Hace más de 20 años que la empresa Minera Alumbrera (que cuenta con el financiamiento de

otros organismos internacionales, entre los que cabe mencionar…) contamina de manera
irreversible las aguas con metales pesados, pone en riesgo la salud del ecosistema y las
poblaciones aledañas y esquilma las fuentes de agua, extrayendo y consumiendo volúmenes
excesivos de las napas subterráneas. Actualmente en la provincia de Catamarca está fuertemente
instalada “la fiebre del litio”, enmarcada de igual manera en una matriz neoliberal, que comparte
rasgos coloniales propios del extractivismo.

Como estudiantes de la Universidad pública, rechazamos los fondos provenientes del YMAD, en
complicidad con el gobierno de la provincia de Catamarca y las Universidades Nacionales del país,
ya que consideramos que atenta contra los principios de la educación pública, en tanto
compromete a las Universidades a articular con empresas multinacionales que vapulean a nuestras
comunidades.

Repudiamos la criminalización de la protesta de lxs compañerxs de los colectivos , las violaciones

de los derechos ambientales y territoriales de las comunidades afectadas. La falta de empleo y la
pobreza estructural son problemas que aquejan a lxs habitantes de la provincia, agravados por el
drástico deterioro de las condiciones ambientales locales y la destrucción de las economías
regionales.

Rechazamos las políticas neoliberales que hicieron posible y que continúan sustentando las
megaexplosiones con el uso de sustancias tóxicas, que permiten que las riquezas naturales sean
usufructuadas por corporaciones transnacionales.

Rechazamos los fondos provenientes del YMAD, con la complicidad del gobierno de la provincia de
Catamarca y la UNT (Universidades Nacional de Tucumán), consideramos que esto atenta contra
los principios de la educación pública, en tanto compromete a las Universidades a articular con
empresas multinacionales.

Asimismo, dentro de esta problemática, un aspecto especialmente conflictivo es el relativo al

ostensivo y ‘naturalizado’ involucramiento de la Universidad con las empresas mineras –no sólo,
aunque sí más relevante con Minera Alumbrera Ltd.- a través de prácticas de donaciones de
diverso tipo, el financiamiento de actividades institucionales y hasta la participación de alumna/os y
del personal de la Universidad en actividades de ‘responsabilidad corporativa’ de las mismas. Las
controversias suscitadas por este tipo de prácticas no han hecho sino agudizarse en los años
recientes, a raíz de la distribución de fondos provenientes de las utilidades de YMAD-Alumbrera
hacia el conjunto de las universidades nacionales a través del Consejo Interuniversitario Nacional,
en función de la letra de una ley del año 1958 (art. 18° de la Ley Nacional N° 14.771), hecho que
ha dado lugar a un intenso debate en diversas universidades públicas del país respecto a la
pertinencia ética y política de aceptar o rechazar esos fondos y como consecuencia del cual, más
de treinta unidades académicas y tres universidades nacionales (la Universidad Nacional de
Córdoba, la Universidad Nacional de Río Cuarto y la Universidad Nacional de Luján) decidieran
rechazarlo