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o en su traducción al español Justo a Tiempo) postula que se debe producir solo lo que sea
necesario, en la cantidad que sea necesaria y en el momento que sea necesario. Lo anterior
establece como un imperativo de cualquier negocio que aspira ser de Clase Mundial (World
Class) la reducción de capital inmovilizado con el correspondiente impacto en la eficiencia de los
procesos y la reducción de costos.
Buscar la simplicidad
1. Atacar los Problemas Fundamentales
Consiste en atacar las causas fundamentales de los problemas, resolviendo éstos sin encubrirlos. El
enfoque anterior se puede representar a través de una analogía denominada “mar de las
existencias” que indica básicamente que el nivel de inventario o existencias suele ocultar
problemas en los procesos.
El nivel del mar representa las existencias o inventario y las operaciones de la empresa se
visualizan como un barco. Cuando una empresa intenta bajar el nivel del mar, en otras palabras,
reducir el nivel del inventario, descubre rocas, es decir, problemas.
El solo hecho de identificar los problemas no garantiza por cierto que estos se resuelvan, sin
embargo, se cimientan las bases para poder enfrentar las causas que lo generan (acá se puede
hacer uso de metodologías complementarias de la Gestión de Calidad como el Diagrama de
Ishikawa y Diagrama de Pareto). De esta forma se deba atacar las causas de los problemas que
causan las ineficiencias y no sólo concentrarse en los síntomas o efectos.
En palabras del ingeniero japones Taiichi Ohno, precursor de la filosofía Just in Time (JIT) al
interior del sistema de producción del fabricante de automóviles Toyota.
De esta forma en la manufactura Justo a Tiempo (JIT) el énfasis debe estar en eliminar todas
aquellas actividades que no añaden valor al producto con lo que se reduce costos, mejora la
calidad, reduce los plazos de fabricación (lead time logístico) y aumenta el nivel de servicio al
cliente (que se puede medir cuantitativamente a través de indicadores como Instock, Fill-rate,
entre otros).
1. Sobreproducción
2. Tiempo de Espera
3. Transporte
4. Inventario
5. Proceso inadecuado (reprocesamiento)
6. Movimientos innecesarios
7. Defectos en Productos
Luego una forma de poder enfrentar los desperdicios es a través de un enfoque sistémico como el
propuesto en JIT que se basa en los siguientes criterios:
Garantizar el buen desempeño del proceso mediante el Control Estadístico de Procesos (CEP)
De esta forma se pueden establecer metas ambiciosas que sean consistentes con el objetivo de
eliminar los desperdicios. Entre ellas destacan:
�Cero Inventarios
3. Buscar la Simplicidad
Por regla general los enfoques de producción simples están asociados a una gestión más eficaz. El
primer tramo del camino hacia la búsqueda de la simplicidad abarca 2 zonas:
Flujo de Material
Un enfoque simple respecto al flujo de material es eliminar las rutas complejas y priorizar líneas de
flujo más directas, en lo posible unidireccionales. Otra alternativa es agrupar los productos en
familias que se fabrican en una línea de flujo, con lo que se facilita la gestión en células de
producción (celdas de manufactura).