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Articulo 4

Derecho a la Vida. De la Convención Americana sobre los derechos humanos


establece que toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho
estará protegido por la ley y en general a partir del momento de la concepción.

Opinión de la Convención Americana de los Derechos Humanos.


La Corte IDH ha establecido las obligaciones que tiene el Estado para prevenir las
violaciones al derecho a la vida. Dentro de estas obligaciones el deber de
prevención comprende las siguientes medidas. El deber de prevención abarca
todas aquellas medidas de carácter jurídico, político, administrativo y cultural que
promuevan la salvaguarda de los derechos humanos y que aseguren que las
eventuales violaciones a los mismos sean efectivamente consideradas y tratadas
como un hecho ilícito que, como tal, es susceptible de acarrear sanciones para
quien las cometa, así como la obligación de indemnizar a las víctimas por sus
consecuencias perjudiciales.

Caso Blake Vs. Guatemala opinión de la convención de Lic. Allan

Por lo que toda persona tiene derecho que se respete su vida y se tenga facultad
de que no solo presupone que ninguna persona sea privada de su vida
arbitrariamente sino que además requiere que los Estados deban de adoptar
todas las medidas apropiadas para proteger y preservar el derecho a la vida. las
condiciones necesarias adecuadas, sino que estas deben ser aplicadas de forma
efectiva para asegurar el efecto útil del derecho.
Hechos.

Los hechos del presente caso se iniciaron el 26 de marzo de 1985, cuando los
ciudadanos norteamericanos Nicholas Blake, periodista, y Griffith Davis, fotógrafo,
salieron de la ciudad de Huehuetenango rumbo a la aldea El Llano. En dicho lugar
fueron detenidos por la Patrulla de Autodefensa Civil de El Llano.
 Luego de ser llevados a un sitio denominado Los Campamentos fueron
asesinados y sus cadáveres fueron arrojados en la maleza. Los restos de Griffith
Davis fueron encontrados el 16 de marzo de 1992 mientras que los de Nicholas
Blake el 14 de junio de 1992.
 
Durante su desaparición, los familiares de Nicholas Blake iniciaron una serie de
acciones judiciales a fin de ubicar su paradero, lo cual resultó infructuoso.
Asimismo, no se había investigado los hechos ni sancionado a los responsables. 
Introducción Derechos vulnerados.

El 3 de agosto de 1995, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en


adelante “la Comisión” o “la Comisión Interamericana”) sometió ante esta Corte un
caso contra la República de Guatemala (en adelante “el Estado” o “Guatemala”)
que se originó en la denuncia número 11.219, recibida en la Secretaría de la
Comisión el 18 de noviembre de 1993. La Comisión invocó los artículos 50 y 51 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos (en adelante “la Convención”
o “la Convención Americana”) y 26 y siguientes del Reglamento de la Corte
entonces vigente1. La Comisión sometió este caso para que la Corte decidiera si
hubo violación de los siguientes artículos de la Convención: 4 (Derecho a la Vida),
7 (Derecho a la Libertad Personal), 8 (Garantías Judiciales), 13 (Libertad de
Pensamiento y de Expresión), 22 (Derecho de Circulación y de Residencia) y 25
(Protección Judicial), todos ellos en concordancia con el artículo 1.1 de la misma
Convención por el supuesto secuestro y asesinato del señor Nicholas Chapman
Blake (en adelante “Nicholas Blake”) por agentes del Estado guatemalteco el 28
de marzo de 1985 y la desaparición que se prolongó durante un período mayor de
siete años, hasta el 14 de junio de 1992. Asimismo, la Comisión solicitó a la Corte
que declarara que el Estado violó el artículo 51.2 de la Convención por haberse
negado a “dar cumplimiento a las recomendaciones que le formuló la Comisión”.
Además, pidió que declarara que Guatemala.

Caso Myrna Mack Vs. Guatemala

Hay algunos aspectos por los que se relacionan con el derecho a la vida y se
relaciona que los Estados deben tomar todas las medidas necesarias, no sólo
para prevenir, juzgar y castigar la privación de la vida como consecuencia de actos
criminales, en general, sino también para prevenir las ejecuciones arbitrarias por
parte de sus propios agentes de seguridad y también se deberá observar que toda
personas. Hay una necesidad de ir más allá de las medidas de restitución en los
casos de violencia contra la mujer, y de elaborar reparaciones orientadas a
abordar el contexto de la discriminación estructural que promueve la repetición de
violencia en contra de la mujer.

Introducción Derechos Vulnerados

El 19 de junio de 2001 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en


adelante “la Comisión” o “la Comisión Interamericana”) sometió ante la Corte una
demanda contra el Estado de Guatemala (en adelante “el Estado” o “Guatemala”),
la cual se originó en la denuncia Nº 10.636, recibida en la Secretaría de la
Comisión el 12 de septiembre de 1990. 2. La Comisión presentó la demanda con
base en el artículo 51 de la Convención Americana, con el fin de que la Corte
decidiera si el Estado violó los artículos 4 (Derecho a la Vida), 8 (Garantías
Judiciales), 25 (Protección Judicial) en conjunción con el artículo 1.1 (Obligación
de Respetar los Derechos) de la Convención Americana en perjuicio de Myrna
Elizabeth Mack Chang (en adelante “Myrna Mack Chang”) y sus familiares, “en
razón de la ejecución extrajudicial de Myrna Mack Chang ocurrida el 11 de
septiembre de 1990 en Ciudad de Guatemala”.

Hechos.

En Guatemala se encontraba a sumida en un conflicto armado interno, donde se


realizaron ejecuciones extrajudiciales selectivas con un propósito de “limpieza
social”. La señora Myrna Mack Chang. Se encontraba realizando actividades de
investigación sobre las comunidades de población en resistencia y las políticas del
Ejército guatemalteco hacia las mismas.

 El 11 de septiembre de 1990 Myrna Mack fue asesinada por agentes militares,
luego de haber sido vigilada. Hubo muchas obstrucciones en el proceso penal que
se inició. No se pudo juzgar ni sancionar a todos los autores materiales e
intelectuales. 
El Estado es responsable: Según la Comisión, Guatemala es responsable de la
privación arbitraria del derecho a la vida de Myrna Mack Chang, toda vez que el
asesinato de la víctima, perpetrado el día 11 de septiembre de 1990, fue
consecuencia de una operación de inteligencia militar, que obedeció a un plan
previo y cuidadosamente elaborado por el alto mando del Estado Mayor
Presidencial. Dicho plan consistió, en primer lugar, en seleccionar a la víctima de
manera precisa debido a su actividad profesional; en segundo lugar, en asesinar
brutalmente a Myrna Mack Chang; y en tercer lugar, en encubrir a los autores
materiales e intelectuales del asesinato, entorpecer la investigación judicial y dejar
en la medida de lo posible el asesinato inmerso en la impunidad. La Comisión
agregó que el Estado no ha utilizado todos los medios a su disposición para
realizar una investigación seria y efectiva que sirva de base para el
esclarecimiento completo de los hechos, el procesamiento, juzgamiento y sanción
de todos los responsables, tanto autores materiales como intelectuales, dentro de
un plazo razonable.

El derecho a la vida es violentado ya que a la señora Myrna Mack Chang le


arrebataron la vida injustificadamente por los ex militares.

Caso Paniagua Morales Vs. Guatemala.

Introducción derechos vulnerados

La Comisión Interamericana sometió este caso para que la Corte determinara la


responsabilidad de Guatemala por supuestos “actos de secuestro, detención
arbitraria, trato inhumano, tortura y asesinato cometidos por agentes del Estado de
Guatemala contra once víctimas” durante 1987 y 1988 (caso conocido como el de
la “Panel Blanca” debido al uso de un vehículo de ese tipo como parte del modus
operandi) y para que declare que Guatemala ha violado las siguientes normas:
Artículo 4 de la Convención Americana (Derecho a la Vida) de las siguientes
víctimas: Ana Elizabeth Paniagua Morales, Julián Salomón Gómez Ayala, William
Otilio González Rivera, Pablo Corado Barrientos, Manuel de Jesús González
López y Erik Leonardo Chinchilla. Artículos 5 (Derecho a la Integridad Personal), 7
(Derecho a la Libertad Personal) de la Convención Americana y las obligaciones
que establecen los artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana para
Prevenir y Sancionar la Tortura en perjuicio de Ana Elizabeth Paniagua Morales,
Julián Salomón Gómez Ayala, William Otilio González Rivera, Pablo Corado
Barrientos, Manuel de Jesús González López, Augusto Angárita Ramírez, Doris
Torres Gil, José Antonio Montenegro, Oscar Vásquez y Marco Antonio Montes
Letona. Artículos 8 (Garantías Judiciales) y 25 (Protección Judicial) de la
Convención, los cuales han sido violados y continúan siendo violados en perjuicio
de todas las víctimas de este caso. Artículo 1.1 (Obligación de Respetar y
Garantizar los Derechos) como consecuencia del incumplimiento señalado de las
garantías consagradas en la Convención. Asimismo, la Comisión pidió a la Corte
que exigiera al Gobierno identificar y castigar a los responsables de las violaciones
antes mencionadas, indemnizar a las víctimas de las mismas de conformidad con
el artículo 63.1 de la Convención y pagar las costas y gastos de las víctimas y sus
familiares incurridos en la tramitación de este caso ante la Comisión y la Corte y
los honorarios razonables de sus abogados.

HECHOS DEL CASO PANIAGUA

Según la demanda, en cada uno de los delitos que se alegan en ella el “modus
operandi” era el siguiente: miembros de la Guardia de Hacienda de Guatemala,
fuertemente armados, detenían por la fuerza a personas y las obligaban a subir a
una panel (camioneta) blanca. Estos secuestros tuvieron lugar en la ciudad de
Guatemala entre fines de diciembre de 1987 y febrero de 1988, con excepción de
un secuestro y ejecución ocurridos en junio de 1987. En todos los casos alegados,
agentes de la Guardia de Hacienda detuvieron a las personas sin ninguna orden
judicial. Algunos de los detenidos fueron llevados a las instalaciones de la Guardia
de Hacienda y torturados; otros fueron ejecutados después de ser torturados y sus
cuerpos abandonados pocos días después de su detención en las calles de la
ciudad de Guatemala y sus alrededores. 15. El 11 de febrero de 1988, la Comisión
transmitió al Gobierno las partes pertinentes de la petición en la que se
denunciaba el secuestro de Ana Elizabeth Paniagua Morales y le solicitó
información.

El 16 de febrero del mismo año, el Gobierno contestó confirmando la desaparición


de la víctima y el hallazgo de su cadáver e informó que las autoridades
competentes estaban investigando el caso, pero que la familia había rehusado
brindar información para contribuir a encontrar a los responsables del crimen.

El 13 de febrero de 1989, los peticionarios enviaron a la Comisión información


adicional sobre las circunstancias del secuestro de Ana Elizabeth Paniagua
Morales y denunciaron el asesinato del joven estudiante Erik Leonardo Chinchilla,
ocurrido el 17 de febrero de 1988 y con posterioridad le solicitaron que incluyera a
dicha víctima en el caso

OPINION DE LA CORTE

SE OMITE PORQUE ERA DE LOS PLAZOS

Caso veliz Franco Vs. Guatemala. Convención del Lic.

Esto demuestra que en casos de violencia contra la mujer, los Estados tienen, el
deber y el derecho de prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer
los cuales especifican y complementan las obligaciones generales que tiene el
Estado respecto al cumplimiento de los derechos como se especifica en el articulo
7 literal b) de la Convención de belen do para.
Introducción de los Derechos Vulnerados: El 19 de mayo de 2014 la Corte Interamericana
de Derechos Humanos dict6 Sentencia en el caso Veliz Franco y otros Vs. Guatemala. La Corte
declare que Guatemala vulner6, en perjuicio de la nina Marfa Isabel Veliz Franco, de 15 anos de
edad al momento de los hechos, el deber de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos a
la vida (articulo 4.1) e integridad personal (articulo 5.1), en relaci6n con los derechos del niña
(articulo 19) y con la obligaci6n general de garantizar los derechos sin discriminación ( artículo 1.1)
de la Con venci 6n Americana sob re Derechos Humanos, y la obligaci6n de actuar con la debida
diligencia para prevenir e investigar la violencia contra la mujer (articulo 7.b) de la Convenci6n
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. Asimismo, el
Estado viol6 los derechos a las garantias judiciales (articulo 8.1), a la protecci6n judicial (articulo
25.1) y a la igualdad ante la ley (articulo 24) de la Convenci6n Americana, en relaci6n con las
obligaciones generales de resp eta r y g a ra ntiza r los de rechos ( a rticu lo 1.1) y ado pta r dis
posicion es de d erecho intern o (articulo 2) de dicho tratado, y con los deberes de actuar con
diligencia para investigar y sancionar la violencia contra la mujer (articulo 7.b y 7 .c) de la
Convenci6n Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, en
perjuicio de la madre de la niña, Rosa Elvira Franco Sandoval, de los hermanos de María Isabel,
Leonel Enrique Veliz Franco, Jose Roberto Franco, y de los abuelos de esta, actualmente fallecidos,
Cruz Elvira Sandoval Polanco y Roberto Perez. Ademas, Guatemala viol6 el derecho a la integridad
personal (articulo 5.1) de la Convenci6n Americana, en relaci6n con el artículo 1.1 de la misma, en
perjuicio de la señora Franco Sandoval. El Tribunal determine que no era procedente pronunciarse
sabre las alegadas violaciones, en perjuicio de Maria Isabel, al derecho a la libertad personal
(articulo 7) y los derechos del niiio (articulo 19) de la Convenci6n Americana, en relaci6n con la
investigaci6n despues del hallazgo del cuerpo de la victima.
HECHOS
El Tribunal constat6 que el 17 de diciembre de 2001, a las 16:00 horas, Rosa
Elvira FrancoSandoval denuncia ante la Policia Nacional Civil la desaparici6n de
su hija, quien habla salido desu casa hacia su trabajo a las 8:00 horas de/ dfa
anterior y no habfa regresado. Marfa Isabel tenia en ese memento 15 anos de
edad, y vivía con su madre, sus dos hermanos y abuelos antes mencionados. No
se ha acreditado que luego de la denuncia dependencias o funcionarios estatales
realizaran acciones de búsqueda de la niña. El 18 de diciembre de 2001, a partir
de una llamada anónima, se encontró un cadáver. El mismo día, la señora Franco
Sandoval, luego de ver por televisión noticias sobre lo anterior, acudió a la morgue
e identificó el cuerpo, indicando que era el de su hija María Isabel. Luego se
estableció que la causa de la muerte había sido un “trauma de cráneo producido
por arma blanca.
De acuerdo con la información allegada al Tribunal, la investigación de los hechos,
iniciada a partir del hallazgo del cuerpo, no ha concluido, permanece abierta, y no
ha derivado en la identificación de posibles responsables. El Estado reconoció que
un conflicto de competencia sustanciado entre el 11 de marzo y el 21 de
noviembre de 2002 generó un un atraso en la investigación. También aceptó,
como falta de diligencia, la omisión de aplicación de una media cautelar en
relación a una persona sospechosa, pese a la sugerencia de los investigadores
efectuada el 20 de febrero de 2002. Cuando se pretendió ubicar de nuevo el
paradero de esa persona, cuatro años después, no fue posible hacerlo. Además,
en los primeros momentos de la investigación se presentaron diversas
irregularidades, a saber: a) falta de aseguramiento del lugar del hallazgo del
cadáver; b) falta de rigurosidad en la inspección ocular; c) deficiencias en la
elaboración del acta de levantamiento del cadáver; d) traslado inadecuado del
cadáver; e) recolección inadecuada de las evidencias y su manejo indebido; f)
omisión de aseguramiento de la cadena de custodia de las evidencias, y g)
necropsia incompleta. El Estado aceptó que “no se hicieron, o no se hicieron
correctamente [… ciertos exámenes] y la propia necropsia”. Asimismo, luego de
tales momentos iniciales, el “allanamiento” a un inmueble en la dirección
suministrada por el informante anónimo el 18 de diciembre de 2001, se realizó
después de más de un año y medio de esa fecha, y el análisis de las llamadas
telefónicas correspondientes al teléfono celular que tenía María Isabel fue
considerado después más de tres años de contar con la información. El Tribunal
constató además que, durante todo el tiempo que lleva la investigación, hubo
períodos prolongados en que se omitió la realización de diligencias sustantivas de
investigación
Consideraciones de la corte
En este sentido, la investigación no debe limitarse a la muerte de la víctima, sino
que debe abarcar otras afectaciones específicas contra la integridad personal,
tales como torturas y actos de violencia sexual. Asimismo, debe incluir una
perspectiva de género y realizarse por funcionarios capacitados en casos similares
y en atención a víctimas de discriminación y violencia por razón de género. Los
Estados tienen la obligación de adoptar normas o implementar las medidas
necesarias que permitan a las autoridades ofrecer una investigación con debida
diligencia, de acuerdo a las pautas referidas. El Tribunal expresó también que “la
ineficacia judicial frente a casos individuales de violencia contra las mujeres
propicia un ambiente de impunidad que facilita y promueve la repetición de los
hechos y envía un mensaje según el cual la violencia contra las mujeres puede ser
tolerada y aceptada”. Dicha ineficacia constituye en sí misma una discriminación
de la mujer en el acceso a la justicia.

Articulo 3. casos derechos al reconocimiento de la personalidad jurídica


Reconocimiento de la Personalidad Jurídica Toda persona tiene derecho al
reconocimiento de su personalidad

Caso García y familiares vs. Guatemala.

Introducción derechos vulnerados

El sometimiento del caso fue notificado al Estado y a los representantes de las


presuntas víctimas el 1 de abril de 2011. El 1 de junio de 2011 el Grupo de Apoyo
Mutuo, en calidad de representante de las presuntas víctimas en este caso (en
adelante “los representantes”), presentó ante la Corte su escrito de solicitudes,
argumentos y pruebas (en adelante “escrito de solicitudes y argumentos”),
conforme a los artículos 25 y 40 del Reglamento de la Corte. Los representantes
coincidieron sustancialmente con las violaciones alegadas por la Comisión
Interamericana y solicitaron al Tribunal que declare la responsabilidad
internacional del Estado por la alegada violación de los mismos artículos de la
Convención Americana y el artículo I de la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada, señalados por la Comisión. Además, agregaron que el
Estado también habría violado el artículo II de la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada, pues “no había cumplido en sancionar a los autores
intelectuales, cómplices y encubridores ”; así como los artículos 17 (Protección a
la Familia) y 19 (Derechos del Niño) de la Convención Americana, en perjuicio de
Edgar Fernando García y sus familiares5 . Asimismo, de manera particular,
solicitaron declarar la violación al artículo 2 de la Convención Americana, por la
ausencia de recursos legales efectivos que faciliten la búsqueda de personas
desaparecidas forzadamente. En consecuencia, requirieron a la Corte que ordene
diversas medidas de reparación, así como el pago de costas y gastos.
Hechos.
En mayo de 1999, National Security Archive, una organización no gubernamental
estadounidense, hizo público un documento confidencial de inteligencia estatal
guatemalteca conocido como el Diario Militar (en adelante “Diario Militar”). Dicha
organización tuvo acceso a este documento, de forma extraoficial, a través de un
empleado del Ejército guatemalteco, quien previamente lo había sustraído de los
archivos de esta institución55. De acuerdo con los estudios realizados por
organismos estatales, no gubernamentales, así como la prueba pericial aportada a
la Corte, el Diario Militar fue elaborado por una estructura de inteligencia militar, la
cual presumiblemente estuvo también involucrada en las acciones descritas en
dicho documento . Esto no ha sido controvertido por el Estado.
se reconocer a la persona en cualquier parte como sujeto de derechos y
obligaciones, y que pueda ésta gozar de los derechos civiles fundamentales, lo
cual implica la capacidad de ser titular de derechos (capacidad y goce) y de
deberes; la violación de aquel reconocimiento supone desconocer en términos
absolutos la posibilidad de ser titular de los derechos y deberes civiles y
fundamentales.
Más allá de que la persona desaparecida no pueda continuar gozando y
ejerciendo otros, y eventualmente todos, los derechos de los cuales también es
titular, su desaparición busca no sólo una de las más graves formas de sustracción
de una persona de todo ámbito del ordenamiento jurídico.
Consideraciones de la corte
En dicho escrito solicitaron a la Corte que declarara que el Estado había violado
los artículos 1.1, 4, 5, 7, 17, 19, 8 y 25 de la Convención Americana. Asimismo,
solicitaron que la Corte declarara que el Estado violó el artículo I de la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada. Además, solicitaron determinadas
reparaciones y el pago de costas y gastos.
Molina Theissen vs. Guatemala.
Introducción derechos Vulnerados.
La Comisión presentó la demanda con base en el artículo 51 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (en adelante “la Convención Americana” o
“la Convención”), con el fin de que la Corte decidiera si el Estado violó los artículos
4 (Derecho a la Vida), 5 (Derecho a la Integridad Personal), 7 (Derecho a la
Libertad Personal), 8 (Garantías Judiciales), 19 (Derechos del Niño) y 25
(Protección Judicial), todos ellos en conexión con el artículo 1.1 (Obligación de
Respetar los Derechos) de la Convención Americana, e incumplió la obligación
consagrada en el artículo I de la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada de Personas (en adelante “la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada”). Dicha demanda se relaciona con la “desaparición forzada
de Marco Antonio Molina Theissen, un niño de 14 años de edad, que fue
secuestrado de la casa de sus padres por miembros del Ejército de Guatemala el
6 de octubre de 1981”
Hechos
El conflicto armado que se vivió en Guatemala. Durante esta época, la
desaparición forzada de personas constituía una práctica del Estado llevada a
cabo principalmente por agentes de sus fuerzas de seguridad.
 Marco Antonio Molina Theissen era un estudiante de 14 años de edad. Sus
padres y familiares participaban en los ámbitos administrativo, académico y
político-social de la Universidad de San Carlos y eran identificados como
opositores políticos por parte de las fuerzas de seguridad. El 6 de octubre de 1981
dos individuos armados con pistolas automáticas entraron a la casa de la familia
Molina Theissen, ubicada en la ciudad de Guatemala. Los individuos registraron el
inmueble y se llevaron a Marco Antonio Molina Theissen en un costal.
 Sus familiares interpusieron una serie de recursos a fin de ubicarlo y sancionar a
los responsables. Sin embargo, no se realizaron mayores diligencias. La familia de
Marco Antonio Molina Theissen se vio forzada a salir de Guatemala.

El Estado es responsable: De acuerdo con el reconocimiento manifestado por el


Estado, la Corte tiene por establecidos los hechos y considera, además, que tal
como fue igualmente reconocido por el Estado, éste incurrió en responsabilidad
internacional por la violación de los derechos consagrados en los artículos 4.1
(Derecho a la Vida), 5.1 y 5.2 (Derecho a la Integridad Personal), 7 (Derecho a la
Libertad Personal), 8 (Garantías Judiciales), 17 (Protección a la Familia), 19
(Derechos del Niño) y 25 (Protección Judicial) de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, y el incumplimiento de las obligaciones establecidas en los
artículos 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) y 2 (Deber de Adoptar
Disposiciones de Derecho Interno) de la misma, en perjuicio de Marco Antonio
Molina Theissen; asimismo, Guatemala incumplió la obligación establecida en los
artículos I y II de la Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada de
Personas en perjuicio de Marco Antonio Molina Theissen.
Gelman Vs. Uruguay.
Claramente podemos observar en estos aspectos relacionados hay una
responsabilidad de la cual se viola la protección y los derechos es asi que debe
de existir una facultad de ejercer y gozar de sus derechos, la capacidad de asumir
obligaciones y la capacidad de actuar constantemente.
Introducción derechos Vulnerados. La Comisión solicitó a la Corte que
concluya y declare que el Estado es responsable por la violación: a) del derecho a
las garantías judiciales y a la protección judicial reconocidos en los artículos 8.1 y
25 en relación con los artículos 1.1 y 2 de la Convención Americana, y en relación
con los artículos I.b, III, IV y V de la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada de Personas, así como los artículos 1, 6, 8 y 11 de la
Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, en perjuicio de
Juan Gelman, María Claudia García de Gelman, María Macarena Gelman y sus
familiares. b) del derecho a la personalidad jurídica, a la vida, a la integridad
personal, a la libertad personal y a la obligación de sancionar estas violaciones en
forma seria y efectiva reconocidos en los artículos 3, 4, 5, 7 y 1.1 de la Convención
Americana, en relación con los artículos I.b, III, IV y V de la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas y con los artículos 6 y 8
de la Convención Interamericana contra la Tortura, en perjuicio de María Claudia
García; c) de la integridad personal reconocida en el artículo 5.1 en relación con el
artículo 1.1 de la Convención Americana, respecto de Juan Gelman, María
Macarena Gelman y sus familiares; d) del derecho al reconocimiento de la
personalidad jurídica, a la protección de la honra y de la dignidad, al nombre, a
medidas especiales de protección de los niños y niñas y a la nacionalidad
reconocidos en los artículos 3, 11, 18, 19 y 20 en relación con el artículo 1.1 de la
Convención Americana, respecto de María Macarena Gelman derechos, y e) del
derecho a la protección de la familia reconocido en los artículos 17 de la
Convención y XII de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas en relación con el artículo 1.1 de la Convención Americana, respecto de
Juan Gelman, María Macarena Gelman y sus familiares.
Hechos.
María Claudia García Iruretagoyena Casinelli nació el 6 de enero de 1957 en
Buenos Aires, Argentina. Trabajaba como operaria en una fábrica de zapatillas y
era estudiante de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Estaba
casada con Marcelo Ariel Gelman Schubaroff y al momento en que fue privada de
su libertad tenía 19 años de edad y se encontraba en avanzado estado de
embarazo (alrededor de 7 meses). Fue detenida al amanecer del 24 de agosto de
1976 junto con su esposo, Marcelo Ariel Gelman Schubaroff, y su cuñada, Nora
Eva Gelman Schubaroff, hijos éstos de Juan Gelman, así como con un amigo de
nombre Luis Edgardo Peredo, en su residencia de Buenos Aires, por “comandos
militares uruguayos y argentinos”88, siendo Nora Eva Gelman liberada cuatro días
después junto a Luis Eduardo Pereda89. María Claudia García y Marcelo Gelman
fueron llevados al centro de detención clandestino conocido como “Automotores
Orletti”, en Buenos Aires, Argentina, donde permanecieron juntos algunos días y
posteriormente fueron separados. Marcelo Gelman fue torturado desde el
comienzo de su cautiverio en el centro de detención clandestino “Automotores
Orletti, donde estuvo con otros detenidos y permaneció hasta aproximadamente
fines de septiembre u octubre de 1976, fecha en la que fue trasladado de allí. En
1989 los restos de Marcelo Ariel fueron descubiertos por el Equipo Argentino de
Antropología Forense, el cual determinó que había sido ejecutado en octubre de
1976. María Claudia García fue trasladada a Montevideo en Uruguay, de forma
clandestina por autoridades uruguayas (posiblemente oficiales de la Fuerza Aérea
Uruguaya) en la segunda semana octubre de 1976, en avanzado estado de
embarazo95, en el denominado “segundo vuelo”, y alojada en la sede del Servicio
de Información de Defensa (en adelante “SID”) del Uruguay, entonces ubicado en
Montevideo en la esquina de Boulevard Artigas y Palmar. María Claudia García
permaneció detenida en la sede de la División III - SID, separada de los demás
detenidos, en el piso principal del edificio y, a fines de octubre o comienzos de
noviembre, habría sido trasladada al Hospital Militar, donde dio a luz a una niña.
Tras el parto, ella fue devuelta al SID, junto con su hija, y ubicada en una
habitación en planta baja, separada del resto de los detenidos, a excepción de
otros dos niños, los hermanos Julien-Grisonas, con quienes compartían el
mencionado espacio. El 22 de diciembre de 1976 los prisioneros del local del SID
fueron evacuados, siendo María Claudia García y su hija transportadas a otro
lugar de reclusión clandestino, conocido como la Base Valparaíso.
Consideración de la Corte.
El Estado es responsable por la supresión y sustitución de identidad de María
Macarena Gelman García, ocurrida desde su nacimiento hasta que se determinó
su verdadera identidad y expresada como una forma de desaparición forzada, por
lo cual, en ese período, violó sus derechos al reconocimiento de la personalidad
jurídica, a la vida, a la integridad personal, a la libertad personal, a la familia, al
nombre, a los derechos de los niños y niñas y a la nacionalidad, reconocidos en
los artículos 3, 4.1, 5.1, 7.1, 17, 18, 19 y 20.3, en relación con el artículo 1.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y con los artículos I y XI de la
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, en los
términos de los párrafos 106 a 132 y 137 de la Sentencia. 4. El Estado es
responsable por la violación de los derechos a la integridad personal y a la
protección de la familia, reconocidos en los artículos 5.1 y 17, en relación con el
artículo 1.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en perjuicio
del señor Juan Gelman, en los términos de los párrafos 133 a 135 y 138 de la
Sentencia. El Estado es responsable por la violación de los derechos a las
garantías judiciales y a la protección judicial, previstos en los artículos 8.1 y 25.1,
en relación con los artículos 1.1 y 2 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y con los artículos I.b y IV de la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada de Personas, por la falta de investigación efectiva de los
hechos del presente caso, así como del juzgamiento y sanción de los
responsables, en perjuicio del señor Juan Gelman y de María Macarena Gelman
García, de conformidad con los párrafos 225 a 246 de la Sentencia

Articulo 5

Derecho a la integridad personal. Toda persona tiene derecho a que se respete su


integridad física, psíquica y moral.

Caso Fermin Ramirez Vs. Guatemala.

Introducción a los derechos Vulnerados. El 12 de septiembre de 2004 la


Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante "la Comisión" o "la
Comisión Interamericana") sometió a la Corte una demanda contra el Estado de
Guatemala (en adelante "el Estado" o "Guatemala"), la cual se originó en la
denuncia No. 12.403, recibida por la Secretaría de la Comisión el 9 de junio de
2000. La Comisión presentó la demanda, en aplicación del artículo 61 de la
Convención Americana, para que la Corte decidiera si el Estado incumplió "con
sus obligaciones internacionales y por lo tanto, incurrió en la violación de los
artículos 4 (derecho a la vida), 8 (derecho a las garantías judiciales) y 25 (derecho
a la protección judicial efectiva), 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) y/o 2
(Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno) de la Convención
Americana, mediante la imposición de la pena de muerte a Fermín Ramírez sin
que hubiera tenido oportunidad de ejercer su derecho de defensa, en relación
tanto al cambio de los hechos imputados en la acusación como de su calificación
jurídica, los cuales tuvieron lugar al momento de que las autoridades judiciales
guatemaltecas profirieron en su contra sentencia condenatoria el 6 de marzo de
1998.” Además, la Comisión solicitó a la Corte que ordenara al Estado que adopte
varias medidas de reparación pecuniarias y no pecuniarias

Hechos
El 6 de marzo de 1998 se emitió sentencia condenatoria en perjuicio del señor
Fermín Ramírez. Fue condenado a la pena de muerte. Solicitó un indulto, el cual
fue denegado. El señor Fermín Ramírez permaneció más de siete años privado de
su libertad, en condiciones carcelarias que afectaron su salud.
 
Los hechos del presente caso se iniciaron el 10 de mayo de 1997 cuando el señor
Fermín Ramírez fue detenido por un grupo de vecinos de la aldea Las Morenas,
quienes lo entregaron a la Policía Nacional. Dichos vecinos alegaron que el señor
Fermín Ramírez habría violado y posteriormente asesinado a una niña. 

El Estado es responsable: El Estado debe adoptar, en un plazo razonable, un


procedimiento que garantice que toda persona condenada a muerte tenga derecho
a solicitar y, en su caso, obtener indulto, conforme a una regulación que
establezca la autoridad facultada para concederlo, los supuestos de procedencia y
el trámite respectivo. En estos casos no debe ejecutarse la sentencia mientras se
encuentre pendiente la decisión sobre el indulto o la conmutación solicitados.

El Estado debe modificar, dentro de un plazo razonable, el artículo 201 del Código
Penal vigente, de manera que se estructuren tipos penales diversos y específicos
para determinar las diferentes formas de plagio o secuestro, en función de sus
características, la gravedad de los hechos y las circunstancias del delito, con la
correspondiente previsión de punibilidades diferentes, proporcionales a aquéllas,
así como la atribución al juzgador de la potestad de individualizar las penas en
forma consecuente con los datos del hecho y el autor, dentro de los extremos
máximo y mínimo que deberá consagrar cada conminación penal. Esta
modificación en ningún caso ampliará el catálogo de delitos sancionados con la
pena capital previsto con anterioridad a la ratificación de la Convención Americana

Opinión de la Convención Americana de los Derechos Humanos.


La Corte declara que. El Estado violó en perjuicio del señor Fermín Ramírez el
derecho a la integridad personal consagrado en el artículo 5.1 y 5.2 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Articulo 5.1 Derecho a la integridad personal. Toda persona tiene derecho a que
se respete su integridad física, psíquica y moral.

Articulo 5.2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el
respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.

Raxcaco Reyes Vs. Guatemala.


Introducción al Derecho a la Vida. El 18 de septiembre de 2004 la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (en adelante "la Comisión" o "la Comisión
Interamericana") sometió a la Corte una demanda contra el Estado de Guatemala
(en adelante "el Estado" o "Guatemala"), la cual se originó en la denuncia No.
12.402, recibida por la Secretaría de la Comisión el 28 de enero de 2002. La
Comisión presentó la demanda, a fin de que la Corte decidiera si el Estado
incumplió sus obligaciones internacionales e incurrió en violación de los artículos 4
(Derecho a la Vida), 5 (Derecho a la Integridad Personal), 8 (Garantías Judiciales)
y 25 (Protección Judicial) de la Convención Americana, todos ellos en relación con
los artículos 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) y 2 (Deber de Adoptar
Disposiciones de Derecho Interno) de dicho tratado, en razón de la presunta
imposición de la pena de muerte obligatoria al señor Ronald Ernesto Raxcacó
Reyes, por la comisión del delito de plagio o secuestro, para el cual dicha sanción
no se encontraba prevista en la ley al momento en que Guatemala ratificó la
Convención Americana; la supuesta pena desproporcionada que se le impuso; las
condiciones carcelarias en las que se encuentra, y la presunta inefectividad de los
recursos judiciales que se plantearon ante los tribunales locales. Además, la
Comisión solicitó a la Corte que ordene al Estado que adopte varias medidas de
reparación.

Hechos.
Los hechos del presente caso se iniciaron el 5 de agosto de 1997, cuando el niño
Pedro León Wug fue secuestrado por tres hombres armados. El 6 de agosto de
1997, el niño fue localizado y liberado ileso como producto de un operativo llevado
a cabo por la policía. Durante el operativo, fue arrestado, entre otros, el señor
Ronald Raxcacó Reyes y su esposa.

El 14 de mayo de 1999, el Tribunal Sexto de Sentencia Penal, Narcoactividad y


Delitos contra el Ambiente de Guatemala, dictó sentencia condenatoria en contra
del señor Raxcacó Reyes, condenándolo a pena de muerte -tal como se
encontraba establecido en el artículo 201 del C.P- al encontrársele culpable del
delito de plagio o secuestro en grado de autores directos. Los recursos
presentadas por el señor Raxcacó Reyes fueron declarados inadmisibles o
improcedentes.

El Estado es Responsable: Debido a la vinculación directa entre el derecho a la


integridad personal y la dignidad humana, las formas de afectación al derecho son
variadas y muchas de ellas no tan evidentes como lo son las más agravadas.
Una violación a la dignidad a través de la integridad personal puede adquirir
diversas formas y llevarse a cabo mediante distintas entidades.6 Existen
afectaciones a la integridad personal en sus facetas física, psíquica y moral y
actos expresamente prohibidos. La Corte IDH ha determinado que cualquier
violación del artículo 5.2. acarreará necesariamente la violación del artículo 5.1. de
la misma, pero no viceversa. El derecho a la integridad personal puede ser
afectado por distintos actos, los más graves son los de tortura, que son actos
específicos, y una forma de violación de la integridad personal que causa mayor
rechazo, y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
Consideración de la Corte. El Estado debe modificar, dentro de un plazo
razonable, el artículo 201 del Código Penal vigente, de manera que se estructuren
tipos penales diversos y específicos para determinar las diferentes formas de
plagio o secuestro, en función de sus características, la gravedad de los hechos y
las circunstancias del delito, con la correspondiente previsión de punibilidades
diferentes, proporcionales a aquéllas, así como la atribución al juzgador de la
potestad de individualizar las penas en forma consecuente con los datos del hecho
y el autor, dentro de los extremos máximo y mínimo que deberá consagrar cada
conminación penal. Esta modificación en ningún caso ampliará el catálogo de
delitos sancionados con la pena capital previsto con anterioridad a la ratificación
de la Convención Americana. El Estado debe adoptar, en un plazo razonable, un
procedimiento que garantice que toda persona condenada a muerte tenga derecho
a solicitar y, en su caso, obtener indulto, conforme a una regulación que
establezca la autoridad facultada para concederlo, los supuestos de procedencia y
el trámite respectivo. En estos casos no debe ejecutarse la sentencia mientras se
encuentre pendiente la decisión sobre el indulto o la conmutación solicitados. El
Estado debe dejar sin efectos la pena impuesta al señor Raxcacó Reyes en la
sentencia del Tribunal Sexto de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra
el Ambiente dentro de un plazo razonable y, sin necesidad de un nuevo proceso,
emitir otra que en ningún caso podrá ser la pena de muerte. El Estado deberá
asegurar que la nueva pena sea proporcional a la naturaleza y gravedad del delito
que se persigue, y tome en cuenta las circunstancias atenuantes y agravantes que
pudieren concurrir en el caso, para lo cual, previamente a dictar sentencia,
ofrecerá a las partes la oportunidad de ejercer su derecho de audiencia.
Caso Girón y otros Vs. Guatemala.
Introducción a los derechos vulnerados. Se omite son los plazos
Hechos.
El caso se relaciona con la responsabilidad de Guatemala por una serie de
violaciones del proceso penal seguido en contra de Roberto Girón y Pedro Castillo
Mendoza por los delitos de violación calificada y asesinato, que culminó con la
imposición de la pena de muerte y sus ejecuciones por medio de un pelotón de
fusilamiento. Roberto Girón y Pedro Castillo fueron acusados por el delito de
violación calificada de una niña de cuatro años de edad, en abril de 1993. Durante
su declaración indagatoria, ambos detenidos fueron informados de su derecho a
contar con un abogado. Una vez decretada su prisión preventiva a cada acusado
se les asignó a un estudiante de derecho, como sus defensores. Luego de un
proceso con diversas deficiencias en la defensa, el Juzgado Primero de Primera
Instancia Penal de Sentencia de Escuintla dictó su sentencia, en la que se les
castigaba con la pena de muerte, al considerar sus declaraciones iniciales como
confesiones. Las presuntas víctimas y sus representantes interpusieron un recurso
de apelación contra la sentencia condenatoria, el cual fue negado en diciembre de
1993 por la Sala Duodécima de la Corte de Apelaciones. Los señores Girón y
Castillo interpusieron recursos de casación contra dicha negativa ante la Corte
Suprema de Justicia la cual rechazó los recursos de casación en septiembre de
1994 debido a que los recurrentes no lograron cumplir con los requisitos que se
contemplan para el recurso. En julio de 1996 las presuntas víctimas presentaron
un recurso de gracia ante el Presidente de la República, el cual les fue denegado.
Posteriormente, interpusieron un recurso de amparo ante la Corte de
Constitucionalidad el 20 de julio de 1996 en contra del Juez Primero de Ejecución
Penal, por haber notificado la ejecución de las presuntas víctimas el 23 de julio.

El Estado es Responsable: La violación del derecho a la integridad física y


psíquica de las personas tiene diversas connotaciones de grado cuyas secuelas
físicas y psíquicas varían de intensidad según factores endógenos y exógenos de
la persona que deben ser analizados en cada caso. Si un Estado debe de
ejecutar la pena de muerte debe hacerlo de la forma que cause menor sufrimiento
posible, ya que de otro modo constituiría una práctica contraria al respeto de la
integridad personal. Además, el tiempo de espera desde el momento en que se da
la sentencia condenatoria a pena de muerte hasta su ejecución producen en el
condenado, angustia mental, tensión extrema y traumas psicológicos.

Opinión de la Corte:
La Corte IDH ha considerado que ciertas violaciones de derechos humanos
producen un impacto directo en los familiares de las víctimas. En particular en
casos de graves violaciones de derechos humanos, como la desaparición forzada
de personas, los familiares se convierten en víctimas directas de una violación a
su derecho a la integridad personal.

OBSERVACION
Buscar
Derechos vulnerados
Terminar hechos en los casos
Y buscar y leer consideraciones de la corte

DERECHOS VULNERADOS EN ELCASO SOFIA ROJAS


Molvania violó en perjuicio de Sofía Rojas los derechos contenidos en los artículos
3, 4, 5, 8 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, así como lo
preceptuado en el artículo 7 literal b) de la Convención Belém Do Pará.

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