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UNIVERSIDAD N ACIONAL DE CATAMARCA

FACULTAD DE HUMANIDADES

PROFESORADO EN HISTORIA

Trabajo práctico número 3

Cátedra: Historia de Catamarca

Profesor a cargo de la cátedra: Mgter. Marcelo Gershani Oviedo

Estudiantes: Mariana Soledad Valdez MUN°: 2276

Abril Traverso Vargas M.U.N°: 2264

-2020-
A lo largo de gran parte del siglo XIX en el actual territorio argentino, unitarios y federales
pelearon defendiendo distintos proyectos de Nación, ambos bandos saqueaban, torturaban y
decapitaban en la conocida como “guerra fraticida”. Entre 1829 y 1852 el poder central estuvo en
manos de don Juan Manuel de Rosas, que recibió facultades extraordinarias y la suma del poder
público, fortaleciendo así en gran medida al Poder Ejecutivo. Mientras Rosas perseguía violentamente
a los “salvajes unitarios” y hacía frente a los asuntos militares exteriores (el bloqueo francés), el
conflicto en el Interior cobraba un cariz particular y algunas personalidades destacadas recriminaban al
gobernador de Buenos Aires la postergación política y económica de sus territorios.

Hacia 1841 sucedía uno de los últimos intentos por parte de las provincias del interior de levantarse
contra la hegemonía1de Buenos Aires. La provincia de Catamarca fue el último bastión de la lucha que
libraba la Liga del Norte contra el ejército mandado por Rosas a cargo del general Oribe. Para
comprender es necesario volver sobre el contexto previo.

Pronunciamientos y la firma del Tratado de la Liga del Norte

En 1836 asumió la gobernación de Catamarca D. José Cubas, cuyos padres fueron Nicolás Cubas y
doña Felipa Salas, estudió en la escuela franciscana y durante algunos años trabajó en su hacienda de
Ambato. En 1825 contrajo matrimonio con Genoveva Ortiz de La Torre. Durante los primeros años
que desarrolló la primera magistratura fue partidario de Rosas, al igual que Lamadrid, Avellaneda y
Brizuela.

En 1840 las provincias de Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja se pronunciaron contra el
gobierno de Rosas, quitándole el manejo de las relaciones exteriores, en septiembre del mismo año,
reunidos en La Rioja, firmaron el tratado de la “Coalición del Norte”, en el que se designaba como
director militar de la alianza al general Tomás Brizuela, gobernador de la provincia anfitriona.

El gobernador Cubas en correspondencia con el resto de los gobernadores, afirmaba de Rosas que
“su política fraudulenta y antisocial ha desmentido sus promesas […] ha atentado contra las
instituciones liberales, ha fomentado la guerra civil, ha destruido la moral, ha aniquilado el comercio y
ha envilecido a los ciudadanos” […] y, luego afirmó que “ha impuesto una ignominiosa dictadura
sobre los gobiernos confederados” […] (citado por Bazan, 1990, p. 214)

La Liga del Norte ocupó un espacio político y social trascendental, que se identificó con la
resistencia de las provincias del Norte contra el poder central que ejercía Rosas. Simbolizó un
proyecto que promovió la idea de configurar un espacio político en comunión, que tenía como objetivo
propiciar la organización nacional y una alianza defensiva-ofensiva contra el poder del “tirano”,
1
El concepto de hegemonía de Gramsci entendido como un sistema de poder definido a partir del grado de
consenso que obtenía de las masas populares a las que dominaba, teniendo en sus manos mecanismos de
control que aseguraban ese “acuerdo”: instituciones culturales (escuelas, iglesia, partido, asociaciones, etc.) a
través de las cuales generaban una subordinación pasiva.
poniendo a disposición fuerzas y recursos ante cualquier invasión. Sus principales ideólogos fueron
Marco Avellaneda de Tucumán, Tomás Brizuela de La Rioja y José Cubas de Catamarca.

En enero de 1841 José Cubas fue reelecto gobernador de la provincia, en sus inicios, la situación
política estaba muy comprometida, considerando que el coronel belenista Eusebio Balboa comandaba
una rebelión de los departamentos del Oeste catamarqueño, que tiempo atrás habían sido incorporados
al gobierno de Tucumán.

El poder rosista desarticuló a la Liga del Norte

La guerra de la Coalición del Norte se desarrolló desde Jujuy hasta Mendoza, presentó dificultades
económicas para costear la empresa militar, ya que los “recursos financieros fueron exiguos, el
armamento deficiente y las tropas puestas en campaña no alcanzaban para emparejar el tremendo
poder militar de Rosas”, incluyendo la ambivalencia del gobernador Ibarra como su aliado en la lista
de dificultades. [ CITATION Baz90 \p 219 \l 11274 ]

El 31 de marzo de 1841 la ciudad del Valle fue tomada el federal Mariano Maza al mando de 1500
hombres de Capayán, Eusebio Balboa fue nombrado como gobernador de la provincia que, al salir en
campaña militar, dejó el mando en manos de Santos Nieva y Castilla. En el mes de junio el general
Lamadrid de la Liga del Norte entró a Catamarca, depuso a Nieva y Castilla del cargo y nombró a
Cubas en el puesto.

En septiembre de 1841 el ejército de Oribe venció a Lavalle en Famaillá, luego fueron enviados a
Catamarca 500 hombres al frente de Mariano Maza, que se unieron con 300 jinetes de la Sierra,
Capayán y Pomán, en nombre del coronel Balboa en su carácter de gobernador de Catamarca. Las
fuerzas sitiaron a Cubas que contaba con el apoyo de Capital, Valle Viejo, Piedra Blanca y Ambato.
Los federales vencieron a las guardias de Piedra Blanca y la Chacarita y entraron a la ciudad por las
calles República, San Martín y Esquiú. El combate final de la “batalla de Catamarca” se formalizó en
la esquina de República y Salta, terminó con la matanza de civiles y militares unitarios apresados.

José Cubas fue fugitivo, se refugió en Ambato, allí fue apresado y luego decapitado el 4 de
noviembre de 1841 en su calabozo, sin poder antes recibir el Sacramento del joven sacerdote Luis G.
Segura, tal como lo indica el Acta de Defunción del Gobernador 2. Su cabeza fue expuesta a modo de
castigo ejemplificador, en medio de la plaza, junto a la de otras personas que participaron del combate,
como se puede observar en la pintura. 3

2
Partida de Defunción del Gobernador José Cubas, del archivo parroquial de Catamarca: expresa la fecha del 4
de noviembre de 1841 en la Santa Iglesia de Matriz, sostiene que el cuerpo del Dr. José Cubas no recibió el bien
del Sacramento, ya que había sido ejecutado por una orden superior, por lo que el párroco no había sido
llamado a su admirable Sacramento. Y finalmente expresa que será sepultado en cementerio de la iglesia
mencionada. Quien la firmó fue Luis G. Segura.
Balboa asumió de manera interina el gobierno, en 1842 fue elegido para el mando el coronel Santos
Nieva y Castilla.

3
“La Batalla de Catamarca” obra realizada en París por encargo de Juan Manuel de Rosas: se puede observar
que es la batalla producida en 1841 en la Ciudad de Catamarca, a causa de una rebelión de la Coalición del
Norte en contra de Juan Manuel de Rosas, el gobernador de la Buenos Aires. En el ángulo de la pintura es
posible observar a los oficiales que reprimieron a los anti-rosistas, teniendo como figura principal al
gobernador José Cubas y el resto las cabezas de sus oficiales que fueron decapitadas. Esto significaba un
ejemplo del escarmiento, “el terror” y la “muerte” para todos aquellos que se enfrentaran a Rosas.
Bibliografía
Acta defunción Gobernador José Cubas. San Fernando del Valle de Catamarca: Archivo Parroquial de
la Catedral de Catamarca.

Batalla de Catamarca. Archivo General de la Nación.

Bazan, A. R. (1990). Historia de Catamarca. Buenos Aires: Plus Ultra.

Pais, F. E. (2013). Imagen de Catamarca. San Fernando del Valle de Catamarca: Vicegobernación y
Cámara de Senadores de la Provincia de Catamarca.

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