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DERECHO PENAL

DERECHO PENAL DE ACTO

DERECHO PENAL DE AUTOR

PRINCIPIO DE LEGALIDAD: la única ley penal es la ley formal emitida por los órganos políticos habilitados por la CN.

Estas normas fundamntales son los art. 18 y 19 de la CN y el art. 9 de la CADH y del PIDCP.

ART 18: NINGUN HABITANTE DE LA NACION PUEDE SER PENADO SIN JUICIO PREVIO FUNDADO EN LEY ANTERIOR AL
HECHO DEL PROCESO

ART. 19: NINGUN HABITANTE SERA OBLIGADO A HACER LO QUE NO MANDA LA LEY NI PRIVADO DE LO QUE ELLA NO
PROHIBE.

La CN no prohibia en forma expresa la llamada ley penal retroactiva (posterior al hecho).

El art. 18 se refiere a la legalidad procesal (juicio previo fundado en ley anterior), pero subsistía cierta duda sobre la
penal. O bien el principio de legalidad penal estaba en el art. 18 o éste consagraba solo la legalidad procesal y la penal se
derivaba del art. 1 CN (principio republicano de gobierno) y del llamado PRINCIPIO DE RESERVA (art. 19), que no es mas
que su reverso. Esta discusión desapareció por completo con la ratificación de los tratados internacionales de derechos
humanos, pues los art. 9 de la CADH y de PIDCP consagran expresamente el principio de legalidad penal con jerarquía de
norma constitucional.

El principio de legalidad exige que la ley sea previa (anterior al hecho, principio de irretroactividad de la ley penal mas
severa, y retroactividad de la ley mas benigna), escrita y estricta (prohíbe la analogía).

La principal fuente de legislación penal en nuestro sistema son los órganos de gobierno federal (Congreso de la Nacion y
poder Ejecutivo) dado que las leyes penales de mayor importancia son de competencia federal, porque las provincias
delegaron en el legislativo federal la competencia legislatia para el C. Penal. El nucleo mas importante de la legislación
penal se contiene en: Cod. Penal, leyes penales especiales (que son leyes penales no codificadas) y en las disposiciones
penales de leyes no penales.

El gobierno federal es la manifestación primaria del estado, a la que siguen las provincias y la CABA como
manifestaciones secundarias. Una segunda fuente de producción legislativa formal son los órganos legislativos previstos
en cada constitución provincial y en CABA, competentes para legislar penalmente en materia de prensa y
contravencional. Un tercer fuente es el municipio, que son entes políticos que establecen sanciones para la violación de
las normas que son de su competencia y que pueden teer naturaleza administrativas (faltas) o contravencional. Cuando
estas faltas tengan naturaleza contravencional deben ser juzgadas por órganos judiciales del propio municipio que
deben gozar de todas las garantías de independencia de la jurisdicción.

El poder ejecutivo no puede legislar en materia penal fuera de la función que le incumbe como colegislador (promulga o
veta las leyes del Congreso y puede enviar proyectos para ser tratados por las Camaras). En ningun caso puede legislarse
penalmente por decreto n por esta via reglamentarse una ley penal.

Se llaman LEYES PENALES EN BLANCO a las leyes en que la criminalización primaria (tipificacion) se completa remitiendo
a otra ley. Si se trata de una ley emanada del mismo órgano (LEY PENAL EN BLANCO IMPROPIA) no hay problema
alguno; pero si la ley penal nacional remite a un decreto del poder ejecutivo, a una ley provincial, a una ordenanza
municipal, a una reosolucion ministerial (LEYES PENALES EN BLANCO PROPIAS) resulta configurando ley penal un órgano
que no tiene competencia para hacerlo o el órgano competente esta delegnado su competencia legislativa, lo que es
inadmisible porque esta es indelegable. Las únicas leyes penales en blanco constitucionales son las que remiten a leues
emergentes del mismo órgano político.

El PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD de la ley penal es una parte del principio de legalidad. La ley penal rige para el
futuro, debe ser previa a la comisión del hecho, que es el momento de la accion y no del resultado, porque una vez
realizada la conducta, el resultado puede no depender de la voluntad del agente.

La ley penal es retroactiva cuando es mas benigna. Se las llama leyes excepcionales y temporarias porque rigen en
determinadas circunstancias o en cierto periodo de tiempo. La determinación de la ley mas benigna no siempre es clara.
No es permitido mezclar disposiciones de ambas, porque se crearía una tercera inexistente. La ley mas benigna se aplica
de pleno derecho y debe oírse al interesado, cuya opnon no es vinculante (no obliga al juez) pero es sin duda necesario.

FALLO MIÑO:

FALLO HELERING: como propietario de un negocio, Helering no había realizado la accion típica de ejecutar o hacer
ejecutar música en infraccion a la ley 11723.

Según el tribunal a quo afirmo que el responsable era el propietario que explotaba el salón.

Para la Corte atribuir responsabilidad a Helering sobre la base de su carácter de propietario del negocio, importa una
afirmación dogmatica, desprovista de sustento legal.

FALLO MOUVIEL: Raúl Mouviel y otros fueron condenados a una pena de treinta días de arresto por infracción a los
edictos policiales sobre “desordenes y escándalo”. Esta condena fue impuesta por el jefe de la policía de la Capital Federal
en virtud de lo dispuesto en el Art. 7 inc. a) del Estatuto de la Policía Federal. Esta norma autorizaba al jefe de la policía a
emitir edictos, dentro de la competencia asignada por le Código de Procedimiento en lo Criminal y para reprimir actos no
previstos por las leyes, en materia de policía de seguridad.
Esta medida policial fue apelada ante el Juez en lo penal correccional, quién confirmó la medida. Contra esta sentencia,
los imputados dedujeron recurso extraordinario alegando que el régimen de faltas vigentes concentraba en cabeza del jefe
de policía las facultades legislativa, ejecutiva y judicial, lo que resultaba violatorio del principio de división de poderes.

Los jueces de la Corte Suprema deciden por unanimidad hacer lugar al recurso extraordinario, y revocar la sentencia
condenatoria, teniendo en cuenta que:
El Art. 18 de la Constitución Nacional dispone que ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo
fundado en ley anterior al hecho del proceso, en este sentido el Art. 19 establece que, nadie está obligado a hacer lo que la
ley no manda ni privado de lo que ella no prohíbe. Teniendo en cuenta estas dos normas constitucionales podemos decir
que rige el principio que sólo al Poder Legislativo le corresponde establecer, a través de las leyes, los presupuestos
necesarios para que se configure una falta y las sanciones correspondientes.
El Art. 86 inc. 2 de la C.N. indica como atribución del Poder Ejecutivo la de expedir las instrucciones y reglamentos que
sean necesarios para la ejecución de las leyes de la Nación, cuidando de no alterar su espíritu con excepciones
reglamentarias. Este precepto constitucional fue invocado por la Corte Suprema en casos anteriores como fundamento de
la facultad del poder administrador de fijar ciertas normas de policía. Sin embargo no se debe dejar de lado que
reglamentar es tornar explícita una norma que ya existe y que el Poder Legislativo le ha dado sustancia y contornos
definidos.
El Art. 7 inc. a) del Estatuto de la Policía Federal faculta a este cuerpo administrativo a emitir y aplicar edictos y a reprimir
actos no previstos por las leyes en materia de policía de seguridad, esta atribución genérica de crear faltas, excede la
facultad reglamentaria del Poder Ejecutivo e importa la delegación por parte del Poder Legislativo de potestades que le
son exclusivas y propias. De esta manera al conferirse al poder administrador funciones claramente legislativas se vulnera
el principio constitucional de la división de poderes.

Se establece en el fallo que el Poder Ejecutivo podrá reglamentar los pormenores y circunstancias concretas de las
acciones reprimidas, pero esta facultad reglamentaria presupone la existencia de una ley anterior lo suficientemente
precisa y definida por el Poder Legislativo. Sólo así se respeta el principio de división de poderes que ordena la
Constitución Nacional y se da cumplimiento a la garantía de ley previa establecida por la interpretación armoniosa de los
Arts. 18 y 19 de la C.N.

PRINCIPIO DE TIPICIDAD

FALLOS PROPULSORA SIDERURGICA:

FALLO PETERS HNOS:

FALLOS MOCILLO DE HERMELLO:

PRINCIPIO DE LESIVIDAD: el primer párrafo del art. 19 consagra este principio al establecer que las acciones que no
lesionan a nadie están fuera de toda injerencia estatal. Esta reserva esta refería a todo ejercicio del poder estatal. Es
absurdo que se pretenda una coaccion reparadora o restitutiva cuando nada se afecto; o que se quiera ejercer una
coerción administrativa directa cuando nada esta en peligro.

Mientras no hay una lesión, no hay un conflicto, mientras no hay un conflicto no puede haber un delito y seria absurdo
que el poder punitivo pretenda entrometerse. Este principio se introdujo en la construcción del sistema penal con el
concepto de bien jurídico: mientras no hay lesión a un bien jurídico, sea por lesión o por peligro ciert, no hay delito.

El principio de lesividad exige que en todo delito haya un bien jurídico lesionado, siendo esto una limitación al poder
punitivo. Si hay un bien jurídico lesionado y si por ello ay delito y se impone pena, quiere decir que la ley penal protege
ese bien jurídico y, con este razonamiento se paso del bien jurídico lesionado al bien jurídico tutelado

Deriva del principio de reserva y se refiere que tiene que haber lesión a un bien jurídico. Aquí juega el principio de ultima
ratio ya que no cualquier lesión habilita al derecho penal a intervenir.

FALLO GOMEZ ISABELINO:

PRINCIPIO DE RESERVA: complementa al principio de legalidad. ART 19 LAS ACCIONES PRIVADAS DE LOS HOMBRES QUE
DE NINGUN MODO OFENDAN AL ORDEN Y A LA MORAL PUBLICA NI PERJUDIQUEN A UN TERCERO ESTAN SOLO
RESERVADAS A DIOS Y EXENTAS DE LA AUTORIDAD DE LOS MAGISTRADOS. Impide el derecho penal de autor (el sujeto
seria objeto).

El derecho penal no puede intervenir si no hay

Los principios de legalidad y reserva generan consecuencias:

a. Prohibición de la analogía: la analogía consiste en aplicar una regla jurídica prevista para un caso, a otro no
regulado en la ley.
La primera consecuenci directa del principio de legalidad es esta prohibición cuando esta se traduce en perjuicio
del acusado. Si una conducta no se corresponde exactamente con laprohibicon legislativa el juez no puede
aplicar otra regla jurídica aunque este prevista para una conducta similar, pues ello contadice normas
constitucionales expresas. Se trata de una prohibición cuyo destinatario es el juez.
b. Exigencia de ley scripta: el de recho consuetudinario no es admisible en el derecho penal. El destinatario es
también el juez, a quien le esta vedado utilizar el derecho consuetudinario tant para fundamentar como para
agravar la pena.
c. Prohibición de retroactividad: el destinatario es el legislador.
d. Exigencia de ley cierta: el presupuesto y la sanción deben surgir de una norma jurídica expresa y que describa
con certeza. Los preceptos penales no pueden ser indeterminados, pues no permiten conocer con exactitud los
comportamientos que comprenden.
FALLOS COLAVINI: El ciudadano Ariel Omar Colavini fue detenido por la policía mientras circulaba por la plaza
denominada Los Aviadores, en la localidad de la ciudad Jardín Lomas del Palomar, en razón de haberse secuestrado
entre sus ropas dos cigarrillos que contenían, según determino una pericia posterior, Cannabis Sativa, también conocida
como marihuana. La sala I de la Cámara Federal con asiento en la ciudad de la Plata, confirmo la sentencia de primera
instancia de condenar a Colavini a la pena de dos años de prisión, y al pago de una multa de cinco mil pesos. Luego de
esto Colavini apelo y llego a la corte mediante el recurso de apelación. Colavini interpuso el recurso de apelación
sosteniendo que la cámara dicto una sentencia basada en política social o penal, pero infundada en derecho.

Colavini planteo la inconstitucionalidad del artículo 6 de la ley 20.771 por atentar contra la libertad que garantiza el
artículo 19. El artículo 6 de la ley 20.771 penaba la tenencia de estupefacientes aunque estos sean para el consumo
personal. Colavini afirmaba que el acuerdo sudamericano sobre estupefacientes no penaba el uso de estupefacientes en
forma privada, y decía que esta ley era de igual rango o jerarquía que la 20.771. Por último lo que argumentaba Colavini
era que al reprimirse la tenencia de estupefacientes, se sanciona una acción privada que se encuentra fuera del alcance
del legislador, es decir, hacía alusión al derecho a la intimidad.45 -Resolución: Se confirmo la sentencia apelada, en
cuanto a la condena a Colavini a dos años de prisión y cinco mil pesos de multa, por violar el artículo 6 de la ley 20.771.
La corte estableció como argumentos para llegar a esta decisión: la prohibición de la tenencia de estupefacientes de
acuerdo a lo establecido en el artículo 6 de la ley 20.771, y estableció que la decisión tomada por la misma no es
violatoria del artículo 19 de la constitución, que consagra las acciones privadas que ofendan al orden, a la moral pública
o perjudiquen a terceros

FALLO BAZTERRICA: Se condenó a Gustavo Bazterrica a la pena de un año de prisión en suspenso, multa y
costas, por considerarlo autor del delito de tenencia de estupefacientes. Este pronunciamiento fue confirmado
por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, y contra ésta se interpuso recurso
extraordinario, sosteniendo la inconstitucionalidad del Art. 6 de la ley 20.771 que por reprimir la tenencia de
estupefacientes para uso personal se viola el Art. 19 de la Constitución Nacional.
La Corte Suprema hace lugar al recurso y revoca el fallo de la Cámara, ya que entiende que el Art. 6 de la ley
20.771 es inconstitucional por invadir la esfera de la libertad personal exenta de la valoración de los
magistrados.
No basta la sola posibilidad potencial de que una conducta trascienda la esfera privada para incriminarla, sino
que es necesaria la existencia en concreto de un peligro para la salud pública. Debe distinguirse entre la ética
privada reservada por la Constitución al juicio de Dios, y la ética colectiva referida a bienes o intereses de
terceros. Manifiesta que no está probado que la incriminación de la simple tenencia de estupefacientes pueda
evitar consecuencias negativas y concretas para el bienestar y la seguridad de la comunidad.
El Dr. Petracchi sostuvo que el adicto al consumo de estupefacientes es un enfermo, y debe ser tratado como tal,
planificando sistemas de ayuda y reincorporación a la sociedad.

Disidencia Dres. Fayt y Caballero


Consideran que no es impugnable el Art. 6 de la ley 20.771 en cuanto incrimina la simple tenencia de
estupefacientes para uso personal, ya que existe un área de defensa social que puede ser más o menos ampliada
de acuerdo a la valoración de los bienes que se desea proteger, por lo tanto basta, para ellos, con la mera
posibilidad, esto es el peligro de daño al bien resguardado, para justificar que dicha acción resulte incriminada.

FALLO CAPALBO

FALLO MONTALVO: El ocho de junio de 1986 Ernesto Montalvo fue detenido en un automóvil de alquiler, por
presumirse que podría estar vinculado al robo de dólares. Al llegar al destacamento policial, Montalvo arrojo una bolsa
que contenía cierta cantidad de gramos de marihuana, hecho que reconoció al prestar la declaración indagatoria. En
primera instancia fue condenado a un año de prisión condicional y multa de mil australes por considerarlo autor del
delito de tenencia de estupefacientes en términos del artículo 6 de la ley 20.771. Luego de esta resolución Montalvo
apelo por la inconstitucionalidad de la ley, argumentando que iba en contra del artículo 19 de la constitución nacional.
En segunda instancia la cámara rechaza este planteo de inconstitucionalidad aplicando ahora el articulo 14 segunda
parte de la ley 23.737, el cual modifica al anterior, y establece que la pena será de 1 mes a 2 años de prisión, cuando por
su escasa cantidad y demás circunstancias, surgiere inequívocamente que la tenencia es para uso personal. El apelante
sostenía que la resolución tomada afectaba la garantía amparada por el artículo 19 de la constitución nacional porque la
represión ataca la privacidad y la intimidad de las personas. Debido a todo esto pidió una pena más benigna teniendo en
cuenta el cambio de la ley 20.771 a la 23.737. Montalvo luego de esto interpone un recurso ante la corte y la corte se lo
concede.

La corte no considera incostitucional la incriminación de la tenencia de estupefacientes para consumo personal,


argumentando que ésta no se dirige a la represión del usuario, sino a reprimir el delito contra la salud publica. Lo que se
quiere proteger no es el interés particular del adicto sino mas bien el interés general que esta por encima de el y que
aquel trata de alguna manera de resquebrajar, dado que su conducta constituye también un medio de difusión de la
droga. Sostiene además que el efecto contagioso de la drogadicción y la tendencia a contagiar de los drogadictos es un
hecho publico y notorio.

Petracchi contraria a la mayoría: la incriminación de tenencia de estupefacientes, al crear una presunción genérica y
absoluta de peligro abstracto, no satisface los requisitos del art. 19 de la CN que exige como condición del reproche
penal el daño o el peligro concreto a derechos de terceros o al orden o a la moral publica. La sanción penal de la mera
tenencia para uso personal de estupefacientes se ha revelado como no idónea para combatir la drogadicción en la
sociedad. Por ultimo, la ley prohíbe utilizar a las personas como meros instrumentos para alcanzar objetivos públicos
que se reputen socialmente valiosos, desconociendo que ellas constituyen fines en si mismas.

FALLO ARRIOLA: En el fallo de 1º Instancia, se resolvieron los casos de cinco personas que
fueron sorprendidas saliendo de una vivienda que se estaba investigando por comercio de
estupefacientes. Estos consumidores fueron detenidos por personal policial a pocos metros del lugar,
habiéndose encontrado entre sus ropas alrededor de tres cigarrillos de marihuana o poca cantidad
de esa sustancia en cada uno de los casos.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Rosario, rechazo las nulidades interpuestas por la
defensas y el planteo de inconstitucionalidad del Articulo 14 segundo párrafo de la ley 23.737 y
condeno entre otros imputados a ARRIOLA como autor penalmente responsable del delito de trafico
de estupefacientes en la modalidad de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización,
concurso real con pena de 6 años de prisión, multa pecuniaria e inhabilitación absoluta por el mismo
plazo de condena, imponiéndole medida de seguridad curativa.

La defensa interpuso Recurso de Casación, el mismo fue rechazado por el Tribunal a quo. Se agrava
del rechazo del planteo de inconstitucionalidad del Art. 14 y postulo revisión de los decidido sobre la
base de la nueva composición de la CSJN y de los argumentos del fallo BAZTERRICA por el cual se
había declarado la invalidez constitucional de la penalización de la tenencia de estupefacientes para
uso personal con un alcance similar al de la norma impugnada.

La Cámara Nacional de Casación Penal desestimo el recurso señalando.

La defensa interpuso REF sosteniendo que:


1. La sentencia apelada era violatoria del Art. 19 de la CN.
2. La postura del tribunal a quo que hacia hincapié en el precedente MONTALVO, la
Jurisprudencia de la CSJN había sido errática, de modo que correspondería verificarse si los
ARGUMENTOS DE MERITO, OPORTUNIDAD Y CONVENIENCIA que sostuvieron aquella
decisión, aun seguían vigentes.
3. Señalo que el gran incremento de causas por tenencia para uso personal a partir de la
vigencia de la ley 23.737 demostraba que el resultado no era acorde al fin perseguido por la
misma. La postura asumida en BAZTERRICA y CAPALBO era lamas adecuada a un Estado
de Derecho que respete el ámbito de autodeterminación de los ciudadanos.
4. El argumento de cambio de composición del Tribunal había sido utilizado por la misma CSJN
como fundamento al retomar en MONTALVO lo decidido en COLAVINI.
5. No se encontraba acreditado que la conducta de los imputados había afectado algún bien
jurídico protegido por la SALUD PUBLICA.

La Cámara, desestimo el REF y dio lugar a la QUEJA.

El núcleo de la argumentación de la defensa estuvo dirigido a cuestionar la validez constitucional de


la figura legal que sanciona la tenencia de estupefacientes para consumo personal, por la afectación
que tal incriminación ocasionaría al Principio de Reserva (Art. 19 de la CN)

La CSJN resolvió, por unanimidad de todos sus integrantes, declarar la inconstitucionalidad del
segundo párrafo del artículo 14 de la Ley de Estupefacientes (Nº 23.737), que reprime la tenencia de
estupefacientes para consumo personal con pena de prisión de 1 mes a 2 años (sustituibles por
medidas educativas o de tratamiento). Según la Corte la inconstitucionalidad del artículo es aplicable
a aquellos casos de tenencia de estupefacientes para consumo personal que no afecten a terceras
personas.

La jurisprudencia de la Corte Suprema de Argentina en este tema ha sido oscilante. Comenzó en el


año 1978, mientras transcurría la última dictadura militar, con el fallo “Colavini” donde se declaró la
constitucionalidad de la penalización de la tenencia para consumo personal.
En 1986 con el fallo “Bazterrica”, se declaró su inconstitucionalidad.
Luego, en 1990, mediante el fallo “Montalvo”, se volvió al criterio de “Colavini”.
Con el fallo “ARRIOLA” se vuelve, al criterio de “Bazterrica”.

La CSJN admitió que ciertas normas susceptibles de ser consideradas legítimas en su origen,
pudieron haberse tomado indefendibles desde el punto de vista constitucional con el transcurso del
tiempo y el cambio de circunstancias objetivas relacionadas con ellas. Las razones pragmáticas o
utilitarias en que se sustentaba MONTALVO han fracasado.

El debate jurídico plasmado en BAZTERRICA y MONTALVO se ha llevado a cabo con anterioridad a


la reforma constitucional de 1994 por el cual se han incorporado Tratados Internacionales (Art. 75
Inc. 22 CN) por los cuales impide al Estado Nacional llevar a cabo medidas que afecten el derecho a
la privacidad, que tienda a considerar que las personas sean objeto de injerencias arbritarias o
abusivas en su vida privada.

El principal argumento utilizado en el fallo es que la norma que penaliza la tenencia de


estupefacientes para consumo personal, en la medida que avanza sobre el ámbito privado de las
personas, afecta el derecho a la intimidad protegido por normas constitucionales (no solo el artículo
19 de la Constitución Nacional, sino otros instrumentos internacionales de derechos humanos
incorporados luego de la reforma constitucional de 1994). Al respecto se señaló: “la tenencia de
droga para el propio consumo, por sí sola, no ofrece ningún elemento de juicio para afirmar que los
acusados realizaron algo más que una acción privada, es decir, que ofendieron a la moral pública o a
los derechos de terceros” (voto de la Dra. Carmen Argibay).

La Corte señaló que el artículo 14, segundo párrafo, de la ley 23.737 debe ser invalidado, pues
conculca el artículo 19 de la Constitución Nacional, en la medida en que invade la esfera de la
libertad personal excluida de la autoridad de los órganos estatales. Por tal motivo se declara la
inconstitucionalidad de esa disposición legal en cuanto incrimina la tenencia de estupefacientes para
uso personal que se realice en condiciones tales que no traigan aparejado un peligro concreto o un
daño a derechos o bienes de terceros

El Derecho a la Intimidad debe primar, pero establecieron cierto límite en la protección constitucional
en la afectación de esa conducta a terceras personas. Esta última aclaración deja una zona gris
sobre ciertas tenencias para consumo, como las efectuadas en espacios públicos sin personas en
las inmediaciones.

La Corte reasume la postura tomada por Bazterrica al considerar que la tenencia de estupefacientes para uso personal se
encuentra efectivamente amparada por la esfera de la libertad personal que consagra el art. 19, siempre y cuando esta
se realice en condiciones tales que no traigan aparejado un peligro concreto o un daño a derechos o bienes de terceros,
por lo que queda excluida de la autoridad de los órganos estatales. Fayt señalo el fracaso de la persecución penal penal
del consumidor como forma de combatir el narcotráfico. Zaffaroni advierte que el procesamiento de usuarios es un
obstáculo para la recuperación de los dependientes, ya que no hace mas que estigmatizarlo y reforzar su identificación
mediante el uso de toxico.

FALLO BAHAMONDEZ: En el año 1989 Marcelo Bahamondez fue internado en el Hospital Regional de Ushuaia como
consecuencia de una hemorragia digestiva y se negó a recibir transfusiones de sangre, por su condición de testigo de
Jehová. Los médicos tratantes, acudieron a la justicia para que se autorice tal tratamiento. El Juez de primera instancia y
la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia autorizaron las transfusiones de sangre, no obstante la negativa del paciente,
debido a que entendieron que la negativa de Bahamondez implicaba un suicidio realizado por medios no violentos. Dada
esta situación, a través de su defensor oficial, Bahamondez llegó hasta el Máximo Tribunal de Justicia de la Nación. Para
cuando se pronunció la Corte, ya habían pasado más de cuatro años y el paciente había sido dado de alta, sin habérsele
realizado ninguna transfusión, por lo que el Tribunal declaró que era inoficiosa una decisión en la causa. Sin embargo,
varios de sus jueces sintieron la necesidad de pronunciarse al respecto.

Bahamondez interpuso recurso extraordinario, que fue concedido ya que alega la violación del art. 14 y 19 de la CN. El
recurrente sostiene que, contrario a lo afirmado por el a quo, el no busca un suicidio, sino que desea vivir, pero no
puede aceptar un tratamiento medico que vaya en contra de sus creencias religiosas. Por lo tanto, obligar a una persona
mayor y capaz a realizarse la nombrada operación, vulnera el derecho a la libertad de culto y al principio de reserva.

DERECHO A LA INTIMIDAD: el principio de reserva de la intimidad protege todo aspecto de la vida privada de un
individuo que esta quiere preservar del conocimiento o instrucción de los demás.

FALLO PONZETTI DE BALBIN: La causa se origina en la demanda por daños y perjuicios promovida por la esposa
y el hijo del doctor Ricardo Balbín, fallecido el 9 de setiembre de 1981 contra "Editorial Atlántida S. A."
propietaria de la revista "Gente y la actualidad", Carlos Vigil y Aníbal Vigil, debido a que dicha revista, en su
número 842 del 10 de setiembre de 1981, publicó en su tapa una fotografía del doctor Balbín cuando se
encontraba internado en la sala de terapia intensiva de la Clínica Ipensa de la Ciudad de La Plata, la que
ampliada con otras en el interior de la revista, provocó el sufrimiento y mortificación de la familia del doctor
Balbín y la desaprobación de esa violación a la intimidad por parte de autoridades nacionales, provinciales,
municipales, eclesiásticas y científicas. Los demandados, que reconocen la autenticidad de los ejemplares y
las fotografías publicadas en ella, admiten que la foto de tapa no ha sido del agrado de mucha gente y alegan
en su defensa el ejercicio sin fines sensacionalistas, crueles o morbosos, del derecho de información,
sosteniendo que se intentó documentar una realidad; y que la vida del doctor Balbín, como hombre público,
tiene carácter histórico, perteneciendo a la comunidad nacional, no habiendo intentado infringir reglas
morales, buenas costumbres o ética periodística.
PRIMERA INSTANCIA.
El recurrente afirma no haber excedido "el marco del legítimo y regular ejercicio de la profesión de periodista,
sino que muy por el contrario, significó un modo ¬quizá criticable pero nunca justiciable¬ de dar información
gráfica de un hecho de gran interés general" fundamentando en razones de índole periodística la publicación
de la fotografía en cuestión, por todo lo cual no pudo violar el derecho a la intimidad en los términos que
prescribe el art. 1071 bis del Cód. Civil.
Síntesis del fallo.

La presencia no autorizada ni consentida de un fotógrafo en una situación límite de carácter privado que
furtivamente toma una fotografía con la finalidad de ser nota de tapa en la revista "Gente y la actualidad" no
admite justificación y su publicación configura una violación del derecho a la intimidad por lo dispuesto en el
art. 1071 bis del Cód. Civil.

SEGUNDA INSTANCIA.

La sentencia de la sala F de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó la dictada en primera


instancia, que hizo lugar a la demanda que perseguía la reparación de los daños y perjuicios ocasionados por
la violación del derecho a la intimidad del doctor Ricardo Balbín, a raíz de la publicación de una fotografía
suya cuando se encontraba internado en una clínica, sobre la base de lo dispuesto por el art. 1071 bis del
Cód. Civil.
Contra ella la demandada dedujo recurso extraordinario, que fue concedido. Sostiene la recurrente que el fallo
impugnado resulta violatorio de los arts. 14 y 32 de la Constitución Nacional.

Tribunal interviniente.
La sala F de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil.

FALLO DE LA CORTE.
La publicación de la fotografía del doctor Ricardo Balbín efectuada por la revista "Gente y la actualidad"
excede el límite legítimo y regular del derecho a la información, toda vez que la fotografía fue tomada
subrepticiamente la víspera de su muerte en la sala de terapia intensiva del sanatorio en que se encontraba
internado. Esa fotografía, lejos de atraer el interés del público, provocó sentimiento de rechazo y de ofensa a
la sensibilidad de toda persona normal. En consecuencia, la presencia no autorizada ni consentida de un
fotógrafo en una situación límite de carácter privado que furtivamente toma una fotografía con la finalidad de
ser nota de tapa en la revista "Gente y la actualidad" no admite justificación y su publicación configura una
violación del derecho a la intimidad.
Por ello, se admite el recurso extraordinario y se confirma la sentencia en lo que fue materia de recurso. ¬

PRINCIPIO DE CULPABILIDAD: nos dice que no hay responsabilidad si en el hecho no hay culpa prevista (dolo o culpa).
Puede subdividirse en 2 principios:

a. Exclusión de la imputación de un resultado por la mera causación de este. La violación reduce la persona a un
objto causante
b. Prohibicion de ejercicio del poder punitivo cuando no sea exigible otra conducta adecuada al derecho.

A nadie puede exigirse que se comporte de conformidad con el derecho cuando no dispuso de cierto ámbito de decisión
o autodeterminación o cuando no podía saber que lo realizado era ilícito.

Es importante ya que posibilita la imputación subjetiva, es decir la vinculación de un acontecer injusto con una persona
actuante; excluye la responsabilidad por el resultado; permite establecer grados de participación interna que
determinan diferentes grados de responsabilidad; proporciona pautar para la individualización de la pena.
El principio de culpabilidad consiste en la necesidad de una conducta antijurídica, realizada por quien tuvo la posibilidad
de abstenerse o de conducirse de otro moto.

Por mas difícil que resulte determinarla, debe ser tenida en cuenta, ya que en caso contrario se caería en violaciones
flagrantes al principio de igualdad ante la ley. Todos los recursos deben ser agotados en pos de determinar la
culpabilidad. Deriva de la legalidad, o sea de la ley penal que determine la conducta dañosa y la sanción que le
corresponde.

Un acto antijurídico será culpable cuando en el momento de realizarlo, su autor se encontraba en condiciones de saber
que lo que hacia estaba prohibido; se encontraba en una situación que le asegugaba un margen suficiente de libertad
para que pudiera elegir entre hacerlo u omitirlo

FALLO LAMBRUSCHI: se imputa a Lambruschi, presidente del directorio Expreso Alberdi S.A, la omisión de los aportes y
contribuciones retenidos a los sueldos de los empleados correspondientes a los periodos abril, mayo, junio de 1990, al
sistema de seguridad social.

1°: absuelta. El tipo penal exigia la acreditación de una previa y efectiva retención de aportes a depositar, lo cual no
había sido demostrado en la causa.

2°: se consideraron las pruebas documentales y os dichos de Lambruschi sobre la situación económica de la empresa. La
declaración de quiebra de la empresa no podía alegarse como una causal eximente de responsabilidad porque no se
había demostrado un estado de necesidad de que justificase o disculpase la realización del delito.

Corte: no basta la mera comprobación de la situación objetiva, es menester la concurrencia del elemento subjetivo, en
virtud del principio de que solo puede ser reprimido quien sea culpable, aquel a quien la accion punible le pueda ser
atribuida tanto objetiva como subjetivamente (principio de culpabilidad)

Se trata de una infraccion por omisión. Se confirma la sentencia apelada.

FALLO PARAFINA DEL PLATA: El recurso extraordinario es procedente por hallarse en juego la
interpretación de normas federales el art. 45 , parte 2ª, ley 11683 (t.o.1960). Qué la referida disposición
establece que "con igual pena −se refiere a la fijada en el parágrafo anterior− serán reprimidos los agentes de
retención que mantengan en su poder impuestos retenidos, después de haber vencido los plazos en que debieron
hacerlos ingresar". Que el recurrente se agravia porque a su modo de ver −y contrariamente a lo que sostiene el
tribunal a quo−. el artículo transcripto no exige para la configuración de la infracción en él prevista ningún
elemento subjetivo, bastando la mera comprobación de la situación objetiva en que se encuentra el agente de
retención. Que está admitido en autos que la sociedad actora ingresó, después de vencidos los plazos legales, las
sumas retenidas para el pago de impuestos correspondientes a terceros. En tales casos, dispone el referido art.
45 que se aplicarán las multas previstas en su primer párrafo a los agentes de retención que mantengan en su
poder el impuesto retenido después de vencidos los plazos en que debieron ingresarlo. Que el sistema de la ley
11683 (t.o. en 1960) no abona la tesis del recurrente. En efecto, tanto la primera parte del art. 45 como el art. 44
se refieren al elemento subjetivo: el primero cuando se refiere a la realización de cualquier hecho, aserción,
omisión, simulación, ocultación o maniobra que ''tenga por objeto'' producir o facilitar la evasión total o parcial
de los tributos; y el segundo, en cuanto no obstante prever infracciones de menor gravedad −para las que
consecuentemente prevé pena reducida con relación a las que fija el art. 45 en sus dos apartados− admite la
impunidad cuando la omisión sea atribuible a ''error excusable en la, aplicación al caso de las normas
impositivas en que incurra quien debe pagar el impuesto por cuenta propia o ajena''. Que, en forma coincidente,
el art. 46 de la ley se refiere 'a la intención de defraudar al fisco''. Y el art. 51 dispone que las sanciones
previstas en los arts. 45, 44 y 45 no serán de aplicación en los casos en que ocurra el fallecimiento del infractor
aun cuando la resolución respectiva haya quedado firme y pasada en autoridad de cesa juzgada; con lo que se
consagra el criterio de la personalidad de la pena que, en su esencia, responde al principio fundamental de que
sólo puede ser reprimido quien sea culpable, es decir aquel a quien la acción, punible le pueda ser atribuida
tanto objetiva como subjetivamente. Que el art. 1 ley 16656, de acuerdo con cuya nueva redacción los agentes
de retención que menciona el art. 45 pueden ser sancionados con una pena de hasta seis años de prisión,
corrobora la exigencia del elemento subjetivo para que se configure la respectiva infracción, pues no se concibo
que semejante penalidad pueda aplicarse en forma puramente objetiva sin considerar para nada la culpabilidad
del agente.
Por ello, habiendo dictaminado el Sr. procurador general, se confirma la sentencia apelada en cuanto pudo ser
materia de recurso extraordinario.

FALLO GRAMAJO: El Tribunal Oral en lo Criminal n°9 declaro a Marcelo Eduardo Gramajo autor penalmente responsable
del delito de robo en grado de tentativa declarándolo reincidente. El fiscal solicito que se le aplicara al penado la
“accesoria de reclusión por tiempo indeterminado”, ante esto el Tribunal declaro inconstitucional el art 52 delCódigo
Penal (reclusión por tiempo indeterminado). Contra esta decisión, el fiscal interpuso recurso de inconstitucional ante la
Cámara Nacional de Casación sosteniendo que la interpretación del art 52 por parte del tribunal es errónea ya que dicha
norma no es, a su parecer, contraria a la Constitución.

Por su parte, la sala III de la cámara nacional de casación penal, hizo lugar al recurso de casación, caso la sentencia en
cuestión y declaro la constitucionalidad del art 52 del cód. Penal. Por lo cual le impuso al imputado la reclusión accesoria
por tiempo indeterminado.

Contra este pronunciamiento, la defensa de Gramajo dedujo REX cuya denegación dio lugar al recurso de queja. En el
recurso extraordinario la defensa sostuvo que la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado contradice los
principios de legalidad, culpabilidad y prohibición de la persecución penal múltiple, consagrados en los arts. 18 y 19 CN,
toda vez que su naturaleza jurídica es la de una pena accesoria y no la de una medida de seguridad. Por otra parte
sostuvo que la interpretación efectuada por la cámara nacional de casación penal vulnera los principios de culpabilidad
por el hecho y legitima la introducción del derecho penal de autor por peligrosidad.

También determino que la sentencia justifica la imposición de una sanción de tan extrema gravedadcomo es la reclusión
por tiempo indeterminado ponderando la peligrosidad del delincuente supuestamente derivada de la ocurrencia de
otros delitos que ya fueron oportunamente juzgados, es decir, tomando en cuenta nuevamente delitos ya penados.

Por último, la defensa se agravio por cuanto la interpretación de la norma en crisis efectuada en el fallo recurrido
resultaría violatoria del principio de prohibición de persecución múltiple. Así afirmó que tan inconstitucional es
consagrar este criterio hermenéutico que la peligrosidad que se predica como justificativo de la reclusión indeterminada
solo hallaría sustento en la comisión de los delitos ya cometidos que ya fueron objeto de reproche por parte de la
actuación de la ley mediante el cumplimiento de la condena, violándose el principio de raigambre constitucional de “non
bis in idem”.

El a quo para fundamentar su posición sobre la constitucionalidad del art 52 del Cód. Penal se baso en lo expuesto por la
CSJN en el antecedente “Sosa” en donde se dijo que la medida de seguridad debe diferenciarse de la pena, puesto que la
primera es una consecuencia jurídica preventivo especial frente a la peligrosidad manifestada por el sujeto en la
condición de aquel; y la segunda significa conceptualmente un castigo por el delito cometido.

En cuanto al rex se dicta procedente puesto que se basa en sentencia definitiva y tiene por objeto el conflicto entre una
norma de derecho común y normas de la constitución nacional.

Voto de la mayoría:
- Que las únicas medidas de seguridad en la ley argentina son las curativas. No existen en nuestra legislación medidas de
seguridad que se limiten a meras privaciones de la libertad y se ejecuten igual que la pena de prisión., lo cual es
perfectamente razonable y constitucionalmente viable.

- Que se trata de una pena de reclusión y no de una medida de seguridad puesto que no existe base legal alguna para
sostener que se trate de una medida de seguridad.

- Que en el mismo cuerpo en donde se encuentra el citado artículo, el código dice “las penas que este código establece
son las siguientes: reclusión, prisión, multa e inhabilitación”.

- Desde esta perspectiva, el condenado a dicha pena tiene más restricciones que el condenado a la pena de prisión.

- Una pena que se ejecuta en un establecimiento penal y en régimen carcelario, pocas dudas puede generar sobre que
es una pena.

- Que es una pena no solo porque así surge de la ley, sino porque tiene todas las características de una pena, porque así
se aplica en la realidad y por razones históricas que nos indican que no es más que la pena de deportación o relegación.

- La naturaleza de pena solo fue puesta en duda por opiniones doctrinarias sin apoyos legales ni históricos y basados en
un empleo del concepto de medida de seguridad divulgado en la legislación comparada.

- Que la genealogía de esta pena no es compatible con la CN y mucho menos aun con el texto vigente desde 1994.

- Que la idea de un estado de derecho que imponga penas a los delitos es clara, pero la de un estado policial que elimine
a las personas molestas no es compatible con nuestra CN. Se trata de una geneologia que choca frontalmente con las
garantías de nuestra ley fundamental.

- Que esta pena es una clara manifestación de derecho penal de autor ya que se busca encerrar a una persona por un
tiempo mayor fundándose en el reproche a como conduce su vida.

- Que en el caso Gramajo ha sido imputado por la comisión de un delito contra la propiedad y atendiendo al
hecho cometido y a las demás pautas mensurativas establecidas en el Cód.Penal, se ha fijado a su respecto una
pena de dos años de prisión. Sin embargo, con la aplicación de la medida contenida en el art 52 la pena que habrá de
cumplir en prisión eventualmente se acerca a la fijada como mínimo para el delito de homicidio simple. Y esto importa
una evidente violación al principio de proporcionalidad de la reacción punitiva con el contenido injusto del hecho.
- Que en cuanto a la peligrosidad tomada en serio como pronostico de conducta siempre es injusta o irracional; ya que se
trata de una teoría con semejante desprecio de la personalidad humana.
- Que en el presente caso la violación a los derechos fundamentales es palmaria.
a. Que el precedente “Sosa” debe ser abandonado.
b. Que la reclusión por tiempo indeterminado es una pena.
c. Que las llamadas medidas de seguridad que no tengan carácter curativo y que importe privación de la libertad con
sistema carcelario son penas.
d. Una privación de la libertad que tiene todas las características de una pena es una pena.
e. Que la reclusión del art. 52 no cambia su naturaleza por ser impuesta por tiempo indeterminado.
f. Tampoco cambia su naturaleza que se prevea como pena accesoria o conjunta.
g. Es una clara manifestación de derecho penal de autor.
h. Si se la considera pena por el ultimo hecho; es desproporcionada y por ende cruel.
i. Si se la considera que se la impone por hechos anteriores esta penando dos veces delitos que han sido juzgados y
por los que la pena está agotada.
j. No puede fundársela en la peligrosidad, porque esta responde a una probabilidad en grandes números que en el
caso concreto es siempre incierta.
k. Que la peligrosidad es una presunción del legislador.
l. En el caso concreto se pretende penar un robo que merece la pena de dos años de prisión con una pena mínima de
doce años.
m. Que en el caso concreto, la pena viola el principio de proporcionalidad, constituye una clara muestra de derecho
penal de autor, infringe el principio de humanidad y declara a Gramajo extraño al derecho.
En el considerando 32 la CSJN determina que en el caso concreto la pena de reclusión por tiempo indeterminado prevista
por el art 52 del código penal resulta inconstitucional por cuanto viola el principio de culpabilidad, el principio de
proporcionalidad de la pena, el principio de reserva, el principio de legalidad, el principio de derecho penal de acto, el
principio de prohibición de persecución penal múltiple (non bis in idem) y el principio de imposición de penas crueles,
inhumanas o degradantes; todos los cuales aparecen reconocidos en las garantías constitucionales consagradas de manera
expresa o por derivación de los art 18 y 19 de la CN y en diversos instrumentos internacionales sobre derechos humanos
que forman parte del bloque de constitucionalidad.

Voto del Juez Petracchi:

 Que con relación a la reincidencia (simple, art. 50, Código Penal) el Tribunal, en su momento, entendió que dicho
instituto se sustenta en el desprecio que manifiesta por la pena quien, pese a haberla sufrido antes, recae en el
delito. El autor que ha experimentado el encierro que importa la condena, y a pesar de ello, reincide, demuestra
su insensibilidad ante la amenaza de un nuevo reproche de esa naturaleza, cuyo alcance ya conoce (caso "Gómez
Dávalos", en Fallos: 308: 1938). Ese desprecio por la pena anterior se refleja en una mayor culpabilidad, que
autoriza una reacción más intensa frente al nuevo hecho (caso "L'Eveque", Fallos: 311:1451).
 Que esa mayor culpabilidad, sin embargo, no es, ni podría ser, la que da fundamento a la reclusión que se aplica a
los multireincidentes. En efecto, y como ya se dijo, la accesoria se comienza a cumplir una vez que la condena
por el hecho anterior ya fue cumplida. En consecuencia, la mayor culpabilidad derivada del desprecio por la
anterior condena ya fue valorada al fijar la pena correspondiente al hecho concreto, cometido a pesar de la
advertencia previa. Por lo tanto, esa culpabilidad anterior ya fue suficientemente retribuida y no podría ser
nuevamente utilizada como argumento para fundar la reclusión accesoria, pues ello significaría violar la
prohibición de doble valoración contenida en el principio non bis in idem.
 Que si bien es cierto que esta Corte ha autorizado la valoración dual de la reincidencia, como reflejo de una mayor
culpabilidad (en el marco del art. 41, Código Penal) y como dato que autoriza al legislador a denegar formas de
ejecución penal atenuadas (imposibilidad de libertad condicional del art. 14, Código Penal) sin ver en ello una
violación al non bis in idem, no se debe perder de vista que el "ajuste" del tratamiento carcelario que se permitió
en Fallos: 311:1451 ocurre dentro del marco del cumplimiento de una pena privativa de libertad cuyo fundamento
es la culpabilidad del condenado y no más allá de ella.
 Que aun cuando se rechace la aplicación de la prohibición de múltiple persecución penal en supuestos como el
presente, sobre la base de que en un caso la valoración fue para determinar la pena y en el otro, para "ajustar el
tratamiento", esos "ajustes", en el sub lite, representan injerencias extremas sobre los derechos individuales, que
no podrían ser sustentadas, una y otra vez, en el mismo argumento, pues ello no sería más que un fundamento
aparente que pondría seriamente en cuestión la coherencia interna de la decisión que los autorizara.
 Que, a diferencia de lo que ocurre en los supuestos del art. 50, respecto del art. 52 ambos del Código Penal, no
podría afirmarse que lo que se está haciendo es responder, frente al dato objetivo de las múltiples condenas
anteriores, a una suerte de "culpabilidad excedente" derivada del desprecio habitual del condenado por las penas
que se le imponen. Pues, en todo caso, semejante respuesta de encierro perpetuo, además de carecer de todo
sustento normativo, habría sido ordenada con total prescindencia de la gravedad de los hechos cometidos y
carecería de toda proporcionalidad (sobre este principio, cf. caso "Martínez", Fallos: 312:826). -34-
 Que, en este mismo sentido, si se considerara legítimo reprocharle al multirreincidente su errónea "conducción de
la vida", a pesar los límites impuestos por un derecho penal de culpabilidad, de todos modos, ello por sí solo
tampoco alcanzaría para justificar una restricción de derechos como la prevista por el art. 52, Código Penal. Pues,
en todo caso, no cualquier hábito delincuencial podría tener como consecuencia una privación de libertad
temporalmente ilimitada.
 Que, por lo tanto, la situación de los multirreincidentes no es equiparable a la del "reincidente simple". Las
consecuencias jurídicas que aquel debe soportar no se apoyan en una mayor culpabilidad sino únicamente en la
presunción legal de que quienes entren en dicha categoría constituyen un "peligro para la sociedad" (arg. art. 53,
Código Penal).
La corte declaro la inconstitucionalidad de la reclusión accesoria por tiempo indeterminado por considerarla violatoria
de los principios mencionados.
Sostuvo que la pena de reclusión indeterminada es una clara manifestación de derecho penal de autor porque tiende a
encerrar a una persona en prisión por un tiempo mayor al que corresponde de acuerdo con la pena establecida para el
delito cometido, debido a la forma en que conduce su vida (peligrosidad). Considero que el principio de reserva impide
imponer una pena en razón de lo que las personas es, por lo que la pena solo puede aplicarse como consecuencia del
hecho que el individuo cometio

FALLO TEJERINA:

FALLO MALDONADO: Un Tribunal Oral de Menores condenó al imputado a la pena de catorce años de prisión como autor del
delito de robo agravado por su comisión mediante el uso de armas, en concurso real con homicidio calificado con el fin de
lograr su impunidad. Contra ese fallo, el Fiscal General interpuso recurso de casación, por entender que al atenuar la pena
impuesta por medio de la aplicación de la escala penal de la tentativa, el tribunal había hecho una errónea interpretación del art.
4° de la ley 22.278. La Cámara Nacional de Casación Penal decidió casar la sentencia, y condenó al encausado a la pena de
prisión perpetua. Dicha resolución fue apelada por la defensa oficial mediante recurso extraordinario, cuyo rechazo motivó la
queja. La recurrente cuestiona la constitucionalidad de la pena de prisión perpetua, por cuanto, por su gravedad, resulta
violatoria de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, como así también del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, y de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes. Asimismo,
sostuvo que la aplicación de la pena indicada supone hacer a un lado el “interés superior del niño” y el principio de aplicación
subsidiaria de la pena privativa de libertad respecto de menores. Desde otro punto de vista, según la defensa, no es posible
argumentar -como lo hace el a quo- que la posibilidad de libertad condicional garantiza su adecuación a la Constitución, en
tanto los lapsos necesarios para llegar a su aplicación del son demasiado prolongados como para satisfacer el mandato
convencional.

PRINCIPIO DE MINIMA INTERVENCION: art. 119 CN define al delito de traición y prohbe la trascendencia de la pena.
Para el derecho penal argentino, la pena es personal (no puede pasar, trascender de la persona del agente).

Tiene por fin proteger los derechos fundamentales, pero antes de recurrir al DP se deben agotar todos los otros medios
menos lesivos, siendo el DP un arma auxiliar que debe utilizarse en ultima instancia, después de las sanciones civiles,
administrativas, etc.

PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD: limita la especie y medida de la pea a aplicar en el caso concreto. La gravedad de la
pena debe ser proporcional al delito.

FALLO MARTINEZ

FALLO PUPELIS

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