Está en la página 1de 3

Confesión de pecados 

Introducción. Dos leyes de perdón: 1) Oír, creer, arrepentirse,


confesar a Cristo, ser bautizado.    2) Arrepentirse, orar a Dios,
confesar a otros, todos orar. Hechos 8:22; 1 Juan. 1:9; Santiago.
5:16.
I. Pecado privado – odio (1 Juan. 3:15); codicia (Mateo.
5:28); avaricia (Colosenses. 3:5); enojo, amargura
(Efesios. 4:31) … Arrepentirse, confesar a Dios (no a
otros, no a la iglesia).

II. Pecado contra otra persona… Mat. 5:23… Arrepentirse,


confesar a Dios y confesar a la persona ofendida… No
confesar a otros, no confesar a la iglesia.

III. Pecado público ... 1 Corintios. 5… 2 Timoteo. 4:10 (tomar,


bailar, sexual, juego de azar, etc.) … Heb. 10:25 (visita,
viaje, trabajo) … Arrepentirse … confesar a Dios…
Confesar a la iglesia.

No es “ceremonia”. Pasar al frente; hablar desde su asiento;


escribirlo y alguien lo lea a la iglesia. Lo importante es el
arrepentimiento, oración a Dios, confesar pecado a la
iglesia, todos oramos.

IV. Pecado privado llega a ser pecado público… Desobedece


Efes. 4:31 … desobedece Efes. 4:26 … Desobedece Heb.
10:25… Desobedece 1 Jn. 1:9 (Sant. 5:16) … ¡Cadena de
pecados!
También Mat. 18:15-17 … Problema debe ser resuelto entre
dos (nadie más sabe) … pero si no lo resuelve, otros
involucrados … luego la iglesia.
V. Cubrir” el pecado … Rom. 4:7 … Pero tratan de cubrir
como Adán, Acán, Giezi, David. Prov. 28:13, no prospera.

VI. ¿Por qué no dispuesto a confesar pecado? No hay “tristeza


que es según Dios”, 2 Cor. 7:10; Mat. 26:75; Sal. 51; Mat.
5:3, no “pobre en espíritu”.

No se avergüenza del pecado, Rom. 6:21… Jer. 6:15, “ni


aun saben tener vergüenza” (“ni aun saben ruborizarse”) …
Heb. 10:25 como 1 Tim. 2:9, deben tener vergüenza de las
dos cosas. 

El orgullo simplemente no les permite confesar sus faltas.


Prov. 16:18, “Delante de la destrucción va el orgullo, y
delante de la caída, la altivez de espíritu”.

Corazón perverso, rebelde, obstinado … ama prácticas


mundanas más que a Dios, iglesia… por eso, no se
arrepiente ni confiesa, porque no hay tristeza según Dios, no
se avergüenza de ellas.

VII. 1 Jn. 5:16, “Si alguno ve a su hermano pecando no para


muerte, pedirá, y por él Dios dará vida” (1:9; 2:1). “Hay
pecado para muerte…no digo que deba pedir por ése”.

1 Jn. 5:14, “si pedimos cualquier cosa conforme a su


voluntad, El nos oye”, pero no promete oírnos cuando
oramos por el hermano que está pecando para muerte
(obstinado, no confiesa su pecado).
VIII. Pero ¡qué bendición y alivio cuando confesamos pecados!
Sal. 32:1-3. El psiquiatra quiere borrar la culpa sin que el
paciente la confiese – y éste sigue enfermo. Le roba el
alivio.

IX. Conclusión. Si el pecado es mío, debo aceptarlo con sincero


arrepentimiento, oración a Dios y confesión a la iglesia…
Amós 4:12, “prepárate para venir al encuentro de tu Dios”.

También podría gustarte