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TEXTO ARGUMENTATIVO - SENTENCIA T-968-2011

ANDRÉS FELIPE FAJARDO FERNÁNDEZ.

LOS TITULOS VALORES VISTOS DESDE UNA PERSPECTIVA NORMATIVA Y

ADUCIENDO LOS ELEMENTOS FACTICOS COTIDIANOS.

Los títulos valores surgen de necesidades que se padecían desde la edad media a

raíz del crecimiento del tráfico jurídico mercantil que se avecinaba para ese

entonces, demostraba para la época un déficit en el sistema del derecho privado

por no brindarle la seguridad jurídica los actos de comercio, entonces con el

surgimiento de estas medidas, se estaba garantizando el ejercicio al derecho por

parte que quienes son acreedores, y lo más importante, su rápida y libre

circulación dentro del mercado; el derecho costumbrista de aquel entonces se

puso a pensar en cómo se garantizaba la existencia de ese derecho del crédito que

representaba un valor económico, es entonces aquí donde la parte documental de

este derecho sirve para constar la existencia del derecho de crédito o aún mejor,

el título valor.

Aunado a lo anterior, es de doble menester anunciar la carestía de la creación,

pero aun es necesario expresar el concepto de lo que vendría a ser un título valor,

es por eso que el articulo 619 del codigo de comercio los denomina de la siguiente

manera, “Los títulos-valores son documentos necesarios para legitimar el

ejercicio del derecho literal y autónomo que en ellos se incorpora. Pueden ser de

contenido crediticio, corporativos o de participación. y de tradición o representativos


de mercancías”; Con esto se evidencia que aun en la actualidad juridica

colombiana, se tomo como base de creacion de este concepto juridico, las mismas

necesidades que se expresaban en la edad media, es un concepto que cubre los

elementos facticos consuetudinarios que se viven en la cotidianidad y le sirven a

las personas sustentar sus derechos probatorios en documentos contenedores de

derechos crediticios y demas que entren dentro del concepto del articulo

anteriormente mencionado.

Dentro del ordenameinto juridico colombiano, se han presentado diversas

sentencias que han sido emitidas por los organos del poder judicial, en estas se

ha comentado sobre algunos puntos de interes que estan sumamente

relacionados con la tematica de este escrito, estos tocan al interrogante de

¿cuales son los requisitos para que se consideren titulos valores? A lo que

podemos responder que, el titulo valor debe contener según el articulo 621 del

codigo de comercio, dice “La mención del derecho que en el título se incorpora, y

La firma de quién lo crea”, serian estos los requisitos generales que deben

soportar al documento que ostenta el derecho, claro y no esta demás esta

solemnidad debido a que genera la autenticidad del sujeto quien lo suscribe y por

consiguiente el derecho que se adquiere por parte del acreedor e intrínsecamente

se está manifestando de manera voluntaria la obligación a la que se encuentra

supeditado quien suscribe el título valor, por otra parte y no menos relevante, es

que con el cumplimiento de estos requisitos, nace la posibilidad de accionar

cambiariamente con la prueba o constancia de las obligaciones contenidas dentro

del mismo.
Haciendo alusión a los fallos emitidos por los organismos judiciales colombianos,

tenemos, verbigracia, la sentencia T-968 de 2011, la cual nos consigna una serie

información pertinente para encaminarnos a los títulos valores, su eficacia y

validez; es emitida por un juez constitucional, para salvaguardar los derechos

fundamentales, en el caso concreto el señor Luis Bernardo Restrepo Vélez,

instauró acción de tutela contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de

Montería, Sala Civil Familia Laboral y el Juzgado Promiscuo del Circuito de

Planeta Rica, con la finalidad de amparar los derechos fundamentales al debido

proceso y el acceso a la administración de justicia que considera que han sido

violados en el proceso de acción cambiaria que ha elevado en contra de la señora,

Magaly Peña de Quintero.

Haciendo una breve línea jurisprudencial de lo que se habla en la sentencia con

relación al título valor en blanco que había suscrito la señora Magaly Peña y tenía

como beneficiario al señor actor de la tutela, es necesario aclarar el artículo 622

del código de comercio, el cual nos habla de los títulos valores llenos en espacios

en blanco y títulos en blanco, tema de importancia dentro de la discusión jurídica

que se avecina dentro del texto; El 30 de septiembre de 2010, el Juzgado

Promiscuo del Circuito de Planeta Rica profirió providencia en la que declaró

probada la excepción de exceso en cobertura de los títulos y levantó las medidas

cautelares decretadas sobre los bienes de la demandada. Y esta misma postura

la sostuvo el tribunal aduciendo que no se tuvo en cuenta la bilateralidad para

llenar la letra sino que el actor la hizo de manera unilateral.

Es en esta parte donde se debe añadir la aclaración de lo que viene siendo la

acción de tutela contra las providencias, entonces el problema jurídico que


ostenta la máxima mencionada, quedaría así. “le corresponde a la Corte resolver

si la Sala Civil – Familia – Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de

Montería al resolver la impugnación incurrió en alguna de las causales específicas

de procedibilidad de la acción de tutela contra providencias judiciales debido a que

no motivó adecuadamente su decisión, ni tuvo en cuenta, para el efecto, el

precedente jurisprudencial de su órgano de cierre” es el error o violación de los

derechos fundamentales que propone el actor en contra de los órganos judiciales,

el mismo que le da la competencia a la corte por esta misma considerar que si

cumple con los requisitos para conocer sobre la acción de tutela, claro está que la

corte se acogió a la causal del desconocimiento del precedente, que expone lo

siguiente, lo que llevo a Sala Civil – Familia – Laboral del Tribunal Superior del

Distrito Judicial de Montería a no fallar en derecho sino soslayarse a dictar

sentencia por medio de vías de hechos que perjudicaron directamente al actor de

la acción de tutela en su proceso ejecutivo, la inobservancia de los precedentes

judiciales o en mayor escala de la doctrina legal, vemos que puede ser perjudicial

para todos aquellos que gozan de títulos valores, en este caso concreto era

necesario que se analizara de fondo y de manera jurídica el caso; los magistrados

de la sala debían apegarse a ese precedente dictado por el órgano de cierre, el

cual constataba indicando que la inobservancia o la falta de instrucciones para

llenar los títulos en blanco no les restaba mérito ejecutivo para así instaurar la

acción cambiaria. Por otra parte, no hicieron uso de la posibilidad apartándose

del precedente motivando su fallo, sin más pormenores, al desconocer el

precedente se pueden derivar consecuencias jurídicas perjudiciales.

Teniendo en cuenta que ya sabemos cuándo son válidos, al cumplir los requisitos

del artículo 621 del código de comercio, entonces la máxima nos muestra la
variable fáctica alusiva a los títulos valor que la misma Ley comercial permite

suscribir en blanco, lo cual significa que el documento contenedor del derecho,

tiene algunos espacios no diligenciados y quedan habilitados esos espacios a

expensas del beneficiario o legitimo tenedor, tal como paso en la configuración del

caso anterior, entonces, serian requisitos adicionales, por lo tanto se debe

entonces como juez, tener en cuenta el precedente para tomar las decisiones, y

así no caer en el yerro y declarar probada la excepción propuesta por la parte

ejecutada; levantar las medidas cautelares y terminar el proceso,tambien dentro

de su análisis en el caso sujeto a estudio, que cuando el juez, en estos

imprevistos, declara probada la excepción alegada de la falta de instrucciones

para llenar los espacios en blanco, no está haciendo cosa diferente que vedar al

actor el derecho a acceder a la administración de justicia porque, no sigue la

regla estipulada que le da validez de un titulo valor, se ve privado de la

posibilidad de hacer efectivo su crédito, por una consideración que es contraria al

derecho tal como ha sido afirmado en la jurisprudencia que se ha consagrado ya

como doctrina legal.

Por consiguiente, me permito centrar una tesis basada en el derecho de los

“funcionarios judiciales que gozan de una discreta autonomía y que debe

respetarse su facultad de interpretación legal” pero desconocer la jurisprudencia

creadora de derechos es algo que genera de cierta manera una inseguridad por

parte de los funcionarios jurídicos que interpretan las leyes y fallan en vías de

hecho y de manera directa afectan el derecho ajeno de quien se somete a la justicia.

Si anteriormente hable del derecho de interpretar legalmente la norma como

guste el funcionario judicial, en esta parte, es necesario discutir la obligación que


tenían los magistrados del tribunal de Montería en su sala civil, familia y laboral,

para enterarse que había suficiente elementos jurídicos que servían para dirimir

el caso de la materia, siendo de esta manera las cosas, se deja en evidencia la

poca interpretación que se aplicó en el caso por carecer de sustentación en su

fallo, al no exponer las razones por las cuales se apartaron de un precedente, se

demuestra que desconocían del mismo, su interpretación vaga perjudicaría de

cierta manera los derechos fundamentales que alegaba la parte actora; por lo que

considero que al no justificar el fallo por el cual se aparta, se viola aún más el

debido proceso y el acceso a la administración de justicia.

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