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Walter Kohan-Que Es La Pedagogia
Walter Kohan-Que Es La Pedagogia
Walter O. Kohan
Está claro que las cosas pueden ser diferentes y que no es necesario confundir una
pedagogía con todas las pedagogías. Pero también podemos sospechar que las cosas sean
verdaderamente diferentes si algunas relaciones se mantienen, aunque reciban nombres
distintos. En todo caso, la diferencia en pedagogía cobra la forma de un desafío: salir de
la esclavitud. No me refiero a la tan mentada esclavitud del niño. Sospecho que ésta será
siempre una ficción de los adultos. Me refiero a la primera esclavitud, la más fuerte, la
principal: la esclavitud de sí. Ésta, el pedagogo aún la carga consigo. De modo que la
pedagogía es, por encima de un misterio, el desafío de la liberación de la esclavitud.
Desde que se inventó la escuela, la pedagogía ya no es sólo un misterio, un enigma, una
pregunta y un desafío, sino que también es un imposible: círculo cuadrado, educar para la
autonomía; aceite en agua: emancipar al ciudadano; hielo caliente: formar para la
libertad. Después de “¿qué es la pedagogía?” sigue otro signo: la interrogación se
convierte en exclamación… ¡¡¡Lo que es la pedagogía!!! ¡¡¡Cómo es posible!!!
¡¡¡Cómo!!! De modo que la pedagogía también es imposible. Con todo, por el camino de
lo imposible, se encuentra más próxima al pensamiento. Pensamos porque, como,
cuando, donde es imposible pensar. Educamos porque, como, cuando, donde es imposible
educar. La verdadera pedagogía, la que vale la pena ser pensada, afirma cierto respeto a
lo imposible.
Sócrates, pedagogo imposible, lo sabía, incluso antes de que se inventaran las escuelas.
Tan imposible era la pedagogía de Sócrates que lo mataron. O se dejó matar, para el caso
es lo mismo. Las razones están explícitas en la acusación: Sócrates corrompía a los
jóvenes. Es cierto que los corrompía. Tradicionalmente, se les enseñaba que no sabían y
que debían aprender lo que ignoraban. Sócrates también les enseñaba que no sabían, pero
pretendía que aprendiesen otra cosa: lo contrario del saber, la ignorancia. Una muestra
más de la imposibilidad de la pedagogía: cuando es verdadera, enseña un imposible: que
la ignorancia es un saber, que la ignorancia es, de hecho, el único saber que es necesario
saber porque permite siempre saber de otro modo y no saber sólo lo que ya se sabe. La
ignorancia es el doble imposible de la pedagogía.