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Facultad de Derecho
Departamento de Ciencias Penales
Santiago de Chile
2019
Índice
Glosario……………………………………………………………………….....…………4
Resumen .................................................................................................................. 5
Introducción ............................................................................................................... 6
2
4. Revocación del beneficio .............................................................................. 59
5. Concesión de libertad completa .................................................................... 60
Conclusiones ........................................................................................................... 68
Bibliografía ............................................................................................................... 70
3
Glosario
4
RESUMEN
5
Introducción
1 HISTORIA FIDEDIGNA DE LA LEY N.º 21.124 [En línea]. En versión PDF. p.39.
<https://www.bcn.cl/historiadelaley/nc/historia-de-la-ley/7616/>. [Consulta: 10 de mayo 2019]
6
la realidad actual, y que no significaban necesariamente que el condenado esté en condiciones
de reinsertarse socialmente.
Estructura de la investigación
Sin embargo, antes de adentrarse a ello es menester tener un conocimiento previo del
concepto mismo de la institución y su historia en nuestro país, con lo que se da inicio a este
trabajo.
7
Capítulo I. La Libertad Condicional, concepto e historia.
Así, el diccionario del español jurídico de la RAE la define como la “Última fase de
ejecución de la pena de prisión que permite cumplir la pena en régimen de libertad, sometido
a la condición de no delinquir durante su duración y al cumplimiento de ciertas reglas de
conducta”2 Destaca de esta definición el referirse a la institución como una “fase” de la
ejecución de la pena, integrándola a la pena misma, lo que como veremos adelante, es
relevante.
El D.L. N°321 del año 1925 inicia justamente señalando que la libertad condicional es
un medio de prueba de que la persona demuestra avances en su proceso de reinserción social,
sin embargo, ello pareciera hacer más bien una referencia a su función y fundamento, de lo
que se hablará más adelante, más que a su concepto mismo, al que se refiere a continuación
señalando que respecto de la pena la libertad condicional es un “modo particular de hacerla
cumplir en libertad por la persona condenada”
Por ello acertadamente se refieren Sepúlveda y Sepúlveda a esta institución como: “la
concreción última de un régimen progresivo inspirado en la orientación resocializadora de la
pena privativa de libertad”3
2 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario del español jurídico. [En línea]. <https://dej.rae.es/lema/libertad-
condicional>. [Consulta: 18 de mayo 2019]
3 SEPÚLVEDA, E. y SEPÚLVEDA, P. 2008. A 83 años del Establecimiento de la Libertad Condicional
en Chile: ¿un beneficio desaprovechado? Revista de Estudios Criminológicos y Penitenciarios (13): p.88
8
debemos remitirnos brevemente al fin de la pena. Así, señala Ana María Morales: “La libertad
condicional participa en parte de la ejecución de la pena privativa de libertad. Así, la libertad
condicional participa en la esencia del carácter de la pena, pues se integra como el último
período de cumplimiento de la pena privativa de la libertad”4
Por ello, son las teorías que corresponden a la prevención especial las que explican
esta institución de mejor manera. Así, “Cuando la misión que se atribuye al derecho penal
consiste en contener al hechor de la comisión de nuevos delitos, se habla de prevención
especial. El efecto preventivo puede tener lugar, sea impidiendo con fuerza física que el hechor
4 MORALES, A. M. 2013. Redescubriendo la libertad condicional. [En línea]. Conceptos, Paz Ciudadana Edición
N°30. Abril de 2013 p.3 <http://www.biblio.dpp.cl/biblio/DataFiles/8198-2.pdf> [Consulta: 7 de mayo 2019]
5 SZCZARANSKI, F. 2013. Aproximación a la reiteración delictiva y a la teoría concursal desde la teoría de la pena.
9
recaiga en el delito, sea persuadiéndolo o llevándolo a condiciones tales que se abstenga de
ello”7
No sólo la prevención especial positiva es la teoría del fin de la pena que más dice
relación con la etapa de ejecución de la misma, sino que la adhesión a esta visión se puede
observar en la misma legislación desde el momento que el DL. N°321 define la libertad
condicional como “medio de prueba de que la persona condenada a una pena privativa de
libertad y a quien se le concediere, demuestra, al momento de postular a este beneficio,
avances en su proceso de reinserción social” (Artículo 1°). Aun cuando la nueva legislación,
como veremos más adelante, realiza ciertos cambios en este articulado, ya en la antigua
definición se hacía referencia al hecho de que el condenado estuviese “corregido” para la vida
social como fundamento del otorgamiento de esta prerrogativa, por lo que desde su primera
iteración, esta institución ha estado estrechamente ligada con el concepto de prevención
especial positiva.
Ello se ve aún más claro, en palabras Sepúlveda y Sepúlveda al señalar que esta
institución “constituye la concreción última de un régimen progresivo inspirado en la orientación
resocializadora de la pena privativa de libertad, lo cual se consigue a través de un
tratamiento”8. Lo anterior resalta que el fundamento de la libertad condicional participa del fin
de la pena, en tanto se trata de la última etapa del cumplimiento de la misma.
Por ello es que este propósito múltiple de la pena, planteado originalmente por Roxin
ha sido una de las concepciones más predominantes en la materia. Esta utilidad múltiple por
tanto se resume como bien señala Muñoz Conde: "(…) en el momento de la amenaza penal,
es decir, cuando el legislador prohíbe una conducta amenazándola con una pena, es decisiva
la idea de prevención general (…) pero si, a pesar de esta amenaza se llega a cometer el
7 POLITOFF, S., MATUS, J. y RAMÍREZ, M. 2009. Lecciones de Derecho Penal chileno Parte General. Editorial
Jurídica de Chile. p.63
8 SEPÚLVEDA, E. y SEPÚLVEDA, P. Op. Cit. p.88
9 FONCEA, M.I. 1993-1994 Revisión del instituto de la Libertad Condicional. Revista de Derecho de la Universidad
10
hecho prohibido, entonces a su autor debe aplicársele la pena prevista para ese hecho,
predominando en la aplicación de la pena la idea retributiva. Finalmente, durante la ejecución
de la pena impuesta, prevalece, sobre todo si se trata de una pena privativa de la libertad, la
idea de prevención especial.” 10
10 MUÑOZ CONDE, F. Introducción al Derecho Penal. Barcelona: Casa Editorial Bosch, 1975. p.
36. citado en HORVITZ, M.I. 2018. La insostenible situación de la ejecución de las penas privativas de libertad:
¿vigencia del Estado de Derecho o estado de naturaleza? [En línea]. Política criminal Vol. 13, Nº 26 (Diciembre
2018) p.931 https://scielo.conicyt.cl/pdf/politcrim/v13n26/0718-3399-politcrim-13-26-00904.pdf [Consulta: 7 de
mayo 2019]
11 Datos presentados por Ana María Morales durante la discusión parlamentaria. Historia fidedigna de la ley N.º
11
3. Origen histórico de la institución
El origen de esta institución va de la mano con el cambio de la mirada del fin de la pena
que pasa de una visión meramente retribucionista a uno que se condice con la mirada
resocializadora de la pena. Ya en 1777 ciertos autores, aunque no llegando aún a la libertad
condicional como respuesta, al menos manifestaban la necesidad de ver la pena con un fin de
corregir. Así John Howard en la obra “The state of Prisons in england and Wales” señala, como
nos explica Ana María Morales que “Para él, el sistema penal no debía tener el objeto de
destruir la vida de las personas internas, sino que la pena privativa de la libertad debía tener
una finalidad de enmienda, proponiendo un régimen de aislamiento celular y penitencia”12.
Aunque puede a primera vista parecer contradictorio que la corriente reformista de la cual este
autor es parte haya sido propicia para la llegada de la institución de la libertad condicional dado
que él proponía un régimen en extremo severo, lo importante es que, si bien el método de
corrección que proponía no era el adecuado, ponía en evidencia que la enmienda era el fin de
la pena.
12
la evolución personal del interno.”14. Este concepto de fases también fue instaurado en Chile
en 1928, pero nunca fue llevado a la práctica.15
En Chile, la institución data del año 1925 con la dictación del Decreto Ley N° 321, que
desde su concepción original acogió los elementos de efecto resocializador de la pena, así, en
su versión primigenia señalaba que la libertad condicional se establece como “como un medio
de prueba de que el delincuente condenado a una pena privativa de libertad y a quien se le
concede, se encuentra correjido y rehabilitado para la vida social”. Aunque en su redacción
actual, justamente parte de unas de las modificaciones introducidas por la ley 21.124, existen
ciertas diferencias de las que nos ocuparemos más adelante, el principio orientador continúa
siendo el mismo, vale decir, la función de enmienda de la pena.
Luego, la Ley N°20.042 del 23 de julio de 2005 introdujo regulación especial respecto
a los condenados a presidio perpetuo por delitos contemplados en la Ley N°18.314, que fija la
penalidad por conductas terroristas, señalando que se les podrá conceder una vez cumplidos
10 años de presidio efectivo el beneficio de la libertad condicional si los hechos hubieren
14 CERVELLÓ, V. 2019. Libertad Condicional y Sistema Penitenciario. Valencia. Tirant Lo Blanch p.13)
15 FONCEA, M.I. Op.Cit. p.468
16 PAPIC, J. y RAMÍREZ, C. Op.Cit. p.12-13
13
ocurrido entre el 1 de enero de 1989 y el 1 de enero de 1998, bajo condición de suscribir una
declaración que contenga una renuncia inequívoca al uso de la violencia.
La Ley N°20.770 en tanto introdujo dentro de los delitos que requieren tiempo de
aseguramiento especial (dos tercios de la pena) el manejo en estado de ebriedad con resultado
de muerte (incisos tercero y cuarto del artículo 196 de la Ley N°18.290), regla que permanece
también hoy vigente.
Mediante diversas leyes además se incorporaron otros delitos que requieren tiempo de
aseguramiento especial, como el homicidio de funcionario de integrante de miembros de las
policías, del cuerpo de Bomberos y de Gendarmería de Chile en el ejercicio de sus funciones,
así como los delitos relacionados con la producción de material pornográfico infantil entre
otros.
Sin embargo, la modificación más relevante a nuestro parecer fue aquella realizada por
la Ley N°20.587 del 8 de junio de 2012 pues ella cambió significativamente el procedimiento
de otorgamiento de la libertad condicional.
14
CAPITULO II. Naturaleza jurídica y requisitos generales.
1. De beneficio a derecho.
En relación a la anterior legislación los primeros cambios vienen dados por el lenguaje
utilizado, así, mientras que antiguamente se señalaba que la libertad condicional es un medio
de prueba de que el “delincuente” se encuentra rehabilitado, hoy en cambio se refiere a “la
persona” condenada, lo que se condice con justamente intentar reducir desde ya la
estigmatización en el empleo de los términos, sin embargo, lo más relevante de esta nueva
definición es el hecho de señalar que la libertad es un “beneficio” en relación a un “derecho”
como lo calificaba la versión anterior de la legislación.
17 El texto de la ley previo a la modificación era el siguiente: “Artículo 1.o Se establece la libertad condicional, como
un medio de prueba de que el delincuente condenado a una pena privativa de libertad y a quien se le concede, se
encuentra correjido y rehabilitado para la vida social.
La libertad condicional, salvo lo que dispone el artículo 3.o del presente decreto-lei, no estingue ni modifica la
duración de la pena, sino que es un modo particular de hacerla cumplir en libertad por el condenado y segun las
disposiciones que se dicten en este decreto-lei y en el reglamento respectivo.”
18 HISTORIA FIDEDIGNA DE LA LEY N.º 21.124. Op. Cit. p.70
15
sería suficiente el mero cumplimiento de requisitos formales sino la existencia de un especial
mérito para ello, dejada dicha ponderación al arbitrio de la comisión de libertad condicional.
19 Recurso de Protección Rol 612-2008, citado en SEPÚLVEDA, E. y SEPÚLVEDA, P. Op. Cit. p.88
20 HISTORIA FIDEDIGNA DE LA LEY N.º 21.124. Op. Cit. p.48
16
solo ha sido privado de su libertad ambulatoria y no de su cualidad de persona y que, por tanto,
merece un trato igualitario ante la ley.
Aunque ahondaremos en esto más adelante, además hay que señalar que los
requisitos para el otorgamiento de la libertad condicional señalados por la nueva ley son todos
objetivos (exceptuando los crímenes de lesa humanidad), así se requiere: 1) Haber cumplido
los tiempos de condena establecidos para cada delito, 2) Haber observado conducta
intachable durante el cumplimiento de la condena, lo que se califica conforme haber obtenido
nota “muy buena” los tres o cuatros bimestres anteriores a la solicitud según la duración de la
condena y 3) Contar con un informe de postulación psicosocial elaborado por un equipo
profesional de área técnica de Gendarmería que permita orientar sobre los factores de
reincidencia, entre otros.
17
procedimiento o calificación del Tribunal de Conducta sino que simplemente debe verificar que
la calificación otorgada haya sido “muy buena” durante el tiempo requerido, por tanto es un
requisito formal y objetivo. Inclusive la adición del tercer requisito consistente en contar con un
informe de postulación psicosocial, continúa siendo un elemento objetivo pues no requiere que
este informe sea “favorable” (como se proponía en la iniciativa de ley originalmente) sino solo
contar con dicho informe. Sin duda que su contenido será orientador para determinar si un
otorgamiento ha sido arbitrario o no, pero en los hechos el requisito legal es estrictamente
contar con dicho informe.
Por ello se puede aseverar que, aunque se haya cambiado el término empleado, la
concesión de la libertad condicional no comprende una facultad administrativa discrecional
sino una reglada, que se encuentra condicionada a la verificación de requisitos establecidos
explícitamente en la ley y a una evaluación conforme a fines claramente señalados en la
misma.
Por ello bien concluye la unidad de Corte de la defensoría penal pública al señalar que
“redefinir la libertad condicional “como un “beneficio” no debiese tener mayores repercusiones
prácticas, puesto que el presunto beneficio sigue sujeto a la concurrencia de requisitos
objetivos y la exigencia de fundamentación por parte de la autoridad, abriendo la posibilidad
de exigencia por parte del beneficiario cada vez que se encuentre en las hipótesis previstas
por la legislación”23.
Uno de los principales cambios introducidos por la Ley N°21.124 fue aquel introducido
en el artículo 2° del DL. N°321, integrando nuevos requisitos y eliminando otros que ya no
tenían cabida en la realidad nacional. Así, el nuevo texto del artículo 2° es el siguiente24:
23 DEFENSORÍA PENAL PÚBLICA, UNIDAD DE CORTE. 2019. Minuta La libertad condicional bajo las nuevas
normas del Decreto Ley 321 (modificado por la Ley N° 21.124) [En línea] p.4
<http://www.biblio.dpp.cl/biblio/DataFiles/14270.pdf> [consulta: 10 de Mayo 2019]
24 El texto del artículo 2° del DL.321 previo a la modificación era el siguiente: “Art. 2.o Todo individuo condenado a
una pena privativa de libertad de mas de un año de duración, tiene derecho a que se le conceda su libertad
condicional, siempre que cumpla con los siguientes requisitos:
1.o Haber cumplido la mitad de la condena que se le impuso por sentencia definitiva. Si hubiere obtenido, por
gracia, alguna rebaja o se le hubiere fijado otra pena, se considerará ésta como condena definitiva;
2.o Haber observado conducta intachable en el establecimiento penal en que cumple su condena, segun el Libro
de Vida que se le llevará a cada uno;
3.o Haber aprendido bien un oficio, si hai talleres donde cumple su condena; y
4.o Haber asistido con regularidad y provecho a la escuela del establecimiento y a las conferencias educativas
que se dicten, entendiéndose que no reune este requisito el que no sepa leer y escribir.”
18
Artículo 2°.- Toda persona condenada a una pena privativa de libertad de más de
un año de duración podrá postular al beneficio de libertad condicional, siempre que
cumpla con los siguientes requisitos:
En este requisito una modificación relevante introducida por la Ley N°21.124 consiste
en explicitar que debe entenderse por la totalidad de la condena, añadiendo que, si son dos o
más penas o se impone una nueva durante el cumplimiento, estas deben sumarse para
19
entender la totalidad de la pena. En el resto conserva las reglas generales de haber cumplido
la mitad de la pena y considerar como pena total también aquella que hubiese sido rebajada
por gracia u otra razón.
En este punto parece prudente considerar que aunque el principal objetivo de la etapa
de ejecución de la pena es la reinserción social, por lo que la postura anterior es congruente
con este fin, también resultaría ilusorio el cumplimiento de los otros fines de la pena si no
hubiese ninguna certeza, en ningún grado, del cumplimiento de la pena, por lo que tornaría
irrelevantes las decisiones de política criminal en cuanto a la extensión de la pena asignada a
los delitos, lo que tampoco parece ser correcto.
20
Segundo Requisito: Haber observado conducta intachable durante el cumplimiento de
la condena.
En este segundo requisito la nueva ley introdujo ciertas aclaraciones respecto a qué
exactamente debe entenderse por “conducta intachable”, haciendo de este un requisito más
objetivo.
Mientras que la antigua legislación señalaba simplemente que debía tenerse conducta
intachable conforme el Libro de Vida, en la modificación se especifica que se considerará como
conducta intachable el que haber obtenido nota de conducta “muy buena” conforme al
reglamento que regula el Decreto Ley N°321. La cantidad de tiempo en la que se necesita
tener esta nota varía según el tiempo de condena
27 El D.L. N°321 contempla su aplicación solamente para penas superiores a un año, lo que dejaría a aquellos
condenados a penas mas breves en una situación más gravosa respecto a aquellos que han sido condenados a
una pena de entre uno y dos años. Para remediar esto, se dictó el 24 de diciembre de 1973 el D.L. N°222 que
permite que los condenados a penas inferiores a un año salgan del establecimiento penal, diariamente, bajo palabra
de honor si cumplen además los requisitos que se les exigirían si tuvieran opción a la libertad condicional.
28 Causa Rol 163-2019 (Amparo). Resolución nº14 de Corte de Apelaciones de Santiago, de 15 de Febrero de
2019.
21
Tercer Requisito: Contar con informe de postulación psicosocial
Con creces este es uno de los elementos más interesantes de la reciente modificación.
Para postular al beneficio se debe contar con un informe de postulación psicosocial con las
siguientes características:
• Debe ser elaborado por equipo profesional del área técnica de Gendarmería
• Debe contener antecedentes sociales y características de personalidad
• Debe indicar si el postulante cuenta con la conciencia de la gravedad del delito,
del mal que éste causa y de su explícito rechazo a tales actos
Todo ello con miras a cumplir su objetivo, que consiste en, como señala la ley, “conocer
sus posibilidades de reinsertarse adecuadamente en la sociedad”.
Con esta modificación se eliminan los requisitos de la anterior legislación que incluían
algunas obligaciones que inclusive no podían cumplirse al día hoy por no condecirse con la
realidad actual. De esta forma, se subsanan algunas de las críticas señaladas por la doctrina,
entre ellos FONCEA al señalar: “Debiera, por tanto, proceder a la etapa de concesión de la
libertad condicional un proceso de prognosis criminológica y social que permita fundar la
presunción de que el condenado está apto para volver a vivir pacíficamente en sociedad.
Resulta absurdo que la normativa chilena por un lado establezca la libertad condicional
como un premio al condenado que da muestras de rehabilitación social, y por otro, señale
como exigencia para obtener el beneficio, requisitos externos que nada indican esa
corrección”29
22
diferencia sustancial con los pre-informes de libertad condicional que se emitían antes de la
modificación. En resumen, si bien la legislación va en la dirección correcta en cuanto al
contenido del informe, queda corta en regular que el proceso de confección sea técnicamente
suficiente y además cuente con la debida independencia. El peligro de esto, en palabras de la
Corte, es que finalmente esta modificación sea meramente cosmética.30
Dicho articulado original presentaba un serio defecto, y era que señalaba que el informe
emitido por gendarmería debía ser “favorable”. Ello, dejaba en la práctica la entera decisión de
concesión de la libertad condicional a Gendarmería. Considerando además que la confección
de dicho informe no cuenta con instancias de contradicción o reclamación, esta era una
potestad demasiado amplia. En este punto por tanto parece ser correcta la posición adoptada
finalmente por el legislador, no requiriendo que el informe sea favorable necesariamente para
postular, sino solo contar con él.
A pesar de esto, no todos los casos en el derecho comparado han seguido una
evolución similar. Así, en el caso español, se exigía un requisito similar en espíritu al que
requiere nuestra legislación actual, al requerir el Artículo 90 del código penal español: “3.ª)
Que (los sentenciados) hayan observado buena conducta, y exista respecto de los mismos un
pronóstico individualizado y favorable de reinserción social, emitido por los expertos que el
Juez de Vigilancia estime convenientes.”, sin embargo en 2015 se realizó una reforma que
23
cambió lo anterior, estableciendo en su lugar que “el JVP valorará la personalidad del penado,
sus antecedentes, las circunstancias del delito cometido, la relevancia de los bienes jurídicos
que podrían verse afectados por una reiteración en el delito, su conducta durante el
cumplimiento de la pena, sus circunstancias familiares y sociales y los efectos que quepa
esperar de la propia suspensión de la ejecución y del cumplimiento de las medidas que fueren
impuestas.”. La evolución en dicha legislación no parece ir en relación y en concordancia con
los fines de la pena en su fase de ejecución, otorgándole al Juez de Vigilancia Penitenciaria
de dicho país la facultad de volver a ponderar la gravedad del delito y sus circunstancias así
como de realizar la prognosis de reincidencia por sí mismo. En efecto, si durante la fase de
ejecución el fin orientador es la prevención especial positiva, vale decir de herramienta de
reinserción social, en esta etapa ninguna injerencia deberían tener la relevancia de los bienes
jurídicos que se vieron afectados, puesto que ese es un juicio de reproche cuya etapa de
ponderación se produce en la etapa de juicio e imposición de la pena y no en su etapa de
cumplimiento. En este sentido, parece más propicia la opción que ha optado el legislador
nacional.
24
Capitulo III. Regímenes especiales de los artículos 3, 3 bis y 3 ter.
“Artículo 3°.- Las personas condenadas a presidio perpetuo calificado sólo podrán
postular a la libertad condicional una vez que hubieren cumplido cuarenta años de
privación de libertad efectiva. Si la solicitud del beneficio fuere rechazada, no podrá
deducirse nuevamente sino después de transcurridos dos años desde su última
presentación.
En esta parte, la nueva legislación no introdujo ningún cambio en este apartado. Siendo
su texto bastante claro solo cabe comentar que este apartado de la legislación se encuentra
en armonía con el Artículo 32. Bis del Código Penal que al definir el concepto del presidio
perpetuo calificado señala en su inciso segundo que no se podrá conceder la libertad
condicional sino cuando el condenado hubiere cumplido cuarenta años de privación de
libertad.
Para efectos de facilitar la lectura, no se reproducirá todo el texto del artículo en este
punto, sino que se analizarán y sistematizarán los casos especiales que señala 32
32 El texto completo del artículo 3° modificado es el que sigue: Artículo 3°.- Las personas condenadas a presidio
perpetuo calificado sólo podrán postular a la libertad condicional una vez que hubieren cumplido cuarenta años de
privación de libertad efectiva. Si la solicitud del beneficio fuere rechazada, no podrá deducirse nuevamente sino
después de transcurridos dos años desde su última presentación.
Las personas condenadas a presidio perpetuo sólo podrán postular al beneficio de la libertad condicional una
vez cumplidos veinte años de privación de libertad.
Asimismo, las personas condenadas por los delitos de parricidio, femicidio, homicidio calificado, robo con
homicidio, violación con homicidio, violación, infanticidio, y por los delitos contemplados en el número 2° del artículo
365 bis y en los artículos 366 bis, 366 quinquies, 367, 411 quáter, 436 y 440, todos del Código Penal, homicidio de
miembros de las policías, de integrantes del Cuerpo de Bomberos de Chile y de Gendarmería de Chile, en ejercicio
de sus funciones, y el de elaboración o tráfico de estupefacientes, sólo podrán postular a este beneficio cuando
hubieren cumplido dos tercios de la pena.
25
Así, el período de aseguramiento especial determinado por el legislador se puede
clasificar en aquellos que exigen dos tercios del cumplimiento de la pena y aquellos que fija
períodos específicos de cumplimiento.
Las personas condenadas a dos o más penas, cuya suma alcance o supere los cuarenta años de privación de
libertad, sólo podrán postular al beneficio de libertad condicional una vez que hayan cumplido veinte años de
reclusión. En caso de concederse, el período de supervisión a que se refiere el artículo 8° se extenderá hasta
cumplir cuarenta años contados desde el inicio de la condena.
Las personas condenadas por los incisos tercero y cuarto del artículo 196 de la ley Nº 18.290, de Tránsito,
podrán postular a este beneficio sólo una vez que hayan cumplido dos tercios de la condena.
Las personas condenadas a presidio perpetuo por delitos contemplados en la ley N° 18.314, que determina
conductas terroristas y fija su penalidad y, además condenadas por delitos sancionados en otros cuerpos legales,
podrán postular al beneficio de la libertad condicional una vez que hayan cumplido diez años de pena, siempre que
los hechos punibles hayan ocurrido entre el 1 de enero de 1989 y el 1 de enero de 1998 y suscriban, en forma
previa, una declaración que contenga una renuncia inequívoca al uso de la violencia.
26
También se requiere dos tercios del cumplimiento de la pena en el caso de los condenados
por delitos de genocidio, lesa humanidad o crímenes de guerra, sin embargo, por requerir
elementos adicionales para su otorgamiento, así como ser un apartado que merece mayor
análisis desde el punto de vista del derecho internacional y otros, será abordado en detalle
más adelante.
27
2. Delitos o condenas con períodos de aseguramiento específicos:
28
iv. Deben suscribir una declaración que contenga una renuncia inequívoca al
uso de la violencia
Las razones para fijar este caso especial parecen totalmente extrañas a la lógica del
derecho penal en general y con mayor razón de la libertad condicional. En efecto, cuesta
imaginar porqué la ubicación temporal de un hecho podría tener relación con la efectividad de
encontrarse un condenado en condiciones de reinsertarse en sociedad. Es un parámetro cuya
única base es la discusión política de estos períodos e inserta tras de él ciertos elementos
retributivos (justamente, atenuando los efectos de la pena) para ciertos casos.
Artículo 3° Bis Estatuto especial para delitos de genocidio, delitos de lesa humanidad o
crímenes de guerra
Sin duda alguna esta fue la modificación de discusión más intensa en el trámite
parlamentario, modificación que está cargada de complejidad por la coyuntura histórica a la
que pertenecen la mayoría de los condenados actualmente por estos conceptos.
En primer lugar, desde la óptica de los fines de la pena, como hemos mencionado
anteriormente, era posible encontrar que no había obstáculo para el otorgamiento del beneficio
29
en tanto la severidad del delito y sus consecuencias, por gravosas que pueden ser no dicen
relación con la capacidad de la persona condenada de corregirse.
Matías Meza realiza un análisis de la jurisprudencia en este tema entre los años 2015
y 201835 donde clasifica las respuestas jurisprudenciales que se dieron en esta materia en 3
tesis distintas. 1.- Aquellas que negaban la libertad por considerar el otorgamiento el ejercicio
de una facultad discrecional donde se podían integrar criterios adicionales a los legales 2.-
Aquellas que negaban la libertad por considerar que se encontraban procesos pendientes
respecto de estos condenados y 3.- Aquellas que otorgan la libertad por interpretar objetiva y
taxativamente los requisitos del D.L. N°321.
Jurisprudencia que negaba la libertad por considerar su concesión el uso de una facultad
discrecional:
Entre los fallos que se pronunciaron en este sentido es posible mencionar el caso de
González Betancourt, condenado a presidio perpetuo por el caso “Degollados”. En dicho fallo,
el razonamiento de la corte consistió en que al definir la ley el instituto de la libertad condicional
como un “medio de prueba” de que el solicitante “se encuentra corregido y rehabilitado para la
vida social”, dicho convencimiento de encontrarse el postulante rehabilitado sería un hecho
normativo discrecional y por tanto no excedía sus funciones la comisión de libertad condicional
30
al considerar, a pesar del cumplimiento de los requisitos objetivos del D.L.N°321, que no
correspondía el otorgamiento de la prerrogativa. 36
Una variante de esta jurisprudencia que tendía a negar el otorgamiento del beneficio
se fundaba no solo en la mera discrecionalidad de la comisión de libertad condicional, sino que
apeló a un elemento normativo, el Estatuto de Roma, norma de carácter internacional ratificada
por Chile y que, por versar sobre derechos fundamentales, tiene plena vigencia normativa por
aplicación del Artículo 5° de la Constitución. Este estatuto se analizará en profundidad más
adelante en conjunto con la jurisprudencia que fundó su raciocinio en la aplicación directa de
esta normativa, pero baste señalar acá que en base a dicha normativa, se exigieron requisitos
más altos que los estrictamente señalados en el entonces vigente D.L N°321.
Este argumento pareciera tener ciertos elementos de las posturas que señalaban la
completa discrecionalidad y aquellas que postulaban los requisitos como taxativos y objetivos,
ello pues no existía en el D.L.N°321 el requisito de no existir procesos pendientes, y, al
contrario, era bastante en claro en referirse en los requisitos al cumplimiento de “condenas”
36Causa Rol n° 14265-2015 (Apelación). Resolución nº 146126 de Corte Suprema, Sala Segunda (Penal) de 21 de
septiembre de 2015
31
de cierta duración, y ninguna duda cabe que solo puede considerarse como condena aquella
pronunciada por sentencia firme. Además, el estado procesal de dichas causas no decía
relación necesariamente con el resultado en la sentencia y por ende con este argumento
parecía revestirse de apreciación objetiva (no poder determinarse el período de aseguramiento
requerido) una decisión más bien discrecional.
En opinión de dicho centro de estudios: “La interpretación que la Sala hizo de la ley
nacional existente es, a juicio del Observatorio y muchos otros analistas, errónea,
32
improcedente, inaceptable e incompleta. No considera ni principios de justicia básica, ni
principios internacionales relevantes”38
Como vimos en capítulos anteriores, sin embargo, a nuestro parecer los requisitos
enumerados en el D.L. N°321 previo a la modificación eran efectivamente objetivos, y ninguna
relación dicen con la efectiva rehabilitación del condenado. Esto era objeto de crítica y aplica
tanto para delitos comunes como delitos de lesa humanidad. Pero con todo, mientras no
hubiese una diferenciación de orden legal, difícilmente correspondería hacerse en una sede
que como ya vimos tiene el carácter de administrativo, y que de hacerlo excedería el principio
de legalidad e igualdad ante la ley que infunde a todos los actos de la administración.
La situación de los delitos de lesa humanidad y genocidio y los beneficios que respecto
de ellos es posible otorgar no estaba totalmente desregulada en tanto que nuestro país ratificó
una normativa internacional sobre el tema, y por tanto no solo ingresa a la legislación por ese
hecho, sino que por aplicación del Artículo 5° de la Constitución, tiene rango constitucional.
El Estatuto de Roma establece una Corte Penal Internacional que tiene el objetivo de
perseguir crímenes de grave trascendencia internacional, como el genocidio, crímenes de lesa
humanidad, crímenes de guerra y crímenes de agresión. Dicha normativa señala ciertos
requisitos que deben cumplir los condenados para acceder a la Libertad Condicional en los
casos donde dicha condena se haya producido por la Corte Penal Internacional que establece
dicha normativa. Desde ya, este hecho nos genera una duda en tanto si era posible realizar la
aplicación directa de estos requisitos. Sin embargo, también es pertinente recordar que, como
parte de la normativa nacional una vez ratificado, es posible utilizar estas normas como
principios interpretativos en el derecho nacional.
El primer requisito señalado por dicha norma internacional es haber cumplido dos
terceras partes de la pena o 25 años si se trata de presidio perpetuo. El estatuto indica además
la concurrencia de cuatro requisitos:
38CENTRO DE DERECHO HUMANOS, Universidad Diego Portales. 2018. Informe anual sobre Derechos
Humanos en Chile [En línea] p.77
<http://www.derechoshumanos.udp.cl/derechoshumanos/images/InformeAnual/2018/Collins-Negacionismo.pdf>.
[Consulta: 10 de mayo 2019]
33
• Que se haya facilitado el cumplimiento de las órdenes de la corte, en particular aquellas
relativas a la localización de bienes que permitan la reparación de las víctimas
• Que existan un cambio de circunstancias que justifique la reducción, conforme a los
criterios establecidos en las Reglas de Procedimiento y prueba de la Corte Penal
Internacional. Para determinar dicho cambio de circunstancias se deberá considerar:
o Que la conducta del solicitante revele una auténtica disociación de su crimen
o Las posibilidades de reinsertar al condenado en sociedad
o Los efectos que su liberación puede causar en la estabilidad social
o Las medidas de reparación que haya adoptado el condenado y los efectos que
su liberación puede causar en las víctimas y;
o Las circunstancias individuales del condenado, incluido el deterioro de su
estado de salud física y mental o su edad avanzada.
Es necesario destacar que los requisitos anteriormente descritos dicen relación con la
rebaja de la condena, elemento exógeno a nuestro concepto nacional de la libertad condicional
donde claramente se señala que ésta es un modo de cumplirla en libertad. Por tanto, en este
punto a nuestro parecer, la única norma realmente aplicable por analogía de dicho Estatuto
era el requisito de haber cumplido dos tercios de la condena o al menos 25 años, pues los
demás dicen relación con la modificación de la condena. Como veíamos anteriormente, la
imposición de la condena tiene elementos de prevención general negativa y de retribución, y
por tanto si consideramos que en el régimen señalado por esta norma se va a realizar una
modificación de la condena, tiene más sentido que en esta instancia se vuelvan a evaluar
elementos que forman parte del juicio de reproche como lo son, por ejemplo, la extensión del
mal causado, la cooperación con la investigación, la reparación a las víctimas, entre otras.
En tal sentido, parece correcta la interpretación que hizo cierta jurisprudencia al aplicar
directamente el Estatuto de Roma solo en cuanto al período de aseguramiento requerido para
estos delitos. Así, en la causa Rol 99757-16 se señaló “Que el carácter de delito de lesa
humanidad por el cual fue condenado el solicitante impide concluir, en las actuales
conclusiones, que el tiempo efectivamente cumplido por él conduzca necesariamente a
declarar la concurrencia de los elementos mínimos para que acceda a la libertad condicional
(…) tanto porque el texto del DL 321 permite sostenerlo, como porque el Estatuto de Roma,
promulgado por Chile con fecha 1 de agosto de 2009, contempla la posibilidad de reducir la
34
pena de presidio perpetuo por delitos de lesa humanidad sólo cuando “el recluso haya
cumplido las dos terceras partes de la pena o 25 años de prisión en caso de cadena perpetua”39
El texto finalmente aprobado respecto a este tema quedó regulado en el Artículo 3° bis
del DL.32141, que definió los requisitos para otorgar el beneficio a los condenados por delitos
de genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra.
39 Causa Rol n° 99757-2016 (Apelación). Resolución nº 739283 de Corte Suprema, Sala Segunda (Penal) de 22 de
Diciembre de 2016
40 Entre ellos, la Causa rol n° 44463-2017 (Apelación). Resolución nº 13 de Corte Suprema, Sala Segunda (Penal)
de 19 de Diciembre de 2017 al señalar: “Que el amparado no cumple el tiempo mínimo requerido por la ley para
postular a la libertad condicional, previsto en el artículo 110, regla 3ª del Estatuto de Roma, promulgado por Chile
con fecha 1 de agosto de 2009, que contempla la posibilidad de reducir la pena por delitos de lesa humanidad sólo
cuando “el recluso haya cumplido las dos terceras partes de la pena o 25 años de prisión en caso de cadena
perpetua”’
41 El texto completo de dicho artículo es el que sigue: Artículo 3º bis.- Las personas condenadas por delitos de
homicidio, homicidio calificado, secuestro, secuestro calificado, sustracción de menores, detención ilegal,
inhumación o exhumación ilegal, tormentos o rigor innecesario, y asociación ilícita, que la sentencia, en conformidad
al derecho internacional, hubiere considerado como genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra,
cualquiera haya sido la denominación o clasificación que dichas conductas hubieren tenido al momento de su
condena; o por alguno de los delitos tipificados en la ley Nº 20.357; podrán postular a este beneficio cuando, además
de los requisitos del artículo 2º, hubieren cumplido dos tercios de la pena o, en caso de presidio perpetuo, los años
de privación de libertad efectiva establecidos en los incisos primero y segundo del artículo 3º, según corresponda.
Además de lo anterior, al momento de postular, el condenado deberá acreditar la circunstancia de haber
colaborado sustancialmente al esclarecimiento del delito o confesado su participación en el mismo; o aportado
antecedentes serios y efectivos de los que tenga conocimiento en otras causas criminales de similar naturaleza. Lo
anterior se acreditará con la sentencia, en el caso que se hubiere considerado alguna de las atenuantes de los
números 8º y 9º del artículo 11 del Código Penal, o con un certificado que así lo reconozca expedido por el tribunal
competente.
Con el fin de determinar si es procedente la concesión del beneficio, se valorará, además, los siguientes factores:
a) Si el otorgamiento de la libertad condicional no afectare la seguridad pública por el riesgo de comisión de
nuevos delitos de igual naturaleza;
b) Si el condenado ha facilitado de manera espontánea la ejecución de las resoluciones durante la etapa de
investigación y enjuiciamiento, en particular colaborando en la localización de los bienes sobre los que recaigan
multas, comisos o de reparación que puedan usarse en beneficio de las víctimas, y
35
Sujetos Afectos la normativa
El primer aspecto relevante es la definición que realiza de los condenados a los que aplica
este estatuto. Así señala que rige para los condenados por los siguientes delitos
• Homicidio
• Homicidio Calificado
• Secuestro
• Secuestro calificado
• Sustracción de menores
• Detención ilegal
• Inhumación o exhumación ilegal
• Tormentos o rigor innecesario y;
• Asociación ilícita
Además, aplica este estatuto a aquellos condenados por alguno de los delitos tipificados
en la Ley N°20.357, que tipifica los delitos de lesa humanidad, genocidio y crímenes de guerra.
En esta hipótesis, solo basta la condena conforme a esta ley.
Lo anterior en tanto solo en 2009 se promulgó la Ley N°20.357 que tipifica los crímenes de
lesa humanidad y genocidio y crímenes de guerra. En virtud del principio de irretroactividad,
no es posible aplicar dicha legislación a delitos ocurridos previo a su dictación y por tanto los
actuales condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante el período 1973-1989
lo han sido respecto de delitos, en estricto rigor, comunes y por tanto es necesaria su
calificación adicional conforme el derecho internacional. Ello no es necesario en el caso de
condenas en base a la Ley N°20.357 en tanto esta define claramente el carácter de estos
delitos.
36
del presidio perpetuo calificado en 40 años. En este punto, cabe señalar que la normativa
nacional es ligeramente menos gravosa en el caso de las condenas de presidio perpetuo,
aplicando la regla general de 20 años de período de aseguramiento en condenas de presidio
perpetuo en vez de los 25 mínimos que señala el Estatuto de Roma.
Requisitos adicionales
37
presidio perpetuo o 40 en caso del presidio perpetuo calificado y 2) Que en la condena se
hayan considerado alguna de las atenuantes de los números 8° y 9° del Artículo 11 del Código
Penal o bien se cuente con un certificado emitido por el tribunal competente que acredite que
el condenado hubiese colaborado sustancialmente con el esclarecimiento del delito o
confesado su participación, mientras que los otros requisitos son más bien subjetivos y son
principios orientadores al momento de fundar la resolución que concede o rechaza la solicitud.
Con todo y considerando que de no existir esta salida ciertos condenados no tendrían
posibilidad alguna de probar su colaboración con la investigación de no haberse aceptado las
atenuantes requeridas, parece preferible encomendar esta evaluación a un órgano
jurisdiccional.
La nueva normativa, recoge muchos de los elementos rectores que guían la legislación
internacional en la materia, asemejando los requisitos y principios orientadores a aquellos
estipulados en el Estatuto de Roma, ya analizado previamente, sin embargo pueden
formularse ciertas críticas a ello.
El Estatuto de Roma prescribe realizar un análisis de ciertos factores que son extraños
al principal fin de la pena en su etapa de cumplimiento, que como vimos anteriormente, es la
prevención especial positiva. Así, evaluar por ejemplo el requisito que exige valorar si se ha
colaborado en la localización de bienes sobre que puedan respaldar multas o eventuales
reparaciones a las víctimas parece un elemento que debe juzgarse en la sentencia y no con
posterioridad a ella, recordando que “el fundamento de la libertad condicional se vincula a los
fines preventivo-especiales o de reinserción social atribuidos a las penas, por cuanto busca
paliar el efecto desocializador inherente a la cárcel, aunque posee además un elemento de
38
control que se expresa en la imposición de condiciones a quien hace uso de ella, lo que tiene
por finalidad instaurar un período de prueba en donde se pueda apreciar si el cambio que el
condenado muestra al interior de la cárcel es auténtico o no” 43. Este requisito en cambio si
hace sentido en el Estatuto de Roma porque allí se señala como uno de los elementos a tener
en cuenta para reducir la pena, siendo por tanto jurídicamente más razonable el volver a
ponderar estos elementos propios de la etapa de juzgamiento.
Luego, los otros requisitos, que definimos como subjetivos, vale decir, considerar si no
existe riesgo de comisión de nuevos delitos y que en libertad no proferirá expresiones o
realizará acciones que afecten a las víctimas parecen a primera vista un tanto redundantes en
tanto se remiten en la práctica al concepto mismo de reinserción social, vale decir con la
presunción de que se ha generado una enmienda en la actitud del condenado.
Estas críticas desde el punto de vista normativo pueden verse matizadas al recordar
que respecto de estos requisitos que hemos clasificado de “subjetivos” solo se solicita que se
“valoren” y, por tanto, ponderar su cumplimiento o no seguirá siendo parte de las facultades
discrecionales de la comisión.
Por razones humanitarias y por ir además en beneficio del hijo, se incorporó en el D.L.
N°321 una excepción a los casos de período de aseguramiento especiales del Art.3.
Así, en los casos de mujeres embarazadas o madres de hijos menores de 3 años que
hayan sido condenadas por los delitos señalados en inciso tercero y quinto del artículo 3 del
D.L. N°321 podrán solicitar el beneficio al cumplir la mitad de la condena, por lo que, a pesar
de haber cometido delitos que requieren período de aseguramiento especial, se vuelve a la
regla general. Corroborar esta circunstancia no corresponde a la comisión de libertad
condicional sino a Gendarmería, quien debe señalarlo en el informe que entrega a la comisión.
43 FIGUEROA, U. 2016 La Libertad condicional como mecanismo de prevención del delito y promotor de la
reinserción social: Propuestas para una reforma basada en la evidencia. Derecho y Justicia (6): p.13 [En línea].
<http://ediciones.ucsh.cl/ojs/index.php/derechoyjusticia/article/viewFile/1405/1260>. [Consulta: 20 de mayo 2019]
39
Capítulo IV.- Procedimiento.
En tal sentido, en el segundo informe emitido por la Corte Suprema con ocasión de la
discusión de la Ley N°21.124, aunque en minoría, los ministros Dolmestch, Muñoz y Aránguiz
señalaron: “En atención a ello, se advierte que la Comisión de Libertad Condicional se
comporta como una fase de la ejecución de lo fallado, circunstancia que indiscutiblemente
40
conduce a concluir que la autoridad administrativa no puede jugar un rol en ella, precisamente
por tratarse de un ámbito en que se desenvuelve el órgano jurisdiccional.” 44
Efectivamente, conforme a esta visión la “ciencia del Derecho Penal debe preocuparse
de no estudiar exclusivamente el hecho punible como fenómeno jurídico, descuidando el
estudio de sus consecuencias para el sujeto condenado y la comunidad”46
de 19 de Julio de 2016
41
Contrario a lo que podría suponerse, los efectos prácticos de considerar esta instancia
como jurisdiccional son menos beneficiosos desde el punto de vista recursivo, en tanto que no
serían procedentes los recursos de reposición y jerárquicos establecidos en la Ley N°19.880
de Bases de los Procedimientos Administrativos, mientras que de considerarse instancia
administrativa son procedente tanto dichos recursos como el recurso de amparo, que suele
ser el empleado para controvertir la decisión de las comisiones de libertad condicional.
La necesidad de que esta fase del fenómeno penal sea abordada de una forma
sistemática y jurisdiccional va mucho más allá de los recursos procedentes, sino que abarca
respetar principios del debido proceso en todas sus dimensiones. Por ello, se ha insistido en
la doctrina la necesidad de crear una forma de jurisdicción penitenciaria. Sobre este punto
ahondaremos más adelante.
3. Procedimiento de postulación
Previo a la solicitud, se debe contar con el informe de Gendarmería de Chile que deberá
acreditar el cumplimiento de los requisitos enumerados en los artículos 2°, 3°, 3° bis y 3° ter.
(Artículo 4° D.L. N°321).
Una vez entregadas estas listas, en el Artículo 5° del D.L. N°321 (modificado) se
detallan las competencias de la comisión de Libertad Condicional y agrega nuevos requisitos
a su resolución:
42
La Comisión deberá constatar el cumplimiento de los requisitos establecidos en el
artículo 2°, y de los artículos 3°, 3° bis y 3° ter, según sea el caso, para lo cual se tendrán
a la vista los antecedentes emanados de Gendarmería de Chile, y todos los demás que
la Comisión considere necesarios para mejor resolver.”
Sin duda esta es una de las modificaciones más interesantes al sistema, y era uno de
los grandes puntos de crítica a la anterior legislación. En el régimen anterior no se prevenía
este requisito y por tanto este es un paso adelante para reafirmar la transparencia del sistema.
43
Con la modificación se elimina el requisito de que en los casos de condenados a
presidio perpetuo calificado la libertad condicional deba ser conocida por el Pleno de la Corte
Suprema, dejando estos casos a discreción de la Comisión de Libertad Condicional
correspondiente.
Sin embargo, la inclusión más relevante a efectos de acercar nuestro sistema a algo
parecido al debido proceso en esta materia, es la inclusión de la posibilidad de que la Comisión
de Libertad Condicional tenga a la vista “todos los demás antecedentes que considere
necesarios” para resolver y no solamente los informes de gendarmería, como era la situación
anterior. Analizaremos a continuación las principales críticas que se ha hecho al sistema en
torno a su adecuación al concepto de debido proceso y como esta adición es tremendamente
relevante y aunque no perfecta, es un paso en la dirección correcta.
En primer lugar, cabe señalar que a la fecha de elaboración de este trabajo aún no se
dicta el reglamento que regulará la implementación de la Ley N°21.124, y por tanto las críticas
que se realizarán al reglamento penitenciario resultan aún válidas, aún cuando, esperamos,
pudiesen verse alteradas en los puntos críticos con la elaboración del nuevo reglamento.
Como vimos más arriba, aun cuando el derecho nacional no lo recoja de esta forma
mayoritariamente, lo más lógico conforme el grado de afectación de los derechos en juego es
que la fase de ejecución penitenciaria forme parte del derecho penal y no administrativo, y así
su proceso de entrega de beneficios debe formar parte del conjunto penal como un todo y por
tanto el debido proceso debería respetarse en estas instancias. Ello no quita que aún si
consideramos la ejecución penitenciaria una rama del derecho administrativo, el debido
proceso deba tener parte en ella. Así se ha mencionado que Convención Americana de
Derechos Humanos, en su artículo 8.1, llamado “Garantías Judiciales” establece el principio
del debido proceso al señalar que “Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden
44
civil, laboral, social o de cualquier otro carácter”. Cabe recordar que dicha normativa
internacional, al versar sobre derechos fundamentales y estando ratificada por nuestro país
ingresa al ordenamiento por aplicación del Artículo 5 de la Constitución, por lo que sus
preceptos deben ser orientadores de la legislación nacional. La Corte establecida por dicha
convención ha señalado que el artículo 8.1 se aplica tanto a las resoluciones públicas judiciales
como de cualquier otra clase en tanto afecte la determinación de ciertos derechos 49. Por ello
el considerar que el debido proceso debe ser respetado en la instancia penitenciaria tiene
orígenes tanto doctrinarios, por lógica del derecho penal y también normativos dado los
instrumentos internacionales suscritos por nuestro país.
49CORTE IDH, Caso Ivcher Bronstein vs. Perú, (Fondo, Reparaciones y Costas), Sentencia de 6 de febrero de
2001, Serie C No. 74, párr. 105 citado en FIGUEROA JOFRÉ, S. 2018. Libertad Condicional en Chile: ¿Cumple
con las exigencias de un debido proceso? Memoria para optar al grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y
Sociales., Facultad de Derecho, Universidad de Chile. p.30
45
La posibilidad de la comisión de tener a la vista “todos los demás antecedentes” que
sean necesarios para mejor resolver abre la puerta a que el postulante pueda aportar sus
antecedentes en caso de que el informe psicosocial sea desfavorable y de esta manera,
acercarse a cumplir este derecho del debido proceso. Así, la defensoría penal pública señala
que “Por lo mismo, resulta conveniente, cada vez que el informe sea negativo, aportar
antecedentes que permitan a la Comisión, desoír las conclusiones de Gendarmería. Estos
antecedentes pueden ser desde certificados de estudios, certificados de participar en talleres;
en fin, peritajes psicológicos, culturales, o incluso; meta peritajes, cuyo objetivo sea cuestionar
los informes de Gendarmería.”50 Sin embargo, no se establece el mecanismo exacto por el
cual esta presentación operaría, por lo que al igual que respecto a la calificación del tribunal
de conducta, esta garantía del debido proceso se encuentra incompleta, pero ciertamente la
modificación es un avance en la dirección correcta.
Este sentido del debido proceso puedo entenderse en dos formas, una en cuanto a que
quepa la posibilidad siquiera de defenderse, en un sentido procesal similar a la bilateralidad
46
de la audiencia, así como a que sea posible contar con los medios y tiempos de una debida
defensa
Interesante resulta que ciertas Cortes de Apelaciones han mitigado por iniciativa propia
esta carencia de procedimiento bilateral que se encontraba en la antigua regulación y que
persiste hasta hoy, así la Corte de Apelaciones de Punta Arenas mediante un autoacordado
estableció que cada postulación se discute en una audiencia en la que participa el alcaide del
penal, el postulante y el defensor. El principal problema de poder establecer una solución así
de modo general nacional no solo recae en la legislación sino en la posibilidad material de
cada Corte para dar abasto a la cantidad de casos presentados a su ponderación.
Desde el punto de vista de contar con los tiempos y medios de defensa, aunque no
está regulado en la legislación, la defensoría penal pública ofrece la defensa penitenciaria
como parte de su atención y no desatiende al condenado una vez impuesta la condena
47
tribunal rechazará de plano el recurso si la presentación no cumple con las condiciones
señaladas en el inciso primero.”
Sin embargo, aquella solución era en la práctica más desventajosa para el postulante
que la situación anterior. Tenía plazos muy breves y tenía exigencias muy altas, aún más que
recurso de amparo, de carácter general y consagrado constitucionalmente, la que en todo caso
podría intentarse, así, esta indicación fue informada desfavorablemente por la Corte Suprema,
señalando que “bajo la estructura propuesta, el citado recurso podría caer en desuso, ya que
para todo condenado no favorecido resultará más razonable intentar ejercer el mecanismo de
la acción Constitucional de amparo, expresamente regulado para casos como este en el
artículo 21 de nuestra Carta Fundamental, la que explícitamente permite subvertir acciones
cuasi-administrativas como esta y que, al encontrarse establecido con rango constitucional, no
puede ser limitado por una reforma meramente legal”52
5. Recursos
Lo anterior nos lleva al análisis de los posibles recursos que proceden contra esta
resolución. Como mencionamos anteriormente, la doctrina nacional suele considerar la
ejecución penitenciaria una instancia administrativa, y por tanto, existen dos recursos
principalmente disponibles, aquel administrativo y el recurso de amparo.
48
ponderado o al menos, no se puede dotar de contenido preciso. Entre los que se encuentran
en esta relación de sujeción especial se encontrarían los funcionarios públicos, militares, el
enfermo de un hospital público, los alumnos de un colegio público y como nos compete en
este estudio, el interno en un recinto penitenciario. Siendo labor del Estado ejecutar la orden
judicial, que implica intrínsecamente limitación y privación de derechos, debe caber cierta
discrecionalidad material en la ejecución de las condiciones penitenciarias, “lo cual permitiría
a la Administración disponer de un conjunto poderes más intensos que los que puede tener
respecto de un administrado simple, permitiendo —incluso— aceptar con mayor flexibilidad la
aplicación del principio de legalidad y tolerar una mayor apertura a la regulación reglamentaria
respecto de las materias de reserva legal.”53
Dicha distinción de sujeción especial nacida durante la primera mitad del siglo XIX
permitía restringir el principio de legalidad debilitando la protección jurídica de quienes
estuviesen sujetos a esta relación especial. Sin embargo, esta interpretación cambió en el
derecho comparado desde una sentencia del Tribunal Constitucional Alemán del año 1972,
con ocasión de la discusión respecto a un precepto reglamentario que permitía incautar
correspondencia de los condenados. En dicha sentencia el Tribunal determinó que en el
ordenamiento administrativo penitenciario debe aplicarse estrictamente el principio de
legalidad y que solo una ley podía afectar derechos de los condenados más allá de la estricta
libertad de la cual estaban privados. Es así como “Solo a partir de la sentencia del TC alemán
se produce un cambio importante en el contenido de esta tradicional relación de especial
sujeción, que se extenderá a los demás casos. Desde entonces —se concluyó— les serán de
aplicación los principios inherentes al Estado de Derecho: el principio de legalidad; el de
respeto de los derechos y libertades, cuyas limitaciones sólo se efectuarán por ley, y el relativo
al control jurisdiccional de las actuaciones de la Administración respecto de los administrados
sometidos a las relaciones de especial sujeción”54
Lo anterior resulta relevante a la hora de determinar que aun cuando exista esta
relación especial entre el privado de libertad y el Estado, el principio de legalidad debe
aplicarse estrictamente, y por ello, ante una decisión de la Comisión de Libertad Condicional
que no se ciña a ello, la impugnabilidad administrativa se preserva.
49
Dicho principio se recogió reglamentariamente en el artículo segundo del reglamento
de establecimientos penitenciarios, el que señala en su artículo 2° “Será principio rector de
dicha actividad el antecedente que el interno se encuentra en una relación de derecho público
con el Estado, de manera que fuera de los derechos perdidos o limitados por su detención,
prisión preventiva o condena, su condición jurídica es idéntica a la de los ciudadanos libres.”
Por lo anterior y por tratarse como mencionamos en capítulos anteriores de ser esta
potestad administrativa una potestad reglada, son especialmente aplicables los principios de
igualdad ante la ley, es que proceden los recursos administrativos de reposición y jerárquicos
establecidos en la Ley N°19.880, en caso de que se considere que la resolución ha sido ilegal
o arbitraria.
55HENRÍQUEZ VIÑAS, M.L. 2013 ¿Hacia una ampliación del hábeas corpus por la corte suprema? [En línea]
<https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0718-97532013000200016&script=sci_arttext> [consulta: 2 de Junio
2019]
50
discrecionalidad están establecidos en la ley, vale decir, que los antecedentes de gendarmería
o los otros que tenga a la vista la comisión lleven a asumir que el privado de libertad se
encuentra rehabilitado para la vida en sociedad. Por tanto, y siendo estos principios rectores
establecidos en norma de jerarquía legal, una decisión de la comisión cuyo razonamiento no
pareciera condecirse con este objetivo sería ilegal y arbitraria. Esto se refuerza al recordar
como también se dijo ya, que el requisito señalado en la ley es solo contar con el informe de
postulación psicosocial, por lo que el rechazo del beneficio aún con un informe desfavorable
podría ser objeto de impugnación. Así, si bien no se cuenta con un sistema recursivo inherente
al sistema del DL N°321, es una válvula de escape frecuentemente usada para controvertir
estas decisiones, por esto resulta acertada la conclusión consistente en que “El estudio de la
jurisprudencia reciente refleja que el hábeas corpus se ha extendido a otros casos en que no
se recurre contra una resolución judicial o que la resolución judicial no es pronunciada en sede
penal”56
56 Ibid.
57 Causa nº 348/2019 (Amparo). Resolución nº 17 de Corte de Apelaciones de Valparaiso, de 8 de Junio de 2019
51
informe de postulación psicosocial elaborado por Gendarmería de Chile, se desprende que el
interno no cumple con los requisitos para su cumplimiento en libertad. Tercero: Que del
mérito de los antecedentes contenidos en el informe de Gendarmería aparece que el
amparado cumple con los requisitos del artículo 3 del DL 321, tiene un bajo índice de
reincidencia y altas posibilidades de reinsertarse adecuadamente a la sociedad” 58(lo
destacado es nuestro)
58 Ibid.
59 Causa nº 219/2019 (Amparo). Resolución nº 5 de Corte de Apelaciones de San Miguel, de 27 de Mayo de 2019
52
Como conclusión, en cuanto al respeto del debido proceso cabe señalar que no se
cumple a cabalidad en tanto no existe un procedimiento definido para contradecir los
antecedentes de gendarmería, aunque al menos el hecho de que se abra la posibilidad de que
la comisión tenga a la vista otros antecedentes fuera de dichos informes, es un avance en la
dirección correcta. Tampoco incorpora sistemáticamente un sistema de impugnabilidad, lo que
sin embargo se ve aliviado por las acciones generales administrativas y jurisdiccionales.
53
definida, sistema recursivo y fundamentación adecuada en la toma de estas decisiones que
afectan derechos constitucionales de los privados de libertad.
54
Capítulo V. Después del otorgamiento
Otra de las críticas que se realizaba a la antigua legislación era que difícilmente podía
cumplir un propósito de reinserción social si no había ningún apoyo posterior al privado de
libertad una vez expuesto al medio libre. Así, Foncea señalaba: “en nuestro país el condenado
que obtiene el beneficio es dejado a su propia suerte, sin la ayuda necesaria para poder
enfrentar los problemas laborales, de salud o familiares que suelen atormentar al recién
libertado.”62
En tal sentido ya indicaba Ana María Morales: “resulta fundamental el que se regulen
instancias adecuadas de control y apoyo a las personas que se encuentran gozando de la
libertad condicional, siguiendo los modelos propios de los Parole Services contenidos en otras
legislaciones. Así, en la experiencia comparada, el control y apoyo en esta etapa, suele ser
similar a la que se considera para el cumplimiento de la libertad vigilada, contemplando figuras
como los parole officers con funciones similares al del probation officer (Abadinsky, 1997) o
delegado de libertad vigilada para el caso chileno”63
Justamente en tal sentido se realizó la modificación del D.L. N°321, que plasmado en
su artículo 6°64, incorpora un seguimiento y apoyo al beneficiado mediante el concepto del
delegado de libertad condicional y el plan de intervención, cuyo examen realizamos a
continuación.
55
dentro de los siguientes 45 días elaborar un plan de intervención individual. Dicho plan de
intervención individual debe contar con:
56
que los define la Ley N°21.124 en la modificación que realiza al artículo 6° del D.L N°.32165 lo
que hace aún mas posible suponer que serán regulados de manera similar.
Como vemos, tiene un fin muy análogo con el que se encuentra explícito en nuestra
legislación sobre libertad condicional, por lo que parece aún más acertado, dado que no se
han dictado los reglamentos específicos, analizar brevemente como opera la figura del
delegado y el plan de intervención bajo este régimen, pero hay que tener presente que
eventualmente en el reglamento que se dicte podrían haber diferencias.
65 La Ley 18.216 define de esta forma el plan de intervención individual: “Artículo 16.- Al imponer la pena de libertad
vigilada o libertad vigilada intensiva, el tribunal establecerá un plazo de intervención igual al que correspondería
cumplir si se aplicara efectivamente la pena privativa o restrictiva de libertad que se sustituye.
El delegado que hubiere sido designado para el control de estas penas, deberá proponer al tribunal que hubiere
dictado la sentencia, en un plazo máximo de cuarenta y cinco días, un plan de intervención individual, el que deberá
comprender la realización de actividades tendientes a la rehabilitación y reinserción social del condenado, tales
como la nivelación escolar, la participación en actividades de capacitación o inserción laboral, o de intervención
especializada de acuerdo a su perfil. El plan deberá considerar el acceso efectivo del condenado a los servicios y
recursos de la red intersectorial, e indicar con claridad los objetivos perseguidos con las actividades programadas
y los resultados esperados.
El juez, a propuesta del respectivo delegado, podrá ordenar que el condenado sea sometido, en forma previa,
a los exámenes médicos, psicológicos o de otra naturaleza que parezcan necesarios para efectos de la elaboración
del plan de intervención individual. En tal caso, podrá suspenderse el plazo a que se refiere el inciso anterior por
un máximo de 60 días.
Una vez aprobado judicialmente el plan, el delegado informará al juez acerca de su cumplimiento, de
conformidad a lo dispuesto en el artículo 23 de esta ley.
Sin perjuicio de lo anterior, el delegado podrá proponer al juez la reducción del plazo de intervención, o bien, el
término anticipado de la pena, en los casos que considere que el condenado ha dado cumplimiento a los objetivos
del plan de intervención.”
57
Los requisitos que debe cumplir este delegado son reiterados y especificados en más
detalle en el artículo 25 del reglamento del régimen de penas sustitutivas, añadiendo que debe
tener experiencia laboral en el área de la intervención psicosocial de al menos un año y haber
aprobado el curso de habilitación de delegado de libertad vigilada con nota igual o superior a
5.5.
Cabe señalar que en el régimen de penas sustitutivas, tanto para la libertad vigilada y
la libertad vigilada intensiva se requiere que el condenado resida en un lugar determinado así
como otras obligaciones formales en el caso de la libertad vigilada intensiva, tales como la
prohibición de acudir a determinados lugares, de acercarse a la víctima, de mantenerse ciertas
horas en algún domicilio determinado, etc., sin embargo estas obligaciones no están presentes
en la actual versión del D.L. N°321 y parece razonable estimar que no sería posible introducir
tales obligaciones por vía reglamentaria dado que dichas limitantes no fueron introducidas a
nivel legal.
66 DEFENSORÍA PENAL PÚBLICA, Departamento de Estudios. 2014. Penas sustitutivas de la Ley N° 18.216 [En
línea] p.41 <http://www.biblio.dpp.cl/biblio/DataBank/8718.pdf> [consulta: 5 de Junio 2019]
58
para acceder al beneficio de libertad condicional, que como ya fue objeto de estudio
anteriormente, ha variado de meras formalidades a una visión más compleja desde el punto
de vista criminológico. Lo más probable, en concordancia con el tenor de la Ley N°21.124 y su
concepto del plan de intervención es que sean estos mismos principios rectores los que rijan
el plan de intervención individual en el contexto del otorgamiento de la Libertad Condicional.
El cumplimiento del fin rehabilitador del mecanismo de la Libertad Condicional debe ser
precedido además de la posibilidad material de que el beneficiado acceda a una red de
protección otorgada por el Estado, y aquello lo establece la modificación de la Ley N°21.124
introducida en el Artículo n°10 del D.L. N°32167, que, aunque en términos muy generales y que
ciertamente son más bien principios orientadores de futuras políticas públicas, es positivo que
estén explícitos en norma de jerarquía legal. Así, la norma expresa que el Estado debe
promover y fortalecer especialmente la formación educacional y colocación laboral de los
condenados, con el fin de incentivar su reinserción al trabajo, obligación que también recae en
el delegado. Realiza además un mandato de que los demás organismos del estado
relacionados con las áreas de salud, educación y capacitación consideren especialmente las
solicitudes de los delegados de libertad condicional a favor del condenado en proceso de
rehabilitación.
El D.L. N°321 señala en su artículo séptimo las causales de revocación del beneficio,
que son las siguientes:
67 Artículo 10 del DL. N°321: “El Estado, a través de los organismos pertinentes, promoverá y fortalecerá
especialmente la formación educacional, la capacitación y la colocación laboral de los condenados que gocen de
la libertad condicional, con el fin de permitir e incentivar su inserción al trabajo. Asimismo, el delegado deberá
apoyar y articular el acceso del condenado a la red de protección del Estado, particularmente en las áreas de salud
mental, educación, empleo y de desarrollo comunitario y familiar, según se requiera.
Los organismos estatales y comunitarios que otorguen servicios pertinentes a salud, educación, capacitación
profesional, empleo, vivienda, recreación y otros similares deberán considerar especialmente toda solicitud que los
delegados de libertad condicional formularen para el adecuado tratamiento de las personas sometidas a su
orientación y vigilancia”
59
• Incumplimiento de las condiciones fijadas en el plan de intervención, sin justificación
suficiente.
En tal situación, Gendarmería debe con un plazo de tres días informar a la Comisión de
Libertad para que se pronuncie dentro de un plazo de quince días de la continuidad o
revocación de la Libertad Condicional.
Quedan excluidos de este beneficio los condenados por los delitos contemplados en el
Artículo 3° bis del D.L. N°321, vale decir, los condenados por delitos de lesa humanidad,
genocidio y crímenes de guerra.
60
Capítulo VI. Retroactividad
Artículo 9º.- Para los efectos del presente decreto ley, se entenderá que los requisitos
para la obtención del beneficio de la libertad condicional son aquellos que se exigen al
momento de la postulación.
61
Constitucional, el que con fecha 2 de enero de 2019 en la Causa Rol N°5677-201868,
desestimó la crítica en cuanto al carácter de la retroactividad de la norma, sin embargo, lo hizo
en relación a problemas puntuales del planteamiento del requerimiento en específico, el que
no señaló como y en que casos la nueva norma sería mas perjudicial, sino que lo hizo en
términos genéricos y por tanto no se produjo un estudio acabado del tema. Como
mencionamos anteriormente, ciertamente no son pocos los elementos que permiten calificar a
esta modificación como más perjudicial para el eventual postulante a la libertad condicional.
La postura que se tenga sobre la posibilidad de que se aplique esta reforma in actum está
íntimamente ligada con lo que entendamos respecto al carácter se le da a la norma de la
ejecución penitenciaria.
La primera de ellas considera que las normas que regulan el derecho penitenciario son
normas de derecho procesal. Bajo esta interpretación, las leyes de ejecución penitenciarias no
pertenecen al derecho penal “material” o sustantivo, sino que se entienden como la serie de
procedimientos necesarios para concretar el cumplimiento de la pena. Siendo derecho
procesal penal, podría ser debatible por tanto si es posible la aplicación de una norma reciente
más gravosa al caso concreto respecto a la situación previa. Así, el código procesal penal
señala en su artículo 11: “Aplicación temporal de la ley procesal penal. Las leyes
procesales penales serán aplicables a los procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a
juicio del tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones más favorables al imputado.”.
Dicha normativa por principio de especialidad, según esta postura, debería preferirse por tanto
a la norma general de que la regulación procesal rige in actum. En el mismo sentido ha
señalado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: “La garantía de la no
retroactividad de la ley restrictiva o desfavorable, abarca por igual tanto los preceptos
sustantivos como los adjetivos o de procedimiento que afecten cuestiones de derecho
sustantivo. Esa extensión de la denominada garantía contra leyes ex post facto a materia
procesal, que actualmente se predica en el sistema procesal penal moderno, ha sido producto
de la evolución del derecho penal y procesal penal.”69
68
Sentencia de Causa Rol N°5677-18 del Tribunal Constitucional de 2 de Enero de 2019.
69 HISTORIA FIDEDIGNA DE LA LEY N.º 21.124. Op. Cit. p.262
62
Bajo esta interpretación, por tanto, aún cuando la legislación señale que rige in actum, en
caso de resultar mas desfavorable no es posible aplicarla por principio de irretroactividad de
la ley penal, consagrada a nivel constitucional en el Artículo 19 N°3.
Sin embargo cabe señalar que en ambas causas dichas sentencias fueron apeladas y
revocadas ante la Corte Suprema, la que, en el caso de la causa 250/2019 de la Corte de
Apelaciones de Valparaíso señaló: “Vistos y teniendo únicamente presente: Que el artículo
9 de la Ley N° 21.124 de 18 de enero del año en curso, prescribe que para los efectos de ese
decreto ley, “se entenderá que los requisitos para la obtención del beneficio de la libertad
condicional son aquellos que se exigen al momento de la postulación”, los que en este caso
63
no se cumplen en lo que dice relación al previsto en el N° 2 del artículo 2 de dicho cuerpo legal,
se revoca la sentencia apelada de diez de mayo de dos mil diecinueve, dictada por la Corte
de Apelaciones de Valparaíso”72
Cabe destacar un tercer caso donde la Corte de Apelaciones de Talca consideró que el
cambio del concepto de Libertad Condicional de “derecho” a beneficio era perjudicial para los
intereses del postulante y que por tanto, la nueva ley no podía aplicarse conforme al principio
de irretroactividad de la ley penal desfavorable: “Cuarto: Que las exigencias de que da cuenta
el informe de la recurrida importan una aplicación incorrecta de la legislación penal de que se
trata, por cuanto la ley de tal naturaleza rige solo para el futuro y, jamás podrá tener efecto
retroactivo, salvo en el caso que la nueva ley sea más beneficiosa para el agente delictual,
según lo previsto en el artículo 18 del Código Penal y, en consecuencia, esta Corte es de
opinión que en la especie se reúnen la totalidad de los requisitos que se preveen para el
reconocimiento que tiene el amparado a gozar de su libertad condicional, ya que
efectivamente es un derecho y no una facultad, porque esta última solo aparece descrita
como tal en la nueva ley, esto es, la N °21.124 que no recibe aplicación en la especie” 73(lo
destacado es nuestro)
Es importante señalar de la anterior jurisprudencia, que hace aplicación del artículo 18 del
Código Penal por lo que hace aplicable al D.L. N°321 las reglas del derecho penal sustantivo
y no adjetivo o procesal.
Aún si consideramos que efectivamente debe aplicarse a estas normas los principios de
irretroactividad de la ley penal desfavorable, la doctrina no está conteste en cuanto a desde
qué momento se fija el estatuto aplicable.
Así, hay quienes señalan que la irretroactividad debe considerarse desde el momento de
la condena o de ingreso a la cárcel como el momento que determina el estatuto aplicable. Así,
Zaffaroni señalaba “en tanto que la nueva ley ejecutiva sea más idónea para alcanzar la
resocialización debe aplicarse, siempre cuando no se traduzca en una afectación de bienes
jurídicos del penado superior a la impuesta por la que regía al tiempo de la condena” 74
72 Causa Rol n° 13350-2019 (Crimen) Apelación Amparo) Corte Suprema - sala Segunda Penal, 23 de mayo de
2019
73 Causa Rol nº 122/2019 (Amparo). Resolución nº 9 de Corte de Apelaciones de Talca, de 10 de Junio de 2019.
74 ZAFFARONI. 1987. Tratado de derecho penal. Parte general, t. I. Buenos Aires, p. 201, citado en OLIVER
CALDERÓN, G. 2011. Retroactividad e irretroactividad de las leyes. Santiago. Editorial Jurídica de Chile p.195-196
64
Otra parte de la doctrina, que consideramos más acertada, opina que el momento donde
se debe fijar el estatuto aplicable es el de la comisión del ilícito, puesto que es solo en aquella
oportunidad en la que el infractor se puede representar a si mismo las consecuencias de su
actuar, lo que incluye claramente no solo la imposición formal de una condena sino las
condiciones efectivas de cumplimiento, incluyendo entre ellas, los eventuales beneficios. Así,
en este sentido resulta clarificadora la opinión de Guillermo Oliver al señalar que: “la
irretroactividad que predicamos para las disposiciones penales de la normativa penitenciaria,
no puede tener como momento determinante del estatuto penitenciario aplicable la fecha en
que se dicte o adquiera firmeza la sentencia condenatoria, ni la del ingreso en prisión. Cuando
ya existe condena o la persona ya ha ingresado a la cárcel a cumplir su pena, es demasiado
tarde para que decida si realiza una conducta o no en función de las consecuencias jurídico-
penales que pueda prever. Tal conducta ya la habrá realizado.”75
Una segunda forma de entender las normas las normas de ejecución penitenciarias, y que
parece ciertamente muy acertada es la que desarrolla el profesor Oliver quien otorga a dichas
normas un carácter mixto, aplicando estándares de retroactividad y sujeción al principio de
legalidad diversas. Así, él distingue entre normas de carácter penal, administrativo y procesal.
Clasifica en el ámbito del derecho penal las disposiciones sobre permisos de salida, libertad
condicional y régimen penitenciario. Les otorga carácter penal pues versan sobre la pena y el
cumplimiento efectivo de esta, que no puede desentenderse de ella con su mero
pronunciamiento en la sentencia, siendo totalmente aplicable el principio de irretroactividad de
la ley penal sobre estos temas, así señala “Si el cumplimiento de las penas privativas de
libertad –que es una causa de extinción de la responsabilidad criminal– implica la necesidad
de estar encerrado en un determinado lugar, parece razonable sostener que las normas que
regulan cómo debe ser dicho encierro pertenecen al derecho penal.” 76. Por otro lado, las
normas que regulan financiamiento, construcción, mantenimiento entre otros de recintos
penitenciarios serían administrativas. Dentro de este ámbito administrativo incorpora las
medidas disciplinarias que, considera, serían manifestación del derecho administrativo
sancionador y finalmente las normas que regulan organización, estructura y atribuciones de
75 OLIVER CALDERÓN, G. 2011. Retroactividad e irretroactividad de las leyes. Santiago. Editorial Jurídica de Chile
p. 199.
76 Ibid. p.193.
65
los tribunales encargados de velar por estos derechos y la correcta ejecución de las penas
tendrían carácter procesal.
La tercera postura, mayoritaria, como ya hemos analizado desde otras aristas previamente
es considerar que las normas de ejecución penitenciaria son administrativas, en tanto no
modifican la condena y por tanto no tocarían el derecho penal sustantivo ni adjetivo, caso en
el que ciertamente corresponde la aplicación “in-actum” de la normativa. En tal sentido,
podemos encontrar la siguiente jurisprudencia dictada por la Corte de Apelaciones de Valdivia
de fecha 18 de Abril de 2019 que señaló al respecto: “Quinto: De acuerdo a lo expuesto, y en
cuanto a la alegación de la imposibilidad de aplicar retroactivamente la ley penal cuando esta
perjudica al sentenciado, se estima que la norma contenida en el D.L. N°321 no es de aquellas
que puedan ser calificadas como modificatorias de penas para permitir la irretroactividad o
retroactividad de la misma, según beneficie o no al reo. El beneficio que constituye la Libertad
Condicional, según la propia definición que se lee del artículo 1 ° del D.L. N°321, no extingue
ni modifica la duración de la pena, sino que es un modo particular de hacerla cumplir en
libertad. Así, se concluye que lo preceptuado en el D.L. N°321, al día de hoy, con más estrictez
que previo a la modificación de enero de este año, no incide en la aplicación de una pena
menos rigurosa en relación al hecho punible, sino en su cumplimiento y con ello se descarta
la aplicación del artículo 18 del Código Penal, no existiendo por ende infracción al
artículo 19 N° 3 de la Constitución que recoge idéntico principio, pero en relación a la pena
en sí, no a su cumplimiento. Ello se reafirma con el carácter administrativo y no sustantivo
del DL 321, lo que implica que a su respecto deba regir in actum, según lo preceptuado en el
artículo 24 de la Ley de Efecto Retroactivo de las Leyes.”77 (lo destacado es nuestro)
Del mismo modo falló la Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 24 de Abril de 2019
señalando: “SEPTIMO: Que en cuanto al cumplimiento o no de los requisitos, se debe tener
en consideración que el propio artículo 9 ° del Decreto Ley citado, indica que “para los efectos
del presente decreto ley, se entenderá que los requisitos para la obtención del beneficio de la
libertad condicional son aquellos que se exigen al momento de la postulación”, se deja
constancia que, en el caso del recurrente, éste no satisface el cumplimiento del tiempo mínimo
66
requerido. De esta forma que habiendo entrado en vigencia dicha ley el día 18 de enero de
2019, no cabe duda que los requisitos exigibles a los penados para ser postulados al proceso
de Marzo de 2019, son los que fijan la ley vigente a partir de esta fecha, descartándose en
consecuencia toda posibilidad de aplicar la ley vigente al momento de la confección de la pre-
nómina, ello resulta además concordante si se tiene presente que el Decreto Ley N°321
que establece la Libertad Condicional para las personas condenadas, se trata de una
ley administrativas sobre la ejecución de la pena, de tal forma que rige in actum”78 (lo
destacado es nuestro)
67
Conclusiones:
Luego de analizar los diversos aspectos del régimen de Libertad Condicional con
especial énfasis en su reciente modificación realizado por la Ley N°21.124 es posible arribar
a las siguientes conclusiones.
68
7. La incorporación de un seguimiento activo posterior al otorgamiento del beneficio
es uno de los avances más notorios de la reciente modificación, pues solo aquel
puede dar lugar a una correcta reinserción, por lo que, aun cuando falta su debida
reglamentación, es de esperar que sea armónico con el concepto que de dicho
seguimiento se realiza en el régimen de penas sustitutivas, siendo una eventual
herramienta de rehabilitación eficaz.
8. El carácter de la modificación en estudio debe entenderse como parte del derecho
penal sustantivo en lo que respecta a la regulación de requisitos y condiciones para
el otorgamiento del beneficio, por lo que una correcta interpretación consiste en que
debe entenderse prohibida su aplicación retroactiva en lo que resulte desfavorable
al condenado para delitos cometidos antes de la entrada en vigencia de la Ley
N°21.124, en tanto solo así el sujeto puede representarse a sí mismo todas las
consecuencias jurídicas del actuar delictivo, entre las que se encuentran la
posibilidad de acceder a este beneficio en caso de condena.
9. A pesar de los avances anteriores mencionados, sigue siendo una gran deuda el
reglamentar el área del derecho de ejecución como una jurisdicción propia, con
procedimientos definidos, en lo que en derecho comparado se ha determinado en
la figura del Juez de Ejecución Penitenciaria, ello, en tanto aun cuando la normativa
y jurisprudencia nacional considere a esta área, una perteneciente al derecho
administrativo, versando sobre la efectividad misma de la pena, parece necesario
que esta área se incorpore al derecho penal con todas las garantías que ello incluye
y solo así se podrá dar un cabal cumplimiento a las exigencias que el debido
proceso llama a cumplir cuando lo que está en discusión es la limitación del ejercicio
de un derecho fundamental tan esencial como lo es la libertad ambulatoria.
69
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