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Freud, S.

(1992) Tres ensayos de teoría sexual, Capítulo II: La


sexualidad infantil.

El descuido de lo infantil
“(…) ningún autor ha reconocido con claridad que la existencia de una pulsión sexual en la
infancia posee el carácter de una ley. Y en los escritos, ya numerosos, acerca del desarrollo del
niño, casi siempre se omite tratar el desarrollo sexual”. (pag. 156)
Muchos autores ignoraban o atribuían la sexualidad a una edad que tenía que ver con la
pubertad, no hablaban de una sexualidad que tiene que ver con el niño.
Al hablar del desarrollo sexual humano, no se tenía en cuenta la sexualidad infantil.

Amnesia infantil
“(…) aludo a la particular amnesia que en la mayoría de los seres humanos cubren los primeros
años de su infancia, hasta el sexto u octavo año de vida.” (pág. 158)
“(…) esas mismas impresiones que hemos olvidado dejaron las más profundas huellas en
nuestra vida anímica y pasaron a ser determinantes para todo nuestro desarrollo posterior.”
“(…) no puede tratarse de una desaparición real de las impresiones infantiles, sino de una
amnesia semejante a la que observamos en los neuróticos respecto de las vivencias
posteriores y cuya esencia consiste en un mero apartamiento de la cc (represión).”
Analiza la sexualidad infantil desde los adultos que le llegan al consultorio. Como describen
ciertas cuestiones de lo infantil que aún persisten en el adulto. Hay algo de lo infantil que
siempre queda fijado en el sujeto.
Comienza a trabajar la amnesia infantil, que tiene consecuencias posteriores en el sujeto.
HUELLAS que quedan en el desarrollo. Cada uno tiene sus huellas de lo que fue el desarrollo
para el sujeto.

Las exteriorizaciones de la sexualidad infantil


 CHUPETEO. “(…) que aparece ya en el lactante y puede conservarse hasta la madurez o
persistir toda la vida, consiste en un contacto de succión con la boca (los labios),
repetido rítmicamente, que no tiene por fin la nutrición.”
 AUTOEROTISMO. Encuentra satisfacción en el propio cuerpo, en zonas erógenas.
“(…) la pulsión no está dirigida a otra persona, se satisface en el cuerpo propio, es
autoerótica.”
“(…) la acción del niño chupeteador se rige por la búsqueda de un placer ya vivenciado,
y ahora recordado. Así, en el caso más simple, la satisfacción se obtiene mamando
rítmicamente un sector de la piel o de la mucosa. Es fácil colegir también las ocasiones
que brindaron al niño las primeras experiencias de ese placer que ahora aspira a
renovar.”
“(…) El quehacer sexual se apuntala primero en unas de las funciones que sirven a la
conservación de la vida, y solo más tarde se independiza de ella.”
“La necesidad de repetir la satisfacción sexual se divorcia de la necesidad de buscar
alimento (…).”
El impulso que lleva a encontrar satisfacción en las zonas erógenas lo llama pulsiones
parciales.
Disposición perversa polimorfa
Disposición del niño de satisfacerse de forma autónoma en sus distintas zonas erógenas.
Las pulsiones sexuales logran su satisfacción en distintas partes del cuerpo (zonas erógenas) y
no todavía en una zona rectora como lo genital.
Empieza a trabajar el niño como un perverso polimorfo. El error de muchos de los autores es
que pensaban la sexualidad como genital. Hay manifestaciones sexuales en la infancia que no
tienen que ver con la genitalidad. La sexualidad no se basa plenamente en lo genital, sino que
hay un montón de conductas y exteriorizaciones que tienen que ver con lo sexual (ej.:
chupeteo).
Perverso: aquello que escapa de la norma estipulada. Se escapa de la norma genital y satisface
sus pulsiones sexuales en distintas partes del cuerpo.
La sexualidad normal tiene que ver principalmente con q las pulsiones encuentren un primado
en lo genital y sirva para la reproducción.

Pulsiones parciales
La pulsión parcial tiene que ver con el autoerotismo. Satisfacer la pulsión en el propio cuerpo,
en las zonas erógenas que cada uno encuentra, y encuentra ciertas fijaciones cada uno.
“De cualquier manera, tenemos que admitir que también la vida sexual infantil, a pesar del
imperio que ejercen las zonas erógenas, muestran componentes que desde el comienzo
envuelven a otras personas en calidad de objetos sexuales.”
(Pulsiones del placer de ver y exhibir, de crueldad, de apoderamiento, etc.)

El período de latencia sexual de la infancia y sus rupturas


El niño después se encuentra en el periodo de latencia donde se empiezan a inhibir ciertas
manifestaciones sexuales porque empiezan a encontrar diques (asco, vergüenza, ideales
estéticos, moral). Ponen freno a ciertas pulsiones y sirven como inhibición sexual.
Diques: Respuestas del desarrollo del niño para sofocar o desviar la pulsión sexual. Mecanismo
de sublimación, esas pulsiones encuentran otro recorrido distinto, no sexual (el estudio,
deporte, etc).
“(…) parece seguro que el neonato trae consigo gérmenes de mociones sexuales que siguen
desarrollándose durante cierto lapso, pero después sufren una progresiva sofocación; esta, a
su vez, puede ser quebrada por oleadas regulares de avance del desarrollo sexual o
suspendidas por peculiaridades individuales.”
Las inhibiciones sexuales (inhibiciones en el camino de la pulsión sexual, diques: asco,
vergüenza, reclamos ideales en lo estético y en lo moral).
Formación reactiva y sublimación. Mociones sexuales infantiles desviadas del uso sexual y
aplicada a otros fines. Desviaciones de las fuerzas pulsionales sexuales de sus metas,
orientadas hacia metas nuevas.
Rupturas del periodo de latencia.
“(…) de tiempo en tiempo irrumpe un bloque de exteriorización sexual que se ha sustraído a la
sublimación, o cierta práctica sexual se conserva durante todo el periodo de latencia hasta el
estallido reforzado de la pulsión sexual en la pubertad.”

Las exteriorizaciones sexuales masturbatorias


Sigue el recorrido del desarrollo y de la pulsión que tienen que ver con lo que él llama
apuntalamiento. La satisfacción se apuntala en alguna función que tenga que ver por ejemplo
con la nutrición.
Activación de la zona anal.
“A semejanza de la zona de los labios, es apta por su posición para proporcionar un
apuntalamiento de la sexualidad en otras funciones corporales.”
“(…) el contenido de los intestinos tiene para el lactante todavía importantes significados.”
Apuntalamiento de una cuestión meramente orgánica. Vínculos del sujeto con la demanda,
primeras etapas donde el sujeto se siente demandado por el otro y responde de cierta
manera. Hay cierta obediencia del sujeto de dar lo que se pide o rechazo, se dan las
ecuaciones simbólicas heces: regalo a otro o rehusar a darlo.
El apuntalamiento se satisface en consonancia con una cuestión orgánica. Por ejemplo, en el
pecho se satisface la alimentación, pero también la pulsión sexual.

Tres fases en la masturbación infantil. Masturbación. No tiene que ver puramente con la
adolescencia. Se manifiesta anteriormente.

1. Lactancia:
“(…) retorna en los años de la niñez indicados, puede hacerlo como un estímulo de picazón,
condicionado centralmente, que reclama satisfacción onanista, o como un proceso del tipo de
una polución (enuresis).”
Se puede presentar que hay ciertas zonas de picazón donde el mismo niño estimula mucho esa
zona, hasta se puede llegar a lastimar, hay una satisfacción ahí. La pulsión sexual también
puede satisfacerse de este modo.
2. Breve florecimiento de la práctica sexual hacia el cuarto año de vida.
“(…) deja tras si las más profundas (icc) huellas en la memoria de las personas, determinan el
desarrollo de su carácter si permanece sana, y la sintomatología de su neurosis si enferma
después de la pubertad.”
Alrededor de los 4, la fase masturbatoria cobra un significado porque deja huellas.
3. Adolescencia o pubertad. Onanismo en la pubertad.
En la niñez ya empieza a haber una elección de objeto… lo retomamos en la elección bifásica
de objeto

Fases de desarrollo de la organización sexual


Organizaciones pregenitales. Las zonas genitales todavía no han alcanzado su papel
hegemónico.
ORAL O CANIBÁLICA: satisfacción sexual unida con la nutrición. Satisface hambre y sexualidad.
“La actividad sexual no se ha separado todavía de la nutrición, ni se han diferenciado opuestos
dentro de ella. El objeto de una actividad es también el de la otra, la meta sexual consiste en la
incorporación del objeto que más tarde, en calidad de identificación, desempeñará un papel
psíquico importante.”
SÁDICO ANAL.
“Aquí ya se ha desplegado la división en opuestos, que atraviesa la vida sexual; empero, no se
puede todavía masculino y femenino, sino es preciso decir ACTIVO y PASIVO. La actividad es
producida por la pulsión de apoderamiento a través de la musculatura del cuerpo (…).”
En esta fase son pesquisables la polaridad sexual y el objeto ajeno. Falta todavía la
organización y subordinación a la función de reproducción.
AMBIVALENCIA.
“Los pares opuestos pulsionales están plasmados en un grado aproximadamente igual.”
 En la niñez ya se consuma una elección de objeto.
 Los 2 tiempos de la elección de objeto:
El primero se inicia entre los 2 y los 5 años, y el periodo de latencia la detiene o la hace
retroceder; se caracteriza por la naturaleza infantil de sus metas sexuales. El segundo
sobreviene con la pubertad y determina la conformación definitiva de la vida sexual.
 “(…) la elección de objeto de la época de la pubertad tiene que renunciar a los objetos
infantiles.”
“El hallazgo de objeto en la pubertad es un re-hallazgo” se vuelve a hallar un objeto que ya fue
hallado en la infancia. Objeto externo a la familia, la elección esta atravesada por la
prohibición del incesto, es un obj exogámico. Tiene cierta diferencia con el objeto primario,
ese obj q se encuentra nunca va a ser igual primario, es un sustituto.
En la elección de obj de amor, hay un obj q se pierde, hay una satisfacción q no se vuelve a
encontrar.

Fuentes de la sexualidad infantil

 EXCITACIONES MECÁNICAS: producción de una excitación sexual mediante


sacudimientos mecánicos del cuerpo, de carácter RÍTMICO.
 ACTIVIDAD MUSCULAR
“Es sabido que una intensa actividad muscular constituye para el niño una necesidad
de cuya satisfacción extrae un placer extraordinario.” Ejemplo: lucha
 TRABAJO INTELECTUAL
“Es innegable que la concentración de la atención en una tarea intelectual y, en
general, el esfuerzo mental, tiene por consecuencia en muchas personas, tanto
jóvenes como más maduras, una excitación sexual concomitante.”

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