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Trabajo Práctico Nº1

Nombre: Jiménez Campero María Florencia

Asignatura: Historia Mundial III

Profesor: Suarez Rodolfo

Actividades

1) Leer atentamente los textos.


2) Analizar las diferentes perspectivas historiográficas para analizar el
periodo.
3) Explicar las diferentes fechas propuestas para los comienzos de la
modernidad.

Desarrollo

2) En diversas formas, la Edad Moderna ha entrado en las diferentes


historiografías occidentales.

Hay historiografías como la anglosajona y la alemana en las cuales la Edad


Moderna continúa después del año 1800. En otras, como la francesa o la
española, en cambio, hay una ruptura alrededor del 1800 separando Edad
Moderna y la Edad Contemporánea.

Historiadores de los países anglosajones y germanos, hacen una subdivisión


de la Edad Moderna (periodo que comprenden entre el 1500 y 1990) en una
temprana Edad Moderna (1500 a 1800) y una tardía Edad Moderna (1800 a
1990). En el caso inglés, el término Early Modern, Philip Withington, pudo
probar que fue acuñado en la Inglaterra victoriana para describir el humanismo
ingles a partir de 1500. Aunque este término tuvo lugar en los títulos
historiográficos del siglo XX. El término sustituía varios indicadores de
referencia que se usaban antes en la historiografía anglosajona para referirse a
aquella época, como los nombres de casas reales (Tudor, Stuart), guerras
(Guerra de los Treinta Años) o tratados de gran importancia (Tratado de
Westfalia). Dicha tendencia continuó hasta la historiografía más reciente y
actual.

A partir de los años 50’, la historiografía alemana tomó un rumbo parecido a la


anglosajona. Ilja Mieck se destacaba por usar por primera vez la noción de
Frühe Neuzeit, acuñándola al concepto fijo y propio. Hay un retraso alemán
respecto al anglosajón, por el rechazo de gran parte de los historiadores
alemanes del término, ya que lo consideraban “americano” y por lo tanto no
adecuado para Alemania. En los 80’, finalmente, el término entró en las
grandes enciclopedias de varios tomos, evidenciándose de esta forma su
aceptación ya bastante generalizada. Dicha evolución continuó y al igual que el
Early Modern la Frühe Neuzeit se encuentra presente en un gran número de
obras muy recientes.

Respecto a la Edad Moderna, en las historiografías romanas no era necesario


buscar o acuñar un nuevo término para describir los tres siglos en cuestión, ya
que el término “moderno” ya se encontraba en uso. En el siglo XIX se estable
como categoría historiológica, lo que llevó a los contemporáneos a pensar en
una cuarta época, a cual implica el fin de la tercera. El historiador Jules
Michelet, admite que la Edad Moderna no se puede dotar de fechas exactas,
afirma que aproximadamente abarca tres siglos y medio (1453 – 1789).
Además fue uno de los primeros en hacer una subdivisión de dicha época: “La
historia moderna puede ser en tres grandes periodos. 1) de la caída de
Constantinopla hasta la reforma de Lutero (1453 – 1517). 2) después de la
reforma de Lutero hasta el tratado de Westfalia (1517 – 1648). 3) después del
tratado de Westfalia hasta la Revolución Francesa (1648 – 1789).”

El caso de la historiografía en lengua castellana es complicado. El término


historia moderna se identifica con el de Edad Moderna, sin restricción
geográfica. En grandes partes de las historiografías latinoamericanas, sin
embargo, historia moderna se refiera únicamente a historia europea, mientras
que la historia americana de la Edad Moderna es denominada historia colonial
o historia virreina (en el caso de Perú y México). La imagen de los propios
territorios como una colonial oprimida por España servía y sigue sirviendo para
justificar la independencia.

No obstante, el caso de la historia americana no parece adecuado tratarlo de


forma independiente a la Edad Moderna.

En el caso italiano, como apunta Guiseppe Galasso, el tiempo abarcado por la


“Etá Moderna” italiana ha cambiado a lo largo del siglo XX. Señala que antes
de la Primera Guerra Mundial para la historiografía italiana la Edad Moderna
habría empezado en 1313 y habría durado hasta 1703, año en el cual habría
comenzado la edad contemporánea.
Barbera Bianchi, por ejemplo, sitúa en 1851 el inicio de la época moderna para
el año 1454, es decir uno después de la caída de Constantinopla. Sin embargo
para ella finaliza en 1830.
Hubo, por lo tanto, varia visiones paralelas hacia la Edad Moderna.

Los historiadores no comparten los mismos puntos de vista sobre la


fundamentación de los límites propuestos a las periodizaciones, aunque éstas
resultan esenciales en su labor.

En el caso de la educación, la periodización no es un procedimiento, sino que


es un recurso curricular, una actividad que se puede realizar con los alumnos y
que nos lleva a aprendizaje de un procedimiento básico en las Ciencias
Sociales: la contextualización. De esta manera se ponen en juego todos los
procedimientos básicos de la enseñanza de la Historia. También es esencial ya
que, a través de ellas se organizan los hechos y los procesos sociales que se
están enseñando.

Una presentación de la Modernidad implicaría el estudio de un caso, su


ubicación y referencia témporo-espacial y ésta nos remitiría a la división
tripartida en la que está incluido el análisis de elaboración y consolidación de
un “proyecto de modernidad”.

Richard van Dulmen considera que si bien el comienzo de la Edad Moderna


puede considerarse un proceso trascendente: “La aparición de la Edad
Moderna se vio condicionada por una prolongada combinación muy compleja y
discontinua, del sistema feudal y la racionalización social, no siendo posible
adscribirla a un periodo de tiempo determinado. Se halla enmarcada dentro de
un proceso de transformaciones a largo plazo que se inicia en la Baja Edad
Media y no concluye hasta avanzado e siglo XVIII”.

La historiografía occidental habría estructurado sus categorías metodológicas


antes de que se operase en ella el gran avance de la erudición de siglo XIX.
Por lo tanto, el progreso historiográfico descanso en un examen de los
materiales eruditos y no del plano metodológico.
En la actualidad la revaloración de los contenidos está orientada a refutar las
concepciones que culminaron en los modelos elaborados para la Edad Media
por Voltaire.
Algunos autores ubican el comienzo de la Edad Moderna en siglos
considerados como medievales basándose en elementos que anticiparían las
realidades modernas, otros retrasan el nacimiento de la Edad Moderna
basándose en la prolongación de procesos socioeconómicos.
De esta manera, el análisis de conceptos tales como el feudalismo y
capitalismo, nos permiten transmitir vivencias actuales, nexos significativos
entre pasado y presente. La historia moderna encuentra así su vinculación con
la vida actual.

3) Jean Frederic Schaub propone que el inicio de la Edad Moderna está


configurada por tres acontecimientos importantes (que transcurren entre
mediados del siglo XV y principios del siglo XVI): La caída de
Constantinopla en 1453 y las incursiones de los sultanes otomanos que
facilitan el establecimiento en el corazón de la Cristiandad de un imperio
rival, que quiere ser el heredero de Roma y de Bizancio bajo la bandera
del Islam. El regreso de las naves de Colón en 1493 que inaugura la
conquista y el posterior descubrimiento de las Indias occidentales, de un
mundo del que nadie había oído había hasta entonces. Y en 1517, la
publicación de las tesis de Lutero, que podría haber dado lugar a uno de
los movimientos reformadores, que la iglesia romana había conocido a lo
largo de su historia. Lutero se enfrentó a la Iglesia y al emperador Carlos
V, arrastrando a toda Europa a guerras civiles de religión que
desgarraran a la cristiandad. Estos tres episodios han marcado el fin de
la Edad Media, pero también implicaron la aparición de una toma de
conciencia europea.
Para Matthias Gloel, la historiografía enmarca el inicio de la Edad
Moderna aproximadamente entre el 1500 y el 1800. Para el 1500, es
decir, el inicio de la Edad Moderna, habría que nombrar la llegada y
posterior conquista de América por los europeos (1492), la invención de
la imprenta (1454), el renacimiento, el Humanismo y la Reforma
Protestante de Lutero (1517).
La fecha más temprana es la de 1453, año en el cual los turcos
conquistaron Constantinopla. El mismo año también termino la guerra de
los Cien Años (1337-1453) entre Francia e Inglaterra. Ninguno de estos
eventos inicio de por sí solo una nueva etapa, sino que en conjunto con
otros cambios más lentos, tales como urbanización, crecimiento de la
población, si constituirían tiempos nuevos.
Para 1800 es decir, el fin de dicha época, la historiografía anglosajona
ha denominado la Revolución Atlántica, la Revolución Francesa y el
inicio de la Revolución Industrial por un lado y por otro lado, la caída del
Sacro Imperio Romano Germánico (1806) y el Congreso de Viena
(1815). Estos son algunos de los hitos que están relacionados, ya que la
Revolución Francesa lleva al ascenso de Napoleón, cuya victoria
terminaría con el Sacro Imperio y cuya derrota final llevaría al Congreso
de Viena.

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