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Síndrome
urémico hemolítico
Glosario
AE Del inglés attaching and effacing. Lesión de desorganización de la microvellosidad
EPO Eritropoyetina
ERC Enfermedad renal crónica
HTA Hipertensión arterial
MAT Microangiopatía trombótica
RDA Recommended dietary allowance o ingesta dietética recomendada
SNG Sonda nasogástrica
STEC Escherichia coli productora de shigatoxina
Stx Shigatoxina
SUH Síndrome urémico hemolítico
VO Vía oral
Tratamiento
Cuadro Clínico Diagnóstico
No existe Prevención
Hematológico Laboratorio Evolución y
tratamiento Higiene de
Renal Detección pronóstico
específico los alimentos
Otros órganos de STEC
Medidas
de soporte
Indicaciones
de diálisis
Introducción
El Síndrome urémico hemolítico (SUH) se define clínicamente por la aparición repentina
de anemia hemolítica microangiopática, plaquetopenia e injuria renal aguda.
El término “SUH diarrea (+)” cayó en desuso ya que otras formas de MAT pueden tener
también un pródromo diarreico.
Si bien la enfermedad fue reportada por Gasser (1955), la primera descripción completa
del SUH fue realizada por Gianantonio y colaboradores (1964) que describieron detalla-
damente el cuadro clínico y la evolución de un número significativo de casos. También
encontraron relación entre la severidad del fallo renal y el compromiso neurológico, con
las secuelas a largo plazo.
Son varias las vías de transmisión de STEC: consumo de alimentos o agua contami-
nados, contacto directo con animales y persona a persona (vía fecal oral). En el caso
del agua, su contaminación puede deberse a la descarga de materia fecal en aguas de
recreación o en aguas de pozo.
De todas estas vías de transmisión, la más frecuente es, sin dudas, la ingesta de carne
contaminada e insuficientemente cocida, en particular la carne picada (como el caso de
las hamburguesas consumidas en locales de comida rápida o las que se ingieren en el
hogar). Esto se debería a que al picar la carne, se introduce la bacteria en el centro del
producto, donde la cocción, si no supera los 70 °C, resulta insuficiente.
Epidemiología
En Argentina, esta enfermedad es endémica, y constituye un problema crítico para la
salud pública dado que en la edad pediátrica, es la primera causa de insuficiencia renal
aguda y la segunda de enfermedad renal crónica (ERC).
Anualmente se registran entre 300 y 500 casos. De acuerdo al informe del Boletín Inte-
grado de Vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación de febrero de 2019, durante el
año 2018 (semanas 1 a 52), se reportaron 319 casos de SUH. La incidencia acumulada
en 2018 asciende a 0,72 casos cada 100.000 habitantes y a 6,92 casos cada 100.000
menores de 5 años Figura Nº 1. En países vecinos, como Chile y Uruguay, no se han
superado los 3 casos cada 100.000 menores de 5 años.
Con respecto a la distribución por edad, los grupos más afectados continúan siendo los
menores de 5 años, aunque también como puede verse en el Figura Nº 2 se registran
casos en niños mayores, adolescentes e incluso en adultos.
Todo paciente con MAT y diarrea asociada a STEC tiene diagnóstico de SUH típico,
independientemente de la edad. En menores de 6 meses,el SUH típico es excepcional,
por lo tanto cuando se presenta un cuadro de MAT en este grupo etario, deben descar-
tarse en primer lugar otras causas de MAT.
Fuente: Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación. N° 439 SE 06.
Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/biv_439.pdf
Fuente: Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación. N° 439 SE 06.
Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/biv_439.pdf
Año 2018 SE 52
Provincia/Región
Cantidad de casos Tasa
Buenos Aires 123 0,72
CABA 35 1,14
Córdoba 27 0,73
Entre Ríos 10 0,74
Santa Fe 22 0.63
Centro 217 0,75
Mendoza 23 1,18
San Juan 9 1,18
San Luis 4 0,81
Cuyo 36 1,12
Corrientes 1 0,09
Chaco 3 0,25
Formosa 0 0,00
Misiones 0 0,00
NEA 4 0,10
Catamarca 0 0,00
Jujuy 2 0,27
La Rioja 1 0,25
Salta 6 0,43
Sgo del Estero 4 0,42
Tucumán 6 0,36
NOA 19 0,34
Chubut 17 2,84
La Pampa 6 1,70
Neuquén 7 1,08
Rio Negro 6 0,82
Santa Cruz 5 1,44
Tierra del Fuego 2 1,21
Sur 43 1,51
Total país 319 0,72
Fuente: elaboración propia. Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación.
N° 439 SE 06. Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/biv_439.pdf
Durante la internación del paciente, deben extremarse las medidas para evitar el con-
tagio (aislamiento de contacto). No está en claro el tiempo de excreción de STEC en un
paciente con SUH; si bien se estima un tiempo medio de 10 a 14 días desde el inicio de
la diarrea, se detectó excreción hasta 3 semanas o más.
Patogenia
Dentro de las cepas de STEC, la O157: H7 es el serotipo que se asocia con mayor fre-
cuencia a SUH, y en menor medida también se asocian las cepas O145:NM, O121:H19 y
O26:H11.
Estas cepas producen dos tipos de toxinas: Stx1 y Stx2, codificadas en bacteriófagos
integrados en el genoma bacteriano.
Los niños tienen mayor cantidad de receptores Gb3 con respecto a los adultos, lo cual
podría explicar su mayor susceptibilidad.
Así, una vez instalada la MAT, se producirá injuria tisular en los órganos afectados, lo
que explicará las manifestaciones clínicas.
Cuadro clínico
El cuadro comienza con un período prodrómico caracterizado por diarrea, vómitos,
fiebre y dolor tipo cólico abdominal.
De todos los niños que presentan diarreas producidas por STEC, se estima que el
10 - 15% desarrollará el SUH entre 5 y 10 días desde el comienzo de la diarrea. Una vez
instalada la enfermedad, el cuadro clínico estará definido por el compromiso multisisté-
mico.
Los esquistocitos son glóbulos rojos (GR) con forma de casco o cáscara de huevo
producto de su fragmentación en la microcirculación.
Compromiso renal
La injuria renal está presente en todos los pacientes. La hematuria microscópica es un
hallazgo constante y habitualmente se acompaña de proteinuria.
- Tracto gastrointestinal: la MAT puede afectar cualquier sector del tubo digestivo
desde el esófago hasta el área perianal. Las manifestaciones más severas incluyen:
colitis hemorrágica, necrosis y perforación intestinal, prolapso rectal e intususcep-
ción. Algunos pacientes pueden comenzar la enfermedad con un cuadro de abdo-
men agudo quirúrgico (ejemplo: apendicitis), unos días antes de que aparezcan los
hallazgos hematológicos típicos del SUH.
La colitis hemorrágica más allá del período prodrómico es una complicación poco
frecuente (< 6%). Cuando se presenta, debe hacer sospechar la presencia de ne-
crosis de la pared intestinal a nivel del colon ascendente o transverso, que son las
porciones que se afectan con mayor frecuencia. Por su gravedad, constituye uno de
los principales factores de riesgo asociado a mortalidad.
- Páncreas: puede haber intolerancia a la glucosa con DBT mellitus transitoria o per-
manente por compromiso microangiopático de islotes pancreáticos. Se puede evi-
denciar compromiso de páncreas exócrino por elevación de lipasa y amilasa.
Diagnóstico
El interrogatorio, primera herramienta para iniciar la evaluación, no sólo debe orientarse
a las características del inicio del cuadro, sino que también debe estar dirigido a investi-
gar la probable fuente y los hábitos familiares en el manejo, conservación y preparación
de alimentos, en particular el modo de cocción de la carne.
Estudios iniciales
Laboratorio: hemograma con frotis y recuento de plaquetas, creatinina, urea, ionogra-
ma, estado ácido base, LDH, glucemia, análisis de orina y coprocultivo.
Otros estudios
La telerradiografía de tórax es un elemento útil para corroborar la volemia a partir
del índice cardio-torácico. Se recomienda realizarla al ingreso del paciente.
La ecografía renal no es un estudio indispensable al inicio de la enfermedad.
Si bien los pacientes con CID presentan anemia, plaquetopenia y fallo renal, el diag-
nóstico diferencial se hará detectando niveles disminuidos de factores V y VIII, pro-
longación del tiempo de protrombina y del tiempo parcial de tromboplastina, dismi-
nución del fibrinógeno, y presencia de productos de degradación de fibrina (PDFs) y
de dímero D. Estas alteraciones no se observan en pacientes con SUH típico.
Tratamiento
Todo paciente con diagnóstico de SUH debe ser hospitalizado.
No existe una terapia específica; las medidas de soporte siguen siendo el pilar del trata-
miento.
1. Aporte hídrico
Es fundamental valorar el estado de hidratación al ingreso mediante examen físico:
peso, tensión arterial, frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria.
En acuerdo con estos resultados, también se observó que los niños con SUH que se
internaron deshidratados requirieron dializar en forma significativamente más frecuente
y tuvieron un periodo oligoanúrico más prolongado que los normohidratados.
Una vez alcanzada la normohidratación se comenzará con el aporte enteral por vía oral
o por sonda nasogástrica (SNG), preferentemente con fórmula sin lactosa o fórmula
para lactantes baja en sodio, si cedió la diarrea. En el caso de un lactante que recibe
lactancia materna y que no requiera restricción del aporte, lo correcto es continuar con
la lactancia. En este último caso, el balance dependerá del peso seriado y de la cuantifi-
cación de los egresos.
En caso de intolerancia o contraindicación para la vía oral evitar las soluciones endove-
nosas excesivamente hipotónicas.
2. Manejo de electrolitos
- Sodio. Es frecuente la hiponatremia, asociada a hipo o hipervolemia.
Hiponatremia con hipovolemia: ocurre por pérdida de sodio por materia fecal en
un paciente que se presenta deshidratado. El tratamiento consiste en rehidratar al
paciente con solución fisiológica. Luego, se recomienda continuar con un aporte de
sodio a una concentración de 70-80 mEq/l.
Hiponatremia
sintomática
En niños con disfunción renal leve y diuresis conservada, deberá considerarse la hi-
perkalemia ficticia por muestras hemolizadas o por presencia de leucocitosis severas
(> 50.000 mm3).
Efectos
Mecanismo Dosis y vía de Inicio de Duración indeseados/
Medicación
de acción administración acción de acción complica-
ciones
Favorece el 1 gota/kg en
Taquicardia
Salbutamol ingreso de K al nebulización 30 min 2-4 horas
intracelular Temblor
Dosis máx: 20 gotas
Estabiliza el 0,5-1 ml/kg, Bradicardia
Gluconato de
potencial de IV en 5-10 minutos Inmediato 60 minutos Arritmia
calcio 10%
membrana Dosis máx: 10 ml Hipercalcemia
Sobrecarga
Favorece el Mientras
Bicarbonato de 1 mEq/kg IV de sodio,
ingreso de K al 15-30 min dure la
sodio 1 molar en 10-30 min Hipertensión
intracelular infusión
arterial
Insulina corriente 0,1
U/kg (máximo 10 U)
Favorece el
Glucosa/ en Glucosado 10%
ingreso de K al 30 min 120 min Hipoglucemia
Insulina (5-10 ml/kg)
intracelular
endovenoso en 30
minutos a 1 hora
Fuente: Modificado de: Pathogenesis, diagnosis and management of hyperkalemia. Pediatr Nephrol (2011) 26:377-384.
En la fase de salida, con la mejoría de la función renal y aumento del ritmo diurético
también puede observarse hipokalemia que se corregirá preferentemente con aporte
oral de potasio en forma de cloruro.
4. Hiperuricemia
La precipitación de cristales de ácido úrico puede agravar la injuria renal en niños con
SUH.
Si bien el allopurinol es capaz de reducir significativamente dichos niveles, es discutida
su eficacia para mejorar la falla renal ya instalada.
Se indicará aporte proteico limitado a los requerimientos para edad según RDA.
Utilizar de preferencia la vía oral, pero dada la hiporexia que presentan estos pacientes,
la SNG resulta la vía que mejor garantiza la adecuada nutrición. Considerar el uso de
leche de fórmula enriquecida con polimerosa y aceite o triglicéridos de cadena mediana
(TCM) o bien leche libre de lactosa si el paciente persiste con diarrea.
9. Medidas generales
- Aislamiento de contacto. Por la posibilidad de contagio de STEC persona-perso-
na, es indispensable el aislamiento de contacto durante todo el período agudo de la
enfermedad.
- Uso de antibióticos. No están indicados dado que las cepas de STEC no tienen
propiedades entero invasivas, por lo que los pacientes afectados no desarrollan
septicemia. Con respecto a la capacidad de los antibióticos de exacerbar la enfer-
medad hay controversias. Por un lado, se demostró que algunos antibióticos (como
trimetroprima sulfametoxasol) aumentarían la producción de Stx por parte de las
cepas STEC, posiblemente por lisis bacteriana y liberación de toxina. En un estudio
prospectivo en niños con infección por E. coli O157H7 el uso de antibióticos también
aumentó el riesgo de SUH. Contrariamente, en otro estudio, la azitromicina redujo
la liberación de Stx por parte de las cepas STEC in vitro. De cualquier manera, este
efecto no fue aún evaluado in vivo como para recomendar el uso de este antibiótico.
Evolución y pronóstico
Más del 95% de los niños se recupera en la etapa aguda, siendo la mortalidad menor al 4%.
Los pacientes que presentan compromiso de SNC, Hb elevada al ingreso (mayor ≥ 10,8 g/dl),
hiponatremia al ingreso (Na ≤ 128 Eq/l), colitis hemorrágica severa y recuento elevado de leu-
cocitos (> 20.000/mm3), son quienes tienen mayor riesgo de mortalidad en la fase aguda.
Seguimientos alejados muestran que de todos los pacientes que sobreviven al SUH, un
62% presenta recuperación completa, 18% normaliza la función renal pero desarrolla
proteinuria o HTA, 16% presenta enfermedad renal crónica (ERC) asociada a proteinu-
ria/ HTA y el 3% evoluciona a en enfermedad renal crónica terminal con requerimiento
de diálisis crónica y trasplante renal.
El mejor predictor utilizado para conocer la posibilidad de secuela renal es la duración en
días, del período oligoanúrico. Con más de 7 días de anuria hay un 30% de posibilidad de
progresión a ERC, con más de 15 días de oligoanuria ese riesgo aumenta al 90%.
Uno de los estudios con mayor tiempo de seguimiento de niños que tuvieron SUH y que
no requirieron diálisis, demostró que más del 30% tuvo secuela renal: ERC, proteinuria
y/o albuminuria.
Como estas alteraciones, en general, sólo pueden detectarse con los controles seria-
dos de laboratorio, es que se recomienda que todo niño que cursó un SUH continúe
seguimiento ambulatorio por un nefropediatra al menos hasta la adolescencia.
La contaminación del ganado vacuno por STEC en Argentina es muy elevada. Se detec-
tó que vacas en ordeñe (animales adultos), tenían una alta prevalencia (32%) de STEC,
al igual que los terneros de guachera y terneros recién nacidos (43% y 25% respectiva-
mente).
Las estrategias para disminuir la carga de patógenos en los reservorios no deben foca-
lizarse en un pequeño grupo de animales identificados como positivos, sino que deben
aplicarse a grandes grupos de animales en el campo en las diferentes fases de pro-
ducción, previo a la entrada al frigorífico. Teniendo en cuenta las diferentes vías por las
cuales el hombre puede tomar contacto con materia fecal de bovinos, las estrategias de
intervención que se focalicen en estos patógenos en el animal en pie, antes de la faena,
serán las que tengan mayor impacto en el mejoramiento de la seguridad de los alimen-
tos. Se han planteado numerosas estrategias: la más promisoria es la administración de
bacterias beneficiosas o probióticos que compiten con las cepas de STEC en el intesti-
no del ganado.
Referencias
9) Fenómeno de aumento de permeabilidad capilar que puede generar o exacerbar los edemas en los
niños con SUH.
40 Ejercicio de Autoevaluación N º 1
1 Autoevaluación
Ejercicio de Autoevaluación N º 1 41
Autoevaluación 1
b) En el laboratorio presenta anemia, ¿qué laboratorio adicional solicitaría para descartar que haya
desarrollado un SUH?
...............................................................................................................
c) En caso de descartarse el SUH, ¿en qué momento podría regresar Julián a la guardería?.
...............................................................................................................
• Martina, 11meses de edad. Llega a la guardia derivada desde un centro periférico con diagnóstico
de SUH, comenzó con diarrea sanguinolenta 6 días previos a la derivación. La madre refiere que Mar-
tina presentaba entre 4 a 5 deposiciones diarias, vómitos, mala actitud alimentaria, decaimiento. Al
examen físico presenta: palidez, edema bipalpebral, hipotonía, taquicardia, TA 80/45, pulsos débiles.
Se decide su hospitalización. Estudios de laboratorio: ionograma: 128/4,8, creatinina: 1 mg/dl, urea: 63 mg/dl,
Hb 8 g/dl, plaquetas 54.000/mm3, GB 15.000/mm3, esquistocitos en el frotis, LDH 2.100 UI/L, Astrup:
PH 7,25, bic 17 mEq/l. Orina: 20 a 30 GR/cpo, proteinuria aislada: 1 g/l.
a) ¿Cuál es la mejor manera de evaluar la volemia de esta paciente?
...............................................................................................................
b) Una vez determinada la volemia, ¿qué indicación realiza con respecto al aporte hídrico?
...............................................................................................................
42 Ejercicio de Autoevaluación N º 1
Conclusiones
Nuestro país tiene la mayor incidencia de SUH en el mundo.
La contaminación del ganado vacuno por STEC en Argentina es muy elevada. Son
varias las vías de transmisión de STEC y la más frecuente es, sin dudas, la ingesta de
carne contaminada e insuficientemente cocida.
Todo paciente con diagnóstico de SUH debe ser hospitalizado. Las secuelas pueden
aparecer meses o años después del período agudo.
Lecturas recomendadas
• Adragna M, Balestracci A. Microangiopatíatrombótica en pediatría. Nefrología Pediátrica. 3° Edición.
Sociedad Argentina de Pediatría. Comité Nacional de Nefrología Pediátrica. 2017. Capítulo 19. Páginas
171-180.
• Monteverde M. Síndrome urémico hemolítico. Nefrología, Diálisis y Trasplante 2014; 34 (1): 27-41.
Revista Argentina de Zoonosis y enfermedades infecciosas emergentes. Número especial: Síndrome
Urémico Hemolítico. Buenos Aires. 2018; vol XII N°1.
• Rivas M. Epidemiología del síndrome urémico hemolítico en Argentina. Situación actual e innovacio-
nes diagnósticas. Jornadas de Síndrome Urémico Hemolítico. Homenaje al Dr. Carlos A Gianantonio,
Buenos Aires, 19 de agosto de 2016 (https://bit.ly/2ReDKCr).
• Etcheverria A, Padola N. Situación y control de Escherichia ColiVerotoxigénico (VTEC) en bovinos.
Uso de Probióticos. Nefroped. Módulo Síndrome Urémico Hemolítico. Sociedad Argentina de Pediatría.
2018.
• Balestracci A, Martin SM, Toledo I, Alvarado C, Wainsztein RE. Dehydration at admission increased the
need for dialysis in hemolytic uremic syndrome children. Pediatr de Nephrol 2012;27(8):1407-141.
44 Clave de Respuestas N º 1
1 Clave de respuestas
El riesgo de un niño que presenta Stx en materia fecal, de desarrollar un SUH es del 10-15%. Si se
instala el cuadro, suele ocurrir entre el quinto y décimo día de iniciada la diarrea, por lo cual Julián
tiene aún riesgo de presentar un SUH.
b) En el laboratorio presenta anemia, ¿qué laboratorio adicional solicitaría para descartar que haya
desarrollado un SUH?
El laboratorio solicitado no es suficiente para descartar el SUH. Debe solicitarse al menos un frotis
para búsqueda de esquistocitos, LDH y/ o haptoglobina y un sedimento urinario para descartar
hematuria y /o proteinuria.
Con los laboratorios podemos afirmar que Julián no presenta cuadro clínico de SUH al momento de
la evaluación. Pero los controles deben continuar al menos hasta 4 semanas de iniciada la diarrea,
dado que la eliminación de STEC es intermitente y prolongada (hasta más allá de 3 semanas). Los
controles deben ser clínicos y con análisis de orina en búsqueda de hematuria (recordar que la
microhematuria está presente en el 100% de los niños que hacen el SUH). Se deberían realizar
estos controles inicialmente cada 48 horas y luego espaciar hasta llegar al menos a las 4 semanas
de iniciada la diarrea.
Julián no podrá regresar a la guardería hasta tanto no tenga dos coprocultivos negativos, separa-
dos al menos por 48 horas.
El interrogatorio permite sospechar que Martina se encuentra deshidratada por el alto número de
pérdidas que tuvo los días previos. La descripción del examen físico corrobora la deshidratación
severa. Los edemas pueden ser secundarios a hipoalbuminemia o a capilaritis, en este caso no son
signo de hipervolemia. La teleradiografía de tórax, estudio sumamente útil al inicio, corroborará el
estado de la volemia.
Clave de Respuestas N º 1 45
Clave de respuestas 1
b) Una vez determinada la volemia, ¿qué indicación realiza con respecto al aporte hídrico?
Ante un niño con SUH con deshidratación grave se debe indicar expansión con solución fisiológica
a 20 ml/kg en forma rápida. Repetirla en caso de ser necesario. Cuando mejoren los signos vitales
debe continuarse con aporte de solución fisiológica a 10 ml/kg/h hasta alcanzar la normohidrata-
ción.
Al lograr la normohidratación corresponde dejar aporte de líquidos estimando para las próximas
24 horas las pérdidas insensibles más los 55 ml de micción. De acuerdo al balance seriado, sumar
al aporte: nuevas micciones, pérdidas por materia fecal o vómitos. Si la paciente tolera, ese volu-
men debería ser aportado como leche sin lactosa VO o por SNG.
46 Clave de Respuestas N º 1