólico, un dato aca-
nario fantasmático. no estuvieron tan amables al saludarse, pero que ecido pero perdido instantáneamente, que se en-
Éste puede hacer su exaltada-trágica aparición además conversan quizás demasiado animadamente clava como punto cero o tiempo cero,
como estallido invasor del pensamiento. con un tercero/a, que no se sabe nunca muy bien desencadenante de toda la secuencia.
quién es, ni de dónde ha salido, es decir, hasta ahora Tal vez hubo una mirada especialísima algún
II era un “ilustre desconocido” dentro del contexto. día… o aquel otro donde se suspendieron las clases
Aquí el correlato corporal suele ser también im- y el grupo fue a tomar un café y ellos se entendieron
Por ejemplo, un muchacho está tratando de pes- portante. El sujeto puede sentir que en su ser existe de “otro” modo inefable: un no-sé-qué los recortó a
car si tal jovencita lo observa o no, y cómo lo mira, algún tipo de déficit -demasiado petiso o poco en- los dos del resto, tan violento como efímero.
es decir, pequeños instantes que revelarían una trador o, en el caso de ella, sentir vulgar su figura -. La escenografía llama a recuperar ESO origina-
cierta complicidad, instantes cargados de promesas. La cuestión es que siempre el pensamiento correla- rio, evanescente, fugaz, caído más allá del horizonte
Al mismo tiempo, lo acompaña la sensación de no ciona la debacle narcisista con el hecho de que, en la propio… que se ha de perseguir infructuosamente.
estar haciendo algo, quizás impreciso, alguna con- imago corporal, algo anda mal, está mal cohesio- Un detalle, no más, que vale como certeza de lo
ducta extra que debería realizar para conquistarla. nado. que ocurrió y fugó luego hacia un atardecer huidizo.
Esa cierta complicidad que busca nunca es del todo El objeto se va configurando de un modo que Nunca se trata del inicio de un movimiento dialécti-
lograda, pende de un dato que no está, pero que se recrea un penoso círculo vicioso: es cada vez es más co o la profundización de una relación, sino de un
supone posible. Es un menos que queda del lado del inalcanzable, porque a mayor anhelo = más ideali- toque, un roce.
sujeto y así se marca en él. zación e imposibilidad. Pero ocurre que ESO inaugural se les brindó
Podría ser también que una muchacha anhele a En general esto remite a una identificación con mágicamente y, como no fue el resultado de algo
un muchacho y piense que debería haberle mos- el progenitor del mismo sexo, y entonces el sujeto que fue tramado o enhebrado, los sujetos no podrán
trado algo más de interés o de seducción en la pri- siente que es/está tan trabado con las mujeres como reconocer que ellos mismos lo hayan creado. ESO
mera conversación, incluso “comportarse” de otro su padre o la muchacha siente que es tan poco sen- tiene hechizo y así debe ser conservado: hasta los
modo ante él. En las mujeres suele tratarse de algún sual como era su madre. Como contrapartida el par- enorgullece que haya sido tan ajeno a sus procede-
atributo del que carecerían a nivel de su apariencia tenér al que se aspira se ubica en un lugar que no es res e intentos conscientes.
de mujer, de su atractivo, etc. Tenemos también un de paridad con respecto al sujeto, en el sentido de que ESO es especial y así debe ser: sólo de ese modo
minus del lado de ella. pudiese haber algún posible interjuego sexuado. tiene valor.
Este es un movimiento donde las usuales impo- Y cada vez es peor y peor, porque aquellos que Como el sujeto no es responsable de que haya
sibilidades del deseo -como defensas de la vida pul- operan de terceros en discordia, que se aproxima- sobrevenido ese milagro, tampoco puede creer en
sional -, marcándose como heridas narcisistas, ron y con quienes se conversa tan casualmente, ah, volver a re-crearlo: consagra su sentir a pretender,
avanzan hacia un circuito mucho más pesado. Un au- pues lo degradan hasta el infinito. El sujeto se siente esperando pasivo, que cuando se aproxime al área de
téntico agujero en lo escópico por donde el sujeto más estúpido, más infantil, más enamorado y más la magia ESO se reencenderá. Esta es la trampa en la
será succionado dentro del vórtice de un huracán. sufriente. A veces esto termina generando situacio- que cae. Si esa situación fue tan espontáneamente
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“maravillosa”: ¿cómo hacer para reproducirla sin gozoso y denso -ése es el clima fantasmático - que pico”: la sexuación ha fallado, de allí el grosero au-
arruinarla… intentando provocarla adrede? Ese sor- busca su realización totalizante, pero permane- toerotismo típicamente “pensante” que describimos.
tilegio, pues, se apagaría… ciendo resumido dentro de un clima a-histórico y re-
El sujeto quiere, más que aspirar a conocer al petitivo. VII
otro, volver a recrear la resurrección de esa escena. 3) Concreta o sugerida, la figura del tercero marca
Sólo quiere ESO. el ritmo de la situación: los hilos del trío los teje un Pero también vayamos a nuestro segundo obje-
Esa es la aspiración-debilidad del fantasma. Otro que somete al sujeto a su poder, impotente de tivo: estudiemos las parejas ya conformadas. Pro-
reconocerse en el otro de su amor imposible. pongo una secuencia de la vida amorosa un poco
V más compleja, no tanto ligada a sujetos que se en-
VI cuentran solos, como los que describí recién, donde
Falta el último instante, crucial, que define la re- un episodio desata un sufrimiento puntual, sino
petición tal como Freud la describió en 1920. Tras Dejemos a nuestros sufridos muchachos y mu- también parejas cronificadas en su diario vivir:
la tensión pasiva inicial, tras el culminante y deli- chachas y pongamos la lupa sobre esta secuencia en 1) LA NEUROSIS “PERFECTA”: si uno imagina un
cioso suceso de encuentro mágico, viene la caída, es dos tiempos, pues es fundamental detectarla incluso varón casado hace décadas con la misma mujer -o
decir, la crueldad inalterada del guión del fantasma. en el recorrido transferencial de un análisis. viceversa -, viviendo sus sosegados rituales cotidia-
El sujeto “sucumbe” (Freud) cuando se tropieza Vemos que hablo de un estado previo y un de- nos, en sempiternos trabajos en relación de depen-
con la mismidad de la escena repetida hasta lo de- sencadenamiento de los pensamientos fantaseados. dencia, con una parejita de hijos, más cerca del
moníaco: aguardó durante décadas su oportunidad, En síntesis, ¿qué es lo que estoy describiendo? “infortunio cotidiano” que de la “miseria neurótica”
fulguró con su amor sublime una solitaria noche y, ¿Cuál es la dialéctica de la neurosis? Hablé en otro -diría Freud -, sin recurso de sueños pesados, ma-
suponiéndola definitiva vuelve -¡meses o años des- lugar del “paquete neurótico”, fundamentado en la lentendidos ni síntomas, se podría pensar que eso es
pués! -, sólo para enterarse que el amado/a se en- oscilación antinómica del deseo y el goce, tal como una respuesta a la vida… realmente muy bien esta-
cuentra muy enamorado de un “extraño” Lacan la enunció y sostuvo -por lo menos en un bilizada. Unas cuantas “frases hechas” -archirrepe-
inesperado, incomprensible. largo momento de su obra -. El deseo, como marea tidas -, algunos prejuicios y con algo de suerte… se
De la expectativa angustiada freudiana, tocando inhibitoria y el goce, como repetición devastadora puede vivir cien añosv. Parece la descripción de una
el cielo en su esplendor, para besar el humo de la de la escenificación repetitiva.iv pareja obsesivizada -casi psicótica, sin subjetividad,
ruina trágica. El más allá del principio del placer hace estallar es decir, absolutamente objetivista y actuando ex-
el deseo-en-tanto-que-defensa, ese cotidiano desen- clusivamente acorde a fines -. Además de que esto
Rasgos esenciales: cuentro del neurótico, su máscara antipulsional, pu- es un hallazgo raro, si es que existe, para mí aquí sólo
1) El sujeto se ha deslizado de la espera al por- ramente represiva. En esta fragmentación habría inhibición de la pulsión, arquitectura yoica
tento y de allí al desastre, aunque siempre con una desencadenada se “recupera”, actualizada, la fiereza fortificada.
absoluta irresponsabilidad subjetiva de su parte. No superyoica, fundamentalmente en el entramado re- 2) LA PARTICIÓN DEL OBJETO: en un segundo paso
hay operatoria de la castración alguna. presentativo de la “mente”. imaginemos una versión algo más descalabrada de
2) Lo que se ha constituido entonces es un estado Este goce -así, tan burdo, digamos -, es “preedí- estos sujetos -más complejos, más conflictivos, más
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creíbles de hallar - que estuvieran en entrevistas yuge. Como sea, algo está por ocurrir y por eso nos Esbozamos aquí una alternativa más simbólica,
analíticas y que, encuentro tras encuentro, relatasen ha llamado: pronto un estallido semejante a los que que sonará más “fría” desde el ojo del éxtasis, pero
su monolítica división del objeto: a) su esposo/a, a ya describimos acontecerá y resquebrajará todo su que es artesanalmente vivible. Pensamos en el acto-
los cuales se les supone no querer saber nada de lo esquema de vida anquilosado. Una atmósfera de de-besar como la efectuación de un trazado pulsio-
que el otro hace fuera de casa y… b) sus amantes. disgregación potencial, desde el interior de sí nal, como un arte. Hay arte erótico también:
Todo cierra: el sujeto, en las entrevistas se muestra mismo, está ya implotando sordamente. Falta que requiere paciencia, conocimiento, respeto por el
como un ideólogo del conocimiento de lo que es el explote. otro, así como confianza y mucha práctica. Puede
otro sexo, de lo que necesita un hombre, de lo que llegar a ser delicioso, aunque nunca sea “incendiario”,
se debe permitir una mujer y, por lo tanto, de lo que VIII “extático”, “inolvidable”, “único”.
supone es la vida amorosa universal de los seres hu- Usualmente, a los sujetos que están poseídos por
manos. Podría pensarse que aquí las cosas andan Como sea, se trate de jóvenes llenos de tropie- un fantasma activado -y que son devotos de su fun-
aún más aceitadas, tienen más juego, incluso pul- zos o parejas enquistadas en respuestas cerradas, ¿en cionamiento-, absolutamente todo lo que implica
sionalidad. No lo creo: falta un paso. Me parece que qué terreno aparece “ese algo más”, que desencade- esfuerzo y contrariedades los apaga, les aburre. Con-
estas son una sarta de ideologemas que ocluyen nará la extrañeza de la repetición que hemos estu- versar con una muchacha recién aparecida o con un
compulsivamente otra cosa… que aún no se ha pre- diado en detalle? desconocido, sencillamente para conocerlos -cono-
sentado. Pues, en este tipo de juegos alcanza gran impor- cerlos realmente- no les genera ninguna exaltación,
3) ANGUSTIA Y DEGRADACIÓN: si buscan amantes tancia la cuestión de la mirada, es decir, el teatro es- por lo que desisten. Ellos manifiestan un desinterés
es porque alguna emergencia del afecto de angus- cópico. total por el otro como “otro-de-ellos-mismos”,
tia, al menos ligera o recurrentemente, le suscita su En el área coagulada de los fantasmas visuales, como alteridad.
vida y, especialmente… su compañero/a. Empiezo mentales, impresionantes para el sujeto hay un tin- “Sumido” en su guión, el sujeto renuncia al co-
entonces a suponer que no se puede lanzar decidi- glado de escenas opacas, desfiguradas, pero sor- nocimiento del pequeño otro real. Más allá de los
damente a disfrutar con y de éste en su vida. O bien, prendentes en su aberración. malentendidos significantes este “próximo” es el
no ama más al partener oficial… o bien, no lo desea. Aberrante, en sentido etimológico es “andar único que se puede experienciar como hallazgo de
O, como ocurre generalmente en estos casos, nunca errante”: sin orientación propia y apropiada, lle- la castración, el único espacio donde anida lo que
pudo soportar su deseo sexual descarnado, de vado por fuerzas incognoscibles. El aberrado se ha uno puede degustar y, también, lo que, si lo pierde,
“macho” o de “hembra”. Es decir, me propongo sos- desviado, aparentemente, de su curso… hacia otro puede extrañar, sufriendo al recordarlo. Allí tam-
pechar: ¿Por qué vienen a las entrevistas? ¿Por qué sendero que le resulta -según supone - ajeno. Pero bién se aloja lo inaccesible -pero fascinante - que
continúan con ellas? ¿Será todo tan estable? ¿El otro tarde o temprano, advierte que existe una intimidad motoriza la continuidad de la relación.vii
realmente no quiere saber y rehúye el deseo en un inquietante en eso tan distante. Esto no es terreno de goce mental y fantasmá-
pacto sórdido y complaciente? ¿Los terceros nunca Agrego que en óptica las aberraciones son im- tico, sino un enhebrado de posibles memorias fe-
los angustian? ¿Por qué duran tan poco esos víncu- perfecciones de las imágenes donde un punto del chables. Hitos en la vida del sujeto, marcas que lo
los rotativos? E, hilando e interrogando más fina- objeto no se refleja biunívocamente en el mismo han transfigurado, productos de dolores fecundos.
mente, ¿no hay en los encuentros algunos síntomas punto de la imagen, sino que se distorsiona. El sis- Llamemos recordar a la evocación “sentida” de
sexuales? tema óptico parece fallar y no devolver el éxito de lo esas pequeñas cosas -diría Joan Manuel Serrat -.
4) UNA SEXUALIDAD “A LA DERIVA”: creo que en esperado. Por ejemplo, cuando él silbaba y desafinaba es-
estas circunstancias lo que prima es la vacilación del Hay refracción anómala: surtidor de disparos in- pantosamente al ducharse, pero eso lo hacía tan,
imaginario de un Otro que ya hace rato ha dejado esperados, desencadenados. Un trueno en un día se- pero tan querible… para ella. Eso no era ruidos o
de dar respuestas. Los condicionamientos ideológi- reno altera la inmovilidad del sujeto para llevarlo a chillidos, sencillamente es que él estaba contento de
cos tan explicativos y estereotipados encubren que una zona sin tiempo, sin movimiento, sin otra cosa compartir su existencia con ella.
este sujeto no sabe qué hacer con su sexuación. Hay que la repetición. O el notorio gesto de contrariedad que ella es-
un listado de problemas encubiertos posibles. Por bozaba cada vez que se le quemaba esa comida que
ejemplo, puede ocurrir que los/las amantes, llegado IX a él tanto le gustaba, la que nunca alcanzaba a sa-
cierto punto, empiecen a demandar más ternura o lirle del modo exacto en que se veía en la foto del
tiempo juntos; o el mismo sujeto haya comenzado Terminaremos pensando un poco lo que no libro de recetas. Pero ese platillo, pese a ello, y aun
a encariñarse con alguno de ellos, lo cual amenaza ocurre en estos casos: ¿cuál es la dificultad específica sabiéndolo -porque bien la conocía -él nunca dejó
con un conflicto más serio; o los síntomas sexuales de la neurosis? de comerlo.
que siempre dificultaron la relación con su cónyuge, En general, conocer las “cosas” del otro, lo que ¿Por qué? Es sencillo, lo hacía… sólo por cenar
llegado cierto punto, se presentan también en la re- le concierne, suele ser distante de lo propio: apaga la con ella.
lación con los terceros; o mucho peor aún -y mucho relación, la vuelve más trabajosa. En estos sufridos
más inmanejable -: intuye que su propio mujer o su sujetos -célibes o promiscuos, inveteradamente ryafar@hotmail.com
propio marido tienen, ellos también, un amante. solos o casados hace décadas - hay una tendencia a
Como sea, están dados todos los elementos para el no querer trabajar por la pareja en lo más mínimo. Notas
último paso culminante. Porque, por el contrario, conocer a otro seriamente
implica mucha dedicación. i
“Ana-cronos”: situarse al borde del tiempo. No seguir su line-
5) ENCENDIMIENTO DEL FANTASMA: hasta aquí he Aprender a conversar con alguien representa alidad, es decir, ubicarse sincrónicamente en el instante del su-
deshilvanado lo que al principio llamé el estado pre- toda una labor, encontrar a alguien con quien se jeto.
vio. Debido a una subrepticia acentuación de estos pueda hablar es más bien raro. Es un arte “enten- ii
Prosigo las elaboraciones de mi último libro, FANTASMA EN-
problemas inesperados, el sujeto hace lo que siem- derse” a partir del discurso, no de los gestos su- EL-BORDE-DE-LA-NEUROSIS, Raúl A. Yafar (Ricardo Vergara Edi-
pre se negó a hacer… concurre a entrevistas con un puestamente significativos. Pero también es un arte ciones, 672 páginas, Noviembre 2012).
analista. Ha intentado anteponer su ideología sobre el besar o hacer el amor: es un arte complejo el de iii
A este proceso Freud lo llamó, a partir de un texto de Ferenczi,
la vida amorosa, pero la sabiduría callejera, precisa- disfrutar de la vida. Son responsabilidades que de- introversión de la libido, apuntando a definir la transferencia ne-
mente, no le está “rindiendo” más. Lo que leo es que mandan dedicación y entrega, que tienen sus ven- gativa.
el escenario de la repetición está próximo a encen- tajas y desventajas, que se insertan dentro de un iv
Ver la nota dos.
derse: recién ahora y en cualquier momento la fan- proceso, de una dialéctica, es decir: la idea de cons- v
En realidad, esto es mentira: este sujeto supone que es eterno.
tasmática hará su aparición. El sujeto estuvo con trucción y de labor concierne directamente a la se- vi
Lacan, últimas clases del Seminario de la Angustia.
frecuencia al borde de caer en ella y la evitó expul- xuación en todos sus detalles. vii
No hay relación (rapport) sexual, pero sí encuentro sexuado.
sando al amante de turno… o su discurso cínico ce- Hay una disciplina del amor para que éste sea
rraba cualquier aventura novedosa… o se hacía el productivo y llegue al “goce más eficaz”vi, pese a los
tonto con el comportamiento inusual de su cón- malentendidos de lo simbólico.
Actualidad Psicológica Marzo 2016 • Página 9

El cuerpo en El vinculo de pareja y la metamorfosis


del amor
“La intersubjetividad es lo que comparten estos
sujetos formados y vinculados entre ellos por sus
sujetamientos recíprocos –estructurantes o alie-
omenzaré por exponer el marco nantes– a los mecanismos constitutivos de lo in-

pareja y la C de pensamiento psicoanalítico de


referencia en relación a: amor,
cuerpo, sexualidad, enamora-
miento y vínculo de pareja.
En psicoanálisis no podemos pensar el amor sin
consciente: las represiones y las renegaciones en
común, los fantasmas y los significantes comparti-
dos, los deseos inconscientes y las prohibiciones
fundamentales que los organizan”.
En este espacio psíquico de Pareja converge lo

metamorfosis su par dialectico, el odio. En pareja cada una de las


posiciones contiene a la otra. Dar cuenta de la me-
tamorfosis del amor en el vínculo de pareja conlle-
que los une y lo que los diferencia. Como el autoa-
nálisis, el trabajo psíquico de la pareja es intermi-
nable. Los distintos momentos del ciclo vital dan
varía el proceso de indagación de todos los nexos lugar a que cierta atemporalidad de cada miembro
entre los dos sujetos que la constituyen y las vicisi- de la pareja cobre dimensión en la atemporalidad

del amor tudes de la relación.


Pensamos el espacio de pareja desde una con-
cepción de intersubjetividad con René Käes:
del otro, lo compartido concierne a lo consciente y
a lo inconsciente en esta atemporalidad en la que
están anudados.

Paloma de Pablos
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El amor y el cuerpo trabajo de elaboración psícosexual ante perdidas Sexualidad, sensualidad y ternura
narcisistas, como las que están determinadas por los
Los dos aspectos imprescindibles en el amor son cambios corporales de la edad, la maternidad, cam- En la sexualidad de la pareja, el fantasma del que
las palabras y el cuerpo. Diríamos que el amor es un bios metabólicos o la enfermedad, por accidentes depende tanto el ideal como la excitación, ha de
diálogo apoyándose en el cuerpo, y ambos, palabras con daño corporal. estar sostenido intuitivamente entre ambos miem-
y cuerpo, apuntalando y sosteniendo la seducción y En la intersubjetividad, el cuerpo de la alianza bros. En las fantasías sexuales se contienen la con-
la excitación, lo pulsional y lo afectivo. Todo ello de pareja ha de participar de ser soporte de los mo- diciones fantasmáticas de la excitación de cada uno
dentro de los momentos que Freud llamó “corriente vimientos de defensas e investimientos, consecuen- y ambos: En el cuerpo a cuerpo con el otro reside el
de ternura” en los intervalos de la relación sensual cias de la ampliación de la subjetividad, en la trabajo inconsciente de lo sexual. La intimidad re-
genital. En el amor, las palabras son lo psíquico de apertura a nuevas identificaciones, de la reciproci- cupera su valor en este encuentro donde ternura y
lo psicosexual, y el cuerpo es lo sexual de lo psico- dad con el otro y los otros, ante todos los aconteci- sensualidad encuentran una química inesperada.
sexual (César Merea). mientos epocales que afectan a la relación amorosa La cualidad del contacto corporal y afectivo
Sugiero hablar de la metamorfosis del amor para de la pareja. crean el secreto de fondo de la pareja. Las fantasías
desplegar toda la polisemia y la ambigüedad que en- se dibujan en la danza de los cuerpos, las palabras
cierra el proceso amoroso en la relación de pareja. Vínculo y cuerpo allí pueden añadir susurros y ritmos o romper en
Esta metamorfosis es un proceso constante, y toca al mil pedazos la frágil ilusión de plenitud de una en-
cuerpo y es en el cuerpo donde recaen también Siempre volver a resaltar que el vínculo nunca soñación compartida.
múltiples significados, miradas y caricias que se jue- es de dos, en el amor, la sexualidad y el escenario de La sexualidad es la invitación a la satisfacción
gan en los vínculos, entre los miembros de la pareja los cuerpos, el tercero está presente en tanto grupo entre dos sujetos deseantes. La búsqueda del placer
y con los otros. y discurso. El vínculo entre los protagonistas está sexual con su gran empuje, es una fuerza constante
cruzado por lo permitido y lo prohibido, ha de con- de la que hombres y mujeres no puedes sustraerse.
El amor va a buscar su objeto en el objeto de la tener el reconocimiento del otro en sus particulari- El empuje pulsional de la sexualidad ignora las es-
pulsión. La pulsión sexual nace apuntalándose en dades y emociones. Así los cuerpos están taciones y las edades de la vida; si todo va bien, hay
las pulsiones de autoconservación. Encontrar el ob- atravesados por todas estas dimensiones intersub- un lugar o una entrada de la pulsión sexual en el yo,
jeto es reencontrarlo. El amor es “ñam ñam” jetivas. “El cuerpo es la parte más delicada, más vul- que puede ser percibido y vivido como fuente de vi-
(Lacan) apuntalado en la satisfacción de la necesi- nerable, la más deseada por el otro” (Eiguer). talidad, y experiencia enriquecedora.
dad de alimento. El enamorado mama su objeto ¿Qué importancia otorgamos a la alteridad En esta experiencia, el yo puede admitir grandes
tanto como lo desea (Assoun). desde nuestra óptica intersubjetiva? La alteridad, en cantidades de libido y se autoriza a abandonarse a la
El amor es tensión pulsional y sentimiento por el el vinculo, esta siempre pendiente de encontrar su experiencia de la posesión y el éxtasis, la pérdida de
otro. Dos corrientes gobiernan la vida pulsional, la lugar, ser aceptada, conquistada, y siempre irreduc- los límites en la pasividad y la actividad, usar al otro
tierna y la sensual. La tierna es la más antigua y la tible (Käes) o la forma en que se va creando en el y ser usado en el disfrute sexual, y todo ello, desea-
primera en aparecer en la escena del amor. La sen- “entre” del vinculo, la ajenidad interpuesta y su blemente, a condición de tener la seguridad de vol-
sual abre las puertas a alteridad, y las metas eróticas efecto de imposición, contiene la posibilidad de cre- ver a reorganizarse después en la diferenciación y
son reconocidas por la presencia interpuesta de la ación de lo diferente, con su quehacer ante la sor- los limites.
singularidad de otro. presa, y el acontecimiento (Berenstein). “Aunque la caricia forme parte de los prelimi-
“El amor sexual genital asegura las más pode- nares del amor sexual, lo acompañe y lo continúe, es
rosas vivencias de satisfacción” (Freud). Esta con- Retomo aquí el valor de los desarrollos Freudia- en todos los casos animada por una pulsionalidad
vicción preside todas las propuestas para alcanzar nos sobre lo diferente pero afín, recogidos por Bea- inhibida en cuanto a la descarga” (Freud 1905), sólo
la felicidad, y la máxima satisfacción es el amar y triz Burstein en un trabajo donde expone cómo en en el “balizaje de los orificios y las zonas eróticas, la
ser amado que finalmente converge en las relacio- la pareja el otro puede aparecer como representante caricia tiene otro objetivo” (Eiguer).
nes sexuales. de lo nuevo o mensajero de lo mortífero. El trabajo La ternura favorece la autoestima, en tanto es el
El amor se infiltra en los intervalos del deseo, se aporta la reflexión sobre los movimientos de vida y medio de recuperar el narcisismo compartido que
apoya sobre la periodicidad de la necesidad sexual muerte, la tensión vital que resiste la tendencia de reconforta. Contiene la altura de valor que se com-
del otro y la capacidad evocatoria del deseo. El amor retorno hacia lo inerte, involucrada en el vinculo de parte en el vínculo.
es una prima de valor agregada el deseo. No hay pareja. Otra perspectiva desde la que pensar la alte- La co-creación de esta sexualidad genital entre
amor sin afecto, lo que distingue la satisfacción se- ridad y en su doble dimensión posible. el masculino y el femenino adulto, provoca reorde-
xual del amor. Pero en cuanto el amor se presenta namientos de la economía psíquica intra e inter-
trae acompañantes inesperados: el miedo al aban- En el trabajo de Alberto Eiguer titulado “Cari- subjetiva, enriquecimientos subjetivos recíprocos,
dono y la muerte, la infidelidad... cias robadas. El cuerpo en la intersubjetividad de los con representaciones compartidas, cargadas de
El compromiso del cuerpo en la vida de pareja vínculos familiares”, hemos encontrado inspiración afecto.
tiene múltiples condicionantes, también sus edades. para recorrer la experiencia del cuerpo en pareja. La cualidad de lo femenino en ambos partenai-
En el vínculo de pareja, en su estrato más profundo, Confrontando la primera impresión de que nos res determina la riqueza en las relaciones sexuales
“se comparte el narcisismo y los procesos primarios puede parecer que el cuerpo es por excelencia una de la pareja. La ternura es un principio materno y
juegan un papel decisivo” (Eiguer 2008). En la elec- entidad individual, y que somos uno e indivisibles y femenino por excelencia. Se da una paradoja entre
ción de pareja, el cuerpo es soporte y continente de que desde esa apariencia tendríamos un senti- excitación y ternura, en torno a lo femenino de la
todo lo que está en juego, de lo representable y de lo miento de identidad íntegro y eternamente unita- sexualidad genital: para salir del lugar materno, que
irrepresentable. rio, mientras que “La identidad es compuesta y el convoca lo incestual del fantasma, el ideal femenino
El amor enlaza el objeto de amor a la función de fruto de un reconocimiento que se enriquece de la ha de rebajarse (del objeto Dama del amor cortes a
la ausencia, conecta con las características y estruc- mirada que nosotros nos dirigimos como si fuéra- la Mujer que excita), al tiempo que para sostener el
tura del vínculo primario. La matriz vincular pri- mos otro”, e incluso añade “…varios otros a la vez”. éxtasis y el abandono con el otro, sólo la caricia
maria es convocada en el vínculo de pareja: en sus tierna asegura la introducción de ofrecer el autoe-
resonancias de atracción, en un reencuentro empá- El cuerpo y la mirada están en el registro de la rotismo, para ser usado y disfrutado por ambos.
tico (reverie, holding) reanuda y nutre la vitalidad imagen del cuerpo, registro de lo transubjetivo y Aquí se puede hablar del peso del fracaso de la
psicosexual. Por el contrario en su imposibilidad re- transgeneracional. A lo que se ha de añadir el integración de la bisexualidad en los juegos del
paradora, el vínculo de pareja deviene tóxico, pre- cuerpo psíquico, como efecto de las vicisitudes de amor y sus efectos: es en ese fracaso donde se pre-
sionando al vaciamiento energético y la las caricias vividas. La cualidad de la caricia es cons- senta con frecuencia el rechazo de lo femenino, y el
desvitalización (Maldavsky). tituyente del psiquismo, desde que forma parte de la origen de una defensa en la mujer, que hace desfa-
unificación del “yo piel” (Anzieu, recogido por Ei- llecer el deseo sexual.
Las vicisitudes del cuerpo del amor contienen el guer en el mismo artículo) Desde otro lado, el amor sexual genital favorece
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el duelo del lugar en el vínculo con la madre, tanto En la perspectiva intersubjetiva revisamos el ras- La Alianza inconsciente es para René Käes “un
en la mujer como en el hombre (identificación es- tro de pensamiento grupal y sobre el vínculo, donde proceso y un medio de realización de metas in-
pecular con ella, o de ocupar el lugar de estar en su encontramos en las referencias a pareja y familia: conscientes”, de las cuales lo esencial sería el mante-
deseo). La sexualidad en la pareja es una co-crea- entre las sugerencias primeras, “el malentendido o nimiento del vínculo y su instalación en la
ción que se actualiza en sucesivos movimientos de falla básica de la relación de pareja” (P. Riviere). Y en duración. Contrayendo alianzas, los sujetos de un
unión y diferenciación, el vinculo de lo sexual in- los desarrollos de la idea sobre “Contrato narcisista” vínculo refuerzan en ellos y entre ellos “las investi-
consciente, reanudando el sentimiento de lo que es de Piera Aulagnier, nos interesa la concepción de duras narcisistas y objetales de las que ellos tienen
femenino y masculino. René Käes sobre “Alianza inconsciente y Pacto De- necesidad, los procesos, las funciones y las estruc-
Cuando en la pareja hay falta de ternura y pre- negativo”: turas psíquicas que les son necesarias y que son re-
valece la desvalorización, el vínculo no alcanza su “El espacio psíquico grupal de la pareja: la reu- sultantes de la represión, de la renegación, del
capacidad reparadora (Vicent García). Esta función nión de dos o más sujetos da lugar a la emergencia rechazo y de la denegación”.
curativa del vinculo de pareja vendría del insistente de un nuevo espacio psíquico distinto de aquél de En la articulación de la trama hay un ideal ape-
anhelo de lograr una vivencia de reparación simbó- los sujetos que lo constituyen y cuya estructura es nas dicho, siempre presente, el depósito en el otro
lica y afectiva, de los agujeros y traumas primarios dinámica, dicho de otro modo, constituido por un de ese ideal de cada uno, que hace aparecer al otro
que ambos transportan, mediante el continuo tra- conjunto de fuerzas que pueden oponerse, refor- como un sujeto ideal, con el mayor o menor clivaje
bajo psíquico de recuperación de la dimensión ob- zarse o unirse para dar nacimiento a otras que de de los aspectos que se precisan rechazar, desmentir
jetal en el vínculo (recuperación de la capacidad de allí resultan” (René Käes) o renegar.
excitación, de la piel vincular, reaseguramiento de Confluyen en el ideal una necesidad nutricia
una identidad trófica en la pertenencia con el otro). Estas fuerzas son de origen pulsional. Allí, una (oralidad originaria), con la envoltura de un “cen-
Si el vínculo no contiene las frustraciones ac- nueva realidad psíquica se instaura “que se especi- tellear” fálico (efecto fetichista del amor, Assoun).
tuales, y las capacidades de aportarse recíproca- fica por las relaciones de sujetos en tanto ellos son No hay resignación del Complejo de Edipo sin
mente el trabajo de elaboración psíquica, la sujetos del inconsciente”. Lo “compartido” es, como duelo por este lugar fálico. El enamoramiento es es-
búsqueda de placer queda en suspenso, cuando no él escribe, “la parte que toma cada sujeto o […] el tablecer un espacio psíquico donde generar la ilu-
desestimada, rechazada, o por fuera de la relación. lugar propio y complementario que él ocupa en un sión de librarse de ese duelo. Reanudar esa ilusión
fantasma, una alianza, un contrato, un sistema de- forma parte del trabajo psíquico de la pareja.
Enamoramiento fensivo común respecto al vínculo”. Finalmente, es Retomo con César Merea la idea de que el par
también diferente, lo que quiere decir que una parte dialéctico enamoramiento/diferenciación perte-
Las indagaciones sobre el origen y la sobre-de- de este espacio permanece privada y singular. Es la nece al campo del narcisismo y la individuación
terminación inconsciente de la elección de objeto parte que le corresponde al sujeto singular, aquella (yo realidad externa) y el par dialectico enamora-
en el enamoramiento recorren en psicoanálisis los que no es ni común ni compartida. Es un espacio miento amor al área del deseo, y de múltiples y di-
mismos hitos: la elección narcisista del objeto y subjetivo individualizado. Además, los vínculos son ferentes deseos. Y continúa Merea: “Pero el que
elección por apuntalamiento en la mujer nutricia y una composición variable entre estas tres modali- estas áreas puedan potenciarse cuando se alinean
el hombre protector. dades: lo común, lo compartido y lo diferente. el yo y los deseos eróticos en la actividad libidinal,

Instituto Argentino
de Trastornos
de la Alimentación
1999 - 2016
Diagnóstico y Tratamiento
El Instituto Argentino de Trastornos de la Alimentación,
es una institución dirigida al tratamiento de las
patologías alimentarias dependiente
de la Asociacion Civil Bienestar.
Tiene como destinatarios de sus objetivos,
a través del área de asistencia,
a aquellas personas que padecen trastornos
de la conducta alimentaria, su núcleo familiar y social.

Av. Republica Argentina 1367. Rafael Calzada.


(1847). Pdo. de Almirante Brown.
Bs. As. Argentina. Tel. 4219-2696
www.asociacionbienestar.com.ar
Página 12 • Marzo 2016 Actualidad Psicológica

no significa que siempre marchen juntas, pues profesores y que la vida siguió. Su hermana no pa- todo el espacio-tiempo con sus rutinas obsesivas de
también se entrelazan con momentos de odio-se- raba de llorar, ella nunca perdió la alegría. auto cuidado y relación con los objetos de la casa; él
paración”. Desde esa perspectiva, la evolución en siente que no tiene ya lugar en ese espacio casa. Él, en
salud del vínculo pareja se puede pensar desde la A los 18 años sufre una hemorragia cerebral, du- su dificultad para investir un entorno-mundo-casa,
capacidad de transitar dentro de la espiral, ena- rante una exposición en clase, que le dejó paralizado ya que la huida ha marcado su estilo de “supervi-
moramiento/diferenciación, esto permite las el lado izquierdo de su cuerpo. Salió con un diagnós- viente”, no consigue organizarse para contenerse en
transformaciones activas para ambos polos del tico incierto, tuvo que volver a aprender a andar, “no un espacio desde él.
psiquismo en el devenir de la pareja. tenía miedo…”, pero paradójicamente después de su En el proceso que se abre en el tratamiento de
El enamoramiento ya no sería sólo el inicio de recuperación, dice que tardó 14 años en volver al mé- pareja, planteo espacios individuales y de pareja.
un ciclo que culminará eventualmente en lo que se dico. En esa ocasión la trataron con radioterapia “para Cuando se comienza a hablar de qué fue de las re-
llama “una amor maduro”, expresión que en reali- terminar de resolver el riesgo de una repetición”. laciones sexuales y el deseo, el cuerpo hizo presen-
dad incluye la convicción de que es una desilusión, Desde entonces tiene “miedo a perder el control. He cia: en ella, con una crisis de anginas que la dejó sin
cuando no un desamor. estado 20 años temiendo que volviera a suceder”. habla en 10 días, para reelaborar lo no hablado, la
En el vinculo toxico, cuanto más piense en el Piero interviene: “La conocí en la parte final de disociación-escisión de emocional innombrable-
“otro”, más se prende el enamorado del objeto que ese tiempo. Nos veíamos como dos perros que se impensable. Él cae del lugar idealizante idealizado
lo sostiene en su fantasma, que le presta compla- huelen, porque saben lo que tienen parecido (…) con un cólico nefrítico. Derrumbe del sujeto ideal,
ciente sus rasgos. Desde esta perspectiva estaría in- Cuando era pequeño mi madre entraba y salía de entrada a tratar y hablar del cuerpo de él, puerta a
tensificando la fijación narcisista más primaria, hospitales, yo era el mayor”. elaborar sobre el desamparo negado.
donde todo amor es auto enamoramiento por ob- Percibo que Piero ama en Aurea la elegancia con
jeto interpuesto. que envuelve su invalidez, es el componente que le Vivir en pareja, obligados a la
permite reanudar su posición fálica infantil, ha- exaltación, sometidos al
El que ama ha pagado con su narcisismo y sólo ciendo de cuidador de una madre enferma crónica, desligamiento.
queda resarcido siendo amado. El sujeto enamorado desvalida. Desde esa posición mantiene la forma-
que esté indiscutiblemente dopado por el amor, ción reactiva conque desestima su propio desvali- Santos y Leyla. De 38 y 46 años, una pareja de
corre el riesgo de terminar desvitalizado. miento infantil. La película en la que ve su hecho, orgullosos de esa elección como forma de
Si es así, iniciar la ruptura, en la retracción del ensoñación reflejada es El hijo de la novia; él se ve en vida en común.
desligamiento sensual, es encontrar la defensa para el padre, la ironía es que no puede ver que a la vez
desembarazarse de la pasión vampírica sostenida en es su lugar de hijo, el que está allí dislocado. Desde Vienen porque se dan episodios de violencia fí-
el vinculo. Podemos entender esta defensa como ese enamoramiento trata de librarse del duelo de su sica entre ellos. Santos pierde los nervios y rebasa el
una regresión a una posición ya vivida, reacción lugar infantil, donde en realidad no hay ningún respeto y las formas. Leyla plantea que es por efecto
ante la colonización en vínculo primario, situación lugar para él, dice que “sabiendo siempre de mi de- de fumar mucha marihuana. Él se lamenta por su
que se acompaña del riesgo de necesitar del sostén samparo”, sin otorgarle ninguna carga afectiva, al impulsividad, pero niega la importancia de la sus-
de un vínculo actual que contenga la regresión, en llegar a la terapia estaba en una eterna huida hacia tancia y el alcohol, los dos son bebedores.
el mejor de los casos un vínculo terapéutico donde adelante. E A los meses de conocerse, Leyla se quedó emba-
pueda ser trabajado. Este hombre ha vivido todo tipo de riesgos, te- razada; era precipitado, pero quisieron ir adelante.
merario, de vuelta de todo, inteligente, muy capaz, Él se estaba separando de una mujer con la que lle-
Los casos héroe adolescente voluntario a la mili, enviado a la vaba 10 años de relaciones sin poder avanzar en
guerra de Irak, y después buscador de batallas sin fin, ningún proyecto en común. Leyla había vivido un
En las tres parejas de las que vamos a hablar, la empresariales, en varios continentes, cada vez más par de relaciones con muchachos que eran “dema-
ausencia de deseo en las mujeres no estaba en la de- lejos, más complicado, hasta encontrar su límite en siado niños para ella”.
manda terapéutica. En el proceso de tratamiento, una gran multinacional de la que es expulsado por Santos es el tercero de una fratría de 4. El padre
emerge en el discurso ante ciertos avatares en el de- pretender hacer de justiciero en un negocio dema- muere siendo adolescente. La madre siempre tuvo
venir de la relación: en la primera, ante una pérdida siado grande, sin pertenencia suficientemente reco- su preferido en el mayor. Santos mantiene una rela-
y desvitalización; en la segunda, por una exacerba- nocida, sin apoyos. Mercenario para la empresa, ción de rivalidad con este hermano, siempre de-
ción de excitaciones, y en la tercera, ante un mal- héroe sin reconocimiento para sí mismo. mostrando su mayor valía, en estudios, en deportes.
trato emocional crónico. Entre los asuntos tratados se manifiesta que lle- Es ingeniero tiene un buen sueldo. En la fratria
van más de tres años sin relaciones sexuales. Ella están los que se van muy lejos y los que se quedan
Queremos investigar aquí el potencial de análi- perdió el deseo, pero se niega a sentirse la única rezagados en dependencia de la madre, la casa fa-
sis de este emergente como representación de una culpable. También se perdieron dos embarazos, vi- miliar y de Santos que se hace cargo. Se ha quedado
defensa, ataque a la ligadura sensual, aparentemente vidos como “cuerpos extraños”, ella no pudo sen- en el lugar parental protector de sus sobrinos, “el
en manos de la mujer. Ellas rehúsan y se niegan con tir el deseo de ser madre ¿Él no la reclamó por mejor y no reconocido”.
su “no”. ¿Un límite en el cuerpo para sí mismas? temor a dañarla? ¿Qué vuelve de lo mortífero en Leila es la pequeña de 5 hermanas, la más mi-
¿Para el otro? ¿Qué Mujer, Dama o Diosa habita en esta adoración de la Dama, para uno y otra? ¿Qué mada de su madre, y la más festejada por el padre.
el sueño del vínculo? ¿Qué varón es el acompa- ensoñación aporta el héroe a los duelos no elabo- Ella era la “peor de las hijas” para la madre, la más
ñante, súbdito, patrón? ¿Qué erotismo puede inves- rados por ella, la muerte del padre, el cuerpo per- rebelde, finalmente la mejor.
tir el cuerpo en estas parejas? ¿Qué parte del cuerpo dido, la maternidad? Al año de nacer la niña se separan, cada uno se
queda por fuera en el fracaso del erotismo? Ella percibe que en la adoración que él la pro- organiza en torno a familia y amigos. Seis años des-
fesa algo le dice que no es deseada por sí misma, hay pués muere la madre de ella, y Santos vuelve a en-
La Dama y el héroe masoquista algo más allá que la inquieta: no sabe qué es lo que trar en su vida, conteniendo su desmoronamiento.
Piero ama en ella, que sin saber ella sostiene, la pre- Vuelven a vivir juntos.
Aurea y Piero, de 48 y 55 años. Ella española, él gunta es a dónde fue el deseo en él. Ella tiene la im- Hay un desenfado en exhibir rivalidad: el gusto
italiano. presión de que él, en su desenvoltura de hombre de por la fiesta y la resistencia a la bebida, el uso de ma-
mundo y desde su posición de “adoración por ella” rihuana, la presencia de los terceros en la relación,
Aurea impresiona por su elegante sencillez. En se la come. Ella busca una salida, propiciar una se- parejas anteriores con las que no hay relaciones se-
seguida comenta la muerte de su padre a sus 9 años, paración temporal pero sin perder el vínculo, pro- xuales, pero si cierta presencia en exclusividad que
de cáncer de pulmón, fulminante, en un mes. La fa- puesta a la que él entra sin objeciones desde su se mantiene, y de fondo los amigos en ella y la fa-
milia queda muy “tocada”, sobre todo la madre. apuesta por la relación, donde enfatiza la necesidad milia en él como pertenencias que interfieren y sir-
Aurea no tiene apenas recuerdos, su hermana del tratamiento para ella. ven de reaseguramiento a cada uno cuestionando la
mayor es la que los tiene. Sólo recuerda decirlo a los Él dice que ella es como el gas, va invadiendo validez del vinculo de pareja..
Actualidad Psicológica Marzo 2016 • Página 13

Ella expone que Santos es hiperactivo, no para satisfacción y las necesidades de él son un pozo sin tiempo de las quejas por la frialdad, ante el avance
de proponer todo tipo de actividades lúdicas. De- fondo y desborda los intentos de contención de de las confrontaciones de ella y el distanciamiento
portes de riesgo, él dice “la adrenalina es impres- María, en la que avanza una posición en retrac- resultante.
cindible”, ella es más tranquila, siempre está ción, desmoronando su sentimiento de si, resen-
deseando dormir más, le cuesta acompañarle, tida por las continuas críticas y quejas de su Estas tres viñetas muestran las dificultades para
luego lo disfruta. Él le demanda relaciones conti- marido. En fracaso su esfuerzo por sostener el vín- alcanzar la creación de la sexualidad en las parejas.
nuamente, ella se defiende poniendo distancia culo, sigue sintiéndose responsable del otro, aban- Creación atravesada por las exigencias de las metá-
afectiva, porque las demandas de afecto nunca se dona el descubrimiento por su aspiración sensual. foras sociales del ser hombre, ser mujer, ligadas a los
quedan en eso y ella se siente obligada. No desea Llega a tratamiento con crisis de angustia auto- linajes de la pareja. La creación de la sexualidad está
ese tipo de relaciones. mática y vértigos. condicionada por el escenario vivido con el cuerpo
La implicación y compromiso de Santos con sus del otro, dentro del otro, dando entrada al otro. En
sobrinos son un obstáculo para hacer proyectos con La torpeza de los encuentros íntimos queda se- todos los casos resulta clarificador que no hay amor
Leila, con la que realiza un lugar protector de una pultada en ella, nunca tratada en las relaciones entre sin contrato (no firmado) de reciprocidad, para
hermana pequeña, es su mentor. De nuevo este ellos. Se culpabiliza y Arturo le reprocha el fracaso constituirse como objeto de deseo del otro. El riesgo
lugar incestual precisa del rebajamiento para en- de la sexualidad en la pareja, versión que ella no y el dolor del enamorado es verse excluido del sueño
contrarse con la mujer, y además el exceso pulsional puede ni cuestionar, ya que esta todavía inmersa en compartido.
de los requerimientos eróticos mueve una defensa una lucha por el reconocimiento de sus valores El deseo y la creación sexual revalorizan la rela-
en Leila de enfriamiento. Ella organiza su raciona- como persona y en la calidad del vínculo. ción de pareja y les hacen crecer transformando el
lización defensiva, en el argumento de que ya tiene Atrapados como están en esta metáfora de vínculo. Mientras esto llega la angustia es la verda-
una edad “es casi menopáusica”, y que a esa edad se mujer nutricia, en vínculo reparador de un agujero dera escuela del amor; el cuerpo su escenario sim-
pierde el deseo. materno del que sólo ella parece ser deudora. Las bólico y su soporte orgánico.
llamadas a la sexualidad han sido emitidas desde un
Cuando el amor contiene alguien por mayor rebajamiento del encuentro sexual, forma Bibliografía
quien sentirse insuficiente y culpable compulsiva de salir de lugar incestual que preside la
demanda sin límite de Arturo a esta mujer madre. Eiguer “Caricias robadas”. Rev. Psicoanálisis e Intersubjetividad,
María y Arturo. 56 y 54 años Las descalificaciones y desbordes de ansiedad nº 3
continuos destruyen la posibilidad de crear escenas E. C. Merea “Parejas y Familias” Lugar Editorial Bs As. 2003
Un maltrato emocional crónico. Una pareja con para la ensoñación intima. El cuerpo del amor se ha P. L. Assoun “La pareja inconsciente” Nueva Visión 2005
dos hijos, una empresa familiar de diseño y moda, transformado en una preocupación por la imagen y B. Burstein “El otro en la pareja representante de lo nuevo o
la importancia de la imagen, es el modo de ganarse la dieta, entre semana, donde Arturo demanda de mensajero de lo mortífero” Jornadas UCES, y Congreso AIPPF,
la vida de la familia. El hijo mayor sufre un retrai- María el menú prescrito médicamente. Mientras Buenos Aires 2000
miento social severo, una dismorfofobia; el segundo que el fin de semana es el tiempo de todas las trans- D. Benhaim “Intersubjetividad y vinculo” Rev Psicoanalis e In-
trabaja en la empresa familiar, en emulación y riva- gresiones del bebérselo y comérselo todo, y al tersubjetividad, nº 6.
lidad con el padre. Arturo es el creativo, María una
suerte de complemento en todos los frentes: la fa-
milia, la casa y la empresa. María pinta, es el efecto
Pigmalión que él ha elegido para elevarla. ATENCIÓN
En el transgeneracional de ambos encontramos
el rastro de una parentalidad carencial y abandó-
PSICOLÓGICA
nica. María es hija de un matrimonio marcado por Barrio Norte
un sentimiento de insuficiencia. La madre insufi- Recoleta
ciente en su cuerpo por enferma del corazón, se Once
vivió una carga en su matrimonio, el padre insufi-
ciente para trabajar las muchas tierras de sus sue- Psicólogos UBA
gros propietarios. María y su hermano son enviados
15 3 049 1305
a estudiar a la capital, muy niños, crecen en una ins-
4824- 8770
titución. Inconscientemente, María se aliena al sen-
tido de este distanciamiento, y nunca tratará sus
sentimientos con sus padres. La expectativa fami-
liar será que se case y forme una familia. Alquilo
Se encuentra en una gran ciudad con Arturo, Consultorios
que cuenta en su historia infantil con la perdida
traumática de una hermana, pérdida que no en- ALMAGRO
contró elaboración familiar, sino que derivó en una Zona Corrientes
convivencia parental violenta y denigrante a la vista y Angel Gallardo
de todos en una comunidad rural. En la adolescen-
cia fue cedido en casa de unos parientes sastres, de Te.: 4854-8242
4866-5066
los que aprende el oficio, llega a la gran ciudad. In-
suficiente para su madre ante la pérdida de la her-
mana, y en especularidad con un padre denigrado, FLORES
deprimido, bebedor, un caracterial explosivo, inicia
su profesión con éxito. CONSULTORIOS
La carencia y la desvalorización son los impen- CATEGORÍA POR HORA
sables que circulan en la pareja y la familia, des- A ESTRENAR
mentidos por cierto triunfo profesional,
protagonizado en la figura de Arturo. Desde este a 150 mts.
polo dominante, genera una demanda de atención Est. Subte Carabobo
sin límites, a la que María trata de responder en la Te.: 4 777-3411
ensoñación de “curarle” comprendiéndole. La in- 15 4 160-9656
Página 14 • Marzo 2016 Actualidad Psicológica

Obesidad y ada época produce sus formas par- con la sexualidad. Se refiere con esto a aquellas for-

vínculos.
C ticulares de mal-estar y padecer.
Los síntomas que recortan cierto
padecimiento como distónico y los
discursos que procuran inteligibi-
lidad sobre ellos son siempre propios de un momento
socio histórico. La cultura y los sujetos en tanto por-
tadores de síntomas pueden alojar aquello que los in-
mas de la sexualidad consideradas como “desviacio-
nes” por un grupo dado. Así podría decirse que G. se
encuentra con dicho control en el seno de su familia.
Pero, sorpresivamente para ella, aquello considerado
como “desviación” por su marido y su padre está
coincidiendo con lo propuesto como ideal por una
sociedad que empuja al goce (Melman, 2005). Este
terpela y los conmueve o intentar suturarlo. Y así choque de ideales en el que queda atrapada precipita

patógenos. producir un cierre que deje en la oscuridad los meca-


nismos que los producen.
La obesidad surge en los últimos tiempos respon-
cierto desvanecimiento del yo (fading) y, con él, su
entrada en análisis.
Inicialmente, G. había naturalizado que el acceso
diendo a este fenómeno. La OMS la considera una de a su erotismo, aún desde un ideal innovador, estaba
las epidemias más importantes del siglo XXI. Síntoma supeditado a que se ajustara y respondiera a dicho

Apuntes sobre que aparece en el discurso social como un exceso a


dominar a través de dietas variadas, cirugías y meca-
ideal, al estilo: “si estás linda podés gozar”, versión
moderna de Cenicienta. En lo evidente habría una
nismos de aprendizaje de nuevos hábitos. habilitación al goce sexual, mientras subsiste el em-
En las páginas siguientes nos proponemos pensar puje a una identificación a una posición de objeto.

malestares de la clínica, abordar un síntoma desde el entramado


complejo de distintas dimensiones. Por un lado, la de
las producciones de subjetividad de una época y una
Sin embargo, esto choca en el seno de su familia con
el “sistema de control de peligrosidades” en relación
a lo sexual antes mencionado. Situación imposible
cultura. Por otro, la de las dinámicas intersubjetivas. para un yo dispuesto a identificarse con el lugar que
Y por último, un vector correspondiente a la organi- el Otro garantice.
época. zación intrapsíquica propia de un sujeto, esto es, la
manera peculiar de posicionarse y entretejer las exi- En correlación con la represión de la sexualidad
gencias pulsionales con las dimensiones anterior- femenina activa propia de modalidades tradicionales
mente citadas. de pareja Meler ubica “la represión de la expresión
A través de esta operatoria nos planteamos supe- hostil” (1998). Desde algo que irrumpe, para horror
Emilce Venere rar la herencia que la modernidad impuso en la cul- de G., como un “ataqué la heladera”, compulsivo y sin
tura, aislando campos de abordaje produciendo ligadura inicial a situación alguna, podríamos decir
feudos con sus respectivos espacios de poder y de re- que el proceso a que asistimos es más del orden de la
chazo de lógicas que les resultaran extrañas. El desa- expulsión del yo y del “libramiento al interior del apa-
fío consiste en evitar forzamientos y extrapolaciones rato” (Freud, 1920) del componente agresivo. En el
simplistas que confunden antes que colaborar al abor- intento de dominar la excitación procede inicialmente
daje de la complejidad de los fenómenos que nos in- a la ingesta tóxica.
terpelan en su aparición. Podemos adelantar un primer entramado: En el
Plantearemos algunas de las vicisitudes del análi- Seminario de La lógica del Fantasma a propósito de la
sis de una paciente que en adelante llamaremos “G”. , Verwefung, Lacan nos recuerda que “lo rechazado de
para quien obesidad, amor e imperativo social y fa- lo simbólico…reaparece en lo real”. Luego, aquello del
miliar se entremezclan de manera confusa y confu- Ser rechazado en el campo del Otro, fuera del campo
sionante para ella. del cogito cartesiano, y, más allá, del “sum ergo Deus”
irrumpe desde el Ello. “Ello, es lo que en el discurso,
La impronta sociocultural en tanto estructura lógica, es todo lo que no es je, es
decir, todo el resto de la estructura…gramatical…so-
Sobreadaptada a los imperativos sociales y fami- porte de la pulsión.”
liares e identificada al ideal de cuerpos esbeltos y cur- Ubicamos aquí, en este punto de entrecruza-
vas imposibles que inundan las revistas de difusión miento, las vicisitudes de un desfallecimiento del yo
masiva, G. vivió siempre su obesidad como una tara. (je) que relanza la pregunta de G. sobre su lugar como
Así, consideraba que debía pagar con la aceptación mujer, y más allá, como sujeto. Cabe introducir que
irrestricta del maltrato y la actitud despectiva del ma- pertenece a una familia católica, de origen italiano.
rido la afirmación de que “él la quiere igual”. Imbuida Ha sido alumna, catequista y aún actualmente se de-
en estos ideales y el mito de la pareja adelgaza 35 kilos, sempeña como profesora de artes plásticas en la
cambia el corte de pelo y el vestuario y se dispone a misma escuela católica. Al comienzo de su análisis
vivir el sueño que su entorno alimentaba. también sus hijos asistían a la misma institución.
Pero la realidad con la que se encuentra la deja
azorada, desorientada. El marido profundiza la agre- Desde la perspectiva intersubjetiva
sión. Ataques, insultos e intentos salvajes de control
encuentran, para sorpresa de G., un aliado en su Tomaremos como punto de partida la definición
padre, quien alienta en su yerno el despliegue de dicho que desarrollan Maldavsky y colaboradores (2007) de
sistema de vigilancia. intersubjetividad, para quienes ésta implica “procesos
Los acuerdos explícitos de pareja organizados anímicos para tramitar las exigencias pulsionales pro-
desde una apariencia innovadora, (Meler, 1998) dado pias de los interlocutores, recurriendo a defensas fun-
que ambos trabajan, con un ingreso equiparado y cionales y-o patógenas”.
comparten las tareas de la casa y la puericultura de Esta perspectiva parte de considerar la subjetivi-
los hijos comienzan a demostrarse como una fachada dad desde una línea freudiana según la cual ésta “sig-
encubridora de modalidades tradicionales de domi- nifica procesos psíquicos (afectos, representaciones,
nio de las que G. participaba en posición de objeto. defensas) para tramitar las pulsiones, especialmente
Burin (1998, p.89), siguiendo a Castel (1984), se re- las libidinales, y secundariamente las exigencias del
fiere al “control de peligrosidades” relacionándolo mundo exterior y del superyó.” Esto supone centrarse
Actualidad Psicológica Marzo 2016 • Página 15

en los procesos dirigidos a tramitar las propias exi- nerle una barrera antiestímulo tratándolo como peli- ganizan apariencias de mujer en relación a ideales que
gencias pulsionales y las del interlocutor. gro externo. Lacan en Posición del Inconsciente (1960) se manifiestan en conflicto mientras dejan en pe-
Desde aquí intentaremos ubicar algunas líneas se refiere a un “separere”, “parirse como sujeto”, como numbra una verdad que, en tanto muda, queda em-
que se perfilan en las primeras sesiones con G. Más retomando el espíritu freudiano antes establecido. En pujada al cuerpo como la marca de un exceso. Por
allá del horror del propio acto compulsivo surge, des- este sentido afirma más adelante: “Lo que (el sujeto) otro, que en la ajenidad de lo más propio y rom-
ligado de él y del registro hostil que despierta, el mal- va a colocar allí es su propia carencia bajo la forma de piendo las coordenadas del espacio euclidiano un
trato verbal del marido. “Cuando se pone así no lo la carencia que produciría en el Otro por su propia grito y una boca se funden y confunden generando
escucho” es la manera con la que expresa sin adver- desaparición. Desaparición que, si puede decirse, otra anatomía y el par agresor – agredido, sujeto - ob-
tirlo tanto que las escenas de violencia verbal son fre- tiene a mano de la parte de sí mismo que le regresa jeto intenta un borde que falla al establecer un com-
cuentes como la manera propia de defenderse. como enajenación primera. Pero lo que colma así no plemento ilusorio en el lugar imposible del varón y la
Maldavsky (2007, p.48) profundiza la diferencia entre es la falla que encuentra en el Otro, es en primer lugar mujer. Complementariedad que desmiente esa pér-
desmentida (Verleugnung) y desestima (Verwerfung) la de la pérdida constituyente de una de sus partes”. dida fundante de una parte de sí. Unidad que G. in-
y represión. Las dos primeras “se oponen 1) a la rea- Aquella que en Freud leemos como exceso pulsional tenta restituir al estirar la mano hacia la galletita.
lidad (percepciones y afectos); 2) a los representantes separado del yo (je) y modulado desde Lacan por la
psíquicos de ellas…; 3) a ciertos juicios críticos diri- noción de goce inaccesible a la representación. Bibliografía
gidos contra el yo”, mientras “la represión se opone al Hacia el final del texto Posición del Inconsciente
deseo”. Pero, respecto de los procedimientos y recur- Lacan afirma: “…la sexualidad se reparte de un lado Burin M., Meler I. (1998): Género y familia. Poder, amor y sexuali-
sos desmentida y desestima difieren. Para Maldavsky, al otro de nuestro borde en cuanto umbral del in- dad en la construcción de la subjetividad, Bs. As, Ed. Paidós
el procedimiento de la desmentida “consiste en refu- consciente”. “Del lado del viviente en cuanto ser apre- Cosentino J. C. (2005): “El icc no todo reprimido”, en El problema
tar los juicios correspondientes” y sus recursos “en sable en la palabra, en cuanto que no puede nunca económico, Bs. As., Ed Imago Mundi,.
desviar la atención y el interés hacia otros aspectos”, finalmente y entero advenir, en ese más acá del um- Freud, S.: (1920) (1985) Más allá del principio de placer, AE, XX, O.
mientras que en la desestima el procedimiento “con- bral que no es sin embargo ni dentro ni fuera, no hay C., Buenos Aires, Amorrortu Editores (AE).
siste en atacar y aniquilar los fragmentos yoicos donde acceso al Otro del sexo opuesto sino por la vía de las Freud, S.: (1923) El yo y el ello, AE, XIX, O. C., Buenos Aires, Amo-
se originan dichos juicios” y sus recursos se basan en pulsiones llamadas parciales donde el sujeto busca un rrortu Editores (AE),.
“el reemplazo de una realidad” (afectiva, representa- objeto que le sustituya esa pérdida de vida que es la Freud, S. :(1926) El problema económico del masoquismo, AE, XIX,
cional). En el caso de G. desmentida y desestima se suya por ser sexuado.” “Del lado del Otro…el orden y O. C., Buenos Aires, Amorrortu Editores (AE)
conjugan generando una desconexión defensiva entre la norma deben instaurarse, las cuales dicen al sujeto Lacan, Jacques: (1960) Posición del inconsciente. Escritos II. Bue-
la situación penosa de violencia y desprecio que re- lo que hay que hacer como hombre y mujer”. Y en el nos Aires, Ed. Siglo XXI
cibe de su marido y los afectos y representaciones que Seminario El saber del analista (1972) amplía: “No hay Lacan, Jacques: (1963) Kant con Sade. Escritos II. Bs As, Ed. Siglo XXI
despiertan. Pero en el lugar del reemplazo por otra re- relación sexual para los seres que hablan”… porque la Lacan, Jacques: (1972) Seminario El saber del analista. Inédito.
alidad en este momento inicial del análisis surge el palabra funciona especificando al ser parlante”. Esto Maldavsky, D. (2007) : La intersubjetividad en la clínica psicoana-
acto compulsivo, al borde del horror. es, especificando una apariencia de “buenos hombres lítica. Investigación sistemática con el algoritmo David Liberman.
Reconocida esta situación, G. apela, en transfe- y mujeres”. Apariencia que funciona en oposición a la Lugar Editorial Buenos Aires,
rencia, al recurso de dibujar donde ha perdido o verdad.
nunca ha tenido ligadura a una dimensión psíquica Así, entramando, podemos decir, por un lado, que
que le aparece como enigmática. Momentos antes de la norma ha organizado para G. dos órdenes que or-
comenzar una sesión dibuja en una agenda dos cuer-
pos entrelazados donde las extremidades de ambos ASOCIACIÓN ARGENTINA CURSO DE FORMACIÓN EN
se mezclan y confunden. Un ojo siniestro parece ob- DE PSICODIAGNÓSTICO PSICODIAGNÓSTICO
servarlos aunque, aclarará luego, “está mirando para DE RORSCHACH
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adentro, se mira sólo a sí mismo”. Con letras de pe- ABIERTA LA INSCRIPCION 2016 • Formación en Psicodiagnóstico Laboral
lícula de terror escribe “voracidad”. “Así me siento • ESPECIALIZACION EN PSICODIAGNÓSTICO DE RORSCHACH. • Formación en Psicodiagnóstico Infantil
cuando él grita, cuando me está agarrando la ansie- (Presencial y a distancia) Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Santiago de • Formación en Psicodiagnóstico Vocacional
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dad de comer…” “Como… ¿Confundida? Mezclada • SEMINARIOS: PSICOPATOLOGÍA, BENDER, WARTEGG, T.A.T., M.E.P., Psicológicas
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rido grita ella dibuja una boca gigante cuya campa- EVALUACION PARA PORTACIÓN DE ARMAS. REDACCION DE INFORME,
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nilla es una figura masculina invertida. “Tu grito es PSICOLOGÍA Y PSICOPATOLOGÍA EN EL DESARROLLO ADOLESCENTE.
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mi campanilla” afirma haber proferido ante su ma- • PSICODIAGNOSTICOS INSTITUCIONALES Prevención
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Leemos en el Manuscrito K la intuición freudiana NUEVO ESPACIO Tratamiento ambulatorio
acerca de “la participación, dentro de la vida psíquica, PSICODRAMA GRUPAL de abordaje múltiple.
de una fuente independiente del principio de cons- PAVLOVSKY
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tancia, de libramiento (Entbindung) de displacer”. No- Directora Médica: Dra. Irene Sapoznicoff
ción que reencontramos en el capítulo I de Más allá INICIO DE CURSOS 2016 Coordinadora Asistencial: Lic. Andrea Douer
del Principio de Placer (1920) al referirse tanto a una Cierre de inscripción: 16/3/16
Trabajamos en espacios individuales y grupales
“intención de ganancia final de placer”, como a una TERAPIA GRUPAL CON PSICODRAMA de pacientes, padres, familiares y amigos.
“fuente de libramiento de displacer” (p.271). Esto in- honorarios institucionales Brindamos una respuesta adecuada a la singularidad
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troduce la intelección de lo no ligado pulsional im- de cada consulta.
poniendo al aparato una tarea más urgente que la del ENTRENAMIENTO EN DIRECCIÓN DE
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Página 16 • Marzo 2016 Actualidad Psicológica

De la manifes- Introducción

ste trabajo surge del intercambio re-


parcialmente, y en su lugar suelen aparecer altera-
ciones somáticas” (Ob. cit. pág. 18).
En suma, entendemos por intersubjetividad un

tación clínica a E alizado en un seminario sobre un


método de investigación sistemático
creado por David Maldavsky, el mé-
todo algoritmo David Liberman o
ADL. Se nos abrieron algunos interrogantes, a par-
tir de la presentación de un material, que derivaron
proceso psíquico que combina dos perspectivas, la
referida a las pulsiones (deseos) y sus destinos (de-
fensas) y la referida a la eficacia de los progenitores
o sus equivalentes.
Recordemos también que Freud se refirió en
“Psicología de las masas y análisis del yo” (1921) a

una conjetura a diversos problemas clínicos, teóricos y metodoló-


gicos ligados a los tratamientos vinculares. El obje-
tivo del presente trabajo consiste en la presentación
los diferentes lugares que puede ocupar el otro en
relación al yo. Describe allí cuatro lugares que son
de modelo o ideal, objeto, rival y ayudante. En “El yo
de dicha problemática y el intento de darle cabida a y el ello” hizo a su vez referencia a los diferentes lu-
través de una posible elaboración conceptual y me- gares en los cuales puede posicionarse el yo frente a

conceptual todológica. las exigencias que provienen del ello, de la realidad


y del superyó. Ya había descrito (1905, 1908) los di-
Fundamentos teóricos ferentes lugares que suelen ocupar los miembros de
una familia, siendo con frecuencia el lugar neuró-
Este desarrollo parte de la teoría freudiana de la tico el de la mujer y el perverso el del hombre.
Aportes a los diferentes producción de las manifestaciones como un indicio Teniendo en cuenta este complejo entramado de
de la estructura del preconciente en la que se hace los diferentes lugares que ocupan el yo y los otros
notoria la eficacia de las fijaciones pulsionales (de- entre sí es posible concluir una definición de fami-
seos) y las defensas. Debido a ello consideramos lia como “una trama compleja, producto de tran-
tipos de discrepancia conveniente realizar, en primer lugar, la descripción sacciones entre deseos, ideales y juicios, es decir,
de los conceptos relacionados a los vínculos que se como una formación promovida por el empuje pul-
establecen en las parejas y las familias que dan sional y desiderativo y acotada por las tradiciones,
cuenta de la intersubjetividad. Maldavsky (1991) las exigencias contextuales y las restricciones de
evidenciados en aborda la temática partiendo de los conceptos de
pulsión y defensa, pilares del psicoanálisis. En rela-
cada integrante, con lo cual aludimos al problema
de la triple servidumbre familiar”. (Maldavsky, D.
ción al primero de ellos, la pulsión, dice que es el 1991, pág.15).
“factor eficaz más importante que exige tramitación
tratamientos de pareja interindividual” (pág. 7) y que esta pulsión se pro-
cesa con diferentes lógicas por lo anímico en la re-
Las manifestaciones clínicas y su
enlace con los conceptos teóricos
lación con los semejantes. En cuanto al segundo, la
defensa, refiere que es el factor distribuidor de las Una vez realizado este breve recorrido por algu-
posiciones respectivas en un vínculo. “Coloca a cada nos de los conceptos teóricos que guían nuestro
y familia y su relación yo en una relación determinada con respecto a los abordaje nos centraremos ahora en las manifesta-
deseos, a las exigencias de la realidad y al superyó” ciones clínicas y los obstáculos que le presentan a la
(pág. 15). Retoma el supuesto freudiano de las de- teoría evidenciando su permanente exigencia de
fensas como conmutadores1 que distribuyen la cir- trabajo.
con el cambio clínico culación pulsional en cierta dirección e inhiben La investigación de la multiplicidad de los hechos
otros caminos. Su despliegue en los vínculos inte- clínicos en los tratamientos de pareja y familia y su
rindividuales promueve así una distribución posi- complejidad requiere que dispongamos de recursos
cional. Asimismo, refiere2 que en los procesos y perspectivas algo más sofisticados de los imple-
Delia Scilletta intersubjetivos se tramitan exigencias pulsionales mentados para el estudio de las situaciones clínicas
propias y de los interlocutores a través de las defen- en terapia individual. Se hace necesario contar con
sas (funcionales y/o patógenas). Así es posible defi- conceptos intermedios que combinen los hechos clí-
nir la intersubjetividad desde la perspectiva de la nicos con conceptos más generales y desarrollar ins-
pulsión y sus destinos, o sea, una definición que la trumentos que enfoquen dichos hechos clínicos
diferencia de los vínculos interpersonales ya que desde la perspectiva de los conceptos intermedios.
parte de la subjetividad. Por otro lado, es conve- Con el fin de contextualizar este trabajo comenza-
niente discernir la noción de subjetividad a partir remos con la descripción del conjunto de nociones
del desarrollo de la cualificación, función de la con- intermediarias desarrolladas hasta ahora para enla-
ciencia originaria, cuyos contenidos son las impre- zar, en primer lugar, las manifestaciones clínicas en
siones sensoriales y los afectos (Freud, 1950). “La las sesiones de pareja y familia con conceptos teóri-
capacidad para sentir los estados afectivos, su matiz, cos y, en segundo lugar, crear instrumentos sensibles
es una conquista que se logra tempranamente, en la para la captación de la complejidad de los hechos.
medida en que ciertas disposiciones yoicas se en- Maldavsky propuso (2014) la articulación de
cuentren con un ambiente empático. El afecto es dos conceptos, el de contrato narcisista y el de pacto
una forma de cualificar, de hacer conscientes los denegativo, desarrollados por P. Aulangnier (1975)
procesos pulsionales y al mismo tiempo, en la me- y R. Käes (1976) con el fin de crear un ordena-
dida en que es consecuencia de la empatía de los miento global de las manifestaciones clínicas. Di-
progenitores, también es una forma de establecer chos conceptos resultaron así útiles para la
un nexo con la vitalidad de los procesos pulsionales categorización de los vínculos de pareja y familia y
de estos.” (Maldavsky, D. et. al., 2007, pág. 17). Sin la creación de nociones intermedias.
embargo, hay situaciones en las que esta conquista Partiendo de las dos funciones básicas de las de-
psíquica no se desarrolla o se arruina con posterio- fensas, rechazar algo y mantener el equilibrio narci-
ridad (de manera transitoria o duradera) en cuyo sista, es posible entender al contrato narcisista como
caso “la subjetividad queda interferida, al menos “una combinación entre los fragmentos psíquicos de
Actualidad Psicológica Marzo 2016 • Página 17

los pacientes en los que predomina este equilibrio gación cuyo objetivo es el estudio del cambio clí- la realidad lo rectifican y ponen en evidencia la
eufórico, funcional o patógeno, mientras que el nico en los vínculos familiares. Es conveniente se- puesta en juego de otro afecto. En otras palabras,
pacto denegativo constituye una combinación entre ñalar que dicha familia no presenta vínculos una cosa es el relato de acciones y otra cosa es la in-
los fragmentos psíquicos de ambos miembros de la estables (pareja, padres, hermanos, etc.). En conse- ferencia de estados.
pareja que pretenden rechazar algo fuera como con- cuencia, tratamos de observar el cambio clínico en Una vez realizada esta breve síntesis de un ma-
dición para mantener el equilibrio antes mencio- el vínculo de la paciente con cada uno de los inte- terial clínico daremos lugar al proceso de operacio-
nado.” (Maldavsky, D. et. al., 2010, pág. 651) grantes que conforman las entrevistas realizadas du- nalización de los conceptos descritos.
La creación de este entramado de nociones abre rante el tratamiento de internación. La primera de
la posibilidad de operacionalizar los conceptos vin- ellas fue con su pareja que la interna y que decide De la manifestación clínica a la
culares. Asimismo, el hecho de contar con instru- separarse durante la internación. Vale aclarar que conjetura conceptual
mentos que permiten estudiar los deseos y las las separaciones producidas en externaciones ante-
defensas en el discurso de los pacientes, vuelve ac- riores se sostuvieron durante breves períodos inte- Operacionalización de conceptos
cesible el análisis sistemático de los intercambios en rrumpidos por un retorno a la convivencia. La
las sesiones en su heterogeneidad y complejidad. segunda entrevista fue con una señora que ella lla- Trataremos de poner en evidencia en este apar-
Consideramos conveniente detenernos en este maba su “amiga” (también se dirigía hacia ella lla- tado la intención de hallar un andamiaje de nocio-
punto en los instrumentos que permiten el análisis mándola “mamá”). La paciente propuso tener una nes que operacionalice el concepto desarrollado
sistemático de los intercambios vinculares. Diremos entrevista con ella para que la acompañe en sus sa- hasta aquí de conflicto vincular y sus variaciones.
que si bien contamos con los instrumentos para el lidas de fin de semana y en su alta. Sin embargo, a lo Para arribar a dicha operacionalización nos resultó
estudio de los deseos y las defensas en el discurso de largo de la entrevista pudo vislumbrarse el origen útil una noción más bien descriptiva, cercana a las
los pacientes, la implementación en la clínica vincu- del vínculo en el servicio de guardia, unos días antes manifestaciones, la noción de discordancias entre
lar evidencia un nuevo obstáculo debido a la com- de la internación. La señora era familiar de una pa- los integrantes de una pareja o familia. La misma
plejidad que manifiestan las situaciones concretas. ciente internada en dicho servicio. Luego de una se- puede desplegarse en las escenas desarrolladas en
Los hechos clínicos no nos presentan un único tipo gunda entrevista la señora no volvió a contactarse una sesión, en el terreno de las acciones (por ejem-
de contrato narcisista y de pacto denegativo sino una con la paciente. Las dos últimas entrevistas fueron plo, uno de los integrantes decide irse prematura-
variedad de contratos y pactos en diferentes estados con un hermano que la acompañó en el proceso de mente del consultorio y el otro permanece allí) o de
(fracasados, mixtos o exitosos). Algunos pueden ser externación. Cabe consignar que las cinco sesiones los estados (uno ríe ante el llanto del otro). Tam-
más o menos estables, nucleares o complementa- que conforman la muestra forman parte de la tota- bién puede darse en las escenas que se expresan en
rios. Asimismo, el discurso de los diferentes miem- lidad del tratamiento de internación de la paciente. relatos de versiones contradictorias de los hechos.
bros de una pareja o familia pueden presentar Tomaremos para esta presentación la primera y
discordancias y contradicciones cuyo estudio inten- única entrevista de la paciente con su pareja. Los lla- Tipos de discordancias
taremos desarrollar a continuación. maremos Nora y Gabriel respectivamente. El pro-
cedimiento realizado para arribar al objetivo Pasaremos ahora a describir con mayor preci-
Complejidad evidenciada en la clínica expuesto (cambio clínico en el vínculo entre Nora y sión el entramado de categorías propuesto con el fin
en tratamientos de pareja y familia. Gabriel) fue diferenciar la entrevista por temas, así de dar cabida a los diferentes tipos de discordancia
distinguimos: el motivo de la internación, el vínculo hallados hasta el presente.3 Cabe aclarar que dichas
Un caso clínico con las hijas y el vínculo entre ellos. En relación a discordancias tienen un aspecto común ya que
los dos problemas expuestos (uno clínico vinculado todas corresponden a la supuesta realidad que los
Los tratamientos vinculares de pareja y familia a las coincidencias y discrepancias y otro metodo- pacientes describen. En algunos casos, en cambio,
suelen evidenciar relatos que presentan contradic- lógico ligado a las dificultades procedimentales en la las versiones contradictorias de la realidad pueden
ciones entre sus integrantes. Asimismo, suelen ma- aplicación del instrumento) podemos decir, de ma- abarcar distintos terrenos:
nifestarse otro tipo de contrastes, por ejemplo, entre nera provisoria, que uno de los modos de encarar - del cuerpo o del dinero (“está muy grave” vs.
un relato y una escena desplegada en sesión, entre dichos obstáculos fue presentar la muestra desde las “está totalmente sano” o “tenemos mucho dinero”
los relatos y las palabras empleadas, entre las esce- distintas perspectivas que componen un mismo re- vs. “estamos en la ruina”);
nas desplegadas y las palabras y, por último, entre las lato, según el sujeto que lo realice. Nos resultó útil
palabras que uno y otro expresa en los intercambios. confeccionar muestras separadas de acuerdo a las
Estas contradicciones constituyen un problema clí- diferentes perspectivas del mismo relato. Construi- Centro Gestáltico Transpersonal
nico para los terapeutas y otro metodológico para mos así relatos desde la perspectiva de Nora y otros, Lic. Mabel Allerand
los investigadores. del mismo hecho, desde la perspectiva de Gabriel, Abierta la inscripción
A partir de estudios previos sobre las coinciden- observando algunas discrepancias en los relatos de • CURSO SEMANAL: Comienza martes 8 de 18 a 20 hs.
cias y las discrepancias del discurso de diferentes un mismo hecho. • CURSO REINTENSIVO: 4 días, 3 veces al año
miembros de una familia (Maldavsky, 2012b) pen- Asimismo, a través del intercambio y sugeren- Mayo 19 al 22 - Agosto 18 al 21 - Noviembre 10 al 13

samos la conveniencia de estudiar los vínculos y la cias de otros investigadores en relación a las difi- • Terapia Individual y pareja. Gestalt.
Constelaciones familiares, individuales.
comparación de los discursos de los diferentes cultades evidenciadas en las contradicciones del EMF Balancing Technique, Fases I a XIII
miembros que componen las entrevistas, en el ma- discurso pensamos la conveniencia de considerar a 011-4821-7426 - www.a-mabel-allerand.com
terial de una paciente internada en el que se pre- los relatos desde la perspectiva del intercambio en Mail: allerandmabel@yahoo.com.ar
sentan algunas de dichas contradicciones. Cabe la entrevista, es decir, desde la perspectiva de los
aclarar que la paciente, de 29 años, fue internada de- actos del habla. Dicha perspectiva implica tomar en
REDBA: RED ASISTENCIAL
bido a la manifestación de episodios violentos repi- cuenta la función de los relatos en el intercambio:
de BS. AS.
tiendo una sintomatología similar a las numerosas algunos pueden ser utilizados para convencer, otros
internaciones previas. Tomamos en cuenta para este para acusar, conmover, etc. En el análisis del re- Curso Intensivo: Test de Rorschach
estudio solo un tipo de contradicciones, las referidas lato no se toman las palabras textuales, en conse- DE MARZO A DICIEMBRE 2016
a los relatos de cada uno de los integrantes de di- cuencia, cobra importancia el contexto. O sea, Dictado por Mg. Gustavo Mosca
chas entrevistas y dejamos de lado otros tipos de después de ir más allá del relato y construir la es-
Inicio el jueves 17 de marzo. 19 hs.
discordancia, por ejemplo, un episodio significativo, cena, sintetizando lo dicho por el paciente, debe re-
cuando la paciente se angustia al relatar episodios alizarse una inferencia. Una de las dificultades que Inscripción
de pérdida y su pareja se ríe, contradicción que se trae aparejado este proceso se pone en evidencia Sede Académica: Paraguay 2553 CABA
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produce entre el despliegue de la escena de uno de cuando surge el interrogante por los afectos o sen-
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los integrantes y el relato del otro integrante. Dicho timientos. En algunas oportunidades los pacientes
Dirigido a profesionales en psicología o estudiantes
material forma parte de la muestra de una investi- se refieren a algún sentimiento, luego los hechos de avanzados de la carrera.
Página 18 • Marzo 2016 Actualidad Psicológica

- de la coincidencia entre las palabras y lo men- plica que está así porque su hijo desobedeció una Puede ocurrir entonces que la discrepancia se evi-
tado por ellas (“este hecho ocurrió” vs. “este hecho orden siguiendo los consejos de la madre. En dicha dencie en la secuencia narrativa en su conjunto, o
no ocurrió” o bien “tal hecho recibe determinado situación la discusión consiste en considerar a la re- que la secuencia de uno sea contradictoria con una
nombre” vs. “tal hecho no recibe determinado nom- alidad como causa o como consecuencia. escena en particular del otro integrante o, por úl-
bre, sino otro”); timo que una escena de una secuencia de un inte-
- de los afectos (“está triste” vs. “está rabioso”); Estas nuevas categorías podrían permitir una grante discrepe con una escena de la secuencia del
- de las acciones (“abusa de su poder” vs. “es víc- más clara descripción de los conflictos en una pa- otro. Asimismo, es conveniente diferenciar si la dis-
tima de una injusticia”); reja y familia y ofrecerían una apertura a la diver- cordancia se da respecto del conjunto de una se-
- de lo socialmente correcto (“es virtuoso” vs. “es sidad de las manifestaciones con un enfoque más cuencia narrativa, respecto de la premisa, de la
vicioso”); preciso y refinado. escena intermedia o del desenlace. Por último, es
- de la dignidad (“es pusilánime” vs. “es ambi- Cabe señalar, que esta descripción de las dife- conveniente detectar si estas discordancias son no-
cioso”); rentes alternativas pretende abarcar solo un sector tadas o no por los pacientes y transformadas o no
- de la estética (“es fascinante” vs. “es nausea- de los conflictos que se presentan en una terapia de en motivo de discusión.
bundo”). pareja o familia ya que también pueden presentarse
La clínica puede evidenciar también otros tipos conflictos en el terreno de las escenas desplegadas En cuanto a la interpretación de las discordan-
de discrepancia. Puede presentarse en el enfoque en las sesiones (actos de habla, componentes para- cias, es posible diferenciar 1) aquellas en que
que cada miembro de la pareja o familia le da a una verbales, motricidad, o en una combinación entre ambos aluden a un mismo hecho con posiciones
misma situación. Por ejemplo, la mujer puede varios de estos aspectos de las manifestaciones). Asi- contrapuestas, 2) las que se refieren a hechos in-
hacer el relato de una escena con un criterio amo- mismo pueden darse contradicciones entre las terpretados con categorías diferentes y 3) aquellas
roso, de demanda de cariño mientras que su esposo, anécdotas relatadas y las desplegadas en el mo- que dan un carácter cuantitativamente diferente a
lo realiza con un criterio especulativo diciendo que mento de relatar. un hecho.
a la mujer solo le interesa su dinero. También pue- Realizado el recorrido teórico – clínico y de ope- Una vez planteado el problema relacionado a las
den surgir discrepancias respecto del tema que ex- racionalización de los conceptos consideramos con- discrepancias, pasaremos ahora a describir aquel li-
pone cada uno de los integrantes de un vínculo. Por veniente ahora dar lugar al aspecto metodológico gado a las dificultades en el procedimiento llevado a
ejemplo, puede ocurrir que uno de ellos se refiera a de los procedimientos llevados a cabo antes de la cabo para la preparación de la muestra, la posterior
la salud de su hijo y el otro a la violencia de la sue- aplicación de los instrumentos. aplicación del instrumento y las nuevas categorías.
gra. Es posible, asimismo, diferenciar discordancias
radicales en dos sentidos. Procedimientos para la creación Instrumentos
Por un lado, puede aparecer determinado rasgo de la muestra en el estudio de las
o estado vs. su contrario (por ejemplo, rico vs. discordancias El instrumento propuesto para el estudio de
pobre) o su contradictorio (está cansado vs. no está estas discordancias consiste en el ADL-R, es decir el
cansado). Por otro lado, la discrepancia puede evi- Las manifestaciones discursivas que se presen- instrumento del algoritmo David Liberman que es
denciarse en torno de las magnitudes (por ejemplo, tan al modo de discrepancias entre las escenas rela- útil para detectar deseos y defensas y su estado en
estuvo gravísimo vs. estuvo algo enfermo), o en tadas por diferentes pacientes en una terapia de las secuencias narrativas. Este instrumento consiste
torno de la frecuencia (por ejemplo, está siempre pareja o de familia no siempre son evidentes. Los en una grilla que categoriza los deseos en términos
gritando vs. a veces grita). Estas últimas discordan- integrantes de una familia pueden disentir abierta- de una secuencia prototípica de estados y acciones
cias cuantitativas pueden diferenciarse, a su vez, en mente o no por las versiones contrapuestas de los que son específicos para cada deseo. Contiene ins-
términos de intensidad (muy enojado vs. un poco hechos. Si no lo hacen será el investigador el que de- trucciones para construir cada secuencia narrativa
enojado) o de duración (se alcoholiza todas las no- tecte la discrepancia. Para ello, es necesario trans- que será objeto de análisis. Este método dispone
ches vs. toma alcohol solo en alguna ocasión).4 formar el texto de la sesión en un conjunto de también de una serie de instrucciones que permite
Puede ocurrir también que uno de los integrantes secuencias narrativas en la versión tradicional del determinar las defensas y sus respectivos estados ex-
de un vínculo tome determinado acto del otro método ADL (como describiremos brevemente más presados en las secuencias narrativas.5 Sin embargo,
como causa de su malestar y el otro lo entienda abajo) y luego observar si existen o no discrepan- la creación de la muestra más específica y refinada
como un efecto de actos previos generados por el cias entre las versiones de los diferentes hablantes. que intenta alcanzar un objetivo aún más definido,
primero o por un tercer integrante de la relación. Es frecuente que una secuencia narrativa cuente consistente en el estudio de las discrepancias, debe
Por ejemplo, como cuando una mujer refiere ma- con dos o tres escenas, enlazadas entre sí por el cri- ser reacomodada y requiere dar algunos pasos adi-
lestar, se queja del malhumor de su esposo y éste re- terio de la isotopía y del enlace temporal y causal. cionales.

Aplicaciones

Con el objeto de ejemplificar lo expuesto pre-


sentaremos algunas secuencias de la muestra des-
crita más arriba, que evidencia discrepancias como
las recién mencionadas, y a las que aplicamos las ca-
tegorías. Para detectar las discrepancias nos resultó
útil confeccionar muestras separadas, de acuerdo a
las diferentes perspectivas del mismo relato. Cons-
truimos secuencias narrativas desde la perspectiva
de uno de los miembros de la pareja y otras, del
mismo hecho, desde la perspectiva del otro.

Relato I

(Perspectiva de Nora)
1. Gabriel es adicto y violento; 2. Nora ha sido
golpeada por él

(Perspectiva de Gabriel)
1. Gabriel consume alcohol y marihuana; 2.
Actualidad Psicológica Marzo 2016 • Página 19

Nunca agredió a Nora ocurrió) podríamos decir que se da una oposición (2008) “Sobre las investigaciones de caso único y las com-
centrada en el juicio de existencia (entre alguien que binaciones entre ellas, con especial referencia a la perspectiva de
Discrepancias halladas: inventa y alguien que desconoce los hechos). En la intersubjetividad. Estudios sistemáticos con el algoritmo
1) En los relatos de hechos de la realidad entre ocasiones estas discordancias tienen cierta estabili- David Liberman (ADL)”. Revista Clínica e investigación relacio-
dos personas; dad y otras veces son variadas. Sea una u otra alter- nal (CEIR), Volumen 2 (1) pp. 185-219.
2) Sobre el tema (cuerpo); nativa, pueden permitir evaluar la magnitud de los (2010) Sobre la investigación de los procesos subjetivos e
3) Cuantitativa; 3.1 cantidad de veces que se cambios positivos o negativos en la terapia. Estos intersubjetivos en psicoterapia de pareja, Revista Clínica e in-
produce un hecho cambios se suelen originar en uno de los integran- vestigación relacional (CEIR), Volumen 4 (3) pp. 648-670
La discrepancia consiste en que uno afirma que tes del vínculo y generar a su vez efectos en el otro. (2012a) “Aportes al estudio de la metodología en las inves-
ocurrió un hecho y el otro dice que nunca ocurrió Descriptivamente hablando, estos cambios pueden tigaciones en psicoanálisis de pareja y familia” Conferencia –
implicar un aumento o una disminución de las dis- Congreso de la Asociación Internacional de Psicoanálisis de pa-
Relato II cordancias en cuanto a su extensión o su magnitud, reja y Familia, Padua
pero ni el incremento ni la disminución de las dis- (2012b) Investigación de las coincidencias y discrepancias
(Perspectiva de Nora) cordancias en sí mismas poseen una significación en una sesión de familia. Un estudio del discurso de sus inte-
1. Gabriel se iba a la mañana a trabajar; 2. Él no en términos de incremento o atenuación de la pa- grantes con el algoritmo David Liberman (ADL), Actualidad
le dejaba plata para la comida; 3. Nora no lo podía tología. Psicológica, Vol. Nº 414, pp. 26- 32.
encontrar.
A modo de cierre Maldavsky, D. y Scilletta, D. (2015) Estudio de los conflic-
(Perspectiva de Gabriel) tos en terapia de pareja y familia: conceptos, instrumentos, pro-
1. Siempre tuvieron para comer; 2. Ese día no Diremos para finalizar que la clínica presentada cedimientos. (Enviado para su publicación)
había cobrado; 3. No le dejó para comer. requiere pensarla con mayor refinamiento y seña- Maldavsky, D. et. al.
laremos la necesidad de crear categorías y una malla (2007) La intersubjetividad en la clínica psicoanalítica. In-
Discrepancias halladas: conceptual para cada uno de estos niveles más com- vestigación sistemática con el algoritmo David Liberman (ADL).
1) En los relatos de hechos de la realidad entre plejos que permita dar cabida a dicha complejidad. Editorial Lugar. Buenos Aires.
dos personas; En consecuencia, más que pensar en conclusio- (2014) Investigación sobre parejas, familias y grupos. Ope-
2) Sobre el tema (dinero); nes dejamos abiertos interrogantes que permitan ir racionalización de los conceptos de pacto negativo y contrato
3) Cuantitativa 3.1 cantidad de veces que se pro- a la búsqueda del encuentro respetuoso entre la in- narcisista. Revista Subjetividad y procesos cognitivos. UCES. Vo-
duce un hecho vestigación sistemática y la complejidad de la clí- lumen 18.
La discrepancia consiste en que uno afirma que nica.
un hecho ocurre siempre y el otro afirma que ocu-
rrió una vez. Bibliografía
Notas
Restan aún muchos interrogantes abiertos Aulangnier, P. (1975). La violencia de la interpretación.
como, por ejemplo, cómo determinar quién tiene el Amorrortu Editores. Buenos Aires, 1977 1
Freud, S. (1922 [1921])
juicio correcto. Una posibilidad es tener en cuenta Freud, S. 2
Maldavsky, D. et. al. (2007)
la referencia de otro para corroborarlo. Por ejem- (1950 [1895]) “Proyecto de psicología”. Obras 3
Maldavsky, D. y Scilletta, D. (2015)
plo, en el material descrito contamos con el discurso completas. Editorial Amorrortu. Volumen I 4
Agradezco los aportes de Sebastián Plut y Ariel Wainer a la
del hermano de Nora, en la cuarta entrevista, quien (1905) “Tres ensayos de teoría sexual”. Obras completas. Edi- categorización de los diferentes tipos de discrepancias
confirma los dichos de su hermana. Sin embargo, torial Amorrortu. Volumen VII 5
Maldavsky, D. et. al. (2007)
podríamos preguntarnos si dicho discurso se refiere (1908) “La moral sexual ‘cultural’ y la nerviosidad mo-
efectivamente a sucesos ocurridos o es solo la puesta derna”. Obras completas. Editorial Amorrortu. Volumen IX
en evidencia de una alianza fraterna y la construc- (1921) “Psicología de las masas y análisis del yo” en Obras
ción de episodios falsos. Otro indicio a tener en completas. Editorial Amorrortu. Volumen XVIII
cuenta es la evolución de los miembros que confor- (1922 [1921]) “Sobre algunos mecanismos neuróticos en
man el vínculo. Un modo de definir quién es el que los celos, la paranoia y la homosexualidad” en Obras completas. ALQUILO CONSULTORIO
está teniendo mayor criterio de realidad podría ser Editorial Amorrortu. Volumen XVIII Día Completo
observar la redundancia en las secuencias narrati- (1923) “El yo y el ello” en Obras Completas. Editorial Amo-
vas en las cuales hay un juicio de existencia muy rrortu. Volumen XIX CABALLITO
lábil. Sin embargo, este criterio debe contemplar las Kaës, R. A 2 cuadras Est. Acoyte
diferencias presentadas en el discurso cuando la (1976) El aparato psíquico grupal. Gedisa, Barcelona, 1977. Subte A
persona se vincula con uno u otro miembro de la (2010) Un singular plural. El psicoanálisis ante la prueba del CONFORTABLES - SILENCIOSOS
familia. grupo. Editorial Amorrortu
Maldavsky, D.
4902-5896 • 153 211 5896
Se desprende de lo desarrollado hasta este punto (1991) Procesos y estructuras vinculares. Nueva Visión.
consultoriosguayaquil@yahoo.com.ar
que una muestra armada de este modo admite un
doble análisis. Por un lado, el estudio de los deseos
y las defensas en las escenas de cada una de las se-
cuencias narrativas de uno o de otro hablante. Por
otro lado, es posible localizar el punto preciso en
que se da la discordancia. Cabe aclarar un último
señalamiento si la discordancia no se produce en
acordar si un hecho ocurrió o no sino al no acordar
acerca de si ese hecho ocurrido sucedió una vez o de
manera reiterada. Este último tipo de discrepancia
(una vez-muchas veces) evidencia una oposición
centrada en el juicio de atribución (entre alguien
que exagera y alguien que minimiza). En cambio,
si predomina el otro tipo de discrepancia citado
previamente (un hecho ocurrió-un hecho nunca
Página 20 • Marzo 2016 Actualidad Psicológica

Tratamiento “La totalidad del mundo y todo lo que existe está


completamente interrelacionado, hablar de
aquel centro de internación, la mayor parte de sus
familiares hacía esfuerzos inocultables por resguar-
dar su decoro deparándole un trato en el que no fal-
individuos aislados o separados es una distorsión taba el humor en aras de afianzarla. Si las
de la realidad” evaluaciones profesionales se habían limitado a pre-

de las secuelas I. Lucía


(Bohm, 1980)1 cisar el “qué” -: “qué” cuadro presentaba; “qué” sig-
nos lo constituían; “qué” psicofármacos le
convenían - la familia, por su parte, se ocupaba de
confirmar “quien” era Lucía y en esto era Renata,

en una testigo ucía es una mujer de mirada brillante una hermana 15 años menor, quien la acompañaba

de violencia
L y animosa de 71 años de edad que
tiene tres hijas y varios nietos. Su ma-
rido falleció 25 años atrás y durante
viudez no volvió a establecer otras re-
laciones de pareja. Quienes fueron sus padres alcan-
zaron en su momento la longevidad; no obstante, al
parecer por razones económicas, ella y dos de sus her-
en aquellos días de internación con singular apego.
Renata era la menor de las cuatro hermanas, la
única que no había sido criada por las tías maternas.

El día anterior a nuestro primer encuentro en la


clínica psiquiátrica, una entrevista preliminar, sos-
tenida con la menor de sus hijas en mi consultorio,
manas pasaron a vivir en cierto momento con dos tías me había permitido establecer que, en realidad, los

intrafamiliar maternas.
En relación a su matrimonio evoca el carácter idí-
lico que prevaleció en el vínculo con su marido. Se ca-
cambios en la personalidad de Lucía se remontaban
a diez años atrás, coincidiendo con el momento en
que el marido de su hija mayor había confesado la
saron siendo muy jóvenes: - “Éramos como dos chicos existencia, largamente silenciada, de un hijo extra-
en aquel entonces”. matrimonial. A pesar de que esta hija y el esposo
Felipe Rilova Salazar Laboralmente se desempeñó durante 30 años aparentemente habían podido sobrellevar aquel
como maestra de primer grado en una escuela pú- ocultamiento sin grave quebranto- llegando, in-
blica. En la actualidad refiere seguir disfrutando del cluso, a recibir la visita frecuente del hijo extrama-
trato con niños y confiesa contar con un fuerte as- rital en el seno de la familia – lo cierto es que, desde
cendiente sobre ellos. Lucía se designa a sí misma entonces, Lucía no había sido la misma. No obs-
como “la jefa de la pandilla” que integra junto a sus tante, no había sido sino siete años más tarde que
nietos. Amén de sus hijas y nietos, el resto de sus fa- las cosas se habían agravado, inaugurando el perí-
miliares también da muestras inequívocas del afecto odo de tres años de consultas psiquiátricas ambula-
que sienten por ella. Sus yernos también la aprecian. torias que culminaban en la internación.
Fue justamente a pedido de uno de sus yernos, el
marido de su hija menor, que visité por primera vez Los padecimientos de Lucía durante todo este
a Lucía a efecto de evaluar la posibilidad de tomarla último período estaban signados por etapas de
en tratamiento. Por entonces se encontraba inter- humor expansivo en las que se la veía inquieta, lo-
nada, desde hacía pocos días, en un centro neuro – cuaz e irascible, que se alternaban con otras etapas
psiquiátrico. en las que prevalecía el decaimiento y la fragilidad
Lucía estaba orientada y exenta de alteraciones emocional. En medio de estas oscilaciones aními-
groseras en la esfera cognitiva. Lo que presentaba cas había llegado a experimentar momentos de in-
era una aceleración del curso del pensamiento y tenso temor que la llevaban a recluirse en su
cierto grado de inquietud psicomotriz que no le im- departamento, lugar en el que tampoco encontraba
pedía conciliar y sostener el sueño nocturno. Por lo sosiego por haber debido luchar más de una vez con
demás, una tomografía axial computada de cerebro la idea de tirarse por el balcón. A esto se añadía que,
practicada al ingresar a la clínica no arrojaba datos en el curso de las últimas vacaciones de verano, su
positivos. hija mayor la había sorprendido bajándose el cor-
piño en el intento de dar de mamar a un monito de
Cuando establecemos nuestro primer encuen- peluche de uno de sus nietos.
tro Lucía lleva ya tres años de atención psiquiátrica A pesar de estos fenómenos, la etiqueta de per-
ambulatoria ininterrumpida. En este período ha vi- sona alienada no había logrado mellar la autoridad
sitado a distintos profesionales y ha sido medicada de la que Lucía gozaba entre los suyos. A esta altura
con diferentes esquemas psicofarmacológicos pero de la redacción pienso que el nombre elegido para
sin alcanzar una respuesta satisfactoria. Desde lo preservar la identidad de esta mujer acaso se rela-
que alcanzo a recabar, hasta ese momento Lucía sólo cione con que “Lucía” cumplía, entre los suyos, fun-
ha sido beneficiaria de una modalidad asistencial ciones similares a las de un “faro” o una “luz” que
que se habría limitado a tipificarla; esto es: a in- alumbraba y señalaba caminos.
cluirla en una realidad genérica que recibe el nom-
bre de “cuadro” configurado a partir de cierto Como retazos de los dichos vertidos en sus pri-
número de rasgos “típicos”. Esos rasgos “típicos” meras entrevistas recuerdo la frecuente mención a
eran la irritabilidad, los cambios de humor, la men- una hermana, un año mayor que ella, fallecida se-
tada inquietud psicomotriz y un comportamiento manas antes de la internación. Con un estilo de co-
aislado que, a los ojos de un observador circuns- municación vivaz, compartía sentidas apreciaciones
tancial, había resultado disparatado. sobre sus familiares y amigos interesándose por los
logros y dificultades de cada uno de ellos. El re-
La insuficiencia del abordaje terapéutico que cuerdo de su esposo y el de sus padres matizaba con
había estado recibiendo estribaba en que no se ha- frecuencia esas evocaciones. Cuando se refería a su
bían develado lo que esos elementos “típicos” signi- padre lo hacía llamándolo por su nombre de pila.
ficaban para la subjetividad de Lucía. Ahora bien, En dos de aquellos encuentros Lucía hizo explí-
más allá de este tipo de abordaje lo cierto es que, en cita su molestia por la conspiración de silencio que
Actualidad Psicológica Marzo 2016 • Página 21

reconocía a su alrededor, refiriendo también el fas- diagnóstico, al pronóstico y a la terapéutica que violento y autoritario, en aquella ocasión el padre
tidio que sentía por la suma de medidas e indica- había estado recibiendo hasta entonces; Lucía dejaba de Lucía se abstuvo de reaccionar y a partir de en-
ciones que se le imponían sin consultarla. Interpreté de ser la portadora de un “trastorno” que había que tonces tampoco hubo de volver a plantear la inte-
esos reclamos como elementos de valor semiológi- había que “limpiar” farmacológicamente para pasar rrupción de aquel embarazo del que habría de
cos y, a partir de entonces, decidí reducir la medi- a ser alguien a quien fundamentalmente había que nacer, finalmente, Renata.
cación psicofarmacológica a su mínima expresión escuchar porque su padecimiento cifraba un “sen- La sesión del día siguiente fue a solas con Lucía.
pidiendo permiso Lucía para exponer ante los suyos tido” subjetivo cuyo develamiento podía rescatarla. En aquel momento todavía se encontraba ansiosa
los reclamos que acababa de plantearme.2 e hiperactiva. A poco de comenzar, después de
En las entrevistas posteriores los primeros datos unos minutos de silencio, Lucía me advirtió que
Siempre delante de ella, en una entrevista grupal salientes no se hicieron esperar, y la que menos se iba a comunicarme algo que ningún otro miem-
confesé a sus familiares que, por mi parte, ignoraba demoró en ir al grano fue la misma Lucía a la hora bro de su familia conocía. Antes de dar curso a lo
qué le pasaba a Lucía, pero descartaba la presencia de hacer referencia a ciertos aspectos nucleares de que iba a decirme me preguntó si era católico, pre-
de los así llamados trastornos psiquiátricos mayores su conflictiva personal. En el encuentro que man- gunta que no contesté a efectos de que fuera ella
- tanto los de índole neurológica (demencias) como tuvimos al día siguiente con los familiares apareció quien siguiera hablando, aunque a partir de ese
psicopatológica (psicosis)-. En lo sucesivo, la pro- otro dato saliente que sólo más tarde habría de co- momento supe lo que iba a comunicar. A partir de
puesta era evitar los comentarios a sus espaldas y la brar su significación; el mismo fue aportado por Re- allí Lucía dijo que prefería expresarse en presencia
imposición de medidas que se tomaran sin consul- nata, su hermana menor. Renata hizo referencia a de una de sus hijas – su hija del medio - quien se
tarla. Por lo demás, en aquel intercambio abierto un acontecimiento remoto de la historia familiar encontraba, en ese momento, en una sala contigua.
también insistí en que, aún cuando era obvio que llegado a su conocimiento por una de las tías que Llegada la hija, Lucía hizo saber que, durante su
algo le ocurría, aquello que la afectaba se habría de había criado a Lucía. Al parecer a temprana edad matrimonio se había sometido a la práctica de dos
situar en un orden de conflictos en los que Lucía Lucía había tenido el coraje de enfrentar enérgica- abortos con la anuencia de su esposo. Después de
podía y debía implicarse. De allí que, en lo sucesivo, mente a su padre al descubrir que este venía golpe- esa confesión lloró, su hija también lo hizo, y a
la consigna era hablar, no temer a lo que se pudiera ando violentamente a su esposa procurando que así partir de ese momento la conducta global de Lucía
decirse, partiendo del supuesto de que cualquiera se desencadenara un aborto que esta se negaba a re- empezó a cambiar.
fuese el problema que aquejaba a Lucía su acalla- alizar. En orden a este propósito este hombre lle- Se inició una etapa diferente y con quien más fue
miento no haría más que agravar su estado. gaba a tirar a su mujer contra las paredes para preciso hablar durante este período fue con la hija
provocar la pérdida de aquel embarazo. Enterada mayor, porque era la que incurría en una sobrecarga
Contando entonces con la aceptación de los sobre el tema, tan enérgicas habrían sido entonces de atenciones y cuidados que ubicaban a Lucía en el
suyos en cuanto a evitar las imposiciones y los ocul- las admoniciones de Lucía – quien para entonces lugar de una minusválida. Era particular la relación
tamientos me comprometí a seguirla visitándola re- contaba con sólo 14 años de edad – que aquella in- que entablaba Lucía con esta hija. En relación a esta
gularmente a fin de asistirla y escucharla tanto en terpelación frontal, hecha incluso delante de un sobrecarga de atenciones Lucía llegó a pedirme que
forma individual como en presencia de los suyos. grupo de familiares que miraba para otro lado ha- intercediera por ella ante su hija para que dejara de
Aquello implicaba un cambio de rumbo en orden al bían conseguido aplacar al padre. Habitualmente tratarla de ese modo porque, al parecer, por sí sola,

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Página 22 • Marzo 2016 Actualidad Psicológica

Lucía no podía enfrentarla. Finalmente esta moda- jarse ver por su tía quien, de ese modo, podía llegar Sabemos que cuando roba un ladrón hay un
lidad de la hija mayor cedió y, a partir de entonces, a saludarla furtivamente o hacerle saber por señas robo, pero cuando el que roba es el encargado de
Lucía empezó a vivir jornadas de reflexión y sereni- si necesitaba algo. El desenlace de esa situación de- detener a los ladrones se asiste en tales casos a la
dad. Pocos días después se acordó la promoción del vino en que aquella tía finalmente hubo de fallecer dimensión de “lo siniestro”, concepto estudiado
alta y, en el intervalo que precedió a la externación, después del parto en el que había llegado a dar a por Freud a través de esclarecedoras precisiones
Lucía decidió comunicar a sus otras dos hijas y a su luz a su segundo hijo. No obstante, ni Lucía ni el etimológicas.8
nieta mayor la lejana comisión de aquellos dos abor- resto de la familia volvieron a saber nada más sobre En el caso de Lucía los tempranos aconteci-
tos. Poco después de externada decidió retomar un esos “dos niños”, por cuanto el viudo se mudó sin mientos de violencia familiar los que se asociaban a
trabajo solidario en LALCEC, pasó a residir en su volver a establecer contacto con la familia de quien los acontecimientos político-estatales siniestros que
departamento y empezó a concurrir regularmente a fuera su esposa. tenían su epicentro en el edificio de la que fuera la
mi consultorio a pesar de vivir alejada de la Capital. Escuela de Mecánica de la Armada. Ahora ya no era
III. Las formas de la repetición el custodio de un grupo familiar el que lastimaba a
II. Etapa ambulatoria del tratamiento los suyos, sino un gobierno de facto practicando el
de Lucía La repetición en el marco de la violencia intrafa- secuestro, el asesinato y la desaparición de personas
miliar adquiere modalidades diversas. En el caso de a través de los aparatos represivos del Estado.
En sus primeras sesiones ambulatorias Lucía se Lucía no se trataba de la repetición de algo sucedido En su familia, el ocultamiento del yerno en rela-
propuso inventariar algunos de los acontecimientos en algún tiempo y lugar que había empezado luego ción al hijo extramatrimonial se presentaba para ella
que, a su juicio, habían contribuido a desestabili- a repetirse3. Tampoco era la repetición orientada a como el retorno de una situación que no la aban-
zarla antes de la internación. banalizar la situación semejante a la de quien rein- donaba nunca. La presencia entre los suyos de un
En esos encuentros, en más de una oportuni- cide en una operación objetable porque: “por fuerza, hijo que “aparecía” después de un largo período no
dad, hizo referencia a la probable infelicidad con- lo que ocurre todos los días no puede ser realmente era sino la situación de un niño que había sido so-
yugal de su hija mayor por el ocultamiento del hijo algo serio” (Rilova Salazar, 20124 ). Tampoco se tra- metido, por su propio padre, a una prolongada “de-
extramatrimonial del marido. Lucía se intranquili- taba de re-petición (: reiterar una petición) como la saparición”. Ese era el suceso que había dado
zaba también por otras cuestiones relacionadas con planteada por Freud en “Inhibición, síntoma y an- comienzo a las desestructuraciones subjetivas cre-
este hombre indignándose, por ejemplo, por la ti- gustia”, en la que aquello que no acontece de la ma- cientes que culminaban con la internación. La cons-
bieza ideológica con la que este juzgaba a los agen- nera en que hubiese debido acontecer – de acuerdo piración de silencio entre familiares y médicos
tes del Terrorismo de Estado. Desde su posición la con el deseo más íntimo de un sujeto - pasa luego a dentro de la clínica era el último de los aconteci-
postura de su yerno – quien había cursado los pri- “repetirse” a la espera de otro desenlace posible.5 mientos de una serie que ubicaba a Lucía en el lugar
meros años de la carrera militar – constituía una de aquellos que no tienen ni voz ni voto para deci-
contradicción grotesca, porque se trataba de alguien ¿Cuál era entonces la dinámica de aquello que dir sobre sí.
que decía profesar los mismos principios religiosos reincidía en el presente de Lucía y llegaba a desesta- Sugiere lo dicho que todo hijo que conozca he-
que ella y su hija. bilizarla? ¿Por qué camino había llegado a intentar el chos similares de parte de sus padres está conde-
amamantamiento de un peluche? ¿Cuáles eran los nado, necesariamente, a presentar las mismas
En relación a esta misma persona Lucía también epicentros sobre los que giraban sus disertaciones secuelas. Decididamente no. La eficacia traumática
comentó que, días antes de internarse, mientras ella principales? de un acontecimiento así como la presencia, ausen-
había estado confusa, este había sido el único de sus cia, o la cualidad de sus secuelas subjetivas eventua-
familiares que la había tratado con rudeza amones- En las inquietudes de Lucía se podía reconocer les es siempre singular. Proponer una relación causal
tándola en privado por las pavadas que decía. una trama simbólica6 fundamental relacionada con y unívoca constituye un otorgamiento abusivo que
En otra oportunidad evocó con aflicción otro la violencia y el atropello a la vida procediendo de atenta contra la consideración singularizada de cada
episodio en el que su yerno había llegado a su casa quienes estaban llamados a protegerla. La trascen- “quien” más allá de que no pueda desconocerse lo
con heridas en la cara por haberse trabado a golpes dencia de haber sido testigo de violencia y de haber facilitada que está la vía de lo traumático cuando al-
de puño con el padre de un compañero de colegio descubierto, a temprana edad, la naturaleza y los guien descubre, a temprana edad, que aquel de
de su hijo. Aquello había ocurrido mientras él y su fines de los golpes contra las paredes del padre a la quien se ha recibido la vida no repara en exhibir
contendiente presenciaban un partido de fútbol en madre la habían llevado a enfrentarse con un in- actos de violencia que atentan contra ella.
el que participaban los hijos de ambos. concebible que se había potenciado, a posteriori, ¿Puede una niña de 14 años constituirse en el
Las cuestiones relativas a este yerno se constitu- frente a otras situaciones afines de distinta proce- agente de las admoniciones éticas que reclaman sus
yeron finalmente en una bisagra que permitió abrir dencia. Esos eran los epicentros de tensión sobre los padres? Toda persona sostiene su existencia por obra
la evocación de acontecimientos pretéritos de alta que giraban tanto sus sufrimientos como sus ideales de lo que significa para otros. ¿Qué sucede cuando
significación. Estos se relacionaban, precisamente, más caros. Así, la actividad ligada al sostén infantil a una niña se ve conminada a interceder ante su padre
con el lugar físico en el que se ubicaba la emblemá- través de la docencia por parte de quien era hija de para que este respete el nacimiento de su propia her-
tica Escuela de Mecánica de la Armada en la Ciudad un matrimonio que no podía sostener siquiera a sus mana? ¿Puede ser ella la que interdicte la conducta
de Buenos Aires (actual Museo de la Memoria). hijos - ni a los intra ni a los extrauterinos – bien que ejerce el padre contra la madre? ¿Qué magnitud
Hacia sus diecisiete años, a Lucía – consagrada puede considerarse como el resultado de la capaci- puede alcanzar la conmoción emocional de una
ya por entonces como la heroína de la casa - se le dad sublimatoria de Lucía (Freud, 1988d). No obs- niña o un niño en una situación como esta? ¿Quién
había confiado la función de alentar y asistir a una tante, el tratamiento de Lucía permitió reconocer la detenta la ley en tales casos?
de sus tías maternas más jóvenes, casada en aquella constrictiva imposibilidad de dar sentido a una serie Cuando desfallece la fuente normativa de un
época, con un hombre despótico que no la dejaba de acontecimientos que se organizaban sobre una grupo familiar, cuando las personas encargadas de
salir ni frecuentar a su familia. Su tía convivía con urdimbre7 fundamental, donde se entrelazaban y re- fijar allí las reglas son las mismas que las quebrantan
este marido en un departamento, con ventanas a la forzaban situaciones de distinta procedencia que y corrompen se crea uno de los ambientes más ad-
calle, ubicado en las cercanías del edificio de la Es- manufacturaban el tejido grueso y pesado de sus pe- versos para el desarrollo de una niña o niño. Roto el
cuela de Mecánica. Aquella mujer era madre de un ores momentos. límite entre lo permitido y lo prohibido se fractura
niño de tres años y se encontraba con un problema Como si se tratara de un pastor atacando a sus la matriz que garantiza cualquier tipo de acuerdo,
de salud mientras cursaba la última etapa de su se- propias ovejas, la temprana violencia del padre se referencia o ley y, a partir de allí, se puede instalar la
gundo embarazo. había entrelazado, así, con los tormentos impunes vivencia de estar al acecho de cualquier atrocidad
de aquella tía joven que había fallecido en el parto sin contar con el amparo de ningún límite. Frente a
Esa era la razón por la que Lucía concurría a después de haber estado sometida a otro hombre esto, se comprende lo facilitada que puede estar la
diario a sentarse en las orillas de una fuente que despótico que no les había permitido saber nada vivencia del horror que reincide a partir del en-
existía, por entonces, en el cruce entre la avenida más sobre la suerte de aquellos otros “dos chicos” a cuentro con otros acontecimientos afines de distinta
del Libertador y la avenida Gral. Paz, a fin de de- los que todos habían dejado de ver. procedencia.
Actualidad Psicológica Marzo 2016 • Página 23

En las situaciones que afectan a los testigos de cido a partir de otros acontecimientos afines de dis- cepto es tanto el “padre” como la “madre” porque
violencia hay tres lugares principales a ocupar: el del tinta procedencia, y alguno de estos acontecimien- ambos son los “padres”. Por ello, donde hay un
agresor, el de la víctima y el del testigo. Lucía volvía tos era de procedencia social. Se suele desestimar la adulto varón que ejerce violencia de género y golpea
a ser testigo de una situación de violencia en la que injerencia de lo social sobre lo individual; no se a su mujer delante de sus hijos, o donde hay una
la víctima no era ahora su madre sino la mayor de suele considerar la eficacia traumática de los acon- mujer que no logra un acceso a Justicia se derrumba
sus hijas y, en la actualidad, su yerno ocupaba el tecimientos públicos sobre la esfera privada, pero el una viga maestra que pone en peligro la consisten-
sitio que otrora ocupara su padre. Lucía se encon- desvanecimiento de los marcos jurídicos puede lle- cia de cualquier estructura de la subjetividad.
traba nuevamente ubicada en el lugar de una tes- gar a tener una eficacia traumática singular cuando Pasaron ya más de 10 años desde que la conocí
tigo de violencia y, como si fuera la portadora de recae sobre personas que han sufrido, a su hora, un en aquella sala de internación psiquiátrica a princi-
una progenie transgeneracional de violencia, en su desvanecimiento temprano de los marcos de refe- pios del año 2005. Hasta hoy no ha vuelto a presen-
drama solitario se comportaba como la rea y la he- rencia de su propio entorno. tar trastornos psiquiátricos, no requiere
roína que intentaba resolver un conflicto haciendo psicofármacos, se mantiene activa, informada y sos-
recaer enteramente la desgracia sobre sí. Ante esto El Estado se expresa a través organismos y nor- tiene una vida social y familiar considerablemente
procuraba sacrificarse por su hija mayor e intentaba mas que vienen en auxilio “de todos” que contras- intensa habiendo viajado con frecuencia al exterior
ocupar su lugar. Frente a ella Lucía ofrendaba una tan con la “Ley” individual que organiza la en compañía de amigas Hace tiempo que no viene
parte fundamental de sí misma; había sido durante subjetividad y resulta del ejercicio logrado de la al consultorio con regularidad pero, por una razón
un período de convivencia en la casa de verano de “función paterna”9. Mientras las normas jurídicas u otra, cada tanto recibo un llamado o un saludo
esta hija que Lucía había sido descubierta dando de establecen ordenamientos que afectan al conjunto, suyo con motivo de las fiestas de fin de año.
mamar a un monito de peluche. Por esta vía Lucía la “Ley” que resulta de la función paterna establece
intentaba sustituir a su hija y ocupar su lugar. Ser el ordenamiento subjetivo en términos singulares. V. Conclusiones
tratada como “loca” por un déspota como su yerno Toda ley es un modo de preceptuar un orden de
la llevaba del lugar de la testigo al de la víctima di- pautas que regulan la relación consigo mismo, con El término “testigo” guarda estrechas relaciones
recta de violencia que ingresaba a una pesadilla de el mundo y con los demás. El orden de los ideales etimológicas con el vocablo “testículo” por cuanto se
de la cual – parafraseando a Maldavsky (1995, p.79) subjetivos es el que otorga sentido, futuro y pro- refiere a quien pone algo más que meras palabras en
– “le era imposible despertar porque la misma es- yecto a la existencia de cada quien y cuando este aquello que alega (Corominas, 1990). No obstante,
taba siendo soñada por otro”. orden se derrumba se asiste a un desfallecimiento solemos subestimar el lugar que ocupan los testigos de
de consecuencias imprevisibles. Sin futuro el pre- violencia intrafamiliar y los que se ocupan de señalar
Amén de la anterior había también otra diná- sente no existe; sin proyecto la vida se estanca y todo esta subestimación son los mismos testigos a través de
mica concomitante de la repetición y era la que lo que se estanca se corrompe. la gravedad de las secuelas que presentan.
guardaba relación con la práctica de los “dos abor-
tos” a los que Lucía se había sometido. En este punto A partir de la inscripción inconsciente de la Ley En el ámbito de la microfísica Werner Heisen-
nos vemos invitados a pensar que las faltas del que ordena la subjetividad los “Nombramientos- berg postuló en 1927 un principió que trascendió a
padre, o las faltas de los padres, unas y otras, de del-Padre” (Lacan, 1963) balizan los caminos y fijan su disciplina; nos referimos al “principio de incer- 4
acuerdo con su tenor, bien pueden determinar la los límites de los deseos e ideales que delimitan la tidumbre” (Heisenberg, 1927) el cual llevó a este
reiteración de las mismas por parte de aquellos hijos existencia de cada quien, sin lo cual se condena a un investigador a afirmar que todo observador es par-
que necesitan acercarse a ellos. En efecto, la comi- sujeto a una deriva permanente - “lo que constituye ticipante. Lo que ocurrió fue que al intentar esta-
sión de los mismos actos acerca y “disculpa” a quie- un observable que se constata en la clínica de la dis- blecer lo que ocurría en un campo de observación
nes los cometen. Acaso Lucía intentaba cubrir así persión subjetiva que es frecuente no sólo en las psico- Heisenberg corroboró que, al iluminar ese campo,
los fallos del padre a través de otros fallos de los que sis” (Gerez Ambertin). la partícula-onda lumínica (fotón) que el observa-
ella misma era agente. Más allá de lo cual, lejos de dor necesitaba para “ver” incidía de modo tal sobre
lograr el acercamiento que buscaba, la reinstaura- Regulando el acceso a lo permitido y lo prohi- los fenómenos de ese campo que terminaba modi-
ción fallida del padre dejaba a Lucía en el lugar de bido la Ley del Nombre del Padre establece, enton- ficándolos. El haz lumínico del observador intro-
aquel que se integra a una banda de ladrones a efec- ces, fronteras infranqueables que encausan las ducía así variables en el que hacía imposible
tos de encontrase allí con alguien a quien añora. mociones de la subjetividad; no obstante: “La precisar cuál hubiese sido el estado de los fenóme-
Claro que, por esta vía, Lucía perdía su camino y muerte de una niña, el asesinato de un hijo, la vio- nos observados sin la variable que introducía el ob-
profundizaba la confusión respecto a su identidad lencia sexual ejercida por un padre sobre sus hijas me- servador. Este principio de incertidumbre resultó
quedando presa de una repetición marcada por el nores, el abuso agravado por el vinculo sobre un niño ser afín a las primicias de otras disciplinas que tam-
“dos” como significante adherido a diferentes sig- o una niña son atrapados por el sistema jurídico. En bién se fueron revolucionando en el curso del siglo
nificados. Así: “...se había sometido a la comisión de los textos de este sistema se constata que en todos los XX – antropología; psicoanálisis; teoría sistémica
dos abortos; respecto a su matrimonio decía que casos analizados los lazos genealógicos se han roto. – donde también pasó a aceptarse que el observa-
eran “como dos chicos en aquel entonces”; “ni Lucía ¿Será posible que la liturgia jurídica logre configurarse dor modificaba el campo que se proponía evaluar.
ni el resto de la familia volvieron a saber nada más como un referente simbólico en la transmisión genea-
sobre esos “dos niños” hijos aquella tía joven y “dos” lógica? ¿Será posible que opere como suplencia de Así, una comunidad se comporta de modo di-
eran los entornos ( público uno y privado el otro) aquello que desfallece y que se ha roto en la transmi- ferente cuando el antropólogo está en el lugar y
en los que también había quedado expuesta a la sión de la ley? ¿Será posible que el derecho cumpla una también el antropólogo se ve modificado subjeti-
emergencia de cualquier atrocidad: el Terrorismo función clínica?” (Gerez Ambertin, 2008). vamente por cuanto recibe la influencia de la vida
de Estado y el Terrorismo Familiar. de la comunidad que evalúa.
En términos de Luypen (1996): “El orden jurí- De modo que no sólo el observador modifica el
IV. La ley como norma jurídica y la dico “produce” humanidad, o al menos hace que el campo, sino que también este es modificado por los
ley que estructura la subjetividad hombre en una sociedad pueda sentirse seguro frente fenómenos que ocurren en el campo que se propone
al “lobo” en el hombre… (hay) momentos (en los que) evaluar.
El psicoanálisis ha explicado que la posibilidad de sólo el derecho positive puede salvar un mínimo de
que en un sujeto tenga “deseos propios” que motoricen humanidad”. De acuerdo con las interacciones recí- Con relación a las secuelas de los testigos de vio-
su existencia es el resultado inexorable de atenerse al procas que establecen los distintos predicados de la lencia el objeto de este trabajo ha sido justamente
acatamiento de ciertos principios que tanto debe cum- violencia entre sí, cuando el ordenamiento jurídico “echar luz” sobre un tema largamente “invisibili-
plir él como los miembros del entorno del que depende y social desfallece se asiste a un desmoronamiento zado” a fin de desatar cambios subjetivos y cogni-
en su desarrollo. de imprevisibles consecuencias. Donde hay violen- tivos tanto en los asistentes como en los asistidos
En el caso de Lucía la condición de testigo ado- cia doméstica se abjura de ese “Nombre del Padre”, en este tipo de procesos.
lescente de violencia intrafamiliar había recrude- reiterando que el “Padre” al que se refiere este con- Consideraremos, que, entre los “testigos” y las “víc-
Página 24 • Marzo 2016 Actualidad Psicológica

Sumario I 449 timas” de violencia intrafamiliar existe una disyun-


ción lábil por cuanto ambos soportan los términos co-
munes de situaciones que no se excluyen y que
mantienen interacciones recíprocas. Que todo obser-
nos Aires: Ediciones Carlos Lohlé.
-Maldavsky, D. (s.f.). La desvitalización y la economía pulsio-
nar vincular. Recuperado de: https://www.uces.edu.ar/iaepcis-
instituto-de-altos-estudios-%20en-psicologia-y-ciencias-sociale
vador sea participante significa que todo “testigo-ob- s/1235/desvitalizacion-economia-pulsional-%20vincular-
servador” “participa” de la mayoría de los términos david-maldavsky/
que atraviesan a todos aquellos que son “víctimas di- -Maldavsky, D. (1995). Pesadillas en vigilia: Sobre neurosis tó-
rectas” de violencia intrafamiliar. xicas y traumáticas. Buenos Aires: Amorrortu editores.
-Rilova Salazar, F. (Marzo 2012). La negación reincidente: Hacia
En el año 1996, la 49 Asamblea Mundial de la una construcción de la violencia íntima. Revista de derechos de
Salud declaró a la violencia como un problema de familia y de las personas. Año IV (2), p. 27 – 35.
salud pública creciente. Años después, en su “Reporte -Sauri, J.
Mundial sobre Violencia y Salud” (Krug, 2002), la (1977). Historia de las Ideas Psiquiátricas. En Enciclopedia de
OMS integró a la violencia familiar y al dolor de los Psiquiatría (p. 291). Buenos Aires: Editorial El Ateneo.
niños maltratados por quienes deben protegerlos en el (1989). Persona y Personalización. Buenos Aires: Ediciones Car-
orden de los problemas mundiales prioritarios. La ex- los Lohlé.
tensión de las secuelas de los testigos de violencia es
un tema afín a estos intereses; no obstante, ante el Notas
dolor de los niños maltratados se suele olvidar, con
marcada frecuencia, que las secuelas de estas expe- 1
Bohm, D. (1917-1992) físíco estadounidense, discípulo
riencias no desaparecen al cumplir la mayoría de predilecto de Albert Einstein.
edad lo que comporta una forma de sub registro 2
Quien organiza su existencia a partir de lo que su delirio
Marzo 2016 epidemiológico de este problema.10 le impone o de lo que las voces alucinadas le dicen lo que debe
hacer no suele establecer reclamos semejantes a los de Lucía en
Ilustración de tapa:
Rodolfo López Martino Referencias bibliográficas aras defender la esfera de lo propio. Mal se puede defender una
Distribución en Interior: D.I.S.A esfera “de lo propio” cuando esta no es experimentada como tal.
Imprenta: Mundo Gráfico S.R.L.
3
Zeballos 885. Buenos Aires -American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Sta- “…la neurosis traumática muestra este carácter: reconduce
tistical Manual of Mental Disorders (5th ed.). USA: APA. al enfermo, una y otra vez, a la situación de su accidente, de la
Los artículos firmados son de exclusiva
responsabilidad de sus autores, - Bohm David (1980) Wholeness and the Implicate Order, Rou- cual despierta con renovado terror” (Freud, 1988c, p. 13).
y no reflejan necesariamente la opinión
de la dirección.
tledge & Kegan Paul, London, Boston, p. 48. Ibid., p. 11.
4
- Corominas, J. (1990). Breve Diccionario Etimológico de la En el concurso “Otra Vida es Posible”, enmarcado en la
Lengua Castellana. Madrid: Editorial Gredos. Campaña Nacional Contra la Violencia de Género auspiciada
-Freud, S. por el PNUD y la Presidencia de la Nación, el trabajo “La Ne-
(1988a). Inhibición, síntoma y angustia. Buenos Aires: Amo- gación Reincidente” referido a esta forma de la repetición en la
rrortu Editores. violencia doméstica recibió una mención especial siendo pu-
2 “Sexualidades contemporáneas:
(1988b). Lo ominoso. Buenos Aires: Amorrortu Editores. blicado, luego, en la Revista de Derecho de Familia y de las Per-
el desencuentro heterosexual”.
Irene Meler (1988c). Más allá de Principio del Placer. Buenos Aires: Amo- sonas.
5
rrortu Editores.-Gerez Ambertin, M. (s.f.). “Lo que no ha acontecido de la manera en que habría de-
5 Fantasmas de pareja. -Gerez Ambertin, M. Acerca del Nombre del Padre en Lacan. bido de acuerdo con el deseo es anulado repitiéndolo de un
Raúl A. Yafar Recuperado de: https://sites.google.com/a/fundpsicsigmund- modo diverso de aquel en que aconteció, a lo cual vienen a agre-
freud.org/articulos-de-interes/home/acerca -del-nombre-del- garse otros motivos para demorarse en tales repeticiones”
9 El cuerpo en pareja y la metamorfosis del padre-en-lacan (Freud, 1988a).
6
amor. -Gerez Ambertin, M. (2008). Culpa, Responsabilidad y Castigo Simbólico: lo que expresa una cosa, pero también repre-
Paloma de Pablos en el Discurso Jurídico y Psicoanalítico. Buenos Aires: Editorial senta o se refiere a otras.
7
Letra Viva. p. 14 El término “urdimbre” procede de la artesanía del telar y
14 Obesidad y vínculos patógenos. Apuntes -Harari, R. (2003). El Fetichismo de la torpeza y otros ensayos. alude a las fibras gruesas que sustentan y dan forma a la trama
sobre malestares de época. Rosario, Argentina: Homo Sapiens Ediciones. de las fibras más delgadas que, al entrelazarse sobre la urdimbre
Emilce Venere - Heisenberg W. (1927) Zeitschrift für Physik, 43 (1927), 172- la encubren. Jorge Saurí (1977) utiliza con frecuencia este tér-
198, received 23 March 1927. The image is from the facsimile mino para decir: “Su campo específico no es tanto el de los hechos
16 De la manifestación clínica a una conjetura reprint in Heisenberg, Gesammelte Werke / Collected Works, y acontecimientos sino el modo en que se articulan entre sí” (p.
conceptual. Aportes a los diferentes tipos de vol. A1, p. 486. 291).
discrepancia evidenciados en tratamientos de -Horstein, L. (Noviembre 2013). Repensando al Edipo. Revista 8
La traducción alemana del término “familiar” es ¨heimli-
pareja y familia y su relación con el cambio Asociación Escuela Arg. de Psicoterapia para Graduados. (34). che”, al tiempo que la palabra “siniestro” encuentra su traduc-
clínico. ción en el vocablo alemán “umheimliche”. Este parentesco alude
Delia Scilletta -Instituto del Campo Freudiano de Granada [Icfgranada]. a los dañinos que proceden de donde cabría esperarse todo lo
(2010, enero 22). 7-9 Gustavo Dessal- Agunas maneras discre- contrario (Freud, 1988b, p. 215).
20 Tratamiento de las secuelas en una testigo tas de estar loco [Archivo de video. Recuperado de: 9
La “función paterna” - conceptualizada por Jacques Lacan
de violencia intrafamiliar. https://www.youtube. com /watch?v=SxTYomdmEnk&fea- (1999, p. 171) – hace referencia a la agencia de un proceso de
Felipe Rilova Salazar ture=youtu.be cambios que no sólo están supeditados a la presencia empírica
-Krug, E.G. (Ed.). (2002). World report on violence and health. del progenitor masculino. Del ejercicio logrado de esta función
Geneve: World Health Organization. depende la inscripción de la Ley que prohíbe el atropello a la
-Lacan, J. vida y vértebra los ideales de cada quien.
10
(noviembre 1963). Los Nombres del Padre. Seminario 10bis. Re- El concepto de vigilancia epidemiológica se aplicó origi-
cuperado de: nalmente al registro de enfermedades transmisibles pero, en la
http://users.atw.hu/lacanist/ford/Jacques%20Lacan%20- actualidad, su uso se ha extendido a la información de cualquier
%20Los%20Nombres%20del%20Padre_%20Semina- evento de salud (física o mental) en orden a su incidencia, su
rio%2010.pdf prevalencia y sus factores asociados a efecto de dirigir el pro-
(1999). El Seminario de Jacques Lacan, Libro V. Bs As: Paidós ceso de las decisiones orientadas a paliarlo.
-Luypen, W. (1969). Fenomenología del Derecho Natural. Bue-

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