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Curso de Doctorado “Formalizaciones Matematizadas en Psicoanálisis” 1

Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein


Clase N° 12 – “Introducción al nudo borromeo” por David Szyniak 22-09-06

CLASE 12

La clase de hoy va a ser sobre una introducción al nudo borromeo. Voy a hacer algunas
aclaraciones antes de comenzar a hablar del nudo. Como verán, estas láminas tienen que ver
todas ellas con representaciones de nudos, sacadas de libros de Lacan: de la edición en francés
de El Sinthome, y de la conferencia del año ’74 que es “La Tercera”.
El nudo borromeo es un gran enigma para la clínica psicoanalítica y un enigma para la clínica
lacaniana. Mi primera aproximación es decirles que como psicoanalista no soy un defensor del
nudo, o sea, no soy de los que fervientemente defienden el nudo borromeo, el caso más claro es
Milner y su idea de que hay una tercera parte de la obra de Lacan que supera claramente a las
otras y que sería su culminación y que piensa a la temática del nudo como superadora de los
grafos y de los matemas. Se los presento porque me parece que ese ha sido uno de los usos de
nudo, el otro extremo, ya no una psicoanalista sino una historiadora como Roudinesco, es quien
plantea que esta es la parte en la que Lacan ya se inclinaba más por la matemática, pateaba a los
pacientes y entonces era la parte en la que Lacan ya había entrado en un cierto delirio
-Roudinesco lo dice más o menos con estas palabras en sus textos. Mi posición es más que
nada de investigador en psicoanálisis, y de clínico, entonces voy a intentar pensar con ustedes
para qué nos puede servir el nudo borromeo, para qué le sirvió a Lacan, voy a hacerme algunas
preguntas en voz alta, e intentar hacer un seguimiento de esas preguntas junto con ustedes,
buscando el cómo, el por qué, para qué, cuándo, de esta escritura. Sabemos que hay diferentes
formas de escribir la dirección de la cura en la obra de Lacan. Así como no pienso que la última
parte de la obra de Freud sea mejor que la primera, creo que es bastante matizada, creo que lo
principal de la teoría freudiana tiene más que ver con la primera tópica y con el descubrimiento,
la invención del inconsciente. Pero bueno, acá estamos sobre esta formalización, sobre esta
manera de formalizar que es el nudo borromeo, si pensamos un poco en una flecha del tiempo
en la obra de Lacan, podemos partir de 1972 que es cuando aparece el nudo borromeo, y 1980
es el discurso de Lacan en Caracas, a los lacanoamericanos, donde vuelve a aparecer el nudo
borromeo y donde Lacan termina de aclarar que sus tres no son los tres de Freud. Esto es en
Caracas, casi el último texto de Lacan y claramente colocado ahí como una diferenciación con
Freud, aunque siempre se trata de una diferenciación con un cierto reparo, tal vez la
problemática del reparo traiga consecuencias en la clínica. Y eso es lo que debemos trabajar, si
ese reparo de Lacan de “mis tres no son sus tres”, pero resulta que los tres ya estaban en Freud...
hacen que nos lleven a una cierta indeterminación en las formas clínicas. Esto es lo que me
propongo desarrollar con ustedes. Recuerden que se va a tratar de una introducción y hablando
de nudos y trenzas, van a quedar seguramente muchos cabos sueltos. Pero es importante poder
ubicar e ir avanzando en la presentación del nudo paso a paso.

Otra de las cosas que pienso es que el nudo ha sido utilizado en la clínica después de la muerte
de Lacan, me parece que vale la pena pensar y trazar algunas líneas de cuáles han sido los usos
del nudo borromeo. O por lo menos plantearse que ha habido usos del nudo borromeo. Trazada
esta línea del tiempo del ’72 al ’80, sólo para decirles que esta línea de pocos años, de tres
seminarios de Lacan que son “Lo no incautos yerran”, “RSI” y “El Sinthome”, que son tres
seminarios donde Lacan va a trabajar casi todo el tiempo, en “L’insu...” y “Topología y tiempo”
también, va a trabajar sobre temáticas alrededor del nudo. Para darles una idea, les diría que en
esos años hay 74 lugares en los cuales Lacan habla sobre el nudo borromeo. Para que ubiquen
como comparación, piensen que en toda la obra de Lacan él habla 77 veces del toro y 52 de la
banda de Möbius. Es un dato cuantitativo, pero nos permite ubicar ante qué problemática nos
estamos situando.
Cuando uno toma un concepto como éste, un elemento de la topología, una estructura, es un
elemento, más en la clínica psicoanalítica, uno utiliza un concepto cuando está en el límite de
cómo está escribiendo su propia práctica clínica, ante las dificultades que encuentra. Entonces,
podríamos preguntarnos ante qué dificultades se encontraba Lacan para tomar el nudo
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borromeo, o cuáles fueron los impasses que tiene la clínica lacaniana en ese momento,
percibidos por el propio Lacan y por su entorno, para tomar esta figura.
Nosotros estamos acostumbrados hoy en día –creo yo- a un psicoanálisis un poco más aislado
que lo que en la década del ’60 ó ’70 se podría pensar del psicoanálisis francés, en
conversaciones –terminada la discusión con el post-freudismo- en discusión con lo que en ese
momento eran las ciencias sociales francesas. Nosotros en el campo psicoanalítico estamos más
acostumbrados a autorreferenciarnos, a movernos siempre en un mismo círculo, ya conocen esta
historia. Pero piensen que Lacan sale para la lingüística, la antropología, la sociología y
también para el campo de la matemática, o sea, que en el campo de la matemática también está
esta discusión, tanto es así que en el año ’72 (inaudible) hay un seminario que se da en la
Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales en Francia, que digamos que es la escuela que
ha abrazado a todo lo que tiene que ver con las nuevas teorías de la historia, de la sociología,
nuevas teorías políticas de esa época y en adelante también, con algunos altibajos, en la cual
Lévi-Strauss es todavía profesor; para que vean que había una discusión en la década del ’60 –y
que pasa a la década del ‘70- en cómo aplicar cuestiones matemáticas para las ciencias sociales.
Y cuando digo matemática no me refiero sólo a cuestiones estadísticas sino con elementos de
topología también. O sea que Lacan con esto y con el nudo borromeo, él lo dice, pero bueno,
vieron ustedes que luego la reificación –que es un término viejo pero que tal vez nos pueda
servir- convierte en otras cosas, o sea, hubo una reificación y toma el nudo borromeo y dice que
es un invento de Lacan, y no, no es un invento de Lacan, el nudo borromeo está entre los
elementos de la matemática, y en un seminario de elementos de topología, con un grupo de
matemáticos, que da un matemático que se llama Guilbaud, no hay mucho de él en internet, la
relación la van a encontrar más con Barbut, que está vivo y ha ganado algunos premios
últimamente, en algunos textos de Lacan dice “mi amigo Guilbaud”. Es a partir de este
seminario, que se da junto con otro de elementos del psicoanálisis, de la teoría lacaniana de
psicoanálisis, o sea, se daban en simultáneo. De estos elementos de topología que sirven tanto
para las ciencias sociales como para el psicoanálisis, Guilbaud presenta el nudo borromeo, la
anécdota de cómo lo presenta, ustedes saben, Lacan dice que una persona encantadora –tengo la
impresión de que es la hija- le presenta el nudo borromeo, y el nudo borromeo va a ocupar en la
teoría de Jacques Lacan a partir del ’72 una parte muy importante. Es sorprendente, nos obliga
al menos a pensarlo y ver qué es esta escritura. Voy a tratar de trabajar con ustedes algo de esa
tensión, de las idas y vueltas, la tensión que aparece en Lacan en cómo lo presenta, etc. Hoy
nosotros decimos “RSI”, pero no es así como él llega al nudo, el RSI va a ser en un punto de
movimiento en Lacan, lo mismo que el sinthome. A mí me interesa tratar de ubicar al nudo no
como una panacea sino quizás al contrario, para poder deconstruir cómo ha sido esta enseñanza
y poder trabajar algunas cuestiones de cómo ha llegado Lacan al nudo. Entonces, una de esas
presentaciones fue en el año ’72, Lacan estaba trabajando lo que llama una tétrada. La tétrada
es algo de elementos que no se sostienen solos, que se tendrían que sostener entre ellos. La
tétrada que está trabajando Lacan en ese momento, en “El saber del psicoanalista”, año ’72 dice
así: “Te pido que me rechaces lo que te ofrezco” y agrega “porque no es eso”. Y dice que para
esto nos sirve el nudo, para darnos cuenta del efecto de significancia y que el efecto de
significancia no puede darse por uno solo sino que tiene que darse por tres. Dice por tres pero
trabaja con cuatro, son las cosas que van a ir viendo por el camino, trabaja con cuatro porque
trabaja “te pido que me rechaces lo que te ofrezco, porque no es eso”, ¿qué es el “eso”, dice
Lacan? El “eso” es el objeto a.
O sea, esta es la aparición, donde Lacan va a insistir mucho sobre esta aparición, es una vez que
aparece y lo va a volver a tomar un año después. Una vez que aparece, y le sirve a Lacan para
decir que nada se sostiene solo. Nada se sostiene solo, está hablando sobre el saber del
psicoanalista y el saber hacer del psicoanalista. No está hablando de cualquier cosa en ese
momento. Pero como en otros textos u otros elementos de Lacan, podría ser una aparición
fugaz, desaparecer del universo de la obra de Lacan y no aparecer más. Sin embargo, no es lo
que sucede.
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Voy a hacer una aclaración que todos saben, pero lo digo igual y en todo caso luego podremos
discutir: a lo largo de toda la obra de Lacan, él está luchando contra el imaginario humano pero
postfreudiano, está intentando romper con ese imaginario que tiene que ver con la esfera, con lo
esférico, con la intuición espacial. Y el nudo es básicamente sobre una problemática que tiene
que ver con el espacio. Estamos hablando del nudo pero no hablamos de topología, habría que
dar dos rudimentos para pensar un poco qué es la topología a diferencia de la geometría. Pero
acuérdense que la primera parte de la obra de Lacan es un virulento ataque a todo lo que tiene
que ver con el imaginario posfreudiano, con el imaginario esférico, con la redondez, con la idea
de centro, de origen.
Cosas de la topología que ustedes ya saben, que para Lacan sujeto del inconsciente no es parte
de la realidad psíquica sino que es la banda de Möbius, es en esa perspectiva en donde aparece
el nudo borromeo, no aparece en otra. Otra perspectiva del campo de la topología es pensar al
sujeto y al Otro como dos toros anudados.
Salir de la intuición esférica es también salir de la lógica de la esfera. La lógica de la esfera es
un adentro y un afuera. La representación de una esfera en el plano es un círculo. Pero también
podrían decir que el nudo tiene círculos, podemos discutirlo. “Redondeles de hilo o de cuerda”
va a llamar Lacan.
Durante muchos siglos tuvimos la geometría euclidiana, que es una manera de representar el
mundo. O sea, a Lacan no se le escapa –pero no es solo un tema lacaniano sino de las ciencias
sociales en el siglo XX- que el espacio no es una determinación natural. El espacio es una
determinación simbólica.
Abro un paréntesis para recomendarles –no solamente un tema de la determinación simbólica
sino también algunas cuestiones del campo de las ciencias sociales, no solo por la intuición
espacial- una autora que me gustó mucho y se las recomiendo, es Joan Copjec, tiene dos libros:
uno es “El sexo y la eutanasia de la razón”, en donde trabaja con las fórmulas lacanianas de la
sexuación, para trabajar las divergencias entre sustancialistas y constructivistas sobre el tema
del falo, una espacialidad del falo. Me pareció un hallazgo. Está lejos del campo del
psicoanálisis, está cerca del campo de la literatura y me parece muy interesante pensar algunas
cuestiones de cómo ella plantea leer las fórmulas de la sexuación en Lacan. Es interesante
porque en algún momento Lacan va a trabajar cómo podemos escribir “no hay relación sexual”,
con el nudo borromeo. Ella no trabaja con el nudo pero trabaja con alguna manera de pensar la
sexuación de una manera interesante, que rompe con como las pensamos en general. En este
libro parte de la teoría kantiana para pensar la intuición espacial, una crítica a la teoría kantiana.
El otro libro es “Imaginemos que la mujer no existe”, me parece que es una manera de resolver
algunas cuestiones con el supuesto de “imaginemos” y ver dónde nos lleva. Como plus, tiene
deliciosas maneras de leer a algunos autores de películas fuera de Hollywood, básicamente del
cine iraní. Es una delicia la manera en que ella lee algunas cosas, eso como plus. Trabaja de
una manera preciosa el tema de la vergüenza, de lo que importa la vergüenza, de la vergüenza
en el campo del psicoanálisis. Se los recomiendo porque es aire fresco en nuestra literatura que
es tan repetitiva. Y nos va a ayudar a pensar algunas cuestiones de la clínica.

La topología va más allá de lo simétrico, de la exactitud, y propone una manera de pensar


diferente, una manera de presentar el espacio diferente, al nudo hay que pensarlo como una
manera de hacerle agujeros al espacio, de ordenar agujeros en el espacio. Ya van a ver que es
un problema terrible, porque no es tan claro qué es un agujero. Para nosotros en general es un
orificio, pero eso es un problema, porque entonces... en la dirección de la cura muchas veces
hay que agujerear, tapar, velar, pero el agujero no tiene que ver en topología con esas
cuestiones. Les decía entonces, ¿qué plantea la topología? Que un triángulo es
topológicamente igual a una circunferencia. Hay un chiste que circula que dice que si a un
topólogo le sirven el té en una rosquita o en una taza no se podría dar cuenta... porque serían
isomorfos. Ese sería el chiste topológico, aunque no muy agraciado. Trabaja temas de
aproximaciones, de proximidad. Les recomiendo el libro de Alfredo sobre topología, porque
allí están las cuestiones necesarias para hablar del nudo borromeo.
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Les anticipo dos cuestiones: si uno toma en nudo borromeo como lo plantea Lacan en el
segundo capítulo de “RSI”, tontamente, si lo tomamos tontamente, vamos por un camino tonto,
porque el nudo borromeo planteado ahí, el achatamiento del nudo, él muchas veces dice que lo
va a tomar de manera tonta, en este caso tomarlo tontamente es un problema, porque quiere
decir que puede estar dibujado en algún lado los goces, y que uno puede sacar un poco de aquí y
poner un poco allá, y que el psicoanálisis y la clínica psicoanalítica sería redistribuir los goces,
que en el nudo parece fácil, saco de acá y pongo de allá, pero es un problema serio en nuestra
práctica. Porque si seguimos la enseñanza de Lacan o lo que al menos nos sirve en la clínica,
sacar la lógica de la esfera por la puerta para que nos vuelva a entrar por la ventana disfrazada
de tres agarrados... no tiene mucho sentido. Hay que tener cuidado con esas cuestiones.

El nudo borromeo es el escudo de armas de la familia Borromei. ¿Qué es este escudo de armas?
Es el escudo de la unión indisoluble de tres familia. Corresponde a esta presentación del nudo,
en la cual si cortamos uno de los tres anillos, los otros dos se separarían. Esta es una de las
cláusulas no solamente del escudo de los Borromei, sino del anudamiento borromeo. Y Lacan
va a trabajar permanentemente la temática del anudamiento borromeo.
Fíjense que no se trata de un apilamiento, sino de un anudamiento. O sea, hay algo de la
alianza de esas tres familias que está presentada en el nudo y que si una deshace esa alianza, las
otras dos quedarían también fuera.

Entonces, salir de la intuición espacial es la permanente lucha de Lacan, el planteo del nudo es
el planteo de tres en uno, “te pido que rechaces lo que te ofrezco porque no es eso”; y tiene una
manera de escribir en ese calce de esos tres, en ese “no es eso”, que es nuestro objeto a.
El nudo tiene definición matemática. Pero fíjense cómo lo plantea Lacan en el año ’72, el “El
saber del psicoanalista”. Dice ¿qué es una topología?:

“Una topología es algo que tiene una definición matemática. La topología es lo que se aborda en
primer lugar por relaciones no métricas, relaciones deformables, propiamente hablando, es esa
especie de círculos blandos que constituyen mi “yo te demando que rechaces lo que te ofrezco”,
cada uno es una cosa cerrada, blanda, que se sostiene por estar encadenada a las otras, nada se
sostiene solo. Esta topología, por su inserción matemática está ligada a relaciones de pura
significancia, es decir, qué es en tanto que esos tres términos son tres, que vemos que por la
presencia del tercero se establece una relación con los otros dos.”

Bueno, esto es lo que es el nudo borromeo. Vean que ahí lo que plantea –y está bastante bien
planteado- la idea es que no se puede sostener solo, que hay algo de por qué sostiene los tres,
pero todavía no aparece ahí nada de lo que nosotros conocemos del nudo como RSI. No hay
nada ahí que aparezca como RSI, RSI va a ir apareciendo después, de diferentes formas.
Lo que Lacan nos va a decir con el tiempo es una idea de qué tipo de enlace se da en el nudo.
Siguiendo las recomendaciones de Lacan, al nudo hay que hacerlo. Pareciera una
recomendación tonta, pero hay que hacerlo. Lacan se equivocaba mucho al intentar hacer el
nudo en las clases, pero decía que equivocarse, errar, era eso, entonces se puede volver a
escribir. Es muy interesante. Ahora, fíjense en este nudo borromeo. Voy a pedir un voluntario
para sostener el nudo.
La presentación habitual del nudo no es esta. Pero en esta presentación que vemos acá, ¿se
cumplirá eso de que si se suelta uno, se sueltan también los otros? Vamos a hacerlo. ¿Cuál
soltamos? ¿El rojo? Soltemos el rojo. Se desarmó el nudo. Este es el anudamiento borromeo.
Si sacamos cualquiera de los otros también se desanuda. Esto es una forma, una manera de
mostración del nudo, si se lo puede poner en el espacio, uno de los problemas que tenemos es el
de la orientación, dónde va, de qué manera se presenta.

Elisa Bellmann: ¿por qué decías “si se lo puede poner en el espacio”? ¿Se l puede poner en el
espacio?
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D. S.: ese es un problema... sí y no. El nudo es una manera de escritura. El nudo podría no
representarse con nada, son vectores en matemática. Vectores y letras, no necesariamente tiene
una presentación puesta en el plano. Lacan lo trabaja puesto en el plano, pero (inaudible) éste
es un nudo, un posible nudo, hay otras muchas formas de posibles nudos. Esta podría ser una
escritura de nudo. Todavía ni hablamos de RSI.

Haydeé Montensano: también tendríamos que pensarlo como superficie bidimensional.

D.S.: no está tan claro qué es. Habla de círculos blandos, que podríamos pensarlos como aros
de básquet, y serían superficies bidimensionales, pero no está muy claro. Acá son tres
redondeles, pero en “El sinthome” va a trabajar que puede ser que uno de los tres redondeles sea
un toro.

Alfredo Eidelsztein: hay un concepto que podríamos traer a colación y es el de sumergibilidad.


Las superficies topológicas son cualquier cosa considerada topológicamente. Ahora, por
ejemplo, la banda de Möbius o el toro, se los podría plantear en sí como bidimensionales, en sí
mismas. Y podríamos preguntarnos si siendo bidimensionales se podrían o no sumergir en un
espacio tridimensional. O sea, una propiedad topológica pasa a ser la sumergibilidad. Hay
superficies topológicas que sí, la banda de Möbius y el toro, y no son los objetos que nosotros
hacemos, sino la superficie de separación de esos objetos y el espacio tridimensional. Por
ejemplo el cross-cap es imposible de ser sumergido en el espacio tridimensional, o sea, que no
hay ningún modelo que podamos construir que sea capaz de alojar la superficie. Con lo cual, la
pregunta no es si es de tres o si es de dos, sino si el modelo que uno está utilizando implica o no
una superficie bidimensional y sumergirla en el espacio tridimensional. Jean-Michel Vappereau
trabaja con dos conceptos: inmersión y sumergibilidad. Nunca pude entender la diferencia. El
nudo no es una superficie como la banda de Möbius y el toro.

D.S.: es más, lo que nosotros conocemos como nudo no es un nudo. Nosotros hablamos de
nudo, pero nudo es lo que hacemos con los cordones de los zapatos. Pero lo que tenemos ahí no
tiene esta forma. Y en matemática, cuando se plantea un nudo, se dice que hay que pensar en
un nudo que ata. Pero entonces, esto ¿qué es? ¿Es o no es un nudo? Acá hay un tema que es
que si son tres redondeles blandos, el problema es que podría ser que esos tres redondeles sean
una sola cuerda que haga esos tres agujeros. Lacan va a tratar de plantear, de diferenciar eso,
porque justamente, cuando va a tomar real, simbólico e imaginario, lo que le va a interesar es la
diferencia. ¿Cuál es la diferencia? Vieron que en el espacio no es tan claro... de qué lado va
uno o el otro, cómo se va a presentar, etc.
En el tema del nudo, es muy interesante, y no es que Lacan no lo sepa, Lacan lo sabe, esto se
llama cadena, es una cadena borromea que tiene un anudamiento borromeo, Lacan lo sabe.
Pero lo llama nudo, cuando no son nudos. Si buscan en el buscador “nudo”, van a ver que
Lacan habla muchas veces de nudo, y me parece que esto se le plantea a Lacan como un
problema, que es como si “nudo” fuera un sobrenombre, como “Cacho”. Después Lacan va a
llamarlo “mi cadenudo”, cadena y nudo, pero en los primeros textos, desde “Aún”, “Los
nombres del padre” y “RSI”, siempre va a ser conocido como “el nudo borromeo”, que es una
nominación psicoanalítica, que la funda Lacan, porque esto en matemática no es un nudo sino
una cadena anudada borromeicamente. Esto puede ser tomado como una anécdota pero me
parece que es algo más, porque habla de las problemáticas que trae de la incorporación del nudo
a la teoría. En este caso, estamos hablando de una cadena de tres.

---Corte---

D.S.: (...) teníamos el problema de qué es un agujero. Para que vean que Lacan no desconocía
esto, hay una frase en “Aún” en donde Lacan dice
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“¿Pero qué hacer con ese nudo borromeo? Yo les respondo que puede servir para
representarnos la metáfora tan difundida que expresa lo que distingue el uso del lenguaje,
precisamente la cadena.”

La cadena que viene de la tétrada que les había planteado y que es la manera en que se presenta.
Vean que ahí todavía no entramos con real, simbólico e imaginario. Que ese también es un
tema interesante, porque dónde, en qué momento va a ubicar real, simbólico e imaginario?
Simbólico, imaginario y real nace en la fundación de la enseñanza de Lacan, “lo simbólico, lo
imaginario y lo real” no ha de ser lo mismo que plantea en RSI, tiene otro orden, a menos que
para nosotros el orden no tenga ninguna importancia. Es más, Lacan va a trabajar la homofonía
en francés entre RSI y herejía. Pero hay un pasaje que vale la pena pensar, en veinte años, de
SIR a RSI. Tal vez sea hilar muy fino, pero no creo, porque tiene que ver con el lugar que
ocupan alguna de las dimensiones del hablanteser. Hay un pasaje, de SIR a RSI, al menos en
esta escritura. En la conferencia “Lo simbólico, lo imaginario y lo real” Lacan habla mucho de
las intervenciones del analista.
Con el nudo se le da una equivalencia al registro de lo imaginario, en una de las clases Lacan va
a decir que lo imaginario no es caca, para empezar a trabajar esas equivalencias. Pero hay que
ver qué quieren decir esas equivalencias, a qué se refieren. Quisiera trabajar con ustedes
algunas de esas cuestiones o al menos dejarlas enunciadas.
Tres dimensiones, Lacan trabaja con un neologismo: dit-maison, la mansión del decir. Ojo,
porque ahí hay algo que es una perla espacial que es que las tres dimensiones no son cualquier
cosa, porque lo real ahí no es el cuerpo, son las mansiones del decir, es muy interesante, Lacan
nunca se desdice de eso. Va a empezar a trabajar en “RSI”, este nudo que es una cadena, va a
empezar ubicando esa problemática, que es de qué está hablando, dice que está hablando de la
dimensión de los seres parlantes, de la dimensión del decir, o del dicho. Y lo que ubica ahí es
que tiene que ver con el decir. En el nudo borromeo como trabajo y en la dirección de la cura,
de lo que Lacan habla es de las mansiones del decir y no de otra cosa. O sea, reincorpora la
cuestión discursiva. Después va a haber una clase específica en donde trabaja la relación nudo
borromeo y los cuatro discursos.

Y otra de las cuestiones que aparecen en “Aún” y que a nosotros nos sirve y es interesante, es
que Lacan empieza a trabajar la cuestión del escrito. El escrito y la escritura. No es que no las
venía trabajando antes, pero aquí será el escrito y la escritura en el nudo borromeo. Y que es
una manera de escribir, una escritura, qué es lo que está escrito, o sea, empieza a trabajar lo que
tiene que ver con la práctica psicoanalítica: lo que está escrito y lo que leemos. No hay
escritura sin lectura. No hay escribir sin leer. Me parece que aparece ahí una dimensión
olvidada del nudo y que me parece interesante: primero la mansión del decir, la mansión del
dicho, ubica que se trata de la discursividad y no de otra cosa. Y en esos seminarios Lacan va a
empezar a plantear lo que ya trabajó en la tétrada y es que los tres no se sostienen solos, y va a
plantear el tres en uno. Va a plantear el tres en uno.

En “La Tercera”, va a trabajar algo de la onomatopeya de la lengua, y va a trabajar algo de los


tres en uno, que el planteo es que real, simbólico e imaginario serían los tres que hacen uno. Es
interesante porque acá va a plantear qué tipo de escritura es el nudo borromeo. ¿Qué escritura
es? ¿Es imaginaria, es un modelo? Y ahí se pone loco Lacan, con el tema del modelo, porque
si es un modelo, es un modelo para llegar a lo real. Les aseguro que se pone muy vehemente
con que esto no es un modelo, de ninguna manera es un modelo, lo dice varias veces y también
lo dice en Caracas. Cuando habla del huevo podrido de Freud, de “El yo y el ello”, dice que de
ninguna manera es un modelo que nos lleve a lo real, pero como hace siempre, termina diciendo
que Freud ya lo tenía, ya tenía idea de esto, porque lo simbólico es el inconsciente, lo
imaginario el narcisismo... y lo real, lo real en Freud... y dice que pongamos real donde diga
energía, ¡y con eso nos mata directamente! Pero en “Los nombres del padre”, dice que lo real
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en Freud se ubica en esos textos como “Sueño y telepatía”, el ocultismo, la telepatía. Es lo real
como lo desconocido, dice que ahí está lo real en Freud. Están en el Tomo XIX de Amorrortu.

Eduardo Liljequist: lo real ahí como sinónimo de lo inabordable...

D.S.: bueno, siempre dice que no se puede llegar a lo real por la vía de la representación, eso
está muy dicho, en todos estos textos. Pero me llamó la atención que Lacan preguntara por qué
creeríamos que Freud se dedicó a esos temas si fuesen tonterías... fue por que ahí se puede
pescar algo de lo real para Freud.

Comentarios inaudibles

D.S.: les decía que no es tan fácil homologar o llevar RSI al nudo borromeo, que es una cadena.
Si es una cadena, hay que pensarlo como dimensión, por la importancia de ese juego que Lacan
hace con ese neologismo (dit-maison), entonces el nudo borromeo no anuda al decir que sería lo
simbólico, al cuerpo que sería lo real y a lo especular que sería el narcisismo. Sino que anuda
algo que tiene que ver con las dimensiones del decir. Me parecía que se acercaba más a los
planteos que Alfredo nos proponía para La Carta Robada. De cómo encontrar lo imaginario y lo
real en las dimensiones del decir.
Vean que esta manera de escribir el nudo, achatado, va a permitir algunas otras cuestiones que
me parece que Lacan toma y es decir que el imaginario no es sólo imagen, que si en el primer
texto del ’53 Lacan trabajó lo imaginario como la imagen, como tributario de la imagen, en este
otro texto va a trabajar que no es solo imagen, no es especular. Ahora, esta forma de escritura,
es una manera de escribir, no es “la” escritura, es una manera de escribir el nudo borromeo. El
nudo borromeo tendría diferentes tipos de escritura y esta sería una manera de escribirlo.
Habría que pensar para qué nos sirve y para qué no.

Comentario: respecto de lo que decías del modelo, Lacan dice que el nudo no es un modelo de
la estructura sino que es la estructura misma. Es un poco oscuro...

D.S.: sí, tal cual. Porque el tema es que si es la estructura misma, ¿esa es la estructura? Es
como volver a un empirismo peligroso, digamos. Esperemos un poco, porque quiero trabajar
algo de la escritura de la estructura, que es otro de los temas que va a plantear. No es tan
sencillo ubicar matemáticamente de qué estamos hablando. Ese nudo que no es nudo sino
cadena, ¿de qué estamos hablando? ¿Del achatamiento y puesta en el plano? Qué problemas
tiene el achatamiento, a qué nos lleva, nos es muy difícil salir del imaginario. Por eso Lacan
insiste tanto en que el nudo no solo hay que estudiarlo sino que hay que hacerlo. Hacerlo,
desarmarlo, volverlo a hacer. Lacan pasa clases enteras haciendo cadenas.

Eduardo L.: eso que dijiste recién me parece central, y es ¿qué anuda el nudo? Si anuda
dimensiones del decir, o anuda al cuerpo, a lo especular y el decir?

D.S.: sí, sin duda. Y para ello trabaja cosas que a mí me parecen importantes, porque cuando
va a trabajar real, simbólico e imaginario se encuentra, antes, con tres nociones que son:
existencia, consistencia y agujero. Como tres nociones diversas. No son temas sencillos.
Lacan va a decir que el nudo no es imaginario. Y va a hablar de un real al cuadrado. ¿Qué es lo
real? Lo real es el nudo RSI. Lo real no es lo real del nudo, sino que el nudo es lo real. Ahora
¿por qué esa pasión por lo real? Ese es otro problema, trabajado por Badiou en “El Siglo”.
Acá, para Lacan lo real no es sólo la dimensión de lo real del nudo, sino que el nudo mismo
sería lo real. Hay una doble superposición que es interesante, tanto que en algún momento dice
que con esto tenemos la posibilidad de ver lo real al cuadrado. Y en relación con esas tres
nociones, la existencia estaría en la dimensión de lo real, la consistencia en lo imaginario y el
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agujero en lo simbólico. Ya está Lacan discutiendo de plano con los neo-nietszcheanos sobre
el agujero, la falta, la discusión de qué nos mueve, si la falta, el deseo.
Algunos problemas: si agujero es un término de la estructura topológica, no es lo que nosotros
pesamos como agujero, orificio. En topología, un agujero es parte de la estructura, no es lo que
se hace. Si ponemos los tres registros en el espacio, no hay cómo diferenciarlos, para eso hay
que nominarlos. Si los nomina, es una operación diferente, ya son cuatro, porque la nominación
también cuenta. Si nominamos, Lacan trabaja estas tres diferenciaciones, existencia,
consistencia y agujero. Que no es fácil saber a qué se refieren. Si tomamos la cuarta clase del
21-01-75, es el lugar donde hace la equivalencia de existencia con real, consistencia con
imaginario y simbólico con agujero.
Lacan va a trabajar la manera en que uno podría aproximarse a esas tres nociones. Para darles
una idea, vamos a dibujarlo.
consistencia

agujero

existencia

Si esto fuera una hoja, la consistencia sería el borde, que rompe un poco con nuestra idea de
consistencia. Aquí sería el borde. Esto es para que no lo confundamos con otro tipo de
materialidad.

Estas otras dos láminas son de “La Tercera”, que es donde Lacan presenta en una sola
intervención, la utilidad del nudo borromeo. En “La Tercera” es la forma casi más acabada de
presentación del nudo borromeo, en el año ’74. Que vean que lo presenta de tal manera que
coloca vida en lo real, muerte en lo simbólico y cuerpo en lo imaginario. Pero fíjense que lo
divide de tal manera que cuerpo no ocupa todo lo imaginario, la muerte no ocupa todo lo
simbólico ni la vida todo lo real.
En “La Tercera” trabaja qué sería lo real. Nos presenta qué es lo real, de diferentes maneras.
Diría que en un primer momento, la primera definición que va a dar es que lo real es lo que no
anda. También hay una cita de Lacan donde dice que lo real es lo que no cesa de no escribirse,
y es interesante porque nos habla ahí de escritura, y recuerden que a partir del nudo borromeo
Lacan va a hablar todo el tiempo de escritura, de la escritura del nudo. Lacan propone es que no
hay una sola escritura del nudo. En el nudo borromeo que hicimos con Haydeé, no podríamos
ubicar en lo espacial al objeto a. Pero Lacan trabaja otras formas en donde se podría ubicar al
objeto a. ¿Qué quiere decir con esto? Que con la escritura, la forma de escribir, nos va a
permitir ciertas operaciones (inaudible), pero lo importante ahí no es sólo la estructura sino la
escritura de la estructura, que no es de cualquier manera, pero no es única. Esto abre un campo
inmenso en la clínica psicoanalítica, si pensamos que en la clínica lo que hacemos es escribir y
leer.

Dos observaciones más sobre este problema, si no es un modelo, tiene que ver con lo que va
trabajar más adelante sobre la figuración y la mostración, tomando a Wittgestein. Otra
problemática que va a plantear más adelante es si los tres anillos son tres toros. Si fuera así,
cómo se corta, qué significa cortar, qué signfica pegar, qué significa el empalme. Cómo se
hace para hacer eso. Son problemas que van apareciendo a partir del desplegamiento del nudo
borromeo. Son problemáticas que no todas van a ser resueltas, algunas quedan en el camino.
Curso de Doctorado “Formalizaciones Matematizadas en Psicoanálisis” 9
Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 12 – “Introducción al nudo borromeo” por David Szyniak 22-09-06

Lo importante es siempre el tema del anudamiento borromeo. Por ejemplo, en esta lámina,
supone que lo imaginario es un toro. Y las dos rectas al infinito, y el tema de por qué acá un
círculo vale tanto como una recta al infinito

(pasa por abajo)


I

(pasa por arriba)

Lacan plantea que este nudo que cumple con las funciones del nudo –que no recuerdo si se los
dije- que es la manera de anudar, en este caso lo simbólico anuda a lo real y a lo imaginario,
pasa por arriba del de arriba y por abajo del de abajo, que es la manera convencional de anudar.

[se ejemplifica la manera de anudar haciendo el nudo con cables]

Les decía el tema de cómo está planteando Lacan lo real, en “La Tercera”, pero prefiero por lo
avanzado de la hora abrir el espacio para preguntas.

Pablo Muñoz: tengo dos preguntas. Una en relación a la comparación de la Conferencia del
’53 “Lo simbólico, lo imaginario y lo real”; donde parecía que lo simbólico se escribía primero
porque parecía ser determinante, que tenía cierta preponderancia en la obra de Lacan. No sé si
estás proponiendo que en el Seminario XXII, “RSI” lo que le da es una preponderancia a lo real.
Con lo cual se chocaría con lo que se dice de que ahí los registros se homogeinizan al estar los
tres sostenidos en el nudo. Yo no estoy de acuerdo con eso, porque al introducir el 4to., siempre
el 4to. redobla alguno de los 3 y se anularía la homogeneidad. La otra es respecto de la
formalización y la escritura, ¿por qué Lacan tendría que recurrir a esta escritura o a esta
formalización? No sé cómo preguntarlo, ¿qué sería lo novedoso de esta escritura o esta
formalización, en qué podría ser superador? ¿por qué a Lacan le interesa tanto esta escritura? O
por qué sería superadora de otras escrituras.

Elisa B.: es sobre qué dificultad o qué impasse percibiría Lacan en su clínica para necesitar
focalizar en el nudo.

D.S.: yo no creo que sea una escritura superadora. Planteo que es una escritura, no que sea
superadora. No sabría decir por qué Lacan la toma. Tiene mucho que ver con algo novedoso,
tiene que ver con la nueva teoría de cuerdas, problemáticas que hacen a toda la matemática
moderna, tiene toda esa cuestión. Creo que le permite demarcarse del lingüista y trabajar algo
de lingüistería, en esa primera presentación. Como si dijera que no hace falta que nos
quedemos con la tétrada, podemos representarlo con la matemática. Me parece que le viene
como anillo al dedo. Creo que había una deuda con lo imaginario, no había dónde ponerlo, en
algunas cuestiones que hay algo que Lacan ubica como equivalente -aunque no es tan
equivalente- de los tres registros. Si Lacan sufre de lo que dice Badiou que es el fenómeno del
siglo XX, pasión por lo real, la verdad es que no lo sé. Lo que me sorprende del nudo es que lo
real sea dos veces real, que el nudo tenga el estatuto de presentación real por un lado y por el
otro que tenga el registro de lo real. Pero ¿por qué tendría que ser real? ¿qué tiene de beneficio
ahí lo real? No sabría qué decir. Una escritura del nudo me parece que le permite a Lacan
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presentar de forma sintética alguna de sus nociones, y sus intersecciones, que no tendría por qué
ser el nudo borromeo, es una escritura del nudo que le permite presentar al objeto a, el goce
fálico, el goce del Otro, etc. que le permite una grafía que haría más presentable las dificultades
del estudio de su texto. Ahora, me parece que es una escritura.

Eduardo L.: respecto de eso que decías de por qué esa duplicación de lo real, lo real al
cuadrado. ¿No será para enfatizar que no hay real sin simbólico ni imaginario? Lo real no es
sin lo imaginario y lo simbólico.

D.S.: él lo dice de todas las maneras posibles. Me parece que no es así en los efectos de la
clínica de nudos a 25 años de la muerte de Lacan... no así en los efectos.

---corte---

D.S.: (...) cómo trabajamos con algo del error: me equivoqué al anudar, no se anuda de esta
manera, pasé por abajo y tenía que pasar por arriba. En el Seminario del sinthome va a trabajar
algo que no se anuda borromeicamente, y entonces ¿cómo lo anudamos borromeicamente? Y
ahí aparece el sinthome. El tema me parece es ver para qué nos sirve esta escritura. Los usos,
bueno, algo de los efectos tendrá que ver con una forma de escritura, los efectos no son tan
inocentes, lo que ha pasado con la obra de Lacan, nuestra pasión por lo real, que no se entiende
muy bien qué es lo real, no se trata de tocar el hueso del cuerpo de nadie, eso no está en Lacan.
No está en Lacan esa pasión gocística, al menos no lo leo así.

Eduardo L.: quizás esa pasión por lo real de Badiou se relaciona con el desarrollo de la
ciencia...

D.S.: sin duda, creo que la discusión es con la ciencia, aunque él escriba “El triunfo de la
religión”. La discusión es con la ciencia pero el triunfo es de la religión, y el problema del
triunfo de la religión me parece que no es por fuera del psicoanálisis.

Alfredo E.: hay ciertas verdades que no terminan de poder ser dichas, están empujando y no
pueden ser dichas, y es que no nos animamos a decir que hay dos reales. Aunque ninguno de
nosotros tendría problema en decir que hay varios simbólicos. Por ejemplo, un caso de
reanálisis de una paciente, su analista anterior le interpretó que lo que le pasaba a sus padres
(que eran extranjeros) era porque eran de otro orden simbólico. Y se quedaron tranquilas con
que había varios simbólicos. Pero ¿por qué no nos animamos a decir que hay reales?

D.S.: Lacan dice eso, eh?


Alfredo E.: sí, pero nosotros no.

D.S.: Lacan dice que lo real no es universal.

A.E.: sí, pero nosotros no nos animamos a decirlo. Porque la pasión por lo real, lo que acentúa
es que sea uno.

Elisa B.: se podría aplicar la diferencia entre la dit-mansion, que hay simbólico, imaginario y
real, y otra es la dimensión real del nudo.

A.E.: o la dimensión real de RSI. Podemos empezar a modular real. Y quería proponerles una
bibliografía que explica por qué real es vida. Les recomiendo leer “La voluntad de poder como
conocimiento” de Heidegger, de 1936, que es un comentario sobre la voluntad de poder de
Nietzsche. Es muy difícil leer la voluntad de poder. Y ahí se discute si el ser o lo real, para
Nietzsche es la vida. Heidegger intenta demostrar todo el tiempo que no, pero las citas que da
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indican que sí. Está en www.heideggeriana.com.ar Se interrumpe por la Segunda Guerra


Mundial, que es la explosión del nazismo. Es interesante. Si lo real para el ser humano es la
vida, si la filosofía debe ser biológica, y justo ahí explota la Segunda Guerra Mundial que pone
sobre el tapete si el ser humano es en función de su raza biológica. Ahí está discutido si la vida
es lo real. Que para nosotros se impone...

Eduardo L.: me quedé pensando en lo que decías de que todos podemos afirmar que hay
muchos simbólicos, pero nadie dice que haya más de un real. Y si recién decíamos que lo real
no es sin lo simbólico y lo imaginario, por lo tanto hay muchas maneras de abordar lo real...

A.E.: pero un filósofo te diría “no, pero esa no es la esencia de lo real...”, un filósofo como
Heidegger –uno de los más importantes de la actualidad- te diría que esa es la parte de
conocimiento de lo real, pero el saber sobre lo real es sobre la esencia de lo real, y ahí ¿sabés a
dónde van todos? A la poesía.

D.S.: claro, es más, quien mejor define a lo real es Borges... con la poesía, lo real no hace serie.
Pero eso está dicho en Lacan, que no hay un real, en el sentido de que no es universal.

A.E.: el nudo borromeo no es más importante que el grafo del deseo, pero todo da la impresión
de que sí. Como todo da la impresión de que sí, yo quería proponer que intentemos digerir esa
apariencia y que si hubiese preguntas o intervenciones que quieran hacer, lo dejemos para el
comienzo de la próxima reunión. Yo voy a seguir con La Carta Robada. Pero podemos
continuar con esto al comienzo de la próxima, porque son cuestiones tan presentes en nuestros
análisis (...)

Versión desgrabada, no corregida por el autor.

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