Está en la página 1de 8

Artículo 136 de la Constitución de 1904

La constitución de 1904, en su artículo 136, otorgó a


Estados Unidos el derecho de "intervenir en cualquier
parte de Panamá, para restablecer la paz pública y el
orden constitucional". Como reflejo de las
disposiciones del Tratado Hay-Bunau-Varilla, esto
confirmó el estatus de Panamá como un protectorado
de facto de los Estados Unidos. El artículo 136, junto
con otras disposiciones del Tratado Hay-Bunau-Varilla,
como la que otorga a los Estados Unidos el derecho de
agregar territorio adicional a la Zona del Canal cuando
lo crea necesario con fines defensivos, irritó a los
nacionalistas panameños durante más de tres años.
décadas.
Artículo 136: El gobierno de los Estados Unidos de
América podrá intervenir en cualquier punto de la
República de Panamá, para restablecer la paz pública y
el orden constitucional si hubiere sido turbado, en el
caso de que por virtud de Tratado Público aquella Nación asumiere o hubiere asumido la
obligación de garantizar la independencia y soberanía de la República.

Convenio Taft de 1904

El Convenio Taft fue una revisión de las relaciones de Estados Unidos de América con
respecto al canal de Panamá, y se estableció el 3 de diciembre de 1904 que duraría 20
años y en donde se tipificaba la delimitación del territorio de la zona, la exoneración en
ciertas importaciones y demás cláusulas de interés en torno al canal de Panamá.
Luego vendrían más acuerdos. Esta zona fue declarada zona de relevancia internacional
por los Estados Unidos de América, quien tuvo una política muy activa en la zona.
Con la ayuda del Convenio Taft se elimina la Tarifa Dingley
Este acuerdo transitorio protegía los intereses de los comerciantes, pues seguía el
contrabando hacia Panamá de los productos de los comisariatos ubicados en la Zona del
Canal. También la Compañía del Ferrocarril mantenía el usufructo de otros negocios en
el país sin el debido pago de impuesto, en detrimento de los comerciantes locales.
Fin del Convenio Taft
Este convenio fue abolido por los Estados Unidos en junio de 1924, con la excusa de que
su periodo de vida era únicamente durante la construcción del Canal.
Puntos y aspectos más relevantes del Convenio Taft
 Anulada la aplicación de las Órdenes de junio de 1904 (Tarifa Dingley).
 Libertad de ejecutar el derecho al voto, en elecciones nacionales, de los ciudadanos
panameños que habitaban en la Zona del Canal.
 El término del nuevo Convenio sería de 20 años.
 Estados Unidos se comprometía a construir, conservar y administrar un hospital de
leprosos y para enfermos indigentes en la Zona del Canal o en Panamá, siempre y
cuando este último proporcione gratuitamente las tierras para este objeto y pague una
cuota por cada persona cuya asistencia solicite, fijada por la Secretaría de Guerra de
los Estados Unidos.
 En la Zona del Canal solo se importarían artículos para fines del Canal y el personal
de la empresa canalera, no quedaría abierta al comercio mundial.
 Estados Unidos retendría los puertos de Ancón y Cristóbal como terminales del
Canal.
 Libre el tráfico entre el territorio de la Zona del Canal y el resto de la República.
 El servicio postal se realizaría con estampilla de Panamá, pero también una que
dijera Canal Zone.
 Compromiso de Panamá de accionar temporalmente la demarcación territorial del 15
de junio de 1904, que acordaba los límites entre la Zona del Canal y las ciudades de
Panamá y Colón.
 El carbón y el petróleo estarían libre de importación por los Estados Unidos para la
venta las naves.
 Las autoridades de la Zona del Canal comprarán a Panamá las estampillas que se
usarán con una rebaja del 40% de su valor.
 Este convenio entraría en vigor, siempre y cuando la República de Panamá cumpla
con el Convenio Monetario celebrado en Washington, el 20 de junio de 1904, que
permitía el uso de la moneda estadounidense en Panamá.

 Reducción, por parte de Panamá de los impuestos de importaciones generales de 15%


a 10%.
La desintegración del Ejercito Nacional en 1904

Durante la última etapa de la vigencia de la dominación colombiana en el istmo de


Panamá, la situación política y económica se debatió entre fuerzas sociales que
proponían el centralismo y la que apostaban por el federalismo. Esa realidad de luchas
entre caudillos, dirigidas desde fuera, no encontraron la necesidad de estructurar una
organización militar autónoma, que nos condujera a la formación efectiva de un Estado
Nacional.
Las luchas políticas internas derivadas de los conflictos revolucionarios que degeneraron
en la guerra civil entre liberales y conservadores de finales del siglo XIX, traen al Istmo
el desasosiego y la intranquilidad. Panamá se debate en una encrucijada entre un ejército
extranjero comandado por los conservadores en el poder y fuerzas revolucionarias
irregulares, dirigidas por los liberales istmeños.
La prolongada contienda interna, denominada Guerra de los Mil Días, trasladada a
Panamá desde el Cauca colombiano, tiene un significativo grado de implicación en la
historia militar del Istmo de Panamá
Una importante cantidad de campesinos y hombres de la urbe citadina, adquirieron
experiencia militar y se mantuvieron en reserva prestos a la lucha armada, siempre y
cuando los dirigentes políticos- militares, con quienes se codearon durante la guerra
civil, los llamaran al campo de batalla. Esto significa que, para los auténticos dirigentes
liberales istmeños, opuestos a la dominación estadounidense en Panamá y quienes se
sintieron traicionados por el Tratado de Wisconsin, que puso fin a la guerra civil, no les
era difícil constituir un ejército nacional de liberación. Como es lógico, esta situación, a
todas luces imaginaria, hubiera variado las condiciones políticas, económicas y morales
en que se da nuestra separación de Colombia en 1903.
El ejército nacional, finalmente es desintegrado por presión de las fuerzas interventoras.
Huertas debe renunciar por sugerencia de las fuerzas estadounidenses.
Esteban Huertas, un militar forjado en la Guerra y cuya decisión de apoyar el
movimiento separatista fue fundamental para el nacimiento de la República es, de alguna
manera, desfigurado por la historiografía estadounidense.
Una carta enviada por Huertas al presidente Amador en términos poco comedidos,
manifiesta que su salida del ejército fue dictada por designios "foráneos e interesados",
calificándola, además, de una "imposición extraña". La carta hace una serie de
consideraciones políticas sobre la presión procedente de las autoridades estadounidenses
para desmantelar el ejército panameño. El ministro John Barret (Embajador
estadounidense), induce a Amador a aceptar la renuncia y a jubilar a Huertas, y a no
ceder de ninguna manera ante sus " pretensiones insurreccionales ".
"El Ministro Barret regresó a Panamá…y se encargó del asunto con mano fuerte.
Enseguida, visitó a Amador para presentarle sus respetos y para escuchar su opinión
sobre la situación. Amador explicó que la crisis tenía que terminar con la jubilación,
renuncia o licencia de Huertas. Sugirió que Panamá se beneficiaría al suprimir el
ejército, y le pidió a Barret hacer los arreglos para retener un buque de guerra hasta que
se resolvieran las dificultades. Al ser interrogado por Amador sobre cómo tratar al
General rebelde y al ejército, Barret le aconsejó obligar a Huertas a renunciar, y disolver
el ejército."
Por recomendación del ministro estadounidense en Panamá, John Barret, el ejército
panameño debía reintegrarse en una guardia rural y sus miembros sólo deberían portar
revólveres. Creía que la importación y posesión de armas de fuego debería prohibirse, y
recomendó que Panamá almacenara sus armas y municiones en la Zona del Canal. Así se
cumplió. El gobierno nacional adscribió la Comandancia General del Ejército a la
Secretaría de Gobierno y Relaciones Exteriores a partir de noviembre de 1904.
En esta circunstancia, la
existencia del ejército se
constituía en un obstáculo
frente a la lógica del
imperio. Es sabido que en el
ejército heredado de los
colombianos existía un
inveterado
antinorteamericanismo que
era producto de las
constantes intromisiones y
abusos estadounidenses en el Istmo, durante la parte final del siglo XIX. Además, como
hemos dicho antes, había una rica experiencia político militar y una vasta tradición
revolucionaria entre los componentes militares istmeños, lograda durante la Guerra de
los Mil Días. Era un riesgo al cual las fuerzas intervencionistas estadounidenses
rechazaban enfrentar. La defenestración del ejército panameño fue una medida de
seguridad y de negación del derecho de erigir un estado nacional autónomo.
El tratado Urrutia-Thompson de 1914

Convenio internacional firmado en Bogotá el 6 de abril de 1914, entre los representantes


de Colombia y de Estados Unidos. El tratado pretendía solucionar el conflicto entre los
dos países, provocado por el apoyo brindado por norteamericano a Panamá para su
separación de Colombia.
Puntos importantes
Colombia tiene derecho a transportar tropas, buques y materiales de guerra sin tener
que pagar ningún tipo de peaje por el uso de las instalaciones del Canal de Panamá.
Compromiso por parte de Estados Unidos de pagar a Colombia la suma de 25
millones de dólares, como indemnización por la separación del departamento de
Panamá de su territorio.
Fijación de límites fronterizos entre ambas entidades políticas y geográficas, de
conformidad con lo indicado en la ley colombiana del 9 de junio de 1855.
Exoneración de todo impuesto y derecho a los productos agropecuarios y de la
industria colombiana que pasen por el canal, así como todo tipo de correo civil.
Firma y ratificación
Thaddeus Austin Thomson, Ministro Plenipotenciario de los Estados Unidos ante el
Gobierno colombiano
El tratado fue firmado en la ciudad de Bogotá el 6 de abril de 1914, por Thaddeus Austin
Thomson, Ministro Plenipotenciario de los Estados Unidos ante el Gobierno colombiano,
y por Francisco José Urrutia, Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia. Sin
embargo. No es hasta el 20 de abril de 1921 que fue ratificado por el Congreso de
Estados Unidos.
Repercusiones
Panamá no tuvo ninguna participación en
las negociaciones del tratado, ni tampoco
le dio el derecho a los estadounidenses
para que actuaran en su nombre. Al ser
aprobado el Tratado por el Congreso de
Estados Unidos, Panamá protestó y no
reconoció los límites acordados en el
Tratado.
Por su parte, el político norteamericano Theodore Roosevelt se opuso al tratado,
argumentando que su país no tenía nada de que excusarse y que Colombia lo que ejercía
era un chantaje. Poco después comenzó la Primera Guerra Mundial y las preocupaciones
norteamericanas se dirigieron hacia ella.
El desarme de la Policía Nacional

El ejército desapareció. Sin embargo, no había temor de la clase política. Los artículos
VII y XXIII del Tratado Hay-Bunau Varilla,
además del artículo 136 de la Constitución de
1904, eran cheque en blanco al ejército de Estado
Unidos, para imponer el orden en territorio
panameño.
Todas las armas del Ejército de Panamá fueron
entregadas por el presidente Manuel Amador
Guerrero al ejército de los Estados Unidos. En la
nueva Zona del Canal se implementó la policía
extranjera.
Panamá no tuvo policía como tal hasta el año 1908,
cuando se dictó el decreto 183 del 23 de marzo. El primer comandante fue Eduardo
Pérez, pero renunció a los días y se dejó en el mando a Leonidas Pretelt.
Pronto comenzaron los enfrentamientos en los barrios rojos de las ciudades terminales de
Panamá y Colón. El presidente Belisario Porras, en su primer mandato (1912) compra
rifles de “alta tensión”, lo que le da poder de fuego a los panameños.
Reunión de notables
Luego del ultimátum, y de que el embajador de Estados Unidos en Panamá, Jennings
Price, redujo el número de la escolta presidencial de 75 a 25 hombres.
El canciller Lefevre reúne una junta de notables, de todos los partidos políticos, para
ventilar el problema. Les transmite el parecer del embajador Price: “El gobierno de
Panamá no necesita una policía armada ni ejército, porque en caso de disturbios, el
gobierno americano inmediatamente los sofocará”.
Estados Unidos se queda con los rifles panameños
La pugna, hasta 1916 diplomática, terminó con la insolencia de William Jennings Price,
quien ordenó de modo definitivo el desarme, por considerar a la Policía una entidad “de
gran peligro”.
El gobierno de Panamá se debatía entre la colonización (Estados Unidos), y el temor a
Colombia, que podía mandar sus fuerzas militares para recuperar el territorio que
consideraban usurpado en 1903. Price llegó al extremo de disponer qué armas se podían
usar: Rifles ligeros para la Guardia de Honor presidencial, y “shots guns” (armas cortas)
para la custodia de presos.
Panamá terminó entregando las armas (944 rifles) que fueron llevados a un lugar seco y
seguro de la Zona del Canal. Según dijo Price, los rifles serían devueltos a Panamá “en
cualquier emergencia, o en caso de necesidad”. Cuando sobrevino la “guerra” de Coto,
contra Costa Rica, Estados Unidos no entregó las armas. Por fortuna, el presidente
Belisario Porras había escondido 90 fusiles “Mouser” en el sótano del Palacio
Presidencial.

También podría gustarte