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El antibiograma es el método usual para determinar la sensibilidad “in vitro” de un microorganismo

frente a los antimicrobianos.


El estudio de la sensibilidad antimicrobiana de las bacterias es necesario porque el espectro de
actividad de los antimicrobianos es limitado y las bacterias tienen capacidad para desarrollar
resistencia. Para ello es necesario conocer los conceptos concentración mínima inhibitoria
(CMI), que es la menor concentración de antimicrobiano capaz de impedir el crecimiento de un
microorganismo en unas condiciones normalizadas, y concentración mínima bactericida (CMB)
que es la menor concentración de antimicrobiano capaz de destruir el 99,9% de una muestra
inoculada en unas condiciones normalizadas.

El estudio de la CMI es el que se realiza de forma habitual en los laboratorios de microbiología.


Para llevarlo a cabo se utilizan procedimientos de referencia y cepas control que proporcionan a
estos métodos unos resultados reproducibles, comparables y que permiten clasificar los
microorganismos en diferentes categorías:
a. sensible: Cuando la CMI de un antibiótico para una bacteria se puede conseguir in vivo con dosis
terapéuticas y la experiencia ha demostrado su eficacia… Significa que la infección causada por ese
organismo puede ser apropiadamente tratada con las dosis habituales del antibiótico estudiado.
b) resistente: Cuando el microorganismo no es inhibido por las concentraciones que normalmente
se pueden obtener…. Significa que el organismo no sería inhibido por el antibiótico en las dosis
habituales o que el organismo tiene mecanismos de resistencia contra ese determinado antibiótico.
c) intermedio: Cuando las bacterias se inhiben a concentraciones que no se alcanzan con dosis
terapéuticas, pero que pueden alcanzarse con dosis más altas sin que sean tóxicas ó cuando el
antibiótico se encuentra a altas concentraciones en el lugar de la infección, generalmente en las vías
de eliminación…. Esta categoría incluye organismos que son inhibidos por concentraciones del
antibiótico que están muy cercanas a las alcanzadas en el plasma, por lo que pueden responder
pobremente a la terapia. Esta categoría, además, implica que ese antibiótico puede ser usado si la
infección está localizada en sitios donde el fármaco es fisiológicamente concentrado (por ejemplo
las quinolonas en vías urinarias), o cuando pueden ser usadas altas dosis (ejemplo penicilina).

El medio de cultivo en el que se realizan la mayoría de los antibiogramas (excepto para bacterias
exigentes) es el medio Muëller-Hinton (extracto de carne, aminoácidos y almidón . Este medio se
puede usar en estado líquido o sólido.
Estos medios de cultivo corresponden a las exigencias de la OMS (1961, 1977) y a la Norma DIN
58940.

El Agar MUELLER-HINTON se utiliza para la realización del ensayo de difusión en placas, en


tanto que el Caldo MUELLER-HINTON se ha previsto para la determinación de la «Mínima
Concentración Inhibidora» en el ensayo de diluciones seriadas. Para el ensayo de la sensibilidad, o
para ensayos de resistencia de agentes patógenos médicamente importantes (frente a antibióticos y
sulfamidas, según MUELLER y HINTON (1941)

La composición de estos medios de cultivo garantiza, por una parte, condiciones favorables
decrecimiento y por otra parte, cuenta con la ausencia, muy considerable, de antagonistas de las
sulfamidas. Para mejorar de forma considerable el crecimiento de microorganismos exigentes,
puede añadirse sangre al
Agar MUELLER-HINTON. Esto puede sin embargo, según JENKIND y col. (1985), conducir a
resultados erróneos en el ensayo de Enterococos frente a aminoglicósidos.
Composición (g/litro) Infusión de carne 2,0, hidrolizado de caseína 17,5; almidón 1,5.
Empleo e interpretación La prueba de sensibilidad o el ensayo de resistencia, se llevan a cabo de
la manera prescrita para este fin. Incubación: 24 horas a 35 ºC aerobia
METODOS: Difusión en agar PUEDE SER:

disco-placa: Este método, que es el más frecuentemente usado, es también llamado difusión por
disco o Kirby-Bauer, En este caso, el microorganismo es inoculado en la superficie de una placa de
agar, sobre el cual se colocan discos impregnados con una concentración conocida del antibiótico..
Las placas se incuban por 16-18 horas a 35Ì C. Durante la incubación, el antibiótico difunde
radialmente desde el disco a través del agar, por lo que su concentración va disminuyendo a medida
que se aleja del disco. En un punto determinado, la concentración del antibiótico en el medio es
incapaz de inhibir al germen en estudio.El diámetro del área de inhibición alrededor del disco puede
ser convertido a las categorías de susceptible, intermedio o resistente (S,I, o R) de acuerdo a las
tablas publicadas por el National Committee for Clinical Laboratories Standards. Si las
recomendaciones para realizar este método son fielmente seguidas, las categorías se correlacionan
muy bien con los resultados de los otros métodos.

Se prepara una suspensión bacteriana con una turbidez equivalente al 0,5 de McFarland en solución
salina. Se introduce una torunda en dicha suspensión y con la torunda se hace una siembra en tapiz
en la superficie del medio. Sobre ella se colocan los discos de antibióticos, que llevan una carga
determinada. Se incuba a 37º C durante 18-24 horas.

Con una regla milimetrada se miden los diámetros de los halos de inhibición que aparezcan
alrededor de los discos de antimicrobianos. Los resultados se comparan con unas tablas en las que
se correlacionan diámetros de halo con categorías clínicas (S, I, R).

E-test: Este método ha sido descrito más recientemente y representa una sofisticada combinación
de los métodos descritos anteriormente. El E-test es más simple que otros métodos para obtener una
CIM. Utiliza una tira de plástico que contiene concentraciones crecientes de un determinado
antibiótico que van desde 0,016 ug/ml hasta 256 ug/ml/ Esta tira se pone sobre una placa de agar
que ha sido inoculada con el organismo en estudio. Después de incubar la placa por 16 a 18 horas,
se forma un área de inhibición de forma elíptica, en la cual la concetración inhibitoria mínima
puede ser leída directamente (ver Figura 1). Este es el método de elección para hacer estudios de
susceptibilidad en gérmenes problemáticos o con requerimientos especiales, como por ejemplo
Streptococcus pnemoniae, Streptococcus pyogenes, Haemophilus influenzae y gérmenes
anaeróbicos.

Dilución en agar. Es considerado el método de referencia . En este método, placas conteniendo una
determinada concentración de un antibiótico son inoculadas con el microorganismo en estudio y
luego incubadas por 16 a 18 horas. Después de la incubación, se examina si el organismo crece o no
en cada una de las placas, con lo cual se determina la concentración inhibitoria mínima (CIM) para
el antibiótico. Si una cepa de S.aureus crece en una placa que contiene una concentración de oxalina
de 0,06 ug/ml pero no crece en una placa con una concentración de oxalina 0,l2 ug/ml, significa que
la CIM de oxalina que se requiere para inhibir a ese organismo es 0,12 ug/ml.

Dilución DE CALDO. Son los métodos cuantitativos de referencia para determinar la sensibilidad
y resistencia de las bacterias. Consiste en determinar el crecimiento de una bacteria en presencia de
concentraciones crecientes de un antibiótico. Se pueden realizar en medio sólido o líquido; este
último en forma de macrodilución en tubo o microdilución en placas de plástico con múltiples
pocillos. En los medios líquidos, cuando las bacterias se multiplican aparece turbidez, pero cuando
el antibiótico inhibe el crecimiento el medio no se vuelve turbio; la dilución del antibiótico
correspondiente al primer tubo o pocillo en que no existe crecimiento es la CMI. A partir de los
tubos, donde no hay crecimiento se puede determinar la CMB, resembrando el contenido de estos
tubos sobre un medio de cultivo y observando si existe o no desarrollo de colonias.

Métodos mecanizados y automatizados


La introducción de estos sistemas ha relegado a los métodos anteriores en el uso cotidiano del
laboratorio de microbiología. La mayoría emplea sistemas de microdilución y la lectura se hace
determinado el crecimiento bacteriano por espectrofotometría y nefelometría. La lectura se realiza
de forma automática o semiautomática y puede ofrecer la información en forma de CMI o definir si
la bacteria es sensible, resistente o intermedia. En todos estos sistemas la interpretación de los
resultados la realiza un ordenador que llevan incorporado. La determinación de la sensibilidad de
bacterias como micobacterias, treponemas, clamidias, micoplasmas y rickettsias, por tratarse de
microorganismos con unas características muy especiales, requieren técnicas complejas.

Métodos automatizados. En este momento existen varios sistemas que ofrecen diferentes niveles
de automatización para el estudio de susceptibilidad. Utilizan una medición turbidimétrica o
fluorométrica para detectar crecimiento bacteriano en un medio líquido. La mayoría de ellos emplea
el método de microdilución y períodos de incubación menores que los habituales. Estos métodos
son bastante confiables para el estudio de enterobacterias y otros gérmenes de crecimiento rápido,
pero generalmente no son los adecuados para los de crecimiento lento o con requerimientos
especiales.

Interpretación:Puntos de corteEl punto de corte se refiere a la CIM (si se ha usado un método de


dilución) o el diámetro de inhibición (si se ha usado difusión por disco) con los cuales un organismo
puede ser clasificado como S, I o R. Estos puntos han sido determinados de acuerdo a estudios
microbiológicos que incluyen información sobre la distribución de los diámetros de inhibición a las
CIM para un determinado antibiótico en variadas poblaciones bacterianas. El factor más importante
para definir las categorías es la concentración que alcanza un antibiótico en el plasma.Obviamente,
un organismo no puede ser definido como susceptible si las concentraciones que se necesitan para
inhibir este organismo son mayores que aquellas que alcanzadas en el suero. En la Tabla 3 se
muestran ejemplos de interpretación.

Cuando el laboratorio informa que un organismo es susceptible, se debe a que se ha hecho una
interpretación basada en las concentraciones que el antibiótico correspondiente alcanza en el suero.
Como regla general la concentración alcanzada en el plasma (y en el sitio de infección)debe ser por
lo menos 2 a 4 veces más alta que la concentración inhibitoria mínima para que el antibiótico sea
efectivo clínicamente. En la Tabla 4 se muestra un ejemplo del informe habitual de un
antibiograma realizado en el Laboratorio de Microbiología del Hospital de la Universidad Católica.
El método utilizado es dilución en agar y los resultados son expresados como S, I, R. Además se
informa la CIM en ug/ml a varios agentes antimicrobianos. En este ejemplo, el S.aureus es
resistente a penicilina (R8) ya que la concentración mínima necesaria para inhibirlo es 8 ug/ml, lo
cual está por encima del punto de corte para ser considerado susceptible (S<0.12 ug/ml). Este
mismo S.aureus es susceptible a cefazolina (S1), lo cual significa que se necesita 1 ug/ml de
cefazolina para inhibirlopara inhibirlo y eso se considera susceptible (S=<8 ug/ml. El resto de los
antibióticos son informados de acuerdo a sus propios puntos de corte. No todos los antibióticos
analizados son informados, ya que si una cepa es susceptible a los antibióticos más comúnmente
usados en este tipo de infecciones, el resto no se informa. Además, existen casos en los cuales
sabemos que no existe una buena correlación entre los resultados in vitro y la eficacia clínica. Por
ejemplo, los S.aureus. resistentes a meticilina deben ser considerados resistentes a todos los agentes
beta-lactámicos a pesar que pueden aparecer susceptibles por los métodos in vitro.
 

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