El documento resume diferentes perspectivas historiográficas sobre los comienzos y finales de la Edad Moderna. Algunas historiografías, como la anglosajona y alemana, consideran que la Edad Moderna continúa después de 1800, mientras que otras, como la francesa y española, separan la Edad Moderna de la Edad Contemporánea alrededor de 1800. Existen varias fechas propuestas para el comienzo de la Edad Moderna, incluyendo 1453, 1493, 1517 y 1500.
El documento resume diferentes perspectivas historiográficas sobre los comienzos y finales de la Edad Moderna. Algunas historiografías, como la anglosajona y alemana, consideran que la Edad Moderna continúa después de 1800, mientras que otras, como la francesa y española, separan la Edad Moderna de la Edad Contemporánea alrededor de 1800. Existen varias fechas propuestas para el comienzo de la Edad Moderna, incluyendo 1453, 1493, 1517 y 1500.
El documento resume diferentes perspectivas historiográficas sobre los comienzos y finales de la Edad Moderna. Algunas historiografías, como la anglosajona y alemana, consideran que la Edad Moderna continúa después de 1800, mientras que otras, como la francesa y española, separan la Edad Moderna de la Edad Contemporánea alrededor de 1800. Existen varias fechas propuestas para el comienzo de la Edad Moderna, incluyendo 1453, 1493, 1517 y 1500.
2) Analizar las diferentes perspectivas historiográficas para analizar el periodo. 3) Explicar las diferentes fechas propuestas para los comienzos de la modernidad.
Desarrollo
2) En diversas formas, la Edad Moderna ha entrado en las diferentes
historiografías occidentales.
Hay historiografías como la anglosajona y la alemana en las cuales la Edad
Moderna continúa después del año 1800. En otras, como la francesa o la española, en cambio, hay una ruptura alrededor del 1800 separando Edad Moderna y la Edad Contemporánea.
Historiadores de los países anglosajones y germanos, hacen una subdivisión
de la Edad Moderna (periodo que comprenden entre el 1500 y 1990) en una temprana Edad Moderna (1500 a 1800) y una tardía Edad Moderna (1800 a 1990). En el caso inglés, el término Early Modern, Philip Withington, pudo probar que fue acuñado en la Inglaterra victoriana para describir el humanismo ingles a partir de 1500. Aunque este término tuvo lugar en los títulos historiográficos del siglo XX. El término sustituía varios indicadores de referencia que se usaban antes en la historiografía anglosajona para referirse a aquella época, como los nombres de casas reales (Tudor, Stuart), guerras (Guerra de los Treinta Años) o tratados de gran importancia (Tratado de Westfalia). Dicha tendencia continuó hasta la historiografía más reciente y actual.
A partir de los años 50’, la historiografía alemana tomó un rumbo parecido a la
anglosajona. Ilja Mieck se destacaba por usar por primera vez la noción de Frühe Neuzeit, acuñándola al concepto fijo y propio. Hay un retraso alemán respecto al anglosajón, por el rechazo de gran parte de los historiadores alemanes del término, ya que lo consideraban “americano” y por lo tanto no adecuado para Alemania. En los 80’, finalmente, el término entró en las grandes enciclopedias de varios tomos, evidenciándose de esta forma su aceptación ya bastante generalizada. Dicha evolución continuó y al igual que el Early Modern la Frühe Neuzeit se encuentra presente en un gran número de obras muy recientes.
Respecto a la Edad Moderna, en las historiografías romanas no era necesario
buscar o acuñar un nuevo término para describir los tres siglos en cuestión, ya que el término “moderno” ya se encontraba en uso. En el siglo XIX se estable como categoría historiológica, lo que llevó a los contemporáneos a pensar en una cuarta época, a cual implica el fin de la tercera. El historiador Jules Michelet, admite que la Edad Moderna no se puede dotar de fechas exactas, afirma que aproximadamente abarca tres siglos y medio (1453 – 1789). Además fue uno de los primeros en hacer una subdivisión de dicha época: “La historia moderna puede ser en tres grandes periodos. 1) de la caída de Constantinopla hasta la reforma de Lutero (1453 – 1517). 2) después de la reforma de Lutero hasta el tratado de Westfalia (1517 – 1648). 3) después del tratado de Westfalia hasta la Revolución Francesa (1648 – 1789).”
El caso de la historiografía en lengua castellana es complicado. El término
historia moderna se identifica con el de Edad Moderna, sin restricción geográfica. En grandes partes de las historiografías latinoamericanas, sin embargo, historia moderna se refiera únicamente a historia europea, mientras que la historia americana de la Edad Moderna es denominada historia colonial o historia virreina (en el caso de Perú y México). La imagen de los propios territorios como una colonial oprimida por España servía y sigue sirviendo para justificar la independencia.
No obstante, el caso de la historia americana no parece adecuado tratarlo de
forma independiente a la Edad Moderna.
En el caso italiano, como apunta Guiseppe Galasso, el tiempo abarcado por la
“Etá Moderna” italiana ha cambiado a lo largo del siglo XX. Señala que antes de la Primera Guerra Mundial para la historiografía italiana la Edad Moderna habría empezado en 1313 y habría durado hasta 1703, año en el cual habría comenzado la edad contemporánea. Barbera Bianchi, por ejemplo, sitúa en 1851 el inicio de la época moderna para el año 1454, es decir uno después de la caída de Constantinopla. Sin embargo para ella finaliza en 1830. Hubo, por lo tanto, varia visiones paralelas hacia la Edad Moderna.
Los historiadores no comparten los mismos puntos de vista sobre la
fundamentación de los límites propuestos a las periodizaciones, aunque éstas resultan esenciales en su labor.
En el caso de la educación, la periodización no es un procedimiento, sino que
es un recurso curricular, una actividad que se puede realizar con los alumnos y que nos lleva a aprendizaje de un procedimiento básico en las Ciencias Sociales: la contextualización. De esta manera se ponen en juego todos los procedimientos básicos de la enseñanza de la Historia. También es esencial ya que, a través de ellas se organizan los hechos y los procesos sociales que se están enseñando.
Una presentación de la Modernidad implicaría el estudio de un caso, su
ubicación y referencia témporo-espacial y ésta nos remitiría a la división tripartida en la que está incluido el análisis de elaboración y consolidación de un “proyecto de modernidad”.
Richard van Dulmen considera que si bien el comienzo de la Edad Moderna
puede considerarse un proceso trascendente: “La aparición de la Edad Moderna se vio condicionada por una prolongada combinación muy compleja y discontinua, del sistema feudal y la racionalización social, no siendo posible adscribirla a un periodo de tiempo determinado. Se halla enmarcada dentro de un proceso de transformaciones a largo plazo que se inicia en la Baja Edad Media y no concluye hasta avanzado e siglo XVIII”.
La historiografía occidental habría estructurado sus categorías metodológicas
antes de que se operase en ella el gran avance de la erudición de siglo XIX. Por lo tanto, el progreso historiográfico descanso en un examen de los materiales eruditos y no del plano metodológico. En la actualidad la revaloración de los contenidos está orientada a refutar las concepciones que culminaron en los modelos elaborados para la Edad Media por Voltaire. Algunos autores ubican el comienzo de la Edad Moderna en siglos considerados como medievales basándose en elementos que anticiparían las realidades modernas, otros retrasan el nacimiento de la Edad Moderna basándose en la prolongación de procesos socioeconómicos. De esta manera, el análisis de conceptos tales como el feudalismo y capitalismo, nos permiten transmitir vivencias actuales, nexos significativos entre pasado y presente. La historia moderna encuentra así su vinculación con la vida actual.
3) Jean Frederic Schaub propone que el inicio de la Edad Moderna está
configurada por tres acontecimientos importantes (que transcurren entre mediados del siglo XV y principios del siglo XVI): La caída de Constantinopla en 1453 y las incursiones de los sultanes otomanos que facilitan el establecimiento en el corazón de la Cristiandad de un imperio rival, que quiere ser el heredero de Roma y de Bizancio bajo la bandera del Islam. El regreso de las naves de Colón en 1493 que inaugura la conquista y el posterior descubrimiento de las Indias occidentales, de un mundo del que nadie había oído había hasta entonces. Y en 1517, la publicación de las tesis de Lutero, que podría haber dado lugar a uno de los movimientos reformadores, que la iglesia romana había conocido a lo largo de su historia. Lutero se enfrentó a la Iglesia y al emperador Carlos V, arrastrando a toda Europa a guerras civiles de religión que desgarraran a la cristiandad. Estos tres episodios han marcado el fin de la Edad Media, pero también implicaron la aparición de una toma de conciencia europea. Para Matthias Gloel, la historiografía enmarca el inicio de la Edad Moderna aproximadamente entre el 1500 y el 1800. Para el 1500, es decir, el inicio de la Edad Moderna, habría que nombrar la llegada y posterior conquista de América por los europeos (1492), la invención de la imprenta (1454), el renacimiento, el Humanismo y la Reforma Protestante de Lutero (1517). La fecha más temprana es la de 1453, año en el cual los turcos conquistaron Constantinopla. El mismo año también termino la guerra de los Cien Años (1337-1453) entre Francia e Inglaterra. Ninguno de estos eventos inicio de por sí solo una nueva etapa, sino que en conjunto con otros cambios más lentos, tales como urbanización, crecimiento de la población, si constituirían tiempos nuevos. Para 1800 es decir, el fin de dicha época, la historiografía anglosajona ha denominado la Revolución Atlántica, la Revolución Francesa y el inicio de la Revolución Industrial por un lado y por otro lado, la caída del Sacro Imperio Romano Germánico (1806) y el Congreso de Viena (1815). Estos son algunos de los hitos que están relacionados, ya que la Revolución Francesa lleva al ascenso de Napoleón, cuya victoria terminaría con el Sacro Imperio y cuya derrota final llevaría al Congreso de Viena.
VIRNO, Paolo (2003) El Recuerdo Del Presente. Ensayo Sobre El Tiempo Histórico. Buenos Aires: Paidos, 2003 1. El Fenómeno Del Déja Vu y El Fin de La Historia