El niño, desde el momento de su nacimiento, busca el conocimiento del mundo por
medio de la percepción, ya sea visual, táctil o auditiva, y posteriormente llega a una etapa de conocimiento interpretativo e imitativo. En la medida que va creciendo, busca la forma de comunicación y expresión en relación con los demás; para esto, toma los elementos que considera importantes para su entendimiento, comienza a utilizarlos artísticamente y a proyectar situaciones vivénciales, que expresan sus relaciones con lo social, lo familiar y lo escolar. Es aquí donde el niño, de acuerdo con su etapa de desarrollo, comienza a manejar la simbología, su interpretación del mundo de acuerdo con su edad. La creatividad y la imaginación van de la mano con estos dos elementos; crea sus fantasías transformándolas en elementos artísticos según la manifestación simbólica que van adquiriendo; es así como va creciendo dentro de ese proceso de creación artística; su intelectualidad debe ir a la par con su imaginación para ir creando su autenticidad expresiva. Por su parte, Collingwood (1993), indica que el simbolismo o lenguaje intelectualizado presupone, por lo tanto, el lenguaje imaginativo o lenguaje propiamente dicho. Debe haber, en consecuencia, una relación correspondiente entre las teorías sobre los dos. Por lo tanto el niño debe estar en contacto con la enseñanza artística como un objetivo necesario para su desarrollo psicomotor, sensitivo e intelectual. Es importante tener un concepto claro del significado de Arte, el cual se considera como una actividad dinámica y unificadora, con un rol potencialmente vital en la educación de los niños. Su objetivo no debe ser el desarrollo de la capacidad creadora del maestro, sino la de los niños. Uno de los componentes básicos de una experiencia artística es la relación entre el artista y el ambiente. Por lo tanto, el desarrollo mental del niño, depende de una rica y variada relación entre el niño y el ambiente, esta relación es un ingrediente básico para llevar a cabo una experiencia de creación artística. El hombre aprende a través de los sentidos. La capacidad de ver, sentir, oír, oler y gustar proporciona los medios para establecer una interacción del hombre y el medio. El desarrollo de la sensibilidad perceptiva debería, pues convertirse en una de las partes más importantes del proceso educativo. En un sistema educacional bien equilibrado se debe acentuar la importancia del desarrollo integral de cada individuo, con el fin de que su capacidad creadora potencial pueda perfeccionarse. Según Argenis Madriz y A. Rodríguez Llamozas, citado en la lectura Nº 1 del libro de Expresión Plástica en Preescolar de la UPEL (2002), definen las artes plásticas como: “En general, se llaman Artes Plásticas, aquellas que se expresan con formas especiales; concretamente, son las que “plasman” o “forman” cosas con arcilla, yeso, cera, plastilina y otros materiales semejantes; tal como la estructura, y por extensión se incluye la pintura, la arquitectura, etc. Ellas se valen del dibujo como elemento básico”. (p.18) Asimismo, Velasco, citado en el mismo libro, indica que el término “arte” se usa muy especialmente para designar a las llamadas artes plásticas -arquitectura, escultura, pintura, cuyos medios de expresión son los volúmenes y texturas, las formas, las líneas y los colores. Estos medios de expresión son perceptibles por medio de la vista y el tacto. De ahí su nombre de “Artes Plásticas o Visuales”. Para los niños, el arte es un medio de expresión, un lenguaje del pensamiento. Un niño expresa sus pensamientos, sus sentimientos y sus intereses valiéndose de su actividad creadora, utilizando la construcción, la pintura y el dibujo para darle nuevas formas a la gama de experiencias que vive durante las etapas de su evolución y desarrollo. Su expresión tiene para él tanta importancia como para el adulto la creación artística. El maestro debe reconocer que sus propias experiencias acerca del aprendizaje no le sirven al niño, pues lo que importa en el proceso educacional es el aprendizaje del niño. Planteada la creatividad como exigencia actual, no se puede dejar su educación al azar. Se hace preciso investigar sus componentes, descubrir sus factores para orientar hacia ellos la labor educativa. Será misión educativa estimular al alumno para que se ejercite en aquellas actividades encaminadas a potenciar el comportamiento creativo. Esta no se basa en dejar hacer lo que aluno quiera, por el contrario, necesita orientación para que no caiga en una extravagancia improductiva. Las actividades artísticas, música, pintura, danza y teatro, favorecen y estimulan el desarrollo de la psicomotricidad fina y gruesa del niño, lo cual redundará en un mayor control de su cuerpo, proporcionándole seguridad en los propios poderes y elementos para la adquisición de la lecto-escritura. Las actividades plásticas ayudan para las experiencias de aprendizaje escolar, motivando el desarrollo menta. Se ejercita la atención, la concentración, la imaginación, las operaciones mentales como la reversibilidad (al considerar varias formas para resolver una situación), la memoria, la observación, la iniciativa, la voluntad y la autoconfianza; ésta última, como un resultado de la constatación por parte del niño de todo lo que puede realizar, lo cual se traducirá en un concepto positivo de su persona, que generalizará a las actividades académicas. Además beneficia también el desarrollo socioemocional del niño al propiciar la aceptación de sí mismo con sus posibilidades y límites. Esta aceptación va íntimamente ligada al concepto que tenga de sí, el cual determinará su comportamiento presente y futuro: el niño se conducirá de acuerdo con quien cree que es. Desgraciadamente, muchos padres les reflejan a sus hijos una imagen negativa de su persona y, en este sentido, las artes plásticas juega el papel de un reparador para esta imagen deteriorada, manifestándose así una de sus grandes cualidades que es la terapéutica. Asimismo, al trabajar en el seno de un grupo, el niño se enfrenta a múltiples ocasiones de interrelación en las que se conjugan el trabajo individual y el colectivo en un continuo dar y recibir, pedir y ceder, dirigir y seguir, compartir, cooperar y comprender las otras individualidades con sus diferencias y necesidades. Por consiguiente, para que las actividades plásticas puedan considerarse como autentica expresión plástica, deben darse en el niño los procesos de: interiorización, reflexión y proyección exterior, como generadores de un lenguaje global que desarrolle la capacidad de creación y de expresión individual. Para que este desarrollo expresivo sea armónico, paralelamente, hay que desarrollar su maduración psíquica, sus esquemas gráficos y sus recursos expresivos. Es importante señalar, cuando se intenta hacer una aproximación en el análisis de lo que es la actividad plástica para el niño, generalmente se olvida que el dibujo es, ante todo, una actividad lúdica. Por lo tanto, es un juego, al que el niño se entrega con todas sus vivencias y emociones, que alcanza su plenitud en las primeras edades, debido tanto a la necesidad de control motórico y de apropiación del medio que el niño siente, como a la magia que la fabulación de la realidad tiene para él. En tal sentido, la expresión plástica tiene como objetivo básico desarrollar la autoexpresión infantil, estimulando el crecimiento intelectual, creador, emocional, etc.; como resultado de un proceso de maduración armónica dado por la correspondencia en su desarrollo psicológico y su expresión grafica, es decir su expresión creadora. El arte comienza en el niño cuando hace la primera raya, hecho que ocurre de manera fortuita cuando coincide un gesto, un movimiento y una superficie que lo registre, (una pared, un papel, el piso, etc.). Es conveniente destacar que la pedagogía del arte infantil o artes plásticas, se propone apoyar la necesidad natural de expresión del ser humano, ofreciendo múltiples posibilidades de dar cauce a la percepción e interpretación de la realidad por parte del niño. Acepta los sentimientos del niño volcados en sus actividades artísticas y entendidas también en el contexto de la etapa de desarrollo en que se encuentra. Incluye como uno de sus propósitos fundamentales el desarrollo de la capacidad creadora, estimulando el pensamiento divergente y valorando la originalidad y las respuestas de independencia intelectual. Por lo tanto, la pedagogía del arte infantil o artes plásticas debe aceptar y promover las diferencias en los niños procurando inculcar sentimientos de confianza y seguridad en ellos. Aquí, la libertad es un valor altamente estimado, enmarcada dentro de límites que ubican a los niños en el ámbito social y les brindan la seguridad de ser respetados y de respetar a los demás. Se propicia la cooperación entre los niños como "artistas natos", animando en todo momento sus facultades creativas. El valor principal se encuentra en el proceso de la actividad artística y no en el producto. Los programas artísticos se deben centrar en el niño, lo cual significa que deben estar planteados para el nivel de edad y de habilidad de los niños que en él participan. Se debe buscar un desarrollo estético, propiciando experiencias que lleven al niño a madurar sus propias formas de expresión y a captar la belleza que existe en la naturaleza y que puede surgir de sí mismo, en los colores, las formas, los movimientos, los sonidos, inmersos en un ritmo y en un equilibrio que proporcionan placer estético y serenidad al espíritu. La pedagogía artística infantil promueve el desarrollo de una imagen positiva de sí mismos en los niños, alentando su confianza en los propios medios de expresión. Al expresarse gráficamente con libertad, se muestran los sentimientos, pareceres, estados de ánimo y se proyecta en los dibujos una imagen que esté de acuerdo con la idea de belleza que tienen los demás, nuestro dibujo es artístico. El dibujo libre es aquel que realizamos sin imposiciones ni modelos. Además, el niño, utiliza el arte, como el vehículo para expresar su íntimo proceso, todo lo que él es, piensa y hace. Es el medio para comunicar a los demás una visión del mundo mezclada con su propia subjetividad: su expresión creadora. Pero de manera especial, el arte, es la vía a través de la cual de manera espontánea, transmite sus vivencias de un modo directo -no mediatizado- por elementos intelectuales y sociales, de allí que sea posible pensar que “niñez y creatividad van juntas asidas de la mano”. BIBLIOGRAFÍA
Manual de la Educación. Grupo Editorial Océano. Barcelona, España.
Nuevo Arcoiris Básico (1999). Libro integral de Educación Básica 5to Grado. Editorial Salesiana. Caracas. Venezuela.
Universidad Católica Cecilio Acosta. Artes Plásticas. Facultad de Ciencias de la Educación.
Lectura Seleccionada para la Asignatura.
Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Institución de Mejoramiento Profesional
del Magisterio (2002). Expresión Plástica en Preescolar. Selección de Lecturas.