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Alejandra Arrastia

Experiencias significativas: el gran reto de la educación inicial.

Los seres humanos se van conformando como personas, van creando su subjetividad y
aprendiendo a pensar a partir de las experiencias que tienen en los primeros años de vida. Para
esto es importante asegurarse que en la primera infancia se proporcionen experiencias
significativas que le permitan al niño desarrollar todos sus sentidos y logre crear una imagen
positiva de sí mismo y una auto aceptación.

Las experiencias que los niños tienen en la primera infancia deben ser de calidad debido a que
esto es lo que les permitirá comprender la realidad y al mismo tiempo tomar decisiones
autónomas, crear subjetividad, tener conciencia de sí mismos, conocer sus cualidades, sus
debilidades, sus potenciales, construir una autoestima sana y desarrollar la habilidad para auto
observarse. Es en ese momento donde la educación cobra un papel fundamental, pues depende de
los estímulos proporcionados, de los espacios que se crean para la expresión corporal para
afianzar la personalidad y la autoestima, y de la información que se brinda a los niños, lo que
permitirá que desarrollen los aspectos mencionados. Dentro de las experiencias en la educación
inicial es fundamental incluir la educación artística y la literatura, ya que contribuye en la
educación emocional, afectiva y cognitiva de los niños.

Por un lado, en la primera infancia debe haber un acercamiento a la literatura como disciplina
artística ya que es una forma de conocer el mundo y crear nuevos conocimientos. Además, dejar
huella en la vida de las personas, es por esto que es en esta etapa es en la cual debe darse el
primer acercamiento. Este acercamiento debe ser tanto oral como físico, en el cual se comienzan
a construir vínculos afectivos, la confianza y el gusto por la literatura. Para crear estos vínculos se
necesita propiciar experiencias y vivencias en donde los primeros medidores son aquellos que
cantan, leen o narran en los ámbitos familiares. Es aquí donde la familia tiene un papel
fundamental siendo los primeros mediadores y creadores de entornos que permiten contacto con
la literatura, de esta manera se aportará a la inteligencia emocional de los niños y desarrollaran
habilidades como:
el desarrollo de sentimientos empáticos; el descubrimiento de sus propias emociones, sus miedos, sus
deseos; el interés por superar obstáculos; el placer y el hábito lector; el conocimiento de otras realidades

sociales y culturales; la confrontación con sus propias debilidades y fortalezas . (Schenk, 2014, p.35)

Por el otro lado, se debe considerar la educación artística dentro de la educación inicial dado que
genera experiencias significativas que llevan a los niños a desarrollar el pensamiento crítico, la
percepción y la autopercepción, y así evitar crear grupos de personas que piensan de la misma
manera bajo los estereotipos de la sociedad. Pero para esto, no basta con incluir la educación
artística en la educación inicial, se requiere, además, de maestros sensibles frente al arte, que sean
críticos y selectivos respecto a las practicas que llevan al aula y los materiales con los que
trabajan; solo de esta manera podrán transmitir estas mismas características al niño formando
seres con criterio e ideas propias frente a distintos temas. Pero para que un docente tenga estas
características es necesario que se acerque al arte y esté dispuesto a aprender sobre esta, ya que
son varios los aportes que hace el arte a su formación, entre ellos se encuentra

la posibilidad de ver antes las relaciones que los términos relacionados; un relativismo que huye de lo absoluto
de las leyes generales […] un encuentro creativo con lo absurdo, con el imprevisto […] una reacción contra la
monotonía […] un gusto por lo pequeño, por el detalle, y también, en ocasiones, por lo grandioso; una incesante
búsqueda por nuevas formas de expresión ligadas a los descubrimientos científicos y tecnológicos
contemporáneos, y sobre todo, una irremediable necesidad de identificar sinergias interactivas que pongan en
relación las ideas y las acciones en lugar de búsqueda de significados […]. Aspectos y matices que tengo
siempre que investigar y actualizar con la mirada y formas culturales, también artísticas, de los niños y niñas
con los que trabajo.” (Vecchi, 2013, p.23, citado en Ivaldi 2014)

Todo esto aportará a crear una educación de calidad para la primera infancia que incluya
experiencias significativas y, al mismo tiempo, para erradicar afirmaciones como la de Gilda
Waisburd (1996): “La educación y la sociedad han formado seres inseguros, tímidos, miedosos e
incapaces de expresar públicamente los deseos y necesidades a sí mismo dificultando la
comunicación y la libre expresión.” (citado en Sérle, Ivaldi y Hernández, 2014, p. 50), ya que por
medio de las experiencias brindadas se busca desarrollar en la primera infancia la subjetividad y
la habilidad de pensar críticamente de tal manera que puedan expresar libremente sus
pensamientos y opiniones.
En conclusión, la educación inicial tiene un papel fundamental en crear experiencias
significativas para la primera infancia, llevando a los niños a desarrollar habilidades esenciales
para la vida las cuales les permitirán ser críticos, crear una autoconcepción y seguridad en sí
mismo, de esta manera lograrán comunicarse y expresarse con facilidad. Para esto, es esencial
contar tanto con profesores capacitados, críticos y sensibles, como con los padres de familia
siendo ellos los primeros agentes educativos con los que tiene relación el niño.

Referencias:
Serlé, P., Ivaldi, E. y Hernández, L. (coordinadoras), Arte, educación y primera infancia: sentidos
y experiencias. España: Organización de estados iberoamericanos para la educación, la
ciencia y la cultura.

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