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Villoro
La esencia del capítulo es
hacer un desentrañamiento
del lenguaje desde la
epistemología, este
desentrañamiento lo realiza
acerca de las palabras “saber” y
“conocer”, realizando un
análisis sistemático de las
diferentes connotaciones que
tienen estas palabras en relación
a la forma en que los humanos
realizamos un
acercamiento al conocimiento.
Juan Villoro hace una distinción
entre estos dos
términos desde la misma
raíz de las palabras e
incluso llega a puntuar las
similitudes que tienen entre
sí, con todo esto, realiza un
contraste de manera
interesante los comentarios más
coloquiales con el análisis
epistémico de lo que
significa conocer y saber, lleva
este análisis a hechos históricos
con la manera en
que nos relacionamos con el
conocimiento, realiza una
especie de estructura para
ejemplificar que es lo que en sí
mismas significan las palabras,
lo que puede llegar
denotar e inclusive por las
palabras que pueden sustituir
infiriendo la connotación
que lleva de acuerdo a la
génesis y la formación misma
de la oración, resaltando
de manera importante lo que es
el contexto y la manera en que
surge en el sujeto
que conoce una especie de ciega
credibilidad en lo que se
conoce; estableciendo
así, relaciones de conceptos con
las razones que justifican
nuestras creencias y
fidelidad a ciertos arquetipos
específicos.
De hecho, Villoro señala, que
no hay un conocimiento
general, debido a que este
se presenta en diferentes tipos,
de acuerdo a como sea la
aprehensión del objeto
que lo determina.
En mi opinión, es un artículo
epistémico muy bueno, aunque
tiene referencias a
capítulos previos del libro
que no leí; si lo
comparamos con otros
autores
positivistas o incluso autores
como Popper y Lakatos que no
me dieron la claridad
y la funcionalidad necesaria,
Villoro a pesar de ser un poco
repetitivo, hace un
análisis epistémico más
comprensible e incluso más
exhaustivo del lenguaje y de
la forma en como nos
acercamos al conocimiento,
distando el saber del conocer,
ocupando ejemplos coloquiales
para llegar al profundo análisis
epistémico que
pretende hacer y lo logra de
manera concreta.
“Conocer y saber”- Luis
Villoro
La esencia del capítulo es
hacer un desentrañamiento
del lenguaje desde la
epistemología, este
desentrañamiento lo realiza
acerca de las palabras “saber” y
“conocer”, realizando un
análisis sistemático de las
diferentes connotaciones que
tienen estas palabras en relación
a la forma en que los humanos
realizamos un
acercamiento al conocimiento.
Juan Villoro hace una distinción
entre estos dos
términos desde la misma
raíz de las palabras e
incluso llega a puntuar las
similitudes que tienen entre
sí, con todo esto, realiza un
contraste de manera
interesante los comentarios más
coloquiales con el análisis
epistémico de lo que
significa conocer y saber, lleva
este análisis a hechos históricos
con la manera en
que nos relacionamos con el
conocimiento, realiza una
especie de estructura para
ejemplificar que es lo que en sí
mismas significan las palabras,
lo que puede llegar
denotar e inclusive por las
palabras que pueden sustituir
infiriendo la connotación
que lleva de acuerdo a la
génesis y la formación misma
de la oración, resaltando
de manera importante lo que es
el contexto y la manera en que
surge en el sujeto
que conoce una especie de ciega
credibilidad en lo que se
conoce; estableciendo
así, relaciones de conceptos con
las razones que justifican
nuestras creencias y
fidelidad a ciertos arquetipos
específicos.
De hecho, Villoro señala, que
no hay un conocimiento
general, debido a que este
se presenta en diferentes tipos,
de acuerdo a como sea la
aprehensión del objeto
que lo determina.
En mi opinión, es un artículo
epistémico muy bueno, aunque
tiene referencias a
capítulos previos del libro
que no leí; si lo
comparamos con otros
autores
positivistas o incluso autores
como Popper y Lakatos que no
me dieron la claridad
y la funcionalidad necesaria,
Villoro a pesar de ser un poco
repetitivo, hace un
análisis epistémico más
comprensible e incluso más
exhaustivo del lenguaje y de
la forma en como nos
acercamos al conocimiento,
distando el saber del conocer,
ocupando ejemplos coloquiales
para llegar al profundo análisis
epistémico que
pretende hacer y lo logra de
manera concreta.
“Conocer y saber”- Luis Villoro
En el capítulo “Conocer y saber” Villoro realiza un análisis de estas palabras en relación con la
forma en que los humanos realizamos un acercamiento al conocimiento, esto nos ayuda a aclarar
el lenguaje desde la epistemología donde a su vez nos habla de una distinción entre estos dos
términos, el conocer y saber. De este modo también hace un análisis de los conceptos de creencia,
certeza, saber y conocimiento, estableciendo una relación entre estos con las razones que
Si hablamos de saber, desde el mismo origen de la palabra los saberes provienen de distintas
creencias distribuidas por un grupo de personas que no necesariamente pudieron corroborarlo por
contacto directo, dichos saberes pueden clasificarse por sus características, en otras palabras,
quiere decir que se conoce de lo que se está hablando, ya que el conocer involucra un domino
repetitiva con el objeto, es pues tener un conocimiento profundo y detallado de las ventajas,
desventajas, causas, intenciones, intereses e historia para poder interpretar y formular hipótesis
No precisamente, creer es opuesto a saber, por ejemplo, qué sentido tiene creer cuando
afirmamos. En sentido restringido la creencia es vacilante o insegura, es decir, tiene algo por
verdadero sin estar seguro de ello. En sentido peculiar, creer no significa tener un hecho por
existente, sino aceptar un hecho sin conflicto. Por lo que, en sentido general, creer es tener
En cuanto al conocimiento, Villoro nos habla del conocimiento como un estado general que es
Conocer supone un contacto directo, al contrario que saber dónde no es necesario tener una
confirmación directa para hablar de dicho tema en específico. Conocer implica poder contestar
múltiples y variadas cuestiones, de la más diversa índole sobre el objeto. Por ello, cuando
decimos que conocemos algo es porque no solo sabemos describir sus partes, sino también; el
fondo, la textura, la estructura, la composición, los matices y mantener una relación directa con el
objeto en distintos escenarios, o sea que, logramos familiarizamos con totalidad facilitando
argumentos objetivos, sustentados y claros sobre dicho objeto, pero no necesariamente con la
otro sujeto basta con justificarlo ante él, mostrándole las razones en que se basa. Justificar ante
los demás nuestra creencia de que tenemos un conocimiento no implica necesariamente transmitir
éste, de hecho, la mayoría de nuestros saberes no han tenido por base nuestra propia experiencia,
Villoro hace una distinción entre estos dos términos desde la misma raíz de las palabras e incluso
llega a puntuar las similitudes que tienen entre sí, con todo esto, realiza un contraste de manera
interesante con el análisis epistémico de lo que significa conocer y saber. Este análisis lo lleva a
hechos históricos con la manera en que nos relacionamos con el conocimiento, realiza una
especie de estructura para ejemplificar que es lo que en sí mismas significan las palabras, lo que
puede llegar denotar e inclusive por las palabras que pueden sustituir infiriendo la connotación
importante lo que es el contexto y la manera en que surge en el sujeto que conoce una especie de
ciega credibilidad en lo que se conoce; estableciendo así, relaciones de conceptos con las razones
que justifican nuestras creencias y fidelidad a ciertos arquetipos específicos. De hecho, Villoro
señala, que no hay un conocimiento general, debido a que este se presenta en diferentes tipos, de
Para terminar, puedo llegar a la conclusión de que es un texto de gran calidad y entendimiento a
pesar de que hace referencias a capítulos previos del libro que no aparecen en el texto. Su
estructura y su narrativa es la indicada para conocer a fondo este tema que hasta el momento no
tenía bien en claro. Villoro hace un análisis comprensible e incluso exhaustivo del lenguaje y de
la forma en como nos acercamos al conocimiento, distando el saber del conocer, ocupando
ejemplos coloquiales para llegar al profundo análisis epistémico que pretende hacer y logra de
manera concreta.
En cuanto al contenido del texto concluyo que creer es afirmar algo como verdadero sin estar
seguro de que lo es; dar o aceptar algo por cierto o por hecho, sin requerir evidencias tangibles o
intangibles; por ejemplo: sin necesidad de pruebas, puedes creer en la existencia de otros
universos. Saber supone una experiencia indirecta en la cual otra persona o fuente de información
te proporciona datos acertados, o no, sobre algo o alguien; por ejemplo: saber quién fue Leonardo
da Vinci porque se ha investigado sobre él, su vida y su obra. Conocer, en cambio, supone
afirmar o negar algo con lo cual has tenido una experiencia directa, tal y como ocurre con el
conocimiento de las tablas de multiplicar. Por tanto, se puede llegar a delimitar que sólo a
creencias que consideramos verdaderas llamamos saberes, y la creencia es verdadera nada más