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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS ADMINISTRATIVAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA

LA EUTANASIA

ASIGNATURA DE:

ETICA Y PROFESION DEL DERECHO

PRESENTADA POR:

ANTHONY SANTIAGO PÉREZ

CCAHUANA HUAMAN NELIDA INÉS

HUAMAN HUAMAN MADAI OLGA

PITUY YAÑAC ELSA AIDA

VILLAR HOSPINA BRAYAN ANDREE

HUANCAYO – PERÙ 2019


DR: FERNANDO ENRIQUE HUAMAN ANCASSI
DEDICATORIA

El presente trabajo se lo dedicamos a todos

nuestros queridos lectores a quienes esperamos

que les guste esta pequeña investigación.


INTRODUCCIÓN

Cuando elegimos este tema en la clase de ética, nunca pensamos que fuera a ser tan

complejo, ni que nos fuera a costar tanto trabajo el tratar de entender por qué hay tantas

diferencias sobre el tema.

El trabajo está dividido en 2 capítulos, el primero explicando el concepto de la palabra

EUTANASIA, el segundo trata exclusivamente de la labor dl medico ante la eutanasia ,

argumentos a favor y entra de la eutanasia

Los enfermos incurables terminales son los principales candidatos a la eutanasia; los

enfermos curables en estado crítico no presentan mayores dificultades, ya que

habitualmente se les dan los cuidados máximos.

Un enfermo en situación terminal es aquél en el que se prevé que la muerte es segura y

ocurrirá en un plazo no lejano (hasta seis meses, según algunos autores), abandonándose

el esfuerzo médico terapéutico para concentrarse en el alivio de los síntomas y en el

apoyo tanto al paciente como a su familia.


ÍNDICE

CAPITULO I..............................................................................................................................6
LA EUTANASIA........................................................................................................................6
I.1. CONCEPTO.....................................................................................................................6
I.2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA EUTANASIA............................................9
I.3. CARACTERISTICAS DE LA EUTANASIA..............................................................12
I.4. CLASIFICACIÓN DE LA EUTANASIA....................................................................12
1.4.1. EutanasiaVoluntaria:.............................................................................................12
1.4.2. Eutanasia no voluntaria:..................................................................................12
1.5. TIPOS DE EUTANASIA.........................................................................................12
1.5.2. Eutanasia indirecta:.........................................................................................13
1.5.3. Otras Clasificaciones..............................................................................................13
1.6. PUNTOS FUNDAMENTALES:.............................................................................14
CAPITULO II..........................................................................................................................16
II.1. LA MEDICINA ANTE LA EUTANASIA..................................................................16
II.2. LA EUTANASIA Y SU DIRECTA RELACION CON LOS DERECHOS
HUMANOS...........................................................................................................................17
II.3. DERECHO A LA VIDA Y DIGNIDAD DE LA PERSONA....................................20
II.4. SITUACIÓN LEGAL DE LA EUTANASIA EN EL PERÚ.....................................22
II.5. ARGUMENTOS DE LA EUTANASIA......................................................................23
II.5.1.-ARGUMENTOS A FAVOR:...............................................................................23
II.5.1.1. Médicos............................................................................................................23
II.5.1.2. Jurídicos..........................................................................................................23
II.5.1.3. Relacionados con la vida:...............................................................................24
II.6.1-ARGUMENTOS EN CONTRA:...............................................................................26
II.6.1.1 Los argumentos más resaltantes a nivel mundial:............................................26
CAPITULO I

LA EUTANASIA

I.1. CONCEPTO

Concepto juridico de Eutanasia deriva de las raíces griegas eu que significa bien-y

thanatos-muerte, es decir la “buena muerte”, en el sentido de muerte apacible, sin

dolores, y con esta acepción la introdujo en el vocabulario científico Francisco Bacon en

1623.

Sin embargo, actualmente se entiende por eutanasia aquella acción eutanasia activa, u

omisión eutanasia pasiva, encaminada a dar muerte, de una manera indolora, a los

enfermos incurables. Son características esenciales de la eutanasia el ser provocada por


personal sanitario y la existencia de una intencionalidad supuestamente compasiva o

liberadora.

Por los fines perseguidos la eutanasia se llama homicidio piadoso si la muerte se busca

como medio para privar al enfermo de los dolores, o de una deformación física, o de una

ancianidad penosa o, en una palabra, de algo que mueve a “compasión”.

Se llama eutanasia eugenésica, económica o social si la muerte se busca como medio

para purificar la raza o para liberar a la familia o a la sociedad de la carga de las

llamadas “vidas sin valor”.

Por los medios empleados se divide en eutanasia activa (acción deliberada encaminada a

dar la muerte) y eutanasia pasiva; en ésta se causa la muerte omitiendo los medios

proporcionados necesarios para sostener la vida -p.ej. la hidratación-, con el fin de

provocar la muerte.

Desde otro punto de vista, se puede clasificar también la eutanasia en voluntaria e

involuntaria, en el caso de que lo pida o no el enfermo.

Aunque sea con el consentimiento de la víctima, la eutanasia es siempre provocada por

otras personas; es un homicidio con unas características determinadas. Si es uno mismo

el que se provoca intencionadamente la muerte se habla de suicidio, y se denomina

suicidio asistido cuando es el médico quien proporciona un fármaco letal al enfermo,

pero es éste quien se lo administra a sí mismo (Caso Sanpedro).

Como ya se ha mencionado, hoy en día, dentro del término “eutanasia” se incluyen

conceptos de encontrada significación ética, y es necesario conocer el significado real

del mismo, diferenciándolo de otras prácticas perfectamente admisibles desde un punto

de vista ético y legal.


No es eutanasia la aplicación de fármacos para aliviar el dolor u otros síntomas en un

paciente terminal aunque ello produzca, indirecta e inevitablemente, un cierto

acortamiento de la vida. Si se aplican convenientemente los principios éticos es no sólo

aceptable sino aconsejable y necesario en ocasiones. Siempre debe procurarse no

impedir que el enfermo pueda actuar libremente en la disposición de su última voluntad

y en el caso de que los medios usados lleven aneja la obnubilación o pérdida de

conciencia, será necesario el consentimiento del enfermo.

Tampoco es eutanasia la omisión o retirada de medios extraordinarios o

desproporcionados para prolongar artificialmente la vida de un enfermo terminal, pues

está ausente la acción positiva de matar y la posibilidad de una vida natural. A esto le

llaman algunos autores “adistanasia”. Es el médico –consultando en algunos casos

límite a otros colegas-, o los comités de ética de algunos hospitales, los que deben

determinar qué medios se pueden considerar proporcionados y cuáles

desproporcionados para un paciente determinado, teniendo en cuenta sus circunstancias

concretas. No obstante, hay una serie de medios que hoy día se consideran

habitualmente como ordinarios o proporcionados (la hidratación y la nutrición -por boca

o sonda nasogástrica- son los cuidados básicos mínimos). Más adelante se hablará con

mayor amplitud de estos aspectos.

Algunos llaman “ortotanasia” a la muerte a su tiempo, sin acortar la vida y sin alargarla

innecesariamente mediante medios extraordinarios o desproporcionados. A este

alargamiento de la vida mediante medios desproporcionados se le conoce con el nombre

de “ensañamiento terapéutico” o “distanasia” –lo contrario de la “adistanasia”-, y puede

ser ilícito como señala el Código deontológico.

El “diagnóstico de muerte” es un punto importante ya que, desde que se establece el

diagnóstico de muerte clínica, no hay problema de eutanasia, pudiéndose extraer los


órganos del cadáver para trasplantes (tras los requisitos legales pertinentes) o retirar la

ventilación asistida. El cese irreversible de las funciones encefálicas y/o

cardiorrespiratorias son criterios suficientes para confirmar la muerte de una persona, al

cesar de funcionar su organismo espontáneamente como un todo.

El tipo de enfermos en los que con mayor frecuencia se plantea la eutanasia son los que

se hayan en situación terminal; conviene delimitar algunos conceptos al respecto.

El término "incurable", se refiere a la imposibilidad de mejorar o superar la enfermedad;

"terminal" indica la cercanía de una muerte inevitable, aunque la enfermedad por su

naturaleza pueda ser curable. Así, podemos encontrar enfermedades incurables

terminales -un cáncer con metástasis-, y enfermedades en principio curables pero que

han llevado al paciente a un estado "crítico" -una grave neumonía con depresión

inmunitaria-.

Los enfermos incurables terminales son los principales candidatos a la eutanasia; los

enfermos curables en estado crítico no presentan mayores dificultades, ya que

habitualmente se les dan los cuidados máximos. Otro concepto es el de estado

vegetativo persistente (EVP); los pacientes en este estado pertenecen a la categoría de

incurables incapaces, aunque no necesariamente son terminales; son pacientes con una

pérdida de conciencia permanente, en coma irreversible.

Un enfermo en situación terminal es aquél en el que se prevé que la muerte es segura y

ocurrirá en un plazo no lejano (hasta seis meses, según algunos autores), abandonándose

el esfuerzo médico terapéutico para concentrarse en el alivio de los síntomas y en el

apoyo tanto al paciente como a su familia.


I.2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA EUTANASIA

La Eutanasia ha sido utilizada a través de la historia con diferentes modalidades y fines.

Basta con recordar el modelo social Espartano, que basado casi exclusivamente en la

fortaleza corporal, imponía la necesidad de desechar a quienes adolecían de alguna

deformidad física.

A nivel teórico, nos encontramos con diversas justificaciones de la eutanasia a través

del pensamiento clásico, Platón, en La República III escribió: Establecerás en el Estado

una disciplina y una Jurisprudencia que se limite a cuidar a los sanos de cuerpo y alma;

se dejará morir a quienes no sean sanos de cuerpo. También Aristóteles aprobada la

práctica eutanásica en caso de Utilidad Pública.

Sin embargo, los clásicos también reconocieron el derecho a la vida y le atribuyeron a

éste un carácter sacro, entre ellos Pitágoras -Galeno y especialmente Hipócrates (460 a.

C) quien ha servido de base para la deontología médica de todos los tiempos, en cuyo

juramento dice:

"No me dejaré convencer por nadie, cualquiera que sea, para suministrar un veneno o

dar un consejo en coacciones de este tipo".

En Roma antigua era costumbre sacrificar a los niños deformes, arrojándolos desde lo

alto de la Roca Tarpeya, costumbre que fuera abolida por el emperador Valente.

Los Celtas aprobaban el suicidio y el aceleramiento de la muerte de los ancianos y

heridos de guerra. Los antropólogos modernos han descubierto formas de supervivencia

de estas prácticas en sociedades de tipo tribal, ej. Aracán (India), en Indochina, en Brasil

(Cachibas y Tupis).

Los historiadores del derecho concuerdan en que la difusión H I cristianismo ha traído

aparejada una renovación de las leyes, costumbres y pensamientos en la sociedad.


Realizando un relevamiento de los grandes pensadores del siglo pasado, sólo

encontramos trazos de justificación de la eutanasia en Francis Bacon y Locke.

Sin embargo, a fines del siglo XIX y principios del XX, surgen la filosofía de

NIETZSCHE, que señala la necesidad de liberar a la sociedad de todas las personas

inválidas e incapaces", constituyendo el precedente de la filosofía NAZI.

Basado en la filosofía de NIETZSCHE, Adolf Hitler ordenó: "Quedan autorizados para

disponer cuanto sea necesario, a fin de que a los enfermos considerados incurables, a

tenor de los conocimientos actuales, se los pueda eliminar físicamente para poner fin a

sus sufrimientos". Este principio sirve de base, posteriormente, para afianzar

socialmente la idea antisemita en el pueblo alemán y justificar así, el holocausto.

Antecedentes en la Región.

Como antecedente a la investigación en mención tenemos a Idrogo J. & Colina M.

(2012): Despenalización de la Eutanasia como alternativa para una muerte digna”, que

realiza un análisis de la despenalización de la eutanasia, teniendo como mejor

alternativa un muerte digna, y sin sufrimiento ni dolores, que vienen aguantando por las

enfermedades terminales que padecen. Tiene las siguientes conclusiones:

La despenalización de la eutanasia en el Perú implicaría que no solamente se tenga

regulada en nuestra constitución el derecho a la vida, sino también el derecho a una

muerte digna, sin desconocer lo establecido por los Tratados Internacionales sobre

derecho humanos.

A nivel doctrinario, la eutanasia es vista como homicidio piadoso para lo cual es

menester que el paciente manifieste su voluntad de morir, por encontrarse sufriendo

innumerables dolores, sin dejar el importante móvil de piedad, que debe tener la persona

activa para realizar el evento. Históricamente la eutanasia es tratada desde la cultura


griega, cuyo vocablo se imprime por primera vez en el s. XVII en la obra “novum

organum” del filósofo y canciller inglés Francis Bacon.

Entre los países cuyas legislaciones despenalizan la eutanasia se encuentra a nivel de

Europa: Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Suecia, asimismo en américa están Uruguay,

Argentina, y también Colombia.

I.3. CARACTERISTICAS DE LA EUTANASIA

I.4. CLASIFICACIÓN DE LA EUTANASIA

la eutanasia puede catalogarse de la siguiente manera:

a-. Eutanasia según la voluntad del sujeto pasivo:

1.4.1. EutanasiaVoluntaria: Aquella donde la decisión la toma el paciente

directamente o terceras personas obedeciendo los deseos que el paciente ha expresado

con anterioridad.

1.4.2. Eutanasia no voluntaria: esto puede darse en dos casos:

 cuando el individuo ya no posee las capacidades físicas y mentales para pedir que

lo ayuden a morir pero expresó previamente que esa era su voluntad.

 cuando un individuo que no posee las capacidades físicas y mentales para pedir que

lo ayuden a morir o para oponerse, es sometido a la eutanasia sin saber cuál habría

sido su voluntad.

1.5. TIPOS DE EUTANASIA

No existe unanimidad sobre lo que serían los diferentes tipos de eutanasia y sobre la

pertinencia de diferenciar unos de otros. Sin embargo, se podrían tener en cuenta

criterios como la intención de causar la muerte, el modo en que se procede (es decir por
acción o por omisión) y el consentimiento del paciente. Podríamos distinguir entonces

los siguientes tipos de eutanasia:

I.5.1. Eutanasia directa: cuando las acciones que se realizan sobre el enfermo tienen

la intención de provocar su muerte. Pueden considerarse aquí dos subtipos de

eutanasia:

 Eutanasia activa: cuando se ocasiona la muerte del enfermo administrándole

sustancias letales.

 Eutanasia pasiva: cuando se procede por omisión; es decir, se suspende o no se

inicia el tratamiento de una complicación o se suspende el uso de los instrumentos

que permiten mantener con vida al enfermo.

1.5.2. Eutanasia indirecta: cuando no se tiene como intención acortar la vida del

paciente sino aliviar su sufrimiento. Así, por ejemplo, cuando se administran

ciertos analgésicos que no sólo contribuyen a calmar los dolores sino que implican

también, a manera de efecto secundario, una abreviación de la vida.

1.5.3. Otras Clasificaciones

Eutanasia agónica: consiste en provocar la muerte sin sufrimiento a un enfermo ya

desahuciado.

Eutanasia lenitiva: Es el empleo de ciertos fármacos, con la finalidad de aliviar el

dolor físico causado por una enfermedad terminal, y que secundariamente, puede

conllevar al acortamiento de la vida. No debería denominarse Eutanasia debido a que

dicho procedimiento (aliviar el dolor) es médicamente lícito y a que la muerte no es la

consecuencia directa y querida del acto.

Eutanasia suicida: Se produce cuando el mismo sujeto recurre al uso de medios letales

con el fin de acortar su vida. Puede concurrir la actuación de terceras personas que

coadyuven al desenlace, sin ser consideradas por ello como autoras principales.
Eutanasia homicida: Esta puede tener dos formas motivacionales:

 homicidio piadoso: que consiste en el acortamiento de la vida de otra persona para

liberarla de las taras de una enfermedad terminal, o de una deformación física, o de la

senilidad.

 Eutanasia de tipo económico social: cuya finalidad es eliminar vidas improductivas

económica y socialmente, es decir que se consideran gravosas para la sociedad.

1.6. PUNTOS FUNDAMENTALES:

 La eutanasia vista desde la dignidad humana:

La dignidad humana se invoca tanto para defender la eutanasia como para rechazarla.

Para sus defensores, la dignidad humana del enfermo consistiría en el derecho a elegir

libremente el momento de la propia muerte. Para sus detractores, la dignidad humana

sería oponerse a este derecho, por considerarlo una arbitrariedad humana frente a un

asunto exclusivamente divino. La Dignidad Humana es la Inviolabilidad de cada

persona, reconocimiento de que no puede ser utilizada o sacrificada por los demás

como un mero instrumento para la realización de fines generales. Es además el

reconocimiento de la autonomía de cada cual para trazar sus propios planes en la vida

y sus propios baremos de excelencia sin otro límite que el derecho semejante de los

otros a la misma autonomía y el reconocimiento de que cada cual debe ser tratado

socialmente con su conducta, mérito o demérito personales, y no según aquellos

factores aleatorios que no son esenciales a su humanidad: raza, etnia, sexo, clase

social, etc. De esta dignidad se derivan varios principios:

 Principio de respeto. La primera actitud que sugiere la consideración de la dignidad de

todo ser humano es la de respeto y rechazo de toda manipulación: frente a él no


podemos comportarnos como nos conducimos ante un objeto, como si se tratara de

una "cosa", como un medio para lograr nuestros fines personales.

 Principios de no-maleficencia y de beneficencia. En todas y en cada una de tus

acciones, evita dañar a los otros y procura siempre el bienestar de los demás.

 Principio de doble efecto: Busca primero el efecto beneficioso. Dando por supuesto

que tanto en tu actuación como en tu intención tratas a la gente con respeto, asegúrate

de que no son previsibles efectos secundarios malos desproporcionados respecto al

bien que se sigue del efecto principal.

 Principio de Integridad. Compórtate en todo momento con la honestidad de un

auténtico profesional, tomando todas tus decisiones con el respeto que te debes a ti

mismo, de tal modo que te hagas así merecedor de vivir con plenitud tu profesión».

Ser profesional no es únicamente ejercer una profesión, sino que implica realizarlo con

profesionalidad, es decir: con conocimiento profundo del arte, con absoluta lealtad a

las normas deontológicas y buscando el servicio a las personas y a la sociedad por

encima de los intereses egoístas.

 Principio de Justicia. Trata a los otros tal como les corresponde como seres humanos;

sé justo, tratando a la gente de forma igual. Es decir: tratando a cada uno de forma

similar en circunstancias similares.

 Principio de Utilidad. Dando por supuesto que tanto en tu actuación como en tu

intención tratas a la gente con respeto, elige siempre aquella actuación que produzca el

mayor beneficio para el mayor número de personas.


CAPITULO II

II.1. LA MEDICINA ANTE LA EUTANASIA

Los médicos tienen una larga tradición de dejar morir a ciertos pacientes graves de edad

avanzada que se encuentran en estado terminal y sin esperanzas de cura. No debe

interpretarse como los médicos han practicado a lo largo de la historia la eutanasia

activa; más bien lo que históricamente se ha entendido como el desahucio.

La eutanasia, tal y como la plantean los defensores de su legalización, afecta de lleno al

a mundo de la medicina, puesto que las propuestas de sus patrocinados siempre hacen

intervenir al medico o al personal sanitario. Pero la cuestión de la eutanasia no es,

propiamente hablado, un problema médico, o no tendrá que serlo.

La eutanasia merece la misma calificación ética si la practica un medico o una

enfermera en el técnico ambiente de un hospital que si la práctica, por otro medio

cualquiera. un familiar o un amigo de la víctima. En ambos casos se trata de un

hombre que da muerte a otro.

La eutanasia no es una forma de medicina. Sino una forma de homicidio, y si la practica

un médico. este estará negando la medicina.

Porque la razón de ser de la medicina es la curación del enfermo en cualquier fase de su

dolencia. La mitigación de sus dolores y la ayuda a sobrellevar el trance supremo de la

muerte cuando la curación no es posible.

La eutanasia por el contrato, no solo es una renuncia a esa razón de ser, sino que

consiste en la deliberada decisión de practicar juntamente lo opuesto a la medicina, ya

que es dar muerte a otro, aunque sea en virtud de una presunta compasión

Cualquiera es perfectamente capaz de advertir la diferencia sustancial que existe entre

ayudar a un enfermo o morir dignamente y provocarle la muerte.


La eutanasia no es una técnica, es un recurso de la medicina: la eutanasia expulsa a la

medicina la sustituye. La eutanasia, además precisamente por ser la negación de la

medicina, se vuelve contra el medico que la practique.

El deber del médico es uniforme. Curar a los enfermos, aliviar sus sufrimientos y,

asimismo asistirlos hasta la muerte.

La noción de muerte clínica o celebrar permite, en especial precisar mejor el momento a

partir del cual en razón del fallecimiento de la persona el deber medico de preservar a la

vida desaparece.

Este criterio es propuesto como valoración de la vida en cuestión. Sino como un medio

para superar esta problemática.

La asistencia al moribundo no obliga al medico a realizar, contra la voluntad del

paciente todo tratamiento para conservarle la vida.

II.2. LA EUTANASIA Y SU DIRECTA RELACION CON LOS DERECHOS

HUMANOS.

Es indudable, que el primordial derecho que puede asistir hoy a todo ser humano es el

de la vida, pero cuando se ve afectado por unas condiciones de salud lamentables, que

llevan a quien las padece a verse en una situación en la cual se ve recluido en una

unidad de cuidados intensivos, de la cual no se sabe si saldrá, donde su existencia está

en la cuerda floja, donde puede existir una salida irreversible, donde la existencia

dependerá en el futuro de medios extraordinarios, conectado a máquinas como el

respirador artificial, cabe preguntarse si se está cuidando la vida o prolongando la

agonía que nos puede llevar a la muerte.


La eutanasia, desde el punto de vista jurídico, tiene que ver directamente con el derecho

a la vida. Este derecho normalmente no es objeto de las legislaciones positivas sino en

un sentido negativo, o sea la ley positiva no afirma normalmente que los hombres tienen

derecho a vivir sino que protege la vida a base de castigar a aquellos que priven de la

misma a otro, indicando, como es el caso de nuestra Constitución Política que "nadie

podrá ser privado de la vida sino mediante juicio seguido ante los tribunales

previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del

procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho" (artículo 14

constitucional).

No existe en textos internacionales ninguna mención específica sobre la eutanasia. Se

puede considerar reconocido el derecho a la vida frente a la eutanasia a través del

reconocimiento del genérico derecho a la vida:

Artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos:

Todo individuo tiene derecho a la vida...

Artículo 1 de la Declaración Americana de Derechos Humanos:

Todo ser humano tiene derecho a la vida ...

Artículo 6.1º del Pacto Internacional de derechos Civiles y Políticos:

El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará protegido por

la ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente.

Artículo 4.1 de la Convención Americana de los Derechos Humanos:

Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho está protegido por la

ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la

vida arbitrariamente.
Artículo 2 del Convenio Europeo de Derechos Humanos:

El derecho de toda persona a la vida está protegido por la ley...

Artículo 2 de la Declaración de los Derechos y Libertades Fundamentales, aprobada por

el Parlamento Europeo, en virtud de Resolución de 16 de mayo de 1989: Todo

individuo tiene derecho a la vida...

El fundamento último del derecho a la vida frente a la eutanasia no es otro que la

dignidad de la persona humana, y así lo proclaman también los convenios, declaraciones

y convenciones internacionales de los derechos humanos, entendiéndose como vida

digna, aquélla que proporciona al ser humano el goce de un gran cúmulo de capacidades

para llevar a cabo su fines en la vida.

El derecho a morir dignamente está estrechamente vinculado al reconocimiento jurídico

de la dignidad y la autonomía de la persona humana. Dignidad y libertad reconocidas,

por otra parte, en el Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

de 1948, y en las Constituciones de los Estados Miembros de las Naciones Unidas.

Dentro de éste contexto, la aplicación de la eutanasia, al menos en sus formas voluntaria

y pasiva, respetaría la libre voluntad y la dignidad de aquellos enfermos que se

encuentran en una situación terminal irreversible y que el uso de medios artificiales para

alargar inútilmente sus vidas, no haría otra cosa que prolongar su terrible agonía.

Dentro de éstos métodos artificiales estarían considerados no solo los aparatos de

sofisticada tecnología, tan comúnmente usados en la ciencia médica, tales como

respiradores, máquinas y cables que mantienen artificialmente la vida de un individuo,

sino también aquellos tratamientos que, aún prolongando la vida del paciente, producen

un sufrimiento innecesario en los enfermos terminales. Los partidarios de la eutanasia

rechazan, pues, el uso de tales métodos porque los consideran degradantes para el ser
humano, atentatorios contra la dignidad de la persona e inútiles en sus efectos prácticos.

Aceptan, sin embargo, aquellas otras sustancias, tales como los barbitúricos, calmantes

o drogas, que ayudarían al enfermo incurable a encontrar una muerte tranquila, dulce y

sin padecimientos.

II.3. DERECHO A LA VIDA Y DIGNIDAD DE LA PERSONA

“Todo individuo tiene derecho a la vida”, señala la Declaración Universal de los

Derechos Humanos. El primero de ellos, por su carácter básico respecto a los restantes,

es el derecho a la vida. Respetar, defender y promover la vida es el primer deber ético

del ser humano para consigo mismo y para con los demás; tiene una validez racional y

universal propia. El respeto a la vida humana es uno de los ejes primarios sobre los que

se ha desarrollado la conciencia ética de la sociedad. Al tratarse de un valor primario, el

valor ético de la vida humana es captado sobre todo con la intuición.

El razonamiento sobre Etica médica no es algo meramente abstracto, porque tanto la

Etica como la Medicina y la Enfermería tienen como destino al ser humano, y éste debe

ser considerado en la plenitud de su valor. Etica profesional y derechos humanos están

estrechamente vinculados.

La necesidad de saber quién es el ser humano para esclarecer el modo correcto de

tratarle es incuestionable. Debido a su interioridad, el ser humano se encuentra en la

cima de todos los demás seres de la Tierra; es el único que es persona, que es sujeto y

no objeto, que ha de ser tratado como fin y no como medio, que tiene dignidad.

El ser humano tiene una dignidad que siempre ha de ser respetada, y está siempre

presente y siempre igual en todos y cada uno de los hombres y mujeres: valorar quién se

es y no qué se es.
Cuando se trata de poner de manifiesto las consecuencias éticas de las acciones

biomédicas, la indagación antropológica debe centrarse en el carácter personal del ser

humano y en su dignidad. La excelencia del hombre y de la mujer, el alto valor

proporcionado de su ser, constituye el secreto para discernir lo permisible de lo

censurable.

El respeto y promoción de la persona, el carácter inviolable de su dignidad, son los

límites infranqueables de la acción, la frontera insalvable de las técnicas aplicadas a la

vida humana. Los seres humanos tienen pues una idéntica y permanente dignidad

personal; siempre y hasta su final, el ser humano ha de ser tratado y respetado como tal,

como merece su dignidad, y, por tanto, reconociéndole los derechos personales.

En resumen, observamos que, si no se admite la dignidad personal del ser humano y el

valor de cada vida humana, desde su comienzo hasta la muerte natural, no habría una

línea racional a través de la que se pueda defender y respetar al enfermo en situación

terminal.

Se señalan cinco valores que fundamentan la ética de la atención al enfermo:

1. La dignidad de la persona y de su vida

2. El bien personal de la salud

3. El principio terapéutico o de beneficencia

4. La libertad/responsabilidad del enfermo y del médico o principio de autonomía

5. El valor de la solidaridad social o principio de justicia Ahondando en lo anterior,

podemos decir que la finalidad de la asistencia médica es la promoción de la vida y de

la salud.
La vida es el valor fundamental de la persona, en el que se fundan los demás valores

personales y sociales del individuo. La salud es un bien inherente a la vida y a la

persona, expresión cualitativa de ésta, y, junto a la vida física, forma parte de los bienes

o valores "penúltimos" inherentes al bien último y definitivo de la persona.

II.4. SITUACIÓN LEGAL DE LA EUTANASIA EN EL PERÚ.

Nuestro Código Penal, en el título referido a los Delitos contra la vida, el cuerpo y

la salud, tipifica el delito de "Homicidio por piedad", en el artículo 112 del citado

cuerpo normativo; no se utiliza pues el término eutanasia.

El artículo 112 del Código Penal señala lo siguiente:

"El que, por piedad, mata a un enfermo incurable que le solicita de manera expresa y

consciente para poner fin a sus intolerables dolores, será reprimido con pena privativa

de libertad no mayor de tres años".

Tal como señala el Dr. Luis Alberto Bramont-Arias Torres , especialista en Derecho

Penal, nuestra legislación ha tipificado en el homicidio por piedad a la eutanasia activa,

mas no a la pasiva (no prolongar artificialmente la vida de quienes indefectiblemente

están destinados a la muerte, en la medida en que tal alargamiento sólo traiga efectos de

sufrimientos), ni la indirecta (que supone el adelantamiento de la muerte  -que se conoce

como cierta- mediante el suministro de medicamentos que sirven para mitigar el dolor

físico del enfermo).

Pero, no obstante tipificar el homicidio por piedad, el legislador lo ha atenuado

disponiendo una pena máxima de 3 años pues brinda vital importancia al

consentimiento expreso y voluntario del enfermo, colocando al que realiza la eutanasia

como un mero colaborador, por lo que es este acto de colaboración lo que se castiga.

Así, existen tres aspectos fundamentales para concluir que estamos, legalmente, frente a
la figura de la eutanasia activa u homicidio por piedad: el móvil de piedad que es el que

impulsa al autor del hecho, la petición expresa y consciente de la víctima y la existencia

de dolores intolerables que hacen difícil la vida del paciente.

II.5. ARGUMENTOS DE LA EUTANASIA

II.5.1.-ARGUMENTOS A FAVOR:

II.5.1.1. Médicos

Desde siempre, los médicos han participado en la toma de decisiones sobre el fin de la

vida y actualmente es común suspender o no instaurar tratamientos en determinados

casos, aunque ello lleva a la muerte del paciente.

Es como se conoce como limitación del esfuerzo terapéutico, limitación de tratamientos

o, simplemente, eutanasia pasiva.

Esta se lleva acabo en el conocimiento y anuncia de los familiares y/o curadores del

paciente.

en medicina, el respeto de la autonomía de la persona y los derechos de los pacientes

son cada vez más ponderados en la toma de decisiones médicas.

en sintonía con lo anterior, la introducción del consentimiento informando en la relación

médico paciente, y para estas situaciones, la elaboración de un documento de voluntades

anticipadas seria una buena manera de regular las actuaciones medicas frente a

situaciones hipotéticas donde la persona pierda total o parcialmente su autonomía para

decidir, en el momento, sobre las actuaciones medicas pertinentes a su estado de salud.

II.5.1.2. Jurídicos

La despenalización de la eutanasia no significa obligatoriedad absoluta


No se puede imponer el criterio de un conglomerado al ordenamiento jurídico de todo

un territorio, por lo que el derecho debería asegurar los mecanismos para regular acceso

a la eutanasia de los pacientes interesados que cumplan unos requisitos específicos

legalmente; así como de la legalidad y transparencia de los procedimientos.

La sociedad moderna basa su ordenamiento jurídico en la protección de los derechos

humanos.

En este sentido cada enfermo tiene derecho a decidir, informadamente, sobre los asuntos

que pertenecen a una esfera tan privada como su cuerpo; y en virtud de esto, decidir

cómo quiere seguir o no seguir viviendo.

II.5.1.3. Relacionados con la vida:

 Derecho a una Vida Digna

Este argumento supone asumir que la dignidad personal en determinadas circunstancias

estaría por debajo de lo que podría ser exigido para vivir, lo que permitiría que le fuese

aplicada la eutanasia.

 Derecho a una Muerte Digna

Si por muerte digna se entiende la cesación inmediata y definitiva del dolor, entonces la

eutanasia se convierte en la "terapéutica más fácil y efectiva". Pero, si por el contrario,

se asume la muerte con grandeza de ánimo, encarándola, ejercitando en ella todas

nuestras capacidades personales, se constituye en el último paso dentro del camino

hacia la plenitud humana; último si es que no se posee la certeza de quienes- dentro del

marco de la doctrina cristiana- ven en la muerte el umbral que los conduce a la

presencia de Dios.
 La Autonomía del Enfermo

Aquellas legislaciones que autorizan la eutanasia lo hacen bajo la condición de

asegurarse del" carácter expreso y serio de la petición" por parte del enfermo, como en

el caso español. A este respecto, afirma Herranz que una petición, apasionada y

conmovedora, de muerte puede hacerla un enfermo bajo los efectos de un cansancio

crónico, de un insomnio tenaz, de una disnea agobiante, de un estado nauseoso, de una

depresión no diagnosticada o deficientemente tratada. Una petición expresa y seria de

muerte puede ser la consecuencia de una terapéutica incompetente del dolor y otros

síntomas, o del abandono afectivo por parte de los familiares y cuidadores. Incluso

puede hacerla el enfermo como recurso psicológico y dramático para centrar sobre sí la

atención de los demás, o como represalia por desatenciones presentes o agravios

pasados. Por otra parte, atender la petición del enfermo que ve en la muerte la mejor

alternativa es olvidar que elegir la muerte no es una opción entre muchas, sino un modo

de suprimir todas las opciones.

 Derecho a evitar el dolor

El dolor físico del enfermo puede ser tratado eficazmente. La medicina dispone de un

completo arsenal terapéutico capaz de controlar el dolor en un 95% de los casos. En la

actualidad, a la utilización de las drogas analgésicas hay que añadir los llamados agentes

coadyuvantes, que vienen a neutralizar o paliar los efectos psicológicos y físicos

añadidos a los cuadros de dolor.

 Derecho al Suicidio

El problema radica aquí en que la eutanasia no es un suicidio sino un homicidio; acto

éste que exige del médico un juicio sobre si es razonable o no la petición, o lo que es

igual, si el paciente debe o no ser matado. En este punto cabe recordar las apreciaciones
de Pastor en el sentido de que el derecho-deber de la vida aparece como el primero y

más fundamental de todos los derechos que posee la persona; un derecho que es anterior

al respeto de la libertad del sujeto, puesto que la primera responsabilidad de su libertad

es hacerse cargo responsablemente, ante todo, de su propia vida. De lo anterior se

deduce que la petición de eutanasia por parte del paciente y/o su ejecución por parte del

médico no es un derecho de la persona, sino una acción arbitraria que va en contra de

todo el ser personal.

 Eutanasia como Acto-Piadoso

Acortar la vida de una persona para liberarla de una vejez o enfermedad angustiosa es

un argumento que, con un poco de sentimentalismo, puede convencer, pero es, en sí

mismo, la solución menos humana y la que pone de manifiesto la incapacidad del

médico en tratar y aceptar la muerte natural del enfermo. Este "acto piadoso" comporta

además la emisión de un juicio valorativo por parte del médico, sobre la condición del

paciente, que es susceptible de error. En este punto, aceptar la eutanasia equivaldría a

subordinar la vida humana al mundo de la subjetividad y el relativismo.

II.6.1-ARGUMENTOS EN CONTRA:

Los argumentos en contra inciden en la inviolabilidad de la vida humana, la defensa de

su dignidad independientemente de las condiciones de vida o la voluntad del individuo

implicado, y las repercusiones sociales de desconfianza que podría conllevar la

eutanasia.

La eutanasia, es decir, el acto deliberado de poner fin a la vida de un paciente, aunque

sea por voluntad propia o a petición de sus familiares, es contraria a la ética.


La postura de las iglesias cristianas en tanto, a nivel mundial, es mayoritariamente

contraria la eutanasia y al suicidio asistido: en el caso de la iglesia católica romana y de

las iglesias evangélicas y pentecostales.

II.6.1.1 Los argumentos más resaltantes a nivel mundial:

1. La Eutanasia mata.

Aunque sea con permiso de la víctima, aunque se ejerza con mayor o menor grado de

consentimiento... pero mata. En realidad, la eutanasia es un tipo de homicidio, o de

suicidio, según cómo se establezca. Reflexión. ¿La muerte, matar como sistema legal,

puede ser la solución a un problema humano?

2. La Eutanasia no sirve para evitar el sufrimiento.

Piénsalo, la muerte siempre es dolorosa, incluso cuando es programada. Este dolor es

visible para los demás o, en otras ocasiones, sólo es interno, lo experimenta la

conciencia.

3. Uno de los sufrimientos peores es el del arrepentimiento tardío.

Es como el sufrimiento que experimenta el suicida que ha saltado al vacío. ¡Quiere

volver atrás! Pero ya es tarde. La eutanasia no evita el sufrimiento final: solo lo

enmascara. 

4.La eutanasia es irreversible. 

Una persona, puede atravesar un estado de depresión, o ser empujada a ella por su

entorno durante un cierto tiempo, un mes, dos, tres. Si en este tiempo solicita que

acaben con su vida lo habrá hecho en unas condiciones en las que no era ella misma.
Pero será tarde. Ya estará muerto. La ley, si se aprueba, establecería 30 días entre

petición y muerte. Demasiado poco para vencer la depresión.

5. La eutanasia no es consecuencia de la libertad, sino que es su víctima.

Está ampliamente documentado que la causa fundamental que impele a buscar la muerte

no es la enfermedad terminal, o una gran incapacidad funcional, sino la falta de

reconocimiento humano y la soledad. Sentirse un “algo” que sobra, que es una carga o

molestia para su familia, que es ignorado, o bien que está solo, terriblemente solo. Es

esto sobre todo lo que crea las condiciones para desear morir. La gran tarea de nuestra

sociedad ha de ser reconstruir el reconocimiento y el acompañamiento. Esa sí es una

actitud humana y no la muerte.

6. Una ley sobre la eutanasia empuja a la muerte… porque "va de legal".

Lo que la ley permite se acaba convirtiendo en un deber moral que condiciona a la

sociedad y a las mentes. La propia ley influye sobre la persona, estimula a su entorno a

escoger la vía de la muerte. “¡Qué haces tú en este mundo!”. Se presupone que hay

vidas que no vale la pena que sean vividas.

7. La eutanasia legal favorece el suicidio.

Una ley o sociedad con eutanasia considera que la muerte provocada puede ser la

solución para los problemas y cargas de la vida. Eso es un peligro para los que sufren

ideas de suicidio ya que “normaliza” esta práctica.

8. La eutanasia no aumenta la autonomía personal, e incluso puede reducirla.

Una persona, sin necesidad de una ley que permita la eutanasia, puede suicidarse sin

mucha complicación. Pero la ley posibilitará que otros decidan sobre la vida ajena.

9. No: "más opciones" no es más libertad


La eutanasia defiende una idea equivocada de la libertad afirmando que ésta es mayor

cuanto más numerosas sean el número de opciones. En realidad, ser libre no es poder

optar entre "muchas opciones", sino poder optar entre "opciones buenas". La eutanasia

no es una buena opción.

10. La eutanasia busca aligerar los costes del Estado en sanidad y pensiones.

Es la contrapartida real a la falta de nacimientos. Muchos ingenuos aun piensan que los

motivos son benéficos. ¡Qué error! Cuando todos los datos advierten que los gastos en

sanidad crecen porque aumenta la población en edad avanzada, que sufre enfermedades

crónicas complejas, cuando saben que las pensiones no alcanzan, y que cada vez hay

menos jóvenes para trabajar, la eutanasia se convierte en la medida  fácil de los

poderosos para cuadrar el presupuesto público, sin aumentar los impuestos. [Vea

el vídeo de E-Cristianos sobre "eutanasia como ahorro"]

11. Es para eliminar pobres: los ricos no utilizan la eutanasia. 

O bien la emplean en mucha menor medida que los demás. ¿Qué porcentaje de gente de

altos ingresos la utiliza en los países donde ya es legal? Casi nadie. No sólo eso. Como

pueden pagárselo, los ricos acuden a hospitales privados que les garantizan buenos

cuidados paliativos y que en ningún caso les aplicarán la eutanasia. La eutanasia acaba

siendo una medida que afecta sobre todo a gente con pocos recursos económicos.

12. La eutanasia pervierte la piedad. 

La verdadera compasión es la solidaridad con el dolor de los demás, y no la eliminación

de la persona que sufre.

13. Contra el dolor, cuidados paliativos y acompañamiento.


Los cuidados paliativos y el acompañamiento son la respuesta al sufrimiento, como lo

es la construcción de una sociedad más fraterna a medio plazo. Las atenciones paliativas

no alargan artificialmente la vida. A veces, como efecto colateral, pueden acortarla algo.

Los cuidados paliativos buscan proporcionar calidad de vida.

14. El gran objetivo humano: cuidados paliativos para el 100% de la población

Vivir y morir bien. Sin sufrimiento, en compañía.

15. Con la eutanasia, el Estado no invertirá en cuidados paliativos

La eutanasia margina los cuidados paliativos de las políticas públicas. Con ella hay más

gente que sufre y su único camino es usarla. Ese es su éxito. Bélgica y Holanda,

pioneros en legalizar la eutanasia desde hace muchos años, poseen unos servicios

paliativos que son peores que los de muchas comunidades autónomas españolas.

16. ¡No te creas las promesas de los políticos!

Dijeron que bajarían los impuestos, y los subieron, que aumentarían las pensiones con la

inflación y va a ser que no, etc... Si se aprueba la eutanasia, los cuidados paliativos de

calidad acabarán siendo sólo para los ricos.

17. La eutanasia legal, puesto que vivimos en una economía de mercado, enseguida

se convierte en un negocio. 

Una vez se legaliza, aparece un complejo entramado de médicos, personal de enfermería

y abogados que se dedican a ella: es su principal negocio. El afán de lucro de esas

personas presionará inevitablemente para condicionar la tutela de los derechos de los

pacientes.

18. La eutanasia legal presiona: menos "deber de cuidar", más "deber de

morirse" 
Por un lado, el deber del que quiere morir para con sus personas queridas y la sociedad

queda absuelto. Por otro, el deber de cuidado queda reducido por la posibilidad de dar

una solución que se presenta como viable y legal.

19. La eutanasia o suicidio asistido deteriora la confianza médico-paciente

Hay personas que han cambiado de país de residencia por no fiarse de las prácticas de

ciertos médicos en países eutanasia dores. La eutanasia (matar al enfermo) es contraria

al juramento hipocrático que desde hace cerca de 2.000 años caracteriza la profesión y

la ética médica. Sería una ruptura deontológica brutal que tendrá consecuencias sobre la

profesión médica... y sobre todos nosotros, sus pacientes.

20. No sería solo eutanasia para "terminales", ni "voluntarios"

Con eutanasia legal, los enfermos psiquiátricos, los dementes, los ancianos y los recién

nacidos discapacitados se convierten en grupos especialmente vulnerables, como ha

ocurrido en estados totalitarios en algunas épocas de la historia.


CONCLUSIONES

CONCLUSION 1

La prohibición absoluta de matar a los enfermos es, para todos, una fuerza moral

maravillosa e inspiradora, que nos salva a todos, pacientes, médicos y sociedad, de los

efectos perversos de la compasión. De ella nace la medicina paliativa.

Prestar servicios al moribundo, acompañarle en sus últimos días con los auxilios de la

medicina paliativa es una acción humanamente excelente y de alta calidad profesional.

Pero matarle es robarle uno de los momentos estelares de la vida: una buena muerte

completa la vida, la buena muerte es una de las experiencias más importantes que se nos

dan.

El verdadero trasfondo de la problemática de la eutanasia. Una sociedad que no sabe

integrar con naturalidad y humanidad la muerte no sabe cómo tratar y apoyar a sus

enfermos y moribundos, es incapaz de descubrir el hondo sentido humano que puede

tener el hecho del morir. En los últimos años se ha creado una intensa conciencia de que
hay que revisar la forma de morir de la sociedad actual. Se hace necesario crear una

sensibilidad nueva y reintroducir el hecho de la muerte en nuestras coordenadas vitales.

Creo que éste es el auténtico camino para abordar toda la grave problemática de una

civilización que ha aprendido muchísimas cosas, pero que ha olvidado cómo poder

morir humanamente.

CONCLUSION 2

La eutanasia un tema tan controversial en el mundo, existen miles de posiciones

algunas, en contra y otras a favor La eutanasia una forma digna de acabar con el

sufrimiento, pero a la vez un delito en el que incurren las personas, puesto que en

nuestro país aún no es permitido la eutanasia, ahí entra a tallar el papel del médico quien

tiene la difícil disyuntiva de acabar con el sufrimiento de una persona o convertirse en

un asesino. Difícil decisión que tiene que tomar el médico, tema controversial que

afecta a la sociedad y en especial a las personas que buscan terminar con su vida de

forma digna.
BIBLIOGRAFÍA

 Nuñes Paz, Miguel Angel. (1999). HOMICIDIO CONSENTIDO Y DERECHO A

MORIR CON DIGNIDAD. mexico: Editorial Tecnos.

 Ronald Dwarklin . (1994). EL DOMINIO DE LA VIDA. estados unidos: Editorial

Ariel, INGLES.

 Horacio Jinich. (1998). EL PACIENTE Y SU MEDICO . Mexico : Volumen

Editorial JGH.

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