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HISTORIA GENERAL DE LA MÚSICA

Dirigida por A. Robertson y D. Steven


De las formas antiguas a la polifonía.

Informe de Lectura
ARS ANTIQUA

Facultad Experimental de Arte


Escuela de Música
Historia de la Música I
Prof. Jacqueline Vilchez

Gabriela Vega
ARS ANTIQUA

El nacimiento de la polifonía

Los teóricos actuales están de acuerdo en que la polifonía existió en sociedades


primitivas y que tuvo su origen en las civilizaciones orientales, sin embargo éstas no
tuvieron los medios para que pudiera transmitirse en forma escrita. Fueron las naciones
occidentales las que iniciaron la representación de los sonidos múltiples en símbolos.
La introducción de una forma de notación para determinar la altura de los sonidos le
correspondió al monje Hucbaldo (840-930), quien fue autor del libro De Institutione
Harmonica. Hucbaldo modificó la notación griega por letras, con las cuales estableció
la altura de cada sonido, pero conservando los neumas, que eran los símbolos utilizados
en esa época para indicar algunas características expresivas del canto. De manera que el
sistema de Hucbaldo le permitía al cantor conocer el tono y la variedad expresiva. Así
mismo definió la armonía como “dos notas de distinta altura que suenan juntas”. Este
músico llegó a componer antífonas en cada uno de los ocho modos, volviendo luego al
primero, lo que ha considerado como un antecedente de la tendencia barroca de
componer ciclos de preludios en todas las tonalidades. Existe un manual de música, de
dicha época, llamado Musica Enchiriadis, cuya autoría se le atribuyó inicialmente a
Hucbaldo, pero luego se descartó dicha suposición, el cual contiene indicaciones sobre
la forma de componer, y música escrita para varias partes. La Scholia Enchiriadis, es
otra obra escrita en forma de conversación entre maestro y discípulo, en la que se
encuentran ejemplos musicales de doblamiento de voces a dos, tres o cuatro partes, con
cuartas, quintas y octavas.
La música a varias partes se fue incorporando paulatinamente en todas las partes del
culto. El Tropario de Winchester contiene los cantos llanos “armonizados” para casi
todas las partes de la misa. Los tropos posteriormente llegaron incluso a troparse.
Los instrumentos usados en los cultos religiosos de la edad media, incluían la
cornamusa, el oboe, la lira, la cítara, la tuba, symphonia, tympanum y el órgano. Este
último, introducido desde Bizancio, era el instrumento principal, y existía en varias
abadías y catedrales, hacia el siglo X, algunos de ellos de enorme tamaño.
El término “organ” se utilizaba para designar a cualquier instrumento y también al
órgano. El término organum se usaba para referirse a la diafonía, es decir, el arte de
combinar las melodías adecuadamente. El órgano se utilizaba para acompañar el canto
de los salmos, por lo cual es posible que se asociara la combinación del sonido vocal e
instrumental con la palabra organum. Un ejemplo de esta combinación es el organum
melismatico, que es un tipo de canto en que se realizaban pasajes melódicos floridos
por encima de una nota largamente sostenida, la cual fue ejecutada posteriormente por
el órgano. Los ejemplos de este tipo de composición se encuentran en las bibliotecas de
Santiago de Compostela, y de San Marcial, en Limoges.

EL Organum

El organum es una forma elemental de polifonía, que consiste en agregar a una melodía
de canto llano (cantus firmus), una segunda voz en simultaneidad, paralelismo y
consonancia perfecta (eran consideradas consonancias perfectas los intervalos de
octava, quinta y cuarta). La melodía gregoriana se llamaba vox principalis y se
encontraba en el registro superior, y la voz agregada o de acompañamiento se
denominaba vox organalis. Las variedades de organum incluían: organum de quintas y
de cuarta. A su vez las dos voces podían duplicarse a la octava. La vox organalis se fue
tornando cada vez más autónoma al desligarse del estricto paralelismo del cantus
firmus, y permitirse la contraposición de varias notas a una, entre las voces, que es lo
que caracteriza al organum. El tropario de Winchester contiene ciento cincuenta
organnums, con las partes corales homófonas y los solistas a dos voces.
Otra forma inicial de composición polifónica fue el discantus, el cual consistía en
superposición de dos voces nota contra nota, con la voz superior realizando
movimientos contrarios y paralelos.
En los dos últimos siglos de la Edad media se desarrolló en Europa Occidental el estilo
gótico, desde mediados del siglo XII hasta el comienzo del renacimiento en el siglo XV.
Si bien los compositores de este período del arte rara vez firmaban sus obras, se
conocen los nombres de algunos de ellos como son: los franceses Jean Probus, Robert
de Sabillon y Thomás de Saint Julián, y los ingleses John Filius Dei, Makeblite de
Winchester y Blakesmit.
Durante la segunda mitad del siglo XII coexistieron importantes escuelas de actividad
musical en diferentes ciudades de Europa, como París, Chartres, Limoges, Saint Gall,
Compostela, Padua, Winchester y Worcester, entre las más destacadas. Una de las más
importantes escuelas fue la de Notre Dame de París. A ella pertenecieron los
compositores Leonin y Perotin, entre los siglos XII y XIII.
Leonin produjo entre 1150 y 1175 organum en dos partes para los diferentes cantos del
responsorio, de festividades mayores y de la misa. Entre sus principales aportes se
pueden mencionar: la utilización de ritmos flexibles y variados y la contraposición de
varias notas a una sola. Según el monje inglés St. Edmunds de Bury, Leonin escribió El
Gran Libro de los Organums, para la misa y el oficio, con el fin de extender el culto
divino. Este libre fue usado hasta la época de Perotin, quien reelaboró muchas de sus
partes. Perotin fue un importante compositor del siglo XIII, posiblemente discípulo de
Leonin. Perotin se destacó por la composición de discantes, organums de cuatro partes
y la experimentación con un nuevo género de composición, denominado conductus.

Conductus

El conductus es otra de las formas polifónicas desarrolladas en los siglos XII y XIII.
Una de los rasgos que caracteriza al conductus es la similitud de ritmos entre dos, tres o
cuatro voces, con un comportamiento homofónico de las mismas, que posteriormente
pasó a tener una elaboración más creativa en cada una de las voces. Este tipo de obra
polifónica se utilizaba con el fin de conducir a los sacerdotes desde el altar a las gradas
del coro.
Otra de sus características era que el compositor no estaba obligado a usar como base el
canto llano, es decir que el autor creaba la melodía, o la tomaba de otras fuentes.
El texto del conductus se escribía para la voz más grave, pero las demás voces, al llevar
el mismo ritmo, aplicaban el mismo texto a su respectiva línea melódica.
Los conductus se escribían principalmente para las festividades especiales. Solían
comenzar con un floreo musical, continuaban con una sección silábica, referente a la
festividad o al santo al que se conmemoraban y finalizaban con un postludio florido.

Evolución del Motete

El motete en su forma más primitiva, se originó a partir de la añadidura de palabras a


una cláusula. Esta forma vocal consistía en una voz grave, llamada tenor, que contenía
algunas palabras basadas en un cantus firmus, y una voz más aguda, llamada motetus o
duplum. La voz tenor era cantada por un grupo de cantores, en calidad de acompañantes
de los solistas, o interpretada por un organista. Posteriormente se agregó una tercera
voz, llamada triplum, la cual tenía su propio texto. A partir de la introducción de la
tercera voz se desarrolla la politextualidad, es decir la combinación de melodías con
textos diferentes, que es otra de las características del motete. En esta forma vocal del
siglo XIII se llegaron a realizar combinaciones de lenguas diferentes, y de temas
religiosos y profanos.
En la música medieval, puede considerarse que existía una estrecha interrelación entre
las diferentes formas y estilos, como el enlace entre el organum y el discante, el
conductus y la cláusula, y el motete y el conductus, lo que muestra la interdependencia
de estas formas musicales y explica la dificultad para separarlas y dividirlas en
categorías rígidas.
Así como las formas litúrgicas se influían mutuamente, tomando elementos unas de
otras, las formas del arte profano medieval también operaron unas sobre otras. Por
ejemplo, un tema de danza podía convertirse en canción o la melodía de una canción
podía utilizarse como material para una danza. Era común que los músicos compartieran
ciertas fórmulas, con el fin de transplantarlas a sus composiciones.
Los ministriles medievales interpretaban la música en parejas o en grupos de tres cuatro
y generalmente conocían la técnica de varios instrumentos. Su repertorio incluía la
estampie (danza que utilizaba pares de versos de diferente medida), formas más breves
llamadas ductia y el virelai (tipo de canción con estribillo para solista y coro).
Otra forma musical utilizada en el siglo XIII fue el conductus profano o para-litúrgico,
cuyos temas se relacionaban con asuntos o personalidades de la iglesia, y del estado.
Entre las categorías de estas piezas se encontraban la exhortación a las Cruzadas,
llamada Crucifigat omnes y conductus en honor a reyes y príncipes. En general, el
conducto profano era un estilo que abarcaba tanto acontecimientos políticos como
coronaciones, conmemoraciones de muerte de reyes, príncipes y mártires, y temas de
naturaleza filosófica y religión popular.
En relación con la polifonía, fuera de Francia, es importante mencionar el movimiento
polifónica en las Islas británicas, el cual se desarrolló desde tiempos antiguos, tanto en
su forma vocal como instrumental. Desde la segunda mitad del siglo XIII los ingleses
utilizaron las terceras y sextas (siendo los primeros en reconocerlas como
consonancias), más que las consonancias de cuarta, quinta y octava, preferidas por los
compositores de siglos anteriores.
Una de las manifestaciones de música polifónica más conocida de Inglaterra es el canon
de verano (el canon más antigua de cuantos se hayan conservado), de fecha incierta,
alrededor de 1260, el cual es una obra escrita a seis voces, que presenta doce secciones
de dos compases, cada una con renovación de texto y música, que pueden repetirse con
la frecuencia que se desee.

Monodia profana

Los ministriles medievales eran, además de músicos, artistas polifacéticos. Tocaban


instrumentos como el arpa y la viola, eran acróbatas, y realizaban malabarismos. No se
conservan registros escritos de los instrumentos usados en las canciones medievales. Es
posible que, además de producir un doblamiento de una línea melódica, algunos
ministriles podrían haber añadido un contrapunto simple, usando concordancias de
cuarta, quinta y octava, y posteriormente de terceras y sextas.
Los trovadores dieron origen a la poesía profana, en sur de Francia, hacia finales del
siglo XI. Un siglo más tarde surgieron los troveros en el Norte de dicho país y en
Alemania, los minessanger. La canción profana fue la contrapartida de la canción sacra,
y se derivó de la secuencia ritmada y estrófica, del himno y del conductus. Se cree que
los trovadores escribían tanto la letra como la música de sus canciones. El contenido de
las mismas provenía de temas como la veneración mariana, el amor caballeresco, el
amor funesto o no correspondido, asuntos políticos, morales, sociales y exhortaciones a
las cruzadas.
El trovador más antiguo que se conoce fue Guillermo IX (duque de Aquitania), de
cuyos poemas no se conserva la música.
Entre los más importantes trovadores se pueden mencionar a: Bernard de Ventadorn
(quien escribió la famosa canción de la alondra, referente al amor no correspondido),
Guiraut de Bornelh, Peire Vidal y Jaufré Rudel.
La música de los trovadores fue difundiéndose hacia el norte de Francia. Es posible que
la nieta de Guillermo, Leonor de Aquitania, haya introducido en las cortes del norte las
obras de los trovadores.
Los troveros (trouvères) desarrollaron la poesía profana en el norte de Francia,
inspirados en el acervo melódico existente dentro y fuera de la iglesia. Escribían en
francés antiguo y de su música se conservan aproximadamente 1400 melodías.
Los troveros más destacados fueron: Blondel de Nesle, Conom de Béthune, Thibaut IV,
y Adam de Halle, quien compuso numerosos rondeaux, ballades y virelais polifónicos,
así como la canción pastoral Le jeau de Robin et Marion.
El casamiento de Federico Barbarrosa y Beatriz de Borgoña sirvió para extender la
influencia del arte de los troveros hacia Alemania. Los poetas alemanes
compusieron un tipo de forma musical llamado leich, el cual está estructuralmente
relacionado con la secuencia. Entre los músicos alemanes más resaltantes se nombran a:
Walter von der Vogelweide, Diezmar von Eist y Ulrico von Gutenberg.
En España, el arte trovadoresco llegó a través de la vía de Compostela. Fue un trovero,
quien inicialmente usó melodías preexistentes y las readaptó, aplicándoles nuevos
versos en honor de la virgen María. Una de las expresiones del culto mariano está
representada en las Cantigas de santa María, que son canciones escritas durante la
segunda mitad del siglo XII por el rey Alfonso X y sus músicos. Las melodías de estas
canciones muestran la influencia de modelos árabes y hebreos, del canto llano y del
canto popular.
En Italia, si bien se imitó la canción francesa, se tienen pocos testimonios de esa forma
musical. En este país se originaron los laude spirituale, que eran himnos de alabanza
cantados por bandas de penitentes errantes, con el fin de venerar a la virgen, o con letras
relativas a las grandes festividades del año cristiano.

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