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nomos & thesis / jurisprudencia civil

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA CIVIL PERMANENTE

CASACIÓN Nº 3871-2001

HUAURA

CASACIÓN Nº 3871-2001-HUAURA.- Lima, 10 de noviembre del 2003.- LA SALA CIVIL


PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE LA REPÚBLICA, Vista la causa con el
acompañado, en audiencia pública de la fecha y producida la votación correspondiente de
acuerdo a ley, emite la siguiente sentencia. 1. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación interpuesto por don Néctar Romero Camarena contra la sentencia de
vista de fojas ciento cuarentiséis, su fecha nueve de octubre del dos mil uno, expedida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, que confirma la sentencia apelada
de fojas, ciento seis, su fecha veintisiete de julio del mismo año, en cuanto declara
fundada en parte la demanda de indemnización por daños y perjuicios y ordena el pago de
intereses legales; y la revoca en el extremo que fija el monto de la indemnización en diez
mil nuevos soles, la que reformándola fija en la suma de mil doscientos nuevos soles por
dicho concepto, exonerando a la universidad demandada del pago de costas y costos. 2.
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Esta
Corte por resolución del treinta de enero del dos mil tres ha estimado procedente el
recurso de casación por la causal prevista en el inciso 2 artículo 386 del Código Procesal
Civil, al amparo del cual el recurrente denuncia la inaplicación del artículo 1332 del Código
Civil, alegando que la sentencia recurrida señala que ha sufrido daños y perjuicios como
consecuencia del cese arbitrario efectuado por la demandada, estando obligada a
indemnizarle, existiendo daño emergente, lucro cesante y daño moral, sin embargo, de los
diez mil nuevos soles que se había fijado en la sentencia apelada, la Sala Superior ha
disminuido dicho monto a mil doscientos nuevos soles, no existiendo valoración equitativa
del resarcimiento producto del daño habiéndose inaplicado lo dispuesto en la citada
norma de derecho material; agrega, que al valorizar el resarcimiento producto del daño el
colegiado no ha merituado en toda su dimensión el “lucrum cesans”, que la demandada
debe indemnizarle porque de manera arbitraria impidió que trabajara, lo que le hubiese
permitido satisfacer sus legítimas expectativas. 3. CONSIDERANDOS: Primero.- Que, la
diferencia esencial entre los distintos aspectos de la responsabilidad civil contractual y la
extracontractual o aquiliana radica, en el primer caso, en que el daño es consecuencia del
incumplimiento de una obligación previamente pactada, y, en el segundo caso, es
consecuencia del deber jurídico genérico de no causar daños a los demás; por lo que, la
responsabilidad civil contractual según Mosset Iturraspe, presupone el incumplimiento de

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una obligación nacida del contrato y -bajo dicha premisa- se establece los siguientes
presupuestos para su configuración: a) debe existir un contrato b) que dicho contrato sea
válido, c) una obligación incumplida y, d) incumplimiento por un contratante en perjuicio
del otro contratante. (Mosset Iturraspe, Jorge: “Contratos”, Rubinzal-Culzoni Editores,
páginas cuatrocientos dieciocho - cuatrocientos diecinueve). Segundo.- Que, analizada la
sentencia de vista recurrida, se advierte que el colegiado ha establecido erróneamente en
su octavo considerando que la responsabilidad en el presente proceso es de naturaleza
extracontractual, aplicando así el artículo 1969 del Código Civil, sin considerar que el daño
ocasionado al demandante en su calidad de trabajador de la universidad demandada
emana de un contrato de trabajo, por ende se debieron aplicar las normas pertinentes
contenidas en el Título IX de la Sección Segunda del Libro VI del Código Civil, referido a la
inejecución de obligaciones; entre las cuales se encuentra el denunciado artículo 1332 del
citado cuerpo legal que regula la valorización equitativa del resarcimiento en caso el daño
no pudiera ser probado en su monto preciso, confiriéndole al juez la facultad de fijarlo con
valoración equitativa. Tercero.- En ese orden de ideas, se puede lograr determinar que la
inaplicación del artículo 1332 del Código Civil por parte de la sentencia recurrida, condujo
al colegiado revisor a reducir sustancialmente la indemnización; argumentando en su
sexto considerando que la satisfacción de las expectativas del lucro referidas estaba
condicionada a la prestación efectiva de servidos, el cual no se materializó; sin embargo el
citado colegiado no tuvo en cuenta que la prestación efectiva de servicios no se debió a
una decisión unilateral del trabajador, sino de la universidad demandada en su calidad de
empleadora; siendo esto así, se advierte que el resarcimiento del daño no pudo ser
probado en su monto preciso; teniendo en cuenta además lo expresado por Adriano de
Cupis: “el hecho que el ordenamiento jurídico sujete a resarcimiento el lucro cesante
radica en que si bien constituye el sacrificio de una utilidad no actual, sin embargo tan
pronto como pueda acreditarse que tal utilidad habría tenido existencia, es suficiente para
dar lugar a la reacción jurídica contra él. Cómo se habría producido el lucro cesante, de
haber existido, queda a la determinación racional del juez, pues sólo los beneficios ciertos
son los tutelados por el derecho, y ninguna reacción jurídica puede conectarse al daño
que afecta un interés incierto, ya que el derecho no puede considerar las fantasías e
ilusiones de eventuales ventajas” (Adriano de Cupis: El daño. Teoría general de la
responsabilidad civil, Bosch Casa Editorial Sociedad Anónima, Barcelona, página
trescientos quince). Cuarto.- Sobre la base de lo expuesto, y ante la relatividad e
imprecisión del daño patrimonial consistente en el lucro cesante, se debió aplicar el
artículo 1332 del Código Civil, teniendo en consideración que ante los hechos materia del
presente proceso se afectaba el prestigio personal del trabajador, su confianza, seguridad
personal, profesional y todas aquellas las personas que se veían afectadas por ser
dependientes de dicha fuente de trabajo, como lo es la familia; máxime, cuando los

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derechos e intereses citados están preservados por normas de orden público, por ende de
carácter imperativo o ius cogens, las cuales son independientes de la voluntad de las
partes intervinientes en un contrato y, a quienes no se le está permitido dejarlas sin
efecto, ni total ni parcialmente, en la celebración, ejecución y extinción del mismo. 4.
DECISIÓN estando a las conclusiones precedentes, de conformidad en parte con el
dictamen fiscal y en aplicación de lo dispuesto por el inciso 1 del artículo 396 del Código
Procesal Civil: a) DECLARARON FUNDADO el recurso de casación de fojas ciento
sesenticuatro, interpuesto por don Héctor Camarena; en consecuencia, casaron la
sentencia de vista de fojas ciento cuarentiséis, su fecha nueve de octubre del dos mil uno,
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura. b) Actuando en sede
de instancia: CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas ciento seis, su fecha veintisiete
de julio del dos mil uno, en el extremo que declara FUNDADA en parte la demanda; la
revocaron en cuanto ordena que la universidad demandada pague al demandante la suma
de diez mil nuevos soles por concepto de indemnización por daños y perjuicios que cubre
el daño emergente, lucro cesante y daño moral; REFORMÁNDOLA en este extremo,
fijaron en tres mil nuevos soles dicho concepto indemnizatorio; y exoneran a la
demandada del pago de las costas y costos del proceso en virtud de lo dispuesto en el
artículo 413 del código adjetivo; la confirmaron en lo demás que contiene. c)
DISPUSIERON la publicación de esta resolución en el diario oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos con la Universidad Nacional José Faustino Sánchez
Carrión, sobre indemnización; y los devolvieron.

S.S.

ALFARO ÁLVAREZ, CAROAJULCA BUSTAMANTE, CARRIÓN LUGO, HUAMANÍ LLAMAS,


MOLINA ORDÓÑEZ.

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