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INTRODUCCIÓN
1. DESCUBRIMIENTO DE LA GENETICA: LAS LEYES DE MENDEL
1.1. LEY DE LA SEGREGACIÓN
1.2. LEY DE LA COMBINACIÓN INDEPENDIENTE
4. LA INFORMACIÓN GENETICA
4.1. LA EXPRESIÓN GÉNICA: LA INFORMACIÓN EN ACCIÓN
4.1.1 LA TRANSCRIPCION
4.1.2. MADURACIÓN DEL ARN
4.2. EL LENGUAJE DE LA VIDA: EL CODIGO GENETICO
4.2.1 LA TRADUCCION
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INTRODUCCIÓN
Cuando Mendel descubrió las leyes que llevan su nombre demostró que la verdadera herencia que
cada progenitor trasmite a sus hijos es una dotación genética completa, un juego completo de genes -de
los dos juegos que posee cada individuo en tanto que miembro de una especie diploide. Por su parte,
Darwin cayó en la cuenta de que la conducta es un factor importante para la adaptación, medida por el
éxito reproductivo; efectivamente, la conducta es variable y heredable, al menos hasta un cierto punto,
como lo demuestra el éxito en la crianza selectiva de perros: es claro que la proliferación de razas de
perros claramente diferenciadas tanto por su tamaño y aspecto como por su conducta tiene su explicación
en la variabilidad genética existente en la especie Canis lupus; lo más probable es que la explicación de
todas las diferencias entre perros y lobos sea de tipo comportamental, puesto que la diferencia esencial
entre los perros y los demás cánidos tiene que ver con la capacidad de los perros para convivir pacífica y
productivamente con los humanos (en esto consiste la domesticación), cosa que no cabe esperar de lobos,
chacales, etc. Al parecer los híbridos de lobos y perros son fértiles, lo que apunta a que no se ha
completado el proceso de especiación. Experiencias rusas en la crianza selectiva de zorros demuestra que
es posible producir individuos manejables (que ni huyen ni atacan al hombre cuando éste se acerca) en un
período corto de tiempo.
La teoría sintética de la evolución o neodarwinismo explica la evolución por selección natural como
un cambio en las frecuencias alélicas de la población. Entonces, la cría selectiva que implicó la
domesticación del lobo hasta convertirlo en perro supuso un cambio en las frecuencias de determinados
alelos, cambio genético que, supuestamente, explica las notables diferencias en la conducta de una y otra
especie. Debemos aceptar, pues, que la conducta es un fenotipo bajo el cual subyace un genotipo que la
explica (en mayor o menor medida dependiendo de cómo sea la interacción de esos genes con el
ambiente). Igual que la diferencia de genotipos en los guisantes de Mendel explica las diferencias de color
o textura de las semillas, una diferencia en los genotipos de lobos y perros debería explicar las
diferencias entre ellos, tanto en apariencia física como en conducta. Lo realmente difícil en este caso, y
en todo lo que tiene que ver con la explicación genética de la conducta, es definir el fenotipo: Mendel lo
tuvo fácil con los guisantes, puesto que el color, la textura, etc. son rasgos discretos, fijos y fácilmente
observables por cualquiera (objetivos), mientras que la conducta es algo continuo, variable y difícil de
definir objetivamente -ambiguo en la medida en que cada observador podría dar una interpretación
distinta del comportamiento observado.
No cabe la menor duda de que hay una relación muy estrecha entre la genética molecular (estudio
del material genético o ADN de los cromosomas y de los mecanismos bioquímicos que explican la
expresión de la información contenida en ese ADN), genética mendeliana y teoría sintética de la
evolución: efectivamente hoy por hoy sabemos de qué están hechos y cómo funcionan los genes cuyos
efectos y modo ·de trasmisión Mendel describió, y cómo aquellos que favorecen el éxito reproductivo de
sus portadores se implantan en la población mientras que los que proporcionan un rendimiento inferior en
términos reproductivos tienden poco a poco a desparecer. Curiosamente, mucho antes de que los
descubrimientos de Mendel fueran reconocidos por la sociedad, Galton (1822-1911 ), que, por cierto, era
primo de Darwin, basándose en los principios de la teoría de la evolución del propio Darwin, dedujo que
todos los rasgos conductuales humanos debían tener una base genética, resultado de la selección
natural y, con este ligero bagaje teórico (ligero en la medida en que ni siquiera Darwin era capaz de
explicar el origen material de las diferencias heredables, sobre las que, según él, actúa la selección
natural), hipotetizó que la inteligencia humana tiene una base genética, y pretendió haberlo demostrado
al comprobar que el grado de eminencia intelectual de los familiares masculinos de personajes
eminentes era más probable cuanto mayor era el grado de parentesco familiar (biológico) de esos
individuos eminentes con los familiares puestos a prueba: cuanto MAYOR era el grado de parentesco,
MAYOR era la semejanza en eminencia intelectual. Por esto y por la enorme cantidad de investigaciones
relacionadas que desarrolló o estimuló, se le considera a Galton el fundador de la Genética de la Conducta
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LEYES DE MENDEL
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plantas de guisantes en las que se podían discernir con claridad rasgos dicotómicos (VER FIGURA
2.2)
➢ Vigiló que se trataba de variedades (razas) puras, lo prueba el hecho de que durante 8
generaciones la autopolinización de cada raza dio siempre descendientes idénticos
(fenotípicamente) a sus progenitores. De hecho, estas razas puras le sirvieron de grupo de control
respecto a los grupos de control de plantas híbridas, que le permitieron demostrar las
posteriormente llamadas Leyes de Mendel.
➢ Con los resultados comprobó que la herencia biológica seguía una serie de leyes.
➢ Utilizó la planta del guisante, y 7 de sus caracteres discretos: rasgos que tienen una variación
discontinua y cualitativa, (color de la flor o la textura de las semillas)
Establece que:
Si se cruzan dos líneas puras para un determinado carácter, los descendientes de la primera generación
serán todos iguales entre sí, independientemente de la dirección del cruzamiento.
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1. Mendel cruzó dos plantas de líneas o razas puras, que diferían en uno de los rasgos concretos
(generación parental, P) (P.e.: plantas de semilla lisa con plantas de semilla rugosa; plantas altas
con plantas enanas…, hasta cubrir los siete rasgos que se enumeran en la FIGURA 2.2.): Cruce
monohíbrido.
2. Así comprobó que todos los descendientes de estos cruces (generación filial, F1) presentaba una
apariencia en el rasgo considerado, idéntica a
uno de los progenitores, independientemente
de si era el que aportó el ovulo o el polen.
*Fue de color violeta.
3. A la forma del carácter que se manifiesta
(fenotipo) en esta generación F1, consideró
Mendel calificarlo como dominante. Así pues,
el cruce de plantas altas con plantas enanas
resultó una planta híbrida donde el 100%
fueron altas (tan altas al menos como las
plantas de la raza alta utilizada en la
fecundación); y lo mismo ocurrió para los otros
6 rasgos dominantes (Fig 2.2.) *Violeta el
dominante, blanco el recesivo.
4. A la variante del carácter que no aparece en esta generación F1, la llamó recesiva. Por tanto, a
juicio de Mendel para estos 7 caracteres, no se produce el efecto de mezcla hereditaria que cabía
esperar.
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➢ Para Mendel, estos resultados indicaban que cada carácter (color de la flor, aspecto de la
semilla, etc.) era debido a un elemento o factor hereditario que corresponde al termino moderno
de gen. Por ejemplo, el gen para el carácter color de la flor, existe en dos formas o variantes, la
responsable del color violeta y la causante de que la flor sea blanca. A estos genes que presentan
más de una variante se les llama alelomorfos o, simplemente, alelos. Cada planta porta dos genes
para cada carácter, uno procedente de la planta materna y otro de la paterna o, cuando hay
autofecundación, del gameto femenino y del gameto masculino, respectivamente.
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Los miembros de parejas alélicas diferentes se segregan o combinan independientemente unos de otros
cuando se forman los gametos.
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La biología celular y molecular moderna ha logrado explicar la base material y los mecanismos y
procesos que permiten demostrar por qué las leyes de Mendel son leyes científicas. Y es que la genial
intuición mendeliana de que los progenitores pasan a sus descendientes una copia de cada factor
hereditario (gen) de las dos que poseen, es un hecho comprobado: MEIOSIS es el nombre que recibe el
proceso por el que se reparten equitativamente y al azar los genes entre los gametos, de forma que cada
gameto recibe una sola copia de cada gen.
Visto desde la perspectiva del presente, es normal afirmar que Mendel fue afortunado al elegir siete
rasgos que se transmiten independientemente unos de otros según la ley de la combinación: hoy
conocemos la materia que constituye los genes (el ADN), como se empaqueta y como se transmite a los
gametos. A diferencia de lo que Mendel propuso, los genes no van en unidades individuales separadas,
sino que son fragmentos más o menos grandes de ADN que se integran en gran número en una
macromolécula que recibe el nombre de cromosoma (los cromosomas fueron descubiertos por Carl Nägeli
en 1842, conociéndose a finales del siglo XIX buena parte de sus características morfológicas y cómo les
afectaban los procesos de división celular. Dos años después de que se redescubriesen las leyes de la
herencia, en 1902, el norteamericano E.Sutton y el alemán Th.Boveri, de forma totalmente independiente,
relacionaron rápidamente estas leyes con los movimientos que los cromosomas experimentan durante el
proceso de división meiótica. Nace de esta forma la teoría cromosómica de la herencia. En ella se señala
que los genes están ordenados de forma lineal sobre los cromosomas ocupando un determinado lugar. Los
factores de Mendel, los genes, tienen un sustrato biológico, los cromosomas, el vehículo en el que viaja la
información de célula a célula y de generación en generación).
Pero vayamos por partes:
La herencia genética ha de ser estrictamente equitativa. Los gametos han de recibir una copia, y solo
una, de cada cromosoma (VER FIGURA 2.7), de forma que cada gameto recibirá una copia de cada gen, de
las dos que normalmente poseen las células de los organismos pluricelulares. Aquí los conceptos esenciales
son:
➢ Células diploides: son las células somáticas normales. Portan dos copias de cada cromosoma (y,
por ende, de cada gen). Podemos decir que los cromosomas van por parejas en el sentido de que
contienen los mismos genes: cada cromosoma de cada una de esas parejas tiene su homologo. El
numero diploide de cromosomas se representa con la expresión 2n. Los gametos de los guisantes
de Mendel, por ejemplo poseen 7 cromosomas (n=7) y sus células somáticas 14 cromosomas (2n);
la especie humana también es diploide y el numero normal de nuestras células es de 46 (2n=46)
➢ Las células haploides: presentan un solo juego de cromosomas (células germinales, los gametos).
La dotación cromosómica haploide se representa mediante la letra n. Ejemplo: los óvulos y
espermatozoides contienen 23 cromosomas (n=23).
En cada cromosoma se halla un número concreto de genes que guarda la información acerca de
determinadas características. Por tanto, en el conjunto de cromosomas de cada célula se encuentra
recogida toda la información acerca de todas las características del organismo, desde el color de su piel
hasta los tipos de estímulos a los que puede responder.
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las dos células resultantes de la mitosis. Esto significa que han de sintetizar una copia nueva de cada
cromosoma, de forma que cada una de las dos células hijas resultantes tenga a su vez 2n cromosomas, o
sea, 46 cromosomas. En este momento es pertinente delimitar muy bien el concepto de cromosoma en el
contexto de la división celular sea meiótica o mitótica.
Tanto en la mitosis como en la meiosis (VER FIGURA 2.7) al menos hasta la metafase, los cromosomas
están formados por dos cromátidas (por cromátida se entiende cada una de las dos moléculas de ADN
idénticas (hermanas) resultantes de la duplicación de la molécula de ADN original que constituía el
cromosoma en la fase previa al inicio de la división celular. Ambas cromátidas van unidas por el
centrómero y cuando la célula se divida, cada cromátida se separa de su hermana y se convierte en un
cromosoma individual), de forma que en este momento del proceso, las células tienen un número diploide
de cromosomas formados cada uno por dos cromátidas
La esencial diferencia entre mitosis y meiosis I, es que al dividirse en dos la célula original:
➢ En la mitosis, las células hijas
reciben cada una, una
cromática de cada
cromosoma (con lo que se
mantiene el numero diploide,
solo que ahora se habla de
cromátidas como sinónimo de
cromosoma). En la mitosis
humana las dos resultantes
de la división celular
contienen 46 cromosomas
formados por una sola
cromátida cada uno.
➢ En la meiosis I, las dos células
resultantes reciben cada una
un número haploide de
cromosomas (la mitad de los
cromosomas), pero todavía
constituidos por dos
cromátidas cada uno. En la meiosis I, el resultado son dos células con 23 cromosomas cada una,
pero en este caso formados por dos cromátidas.
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➢ LA MEIOSIS I:
La meiosis I consta de las mismas partes que la mitosis, aunque no son equivalentes. Comienza
con la profase l. Esta difiere de la profase mitótica en un hecho muy importante: los cromosomas
homólogos se aparean dos a dos, punto por punto, a lo largo de toda su longitud, formando lo que se
denominan bivalentes (por estar compuestos por dos cromosomas homólogos). También reciben el
nombre de tétrada, en referencia a las cuatro cromátidas del bivalente; dos por cada cromosoma
homólogo (los cromosomas al entrar en la meiosis, como ocurre en la mitosis, están duplicados y por
eso constan de dos cromátidas cada uno) (VER FIGURAS 2. 7 y 2 .8).
El apareamiento de los homólogos tiene una importancia extraordinaria. A través de él se produce
el fenómeno citológico del entrecruzamiento, mediante el cual se lleva a cabo la recombinación
génica, el intercambio de genes de un cromosoma homólogo a otro. La siguiente etapa es la
metafase I. En ella los bivalentes o tétradas (VER FIGURA 2 .8), mediante sus centrómeros, se
insertan en las fibras del huso adoptando una ordenación circular sobre la placa ecuatorial. La
metafase I continúa con la anafase I en la que, a diferencia de la anafase de una mitosis normal en la
que se separan 2n cromátidas, en ésta se separan los cromosomas de los bivalentes, emigrando n
cromosomas (cada uno con sus dos cromátidas) a cada polo.
Finalmente, en la telofase I los cromosomas se sitúan en ambos polos de la célula, se
desespiralizan y se produce la citocinesis, dando lugar a dos células hijas con n cromosomas. Por
haberse reducido el número de cromosomas a la mitad, a esta división meiótica se le denomina
también división reduccional.
Como se ha indicado, los cromosomas no han seguido durante la meiosis I el mismo
comportamiento que muestran durante la mitosis, ya que aquí se han separado cromosomas
homólogos y no cromátidas. Este movimiento cromosómico es la demostración citológica
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de la ley de la segregación. Los cromosomas homólogos portan los alelos de cada gen, y su separación
es también la separación de esos alelos descrita por Mendel. Las células hijas obtenidas en la meiosis
I pueden entrar inmediatamente en la meiosis II o pasar por un período de interfase previamente. En
cualquier caso, antes de entrar en esta segunda división meiótica, no se produce duplicación de
cromosomas, pues ya están duplicados, dado que en la meiosis I se separaron cromosomas con sus
dos cromátidas.
➢ LA MEIOSIS II: es prácticamente igual que la mitosis, salvo por el hecho de que la célula que entra
en división es haploide, ya no hay cromosomas homólogos y, por tanto, tras ella se obtienen dos
células hijas con n cromátidas.
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FIGURA 2.9.:
Durante la profase I de la meiosis, el sobrecruzamiento provoca la recombinación génica, proceso mediante el
cual los cromosomas homólogos intercambian trozos de ADN que contienen alelos concretos, de forma que los
cromosomas resultantes tienen una combinación nueva de alelos: de esta forma, los cromosomas que forman
parte de los gametos tienen combinaciones de alelos diferentes de las que tenían los cromosomas de los
progenitores; podemos decir que, gracias a la recombinación, cada cromosoma que un progenitor pasa a su
descendiente es una combinación de los dos cromosomas homólogos que dicho progenitor recibió de su padre y
de su madre. La recombinación génica es tanto más probable cuanto más alejados entre sí se hallan dos genes
distintos, puesto que hay mucho espacio entre ellos para que se pueda formar un quiasma. El locus A está
bastante separado del locus B (I) y de los loci C, D (II), de forma que es bastante probable que ocurra un quiasma
que permita su recombinación. Sin embargo, la distancia entre los loci C y D es tan pequeña, que es muy
improbable que el sobrecruzamiento se dé entre ellos, ya sea en el caso de que el quiasma se produzca como en
la secuencia I o como en la II (cuando se produce el sobrecruzamiento los cromosomas presentan dos
cromátidas (VER FIGURA 2.8), sin embargo, para mayor claridad, en este dibujo sólo se representa una
cromátida de cada cromosoma homólogo).
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El sobrecruzamiento hace que el en los loci de uno y otro cromosoma homologo aparezcan, tras este
proceso, alelos diferentes de los originales, como resultado del intercambio subsecuente al
entrecruzamiento. A este proceso, consistente en la combinación de los alelos de los cromosomas
homólogos, se le denomina RECOMBINACIÓN GÉNICA.
No siempre es posible efectuar intercambios entre los loci de los cromosomas homólogos mediante
el sobrecruzamiento. Dado que éste se produce a través de quiasmas, cuanto más juntos estén dos loci,
MENOS probabilidad habrá de que exista sobrecruzamiento entre ellos por un impedimento meramente
físico (VER FIGURA 2.9-II). Cuando dos genes tienen nula o muy baja tasa de recombinación entre ellos, se
dice que existe ligamiento entre esos dos genes o, simplemente, que están ligados. Si ocurre esto, no
existe combinación independiente de caracteres y, por tanto, la ley de la combinación independiente de
Mendel queda enmascarada. El porcentaje de recombinación entre dos loci está directamente
relacionado con la distancia física que los separa dentro del cromosoma. A MAS distancia, MAS
porcentaje de recombinación, y viceversa, cuanto MAS juntos estén MENOS porcentaje de recombinación
se llevará a cabo entre ellos.
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Éstas son de varios tipos, pero las principales pertenecen a la familia de las denominadas histonas:
son pequeñas proteínas de carácter básico que permiten que el ADN se condense de forma ordenada
alcanzando los diferentes niveles de organización. (Son el núcleo del nucleosoma)
En eucariotas, el aspecto del material hereditario varía desde la estructura claramente definida que
representa el cromosoma metafásico, a una estructura amorfa y disgregada durante la interfase celular,
que recibe el nombre de cromatina.
Ambas estructuras representan distintos aspectos del mismo material hereditario y ponen de
manifiesto que el ADN tiene diferentes niveles de organización.
Lo que distingue un nivel de otro es el grado de empaquetamiento o condensación. Ese mayor grado
de compactación, se consigue por sucesivos procesos de plegamiento de unos niveles para alcanzar otros.
1. El nivel de organización más elemental (dejando a un lado el que representa la propia molécula de
ADN), es el que se alcanza a través de la unión de varios tipos de histonas con el ADN. Esta unión da
lugar a una estructura llamada nucleosoma que es la
unidad básica de condensación del ADN (VER FIGURA
2.11). Estas diferencias en el grado de condensación
están directamente relacionadas con la funcionalidad
del ADN: para que la información contenida en el
ADN, lo que llamamos genes, se exprese en la célula
es preciso que la molécula sea accesible, por lo que
ha de estar poco o nada condensada, mientras que
cuando hace falta traspasar esa misma información
genética a las células hijas (mitosis) o a los gametos
(meiosis), el ADN ha de estar empaquetado, MUY
condesado. En este segundo caso, la información
genética no puede expresarse. En los eucariotas, el
estado MENOS condensado del ADN consiste en una
estructura formada por nucleosomas distribuidos más
o menos periódicamente a lo largo del material
hereditario como si de cuentas de un rosario se
tratase (VER FIGURA 2.11). Esta disposición hace que
el ADN disminuya aproximadamente 7 veces su
longitud. Sin embargo, en el cromosoma metafásico el
nivel de condensación del ADN es todavía 1. 400
veces mayor que el alcanzado sólo con las “cuentas”
que forman los nucleosomas. Ese mayor grado de
compactación se consigue por sucesivos procesos de
plegamiento de unos niveles de organización para
alcanzar otros superiores. El nucleosoma representa
el primer nivel y el cromosoma metafásico el último nivel. Los sucesivos niveles se consiguen
gracias a los nucleosomas, una vez formados, se pliegan unos sobre otros de una manera ordenada
formando una fibra de 30 nm de espesor (VER FIGURA 2.12). Esta fibra representa el siguiente
nivel de organización material hereditario y proporciona una compactación del ADN que hace que
su longitud sea 100 veces menor. Los siguientes niveles de condensación no son bien conocidos. En
cualquier caso, posteriores enrollamientos de estas fibras de 30nm, posiblemente sobre un eje
proteico no histónico, proporcionan el grado final de condensación del ADN (VER FIGURA 2.10).
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Durante un tiempo las proteínas, dado el gran número de combinaciones que es posible realizar con
los diferentes aminoácidos que pueden formar parte de su estructura, fueron consideradas las candidatas
idóneas para ser las moléculas de la herencia. Sin embargo, fue el ácido desoxirribonucleico ADN, aislado
por primera vez en 1869 por el suizo F.Miescher, la molécula que resultó poseer todas las características
necesarias. Fueron J.D. Watson y F.Crick los que describieron por primera vez la estructura de la molécula
de ADN en el artículo publicado en 1953 en la revista Nature, “ Estructura molecular de los ácidos
nucleicos: una estructura para el ácido nucleico de la desoxirribosa”. Gracias a dicha estructura se pueden
explicar las bases moleculares de la herencia biológica. Este tipo de estudios contribuyó definitivamente
al desarrollo de la Genética molecular, una disciplina entre cuyos cometidos se encuentra establecer de
una forma completa la relación entre genotipo y fenotipo.
Igual que otros ácidos nucleicos, el ADN es una larga cadena doble formada por nucleótidos (VER
FIGURA 2.13) que son sustancias compuestas por:
✓ Una molécula de ácido fosfórico
✓ Una de un hidrato de carbono (que puede ser una ribosa o una desoxirribosa)
✓ Y otra de una base nitrogenada (que puede ser púrica o pirimidínica)
El ARN:
✓ A ácido fosfórico
✓ R hidrato de carbono (ribosa)
✓ N una base nitrogenada (púrica o pirimidínica)
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En el ADN estos nucleótidos forman dos cadenas, cada una de las cuales está dispuesta en espiral,
enroscada una sobre otra formando una doble hélice (VER FIGURA 2.14). Esta conformación se consigue
gracias a una disposición concreta de las moléculas que forman cada nucleótido del ADN.
➢ La espiral marca la sucesión de las moléculas de desoxirribosa y ácido fosfórico de cada
nucleótido, mientras que las bases nitrogenadas se sitúan en el interior. La unión entre las dos
cadenas de nucleótidos que forman el ADN se lleva a cabo a través de puentes de hidrogeno que
se establecen entre las bases púricas de una cadena y las pirimidínicas de la otra.
➢ Las bases púricas (adenina, guanina) de una cadena y las pirimidínicas (citosina, timina y uracilo) de
la otra. Son el alfabeto de la vida
➢ El sentido de las dos cadenas que forman el ADN no es el mismo, ya que presentan distinta
polaridad, una tiene un sentido de 3’ a 5’ y la otra lo tiene de 5’ a 3’. Por este motivo se dice que
ambas cadenas son antiparalelas.
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➢ Existen severas restricciones acerca de las uniones entre las bases nitrogenadas de las dos hebras o
cadenas que constituyen el ADN, ya que:
o la adenina (A) se aparea únicamente con la timina(T) (A-T) / en el ARN (cadena simple) en
lugar de timina(T) se sitúa uracilo(U) (A-U)
o la citosina(C) lo hace solo con la guanina(G) (C-G).
A esta relación restrictiva entre las bases se les denomina complementariedad y hace que las dos
cadenas de nucleótidos del ADN sean complementarias entre sí. Esta propiedad es la causa de la
relación 1:1 entre bases púricas y pirimidínicas.
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La replicación del ADN es semiconservativa, es decir, que a partir de una molécula de ADN se obtienen
dos. (Cada una de las cuales porta una hebra del ADN original, en tanto que la otra hebra o cadena
complementaria se va sintetizando siguiendo la complementariedad original (VER FIGURA 2.16).
Cuando el proceso concluye, las dos nuevas moléculas se separan: ambas llevan una hebra nueva y
otra antigua, pero las dos son idénticas: de esta forma, la información puede ser transmitida fielmente a
otra generación. Cuando hayan de traspasarse a las células hijas o a los gametos, se empaquetarán, unida
a la otra por el centrómero para constituir el cromosoma metafásico, que contiene dos cromátidas, es
decir, dobles cadenas resultado de la replicación del ADN.
La afinidad sumamente especifica entre las bases complementarias, que hace que sea enormemente
difícil (aunque no imposible) que sea una base inapropiada la que se empareje, como complementaria en
el proceso de replicación, hace del ADN, en efecto, una molécula química idónea para guardar la
información genética.
4. LA INFORMACIÓN GENÉTICA
hace; o bien, en el caso de la altura de la planta, se sabe que lo que determina la diferencia entre plantas
altas y plantas enanas es la longitud del tallo entre nodos, y no el número total de nodos (VER FIGURA 2.2).
Estudios genéticos, fisiológicos y analíticos han demostrado en este último caso que en la variante alta
interviene una enzima específica, la GA₃β-hydroxilasa, enzima que, por alguna razón, es prácticamente
inactiva en el caso de las plantas enanas (Smykal, 2014).
En 1909, el médico británico A.E. Garrod (1857-1936), publicó su trabajo Inborn errors of metabolism
(Errores congénitos del metabolismo), en el que señala que algunas enfermedades hereditarias son
causadas por el efecto que la herencia ejerce sobre el metabolismo de determinadas sustancias. Garrod
propone un nexo de unión ente genes y fenotipo: el metabolismo. Sin embargo, como suele ocurrir con
cierta frecuencia en el ámbito científico, la idea no fue propuesta en el momento adecuado y pasó
desapercibida. En 1941, G. Beadle 1903-1989) y E. Tatun (1909-1975), plantearon la hipótesis de un
gen/un enzima. Dicha hipótesis afirma que los genes regulan las características fenotípicas de los
organismos gracias a que codifican la estructura de las enzimas que intervienen en todos y cada uno de
los procesos metabólicos que acontecen en el organismo.
Esta hipótesis fue confirmada con posterioridad, estableciéndose que un gen es la secuencia
ordenada de bases nucleotídicas del ADN, la cual secuencia determina a su vez el orden de los
aminoácidos de las proteínas. Las proteínas son las sustancias que dan forma a las estructuras orgánicas,
y las principales responsables de los procesos metabólicos que explican el funcionamiento de los seres
vivos; estas segundas reciben el nombre genérico de enzimas. Ocurre además que las propiedades de las
proteínas, curiosamente, dado el paralelismo, vienen determinadas por la secuencia de los aminoácidos,
unidades básicas o monómeros de las proteínas (los términos polímero y monómero hacen referencia a
moléculas formadas por unidades básicas de pequeño tamaño que se ensamblan de una manera
determinada: el ADN y el ARN son polímeros cuyas unidades básicas son nucleótidos; las proteínas son
polímeros de aminoácidos…).
Los genes que codifican proteínas se denominan genes estructurales para diferenciarlos de aquellas
otras secuencias de ADN que portan otro tipo de información, como por ejemplo la de la secuencia de
nucleótidos de los distintos ácidos ribonucleicos.
En 1970, Francis Crick, con toda la información disponible acerca las bases moleculares de la herencia,
propuso el denominado dogma central de la Biología, que establece el flujo que sigue la información
genética, la cual se halla en el ADN (molécula desde la que la información puede ser duplicada para su
transmisión a otra célula, a través del proceso de replicación), de donde se trasfiere bioquímicamente a
una molécula de ARN, mediante el denominado proceso de transcripción, y desde el ARN, a través del
proceso de traducción, la información se expresa en una secuencia polipeptídica (Un polipéptido es un
polímero formado por aminoácidos (monómeros) que se unen gracias a enlaces peptídicos: es sinónimo de
proteína). Este dogma central ha tenido que ser ampliado en el sentido de que la información puede
almacenarse en forma de ARN y trascribirse inversamente a ADN, siempre siguiendo el sistema de
complementariedad de bases: es el caso de los retrovirus, que son virus cuya información genética se
almacena en forma de ARN (VER FIGURA 2 .17).
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Para comprender de manera cabal cómo se comporta el material genético, y explicar las
bases moleculares de la herencia, lo mejor es describir el proceso que conecta los genes con el
fenotipo: estamos hablando de la expresión génica, de la manera en que la información
codificada en el ADN se manifiesta en los procesos biológicos que dan lugar al desarrollo y
funcionamiento característico de los seres vivos. La información genética, para ser efectiva, ha
de seguir un proceso que consta de dos pasos, la trascripción y la traducción.
4.1.1. LA TRASNCRIPCIÓN
El ADN de los eucariotas se encuentra situado en el núcleo celular, mientras que la
maquinaria necesaria para la síntesis de proteínas se halla en el citoplasma. El tamaño de la
molécula de ADN y la importancia de la información en ella contenida pueden ser dos de Ios
motivos que hacen que el ADN no viaje hasta el citoplasma para transmitir las instrucciones
necesarias para la síntesis proteica. Por ello, cada vez que es necesaria la producción de un
determinado polipéptido, la información de su secuencia de aminoácidos es copiada desde el
correspondiente gen a un ácido ribonucleico (ARN). A este proceso se le denomina
transcripción. El ARN formado es el que viaja al citoplasma con la información (mensaje) para
que el polipéptido sea sintetizado. Por este motivo a ese ARN se le llama ARN mensajero
(ARNm).
El proceso de transcripción es catalizado por una enzima perteneciente al grupo de las ARN
polimerasas (VER FIGURA 2.18). Como en el caso de la duplicación del ADN, en la transcripción se sigue
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las reglas de complementariedad, con la salvedad de que en lugar de añadir un nucleótido de timina
cuando
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1. La ARN polimerasa se une a una región específica situada por delante del gen que se va a
transcribir, llamada promotor.
Desde esta región inicia la
síntesis el ARNm.
2. La transcripción del ARN finaliza
cuando la ARN polimerasa
alcanza una región específica
del ADN situada al final del gen,
denominada secuencia de fin,
que no es otra cosa que una
señal de parada de la
transcripción (VER TABLA 2.1.)
3. En ese momento, la hebra del
ARNm (mensajero) queda libre,
y la ARN polimerasa se separa
del ADN, pudiendo volver a
unirse a otro promotor para
comenzar una nueva
transcripción.
4. Paralelamente, las hebras de
ADN separadas para la
transcripción son de nuevo
unidas por unas enzimas
específicas.
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Dependiendo de los genes, hay transcritos primarios que tras su procesamiento codifican siempre el
mismo polipéptido, y otros que pueden experimentar varios tipos de maduración que originan
polipéptidos distintos, en función de la célula en que se exprese, y la etapa de desarrollo en que se
encuentre el organismo. Por ejemplo, en la rata existe un gen que codifica un transcrito primario que, si se
expresa en las células del tiroides, origina un ARNm maduro que codifica la secuencia aminoacídica de la
hormona calcitonina, mientras que, si el procesamiento se realiza en la hipófisis, origina otra hormona, la
CGRP (péptido relacionado con el gen de la calcitonina) de efectos diferentes a los de la calcitonina (VER
FIGURA 2.20).
Hemos dicho que el ADN contiene la información genética y tiene que haber una característica
estructural que le permita hacerlo. A lo largo de los años cuarenta y cincuenta, diversos datos empíricos
habían establecido que existía una relación entre la secuencia lineal de nucleótidos del ADN y la de los
aminoácidos de los polipéptidos. La pregunta planteada fue ¿cómo está codificada en el ADN la
información referente a la secuencia de aminoácidos de un polipéptido? Además, hay que explicar qué
pasa en el proceso intermedio de trascripción para que se mantenga la información. Los humanos
habitualmente recurrimos al empleo de signos y reglas para guardar información. De esta forma
establecemos la equivalencia entre una determinada ordenación de los signos y un significado, es decir,
una información concreta. Con la combinación de las 27 letras de nuestro alfabeto podemos formar
muchísimas palabras escritas, cada una con un significado. Así, según el orden en que coloquemos las
letras A, O, M y R, podremos formar palabras con significado AMOR, MORA, ROMA, RAMO... La
información se ha codificado mediante una determinada ordenación de esas cuatro letras: las lenguas
tienen códigos para codificar y descodificar la información lingüística, letras, palabras (verbos, sustantivos),
frases (sintaxis), etc. Igualmente, el código genético es el conjunto de reglas que permite descifrar la
información codificada en el ADN para construir proteínas funcionales y, en general, hacer que la vida de
las células sea ordenada y exitosa.
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ALEJANDRA MENDIETA
Es sabido:
✓ Todas las proteínas están constituidas por cadenas de aminoácidos, de los que solo se usan 20,
así que los polipéptidos (proteínas) se diferencias unos de otros solo por el orden en que estén
unidos los aminoácidos que los constituyen.
✓ El ADN, por su parte, contiene información acerca de las secuencias de aminoácidos de todos
los polipéptidos del organismo.
✓ Dado que la naturaleza del ADN y de los polipéptidos son distintas, esa información debe ser
guardada de forma cifrada de acuerdo con un código.
✓ El ADN está formado por solo 4 nucleótidos cuya diferencia estriba en las bases que los
constituyen, Adenina, Timina, Guanina, y Citosina (VER FIGURA 2.13 Y 2.14), es decir, la
información que porta utiliza un alfabeto de cuatro letras (A, T, G y C).
✓ Sin embargo, los polipéptidos utilizan 20, y cabe preguntarse cómo es posible que con 4 letras
del ADN se pueda codificar la información relativa a 20 aminoácidos diferentes para formar
polipéptidos.
✓ Para encontrar la solución a esa pregunta, y asumiendo que el orden de los aminoácidos en las
proteínas, los científicos emplearon como primera aproximación la lógica de las técnicas
criptográficas para proporcionar una hipótesis:
• El ADN debe codificarla información mediante la combinación de sus cuatro tipos de
nucleótidos.
• Si tomamos de una en una las cuatro bases, sólo podremos formar cuatro “palabras”
distintas, es decir, el ADN solo podría guardar información acerca de cuatro
aminoácidos. Si el código se estableciese combinado esas cuatro bases de dos en dos,
se podrían formar 4² combinaciones posibles, es decir, el ADN podría guardar
información acerca de 16 aminoácidos, numero de nuevo insuficiente. Si combinamos
esas “letras” de tres en tres, se podrán formar 64 “palabras” distintas (4³), número más
que suficiente, ya que con 20 hubiese bastado, pero como veremos más adelante, las
“palabras” sobrantes también tienen un significado.
El código genético es el conjunto de reglas mediante las cuales se establece la relación entre la ordenación
lineal de nucleótidos de la molécula de ADN y la ordenación lineal de aminoácidos de los polipéptidos.
Durante los primeros años de la década de 1960 y gracias a los datos experimentales
aportados por los grupos de trabajo dirigidos por M. Nirenberg, Severo Ochoa y H.G. Khorana, se
comprobó que la base del código genético es el triplete (en el ADN), o codón (cuando nos
referimos a ese triplete en el ARNm). Está constituido por una secuencia cualquiera de los tres
nucleótidos de los cuatro posibles (de adenina, guanina, citosina y timina; el uracilo sustituye a la
timina en el ARNm). El orden en que van los tripletes especifica el orden en que van los
aminoácidos en las proteínas. Por tanto, un triplete especifica un aminoácido. La equivalencia
entre todos los codones posibles y los distintos aminoácidos que forman parte de los polipéptidos
se recoge en la Tabla 2.1: nótese que hay una correspondencia entre cada triplete que forma
cada codón del ARNm y los tripletes complementario de una de las dos cadenas del ADN de la
que se trascribió, y a la vez, una correspondencia entre la secuencia de codones del ARNm y la
secuencia de aminoácidos en la proteína. Para entender de manera cabal cómo funciona el
código genético hay que entender las siguientes propiedades:
➢ Es redundante o degenerado: cada aminoácido puede estar codificado por más de un codón.
Habiendo 64 tripletes posibles y sólo 20 aminoácidos, en claro que sobran tripletes: como se
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ve en la TABLA 2.1, cada aminoácido puede estar codificado por más de un triplete, es decir,
hay tripletes “sinónimos”. Por ejemplo: el aminoácido arginina es codificado, tanto por el
codón AGA, como por el AGG. Además, algunos codones no codifican aminoácidos, sino que
son señales de paro que hacen finalizar la traducción. Es el caso de los codones UAA, UAG, y
UGA.
➢ Es un código sin superposición: esto significa que un nucleótido solo pertenece a un codón y
no a varios. Por ejemplo, en la secuencia AUGCAUAGG, los codones serían AUG, CAU, AAG, y
no UGC, AUA, GCA o UAA. Es decir, que el nucleótido de guanina del primer codón, por
ejemplo, solo puede pertenecer a ese codón y no a cualquier otro que formemos con los
nucleótidos adyacentes.
➢ La lectura es lineal y continua: con ello se indica que la lectura del ARNm se inicia en un
punto y avanza de codón en codón sin separación ni saltos.
➢ Es universal: prácticamente todos los seres vivos, desde una bacteria a un mamífero, pasando
por las plantas o los hongos, utilizan el mismo código para traducir el mensaje del ADN a
polipéptidos (como siempre en Biología, es difícil no encontrar excepciones. Con respecto a la
universalidad del código debemos señalar en las mitocondrias (que tienen si propio ADN), en
algunas levaduras y en algunas especies del género Paramecium, existen pequeñas
variaciones (dialectos) al código genético mostrado en la tabla 2.1.). Esta propiedad apunta
claramente hacia una relación de parentesco entre todos los seres vivos.
4.2.1.LA TRADUCCIÓN
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La síntesis del polipéptido cuya secuencia lleva cifrada el ARNm se inicia en los ribosomas. A través
de un proceso enzimático, los ácidos
ribonucleicos de transferencia (ARNt) (VER
FIGURA 2.22) van incorporando los
correspondientes aminoácidos
especificados por la secuencia lineal de
codones del ARNm. Esto se consigue
gracias a que existen tantos ARNts como
codones distintos puede haber en el
ARNm. La diferencia entre los ácidos
ribonucleicos de transferencia radica en el
triplete de nucleótidos complementario de
cada uno de los codones del ARNm,
denominado anticodón, y en el aminoácido
que transporta, que no es otro que el
especificado por su codón complementario.
El resultado es la formación de un
polipéptido con una función biológica
concreta y distinta de la de cualquier otro
cuya secuencia de aminoácidos sea
diferente. Un esquema del proceso de
expresión génica se ofrece en la FIGURA
2.23.
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▪ Cada célula del organismo se originado por mitosis sucesivas de una única célula, el cigoto.
Como sabemos, la mitosis asegura un reparto completo y equitativo de la información genética.
Por este motivo, todas las células de un individuo portan la misma información, tienen idénticos
genes en sus núcleos. Sin embargo, durante el desarrollo, de una forma ordenada y con mayor o
menor intensidad a lo largo de la vida, las células alcanzan destinos distintos, se diferencian
morfológica y fisiológicamente (diferenciación celular) formando diversos tipos de tejidos que, a
su vez, adquieren conformaciones espaciales particulares dando origen a órganos y otras
estructuras corporales (organogénesis y morfogénesis).
▪ Por otro lado, dentro de la célula ya diferenciada, el metabolismo celular varía continuamente a
lo largo de su ciclo vital. Distintas rutas de síntesis (anabolismo) o de degradación (catabolismo)
se activan o desactivan en función de las necesidades puntuales que la célula deba satisfacer. Por
ello, dependiendo del momento en el que analicemos el contenido celular, encontraremos un tipo
u otro de polipéptidos, porque la economía celular obliga a que la expresión génica no sea
continua ni simultanea para todos los genes, sino que se activa solo cuando los correspondientes
polipéptidos se necesitan.
▪ Todo ello pone de manifiesto que la expresión génica está regulada de forma precisa, tanto
durante las sucesivas etapas del desarrollo del organismo, como a lo largo del ciclo vital celular. En
función del alcance en el tiempo que tenga la regulación de la expresión génica podemos
distinguir:
✓ UNA REGULACION A CORTO PLAZO: está relacionada con el metabolismo celular, y
provoca cambios en el ADN que alteran de forma pasajera la expresión génica.
✓ UNA REGULACION A LARGO PLAZO: está relacionada con el desarrollo del organismo y
conduce a cambios en el ADN de la célula que conllevan el bloqueo permanente (aunque
no reversible -de hecho, los núcleos celulares son totipotentes, es decir, la información
contenida en ellos es similar y es susceptible de volver a expresarse de nuevo. En esta
circunstancia se encuentra la base de los experimentos de la clonación. Puesto que en
cualquier célula de un organismo está toda la información genética del mismo, si
extraemos el núcleo de la célula y lo introducimos en un ovocito al que se le ha eliminado
el suyo, es decir, su información genética, el desarrollo de esa nueva célula originara un
individuo genéticamente idéntico al donador del núcleo trasplantado, esto es, un clon-) de
la expresión de determinados genes (VER FIGURA 2.24)
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❖ Los inductores son moléculas que, al unirse a las proteínas reguladoras, hacen que éstas
experimenten un cambio en su estructura tridimensional que les impide unirse al ADN,
permitiendo (induciendo) con ello que el gen pueda ser transcrito. La separación del
inductor de la proteína reguladora hace que la unión con el ADN se pueda establecer y con
ello la represión de la expresión génica (VER FIGURA 2.25 B). Tanto en procariotas como en
eucariotas se ha descrito ese tipo de procesos de regulación de la expresión génica.
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1. Fue propuesto en 1961 por Jacob y Monod, es un ejemplo sencillo que nos puede ayudar a
entender este tipo de regulación de la expresión génica.
2. Explica la expresión de los genes de las enzimas que intervienen en el metabolismo de la lactosa,
denominados de forma genérica genes lac. La bacteria Escherichia coli puede utilizar como fuente
de energía el disacárido lactosa. La encima β-galactosidasa se encarga de degradarla a glucosa y a
galactosa, bien transformando primero la lactosa (producto que es de gran importancia en la
regulación de esta enzima). La cantidad de moléculas de esta enzima está relacionada directamente
con la cantidad de lactosa en el medio, Así, el incremento de lactosa induce su síntesis a través del
incremento en la expresión del gen estructural que codifica la secuencia de esa enzima
denominada lacZ (junto con las de otros genes que codifican la información de otras enzimas que
intervienen indirectamente en esa degradación, los genes lacY y lacA). (VER FIGURA 2.26).
3. Situado en las cercanías de estos genes lac, se encuentra el gen regulador, que codifica la secuencia
de una proteína reguladora a la que, en este modelo se le da el nombre de represor. Esta proteína
reconoce y se une a la secuencia reguladora de ADN que se denomina operador, situada
inmediatamente después del promotor de los genes lac (la región a la que se une la ARN
polimerasa). La unión del represor al operador impide que la ARN polimerasa pueda acoplarse al
ADN, y, por lo tanto, que la transcripción de los genes lac se lleve a cabo.
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4. CUANDO NO HAY LACTOSA: el represor (proteína reguladora) codificado por el gen regulador, se
une al operador (secuencia reguladora) impidiendo que la ARN polimerasa se pueda unir al
promotor e iniciar la transcripción de los genes lac no se lleva a cabo.
5. CUANDO ENRA LACTOSA EN LA CELULA: un metabolito de ésta actúa como inductor ya que se une
al represor haciendo que éste se separe del promotor. De esta forma, los genes lac se pueden
transcribir y traducir en las correspondientes enzimas.
6. CUANDO EN EL MEDIO HAY LACTOSA: las escasas β-galactosidasas presentes en la célula la
transforman en alolactosa. Esta molécula (la lactosa) actúa como inductor de la transcripción de
los genes lac, ya que se une al represor provocando un cambio en su estructura tridimensional y,
con ello, que se rompa su unión con el operador. Al quedar éste libre, la ARN polimerasa se puede
acoplar al promotor, y comenzar la transcripción de los genes lac.
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Además de la regulación a corto plazo, donde la expresión de los genes se regula según las
circunstancias y de una manera transitoria, existe la regulación a largo plazo.
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La diferenciación celular junto con la compleja organización pluricelular que da lugar a los distintos
órganos del cuerpo y hace que éste adopte su forma tridimensional típica necesaria de procesos
regulatorios relativamente prolongados: regulación génica a largo plazo.
Los mecanismos implicados no se conocen bien, aunque hay bastantes datos al respecto que apuntan
a complejas interacciones entre diferentes grupos de genes y distintos tipos de moléculas durante el
desarrollo embrionario. Entre estos genes se encuentran los denominados homeogenes, o genes
homeobox, así llamados por tener en común una secuencia característica de 180 bases (que codifican una
secuencia de 60 aminoácidos) en uno de sus extremos. Las proteínas codificadas por estos genes regulan la
expresión de genes que poseen elementos que responden a esta secuencia de homebox. Estos genes
homebox juegan un papel importante en la diferenciación de estructuras corporales, siguiendo además
el plan estructurado en segmentos que se puede observar en todos los animales. Se encuentran en todos
los animales, desde la mosca de la fruta al hombre. El desarrollo y diferenciación del SN humano también
depende de ellos, especialmente su desarrollo ordenado según un programa de regionalización
rostrocaudal.
❖ La metilación del ADN: es una reacción catalizada enzimáticamente, mediante la cual se inserta
un grupo metilo (-CH₃) en la base nitrogenada de los nucleótidos (sobre todo afecta a la
citosina). Ello provoca un cambio que impide la unión de la enzima ARN polimerasa, y por tanto,
evita la transcripción del gen afectado.
❖ La condensación del ADN: impide que la ARN polimerasa pueda acceder a los respectivos
promotores, existiendo una relación inversa entre el grado de condensacion del ADN y el
proceso de transcripción. La condensación afecta a grandes segmentos de ADN o a cromosomas
enteros.
Tanto condensación como metilación parecen estar implicados en los procesos de diferenciación
celular. Mediante estos mecanismos se consigue que cada tipo celular (neurona, glía, fibra muscular,…)
exprese determinadas propiedades, justo aquellas que están relacionadas con los genes que no han sido
metilados o condensados. Estos procesos suelen suceder en las primeras etapas del desarrollo y una vez
que se han producido, tanto las zonas metiladas, como las altamente condensadas, se heredan a través
de la mitosis. Es una de las causas de que, una vez diferenciada la célula, sus descendientes sigan
perteneciendo al mismo tipo celular.
Aunque los factores que hemos descrito en relación a la regulación a corto plazo de la expresión
génica en su día fueron conceptualizados como factores epigenéticos, hoy en día el término epigenética
hace referencia especialmente a factores heredables, bien que de tipo más o menos transitorio, en los que
no se dan cambios en el ADN: en realidad son cambios que pueden pasarse a la siguiente generación y que
tienen que ver con mecanismos a largo plazo de regulación de regulación de la expresión génica. Los casos
más paradigmáticos son la inactivación del cromosoma X y el fenómeno de impronta.
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❖ Según el cambio molecular que ocurre en el ADN: según este criterio las mutaciones se
clasifican en:
➢ Puntuales (o de sustitución de un único nucleótido): lo que da lugar a polimorfismo de un
solo nucleótido (A veces se considera SNP la inserción o deleción de un nucleótido, pero en
este caso, en realidad, ha de considerarse una mutación de marco o patrón de lectura
(frameshift). Para que se considere polimorfismo, la variante ha de estar presente en al
menos el 1% de la población; por eso a veces se prefiere hablar de variante de un solo
nucleótido) (SNP, VER FIGURA 2.28.
➢ De marco (frameshift mutation): porque al insertarse o suprimirse, uno o varios, o muchos
pares de nucleótidos en la secuencia normal del ADN, se altera el patrón de lectura de
tripletes.
➢ Son estas mutaciones puntuales o de marco (y también las genómicas), las que pueden
producir cambios en el fenotipo, a nivel bioquímico, fisiológico o conductual.
➢ Puede ocurrir también, y es la forma en que pueden aparecer nuevos genes ( las
mutaciones no origina genes nuevos, sino variantes alélicas o alelos de los ya existentes),
que un trozo completo de ADN se duplique, de forma que en un mismo cromosoma haya
dos copias de un gen (dos loci de un mismo gen); durante el entrecruzamiento propio de la
meiosis es frecuente que el intercambio de ADN entre los cromosomas no sea equilibrado, y
que uno se quede con trozos de ADN sin a su vez donar la parte correspondiente al
cromosoma homólogo.
❖ La clasificación más importante de las mutaciones deber ser, sin embargo, la basada en sus
efectos fenotípicos:
➢ Perdida de función: la vía más obvia por la que las mutaciones pueden afectar al fenotipo la
podemos encontrar en las modificaciones de los tripletes o de la secuencia de los tripletes
de los genes: esto puede dar lugar a una pérdida de la función, bien porque la secuencia
resultante tras la mutación no sea legible (no codifique nada) o porque la nueva proteína
tenga poca o ninguna funcionalidad. Estas mutaciones de perdida de función pueden ser:
- Recesivas
- Dominantes: serán dominantes cuando en heterocigosis el alelo normal no sea
suficiente para permitir un adecuado funcionamiento o bien, cuando el alelo mutado
codifique una proteína que impide el funcionamiento apropiado del producto del alelo
no mutado.
➢ Ganancia de función: puede producirse una mutación con este tipo, si el producto del
mutado es más activo en sus funciones o adquiere otras nuevas: esto podría ocurrir si el
nuevo alelo codifica una proteína con diferente secuencia de aminoácidos. También podría
ocurrir que la mutación afecte a las regiones reguladoras del gen, haciendo que se exprese
en mayor medida de lo que lo hace el gen no mutado. Estas mutaciones con ganancia de
función suelen ser dominantes. Cuando una mutación da lugar a la interrupción de un
proceso biológico esencial para la vida, recibe el nombre de mutación letal (en realidad
basta con que la mutación provoque esterilidad en el sujeto portador para que, en sentido
evolutivo, dicha mutación sea letal).
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Puesto que la mayor parte del ADN no forma parte de los genes, la mayoría de las mutaciones son
neutras; igualmente serían neutras si no alteran la estructura de la proteína o los niveles de expresión del
gen: cuando el triplete alterado por una mutación puntual da lugar en la proteína al mismo aminoácido
original se habla de sustitución silenciosa o sinónima.
Las mutaciones generan la variabilidad necesaria para que la selección natural pueda actuar. Ocurren
al azar en el sentido de que no puede saberse por qué ocurren en un punto de la cadena y no en otro. Lo
cierto es que en humanos las mutaciones puntuales ocurren con una tasa de 1,20 x 10⁻⁸ por base y
generación, lo que viene a equivaler a un cambio por cada 100 millones de bases: esto es importante
porque al ser tan baja la tasa de mutación, cuando dos individuos presentan coincidencias lo más
probable es que deba a que comparten parentesco genético. Sin embargo, y por paradójico que parezca,
el número de polimorfismos de un solo nucleótido encontrado en los genomas humanos secuenciados es
de 3-4 millones; de hecho, esto representa uno por cada 1000-1200 bases (claro que estos polimorfismos
son resultado de la acumulación de mutaciones puntuales a lo largo de toda la evolución humana). No tan
paradójicamente, los SNP son mucho más frecuentes en los intrones (segmentos de ADN que no se
traducen a proteínas) que en los exones.
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El ejemplo que vamos a desarrollar es el del gen de la hemoglobina humana, del que existen
numerosas variantes. La hemoglobina está formada por dos polipéptidos: globinas alfa y beta,
codificados cada uno de ellos por un gen diferente, Hbα y Hbß respectivamente. La β-globina normal
está codificada por el alelo Hbß^. Existen, por otra parte, cerca de 400 variantes alélicas de este gen,
algunas de las cuales dan lugar a una hemoglobina menos eficaz a la hora de trasportar oxígeno. Una de
esas variantes es el alelo Hbßˢ, que codifica un polipéptido anormal que ocasiona la anemia falciforme.
Centrándonos en el alelo Hbßˢ, y comparando los portadores heterocigóticos (genotipo HbßᴬHbßˢ) y con
los homocigóticos normales (HbßᴬHbßᴬ) y con los homocigóticos afectado (HbßˢHbßˢ), veremos que se
pueden establecer diferentes relaciones de dominancia según cómo consideremos el fenotipo:
1) a nivel molecular, ambos alelos se expresan, por tanto, hablamos de codominancia:
efectivamente, podemos encontrar las dos formas de β-globina en los glóbulos rojos heterocigóticos.
2) a nivel celular se ha comprobado que, en condiciones normales de oxígeno, la mayor parte
de los glóbulos rojos heterocigóticos son normales, sin embargo, cuando los niveles de oxígeno son
bajos, aparece algunos glóbulo rojos que se colapsan; en este sentido ambos alelos presentan una
dominancia incompleta (los sujetos homocigóticos (HbßˢHbßˢ), por su parte, suelen desarrollar fallos
cardíacos por las dificultades que se generan en su sistema circulatorio al colapsar la mayor parte de sus
glóbulos rojos; en este aspecto la homocigosis recesiva es letal).
3) sin embargo, tanto los heterocigóticos HbßᴬHbßˢ como los homocigóticos HbßˢHbßˢ, son
resistentes a la malaria porque sus glóbulos rojos, tanto en un caso como en otro, se rompen antes de
que la infección de malaria pueda prosperar: en este sentido, el alelo Hbßˢ es dominante.
Afortunadamente para los heterocigóticos, en lo que se refiere a la anemia falciforme, el alelo normal
Hbßᴬ, es dominante, de forma que los heterocigotos tienen la ventaja de ser resistentes a la malaria y la
de no padecer anemia falciforme. Por tanto, hemos de ser muy cautos al usar los conceptos de
dominancia y recesividad, por cuanto, como hemos visto, eso depende del fenotipo concreto que estemos
analizando. La conclusión que hemos de sacar es que un mismo gen puede estar involucrado en varios
rasgos fenotípicos, es lo que se conoce como pleiotropismo, y además, cada alelo puede resultar
dominante en alguno de esos rasgos y recesivo en otros.
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7.1.3.EPITASIA
Según la segunda ley de Mendel pone de manifiesto que cuando analizamos la herencia simultánea
de dos caracteres, las proporciones 9:3:3:1 obtenidas en la F₂ son consecuencia de la combinación
independiente de los alelos de los genes responsables de esos dos caracteres. Sin embargo, existen casos
en los que la proporción fenotípica obtenida en la F₂ parece contradecir la mencionada ley. Una
posible causa de esa falta de concordancia entre la proporción fenotípica esperada y la obtenida cuando
analizamos la herencia de dos caracteres simultáneamente, puede ser atribuible al fenómeno
denominado epistasia. Ello se debe a que la expresión de uno de los dos genes es requisito imprescindible
para que se manifieste el efecto sobre el fenotipo del otro gen. Un ejemplo muy gráfico nos lo ofrece el
llamado fenotipo Bombay:
- A nivel molecular el grupo sanguíneo A es debido a la acción de un enzima que añade el
polisacárido A, a un polímero de azúcar conocido como sustancia H, mientras que el grupo B
es el resultado de una variante de la misma enzima que añade al polímero H el polisacárido B
(el tipo 0 se debe a que no se sintetiza ninguna de las dos formas de enzima, y por tanto, no
se añade nada al polímero H).
- Ahora bien, sucedió en Bombay que una mujer del grupo 0 tuvo con un hombre del grupo A
una hija del grupo AB y un hijo del grupo B, que no es posible basándonos en el modo de
herencia de un solo gen con dos alelos, puesto que en este caso la mujer tenía que ser
genotípicamente 00 (la mujer en principio parecía ser homocigótica recesiva OO. El alelo O es
recesivo, mientras que los alelos A y B son codominantes: por tanto cualquier genotipo
heterocigótico donde se halle el alelo O dará lugar a un fenotipo A, si es AO o B, si es BO), de
forma que sus descendientes solo podían ser 0 o A.
- Afortunadamente, se pudo demostrar que la mujer aparentaba ser del grupo 0 porque en
realidad no producía el polímero H (para este segundo gen, el genotipo de la mujer era
homocigótico recesivo hh): sus hijos si recibieron el alelo H del padre, lo que hizo que se
manifestara el verdadero grupo sanguíneo de la madre, que de haberse podido manifestar
hubiese sido B o AB.
- Este ejemplo demuestra que la manifestación fenotípica de los alelos de un gen puede
depender del genotipo del sujeto en otro gen diferente. A esto es lo que se le llama epistasia
o epistasis.
Los rasgos de un organismo pueden estar determinados por un único gen, como en el caso de la flor
del guisante o del albinismo (herencia monogénica) o, pero también pueden estarlo por varios genes,
como ocurre con la altura de una persona o su inteligencia (herencia poligénica)
Dado que Mendel trabajó con caracteres cuya herencia es monogénica, a este tipo de rasgos,
dependientes de un solo gen, se les denomina rasgos o caracteres mendelianos.
Con plantas o con animales podemos llevar a cabo determinados cruces para poner de manifiesto qué
genes pueden estar involucrados en distintos rasgos fenotípicos, pero en la población humana, la
incidencia de un gen sobre determinados rasgos, ya sean normales o patológicos, físicos o conductuales,
no se puede poner de manifiesto mediante cruces experimentales. Por ello se recurre al estudio del
patrón de transmisión de la información recogida de la familia en la que se detecta el carácter de interés.
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Por tanto, según estos criterios, se establecen tres tipos de patrones de transmisión en la herencia
monogénica: autosómica dominante, autosómica recesiva y ligada al sexo.
Los homocigotos y los heterocigotos manifiestan el carácter ya que es debido a un gen dominante.
AA y Aa: Manifiestan la enfermedad aa: son sanos
Tal vez el ejemplo más importante de rasgo mendeliano humano de transmisión autosómica
dominante sea el que se describió en 2001 en la familia KE:
- Muchos de los miembros de esta familia de Reino Unido presentaban una notable
alteración en sus capacidades lingüísticas unida a dificultades motoras orofaciales que
deterioran la articulación del lenguaje (dispraxia verbal). Lo notable es que, tal como se
puede ver en el pedigrí de la FIGURA 2.31, este fenotipo es compatible con la acción de
un alelo dominante. Estudios moleculares complementarios demostraron que los
individuos afectados, pero no los que no lo estaban, eran portadores de una mutación
sin sentido del conocido como FOXP2 (es un gen como otros que codifica un factor de
transcripción). El hecho de que otras mutaciones observadas de este gen,
concretamente una mutación puntual sin sentido en otra familia diferente, también
ocasione un fenotipo lingüístico similar, no deja duda acerca de la relación entre
genotipo y genotipo en este locus del gen FOXP2 (cromosoma 7q31).
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- El gen FOXP2: la importancia de este gen regulador es evidente por cuanto relaciona de una
manera directa un rasgo específicamente humano y un gen, con lo que esto implica a la hora de
explicar la evolución de nuestra especie. Este gen no es privativo de la especie humana, dado
que se halla también en el genoma de las aves y todos los mamíferos. Lo interesante en
términos evolutivos es que solo hay tres sustituciones de aminoácidos de la proteína que
codifica este gen, que diferencien entre ratones y humanos, y sin embargo solo 1 entre ratones y
primates no humanos (p.e.; chimpancé); esto implica dos cosas:
1) Se trata de un gen muy conservado filogenéticamente, es decir, sometido a selección
estabilizadora.
2) Ha sufrido una evolución muy rápida muy tardíamente (según las estimaciones de los
genetistas moleculares evolutivos, no hace más de 200.000 años; incluso a pesar de que
también los neandertales poseen la misma variante del gen FOXP2, existe una diferencia
en un intrón que parece afectar a la regulación de la expresión de este gen, y explicar el
especifico desarrollo lingüístico de nuestra especie). Si a esto añadimos que en la especie
humana apenas hay variantes de este gen (polimorfismos) y las que hay son, como el de
la familia KE, muy negativas, no cabe duda de que nos hallamos ante un gen que ha
sufrido una fuerte selección positiva en la especie humana: de hecho, no existen casos de
homocigosis para el alelo de la familia KE.
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8.2.1 La fenilcetonuria
La fenilcetonuria (PKU):
- Es un ejemplo paradigmático de la relación entre genes y conducta, en este caso de herencia
autosómica recesiva.
- Los sujetos que padecen esta enfermedad sin recibir ningún tratamiento temprano tienen un CI
de alrededor 50 (el fenotipo conductual es, en este caso la inteligencia medida por el CI o cociente
intelectual).
- Esta discapacidad cognitiva se debe a un alelo recesivo de un gen ubicado en el cromosoma 12 y
su explicación está en la acumulación de fenilalanina que, al cabo de varios días de nacimiento,
empieza a ocasionar daños cerebrales. Esta acumulación se debe a que estos niños no son
capaces de metabolizar la fenilalanina a tirosina, porque la enzima fenilalanina-hidroxilasa (una
proteína formada por 451 aminoácidos) que producen estos sujetos es defectuosa: en algunos
casos se trata de una mutación puntual que hace que la enzima producida por estos pacientes
tenga triptófano en la posición 408 en vez de arginina ( no es esta mutación la única, ya que se
han detectado más variantes de la fenilalanina-hidroxilasa con diferentes capacidades para
metabolizar la fenilamina, con lo que el daño puede variar de unos sujetos a otros).
- El hecho de que la acumulación de fenilalanina solo se produzca después del nacimiento se debe
a que la fenilalanina fetal atraviesa la placenta y es metabolizada por la madre; por eso estos
niños tienen un fenotipo normal al nacer, y es preciso realizar con ellos pruebas bioquímicas para
saber si padecen la enfermedad: una dieta carente de fenilalanina mantenida hasta después de
adolescencia consigue que se puedan desarrollar normalmente, sin daño cerebral, evitándose el
deterioro intelectual ( uno de los principales efectos de la acumulación de fenilalanina en el
cerebro es que altera el proceso de producción de mielina, ocasionando en última instancia
desmielinización de las fibras nerviosas cerebrales).
- La fenilcetonuria es una enfermedad recesiva porque los heterocigóticos producen dos tipos de
enzima, la defectuosa y la normal, la mitad de cada, pero afortunadamente, fenilalanina-
hidroxilasa normal es suficiente para metabolizar la fenilalanina lo suficientemente rápido como
para que no ocurra acumulación ni daño cerebral. Sin embargo, son portadores porque portan
una copia del alelo recesivo que pueden transmitir a sus descendientes con una probabilidad del
50%. La PKU se da una en uno de cada 10.000 nacimientos y, en realidad es probable que una de
cada 50 personas sea portadora del alelo causante de la enfermedad.
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A diferencia de los autosomas, de los que cada descendiente recibe una copia de cada progenitor, los
cromosomas sexuales, X e Y, se heredan de una manera especial:
- El cromosoma Y, cuya presencia determina el sexo masculino en mamíferos, sólo se
trasmite de macho a macho; por su parte, el cromosoma X de los machos siempre procede de la
madre.
- Además, hay que hacer notar que si bien el cromosoma Y contiene una cantidad ínfima de
genes, el X contiene alrededor de 1 000 genes y, dado que en lo que a los genes del cromosoma X
se refiere, los machos son haploides (o hemicogóticos, al tener sólo una copia de cada gen del
cromosoma X), es evidente que en ese caso no se puede hablar de dominancia o recesividad
para los alelos de dichos genes (VER FIGURA 2.33).
- En lo que respecta a las hembras, la cuestión es incluso más compleja porque uno de los
dos cromosomas X está inactivado, pero sus tejidos son genéticamente mosaicos, en el sentido
de que en unos grupos de células es el X recibido del padre el que está inactivado y en otros el X
de la madre: obviamente, el fenotipo de las células dependerá en cada caso del X activo.
Existen varios ejemplos de enfermedades Iigadas al cromosoma X de carácter recesivo (nótese que
en este caso sólo se puede hablar de recesividad o dominancia para las hembras, que poseen dos
cromosomas X, pero no para los machos):
❖ La ceguera para los colores (también llamada daltonismo). Su desigual incidencia en varones y
mujeres, un 8% y un 0,04%, respectivamente, pone de manifiesto que se trata de un rasgo
ligado al sexo. Esta patología está causada por la ausencia de un pigmento visual involucrado
en la respuesta de los conos a determinadas longitudes de onda asociadas con la percepción
del color. La consecuencia de ello es que las personas afectadas son incapaces de distinguir el
color rojo (protanopo) o el verde (deuteranopo).
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Desentrañar la influencia de los genes sobre la conducta, y más sobre la conducta humana, es una
tarea extraordinariamente difícil: nunca podemos estar seguros de cuál es el efecto concreto de un gen,
puesto que cada gen puede afectar a la expresión de otros genes, de forma que su relación con el fenotipo
conductual suele ser bastante intrincada e indirecta. Si, por ejemplo, en el caso de la fenilcetonuria esa
conexión es sencilla (la acumulación de fenilalanina impide el desarrollo armónico del cerebro y, por ende,
de la conducta), no lo es en muchos de los casos comentados en este capítulo: la variante s del
transportador de serotonina, si va acompañada de estrés durante el desarrollo, parece guardar mucha
relación con la manifestación de ansiedad y conductas depresivas en el adulto; pero a día de hoy
desconocemos el mecanismo neurobiológico que permita entender dicha conexión.
Sin embargo, hay un gen cuya relación directa con el fenotipo está bastante demostrada: nos
referimos al gen SRY (acrónimo en inglés de región determinante del sexo del cromosoma Y):
- Este gen se halla, obviamente, en el cromosoma Y que, como sabemos, se asocia
indisolublemente con la masculinidad.
- El gen SRY se activa entre las 6ª y las 8ª semana de gestación.
- Podemos asegurar que se trata de un gen regulador porque codifica un factor de
trascripción.
- Seguramente, la proteína codificada por el gen SRY (el hipotético Factor Determinante de
Testículos, o FOT) inicia una cascada de acontecimientos consistente en la expresión de otros
muchos genes.
- Sin embargo, entre estos genes regulados por el FDT destaca el gen SOX9.
Que el gen SRY es el responsable del fenotipo masculino lo demuestra una serie de datos empíricos:
- El gen SRY se halla presente en todos los varones XY.
- Justamente los sujetos XY a los que por deleción les falta el locus de este gen SRY, son
fenotípicamente mujeres; lo mismo ocurre cuando dicho gen ha sufrido una mutación que lo hace
incapaz de funcionar correctamente, bien por no sintetizarse la proteína codificada, bien porque
la proteína resultante no es funcional.
- Así mismo, cuando este gen SRY se encuentra por traslocación en sujetos cuyo cariotipo es
46,XX, el
fenotipo es siempre masculino.
Aparte de los hechos observados en nuestra especie, datos experimentales con ratones han
permitido replicar por completo lo dicho para humanos:
- Con ingeniería genética se puede bloquear mediante knockout la expresión del gen;
también se puede insertar dicho gen en el genoma de un individuo y, en todos los casos, los
resultados han sido los esperados: en realidad el gen SRY (o sry si hablamos de ratones) tiene
como efecto directo la diferenciación de testículos, paso decisivo, puesto que es el
funcionamiento normal de los testículos, y especialmente su capacidad de producir testosterona
en una fase temprana, lo que determina toda la diferenciación sexual masculina, si bien es cierto
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que su función única es potenciar la expresión de otro gen, el gen SOX9 (se halla en el cromosoma
17).
- Este segundo gen también codifica un factor de trascripción que regula a su vez la expresión
de otros genes. Sorprendentemente, en casos de sujetos XX (y ausencia de gen SRY) donde por
duplicación existe una copia extra de este gen SOX9, el fenotipo es masculino: ello es debido a
que, en último extremo, es la cantidad de producto sintetizado a partir del gen SOX9 lo que inclina
la balanza hacia la diferenciación como testículos de las gónadas bipotenciales. Aún se puede
decir más: la insuficiencia funcional del gen SOX9 (debida por ejemplo a la presencia en el
genotipo de un alelo no funcional del gen) da lugar, entre otras cosas, a fenotipo femenino en un
gran porcentaje de casos (75%).
Hay otra mutación cuyos efectos son en cierta manera complementarios a los observados en el caso
de la insensibilidad a los andrógenos: es el síndrome de Hiperplasia Adrenal Congénita:
- Se trata de un rasgo autosómico recesivo consistente en una deficiencia en el gen CYP21 que
impide que se sintetice la enzima 21- hidroxilasa esteroide adrenal.
- Lo cual resulta en un exceso de producción de testosterona por parte de la corteza adrenal,
(además de una reducción en la síntesis de cortisol; por eso el síndrome ocasionado es más
complejo de lo que cabría esperar si sólo hubiera exceso de testosterona).
- Las mujeres que portan esta mutación nacen con unos genitales externos de apariencia
masculina, si bien los genitales internos son típicamente femeninos.
- En comparación con las mujeres normales, estas mujeres presentan una cierta masculinización
comportamental (algunos rasgos psicológicos están próximos a la media de los varones:
agresividad, el tipo de actividades preferidas). Además, es muy frecuente que la orientación sexual
también sufra masculinización en un porcentaje notable de casos.
Todos los seres vivos que habitan el planeta Tierra se ven sometidos a la acción de los ciclos terrestres,
el ciclo día-noche y el ciclo de las estaciones. La rotación de la tierra sobre su eje determina los cambios de
luz que constituyen el ciclo día/noche. En paralelo, prácticamente todos los animales, de insectos a
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humanos, exhiben de modo espontáneo ritmos circadianos (de alrededor de un día), incluso cuando se
hallan completamente aislados de cualquier señal o indicio externo. No puede caber duda de que la
adecuación de los procesos fisiológicos a este ritmo geológico es esencial para la adaptación biológica:
así cabe explicar la existencia de mecanismos celulares endógenos que regulan la fisiología y la conducta
de modo acorde con dicho ciclo geológico; son los llamados relojes biológicos. En los mamíferos, el
mecanismo de este reloj circadiano endógeno se haya en el núcleo supraquiasmático del hipotálamo y,
evidentemente, funciona gracias a la acción coordinada de determinados genes (VER FIGURA 2.35).
Lo cierto es que se ha podido
demostrar que existen variantes
(alelos) de algunos de estos genes
involucrados en la regulación del
ritmo circadiano de los mamíferos,
alelos que permiten explicar algunas
diferencias fenotípicas en lo que se
refiere al ciclo natural de
actividad/inactividad propia de los
mamíferos:
- El primer ejemplo se
encontró por casualidad en
hámster,
cuando se observó que en algunos
casos el ciclo de actividad/inactividad
propia de la especie era más corto de
las 24 horas habituales; esta variante
genética recibió el nombre de tau (esta
variante permitió también descubrir
que el reloj biológico endógeno se
halla en el núcleo supraquiasmático,
puesto que, si se trasplantaba dicho
núcleo a hámsteres normales, previa
ablación del propio, éstos también
presentaban un ciclo circadiano más
corto). Se pudo demostrar que los
homocigotos para el gen tau
presentaban un ciclo de 20 horas,
mientras que el de los heterocigotos
era de 22 horas.
- También en humanos se
ha encontrado variabilidad en
el ciclo sueño/vigilia asociado a variantes alélicas asociadas a la regulación del ritmo circadiano
descrito:
• En concreto el Síndrome de Fase Adelantada del Sueño (ASPS, por las iniciales en inglés) guarda
un estrecho paralelismo con la variante tau (en realidad la variedad tau presenta una mutación
en el gen CK1ɛ que a su vez afecta a la actividad del gen PER2: la proteína que codifica el gen CK1ɛ
actúa sobre la proteína codificada por el gen PER2) anteriormente citada: los miembros afectados
de familias donde este síndrome es frecuente (ver pedigrí de la FIGURA 2.36), al parecer, sufren
una alteración en el gen PER2. Esas personas se caracterizan por dormirse entre las 6 y las 9 de la
tarde y despertarse entre las 2 y las 5 de la madrugada, mucho más pronto de lo habitual. Al
parecer, la sustitución del aminoácido serina por el aminoácido glicina da lugar a que la proteína
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PER2 se acumule más deprisa, acelerando el bucle de feedback del reloj y, como consecuencia
ocasionando un período circadiano más breve.
• El trastorno inverso, el llamado Síndrome de Fase Demorada del Sueño (DSPS) es más conocido
(afecta a menos del 1% de la población) y se caracteriza justamente por la imposibilidad de
dormirse o despertarse a voluntad a la hora deseada. Estas personas tienen que esperar hasta
más tarde de las 3.00 horas para dormirse, y se despiertan entre las 10.00 y las 15.00 horas si
pueden dormir ad libitum. Hasta ahora sólo se ha asociado una variante del gen PER3 con el
DSPS, si bien en modo alguno pueden atribuirse todos los casos a esta variante.
Hay otros síndromes que afectan al sueño, pero que no están relacionados con los ritmos
circadianos.
• Uno de ellos es el Insomnio Familiar Fatal:
- Se trata de una enfermedad autosómica dominante.
- Se caracteriza además del insomnio intratable, por trastornos motores, un deterioro cognitivo
consistente en pérdida de la capacidad de atención, déficits en la memoria a corto plazo, y en
general un proceso de degeneración de los procesos cognitivos que termina en demencia y
muerte.
- No deja de ser curioso que el alelo que causa este síndrome se halle es una variante del
mismo gen que produce el Síndrome de Creutzfeldt-Jakob (muy similar a la llamada enfermedad
de las vacas locas o encefalopatía espongiforme bovina). Dicho gen es el PRNP (gen de la proteína
priónica) y se halla en el cromosoma 20. La mutación puntual consistente en la sustitución de
asparraguina por aspártico en la posición 178 cuando va asociada a metionina en la posición 129,
determina la aparición del Insomnio Familiar Fatal (esta misma mutación del triplete 178 cuando
va acompañada por valina en la 129, da lugar al síndrome de Creutzfeldt-Jakob)
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9.4 LA NARCOLEPSIA
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2. Mucho antes de que se descubriese la función de la leptina, Coleman (1969) estudió cepas de
ratones obesos cuya obesidad seguía un patrón de herencia mendeliano, las cepas conocidas
como obob y dbdb, demostró que en el primer caso (obob), la obesidad se debía a la ausencia de
una hormona que sí parecía poseer los ratones dbdb, puesto que trasfusiones de ratones de dbdb
a ratones obob inhibía la ingesta en estos segundos, mientras que si las trasfusiones se hacían de
ratones normales a ratones dbdb, no se producía ningún efecto; esto demostraba que los ratones
dbdb no poseen el receptor sobre el cual actúa dicha hormona: la hormona referida es la leptina.
3. Hay otros muchos genes cuya mutación ocasiona, bien homocigosis (alelo recesivo) bien
heterocigosis (dominante), obesidad. Otro gen interesante relacionado con la alimentación es el
que codifica el receptor de melanocortina MCR4: mutaciones que producen una pérdida total de
función de este receptor ocasionan en los sujetos portadores hiperfagia y obesidad. De hecho, se
ha observado que entre el 2% y el 5% de los sujetos con obesidad infantil son heterocigóticos para
la mutación causante de dicho receptor; lo sujetos homocigóticos por el alelo mutante alcanzan
un grado todavía mayor de obesidad.
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Desde el punto de vista genético en el que nos vamos a adentrar, cabe señalar:
- Los ratones mutantes carentes de un tipo de receptor para la serotonina, el 1 B (5-HT,₁в),
muestran mayor agresividad que ratones normales, puesto que atacan con más frecuencia e
intensidad a congéneres intrusos. Este dato, unido a las observaciones de que niveles bajos de
serotonina en humanos, monos y ratones, correlacionan con conductas agresivas, en tanto que la
estimulación de los receptores de serotonina 1 B reducen esa conducta agresiva, apuntan a que
este neurotransmisor interpreta un papel muy importante en este tipo de conductas, y a que
cualquier reducción en sus niveles, como podría ocurrir con una síntesis reducida, o en su
afinidad por su receptor, podría ocasionar aumento de las conductas agresivas.
- Por otro lado, en ratones se ha asociado la inactividad (por knockout) del receptor de
serotonina 5-HT₁ᴀ con manifestaciones de ansiedad en adultos; este efecto, al parecer, sólo se
puede revertir si se reemplaza el receptor durante las 3 primeras semanas de vida; es decir, la
funcionalidad adulta de este receptor 5-HT₁ᴀ tiene un período crítico. No deja de ser curioso que
el fenotipo de estos ratones knockout guarde un paralelismo con los que muestran sujetos con
genotipos característicos asociados al transportador de serotonina y a la enzima MAOA,
responsable de la degradación de la serotonina.
- Uno de los genes más estudiados es el que codifica el transportador de serotonina (SERT,
por sus siglas en inglés), del cual existen en la población humana dos alelos, uno largo (/) y otro
corto (s, por «short»). Se da la circunstancia de que los homocigóticos para el alelo s tienden a
presentar con mayor frecuencia ansiedad y tendencia a evitar las situaciones amenazantes, así
como a puntuar más alto en el rasgo «neuroticismo». La función del transportador de
serotonina es devolver este neurotransmisor a la neurona presináptica desde el espacio
sináptico, lo que constituye una forma de inactivación del neurotransmisor. Cuando la
serotonina, o cualquier otro neurotransmisor, permanece en el espacio sináptico, mayor es la
probabilidad de que entre en contacto con los receptores postsinápticos y, por tanto, active la
neurona postsináptica. De hecho, muchos antidepresivos actúan precisamente de esta manera,
bloqueando (inhibiendo) la recaptación del neurotransmisor, es decir, impidiendo que el
trasportador funcione normalmente. En teoría, es como si los sujetos portadores del alelo s
estuvieran siendo tratados con un antidepresivo tipo «PROZAC», inhibidor de la recaptación de
serotonina. Lo que ocurre, y esto explica que sean precisamente estos sujetos los más proclives a
padecer depresión y ansiedad, es que, al sufrir un bloqueo constante de la recaptación durante
todo el desarrollo, los procesos de regulación en los receptores que eso produce hacen que, al
final, la actividad serotoninérgica en estos individuos sea menor. Es importante hacer notar,
además, que Ios homocigóticos para el alelo s, pero también, aunque en menor medida los
heterocigóticos (/s), se ven muy afectados por experiencias traumáticas durante el desarrollo
(estrés, maltrato, abusos, etc.) en el sentido de que estas situaciones provocan con mayor
frecuencia trastornos depresivos que en los homocigóticos para el alelo /. Ratones knockout
para este gen presentaron un fenotipo parangonable en lo que se refiere a ansiedad y evitación
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del daño. Igualmente, en monos rhesus portadores del alelo equivalente s presentaron conductas
más inadaptadas (mayor respuesta de estrés fisiológico y conductual (pasividad), mayor consumo
de alcohol, agresividad ...) cuando las condiciones de desarrollo fueron difíciles (separación de la
madre y crianza en grupos de iguales); en estas mismas circunstancias la reacción de los rhesus //
fue más sociables. Según todos los indicios, los individuos portadores del alelo s muestran una
hiperreactividad de la amígdala, una estructura cerebral especialmente involucrada en el
procesamiento emocional. La posible explicación de estos efectos podría estar en que los niveles
elevados de serotonina durante el desarrollo deterioran de forma permanente los circuitos
reguladores que conectan el rafe dorsal (estructura troncoencefálica cuyas neuronas liberan
serotonina) con la corteza prefrontal y la amígdala.
- El otro gen involucrado en la regulación de los niveles de serotonina (y también de
noradrenalina) es el gen de la monoaminoxidasa A (MAOA): se pudo demostrar que este gen era
inactivo (o poco activo) entre los miembros de una familia holandesa con un historial de
impulsividad y conductas violentas y/o antisociales. La agresividad se ve aumentada también en
ratones en los que se ha inactivado este mismo gen. Aunque en adultos la inhibición de la
actividad de la MAOA aumenta los niveles de serotonina y noradrenalina, el hecho de que en esta
familia esta inhibición haya tenido lugar durante el desarrollo puede explicar, igual que en el caso
del trasportador de serotonina descrito antes, que la conducta de los sujetos afectados de esta
familia holandesa sea característica de niveles bajos de serotonina: los procesos de
autorregulación del sistema nervioso es probable que a la larga hagan que la actividad de la
serotonina sea menor de lo normal, probablemente por insensibilización de los receptores, o bien,
por una menor síntesis del neurotransmisor, o incluso porque ocasione una alteración en la
organización y funcionalidad de estructuras cerebrales involucradas en el procesamiento
emocional.
9.6.2. DOPAMINA
✓ Son variaciones en los niveles de actividad de otro neurotransmisor
✓ La dopamina, se han relacionado con cambios conductuales:
- Además de las alteraciones motoras propias del Parkinson, asociadas a bajos niveles de este
neurotransmisor,
- o del deterioro conductual propio de la esquizofrenia asociado a niveles elevados de
dopamina,
- Se ha comprobado con ratones a los que se les ha inactivado mediante knockout el gen que
codifica la proteína responsable de la extracción de la dopamina del espacio sináptico
(transportador de dopamina), que la actividad motora espontánea está modulada por este
neurotrasmisor, en la medida que estos ratones knockout presentan una actividad motora
desmesurada, similar a la de ratones a los que se les ha administrado cocaína, sustancia que
bloquea el transporte hacia la neurona presináptica (recaptación) de la dopamina.
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involucrado en los procesos de atención y otras funciones cognitivas superiores; el hecho de que
este receptor ejerza funciones inhibitorias sobre las neuronas, especialmente las del córtex
prefrontal, unido al hecho de que la variante larga sea menos eficaz, hace verosímil la relación
causal entre esta variante y algunas alteraciones observadas en el comportamiento de diferentes
individuos, especialmente el síndrome de déficit de atención e hiperactividad, y también con el
rasgo de personalidad tipificado como «buscador de sensaciones». Los ratones knockout para el
gen del receptor D4 muestran una especial sensibilidad al alcohol, la cocaína y la metanfetamina,
lo que también apunta a que los portadores de este alelo puedan ser propensos a hacerse adictos
a sustancias de abuso.
✓ Tanto el transportador de dopamina DAT1 como el receptor DR4D se han asociado con el
trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH; ADHD en inglés): los homocigóticos
para la variante larga (10 repeticiones) de DAT1 presentan más hiperactividad, mientras que los
homocigóticos para la variante larga del receptor DR4D (7 repeticiones) muestran sobre todo
síntomas de déficit de atención. Dado que DAT1 se expresa primariamente en el estriado (que
forma parte de los ganglios basales), estructura relacionada sobre todo con el control motor,
mientras que DR4D, abunda sobre todo en la corteza prefrontal, cabe la posibilidad de que ambos
síntomas estén relacionados con alteraciones funcionales en diferentes zonas cerebrales y hayan
de ser abordados de modo específico.
- No es posible atribuir cada síntoma a la falta de un determinado gen, si bien es cierto que se
está estableciendo relación entre alguno de los genes que faltan y algunos de los síntomas del
síndrome: concretamente el gen ELN parecer ser el causante de los trastornos cardiovasculares,
mientras que el gen LIMK, que se expresa en el tejido cerebral podría estar en el origen de al
menos alguno de los déficits cognitivos, concretamente de la escasa capacidad espacial de estos
pacientes.
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Sin embargo, a finales de la década de 1970 se demostró que la forma de expresarse de algunos genes
no se ajusta a lo establecido, sino que difiere en función únicamente de si el alelo procede del padre o de
la madre: es lo que se llama impresión o grabación genómica. A principios de la década de 1990 se
identificaron los primeros genes con impresión genómica.
❖ El síndrome de Prader-Willi:
▪ Se produce cuando el cromosoma que ha sufrido la deleción es el del gameto masculino
▪ Consistente en obesidad, apetito desmedido y discapacidad mental)
▪ En este síndrome, a la inversa del síndrome de Angelman, falta la copia del gen no improntado del
padre y no se puede expresar, por la propia improntacion del gen, la copia del gen que aporta el
gameto femenino. No puede sorprender, por tanto, que cuando no hay deleción, pero se han
heredado de la madre las dos copias del cromosoma 15 (disomía uniparental) también aparece el
síndrome de Prader- Willi (puesto que el alelo correspondiente de ambos cromosomas está
improntado/inactivado). Cuando ambos cromosomas proceden del padre, aparece el síndrome de
Angelman.
▪ Los genes hipotéticamente responsables de este síndrome son diferentes, si bien ocupan loci muy
próximos y sufren impronta/inactivación en el gameto masculino.
❖ El síndrome de Angelman:
▪ Se produce cuando la deleción procede del ovulo o gameto femenino
▪ Se produce discapacidad mental grave, risa convulsiva y movimientos involuntarios (del tipo de los
de las marionetas)
▪ Solo están presentes los genes paternos correspondientes (puesto que los de la madre se perdieron
en la deleción).
▪ Dado que la impronta genómica consiste en la inactivación de genes en función del sexo del
productor de los gametos, esto significa que estos sujetos son como si careciesen por completos de
algunos genes, los que faltan por deleción y los que no se expresan por improntacion en el gameto
masculino.
▪ Según los datos de investigación existentes, este síndrome parece estar causado por la ausencia
total (por deleción o mutación) de expresión del UBE3A masculino, ya que este gen, cuando
proviene de la madre está inactivado.
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Estos hechos demuestran que el desarrollo normal requiere que cada alelo de algunos genes proceda
de cada uno de los progenitores. En las situaciones experimentales en las que se producen cigotos cuyo
genoma procede totalmente de un solo progenitor se pone de manifiesto también esta impronta o
acuñación genética: cuando el genoma es masculino el embrión es anormal, pero la placenta es normal,
mientras que cuando el genoma del cigoto es de origen totalmente femenino, el embrión es normal pero
la placenta no. Ocurre a veces, en determinados embarazos humanos, que un espermatozoide fecunda un
óvulo que carece de núcleo; entonces se desarrolla lo que se conoce con el nombre de mola, una masa
placentaria sin presencia de feto: el análisis genético demuestra que todo el genoma procede del
espermatozoide (en este caso parece ser que los cromosomas del espermatozoide se duplican). Aunque el
número de cromosomas es diploide (46, XX), el hecho de que no haya aportación materna ocasiona un
desarrollo enormemente anómalo; se trata, pues, de un ejemplo de impresión genómica.
10.3 Síndrome de Down
✓ Fue descrito por John Langdon Down en 1866, quien lo llamó mongolismo, por la apariencia
fenotípica característica de estos individuos que recuerda la de los habitantes de Mongolia.
Posteriormente, y para evitar las connotaciones racistas de esta nomenclatura, pasó a llamarse
Síndrome de Down.
✓ A finales de los años 50 del siglo XX, se estableció la presencia de un cromosoma 21 extra
(trisomía) como causa del Síndrome de Down. Puede ser interesante observar que, entre los
chimpancés, y en otras especies, se da un síndrome muy parecido, también debido a trisomía del
par 21, la explicación es una no disyunción meiótica (VER FIGURA 2.38).
✓ El factor de riesgo más importante del síndrome de Down es la edad de la madre: si el riego
de tener un hijo Down para una mujer de 20 años es de 0,05%, este riesgo es de 0,09 % cuando la
mujer tiene 35 años y del 2 % cuando ha alcanzado los 45 años (VER FIGURA 2.39). Una posible
explicación del efecto de la edad sobre las trisomías puede ser el que a medida que la mujer se
hace mayor, pierde eficacia el proceso por el cual se abortan los embriones cromosómicamente
anormales: es lo que se conoce como selección materna. Aunque casi siempre la trisomía es
ocasionada por la no disyunción en la gametogénesis femenina (formación del óvulo), sin
embargo, en un 5-6 % de los casos, la trisomía es de origen paterno. Existe además una variante
del síndrome de Down llamada familiar, que implica una traslocación robertsonina.
✓ Igualmente, cabe la posibilidad de que una duplicación de segmentos del cromosoma 21 pueda
dar lugar a un fenotipo similar al que presentan los sujetos Down, puesto que en estos casos
también habrá 3 copias de muchos genes.
✓ Características:
❖ Aparte de su peculiar apariencia
❖ presentar un riesgo muy alto de padecer malformaciones cardíacas y retraso en el desarrollo
corporal,
❖ estos pacientes se caracterizan por su baja inteligencia: su Cl (cociente de inteligencia)
promedio viene a ser de 55. Tal vez este deterioro intelectual tenga que ver con la
degeneración que sufren las vías colinérgicas del cerebro basal anterior, atribuible, al parecer,
a ineficiencia en el transporte neuronal del llamado factor de crecimiento nervioso.
❖ Otro dato extraordinariamente interesante es que se ha encontrado un paralelismo muy
notable entre estos pacientes y ratones a los que, mediante ingeniería genética, se les ha
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hecho portadores de tres copias de prácticamente todos los genes homólogos del par 21
humano: estos ratones, y los sujetos Down portan tres copias del gen de la proteína precursora
de amiloide (APP) y, en ambos casos, se da la neurodegeneración descrita: cuando los ratones
de esta cepa portan sólo dos alelos del gen App NO da dicha neurodegeneración. Una
variante de este gen, que naturalmente se halla en el cromosoma 21, está en el origen de
algunos casos de Alzheimer, uno de cuyos correlatos es la neurodegeneración de las vías
colinérgicas del cerebro basal anterior. Es probable que haya otros genes en el cromosoma 21
cuyo exceso (tres copias) también influya en el fenotipo característico del síndrome de Down.
❖ Otro aspecto neurológico importante es la reducción en el tamaño de la corteza prefrontal.
✓ Se ha comprobado que un cierto porcentaje (alrededor del 5%) de individuos con síndrome de
Down no presentan la trisomía del cromosoma 21 característica, sino que, en términos del
número de cromosomas son normales (2n = 46). ¿Cómo explicarlo?
❖ Al parecer, estos casos se deben a una traslocación robertsoniana 14-21. Una traslocación
robertsoniana es la unión por el centrómero de los brazos largos de dos cromosomas
acrocéntricos con pérdida de los brazos cortos: al fusionarse dos cromosomas, en el
cariotipo aparecen como uno solo.
❖ Para explicar cómo puede aparecer un individuo con síndrome de Down pero con 46
cromosomas, sería bueno describir el proceso de meiosis: cuando en la gametogénesis de
un individuo normal se produce una traslocación robertsoniana, puede ocurrir (y de hecho
así ocurre) lo que se muestra en la FIGURA 2.40, que se formen gametos con más material
genético del normal: cuando el gameto recibe el cromosoma constituido por los dos brazos
largos de los cromosomas 14 y 21 más uno de esos dos cromosomas y se une a un gameto
normal, el resultado será que el material genético de uno de los dos cromosomas
implicados estará triplicado (la cantidad de ADN de los brazos cortos de estos cromosomas
es mínima); si es el 21, lógicamente tendremos un caso de síndrome de Down.
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Este síndrome de Turner plantea otras cuestiones relativas con la regulación o inactivación del
cromosoma X.
- No cabe duda de que, entre los mamíferos, el sexo heterogamético, el que posee dos cromosomas
sexuales diferentes, X e Y, es el masculino, mientras que el homogamético (XX) es el femenino (entre
las aves es al revés).
- Es claro también que siempre que hay un cromosoma Y, el fenotipo sexual es masculino, en tanto
que cuando no lo hay, el fenotipo sexual es femenino, independientemente del número de
cromosomas X presentes, 1,2,3 ,4, etc. Esto no puede significar otra cosa que el que la masculinidad
es el resultado de la expresión de un gen que se halla únicamente en el cromosoma Y como ya
hemos descrito.
- La cuestión es comprender cómo es posible que en el síndrome de Turner (45,X), aparezcan
deficiencias fenotípicas notables y, sin embargo, los varones posean un solo cromosoma X y sean
normales en cuanto varones. La presencia de un segundo cromosoma X es imprescindible para el
desarrollo normal de las hembras, al menos durante alguna fase temprana del desarrollo, o bien
alguna parte del mismo a lo largo de toda la vida. ¿Cabe pensar que los pocos genes activos del
cromosoma Y, aparte del gen SRY, se correspondan con los que les faltan a las mujeres Turner y por
eso los varones XY son fenotípicamente normales?
❖ Veamos: en las hembras de los mamíferos la mayor parte del 2º cromosoma X parece ser que
se inactiva a partir de cierto momento, dando lugar a la llamada cromatina o corpúsculo de
Barr, que aparece como un cuerpo oscuro y compacto en células teñidas en interfase (cuando
no se están dividiendo). Esta cromatina de Barr, que siempre aparece cuando hay más de
uncromosoma X y en un número exactamente igual al número de cromosomas X menos 1
(nX-1), independientemente del sexo fenotípico, no es ni más ni menos que el cromosoma X
inactivado, tal como propuso Lyon en 1961 (la llamada hipótesis de Lyon). Esta inactivación
de uno de los dos cromosomas X explica varias cosas:
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precisamente uno de los genes que escapa a dicha inactivación es el causante (su
falta) de la baja estatura de las mujeres Turner: es el gen SHOX que, casualmente
se encuentra en la zona del cromosoma Y llamada pseudoatosómica porque es
justamente la zona que se comporta como los demás autosomas para permitir el
proceso de apareamiento de cromosomas en la meiosis l.
Evidentemente, estas trisomías son, en realidad, complementarias del síndrome de Turner. Estas
anomalías cromosómicas son el resultado de un cigoto donde uno de los gametos que lo formaron habría
sufrido una no disyunción meiótica (VER FIGURA 2.38). Existen además otras alteraciones en el número
de los cromosomas sexuales:
▪ Con cuatro cromosomas X (48,XXXX),
▪ con dos cromosomas X y dos Y (48, XXYY),etc.
El que sean precisamente las trisomías de los cromosomas sexuales las más frecuentes (porque,
salvo la del par 21, las demás son incompatibles con la vida) se puede explicar precisamente por el
fenómeno de inactivación del cromosoma X: basta una copia de los genes del cromosoma X para
que el organismo funcione correctamente. Ahora bien, el 15% de los genes que no se inactivan (cabe
pensar que porque se necesitan dos copias de cada uno de ellos) se hallan representados por 3 copias en
las mujeres 47,XXX, es decir, que nos hallamos ante una trisomía parcial del cromosoma X.
Los síndromes XXX (hembra) y XXY (síndrome de Klinefelter; macho) son las trisomías esperables de
los cromosomas sexuales.
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