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OBJETIVO GENERAL
Analizar e interpretar los artículos del Código Penal Dominicano dado.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
También nos dice las tres categorías los hechos que el Código Penal erige en
delitos para garantizar los derechos políticos del voto en general:
El artículo 109 del Código Penal castiga las "reuniones tumultuarias que, usando
violencias o amenazas, tengan por objeto impedir a uno o más ciudadanos, el
ejercicio de sus derechos políticos". La simple tentativa no se encuentra castigada.
De acuerdo con los términos del artículo 109 se precisa: a) que los ciudadanos
hayan sido impedidos de ejercer sus derechos cívicos, lo que excluye la simple
tentativa que queda impune; b) que hayan sido impedidos por los medios
indicados. Cualquier otra circunstancia escapa a la represión.
Estos dos artículos han sido completados por las siguientes disposiciones de la
Ley Electoral No. 5884, del 8 de mayo de 1962: "Art. 68.
El artículo 112 prevé que cuando el fraude ha sido cometido por cualquier otra
persona, al hecho se le da la calificación de delito y la pena es la de prisión de seis
meses a dos años, y la interdicción del derecho de elegir y ser elegido, durante un
año a lo menos, y cinco a lo más.
Los artículos 111 y 112 están ampliados por las disposiciones Ley No. 5884 del 6
de mayo de 1962.- Gaceta oficial No. 8654 (Ley Electoral)
"Art. 185.- Serán castigados por el tribunal correccional con prisión de seis meses
a dos años y con multa de doscientos a mil pesos las personas que en una
solicitud de inscripción de partida hagan declaración falsa respecto del número de
sus afiliados.
"Art. 186.- Serán castigados con prisión correccional de tres meses a un año o con
multa de cien a quinientos pesos, o con ambas penas a la vez.
Los jueces podrán atemperar en algunos casos el rigor de la ley con la admisión
de circunstancias atenuantes establecidas en la misma ley, pero para esto es
preciso que tales circunstancias atenuantes existan en el caso.
Circunstancias atenuantes.
Ya antes dijimos que las disposiciones del artículo 463 del Código Penal, son
aplicables a las I infracciones previstas en la Ley Electoral. En efecto, el artículo
193 de la misma ha sido concebido así: "Las disposiciones del artículo 463 del
Código Penal son aplicables a las infracciones previstas en esta ley". Esta
disposición concierne tanto a los crímenes como a los delitos electorales previstos
en la Ley Electoral.
El segundo caso previsto por el artículo 114, se refiere a los actos atentatorios a
los derechos políticos de uno o muchos ciudadanos. Son los hechos por los cuales
los funcionarios o agentes públicos violan los derechos de voto o elegibilidad
no previstos en otras disposiciones del Código Penal ni en la Ley Electoral.
Bueno es advertir que la Ley Electoral no deroga el artículo 114 sino en la parte
que le es contraría.
El tercer caso contempla los actos contrarios a la Constitución, es decir, los actos
que violan los derechos y las libertades que la Constitución reconoce y garantiza
Los funcionarios o agentes públicos culpables sólo serán pasibles de las penas
establecidas por el artículo 114, cuando los hechos no sean castigados por una
disposición legal especial. Este texto constituye una especie de sanción general
contra los excesos o los abusos de poder de los representantes del Estado que
conlleven una violación a los derechos constitucionales.
Elementos constitutivos
Consiste ya en un acto atentatorio a la libertad individual,
El acto debe ser el hecho de un funcionario público, agente o delegado del
Gobierno.
El funcionario, agente o delegado del Gobierno, debe actuar en esta
calidad, en el ejercicio de sus funciones y abusando de su autoridad.
Se precisa que el agente actúe con intención delictuosa.
La ley crea así, no como ella ha dicho, un hecho justificativo, sino una excusa
absolutoria en beneficio del funcionario, agente o delegado del Gobierno, que
hubiere cometido un acto arbitrario o atentatorio a la libertad individual. En verdad,
el artículo 114 se refiere con la expresión "si justificaren" (los agentes)..., no a la
naturaleza del hecho que exceptúa al agente de la pena, sino a las condiciones de
las cuales ella depende, por ello se decide generalmente que es una excusa. Por
consiguiente, no puede ser examinada como el hecho justificativo por las
jurisdicciones de instrucción.
Circunstancias agravantes
Si el culpable es un Secretario de Estado, se impondrá la pena de destierro, en las
condiciones previstas por los artículos 115 y 116. De manera que la ley hace de la
calidad de este funcionario una circunstancia agravante del crimen.
El objetivo de la Ley en este delito (Art. 127 al 131 C. P.) es castigar un atentado a
los poderes públicos, como órganos encargados por la Constitución o la Ley del
nombramiento de los funcionarios o empleados públicos, facultad de la cual dicha
autoridad resulta despojada cuando se produce la comisión del delito. Estas
disposiciones protegen según la interpretación de la doctrina y la jurisprudencia, a
todos los funcionarios públicos.
El delito de usurpación de funciones públicas puede ser cometido por cualquiera, y
no existe una delimitación del posible círculo de autores. Sin embargo, puede ser
necesario optar por una delimitación negativa cuando se trata de sujetos que
tienen la condición de autoridad y funcionario público. En este sentido, un sector
de la doctrina sostiene incluso lo que puede cometer un funcionario público que se
atribuye funciones de las que carece, esta solución que resulta dudosa pues
difícilmente puede atribuirse carácter oficial aquel que ya lo ostenta.
El Art. 127 castiga tres hechos por los cuales tribunales en sus decisiones, y el
ministerio público por su opinión, pueden usurpar funciones legislativas:
Y 3ro.- Deliberar si deben o no ejecutarse y promulgarse las leyes. Las leyes son
obligatorias por la promulgación y ejecutorias por la publicación, según el
lenguaje del C. Civil, ambos actos de la competencia exclusiva del Poder
Ejecutivo. (Art. 1, C. Civil y 49 de la Const.; pero ver Art. 39 de ésta que contra la
terminología del C. Civil declara obligatoria la ley por su publicación).
Es cuando, los funcionarios del Poder Ejecutivo, ya sea, los Gobernadores de las
Provincias, los Ayuntamientos y Síndicos, se ingieren dictando decisiones de la
competencia de los Tribunales Judiciales. Ingiriéndose en el conocimiento de
derechos e intereses privados de la jurisdicción de los tribunales, o que de algún
modo requirieren, instruyeren o hicieren recomendaciones a las autoridades
judiciales para que ciñan sus actuaciones, decisiones o fallos, al interés o criterio
particular de aquellos. (Art. 131, C. Penal).
CONCLUSIÓN ´
Al concluir solo cabe recercar lo expuesto por Charles Dulop, el Código Penal
reglamenta muy deficientemente estas cuestiones, y en razón a que el sistema
electoral se ha ido perfeccionando más y más en todos los países, se ha
abandonado la materia, móvil, a la legislación especial, fácil de reformar. Es así
que entre nosotros las deficiencias del código han sido suplidas por la Ley
Electoral No. 5884, del 8 de mayo de 1962, y sus modificaciones, que establece
un sistema amplio y minucioso en previsiones, que deroga algunas de las
disposiciones del Código Penal.