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PRESIDENTE MUNICIPAL

ZENÓN RAMOS CASTILLO

SÍNDICO MUNICIPAL

JULIO ÁNGEL ODILÓN FLORES JIMÉNEZ

SECRETARIO DEL AYUNTAMIENTO

FRANCISCO SANTILLÁN CUAUTLE

TESORERO MUNICIPAL

DAVID ÁLVAREZ OCHOA

REGIDOR DE EDUCACIÓN

TOMAS CERVANTES ROJAS

DIRECTOR DE CULTURA, RECREACIÓN Y TURISMO

JOSÉ ANTONIO AGUILAR DURÁN

COORDINADOR DE CULTURA Y EDUCACIÓN

RUBÉN ANTELMO PLIEGO BERNAL

COORDINADOR DE TURISMO

ELIEZER CORICHI MORALES


Textos:
Yassir Zárate Méndez
Rafael García Sánchez
Jean Jacques Rousseau
Malcolm Lowry
Rubén Antelmo Pliego Bernal
José Vasconcelos
Willebaldo Herrera
Soren Kierkegaard
Emma Muñoz
Iván Farías
Cecilia Cuatiánquiz Lima

Idea original, selección y diseño:


José Antonio Aguilar Durán
Oscar Galindo Ugarte
EDITOR RESPONSABLE
YASSIR ZÁRATE MÉNDEZ

Digitalización fotográfica composición


de portada y diseño editorial
Oscar Galindo Ugarte

Portada:
AVENIDA INDEPENDENCIA DESDE PORTAL,
Autor desconocido, Archivo Rafael García S.

Portadilla:
Parque FRANCISCO I. MADERO
(HOY PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN),
Archivo personal de Oscar Galindo Ugarte

Coordinación operativa
Rubén Antelmo Pliego Bernal

Coordinación administrativa
Karla Lizette Caraballo Mercado

Levantamiento fotográfico adicional


Víctor Manuel Valdez García

FOTOGRAFÍA
Captura de textos
Mariela Lima Carrillo/Liliana Cahuantzi Rosas - Antonio Sosa Herrerías, Luis Sosa Sepúlveda.

Archivo Documental de Rafael García Sánchez


Serie Capital de la Memoria
- Archivo Documental del H. Ayuntamiento de Tlaxcala.

D.R. 2010. H. Ayuntamiento de Tlaxcala - Archivo Familiar, Guillermo Castillo Flores

Dirección de Cultura, Recreación y Turismo - Archivo Familiar, H. Xochiotzin Ortega


Plaza de la Constitución No. 6, Tlaxcala, Tlax.
- Archivo Familiar, Aguilar González
C.P. 90000.
ISBN EN TRÁMITE. - Archivo Personal, Willebaldo Herrera Tellez

-Archivo Personal, Eliezer Corichi Morales

-Archivo Personal, Moisés Morales Suárez

-Archivo Personal, Oscar Galindo Ugarte


Presentación
Zenón Ramos Castillo
7

Prólogo
Marcela Josefina González Necoechea
9

Introducción
El instante perpetuo: fotografías
centenarias de Tlaxcala
Yassir Zárate Méndez
11

Fotografía antigua de Tlaxcala, una visual retrospectiva


Rafael García Sánchez
15

Tlaxcala, la nación sabia


Jean Jacques Rousseau
19

El fotógrafo retratado
20

Malcolm Lowry
24

Los maravillosos caminos de lo cotidiano e imaginario en las fotografías antiguas


Rubén Antelmo Pliego Bernal
26

Asedio a la urbe
28

José Vasconcelos
35

Camino a la ciudad
36

Un caníbal alegre del pasado


Willebaldo Herrera
42

Por las calles del tiempo


44

Soren Kierkegaard
60

Dualidad en la imagen de Tlaxcala: duelo de fondo y figura


Emma Muñoz
63

5
Portales de la memoria
64

Pájaros peregrinos
Iván Farías
71

Corazón de la ciudad
72

Y hubo una ciudad llamada Tlaxcala


que formó parte del Parque Nacional Xicohténcatl
Cecilia Cuatianquiz Lima
78

Los mil rostros del poder


80

Brava la fiesta
86

Viva la calle
90

A pie firme
92

Oficio de vida
98

La fe del artista
104

Ocotlán y el triunfo de la fe
108

Fervor en piedra
118

Herencia franciscana
124

Alma líquida
132

Puente a la historia
136

Índice fotográfico
140

6
PRESENTACIÓN
Zenón Ramos Castillo
Presidente Municipal de Tlaxcala

El H. Ayuntamiento de Tlaxcala se compla- sayos histórico-literarios, cuya intención


ce en presentar a los lectores y a los aman- era la de propiciar la reflexión y el análisis
tes de la fotografía este libro, que reúne en torno de ese del pasado, que ha acaba-
una serie de instantáneas, tomadas princi- do por moldear nuestro presente y perfilar
palmente por el ingeniero y fotógrafo An- nuestro futuro.
tonio Sosa Herrerías. En esta oportunidad, la presidencia muni-
A lo largo de la actual administración, se cipal de Tlaxcala se ha consagrado a res-
ha ratificado el compromiso de rescatar los catar y difundir, entre otras, la obra de un
valores de nuestra colectividad, en particu- extraordinario fotógrafo, que supo combi-
lar aquellos de orden cultural, que permi- nar esta afición por las artes visuales, con
ten identificarnos como tlaxcaltecas. su condición profesional.
Así, a través de una política cultural firme y Quienes se acerquen a este libro podrán
orientada hacia el servicio de la población, encontrar una mirada atenta, que supo
nos hemos dado a la tarea de promover atrapar el paisaje casi rural de nuestra ciu-
una serie de actividades encaminadas a re- dad capital, en los albores del siglo XX, y
cuperar nuestros principios comunitarios. combinarlo con un testimonio más urbano,
En esa línea de acción cívica se insertaron lo que ha dado como resultado un registro
los certámenes de dibujo y pintura, dirigi- único, que da cuenta de una intensa etapa
dos a los niños y jóvenes de todo el muni- de nuestra ciudad capital.
cipio, para que plasmaran a través de sus Confiamos en que este vistazo al pasado
composiciones sus respectivos sentimien- del municipio sea un aliciente para revalorar
tos patrióticos. y rescatar nuestros valores y tradiciones.
Otro tanto ocurrió con el concurso de en-

7
PRÓLOGO
Marcela Josefina González Necoechea

La gestión cultural en la administración A partir de este enorme tesoro visual se ha


pública debe orientarse hacia el rescate y articulado este libro, que no tiene un áni-
la promoción de los valores culturales que mo de lucro y que tampoco es el resultado
nos identifican. Receptores y usuarios de de una exhaustiva investigación histórica.
un enorme legado, en el H. Ayuntamiento Los textos que preceden a las imágenes
de Tlaxcala comprendemos la necesidad son una sabia mezcla de lecturas atentas y
de articular políticas públicas orientadas variadas, desde distintos campos del cono-
hacia la recuperación y difusión de las cimiento y diferentes generaciones.
obras gestadas en el pasado o realizadas Así, Yassir Zárate Méndez tiene una pers-
en el presente inmediato. pectiva general que arranca con una re-
Gracias a la generosidad de Rafael García flexión en torno a la idea de ciudad, en
Sánchez, ahora tenemos la oportunidad estricta atención a cuestiones urbanísti-
de editar este libro. Depositario de par- cas, de donde salta a la historia de nuestra
te del acervo fotográfico del ingeniero y ciudad, hasta llegar a reflexionar sobre el
fotógrafo Antonio Sosa Herrerías, García papel de la fotografía, y en particular de la
Sánchez ha cedido generosamente parte obra de Antonio Sosa Herrerías.
de éste archivo para darle forma al pre- Por su parte, el maestro Rubén Pliego nos
sente volumen (además de un texto que ofrece una lectura histórica, puntual y preci-
se incluye en la edición). En ésta se han su- sa de las aportaciones realizadas por Sosa,
mado otras fotografías de otros acervos, en un texto en el que al rigor académico
teniendo la oportunidad de rescatar con se combina con la sensibilidad del escritor
ello parte de su obra, con el ánimo de ofre- nato, en un ejemplo claro de quien domina
cer a los visitantes de este libro una mirada los terrenos de la historia y de la literatura.
al pasado de nuestra capital. De su lado, Willebaldo Herrera presenta un

9
ensayo en el que mezcla historia y actuali- esfuerzo multidisciplinario, en donde han
dad, a través de un ejercicio de memoria y convergido las artes y la academia; la vo-
reinvención, que nos trae a cuento el vér- cación por la historia con el gusto estético
tigo con el cual se ha ido transformando la más exquisito.
ciudad capital. Es tiempo para agradecer a quienes se
El escritor Iván Farías, en un texto gozoso de han sumado a este esfuerzo excepcional,
descubrimiento, nos relata con total frescu- cediendo parte de su material fotográfico,
ra el impacto que le causó la ciudad cuando como el mismo H. Ayuntamiento de Tlax-
entró en contacto con ella por primera vez. cala, y en particular a Guillermo Castillo
Esa impresión ha quedado puntualmente Flores, infatigable promotor de Tlaxcala;
recogida; su texto es un homenaje a todos al doctor Moisés Morales Suárez, compro-
aquellos que llegaron para quedarse. metido continuamente con la difusión del
La mirada femenina se cumple con los textos arte; a Luis Sosa Barajas, familiar de An-
escritos por Emma Muñoz y Cecilia Cuatian- tonio Sosa Herrerías y poseedor de parte
quiz. La primera, investigadora en humani- del acervo de éste; a la familia Xochitio-
dades, la segunda, científica de formación tzin Ortega, que ha facilitado algunas imá-
con un amor particular por las artes. genes del maestro Desiderio Hernández
Así, la lectura de Cecilia combina el rigor Xochitiotzin, para complementar la pano-
de la ciencia, con la mirada intensa de rámica que busca este libro y también a
quien se deleita en la contemplación del la familia Aguilar González. A todos ellos
trazo urbano. Pero además aporta un de- agradecemos su loable participación.
talle muy significativo: nos recuerda que a Con este libro el Ayuntamiento de Tlaxcala
través de un decreto del presidente Lázaro hace un llamado a la ciudadanía para que
Cárdenas, la ciudad formó parte del Par- aporte las imágenes con las que cuenta,
que Nacional Xicohténcatl, lo que era una ésas que retratan el pasado de nuestra
forma de homenajear a la riqueza biológi- urbe, la que se ha ido construyendo paula-
ca de la capital. tinamente, cambiando su faz en un movi-
Por su parte, Emma Muñoz nos ofrece una miento vertiginoso.
lectura minimalista del entorno arquitec- Hemos visto así la oportunidad de recupe-
tónico; la traza se funde con la imagen y rar y de plasmar en una edición algunas de
queda fija en la placa fotográfica, en un las miles de fotografías que están ahí, for-
duelo de fondo y figura, que se difumina mando parte de las memorias de la capital.
a medida que las palabras y las imágenes
nos remiten al pasado, en un viaje de la
memoria.
En suma, estamos ante un documento úni-
co, que se ha construido a través de un

10
El instante perpetuo: fotografías
centenarias de Tlaxcala

Yassir Zárate Méndez


Para Ximena Ariana,

por el perpetuo instante de la felicidad

I Ángel, todas ellas independientes y aisla-


La ciudad se define en contraposición al das de la metrópoli, pero que se vieron fi-
paisaje circundante. Su presencia ejempli- nalmente incorporadas en el trazo urbano,
fica cabalmente el contraste entre cultura hasta formar ahora de ese inmenso cuerpo
y naturaleza. Por ello su origen materializa urbanístico que es la ciudad de México, en-
la voluntad humana por alterar el entorno, tidad que ha evolucionado hasta conver-
para labrarse un espacio propio, concebi- tirse en una megalópolis, con una de las
do y concretado bajo sus propios linea- zonas metropolitanas más densamente
mientos, aspiraciones y anhelos, y con el pobladas del mundo, y con una serie de
propósito de cubrir un amplio espectro de problemas que la equiparan a Shangai,
necesidades, desde las más elementales Mumbai, Tokyo o Nueva York.
para garantizar la supervivencia, hasta las Pero hay una realidad incontestable: la
de autorrealización. ciudad es una isla rodeada de campo, de
Estas aglomeraciones llevan al límite la tierra si no virgen, sí al menos relativamen-
explotación de recursos para el mante- te ajena a la intervención humana. Así, la
nimiento de los urbanitas. El proceso de urbe se define en contraposición al área
expansión implica un literal consumo del rural circundante, inmensamente mayor
territorio circundante, asimilando e incor- en superficie, y que espera a ser devorada
porando a otras concentraciones, como por la mancha de asfalto y concreto que
pueblos, villas o ciudades medianas. Basta parece crecer sin control. Ahora mismo
con recordar el caso de la capital del país, en el país ya hay más personas viviendo
que a medida que se extendía acabó por en ciudades que en comunidades rurales,
devorar a diversas poblaciones como Tlal- misma tendencia que hay en el mundo.
pan, Coyoacán, Mixcoac, Xochimilco o San El conglomerado de edificios es apenas el

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gesto visible de una concentración mayor de México responde en su mayoría a estas el primero de estas tierras, y el que mejor
al de los caseríos rústicos, así sea que éstos razones. Tras el afianzamiento de los grupos las ha retratado, sólo se vio agobiado por
aglomeren a miles de personas. Una ciu- españoles de poder, siguió un auténtico ro- las epidemias de viruela y sarampión de
dad no sólo se define por su número de ha- sario de fundaciones, entre las que se encon- los años 1545 y 1576 cuando “por falta de
bitantes. Entran en juego diversos factores traría la misma ciudad de Tlaxcala. quien cogiese las sementeras, se perdían
de orden político, económico, sociológico en los campos y se las comían ganados”.
y hasta filosófico y espiritual para darle for- II A Muñoz Camargo también debemos una
ma a la urbe, esa entidad tan bien pensada Tlaxcala, nuestra capital, la primera ciudad precisa descripción de la geografía física
y planeada por los romanos, que hicieron de la provincia aliada de los españoles, y de la capital provincial, que abarcó la oro-
de las ciudades su mejor manera de exten- también una de las primeras del nuevo rei- grafía y la hidrografía. Ya están ahí mencio-
der la civilización grecolatina, la misma que no, se ha ido imponiendo poco a poco al nados los cerros que enmarcan el paisaje
ahora nos permite escribir estas palabras, y asedio rústico. cotidiano. Y el Zahuapan, nuestro sediento
reflexionar sobre su significado. Limitada por todos lados y de todas las río, que pasa anémico a un costado de la
Establecer una ciudad representa mar- formas posibles, se ha extendido por los ciudad, y que durante años la tuvo con el
car un origen, un punto de partida que si cerros que la sitian, por el campo que la agua a la rodilla, como diría Pellicer a pro-
bien no arranca de la nada, suele afirmarse ajusta como si fuera un verde cinturón pósito del lacustre Tabasco.
como un gesto de independencia: un acto ecológico. Será el mismo paisaje que describirá Mi-
fundacional. Un principio, un inicio que se Acudamos al inefable Diego Muñoz Ca- guel Lira y Ortega, quien nos habla de
espera no tenga fin. margo para tener un testimonio algo más “los encumbrados y escabrosos cerros de
Una ciudad se funda por diversas razones. cercano a aquellos días, aunque nos da Temetzontlan, Coyoltepetl, Tetzilacayotl,
Puede partir de una fortaleza militar en cuenta de un paisaje que no ha cambiado Tepectipac, Cuautzin y Tizatlán”, que con-
las fronteras de una civilización, como las mucho en estos siglos: trastan con “las colinas de Ocotlán, Cua-
establecidas por los romanos. Pero tam- … esta ciudad está fundada en un sitio y uhtla, Conhique y Chimalpa”.
bién nacer de un enclave comercial, como lugar muy fuerte, en unas quebradas y ce- El escenario sigue ahí, en pie, práctica-
las factorías creadas por los fenicios; otro rros de muy gran altura, de grandes riscos mente inalterado, sólo ahora lleno de vi-
tanto ocurre con los sitios de veneración, y peñascos, de donde tomó [por] deno- viendas que tachonan de gris y de adobe
santuarios que crecen a expensas de la fe, minación llamarse este lugar Tlaxcala, que y de block la vista, heridos por surcos de
como Compostela. quiere decir “en el lugar de los riscos y pe- luz que se encienden por la noche.
En los tiempos modernos se tienen los ca- ñascos”, hasta que se vino a corromper el
sos de ciudades industriales con sus res- vocablo y se vino a llamar Tlaxcallan, que III
pectivos satélites-dormitorios. Incluso la quiere decir “lugar de pan”. Y tuvieron ra- El origen de la ciudad de Tlaxcala tuvo un
diversión, el entretenimiento y el espectá- zón de decirlo así y llamarlo de este nom- marcado acento político. Tras la alianza
culo son factores de constitución, como el bre, porque sin duda ninguna es la más hispano-tlaxcalteca, la corona, a través de
célebre caso de Las Vegas. fértil provincia y abundosa de maíz y otros su representante en estas tierras, dispuso
Sin embargo, suelen pesar razones políticas mantenimientos y legumbres que hay en la creación de un asentamiento urbano, de
y económicas al momento de crear una ciu- toda esta Nueva España. inspiración y trazo europeos, para concen-
dad. El caso de las concentraciones urbanas El vergel que describe el cronista mestizo, trar a las cabezas de las casas señoriales

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con las cuales había establecido su pacto. Prácticamente ninguna otra ciudad iba a dio todo sin recibir nada, dio sus hombres,
Fue así como los señores de Tizatlán, Te- recibir tales distinciones a lo largo del do- su territorio, su juventud, para levantar
peticpac, Quiahuixtlán y Ocotelulco aca- minio hispano, salvo la propia capital del templos y ciudades, donde sigue viviendo
baron por asentarse con familias y criados virreinato. el espíritu indomable de su raza […] Tlax-
en la nueva ciudad, que pasó a convertirse cala es una provincia pequeña en su geo-
en la capital de la provincia. IV grafía, pero grande en su tradición”.
Así, hacia 1525 se establece la ciudad de La ciudad de Tlaxcala ha ido creciendo
Tlaxcala, que diez años más tarde recibirá paulatinamente. Desde la fundación es- V
el título de “Leal”, a través de una real cé- pañola de los años veinte del siglo XVI, La fotografía consagra al instante. Mutila
dula expedida por el emperador Carlos y su hasta la urbe de nuestros días, ha pasado al tiempo. Fija la memoria. Detiene ese río
madre Juana, oficialmente reina de España, un muy ralentizado proceso de desarrollo. que intuyó Heráclito y que Bergson vivisec-
aun perdida en las brumas de la locura por Este libro da testimonio de estas palabras. cionó hasta llegar al vacío. La instantánea:
la pérdida de su gran amor, Felipe. Apenas arriba de la línea de flotación del la irrupción de la tecnología para dar ori-
Aquella merced, la de “señalar armas á la urbanismo, la ciudad de Tlaxcala, que pasó gen a una nueva variante: las artes visuales.
dicha ciudad según de cómo las tienen las de alcaldía mayor, a capital de provincia, La aparición de la fotografía catapultó a la
otras ciudades y villas de las nuestras”, se- de territorio y de departamento centralis- ciencia del siglo XIX, ese siglo de especta-
gún rezaba el documento expedido el 22 ta, hasta acabar en el reconocimiento de culares avances tecnológicos, que consa-
de abril de 1535, se debía justamente a la estado libre y soberano, ha ido dando pa- gró a la química y laureó a la física. Es el
lealtad mostrada por los tlaxcaltecas, a sos pequeños, casi diminutos, para conso- siglo del Hombre, así, con mayúscula, que
quienes un par de años más tarde el em- lidarse en su condición urbana. acabó por dominar al mundo, así, con mi-
perador llamará “primos”. Así, ese primer Llamarla ciudad implica apelar más a una núscula. La tierra se redujo, si vale la metá-
escudo de armas, que se mantiene hasta la inercia política que a una realidad urbanis- fora, porque las travesías se hicieron cada
fecha, habría sido concedido gracias a “los ta. Basta con ver la condición casi bucólica, vez más cortas. Los viajes que antes dura-
servicios que los principales y pueblos de con el campo asediando la traza urbana, ban semanas o meses, ahora se reducían a
la dicha provincia nos han hecho é á más asfixiando con su verde mano y sus brazos días… e incluso a horas. La tierra se estre-
que así lo continuarán de aquí adelante, te- de tierra a una población, un conglomera- chó. Y los hombres y mujeres de diferentes
némoslo por bien, y por la presente hace- do sin calles pavimentadas o recubiertas rumbos supieron más los unos de los otros.
mos merced y mandamos que ahora y de de algún material cercano al uso citadino. Y con ellos llegaron las invenciones, las
aquí adelante la dicha ciudad de Tlaxcala se Aún pesa el diagnóstico de Anselmo Cer- novedades, sobre todo de Europa, hacia
llame e intitule la Leal Ciudad de Tlaxcala”. vantes, quien la llama “vieja ciudad pro- donde miraban arrobados los hombres y
Para 1585, ya bajo el reinado de Felipe II, se vinciana”. Así, entre la rabia y el orgullo, mujeres de la última década del XIX y la
concederá el título de “Muy Noble y Muy el alguna vez gobernador constitucional primera del XX, en el apogeo y decadencia
Leal”, aunque para entonces la distinción destaca que Tlaxcala “conserva como nin- del Porfiriato.
podría tomarse como una suerte de des- gún lugar del país, la influencia del pasado, Aunque la fotografía se cultivó desde la
agravio por los roces entre la provincia y la con características propias; es una nación primera mitad del XIX, la ligera mejoría
corona a causa de las tierras que han ido pequeña dentro de otra nación, que quedó económica de las clases medias y de los
perdiendo los indígenas principales. olvidada desde la época de la Colonia, que gobiernos locales permitió alcanzar un uso

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extensivo e intensivo del arte de sacar pla- Y estas fotografías testimonian a favor de El asombro toma la palabra cuando se mi-
cas, de detener el tiempo y mostrar la rea- esta aspiración de hacer del instante una ran estas fotografías. Y sobre todo cuan-
lidad tal y como es, así sea en color sepia. eternidad. do se contrasta con la realidad, este ter-
Este volumen da cuenta de un tiempo que co referente que es la manera de ser de
evidentemente se ha ido. Pero también VI las cosas. En este devenir de un siglo, la
abre la puerta al asombro, al azoro de lo Atento observador, Antonio Sosa no sólo ciudad se ha transformado, diríase radical-
que fuimos, o de lo que la ciudad fue, y ha retrata paisajes y personas, sino que tam- mente. Es otra y la misma, pero de una for-
dejado de ser. bién ofrece una radiografía del alma de la ma tajante. Porque resulta increíble enten-
La ciudad de Tlaxcala y sus alrededores ciudad y sus alrededores. Y ahí, en el ex- der que hablamos de la misma población
ha quedado atrapada en este puñado de trarradio, encuentra un eco, un testimonio, cuando se aprecia una foto que retrata a
instantáneas –nunca antes tan certero el que deja atrapado al tiempo, en un ins- la avenida Guerrero, cuando ésta era una
adjetivo– que son al mismo tiempo testi- tante capturado sobre la placa, que luego herida orográfica, una pequeña barranca a
monio y sentencia. será revelado en el papel. la que se asomaban casas circundantes… a
Y es que el juego de las paradojas nunca Junto a Sosa marcha un grupo silencioso tan sólo unos doscientos metros del cora-
termina. Tlaxcala misma es una paradoja, de fotógrafos, cuyo nombre se nos ha per- zón de la ciudad.
una ciudad que se sobrevive a sí misma, que dido en el tiempo, pero cuyo testimonio se Este asombro es el que podrá experimen-
ha dejado de ser una niña de cielos azules, mantiene en este legado. A final de cuentas, tar el lector que se adentre por las páginas
para convertirse en una mujer madura. la fotografía es testimonio de lo imposible; de este libro, convertido en un pasaje ha-
Atrapada en el perpetuo instante, Tlaxcala el recuerdo abandona la esfera de la me- cia el pasado, si se permite la paronoma-
se nos muestra cercada por la naturaleza. moria para instalarse en la mecánica de la sia; un boleto de ida y vuelta, que juega
Quien recorra las páginas de este libro no tecnología. Tlaxcala, la ciudad, deja de ser con el olvido, la memoria y el presente.
sólo volverá a caminar por las pretéritas y una presencia fantasmal en el recuerdo de
polvorientas calles de la capital del estado sus habitantes pretéritos y presentes, para
más pequeño de la República. Aquí se apre- convertirse en una realidad, bidimensional,
ciará el cambio rudo que ha experimentado sí, pero firmemente anclada en la historia.
la ciudad en poco más de un siglo. Las fotografías que dan forma a este volu-
Cada una de estas centenarias fotogra- men forman parte de un rescate del pasado;
fías representa un pasado que se antoja reivindican a la historia cotidiana, esa misma
remoto e inverosímil. Nuestra existencia, que gotea segundo a segundo, hasta formar
que raya en el milagro si alcanza los cien el anchuroso océano del tiempo, ahí donde
años de vida. Pero las obras humanas se naufraga la memoria, pero se mantiene a flo-
alimentan de un pan distinto. Más allá de la te el testimonio visual.
soberbia que significa horadar a la natura- El pasado en tono sepia se actualiza en estas
leza para fundar un nuevo establecimien- fotografías, de Sosa y del resto de fotógrafos
to, por muy humilde que sea, se antoja la a partir de cuyos ojos y aparatos podemos
necesidad de permanecer, de trascender. reconstruir lo que alguna vez fue la ciudad
Se busca hollar a la infinitud. capital y sus aledañas comunidades.

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Fotografía antigua de Tlaxcala.
Una visual retrospectiva
Rafael García Sánchez*
Un primer flashazo tos; cualquier persona de cualquier edad
Son pocos los pueblos, regiones o comu- interpreta desde su muy propia percepción
nidades que se pueden ufanar de poder visual y social, la imagen que nos transmi-
mostrar en imágenes sus antiguas fisono- te un momento captado en imagen, de la
mías, sociales, culturales, artísticas o arqui- Tlaxcala que hace muchos años se fue.
tectónicas. Tlaxcala es de los afortunados Y más aún, nos refleja el entorno que, aun-
pueblos que, aunque de manera aislada o que modesto, bello, apacible, limpio, y por
independiente, conserva una amplia gama qué no, romántico y cautivador. Esta tierra
de fotografías de principios del siglo XX; que nos vio nacer, envejece a la par con no-
material que, conforme avanza la década sotros; y así como nosotros conservamos
de los cincuenta es aún más abundante. con celo las fotografías de cuando éramos
Ciertamente las fotografías del siglo XIX pequeños, o de nuestros antepasados, así
relacionadas con el estado de Tlaxcala, de importante es que busquemos, rescate-
que son pocas, también las hay, aunque de mos, conservemos y difundamos las foto-
forma dispersa y conservada básicamen- grafías de nuestra pequeña patria, cuando
te por coleccionistas particulares; se trata era un poco más joven.
de un material que desde luego guarda y Esa es nuestra herencia; ese es nuestro
encierra un gran significado y valor histó- pequeño tesoro que debemos legar, trans-
rico para una ciudad vetusta, como lo es mitir a las generaciones que continuarán
Tlaxcala, cuna de la nación, del mestizaje, nuestra vida. Como ciudadanos respon-
de la evangelización y de la colonización, sables, no podemos ser tan indiferentes a
entre otras importantes aportaciones que conservar en primer lugar, y a difundir y
ha hecho para la historia de México y, por compartir en segundo lugar, las imágenes
consiguiente para la historia universal. que gracias a determinadas acciones, han
Por tal razón, y conforme avanza la rápi- llegado hasta nuestros días.
da lentitud del tiempo, son cada vez más
importantes las fotografías que podamos Un acercamiento a los fotógrafos aficio-
conjuntar de nuestro pequeño pero her- nados y profesionales
moso y tranquilo estado. Una fotografía es Fueron muchos los fotógrafos aficionados
una lección de historia sin palabras, sin tex- tlaxcaltecas de principios del siglo XX, lo-
tos, sin argumentos, sin códigos impues- cales o nacionales; de ellos, tenemos ma-

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teriales fotográficos aunque abundantes, los centros de consulta que aún los pudie- des que en el arte fotográfico se tiene, se
dispersos y prácticamente todo en colec- ran tener. Es sumamente necesario que al- inclina o se especializa por algún rubro de-
ciones privadas; incluso en algunos casos guien o alguna institución pudiera avocar- terminado: paisajista, naturaleza, eventos
fueron imágenes repetidas en razón de las se a rescatar y poner en limpio todas esas sociales, aspectos deportivos, personajes
diferentes tonalidades que se obtenían du- fotografías, y establecer mecanismos más políticos, moda masculina o femenina, et-
rante el proceso de revelado, hasta alcan- que de difusión, de conservación; porque nias humanas, aspectos ecológicos, flora o
zar los tonos deseados. Cabe apuntar que de otra forma, a las fotografías –como a las mundo animal. Sin embargo, anteriormen-
de la mejor toma lograda, comerciantes fo- especies en peligro de extinción– pudiera te el fotógrafo abarcaba prácticamente
ráneos se allegaban de múltiples fotogra- llegarles el momento de su exterminio de- todos los géneros que se le atravesaban:
fías, para reproducirlas en formato postal, y finitivo y no quedar ninguna, de aquella sociales, festivos, mortuorios, artísticos,
vender en distintos puntos del país. Afortu- época de más de cien años. familiares, gubernamentales y hasta los
nadamente para nosotros, también hemos En la medida que el ciudadano vaya siendo más sofisticados para la época, como los
podido rescatar algunas de esas imágenes. educado en cuanto a la importancia de las crepúsculos, cavernas o el cuerpo huma-
En cuanto a los fotógrafos profesionales fotografías antiguas, se empezará enton- no. Lo anterior sin considerar que la tecno-
locales, que se interesaron por retratar las ces a concientizar y, sobre todo, a rescatar logía del equipo fotográfico era la misma
comunidades del estado fueron pocos, de la indiferencia, del olvido y hasta de la para todas las ocasiones; hoy se tiene un
realmente muy pocos; incluso hubo varios destrucción todo ese caudal fotográfico, impresionante caudal de complementos
fotógrafos profesionales extranjeros que, patrimonio cultural de Tlaxcala. fotográficos que van desde la velocidad, la
durante sus recorridos por diferentes enti- resolución, los distintos niveles de ilumina-
dades de la República Mexicana, atravesa- Más que mil palabras ción o flash, los acercamientos vía zoom, el
ron el estado captando los objetivos que a Eso es lo que nos dice una imagen. Aunque equipo, los aditamentos de clima y hasta
su parecer eran los de mayor importancia solamente sea una la imagen expuesta, tie- la posibilidad de fotografiar bajo el agua, o
fotografiar. Parte de ese material lo cono- ne muchas lecturas, diversas interpretacio- desde el espacio interestelar, algo impen-
cemos por las distintas publicaciones que nes, dependiendo esto de la persona que sable hace apenas unas cuantas décadas.
se han integrado y difundido, básicamente simplemente la vea, o que la pueda ana-
en otras latitudes del país. lizar desde diversos tópicos, o interpreta- La imagen, moderno elemento educativo
En cuanto a ediciones locales, cabe seña- ciones; y sin embargo, de las dos formas se Hemos dejado atrás la etapa en que la edu-
lar que las primeras fotografías formales tiene una percepción completa. Es decir, el cación era expuesta por medio de exten-
de Tlaxcala fueron difundidas en el Sema- simple espectador no requiere una forma- sos textos y de largos y cansados cursos
nario La Antigua República, que se editó ción previa para ver más allá de la simple escolares o académicos, para dar paso a la
en los últimos diez años del siglo XIX, y en imagen; y por el contrario, el especialista imagen. Por el mismo avance tecnológico,
los primeros 10 del siglo XX. Este material, no necesariamente requiere ver más allá de electrónico para precisar, como la televi-
poco, muy poco en la actualidad –cabe la imagen, para disfrutar de ella, y/o para sión, las computadoras fijas o portátiles,
apuntar– no ha sido ni rescatado ni con- conocer, sentir, asimilar el momento o el el antiguo proyector de acetatos que fue
servado de forma profesional; y muy por el sentimiento del fotógrafo al captarla. reemplazado por el cañón, el cine, la pan-
contrario, se está permitiendo, por consi- Actualmente, el fotógrafo profesional, por talla telefónica del teléfono móvil y el más
guiente, su mutilación y/o desaparición de la misma y extensa gama de especialida- poderoso de todos: la Internet; además de

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los periódicos, las revistas y cuanto medio Como todos sabemos, las haciendas –bási- define un lugar más apropiado y perma-
ocupa la imagen para describir algún he- camente las tlaxcaltecas–, florecieron a fi- nente para dicha fototeca.
cho determinado, la fotografía cobra una nales del siglo XIX y en el primer tercio del
importancia cada vez mayor en práctica- siglo XX. Desde luego que tampoco po- *Director General de las revistas culturales tlaxcaltecas

mente todos los ámbitos del ser humano. dían escapar a la lente fotográfica de Sosa Quórum y Maxixcatzin.

Y cuanto mayor sea la penetración de la Herrerías, que paralelamente fue escritor,


actual fotografía en el imaginario del es- investigador, historiador, poeta y editor de
pectador, más importancia cobran nues- revistas. Con el rango federal de inspector
tras primeras fotografías; al decir nues- forestal, no le representó ninguna dificul-
tras, me estoy refiriendo a las imágenes de tad el poder ingresar (con todo y cámara)
cualquier parte del mundo, de mediados y a distintas y extensas propiedades cereale-
fines del siglo XIX y, desde luego, de prin- ras, ganaderas, pulqueras, entre otras. Fue-
cipios del siglo XX. ron momentos que supo conjugar y apro-
Pero concretamente este análisis fotográ- vechar de forma excelente para conformar
fico va enfocado a la fotografía relaciona- el enorme, extenso caudal fotográfico que
da con Tlaxcala; con la fotografía de prin- en su momento logró acumular.
cipios del siglo XX, aún cuando la imagen Las iglesias (interior y exteriormente) de
sea la anterior en términos técnicos y cro- todo el estado de Tlaxcala, y de otras en-
nológicos: la litografía. tidades federativas, también fueron un
objetivo obligado en el trayecto del Sosa;
Antonio Sosa Herrerías, un Casasola tlax- imágenes que de alguna forma conservó
calteca en fotografía y en negativo, y que además
El ingeniero forestal Antonio Sosa Herre- él mismo realizaba el proceso de revelado,
rías, nativo de San Pablo Apetatitlán, es un invirtiendo tiempo y dinero hasta alcanzar
caso excepcional entre los fotógrafos tlax- los objetivos que laboral o personalmente
caltecas (aficionados y/o profesionales) se trazaba.
del siglo XX. Su profesión fue la forestal; Afortunadamente, con apenas una parte
sin embargo, y por razón de los mismos del material fotográfico autoría de Anto-
requerimientos profesionales, desde jo- nio Sosa Herrerías, se ha podido integrar la
ven, alrededor de 1920, se allegó afortu- primera Fototeca del Estado de Tlaxcala,
nadamente de una cámara fotográfica que desde el ámbito privado; una parte de ese
siempre le acompañó por distintos rumbos material en la actualidad está a resguardo
de la República Mexicana, y Tlaxcala no de la Sociedad de Geografía, Historia, Es-
podía ser la excepción; más allá de cumplir tadística y Literatura de Tlaxcala A.C., con
con su actividad profesional, parece que la la finalidad de exponer ese material foto-
fotografía en sus manos y en su visión, re- gráfico en diferentes foros sociales, cultu-
sultaba un deleite que nunca dejó. rales y educativos de México, en tanto se
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Tlaxcala, la nación sabia

¿Qué pueblo es, pues, propio o está de ap- antes que complacerla a los mexicanos, y
titud de soportar una legislación? Aquel menos aceptarla gratuitamente. Los sa-
que encontrándose unido por algún lazo bios tlaxcaltecas vieron la acechanza ocul-
de origen, de interés o de convención, ta bajo esta liberalidad. Se conservaron li-
no ha sufrido aún el verdadero yugo de bres, y este pequeño Estado encerrado en
las leyes; el que carece de costumbres y tan grande imperio, fue al fin el instrumen-
de preocupaciones arraigadas, el que no to de su mina. El que sin ser rico ni pobre
teme sucumbir por una invasión súbita; se basta a sí mismo; en fin, el que reúne
el que sin inmiscuirse en las querellas de la consistencia de un pueblo antiguo a la
sus vecinos, puede resistir por sí solo a docilidad de un pueblo joven. La obra de la
cada uno de ellos, o unido a otro recha- legislación es más penosa por lo que tiene
za cualquiera; aquel en que cada miembro que destruir que por lo que debe de esta-
puede ser reconocido de los demás, y en blecer; y lo que hace el éxito tan raro es la
donde el hombre no está obligado a so- imposibilidad de encontrar la sencillez de
portar cargas superiores a sus fuerzas; el la naturaleza unida a las necesidades so-
que no necesita de otros pueblos ni ellos ciales. Todas estas condiciones, es cierto,
de él. Si de los pueblos vecinos, el uno ne- se encuentran difícilmente juntas; por esto
cesita del otro, la situación que se crean se ven pocos estados bien constituidos.
resulta muy difícil para el primero y muy
peligrosa para el segundo. Toda nación
sabia, en caso semejante, debe esforzarse
para librar a la otra de esta dependencia. Jean Jacques Rousseau
La república de Tlaxcala, enclavada en el El Contrato Social
imperio de México, prefería carecer de sal Fragmento, libro 11, capítulo primero

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El fotógrafo retratado
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Tlaxcala es posiblemente el único lugar del mundo donde la magia negra se considera
algo muy serio; y que también es el lugar en donde se obtiene más rápido el divorcio.

Malcolm Lowry
El viaje que nunca termina

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Los maravillosos caminos de lo cotidiano e
imaginario en las fotografías antiguas

Rubén Antelmo Pliego Bernal


En recuerdo de Héctor David Salas Cuevas

El lector tiene en sus manos un conjunto de minos insospechados que el lenguaje ape-
fotografías antiguas espléndidamente selec- nas vislumbra. Traza veredas aquí y allá,
cionadas y presentadas, con ello un pasapor- en medio de una autentica cascada de re-
te a un universo que encierra sorpresa, ad- cuerdos, algunos claros, otros nebulosos y,
miración, nostalgia, melancolía, indignación, unos más, insospechados.
etcétera. ¡Pocos testimonios del hombre De igual forma, las imágenes que encon-
pueden desencadenar tantos sentimientos! tramos en las presentes fotografías, pue-
Las fotografías antiguas son el equivalente den convertirse en un amenazante oleaje
a las resonancias de unas voces que nos del pasado, que nos trae incertidumbre,
llegan del pasado. Cuando las vemos no como un río que traza una parábola visual
solamente nos estamos asomando a un que se curva, avanza, regresa y envuelve,
pretérito que nos precedió, también es un siempre con la garantía de que nos trasla-
acto que nos conduce a la posibilidad de dará a un remanso de lo nuestro.
vislumbrar que ese pasado puede conver- Algunas de ellas nos proporcionan admi-
tirse en algo perenne que nos sigue y se- ración, otras indignación. Las primeras al
guirá enseñando. presentarnos un mundo, unos mundos que
La presente selección fotográfica sobre el existieron y que ahora probablemente nos
pasado del municipio de Tlaxcala significa colmen de nostalgias. En tanto las segun-
un regreso a un comienzo, a nuestros co- das nos podrían mostrar las conductas de
mienzos. Con este acto el presente de nues- barbarie tanto de un hombre como de una
tros ancestros se convierten en un tiempo sociedad, es el caso de las fotografías del
que será inútil conjugarlo en cualquiera de Río Zahuapán, de la Laguna de Acuitlapil-
las formas en que se enlaza el tiempo. co, que junto con los recuerdos, nos brin-
Al observar las fotografías nos deleitamos, dan una imagen otrora limpia y caudalosa.
al hacerlo nos estamos trasladando a ex- La imagen que nos muestra la existencia
plorar espacios de la historia que muchas de paredones alrededor de la basílica de
veces otros testimonios, como la docu- Ocotlán y que alguien decidió destruir-
mentación histórica, no alcanzan a tocar. los, también se convierte en una denuncia
En ese sentido la fotografía nos abre ca- perpetua. Las imágenes de las colinas que

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encierran al municipio de Tlaxcala y que fin, la ciudad de Tlaxcala no podía escapar
algún día debieron estar pobladas por ve- a ello. En la presente edición encontramos
getación y espacios verdes y que sin en un considerable número de instantáneas
cambio ahora lo están por unidades habi- de Los Portales de la Ciudad de Tlaxcala,
tacionales, casas y negocios, son un aten- los cuales han visto pasar tranvías, carros,
to aviso. En este sentido una fotografía remodelaciones de su plaza y de sus ca-
también puede despertarnos indignación. lles, de las casas y de sus dueños, etcétera.
Es por ello que las imágenes que ahora Las imágenes de esas calles de la ciudad
encontramos en este libro, también son de Tlaxcala, que ahora encontramos, nos
algo intensamente vivo, como denuncia de muestran una evolución; en un principio
nuestra conducta frente a nuestro entorno, fueron informes y solamente estuvieron re-
al que muchas veces no hemos respetado. vestidas de esa tierra milenaria que al paso
Asimismo, las fotografías antiguas que del tiempo cambio por empedrados unifor-
estamos viendo nos asoman a aspectos mes y en un época más cercana a nosotros
esenciales en la vida de los que nos prece- cambiaron por cemento. De igual forma,
dieron, como lo son la vivienda, la habita- encontramos que esas calles fueron testi-
ción, la convivencia, la religión, el esparci- gos del transito de burros y pies descalzos
miento, etcétera. que más tarde cedieron su lugar a carretas
Las imágenes que ahora contemplamos se y carrozas, que aun el frenesí no las alcan-
convierten en puerto de partida para cual- zaba. Pies que a sus dueños el tiempo y las
quier imaginación que intente desentrañar costumbres les permitía sentarse en el lu-
esa maraña que significa el pasado en rela- gar que fuese conveniente.
ción con la actualidad. En este sentido las Las presentes imágenes nos muestran un
postales también significan un pasaje para devenir de la camisa de manta, el sombrero
un viaje que nos garantiza, deleitarnos con de paja ancho y el jorongo al hombro así las
unos paisajes jamás observados y mucho como largas enaguas al vestir del catrín todo
menos visitados. Dicho en otras palabras, emperifollado y a los vestidos formales.
las fotografías antiguas representan un te- En fin, en este conjunto de fotografías que
rritorio que cada generación descubre y el presente texto compila pueden signifi-
descubrirá con ojos diferentes. car la presentación y el prologo de nues-
En toda sociedad los Portales de un edi- tro presente y de nuestro futuro. Pocas
ficio, principalmente si en ellos está aloja- iniciativas como la que el lector tiene en
do el del gobierno del lugar, desempeñan sus manos representan una oportunidad
un papel vital. En ellos la gente también para compartirla con nuestra familia, con
se provee de alguna mercancía en los ne- nuestros amigos y con todo aquel que se
gocios que existen, los utiliza como punto interese por su pasado y su presente.
de reunión, pasa un momento de esparci-
miento en los restaurantes o cafeterías en

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Asedio a la urbe
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Levantad muy alto el grito de Tlaxcala que ya no es como antaño, grito de división de la
raza, sino grito de solidaridad, grito de rebelión.

José Vasconcelos
Discurso político en Tlaxcala
1926

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Camino a la ciudad
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Un caníbal alegre del pasado

Willebaldo Herrera
En tecnología, la memoria sería como una de pérdida aumenta con el impacto psico-
cinta de Moebius girada por el tiempo, que lógico al que su vacío conduce, al que su
desdobla el pasado hacia adelante, convir- ausencia conlleva; y por contraste, la sen-
tiéndolo en un presente vivo y viceversa. sación amargosa de vivir en una moderni-
Curiosamente, el arte de la fotografía per- dad agringada y, por consecuencia, abiga-
mite también recorrer el presente hacia el rrada (Oxxo, Coffee-Station, McDonald’s,
pasado, con un movimiento sutil de la me- Harmon Hall, Compuinglés de Oriente,
moria que nos coloca repentinamente en Kentucky Fried Chicken, Office Depot,
el corazón del ayer. Estas son dos de las Vip’s), como la que nos ha tocado vivir a
sensaciones que provocan en mí las imá- los tlaxcaltecas contemporáneos.
genes reunidas en este excelente y acu- En efecto, entro por medio de este álbum
cioso libro preparado por el ayuntamiento de fotografías antiguas a otro mundo
de Tlaxcala, que despegan de una rica y inédito y por ello muy distinto al que hoy
selecta plétora visual para cruzar por un conozco como resultado del progreso
pasaje mágico y llegar con su plenitud rús- y la lógica de cambios empujados en el
tica y aura original a los tlaxcaltecas capi- espacio y el tiempo. Y ante tal hecho no
talinos del siglo XXI. puedo negar que la aprehensión de este
Pero una cosa es recuperar técnicamente universo casi insólito sabe a distancia, a
ese pasado provinciano en cuyo escena- dolor, a nostalgia, quiero decir, a guayaba,
rio histórico los actores principales fue- incienso y ocote, configurados como
ron nuestros ancestros, y otra recobrarlo trinidad del acontecer ido de una ciudad
sensorialmente como si nunca se hubiera que como todo mundo sabe fue clave en la
separado de nuestra memoria, como si historia de México. Y la que hoy despliega
hubiera permanecido siempre adherido a el poder mitológico de reaparecer ante mí
nuestro cuerpo, fiel a nuestros sentidos, con poco vestuario y casi sin maquillaje
posibilitando de esta forma la pulsión eso- urbano.
térica de sentir nuevamente el latido de Aquí está Tlaxcala y su pasado, Tlaxcala y
los corazones y el hálito de los suspiros de su gente, Tlaxcala y sus calles, con sus cos-
cada uno de los habitantes de una ciudad tumbres, con sus hábitos más entrañables
casi perfecta, cabal, rural, modesta, ino- y cotidianos que despiertan, repito, sen-
cente. Y que ha dado lugar a una tragedia saciones melancólicas, pues de qué otro
mayor para todos aquellos que todavía la modo –me pregunto– podríamos llamar
conocimos tal como era. ¿Por qué trage- a dicha experiencia que es guiada por el
dia? Porque ya no existe, y esta sensación afán intransitivo –meramente subjetivo–

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de conducirnos a revisar con extrema cu- Sin embargo, no se pueden dejar de re- de preferencia geográficamente alejadas
riosidad cada detalle, cada gesto humano, saltar varias cosas: el malestar que pro- unas de otras, porque así se conoce, se sa-
cada actividad laboral o religiosa, cada porciona la sensación de ruptura cultural luda y se convive mucho más cordialmen-
desfile cívico, cada fiesta pagana, que con registrada entre un pasado vistoso y cos- te con los demás, se estrecha el espíritu de
sus tonos y efectos han quedado impresos tumbrista y otro caracterizado por una di- respeto y concordia. La responsabilidad
en un campo visual de lo que fueron los námica urbana desordenada, tal vez pro- entre ciudadanos, el trabajo equitativo,
tlaxcaltecas de ayer. Retratados en bellas vocada por una población de casi 110 mil la seguridad de mujeres y niños y –diría
y tersas texturas en blanco y negro y color habitantes. No existe línea de continuidad. yo– hasta los amores entre enamorados,
sepia, que en tanto espectador del presen- No podía ser de otra manera. El progreso, como principios de gobierno civil son más
te y soñador del futuro, sin embargo, me la secularización y la educación nos obli- firmes y duraderos. La Tlaxcala de antaño
convierten con su poder hechizo en un ca- garon a abandonar las pautas tradicionales lo fue, hoy ya no lo es. Aceptémoslo, a la
níbal del pasado, en un comensal invitado y a romper con las costumbres de antaño. Tlaxcalight global, pintada de graffiti, de
a un gran festín retrospectivo. Y seguramente en el futuro habrá alguien hoy, le falta mucho como para compararse
Justamente, esta panorámica de edificios que responda a la pregunta de si esto fue con aquella. Perdió demasiado. Pero por
civiles, militares, religiosos, educativos, bueno o malo. Pero lo que nunca debe ol- lo menos esa ciudad-placenta-madre nos
culturales, las calles, el Puente Rojo, los vidarse es el amoroso y constante trabajo dejó varios rincones para llorarla sin que
zaguanes, las fuentes, la Plaza de la Cons- fotográfico de todos aquellos artistas, me- nadie se diera cuenta de nuestro dolor y
titución, la ribera del río Zahuapan, los ritorios, aficionados o comerciantes, que lamento, advertidos pues del paso cruel e
hoteles, los arcos y las columnas, si bien tomaron placas, guardaron negativos, or- inmisericorde del dios Cronos que todo lo
constituye el referente arquitectónico e in- ganizaron archivos y documentos de todo arrasa y que poco a poco nos va dejando
genieril de la vocación constructiva de un ello durante varias décadas. Gracias a su solos en la vida.
pueblo, también despierta en cada uno de labor pública o anónima, tenemos ahora Y de acuerdo con la filosofía democrática
nosotros un sentimiento de respeto y ad- esta valiosa y equilibrada recopilación tra- y sencilla del autor de El Contrato Social,
miración pues efectivamente, como todos bajada con dedicación exhaustiva por el Juan Jacobo Rousseau, aspiro a que esta
sabemos hoy, ese esplendor semipueble- personal que colabora en el área de cul- sea mi contribución a la fotofilia provincia-
rino no es más que el reflejo fiel de un es- tura del Ayuntamiento que preside el Lic. na de nuestro estado, que busca expresar
píritu de trabajo colectivo y de concordia Zenón Ramos Castillo. el amor y renovar la pasión que se pueden
ciudadana, protagonizado por todos sus Es por ello que en la era del gigantismo y deben sentir por la mitopoética de una
habitantes quizá como muy pocas veces urbano y de la parafernalia digital, he que- ciudad indígena-colonial-moderna, que el
se haya visto en la historia y la cultura de rido que este breve texto fuera modesto, tiempo no ha podido destruir del todo; in-
la ciudad de Tlaxcala. De verdad, uno se pues considero que la riqueza emotiva sisto: como un tributo sencillo, impercep-
recrea al revisar las imágenes dignas y anidada de manera informal y discreta en tible al exterior, sólo perceptible al sentir.
sobrias de una polis y una época cuando cada fotografía, decorado, paisaje, actor y Los pensadores presocráticos lo supieron
descubre que así lo soñaron, planearon y pose, sólo podía ser recreada de esa for- mejor que yo: en la sencillez del alma de
ejecutaron los hombres y mujeres de en- ma. El filósofo Juan Jacobo Rousseau en cada hombre y cada mujer reside la gran-
tonces. Autoridades y ciudadanos cami- su Discurso sobre Arte, ensayo teñido de deza eterna de una ciudad.
nando juntos en la misma dirección, en la utopía ilustrada y romántica, señala que
búsqueda de un mismo destino. sólo se debe vivir en ciudades pequeñas,

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Por las calles del tiempo
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No vale la pena recordar un pasado que no puede convertirse en presente.

Soren Kierkegaard

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Dualidad en la imagen de Tlaxcala: duelo de
fondo y figura

Emma Muñoz
Capital del estado más pequeño de la Re- La composición fotográfica es una fusión
pública mexicana, la ciudad de Tlaxcala entre la figura y el fondo: la expresión vi-
es poseedora de una de las mejores ar- sual de una sociedad. Las imágenes llevan
quitecturas urbanas del siglo XVI. Es un al espectador a observar el reflejo de la
deleite para los sentidos contemplarla: su condición humana en la Tlaxcala de las pri-
plaza central —llamada actualmente de la meras décadas del siglo xx. Estamos ante
Constitución—, su fuente labrada en pie- un viaje que se estaciona entre recuerdos,
dra, regalo del rey Felipe IV; el Palacio de y donde se aprecia la fuerza de espíritu de
Gobierno; la iglesia de San José, que data la gente: mujeres que trabajan vendiendo
del siglo XVII , el ahora llamado Palacio de alimento a la calza del atrio de la iglesia,
Justicia, en el que se encontraba la anti- desfiles que muestran el folclor de una ciu-
gua Capilla Real de Indios, dedicada a Car- dad resguardada por montes y ataviada
los V; la Catedral de Nuestra Señora de la por una arquitectura colonial.
Asunción y su exconvento, edificado por Las fotografías reunidas en este libro pue-
los franciscanos entre 1537 y 1540, de fa- den describirse con una sola palabra: dual,
chada renacentista, la cual conserva uno se sitúan entre lo íntimo y lo público, lo
de los más notables techos artesonados, festivo y lo reflexivo, lo rural y lo urbano, la
así como el retablo en la capilla de la Ter- tradición y la modernidad.
cera Orden, considerado entre los mejores La compilación fotográfica se erige en cro-
del barroco salomónico, cuyo nicho cen- nista de los múltiples cambios sociales del
tral exhibe la imagen de San Francisco de siglo pasado. No sólo muestra momentos
Asís, realizada en las Filipinas en el siglo de una época, sino la esencia de la vida en
XVIII. Y esta es tan solo una muestra de la la vieja ciudad.
traza de ciudad, que aunado a la calidad Adentrémonos en ella, para abandonarnos
de su gente, la hacen un territorio único en al tránsito de la memoria.
todas sus etapas históricas.

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Portales de la memoria
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Pájaros peregrinos

Por Iván Farías


Hace ya varios años llegué a Tlaxcala pro- ciones se dieron a pasos de gato, silentes, en donde ahora se encuentra la Plaza Juá-
veniente de las oleadas chilangas que es- temerosas, casi a escondidas. Primero en- rez para intercambiar sus productos, en lo
capaban del afamado temblor del 85. Re- tró a una pubertad de acné. A pesar de sus que entonces era el Mercado Bonilla. Mo-
cuerdo que venía en la parte trasera de la más de 450 años, todavía no podía salir renas mujeres que vendían sus ollas char-
antigua camioneta paterna y un zumbido de noche, por lo que los cafés nocturnos y laban con enrebozadas marchantes o ni-
creciente de pájaros me espantó. Era la los bares comenzaron a crecer en sus en- ños con pícaras sonrisas corrían por entre
primera vez que oía tal cantidad de aves trañas. La juventud medio urbanizada hizo las pequeñas calles.
trinando en completa libertad y volando su aparición más allá del crepúsculo. La El libro me fascina porque es como echar
de aquí para allá. Recuerdo que cansado, ciudad se llenó de luz y estrenó las salidas una mirada a un tiempo que ya no vivire-
mi abuelo detuvo el vehículo y preguntó nocturnas de un lado a otro. mos, a una Tlaxcala que se fue pero que
que si quedaba lejos el centro de Tlaxcala. Pronto llegó a la lozana adolescencia que queda todavía en sus paredes, en los soni-
Es aquí, le contestó una voz local. Enton- actualmente goza. Se guardó las telarañas dos de las campanas llamando a misa, en
ces bajé y puede ver esos árboles enormes de cables en lo más profundo del suelo, pin- las risas de sus habitantes, en las piedras
que albergaban a cientos de pájaros pe- tó sus paredes de rubores y puso de pun- de sus callejuelas, en los olores del sábado
regrinos que regresaban a sus nidos con ta-tacón iglesias, museos, calles y puentes. de bazar.
gran algarabía. Ahora, además de los cientos de pájaros Si uno escucha con detenimiento puede
Me gustó la ciudad de inmediato. El agua flotando por sus aires, también puede pre- oír la misma canción de pájaros peregrinos
de la llave era blanquizca por la presión y sumir de la belleza de sus edificios colonia- de antaño trinando justo ahora.
sabía deliciosa. El aire se deja respirar y se les, de sus jardines y de su historia.
podía ver el cielo estrellado desde cual- Por eso al ver las fotos que el municipio de
quier esquina donde uno se dispusiera a Tlaxcala recuperó y ahora edita en formato
contemplarlo. Su tianguis sabatino era (es) de libro puedo constatar que la ciudad en
un disfrute visual, a donde llegaban ven- lugar de envejecer, rejuvenece. El ver esas
dedores de varios sitios a ofrecer lo mismo fotos es como encontrarse con los pájaros
carne salada que carpa en tamal. Pronto peregrinos de esos tiempos donde la calle
dejé de extrañar mi ciudadanía chilanga y Juárez era un camino empedrado, la igle-
Tlaxcala se me fue metiendo por los pies sia de la Calle del Vecino se señoreaba en
hasta que se anidó en el cuerpo. un cerro bastante pelón y las jacarandas
La ciudad fue cambiando poco a poco. En que ahora alfombran el piso apenas eran
mucho debido a las diferentes migracio- unos jóvenes árboles.
nes de oaxaqueños, jarochos, chilangos, Es increíble ver cómo el Puente rojo era el
poblanos y extranjeros que hicieron de camino de entrada y salida de la ciudad.
Tlaxcala su propio hogar. Sus transforma- O cómo los antiguos habitantes se reunían

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Corazón de la ciudad
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Y hubo una ciudad llamada Tlaxcala que
formó parte del Parque Nacional Xicohténcatl
Cecilia Cuatiánquiz Lima
Las fotografías plasmadas en esta obra re- Igual se plasma en esta obra cómo los jóve-
presentan mucha historia. Si bien sabemos nes veían en el centro de Tlaxcala un lugar
que las imágenes siempre dicen más que de oportunidades para trabajar y desarro-
mil palabras, éstas confirman esta regla llarse, ya sea en los comercios estableci-
que nos ha dado la fotografía. dos alrededor del parque o en el trasporte
Esta obra nos permite mirar al interior de público, y los que aspiraban a más, en la
un Tlaxcala que aún sigue en desarrollo. educación, imprenta o gobierno.
Pero ahora podemos de cierta forma des- Siempre que visito el Museo Miguel N. Lira
nudarla y contemplar cada uno de sus ras- me pregunto e imagino la armonía de la
gos, muchos de los cuales todavía disfru- gente que trabajaba ahí. Ahora con las
tamos, mientras que otros tratamos de no fotografías de este libro puedo tener una
verlos porque pueden llegar a lastimarnos. imagen más clara de las aspiraciones de
Es para mí muy grato tener la oportunidad nuestros paisanos y de sus esfuerzos por
de mirar hacia atrás y corroborar o modi- engrandecer nuestro estado, que si bien es
ficar las ideas sobre cómo era antes Tlax- el más pequeño del país en cuanto a terri-
cala: cómo vivía la gente, en qué lugares se torio, es uno de los más ricos en cultura,
socializaba, en qué lugares se enamoraba. tradiciones y gastronomía.
Por supuesto estas ideas son resultado de Me place saber que una institución que se
las conversaciones con los abuelos y pa- dedicaba a educar a un nivel superior, aho-
dres, quienes de manera muy resumida te ra sea un instituto que se dedique a instruir
cuentan cómo los domingos eran días de a un nivel cultural y que albergue tantas
fiesta y eso significaba ir a la capital, jus- historias y experiencias vividas, donde
to al centro de Tlaxcala a sentarte en una ahora nos reunimos para aprender o dis-
banca del parque, comprar un helado y frutar de una buena orquesta sinfónica o
contemplar el entorno –la gente, la fauna o exposición de diversos trabajos, principal-
simplemente disfrutar de un día asoleado– mente realizados por tlaxcaltecas.
claro, sin antes olvidar pasar a visitar a la De acuerdo a esta obra, me doy cuenta de
virgen de Ocotlán y beber agua del Pocito, que mantenemos casi el 9 por ciento de
incluso llevarse un garrafón lleno de esa su arquitectura original, lo cual no es nada
agua para tenerlo en casa como símbolo fácil, ya que mucha gente relaciona el de-
de protección. sarrollo con la modificación de infraestruc-

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tura, la cual no siempre se asocia, ni repre- En esta obra podemos admirar que la be-
senta el completo desarrollo de un pueblo. lleza percibida hace ya unos años se man-
Los parques siempre han sido testigo de tiene; sin embargo, no podemos pasar
diversos eventos tanto culturales como desapercibido el deterioro en el que se en-
políticos y han albergado a todos sus par- cuentran algunas área naturales, como es
ticipantes, razón por lo que durante el el río Zahuapan, en el que antes se respira-
sexenio del General Lázaro Cárdenas se ba convivencia, alegría y paz, y que ahora
crea el Parque Nacional Xicohténcatl, el hace que escape a la mirada.
cual obedece a que la ciudad de Tlaxcala Son estas fotografías tan contrastantes
es considerada de importancia histórica y del ayer y hoy las que nos lastiman, por
se considera que las cuales tenemos que trabajar para re-
…constituye uno de los lugares de parar el lastimado entorno. Apuesto que
gran belleza escénica que es com-
pletada por interesantes monumen- muchos de nosotros no teníamos con cla-
tos históricos, apreciados además ridad imágenes del Tlaxcala de ayer y mu-
como ricas joyas arquitectónicas del cho menos imaginar que fuese un Parque
arte churrigueresco, que por sí solas
constituyen un gran atractivo para Nacional protegido y reconocido a nivel
el turismo en general, ya que entre nacional.
estos monumentos se encuentran Espero, pues, que este libro sirva para co-
el Convento de San Francisco, con-
siderado como el más antiguo de la rregir aquellos tropiezos y nos sensibilice
Nueva España, cuyas pinturas fueron para poder apreciar la belleza, riqueza cul-
ejecutados por pintores celebres de tural y beneficios que nos aporta nuestra
la época, monumento que está li-
gado con algunos hechos salientes airosa ciudad de Tlaxcala. Agradezco a
del conquistador Hernán Cortés, así aquellos fotógrafos profesionales, de afi-
como otros conventos de la ciudad, ción y coleccionistas habernos legado con
que destacan por su belleza, como el
Santuario de Ocotlán (Diario Oficial tal riqueza visual. Así como también espe-
de la Federación, 1937). ro el deleite de cada lector al tener esta
Así como también ha albergado a sus ob- obra en sus manos.
servadores, los cuales habitan en las alturas
de los árboles o construcciones y que a la
par del decreto como Parque Nacional Xi-
cohténcatl se realizan listados de fauna y
flora, encontrando una gran riqueza natural.

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Los mil rostros del poder
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Brava la fiesta
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Viva la calle
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A pie firme
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97
Oficio de vida
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100
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La fe del artista
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106
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Ocotlán y el triunfo de la fe
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110
111
112
113
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117
Fervor en piedra
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120
121
122
123
Herencia franciscana
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126
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128
129
130
131
Alma líquida
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134
135
Puente a la historia
137
138
139
ÍNDICE FOTOGRÁFICO

PORTADILLA. Parque
FRANCISCO I. MADERO
F. 15. BLVD.. GUILLERMO
(HOY PLAZA DE LA
VALLE, Autor desconocido,
CONSTITUCIÓN), Archivo
F. 7. LA MATLALCUEYETL Archivo Rafael García S.
personal de Oscar Galindo
DESDE LA CIUDAD, Autor p.39.
Ugarte, p. 3
desconocido, Archivo Rafael
García S. p. 29.

F. 16. PARAJE EN SAN


F. 1. PANORÁMICA DE LA SEBASTIÁN ATLAHAPA,
F. 8. PANORÁMICA DE
CD. DE TLAXCALA, Archivo Antonio Sosa H., Archivo
LA CIUDAD DESDE SAN
personal de Oscar Galindo Rafael García S. p.39.
GABRIEL CUAUHTLA,
Ugarte, p. 18
Antonio Sosa H., Archivo
Rafael García S. p.30.

F. 17. CAMINO TLAXCALA A


SANTA ANA, Antonio Sosa
F. 9. PANORÁMICA DE LA
H., Archivo Rafael García S.
CIUDAD DESDE EL TEMPLO
p.40.
DE LA SANTÍSIMA, Antonio
Sosa H., Archivo Rafael
F. 2. ING. ANTONIO SOSA García S. p.31.
HERRERÍAS (1902-1988),
Archivo Rafael García
Sánchez, p. 21 F. 18. CAMINO Y LAGUNA
DE ACUITLAPILCO, Antonio
F. 10. CALLE MORELOS
Sosa H., Archivo Rafael
DESDE SAN GABRIEL
García S. p.40
CUAUHTLA, Antonio Sosa
H., Archivo Rafael García
S. p.32

F. 3. LUIS SOSA BRAVO


Y ANTONIO SOSA F. 11. VISTA DE LA CIUDAD F. 19. CRUZANDO EL RÍO
HERRERÍAS, Autor DESDE SAN GABRIEL DESDE TIZATLÁN, Autor
desconocido, Archivo Rafael CUAUHTLA, Antonio Sosa desconocido, Archivo
García S. p. 22 H., Archivo Rafael García Moisés Morales Suárez. p.41.
S. p.33

F.4. ANTONIO SOSA F. 20. PROLONGACIÓN


HERRERÍAS Y AMIGOS, F. 12. CAMINO A LA INDEPENDENCIA, Autor
Autor desconocido Archivo CIUDAD, Antonio Sosa H., desconocido, Archivo Luis
Rafael García S. p. 23 Archivo Rafael García S. p.37 Sosa Sepúlveda. p. 41

F. 5. MALCOLM LOWRY,
CIUDAD DE TLAXCALA
AUTORA MARGERIE
BOOMER, ESCRITOR EN
EL HOTEL DEL PARQUE, F. 13. CAMINO DE SANTA F. 21. AVENIDA GUERRERO,
Archivo W. Herrera. P. 25 ANA, Autor desconocido, Autor desconocido, Archivo
Archivo Oscar Galindo Rafael García S. p. 45.
Ugarte, p. 38.

F. 6. PANORÁMICA F. 14. PUENTE F. 22. CALLE LIRA Y


DESDE OCOTLAN, Autor MAXIXCATZIN, Antonio ORTEGA, Autor
desconocido, Archivo Rafael Sosa H., Archivo Rafael desconocido, Archivo
García S. p. 29. García S. p.38. Aguilar González. p. 46.

140
F. 23. TIANGUIS EN PLAZA F. 30. TEATRO García S., p. 55.
XICOHTENCATL, Autor XICOHTENCATL EN F. 38. AV. JUÁREZ Y
desconocido, Archivo CONSTRUCCIÓN, Autor ANTIGUO PALACIO
Aguilar González, p. 46. desconocido, Archivo LEGISLATIVO, Autor
Aguilar González, p. 51. desconocido, Archivo
Eliezer Corichi Morales,

F. 31. AV. JUÁREZ DESDE


F. 24. ESCUELA DE PORTAL GRANDE, Autor
VARONES EN AV. JUÁREZ, p. 56.
desconocido, Archivo Rafael F. 39. CALLE MORELOS,
Autor desconocido, Archivo García S., p. 51.
Oscar Galindo Ugarte, p. 46. Autor desconocido, Archivo
H. Ayuntamiento de

F. 32. PARROQUIA DE SAN


JOSÉ Y CAMPO, Antonio
Sosa H. Archivo Rafael Tlaxcala, p. 57.
García S., p. 51. F. 40. PLAZA
XICOHTÉNCATL Y
JÓVENES, Autor
desconocido, Archivo H.
F. 25. CAMPESINOS
ENTRANDO A LA PLAZA,
Autor desconocido, Archivo
F. 33. CALLE PORFIRIO
Rafael García S., p. 46.
DÍAZ Y SAN JOSÉ, Autor
desconocido, Archivo Rafael
García S., p. 52.

F. 26. AVENIDA
INDEPENDENCIA
DESDE PORTAL, Autor
desconocido, Archivo Rafael F. 34. AV. JUÁREZ Y
García S., p. 47. ALONSO ESCALONA, Autor Xochitiotzin Ortega, p. 57.
desconocido, Archivo Rafael FS. 41. y 42. TEATRO
García S., p. 53. VICTORIA Y PLAZA
XICOHTENCATL, Autor
desconocido, Archivo Rafael

F. 27. CALLE MORELOS


DESDE PORTAL CHICO, F. 35. CALLE
Autor desconocido, Archivo XICOHTENCATL Y
Rafael García S., p. 48. CARRETA, Autor García S., p. 57
desconocido, Archivo Rafael F. 43. CALLE MORELOS,
Autor desconocido, Archivo
H. Ayuntamiento de

F. 28. CALLE MORELOS Y García S., p. 54.


PORTAL GRANDE, Autor F. 36. CALLE PORFIRIO Tlaxcala, p. 58.
desconocido, Archivo Rafael DÍAZ Y PARROQUIA, Autor F. 44. BLVD. GUILLERMO
García S., p. 49. desconocido, Archivo Rafael VALLE Y AV. JUÁREZ, Autor
desconocido, Archivo Rafael

F. 29. CALLE LARDIZÁBAL García S., p. 54.


Y SAN JOSÉ, Autor F. 37. ESCUELA García S., p. 59.
desconocido, Archivo LARDIZÁBAL Y PALACIO F. 45. AV. JUÁREZ Y
Guillermo Castillo Flores, DE LA CULTURA, Antonio LARDIZÁBAL, Autor
p. 50. Sosa H., Archivo Rafael desconocido, Archivo Rafael

141
p. 69.
García S., p. 59. F. 61. KIOSCO Y FUENTE,
F. 46. PLANO DE LA Autor desconocido, Archivo
CIUDAD DE TLAXCALA,
1889, Autor Pedro Larrea y
Cordero, dominio público,

p. 61.
F. 47. TRANVÍA Y PORTAL,
Autor desconocido, Archivo
H. Ayuntamiento de
FS. 62, y 63. ANTIGUO
HOTEL TLAXCALA, Autor
desconocido, Archivo
Moisés Morales Suárez, p. 74.

Rafael García S., p. 73.


FS. 64. MAESTRA CARMEN
GONZÁLEZ VDA. DE
CASTILLO CON EL GRAL.
JOSÉ AMARILLAS, Autor
desconocido, Archivo

Tlaxcala, p. 65.
FS. 48. y 49. VISTAS DEL
PORTAL HIDALGO, Autor Guillermo Castillo F., p. 74.
desconocido, Archivo H. F. 65. PLAZA Y PORTAL,
Ayuntamiento de Tlaxcala, p. 66. Autor desconocido, Archivo
FS. 50 51, 52, 53, 54, 55, 56
y 57. PORTAL HIDALGO Y
VIDA COTIDIANA. Archivo
Rafael García S. Guillermo
Castillo F. y H. Ayuntamiento Rafael García S., p. 75.
F. 66. PALACIO Y
CIUDADANOS, Autor
desconocido, Archivo H.
Ayuntamiento de Tlaxcala,

de Tlaxcala, p. 67.
F. 58. PORTAL GRANDE Y
PLAZA, Autor desconocido,
Archivo Guillermo Castillo

F., p. 68. p. 75.


F.59. PORTAL HIDALGO, FS. 67 y 68. PLAZA DE
Antonio Sosa H. Archivo LA CONSTITUCIÓN, Autor
desconocido, Archivo Luis

Rafael García S., p. 68.


F. 60. PALACIO DE
GOBIERNO DESDE
PORTAL, Antonio Sosa H.
Archivo Rafael García S.,

142
García S., p. 85
F. 86. BAILABLE Y PLAZA
DE TOROS, Antonio Sosa,
Sosa S., p. 76. Archivo Rafael García S.,
FS. 69 y 70. PLAZA E
INFORME DE GOBIERNO,
Autor desconocido, Archivo

F. 71. MAESTRA CARMEN


GONZÁLEZ VDA. DE
CASTILLO CON EL
PRESIDENTE ÁVILA
CAMACHO, Autor
desconocido, Archivo
Guillermo Castillo F., p. 81.

Luis Sosa S., p. 77.


F. 72. ACCESO PRINCIPAL
A PALACIO DE GOBIERNO,
Autor desconocido, Archivo

Rafael García S., p. 82. p. 87.


F. 73. FACHADA FS. 87, 88 y 89. PLAZA Y
ANTIGUA DEL PALACIO DEPORTES, Antonio Sosa
DE GOBIERNO, Autor H., Archivos Rafael García
desconocido, Archivo Rafael p. 83.
Sánchez y Oscar Galindo
FS. 76, 77, 78, 79, 80, 81 y
82. VISTAS DE PALACIO
DE GOBIERNO, Autor
desconocido, Archivos
Ugarte, p. 88.
García S., p. 83. Rafael García S. y H.
F. 90. PLAZA DE TOROS
F. 74. SALA PALACIO Ayuntamiento de Tlaxcala,
Y TORRE DE SAN
LEGISLATIVO, Autor FRANCISCO, Autor
desconocido, Archivo Rafael desconocido, Archivo
Guillermo Castillo Flores,

p. 84.
García S., p. 83.
F. 83. ANTIGUA CASA p. 89.
F. 75. ANTIGUO PALACIO
DEL AYUNTAMIENTO F. 91. ESCOLTA Y OFICINA
MUNICIPAL Y PALACIO DE
DE TLAXCALA, Autor DE CORREOS, Autor
GOBIERNO, Antonio Sosa
desconocido, Archivo desconocido, Archivo Rafael
H. Archivo Rafael García S.,
Eliezer Corichi Morales,

García S., p. 91.


F. 92. DESFILE
REVOLUCIONARIO, Miguel
Lira Armas, dominio público,

p. 85. p. 91.
FS. 84 y 85. PALACIO F. 93. DESFILE Y
DE GOBIERNO, Autor AV. JUÁREZ, Autor
desconocido, Archivo Rafael desconocido, Archivo Rafael

143
público, p. 97.
F. 101. TIANGUIS Y SAN
JOSÉ, Antonio Sosa H.,
Archivo Rafael García S.,
Guillermo Castillo F., p. 102.
F. 109. CHIRIMÍA Y
TEPONAXTLE, Autor
desconocido, Archivo H.
García S., p 91. Ayuntamiento de Tlaxcala,
F. 94. ANTIGUO PALACIO
LEGISLATIVO, Autor
desconocido, Archivo Rafael

p. 99.
García S., p. 93. F. 102. AZULEJO EN
F. 95. FACHADA ANTIGUA SAN JOSÉ Y BARRO EN
CAPILLA REAL, Autor TIANGUIS, Antonio Sosa,
desconocido, Archivo H. Archivo Rafael García S.,
Ayuntamiento de Tlaxcala,

p. 100. p. 103.
F. .103 ENTRADA AL VIEJO FS. 110 Y 111. ANTIGUA
MERCADO BONILLA, IMPRENTA DEL ESTADO,
Autor desconocido, Archivo Autor desconocido, Archivo
Moisés Morales Suárez,

Rafael García S., p. 103.


F. 112. MAESTRO DESIDERIO
H. XOCHITIOTZIN
p. 100. Y MURALES, Autor
FS. 104 Y 105. desconocido, Archivo H.
ACADÉMICOS EN
EL INSTITUTO DE
ESTUDIOS SUPERIORES
DE TLAXCALA, Autor
p. 94.
desconocido, Archivo Rafael
FS. 96, 97, 98. FACHADAS
Xochitiotzin Ortega, p. 105.
EN CENTRO DE
F. 113. MIGUEL N. LIRA,
LA CIUDAD, Autor
PADRINO DE BAUTIZO,
desconocido, Archivo Rafael
Antonio Sosa H., Archivo
García S., p. 101.
F. 106. MARCHANTE Y
TIANGUIS DE TLAXCALA,
Autor desconocido, Archivo
H. Ayuntamiento de
Rafael García S., p. 105.
F. 114. BANDA DE MÚSICA
García S., p. 95. DEL ESTADO EN PALACIO,
F. 99. ANTIGUO PALACIO Autor desconocido, Archivo
Tlaxcala., p. 101.
LEGISLATIVO Y VÍAS, Autor F. 107. PEREGRINACIÓN Y
desconocido, Archivo Oscar SANTUARIO DE OCOTLÁN,
Autor desconocido, Archivo

Luis Sosa S., p. 102. Aguilar González, p. 106.


Galindo Ugarte, p. 96. F. 108. MAESTRA CARMEN F. 115. EL MAESTRO
F. 100. CALLE LARDIZÁBAL GONZÁLEZ VDA. DE DESIDERIO Y AYUDANTES
Y ANTIGUO PALACIO CASTILLO Y NIÑOS EN EN MURALES DE PALACIO,
LEGISLATIVO, Autor PORTAL GRANDE, Autor Autor desconocido, Archivo
desconocido, dominio desconocido, Archivo H. Xochitiotzin Ortega.,

144
p. 107.
F. 116. VISTA LATERAL, Corichi Morales, P. 112.
COLEGIATA DE OCOTLÁN, F. 123. FACHADA Jesús Cortés I., p. 116.
Guillermo Kalho, Archivo SANTUARIO DE NUESTRA F. 129. LA COLEGIATA EN
SEÑORA DE OCOTLÁN, SANTUARIO DE OCOTLÁN,
Guillermo Kalho, Archivo Autor desconocido, Archivo

INAH, p. 109.
F. 117. BAJADA DE LA
VIRGEN DE OCOTLÁN
ENTRE PORTALES, Autor Oscar Galindo Ugarte., p. 117.
desconocido, Archivo F. 130. PARROQUIA DE SAN
JOSÉ, Autor desconocido,
Archivo H. Ayuntamiento de

Guillermo Castillo F., p. 110.


F. 118. SANTUARIO
DE OCOTLÁN, Autor
desconocido, Archivo Oscar
Tlaxcala, p. 119.
F. 131. EL POCITO, Guillermo
Galindo Ugarte, p. 111.
F. 119. EL JOVEN DESIDERIO
H. XOCHITIOTZIN
EN OCOTLÁN, Autor
desconocido, Archivo H.

Kalho, Archivo INAH, P. 120.


F. 132. CAPILLA DEL
BUEN VECINO, Autor
desconocido, Archivo Rafael

INAH, P. 114.
F. 120. SANTUARIO DE
NUESTRA SEÑORA DE
García S., p. 121.
OCOTLÁN, Archivo Eliezer
F. 133. IGLESIA DE SANTA
MARÍA ACUITLAPILCO,
Antonio Sosa H. Archivo

INAH, P. 115.
Xochitiotzin Ortega., p. 111.
FS. 124, 125, 126 y 127.
F. 121. BIBLIOTECA,
VISTAS DEL SANTUARIO Rafael García S., p. 122.
SANTUARIO DE NUESTRA
DE OCOTLÁN Y RETABLO F. 134. TEMPLO DE LA
SEÑORA DE OCOTLÁN,
PRINCIPAL, Autor SANTÍSIMA TRINIDAD,
Guillermo Kalho, Archivo
desconocido, dominio Autor desconocido, Archivo

público, p. 116.
INAH, P. 113.
F. 128. PRESBÍTERO LUIS Guillermo Castillo F., p. 122.
F. 122. SACRISTÍA,
MUNIVE Y COMISIÓN DE F. 135. CAPILLA DEL
SANTUARIO DE NUESTRA
OBRAS EN OCOTLÁN, BUEN VECINO, Autor
SEÑORA DE OCOTLÁN,
Autor desconocido, Archivo desconocido, Archivo Rafael
Guillermo Kalho, Archivo

145
FS. 147 y 148. CALZADA
García S., p. 122. DE SAN FRANCISCO
F. 136. EL POCITO Y FAMILIA, Autor
DE OCOTLÁN, Autor desconocido, Archivo
F. 142. NAVE Y ALTAR Eliezer Corichi Morales,
desconocido, Archivo Rafael
MAYOR, IGLESIA DE SAN p. 128.
García S., p. 122.
FRANCISCO, Guillermo
Kalho, Archivo INAH, P. 126.

FS. 149. CAPILLA


F. 143. RETABLO DE LA ABIERTA Y TORRE, Autor
F. 137. CAPILLA DE CAPILLA DE LA TERCERA desconocido, Archivo H.
SAN NICOLÁS, Autor ORDEN EN CONVENTO DE Ayuntamiento de Tlaxcala,
desconocido, Archivo Rafael SAN FRANCISCO, Antonio p. 128.
García S., p. 122. Sosa H. Archivo Rafael
García S., p. 127.

F. 138. ESCALINATA F. 150. BAUTISTERIO,


Y CAPILLA DEL F. 144. PÚLPITO DEL CATEDRAL, Guillermo
BUEN VECINO, Autor CONVENTO DE SAN Kalho, Archivo INAH, P. 129.
desconocido, Archivo Oscar FRANCISCO, Antonio Sosa
Galindo Ugarte, p. 123. H. Archivo Rafael García S.,
p. 127.
F. 151. CONVENTO DE
SAN FRANCISCO, Autor
desconocido, Archivo Rafael
García S., p. 130.

F. 152. CALLE DE LA
F. 145. CALZADA DE
CAPILLA ABIERTA, Autor
F. 139. FACHADA DE LA SAN FRANCISCO, Autor
desconocido, Archivo H.
SANTÍSIMA TRINIDAD, desconocido, dominio
Ayuntamiento de Tlaxcala,
Autor desconocido, Archivo público, p. 127.
p. 130.
Rafael García S., p. 123.

F. 153. CAPILLA DE LA
TERCERA ORDEN Y
PÚLPITO, Antonio Sosa S.
Archivo Rafael García S.,
p. 131.
F. 146. PUERTA FILIPINA
EN CONVENTO DE
SAN FRANCISCO, Autor
F. 140. ATRIO PARROQUIA desconocido, Archivo
DE SAN JOSÉ, Autor Eliezer Corichi Morales,
desconocido, dominio p. 128.
público, p. 123.

F. 141. ATRIO ALTO DEL FS. 154 y 155. CREPÚSCULO


CONVENTO DE SAN Y LAGUNA DE
FRANCISCO, Autor ACUITLAPILCO, Antonio
desconocido, Archivo Rafael Sosa H., Archivo Rafael
García S., p. 125. García S., p. 133.

146
F. 156. MÁRGENES DEL RÍO
ZAHUAPAN, Antonio Sosa
H. Archivo Rafael García S.,
p. 134.

F. 157. CAUCE DEL RÍO


ZAHUAPAN, Antonio Sosa
H. Archivo Rafael García S.,
p. 135.

F. 158. PUENTE ROJO, Autor


desconocido, Archivo Rafael
García S. del Libro Dime tú
Puente de Fierro, 2010. H.
Ayuntamiento de Tlaxcala,
p. 137.
F. 159. PUENTE DE FIERRO,
EL CRECIMIENTO DE TU
CIUDAD TE ACECHA,
Antonio Sosa H. Archivo
Rafael García S. del Libro
Dime tú Puente de Fierro,
2010. H. Ayuntamiento de
Tlaxcala, p. 138.

F. 160. PUENTE ROJO


PISO DE MADERA, Autor
desconocido, Archivo
Eliezer Corichi Morales,
del Libro Dime tú Puente
de Fierro, 2010. H.
Ayuntamiento de Tlaxcala,
p. 139.

147
“MEMORIAS DE LA CAPITAL”, con un tiraje de mil

ejemplares, se terminó de imprimir en el mes de

octubre del 2010, en la empresa editorial Impretlax

S.A. de C.V. Domicilio: Tlahuicole 1-B, col. Centro, C.P.

90000, Tlaxcala, Tlax. Tel. 4662071, correo impret-

lax@prodigy.net.mx

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